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El Código Civil de don André Bello, no reguló la adopción, lo cual sorprende, porque la adopción
es una institución que arranca del Derecho Romano.
La 1° ley que se dictó fue la Ley N° 5.343 que, entró en vigencia el 06 de enero de 1934,
estableciendo una adopción que no constituía estado civil y que se prestó para abusos, porque
personas que estaban impedidas de contraer matrimonio recurrieron al subterfugio de la adopción
para en definitiva tener una forma de convivencia.
Esta ley, tuvo una corta vida, ya que fue sustituida por la Ley N° 7.613 de fecha 21 de octubre de
1943, en esta ley la adopción no constituía Estado Civil, y el adoptado continuaba perteneciendo a
su familia de origen.
Para solucionar esta situación se dictó la Ley N° 16.346, de fecha 20 de octubre de 1965, que sin
derogar la Ley N° 7.613 incorporó la legitimación adoptiva, institución que tenía por objeto
conceder el estado civil de hijo legítimo de los legitimantes adoptivos con sus derechos y
obligaciones. Los vínculos de la filiación anterior para el adoptado caducan en todos sus efectos,
con excepción de los impedimentos para contraer matrimonio. Todas las tramitaciones judiciales y
administrativas eran absolutamente secretas, cuando se otorgaba la adopción, se ordenaba destruir
el expediente y cualquier otro antecedente que permitiera la identificación del adoptado.
La Ley N° 16.346, fue derogada por la Ley N° 18.703 de fecha 10 de mayo de 1988, sin embargo
mantuvo vigente la Ley N° 7.613 y contempló dos tipos de adopción:
a) Adopción Simple: concede una protección a niños/as menores de 18 años que carecen de
bienes. Permitía que los adoptantes tuviesen al adoptado en su hogar bajo su cuidado, con
obligación de criarlo, alimentarlo y educarlo por lo menos hasta que terminara su
Educación Primaria o profesión u oficio; era una especie de tuición que se extinguía una
vez que el adoptado cumplía la mayoría de edad. El adoptado quedaba sujeto a la autoridad
paterna y a la patria potestad. No confería derecho sucesorio al adoptado.
b) Adopción Plena: Sólo podían adoptar los matrimonios, a determinados niños/as, que se
encontraren en determinadas situaciones de hecho que tipificaba la Ley:
Se constituye por Sentencia Judicial, otorga la calidad de hijo legítimo de los adoptantes, era
irrevocable y exigía una diferencia de 20 años o más entre adoptante y adoptado. Al crearse
un Estado Civil, hace desaparecer los vínculos de la familia de origen del adoptado, salvo
los impedimentos para contraer matrimonio y ciertos tipos penales, como el parricidio.
Al constatarse que la tramitación de las adopciones eran lentas y engorrosas, así como el
descubrimiento de irregularidades en personas vinculadas a las adopciones y profesionales
que lucraban con ello, llevaron al Gobierno del Ex - Presidente Aylwin a elaborar un
proyecto de ley que agilizara la tramitación de las adopciones y diera una mayor protección
a los niños/as que eran adoptados por adoptantes que residían en el extranjero.
La adopción tiene como finalidad proporcionar a un niño/a o adolescente que no cuenta con una
familia que garantice la protección de sus derechos, un entorno familiar estable a través del tiempo,
que le permita crecer y desarrollarse saludablemente en una atmosfera de seguridad y afecto, a
objeto de reparar, en la medida de lo posible, el impacto que han tenido en él/ella sus experiencias
tempranas de vulneración de derechos y/o institucionalización. Dicho de otro modo, la familia que
lo acoge debe compensar las carencias vividas, revalorizar las carencias maternas o paternas que han
estado ausentes e instaurar definitivamente nuevas figuras de padre y/o madre en un proceso que le
asegure su integración social y le permita afrontar las dificultades específicas de la relación familiar
adoptiva.
Jurídicamente se entiende que la adopción, es una medida social y legal de protección de un niño,
constituye una filiación exclusivamente jurídica, que descansa no sobre una verdad biológica, sino
sobre una realidad afectiva. Es una institución que tiene primordialmente en miras el beneficio de la
niñez carente de un medio familiar apto para el desarrollo físico y espiritual.
La finalidad de la Ley de Adopción, se consagra en el artículo 1°, al prescribir: “La adopción tiene
por objeto velar por el interés superior del adoptado, y amparar su derecho a vivir y desarrollarse en
el seno de una familia que le brinde el efecto y l e procure los cuidados tendientes a satisfacer sus
necesidades espirituales y materiales, cuando ella no le pueda ser proporcionado por su familia de
origen”, esto es, que tiene por finalidad que toda adopción sea otorgada en el interés del adoptado.
