Maingueneau – La noción de discurso.

Los usos habituales (de la noción de discurso):

- Enunciados solemnes
- Peyorativamente
- Uso restringido de la lengua (puede designar tanto el sistema que permite producir un
conjunto de textos como ese mismo conjunto)
- Lingüística (Benveniste): distinción entre “discurso” (tipo de enunciación anclado en la
situación de enunciación, como “vendrás mañana”) y “relato” (tipo de enunciación
cortada de la situación de enunciación, como “César atacó a los enemigos”).

En las ciencias del lenguaje:

En las ciencias del lenguaje el término “discurso” se usa tanto en singular (“el análisis del
discurso”) como en plural (“todos los discursos son particulares”); según se refiera a la
actividad verbal en general o a cada acontecimiento de habla. Algunos de los rasgos esenciales
del discurso son:

1. El discurso es una organización más allá de la frase: No se trata de un tamaño

superior a la frase, sino que todo discurso moviliza estructuras de otro orden que las
de la frase. (Ej: “Nunca más” “No fumar”, son discursos)

2. El discurso está orientado: No solo porque está concebido en función de un objetivo

del locutor, sino también porque se desarrolla en el tiempo, de manera lineal. El
discurso se construye en función de un fin (siempre va a alguna parte) y el locutor
funciona como guía que puede hacer un juego de anticipaciones o de retornos.

3. El discurso es una forma de acción: Hablar es una forma de acción sobre el otro. La
teoría de los actos de habla (Austin –Searle) mostró que todo enunciado constituye un
acto que apunta a modificar una situación.

4. El discurso es interactivo: Es una interactividad que compromete a dos personas, que

están marcadas en los enunciados por los pronombres YO-TÚ. En la conversación oral
se percibe inmediatamente esta interactividad; pero esto aplica también en otras
formas de discurso como las conferencias. Toda enunciación, incluso la producida sin
la presencia de un destinatario, está tomada en una interactividad constitutiva. Por
lo anterior, siguiendo a Antoine Culioli, es preferible no hablar de “destinatario” sino
de co-enunciador/coenunciadores.

5. El discurso está contextualizado: No se puede asignar verdaderamente un sentido a

un enunciado fuera de contexto. Además, el discurso contribuye a definir su contexto,
que puede modificar en el curso de la enunciación (dos coenunciadores pueden
conversar de amigo a amigo, y tras unos minutos establecer entre ellos nuevas
relaciones como médico-paciente).
6. El discurso es asumido por un sujeto: El discurso no es discurso a menos que sea
remitido a un sujeto, un YO que es fuente de localizaciones personales, temporales,
espaciales e indica qué actitud adopta respecto de lo que dice y de su co-enunciador.

7. El discurso es regido por normas: Cada acto de lenguaje implica a su vez normas
particulares. Por ejemplo, un acto como la “pregunta”, implica normas como: que el
locutor ignora la respuesta, que esta respuesta le es de algún interés, que cree que su
co-enunciador puede darla, etc.

8. El discurso está tomado en un interdiscurso: El discurso sólo adquiere sentido en el

interior de un universo de otros discursos. Para interpretar el menor enunciado hay
que ponerlo en relación con toda clase de otros enunciados, que uno comenta,
parodia, cita, etc.