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LA HORA MILAGROSA

Un método de oración
que cambiara tu vida

POR
LINDA SCHUBERT

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LA HORA MILAGROSA
"¿No pudiste estar despierto ni una hora?
(Marcos 14,37).

¿Tienes dificultad para prometerte a la oración?


Algunas veces yo tengo una vida de oración rica y
completa por largos periodos de tiempo; y después
decae, y por meses lucho para recuperar esa
intimidad y profundidad con el Señor. Este libro
surgio al final de un periodo de sequedad largo,
donde yo estaba avergonzada de mi poca oración
y clamé al Señor que viniera en mi ayuda. Me
levanté una mañana y dije a gritos al Señor:
“¡Tengo que tener una hora de calidad Contigo,
pero sólo lo puedo hacer con Tu gracia!, ¡Por favor,
por favor, ayúdame!”

Él, no solo me dio una hora rica y llena de gracia,


sino que también me enseñó una forma simple
para una hora diaria de oración, me acerco a una
intimidad más profunda con Él; y me preparó para
recorrer mi camino cristiano. ¿Recuerdan el viejo
dicho: Paso a paso es un gran paso”? Yo he
dividido una hora en 12 segmentos de cinco
minutos cada uno, como enseño en el “reloj” de
esta página.

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"Escucha mi plegaria, ¡oh Rey mío y Dios mío!
A ti ruego, Señor, ya de mañana escuchas mi
voz. Te dirijo temprano mi oración y luego
espero en Ti."(Salmo 5,3-4).

Entre cada período de cinco minutos, reza un


Padrenuestro u otra oración, preferentemente
breve. Para los católicos y los demás cristianos
que profesan devoción a la Madre de Jesús, los
invito a incluir un Avemaría, pasando de un período
a otro. Para los que ruegan al Dios carismático de
lenguas, los exhorto a repetir esta forma de oración
varias veces en el transcurso de esta hora.

Es maravilloso empezar el día con el Señor,


orando por la mañana en horas tempranas antes
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de empezar cualquier trabajo. Pero, tanto por la
mañana como al mediodía o por la noche, es muy
provechoso elegir un tiempo y un lugar para la
oración.
Lo ideal sería que la oración nos llevara, durante
este tiempo al encuentro espontáneo con Dios y
que el encuentro durara todo el día. Es hermoso
cuando le dejamos a Dios la libertad de entrar en
nuestro interior, cuando su presencia se hace real
y cuando, durante la oración y nuestras
actividades, podemos conversar con él.

Las oraciones y las reflexiones que se presentan


en estas páginas son sugerencias para estimularte
a comenzar. Mientras más se vuelvan personales
y permitas que el Espíritu Santo te conduzca a
pronunciarlas espontáneamente, mayor sentido
tendrán para ti. Con toda seguridad puedes
esperar para tu vida espiritual, por medio la "Hora
Milagrosa" diaria, un enorme despertar y una
mayor profundidad en tus oraciones.
Ginny, una amiga que revisó el primer borrador
de este folleto, comentó: "Todo esto va a llevar a
la gente a romper las barreras y a despojarse
de muchas actitudes que impiden su vida
espiritual". Cuando se lo hice leer a Nancy,
dijo: "¡Hemos orado para que alguien escribiera
eso!".

Las citas de la Sagrada Escritura al final de cada


sección que sirven para un estudio adicional son
obra de ella.

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Te aconsejo que vengas a orar con una actitud de
apertura y esperanza. Ven recordando todas las
veces que Dios te ha ayudado en el tiempo pasado
y con la certidumbre de que él te va a ayudar más
aún en el futuro.

Considera la "Hora Milagrosa" como un encuentro


poderoso e intensamente amoroso con tu Padre
celestial. Se trata de un tiempo de perfección, de
íntima profundidad, de crecimiento y de
comprensión de los caminos que llevan a Dios.
Acércate aceptando y esperando su amor.
Mantente preparado para experimentar su
misericordia y su amor. Ven con un corazón abierto
y repite con toda sencillez: "Señor, cámbiame".
En una palabra, ven para ser transformado,
liberado, sanado y enviado por el Señor.

Hay una necesidad extrema de personas de


oración en este mundo ateo y anticristiano. Creo
que, hoy, Dios está llamando a sus amigos a orar
más intensamente que nunca. ¡Ojalá pudiéramos
conocer y comprender lo inmenso del plan que
Dios tiene reservado para nuestras personas y
nuestras oraciones!. Ciertamente nos
detendríamos e inmediatamente nos dedica-
ríamos a evaluar de nuevo nuestras prioridades.

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La vida es muy breve y muy preciosa para
desperdiciaría en cosas inútiles. Al escribir le
anterior, pienso en mi querido cuñado Harvell
Smith (al que dedico estas páginas) que ha
fallecido en un accidente en el Caribe. Sin duda
habrá tenido uno o dos minutos para pensar en
Dios y reconciliarse con él.

Nadie sabe cuántos días, cuántas semanas o


meses nos quedan de vida sobre esta tierra. En
1984 he sufrido una mastectomía a causa un
cáncer en los senos y me he enfrentado a la
posibilidad de morir. Esto cambió totalmente mi
vida y, como consecuencia, he tomado la decisión
de no desperdiciar ningún momento en cosas
banales.
¿Estás dispuesto, hoy, a acompañarme y formular
un nuevo compromiso para ser una persona de
oración?. Dios te bendecirá por esta decisión.
Toma en tus manos la Biblia, provéete de un
cuaderno y un lápiz y busca un lugar tranquilo.
Juntos, hagamos una "hora de poder" que
cambiará tu vida.

"Amado Padre celestial, te pedimos que nos


envíes a cada uno de nosotros el espíritu de
oración. Haz que te deseemos siempre más y que
deseemos también la salvación de todas las
personas de este mundo. Con el salmista te ruego:
Como la cierva sedienta busca las corrientes de
agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. Mi alma
tiene sed de Dios, del Dios viviente: ¿Cuándo iré a
contemplar el rostro de Dios?' (Salmo 42,2-3). Ven
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Espíritu Santo, quiero encontrarme con Dios. Por
favor, enséñame a orar. Te lo pido en el nombre de
Jesús. Amén".
(Mc.1,3; 1Tim.6,19; Sal.119,147; Lc.2,37;
Sal.55,17; Ef.3,14-21; Ef.1,15-23; Sal.57,8;
Jos.5,14-15; Sal.95,6; Sal.96,9; Jn.4,14; Is.2,3;
Sal.27,4; Sal.122,1; Sal.123,1; 1Tim.2,8; Lc.11,1;
Sal.34,15; Is.65,24; Sal.94,9 Sant.5,4; 1Ped.3,12).

¡OREMOS!
(5 minutos por sección)
1. ALABANZA:

"Bendice al Señor, alma mía; que todo mi ser


alabe a su Santo Nombre"
(Salmo 103,1).
Por medio de la Escritura, Dios insiste que lo
ensalcemos de verdad. Me parece que tenemos
que aprender mucho acerca de lo importante y
beneficioso que significa mantener esta actitud
humilde.
Cuando alabamos a Dios, reconocemos su
dominio y su autoridad en nuestra vida. Por medio
de la fe atestiguamos que somos débiles y que él
es la fuerza. La alabanza convence a nuestros
corazones de que es necesario que se cumpla la
voluntad de Dios y de que es un absurdo que
intentemos manipular a Dios en la oración.
El es el soberano, el Creador, el Todopoderoso
que nos ama sobremanera y que ha enviado a
Jesús a morir por nosotros para que formáramos
parte de su familia. Por eso él se merece nuestra

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alabanza y nuestra adoración. Su amor es tan
excelso que no tiene ninguna comparación.
En los que lo alaban hay algo extraordinario. En
efecto, en sus ojos hay una luz resplandeciente
que se proyecta más allá de ellos mismos. Las
personas que alaban a Dios, viven de fe y su vida
da testimonio de que confían en su Padre celestial
ya que están convencidos de que él, en su bondad,
ama a sus hijos y que de él esperan, mediante la
oración, respuestas extraordinarias.
El solo "esfuerzo" de alabarlo, aun sin
experimentarlo en nuestro interior, nos lleva ante la
presencia del Señor. Las personas que alaban
descubren que esta disposición del corazón y de
nuestro entendimiento (a veces con el solo deseo
de alabar) es muy beneficiosa para el cuerpo, el
espíritu y la mente. La alabanza nos proporciona
una actitud mental provechosa.
El ensalzar a Dios mejora nuestra forma de vivir
y aumenta el amor y la santidad, y nos lleva hacia
la plenitud de vida para la cual Dios nos ha creado.
¡Alabemos a Dios en todas las cosas!
Lee en voz alta la siguiente letanía y permite a tu
espíritu que se abra al reino de lo milagroso. Para
la próxima sección de cinco minutos, olvídate de ti
mismo y concéntrate en Dios. ¡El es infinito!

