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HERMENÉUTICA DE LA ACCIÓN
Apropiación para una teología
de la acción humana∗
J
PU
Una pregunta recurrente para cualquier perspectiva hermenéutica es
qué significa interpretar. Su profundización conduce a un problema
os
más de fondo: qué significa conocer. La pregunta por el conocer ac
tiva una tensión entre la interpretación y la comprensión, dado que
ad
el carácter histórico que relaciona el interpretar y el comprender
v
se orienta a la reconfiguración de las formas de interpretarnos a nosotros
er
mismos.
es
conciencia del sujeto. Por eso rescata el papel del objeto en su dinamismo
fenomenológico de ocultamiento y revelación.
∗
Este capítulo se inspira en algunos componentes tratados en la investigación doctoral
del autor, publicada con el título La revelación y la actividad humana: Recepción teológica
de la constitución Dei Verbum en clave hermenéutica de la apropiación.
*
Doctor en Teología, Maestría en Teología, Maestría en Filosofía, Pontificia Univer
sidad Javeriana, Bogotá; Licenciado en Educación, Especialidad en Ciencias Sociales,
Universidad Libre, Bogotá; Bachiller en Teología, Pontificia Universidad Javeriana;
estudios en Filosofía y Teología, Seminario Juan XXIII, Barranquilla. Profesor in
tigador de la Facultad de Teología, Pontificia Universidad Javeriana. Correo
ves
electrónico: garavitod@javeriana.edu.co
1
Tracy, Pluralidad y ambigüedad. Hermenéutica, religión y esperanza, 15-49.
2
Gadamer, Verdad y método, 461-487.
279
el arte de interpretar en teología
3
Ricoeur, Sí mismo como otro, 37-105.
4
Tracy, Pluralidad y ambigüedad, 38.
5
Ibíd., 23.
6
Ricoeur, Fe y filosofía, 191.
7
Ricoeur, Teoria da interpretação. O discurso e o excesso de significação, 83-99.
280
hermenéutica de la acción
Por ese motivo, un tipo de hermenéutica que sea más apropiación que
constatación desconfía de una idea de verdad basada solo en una es
tructura metódica, explicativa y teórica.
En la crítica a este esquema coinciden Ricoeur y Tracy,
quienes con particulares matices contribuyen al fortalecimiento del ca
rácter histórico de la hermenéutica8. La crítica no significa exclusión y
desconocimiento de los métodos, como bien lo reconoce Tracy:
Pero antes de entusiasmarse demasiado con la recuperación del
símbolo, la metáfora y la narración, habría que ser consciente de que
todos esos estudios hermenéuticos están también abiertos al estudio
metódico, explicativo y teórico.9
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Al tomar en cuenta estos elementos previos que relacionan com
prender, interpretar, analizar y conocer, paso a mostrar la especificidad
os
de la hermenéutica que se desarrollará en este capítulo. Su fuente de
inspiración es la hermenéutica ricoeuriana, de la que se realiza un
ad
ejercicio de apropiación, con el objeto de proponer una hermenéutica
v
de la acción. Sin embargo, este escrito tiene una pretensión mayor,
er
8
Ricoeur, Tiempo y narración, 290-315.
9
Tracy, Pluralidad y ambigüedad, 60.
10
Ricoeur, Fe y filosofía, 191-197.
281
el arte de interpretar en teología
11
Austin, Cómo hacer cosas con palabras. Palabras y acciones, 41-52; 139-152.
12
Searle, Intencionalidad. Un ensayo en la filosofía de la mente, 200, 297.
13
Wittgenstein, Investigaciones filosóficas, Parte I, Nos. 3, 18, 654.
14
Heidegger, Ontología: hermenéutica de la facticidad, 41-132.
15
Gadamer, Verdad y método, 31.
16
Ricoeur, Texto, testimonio y narración, 93-124.
17
Ídem, Fe y filosofía, 192.
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hermenéutica de la acción
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El carácter interpretativo de esta hermenéutica es perlocu
PU
tivo, por lo que relaciona componentes del mundo de la vida con la
hermenéutica de los lenguajes narrativos y de sabiduría de la tradición
os
bíblica. El sentido de los lenguajes de sabiduría pone al descubierto
ad
los límites de los lenguajes argumentativos, porque por medio de la
sabiduría “cobran vida permanente y actualidad los textos y lenguajes
v
de tradición, es decir, los campos hermenéuticos en que los sujetos con
er
18
Ídem, Del texto a la acción, 127-241.
