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CURSO DE AUTOAPRENDIZAJE:

“GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES EN SALUD”


MÓDULO 2:
GESTIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES
EN EL SECTOR SALUD

1. Introducción
La población del país está expuesta a diferentes tipos de fenómenos naturales como
sismos, tsunamis, inundaciones, sequías, deslizamientos de tierra e incluso la actividad
volcánica; así como eventos tecnológicos y sanitarios como epidemias.

El impacto de cualquiera de estos eventos afecta la salud de las personas generando


muerte, enfermedad y discapacidad; así como el colapso físico y funcional de los servicios
de salud, cuya interrupción ha limitado el acceso de la población a la salud en los
momentos en los cuales más lo necesitaban.

El Sector Salud es uno de los servicios estratégico y crítico para la respuesta ante cualquier
emergencia, debido a lo cual exige que cuente con los recursos necesarios para la
implementación de los procesos de la gestión del riesgo iniciando con el análisis de los
riesgos que deriven en las acciones necesarias para prevenirlos, reducirlos y enfrentarlos.
Además, es importante contar con la capacidad de preparación para una respuesta
oportuna y efectiva, así como para asegurar un adecuado proceso de recuperación pos
impacto de un evento adverso.

2. Objetivos de aprendizaje
Al finalizar el presente módulo, Usted estará en capacidad de:

 Conocer los conceptos claves de la gestión del riesgo de desastres en el sector Salud y
sus elementos básicos de funcionamiento logrando un claro entendimiento de los
mismos.
 Reconocer la importancia de los efectos de las emergencias y desastres en el sector
salud.
 Identificar las organizaciones internacionales y nacionales que trabajan en las acciones
de la gestión del riesgo de desastres en el Sector Salud.
 Tomar conocimiento de la existencia de herramientas para implementar los procesos
de la gestión del riesgo de desastres en salud.

3. Aspectos generales
La Gestión del Riesgo de Desastres en Salud (GDRDS)
La organización del sector salud para la gestión de riesgos y desastres se basa en criterios
técnicos y político-administrativos. La gestión del riesgo de desastres en Salud es el
proceso que se inicia con el análisis de amenazas / peligros y vulnerabilidades, cuya
responsabilidad recae en todas las áreas del sector salud de acuerdo a su competencia. La
reducción del riesgo enfocándose en aquellos riesgos que podrían provocar emergencias y
desastres, y la evaluación del impacto potencial, analizando la organización de la
respuesta del sector salud en función del impacto a las personas, su infraestructura o
equipamiento (Organización Panamericana de la Salud de la OPS/OMS).

La GRDS no solo involucra las intervenciones en la infraestructura sanitaria, la elaboración


de planes de respuesta o la preparación del personal, sino que implica también una firme
voluntad de trabajo por el desarrollo sostenible en cada una de las intervenciones. Por lo
tanto, debe ser considerada como un componente transversal en la planificación, la
organización y la conducción de los sistemas de salud (OPS/OMS & Organismo Andino de
Salud - Convenio Hipólito Unanue, 2013).

3.1. La Política de la Gestión del Riesgo de Desastres en Salud


Debe ser contextualizada desde el nivel central a través de la descentralización y
desconcentración institucional- asumiendo el compromiso de la gestión preventiva en
forma trasversal a la estructura, programas y proyectos en el ámbito regional y local; y
desde las municipalidades como representantes de los gobiernos locales (Romero, 2000).

La Política Nacional debe ser el documento de mayor jerarquía en la definición de la pauta


que ha de seguirse para la implementación del sistema de gestión del riesgo en el sector
salud. Este documento será complementado por un plan de acción que establezca los
objetivos, estrategias y resultados esperados del desarrollo de los procesos de la GRD en
un plazo de tiempo coherente con el sistema de planificación sectorial. Posteriormente, se
deberán elaborar los planes operativos, conforme a lo indicado en las normas del
SINAGERD, así como los protocolos y procedimientos específicos (Bambarén & Alcantara,
2014)
Fuente: Bambarén & Alcántara (2014)

Temas claves de la Gestión del Riesgo de Desastres en el Sector Salud

Mensajes Clave:
La resiliencia del sistema de salud y la capacidad de la gestión del riesgo para emergencias
son críticas en el manejo efectivo de desastres fortaleciendo las metas de sostenibilidad
(Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres – UNISDR,
2015).
 El monitoreo y reporte en los aspectos de salud humana de los desastres – como
parte de las medidas para mejorar la evaluación del riesgo, prevención,
preparación, respuesta y medidas de recuperación – es importante para fortalecer
la gestión del riesgo de desastres- Esto ayudará a reducir el impacto en salud,
particularmente la pérdida de vidas humanas (UNISDR, 2015).
 Construir un Sistema de Salud resiliente con capacidad para manejar gestión del
riesgo de emergencias, particularmente en el nivel comunitario, es crítico para
efectivizar la gestión del riesgo, lo que también fortalecerá objetivos de
sostenibilidad más amplios.
 Indicadores de un sistema de salud resiliente a desastres naturales incluye
proporcionar facilidades de salud, implementadas y nuevas, para resistir a las
amenazas, que incluya el acceso a suministros confiables de agua y energía limpia,
diariamente y en emergencias (UNISDR, 2015).

3.2. Indicadores centrales en salud para la gestión del riesgo


Las infraestructuras y servicios de salud resilientes pueden incrementar la efectividad del
riesgo de desastres mientras de manera simultánea, apoyen los objetivos generales de
sostenibilidad. (por ejemplo: soluciones de energía renovable bajas en carbón son
utilizados para mantener la capacidad operacional de las facilidades en salud durante
emergencias) (UNISDR, 2015).

Es importante la identificación de “indicadores” pertinentes en salud para la gestión del


riesgo de desastres en el contexto del desarrollo sostenible, lo que puede ser de ayuda
para brindar un enfoque sólido a los desastres en general. Nótese aquí algunos ejemplos
de indicadores principales en la consulta de expertos de la OMS (UNISDR, 2015):

Impacto del daño en la salud y bienestar humano (UNISDR, 2015):


 Número y tasa de muertes relacionadas a desastres, lesiones, enfermedades,
desnutrición, y discapacidades reportadas anualmente a nivel nacional.

Reportes sobre data del impacto en salud por desastres a nivel nacional (UNISDR, 2015):
 Proporción de departamentos o regiones países que reportan eventos de desastres
anualmente en términos de muertes, lesiones, enfermedades, desaparecidos y
discapacitados

Evaluación de riesgos relacionados a emergencias y desastres (UNISDR, 2015):


 Proporción de departamentos o regiones que realizan evaluaciones multi-
sectoriales anuales que consideren amenazas tecnológicas, biológicas, y sociales
así como amenazas de salud y de vulnerabilidad humana;

Planificación del desarrollo para reducir el impacto en salud de los desastres (UNISDR,
2015):
 Proporción de planes de desarrollo económico, uso de territorio, construcciones e
infraestructuras que incorporen evaluaciones del riesgo de salud relacionado a
emergencias y desastres en sus planes y estrategias.
 Proporción de edificaciones residenciales y comerciales construidas en áreas
propensas a desastres que cumplan con los códigos de construcción diseñados
para reducir la pérdida de vidas. (por ejemplo: para terremotos, inundaciones)

Servicios de salud más seguros, preparados y resilientes (UNISDR, 2015):


 Proporción de facilidades de salud existentes en áreas propensas al riesgo que
hayan sido asesoradas con fortalecimiento en términos de seguridad, protección, y
preparación así como acceso a suministros confiables de agua y energía limpia,
diariamente y en emergencias.
 Proporción de nuevas facilidades en salud construidas en cumplimiento con los
códigos y estándares de construcción para resistir a las amenazas, que incluya el
acceso a suministros confiables de agua y energía limpia, diariamente y en
emergencias.
3.3. Otros Indicadores de importancia (UNISDR, 2015)
Programas de gestión de Riesgo de Desastres en Salud
 Número de países con programa nacional para toda amenaza que incluya un
cuerpo de manejo multidisciplinario de gestión del riesgo de desastres en salud,
con un presupuesto regular y énfasis en poblaciones vulnerables.

Servicios de Salud para desastres (indicador de cobertura de salud)


 Promedio de población por unidad de salud (facilidades de atención en salud
primaria que ofrecen servicios generales) por cada unidad administrativa o país.
(parámetro para indicador es <10 000 personas por unidad)

Regulaciones internacionales de Salud


 Proporción de países que cumplen con las Regulaciones Internacionales de Salud.

Resiliencia en las comunidades


 Miembros de la población están conectados uno con el otro y trabajan juntos en
orden de lograr:
o la función y sostenibilidad de sistemas críticos, incluso bajo stress;
o adaptarse a los cambios físicos, sociales o económicos en el ambiente.
o ser autosuficiente si los recursos externos son limitados, reducidos o
extintos; y aprender dela experiencia a mejorar en el tiempo.

4. Contexto Internacional
A pesar del sólido desempeño económico en América Latina y el Caribe, el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) señala que los países de América Latina y el Caribe
continúan enfrentando potenciales costos económicos y sociales paralizantes causados
por los desastres naturales y destaca la necesidad de hacer más actividades a fin de
reducir los riesgos y prepararse para responder a posibles catástrofes (OPS/OMS, 2013).

Los terremotos, las inundaciones y las tormentas causaron pérdidas económicas por un
valor de US$ 34 mil millones en el período 2000-2009 en la Región. Sólo en el 2010, las
pérdidas totales provocadas por los desastres excedieron los US$ 49 mil millones,
incluidos US$ 7,8 mil millones debidos al terremoto de Haití —20% más del PIB del país en
2009— y US$ 30 mil millones como consecuencia del terremoto en Chile. En 2012, se
alcanzó un nuevo récord con las pérdidas económicas anuales en la Región
moderadamente calculadas en US$138 mil millones, de los cuales se calcula que unos US$
50 mil millones correspondieron a las pérdidas provocadas por la tormenta Sandy
(OPS/OMS, 2013).
De manera más general, la nueva edición del BID de los Indicadores de Riesgo de Desastre
y de Gestión de Riesgos señala pérdidas económicas potencialmente considerables para
17 países de América Latina y el Caribe en caso de un desastre natural, teniendo en cuenta
la capacidad de los gobiernos de prever y controlar los riesgos (OPS/OMS, 2013).