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LETANÍA DE ALABANZA*:
(Después de cada invocación se repite Te alabo,
Señor, Jesús.)

1.-Te alabo Jesús,Tú eres mi Vida y mi amor. Te


alabo, Señor, Jesús
2.-Te alabo, Jesús, Tú eres el Nombre sobre todo
nombre. Te alabo, Señor, Jesús
3.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Emanuel: el Dios con
nosotros.Te alabo, Señor, Jesús
4.-Te alabo, Jesús, Tú eres el Rey de reyes.Te
alabo, Señor, Jesús
5.-Te alabo, Jesús, Tú eres el Rey de todo lo
creado. Te alabo, Señor, Jesús
6.-Te alabo, Jesús, Tú eres el Rey del universo.Te
alabo, Señor, Jesús
7.-Te alabo, Jesús, Tú eres el Señor de
señores.Te alabo, Señor, Jesús
8.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Todopoderoso.Te
alabo, Señor, Jesús
9.-Te alabo, Jesús, Tú eres el Cristo.Te alabo,
Señor, Jesús
10.-Te alabo, Jesús,Tú eres Cristo Rey.Te alabo,
Señor, Jesús
11.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Cordero de Dios.Te
alabo, Señor, Jesús
12.-Te alabo, Jesús,Tú eres el León de Judá. Te
alabo, Señor, Jesús
13.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Estrella que brilla
en la mañana.Te alabo, Señor, Jesús
14.-Te alabo, Jesús,Tú eres nuestro Refugio y
defensa.Te alabo, Señor, Jesús

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15.-Te alabo, Jesús,Tú eres nuestra Fuerza y
nuestro canto.Te alabo, Señor, Jesús
16.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Camino de nuestra
vida.Te alabo, Señor, Jesús
17.-Te alabo, Jesús,Tú eres la única Verdad.Te
alabo, Señor, Jesús
18.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Vida verdadera.Te
alabo, Señor, Jesús
19.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Consejero más
seguro.Te alabo, Señor, Jesús
20.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Príncipe de la
Paz.Te alabo, Señor, Jesús
21.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Luz del mundo.Te
alabo, Señor, Jesús
22.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Palabra viviente.Te
alabo, Señor, Jesús
23.-Te alabo, Jesús,Tú eres nuestro Redentor.Te
alabo, Señor, Jesús
24.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Mesías.Te alabo,
Señor, Jesús
25.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Ungido Te alabo,
Señor, Jesús
26.-Te alabo. Jesús,Tú eres el Santo de Israel.Te
alabo, Señor, Jesús
27.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Buen Pastor.Te
alabo, Señor, Jesús
28.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Puerta para llegar
al Padre.Te alabo, Señor, Jesús
29.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Señor de los
Ejércitos.Te alabo, Señor, Jesús
30.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Roca de
salvación.Te alabo, Señor, Jesús

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31.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Sitio escondido.Te
alabo, Señor, Jesús
32.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Salvador del
mundo.Te alabo, Señor, Jesús
33.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Torre fuerte.Te
alabo, Señor, Jesús
34.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Refugio de la
montaña.Te alabo, Señor, Jesús
35.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Pan de vida.Te
alabo, Señor, Jesús
36.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Fuente de toda
santidad.Te alabo, Señor, Jesús
37.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Agua. Viva.Te
alabo, Señor, Jesús
38.-Te alabo. Jesús,Tú eres la Vid verdadera.Te
alabo, Señor, Jesús
39.-Te alabo, Jesús,Tú eres mi Esposo y mi
Creador,Te alabo, Señor, Jesús
40.-Te alabo, Jesús,Tú eres nuestra Fortaleza,Te
alabo, Señor, Jesús
41.-Te alabo. Jesús,Tú eres nuestro Libertador,Te
alabo, Señor, Jesús
42.-Te alabo, Jesús, Tú eres nuestra Victoria.Te
alabo, Señor, Jesús
43.-Te alabo, Jesús,Tú eres nuestra Salvación.Te
alabo, Señor, Jesús
44.-Te alabo, Jesús, Tú eres nuestra Rectitud.Te
alabo, Señor, Jesús
45.-Te alabo, Jesús, Tú eres nuestra Sabiduría.Te
alabo, Señor, Jesús
46.-Te alabo, Jesús,Tú eres nuestra
Santificación.Te alabo, Señor, Jesús

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47.-Te alabo, Jesús,Tú eres nuestra
Justificación.Te alabo, Señor, Jesús
48.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Puerta que conduce
a la salvación,Te alabo, Señor, Jesús
49.-Te alabo, Jesús,Tú eres el gran Yo soy. Te
alabo, Señor, Jesús
50.-Te alabo, Jesús,Tú eres el gran Sumo
Sacerdote.Te alabo, Señor, Jesús
51.-Te alabo Jesús,Tú eres la Piedra Angular.Te
alabo, Señor, Jesús
52.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Fundación
segura.Te alabo, Señor, Jesús
53.-Te alabo. Jesús,Tú eres nuestra Alegría.Te
alabo, Señor, Jesús
54.-Te alabo, Jesús,Tú eres nuestro Pan y nuestro
Vino Te alabo, Señor, Jesús
55.-Te alabo, Jesús,Tú eres mi Sanación y mi
Todo.Te alabo, Señor, Jesús
56.-Te alabo, Jesús,Tú eres nuestra Alianza.Te
alabo, Señor, Jesús
57.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Promesa del
Padre.Te alabo, Señor, Jesús
58.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Eterno.Te alabo,
Señor, Jesús
59.-Te alabo, Jesús.Tú eres el más alto Dios.Te
alabo, Señor, Jesús
60.-Te alabo. Jesús,Tú eres el Cordero que fue
degollado.Te alabo, Señor, Jesús
61.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Juez justo.Te alabo,
Señor, Jesús
62.-Te alabo, Jesús,Tú eres nuestra Porción y
nuestra Heredad.Te alabo, Señor, Jesús

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63.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Bálsamo de
Gilead.Te alabo, Señor, Jesús
64.-Te alabo. Jesús,Tú eres el Gran Guerrero.Te
alabo, Señor, Jesús
65.-Te alabo, Jesús,Tú eres mi Defensa.Te alabo,
Señor, Jesús
66.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Novio.Te alabo,
Señor, Jesús
67.- Te alabo, Jesús,Tú eres mi Paciencia.Te
alabo, Señor, Jesús
68.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Realidad firme.Te
alabo, Señor, Jesús
69.-Te alabo, Jesús,Tú eres mi Proveedor.Te
alabo, Señor, Jesús
70.-Te alabo, Jesús,Tú eres la Resurrección y la
Vida.Te alabo, Señor, Jesús
71.-Te alabo, Jesús,Tú eres el Alfa y el Omega.Te
alabo, Señor, Jesús
72.-Te alabo, Jesús, Tú eres el Principio y el Fin.Te
alabo, Señor, Jesús
73.-Te alabo, Jesús, Tú eres la Fuente,la Guía y la
Meta de lo que existe.Te alabo, Señor, Jesús
74.-Te alabo, Jesús,Tú eres Todo lo que
necesito.Te alabo, Señor, Jesús
75.-Te alabo, Jesús,Tú eres todo lo que deseo.Te
alabo, Señor, Jesús
76.-Te alabo, Jesús,Tú eres Merecedor de toda
Alabanza.Te alabo, Señor, Jesús
(Padre nuestro, etc.)
(Sal.34,1; Mt.21,16; Sant.5,13; Sal.150,2;
Sal.29,1-3; 2Cor.20,22; Sal.35,28; Sal.51,15;
1Ped.2,9; Mt.18,3; Sal.107,22; Heb.13,15;

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Sal.116,17; Hech.5,11-14; Hech.7,11-12;
Hech.19,5).