Debe ser lo más conveniente para el niño/a que va a ser adoptado y no en el de los posibles
adoptantes, se busca: UNA FAMILIA PARA UN NIÑO/A, y NO UN NIÑO/A PARA UNA
FAMILIA.
b) Interés Superior del NNA. Es el principio rector en los procedimientos de adopción, lo que se
persigue es que el niño/a encuentre una familia en la que pueda desarrollarse plenamente,
considerando su realización personal, espiritual y material, y el respeto a los derechos esenciales que
emanan de la naturaleza humana, de modo conforme a la evolución de sus facultades. Debe
siempre primar el interés del adoptado, por encima del interés de los adoptantes.
Que, nuestra doctrina nacional ha prescrito que el interés superior del niño, implica que se debe
buscar la situación que más favorezca al niño/a, preferentemente en lo relacionado a la vida futura
del menor, las decisiones que se adopten deben buscar el beneficio del niño/a por sobre, lo que al
respecto deseen, opinen o le convenga a los demás, para de esa forma no contravenir abiertamente
el artículo 21 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y el artículo 16 de la Ley Nº
19.968, relativo a los principios formativos del procedimiento, y que específicamente aluden a este
principio
c) Derecho a la Identidad del Adoptado. Durante mucho tiempo la adopción tuvo un carácter
secreto, los adoptantes no le revelaban a sus hijos la calidad de adoptado, los hacían creer que eran
hijos biológicos. El carácter secreto de la adopción causó serios problemas en algunos de NNA los
adoptados cuando conocían su verdad, que no eran hijos biológicos de los que aparecían como
padres, provocándoles diversos conflictos emocionales.
Para evitar estos conflictos, la Ley N° 19.620, incorporó como uno de sus principios, el permitir al
adoptado conocer su historia personal. Es decir, que el NNA tiene derecho a saber quiénes son sus
padres biológicos y conocer a qué familia perteneció.
Lo mismo se prescribe en el artículo 16 de la Ley N° 19.968, que señala como principio rector, que
el Juez de Familia debe escuchar al NNA en toda resolución que haya sido sometida a su decisión.
La CIDN, por su parte en el artículo 12, consagra el Derecho de los niños, a expresar su opinión
libremente en los asuntos que lo afecten, tomando en consideración esta opinión en función a su
edad y grado de madurez.
En Adopción Internacional, sólo pueden adoptar matrimonios, a fin de establecer un mayor grado
de exigencia.
Es subsidiaria, porque al buscar una familia para un niño/a susceptible de ser adoptado, esta debe
ser en lo posible de la misma nacionalidad, de la misma raza, etc., con la finalidad que el niño/a
pueda mantener sus raíces de acuerdo a lo prescrito en el artículo 21 de la CIDN.
El artículo 30 de la Ley, establece que la adopción Internacional sólo procederá cuando no existan
matrimonios chilenos o extranjeros con residencia permanente en Chile interesados en adoptar y
que cumplan con los requisitos legales.
El estado civil de hijo de los adoptantes se obtiene a través de la sentencia judicial que constituye la
adopción y comenzará a producir sus efectos legales desde la fecha de la inscripción de nacimiento
ordenada por la sentencia que la constituye.
Cae señalar, que una vez presentada la solicitud de susceptibilidad de adopción, el Juez de Familia a
la brevedad posible, citará a los ascendientes y a los otros consanguíneos del niño/a, hasta el tercer
grado de la línea colateral, siempre que la filiación estuviere determinada, para que concurran a la
audiencia preparatoria a exponer lo que estimen pertinente a los intereses del niño/a, pudiendo
oponerse a la solicitud, bajo el apercibimiento de que si no concurren, se presumirá su
consentimiento favorable a la declaración de que el niño/a es susceptible de ser adoptado (artículo
14)
Este fue uno de los cambios importantes que presenta la Ley Nº 19.620, ya que la legislación
anterior permitía que en el mismo procedimiento de adopción, los parientes biológicos
comparecieran oponiéndose a ésta, lo que generaba innumerables problemas.
En caso que los adoptantes, se rijan por el principio de reserva y lo infrinjan, la ley establece
sanciones penales para los funcionarios que violaron el secreto, las cuales se consagran en el artículo
39: “El funcionario público que revele antecedentes de que tenga conocimiento en razón de su cargo y que de acuerdo a
esta ley son reservados o permita que otro los revele, será sancionado con la pena de suspensión del empleo en sus
grados mínimo a medio y multa de seis a veinte unidades tributarias mensuales.
En caso de reiteración de la conducta señalada en el inciso anterior, la pena será la de inhabilitación absoluta para
cargos u oficios públicos en cualquiera de sus grados y multa de veintiuna a treinta unidades tributarias mensuales.
La misma pena se aplicará si en razón de la revelación se ocasionare grave daño al menor o a sus padres biológicos o
adoptivos”, y en el artículo 40, que prescribe: “El que, sin hallarse comprendido en el artículo anterior, revelare
los mismos antecedentes teniendo conocimiento de su carácter de reservados, será castigado con pena de multa de seis a
veinte unidades tributarias mensuales”.