El continente americano es una región de marcados contrastes, en donde las estadísticas y


los promedios disfrazan graves discrepancias. No obstante, la combinación de necesidades
apremiantes, la pericia local disponible y la estabilidad y la gobernabilidad generales
hacen a la Región de América Latina y el Caribe un terreno ideal para el desarrollo y la
aplicación eficaz de enfoques innovadores, un lugar donde las iniciativas cuidadosamente
elaboradas pueden propiciar el cambio y el progreso en este continente y en el resto del
mundo (OPS/OMS, 2013).

La Iniciativa Hospitales Seguros, por ejemplo, se formuló por primera vez en las Américas y
ahora se está poniendo en práctica en muchos países de África, Europa, el Pacífico
Occidental y Asia Sudoriental, mientras que el Índice de Seguridad Hospitalaria (ISH) se ha
aplicado en todo el mundo para evaluar la seguridad de los hospitales existentes y
priorizar intervenciones para mejorarla (OPS/OMS, 2013).

Además, en el 2012, los representantes de la OMS de todo el mundo se reunieron en


Turquía para revisar los instrumentos de evaluación de la seguridad hospitalaria usados en
los diferentes continentes y estados y acordaron tomar ese índice como base para
establecer un instrumento mundial que pueda adaptarse a diferentes realidades. Algunas
regiones del mundo adoptaron el índice tal como está, mientras que otros lo adaptaron a
su propio contexto (OPS/OMS, 2013).

4.1. Perfil cambiante de los riesgos y la vulnerabilidad en la


Región de las Américas
Amenazas de pandemias y epidemias en la Región:

La gripe pandémica por A(H1N1) de 2009, que por primera vez se notificó a finales de abril
de ese año, tuvo repercusiones significativas en toda la Región; los 357Américas
notificaron casos confirmados. Esta pandemia creó una crisis sin precedentes y requirió la
respuesta a la emergencia por parte de todos los Estados Miembros, la OPS y la
comunidad internacional en general. Gracias a la planificación de la respuesta a
pandemias y desastres y a los simulacros que la OPS preparó y llevó a cabo en 2008 con
los principales donantes de la Organización, el sector de la salud estaba mejor preparado
para enfrentar esta amenaza (OPS/OMS, 2013).

Una vez que la fase de emergencia hubo concluido, se evaluó la respuesta regional e
institucional por medio de una reunión internacional técnica, una reunión interna sobre
las lecciones aprendidas y la realización de una evaluación externa. Se demostró que, para
garantizar una respuesta eficaz, era necesario mantener una estrecha comunicación entre
todas las partes interesadas (OPS/OMS, 2013).

Además, se ha notado un cambio significativo en la forma en que la población percibe las


epidemias potenciales, lo que reforma las necesidades de mejorar la capacidad de los
países de responder a toda crisis de salud pública.

Amenazas tecnológicas:

El sector de la salud en América Latina y el Caribe todavía no está preparado para afrontar
desastres químicos, radiológicos o tecnológicos de gran escala. Por lo que los desastres
tecnológicos constituyen un importante riesgo para los países en los que se ha alcanzado
cierto nivel de desarrollo industrial pero poco se ha hecho en cuanto a la reglamentación
o prevención (OPS/OMS, 2013).

Cambio climático:

Los fenómenos climáticos extremos también pueden perturbar los sistemas de salud, por
ejemplo, al causar daños en la infraestructura sanitaria o en los caminos. La huella de
carbono en el sector de la salud es también muy grande; sin embargo, los criterios
ecologistas no siempre son compatibles con los requisitos de seguridad. Es de
fundamental importancia conseguir que la infraestructura sanitaria sea segura en casos de
desastre y que, al mismo tiempo, genere una huella ambiental reducida (OPS/OMS, 2013).

4.2. La Respuesta del sector de la salud a los desastres


El objetivo primario de un sistema nacional de gestión de desastres es asegurar que todos
los sectores y componentes de una sociedad tengan resiliencia frente a los desastres. Esto
requiere que los países garanticen la operación continua de los servicios esenciales y la
infraestructura fundamental que salvan vidas y aseguran el bienestar de la población en
situaciones de emergencia y desastre (OPS/OMS, 2013).

El sector de la salud es la principal entidad responsable de la protección de la vida y la


salud de las personas. Sus actividades están diseñadas para prevenir y controlar las
enfermedades y brindar atención a los enfermos, de acuerdo a evidencia con base en
prácticas. Las funciones esenciales de salud pública son el conjunto de acciones definidas
por los Ministros de Salud de las Américas que se deben realizar para garantizar y mejorar
la salud de las poblaciones (OPS/OMS, 2013).

Una de estas funciones se orienta a la “reducción de las repercusiones de las emergencias


y los desastres sobre la salud”. Por consiguiente, el sector de la salud, junto con otros
sectores, debe tener una política de reducción de los riesgos de desastre, con objetivos y
estrategias establecidos para garantizar el cumplimiento de esta función esencial de salud
pública.

A pesar de los esfuerzos para proporcionar capacitación en la gestión de desastres a los


recursos humanos de la Región en los últimos años, siguen siendo insuficientes los
recursos humanos e institucionales para responder a esos eventos, incluidas amenazas
emergentes como los incidentes químicos o radionucleares, en un nivel que satisfaga las
expectativas nacionales e internacionales (OPS/OMS, 2013).

Si bien algunos países han avanzado en la elaboración de programas independientes y


operativos para hacer frente a desastres que afectan la salud, mantener esos programas,
con un liderazgo creíble y la capacidad para coordinar a nivel nacional, es un reto
continuo. Esta dificultad es agravada por la elevada tasa de renovación y la migración del
personal sanitario capacitado en muchos países de América Latina y el Caribe y la limitada
capacidad presupuestaria de algunos gobiernos. Se deben fortalecer los programas
existentes y establecer otros nuevos en los países que se han rezagado (OPS/OMS, 2013).

5. Organizaciones en las Américas

5.1. La Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS)


La Organización Panamericana de la Salud (OPS), Oficina Regional para las Américas de la
Organización Mundial de la Salud, estableció en 1976 el Programa de Preparativos para
Situaciones de Emergencia y Socorro en Casos de Desastre (PED) a petición de los Estados
Miembros y con el fin de definir la política de la Organización sobre desastres, formular un
plan de acción para diversos tipos de desastres y apoyar a los países en el fortalecimiento
de su capacidad para prepararse y responder ante los desastres naturales mediante el
empleo eficaz de los recursos existentes. Resoluciones posteriores ampliaron el mandato
del Programa para incluir el apoyo a la coordinación de la asistencia internacional y a la
reducción del riesgo de desastres en el sector de la salud (OPS, 2016).

Los objetivos de PED son (OPS, 2016):

- Preparar a los países para enfrentar los desastres.


- Reducir el riesgo para disminuir el impacto de los desastres en la salud.
- Coordinar la respuesta internacional en salud y movilizar la respuesta de la OPS.

5.2. El Centro de Operaciones de Emergencias de la OPS/OMS


El Centro de Operaciones de Emergencia, inaugurado por la OPS en junio de 2012, procura
mejorar la prestación de cooperación durante las operaciones de respuesta. Parte de su
mandato es brindar capacitación en la gestión de desastres a los funcionarios de alto nivel
de la OPS, realizar ejercicios de simulación y tener una mayor interacción con otras
regiones de la OMS (OPS, 2016).

Misión del COE:

Coordinar y conducir las operaciones del sector salud ante eventos adversos, logrando una
oportuna ejecución del plan de emergencia mediante un proceso de análisis de situación,
de las acciones realizadas de las necesidades y alternativas de solución para tomar
decisiones (OPS, 2016).

Beneficios de un COE (OPS, 2016):


 Proporcionar unidad de mando y control
 Es una instancia de gestión y coordinación
 Permite una organización simplificada
 Establece claramente las líneas de autoridad
 Se usa como instrumento de entrenamiento gerencial

El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) de la sede de OPS coordina las actividades


que la Organización realiza para dar respuesta a una situación de emergencia. Se trate de
una epidemia, de un huracán o terremoto, el COE (OPS, 2016):

 Identifica y despliega expertos en salud pública,


 Analiza la información y genera informes actualizados,
 Gestiona la logística, asegurando que los medicamentos y los suministros llegan
cuando y donde sea necesario.

El COE también convoca al ¨task force¨ o grupo de trabajo de emergencias y desastres de


la OPS, un mecanismo de coordinación que reúne a personal de la sede, garantizando que
la comunicación fluye y que los estados miembros de la OPS/OMS se benefician de una
respuesta eficaz y oportuna (OPS, 2016).

En situaciones normales, el COE monitorea las posibles amenazas, la ocurrencia de


emergencias y produce informes periódicos.
El COE
integra los
niveles
políticos y
técnicos de
las
instituciones
del sector
salud con el

Fuente: Organización Panamericana de la Salud (2016)

Revisar el documento: El COE Salud y la sala de situación de desastres


http://preparativosyrespuesta.cridlac.org/component/content/article/156

5.3. El Centro de Conocimiento de Salud Pública y Desastres


En los últimos años ha aumentado la disponibilidad de fuentes y recursos de información,
se han multiplicado las páginas web, las bases de datos y la generación de información
tanto a nivel nacional como internacional (OPS, 2016).

El ámbito de la salud y de los desastres no ha sido ajeno a esta situación y ha


experimentado un crecimiento exponencial en cuanto a la producción de información. En
este contexto, se hace necesario disponer de la información más relevante y actualizada a
través de un acceso mucho más eficiente.

Para lograr este objetivo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), a través


del Área de Preparativos para Situaciones de Emergencia y Socorro en Casos de Desastre,
crea el Centro de Conocimiento en Salud Pública y Desastres.

