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De Blois, A. (26 abril, 2016). Cómo conseguir el equilibrio en tu composición.

El blog del
fotógrafo. Recuperado de https://www.blogdelfotografo.com/equilibrio-composicion/

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CÓMO CONSEGUIR EL EQUILIBRIO EN TU COMPOSICIÓN

Según la Real Academia Española (RAE), el equilibrio es


el estado de un cuerpo cuando fuerzas encontradas que obran en él se
compensan destruyéndose mutuamente.

Es decir, podemos asegurar que algo está equilibrado cuando


está compensado, estabilizado, igualado, queda a 0, no se cae, o como quieras

interpretarlo . Hasta aquí bien, ¿verdad? Ahora bien, ¿cómo traducimos el


equilibrio a nivel visual? ¿Cómo sabemos si algo está equilibrado en una
imagen? ¿Cómo podemos aplicarlo a nuestras composiciones? ¿Es necesario
que siempre haya equilibrio en ellas o podemos jugar con el desequilibrio?

PESO VISUAL Y DIRECCIONALIDAD

En fotografía (y quien dice fotografía dice pintura, grafismo, audiovisuales,


publicidad, arquitectura, etcétera) hablamos de equilibrio a través de la relación
de los elementos que aparecen en la escena y de su peso visual. ¿Que qué

es el peso visual? El peso visual es el grado de atracción que posee el


elemento en cuestión, que viene determinado por el contraste de luz que se
establece entre los diferentes elementos que la componen. Es decir, una estrella
de gran tamaño atrae más nuestra mirada que una menor, o el color rojo nos
atrae más que el azul cielo. Asimismo, en todo equilibrio, entra en juego la
dirección hacia la que se mueven los elementos, sea este literal o simplemente
una impresión subjetiva.

¿DE QUÉ DEPENDE EL PESO VISUAL DE UN OBJETO?

Ya hemos avanzado un poco qué características debe tener un elemento para


tener mayor o menor peso visual o nivel de atracción. Veámoslas con mayor
detenimiento:

Color: Según la teoría del color, los colores se dividen según diferentes
características, cada una de las cuales, tiene, además, la característica de tener
menor o mayor peso visual que su opuesto.

 Colores cálidos y fríos: Los cálidos tienen mayor peso visual que los fríos
(también decimos que parecen “acercarse” más).
 Brillo o luminosidad: Los colores oscuros (menos brillo) pesan más que los
claros (más brillo o luminosidad).
 Saturación: O grado de pureza del color (intensidad). A más saturación mayor
peso visual y a menor saturación menor peso.

Tamaño: A mayor tamaño, más aumenta también el peso visual del objeto.

Situación en el encuadre: Los elementos situados en la parte superior del


encuadre los percibimos como más pesados. Esto es debido a lo que se conoce
como “peso psicológico”. Éste peso se explica por la forma inconsciente en la
que nos relacionamos con los objetos de nuestro alrededor mediante nuestra
percepción de la gravedad. Es decir, puesto que percibimos los objetos con
gravedad, siempre tendemos a entenderlos por su atracción en dirección a la
tierra. Debido también a nuestra forma de leer, explicamos que tengan más peso
psicológico los elementos situados a la derecha del encuadre. Ya hemos
comentado alguna vez que nuestra forma de leer las imágenes es igual que a la
que utilizamos al leer texto; de izquierda a derecha.
Contraste: Todo aquello que contrasta por diferenciación al resto, tiene más
peso visual porque llama más nuestra atención. Imagina una escena con un
montón de tornillos amarillos al que le añadimos una pelota naranja… ¿Qué
elemento te parece que destaca más?

Textura: Una textura rugosa, destaca más a simple vista que una superficie lisa,
por ejemplo.

Claro sobre oscuro: Pesan más los elementos claros sobre fondo oscuro que
los oscuros sobre fondo claro.
Sensación subjetiva: Dependiendo de qué forma impacte más al que la
observa, su peso aumenta o disminuye respecto a otro de más o menos impacto.