19
Parra, Libertad y esperanza. A Gustavo Gutiérrez por sus 80 años, 197.
283
el arte de interpretar en teología
20
Ricoeur, El discurso de la acción, 9-28.
21
Ídem, Hermenéutica y acción. De la hermenéutica del texto a la hermenéutica de la acción,
47-74.
22
La Coque y Ricoeur, Pensando bíblicamente, 257-286.
23
Ricoeur, Fe y filosofía, 149.
24
Ibíd., 155.
284
hermenéutica de la acción
sentido de lo que ocurre con la apropiación del texto. Así como el texto
se independiza y adquiere autonomía respecto de su autor, la acción
también gana independencia respecto del agente que la realiza.
Una acción se inscribe y deja huella cuando su acontecer sig
nificativo es apropiado y compartido por una comunidad a semejanza
de un texto escrito. Sin esta apropiación sería imposible la emergencia
y constitución de las instituciones que entretejen la sociedad25. Estas
reflejan el carácter complejo de las acciones humanas, en el sentido de
que su identificación no es referida tan solo a la particularidad de un
ejecutante, sino que por otra parte consolidan la independencia y neu
tralidad.
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Según lo planteado, la hermenéutica de la acción entra en el
marco de los lenguajes del mundo de la vida y de la experiencia de fe.
Es apertura a la polifonía de los discursos y lenguajes de la tradición
os
bíblica, para iluminar la presencia histórica de Dios en la mediación del
ad
actuar humano. Lo fundamental de esta hermenéutica, para la teolo
gía, consiste en centrar, en el actuar humano, el lugar de revelación de
v
er
25
Ibíd., 180.
26
La Coque y Ricoeur, Pensando bíblicamente, 257-286.
285
el arte de interpretar en teología
27
Ricoeur, Fe y filosofía, 96.
286
hermenéutica de la acción
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La relación con el mundo, bajo este enfoque, no se entiende co
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mo una realidad externa, o sea, como una especie de relación asincrónica
de un sujeto que conoce y un objeto que se deja conocer, sino la compren
os
sión de historia aquí es más biográfica y autoimplicativa. Además de
que significa el acto de comunicar la causalidad de los hechos externos,
ad
tiene en cuenta que lo contextual pasa por la experiencia situada de los
v
hombres y mujeres en su condición personal y comunitaria.
er
ineludibles de la fe histórica”28.
Esta comprensión de historia no termina en los hechos des
critos y recopilados a la manera de datos. Su centro está en el testimo
nio29 de quien narra. Más que una descripción de los hechos como
ejercicio de constatación (history), la historia sobre la cual se constituye
la hermenéutica de la acción es compatible con lo que Ignacio Ellacuría30
y Paul Ricoeur31 identifican como historicidad. Esto quiere decir que
28
Parra, Textos, contextos y pretextos. Teología fundamental, 95.
29
Pié-Ninot, La teología fundamental, 335.
30
Ellacuría, “La historicidad de la salvación cristiana”, 323-372.
31
Ricoeur, Tiempo y narración, 9-34.
287
el arte de interpretar en teología
32
Bultmann, Jesús. La desmitologización del Nuevo Testamento, 9.
33
Ibíd., 13.
34
Alonso Schökel y Artola, La Palabra de Dios en la historia de los hombres. Comentario
temático a la constitución Dei Verbum, 205.
35
González, Teología de la praxis evangélica, 70 -111
36
Ídem, Estructura de la praxis, 110-145.
288
hermenéutica de la acción
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de la acción inspirada en Ricoeur.
La acción como resultado de una praxis extrínseca (hacer), aun
os
que es lo que se percibe, sobrepasa lo que aparece a los ojos como un
hacer manual (poiésis). Por esta razón, la búsqueda de un correctivo de
ad
la tendencia actual a comprender la praxis como un recurso aplicado
v
exige la profundización del acto humano respecto de la intencionalidad
er
dos, etc”38.
D
37
Ricoeur, Sí mismo como otro, 75.
38
Ibíd.
289
el arte de interpretar en teología
39
De Chardin, El medio divino, 18.
40
Ibíd., 38-39.
41
Ibíd., 52.
42
González, Teología de la praxis evangélica, 31.