El nuevo Centro de Conocimiento en Salud Pública y Desastres brinda un espacio


centralizado sobre todos los aspectos de la gestión de desastres en el campo de la salud.

Es un primer paso importante hacia la integración de contribuciones de una gama más


amplia de expertos conocidos y anteriormente desconocidos (OPS, 2016).
Este centro en línea presenta un recorrido por los temas más importantes sobre salud
pública y desastres, así como acceso a las principales guías técnicas sobre el tema.

5.4. El Centro Regional de Información sobre Desastres para


América Latina y El Caribe (CRID)
El Centro Regional de Información sobre Desastres (CRID) es una iniciativa patrocinada por
seis organizaciones que decidieron mancomunar esfuerzos para asegurar la recopilación y
diseminación de información disponible sobre el tema de desastres en América Latina y el
Caribe.

Estas organizaciones son (CRID, 2016):


 Organización Panamericana de la Salud – Oficina Regional de la Organización
Mundial de la Salud (OPS/OMS).
 Naciones Unidas, secretaría de la Estrategia Internacional para la Reducción de
Desastres. (ONU/EIRD).
 Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias de Costa
Rica (CNE).
 Federación Internacional de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y Media Luna
Roja (FICR).
 Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América
Central (CEPREDENAC).
 Oficina Regional de Emergencias de Médicos sin Fronteras (MSF).

La misión principal del CRID es la de promover una cultura de reducción del riesgo de
desastres (RRD) en los países de América Latina y el Caribe, mediante el análisis,
sistematización y difusión de información sobre gestión del riesgo, la promoción y
fortalecimiento de centros de información, el esfuerzo cooperativo con actores clave y
la respuesta oportuna y eficiente a los requerimientos de nuestros usuarios y de los
actores que trabajan en el ámbito de la RRD.

Revisar el documento: ¿Qué es el CRID?


http://www.cridlac.org/esp_que_es_el_crid.shtml

6. Planes para la gestión del riesgo de desastres en salud

6.1. Plan Estratégico 2013-2018 “Reducción del riesgo y


respuesta a desastres”
Este documento estratégico es un producto de una extensa consulta con los Estados
Miembros y otras partes, incluidos, pero no limitados a los programas de respuesta a los
desastres de los ministerios de salud, los sistemas nacionales de protección civil, los
programas y agencias de las Naciones Unidas, instituciones financieras internacionales,
ONG internacionales, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja,
los coordinadores para la gestión de desastres y otro personal superior de la OPS/OMS,
expertos internacionales independientes especializados en la gestión de desastres, los
donantes tradicionales y emergentes y otras instituciones regionales y subregionales
(OPS/OMS, 2013).

Los objetivos estratégicos y los resultados previstos (RP) de este plan estratégico son
(OPS/OMS, 2013):

 Una mayor capacidad de los Estados Miembros de dar una respuesta oportuna y
apropiada a los desastres, las emergencias complejas y otras crisis.

RP 1: Un sector de la salud preparado para responder a las emergencias y los desastres.


RP 2: La ejecución eficaz de las operaciones de respuesta.
RP 3: La recuperación inmediata y evaluaciones de las necesidades de rehabilitación de los
sistemas nacionales de salud afectados por los desastres.

 Una mayor capacidad de los sistemas nacionales de salud en los preparativos para
situaciones de emergencia y la reducción de riesgos de desastre.

RP 1: Los programas nacionales del sector de la salud para la gestión de desastres


funcionan según los criterios establecidos.
RP 2: Servicios de salud resilientes y en funcionamiento después de un desastre.

 Mayor eficacia de la OPS y el Grupo Sectorial de Salud al responder a desastres.

RP 1: Mayor capacidad de la OPS de apoyar a los Estados Miembros en las situaciones de


desastre.
RP 2: Mayor capacidad del Grupo Sectorial de Salud de responder a los desastres.

Este plan estratégico incorpora las prioridades transversales de la OPS. Se integran en


todas las actividades aspectos importantes de: 1) el género, 2) los grupos étnicos, 3) los
derechos humanos, 4) la atención primaria de salud, 5) la promoción de la salud y 6) la
protección social en el campo de la salud (OPS/OMS, 2013).

6.2. Plan Andino de Gestión del Riesgo De Desastres en el sector


Salud 2013 – 2017
El Plan Estratégico del Organismo Andino 2013-2017 contempla siete objetivos
estratégicos que son (OPS/OMS & Organismo Andino de Salud. Convenio Hipólito Unanue,
2013):
1. Contribuir a la Integración Andina y Americana en Salud.
2. Fortalecer la Red Andina de Vigilancia Epidemiológica y Respuesta con énfasis en
los ámbitos de frontera y articularla con las existentes en la región suramericana.
3. Promover y Garantizar el Acceso Universal a Medicamentos.
4. Convertir los determinantes sociales en el eje de las políticas públicas y programas
de salud en la subregión Andina.
5. Establecer Políticas para el Desarrollo y Gestión Integral de Recursos Humanos en
Salud.
6. Promover Sistemas que garanticen el Acceso Universal a la Salud.
7. Fortalecer el sistema de gestión por resultados del ORAS CONHU.

En el objetivo estratégico 2, se incluyó como resultado esperado la actualización y


aplicación del Plan Andino para la Gestión de Desastres en el Sector Salud 2013 – 2017.

El Plan Andino para la Gestión de Riesgos de Desastres en el Sector Salud 2013- 2017 trazó
como visión que “al 2017 la Región Andina se caracterice por ser solidaria, organizada y
fortalecida en la gestión del riesgo de desastres” (OPS/OMS & Organismo Andino de
Salud. Convenio Hipólito Unanue, 2013).

Además, definió como misión fortalecer la gestión del riesgo en desastres en el sector
salud para mejorar la capacidad de estimación, prevención, reducción de riesgos,
preparación, respuesta, rehabilitación y reconstrucción, mediante un trabajo conjunto y/o
articulado entre los Ministerios de Salud de la Región, apoyada en el desarrollo del talento
humano, la investigación y la cooperación mutua.

El Plan Andino para la Gestión de Desastres se aprobó en la XXXIII Reunión de Ministros de


Salud del Área Andina (la instancia más alta del ORAS-CONHU), realizada en Bogotá el 23
de noviembre de 2012. Este Plan tiene los siguientes ejes y objetivos estratégicos
(OPS/OMS & Organismo Andino de Salud. Convenio Hipólito Unanue, 2013).

Eje estratégico 1: Posicionamiento político de la Gestión del Riesgo de Desastres en el


sector salud del Área Andina, en, y entre los países.
 Objetivo 1: Lograr que la gestión del Riesgo de Desastres en salud sea una
prioridad en la agenda política nacional y Regional.
Eje estratégico 2: Prevención y Reducción del riesgo de desastres en el sector salud a nivel
de los países de la Región Andina.
 Objetivo 2: Contribuir a la reducción del riesgo de desastres en el sector Salud a
través del fortalecimiento de las capacidades institucionales.

Eje estratégico 3: Facilitar los mecanismos de cooperación entre los países en Gestión del
Riesgo de Desastres en el Sector salud.
 Objetivo 3: Fortalecer los mecanismos de articulación entre los Sistemas de
Preparación, Atención y Asistencia Mutua en el sector salud de la subregión andina
en caso de desastres.

Eje estratégico 4: Generación y fortalecimiento de capacidades y competencias del


talento humano en el ámbito de Gestión del Riesgo de Desastres en el Sector Salud.
 Objetivo 4: Fortalecer la formación académica, el conocimiento e investigación en
Gestión del Riesgo de Desastres.

Eje estratégico 5: Inclusión del cambio climático en la Gestión del riesgo de desastres en el
sector salud.
 Objetivo 5: Promover la Incorporación de cambio climático en las políticas y los
programas nacionales para reducir los efectos e impacto de los desastres.

Revisar el documento: Plan Andino para la gestión del riesgo de desastres en el Sector
Salud 2013-2017.
http://www.cridlac.org/digitalizacion/pdf/spa/doc19451/doc19451-contenido.pdf

7. Contexto Nacional
En los últimos años, el incremento en la recurrencia y severidad de los desastres asociados
a fenómenos de origen natural o inducidos por la acción humana, es una preocupación
nacional, dada la evidente necesidad de lograr sistemas preparativos y de respuesta que
logren una adecuada Gestión del Riesgo de Desastres (Presidencia del Consejo de
Ministros – PCM, 2014).

En respuesta a esta necesidad, nuestro país viene impulsando la formulación y adopción


de políticas públicas para la Gestión del Riesgo de Desastres, consecuencia de lo cual se
aprobó la Ley 29664, Ley de creación del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de
Desastres – SINAGERD, la Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, así como
se viene desarrollando y aprobando lineamientos y demás normas complementarias para
el cumplimiento de los mismos (PCM, 2014).

La nueva normatividad que está en proceso de implementación requiere de adaptación


organizativa y de la elaboración y aprobación de nuevos instrumentos normativos en el
sector salud para integrar los procesos de Estimación, Prevención, Reducción del Riesgo
de Desastres, Preparación, Respuesta, Rehabilitación y Reconstrucción (PCM, 2014).

7.1. Impacto de emergencias y desastres en el sector salud


En los últimos 20 años, la salud de la población del país y los servicios de salud han sido
afectados por diferentes tipos de eventos naturales y producidos por el hombre. Entre los
principales eventos cabe mencionar (PCM, 2014):
Fenómeno El Niño 1997-98

Se estima que 512 personas perdieron la vida por manifestaciones directas del fenómeno
y que 8500 murieron por efectos indirectos: accidentes y enfermedades.

Se registró un marcado aumento (307%) de los casos de enfermedades diarreicas agudas


(EDA) y de otras enfermedades infecciosas intestinales, entre ellas la fiebre tifoidea.

Igualmente se incrementaron las infecciones respiratorias agudas (IRA), en más de 106%, y


el paludismo aumentó en 250%. La rabia canina y la peste bubónica también se
incrementaron.

