Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
TALLER PSU
Objetivos: Conocer los tipos de preguntas PSU en relación a contenidos explícitos e implícitos de los textos.
Lee los siguientes textos y luego responde las preguntas indicando si la respuesta es explícita o implícita.
TEXTO I
Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;
a) A la mujeres
b) A los hombres
c) A un hombre que la hace sufrir
d) A Dios
e) A un receptor universal
TEXTO 2
TEXTO 3
LA SELVA
El vagón estaba lleno de tigres apestados, leones de terno mirando sus relojes, una que otra serpiente mirando
feo, monos aferrados a la barra de acero, cocodrilos escuchando personal y, escondido en la fauna selvática,
otro cordero como yo. Me acerqué y le pregunté de dónde era. De Conce” me dijo,” ¿y tú?” “De Rancagua”.
Fue mi compañero de viaje hasta los Héroes. Hoy, después de un año, me fijé en un león de rasgos ovejunos.
“Lo cambió” pensé, “la jungla lo cambió”. Probablemente, él debe haber pensado lo mismo, al ver mis garras,
mi terno y mi reloj.
6. De la lectura del cuento, es posible deducir que el espacio físico en el que se desarrolla la historia es:
a) El centro de Santiago
b) Un bus del Transantiago
c) El tren de Rancagua a Santiago
d) La selva de cemento
e) El metro de Santiago
a) Una serpiente
b) Un león
c) Un cocodrilo
d) Un tigre
e) Un cordero
TEXTO 4
Continuidad de los parques. Julio Cortázar,
Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando
regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa
tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías,
volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón
favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó
que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su
memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi
en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la
vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al
alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a
palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban
y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la
mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente
restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las
ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se
entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas
como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que
enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura
de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A
partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se
interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.
2. Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella
debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con
el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del
crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no
estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus
oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada.
En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el
puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del
hombre en el sillón leyendo una novela.
10. De los enunciados “Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no
estaba”, se puede interpretar que:
a) Es una secuencia de historias paralelas que se funden hacia el final del cuento.
b) Porque se incorpora la narración en la realidad y la realidad en la narración.
c) Es una sucesión de escenas, acciones, personajes y escenarios que borra los límites temporales y espaciales.
d) Los parques representan la sucesión de historias dentro del relato.
e) Las dos historias dentro del relato se conectan a través de un escenario: el parque.
TEXTO 5
Un día como a los ocho años, caminaba con mi padre hacia el parque O’Higgins. Me sentía muy alegre porque
él no acostumbraba a sacarme a pasear. Cruzando San Ignacio se detuvo un auto con un señor de bigotes. A su
lado, una rubia princesa. Ella me sonrió, después se alejaron. Mi padre me dijo “¿Qué miras? Olvídalo, No son
como nosotros” y me apuró del brazo. Después se desvió al primer bar que encontramos, pidió una cerveza
para él y una bilz para mí. Luego se tomó otra y otra, nunca llegamos al parque.
TEXTO 6
“Los espectros de Poe adquieren de este modo una malignidad convincente que no posee ninguno de sus
predecesores, e instauran un nuevo modelo en los anales de la literatura de horror. Su intención impersonal y
artística estuvo favorecida, además, por una actitud científica que no es frecuente encontrar antes de él, por lo
que Poe estudia la mente humana más que los usos de la ficción gótica, trabaja con unos conocimientos
analíticos de las verdaderas fuentes del horror que duplican la fuerza de sus relatos y los libran de todos los
absurdos inherentes al estremecimiento convencional y estereotipado”
17. El autor menciona que Poe es distinto a los demás escritores por:
TEXTO 7
“Comenzó de forma discreta: un copo de nieve en el torniquete, otro sobre la línea amarilla. Poco a poco tanto
los vagones como los andenes se llenaron de cuerpos negros y manchas blancas. Un día se tomaron un tren.
Había al menos quince decenas de ellos. Cubrieron el piso de hielo e idearon un sistema para que nevara con
un aroma distinto en cada vagón. Cuando tomaron posesión de la línea completa trajeron al festejo un par de
osos polares. Regalaron patines en caja y hubo todo el día helado gratis. Fue la mejor revolución pingüina que
haya visto”.
Santiago en 100 Palabras.
20. ¿Por qué el narrador dice que es la “mejor revolución pingüina que haya visto”?
