Вы находитесь на странице: 1из 33

CRECIENDO CON EL FÚTBOL

(ANÉCDOTAS, CONSEJOS Y FRASES)


CRECIENDO CON EL FÚTBOL
(ANÉCDOTAS, CONSEJOS Y FRASES)
Diego Alberto Cappelletti

EDITORIAL RED POSITIVA


Creciendo con el fútbol 7

Agradecimientos
Derechos de autor: Cappelletti, Diego Alberto Quiero agradecerles a mis abuelos; Carlos Cappelletti,
Carmen Ponce; Vicente Arslanian y Blanca Diambri por el cariño
ISBN: 978-987-1967-03-2 y apoyo que me brindaron en mi etapa de crecimiento.

Creciendo con el Fútbol (Anécdotas, Consejos y Frases) A mi mamá Sonia, que me dio algo tan importante como la
vida, a mi papa Carlos, gran compañero mio en la parte depor-
1ª edición. tiva, muchos kilometros hemos recorrido, tanto como jugador
de baby futbol, tennis y también como simpatizantes de nues-
Buenos Aires: Grupo de Escritores Argentinos, 2013. tra pasion familiar.

A mis adoradas hermanas, Carla y Eliana, gracias por estar


siempre a mi lado y por compartir mi misma pasion deportiva.

A mi padrino Jose, mi primo Matias y a mis hermosos sobri-


nos (Antonella, Franco, Juan Cruz, Benjamín, Candela, Facundo
y Rodrigo) gracias por los lindos momentos compartidos y que
seguiremos compartiendo.

A mi gran esposa y compañera de vida Veronica Santelli,


que me apoyo incondicionalmente (como siempre) para llevar
adelante este lindo proyecto, su ayuda fue muy importante para
que mi sueño se hiciera realidad.
Gracias vida por el cariño y la garra que pones todos los dias
para que nuestra hermosa familia se fortalezca y siga adelante.
Gracias también por el hijo hermoso que me diste, al que lla-
mamos Santino, el cual lleno de alegria y amor mi vida.
Gracias hijo porque en tu espiritu me siento reflejado y
eso me da fuerzas para animarme a realizar estos proyectos y
sueños!

Y gracias también a todos los que han compartido algun


lindo momento conmigo!
Creciendo con el fútbol 9

CRECIENDO CON EL FÚTBOL


(ANÉCDOTAS, CONSEJOS Y FRASES)
PRÓLOGO:
El fútbol es el deporte número uno en la Argentina y en el
mundo, la mayor parte de la población de un país (en especial
Argentina) es futbolera. La pasión por los colores lleva a cada
persona a realizar actos ilógicos, algo que roza con la locura,
como por ejemplo, promesas: “Si gana mi equipo o selección,
me voy caminando a Lujan” (desde la Ciudad de Buenos Aires
hasta Luján hay 70km que equivalen a caminar 20 horas segui-
das), o también: “Si ganamos me rapo todo el pelo”, entre otras.

También están las cábalas, otras cosas que no tienen nin-


guna lógica, como por ejemplo: “Siempre que me puse esta
remera, ganó mi equipo” o “siempre que nos juntamos en tu
casa, ganamos”. Como otras tantas, estas afirmaciones son
parte de lo que genera la esencia de este maravilloso deporte y
que son inexplicables.

También está la otra cara de la moneda que es el factor eco-


nómico. En la actualidad, este es un deporte que mueve millo-
nes de pesos o de dólares, según te guste más, entonces se
empiezan a generar intereses y negocios. Pero este tema es
para otro libro.

En estas páginas vas a encontrar anécdotas, que son lo


lindo de este deporte, su esencia, estas anécdotas son reales,
son historias emotivas que me dejó esta hermosa actividad.

También encontrarás consejos que espero que te puedan


ayudar y puedas ponerlos en prácticacon la ayuda de tu
entrenador.
10 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 11

Y por último, las frases que quedaron grabadas en mi mente


y espero que cuando las leas te dejen alguna enseñanza.

En estas pequeñas hojasestá parte de la magia del fútbol,


esa cosa que se siente cuando se ama este deporte. ANÉCDOTAS
Por eso espero que te gusten y que leyéndolas, puedas
sentir la pasión, la magia y el esplendor de esta maravillosa dis-
ciplina llamada FÚTBOL.
Creciendo con el fútbol 13

ANÉCDOTAS I
Estaba cursando segundo año del secundario, en el cole-
gio Juan B. Berthier. La madre de uno de mis mejores amigos
era directora de un establecimiento para chicos con coeficiente
mental bajo.

Un día, en la casa de mi amigo, la madre nos comentó su


preocupación, porque notaba a los chicos de su escuela muy
bajoneados, a tal punto que algunos estaban comiendo poco
y en algunos casos nada. Nosotros le preguntamos el porqué
de tanto bajón, por qué tanta tristeza, y nos respondió: “lo que
pasa es que muchos se olvidan de ellos, de cómo se sien-
ten, de qué es lo que piensan, entonces eso los hace sentir
mal, creen que no sirven para nada”. Enseguida se nos ocurrió
armar un partido de fútbol con los chicos, quizás eso puede
ayudar a levantarles el ánimo, a sentirse importantes por un
rato. A ella le pareció una idea asombrosa y aceptó encantada.
Al día siguiente lo comentamos en el colegio y todos nuestros
amigos aceptaron la propuesta.

Cuando la madre de mi amigo se los comentó a sus chicos,


estos tomaron la noticia con gran alegría. Estaban tan conten-
tos que al pasar los días empezaron a comer y se unieron en
el arreglo de la canchita que tenían descuidada en el fondo del
colegio. Y así fueron pasando los días, nosotros en nuestra
rutina y ellos llenos de ilusión y esperanza.