El sector de la salud vio afectada su infraestructura sanitaria registrando 101


establecimientos dañados por un monto de US$1.130.000 millones.

Las pérdidas directas causadas por ENOS se estimaron en US$ 1.000 millones, de los
cuales 800 corresponden al Norte, como consecuencia de las lluvias excesivas, y 200
millones a la Sierra sur, por efectos de la sequía.

El impacto económico de este desastre se reflejó en la disminución significativa del


producto interno bruto (PIB) del Perú, que descendió hasta en un 12% y que, relacionado
con el incremento de la población, originó una notable caída del PIB per cápita del 14,3%.

Terremoto del Sur del Perú 2001

El MINSA reporto un total de 4418 heridos, de los cuales casi la mitad se presentaron en el
departamento de Arequipa. Las causas de las 21 muertes reportadas en Moquegua
revelan que 66% fueron traumatismo encéfalo craneano, 14% por insuficiencia
respiratoria aguda, 5% por asfixia y hemorragia interna masiva. Veinte de las 21 muertes
ocurrieron en las primeras 24 horas del sismo.

Del total de 465 establecimientos de salud en la zona del sismo, 237 precisaron de obras
de rehabilitación o reconstrucción, de los cuales 7 fueron hospitales, 80 centros de salud y
150 puestos de salud. Arequipa fue el departamento más afectado.

Incendio de Mesa Redonda 2001

El incendio ocurrido el 29 de diciembre del año 2001 en el Cercado de Lima, en el centro


de la zona comercial más populosa de la ciudad conocida como Mesa Redonda, fue el que
mayores consecuencias fatales tuvo la capital del Perú para un evento de esa naturaleza.
Cobró más de 250 víctimas entre transeúntes, comerciantes y compradores, dejando en
orfandad a cientos de peruanos.
Terremoto de Pisco 2007

El número final de fallecidos según el INDECI fue de 596, cifra similar al censo del INEI, que
registró 595 muertos en las zonas afectadas. De estos, 383 (69%) ocurrieron en la
provincia de Pisco. La provincia de Chincha tuvo 114 fallecidos y la provincia de Ica 89.

El número total de heridos registrado por el INDECI fue de 1,292, cálculo basado
principalmente en los heridos evacuados a Lima. Sin embargo, el censo del INEI registra un
total de 21,796 heridos, de los cuales 2,771 fueron catalogados como graves.

Los heridos de mayor gravedad fueron evacuados a instituciones de salud de Lima y El


Callao, incluyendo el MINSA, EsSalud, servicios de salud de las Fuerzas Armadas y
Policiales, servicios de salud municipales y clínicas privadas. Las principales causas de
evacuación médica fueron los heridos con lesiones graves por causa externa (fracturas,
politraumatismos, traumatismo encéfalo craneano y contusiones).

Una evaluación de los daños a los establecimientos de salud en todas las regiones,
publicada por el INDECI, identificó 112 establecimientos afectados, de los cuales 14 fueron
destruidos.

Video: Terremoto de Pisco, Perú. A dos años del desastre


http://www.youtube.com/watch?v=yZnKhbsuzZc

Epidemias de dengue en Iquitos - Loreto y Pucallpa – Ucayali

o Brote en Iquitos, Región Loreto 2011

Desde fines de 2010 y hasta febrero de 2011 se registró la más grande epidemia de
dengue en el país, se notificó un brote de esta enfermedad en la ciudad de Iquitos (Región
Loreto) con la presencia de una nueva variante del virus serotipo Denv 2 denominada
variante Asiática/Americana, que cobró la vida de 14 personas solo en esta ciudad.
Durante este brote se notificaron 25 897 casos de dengue (SE 49 - 2011), de los cuales se
hospitalizaron más de 2000 casos. Más del 90 % de los casos procedían de la ciudad de
Iquitos (distritos de Iquitos, San Juan, Belén y Punchana) (OPS/OMS, 2013).

o Brote en Pucallpa, Región Ucayali 2012

En la Región Ucayali, de acuerdo al boletín de la Dirección General de Epidemiología, se


reportaron hasta la semana 49 de 2012 más de 9000 casos de dengue. El brote epidémico
se inició en octubre de ese año con 58 casos. Posteriormente, al 9 de noviembre se
registró alrededor de 600 casos con siete fallecidos de edades entre 9 meses y 71 años,
cuyas muertes ocurrieron durante las tres últimas semanas. Los lugares y distritos más
afectados fueron: Pucallpa (distrito de Callería), San Fernando (distrito de Manantay) y
Puerto Callao (distrito de Yarinacocha). El serotipo circulante del virus dengue identificado
fue el DENV-1 y agravado con el DENV-2 (Americano/Asiático), asociado a formas graves y
mortales de dengue (OPS/OMS, 2013).

Revisar el documento: Respuesta a los brotes del dengue en las ciudades de Pucallpa e
Iquitos, Perú
http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/173291/1/Sistematizacion-brotes-Iquitos-
Pucallpa.pdf

Otras emergencias

Todos los años se registran en el país, diversos tipos de eventos adversos que generan
emergencias de pequeña a mediana escala en los diferentes departamentos del país
especialmente durante las temporadas de heladas / friaje y de lluvias. Estos tipos de
eventos y sus lecciones aprendidas; así como las experiencias que se obtienen de los
procesos de preparación y respuesta es importante que sean sistematizados para que
contribuyan a la generación del conocimiento y ajustes a las intervenciones que se
realicen en salud (OPS/OMS, 2013).

7.2. Antecedentes normativos


Plan Sectorial de Prevención y Atención de Emergencias y Desastres del Sector Salud
2004

Mediante Decreto Supremo Nº 001-A-2004-DE/SG, del 10 de marzo del 2004, se aprobó el


Plan Nacional de Prevención y Atención de Desastres el cual estableció que los sectores
deberían elaborar y aprobar mediante norma correspondiente sus planes sectoriales
derivados del Plan Nacional (Oficina General de Defensa Nacional – OGDN, 2004).

El Plan Sectorial estableció los lineamientos de política, objetivos estratégicos y las


actividades que el Ministerio de Salud, EsSalud, Sanidad de Fuerzas Armadas y Policiales y
Privados debían incorporar en los sus planes estratégicos y operativos institucionales con
la finalidad de asegurar el diseño y ejecución de las acciones para la gestión del riesgo y
respuesta frente a los eventos adversos que afecten la salud de la población (OGDN,
2004).

Política Sectorial:

“Optimizar la gestión del riesgo y la atención de emergencias y desastres a nivel nacional,


regional y local para reducir el impacto de los eventos adversos en la salud de la
población”.

La Política Sectorial se sustentó en la Política Nacional de Prevención y Atención de


Desastres de “Optimizar la gestión de desastres a nivel nacional, incorporar el concepto de
prevención en el proceso del desarrollo y lograr un sistema integrado, ordenado, eficiente
y descentralizado con participación de las autoridades y población en general, eliminando
o reduciendo las pérdidas de vidas, bienes materiales y ambientales, y por ende el
impacto socio-económico”; articulándola con los Lineamientos Generales propuestos por
el Ministerio de Salud para el periodo 2002 – 2012 (OGDN, 2004).

Así, la gestión del riesgo es un conjunto de acciones que, en función al conocimiento del
riesgo de emergencias y desastres, se orientan a prevenir o mitigar los daños a la salud de
las personas; en tanto que, en la atención de las emergencias y desastres se activan un
conjunto de mecanismos previamente establecidos con la finalidad de asegurar la
atención adecuada y oportuna de los daños a la salud de las personas y al ambiente que la
rodea (OGDN, 2004).

La Política Sectorial de Prevención y Atención de Emergencias y Desastres del Sector Salud


tiene como lineamientos (OGDN, 2004):

1. Desarrollo de políticas y planes y ejecución de acciones de prevención, mitigación,


preparación, respuesta, rehabilitación y reconstrucción para reducir el impacto de los
desastres sobre la salud pública.
2. Desarrollo de un enfoque integral con relación a los daños y la etiología de todas y cada
una de las emergencias y desastres posibles en el país.
3. Participación de todo el sistema de salud y la más amplia colaboración intersectorial en
la reducción del impacto de emergencias y desastres.
4. Gestión de la cooperación intersectorial e internacional en la solución de los problemas
de salud generados por emergencias y desastres.

Revisar el documento: Plan Sectorial de Prevención y Atención de Emergencias y


Desastres del Sector Salud
http://www.minsa.gob.pe/ogdn/cd1/pdf/NLS_04/plansectorialsalud.pdf

Política Nacional de Hospitales Seguros frente a los desastres

El Gobierno Peruano, consciente de las situaciones de riesgo del país, en el marco de la


Reunión de Ministros de Salud de Latinoamérica y el Caribe, y la cuadragésima quinta
reunión del Consejo Directivo de la OPS, OMS, asumió el compromiso para implementar
en su red de servicios de salud la Política Nacional de Hospitales Seguros Frente a
Desastres, posteriormente aprobada en el Comité Andino para la Prevención y Atención
de Desastres – CAPRADE; en la segunda Conferencia Mundial de Reducción de Desastres
realizada en Kobe, Hyogo, Japón de enero de 2005 y en el Marco de Acción de Hyogo 2005
– 2015 (MINSA, 2010).

Ésta política, constituye una herramienta legal que pretende permitir que el Perú cuente
con establecimientos de salud que permanezcan estables, accesibles y funcionando a su
máxima capacidad instalada y en su misma infraestructura inmediatamente después de un
fenómeno destructivo de origen natural (MINSA, 2010).

Entre los principios de la Política se destacan: garantizar la integridad de usuarios internos


y externos en los servicios de salud; conducir, coordinar y establecer compromisos con las
entidades públicas, privadas, autónomas, gremios y demás relacionadas al sector salud;
reducir el grado de vulnerabilidad de las unidades operativas de salud; y fortalecer la
capacidad de respuesta de las unidades operativas frente a los eventos adversos (MINSA,
2010).