2. CANTO AL SEÑOR:

"¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor,


aclamemos la Roca que nos salva! Lleguemos
hasta él dándole gracias, aclamemos con
música al Señor!"
(Salmo 95,1-2).
Se ha dicho que "El que canta, reza dos veces".
La música agradable tiene un gran poder para que
podamos elevar nuestro espíritu hacia Dios.
Cierra tus ojos. Permanece quieto y deja que le
música penetre en tu interior y lo eleve. Tararea,
canta en lenguas si has recibido ese don.
Pronuncia canciones dirigidas a Cristo. Canta
Salmos. O los cánticos que comúnmente se
proclaman en le iglesia. En estos cinco minutos
hazlo que el Espíritu te dicta.
(Padre nuestro, etc.)
(Sal.89,1; Sal.149,1; 1Cor.14,15; Ef.5,19;
Col.3,16; Sal.63,5-7; Sal.90,14; Sal.40,3; Sal.57,7;
Sal.126,5; Is.12,6; Sal.100,2).

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3. BATALLA ESPIRITUAL:

"Revístanse con la armadura para que puedan


resistir las acechanzas del demonio"
(Ef.6,11).
La Biblia nos señala que hay fuerzas espirituales
negativas que tienen poder como para controlar
nuestra vida y disminuir nuestra posibilidad de ser
personas libres abiertas y bondadosas. La misma
Biblia afirma que se nos ha dado la energía para
enfrentar las fuerzas malignas que nos inducen al
mal (Marcos 16,17).
Pidamos al Espíritu Santo que nos haga sabios y
valientes en utilizar este poder.
En otros tiempos de tu vida, inadvertidamente
puede haber sucedido que fu espíritu haya sufrido
por algunas de estas sugerencias torcidas. Ha
llegado la hora de cerrarles todas las puertas.
Cuando oramos, es importante colocarnos
totalmente bajo el amparo del Señor y afrontar
decididamente el poder del demonio. (Este
combate ya ha empezado, ya que la alabanza es
una de las armas más poderosas para oponerse al
enemigo).

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ORACIÓN PARA LA BATALLA ESPIRITUAL
Padre celestial, me pongo ante tu presencia para
alabarte, honrarte y adorarte. Gracias por enviar a
tu Hijo Jesús para darme la vida, para otorgarme el
perdón y ofrecerme un lugar en tu familia. Gracias
por mandar tu Espíritu para guiarme y revestirme
de tu poder en mi vida diaria.

Padre celestial, abre mis ojos para que pueda ver


tu grandeza, tu majestad y la bondad que me
profesas. Me pongo ahora a los pies de Jesús
crucificado y me cubro con su Sangre preciosa. Me
revisto con su Luz y en nombre de él te ruego que
nada interfiera en la obra que él quiera realizar en
mi vida.

Me pongo la Armadura de Dios para resistir a las


sugerencias del demonio. Resisto con la verdad
atada a mi cintura y como coraza empleo la
rectitud.
Llevo el escudo de la fe para inutilizar las flechas
venenosas e incendiarias del demonio.
Acepto la Salvación prometida por Dios como
yelmo protector y como espada defensora, recibo
tu Palabra que me enseñaste por medio del
Espíritu Santo (Cfr. Efesios 6.10-11.14.16-17).
Padre celestial, te lo ruego, enséñame por favor,
cualquier parte de mi vida en la que Satanás
mantiene ataduras. En este instante te entrego
estas ataduras. Cualquier parte de mí misma(o)
que haya entregado a Satanás, pido la devolución

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inmediata y la pongo a los pies de mi Señor
Jesucristo.
En nombre de Jesús te ofrezco todo lo que hay en
el aire, en el agua, en la tierra. Te entrego todos los
frutos, lo que haya a mi alrededor, lo que está abajo
y arriba, lo que está escondido.
En nombre de Jesucristo y por su Santa Sangre te
confío en este momento los miembros de mi
familia, mis parientes, los amigos y a todos los
hombres. En nombre de Jesús, les prohíbo a todos
los espíritus malignos de cualquier origen,
hacerme daño a mí y a ellos.
En nombre de Jesucristo, rechazo cualquier
tentación seductora del demonio, bajo cualquier
forma que ella se presente, y renuevo el propósito
de no permitir que el pecado me venza y me
domine.
Repudio a Satanás, a sus obras y a todas sus
promesas malignas. Padre celestial, pido tu perdón
para mí, para mis amigos, mis familiares y
antepasados y solicito tu protección para que no
nos opongamos nunca a tu Hijo Jesús.
Renuncio a cualquier apertura al ocultismo, a las
falsas religiones y a buscar los beneficios de las
artes mágicas.
Renuncio a todo poder que me aleja de Dios y a
cualquier forma de adoración que no tribute una
verdadera alabanza a Jesucristo.
Específicamente, renuncio a (por ejemplo: la
astrología, la suerte, los naipes, las barajas, el
ocultismo, etc., etc.).

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En el nombre de Jesús me aparto de cualquier
maleficio que pueda perjudicarme a mí o a mi
familia y detesto toda transmisión de esos hechizos
por medio de mis antepasados.

En el nombre de Jesús yo te rechazo, espíritu de:


_____________________. (Pídele al Señor que te
revele el hombre, si no estás seguro de él,
identificado por el fruto negativo que te produce:
rabia, falta de perdón, miedo, inseguridad,
enfermedad, trauma, etc.). En este instante, en el
nombre de Jesús yo los abandono.
Señor Jesús, lléname con tu amor para que
reemplace el miedo, cólmame de tu fortaleza para
fortalecer mi debilidad, etc. (Después de cada
petición, pídele al Señor que te llene con lo
"positivo" que se opone a lo "negativo" que
apartaste: temor-amor, enfermedad-salud,
debilidad-fuerza, etc.).
Padre Amado, permite que las limpias y sanadoras
aguas de mi bautismo fluyan benéficas hacia las
generaciones pasadas para purificar mi árbol
genealógico de toda contaminación. Gracias,
Señor, por hacerme libre.
"....En todo esto obtendremos una amplia victoria,
gracias a aquel que nos amó"(Romanos
8.37). Entrégate a algunos momentos de alabanza.
(Padrenuestro, etc.).
(Rom.13,12; Cor.6,7; 1Tes.5,8; 1Jn.4,1-6;
1Tes.5,21; 2Cor.4,4; Ef.2,2; Hech.26,18; 2Tes.2,9;
Lc.9,42; 1Ped.5,8-9; Ef.4,27; Sal.44,5; Lc.10,19;
Rom.8,37; 1Jn.5,5).
4. ENTREGA:
21
"...¿Quién de ustedes está dispuesto a ofrecer
sus dones al Señor?"
(1Crón.29,5).
Nuestra sanación y que Jesús se apodere de
nuestra vida comienza al entregarnos a él. Los
hombres, por ser más débiles que él, generalmente
se dan cuenta que se vuelven más fuertes cuando
confían totalmente en él.

Nada más importante en tu vida espiritual que decir


"sí" a Jesús de todo corazón y con toda tu alma e
inmediatamente permitir al Espíritu Santo que
trabaje conforme a este sí.

De una cosa debernos tener absoluta seguridad:


Dios te ama (1 Juan 4,16) y siempre estará contigo
y que todo propósito que él tenga con respecto a
tu persona es bueno y hermoso.

Cuanto más nos abrimos al Señor y permitimos


que su amor se arraigue profundamente en nuestro
interior, con mayor probabilidad nuestras vidas se
volverán más útiles.