Por su parte el Reglamento de la Ley de Adopción, establece que el carácter de reservado también
comprenderá información referente a los niños/as que permanezcan en establecimientos de
protección vinculados a programas de adopción y las gestiones que se realicen para obtener la
declaración de susceptibilidad de un niño/a (artículo 33 Reglamento).
En la adopción internacional, hay una evolución hacia la adopción sin reserva, por ejemplo en el
Derecho Norteamericano se regula la “Open Adoption”, la cual permite que los padres biológicos y
el hijo/a puedan continuar teniendo algún tipo de relación después de la adopción, como visitarse e
intercambiar correspondencia.
j.- Es irrevocable.
La adopción es irrevocable y sus efectos comienzan a regir desde que se inscribe la sentencia. La
única forma de dejar sin efecto la adopción a través de la acción de Nulidad, que sólo la puede
entablar el adoptado, cuando sea mayor de 18 años, cuando ésta se haya obtenido por medios
ilícitos o fraudulentos, así lo establece el artículo 38: “La adopción es irrevocable. Con todo, el adoptado, por
sí o por curador especial, podrá pedir la nulidad de la adopción obtenida por medios ilícitos o fraudulentos.
La acción de nulidad prescribirá en el plazo de cuatro años contado desde la fecha en que el adoptado, alcanzada
su plena capacidad, haya tomado conocimiento del vicio que afecta a la adopción.
Conocerá de la acción de nulidad el juez con competencia en materias de familia del domicilio o
residencia del adoptado, en conformidad al procedimiento ordinario previsto en la ley que crea
los Juzgados de Familia”.
El carácter de irrevocable se explica porque se trata de un acto de familia y que crea un estado civil,
razón por la cual debe tratarse de una institución que otorgue estabilidad a la relaciones que
producto de ellas nazcan.
La sola circunstancia de que un menor de edad que puede ser adoptado o un interesado en adoptar no figure en esos
registros no obstará a la adopción, si se cumplen todos los procedimientos y requisitos legales”.
Por su parte el artículo 4º del Reglamento, reitera la obligación de llevar dos registros en el cual se
distinguirá entre matrimonios chilenos o extranjeros con residencia permanente en Chile, así como
las personas chilenas solteras, divorciadas o viudas con residencia permanente en el país, y aquellos
matrimonios nacionales o extranjeros NO residentes en Chile que hayan sido evaluados como
idóneos por el SENAME o por otro organismo acreditado.
El artículo 5º del Reglamento, establece que el SENAME, deberá llevar un registro de niños/as
susceptibles de ser adoptados, que se formará sobre la base de las resoluciones o certificaciones
previstas respecto de aquellos niños/as cuyos padres no se encuentran capacitados o en
condiciones de hacerse cargo responsablemente de ellos y que expresen su voluntad de entregarlos
en adopción ante el juez competente y de las sentencias que declaren a un niño/a susceptible de ser
adoptado, de acuerdo al procedimiento contemplado en el artículo 12 y siguientes de la Ley de
Adopción, en relación directa con el artículo 17 inciso final.
El SENAME, asimismo, es la institución encargada de acreditar a la Corporaciones y Fundaciones
que otorgan asistencia o protección a los niños/as que se encuentren en situación de vulnerabilidad
psico-social, así lo establece el artículo 6º de la Ley de Adopción: “Podrán intervenir en los programas
de adopción sólo el Servicio Nacional de Menores o los organismos acreditados ante éste.
La acreditación se otorgará únicamente a corporaciones o fundaciones que tengan entre su objeto la asistencia o
protección de menores de edad, demuestren competencia técnica y profesional para ejecutar programas de adopción, y
sean dirigidas por personas idóneas.
La concesión o denegación de la acreditación se dispondrá por resolución fundada del Director Nacional del Servicio
Nacional de Menores, motivada en la concurrencia o ausencia de todos los requisitos señalados; la suspensión o
revocación procederá en caso de ausencia o pérdida de alguno de los requisitos indicados.
La institución a la cual se deniegue, suspenda o revoque la acreditación podrá solicitar reposición ante el mismo
Director, e interponer en subsidio recurso jerárquico, por intermedio del Ministerio de Justicia, ante el Presidente de la
República, dentro del plazo de treinta días, contado desde que le sea notificada la resolución. Dicha solicitud deberá
presentarse acompañando los antecedentes de hecho y de derecho que la fundamenten”. Estos organismos para
obtener su acreditación, deben ser dirigidos por personas idóneas, con competencia técnica y
profesional para ejecutar los programas de adopción (conjunto de actividades tendientes a procurar
al niño/a una familia responsable).
