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El documento describe el descubrimiento de Neptuno. Leverrier calculó la masa y posición de un planeta no observado que podría estar perturbando la órbita de Urano. Sus cálculos predijeron con éxito la ubicación de Neptuno antes de que fuera observado. La predicción exitosa de Neptuno representó un triunfo para la teoría de la gravitación universal de Newton.
El documento describe el descubrimiento de Neptuno. Leverrier calculó la masa y posición de un planeta no observado que podría estar perturbando la órbita de Urano. Sus cálculos predijeron con éxito la ubicación de Neptuno antes de que fuera observado. La predicción exitosa de Neptuno representó un triunfo para la teoría de la gravitación universal de Newton.
El documento describe el descubrimiento de Neptuno. Leverrier calculó la masa y posición de un planeta no observado que podría estar perturbando la órbita de Urano. Sus cálculos predijeron con éxito la ubicación de Neptuno antes de que fuera observado. La predicción exitosa de Neptuno representó un triunfo para la teoría de la gravitación universal de Newton.
hermana Caroline anunciaron el descubrimiento de Urano, el más alejado hasta entonces de los planetas que giran alrededor de nuestro sol. A partir de ese momento comenzaron a acumularse evidencias de que su órbita presentaba un comportamiento singular, una leve tendencia a alejarse: su trayectoria no se ajustaba exactamente a lo que la ley de gravitación universal de Newton prescribía. La teoría de la gravedad de Newton había superado con bombos y platillos todas sus confrontaciones con la realidad como para que una sóla observación derrumbara el edificio. Fue entonces cuando a Leverrier se le ocurrió la idea de que un planeta aún no observado pudiera estar perturbando gravitacionalmente a Urano y obligándolo a ese comportamiento inusual; es decir, la teoría de la gravitación al rescate de la teoría de gravitación. Leverrier, era matemático, y tuvo la habilidad de calcular la masa y la posición del presunto culpable de la órbita de Urano. Los astrónomos sabían calcular el efecto que una masa determinada ejerce en otra si se conocen ambas posiciones. Leverrier resolvió el problema inverso: dado el efecto, dónde y qué masa tiene el planeta que perturba al observado. Neptuno fue antes que un planeta, un invento de la imaginación y de los cálculos matemáticos de Leverrier. En honor a la verdad Neptuno había sido observado mucho antes por el gran Galileo el día de los inocentes de 1612, y de nuevo en enero del año siguiente; y en ambas ocasiones cayó por inocente y lo confundió con una estrella. El hijo de Herschel, John, lo detectó también pero tampoco lo interpretó como un planeta. En Inglaterra el joven astrónomo, John Adams tuvo la misma idea que tuvo Leverrier pero no publicó sus resultados y en el observatorio británico de Greenwich desestimaron dedicar tiempo a un improbable hallazgo. El astrónomo real, George Airy pensaba que el comportamiento de la órbita de Urano se debía a que la ley de gravitación universal fallaba a esas distancias. Poco tiempo después el propio Leverrier intentó aplicar la misma receta para explicar una levísima anomalía en la órbita de Mercurio. La receta no funcionó y la explicación tuvo que esperar a la relatividad general. Allí sí se trataba de nueva física. La predicción exitosa de Neptuno representó un momento dramático en la historia de la ciencia y un triunfo formidable para la teoría newtoniana y su capacidad de figurar la realidad. La predicción exitosa de Neptuno fue un monumental triunfo de la ciencia.