Llegó el día del encuentro. Cuando entramos al colegio, nos


recibió la directora y nos dijo: “Primero les agradezco mucho
que hayan venido, los chicos hace una hora que están en la
cancha practicando ansiosos. Nunca los había visto tan con-
tentos y unidos. Lo segundo es que por favor, jueguen de igual a
14 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 15

igual, sin discriminarlos, porque de lo contrario les puede hacer angustia por haber recibido un gol. Esto sirvió para levantarles
muy mal, ellos sienten mucho esas cosas”. el ánimo y pensar que se podía. El primer tiempo finalizó 5 a 2.
Al vernos se acercaron y nos saludaron muy cordialmente,
la cancha que tanto esfuerzo pusieron en arreglar estaba real- Llegó el momento de descanso en el que coincidimos en salir
mente hermosa, el césped bien cortado, los arcos pintados, las a jugar la segunda parte igual de concentrados que la primera.
líneas bien marcadas con cal, en fin, estaba todo listo para el Comenzó el segundo tiempo, a los tres minutos remate de
gran partido. El día ayudaba con un sol radiante. media distancia y palo, nos salvamos. A los cinco minutos uno
de los chicos se cayó dentro del área, el juez cobró penal, pero
Mientras ellos practicaban en el campo, nosotros nos fuimos este se levantó rápido y le da a entender al juez que no había
a cambiar al vestuario. Al entrar nos sorprendió ver un cartel que sido falta, entonces, el referí sorprendido dio marcha atrás con
decía: “Bienvenidos”, que habían hecho las chicas del colegio. el fallo y siguió el juego con un pique, en el que nos dejaron la
posesión de la pelota, en ese momento nos dimos cuenta de la
Al salir a la cancha fue algo hermoso, nos recibió una lluvia grandeza de estos chicos, querían ganar pero sin que nadie les
de aplausos, me sentía una estrella, estaban los maestros y regalara nada, querían ganar bien.
familiares de los chicos para darles su apoyo. Todo estaba
dado para que empezara el match. Sonó el silbato del referí, Quince minutos y gol de ellos y el partido se ponía 5 a 3, con
que era el portero del lugar. un clima espectacular.

Las reglas eran claras: dos tiempos de 25 minutos con un El encuentro se puso vibrante y emotivo, estaban jugando el
descanso de 10. partido de sus vidas y dignamente.

Empezó el partido ypor primera vez me sentí raro en el arco, Era de ida y vuelta, ataque de ellos y contra nuestra hasta
era una sensación imposible de explicar, una de las tantas que que en un tiro di rebote y¡ gol! El partido que se ponía 5 a 4 para
te regala este deporte. Cinco minutos de juego y ya íbamos sorpresa de muchos.
ganando dos a cero, en ese momento nos acordamos lo que nos
había dicho la directora del lugar, entonces seguimos jugando La gente que empezó a cantar para darles fuerzas y que
igual. lograran la hazaña del empate. Diecinueve minutos; uno de ellos
remató al arco y la pelota en el camino dio en la mano de mi
A los diez minutos me esforcé y saqué una pelota que tenía compañero. Tiro libre en el borde del área, ¡qué momento, era
destino de gol, el chico que le había pegado se acercó y me feli- la posibilidad del empate tan ansiado! Armé la barrera y esperé
citó. No podía creerlo, me estaba felicitando cuando yo le había agazapado el remate, Héctor (así se llamaba el ejecutor) tomó
atajado su tiro, le agradecí y le dije que siguiera jugando así. carrera y le pegó fuerte (con toda su ilusión y la de todas las
Quince minutos y aumentamos la ventaja a cuatro 4 a 0, a pesar personas presentes), tan fuerte y certero que solo atiné a mirar.
del resultado, el desarrollo era parejo. Cuando faltaba un minuto ¡Gooooooool! Cinco a cinco faltando cuatro minutos para el final
para terminar el primer tiempo hicieron un gol y fue 4 a 1 para el y festejo conmovedor. Héctor se dio media vuelta y con los ojos
festejo de maestros y familiares. El abrazo interminable de ellos llenos de lágrimas fue corriendo para abrazar a su directora, la
fue uno de los momentos emotivos. Por primera vez no sentí que había organizado el partido. No tardaron sus compañeros
16 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 17

en sumarse al gran abrazo. Ese momento fue único, inolvidable


e imposible de explicar con palabras. Ellos, todos emociona-
dos abrazados con su directora, los familiares que se abraza-
ban también con alegría y emoción, algo hermoso.

Después del festejo tan emocionante se reanudó el partido,


el tiempo estaba cumplido, el juez adicionó dos minutos por la
demora del festejo del empate. Cuando faltaba un minuto de
los dos, hubo un corner para nosotros. Centro y gol de cabeza,
les aseguro que por primera vez no me salió el grito de gol.
Era el 6 a5 a favor de nosotros, pero ninguno de nosotros lo
gritó. Finalmente terminamos ganando 6 a 5 pero eso no impor-
taba, porque estos chicos acababan de jugar el mejor partido
de sus vidas, ese partido que siempre recordaran tanto ellos
como nosotros.

Cuando salimos del vestuario nos llevaron hasta el comedor,


para agasajarnos con torta, masitas y chocolatada, todo prepa-
rado por su compañeras.

La verdad, no me arrepiento de haber jugado ese partido


ya que fue uno de los momentos más lindos de mi vida. Esos
chicos me enseñaron a respetar al rival, a querer ganar jugando
limpio. Ellos no están acostumbrados a ganar a cualquier
precio, ¡salud chicos!
Creciendo con el fútbol 19

ANÉCDOTA II
Esto sucedió cuando dirigía en el fútbol recreativo en el club
Vélez Sarsfield.

En el campeonato había doce equipos y se jugaba todos


contra todos a dos ruedas. Era un campeonato interno de fútbol
cinco integrado por chicos de diez y once años.

Era la anteúltima fecha y jugábamos con el que iba segundo


un punto por debajo de nosotros, un partido clave, era la final
adelantada.

En la primera rueda habíamos empatado 2 a 2. Los dos goles


de ellos los había convertido su número 5, quien me preocu-
paba mucho. Entonces hice una modificación táctica, puse a
mi mejor defensor de número 5 para que lo marcara y así tratar
de que no jugara libre.

El juez pitó y comenzó el tan esperado encuentro. El desa-


rrollo del juego era muy parejo tal cual había pasado en el
encuentro anterior. El primer tiempo finalizó con un 2 a 3.

En el descanso trato de arengar a los jugadores sabiendo


que un gol de diferencia en baby fútbol no es nada.

Empezó el segundo tiempo (se jugaban dos tiempos de 20


minutos) y el partido seguía siendo muy peleado.