El objetivo principal de la Política Nacional de Hospitales Seguros es el de reducir el riesgo


de desastre en los establecimientos de salud, para garantizar su funcionamiento con el
máximo de su capacidad y en su misma infraestructura, durante y después de un evento
adverso, cumpliendo de esa manera el deber del Estado de proteger la vida de la
población de manera permanente, incluso inmediatamente después de un desastre
(MINSA, 2010).

Por otro lado, sus objetivos generales y específicos son (MINSA, 2010):

Objetivos generales

• Mejorar las condiciones de todos los establecimientos de salud para que permanezcan
accesibles y funcionando a su máxima capacidad operativa inmediatamente después
de un desastre.
• Proteger la vida de los ocupantes, la inversión y la función de los nuevos
establecimientos de salud y de los existentes.
• Diseñar y ejecutar proyectos de nuevos establecimientos de salud seguros y planes de
mejora en los ya existentes, utilizando las normas e instrumentos de reducción del
riesgo de desastre a nivel de todos los gobiernos regionales y locales del país.

Objetivos específicos

1. Revisar la normativa y los instrumentos sobre seguridad en los establecimientos de


salud.
2. Incorporar los criterios de hospitales seguros frente a los desastres en los procesos de
pre inversión, ejecución de la inversión, post inversión, aseguramiento y gestión de la
calidad en salud.
3. Mejorar los niveles de seguridad frente a los desastres en los establecimientos de salud
existentes.
4. Fortalecer los preparativos ante situaciones de emergencias y desastres.
5. Desarrollar actividades de hospitales seguros frente a los desastres a otras
organizaciones de salud y a otros sectores.
Revisar el documento: Política Nacional de Hospitales Seguros frente a Desastres.
MINSA/OGDN.
http://www.minsa.gob.pe/ogdn/cd1/pdf/NLS_04/plansectorialsalud.pdf

Plan Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (PLANAGERD 2014 – 2021)

Este plan es fruto del trabajo conjunto entre la Secretaría de Gestión del Riesgo de
Desastres – SGRD de la Presidencia del Consejo de Ministros, el Centro Nacional de
Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres – CENEPRED y el Instituto
Nacional de Defensa Civil –INDECI, Ministerio de Economía y Finanzas – MEF y Centro
Nacional de Planeamiento Estratégico – CEPLAN, así como de los demás integrantes del
SINAGERD, quienes brindaron sus aportes mediante talleres participativos realizados a
nivel nacional (PCM, 2014).

Los instrumentos de planificación sectorial y territorial en materia de Gestión del Riesgo


de Desastres en los tres niveles de gobierno, están enmarcados con el PLANAGERD , cuyo
monitoreo, seguimiento y evaluación estará coordinado por la Presidencia del Consejo de
Ministros, a través de la Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres – SGRD, en su
calidad de Ente Rector del SINAGERD, contando con el apoyo técnico directo del
CENEPRED y el INDECI, así como del CEPLAN y del MEF; bajo un enfoque sistémico,
descentralizado, sinérgico y multisectorial (PCM, 2014).

Es importante mencionar que el PLANAGERD 2014 – 2021 tiene las siguientes


orientaciones (PCM, 2014):
 Implementar la Política Nacional de GRD, mediante la articulación y ejecución de
los procesos de la GRD.
 Establecer las líneas, objetivos y acciones estratégicas necesarias en materia de
GRD.
 Enfatizar que la GRD constituye una de las guías de acción básica a seguir para el
desarrollo sostenible del país.
 Considerar a la GRD como una acción transversal en todos los estamentos
organizativos y de planificación en los tres niveles de gobierno, y concordar el
PLANAGERD 2014 – 2021 con el proceso de descentralización del Estado.
 Fortalecer, fomentar y mejorar permanentemente la cultura de prevención y el
incremento de la resiliencia, con el fin de identificar, prevenir, reducir, prepararse,
responder y recuperarse de las emergencias o desastres.
 Coadyuvar con la integración de las acciones del SINAGERD a los nuevos
planteamientos, estrategias y mecanismos de la GRD, generados en el contexto
internacional.
Por otra parte, el PLANAGERD, se orienta finalmente a lograr una sociedad segura y
resiliente ante el riesgo de desastres. Es por esta razón que, bajo este marco, el
PLANAGERD, establece el siguiente objetivo nacional (PCM, 2014):
Reducir la vulnerabilidad de la población y sus medios de vida, ante el riesgo de
desastres.

Monitoreo y Seguimiento del PLANAGERD (PCM, 2014):

El Plan de monitoreo, seguimiento y evaluación del PLANAGERD compromete la


participación de los tres niveles de gobierno, correspondiendo a la Presidencia del Consejo
de Ministros – PCM, a través de la Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres – SGRD,
como ente rector del SINAGERD, establecer los mecanismos de evaluación y seguimiento
del plan, así como los de comunicación y difusión, supervisión y fiscalización para el
adecuado funcionamiento del Sistema, contando con el apoyo directo y especializado del
CENEPRED y el INDECI.

Al CENEPRED y el INDECI, les corresponde realizar las acciones de apoyo técnico a las
entidades del SINAGERD; así como la coordinación, articulación, capacitación, supervisión
del proceso de monitoreo, seguimiento y evaluación durante la ejecución del PLANAGERD
2014 – 2021. Los gobiernos locales y regionales, además de ser los responsables de la
implantación de la GRD en el ámbito de su competencia, se encargan de su fiscalización y
control, contando con el apoyo de las entidades científicas, las organizaciones de la
sociedad civil y la población en general.

7.3. Diagnóstico sectorial


Desde el sector salud se cuenta con experiencias importantes y desarrollos en preparación
y respuesta ante situaciones de emergencias y desastres, especialmente por parte del
Ministerio de Salud, lo que le ha valido participar activamente como uno de los principales
y primeros elementos de respuesta en los eventos de gran magnitud registrados en los
últimos veinte años, así como también, movilizar equipos nacionales para apoyar en la
atención de emergencias en varios países de la región (OGDN, 2004).

Estos avances se consolidaron con la elaboración y aprobación de normas y


procedimientos de carácter nacional que fortalecieron la preparación, respuesta y
recuperación; y motivaron además la implementación de centros descentralizados para la
prevención y respuesta a desastres, y el desarrollo de la preparación en las redes de salud
y hospitales de las regiones del país. A ello, se sumó la organización y capacitación del
personal de salud, a través de brigadas que tienen presencia también en todas las
regiones del territorio peruano, y que son reconocidas por las autoridades y comunidad
como un elemento importante de respuesta (OGDN, 2004).
Un acápite importante fue la adopción y aprobación de la estrategia de Hospitales Seguros
ante Desastres, mediante Resolución Suprema en el año 2010. En los últimos años, el
gobierno peruano a través del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha destinado
recursos (más de 50 millones de USD desde el año 2011 a la fecha) al Ministerio de Salud
(MINSA), para la implementación de la Política Nacional de Hospitales Seguros
principalmente en la ciudad de Lima, y a partir del año 2014 en las regiones del país.
Actualmente, el MINSA y EsSalud han avanzado en el diagnóstico del riesgo de la
interrupción de la operación de sus principales establecimientos ante desastres, mediante
la aplicación del índice de seguridad hospitalaria, lo que ha facilitado la priorización de
recursos y la realización de intervenciones para reducir el riesgo principalmente en el
componente no estructural, y para mejorar la capacidad de preparación ante eventos
adversos (OGDN, 2004).

En el marco de la normativa del SINAGERD, el sector salud enfrenta el reto de desarrollar


todos los procesos de gestión del riesgo sobre la base de lo avanzado en reducción del
riesgo, preparación y respuesta. Los principales desafíos sectoriales están orientados a
contar con las capacidades y los recursos que permitan que las organizaciones de salud
incorporen la GRD en los procesos de planificación estratégica y operativa; así como lograr
una mayor articulación entre los diferentes actores del sector a través de los mecanismos
existentes como el centro de operaciones de emergencia, el comité nacional de
emergencias y desastres del consejo nacional de salud, y la mesa temática con la finalidad
de planificar, implementar y desarrollar acciones que sean sostenibles y complementarias
hacia una efectiva gestión prospectiva, correctiva y reactiva (OGDN, 2004).

Recomendaciones:

- Fortalecer la articulación del MINSA con EsSalud, Sanidades, Privados y otros a través
de la plataforma de DC en salud, así como mediante otros mecanismos sectoriales
existentes, con la finalidad de mejorar la articulación en la planificación y organización
(Misión de las Naciones Unidas, 2014).
- Los planes de preparación y respuesta y otros que se elaboren en el marco de la
gestión del riesgo para el sector salud deben vincularse con los planes regionales y
locales, y con otros planes sectoriales con la finalidad que se tengan un abordaje
integral ante riesgos especialmente los de naturaleza biológica como dengue,
influenza y cólera (Misión de las Naciones Unidas, 2014).
- Los criterios de hospitales seguros ante desastres deben incorporarse en los estudios
de pre inversión, y asegurándose que toda inversión en salud, realizada por los
diferentes niveles de gobierno, cumplan con estos criterios en las fases de selección de
terreno, diseño, construcción y supervisión de obra (Misión de las Naciones Unidas,
2014).
- Fortalecer los mecanismos internos que permitan, desde un enfoque de género e
inclusivo, la incorporación de la temática de salud sexual y reproductiva en la
preparación y respuesta, con énfasis en la continuidad operativa en el marco de las
situaciones de emergencia a través de la inclusión de Paquetes Iniciales Mínimos de
Servicios para atención de la salud sexual y reproductiva y de la violencia sexual
(Misión de las Naciones Unidas, 2014).
- Fortalecer el centro de operaciones de emergencias del sector salud, bajo la
coordinación de la autoridad nacional de salud, con la participación de los otros sub
sectores como EsSalud, Sanidades y Privados, e incorporando a los componentes de
servicios de salud, agua y saneamiento, epidemiologia, comunicación social y otros
(Misión de las Naciones Unidas, 2014).