Aislamiento: Una figura aislada destaca más que un grupo de formas.


Distancia: Un elemento colocado en la lejanía se percibe con más peso que uno
cercano.

Debes tener en cuenta a la hora de analizar el peso visual de los elementos de


la escena, que las características de los elementos se combinan entre ellas.

DIRECCIONALIDAD DE LOS ELEMENTOS

No sólo contemplamos el peso visual de una escena, sino hacia dónde se


proyecta éste, ya que esta direccionalidad de los elementos nos aporta, al igual
que el peso, mayor o menor impacto en el equilibrio de la escena.

Forma: La forma de los objetos proyecta a través de sus líneas, diferentes


direcciones y fuerzas.
Temática: Si reconocemos el objeto en cuestión, en muchos casos podemos
averiguar su direccionalidad simplemente por su forma. Por ejemplo un rostro,
un avión, un coche, etcétera.

Movimiento: Más allá del movimiento literal, podemos generar sensación de


movimiento en función de dónde situamos el peso de la imagen. Piensa por
ejemplo en la ley de la mirada en la que dejamos espacio en la dirección a la que
se dirige la mirada de nuestro protagonista, o en el espacio negativo.

Recuerda asimismo la forma en la que leemos y cómo esto nos afecta en la


forma en la que percibimos las imágenes y, consecuentemente, en la forma en
la que componemos (las composiciones de izquierda a derecha nos son más
naturales).

Ahora bien, hasta ahora hemos visto que todos los elementos de la escena
tienen mayor o menor peso, en función del nivel de atracción visual que
generan, pero más allá del peso de los elementos en la escena y la
direccionalidad, ¿cómo conseguimos el equilibrio en una imagen?

TIPOS DE EQUILIBRIO EN LA COMPOSICIÓN

Igual que una balanza queda equilibrada cuando el peso a ambos lados del eje
central es el mismo, ya hemos comentado en la introducción que el equilibrio se
basa en la compensación de las fuerzas de modo que el resultado de las mismas
quede a 0, compensado o estabilizado. Principalmente hay tres formas de
componer en base al equilibrio:

Composiciones estáticas o simétricas: Son las que ubican los pesos visuales
a ambos lados del eje central (imaginario) de forma que los dos lados atraen la
vista por igual, expresando así calma, equilibrio y descanso (y, ojo, aburrimiento
en algunos casos)

Dinámicas o asimétricas: Cuando utilizamos diferentes pesos visuales a


ambos lados del encuadre, decimos que éste es asimétrico. El resultado son
composiciones dinámicas y vitales.

Composiciones en desequilibrio: Si todo el peso se sitúa a un lado del eje,


decimos que nos encontramos ante una composición desequilibrada o inestable
en extremo.
CONCLUYENDO…

Después de la infinitud de conceptos que dejamos unas líneas más arriba, lo


más importante es que actúes con instinto. Tu mirada sabe perfectamente lo
que pesa más o menos, por algo trabajamos con nuestras propias percepciones
humanas. Procura huir de las composiciones demasiado simétricas (en espejo)
y busca el equilibrio en composiciones más dinámicas. Por ejemplo la Regla de
los tercios, es un tipo de composición más dinámica que además es muy
equilibrada, pero no sólo eso. Las normas están para romperlas, y el equilibrio
también. Puedes transmitir muchas sensaciones con imágenes desequilibradas:
agobio, caos, etcétera.

Te recomiendo que con una simple hoja de papel DINA4 con una raya en medio
y un par de objetos de diferentes formas y colores, vayas probando diferentes
posiciones de los objetos en el plano y veas por ti mismo de forma sencilla, los
pesos, las direcciones y el equilibrio de los elementos. Una vez lo tengas claro,
a por el mundo real. En él tendrás muchas más distracciones pero también
mucha más emoción.

Espero que te haya sido de utilidad y que puedas quedarte con alguno de los
conceptos para enriquecer tus imágenes. Ah, y si crees que alguien podría
beneficiarse del artículo, adelante, comparte. Muchas gracias y hasta pronto.

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