Quince minutos gooooool y empate en 3 y seguíamos en


la punta del torneo. Minuto diecinueve, llegó la jugada fatal, el
arquero nuestro estaba adelantado unos pasos con la pose-
sión del balón en nuestro poder, la tenía nuestro defensor, quien
20 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 21

tira la pelota de emboquillada queriéndole hacer un sombrerito


al delantero rival. El famoso número 5 rival al ver que el balón
venía por el aire, saltó y lo tocó con la cabeza. Con tanta mala
suerte para nosotros, que ese cabezazo se metió por encima
de nuestro arquero y 4 a 3, abajo. ANÉCDOTA III
Nadie podía creerlo ni el propio jugador, ya no quedaba más Jugaban el Club Sol del Plata contra el Club Pampero,
tiempo. Por consiguiente, ese fue el resultado final. por la Copa Challenger de la categoría 89. Dicha categoría
del club Pampero había salido campeona de la copa ante-
Al salir del vestuario, con una bronca terrible, se acercó el rior, era la defensora del título.
padre de mi arquero quien me quería decir algo, me predispuse
para escucharlo y sin tartamudear me dijo que si yo no hubiera Iban diez minutos del primer tiempo y el tanteador
hecho ninguna modificación táctica, el partido lo habríamos estaba en cero, a pesar de esto, el partido era entretenido
ganado. Opté por mirarlo fijo e irme, aunque tenía unas ganas y con muchas situaciones de gol para los dos bandos. Pero
bárbaras de mandarlo al diablo. La verdad es que si pudiera había un jugador que se destacaba por sobre el resto, era
volver el tiempo atrás, le diría a ese señor: si su hijo no hubiese el número 2 del Club Pampero.
estado adelantado esos dos pasos, el partido hubiese termi-
nado empatado. Finalmente terminamos saliendo segundos en Era muy hábil y además tenía una pegada muy buena,
el campeonato. cuando de pronto se escuchó el grito de una señora:
“¡¡Paren a ese burro!!”, exclamó. Todos los que estábamos
En el fútbol no hay que hablar de hubieses, si hubiese hecho viendo el encuentro la miramos y nos reímos por la barbari-
esto, si hubiese pasado aquello... Hay que aprender a hablar de dad que había gritado. En una jugada, este chico levantóla
la realidad, de lo que pasó para poder corregir esos errores en pelota, eludió a un rival y le pegó de punta haciendo estre-
el futuro y nada más. llar el balón en el travesaño.

Entonces se volvió a escuchar: “¡Vieron que es un burro!


¡Le pega de punta!”.

Era verdad le pegaba con la punta del pie, pero de forma


formidable, pelota que no pegaba en los palos la tenía que
sacar el arquero con gran esfuerzo. Aparte, pegarle con la
punta del pie no significa ser un burro, uno le puede pegar
bien con cualquier parte del pie.

Finalmente, el partido lo terminó ganando el Club Pampero por


2 a 0, ¿y adivinen quién hizo los dos goles? ¡Sí! Acertaron! ¡Los hizo
ese “burro” que tenía la casaca número 2 y que le pegaba de punta!
22 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 23

El fútbol es una pasióny por lo tanto todos opinan. Yo les


hago esta pregunta: ¿Está bien que sea así?

ANÉCDOTA IV
Vélez Sarsfield contra Lanús, primera fecha de la Liga
Metropolitana “A” categoría 92. Encuentro que se disputó en la
villa olímpica que tiene Vélez en Ituzaingó y donde jugó de local.

Fue en el segundo tiempo, cuando un defensor del club visi-


tante le dio un pase a su arquero, el reglamento dice que si un
arquero recibe un pase con los pies de su compañero no puede
agarrar la pelota con las manos, o sea que debe jugar el balón
con sus pies. Entonces, al recibir el pase, para la pelota con sus
pies y levanta la cabeza para pasársela a algún compañero que
estuviera libre. Pero nadie se le acercaba.

Al ver que demoraba en pasar la pelota, las madres que se


encontraban mirando el partido se pusieron nerviosas y le gri-
taron: “¡Agarrala, agarrala que te la van a sacar!”.

Uno de los delanteros rivales corrió para apurarlo y el arquero


en un acto instintivo, por los gritos de los padres, agarró la
pelota con las manos. El referí, tal como indica el reglamento,
cobró tiro libre indirecto a favor de Vélez y dentro del área de
Lanús.

Previo toque, pateó el número 10 y ¡gol de Vélez! ¡Para qué!


¡Al técnico de Lanús por poco le da un infarto! Y no era para
menos. Se le transformó la cara, y les gritó a los padres que
estaban afuera: “¡Por qué no se callan la boca!”. “¡Hagan callar
a estas que no saben nada!”, etcétera, etcétera.

Estas señoras no sabían dónde meterse ante las miradas de


todos y hubiesen preferido que se las tragara la tierra en ese
preciso instante.
24 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 25

Un señor, también fastidiado por la situación, comenzó a


gritar: “No hay que dejarlas entrar más, y si entran, hay que
taparles la boca con cinta!”. Bueno, para que seguirles con-
tando, les dijeron de todo menos lindas, pero por suerte
para estas señoras, finalmente Lanús terminó empatando el ANÉCDOTA V
encuentro.
Club Santiago de Liniers, categoría 75, transcurrió en el año
¿Habrán aprendido la lección? Lo que es seguro es que les 1984, partido por el campeonato oficial de la Liga FAFI.
habrán hecho estudiar el reglamento de memoria. ¡Jaja!
El partido transcurría en forma normal, de trámite parejo y
con pocas situaciones de peligro frente a los arcos, cuando
el entrenador del club Santiago de Liniers le hizo una seña
con su mano derecha al defensor que jugaba por la izquierda.
Evidentemente, era una seña táctica para tratar de sorprender
al equipo rival, pero el chico lo miraba asombrado, como no
entendiendo lo que le quería decir. Entonces el técnico, nue-
vamente le vuelve a hacer el mismo gesto y el chico lo vuelve
a mirar como diciendo: “¡¿Qué me querrá decir?!”. Entre tantas
idas y vueltas, se le escapó el delantero y ¡gooool! Uno a cero
a favor de Leopardo.

Peor aún, el chico se puso más nervioso, porque además de


no entender la seña que le estaba haciendo su entrenador, iban
perdiendo por un descuido defensivo.

Cinco minutos más tarde otro gooool y el partido que se


ponía 2 a 0. En ese momento, el entrenador explotó y le gritó al
niño: “¡La verdad, no sépara que te pongo, si no entendés nada!
Ante semejante grito, el chico reaccionó y comenzó a irse de
la cancha llorando y al grito de: “¡Cómo querés que entienda
esa seña, si es la primera vez que me la hacés y nunca me la
explicaste!