Revisar el documento: Análisis de la Implementación de la Gestión del Riesgo de Desastres


en el Perú
http://onu.org.pe/wp-content/uploads/2014/08/An%C3%A1lisis-de-la-
implementaci%C3%B3n-de-la-Gesti%C3%B3n-del-Riesgo-de-Desastres-en-el-
Per%C3%BA.pdf

7.4. Organización sectorial para la gestión del riesgo de


desastres en salud
Oficina General de Defensa Nacional (OGDN-MINSA)

La Oficina General de Defensa Nacional del Ministerio de Salud es el órgano responsable


de conducir y facilitar, en forma oportuna y eficiente, el manejo de las emergencias y
desastres del Sector Salud a nivel nacional, regional y local; garantizando la gestión de
riesgos, atención de daños y la recuperación de la salud de las personas (OGDN, 2004).

La Ley del Sistema de Seguridad y Defensa Nacional (Ley N° 28748) establece que “Los
Ministerios, Organismos Públicos y Gobiernos Regionales son los elementos de ejecución
del Sistema de Seguridad y Defensa Nacional, encargados de planear, programar, ejecutar
y supervisar, las acciones de defensa nacional, en las áreas específicas de responsabilidad.
Para el cumplimiento de estas funciones cuentan con oficinas de defensa nacional, que
dependen de la más alta autoridad de la institución” (OGDN, 2004)

En cumplimiento de lo mencionado, la actual Oficina General de Defensa Nacional del


Ministerio de Salud (OGDN-MINSA), encuentra su razón de ser y sus dos campos de acción
(OGDN, 2004).

La Defensa Nacional es el primer campo de acción y consiste en identificar los factores que
dificultan el logro de los objetivos nacionales, sectoriales e institucionales de mejores
niveles de salud, especialmente en los estratos de menor desarrollo relativo y en las
poblaciones de las comunidades nativas. Una vez identificadas esas dificultades, se
proponen las acciones destinadas a superarlas, además de facilitar la ejecución de dichas
acciones (OGDN, 2004).
El segundo campo de acción hace referencia al manejo de emergencias y desastres que
alteran significativamente la situación de la salud de la población y la capacidad de oferta
de los servicios de salud. Aquí, la gestión se orienta a un conjunto de actividades de
carácter preventivo y de mitigación, de respuesta o de recuperación de las condiciones
normales: antes, durante y después de la emergencia, desde la perspectiva de salud.

En resumen, la OGDN-MINSA como la Oficina Sectorial de los Sistemas de Defensa


Nacional y de Defensa Civil, basa su accionar en (OGDN, 2004):

1. El conocimiento de la situación de salud.


2. La identificación de los obstáculos que limitan o impiden el logro de los objetivos
sectoriales e institucionales, así como el accionar de los programas de salud.
3. La identificación de los riesgos de emergencias y desastres que puedan alterar
significativamente los actuales niveles de salud, así como la alteración del
equilibrio oferta/demanda de los servicios de salud tanto en cobertura como en
capacidad de resolución.
4. La determinación de las capacidades y limitaciones sectoriales e institucionales
para hacer frente a los obstáculos y riesgos identificados.
5. La eliminación o debilitamiento de los obstáculos.

Grupo de Trabajo de Gestión del Riesgo de Desastres – MINSA

El Ministerio de Salud (MINSA) cuenta con su Grupo de Trabajo de la Gestión del Riesgo de
Desastres (GT-GRD) para establecer los mecanismos necesarios para la implementación y
desarrollo de actividades para la efectiva intervención en situaciones de desastres en las
que participen las Direcciones y Oficinas Generales de acuerdo a sus competencias
(MINSA, 2014).

Este grupo se constituyó mediante Resolución Ministerial N° 154-2014/MINSA, publicada


en el Boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano.

El GT tiene como responsabilidad articular el GRD con los mecanismos institucionales y


coordinar los procesos de preparación, respuesta y rehabilitación del sector Salud con el
Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SINAGERD) y el Sistema de
Seguridad y Defensa Nacional (MINSA, 2014).

Este grupo ha puesto énfasis en la inmediata ejecución de acciones para la gestión de la


Continuidad Operativa y Seguridad de la Información del Minsa, para hacer frente a las
amenazas por un fuerte sismo y tsunami en Lima y Callao que ocasionaría una emergencia
de gran magnitud y cuyo impacto comprometería al sector Salud.

El Grupo de Trabajo está presidido por la Ministra de Salud y lo conforman los


viceministros de Salud Pública, y de Prestaciones y Aseguramiento en Salud, y el
Secretario General (MINSA, 2014).
También son parte del grupo los directores de las Direcciones de Salud de las Personas, de
Promoción de la Salud, de Epidemiología, de Salud Ambiental, de Medicamentos Insumos
y Drogas, y de Infraestructura, Equipamiento y Mantenimiento; y los directores de las
Oficinas de Descentralización, de Administración, de Comunicaciones, de Planeamiento y
Presupuesto, de Estadística e Informática, y de Abastecimiento de Recursos Estratégicos
en Salud (MINSA, 2014).

Los Centros de Prevención y Control de Emergencias y Desastres (CPCED)

Como parte del proceso de descentralización de la salud en el país, y con la finalidad de


contar con órganos a nivel de los departamentos o regiones, el MINSA propició la
conformación de los Centros de Prevención y Control de Emergencias y Desastres, como
una unidad orgánica de las Direcciones Regionales o Gerencias Regionales de Salud.

Estos centros tienen como funciones (MINSA, 2014):

- Identificación de riesgos de desastres


- Elaboración e implementación de planes de gestión del riesgo y atención de desastres.
- Desarrollo de capacidades para la respuesta.
- Conducción del proceso de respuesta y recuperación.

Oficina de Defensa Nacional - EsSalud

En el año 2007, bajo Reglamento Interno de Organización y Funciones de la Oficina de


Defensa Nacional, se crea la Oficina de Defensa Nacional de EsSalud (MINSA, 2014).

Es un órgano de apoyo de la presidencia ejecutiva del Seguro Social de Salud (EsSalud),


responsable de planificar, organizar, coordinar, conducir y controlar las actividades de
respuesta institucional en caso de emergencias, desastres y conflictos (MINSA, 2014).

Se determina como su jurisdicción, el ámbito territorial de competencia de la oficina de


defensa nacional de EsSalud a nivel de la sede central así como los órganos
desconcentrados de EsSalud y sus funciones principales son las siguientes (MINSA, 2014):

- Formular y proponer el Plan de Defensa Nacional de conformidad a las normas


establecidas por la dirección general de política y estrategia del Ministerio de Defensa
y el Instituto Nacional de Defensa Civil.
- Difundir a nivel nacional los mapas de riesgo y análisis de vulnerabilidad hospitalaria.
- Formular, proponer e implementar normas y procedimientos relacionados con
defensa nacional, defensa civil y movilización para prevenir y actuar en caso de
desastres y evaluar su impacto y controlar su cumplimiento a nivel nacional.
- Realizar estudios orientados a identificar los recursos con los que cuenta la institución
y su valoración, capacidad operativa real y latente de los centros asistenciales,
aspectos sociales, políticos y demográficos, para enfrentar objetivamente las
emergencias desastres y conflictos.
- Formular, ejecutar y evaluar el plan táctico, plan de capacitación y recursos humanos,
materiales, presupuestales y servicios asignados, acorde a la normativa vigente.
- Realizar en el ámbito de su competencia otras funciones que le asigne la presidencia
ejecutiva.

El Comité Nacional de Emergencias y Desastres del Consejo Nacional de Salud

Mediante reglamento de la Ley del Sistema Nacional Coordinado y Descentralizado de


salud aprobado por Decreto Supremo Nº 004-2003-SA, se estableció la conformación de
los comités nacionales del Consejo Nacional de Salud, siendo uno de los que fue creado
posteriormente el Comité Nacional de Emergencias y Desastres, el cual se encuentra
activo desde el año 2003. Este comité actúa como un organismo articulador entre los
diferentes componentes del sector salud, sociedad y organizaciones que trabajen en
gestión del riesgo (MINSA, 2014).

8. Instrumentos para la gestión del riesgo de desastres en salud


El sector salud peruano dispone de diversas normas y guía elaboradas para desarrollar los
procesos de la gestión del riesgo de desastres, con énfasis en la preparación y respuestas.
Algunos de estos documentos se encuentran en proceso de actualización o revisión en el
marco de las normas del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Instituto
Nacional de Defensa Civil-INDECI, 2008).

También se cuentan con guías y manuales técnicos de la OPS/OMS que complementan


aspectos específicos que requieren ser abordados dependiendo del tipo de emergencia y
desastre que se enfrente. La amplia biblioteca virtual del CRID y del Centro del
Conocimiento de Salud pública y desastres pone al alcance, numerosos materiales
desarrollados en los países de la región de las Américas (INDECI, 2008).

8.1. Gestión prospectiva


Es el conjunto de acciones que se planifican y realizan con el fin de evitar y prevenir la
conformación del riesgo futuro que podría originarse con el desarrollo de nuevas
inversiones y proyectos en el territorio. En este caso con énfasis en la inversión que se
realiza parea la creación, mejoramiento y ampliación de la oferta sanitaria, también puede
incluir acciones de salud pública que estén orientadas a la prevención de enfermedades
con comportamiento epidémico que afecten a las unidades administrativas y territoriales
de salud (INDECI, 2008).

a. Estimación de riesgos
El país cuenta con instrumentos nacionales que facilitan la estimación del riesgo con
enfoque en las edificaciones del sector salud, los cuales son de carácter vinculante para las
organizaciones que son evaluadas. Estos instrumentos son (INDECI, 2008):

Inspecciones Técnicas de Seguridad en Defensa Civil - ITSDC

En el marco del Manual Para la Ejecución de Inspecciones Técnicas elaborado por el


INDECI, el Ministerio de Salud preparó un formulario específico para las inspecciones en el
sector salud, esta lista de verificación fue aprobada oficialmente e incorporada en el
Manual mediante Resolución Jefatural No 106-2009-INDECI, del 21de abril de 2009, como
parte del Anexo 10.1 informe de inspección técnica de seguridad en defensa civil –
establecimientos de salud, y del Anexo 11.1 Guía para la elaboración del informe de
inspección técnica de seguridad en defensa civil de detalle a establecimientos de salud.
Este instrumento de carácter vinculante ha sido utilizado en las evaluaciones de los
establecimientos de salud que lo han solicitado especialmente los de la Seguridad Social y
el Sector Privado (INDECI, 2008).