¿Estás dispuesto, ahora, a decir "sí" al Señor?


Tal vez se lo has dicho muchas veces en tiempos
pasados, pero hoy te lo puede solicitar
nuevamente y rogarte que lo dejes penetrar más
bondadosamente en tu corazón.
Después de haber rezado la oración que transcribo
a continuación, el Señor me preguntó; "Lo que
dices, Linda, ¿lo sientes verdaderamente?".
22
Temblando, le respondí: "Sí, Señor". Entonces él
me llevó a vivirlo más íntimamente.
Ahora, de corazón, con tus propias palabras
pronunciadas de manera espontánea y no en
forma rutinaria ponte a orar con sincera apertura a
las inspiraciones de Dios.

ORACIÓN DE ENTREGA

". ..Que se haga tu voluntad y


no la mía" (Mateo 26,42).

Padre Amado, me entrego a ti con todo mi corazón


y toda mi alma. Entra, te pido, en mi interior de una
manera más profunda. Hoy te digo "sí". Todo mi
ser está abierto para ti y te ruego: "Entra, Jesús".
Tú eres el Señor de toda mi Vida. Creo en ti y te
recibo como Dueño y Salvador. No quiero que
nada sea mío.
Espíritu Santo, haz que mi conversión a Cristo sea
profunda. Me entrego completamente a ti y te dono
mi salud, mi familia, mis fuerzas, mis acciones, mis
capacidades, mis relaciones, mi tiempo, mis éxitos
y mis fracasos. Me despojo de todos ellos para
darlos a ti.
Te entrego mis facultades para comprender cómo
deberían ser las cosas y no cómo son. Recibe mis
propósitos y mi voluntad. Te ofrezco las promesas
que he cumplido y las que he dejado de cumplir.
Acepta mis debilidades y mis energías. Te
presento mis emociones, mis dudas y temores, mis
inseguridades, mi sexualidad.

23
Te entrego especialmente:

(Continúa diciendo las cosas que ofreces según las


sugerencias del Espíritu Santo).
Señor, te doy toda mi vida: el presente, el pasado
y el futuro. Quiero ser siempre tuya(o) en la
enfermedad y en la salud, en la muerte y en la vida.
(Si sabes una canción de entrega, cierra los ojos y
cántala. Puede ser también una canción que le
cantas a él y que fue compuesta por ti).

"Toma, Señor, y recibe mi libertad, mi memoria, mi


entendimiento, toda mi voluntad, todo lo que tengo
y todo lo que poseo. Tú me lo has dado todo. A ti,
Señor, lo devuelvo. Ya que todo es tuyo dispón de
ello según tu santa voluntad.
Sólo dame tu amor y tu gracia, ya que esto sólo me
basta. (Oración de San Ignacio de Loyola).

(Padre nuestro, etc.)


(Flp.3,8; Prov.23,23; Rom.12,1; Mt.16,24;
Lc.14,33; Sal. 143,10; Sal. 40,8; Deut.6,5;
Prov.3,5; Jer.29.13; Jn.3,16; 1Ped.1,18-19; Tit.3,5;
Rom.10,9-13; Rom.1,6; Rom.14,8; Hech.16,30;
1Jn.5,1-5).

5. INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:

“Acabada su oración, retembló el lugar donde


estaban reunidos, y todos quedaron llenos del
24
Espíritu Santo y predicaban la Palabra de Dios
con valentía.”
(Hechos 4,31).

En Pentecostés (Hechos 2) los discípulos se


reunieron para dedicarse a la oración continua
hasta que vino el Espíritu Santo que descendió
sobre cada uno de ellos en forma de lenguas de
fuego. Este Espíritu llenó sus vidas y les dio valor
y fuerza para ser sus testigos en el mundo.

A este Espíritu algunos lo llaman el "bautismo" del


Espíritu Santo, el "beso" del Espíritu. Su principal
propósito es proporcionarles a los cristianos el
poder y la fuerza de llevar a todos la Buena Nueva
de Jesús. Su primer efecto es experimentar
tangiblemente el amor de Jesús (El abrazo
celestial).

Demos gracias continuas para alcanzar un


derramamiento más abundante del Espíritu Santo
sobre nuestras vidas, ya que cuando el poder del
Espíritu se apodera de nuestro ser podemos
transformar el mundo. Después de haber recibido
el Espíritu Santo, un ministro de una ciudad
universitaria afirmó:"¡Ahora, a través de mi
persona, es él el que trabaja".
De acuerdo a Hechos 2 esto debería ser lo normal
de toda vida cristiana.

ORACIÓN PARA RECIBIR EL ESPÍRITU


SANTO

25
"...Recibirán la fuerza del Espíritu Santo que
descenderá sobre ustedes, y serán mis
testigos... hasta los confines de la tierra"
(Hechos 1,8).

Ven, Espíritu Santo, y bautízame con el fuego de


tu amor. Me he entregado a ti con todas mis
fuerzas y lo que deseo es vivir de ti. Necesito que
en mi vida esté tu poder. Te suplico: ven y lléname.
Señor, creo que cuando me entregue a ti, seremos
una sola persona.

Tú eres el árbol y yo la rama de este árbol, todo lo


que tú eres, está en mi interior. Mi vida procede de
ti. Creo que al pedirte y permitirte que vinieras a mí,
vas a derramar tu fuerza, tu sabiduría, tu sanación,
etc., para saciar mis actuales necesidades.
Estoy dispuesto a recibir los dones que santifican
y que enumera Isaías en 11,2: sabiduría,
inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia y temor del
Señor.
Necesito de ellos para crecer como cristiano. Te
pido y te permito que derrames en mí tus carismas
(dones de servicio) como se encuentran
expresados en lCor.12,8-10: sabiduría, ciencia
para enseñar, fe, curación, milagros, profecía,
discernimiento, hablar en lenguas. Necesito de
estos carismas para dar testimonio a un mundo
herido. Sólo con tu poder y guiado por tu Espíritu,
mi vida puede ser benéfica y producir frutos. Ven,
Espíritu Santo.

26
Quiero todas las virtudes que me puedes
proporcionar, pero quiero, de manera especial, la
más grande de las virtudes: el amor. "Existen la fe,
la esperanza y el amor; pero la mayor es el
amor" (1Cor.13,13).

Derríteme, moldéame, lléname, úsame y dame


oportunidades para hacer uso de tus dones,
virtudes y carismas y así dar testimonio de tu amor
y tu misericordia.
Ensancha, Señor, mis posibilidades. No deseo
poner límites a tus dones considerando lo limitado
que soy en recibir. Espíritu Santo, agranda mi
capacidad.
Obra en mí de manera prodigiosa. Quiero que
todos los fines que tú deseas cumplir por mi
intermedio, sean realizados. Espíritu de Dios
todopoderoso, te necesito para que me otorgues
esta realización completa. Ven, Espíritu Santo,
ven.
Cuando Tú obras a través de mí para prestar
servicio a los demás, sé que lo haces también para
sanar mi vida. Gracias por llenar lo más íntimo de
mi ser con tu amor inmediato. Gracias por lavar y
limpiar cualquier herida y cicatriz del pasado que
aún tiene el poder de dominar mis pensamientos y
suprimir mi libertad física y emocional. Gracias por
alumbrar las tinieblas y dar calor a los sentimientos
fríos y oscuros que hay en mi alma.
Espíritu Santo misericordioso, gracias por librarme
de las lágrimas que no he llorado, por los
sufrimientos que no he sufrido, por el dolor de una
pérdida que no ha acontecido, por los traumas, los
27
temores y las emociones dolorosas que no has
permitido que me sucedieran.