El chico se retiró al vestuario. Previamente, el referí, al ver


esta situación, había parado el encuentro y todas las perso-
nas que estaban en el lugar, lo miraban al técnico queriéndolo
comer con sus miradas.
26 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 27

El entrenador nervioso y avergonzado por la situación, puso


otro jugador y el partido continuó, pero ya con otro clima,
porque el entrenador dejó de dar indicaciones y los compañe-
ros de este chico se encontraban mal por lo que había ocurrido.
Entonces vino un gol tras otro del club Leopardo, el partido se ANÉCDOTA VI
había desnaturalizado, hasta que felizmente para los chicos del
club de Liniers, el referí dio por terminado el encuentro, con vic- Esto le ocurrió a un entrenador de una escuela de fútbol
toria para el club Leopardo por 5 a 0. de Haedo, en su primer partido amistoso jugado contra otra
escuela de fútbol de La Boca.
Cuando llegaron al vestuario, el entrenador se disculpó
con el chico, dándole la razón y prometiéndole al grupo que Estaba programado jugarse seis partidos divididos de la
nunca más iba a hacer una seña sin explicarla antes en los siguiente manera: primero categoría 94, 89, 93, 92, 91 y 90, en
entrenamientos. ese orden.

Se perdió un partido pero se aprendió mucho, en especial, Comenzó el primer partido y lo ganó la escuelita de La Boca,
el entrenador. el segundo también lo ganó la misma escuelita y así con los
demás encuentros.

Los chicos de Haedo terminaron invictos, ¡pues no ganaron


ningún partido!

Después de la terrible jornada, el entrenador de Haedo se fue


a tomar un café a la confitería del club y se le acercó un grupo de
padres para preguntarle cómo podía ser, que no hubiesen ganado
ningún partido. El entrenador, amablemente, les contestó: “miren,
estos chicos recién están empezando a jugar y por lo tanto están
en etapa de formación, así que no hay que enfocarse tanto en los
resultados, sino en el aprendizaje de los chicos”. Además, es una
escuela de fútbol recreativa, lo que significa que no hay que exigir-
les resultados a los niños, sino dejarlos jugar sin presiones.

Los padres, no conformes con la respuesta, seguían incre-


pando al director técnico, hasta que un señor que estaba
mirando lo sucedido desde la mesa de al lado y padre de un
chico del club gritó: “¡Lo que pasa, es que este arma los equi-
pos para perder!”. Entonces, el director técnico al oír esto optó
por terminar el diálogo y retirarse del lugar.
28 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 29

Buena actitud la del director técnico, porque a veces, a los


padres se les va la mano y se dejan llevar por sus emociones, y
no pueden entrar en razón. Hay que entender que a los chicos
que están en etapa de formación, hay que dejarlos jugar sin
presiones de resultados. ANÉCDOTA VII
Cuanto antes se entienda esto, mejor va a ser para todos. Partido entre Estudiantes de la Plata contra Vélez Sarsfield
por el campeonato de Liga Metropolitana “A”, de la categoría 91.

Iban tres minutos del primer tiempo, apareció un señor gran-


dote, colgó una bandera en el alambrado y gritó: “¡Vamos Vélez
a ganar, que acá llego la barrabrava!”.

Todos los que estaban en el lugar lo miraron, algunos con


una leve sonrisa.

El clima del partido era tranquilo, con pocos gritos por parte
de los padres, buen clima que se terminó con la llegada de
este hombre. Porque no paró de gritar en ningún momento.
Se la pasó todo el encuentro gritando: “Vamos hay que poner
más!”. “¡Tirate al piso para que te cobren ful!”. “Bajalo que se te
escapa!”, etc.

Este señor gritaba más, que todos los padres que estaban
presenciando el partido. Todo el tiempo se lo pasó gritando y
gritando, hasta que el referí pitó y dio por terminado el juego.

Por dentro dije: “¡Menos mal, por fin se va a callar este


hombre!”.

Más tranquilo me puse a pensar y llegué a la conclusión de


que la verdad, este hombre en algo tenía razón. Cada vez más
padres se parecen a los barrabravas del fútbol profesional. Es
digno de verlos. Llegan en grupos cuando van de visitantes, y
al empezar el partido se ponen a gritar como locos, e incluso
llegan a insultar al referí, o a increpar al propio entrenador, y
mejor no hablar de lo que les gritan a sus hijos. Por eso los
30 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 31

padres deben reflexionar y darse cuenta de que estas actitudes


no benefician en nada y deberían tratar de corregirlas.

Los chicos deben jugar de forma distendida, disfrutando del


deporte sin presiones externas, porque además de formarse ANÉCDOTA VIII
como futbolistas, también se están formando como personas.
Este encuentro lo jugaron Sp Pilar contra Sol del Plata, por la
Lo único que se logra con todo esto, es que muchos chicos fecha 11 del campeonato de la Liga Argentina de Baby Fútbol.
al sentir tanta presión terminen odiando el deporte y dejen de
jugarlo. También se termina fisurando un poco, la relación entre El encuentro era de trámite parejo, a tal punto que prome-
padre e hijo. diaba el primer tiempo y el marcador se encontraba en cero.

¡A reflexionar que todavía se está a tiempo! Hasta que a los diez minutos del segundo tiempo, en una
jugada confusa, se quedó parado el defensor derecho del club
Sol del Plata, pensando que el referí iba a cobrar algo, entonces
el delantero rival aprovechó y marcó el primer gol del partido.

Los padres al ver esto comenzaron a gritarle al defensor:


“¡Despertate, que este es un partido donde no se puede regalar
nada!”. “¡Tenés que avivarte un poco!”, entre otras tantas cosas.

Así fue que se creó un clima feo y peor aún para el pobre
chico, que se empezó a poner nervioso por los gritos que
recibía. Esto se notó dentro del campo de juego a tal punto,
que empezó a perder la marca una y otra vez, ya totalmente
desconcentrado.

Los padres, en vez de calmarse, seguían gritándole cada


vez más. El chico sintió tanta impotencia ante la situación que
comenzó a hacer faltas, una, dos y a la tercera el referí lo llamó
y le habló.