Otra de las atribuciones de SENAME, y de los organismos acreditados ante éste es que podrán
hacerse parte en todos los asuntos que regula esta Ley de Adopción e defensa de los derechos del
niño/a. Esta facultad podrá ejercerse hasta que surta efecto la adopción y posteriormente sólo en
relación al juicio de nulidad de la misma, así lo establece el artículo 5º, a saber: “El Servicio Nacional
de Menores deberá llevar dos registros: uno, de personas interesadas en la adopción de un menor de edad, en el cual se
distinguirá entre aquellas que tengan residencia en el país y las que residan en el extranjero; y otro, de personas que
pueden ser adoptadas. El Servicio velará por la permanente actualización de esos registros.
La sola circunstancia de que un menor de edad que puede ser adoptado o un interesado en adoptar no figure en esos
registros no obstará a la adopción, si se cumplen todos los procedimientos y requisitos legales”.
En el caso de la Solicitud de Adopción Internacional, ésta deberá ser patrocinada por el SENAME,
o un organismo acreditado ante éste, así lo señala el artículo 31 inciso final: “La solicitud de adopción,
en todos los casos regulados por este párrafo, deberá ser patrocinada por el Servicio Nacional de Menores o un
organismo acreditado ante éste”, también se les otorga la competencia para otorgar Certificados de
Idoneidad, el cual es un requisito imprescindible que deben completar los postulantes a adopción.
En caso de presentarse una solicitud para declarar a un niño/a susceptible de ser adoptado sin el
patrocinio de SENAME u otro organismo acreditado, el Juez de Familia ordenará que el SENAME
(Unidad de Adopción respectiva) emita un Informe al respecto (artículo 9 Nº 3).
La antigua Ley Nº 18.703, sólo les permitía a los matrimonios extranjeros obtener la tuición de los
NNA Chilenos, para luego obtener la Adopción conforme a las normas del país de origen de los
adoptantes.
La Ley Nº 19.620, establece un procedimiento más seguro para los NNA, al sólo permitir la
adopción de éstos, por parte de matrimonios no residentes, conforme al sistema de Adopción
Nacional, con la exigencia de que debe ser gestionada en su totalidad con el patrocinio del
SENAME o por algún organismo acreditado por dicho Servicio.
De este modo, la nueva Ley de Adopción, incorporó las directrices internacionales establecidas en
la Convención de la Haya, que regula la Adopción Internacional, a fin de evitar el tráfico de NNA,
la Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI) y la venta de NNA para la realización de prácticas
como snuff-movies (también conocidas como “White heat o the real thing”, donde a NNA se
torturan, violan y asesinan con el objetivo d registrar estos hechos por algún medio audiovisual).
En esta materia han sido ratificadas por nuestro país las siguientes Convenciones:
Esta Ley consagra un solo tipo de adopción (ya que desaparece la adopción simple establecido por
la Ley Nº 18.703, derogada por la actual Ley de Adopción), que confiere al adoptado/a el estado
civil de hijo/a respecto del o de los adoptantes, considerando los derechos y deberes legales, y
extingue los vínculos del adoptado/a con su familia de origen. Sólo para los efectos del
procedimiento aplicable, la ley distingue entre la adopción hecha por personas residentes en Chile
(Adopción Nacional) y aquella hecha por personas no residentes en el país (Adopción
Internacional).
Es preciso destacar que desde la entrada en vigencia de la Ley Nº 19.620 sobre adopción de
menores, en el mes de octubre de 1999, se constituyó en un nuevo marco legal que ha permitido
respaldar el trabajo que se venía realizando en esta área desde de 1991, a partir de ella el Servicio
Nacional de Menores ha funcionado como un organismo que posee facultades normativas, de
asesoría y de fiscalización de las políticas nacionales en la materia y, también como Autoridad
Central para los efectos de las Adopciones Internacionales.
Se consideró como central, la división de los procedimientos para efectuar la adopción legal. Vale
decir, en la etapa previa al inicio de los trámites, el niño es declarado susceptible de ser adoptado y
luego puede concretarse la adopción.
Se incorpora también, una etapa de evaluación de los solicitantes, con el objetivo de seleccionar a
los mejores postulantes, para descartar a todos aquellos que presentan contraindicaciones
psicológicas o sociales que pudiesen interferir con una buena paternidad adoptiva y, en
consecuencia, con el desarrollo psíquico, físico y social del niño/a.
Para llevar a cabo los procedimientos de adopción, el Servicio Nacional de Menores, ha creado
Unidades de Adopción en cada región del país, formadas por equipos multiprofesionales, integrado
básicamente por un Abogado, un Trabajador Social y un Psicólogo, quienes se mueven conforme a
principios universales tendientes a resguardar los derechos de los niños/as y adolescentes que
requieren resolver su problemática familiar a través de una medida de adopción.
Según la doctrina nacional, la familia es definida como: “un grupo de personas unidas por
vínculos de parentesco, ya sea consanguíneo, por matrimonio o ADOPCIÓN que viven
juntos por un periodo indefinido de tiempo, constituyendo la unidad básica de la
sociedad”.