Espíritu de Sabiduría, te agradezco por haberme


alejado los males crónicos que habrían perjudicado
mi salud.
Espíritu Santo, gracias por acompañarme en el
camino de la vida durante los años pasados y
enfrentar conmigo todo lo que me ha sucedido.
Gracias por recordarme que el amor de Jesús ha
estado siempre a mi lado y ha acortado con
prontitud el trecho entre el amor que necesita y el
amor que recibe. (Da gracias al Espíritu Santo que
ha caminado contigo y te ha sugerido los
momentos en que necesitabas la sanación.
Cuando estos momentos aparezcan de nuevo, di
simplemente:)
"Te entrego lo que me está aconteciendo para que
me sanes. Gracias por lo bueno que me das y que
me sirve para compensar el dolor (Cfr. Romanos
8,28). Alabado seas, Jesús".
(Permite que esa sea una oportunidad para que el
Espíritu Santo penetre más profundamente en tu
interior y fortalezca tu vida emocional)

Gracias, Espíritu Santo, por tu presencia en mí;


que ella aumente siempre más y se difunda en todo
mí ser.

Gracias por ser mi amigo, mi maestro, mi


intercesor, mi consolador y el dador de bienes
extraordinarios. Gracias, especialmente, por:
___________________
28
(Continúa espontáneamente la acción de gracias).
Cierra los ojos y canta: "Espíritu Santo, ven",
"Espíritu Divino", "Mi alma alaba al Señor", etc. o
cualquier otro canto que invite al Espíritu Santo a
venir a ti. Amén.

(Padre nuestro, etc.).


(Rom.5.5; Joel2,28; Mt.3,11; Lc.11,13; Jn.14,26;
Gal.4.6; 1Cor.2,13; Jn.16,13; Rom.8,12; Zac.4,6;
Hech.2,2; Rom.8,9; 1Cor.3,16; Is.55,1; Mt.25,35-
36; Mt.10,8; 1Ped.4,10).

6. ARREPENTIMIENTO:

"Si caminamos en la luz, como él mismo está


en la luz, estamos en comunión unos con otros,
y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de
todo pecado"
(lJuan 1,7).

Cuanto más abierto estés a la acción del Espíritu


Santo en ti, mayor cuenta te darás de aquellas
partes de tu persona en las que Jesús no se ha
revelado aún totalmente. Con este conocimiento
madurará en ti una profunda necesidad de que el
amor incondicional de Jesús te ocupe
completamente.

Si comienzas a considerarte un fracasado,


acuérdate del poder del amor sanador de Jesús
que ha manifestado en la Cruz sobre el Calvario.
¡Alábalo!. Alguien, una vez, comentó que después
de haber pecado, podemos sencillamente:"correr
29
hacia Dios y gritarle: “¡Soy culpable!, y así
seguir viviendo". Este es un hermoso recuerdo.
Nosotros no debemos vivir esclavizados por el
pecado o paralizados por la culpa. El Señor quiere
que volvamos para acercarnos a él.
El pecado tiene el poder de mantenernos
derribados y bloquear el flujo del amor de Dios. Al
considerarnos culpables no nos escondamos. El
arrepentimiento tiene la fuerza de levantarnos
nuevamente para permitir que el amor de Dios
vuelva a nosotros.
Para los católicos (y todos los que pertenecen a
iglesias sacramentales) el sacramento de la
Reconciliación es uno de los regalos más grandes
que tienen a su disposición cuando deben afrontar
el pecado y la culpa y especialmente cuando se
confiesan con corazón contrito y no sólo de forma
ritual o superficial.
Por medio de este sacramento que devuelve la
gracia, muchos son sanados emocional y
físicamente. Se necesita, pues, un breve tiempo
para examinarnos personalmente y pedirle al
Señor que nos manifieste abiertamente los
pecados que aún subsisten sin reconciliación para
arrepentimos profundamente y poderlos confesar
debidamente.
Puede ser que el Señor te llame a encontrarte con
un sacerdote de confianza. Puede ser que también
te llame a reconciliarte con la persona a la cual le
has hecho algún daño. Sé obediente a lo que el
Espíritu Santo te sugiere que hagas. Él no te va a
pedir nada sin antes darte la fuerza necesaria para
lograrlo.
30
Cuando reces la siguiente oración, te
recomiendo que no busques todos tus pecados ni
mires todos tus fracasos. Deja que el Espíritu
Santo te guíe. No te abrumen los detalles de la
oración, pero aprovéchala para estimular y activar
tu conciencia.

ORACIÓN DE ARREPENTIMIENTO

"...vuelvan a mí de todo corazón..."


(Joel 2, 12).
Padre Amado, me arrepiento de haberte ofendido,
a sabiendas o sin darme cuenta. He pecado por lo
que he hecho y por lo que he dejado de hacer. Me
pongo frente a ti y te pido la gracia de un corazón
profundamente arrepentido.

Tú conoces mis secretos más íntimos. En este


momento, abro las puertas de mi corazón y te pido
que me indiques la manera con que he bloqueado
el paso de tu amor. Perdóname, Padre, por todos
mis pecados, por todas mis faltas y por todos mis
errores. Por todas las veces que me he "ido a la
deriva" y no he caminado correctamente mi vida.
Estoy profundamente arrepentido por mi falta de fe
en tu bondad y por no creer verdaderamente en tu
amor por mí. Te pido perdón por los pecados
impuros: lujuria, fornicación, adulterios, libros
inmorales, películas, videos y fantasías sexuales,
especialmente
por:___________________________
31
Doy definitivamente las espaldas a todas estas
cosas y vuelvo a ti. Deploro profundamente haber
hecho algún aborto y haber aconsejado a otros
esta solución. Perdóname, Señor. (Para los
Católicos es indispensable un proceso de
Reconciliación y perdón especial del Obispo)

Me arrepiento de toda actitud compulsiva o


adictiva: bebida, drogas, juego, sexo, comida
excesiva y todas las adicciones
especialmente:_____________
Gracias, Padre, por liberarme. Me pesa no haber
cuidado mi salud física y sentimental: nutrición
impropia, descanso y ejercicio; tal vez la supresión
de emociones. Me comprometo, en este momento,
a cuidar de mí mismo.

Pido perdón por todas las veces que he herido a


los demás y les he faltado el respeto.
Me arrepiento de los robos, de las mentiras, de los
engaños y de los fraudes.

Pido tu indulgencia por no animar a mis hermanos,


por desatender un familiar, por mi frialdad, por la
pobreza de mi amor y todo comportamiento
desconsiderado que he tenido con el prójimo.

Pido perdón por murmurar, por traicionar la


confianza y por todo incumplimiento en practicar la
fe. Me arrepiento de toda envidia, odio,
resentimiento, falta de perdón, celos, crítica y
opiniones, por no recibir el amor en la forma que

32
los demás me ofrecían y por no emplear
expresiones amables.

33
34
Particularmente te pido perdón por:

En este momento te presento, Señor, todas


aquellas circunstancias que me causan vergüenza:
intenciones torcidas, razones tergiversadas,
ciertas costumbres personales indebidas, las
culpas secretas y todas aquellas faltas que me he
negado a presentarte antes. Te pido perdón por
todas las situaciones que mayor vergüenza me
dan,
especialmente:__________________________
Señor, no te las quiero esconder más, ni a ti ni a
mí. Hoy es el Día de mi sanación y de mi liberación.
Padre Amado ¿qué más debo llevar a tu
presencia? (Detente y escucha...).
Por todas estas ofensas te imploro perdón, que
acepto agradeciéndote y que comparto con los
demás. Gracias, Señor. Amén.

(Sal.51,10; Hech.3,19; Prov.28,13; 1Jn.l,9;


2Cron.7,14; Is.55,7; Hech.2,38; Sal.51,17; Joel
2,13; Ef.5,11; 2Cor.7,10; Sal.103,3; Hech.13,38;
Ef.1,7; Heb.9,14; Rom.12.2; Miq.7,18; Lam.3,22;
Apoc.22,14; Is.43,25; Rom.8,1-34; 1Cor.14,25;
1Ped.1,16; 1Tes.4,3; Hech.10,10; Ef.5,11).
(Padrenuestro, Ave María, Gloria)

35
7. PERDÓN:

"Cuando ustedes se pongan de pie para orar, si


tienen algo en contra de alguien, perdónenlo, y
el Padre que está en el cielo les perdonará
también sus faltas"
(Marcos l l,25).