El director técnico, ante esta situación, decidió sacarlo de


la cancha. Se paró el partido y se produjo el cambio. El chico
salió corriendo de la cancha y se sentó junto al DT en el banco
de los suplentes. Al instante, el técnico lo besó en la cabeza y
le dijo: “Te saqué por las personas desubicadas que te estaban
32 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 33

gritando y te pusieron nervioso, si te dejaba, hubiese sido peor,


porque seguramente el referí te iba a expulsar de la cancha y yo
te necesito para el próximo partido, así que arriba el ánimo, que
cualquiera comete un error”. Finalmente, el partido terminó2 a0
a favor del club de Pilar. ANÉCDOTA IX
Pero el resultado es lo de menos, espero que esos padres Partido jugado entre Boca Junior y Vélez Sarsfield, por el
hayan aprendido que ante un error, hay que alentar aún más, campeonato de la Liga Metropolitana de la categoría 92, en el
porque de lo contrario, en lugar de ayudar al jugador, terminan predio Pintita. Boca era el local.
convirtiéndose en otro adversario.
El encuentro era muy atractivo, con muchas situaciones de
peligro para ambos lados y casi no había interrupciones. Era un
juego realmente lindo para ver, pero como pasa a menudo, la
gente que estaba mirando este atractivo encuentro, colaboró
para que el amable clima cambiase.

¡Gritaban de todo!No conformes con gritarles a sus propios


jugadores, también empezaron a insultar a los jugadores rivales.

Lo que voy a comentar a continuación fue la gota que rebalsó


el vaso. En uno de los equipos había un jugador de piel oscura, y
de pronto se escuchó un grito: “¡Dejá de pisarla, negro de mierda!”.
Este jugador era muy habilidoso y parece que esto no les gustaba
a los padres de los jugadores rivales. El referí al escuchar seme-
jante barbaridad detuvo el juego y se acercó a hablar con los dele-
gados de ambos clubes. Les dijo: “Vayan y traten de calmar a los
padres, porque sino, esto no sigue”. Los delegados se miraron
y le respondieron: “Podemos hablarles, pero no te aseguramos
nada, más que eso no podemos hacer, si querés, echá a quien
esté molestando y te vamos a respaldar en la decisión”.

El juez, al escuchar la respuesta, dio media vuelta, corrió hasta


el círculo central del campo de juego y reanudó el encuentro.

Tantos gritos y tanta presión terminó calentando el partido y


como consecuencia de esto, dos jugadores fueron a trabar la pelota
de manera fuerte y se terminaron agarrándose a golpes de puño.
34 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 35

En ese instante, el referí paró el partido y le mostró tarjeta


roja a los dos jugadores.

La gente se puso más nerviosa que antes, y todos juntos


comenzaron a insultar al referí. El pobre hombre aguantó los
insultos una y otra vez hasta que se cansó de tanta barbarie y
dio por suspendido el encuentro.

Todos se miraron asombrados por la decisión. Rápidamente


los delegados y técnicos de dichos clubes fueron a buscarlo
al vestuario para convencerlo de que terminara el encuentro,
al que solo le faltaban diez minutos, explicándole que si no lo
hacía, la gente se iba a poner peor. Y así fue. Siguieron dicién-
dole de todo al juez y hasta intentaron entrar por la fuerza al
vestuario, situación que por suerte pudieron impedir los dele-
gados y técnicos.

Mientras tanto el juez seguía encerrado en el vestuario sin


hacerle caso a nadie, hasta que a un delegado se le ocurrió
llamar al presidente de la liga. Mientras tanto, los chicos daban
el ejemplo y jugaban un pequeño picadito entre ellos, ajenos a
toda esta locura.

Después de hablar por teléfonocon el presidente de la liga,


el juez salió del vestuario y se dirigió a la cancha para reanu-
dar el juego. Por suerte, ya los ánimos estaban más calmados.

De todas formas, el partido ya no fue el mismo que antes, se


volvió muy trabado y con muchas pelotas divididas. Finalmente
el encuentro terminó y por suerte todos se retiraron en paz.

Al final, el referí tenía razón, no se podía jugar el partido


con tanta presión de afuera, porque los chicos están en etapa
de formación, aunque esto también lo deberían entender los
padres. Ojalá, así sea!
Creciendo con el fútbol 37

ANÉCDOTA X
Esta situación poco habitual ocurrió en un partido jugado
entre Sol del Plata contra Academia Kaly, por el campeonato de
la Liga Argentina.

Salieron los equipos a la cancha y para sorpresa de muchos,


el club de Academia Kaly tenía un jugador que era enano, no
solo por ser bajo, sino que tenía enanismo. Se procedió al con-
trol habitual de cada partido y los jugadores se dirigieron a la
mesa con sus respectivos carnets para firmar la planilla.

Estaba todo listo para empezar el partido y la verdad que


se los veía a los jugadores de Sol del Plata un poco sorprendi-
dos por la situación. Por tal motivo, el entrenador los reunió y
les dijo: “Sáquense los prejuicios y concéntrense en el partido”.

El juez pitó y comenzó al partido. El chico enano se encon-


traba sentado junto al entrenador en el banco de los suplentes.
El desarrollo del juego era favorable a la Academia, con solo
decirles que iban diez minutos y ya ganaban por 2 a 0.

El primer tiempo terminó con el marcador 4 a 0.

Al comenzar el segundo tiempo, enseguida se ponen 5 a


0. La moral de los chicos de Sol del Plata estaba por el piso,
se los notaba desconcentrados. Faltando diez minutos para el
final, se produjo el tan esperado cambio, salió un delantero y
entró el enano.

Todos se miraban con sorpresa para ver cómo se iba a des-


empeñar este chico dentro del campo de juego y de cuál sería la
reacción de sus rivales, ya que el marcador era bastante abultado.
38 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 39

Apenas entró, pisó la pelota y con un amague dejó atrás a


su rival, y ante la salida del arquero le tocó la pelota a un com-
pañero y ¡gol! El partido que se ponía 6 a 0. Los padres de
los chicos que iban perdiendo estaban como locos y gritaban:
“¡Juega porque van ganando por goleada!”. “Lo único que pido ANÉCDOTA XI
es que por lo menos no nos haga un gol este enano!”. “Sí, ya
sería el colmo, y mirá si encima lo hace de cabeza!”, comentaba Teníamos que jugar con Aldosivi de Mar del Plata por el cam-
otro en forma irónica. peonato de la Liga Metropolitana. Yo estaba como ayudante en
el Club Atlético Vélez Sarsfield y el encuentro estaba previsto
El encuentro se estaba poniendo caliente, no solo por la para el domingo.
goleada, sino también porque este chico seguía pisando la
pelota y esto a los jugadores del club rival ya no les hacia nin- El día miércoles, el presidente de fútbol infantil, me comu-
guna gracia. nicó que el club marplatense, nos daba un micro para trasladar-
nos, además nos invitaban con un lindo almuerzo en un restau-
Los chicos de Sol del Plata querían que el partido se ter- rante del puerto y después del partido nos darían la merienda.
minara lo antes posible, todo lo contrario ocurría con este La verdad es que estaba sorprendido, porque no estaba acos-
pequeño que quería seguir jugando toda la tarde. tumbrado a que un club rival nos atendiera de esa forma.