Inspecciones Técnicas de Seguridad en Edificaciones - ITSE

En el marco de las normas del SINAGERD, el proceso de ITSDC ha sido reemplazado por el
Reglamento de Inspecciones Técnicas de Seguridad en Edificaciones (ITSE) aprobado por el
Decreto Supremo N° 058-2014-PCM.

El CENEPRED mediante la Resolución Jefatural N° 086-2014-CENEPRED/J aprobó los


Formatos de los Informes de Inspección Técnica de Seguridad en Edificaciones, los
Informes de Levantamiento de Observaciones y sus correspondientes Guías, así como las
Actas de Visitas de Seguridad en Edificaciones y el modelo para los Certificados de ITSE.

El anexo 15 “Guía para la elaboración del informe de inspección técnica de seguridad en


edificaciones de detalle en establecimientos de salud”

Revisar el documento: Manual para la Ejecución de Inspecciones Técnicas de Seguridad en


Defensa Civil (D.S. N° 066-2007-PCM)
http://www.indeci.gob.pe/norma_leg/itsdc/rs_n251-2008-INDECI_manual.pdf

Índice de Seguridad Hospitalaria

Por otra parte, desde el año 2009, el país ha adoptado la metodología de evaluación de
seguridad mediante el Índice de Seguridad Hospitalaria (ISH), un instrumento desarrollado
por la OPS/OMS con el apoyo de un grupo de expertos de diferentes países, elaboró
el como una herramienta de evaluación rápida y confiable, que proporciona una idea
inmediata del nivel de seguridad de un hospital, como instalación fundamental que debe
seguir funcionando luego de un evento adverso (Unidad de Gestión de Riesgo de
Emergencias y Desastres – UGRED, 2016).
El ISH es un instrumento técnico de medición que -a través de una lista de verificación y
un modelo matemático - toma en consideración la ubicación geográfica, la estructura del
edificio, los componentes no estructurales y la organización del hospital, para obtener un
valor numérico que aporta una idea de la probabilidad que tiene un establecimiento de
salud de continuar funcionando después de un desastre. Si bien este índice no reemplaza
una evaluación exhaustiva de la vulnerabilidad, se puede usar como sistema cualitativo de
evaluación, que facilita la priorización de acciones en las instalaciones de salud (UGRED,
2016).

También, se cuenta con una herramienta que permite evaluar la seguridad


de establecimientos de salud de menor nivel de complejidad (UGRED, 2016).

A la fecha, numerosos establecimientos del Ministerio de Salud y Seguridad Social


(EsSalud) así como algunos privados y de las sanidades de las fuerzas armadas han sido
evaluados con este instrumento no vinculante (UGRED, 2016).

La OPS/OMS cuenta con un curso auto-instructivo de Índice de Seguridad Hospitalaria


disponible para el personal de salud.
Link: http://www.seguridadhospitalaria.info/inicio_grande.swf

Estudios de vulnerabilidad hospitalaria

Estos estudios están basados en métodos cualitativo o cuantitativos profundizan la


información obtenida mediante otros instrumentos de evaluación de seguridad,
facilitando contar con una información detallada especialmente en los componentes
estructurales y no estructurales. Estos estudios son la fuente principal para el diseño de
los expedientes técnicos de intervención en hospitales (UGRED, 2016).

En la década de los noventa, se realizaron estudios de vulnerabilidad en 17 hospitales del


Perú. En el año 2013, el Ministerio de Salud en el marco de la implementación de la
Política Nacional de Hospitales Seguros ante Desastres realizó mediante el Centro
Peruano-Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres de la Universidad
Nacional de Ingeniería, estudios de vulnerabilidad en 14 hospitales de Lima (UGRED,
2016).

Según los resultados de los estudios de vulnerabilidad sísmica, realizados, las autoridades
del MINSA procederán con la elaboración de los expedientes técnicos y luego se
ejecutarán las obras. Los hospitales evaluados son Arzobispo Loayza, Dos de Mayo, Sergio
Bernales, María Auxiliadora, Santa Rosa, Cayetano Heredia, Hipólito Unanue, Emergencias
Pediátricas, Emergencias Casimiro Ulloa, San Bartolomé, Huaycán, Carlos Lanfranco La Hoz
(Puente Piedra), José Agurto Tello (Chosica) y el Instituto Nacional Materno Perinatal (ex
Maternidad de Lima) (UGRED, 2016).
Evaluación de riesgos con enfoque de red de salud

Mediante el proyecto “Preparación, respuesta y recuperación temprana ante escenarios


multiriesgos y transversalización de la gestión de riesgos en la planificación del desarrollo”
financiado por la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea,
y ejecutado en forma conjunta por PNUD, OPS/OMS PMA y UNFPA. La Oficina General de
Defensa Nacional del Ministerio de Salud y la Oficina de Defensa Nacional de la Seguridad
Social (EsSalud) con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) han
preparado un primer instrumento para la estimación de riesgos en salud con un enfoque
territorial que incorpore los aspectos metodológicos impartidos por el CENEPRED y
complete la información que se obtiene de la evaluación de la infraestructura de los
establecimientos de salud (UGRED, 2016).

Revisar el documento: Plan Hospitalario de Gestión de Riesgo de Desastres en Salud del


Instituto Nacional de Salud del Niño, Enero 2016 – Enero 2017
http://www.insn.gob.pe/sites/default/files/PLAN%20HOSPITALARIO%20DE%20GESTION%
20DE%20RIESGO%20DE%20DESASTRES%20EN%20SALUD-2016-2017.pdf

b. Prevención

Se dispone del Reglamento Nacional de Edificaciones donde están establecidas las normas
que se deben cumplir para la realización de obras de construcción de nuevos
establecimientos, así como obras de intervención en los existentes. Este reglamento está
bajo la administración del Ministerio de Vivienda y Construcción (INDECI, 2008).
Link: http://www.construccion.org.pe/normas/rne2012/rne2006.htm

En el referido reglamento, existe la norma A050 que está referida especialmente a los
establecimientos de salud, que fue modificada en el año 2012 con la finalidad de
incrementar los niveles de seguridad en salud (INDECI, 2008).

Otros aspectos que aseguran la prevención de riesgos en las edificaciones de salud están
contenidos en los estándares mínimos de seguridad para el diseño y construcción de
nuevos establecimientos de salud y servicios médicos de apoyo (INDECI, 2008).

8.2. Gestión correctiva


Es el conjunto de acciones que se planifican y realizan con el objeto de corregir o mitigar
el riesgo existente principalmente en las edificaciones de salud, el cual ha sido identificado
mediante las evaluaciones y estudios de seguridad (INDECI, 2008).

Con base en la información de la estimación del riesgo, se deberá preparar un plan de


intervención que establezca lo pasos a seguir. Esta herramienta de planificación, se
alimenta de la información de la evaluación para establecer: acciones a desarrollar, plazos,
prioridades, responsables dentro de la institución, e identifique los recursos necesarios
para su implementación (INDECI, 2008).

Las intervenciones para reducción del riesgo incluyen principalmente las medidas de tipo
estructural y no estructural (UGRED, 2016).

Las intervenciones estructurales pueden variar desde costosos procesos de reforzamiento,


hasta simples tratamientos de fisuras, e inclusive estudios especializados. Lo importante
es que, de acuerdo a los hallazgos, se definan medidas de mitigación acordes a los
requisitos ingenieriles actuales del país, asegurándose de que consideren las
características de ocupación de la edificación y que las obras ejerzan el menor impacto en
el normal funcionamiento del hospital (UGRED, 2016).

Los elementos no estructurales, por lo general, no implican peligro para la estabilidad del
edificio, pero sí pueden poner en peligro la vida o la integridad de las personas dentro del
edificio y resultan fundamentales para la operación del hospital. De acuerdo a los
resultados de la evaluación, el riesgo de estos elementos se determina teniendo en cuenta
si están desprendidos, si tienen la posibilidad de caerse o volcarse y afectar zonas
estructurales estratégicas, verificando su estabilidad física (soportes, anclajes y depósito
seguro) y la capacidad de los equipos de continuar funcionando durante y después de un
desastre (almacenamiento de reserva y válvulas de seguridad, conexiones alternas, otros)
(UGRED, 2016).

En el país, se dispone de algunos instrumentos que orientan la reducción del riesgo como
son los Estándares Mínimos de seguridad para la ampliación, rehabilitación, remodelación
y mitigación en los establecimientos de salud y servicios médicos de apoyo (UGRED, 2016).

En el año 2014, como parte de las medidas de incremento de protección de seguridad se


incorporó en la Norma Técnica de Edificación E.030 “Diseño sismo-resistente del
Reglamento Nacional de Edificaciones”, el anexo 3 “Sistemas de protección sísmica”,
específica para el caso de establecimientos de salud”.

Además, se cuenta con una norma técnica para la señalización de seguridad de los
establecimientos de salud y servicios médicos de apoyo (UGRED, 2016).

En el Perú, las evaluaciones realizadas mediante el ISH han facilitado la programación de


actividades de reducción de riesgo, las cuales se han implementado mediante la
asignación de fondos del Ministerio de Economía y Finanzas para la realización estudios de
vulnerabilidad hospitalaria, y de intervenciones en los componentes estructurales, no
estructurales y funcionales que se realizan desde el año 2011 en el marco del Programa
presupuestal 068 – Reducción de la vulnerabilidad y atención de emergencias por
desastres (UGRED, 2016).