Cuando Jesús es el centro de nuestra vida interior


esperamos su reconciliación para nuestras
personas y para los demás. El Espíritu Santo no
"nos va a dejar tranquilos" cuando nuestras
relaciones con él están rotas, pero tampoco
pretende que perdonemos únicamente por
nuestras fuerzas. Sí, él lo hace por medio de
nosotros, pero, siempre que le dejemos entrar en
nuestro interior.

Toma la decisión de reconciliarte con las personas


que forman parte de tu vida. Resuelve liberarlas y,
al mismo tiempo, libérate a ti mismo. La vida es
muy breve y preciosa para desperdiciarla y estar
atado y atrapado por las cadenas de lo
imperdonable. En este momento entrégalo todo a
él. No te vas a arrepentir. El perdón comienza con
una decisión; las emociones vendrán después.

La oración que presentamos se refiere a los


tiempos de tu vida que te recuerdan la rabia
pasada, la amargura y el resentimiento que se ha
de reemplazar con el perdón. Cuando ores la
siguiente oración hazlo despacio y reflexionando,
detente en silencio en cada caso y permite que el
36
Espíritu Santo traiga a tu memoria personas y
situaciones específicas.

ORACIÓN DE PERDÓN

"En Cristo hemos sido redimidos por su sangre


y hemos recibido el perdón de los pecados,
según la riqueza de su gracia, que Dios
derramó sobre nosotros, dándonos toda
sabiduría y entendimiento"
(Efesios 1,7).

Padre Amado, mi elección en mi vida, es la de


perdonar a todas las personas.
Inclusive a mí mismo, ya que tú me has perdonado.
Gracias, Señor, por esta gracia. Yo me perdono
todos los pecados, las faltas y las equivocaciones,
especialmente: ______________
Me perdono a Mí Mismo, ya que no soy perfecto y
me acepto como soy. Por eso tomo la decisión de
no criticarme más y no ser mi peor enemigo.
Libero, por lo tanto, todas las cosas que aún me
retienen amarrado y, por el poder del Espíritu
Santo, me libero además de cualquier atadura y
hago la paz conmigo mismo.
Perdono a mí Madre por sus limitaciones y por el
poco amor que a veces consciente o
inconscientemente, pudo haberme demostrado en
el pasado, especialmente por: _______________
Por sus faltas, de cualquier clase, hoy la perdono.
En este momento la perdono por no haberme dado
su bendición profunda, completa, satisfactoria y

37
maternal. La libero totalmente y hago la paz con
ella.
Perdono a mi Padre por lo negativo que pudo
haberme demostrado, por la carencia de amor que
pueda haber tenido en el curso de mi vida, a
sabiendas o sin darse cuenta, especialmente
por:_____________________________________

Por todos sus posibles abusos, por los actos de


crueldad, por las privaciones, en este momento lo
perdono. También lo eximo de toda culpa si no
recibí de él una bendición completa y totalmente
fraternal. En este momento hago la paz con él y lo
libero de toda atadura.
Mi perdón se dirige además, a mi Cónyuge por sus
ineficiencias y faltas de amor que me haya
demostrado en nuestro vínculo matrimonial,
especialmente por: ________________________
Por todas las heridas que me haya infringido hoy
lo(a) perdono de corazón. Lo(a) libero de toda
culpa y quiero que entre nosotros reine la paz.
Perdono ahora a mis Hijos por todos los
sinsabores, especialmente por: ______________
Los libero de cualquier postura negativa que hayan
manifestado y me pongo en paz con
ellos.Bendícelos, Señor. Perdono, además, a
mis Hermanos y/o Hermanas por sus rechazos y
por sus demostraciones contrarias al amor,
particularmente por: _______________________
Perdono a todos los familiares por cualquier abuso,
de manera particular a: _______________

38
Perdono a mis antepasados por lo negativo que
aun hoy puede influir en mis acciones y me hace
más difícil vivir la libertad de hijo de Dios. Los libero
de todas las ataduras y, en nombre de Jesús, me
reconcilio con ellos.
Doy mi perdón a las amistades por sus
incorrecciones y por faltar al amor, especialmente
por: ____________________________________
Los perdono si han abusado de mi amistad o se
han desviado de ella. Los libero de toda ligadura y,
en el poder del Espíritu Santo, restablezco la paz.
Perdono a mis empleadores que hoy y en el
pasado no me han tratado amablemente,
especialmente: ___________________________
Los libero de toda mala intención y, en el nombre
de Jesús, pido una bendición para ellos.
Perdono a todos mis maestros por su
autoritarismo, por sus limitaciones y sus abusos,
especialmente por: ________________________
Perdono a los abogados, doctores, enfermeras y
los demás profesionales, especialmente a:
___________________

Perdono al clero y a todos los representantes de la


Iglesia, especialmente a: __________________
En el nombre de Jesús, también los libero a todos.

Perdono a cualquier persona de la sociedad que,


de cualquier modo, me haya ofendido. Aquellos
que, con cualquier acción indebida, me hayan
herido a mí o dañado a mi familia.

39
Perdono a todas las autoridades de la vida pública
que hayan aprobado leyes contrarias a los valores
cristianos. Perdono todas las injusticias y las
personas anónimas que, en mi vida, me hayan
molestado o hecho sufrir.

Padre celestial, te pido ahora que perdones a la


persona que más me ha herido en mi vida, a
aquella que me es más difícil perdonar. En este
momento me decido a elegir el perdón, a pesar de
que aún me siento dolorido y enojado. Hago las
paces con la persona de mi familia, con el amigo,
con la autoridad que más me ha lastimado. Señor,
¿todavía queda alguien al cual debo
perdonar? (Detente, y escucha).Gracias, Padre
Amado, por liberarme.
Te ruego ahora que envíes tu bendición a los que
me han dañado. Señor, pido en este momento, tu
especial protección para todos y cada uno de ellos.
Gracias Señor; Te alabo y te ensalzo. Amén.
(Padrenuestro, etc.)
(Lc.17,4; Ef.4,31-32; Col.3,13; Mt.6,14; Mt.5,44;
Lc.6,35; Gal.5,14; 1Tes.3,12; 1Ped.4,8; 1Jn.4,12;
Mt.26,28; 2Tim.2.24; Tit.3,2; Jer.3,17; 1Ped.1,22).

8. REFLEXIÓN DE LAS ESCRITURAS:

Una mañana abrí por casualidad la Biblia y me


puse a leer: "Te libro hoy de las cadenas que tienes
en tus manos" (Jeremías 40,4). Instantáneamente
me di cuenta de que el Señor estaba diciendo que
me liberaba para poder llevar a cabo un proyecto

40
muy difícil que había redactado y por el cual estaba
orando.

Tomé la frase fuera del contexto bíblico, sin


embargo era obvio que el Señor, por medio de ella,
me quería hablar directamente.
Al transcurrir los días empecé a experimentar una
nueva libertad a medida que estaba escribiendo.
La lectura de las Sagradas Escrituras es una de las
ayudas más importantes para relacionarse con el
Espíritu Santo. Cuando saboreamos la palabra de
Dios llegamos a conocer su carácter.

Y, pasando el tiempo, a medida que la meditamos,


nos llenamos de fe, esperanza y caridad. El tiempo
que se dedica a la lectura de las Sagradas
Escrituras bajo la inspiración del Espíritu Santo
abre los canales de la comunicación espiritual.
El tiempo de oración puede convertirse en un
acontecimiento, especialmente si nos
acostumbramos a dialogar fácil y
espontáneamente con el Señor. Creo que si te
habitúas a conversar íntimamente con Él durante
un día, esta parte de la "Hora Milagrosa" va a ser
muy provechosa.

Al comenzar esta parte, simplemente repite: "Hoy,


Señor, háblame por medio de tu palabra" Abre
la Biblia, hojéala y permite que una palabra o frase
llame tu atención. Una vez que algo te atrae,
detente.

