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DETERMINACIÓN DEL PROBLEMA A INVESTIGAR.

La investigación en concreto comienza con la determinación del problema a investigar.


La cuestión a investigar puede ser encargada por un organismo, entidad o persona o puede ser elegida
por el propio investigador.
En este último caso, la determinación del problema a investigar, consiste en la actividad, mediante la
cual el sociólogo especifica de un modo concreto el tema sobre el que va a versar el trabajo científico
que empieza a emprender.
Se trata de una actividad compleja que supone y exige la respuesta a dos interrogantes:¿ qué
investigar? Y ¿buscando qué?, requiere establecer no sólo el área o fenómeno social que se va a
estudiar (que investigar), sino también precisar que es lo que se intenta saber o descubrir de dicho
fenómeno (buscando qué).
Dado que tanto los fenómenos potencialmente investigables como las facetas y cuestiones que
plantean son múltiples, la determinación del problema a investigar comporta dos elecciones: la
primera del campo de estudio y la segunda de sus vertientes o las cuestiones que plantee.
En consecuencia no basta para emprender una investigación social y definir el problema de
investigación, decir voy por ejemplo a estudiar el deporte sino que es preciso concretar los aspectos
que se intenta conocer, si se trata de un estudio descriptivo, o las cuestiones a las que se pretende
obtener una respuesta si es un estudio explicativo que busque descubrir los motivos desconocidos de
la dificultad planteada.
El punto de partida de la investigación sociológica como en general de toda investigación científica,
es la determinación del problema a investigar.
Es evidente que al emprender una investigación la operación primaria y básica es decir que se va a
investigar y bajo que aspectos.
Si falta esta determinación pueden darse experiencias aisladas e inconexas acaso importantes, pero
no puede hablarse de verdadera investigación científica en sentido estricto. Ésta exige como
elemento esencial proceder de forma sistemática y metódica en el estudio de un problema específico
previamente elegido.
CONDICIONES DEL PROBLEMA A INVESTIGAR.

Respecto a este punto, parece clara la necesidad práctica en que se halla el sociólogo de conocer las
condiciones que debe reunir el problema a investigar para ser factible y adquirir valor científico.
Este conocimiento le evitará el peligro de empeñarse en estudios inviables o sin interés científico
alguno.
Entre estas condiciones se pueden destacar las siguientes que pueden servir para constatar si un
problema elegido es o no adecuado:
1- Si la investigación ha de ser sociológica es preciso, en primer lugar que el
problema tenga tal carácter.
2- El problema a investigar no ha de ser vago y genérico, sino que debe ser
concreto y estar formulado lo mas precisamente posible.
3- La sociología pertenece al grupo de las ciencias referentes a la realidad, a lo
que es y lo a lo ideal y a lo que debe ser. Por ello un problema a investigar que
plantee un juicios de valor sobre lo que es mejor o peor no es adecuado para
una investigación sociológica empírica.
4- El carácter positivo empírico en su base o fundamento de la sociedad exige
que los problemas que se planteen puedan ser objeto de observación y
experimentación o algún modo de contraste y verificación con la realidad. De
no ocurrir así pertenecerá tal problema al campo de la filosofía social o de la
moral, pero no propiamente a la de la sociología.
5- Las ciencias positivas buscan establecer generalizaciones y regularidades
basadas el la observación en los hechos. En consecuencia los problemas de
investigación que se planteen no deben referirse a casos únicos aislados sino
que deben ser representativos y susceptibles de generalización en el área a que
se refieren.
6- En fin, el problema elegido debe representar una novedad, según esto no son
admisibles investigaciones sobre fenómenos ya conocidos
Cuestiones ya resueltas, sino suponer algún enfoque o punto de vista nuevo que pueda significar un
nuevo aporte.
ORÍGEN DEL PROBLEMA A INVESTIGAR:

Se puede distinguir el origen concreto del problema de investigación y su origen genérico.


El origen concreto coincide con la cuestión del hallazgo del problema de investigación o proceso a
seguir en su determinación.
Genéricamente se deben diferenciar el origen psicológico y el lógico.
Desde el punto de vista psicológico, los problemas se derivan de la curiosidad o necesidad. Lo que
inclina a la persona a plantearse problemas y enfrentarse con su solución es tanto la curiosidad: el
afán de encontrar una explicación a lo desconocido y de conocer mas y mejor el mundo que le
rodea, como la necesidad, la urgencia de encontrar remedio a sus limitaciones y a las dificultades que
encuentra en el medio en que vive.
Desde el punto de vista epistemológico, el origen del problema se halla en la limitación de nuestros
conocimientos o ignorancia y sobre todo en el error.
Todo lo que el hombre desconoce o ignora es potencialmente un problema que puede ser objeto de
investigación por él, con el fin de llegar a su comprensión. Como la ignorancia del hombre es
ilimitada, también son los problemas de este tipo.
En cuanto al error de una de las fuentes mas típicas de problemas de investigación. Frecuentemente
las ideas que creemos son ciertas, chocan con los hechos o son desmentidas por la realidad lo que
pone de manifiesto que son erróneas por lo menos en alguna medida.
Es obvio que entonces se plantea el problema a resolver esta discordancia entre los hechos y la
realidad de hallar una explicación racional a la misma que puede y debe ser el origen de una
investigación.
En este sentido se ha de prestar mayor atención como fuente de nuestras investigaciones a todo hecho
anómalo, imprevisto y estratégico que se sale de lo normal o común y al que no se puede encontrar
explicación en las teorías conocidas.

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