Finalmente el partido terminó 6 a 1 y el pequeño enano, para Llego el día domingo y como estaba acordado, nos encon-
suerte de los chicos de Sol del Plata no pudo convertir ningún gol. tramos todos en la puerta principal del club, eran las cuatro de
la mañana. A las cuatro y cinco minutos, el micro que nos iba a
Para Academia Kaly, resultó ser el enano de la suerte y para llevar hacia la ciudad feliz, ya estaba en el lugar.
los chicos del club Sol del Plata: el enano maldito.
A las cinco de la mañana emprendimos el viaje, el micro era
confortable y los choferes muy cordiales. Durante el viaje sufri-
mos el pinchazo de un neumático, pero gracias a la buena pre-
disposición de los choferes, se solucionó de forma inmediata.

Después de seis horas de viaje y siendo las once de la


mañana, estábamos entrando a Mar del Plata con dirección
al restaurante del puerto, donde almorzaríamos. Al llegar, nos
recibieron dos señores muy amables que eran directivos del
club rival.

El lugar era muy lindo y tenía vista al mar. El menú eran unos
ricos fideos con tuco, agua mineral y de postre, una manzana.
Al término del almuerzo, nos subimos al micro para dirigirnos a
40 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 41

Batán, así se llamaba el lugar en donde se iban a disputar los Pasamos un día hermoso y nos trataron de forma exce-
tres encuentros. lente, por eso no quería dejar de contar esta historia y decirles:
“Muchas gracias y mis felicitaciones a toda la gente de Aldosivi
Al llegar, los técnicos y delegados del club Aldosivi nos Fútbol Club”.
dieron una calurosa bienvenida, y
muyamablemente nos mostraron las instalaciones del club.

A las tres de la tarde comenzó el primer encuentro de la


categoría 90, que lo ganó Vélez por 2 a 0.

En el siguiente partido, de la categoría 91, empataron 1 a 1


y el tercer y último encuentro lo jugó la categoría 92. Este se lo
llevó Aldosivi por 2 a 1.

Todos los partidos se jugaron en un clima distendido. Los


padres del club local alentaron a sus chicos en todo momento,
pero siempre de forma muy respetuosa. Y como si esto fuese
poco, al término de cada partido había un tercer tiempo, orga-
nizado por las madres, en el que los chicos de ambos clubes
se sentaban a una larga mesa, para disfrutar de exquisitas
tortas y chocolate caliente. La verdad es que era como estar
en el paraíso, nunca antes me habían atendido así, con tanta
amabilidad.

Hablando con uno de los delegados del club Aldosivi, al que


todos conocían como el “Gallego”, me enteré de que era cos-
tumbre de ellos recibir de esta forma al club rival, para fomentar
en los chicos el fairplay(juego limpio).

La verdad es que lo felicité y le dije que seguramente, en un


futuro no muy lejano, iban a conseguir los resultados que se
merecían por la forma en que se estaban manejando.

Cuando llegó la hora de la partida, después de haber pasado


un día bárbaro, no me alcanzaban las palabras para agradecer-
les lo bien que nos habían tratado.
Creciendo con el fútbol 43

ANÉCDOTA XII
Era una semana muy complicada. Mi abuelo no se encon-
traba bien producto de su enfermedad y mi papá no sabía si iba
a poder llevarme al partido del sábado.

Cuando llegó el viernes, mi papá vino a hablarme y me dijo:


“Diego, el abuelo no está bien, pero igual voy a llevarte a jugar
mañana, porque fui a verlo y me dijo que por nada dejes de
jugar, pase lo que pase”. Sorprendido le contesté: “Esta bien”, y
me fui a la cama a dormir”.

Llego el sábado, y con mi papá salimos rumbo a la cancha


donde tenía que jugar. Esta vez, yo jugaba de visitante.

Al llegar, papá me dijo: “Voy hasta el bufet que hay un teléfono


público, quiero llamar para saber cómo sigue el abuelo, ense-
guida vuelvo”. Tardó unos minutos, yo estaba impaciente y algo
nervioso también, hasta que lo vi venir con la cabeza gacha.

Al momento me di cuenta de que algo no andaba bien y le


pregunté: “¿Y, cómo está el abuelo?”. Esperaba una fea noticia,
pero me contestó con los ojos vidriosos: “Está todo bien, andá
al vestuario a cambiarte”.

En el trayecto, mientras caminaba rumbo al vestuario, tuve


la sensación de que este era el partido de despedida para mi
abuelo. Este era el partido que yo debía jugar como si él me
estuviese mirando, como lo hacía todas las tardes que iba a su
casa, acostado desde su cama.

Este encuentro lo iba a jugar como si estuviese jugando en


el patio de su casa, en honor a mi querido abuelo y así lo hice.
44 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 45

Me cambié y salí a la cancha con unas ganas bárbaras de Dejé todo y hasta pude hacer mi primer gol y dedicárselo a
jugar. Él. Él, que siempre me había apoyado y que nunca quiso que
yo dejara de jugar, porque el fútbol me hacía feliz y también lo
El árbitro pitó y comenzó el partido. Mi viejo estaba sentado hacía feliz a Él.
en la tribuna, como todos los sábados, para vermejugar. ¡Gracias, abuelo, por tu apoyo y por transmitirme tanta
pasión!
En la primera pelota que toqué, le pegué de volea al arco y
pasó cerquita del palo, el técnico y mi viejo miraron sorprendi-
dos, dado que yo jugaba de defensor, y no era frecuente en mí,
pegarle con tanta decisión al arco y menos salir jugando.

Más tarde, mi arquero me dio la pelota, salí con esta dominada


y hasta le tiré un caño al delantero rival. El técnico, otra vez sor-
prendido, me gritó: “¡Qué hacés, Diego, estás loco, tocá rápido la
pelota!”. Él no sabía que yo estaba jugando el partido de mi vida,
el partido para mi abuelo.