41
Si por ejemplo, la palabra "esperanza" te
emociona, reflexiona sobre su significado.
Pregunta al Señor por qué esa palabra te atrae. Tal
vez la frase "integridad del corazón" te hable de
forma inmediata. Pregunta al Espíritu Santo: ¿Qué
me quieres enseñar por medio de esta frase?
Escribe las reflexiones en tu cuaderno y, más
tarde, continúa meditándolas. Para tu camino
espiritual éste es un archivo muy valioso.

(Padre nuestro, etc.)


(Sal.119,15; Rom.15,4; 2Tim.3,16; Rom.10,8;
Col.3,16; Sal.19.8; Sal.119,130; Sal.119,140;
Jb.23,12; Sal.119,103; Heb.4.12; Sal.119,9;
Jer.23,29; Rom.1,16; Jn.20,31; Ef.6,17; Ef.5,26).

9. ESPERA QUE EL SEÑOR TE HABLE:


"Descanso en
el Señor y espera en él” (Sal.37,7).

Usa tu tiempo simplemente para escucharlo. ¿De


qué manera te está animando? ¿Dirigiendo?
¿Cómo te está exhortando? Permanece silencioso
y escucha.

Manifiéstate: "Señor, enséñame a ser un buen


oyente". Este es uno de los momentos más
especiales de la hora Milagrosa".

El Señor nos dice: "Mis ovejas escuchan mi


voz" (Juan 10,27). Como cristianos que
sinceramente deseamos progresar en
relacionarnos con el Señor, debemos encontrar un
42
lugar tranquilo, alejado de las distracciones
ruidosas con el único fin de escuchar su voz.

Frecuentemente mantener los ojos cerrados ayuda


para conseguir este fin. El quiere hablarnos con
mayor intensidad, más que la que nosotros
tenemos en escucharlo. El es un Dios de amor, y
el amor desea tensamente comunicarse.

Cerca de ti ten un cuaderno y un lápiz ya que


seguramente él te va a hablar. Los pasos hechos
con anterioridad nos han llevado a vivir este
momento maravilloso. En efecto, has silenciado tus
pensamientos, tu conciencia está clara y te
encuentras centrado en el Señor.
Si eres como la mayoría de nosotros, necesitas
una palabra de aliento del Señor. Como Samuel,
repite: "Habla Señor, porque tu servidor
escucha" (1Sam.3,10). Cuando experimentas que
te llegan a la mente pensamientos y palabras
escríbelos en tu cuaderno. La mayoría de las veces
es el Señor que te sugiere una amable palabra de
ánimo, un pensamiento de esperanza y de
sanación.

Crecerás en la habilidad para saberlo escuchar por


medio de los eventos de tu vida diaria, pasando
tiempo orando y leyendo las Sagradas Escrituras.

Por fin, hay algo que no se puede ocultar, y es que


el amor no necesita de muchas palabras. Dios te
ama aun en el silencio.

43
(Padre nuestro, etc.)
(Deut.30,20; Lc.10,39; Apoc.3,20; Sal.95,7;
Is.30,21; Hab.2,2; Jn.16,13; Hech.10,19;
Prov.8,34; Sal.25,9; Sal.73,24;Mt.13,23).

10. INTERCESIONES:

“Ante todo, te recomiendo, se hagan


peticiones, oraciones, súplicas y acciones de
gracias por todos los hombres..."
(1Tim.2,1).

Uno de los más hermosos regalos que podemos


intercambiarnos mutuamente, es el de la oración.
Cualquier tiempo es bueno para orar por las otras
personas. Orar por las naciones, por las
autoridades, por los pastores y por todos aquellos
que ocupan un lugar público.

Pide por los desamparados, por los bebés que no


han nacido, por los enfermos y por los que han
fallecido. Pide por los que no tienen a nadie, que
ruegue por ellos. Ora por los enemigos. En tus
plegarias recuerda la familia, los amigos, los
vecinos.

Pero, lo más importante es que pidas al Espíritu


Santo que te indique por quién orar. El lo hará. Los
nombres de esas personas necesitadas vivirán en
tu mente durante el día, porque cuando el Señor ve
tu disponibilidad conservará en ti la determinación
que hay de interceder por ellas.

44
Pídele a él que las ayude, que las perdone, que las
proteja con su amor y que derrame sobre ellas
poder.

Puedes preguntarle: "Señor, ¿qué necesita esa


persona? Y tu mente ciertamente recordará sus
penurias. Cuando te des cuenta de ellas, puedes
pedir con toda sencillez: “Padre, Abba, te ruego
remediar esas necesidades".
Ora sencillamente diciendo de Corazón: "Padre, te
ruego que el deseo de tu corazón se cumpla en
la vida de esa persona". Es el espíritu que te ha
decidido a pedir para asegurarte que él actuará
frente a una necesidad.

Decídete a rezar porque las oraciones de los


demás también sean atendidas favorablemente.
La oración perseverante del justo es
poderosa (Sant.5,16).

(Padrenuestro, etc.)
(Is.65.24; Sal.106.23; Ef.1,16; 1Cor.21,17;
Sal.91,15; Is.58,9; Dan.9,4-23; 1Sam.1,27;
1Rey.8,1; 1Rey.18,37; 2Rey.19,19; Is.59,16).

11. PETICIONES:

45
"Vayamos, pues, confiadamente al trono de la
gracia a fin de obtener misericordia y alcanzar
lo gracia de un auxilio oportuno"
(Hebreos 4,16).

Este es el tiempo de que pidas al Señor que


satisfaga tus necesidades. Acostúmbrate a pedirlo
todo durante el día: lugares de estacionamiento y
paseo, luces verdes, lo que solicita el patrón, etc.

Todo esto construye un intercambio libre y


confortable con el Señor que te hace más fácil y
confiado el pedir cuando hay necesidades reales.

¿Te dominan temores que necesitan ser alejados?,


¿Tienes problemas de peso y de salud?, ¿Posees
dificultades con una persona difícil?, ¿Por qué no
invocas al Señor que te solucione las
complicaciones a corto o a largo plazo?

Sé claro. Ayuda mucho anotar las intercesiones y


las peticiones, como también las metas que
quieres alcanzar a fin de que cuando sean
favorablemente escuchadas, nuestra fe aumente.

"Pidan y se les dará; busquen y encontrarán;


llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide,
recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se
le abrirá" (Mateo 7,7-8).

(Padrenuestro, etc.)

46
(Mt.21,22; Jn.15,17; Lc.11,9; Jn.14,13; 1Jn.5,14-
15; Sal.34,6; Lam.2,19; Sal.61,2; Sal.130,1-2;
Sal.120,1; Sal.119,169; Sal.119,147; Sal.91,15;
Mc.9,23; Sal.62,8).

12. ACCIÓN DE GRACIAS:

"... Aferrémonos a la gracia que nos fue


concedida, y tributemos a Dios un culto que le
sea agradable"
(Hebreos 12,28).

Durante los últimos cinco minutos de tu "Hora


Milagrosa", dirígete al Señor y adóralo por medio
de tu gratitud. Utiliza la siguiente oración como
punto de partida y empieza a darle gracias en
forma espontánea.

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS

"Y darán gracias al Padre, que nos ha hecho


dignos de participar de la herencia luminosa
de los santos"
(Colosenses l.12).