8.3. Gestión reactiva


Es el conjunto de acciones y medidas destinadas a enfrentar los desastres ya sea por un
peligro inminente o por la materialización del riesgo que afecte la salud de la población o
la operatividad de las redes y los establecimientos de salud (INDECI, 2008).

La gestión reactiva comprende la preparación, respuesta y rehabilitación, entendidas


como las acciones que se realizan con el fin de procurar una óptima respuesta de la
sociedad en caso de desastres, garantizando una adecuada y oportuna atención de
personas afectadas, así como la rehabilitación de los servicios básicos indispensables,
permitiendo normalizar las actividades en la zona afectada por el desastre (INDECI, 2008).

a. Preparación

Es una actividad multisectorial permanente. Necesita de la coordinación y organización


entre los diferentes prestadores de salud y niveles de gobierno (nacional, regional y local)
para la adopción de normas, reglamentaciones y medidas necesarias para que los recursos
puedan ser movilizados rápidamente en situaciones de desastre. Las acciones de
preparación en salud incluyen (MINSA, 2010):

Planificación

El sector salud (con el ministerio de salud a la cabeza como institución rectora) requiere
estar preparado con anticipación, mediante la elaboración de planes de preparativos y
respuesta que formen parte de los planes intersectoriales y estén integrados a nivel
nacional y territorial.

El Ministerio de Salud dispone de directivas de alcance nacional y sectorial para la


elaboración de los planes de contingencia y respuesta.

En el marco del sistema de gestión del riesgo, el Ministerio de Salud y la Seguridad Social
disponen de sus planes de operaciones de emergencias. Y en el marco del desarrollo de la
gestión del riesgo, se ha promovido la elaboración de planes de gestión del riesgo ante
eventos recurrentes como la temporada de frío, o la presencia del Fenómeno El Niño.

Estos planes mencionados tienen un alcance territorial incluyendo las redes y micro redes
de salud que podrán ser afectados; y son complementados con los planes de las
organizaciones de salud a nivel de las redes u hospitales. En este caso se dispone de las
pautas del curso de planeamiento hospitalario de la OPS/OMS que puede facilitar la
elaboración de los planes de respuesta de los hospitales.

Link: http://www.planeamientohospitalario.info/

Organización
Para responder ante situaciones de emergencias y desastres, en el componente de gestión
de la información y apoyo a la coordinación, se cuenta con el Centro de Operaciones de
Emergencias. En este espacio físico de coordinación intra e inter institucional, se instala la
sala de situación donde se reciben, procesan, analizan y sistematizan los informes para la
toma de decisiones.

El Ministerio de Salud y la Seguridad Social cuentan con sus centros de operaciones de


emergencia, y a nivel descentralizado estos forman parte de los Centros de prevención y
control de emergencias y desastres de las Direcciones o Gerencias Regionales de Salud.

Ante situaciones de emergencias y desastres, se requiere la movilización de equipos


técnicos multi disciplinarios que estén conformados por personal capacitado y organizado
para desplazamiento e intervención rápida ante emergencias, evaluación de daños y
necesidades y apoyo local.

El Ministerio de salud cuenta con diferentes tipos de brigadas tanto para intervención a
nivel de comunidad como para el control de incidentes al interior de los establecimientos
de salud. Mientras que la Seguridad Social dispone sólo de brigadas para el control de
eventos al interior de sus hospitales.

Cabe destacar también la posibilidad de contar con equipos de respuesta rápida


conformado por diferentes disciplinas (MINSA, 2010):

- Epidemiología: para la vigilancia y control de las enfermedades.


- Saneamiento ambiental: para la atención de los aspectos relacionados con agua y
saneamiento básico.
- Administrador de hospitales: para apoyo con los preparativos hospitalarios y la
respuesta.
- Sistemas de información: para apoyo a la red informática.
- Logística: para el manejo de los medicamentos y suministros.
- Salud mental: para la atención temprana de los damnificados.
- Especialistas en salud pública: para áreas relacionadas con la atención médica y
sanitaria de los refugios temporales y la alimentación y nutrición, entre otros aspectos.
- Comunicación social: para hacer enlace con los medios y proveer información al
público.
- El equipo básico puede ser ampliado, según las necesidades, con profesionales de
otras disciplinas, como, por ejemplo, ingeniería estructural, expertos en accidentes
químicos, bioterrorismo, especialistas en alimentación y nutrición, entre otras.

Capacitación

La implementación de los planes de respuesta requiere la formación y capacitación


permanente del personal de salud y de la población en general. El programa nacional del
sector salud para la gestión de los desastres es el responsable de promover actividades
permanentes de capacitación en los establecimientos de salud y en los diferentes niveles
de gobierno (MINSA, 2010).

Se recomienda que las capacitaciones se orienten hacia los siguientes objetivos (MINSA,
2010):

- Conocimiento de las amenazas, vulnerabilidades y riesgos.


- Conocimiento de la dinámica del manejo de los desastres, que incluye emergencia,
respuesta, rehabilitación, reconstrucción, mitigación y prevención.
- Planes de contingencia relacionados con los riesgos, mitigación y respuesta.
- Metodologías y guías de participación según niveles de respuesta.
- Prácticas de coordinación intra e intersectoriales.

Para la capacitación en planes de respuesta, la OPS estimula el criterio de "aprender en la


práctica", vinculando el adiestramiento a la realidad del terreno, y tomando en cuenta las
realidades ambientales, condiciones de vida y aspectos socioculturales locales.

b. Respuesta

Ante la ocurrencia de eventos adversos que pueden ser advertidos con antelación, se
cuenta con el mecanismo de alerta bajo la forma de Verde, Amarilla y Roja, las cuales
desencadenan un conjunto de actividades que se deben realizar en las redes y
establecimientos de salud para enfrentar o mitigar los efectos del evento adverso (MINSA,
2010).

Ante la potencial ocurrencia de eventos adversos, le corresponde a la autoridad de salud


del nivel correspondiente, el análisis de la situación y decidir la declaratoria o no de una
alerta. Las actividades que se deben desarrollar como parte de la alerta deben estar
sustentados en los planes de contingencia y respuesta (MINSA, 2010).

Evaluación de daños y análisis de necesidades (EDAN)

Luego de producido el impacto de un evento que genere daños a la vida y salud de la


población, y afecten la operación de los servicios de salud. Se requiere efectuar una
evaluación de daños con la finalidad de determinar las necesidades de atención, e
identificar las brechas de asistencia humanitaria a ser cubiertas por las organizaciones
nacionales o en caso sea necesario con el apoyo internacional (MINSA, 2010).

El Sector Salud dispone de un procedimiento de evaluación preliminar, que debe ser


aplicado dentro de las primeras 8 horas de ocurrido el evento. Esta información será
consolidada y analizada por el centro de operaciones de emergencias para la generación
del soporte técnico a la toma de decisiones, y para la generación de reportes de situación
(MINSA, 2010).
La evaluación de daños y análisis de necesidades debe ser permanentemente actualizado
conforme avance el proceso de control de la emergencia. En el caso peruano, también se
cuenta con un EDAN para infraestructura física de los establecimientos de salud, que
orientan al personal sobre la decisión o no de evacuar un local en situación de riesgo
(MINSA, 2010).

Sistema de vigilancia epidemiológica

El control y la reducción de las enfermedades dependen de una rápida detección de


riesgos vinculados al deterioro de las condiciones de vivienda, saneamiento y ambientales
generadas por el desastre. Para lo cual se requieren la operación de un sistema de
vigilancia en emergencias y desastres que de un seguimiento oportuno y continuo a los
problemas de salud para proponer las medidas de prevención y control adecuadas a las
necesidades y problemas identificados (MINSA, 2010).

Gestión de suministros

Un aspecto importante de la respuesta es el manejo de los suministros, su


almacenamiento, transporte y distribución en forma oportuna y apropiada de los lugares
que más se requieren. Siendo uno de los aspectos más importantes la gestión de los
medicamentos e insumos médicos (MINSA, 2010)

La logística de los suministros incluye también a organización y funcionamiento de los


depósitos de suministros y control de flujo de los mismos para uso en los niveles de
decisión e informe a la comunidad nacional e internacional. En este sentido, se cuenta con
el aplicativo informático SUMA/LSS que facilita el adecuado manejo y la identificación
rápida de necesidades y la optimización de la distribución de los bienes humanitarios.

Además de los puntos mencionados como parte de la respuesta, es importante la


vigilancia de los riesgos ambientales, las acciones de promoción de la salud, comunicación
social, salud mental y otras intervenciones para asegurar la operatividad de los servicios
de salud en las zonas afectadas o cercanas a estas (MINSA, 2010).

Como parte del proceso de atención de la emergencia es importante contar con


indicadores de desempeño que faciliten el seguimiento y evaluación de las intervenciones,
en este sentido se recomienda revisar el proyecto esfera que puede servir como
referencial para la construcción de un sistema de monitoreo y evaluación.

c. Recuperación

Después de finalizadas las tareas de respuesta orientadas a salvar vidas y aliviar las
necesidades más urgentes de la población afectada por un desastre, se inicia
la recuperación que incluye la rehabilitación y la reconstrucción (MINSA, 2010).
La rehabilitación y la reconstrucción se orientan a tratar de normalizar la vida de las
comunidades afectadas, tanto como restablecer el funcionamiento de los sectores
sociales (salud, educación, vivienda) y de sectores productivos (industria, comunicaciones,
transporte). Dependiendo de la severidad de los daños, la complejidad de los mismos, así
como la disponibilidad de recursos financieros, la fase de recuperación puede durar años o
décadas (MINSA, 2010).

En el sector de la salud la rehabilitación y la reconstrucción responden a tiempos y


necesidades diferentes pasando por un proceso de evaluación de daños y pérdidas y
necesidades derivadas. El diseño de las medidas de recuperación debe basarse en una
aproximación a los daños y pérdidas que el desastre ha generado, para lo cual se
recomienda revisar la metodología de la CEPAL (MINSA, 2010).

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