290
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humano es un potencial de sentido y realización, soportado por la expe
riencia histórica como apropiación y como contexto de la presencia del
misterio de la revelación. Dios es siempre acto que está presente en la
os
historia humana por medio de los actos que la integran. Esto significa que
ad
…cuando el hombre logra descubrir en todo eso la acción creadora
v
de Dios, que lo sustenta para que se realice; cuando percibe ahí
er
43
Ricoeur, Fe y filosofía, 98-99.
44
Baena, Fenomenología de la revelación. Teología de la Biblia y hermenéutica, 37.
45
Torres Queiruga, Repensar la revelación. La revelación divina en la realización huma
na, 217.
46
Ibíd., 220.
47
Ibíd., 248-249.
291
el arte de interpretar en teología
apropiación teológica
La mediación interpretativa de la hermenéutica de la acción abre para
la teología las zonas de sentido de la revelación en el contexto de la
actividad humana. Esta hermenéutica contribuye a la relación de tres
momentos de la historicidad de la salvación cristiana: la comprensión
y profundización del anuncio del mensaje evangélico; la interpretación
de los contextos en la tensión con los textos; y la pregunta por su
incidencia transformadora, en cuanto apropiación del creyente.
Este proceso de apropiación es clave para la teología de la
acción porque la sitúa en la complementariedad entre la teología de
la Palabra y la teología de la historia. Mientras la primera asume y
reinterpreta las fuentes de la tradición cristiana, la segunda en cambio
se centra en la pregunta por la acción de Dios en la mediación de las
dinámicas histórico-sociales.
48
Baena, Fenomenología de la revelación, 30.
49
Junges, Evento Cristo e ação humana, 116-117.
50
Ibíd., 114-117.
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hermenéutica de la acción
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na es profundamente evangélica: “Todo cuanto hagáis, de palabra y
PU
obra, hacedlo todo en el nombre del señor Jesús, dando gracias a Dios
Padre por medio de él” (Col 3,17).
os
Esto constata el carácter mediado del actuar de Dios, “pues el
ad
mismo Dios que dijo del seno de las tinieblas brille la luz la ha hecho brillar
en nuestras mentes, para iluminarnos con el conocimiento de la gloria
v
er
51
Pié-Ninot, La teología fundamental, 266.
293
el arte de interpretar en teología
52
Concilio Vaticano II, “Constitución dogmática Dei Verbum sobre la divina revela
ción” 17.
53
Castillo, La humanidad de Dios, 62.
54
Schillebeeckx, Los hombres: relato de Dios, 278.
55
Ídem, Revelación y teología, 97.
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que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma
y el espíritu, articulaciones y médulas; y discierne sentimientos y pen
samientos del corazón” (Hb 4,12-13).
os
Las acciones humanas desde la fe cristiana fungen como testi
ad
monio y compromiso, por lo que reflejan en el don recibido un actuar
v
fundante que expresa su sentido transformador en las distintas esferas de
er
56
Gutiérrez, La densidad del presente, 91.
57
Parra, “De camino a la teología de la acción”, 129-131.
58
Tracy, A imaginação analógica. A teologia cristã e a cultura do pluralismo, 70-71.
59
Metz, Teología del mundo, 146.
295
el arte de interpretar en teología
60
Floristán, Teología práctica. Teoría y praxis de la acción pastoral, 173-191.
61
Grupo de Memoria Histórica, ¡Basta ya! Colombia: Historia de guerra y dignidad, 31-
110.
62
Metz, Dios y tiempo. Nueva teología política, 141-146.
63
Tracy, Pluralidad y ambigüedad, 51-75.
296
hermenéutica de la acción
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PU
Para finalizar, hay que advertir sobre las limitaciones de un
proyecto en vías de legitimación como el que se ha llamado teología de
la acción. Por ser proyecto es necesario que esté expuesto a la sospecha
os
y la crítica, de las que suele ser objeto toda nueva teología, como bien
ad
lo plantea Metz: “Toda nueva teología es, para muchos, al principio,
inefectiva o inexistente. Toda nueva teología topa con el problema de
v
er
su propia legitimación”66.
es
conclusión
sr
praxis como don revelado se impone como una de las tareas centrales
D
64
Ricoeur, A hermenêutica bíblica, 286-299.
65
Tracy, A imaginação analógica, 93.
66
Metz, La fe en la historia y la sociedad: esbozo de una teología política fundamental para
nuestro tiempo, 62.
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