Gracias te doy. Padre del cielo, por la admirable


gracia que he recibido en esta "Hora Maravillosa".
Gracias por llamarme a la oración y darme hambre
y sed de ti.
Gracias por la alegría del arrepentimiento y del
perdón.
Gracias por enviar tu Espíritu Santo a enseñarme,
guiarme y aconsejarme.
47
Gracias por llenarme hoy de Espíritu Santo que ha
derramado en mí sus dones.
Gracias por enviarme las personas que necesitan
de tu ayuda.
Gracias por los frutos de tu Espíritu que están
trabajando en mí: el amor, la alegría, la paz, la
paciencia, la amabilidad, la ternura y el dominio de
mí mismo.
Gracias por darme la valentía de pedirte por mis
necesidades y por ayudarme a conocer los deseos
de mi corazón.
Gracias por el don tan hermoso de poderte alabar.
Gracias por romper en mí el dominio que han
ejercido en el pasado los malos habitos y llevarme
a una profunda conversión.
Gracias por poder escucharte, creer y acercarme a
ti.
Gracias por todas las formas con que me has
ayudado y has intervenido para ayudarme.
Gracias por darme un proyecto de vida, por
ayudarme a formular un firme propósito y por
entregarme un premio incomparable.
Gracias por amarme incondicionalmente, por no
dejarme y por no abandonarme no obstante mi
conducta incorrecta.
Gracias por tu presencia: en los momentos duros y
en los felices y por darme en ellos la posibilidad de
estar contigo y demostrarte una fe profunda.
Gracias por tu palabra de vida que me da fortaleza
y se aposenta en mi interior.
Gracias por alejar el desaliento y caminar
decididamente hacia tu encuentro.
Gracias por levantarme cuando caigo.
48
Gracias por proporcionarme un lugar adecuado
cuando mi mente descansa en ti.
Gracias por hacer que todo trabaje para mí bien
cuando en ti confío.
Gracias por permitirme vivir seguro y protégeme de
los que acechan mi salvación.
Gracias por mandar tus ángeles a protegerme en
todos mis caminos.
Gracias por bendecirme al entrar y salir de casa.
Gracias por guiarme y otorgarme tu sabiduría.
Gracias por tu bondad infinita y tu misericordia que
me siguen a cualquier lugar.
Gracias, además, por la seguridad de creer más en
tu juicio que en el mío.
Gracias por la posibilidad de destruir en mí todos
los pensamientos negativos y únicamente pensar
en lo que sana y edifica.
Gracias por tu abundante amor que aleja todo
temor.
Gracias por luchar por mí en contra de mis
enemigos y al mismo tiempo apaciguarme con
ellos.
Gracias por el favor de elegir lo que da vida y
hacerme capaz de fijar mi corazón en ti.
Gracias, también, por darme el Espíritu de poder,
amor y mente sana.
Gracias por la posibilidad de triunfar en Cristo
Jesús y convertir los males en bendiciones. En ti
soy mayor que un conquistador y me entregas la
habilidad de pensar como tú piensas y transitar tus
caminos.
Gracias por abrirme las puertas del cielo y
derramar tus bendiciones sobre mi ser.
49
Gracias por solucionar todas mis necesidades con
tus riquezas divinas.
Gracias por tus beneficios y los que recibo de mis
hermanos.
Gracias por liberarme de las enfermedades de mi
cuerpo, mi mente y mi espíritu y entregarme lo
mejor cuando sobreviven los problemas.
Gracias por tu espíritu de sabiduría y por revelarme
la gran esperanza, a la cual he sido llamado.
Gracias por inundar mi corazón y mi mente con la
luz celestial.
Gracias por manifestarme tu poder ilimitado y sin
medidas que has puesto a mi servicio.
Gracias por el poder que me diste de caminar en el
perdón, en la fe y en el amor.
Gracias por el extraordinario crecimiento en la fe.
Gracias por la posibilidad de abrir mis manos para
la generosidad y mis ojos para ver las necesidades
de mis hermanos y hermanas.

Señor, haz que abra mis oídos a su llanto y mi


corazón para amar los enfermos. Abre mis labios
para hablar de tu amor y extender mis brazos para
recibir a los demás en tu santo amor.

Te doy gracias especialmente por:

Gracias por todas las cosas hermosas de la vida:


por mis antepasados, mis familiares, mis amigos,
mis maestros, por los profesionales que me
enseñaron a trabajar, por el clero y por tu Iglesia.

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Gracias por todos los que me han indicado cómo
caminar hacia ti. Bendícelos, Señor.
Gracias por la fe, la libertad, la salud y el trabajo.
Gracias por la ciencia y el arte, por la medicina, por
las bicicletas y los satélites, por todos los avances
materiales que mejoran la calidad de vida.
Gracias por el inigualable don de la existencia. Me
refiero a la mía. Yo la valoro como un regalo
inapreciable que viene de ti.
Te doy gracias por el regalo apreciado de todos: tu
Hijo Jesús. Sí, gracias a Dios por su don
inefable (2Corintios 9,15).

(Padrenuestro, etc.)
(Sal.100,4; 2Cor.3,18; Lc.8,39; Hech.13.47;
Dn.12,3; Sal.126,3; Jn.1,16; 2Cor.9,8; 2Ped.1,2;
2Ped.3,18; Flm.7; Sal.91,11; Sal.90,17; Sal.29,11;
Deut.23,5; Sal.107,22; 1Tes.5,18).

"Tus caminos son Santos, Señor. ¿Hay otro


dios grande como nuestro Dios?"
(Sal.77,14).

¡Amén!.

Señor, por favor, dame Tu bendición. Deja que


Tu luz brille en mí.

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Acerca de la autora

LINDA SCHUBERT nació con el nombre de Linda


Jane Vander Ploeg en Noviembre7, 1937 en Los
Ángeles, California. Ella paso sus años tempranos
con su familia en una finca de 2400 acres en el tope
de una montaña perteneciente a su abuela; en la
costa Norte de California, donde su abuelo
holandés era dueño de la compañía “Bear Trap
Lumber Company”.

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Sin ninguna formación cristiana, las primeras
experiencias de Linda en Jesús, fueron
sentimientos movidos en su corazón a la edad de
cinco años cuando ella se subía en una soga vieja
atada a un roble antiguo y cantaba la canción
“Jesús me ama”. Ella volvió a encontrar ese amor
en diferentes momentos de prueba después que su
familia perdió el rancho y se mudó de pueblo en
pueblo a través de California a donde su padre
busco trabajo como contratista de construcción.

Ella aprendió a edad temprana a escudarse de los


dolores de la vida; poniendo paredes de protección
alrededor de su corazón. Al ella mirar hacia atrás
los errores a través de los años; reflexionó: “A
pesar de que mis fracasos han sido “de leyenda”,
el amor de Dios fue todavía mas legendario. No
importa lo mucho que hui de Él, Él nunca me soltó.”
Aunque ella se convirtió a la Iglesia Católica en
1965, ella no tuvo una conversación a la persona
de Jesucristo hasta la muerte de su hijastro,
Randy, en 1977, cuando ella cayo de rodillas y rezo
la oración de entrega con Pat Robertson en el
programa Club 700 de la televisión. En ese
momento ella supo en el fondo de su alma, “Jesús
me ama a Mi”. Un amor nuevo por la comunidad
cristiana y la Iglesia Católica empezó a florecer.

Ella supo que nunca tendría que batallar sola en su


vida personal. El Señor le dio una Escritura que iba
a ser su verso especial: “Que los cielos y la tierra

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escuchen y recuerden lo que acabo de decir; te
puse delante la vida o la muerte, la bendición o la
maldición. Escoge, pues, la vida…” (Deuteronomio
30:19). Ella vino a conocer al

Espíritu Santo como su confortador, consejero, y


su mejor amigo; y El único que la traería a la vida
abundante para la que ella fue escogida. Ella
descubrió que con El, ella no tenia que esconderse
o crear paredes.

Hoy en dia, Linda es la líder aica de la


Renovacion Carismatica en San Jose,
California, esta envuelta en escribir, enseñar,
talleres y ministerio de oración. Su librito de
testimonio personal, Tu me enseñaste la cara de
Mi Padre, ha tocado la vida de muchas
personas. Desde 1985, ella ha asistido al padre
Robert DeGrandis, S.S.J. escribiendo.

Renovado por el Espíritu Santo, Volviendo a la


Vida, Descanso en el corazón herido, Orando
para Milagros, El Don de los Milagros, Ven,
Sígueme, Cambiado para siempre (incluye su
testimonio personal) y la edición expandida de
Curación a través de la Misa. Otros libros más
por el Padre De Grandis están en proceso. Linda
ha tenido Ministerio en las Filipinas, Irlanda,
Irlanda del Norte, Canadá, y varias partes de los
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Estados Unidos. Ella es conocida como la
creadora de el “Cupón libre del abrazo”
moderadamente famoso, que ha sido traducido
en 18 idiomas.

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