TEXTO 8
“Cada tarde después de almuerzo comienza la rutina sagrada. La señora Brenda se viste con uno de sus mejores
vestidos y se cepilla esa larga cabellera hasta la cintura. Cada tarde después de almuerzo, la señora Brenda baja
parsimoniosa la escalera para llegar a las afueras del block donde la esperan sus compañeras de turno. Cada
tarde después de almuerzo, la señora Brenda y sus amigas se convierten en opinólogas de un panel de
televisión con forma de banca”.
Santiago en 100 Palabras.
TEXTO 9
TEXTO 10
Cierta vez, en la ciudad de Bichar, vivió un bondadoso príncipe a quien todos sus súbditos amaban y honraban.
Pero había un hombre excesivamente pobre, que estaba amargado contra el príncipe y no paraba de utilizar
una lengua pestilente para denigrarlo. El príncipe lo sabía, pero era paciente. Finalmente lo reconsideró, y una
noche de invierno llegó a la puerta del hombre un servidor del príncipe, llevando un saco de harina de trigo, un
paquete de jabón y un poco de azúcar.
El hombre se regocijó, pues pensó que los regalos eran un homenaje del príncipe. Y en su orgullo fue en busca
del obispo, y le contó lo que había hecho el príncipe, diciendo:
-¿No veis como el príncipe desea mi amistad?
-¡Oh, que sabio es el príncipe, y que poco tú lo comprendes! Él habla con símbolos. La harina es para tu
estómago vacío; el jabón, para tu sucio pellejo, y el azúcar para endulzar tu lengua amarga.
A partir de ese día, el hombre se avergonzó incluso de sí mismo. Su odio hacia el príncipe se hizo mayor que
nunca, y odió más aún al obispo que le había revelado al príncipe. Pero de ahí en adelante, permaneció en
silencio.
Gibran Khalil Gibran
TEXTO 11
Abel y Caín se encontraron después de la muerte de Abel. Caminaban por el desierto y se reconocieron desde
lejos, porque los dos eran muy altos. Los hermanos se sentaron en la tierra, hicieron fuego y comieron.
Guardaban silencio, a la manera de la gente cansada cuando declina el día. En el cielo asomaba alguna estrella,
que aún no había recibido su nombre. A la luz de las llamas, Caín advirtió en la frente de Abel la marca de la
piedra y dejó caer el pan que estaba por llevarse a la boca y pidió que le fuera perdonado su crimen.
Abel contestó:
-¿Tú me has matado o yo te he matado? Ya no recuerdo; aquí estamos juntos como antes.
-Ahora sé que en verdad me has perdonado –dijo Caín-, porque olvidar es perdonar. Yo trataré también de
olvidar.
Abel dijo despacio:
-Así es. Mientras dura el remordimiento, dura la culpa.
Jorge Luis Borges
TEXTO 12
La literatura gótica se conoce también como la escritura del exceso. Surge en el siglo XVIII y se caracteriza por
representar un mundo poblado por fantasmas, monstruos, demonios, esqueletos, etc. que sugieren los peligros
reales o imaginarios que acechan a los seres humanos. En siglos posteriores, esta galería de personajes se
incrementó con sabios alienados, locos, criminales alcohólicos, etc.
El gótico muestra acciones cuyos escenarios, en un comienzo, eran desolados e inhóspitos: castillos, abadías,
iglesias abandonadas, casas en ruinas, cementerios. Ya en el XIX se sustituyen por lugares montañosos y
salvajes –Cumbres Borrascosas, por ejemplo-. Luego, la ciudad moderna combinó lo natural (bosques y montes)
con los componentes arquitectónicos del gótico, es decir, con la oscuridad, las calles laberínticas del gótico, es
decir, con la oscuridad, las calles laberínticas que incitan a la violencia y a la amenaza (Drácula).
La literatura gótica transgrede las normas sociales y las leyes morales a través del desborde de la pasión, de la
excitación del espíritu y de la exaltación de las sensaciones. Los efectos imaginativos, emocionales y terroríficos,
en consecuencia, exceden la razón.
a) Primero como un mundo poblado de seres sobrenaturales y luego como un mundo de seres reales, pero con
problemas mentales.
b) Primero como un mundo muy oscuro y frío, luego como un mundo oscuro y lleno de ruinas.
c) Primero como un mundo lleno de locos y luego como un mundo lleno de fantasmas.
d) Primero como un mundo de castillos y ruinas, y luego como un mundo laberíntico.
e) Primero como un mundo humanos normales, y luego como un mundo de locura.