Los procedimientos para configurar una familia adoptiva, se realizan sobre la base de lo siguiente:
a) Cuando se cuenta con padres idóneos y un niño/a susceptible de ser adoptado, se realiza
en primera instancia el “Matching”, que se entiende como la propuesta de establecer una
relación adoptiva entre un niño/a y una familia adoptiva, es decir, es la selección de una
familia adoptiva para un niño/a en particular que sea adecuada a las características y
necesidades de éste.
Dicha propuesta debe ser realizada por profesionales competentes en el área psicosocial,
capaces de establecer la compatibilidad de la adopción en función de la evaluación de los
antecedentes, tanto de la familia adoptiva como del niño/a, siempre a la luz del interés
superior del niño/a.
b) Luego se presenta la propuesta a la familia idónea, teniendo como eje central que los
profesionales encargados deben entregar todos los antecedentes disponibles del niño/a,
sociales, familiares y de salud, en forma clara y transparente, para que los futuros padres y
madres puedan conocer la situación e historia del niño/a que recibirán. Esta propuesta,
puede ser aceptada o rechazada por los solicitantes. En caso de ser rechazada, los
solicitantes idóneos luego de dar a conocer sus razones, deberán esperar otra asignación de
un niño/a.
En caso de ser aceptada dicha asignación, se pasa a una segunda etapa denominada
“Enlace”, que es el encuentro visual y físico entre el niño/a y la familia adoptiva, siendo
considerado como un proceso, ya que es antecedido por una preparación de ambos
actores, especialmente cuando se trata de niños/as mayores, donde el intercambio de
información, fotografías, videos, etc., pueden facilitar la integración. El enlace, es un
momento muy importante y de alta carga emocional, por tanto, se debe resguardar que se
realice en un ambiente de intimidad y respeto.
Por otra parte el Enlace, también debe considerar la posibilidad de que no haya
compatibilidad entre el niño/a y la familia adoptiva, traduciéndose esto en un fracaso en la
adopción, ya sea en este proceso inicial o en tiempos posteriores. En estos casos se debe
evaluar y realizar una evaluación y conversación en conjunto con la familia para definir los
factores que han determinado esta situación, no siendo lo anterior causa de rechazo o
exclusión de la familia del registro de postulantes, pero sí de un proceso de revisión y
reflexión profunda, para estimar si es posible que la familia pueda iniciar otro proceso. Por
otra parte el niño, es fundamental según su edad, brindarle un apoyo psicoterapéutico
especializado, evaluando la pertinencia y conveniencia de una segunda adopción, dado que
se debe buscar otra alternativa familiar que se ajuste a las características y necesidades del
niño/a, evitando exponerlo/a a situaciones de victimización secundaria.
a) Cónyuges chilenos o extranjeros con residencia permanente en Chile que cumplan los
requisitos legales.
b) Cónyuges chilenos o extranjeros, NO residentes en Chile, cuando no existan matrimonios
residentes en el país interesados en adoptar al niño/a de quien se trate (Adopción
Internacional).
c) A falta de las personas citadas en la letra a) y b) pueden postular las personas solteras,
divorciadas o viudas con residencia permanente en Chile. En consecuencia la Adopción
Internacional, no procede respecto de personas solteras, divorciadas o viudas.
1.- Los solicitantes deben ser mayores de 25 años y menores de 60 años. Sin embargo el Juez de
Familia, en el juicio de adopción, puede rebajar tales límites por motivos fundados o no exigirlos en
caso que uno de los adoptantes fuese ascendiente por consanguinidad del adoptado (por ejemplo:
padre, madre o abuelo/a) en una Regularización de una situación de hecho.
2.- Que exista una diferencia mínima de 20 años con el adoptado, aplicándose al respecto las
mismas excepciones señaladas en la letra a).
3.- Que los solicitantes, hayan sido evaluados como física, mental, psicológica y moralmente
idóneos por el SENAME o por alguna institución acreditada ante este organismo.
4.- Los cónyuges deben tener a los menos dos años o más de matrimonio, salvo que uno o ambos
cónyuges sean infértiles, caso en el cual no se exige tal plazo (sólo que estén casados).
9.- NNA QUE PUEDEN SER ADOPTADOS DESDE UN PUNTO DE VISTA LEGAL:
4.- Que hayan sido declarados susceptibles de ser adoptados por sentencia firme y ejecutoriada,
cuando el padre la madre o las personas a quienes se haya confiado su cuidado se encuentren en
una o más de las siguientes situaciones:
Desde el punto de vista psico-social, los niños/as susceptibles de ser adoptados presentan
generalmente las siguientes características:
- Recién nacidos abandonados en la vía pública que, por esta condición requieren de un
procedimiento judicial previo a la adopción más prolongado, lo que no hace posible una entrega
inmediata de él a los futuros padres adoptivos.