Segundo tiempo y corner a favor de nosotros, entonces me


fui para arriba gritándole a mi compañero: ¡Tocámela rápido!”.

Y el técnico, ya más que sorprendido, me seguía gritando:


“¡Diego, quedate abajo que vamos ganando!”.

Pero yo quería hacer el gol para dedicárselo a mi abuelo ¡y así fue!

Mi compañero al verme, me tocó rápido la pelota y como yo


venía a la carrera, le pegué con fuerza y convicción. A pesar del
esfuerzo del arquero rival, la pelota se metió en el ángulo del
arco y ¡Gol!

Salí gritándolo con los ojos llenos de lágrimas y lo fui a abra-


zar a mi papá y le dije: “Este gol es para el abuelo, papi!”.

Mi viejo totalmente emocionado me respondió: “¡Sí, sí,


golazo, hijo, golazo!”. El partido se puso 3 a 1 a favor de noso-
tros. Resultado con el que terminó. Habíamos ganado, pero lo
importante para mí fue hacer el gol para mi abuelo.
Creciendo con el fútbol 47

CONSEJOS
48 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 49

LA PARADA DE PECHO
Al principio pensaba que había una sola manera de parar el
balón con el pecho. Pero a medida de que pasó el tiempo, me
di cuenta, de que ese pensamiento era incorrecto. Existían dos
maneras de parar la pelota con el pecho: la clásica y la produc-
tiva. La primera consistía en tratar de que la pelota cayera lo
más cerca posible de mí, y la segunda en bajar la pelota en mi
pierna más hábil.

Me di cuenta de esto jugando a la pelota en una cancha


cerca de casa. Cuando me tiraban la pelota al pecho, trataba
de que esta quedara lo más cerca posible de mí, como ya dije,
pero enseguida se me acercaban dos rivales y me la sacaban.

¡Para mí era un castigo que me tiraran la pelota para que


la bajara de pecho! Pero había un jugador rival que era dis-
tinto, bajaba la pelota de tal manera que esta siempre le que-
daba cerca de su pierna más hábil (que era la izquierda). Era
grandioso ver con qué naturalidad hacía el movimiento, apenas
el balón bajaba para su pierna zurda, él enseguida le daba un
pase a su compañero y si estaba cerca del arco, pegaba fuerte
sin dudar hacia allí, para lograr el gol.

Para él sí era productivo bajar la pelota con el pecho, y en


ese momento fue cuando me di cuenta de estas dos maneras
de hacerlo. La mía era la parada de pecho clásica y la de él la
productiva.
50 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 51

LA VISIÓN PERIFÉRICA
Tener este tipo de visión resulta un elemento muy impor-
tante para el jugador de fútbol, porque nos permite ver en forma
rápida a qué compañero pasarle la pelota, ver si tenemos un
rival que se está acercando para quitarnos el balón, y todo esto
sin descuidar la posesión de la pelota. Podemos ver lo que está
pasando alrededor de nosotros en solo cuestión de segundos.
Casualmente, tenía un amigo con quien jugaba en la plaza del
barrio, que tenía esta virtud. Era algo increíble verlo jugar, reci-
bía la pelota y ya sabía a quién se la iba a pasar, siempre era al
que estaba mejor ubicado y sin marca rival, era algo grandioso.
Este gran jugador se desempeñaba como número 10 (engan-
che) y los defensores rivales nunca llegaban a quitarle la pelota.
porque él siempre la tocaba antes. La gente que lo veía jugar decía:
“¡Este chico tiene ojos en la nuca!”. Así fue que un día, que estába-
mos tomando algo fresco después de un partido, le dije: “Chinito,
cómo hacés para ver tan rápido a quién pasarle la pelota. Y él
me respondió: “La verdad, no se cappe, (cappe me llamaban mis
compañeros) es algo natural en mí, aunque el profesor de gimna-
sia del colegio me dice que tengo desarrollada la visión periférica.
Yo puedo ver de forma rápida y sin levantar mucho la vista lo que
está pasando alrededor de mí. ¡Por ahí debe haber sido un poco el
miedo quien me ayudó a desarrollarla! ¡Jaja!, ya que soy un poco
miedoso y no me gusta que me den patadas, y cuando camino
por la calle trato de mirar en forma disimulada, si hay alguien sos-
pechoso o que se me quiera acercar por sorpresa para robarme.

Me quedé sorprendido por su respuesta, pero fue en ese


momento cuando descubrí lo importante que es tener desa-
rrollada la visión periférica. Más allá de esto, investiguen y pre-
gunten sobre esta aptitud, porque también se puede desarro-
llar mediante ejercicios.
52 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 53

EL KIOSCO

Cada jugador es como un quiosco que debe tener para ofre-


cer variedad de cosas, entre ellas: cabeceo, remate con ambas
piernas, gambeta, velocidad, etc. Hay que pensar que uno
cuando quiere comprar algo rico, ¿adónde va? Va al quiosco
que tenga más variedad de cosas para ofrecernos, y con los
jugadores de fútbol pasa lo mismo. El director técnico, en el
momento de armar un equipo, ¿en quién se va a fijar? Va a elegir
a los jugadores que tengan más variedad de cosas para ofre-
cerle. Por eso no debemos ser conformistas, debemos tener
ambición por aprender y esmerarnos cada día en los entrena-
mientos para lograrlo. Tratar siempre de aprender algo nuevo y
de ir incorporando aptitudes para mejorar nuestro juego. Como
por ejemplo: saber cabecear, pegarle bien al balón en los tiros
libres, saber pegarle bien a la pelota con las dos piernas, etc.
Así se puede llegar a ser un quiosco surtido, para que los entre-
nadores nos elijan por la gran variedad de recursos que tenga-
mos para ofrecer. A mayor cantidad de recursos, mayor será
la posibilidad de jugar como titular. Todos los días se aprende
algo nuevo, solo hay que estar predispuesto para ello.
Creciendo con el fútbol 55

EL PATIO DE LA CASA DE MIS ABUELOS


El patio de la casa de mis abuelos paternos fue mi primer
potrero, ahí empecé a jugar a la pelota. Era muy lindo jugar en
ese lugar y además salían unos partidos bárbaros. Llegaba y
enseguida armaba los arcos con las macetas, las paredes me
daban pases precisos que me dejaban de cara al gol.

Yo era jugador y referí, y mis abuelos eran el público fiel.