- Niños/as pequeños (menores de dos años), abandonados o cedidos por sus madres biológicas,
sanos o con antecedentes de enfermedades recuperables, propias de este grupo etario.
- Niños/as mayores de dos años, sanos o con antecedentes de enfermedades propias de su edad,
institucionalizados tempranamente y con significativas carencias afectivas producto del abandono
prolongado, por lo que requieren de una preocupación especial por parte de sus padres adoptivos
con el fin de suplir la deprivación socio-emocional que presentan.
- Niños/as sanos, con antecedentes mórbidos familiares, como por ejemplo, progenitores con
limitación intelectual, problemas psiquiátricos, emocionales, adictos al alcohol o a las drogas, etc.
En la actualidad no queda ninguna duda que los niños/as afectados por el abandono y otras formas
de maltrato tienen el mismo derecho a contar con una familia capaz de satisfacer sus necesidades de
cuidado, afecto y protección y, desde esa óptica, la adopción constituye un valioso recurso en la
restitución de ese derecho.
En Chile existe un número importante de niños/as insertos en familias cuya relación con éstas no
se ha legalizado, si bien han sido cuidadosos durante gran parte de su vida. En estas situaciones
irregulares en las cuales se asume de hecho el cuidado de un niño/a, sin formalizar un proceso de
adopción, hay riesgos tanto para el niño/a como para quién se hace cargo de él o de ella, pues se
generan vínculos afectivos mutuos, pero mientras no se declare la susceptibilidad de adopción por
el Tribunal de Familia, es posible por ejemplo, que la madre biológica se arrepienta de su decisión
inicial y quiera recuperar al niño/a, o que se presente algún otro miembro de la familia de origen del
niño/a y reclame los derechos preferentes que podría tener respecto a él, etc.
Asimismo, como quien recibe de hecho al niño/a no ha sido previamente evaluado como idóneo
para adoptarlo, para solicitar esa medida debe someterse a la evaluación de algún programa de
Adopción –como lo señala la Ley respectiva- y podría ocurrir que resulte contraindicado. En tal
caso podría requerirse la intervención del Tribunal de Familia con el fin de instar al retiro del
niño/a de su cuidado para protegerlo adecuadamente. Lo mismo podría suceder si tales personas
no reúnen los requisitos legales para adoptar.
En este sentido, la regularización de las situaciones de hecho es un tema actual, que permite
regularizar la permanencia de niños/as bajo el cuidado de familiares o de terceros que los han
asumido mediante una orden judicial, sea ésta una medida de protección, tuición o cuidado personal
de hecho.
1.- Entrega voluntaria del niño/a en adopción (artículo 8º en relación al artículo 9º):
Este procedimiento se inicia, una vez nacido el niño/a, mediante una solicitud de entrega
voluntaria del niño/a en adopción, ante el Tribunal de Familia competente del domicilio o
residencia del niño/a. en caso que el niño/a esté institucionalizado en alguna residencia de la Red
SENAME, se entenderá por domicilio del niño/a, el que corresponda a dicha institución.
Esta solicitud, debe reunir los requisitos exigidos para las demandas establecidos en el artículo 56 de
la Ley Nº 19.968, puede presentarse por la madre, padre o ambos.
Recibida la solicitud, el juez debe citar a audiencia para dentro de décimo o décimo quinto día,
contados desde la presentación de la solicitud. Llegado el día de la audiencia, la madre, el padre o
ambos su fuere el caso, deberán ratificar su voluntad de ceder en adopción a su hijo, asimismo, el
juez de Familia, deberá informar personalmente a la madre, al padre o a ambos, que les asiste el
derecho para retractarse de la decisión de entregar a su hijo/a en adopción, en un plazo de 30 días
corridos, contados desde la ratificación de su voluntad de entregar a su hijo/a en adopción artículo
9º).
“Los menores de 18 años, que pueden ser adoptados, son los siguientes: c) El menor que haya sido
declarado susceptible de ser adoptado por resolución judicial del tribunal competente, de
acuerdo a lo dispuesto en los artículos 12 y siguientes.
Cuando se despeja la situación psico-social del niño/a, que se encuentra ingresado en algún Centro
de la Red SENAME, y éste se encuentra en algunas de las causales establecidas en el artículo 12 de
la Ley Nº 19.620, los profesionales del Centro en el cual se encuentra ingresado el niño/a, remiten a
la Unidad de Adopción respectiva, un Informe Psico-social en el cual se sugiere iniciar el proceso
de Susceptibilidad de Adopción, luego, el caso se analiza por los profesionales de dicha Unidad así
como por los profesionales de la Unidad de Protección de Derechos, los que finalmente deciden si
se inicia la causa o no.
En caso de decidir iniciar la causa, los antecedentes del niño/a son remitidos formalmente al
Abogado de la Unidad de Adopción, a fin de que éste profesional redacte la solicitud de
susceptibilidad de adopción, la presente ante el Tribunal de Familia y la tramite íntegramente.
Recibida la solicitud, el Juez de Familia, deberá a la brevedad posible citar a los ascendientes y a
otros consanguíneos del niño/a hasta el 3º grado de la línea colateral (tíos), para que concurran a la
audiencia preparatoria, este es un trámite obligatorio para aquellos niños/as que tiene una filiación
determinada. Esta audiencia tiene por objeto que la familia del niño/a expongan ante el Juez de
Familia lo más conveniente a los intereses del niño/a, pudiendo oponerse a la solicitud, bajo el
apercibimiento de que, si no concurren, se presumirá su consentimiento favorable de que el niño/a
es susceptible de ser adoptado. Asimismo el juez citará al niño/a en su caso, para que manifieste su
opinión, y citará a todas las personas que puedan aportar antecedentes para una adecuada
resolución del asunto.
La solicitud debe notificarse personalmente a los padres, en cuanto tuvieran domicilios conocidos.
De no tenerlos, el Juez requerirá al Registro Electoral y al Servicio de Registro Civil e Identificación,
que informe dentro de 5º día, el domicilio que ellos tienen en sus registros, a fin de notificarles la
solicitud. En caso de no establecerse el domicilio, o de no ser habidos en el domicilio informado, la
notificación se les hará por medio de un aviso inserto en el Diario Oficial, el día 1º o 15º de un mes
o al día hábil siguiente si fuere feriado, este aviso deberá contener la mayor información posible
para la identificación del niño/a, a los abuelos (maternos y paternos) se les notificará por carta
certificada, en cuanto tuvieran domicilios conocidos y a los restantes parientes se les notificará
mediante aviso inserto en el Diario Oficial el día 1º o 15º de un mes o al día hábil siguiente si fuere
feriado, este aviso deberá contener la mayor información posible para la identificación del niño/a.
la notificación efectuada por aviso inserto en el Diario Oficial, se entenderá practicada al 3º día,
después de su publicación.
AUDIENCIA PREPARATORIA:
Esta audiencia como la de juicio, se llevarán a efecto en los términos establecidos en los números 1
y 5 del artículo 9º respectivamente. En esta audiencia las partes deben ofrecer sus pruebas,
pudiendo el Juez de Familia estimar suficientemente acreditadas las causales alegadas por su sólo
mérito, así lo dispone el artículo 15 inciso 3º: “Los informes que se evacuen y rindan al respecto deberán
solicitarse a alguno de los organismos a que se refiere el artículo 6º, pudiendo el tribunal estimar suficientemente
acreditadas dichas circunstancias sobre su solo mérito.
El Juez deberá resolver acerca de la veracidad de los hechos que se invocan para solicitar la
declaración de susceptibilidad de adopción, en especial la imposibilidad de disponer de otras
medidas, que permitan la permanencia del niño en su familia de origen (principio de la subsidiaridad
de la adopción) y las ventajas que la adopción representa para el niño/a (principio del interés
superior del niño).
Es más, el artículo 15 inciso 4º prescribe: “Si no se dedujere oposición y se contare con los antecedentes de prueba
suficientes para formarse convicción, el tribunal dictará sentencia en la audiencia preparatoria”, esta sentencia será
notificada personalmente a los consanguíneos que hayan comparecido en el juicio. A los no
presentes se les notificará por carta certificada en el domicilio que conste en el juicio.
AUDIENCIA DE JUICIO:
En caso de existir oposición o en caso que falten antecedentes que permitan formar en el Juez de
Familia plena convicción, este deberá citar a una audiencia de juicio que se llevará a efecto a los 15
días siguientes a la audiencia preparatoria y las partes quedarán citadas por el sólo ministerio de la
ley.
En la audiencia de juicio se incorporaran las pruebas, tendientes a acreditar los requisitos legales. El
podrá dictar veredicto y diferir la lectura de sentencia o simplemente dictas sentencia.
SENTENCIA:
La sentencia que declara que el NNA es susceptible de ser adoptado, debe notificarse
personalmente en la audiencia, a los consanguíneos que hayan comparecido en el proceso. A los no
comparecientes se les notificará por carta certificada, en el domicilio que conste en el proceso.
Ejecutoriada la sentencia, deberá ser puesta en conocimiento del SENAME para que incluya al
NNA en el Registro Nacional de NNA en condiciones de ser adoptado.
RECURSOS:
La sentencia recaída en procesos en que no sea parte el SENAME o un organismo acreditado por
éste, y NO se apelare, deberá ser elevado en CONSULTA a la Corte de Apelaciones respectiva
(artículo 17, inciso 1º).
Se presume este ánimo cuando la mantención del menor a cargo de la institución o del tercero no
obedezca a una causa justificada, que la haga más conveniente para los intereses del menor que el
ejercicio del cuidado personal por el padre, la madre o las personas a quienes se haya confiado su
cuidado.