Siempre estaban ahí para alentarme.
A veces mi abuela me decía: “¡Dieguito, cuidado con las
plantas!”, y yo le respondía:
“Quedate tranquila abuela, esta pegó en el palo, pero la
próxima va a ser gol”. Mi abuela me avisaba cuando termi-
naba el primer tiempo diciéndome: “Dieguito, terminó el primer
tiempo, sentate y toma la merienda”.
Y yo iba corriendo a la mesa para comer ese delicioso sánd-
wich de fiambrín y jamón cocido acompañado con un vaso de
chocolatada.
Terminaba de merendar y enseguida empezaba el segundo
tiempo, que finalizaba cuando mi mamá me venía a buscar des-
pués de un largo día de trabajo.

Todavía me acuerdo de la cara de alegría de mi abuelo, que


me veía jugar desde su cuarto que daba al patio y lo escuchaba
cuando le decía a mi abuela: “¡Dieguito es un fenómeno vieja,
va a ser un jugador bárbaro!”.

Así pasaba mis tardes, feliz, jugando a la pelota en ese patio


que fue mi primer potrero.

Si querés, contame cuál fue el tuyo a:


diegocappe75@hotmail.com
Creciendo con el fútbol 57

LA PEGADA CON EL PIE


Esta acción es la básica y fundamental para poder practi-
car bien este hermoso deporte. Por eso debemos practicarla en
todas sus formas, hay muchas maneras de pegarle a la pelota con
el pie, ej. : se le puede pegar con la punta del pie, el empeine, con
la cara interna y externa, con el taco y hasta con la planta del este.

Todas estas maneras se deben de practicar y ponerlas en


funcionamiento de acuerdo a la situación de cada jugada que
se nos presente dentro del juego, para así poder sacar un mejor
beneficio de las ellas, por eso preguntale a tu entrenador sobre
estas formas de pegarle al balón. Él seguramente te las expli-
cará y te dirá cómo ponerlas en práctica de la mejor manera.

PASE CON PASE CON


CARA INTERNA CARA EXTERNA

PEGADA CON PEGADA CON


EL EMPEINE EL EMPEINE
Creciendo con el fútbol 59

LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS


EN LA PRÁCTICA DEL FÚTBOL
1 DERECHO A ENTRETENERSE Y DIVERTIRSE tanto en las
prácticas como en las competiciones, con una gran variedad
de actividades que sean lúdicas y al mismo tiempo formativas.

2 DERECHO DE JUGAR COMO NIÑO y de no ser tratado


fuera y dentro del campo de juego como un adulto.

3 DERECHO A DISPUTAR COMPETICIONES con reglas


adaptadas al nivel de las capacidades del jugador en cada
etapa de su desarrollo psicomotriz.

4 DERECHO A JUGAR CON LA MÁXIMA SEGURIDAD


POSIBLE.

5 DERECHO A PARTICIPAR en todas las facetas del juego.

6 DERECHO A SER ENTRENADO POR PERSONAS


DEBIDAMENTE PREPARADAS.

7 DERECHO A PODER REALIZAR SUS PROPIAS


EXPERIENCIAS resolviendo por sí mismo los problemas que
se plantean, tanto en las prácticas como en las competiciones
oficiales.

8 DERECHO A SER TRATADO CON DIGNIDAD Y


RESPETO tanto por el monitor (entrenador) como por los
adversarios y compañeros.

9 DERECHO A JUGAR CON NIÑOS DE SUS EDADES para


tener parecidas probabilidades de ganar.

10 DERECHO A NO SER NECESARIAMENTE CAMPEÓN.


Creciendo con el fútbol 61

FRASES
Creciendo con el fútbol 63

Se debe pensar en el bien del equipo, dejando de lado el


lucimiento personal.

Divididos serán adversarios y unidos serán un equipo.

Los jugadores que no sepan controlarse, que después no


pidan libertades.

Cuando se fija un objetivo, los primeros que deben estar


convencidos son los integrantes del equipo. Los de afuera se
irán convenciendo a medida de que pasen los partidos.

El jugador debe saber retirarse a tiempo para no manchar


su trayectoria.

Los incapaces son aquellos que no saben reconocer el éxito


de los otros.

Para lograr un objetivo se necesita un buen equipo y para


armar un buen equipo, además de buenos jugadores, se nece-
sitan buenas personas.

Para conseguir un triunfo, primero hay que fijarse un objetivo


y luego tratar de cumplirlo, según los principios de uno mismo.

Cada jugador se debe perfeccionar y especializar en el


puesto que le gusta y sabe, el error está en pensar o en creer
que se las sabe todas.

Para que un futbolista consiga un buen rendimiento, no hay


que imponerle cosas, sino ver las virtudes que posee y saber
explotarlas al máximo.
64 Diego Alberto Cappelletti Creciendo con el fútbol 65

En un equipo se está feliz cuando se gana y triste cuando se Ganar en el fútbol es lo mismo que el aire para vivir.
pierde y uno, individualmente, no debe estar ajeno a ello.
Al fútbol hay que jugarlo con alegría, si no es así, no hay que
Las distracciones se reflejan en el resultado final de un jugarlo.
partido.
El entrenador no puede priorizar sus ideas por sobre las
Los objetivos se cumplen cuando se trabaja el doble. condiciones de sus jugadores.

Las dificultades se vencen a fuerza de contradecirlas. Siempre hay que pensar en la gloria sin que importe lo eco-
nómico, con el tiempo las dos cosas irán de la mano.
Pobre de aquel equipo cuyos integrantes no tengan fe en si
mismos. Porque para ellos no se han hecho las grandes cosas. Entrena como si fueras a jugar siempre y juega como si te
fueras a retirar mañana.
Cada jugador debe reconocer cuando se equivoca y no jus-
tificarse en los demás. La mejor defensa es la superación.

En el campo de juego son 11 contra 11, por más que afuera


sean 50 contra 100.

Los suplentes deben apoyar a los titulares, porque el día de


mañana puede ser al revés.

El jugador que tenga humildad y buena fe, será el que triun-


fará, además de sus condiciones naturales.

La armonía en un equipo, es fundamental para conseguir


cosas importantes.

Cada gota de sudor que veo en el rostro de mis compañe-


ros, son las que me dan fuerzas para seguir corriendo

Siempre hay que decir la verdad, porque en el ambiente del


fútbol se sabe todo.

A los chicos hay que enseñarles a jugar para ganar, pero de


manera sana y limpia, no para ganar a cualquier precio.

Вам также может понравиться