Se presume asimismo, cuando dichas personas no visiten al menor, por lo menos una vez, durante
cada uno de los plazos señalados en el número precedente, salvo causa justificada. Para este efecto,
las visitas quedarán registradas en la institución.
Los que reciban a un menor en tales circunstancias, deberán informar al juez competente del hecho
de la entrega y de expresado por el o los padres, o por las personas que lo tenían a su cuidado”.
Además con lo expuesto, queda de manifiesto que se cumple con el artículo 1º de la Ley Nº
19.620, el cual prescribe que el objeto de la adopción es el siguiente: “Velar por el interés superior
del adoptado, y amparar su derecho a vivir y desarrollarse en el seno de una familia que le brinde el
afecto y le procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades espirituales y materiales,
cuando ello no le pueda ser proporcionado por la familia de origen”.
Por su parte el artículo 21 de la Convención de los Derechos del Niño, expresa lo siguiente:
“Los Estados partes que reconocen o permiten el sistema de adopción cuidarán de que el interés superior del niño sea
la consideración primordial”.
4° Cuando consintieren en que el hijo se entregue en la vía o en los lugares públicos a la vagancia o
a la mendicidad, ya sea en forma franca o a pretexto de profesión u oficio;
1.- CIDN
2.- Ley N° 19.620, sobre Adopción de Menores. Esta Ley, considera a la Adopción Internacional
como subsidiaria de la Adopción Nacional, esto es, cuando para un niño/a determinado no existen
alternativas de matrimonios residentes en Chile, se procede a la búsqueda y selección de un
matrimonio residente en el extranjero, desde el Registro de Matrimonios extranjeros evaluados
como idóneos para adoptar.
4.- Convención de la Haya sobre Protección del Niño y Cooperación en Materia de Adopción
Internacional.
- Busca coordinar las relaciones entre los Estados que han ratificado este Convenio, a propósito de
la adopción.
- Permite la participación de Organismos Privados, autorizados para actuar por las Autoridades
Competentes de ambos Estados.
1. ITALIA:
Asociación Ariete.
Asociación Familias Adoptivas Proicyc Onlus.
Centro Adozione de Mattias.
Fundazione Ptrizia Nidoli Onlus.
Instituto La Casa.
Asociación Adottare Insieme.
Asociación Familia y Menores.
Amici del Bambini.
2. FRANCIA:
Asociación Renaitre.
Rayon de Solei de L´ Enfanty Etranger.
3. ALEMANIA:
4. NORUEGA:
Adopsjonsforum.
5. ESPAÑA:
Asociación Navarra Nuevo Futuro.
6. NEVA ZELANDA
ARTICULO 41:
El que, con abuso de confianza, ardid, simulación, atribución de identidad o estado civil u otra
condición semejante, obtuviere la entrega de un menor para sí, para un tercero o para sacarlo del
país, con fines de adopción, será sancionado con la pena de presidio menor en cualquiera de sus
grados y multa de diez a veinte unidades tributarias mensuales.
ARTICULO 42: El que solicitare o aceptare recibir cualquier clase de contraprestación por facilitar
la entrega de un menor en adopción, será sancionado con la pena de presidio menor en su grado
mínimo a medio y multa de diez a quince unidades tributarias mensuales.
El funcionario público que incurriere en alguna de las conductas descritas en el presente artículo
será sancionado de conformidad al inciso anterior, si no le correspondiere una pena superior de
conformidad a lo dispuesto en los párrafos 4º y 9º del título V del libro II del Código Penal.
TRAMITACIÓN:
Iniciado el procedimiento, deberá el Juez de Familia deberá solicitar que se incorpore un Informe
que dé cuenta si la madre está incapacitada o no para hacerse cargo responsablemente de su hijo,
este Informe lo emite la Unidad de Adopción, de la Dirección Regional de SENAME, que
corresponda. La ley parte del supuesto que la madre que entrega a su hijo/a antes del nacimiento es
soltera o no tiene pareja. En la práctica, no siempre se da este supuesto, ya que muchas son casadas,
en caso de ser así, deberá ubicarse al “supuesto” padre, para indagar si desea hacerse cargo del
niño/a.
RATIFICACIÓN:
La madre tendrá un plazo de 30 días, contados desde el parto para ratificar, su decisión de
entregar a su hijo/a en adopción, no podrá ser objeto de apremios para que ratifique, y si no lo
hiciere, se le tendrá por desistida de su decisión (artículo 10, inciso 2º de la Ley Nº 19.620). si la
madre falleciese antes de ratificar, bastará su declaración inicial de entregar a su hijo/a en adopción
(artículo 10, inciso 3º de la Ley Nº 19.620)
SENTENCIA:
El Juez de Familia deberá dictar sentencia en la misma audiencia, la que deberá ser notificada por
cédula a las partes, si no fue posible hacerlo en la misma audiencia.
RECURSOS: