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TEMA 1

DEFINICION, OBJEJO V FIN DE LA PALEOGRAFIA

ESQUEMA/RESUMEN

1. Etimológica.
Definición 2. Tradicional.
3. Real o verdadera.

' Material= la escritura en los monumentos escritos .

1. Lectura y desciframiento de determinados textos


Objeto
1
1
escritos, para conocer las ideas contenidas en
ellos (Paleografía = instrumento de lectura) .
2. Examen crítico de los textos escritos desde el
1 punto de vista de sus caracteres externos, para
Formal servir al historiador en su trabajo científico (Pa-
leografía = ciencia auxiliar de la Historia) .
3. Análisis gráfico de los elementos constitutivos
de la escritura en sí misma, para conocer su na-
turaleza y evolución (Paleografía = ciencia propia
e independiente).

1 Conocer el contenido ideológico de determinados


(Prácticamente se iden- { ·
textos escritos.
Finalidad tifica con el objeto for- ' ·
mal de la Paleografía} , 2. Servir de base para el trabajo historiográfico.

t 3. Conocer la naturaleza y desarrollo de la escritu-


ra en sí misma.

15
INSTRUCCIONES PARA EL ESTUDIO DEL TEMA

Tratándose de los conceptos básicos de una disciplina científica, es obvio que el tema ,
en su sustancia al menos, esté recogido y expuesto en los tratados y manuales de Paleogra-
fía; de ellos se citan en las siguientes orientaciones bibliográficas los que se consideran de
mayor interés o provecho para el alumno . Sin embargo, no podemos remitirnos enteramente
y por igual a todos ellos , pues sus teorías sobre los dos puntos fundamentales del tema (de-
finición y objeto de la Paleografía) fallan en algunos aspectos. Por otra parte, la mayoría de
las obras citadas son de acceso menos fácil para los alumnos, bien por estar agotadas y no
encontrarse en el comercio ordinario de libros , bien por estar publicadas en el extranjero:· en
concreto. la ·Paléographie Romaine .. , de Jean Malion, cuyas teorías son las más acordes con las
líneas generales de nuestro esquema , participan de los dos inconvenientes que decimos: estar
agotada y haber sido publicada en lengua francesa.

Optamos. pues , por exponer brevemente el tema completo en el apartado que habría de
dedicarse a Explicaciones complementarias .

ORIENTA ClONES BIBLIOGRAFICAS

Acabamos de referirnos. como fundamental para temas paleográficos generales. al libro


de Jean MALLON, •Paléographie Romaine .. , Madrid, 1952. De él arrancan las más modernas y
acertadas tendencias doctrinales en el campo de la Paleografía. Aunque redactado en francés,
fue publicado en España por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (agotado desde
hace algunos años, está en fase de reedición. aumentado con un segundo volumen). No es libro
especialmente recomendable para principiantes ; la densidad de su doctrina y la concisión con
que está expuesta, junto a lo poco divulgado de los concepto~ que se manejan y de la termi-
nología que se emplea, hacen que su lt ·ctw ;, r ~ sulte dura , y su asimilación lenta. Sólo después
de una discreta iniciación en la teori a y en la práctica de la asignatura. podrá consultarse con
provecho este libro.

Más asequibles resultan ya desde el princ1p1o las ·Lezioni di Paleografía .. , de Giulio


BATTELLI , Ciudad del Vaticano, 1949, así como el capítulo del propio MALLON en •L'Histoire
et ses méthodes • (vol. 11 dé I'Encyclopedie de la Pléiade, publicado en 1961). bajo el título • Pa-
léographie Romaine• .

De autores españoles son conocidas y ya tradicionales las obras de Zacarías GARCIA VI-
LLADA. ·Paleografía Española·. Madrid, 1923, recientemente editada en offset; Agustín MILLA·
RES CARLO, .. Tratado de Paleografía Española • , Madrid, 1932, próximo a reeditarse; Antonio
FLORIANO CUMBREÑO, .. curso General de Paleografía y Diplomática Españolas•. Oviedo , 1946.
Pero con relación al tema concreto que estudiamos. habría que hacerles algu~~s acotaciones y
leerlos con ciertas reservas .

17
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

1. DEFINICION ETIMOLOGICA DE PALEOGRAFIA

Sale dicha definición de las dos raíces griegas qu e fo rman la palabra Paleografía: ;;a.A<Hoo~
(antiguo) y ·rp·:cpf; (escritura). Exactamente y a la letra. Paleografía no s ignif ica. pues. otra cosa
que "escritura o es<2.Utur.a~~· Sin embargo. siempre y desde que se emp leÓ-po;-·p rime:-
ra vez. se ha entendido el vocablo como sinónimo de "cienc ia de las escrituras antiguas" ; el
sufi jo ía con · que se latin izó la ;:;¡; griega contribuyó de algún modo a matizar ese sentido de
«Conocimiento. tratado, estudio . doctrina" de dichas escrituras. Quien primero empleó públ ica-
mente el término Paleografía fue el benedictino francés Bernardo Montfaucon en su obra "Pa-
leographia Graeca» (París. 1708). Aunque el té rmino no es. ni mucho menos. el id eal para ex·
presar lo que con é l quiere expresarse. ha sido tradicionalmente acept ado y hay que seguir
aceptándolo ; cambiarlo por otro . aparentemente más adecuado . serviría sólo para comp l icar
y confundir más las cosas.

2. DEFINICION TRADICIONAL

La definición etimológica que acabamos de ver . con su fórmula de «Ciencia de las es ·


cr ituras antiguas», fue pronto manipulada por lo s expertos en la materia . conviniendo todos
convencionalm ente. por razones prácticas más que c ientíficas. en definir que la Paleografía
es la ciencia ~___!_§ls escrituras antig ua~; pero n_s>_d~ todas. sin_() _§ojamente de_ las . trazadas
sobre objetos de materias suaves como papel , papiro . pergamino; mi entras que . las tr_azadas

--- ·- -------·
sobre materia·s durás. como mármol. b;:;nce. granitO: corresponaen a otra disciplina llamada
-- -
Epigrafía.

Hasta mitad del s iglo XX esta clas ifi cación de las fuentes escritas en duras y suaves .
según la materia de los soportes respectivos. con sus repercusiones en la definición de Pa-
leografía. ha sido como un dogma. mantenido por paleógrafos y epigrafistas .

3. DEFINICION REAL O VERDADERA

Ei solo anunc io de esta tercera definición ya pone en evidencia a las anteriores; pues .
si a ésta la llamamos ve rdadera. parece como si ·quisiéramos dar a entender que las dos ante-
riores son falsas. Y lo son en efecto. no en todo sino en parte . Las dos pecan de restringidas ;
una. por reducir el campo paleográfico a sólo las escrituras antiguas; otra . por limitarlo a solas
las escrituras sobre materias suaves . Lo cual quiere decir que la definición correcta estará en
hacer a la Paleografía simplemente «Ciencia de la escritura», sin restricciones de ningún gé-
nero, así deriven éstas de la edad como de la calidad de los objetos escrito s.

19
1/6 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

Pero al decir «Ciencia de la escritura .. debemos pensar que ésta, la escritura en sí mis-
ma, considerada aisladamente, no es más que un· conce pto abstracto. y que en con creto no
existe sino como fenómeno resultante de determinados procesos de ejecuc ión sobre determi-
nadas materias . Lo cual induce razonablemente a cambiar el término «escritura .. por el de .. ob-
jeto o monumento escrito .. y a definir la Paleografía no ya como «Ciencia de la escr itura .. sim-
-- --~
plemente, sino corno «ciencia de lo& objetos o monumentos escritos, consideradQ.S_eo todo el
-
Cüñ]LíñtCide s~s caracteres exter~os .. . Con lo cual se abarca no sólo los s ignos gráfi cos pro-
- piamentetáles, S ÍM . todos los--d emás~ eTementos qu;¡·~uy en eñ ' lafo-¡.mación de aquél los,
desde la materia escriptoria hasta e l procedimiento de ejecución de los signos:- - - - . . . _

Ya hemos dicho que esta definición es muy reci ente. En s u s ustanc ia, fue esbozada por
Mallan a través de diferentestrab~jos p~blic-ado s alré'dedor de 19_?..Q.!_ desarrollándola luego-y
formulándola definitivamente en su citada " Pal éographie Romaine "· Hoy puede asegurarse que
es universalmente.....2fept.sda por los especialistas en la materia y d_~e~a con ~s
convincentes que puede!:!, de forma esquemáti ca, agruparse en e-~~_:~re: ca~t~s ~ '

a) La ambi güedad del término .. antigua .. ap licado a la escritura; para c larificarl o habría
que fijar -=Ye 1~-e;-imposibl ~- _dónde terr~~a lo antiguo- y dónde _~rnpje._za lo_.modern~. Bast e
aec ir que la actu al escritura, la de hoy mis mo , así la t razada a mano como la de imprenta, gráfi-
camente se remonta . en sus or ígen es inmediatos, al sig lo XV; mientras su ori ge n primitivo hay
que llevarlo mucho más lejos .

b) La ambi güedad de los términos "suave y duro .. ap li cados a las materias escripto -
- ·-- --~
_ ri as.;.. QJJ~hay una se~i e de el las, como la piza rra. el grafito . la madera , e l barr;.o, la ce ra que.

-----
- según con cuá l otra se comparen. pueden clasificarse íñaistintamenté de duras o suaves . ----..

e) La c oi~cidencia. en su trazado básico . de cua lesqu ier escrituras. ejecutadas sobre las
materias más diversas; de suerte que no hay diferenc ia sustanc ial sino só lo accident al y aparen-
te en el modo de escribir sobre un bro nce o un granito y sobre un papel o un a tabilla ~a.
~~:·_La e~c!jtura - dice Navascués a este r especto- es un fenómeno soe<ial únic~e._: ;¡e-mpre
la misma dentro de un mismo sistema . con ind epende_!) ~ de la rn_a_!§_ria escriRtoria y de la -
geografía... -- ·- - ------

Só lo necesidades de ord en práctico. que ob li gan a hacer diversos compart im entos den-
tro del campo inmenso de la escritura. nos fuerzan a admitir e l que algunos de esos compar-
timentos tengan s us especialistas prop ios. como ocurre con el epigrafista, qu ien. de hecho
y con relación al mundo de las insc ri pc iones . se convierte en verdadero paleógrafo . Nadi e como
é l está en s ituac ión de leer e interpretar los s ignos gráfi cos t razados sobre los objetos escri-
tos que hab itualm ente maneja y del conjunto de cuyos caract eres . así internos como externos .
tiene que hacer estudio ex haustivo.

La obra de Mallan . ya c itada. y casi todos sus demás traba jos (p .e. " Los bronces de
Osuna .. . en «Archi vo Español de A rqueo logía ... LVI , 1944) junto con el discurso de ingreso en
la Academia de la Historia de Joaquín M aría de Navascués sobre "El concepto de Epigraf ía .. (Ma-
drid , 1953). así como su t rabajo «Manuscri tos en barro del M useo A rqu eológ ico Nac iona l .. (Ma-
drid, 1955) son los más indi cados para completar el estudio de este prob lema de la iden tidad
gráfica entre s ignos trazados sobre materias suaves y materias duras. Un caso concreto -e ntre
muchos- de apl icación de las teorí as que las citadas obras exponen y demuestran, puede
verse en el trabajo de Tomás M arín, «Pa leografí a de las in sc ri pciones par ietaria s de Be lo
(Cádi z) ... pub licado en «Att i del 111 Concresso lnternazionale di Ep igra fí a Greca e Latina .. .
Roma. 1959.

20
PALEOGRAFIA Y DJPLOMATICA l/7

OBJETO MATERIAL DE LA PALEOGRAFIA

Es evidente que lo constituyen aquel las escrituras o . mejor. aquellas piezas escritas sobre
las cuales se ha de p~oyecta"; -y- ;:ecae r la acción paleográfica . Se presta di cho objeto mate ria l
a clasificaciones y come~ntarios diversos que tendrán su lugar más adecuado en algunos de
lo s siguientes temas . por ejemp lo y especia lm ente en el quinto .

OBJETO FORMAL

Lo constit~yen las diferentes acciones que la Paleografí a y el paleógrafo pueden ejercer


sobre
_ la esc'ritura y
_ _,_ s~-bre los monumentos escritos. Dicho e-;Qt;Qs tér-minos.-.¿,.--
se trata ·de ex-

-
-
-
-
-
-
~
.
plicar cuál es el papel que le corresponde jugar a la Pal eografía con rel ac ión a esos monu-
mentos y cuál es el fiñ q ue debe fij arse af ocuparse de los- mismos. Como dichas. acciones .
consus finalidades respectivas. se reducen a tres principalmente. podemos decir que el ob-
jeto formal de la Paleografía y su papel con r elac ión a la escritura . es-;;:ipT;;:- -
--- --- -
.... ....- -- . - --
Leer y descifrar los signos gráficos (letras . palabras . frases . signos complementa-
1.0
..... - . -..... -
riosJ de los correspondientes monumentos escrttos. hasta llegar el paleógrafo lecto r a saber
----~..._

' lo que -aquéllos ~ignifican , en su sentido más e leme~ta l y simple . O sea. que . en princl.pi ~ño
entrará a discurrir sobre los problemas de cualquier clase . ajenos a la pura lectura. que pue-
da plantear el texto leído.

Entendida así la Paleografía . más que el título de c iencia prop iamente dicha , parece cua-
darle el de instrumento o método de lectura o. como la llaman algunos autores. " arte de la es-
critura antigua ... es decir, de su lectura e inte rpretaci ón . A este aspecto de la Paleografía se
refieren expresamente , y hasta con cierto énfasis, los títulos de algunas obras sobre la materia .
como la «Biblioteca Universal de la Polygrafía {sic) española -de don Cristóbal Rodríguez-
por la cual -sigue diciendo el título- se enseña a l eer sin maestro todos los instrumentos
de archivos. bibliotecas ... de todos los reinos de España ... y de toda Europa ... o la "Escuela
de leer letras antiguas y modernas desde la entrada de los godos en España hasta nuestros
tiempos ... del Padre Andrés Merino .

A pesar de lo cual y de ese énfasis que subrayamos. insistimos en que el solo fin de
enseñar a leer las escrituras que necesi ten enseñanza y aprendizaje , no basta para dar anues-
traasignatura categoría de verdadera ciencia . El saber leer y desc ifrar correctamente es algo
y
elemental -b~o para -~ 1 paleógrafo pero- sólo el co~ienzo de su carrera ; y si se queda eñ
Püro lector de ~determinadas escrituras. por difíciles e indescifrables que sean. no alcanzará
patente ni de científico ni de paleógrafo verdadero . Practicones y ayunos de auténtica ciencia
paleográfica llamaba a tales lectores. a fines del pasado siglo. Angel Gualandi , .. los cuales
-dice- pueden considerarse como e l eco · y portavoz de lo que material mente está escrito
sobre los manuscritos. pero nada más ".

Q Hacer _examen sistemático de l~s


escrituras y los monumentos escritos para tratar
de situarlos en el tiempo y en el espaci ~ n de . ~J¿a! de ellos materiales seguros en orden
a la elaboracióñ ·Y construcción crítica de la histor_i a. La Paleografía pasa así , en virtud de este
segundo aspecto de su objeto fOrma l , a constitui;:;e en ciencia auxiliard e la historia. Bien
advertido, que ¡¡; palabra~ historia no tiene aquí el significado restricto que se le da ordinaria-
mente y que vale tanto como relación de los sucesos y manifestaciones más importantes de
una persona o de una institución o de todo un pueblo . Paleográficamente, el término historia
lo entendemos aplicado al desarrollo y evolución de cualquier aspecto humano. como el len-
guaje, y de cualquier materia o disciplina científica. aunque su sustancia nada tenga que vAr

21
1/ 8 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

con la historia propiamente dicha. como la medicina o la matemática ; pues. en princ1p10, el


proceso de ese desarrollo y esa evo lución habrá quedado plasmado en los correspondientes
textos escritos. y allí hay que buscarlo.

Situado el paleógrafo en ese segundo plano de su discip lin a. debe encontrar en ell a
-siempre que le interese averiguar la sustancia y los detalles de un hecho hi stórico. refle-
jado en determinado texto escrito- no só lo el instrumento que le ay ude a leerlo y desc i-
frar lo. sino el mejor medio para juzgar de su autenticidad. de su origen y procedencia. de la rea-
lidad y exactitud del hecho en cuestión. A la Paleog rafía le tocará decidir sobre la época en que
aquel conjunto de caracteres estuvo en usg..,!. sobre. el lugar y área de extensión cor;;sp;ndi'eñ-
- tes a aq uel género de letra . sobre los centros .Y- Rer.§Oni!.$_ que lo utilizaron: so b~e el fin aqüe
se destinaba la pi~ es_crita•. so~~J:! tr_2Qi9iQD a Jravés d-;-los- posibles pose~dores. _con la
huell_ª-.qu.e dejar:2_n ~n la misma . Es evidente que~conclus i o n es sacadas por el paleógrafo de-,
ese examen exhaustivo. aunque externo. del monumento escrit o proporcionarán al hi storiador
poderosos criter ios para juzgar sobre la sustancia y acc identes del fenómeno histórico ~e le
i nteresa esclarecer o enj uiciar. v· téngáse en cuenta cómo ese historiador que dec imos- puede
ser o e l propi o paleógrafo o un segu ndo a quien ll egaran los datos y conc lusiones de aquél.

.!:_a Paleografía -dice en consecuencia de todo esto el propio Gualand i- no puede andar
sepa':_~da de la histori~~~ncueritra en_ ella la razón de su existencia. Nosot ro; diríamos--:-
más bien : la historia no puede presci ndir de la Paleografía; es su auxi l iar más ef icaz y más
seguro. El pa leógrafo -diremos para t ermi nar y por poner un símil ilust rativo- es con rela-
.; ión al historiador y a la obra histórica lo que el especialista en mat eriales de construcción
es con re lación al arquit ecto o al ingeniero y a la obra materia l que constru yen.

!":'oj Ana)_izar la naturaleza de los signos gráficos no tanto ,en orden a apro~!char los
elem~Ós que dicho aná lis is sum inist re para el trabajo historiográfico en general . sino. pri-
-mero y antes qu e na<la. para conocer el desarrollo intrínseco de la propia escr itura. es deci;,
su origen. su evoll)clon .~ s us cambios y vari antes. y esto en relación con cada mon umento eS-'
"' . - ---~
crito que se presente a la consideración del paleógr.afq_,_fs é~ta una dimensión del ob jeto for-
2ª-.L..Q.!Ua_Pa leqgr af ía que le confiere _categorí~ de c ie':.,Sia propia e independiente. s in 7 ubor-
dil}_ación ni relación de serv icio o aux ili aría a ninguna otra. Si por algún aspecto pued e decirse
con entera razón que la Paleografía es la cienc ia de la escr itura. al margen de que ésta sea
moderna o antigua. nueva o vieja , dura o suave. y presc ind iendo del respectivo conten ido tex-
tual . es precisamente por esto.

Para comprenderlo mejor. imaginémonos al pa leóg rafo abord ando el estudi o de un mo-
numento recién escrito -ayer. hoy, ahora mismo- . sea un libro impreso. sea una hoja de
pape l con notas sem iil egibles. sea e l letrero anunciador de un estab lec imiento comerc ial co-
locado en la f ac hada del mismo o aparec ido en la pantalla de la televisión. Todos son objetos
escritQ? y, en principio . seg ún lo dicho. el paleógrafo debe ~ercer sobre ellos una tripre-aG-
·éÍón: leerl os y desc ifrarlo-s. enjuiciarlos con cr iterio hi;t~ográfi co. y analizarlos gráficamente
cJesdé- el -á-ngulo de la naturaleza y evolución de su es-critura . Pero. - én la práctica . los .. dos
oojetivos primeros fallañ. no tienen razón ae ser . pues se - trat a de esc ritura corri ente con la
que todo el mundo está familiarizado. si n necesidad de ap rendizaje especi al pa ra leerla y
descifrarla ; histórica o hi storiográf icame nte . por el momento . el texto tampoco tiene ningún
interés; en cambio, cabe hacer un anál isis gráfico e interno de su escritura. de sus formas.
de s us t razo s. averiguar por qué son así y no de otra manera . exp licar de qué anteriore s es-
crituras proceden. etc . Si. por ej emplo. en el co njunto de esas varias piezas esc ritas que aca-
bamos de suponer (libro . hoja de papel . letre ro comerc ial) nos encontramos con que la letra
a se presenta en cuatro formas aparentemente di sti ntas (A. A. a. al. paleográficamente lo que
interesa . y no otra cosa. es explicar el porqué de esas diferenci as.

22
PALEOGRA FIA Y DIPLOMATICA

Atendiendo sólo a este tercer objeto formal de la Paleografía . ésta podría definirse
como ciencia del lenguaje escrito y correr paralela con la Filología que es la ciencia del len-
guaje hablado. No olvidemos que los dos lenguajes no son más que manifestaciones exter·
nas del pensamiento y que para expresar éste el lenguaje hablado emplea fonemas . sonidos .
mientras el lenguaje escrito emplea signos gráficos: con la ventaja para el segundo de que
hasta hace muy poco el lenguaje hablado no se podía fijar de ningún modo sino mediante su
plasmación gráfica . es decir. mediante la escritura . De ahí . el interés de la Paleografía en re·
lación con la Filología y la Historia de la lengua .

-
gráfico'$.Ta_......--
--
Paleografía IIR••--r .,
....,.,..
.,
,_
debe establecer una serie ~
----
Como tal ciencia propia e indeP,endiente .en relación con el análisis interno de los sjgnos
-
-
....
de ~Princigios o>leyes generales
- -
acerca
._....... -
de
,..
la
""

-riatüraleia. origen y evolució ~d~. la es.cr:.itura ._q~ PY!Hllln-ªPli!;:arse a o~~signos ..trél~Q.os_ so~
~~ cu a19.l!l.§.r mg,num ~IJ!Q..e.§.Crito: 19 mismo que la filología los tiene establecidos con rela-
ción a los fonemas que constituyen el lenguaje hablado. Existen. en efecto. dichas leyes:
reunidas y sagazmente formuladas por Jear Mallan, son aceptadas hoy por cuantos se intere-
san a fondo en los problemas internos de la escritura .

Para los alumnos del presente curso. sin embargo. no tiene interés inmediato el enun·
ciarlas y exponerlas aquí: sepan que existen y adónde pueden acudir para encontrarlas ex·
puestas y razonadas. Son muy escasas las posibilidades de tiempo en un curso de Paleografía
y Diplomática. compartido con otras disciplinas . para intentar llegar a considerar. ni aun so·
meramente. este tercer objeto formal de la Paleografía . Bastante será que los alumnos lleguen
a alcanzar las otras dos metas propuestas al principio como objetivo general del curso: saber
leer y saber enjuici ar con criterio histórico o historiográfico los textos de aquellos monumentos
escritos que pudieran tener que ver con sus especialidades respectivas .

23
TEMA 11

METODO PALEOGRAFICO. RELACION DE LA PALEOGRAFIA


CON OTRAS DISCIPLINAS

ESQUEMA / RESUMEN

1. De la Paleografía como instrumento de lectura .


Método 2. De la Paleog rafí a como cienci a auxi li ar de la Historia .
3. De la Paleografía como ciencia propia e independiente.

1. Co n todas las c ien cias en general.


2. Con la historia . la filolog ía y la critica textual especialme nte.

Relación con otras 1 3. Con aquel l as ciencias cuyo objeto material lo co nstitu yen también
determ inados grupos de monumentos escritos (Epigrafía . Numismá·
disciplinas
tica. Diplomática. Segilografía) .
4. Con otras disciplinas que. más que ciencias aparte. pueden consi ·
derarse como capítu los de la propia Paleografía (Papirología. Codi ·
cología. etc .).

27
INSTRUCCIONES PARA EL ESTUDIO DEL TEMA

Este segundo tema puede considerarse continuación del ante rior y, teóricamente. podrían
haberse juntado los dos en uno. Pero. sin duda. hubiera resultado demasiado largo y, quizá. un
poco pesado para los alumnos. así por el exceso de doctrina. como por ir montada ésta sobre
ideas. en general. poco conocidas y con una terminología nueva para ellos.

Tampoco es fácil encontrar lo expuesto de forma breve y sistemática en tratados y manua-


les de la asignatura . En consecuencia, y en vez de unas Exp licaciones complementarias propia·
menfe dichas. el espacio destinado a éstas lo dedicaremos a una exposición breve pero completa
del tema. Su contenido es también, como el anterior, eminentemente doctrinal y teórico; bien
que sin faltar . en la parte del Método . planteamientos y soluciones que habrán de influir en
las realizaciones de orden práctico , aneja~ a los temas de las siguientes unidades didáctic as.

Sobre la oportunidad del tema y lo no superf luo de su inclusión en el presente progra-


ma, hay suficientes razones que lo aconsejan. derivadas unas - expuestas ya en la introduc-
ción de esta unidad primera- de la naturaleza de la asignatura. y relacionadas otras con la
formación de la personalidad científica del alumno. No se olvide que si algo hay importante
en orden al conocimiento de cualquier disciplina científica, es el método. cuya significación
etimológica es, precisamente , la de vía o camino que conduce al encuentro de la verdad en
una determinada ciencia. Por otro lado. al tratar de las relaciones con otras disciplina~. se
ofrece a los alumnos ocasión de ponerse por primera vez en contacto, siquiera sea somero.
con aquéllas; algunas de las cuales. hasta por el nombre. les pueden resultar absolutamente
nuevas.

ORIENTACIONES BIBLIOGRAFICAS

Cabe repetir lo dicho en el apartado correspondiente del tema primero. así sobre obras
tradiciona les. donde Jos puntos principales de la presente lección no pueden dejar de estar to-
cados (García Villada. Millares Cario. Battelli . Floriano Cumbreño). como sobre el particular in-
terés que con relación al asunto del método y al parentesco con otras disciplinas tienen los
trabajos de Mal lon y Navascués citados allí mismo. Sin embargo. no resultan estos últimos los
más adecuados al caso de ahora; pues . de los varios métodos aplicables a nuestra disciplina,
según el objeto y los fines que le hemos asignedo . a dichos dos autores les preocupa más y casi
exclusivamente el método que ha de ap l icars~ a la Paleografía como ciencia de la escritura en
sí m isma. m ientras que a nosotros, por el momento. dicho aspecto paleográfico nos interesa
menos.

29
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

EL METODO

Entend~..§... aquí . por método la serie de principios que la ~aleog!:_afía ha de fij arse y de
procedimientos q,ue ha de seguir para llenar el tripl e objeto y la triple finalidad que Te asigna-
mos e~l tema primero , de ""s~~: 1) in-;t'rumento de lectura: 2) c iencia auxi liar de la Historia':
--:3) ciencia p;-;p'fa"de la escritura en sí misma .
----- --- ~--

I1) ~o~~st ~umento o arte de ~ct~ra aplicado a determinados monumentos escritos.


la Paleografía -y , por cons igui ente. el paleógrafo- debe tener presentes las siguientes reg las
o principios :

- a) Leer sin prisa y sin angustia, con esp íritu sosegado y con sufic iente atención. pero
no excesiva ni-. mucho menos. tensa. Mal enemi go de la buena- re ctura s·era, pues, cua lqu ier
clase de nerviosismo. as í el temp eramental y permanente , como el esporádico, por la razón
que sea. Ejemplo elocu ent e de lo que decimos son las inexp licables fa ltas de lectura cometi-
das a veces por los opositores a plazas de profeso res. invest_igadores, archivero s, etc .. en c u-
yos ejercicios entra el de leer y transcribir determinadas piezas escritas.

b) No leer jamás de memoria ni distraídamente. fiado el lector en su conocim iento de


textos iguales o pa rec idos . Es norma que ha de tenerse espec ialm ente en cuenta para la lec-
tura habitual de series documenta les, donde la fraseolog ía del texto varía poco de unos docu-
mentos a otros. Importante es. por ejemplo . co ntro lar las posibles erratas del t exto que se lee
y transcribe : pero s i la operación de leer se ll eva a cabo rutinaria y memorísticamente . el fallo
es seguro en cuanto a tales erratas se refi ere .

....--.- e) No prescindir de ningún e lemento gráfico. por insignificante que parezca. El lector
paleógrafo,_ nopuede 'co ntentarse con leer ·é l t exto - prin c ipal de un conjunto escrito y despre-
ciar el resto: hasta el s igno más ex iguo debe ser objeto de su actividad lectora y, en conse-
cuencia . hacer todo lo posible para sa ber qué significa y. s i no sign ifica nada. por qué fue
trazado o por qu e éstá allí .

- d) No tener la pretensión de querer leer el tex to escrito de un tirón , sobre todo, s i se


trata de textos largos y escrituras difíciles o más desconocidas . En principio. poco importa que
al primer intento y a la primera pasada qu ede n pa labras o frases s in leer sati sfactoriamente:
saldrán a la segund a o a la terc era, o a las pasadas s igu ientes.

· ~ e) Poseer conoc imi ento suficiente de la lengua en que el texto escrito está redactado
y tener idea, s iquiera mínima , de l asunto- a que se ~efiere . Cuando se trate de texto s largos
---
sobre materi as muy espec íficas. como medicina. matemáticas. derecho. en la mayoría de lo"

31
11 / 6 PALEOGRAFIA Y D IPLOMATICA

casos será inútil que un profano en tales materias intente leerlos. Recuérdese el caso de los
manuscritos de Leonardo de Vinci, de la Bibl ioteca Nacional madrileña, que tanto dieron que
hablar hace unos años, para transcribir los cuales hubo que acudir a un buen conocedor de la
obra literaria y científica del gran artista. Si a lo específico del texto se une un grado extraor-
dinario de escritura ilegible o dificu ltosa. como ocurre con los autógrafos de Santo Tomás, a
muy pocos. casi a nadie, les será dado leerlos directamente.

f) Particu~r cuidad~ ha de tenerse con los nombres propios de personas . de pueblos. de


términos geográficos. etc .. o de palabras típ icas y menos corrientes que se repitan en el texTo
leído. Precisamente en esa reptición y en la mutua ·comparac ión de los pasajes donde la palabra
se repite. encontrará el lector apoyo no despreciable para dar con la lectura verdadera.

'---Q ) Especial preparación y especiales


- - -- -
medios _s.erán necesarios para abordar la- ,___.___
lectura
e interpretación de las llamadas escrituras cifradas o criptográficas , es decir, aquellas que ,
"'Prescindiendo de las figuras propias y normales de cada letra , reducen las sílabas . las palabras
y aun las frases enteras a signos extraños y convencionales. Cualquier intento espontáneo de
leerlas será inútil si previamente no se dispone de alguna clave explicatoria de tales signos .

h) No dar sistemáticamente por buenas posibles lecturas anteriores. El lector que se


precie de paleÓg~afo. debe, al menos. comprobar directamente y por propia cuenta que el co-
rrespondiente texto ha sido bien leído anteriormente. En la colección de inscripciones c féTma r-
q ués de MonsaÍud , pÚblicada por el Instituto Antonio de Nebrija del C.S.I.C . (Madrid , 1951), son
relativamente frecuentes -algunos muy curiosos como el célebre ladri llo de Aceuchal- los
casos de piezas cuyo texto. mal leído en un principio por el marqués, ha seguido le yéndose mal
o. mejor, repitiéndose hasta nuestros días por otros lectores confiados y perezosos .

i) La operac1on de leer cualqu!er t&_xto un poco largo debe realizarse por esc rito , es
decir, queTa lectura se convierta de algún mo-do en tran-scripción y copia de lo que se lee---

Supuestos estos principios teóricos como norma para una lectura verdaderamente pa leo-
gráfica , ~-sa _exponer el procedimiento práctico que debe seguirse para conocer bien ~
.
determinada ~ !ase de escritura__y_JJ.~.9ar a leerla con soltura y seguridad suficientes . Dicho pro-
cedimiento comprende las siguientes fases:

a) El novel lectoJ deberá primero observar y tratar de fijar en s u memoria las formas
~de ca da let-;:~ decir, su figura o dibujo, conside~das~~adamen~e. o sea, con i nde-
pendencia una de otra . Para aprenderlas, echará mano de aquellos libros (manuales . cartillas .
abecedarios, reglas, etc .) donde vengan bien y fielmente reproducidas tales letras . Para fijar-
las en su memoria , será medio muy eficaz ir buscando , una por una. dic has figuras dentro del
texto que se trata de leer e identificándolas como tales· letras, al margen del sentido que pue-
dan tener con relación a la palabra o sílaba respectivas .

--
b) Una vez aprendidas teórica y prácticam ente las formas de cada letra so la y aislada .
debe pasa;:s;-;n- seguida a hacer lo m ismo con las figuras o dibujos correspond ientes a - los
nexos o uniones de dos , tres y más letras que, normalmente . se dan en cualqu ier conjunto es-
- cnto y que contribuyen a deformar las formas primitivas y auténticas de aquéllas.

e) Pasar luego, por procedimiento análogo, al aprendizaje de todos los demás signos
gráficos ue no sean letras ni nexos. pero qúe sirvéñ para completar el sentido de ·aquéifos
--
Signos numerales. de puntuación, de interrogación, etc.) . Entre esos s ignos serán objeto de
especial atención los llamados signos abreviativos. de los que nos ocuparemos ampliamente en
---
varios de los siguientes temas.

32
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA 11/7

d) Supuesta ya la asimilación de todos esos elementos que integran .el fenómeno de la


escritura, no queda para el aprendiz de lector sino aplicarse a una práctica constante y orde-
nada de lectura. empezando por los conjuntos escritos más fáciles y pasando gradualmente a
los más difíciles.

No hace falta subrayar la simplicidad del método expuesto. que se hermana con el siste-
ma empleado para enseñar a leer a los párvulos la escritura corriente. La diferencia entre el
aprendizaje de un niño y el de un novel paleógrafo ha de establecerse en función de la mayor
reflexión con que deberá proceder este segundo. Reflexión que -insisti mos- habrá de hacer-
le huir de cualquier asomo de automatismo y rutina en su actividad lectora. Para evitarlos puede
ser interesante el consejo de no dar nunca por le ída una palabra aunque se adivinen sus letras
y se le saque el correspondiente sentido. sin haber ide ntificado todos y cada uno de los elemen-
tos gráficos que la integran, por más escondidos o disimulados que parezcan. En las clases
prácticas de las cátedras de Paleografía da excelentes resultados este método, a base de que
el alumno sea interrumpido por el profesor a lo largo de la lectura, exigiéndole que explique
-incluso sobre la pizarra- dónde están, en el conjunto de cada palabra, cada una de las letras
y signos leídos.

L~./ _Como ciencia auxiliar de la Historia, a cuya elaboración debe aportar los elementos
críticos que le suministre el examen externo de las fuentes escritas , ha de partir la Paleografía
de los siguientes supuestos:

_ a) Que cualquier escritura responde a unos límites geográficos y cronológicos. dentro


de los cuales ha sido trazada; y que el experto en Paleografía tendrá puesta su mira en es-
tablecer WJa'"'sii"!CrQ.QRªCi,Qn J~__m.ás ~xacta posible entre esos tres elemer:~os : escritura. lugar
y tiempo. Así. ante cualquier texto escrito no podrá el paleógrafo limitarse a concluir que-:-pür
ejemplo, su escritura ha sido trazada en la Penínsul a Ibérica durante la Baja Edad Media; debe
aspirar. por lo menos. a decir y mostrar. en cu-anto al tiempo, que dicha escritura ha sido eje-
cutada en tal siglo, y en tal año o tales años de dicho siglo; y en cuanto al espacio. deberá
razonar, al menos . que fue llevada a efecto, pongo por caso, en el Norte de España y, mejor aún,
en Castilla o Aragón y, dentro de esos reinos. en esta coma rca o en aquélla y -más ideal
·todavía- en t al centro escriptorio y por tal grupo de personas o por tal persona concreta .

_ b) Que la escritura de todo texto escrito o-~-~-~ _<?.;ig_0..~!..LRr.im~ti~~ en que dicho texto
fue plasníaao o es una reproClucCTón ··po-sterforae aquélla. y que es importante. dentro del pa-
pel asignado ala Paleograf'í'a.ae aüX:TIIarcTentíficamente a · la-Histori·a·~- saber distinguir entre
la escntura primera y las- pos'te-riores O , dicho ...;n~tro·~ tér~-inoS. entre la escritura del texto
original y la escr ituraCfelas copias d~ ese texto .

- e) Que una mi·sma persona o. quizá mejor. una misma mano puede trazar escrituras
aparentem;~t~ d~stj_~rnLentr.a..s_qu~ varias ee rsona~_<?, va.!:.!_~.!.~~-~_:- dife;e~=!.E:_~
pueden trazar
escrituras aparentemente iguales; y que es importante, en orden a la crítica de los posibles
elementos históricos contenidos en textos escritos. la identificación real de esas manos , iguales
o distintas sólo en apar iencia .

El proceso que. para alcanzar las metas cifradas en dichos supuestos. ha de seguir el
paleógr~deberá caminar- por ..ios siguientes pasos:

a) Agrupar los monumentos escritos. relacionados con un determinado asunto histórico .


tomando como primer criteri; -de-ª9!.!JP-acióñ la tg~aÍdad. o el !2i[_e~ido ~P.r~c.iable. Qe__dl~~os ~
numentos a través de sus caracteres más externos (inscripciones. códices. documentos. etc.).

33
11 / 8 PALEOGRAFIA Y DIPLOM ATICA

b) Un segundo criteri.Q_de discriminación y ag_r.up_9c1on atenderá a la semejanza de los


caracteres gráficos o de la escritura propiamente dicha.
. -
e) Las piezas integradas en los grupos que resulten de esos dos primeros intentos
agrupadores se-so meterán a nuevas clasificaci;nes. juntando. por ~n ,; do . lasrñásanálogas COh
relación al ti erT}pO ~n que fueron escritas y. por ·otro.~-las que correspondan a una misr:ña:"" a?ea--
geográfica. aspirando siempre a que dichas ár eas. lo mismo la cronológica que la espaciaf""seañ
lo más conc retas y re_d~cioas posib les . - . -

d) Es evidente que para realizar esa labor agrupadora o clasificadora.~ paleógrafo debe
aprovec har los resultados en el mismo sentido gue_. C.2_111.Q_algo seguro. obtuvieron ya sus pre-
decesores en el oficio de agrupar y clasificar los diferent~ lotes de monumentos. Al ñacerla
historia de l a Paleografía en el siguiente tema habrá ocasión de ver cómo se ha procedido
siempre en este aspecto por los autores y tratadistas de la materia.

e) También aprovechará los datos internos derivados del mismo texto que se lee y cri-
tica. ~todo cu!lnto ~puedan servirle para fijar esas áreas de espacio y
de tiempo con vistas a
la clasificación del _!!!Onumento y de su escritura.

Por ese camino de observar. ag rupar y c lasificar ll egará la Paleografía a elaborar diferen-
tes cuadros o tablas de letras. de nexos y de signos complementarios que el paleógra fo asimi -
lará y t endrá presentes cuando quiera enjuiciar un monumento escrito con relación a determi-
nados hechos hi stóricos. Así, la aspirac ión de todo paleógrafo. que se precie de serlo . debe
estar puesta en ll egar a poseer. al grado máximo. lo que se ll ama ojo paleográ fi co. en virtud
del cual pueda. cuando se le ponga delante una concreta pieza escrita. atribuirla a tal época y
a tal lugar con la mayor aproximación posible . He ahí la base de la colaboración que la Paleo-
grafía está llamada a prestar en la construcci:Jn del gran edificio histórico .

13. La Paleografía en cuanto ciencia propi a de la escritura en sí misma . tiene también


L ------- - ~ - ---:-:-:----..
su método. Tan lo tiene. que algunos autores apuntan a que. dentro del campo paleográfico . el
único método verdaderamente científico es el que responde a este aspecto de nuestra disci-
plina. Ciertamente -decimos nosotros- s i no es el único. sí es el más c ientífi co y el que . en
relación con el fenómeno de la escritura. puede establecer una serie de principios más sustan-
cia les y transcendentes . No los vamos a exponer aquí. por las mismas razones que adu j imos.
al hablar. en el tema anterior. sobre el objeto formal de la Pa leografía como cienc ia propia e
independ ien te. No sólo no son necesarios para que el alumnos alcance el obj etivo principal del
presente curso. sino que pudieran contribuir de algún modo a confundir lo y desorientarlo. El libro
de L. Gili sen ... L'expertise des écritures médievales". publicado en 1973. quizá sea el más re-
ciente de los trabajos dedicados a recoger y comentar dichos princip ios . cuya sustancia puede
resumirse en estos tres enunciados :

a) g naturaleza. el origen ~ evolución de cualquier escritur!L!:).Q puedel}_s_e.Lbien~­


nocidos sino mediante el análisis ae sus puros' elementos gráfic~s .

b) ~s gráficos no podrían explicar~~ ~n averiguar previé!J)J.e..o!e l as~­


tendencias gráficas que han impulsado la ejecución_ @ la escritura y decidido ~ a como
_es y no de otro modo_ --- -----
e) Los principales elementos gráficos que dan s u se r definitivo a cualquier escritura t al
como se presenta a nte nuestros ojos. son éstos : La f?rma o el -ª.§pecto ~ e--ro5Sino~
qu e conforma n la figura de cada letra . El ángulo de escritura. resu ltante de la posición que

34
PALEOGRAFIA Y DIPLOMAT ICA 11 / 9

guardan el instrumento con que se escribe y la línea que se sigue al ir escribiendo. El ductus.
~sentido que _s!}_ _!!l_antie~__ en la ejecuc.!_ó~~ ...!~~ZO§... de u ~_ l.!!tri"-~~
y el módulo de esos mismos trazos. -

RELACION CON OTRAS DISCIPLINAS

·-v \Con- todas las ~i~ncias en ge~ Para entender esta relación no debe perderse de
vista q ue cualq~ lase de ciencia const1tLye un fenómeno social y_ hyma.Qo , _s_o_metido como
tal al correspondiente ~eso histórico . - Pero dlchop roces(;" no puede conocerse s-in"O- atraves
de los textos escritos donde han ido quedando recogidas y plasmadas las manifestaciones de
esas ciencias. Es. pues. necesario e imp ~~n9i~.le r2ara conos;,e_t_e l...o rigeo_y...desqr_r.Q!!.Q~~
disciplinas científicas más dive~as (Teolog~ Med!Qna. Ciencias Naturales. Filosofía. Matemá-
tica. Literatura. Geografía. Música. etc.) contar con_La PJ~ leografía . así para leer los textos res-
pectivos como para sq_meterlos a la conveniente crítica. moñt"ad'a precisamente sobre los ele-
mentos externos de dichos textos. ~~ .. - -

En la práctica. ya hemos dicho que la lectura de cualquier texto escrito . correspondiente


a una cie~ determinada. ~es muy difícil. por riO"Ciecír Tiñp6Síl5Te:-llevarl a - a" efecto ae-rñodo
ca bal. ~~~~~~_g,e la termi.!}.Q.Io,gía 'i los-~-<2!!S':.Ptos más us~12,~~ dicha cien-
cia. La solución suele esta r o bien en que e l científico se ad iestre. a través del método que
c;...--
acabamos de exponer .. en la lectura de los textos específicos que le interesan. convirtiéndose

--------
así en un paleógrafo de vía estrecha. o en que formen grupo de trabajo el paleógrafo profesio-

(3)1Con -
nal y el especialista en la ciencia que fuere. prestándose ayuda mutua .

- -----~-
algunas ciencias espec ialmente necesitadasdel auxilio de la Pa l ;;g r~fia]:.~_r~_ri-
mera de todas.-la H'istorra.de la cual ya hemos dicho 6astante y venido a concluir que no
pueefé -pnf scindir der Sübsid io paleográfico. al que debe tener por su auxi liar más eficaz y más
seguro. Dentro de l cuadro de las ciencias históricas. todavía hay algunas que están más es-
pecialmente necesitadas de la ayuda paleográfica. por ejemp lo. la Genealogía y la Heráldica.

Y casi tanto como la Historia,_J a Filología necesita para sus fines científicos ser servida
_por la Pale ografía,. En fin de cuentas. ;e-t;ata también de una ciencia histórica cuyo fund amento-
real está en los textos de diferentes épocas y lu gares. a través de los cuales - y sólo a través
de ellos- se manifiestan los fenómenos lingüísticos que interesan al filólogo en orden a cono-
cer la naturaleza. el origen y evolución de las distintas lenguas . De hecho. y como argumento
de autoridad a favor de lo que decimos . está el que en las secciones de Filología y Lingüís-
tica de nuestras Facu ltades no falta nunca un curso de Paleografía. casi tan amplio como en
las secciones de Cienc ias históricas.

~que_la--P-i+e.J.ef}i.a-.y. m ~ incluso. ~e la Qropia Historia. f:?Uede decirse que ~~~ca


Textual es ciencia estr~aooeote relacionada con la Paleografía y que precisa de ésta como
algo básico e insustituible en su método y en sus apl icaciones científicas. Basta. para enten-
- Oeí1o. reflexionar un poco sobre el nombre y el concepto de Critica Te xtual: f ijación del texto
redactado por un autor . en su versión más auténtica. es decir. que responda más fielmente al
pensamiento del autor y a la expresión o formulación del mismo.

Los fallos en la plasmación y transmisión escrita de dicho pensamiento con su corres-


pondiente texto. pueden revestir varios grados : falsificación tota l del mismo. interpolaciones.
supresiones. cambios. errores de los copis tas . Para descubrir esos fallos y para devolver el
texto a su pureza original y primitiva no hay otro camino que el examen y conocimiento más
exhaustivos posible de las piezas escritas. a través de las cuales el texto en cuestión ha ll eg ado

35
11¡ 10 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

hasta nosotros. Con lo cua l caemos de lleno en las manos de la Paleografía. así para leer los res-
pecti vos _textos como para encuadrarlos co n tino en el ti empo y en e l e.spac io en que fueron
escritos . Las demás operaciones y su correspondien te método hasta ll egar a la reconstrucción
ideal y definiti va del t exto que se somete a crítica . son ya objeto propio de la nueva disciplina
a que estamos refiriéndonos . que por eso, precisamente, se ll ama Crítica textua l o Crítica de
los textos. Los alumnos a quienes, qu izá, interese conocer algo más de ella , pueden servirse .
entre otros. del libr ito de Henry Ouentin . .. Essais de Critique textuelle», París , 1926.

3. Pero el gran campo de las re laciones de la Paleografía lo constituyen todas aquel las
cienc.i-ás afine~C@e lo §S>D -p;; _<2Pincid i~ co n - ella-;n tener un nJ.L§mo_Q..bj eto~!l.late rial: los fñOñü:"'
mentos escritos ._Así. la Epigrafía que tiene como objeto_p ropio de su estudioJ os__!!lonumeñl'trs
:n~acjQs iU§Cl ipcl_ones ; 1 ~ N_!;!mi-sm~c~. que está constituida por ~ pequeñas pieza~ri tas
que llamamos medallas y monedas (numismata); la Sigil ografía o Sfragística. ~uya acti vidad
cie ntíf ica recae sobre otras series de peQ\.Jeñ_os objetos escr:lto.§. conocidos con el nombre de
sellos : la Diplomática, que se ocupa del estudio e investigación de los diplomas o documentos .
deiOScuales ya dijimos que forman el lote más rico de fue rites hi stóricas escritas. -·
'--- ----
No procede dar aquí explicación . aun somera. de lo que son dichas cuatro disc iplinas .
Para formarse idea de las m ismas bastará. sin necesidad de acud ir siqu iera a manuales y tra-
tados, leer los artículos que se les dedican en los diccionarios o encicloped ias de carácter ge-
neral como Espasa. y en los espec ial izados. en materias hi stóricas como el "D iccionario de His-
toria El es iástica de España .. del Co nsejo Superior de Investigaciones Científicas. o el " Diccio-
nario de Historia de España .. , de la «Revista de Occidente ... o el «Dictionnaire d'Archéologie
Chétie nne et de Liturgie" (Letouzey et Anné). de París .

El grado de vinculación de la Pal eografía con cada una de ellas deriva de la mayor o me-
nor cantid ad de texto esc rito que llevan los monumentos propi os de esas cuatro disc ipl in as
y del mayor o menor partido que pueda sacárse les en orden a la elaboración de la historia.
Según ese doble criterio, la más all egada a la Paleografía será la Diplomática: luego, la Epigra-
fía y, después, más o menos por igu al, la Sigilografía y la Numismática . De las dos últimas t ra-
ta mos, dentro del presente programa . en su quinta y sexta unidades didácticas: más parcamente
de la Numismática: con mucha más amplitud . de la Sigi log rafí a.

Sobre la correlación de Paleografía con Epi grafía nos remitimos a lo dicho en el tema 1.
a propósito de la definición y objeto for ma l de la Paleografía. Baste aclarar aho ra que el cam-
po específico de la Epigrafía. el que nada t i ene que ver con lo paleográfico propiament e dicho ,
está constituido por los caracteres internos de las inscripcion es. es dec ir, por su contenido
textual y los fenómenos as í lingüísticos como hi stóri cos que se encierran en dicho conteni do.
Pero aun de esos fenómenos no tanto interesan al epigrafista los datos escuetos re lacionados
con la Historia o la Filología -que serán más bi en patrimoni o del historiador o del filólogo-
sino la estructuración y formulación de los mismos. que suelen tener esquemas propios. según
las épocas y los sitios .

Sobre la Di plomática en relación con Ja P a~graf ía i.!!!QQ!'ta hacer notar ya desde_?hQra


~mo son~isciplinas que se comp lementa~L~bas eo e.]__Qomún objetivo de~ribuir
muy eficazmente Jilé! realización del trabajo historiográficQ o de elaboración de la historia. Ya
verem os cómo la Paleografía nació a la sombra y al servicio de la Diplomática, y empezó sien-
do poco más que un capítu lo de la misma . Los documentos o diplomas son . en este ca so . los

------
monumentos u objetos escritos sobre que ambas proyectan su acción respectiva . La diferencia
fundamental entre una y otra CQDsiste en que la PaleC?_gré!f.@..-e.s.illdla-Lo.s_c~
deídocumento como pieza u objeto escrito. mientras la Diplomática estudia sus caracteres rn-
- ....
36
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA 11 / 11

~- Suelen decir los autores que una -la Paleografía- estudia el cuerpo, y otra -la Di-
plomática- el alma de los documentos .

4. Finalmente y en relación con la Paleografía, quedan una serie de disciplinas que, en


principio. no son más que partes o capítu los de la misma; pues se trata de determinadas
series de monumentos escritos, en los que concurren un conj unto de circunstancias externas
que permiten formar grupo aparte con ellos.

Teóricamente, y si se mira al conjunto de sus elementos. dichos monumentos escritos


o son objeto propio de la Paleografía por sus caracteres externos. o son objeto de diversas cien-
cias (Derecho . Economía, Historia medieval o antigua, Sagrada Escritura. Historia de las re ligio-
nes. etc.) por su contenido textual e ideológico. Prácticamente. sin embargo, se trata de capítu-
los tan amplios, así por el número de los objetos o monumentos escritos afectados, como por
su problemática. que bien pueden, por razones de método, sistematizarse y exponerse aparte.
es decir, con independencia relativa de los demás capítulos que integran la ciencia paleo-
gráfica .

Las más representativas de dichas disciplinas, fundamentalmente paleográficas, son la


Papirología y la Codico logía. La primera cons idera aquellos monumentos escritos cuya nota
más típica consiste en tener al papiro como su materia escriptoria. La segunda. aquellos otros
monumentos ll amados códices cuyo carácter propio radica, por una parte, en lo específico de
sus formas. y por otra, en las diferentes fases a que el proceso de su elaboración suele estar
sometido.

37
TEMA 111

HISTORIA DE LA PALEOGRAFIA

ESQUEMA/RESUMEN

a) En cuanto instrumento o arte de lectura.


1. Antecedentes paleográficos o Prehistoria \
de la Paleografía. b) En cuanto ciencia auxiliar de la Historia.

e) En cuanto ciencia propia de la escritura.

2. Orígenes de la Paleografía como discipli--( a) Mabillon y su "De re diplomatica libri sex ...
na científica : Período fundacional (1681-) b)
Montfaucon y su "Paleographia Graeca "·
1750) . 1
e) Maffei y su "lstoria Diplomatica " ·

· a) Período tradicional (1750~ 1869) .


3. Des arrollo y evolución de la Paleografía \
como ciencia . b) Período moderno (1869- 1900) .
e) Período contemporáneo ( 1900-1939).

4. Renovación de la ciencia paleográfica: desde 1939 hasta nuestros días.

41
INSTRUCCIONES

Dos razones han acons ejado la inserció n de este tema entre los que integran el presente
curso de Paleografía : una. intrínseca. relacionada con la naturaleza de la asignatura y el desa-
rrollo del programa. cuyas lecciones no se comprenderían cabalmente sin las noticias -con
sus consideraciones oportunas- que vamos a dar aqu í acerca de l origen y desarro ll o hi stórico
de esta disciplina . Otra. de orden formativo en relac ión con la personal idad cien tífica del alum-
no , al cua l este capítulo de historia de la cultura le resultará nuevo y seguramente interesan-
te: pues lo árido de los dos temas anteriores se convierte aq uí en algo más ameno. con las
novedades y posibles anécdot as que suelen ir anejas a cualqu ier relato h istórico .

Aunque es normal encontrar tocado el tema en los manuales de la asignatura. suele es-
tarlo en forma demasiado breve y simpl ista. Por eso y por lo que dijimos . de estar la mayor
parte de esos manuales agotados o publicados en el extranjero. preferimos hacer de él un
resumen complet o. dentro del apa rtado de Explicaciones co mplementarias.

En el enjuiciam iento y exposición de este aspecto histórico de la Paleografía no ha ha-


bido nunca entre los especialistas gr andes problemas ni discusiones ni pareceres encontrados .
Todo s los autores coinc iden más o menos en admitir la división cuatripartit a de nuestro es-
quema. distinguiendo la etapa fundacional de la Paleografía como ciencia. los antecedentes de
la misma. y su desarrollo posterior. a lo largo de los siglos XVII I-XX . distribuido en dos o tres
períodos: el último d e los c ual es ha venido a desembocar en la etapa actual. de renovación
profunda y casi sustancié!! de nuestra di sc i pi i na .

Advertimos que del tema presente se exc luye todo lo relativo a la Paleografía en Espa-
ña, pues le dedicaremos en exc lusiva el tema 4.

ORIENTACIONES BIBLIOGRAFICAS

De los autores españoles. ninguno hay que trate a fondo este capitulo de la historia y
desarrollo de la Paleogra fí a. Garcia Villada. por ejemplo. apenas le dedica dos páginas escasas .
y Millares re coge sólo. aunque muy ampliamente. lo que se refiere a determinados grupos de
escrituras. El alumno podrá leer con provecho en las .. Lezion i .. . de BATTELLI (págs . 11- 17) su
breve .. cenno storico degli studi pleografici "·

43
EXPLICACIONES COM.PLEMENTARIAS

T1. Anteced~ntes- paleQgráficos. { La idea de la Paleografía como discipljna científica y su


-- --
sistematización consiguiente es algo_._.)relativamente nuevo. pues el hecho como tal no se dio
~gunda__rTJ.]!9d de~~ XVII. Eit érmin-o Paleografta es aun más reciente. pues no se
ideó ni empezó a usarse hasta comie~eTsfgio XVIII. ·
---
a) Lo cual no obsta para que ~~-~de entonces hubiera piezas u objetos escritos cu-
yos caracteres gráficos. por lo ges_<;;O[IOCidos o por lo difíciles. exjgieran uñ"""especial apreñdTia- --
je en orden a su Tectu;.:;;i~~in;~rpretación:,_con lo cual se cumpJe.. yª. de algún modo. el pri~er
Obj'etjVO formal de -la Paleografía: ser instrumento de lectura. ·- -

Teóricamente puede asegurarse que el fenómeno que imaginamos debió de producirse


en todos los medios sociales o humanos. aonde se die'ran, de una parte. eie-~sescritascon
o
textos no inteligibles - al prime-¡:-Q primeros intentos de lee-rlos; y de otra. interés- curiosidad
ae alguien -por saberlo que se decía en tales· textos; surgiendo.c o--;;,o consecuencia. métodos
y sistemas más o menos elementa les . "encaminados a facilitar la lectura y comprensión de
aquéllos .

De hecho. y concretándonos al mundo que cultural y humanamente nos toca más de


cerca, el rom ano-latino, nos encontramos. a lo largo de su historia, con upa _serie de manifes-
taciones concretas del fenómeno que acabamos de imaginar, dando orige'l a lo que a lgunos Ha-
man .. pale-ografía empírica .. o .. a~te paleográfico .. o uprehi~toria d;- la Paleografía", es decir,
- - • -- - . _ _ _ _ - - - · - - _,--.-~--~·~· ·-'"'u• '

paleografía no científica.

Por ejemplo. ya en el siglo 1 de nuestra era se inventa en Rol))a un sistema taquigráfico


de escribir , que del nombr~ de su posible inventor. Tirón, se llama de «Notas tironianas ... no-
tae tironianae en latín. Su existencia provocó inmediatamente la aparición del correspondiente
sistema de descitram ie~y lectura de las mismas. con sus respectivas normas y reglas . Una
muestra de -di~ho sistema es un tratadito y colecCTónde talesn Ótas que. aunque muy mer-
madas . han llegado hasta nosotros bajo el nombre de Valerio Probo (Appendix Probi), gramático
del sig lo l. contemporáneo de Nerón y Domiciano .

_A partir de entonces_y hasta el siglo XVU. no cesará la producción de tales obras prepa- .
leográficas. por llamarlas de algún modo, con títulos que giran casi siempre en torno a la pa-
Ta&ra Notas (Notae) o Abreviaturas (Abbreviationes) cuyo significado -el de las dos palabras-
es idéntico. a saber: resumen. compendio. reducción de una sílaba. de una palabra o de una
frase que se condensa en determinados signos o figuras. ocupando un espacio pequeño y me-
nor. naturalmente , que el que ocuparía la frase o la sílaba o la palabra entera. Así tenemos.
en el sig lo 111 , las Notae iuris. ·cuyo uso irá siempre en aumento. hasta ll egar a su apogeo en
la baja Edad Media y comienzos de la Moderna; los Notarum Laterculi de la· ·época carolina ;

45
111/6 PALEOGRAFIA Y DI PLOM A I ICA

el Lexikon tironianum de l siglo XII; el «Diccionario de Abreviaturas lat inas .. o Nova regoletta ...
de abreviatura usuale. editada en el sig lo XVI en Brescia; e l Modus legendi abbreviaturas in
utroque iure. del que se hicieron. en menos de tres s iglos. 68 ediciones.

Los _flo!_ último~s ~ iglos~. la Edad M.ed ia fueron particularmente fec undos en este géne-
ro de libros. destinados a faci li tar l a enseñanza y el aprendizaje ~de-l a lectu ra de determinados-
textos. e_:;pecia lme..[lte códices y. dentro de éstos. los de contenido jurídico. cuyo conoc im ien-
to-llégó a ser palenque en que se ponían a prueba las condiciones de todo buen Turista. Para
seriÜ,debía mostrarse. antes que nada. buen lector de aque llos textos. donde las p alabras
abreviadas se daban en mucha mayor proporción que las completas .

b) Tampoco hace f~.lta llegar hasta l_a segunda mitad del siglo_ XVJJ _p~- encontrarnos.
no ya _con intentos de sisfeñiatrzar el pro_c edimiento de leer determinados grupos de monu-
mentos escritos. según acabamos de ver. sino que también antes de entonces encont;:amos
-------y -..
----
COñatOs planes má_s_ o menos--sistemáticos de aprovec har para el trabajo historiográfico el con-
"' ...... .. .
---
, ' ~ ~ -------.._
tenido textual de esos monumentos. a través de la conveniente crítica de su escritura y demás
caracteres "'""externos. "' - ~
Lo cual. --
según nuestras .
explicac iones del tema l. constituye ~1 segundo
objetivo formal d~- Paleografía. como auxiliar de las ciencias histó.r:icas_

En el campo de los documentos o diplomas. princ ipalmente. se ensayó este género de


aplicaciones paleográficas. a base de exam inar la escritura de determ inadas piezas documen-
tales. con vistas a mantener su autenticidad o demostrar su falseamiento . En cuya actividad
destacaron juri stas. filólogos e historiadores. sobre todo estos últimos . durante el siglo XVI
y primera mitad de l XV II . Los literatos y eruditos en general se aplicaron. por tgua l método.
al reconocimiento y crítica de los texTo-s -a-;ct;Ínaies o literarios transmitidos en códices de la
Ed-ad- Media. que- fuer~n campo predilecto . de las afi ~ iones de los humanistas~ ita!@n~s. -c0ñ
Petrarca e~ primer tér~i no . ·

_e) En p lan embrionario, muy embrionar io - y corto. y sin apenas ningún éxito. también
__;..----~-
podemos asegurar que. en sig los anteriores al XV II . afloraron algunos intentos de averiguar

-- -
la naturaleza. e l Q!.lgen y la correlación de Ciertas clases de escritura. que es -si se recue-::d'a
._. ..........- ------~ -
del tema 1- el objeto formal asignado por nosotros a la Paleografía como ciencia propia e in-
depend iente. Así. en la Edad Media (sig los IX-X II ). no faltaron autores que trataron de anal izar
las escritu ras a~tig:;Jjl~. intent;nd~- una cJ.ªsiBC.?.Ci.9n de~~- mism~unqu e con muchas v~
cio-ñesy pocos aciertos. Los propios humanistas erraron lamentablemen e al querer fijar las
_g_e_n_e_a--;l-o-'-g"7ía...s-d-;e-l~_a-
"' s-_-·g""--
;"a'nd~s familias de escrituras medievales compar;d'as entre ;;¡;-
ción con la romana . - -Sf y en

t--------"" -- . -
} 2. La ~ale._Qgré!fía. co_m.Q_Síel_!ci! . Orígenesj En el sig lo XVI I el amb iente estaba d ispues-
to y caldeado para que se abordara de úñavez""y definitivamente el problema de lo s monumen-
tos escritos y de sus escrituras en relación con la historia y la crítica histórica. Sólo faltaban
la ocasión de que se planteara en serio el prob lema y las personas que se ap licaran a solucio·
na rl o. recogiendo los superfic iales y dispersos conatos anteriores para darl es ahora · forma or-
gánica y estructuras verdaderamente científ icas.

a) La ocas ión s urgió a propós ito de un pequeño li bro. publicado en 1675 por el jesuita
holandés Dan iel von Papem broeck . bajo el títu lo «Propy leum antiquarium C'i'rCa veri ac falsi
discrimen in vetustis membranis .. que qu iere dec ir : ~~Lil!mducc i óo._. his.tór.Lc.a _pa_r:.?._ distinguir lo
que hay de verdadero LE~_f!l s~ ~n los d?S.u!."entos a ntiguos~~.~~on.<:_l usiOD~ de este libro
eran em in e nteme.nte...uegat!ya~.... en cuanto SEL~flere al .Y9Jor de los documentos como fuentes
- hi stóricas . sob re todo s i se trataba de documentos conservados en archivo s ec lesiásticos; de

46
PALEOGRAFIA Y. OIPLOMATICA 111 / 7

los cuales asegura Papembroeck que cuanto más antiguos. más sospechosos son de falsedad .
Concretam ente. atacaba como típicamente fal sos la serie de documentos reales merovingios
que se conservaban en la célebre abadía de Saint Denis. de París.

Las conclusiQ.r¡es_d§~.f.gP~r:Q.Qro..g,G..k_~ ran_v~rga9e!:SL'JJ~.DllL9.@.Y~....L.lit~~~ban catastrófi-


cas para la historia. q~~_!l,ut~ía~_.Pr.in_9ip~lmente, .~~ g_at.Q.~ .Y.JJ.Q..tlº-Lé?.§.~QC!.~l2.11.'-~.r.~Te~=Guaréflá--:-­
nes celosos de los grandes depósitos de documentos durante la Edad Media y la tyloderna
habían sido las Ordenes monásticas, sobre todo los benedictinos , que no tardaron en rapl icar
al jesuita holandés y a su tesis .

El mejor fruto de la fuerte polémica que se abrió en torno al "Propyleum ... de Papem-
broeck y en la que tomaron párte c-;;Ttodos los historiadores de la Europa de entonces. fue
la obra del benedictino francés Jean Mabillon, titulada "De re diplomatica libri sex ... o·sea:--
--·Seis libros sobre el tema de los documentos .. , que se publicó- en- París el -a ño 1681, y füe
aceptada casi unánime~e~t~ .P.2T historiadores y erud it_os . Tan convincentes y defi ~
. taron la§ te.s.i.§.. de Mabillon' .& f~vor de los documentos como
. fuentes
................ legítimas
..........._
que el propio Papembroeck lo reconoció así en una hermosa carta dirigida desde Amberes"-ai-
~ - --
...... para ....la histona,
- ...
~ ~... __
oenedictmo el añ01"613"3 :""'-----

En elyrimero de esos seis libros. de Mabillon. hay tres capítulos. el VIII, el X y el XI,
que pÜ e~i_con~id;r;~ -~~;··.er-¡;ri~er trat.a do· ci'entífi~9. d.~ •.?~éJ.I~ R~-~1!2.: sobre todo. el XI,
que trata de las distintas clases de escrituras antiguas y va complementado por 58 facsímiles
o reproducciones de otras t antas muestras de objetos escritos. con sus correspondientes co-
mentarios: dichos facsímiles forman el Libro V de los seis de la obra.

b) Mabillon no sólo no emQ.Ieó nunca . e l nombre de la Paleografía en los títulos ni en las


explicacion; ; de sus Libri sex . .sm~ q~e-~ siquiera se planteó de;'ñüdü expreso el tema de la
_llaleogratía como......disci.p\iu.a_cieu.tí\\s:.a. f:>.. \a escritura , con sus prob\emás . \a en\uiciaba -com()
. -
uno de los elementos externos del documento, y como un capítulo más de la Diplomática . que- - ------ - - - -=-----
es la disciplina- c ie ntífica ~~cida directamente de la obra mabillonian·a. Del Órigen desarroll o y
de la Diplomática se ocupa el tema 25 del presente programa en su quinta unidad didáctica.

Hab ía de pasar más de un cuarto de siglo para que sonara _por Rrimer<t v~z_!a palabra
Paleog¡,a.tl.a. ligada al título de otra obra importante. escrita por otro benedictino trancé~
pañero de Mabillon en la abadía de Saint Germain des Prés. de París . El autor se ll amaba... Ber- ...........
nardo Moutf.Q.!.tCOJJ- y SJ.L ob.ra. "P.aleograpbia Graeca .~sive de ortu et progressu litterarum et de -~
~ -
vari is omnium saeculorum scriptionis graece generibus ... que quiere decir en caste ll ano : «Pa leo ·
grafía griega o del origen y desarrollo de la s letras. y de los diversos géneros de escritura
griega de todos los tiempos"· Fue publicada en París el año 1708.

_A diferencia de Mabillon, Montfaucon , además de inventar.! ~ d_e_ Paleografía, nos


ofrece en su libro un trabajo de natu raleza excl u sivamente paleográfica. bien que referido sólo a
la es~;a griega . Pero ~ método ti ene ~__li cacio!!.és generales para el estudio grá-fico de cua-=--
_J~g~~s~ma~uscr_!lo~--.a ba s.e_~~ta.Plecer listas de los más caracterísfiC:óS. esc ritos •
....~.P f~c h a conoc_i ~~~-can.do de esas listas razonables criterios 'as í -~~él. ~ i cac ión de las
-~.!Juras en el tiempo y en el espacio como ~pa ra explicar la evolución de los elementos gra---
ficos que conc u ~ a la .formación de éstas. • -·-- -~ - - - - - - - - - · · - - - - - - -
~--· -· ..
e) A l nombre de los dos monjes france ses hay que uni!,_~e. Qtro erudito itaLLao.Q..., ll a-
--~ ·-
mado Sc ipion Maffei.
--trabajó -
que ""'~"'"""'-' en la-~-~----
primera
-··-"
mitad del siglo
-
XVIII y viene a co mpl etar el
·-- _~ ~
. . . ... .. ..... -~-
• d ~--- . . .- - - - - - -

triunvirato fundacional de la Paleografía como ciencia aux ili ar de la hi storia. Muy joven aún,

_-
en 1713. descubrió en la biblioteca catedral de Verona una valiosísima co lección de cód ices
....
47
111 / 8 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

.1a~••..::::~ma ~~, q!to.Q1J~diev_{ll ~ qu,e con!r ibuyeron poderosamente a que el auto: sEl.!R!-
mara sobr~ la escritura latina y su desarrollo una idea _ad~e~_uada . que no se habían formado ni
_____
·Mahillon ni -otros autores anteriores . Expuso.... esta idea .~D. varias de sus-obras
-.... -
...... -, la primera de las
cuales es la «lstoria Diplom~tica .. . publicada en Mantua en 1727. donde razona breve. pero cer-
~

t eramente, c ómo la escritura romana no (;'ambió sustanciafmeñte aiTer empTeac faporlóspuel5lo'S-


bárt>"aro; q~·e se a~~nta;o;; ~n lo que h~bía~ sido dominios y provincias de Roma . ~ · -

!?oesarroi!~~Y-~luc:ión 1
de la Paleogra!ía científica. · A estos nombres de personas y
de ooras se unieron otros varios que llenan casi tres cüartos de siglo. pero que aportaron poco
nuevo. por lo menos en calidad. a la obra de Mabillon . Lo importante de este período h ... .. dcio-
""-
nal es eso. precisamente : ,el haber puesto los fundamentos de la nueva ciencia . y tan firiñ'e'S
~erñ uchos de sus principios. d~ sus coñélusiones y de· sus reglas seguirán 'teniendo vigencia

-
__ --
y api icación hasta hoy . Puede darse por ter mi nada esta primera etapa. de fundación de la Pa-
leografía científica. a m¡t;'d del siglo XVIII, y desde entoñc~s er desa7rollo de nuestra dTSc1p1t-
--
·-
'
.
.... •
.
'
~

.......
--- ~
na ha ido en aumento siempre. alcanzando sus cotas más altas en esta segunda mitad del S I·
~ "'''~~-- .j... "

glo XX . A través de esos doscientos años largqs de cultivo y crecimiento. pueden distinguir-
_
-
... -~
---
_,....,...,_.. ---- ""'""-:"-..

se
os sigui Émtes períodos : . '

- a) El período tradicional.- así llamado porque durante su larga vigencia (1750-1869) la


sombra del üs fundadore~. pa·r-ticularmente de Mabillon, sigue proyectándose p~de~osamente
en el campo pal ~ográfico. He aquí las principales notas ~que cáracterizan este período :- - -
. -- ·-- ·---··--- -
... ......... -----~
1." La Paleografía camina uncida al carro de la Diplomática para. a través de ella. auxi-
liar eficazmentealah istÓ.ri a o, mejor: <it la h is-to .riografra: En -có.nsecuencia. los trat~i-
p lo;¡-ática de este ·tiemp~co~de~ ~-¡-~;tudl~ d~s escrituras antiguas más que algún
otro capítulo en que se considera a aquélla como instrumento de crítica . aplicado al estudio
de los documentos. Así se explica el fenómeno de que la mayoría de las obras que tocan el
tema paleográfico. para nada se refieren en sus títulos y subtítulos a la Paleografía . sino siem-
pre a la Diplomática .

2.' !¿l Paleografía se mantiene muy vinculada. también con carácter auxiliar y subsidia-
- - estudio de los. códices
rio. al .,.. o manuscritos ---
.. . El códice interesa normalmente. e interesaba en-
tonces . por su contenido mucho más que por sus elementos externos (escritura . materia es-
criptori a. estructuración de folios y cuadernos. etc .); pero éstos son aprovechados a partir de
ahora de modo más racional y sistemático para iluminar los aspectos internos del manuscrito
y contribuir a la solución de sus problemas t extuales . doctrinales. lingüísti cos. etc .

3." En cuanto al método , persiste la nota negativa de conceder excesiva preponderan-


c ia a la clasificación. con su nomenclat urci' correspondie-nte. de. los di~7;;,tes .grupos de escri-
turA~ Para m ~cho;autor;;, lo principal del ·trabaJo p~leográfiéo parecee; taren div·ialr y sub-=-
dividir las clases de letras, haciendo todos los equilibrios imaginables para encontrar a cada
una su nombre adecuado .

4.' En cambio. es un acierto metodolggíco, que viene ya de Mabillon. el sistema de


yuxtaponer facsímiles y reproducciones de objetos escritos a las explicaciones teóricas sobre
las escrituras respectivas. Así van surgiendo las primeras colecciones de láminas paleográ-
ficas . reproducidas éstas por calco sobre los originales o. simplemente. dibujándolas a vista de
los mismos .

Entre los autores y obras que van surgiendo a lo largo de ~.s.~os c iento y p ico años,
merece la pena ci tar los siguientes : Primero en el tiempo , el • Nouveau Traité de Diplomati-
que .. o "Nuevo Tratado de Diplomática • . preparado por un equipo de monjes de la Congrega-

48
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA 111/ 9

ción benedictina de Saint Maure (maurinos) a la que pertenecían Mabillon y Montfaucon. Consta
de seis volúmenes. el primero de los cuales se publicó en París el año 1750; el último, en
1765. A las materias paleográficas propiamente dichas se consagran el volumen segundo, de-
dicado a la historia del abecedario, y el tercero. que estudia el desarrollo de la escritura la-
tina hasta e l siglo XVI.

Entrada ya la segunda mitad del siglo XVIII, Cristóbal Gatterer. con su obra «Eiementa
artis diplomaticae universalis, (G6ttingen, J_76!ll. se hizo not;h~le pÜr
ha~~r llevado al extremo
el afán de clasificar y subclasificar las diferentes escrituras. dando a cada una su nombre pro-
pio. algunos ~m~ pint~;:;s; Es. además. el creador, junt~-a su- cáted-ra de Historia del De-
recho. en la Universidad de Gottingen. de lo que pudiera llamarse primer seminario de Diplo-
mática y Paleografía .

Carlos Schonemann fue sucesor de Gatterer en la cátedra y en el seminario que hemos


dicho. de la Ü~ iver'Si dad de Gottingen. Su Ensayo General de Diplomática . .. Versuch eines vol-
lstandigen Systems der allgemeinen, besonders altern Diplomatik", se publicó en dos tomos
- ....
(Hamburgo, 1801-1802). Su mérito principal. como tratadista de nuestras materias estriba en
- ~ .. .........___ ~

--- ...
~- ---~· ____
haber sido quien ~imero ~ aJ?untó la necesidad de separar ciet)tífi~amente la Paleografía de la
_
Diplomática. considerando a la primera como disciplina distinta e independiente de la segunda.
-·· -·- - ._.... ,......,...... ..
_~ ~
.., .. .... ....
~ - .... -

Exponente revelador de cómo fue ganando terreno esta idea de la Paleografía independi-
zándose de la Diplomática, son una serie de obras que van apareciendo a lo largo del siglo XIX.
Por ejemplo, la «Paleographia Critica, de Ulrico Federico Kopp, publicada en Manhein el año 1817.
que constituye el más amplio y sólido estudio sobre el tema de las abreviaturas; los «Eie-
ments de Palaegraphie", de Natalis de Wailly (París, 1838), concebido como manual de la asig-
natura para los alumnos de L'Ecole des Chartes . de París; la .. Paléographie des chartes e ma-
nuscrits», de Alfonso Chassant. también en París, 1839; igual que la monumental .. paleographie
Universelle, de P. Silvestre, cuyos cuatros grandes volúmenes aparecieron entre 1839 y 1841 .

En 1821 había tenido lugar un acontecí miento de otro orden , pero estrechamente rela-
cionado con nuestra disciplina. en cuya marcha iba a influir decisivamente: la creación en
París de L'Ecole des Chartes (Escuela de documentos) destinada a recoger e incrementar la
herencia paleográfico-diplomática de los benedictinos de Saint Maure, cuya Congregación había
desaparecido con los avatares de la Revolución francesa y la desamortización napoleónica .

b) Una etapa nueva del desarrollo paleográfico marca la aparición en 1869 del libro de
~ ---- ....-
Guillermo Wattembach, «Da's Schriftwessen in Mittelalter» (La escritura en la Edad Media).
El autor era profesor en la Universidad de Heidelberg y a través de una serie de publicaciones
de gran calidad, entre las que destaca su Manual . de Paleografía latina. «Angleitung zur latei-
nischen Palaographie, (Leipzig, 1862) inauguró un período d~_!n..i>~_ernización en el campo de la
... - - --- . - -------___.:---e ...._
,Paleografía. El avance fue espectacular: pero a él contribuyeron poderosamente otra serie de
causas, tales como la creación de sociedades o iiJ..Stituciopes ~J~ _inves~ ~ación histórica ,
de las que es modelo la .. sociedad para el conocimiento de la antigua historia alemana• fun-
dada en 1819; la aparición de nuevas técnicas para reproducir y divulgar las muestras de es-
_ _____....- -.... ~ .--- ~
-- --
...._._.... - ..- ··-- --- -- --
crituras antiguas; el descubíirñfento de nÜevos monumentos ~ esc'"ritüs- que ensanchaban consi-
... ...._......
derablemente el campo de la escritura latina hasta entonces conocido .
-.~
....... .... -

El cultivo de la Paleografía deja ya de ser un cuasimonopolio de los sabios y de las


InstituCiOnes trancesás; ~pues en las demás ñaciones surgen~'iarñbié.l.Ceñtros de invéstigación
y trabajo, interesados di recta--o ··¡;directame.:rt~· en --lo~ gra-~des 't emas paleográficos. Así, el lns-
t rtuto de a ltos estudios, de Florencia , con su Escuela de Paleografía y Diplomática, en la que

49
rll / 10 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

descol ló como primera f igura e l profesor César Paoli ; la Paleographical Society , de Londres,
cuyo fin primordia l era el de reunir y publicar fuentes paleográficas; la Escuela Superior de
Dip lomática, de Madrid, de la que nos ocupar emos en el tema sig ui ente .

Por otro l ado , empieza a generalizar se l a enseñanza de la Paleografía , así en centros


especia l izados, de los que sigu ~~o primero L 'EcÓie des Char tes. de París , como en las
---- - ,. •'"'"""""'"'•' - _,__ •• ·- .......... ... ;,. }o

Facu l tades universitarias y en las Escuelas de archiveros y bibliotecarios . A l a e nseñanza se


une pronto la aparic i ón de revistas y publicaciones periódicas, dedicadas tot al o parcia lmente
a temas paleográficos ; por ejemplo, la "Bibli otheque de I'Ecole des Chartes .. . el .. Archivio Sto-
rico Italiano ... la ccBibliofilia .. . .. Le manuscrit ...

Entre los paleógrafos de este período moderno , a los ya citados pueden uni rse como
más notables los nombres de Leopoldo Delisle , jefe de la Sección de manuscritos de la Biblio-
teca Nacional de París, que dejó un a bibliografía inmensa ori entada cas i toda hacia la paleo-
Jrafía de códices ; Emilio Chatelain , reconocido especia li sta en escrituras romanas; y Ern esto
Monaci, fundador de la Escuela de Paleografía en la Universidad de Roma y de l a monumental
colección Archivio Paleografico Italiano .

e) A l comenzar el sig lo XX puede decirse que la Paleografía como ciencia aux ili ar de
la histQt:ls!._hi!.,b)a_l le,gado".:"..?_ ~l!.,.P.~e!li~ ora emp ieza a perfil arse con una nueva dimensión
como c ienc ia de la escritura , en cuanto ésta cons titu ye un gran fenémeno c ul t~ ral y hum8ño.
y viene a ser una i~port~~-~~~~!ación o actividad ~-~ ~~s._píritu . ----
---..,.------- -·-...
A la datación en el tiempo y en el espac i o _de los monumentos escr itos añadirán los
~ .
~~S ~.l eóg~afQ§ e l_~§..tudi_o _9el _jl mbiente en qu_:: dichos monumentos se producen. bajo la
- ----
idea de que la historia de la escritura es una part e de la h istófi a de l a civ ili zación. El hecho grá-
't TCosera interpretado ...§n func ión de un especia l ....se~tid~ ·h i;tór (co.
-----·- - ·
.
,- ·

Los pioneros de este nuevo enfoque de la Paleografía son e l al emá n Luis Federico Traube
~ it~é!!!9... Lui s ~Chif!~el li .• EI primero fue profesor en la Universidad de. M uni ch y es cél~­
bre por tr es motivos : primero por haber contemplado la Pal eografía d esde el campo de la Filo-
logía y la Lingüística; segundo . por la novedad de los temas que planteó y el método emp leado
para su tratamiento; y , tercero . por e l magnífico plantel de pa leógr afos que formó . Entre sus
trabajos son famosos los titu lados " Nomina Sacra .. (Nombres sag r ados). y "Perrona Scoto-
rum .. donde s inteti za magistralmente l a historia cultural y gráfi ca del monasterio de Perronne
en Francia. Entre sus alumnos desc uel lan El ías Avery Lowe y Paul Lehmann . profesores de Pa-
leografía. r espectivamente. en las Uni versidades de Oxford y Munich .

Schi apare ll i fue discípulo predil ecto de César Paoli en la Escuela de Paleografía de Flo-
renc i a, y es , seguramente, la primera figura en el campo paleográfico durante la primera m itad
del siglo XIX. De s us obras y trabajos. que son numerosísimos. "La sc rittura latin a ne ll eta ro-
mana .. (Como 1921) es, sin duda, la más relevante.

"J 4. Renov?c.!_~deJ_a_~cja aleogr~ ~~te último período tiene razón de ser gracias
a las nov_e_dades fundam~ntales que en el con epto y m étodo de la Paléografía fía ñ icfo iñtro:-
d uciendo un grupo de es~ecia l istas . dirigido po; Je~n Maíi()";;, -;¡-
qu·~-ya· n.os hémos -referiaóen
temas anterio res~ A"i9u~10;-auto7es habl an d e la nueva esc uera paleográfica francesa y ponen el
arranque de la mi~ m-ª., el_a ño 1939 . e n la ~brita ~publicada ( text o y láinina; f p; ; · Mari c hal . Perrat
y Mallan baj o el título "L'Ecriture Latine ... y que ve nía precedida po r otro tr abaj o fundamental
de l propio Ma llan . titu l ado "Re m arques sur les divers formes de la let tr e B dans l'ecr i ture lati -
...
ne .. (París, 1938). __.....,_
Las nuevas --
teo rías de este grupo fraguaron plenamente en. la gran obra de
...,.........____ ~ ~

50
-~- -
M allan ... paleographie r omaine " (Maarid. 1952) . En ella ha quedado definitivam énte consagrado
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA 11 1/ 11

el aspecto ge la Paleografía como ciencia deí lenguaje escrito propia e independientemente,


sin re lación --~ecesar i a de depe ndencia ni servicio a ninguna otra disciplina.

Puede asegurarse que las conc lusiones de la .. Pal eographi e Romaine" son aceptadas
hoy por la genera lidad de los pa leógraf os . Entre los más prestigiosos se cuentan F. Masai.
director de la revista .. scriptorium .. . y L. Gili ssen. autor de un re c iente e inte resante libro
sobre pa leografía medieval (Gante. 1973) .

La otra co rriente cientí fi ca que vimos despuntar en e l período anterior y que se fija espe-
cia lm en te en la escritura como fenómeno c ultural y hum ano, s igue siendo igualmente cu ltivadc.
por autores y obras de gran ca lidad , como Fichtenau , .. Mensch und Schrift im M ittelalter .. (Vie-
na . 1946). y G. Cencet ii , " Lineamenti di storia della scrittura latina .. (Bolonia, 1954) .

Como nueva y reciente institución de signo paleográfico se nos ofrece el Comité Inter-
nacional de Paleografía , creado en Par ís a mitad del sig lo y que ti ene en su habe r la orga niza-
c ión y celebración de varios congresos y reuniones a partir de 1953 .

Entre las publicac iones pe riódi cas estre c hame nte ligadas a esta última etapa de desa-
rrollo paleográfico . citaremos .. Paleog raphi a lati na .. . .. scriptori um ..... Etudes Gregoriennes .. . .. Ma-
nuscripta ...

51
TEMA IV

LA PALEOGRAFIA EN ESPAÑA

ESQUEMA / RESUMEN

Alvar Gómez de Castro.


1. Antecedentes paleográficos:
siglo XVI
~ Ambrosio de Morales
Juan Vázquez de Mármol.
Esteban de Garibay.
Bernardo Alderete .
1 Juan Bautista Cardona.

Las "Dissertationes ecc les iasticae... de Fray Jo sé


2. Período Fundacional (1681 -1750)
Pérez .

a) La "Biblioteca Unive rsal ... de Cristóbal Rodríguez .


b) La «Paleografía Española ... de Terreros.

3. Período Tradicional ( 1750-1866)


1d)
1
e) La «Escuela ... del Padre Andrés Merino.
El Padre Martín Sarmient o.
e) Santiago y Palomares.
1f) La «Disertación ... de R. Floranes.
g) El «Aparato ... del Pad re !barreta.

1
a) Manuales paleográficos .
,\ b) Enseñanza de la Paleograf ía.
4. Período Moderno ( 1866-1900)
1
1
e) Publicaciones periódicas .

Muñoz y Rivera .
( García Villada .
5. Período Contemporáneo (1900-1950) ' Millares Cario.
Floriano Cumbreño.
1 Mateu y Llopis .

6. Etapa de renovación paleográfica J. Mallan


(1950-1976) J. M . de Navascués.

SS
INSTRUCCIONES

Resulta evidente que este tema cuarto tiene mucho que ver con el anterior y que es,
con relación a aquél, como parte de un todo . Ya indicamos allá que cuanto se refiriera a la his-
toria de la Paleografía en España. habíamos de exponerlo en tema aparte. No es preciso r azo-
nar tal medida , pues se trata de un capítulo importante de nuestra cultura expuesto a alumnos
de nuestra Universidad: lo cual basta para que se le de trato especial y se le dedique una am-
plitud y un detalle que. normalmente. no suelen dedicársele .

Por otra parte, se trata de un tema poco o nada conocido para la mayoría de los alumnos ,
quienes, al conocerlo, irán conformando más sólidamente su personalidad científica: so bre to-
do . tratándose de alumnos de la Facultad , de Historia. en torno a cuya materia surgió y se
desarrolló casi toda la actividad paleográfica de nuestros compatriotas .

Las mismas razones que en el tema anterior . nos invitan a exponer con brevedad el tema
completo dentro del apartado de Explicaciones complementarias: más particularmente vale aquí
!a razón de estar agotadas y no encontrarse en el mercado ordinario las obras que lo tratan . en
general, con amplitud y acierto. Por lo demás . el desarrollo y asimilación del tema no tiene
para el alumno especiales dificultades: al contra rio. puede resultarle entretenido y grato . así por
la novedad de los sucesos. situaciones y persa 11as que juegan en él. como por lo simple de los
conceptos e ideas que se manejan y la fácil sistematización de los mismos .

ORIENTA ClONES BIBLIOGRAFICAS

El mejor trabajo de conjunto dedicado al tema de la Paleografía en España sigue siendo .


sin duda, el publicado por Millares como Apéndice 1 de su "Tratado de Paleografía Española ..
(Madrid, 1935). bajo el título de "Principales cultivadores españoles de la Paleografía . Breves
indicaciones acerca de la Paleografía en España •. En plan monográfico, también es importante
el capítulo VI de dicho Tratado . que contiene una larga "Reseña de los principales trabajos
de autores nacionales y extranjeros acerca de la escritura visigótica ... El • Curso General de
Paleografía•. de Floriano Cumbreño . en el párrafo 4. de sus ·Cuestiones prelim ina les .. con-
0

·tiene un buen resumen del tema.

57
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

1 Antecedentes paleográficos, es dec ir . actividades relacion adas espec ialmente con el


1.
fenórheno de la escntura. antenor-e-s- 1681. en que. según hemos visto. se sistematizó la Pa-

-
leografía como ciencia. sea1eron en España igual que en el resto de Eurow. El_ grob lema de

-- ---------.
leer e interpretar textos escritos cuyás grafías resultaban particularmente difíciles o descono·
-· ----
cidas. los intentos aedistinguir y clasificar l é!~ diver~Jl L~~s. y hasta algunos conatos de
explicarlas re laCiones aeorigéñ -ydesa;r;;¡ lo entre unas y otras. se manifestaron - aqu í ~ in­
~rf~e rza. si no antes. por lo -méñó-s - eñ··-el ·- s-ig-lo- XVI-. - - - - - - - -
,___

Decimos si no antes. porque es seguro que dur~ las ~e!~§ antigua y media algunos
de esos-a:s~nrs-:-el pnmero s~do. hubieron de manifestarse ya en la Penínsul a. Si no
-t~os de ello pruebas demasiado expl í~i tas . sí se encuentran indicios de que- asTOcurriera
en algunos textos de autores de la época visigoda y en cronistas o historiadores bajomedieva-
les. como Jiménez de Rada y Lucas de Tuy .

En cambio. esas manifestaciones prepaleográficas a lo largo del siglo XVI son r elati ·
vamente abundantes y afloran eñ"diversos campos. De momento. nos.- i"nteresan menos los pro-
~; de escritur~ quetYenen
uncaracter eXCTUsiva mente práctico. tales como las gestiones
de la autoridad civil -que las hubo- para que los escribanos públicos hicieran determinado
tipo de letra. más claro e inteligible. o las desen~adadas criticas de humanistas y literato s
contra dichos escribanos. o las actividades en torno a la enseñanza del arte de escribi r que
ejercitan los maestros calígrafos a través de sus cuadernos o cartillas de escritura y de sus esta-
blecimientos docentes. De uno y otro asunto nos ocuparemos en los siguientes temas 20 y 22.

Lo que conviene ahora es poner de manifiesto los nombres de aquellas personas - cqn
sus proyectos. obras y trabajos- que dentro de un ambiente adecuado se preocuparon de
conocer determinadas series de monumentos escritos . para leerlos . criticarlos desde el punto
de vista gráfico. y averiguar la naturaleza y razón de ser de sus respectivas escrituras .

En este sentido son elocuentes y re_.QLe_s_entatjyos los nombres del humanista Alvar Gó·
mez de Castro . del cronista Ambrosio de Morales Y:_::d~e:.l:.__:c:.::;:. :r.;--
. .re
:. .:.c;:.t:..:o;.:.r_d;:;.:::.e...;l~ib~r..,o..,s.....,.J.u.: :.an
>: .:. Vázq~~z
Jle
Mármol. Los dos primeros son ventajosamente conoc idos por su dedicación al examen y descrip-
ción de códices antiguos. especialmente los escritos en la llamada letra visigótica o mozá-rab-e ;
-elcélebre "Viaje a las fQles ias de España .. (M adr id . 17m,-ae Morales. y otras o oras su yas es-
tán llenas de noticias y observaciones interesa ntísimas así sobre manuscritos como sobre do-
cumentos y libros raros. Vázquez de Mármol es ce lebrado por haber compu esto un discurso o
tratadito de uAbreviaturaS» -que permanece inédito en la Academia de la Historia- . SOQ_u:}-
"Té"renciaSalaS~-;;;s antiguas. especialmente la visigótica .
----- 4----·-- - · - ___..- --
Al historiador Esteban de Garibay cabe el méri..to de h~o el primero. entre noso-
---- ~
tros. que publicó un abedecario de escrituras antiguas. la visigótica concretam ente. i1!1str;, rln -
59
IV/ 6 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATI CA

con un dibujo de los siete primeros renglones de un códice del Génesis. reproducidos. dice
el propio Garibay. "letra por letra y figura por figura y abreviatura por abreviatura. de una es-
critura antiquísima original. escrita en pergamino. que entre otras escrituras antiguas escritas
en letra gótica se hall a en mi poder ... Va todo publicado en su obra .. Los cuarenta l ibros del
Compedio historial .. (Barcelona. 1628 ). al comienzo del Libro VIII. Desgraciadamente la rep ro-
ducción es defi cie ntisima y no permite fo rmar se idea. ni siqu iera aproximada. de cómo sería
el original.

Otro erudito de aquel siglo. e l canon1go Bernardo Ald erete. en su libro " Del origen y
principio de la leng ua castellana .. (Roma. 1606). dedicaba'Uñcapítu lo. el 18. a problemas de
escritura. titulándolo de este modo : .. con !a lengua fatina vino la letra romana:-ycuál fue . y
c uánd(:)CeSó, y de- fa gótica» . -- -- ·-
- --
-----·
Pero de estas embrionarias manifestaciones paleog ráficas . ninguna más relevante que
aquel proyecto del erudito- Juan Bautista --·-
- Cardona. canónigo de Valencia y -obispo de Tortosa. --
que MTira res liama plan ae una Pal eografí a práctica de manuescritos grecolatinos. En una me-
moria que Cardona dirigió a Felipe 11 sobre el arreglo de la biblioteca de El Escorial y que se
conserva en un coatce délam isma biblioteca. proponía que el rey encargara al ilustre jurista
~unjo Agustín. cuyos conocimientos paleográficos eran tambiéñ extraorainanos.

--
que ,iuntase un libro de esta manera : .. que diga letras y ca racteres que se usaban ahora mi l
-- ~----- - ,_
años en los li~ros griegos y latinos. y luego ponga- por ·ejemplo dos o tres hojas de pergamino
~Critura de aquel tiempo, para que se aprenda y COnCi ba Oi~n; fuego después diga- fefras
~cte.re ~on que se escribía ahora sete~~¿ños -ha y ~~ eg~oner otras tantas hojas de
aquellos libro! antiguos y_ seguir adelante "· Al libro haoía de acompañarunabecedano con el
dibujo de las formas de cada letra y uñCüádro de abreviaturas. La muerte de Antonio Agustín,
a la sazón arzobispo de Tarragona. pudo ser la principal causa de que el proyecto se estancara
y que estancado haya seguido hasta el presente.

Período fundacional. <;uando e..s.tall.ó_Luolémica Papembroeck-Mabillon a que nos


hemos re en o en e ema a erior, el ambiente historiográfico estababien diSpue sto en nues-
tra a tria para recibir las nuevas ideas7o~idi:i5eñ los-:-De re di p'iomatica Libri VI ... De dicho
ambiente y OeSüs-máñ ifestaciorn;s,-~menos polémicas que en el resto de Europa, puede dar
idea la correspondencia cruzada entre el propio Papembroeck y uno de nuestros principales in-
vestigadores en materias de historia. el Marqués de Mondéjar. Dicha correspondencia ha sido
publicada con atinado comentario por M. A . Vilaplana en la revista «Hispania Sacra ... XXV. 1972.

Sin embargo. la obra de Mabillon no tuvo aquí la repercusión práctica que en otras
nacion~s ae- EUfoRa ni apenas produjo durante ~1 t'l_~·al dei sigló -XVII y primera mrtad del XVIII
frUtOi~i~lgu,~o. que se hiciera e.c o de las nuevas -teori as- mabillonianas ni en sus aspectos-
diplomatísticos ni en los paleográficos. Sin embargo . suele citarse al benedictino español José
Pérez como el primer autor que en Europa sa l ió con un libro en defensa _de las _Jeorías ae-
~'2!J ion,. recogiéndolas en una obra que tituló "D~ser¡ati~n~cclesiasti~..!!!_9uib~
que ad Historiam Ecclesiasticam. et politicam Hispaniae. remque diplomaticam spectancia. ac-

bajo el seudónimo de Bartolomé Gerón. Mezcla en ella asuntos muy diversos; y aunque celebra-
da en sus aspectos diplomáticos por el propio Mabillon. puede decirse que no contiene cosa
-
curate discutiuntur»; la publicó ert Salamanca, en cuya Universidad era catedrático. el año 1888

de interés paleográfico.

3. El llamado período tracticion~,jue vimos en el tema anterior ir desde la mitad del


siglo 111 hasta la segunda mitad de XIX . sí tiene en España una representación más acusada
y en algun caso importante por la buena calrdad-cre suSfrüfos. -Siguiendo un orden cronoló-
gico . en lo que se refiere a autores y obras. citaremos los siguientes:

60
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA IV/ 7

a) «Biblioteca universal de la Po lygraphia española ;:..., compuesta por D . Cristóbal Rodrí·


guez (Madria-. - 173 8). Aunque publicad; e ; ia prlme-,:; mitad del siglo XVII, por su corte encaja

--....,.-.....,.----- ··- - -
en este período tradicional. Se trata._ en principio. de una reproducción de muestras de escri-
tura de diferentes épocas. con s_ys transcripciones. La parte doctrinal y teóri ca va expuesta e;
.
el Prólogo que puso al libro e l bibliotecario mayor del rey, D. Bias Antonio Nasarre. y tiene
muy poco interés . menos aún que la parte práctica. con tener ésta bien poco .

· b) En cambio. sí tiene int erés la .. ~og!afía~spañ212-.:: publicada a nombre del jesuita


Esteban Terreros y Pa~d!?_ en ~755 . Parece que el verdadero_ éi..YioLfue el también jesuita Padre
Marcos Burriel. y que algunos comentarios de carácter filológico corresponden al célebre mon-
' je beñedJctJno Fray Martín Sarmiento . Por lo demás. la obrita. dentro de muchas explicables
li mitac iones. SUQ.~. grª-fl av2nce sobre todo_ lo_anter:Lor y puede considerarse como el primer
~-
libro aceptable en materia de escrituras que se publicó en España. Las láminas están bien
- ----
selecc ionadas y su reproducc ión es buena. Los comentarios no forman un cuerpo de doctrina.
sino que se refieren a cada lám ina en particular.

e) En .L~ubl i có en Madrid el escolapio Padre Andrés Merino su .. gss;~~la de leer


letras antiguas.; ,_g!J.e vJe.ne _siendo considerada como la obra capital de la Paleografía españo a
en tod~ste largo periodo. Es notable , efectivamente ..Q.QLI U-ª.f.!t!S,laj_Y.J.9 c2.!.!_dad de la cnues=-
tras escr i t~ue-r.e.cog~ · en las gue están ~ere1~ntados los diferentes m~d~ de- es..:_r~
desde la época romana hasta el sig lo XVI I. Las explicaciones. aunque van referidas a cada
lámina y tarrfpo~co forma n materialmente un cuerpo de doctrina, sí puede decirse que constitu-
yen un tratado, bien que disperso. de Paleografía, lleno de datos y de observaciones eruditas.

d) Junto a estos autores más direct.a y excl usivamente pa leográficos. hay otros que.
aunque de modo incidental. también tocaron "' temas de escritura, a veces con gran acierto. Ti-
pico es en este sentido el citado ~a d re Sarmiento. quien en dos de sus trabajos se man ifestó
como paleógrafo de gran tal la. Son éstos su «Estudio sobre la lengua gallega y paleografía es-

..--
pañola ... comunicado a Terreros por carta e n 1755, aunque no pub licado hasta 1878, ySUS «MeT
morías para la historia de la poesía y poetas españoles •, escritas en 1741 e impresa en 1755.
En conjunto. pueden considerarse ambos como el pr imer intento de enjuiciar y sistematizar la
ore
evol uc l.Q.n_c.ompj_et~e ..Jjl_escr itura . e~paño l a. en sus ¡¡; ;é-;;- gen;;,;¡;;-sus observaciones so
c ada grupo de escrituras suelen ser sagaces y atinadas, y su forma de expresión. desenfadada
y ági l. a tono con el esti lo habitual de l il ustre monje gallego.

e) Otro autor muy benemérito de la Pa leografía española, aunque desconocido casi en


absol uto de l gran público, es Francisco Javier de Santiago Palomares, famoso como dibujante,
con rara habilidad para imitar toda clase de escrituras antiguas. SObre su persona l idad paleo-
gráf ica es bien elocuente el solo título de una de sus obras: "_polygraphía góthico-española• .
Ori gen de los caracteres o letras de los godos en España : su progreso, decadencia y corrup-
ción desde el siglo V hasta fin del XI, en que se abrogó el uso de ellos y sustituyó la letra
góth ico-fra ncesa. Demostrada con variedad de a becederaios, abreviaturas y otras curiosidades
pertenecientes al perfecto conocimiento de ella. sacadas de monedas. inscripciones, libros y
semejantes monumentos de la antigüedad que se guardan en las famosas librerías de la Santa
Ig lesia de loledo y del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. .. •. Dibujadas por su mano
habían sido algunas de las reproducciones que publicó en su «Paleografía .. el Padre Terreros.

f ) En el orden de los proyectos hay que recordar como curiosa y_ reveladora del am-
bi ente pa leográfico que se respiraba en esa ¿ egunda mitad del siglo XVII I , la • Disertación remi·
tida a l a_ J unta_d~..JA_B-WI ~edad V~_ngadél de los Amlgp~_S!~.L~: por D. Rafae l ~ nes .
eñ(jüe se recomienda el estud io e - la Paleografía española y pretende se forme arte de esta
ciencia erudita. para que públicamente se enseñe en las escuelas. a cuyo f in sumi nistra las no-

61
IV U PALEOGRAFIA Y DIPLOMAfi CA

ticias . reglas e instruccione s conducentes ... Su fecha es de 1774 y permane ce inédita en la Bi-
blioteca Nacional de Madrid. ----.

g) Otro proyecto de mayor envergad ura fue el «Corpus dip lomáti co e histórico-literario ..
que planearoñlós bened ictinos españoles co mo base para ""public; r una gran "Otplomaflca
española .. en varios tomos. al modo del «Nouveau Traité .. de los benedictinos franc eses . El
nombre de Fray Domingo !barret a. monje del monasterio de Silos. y de su «Aparato diplomá-
tico .. van estrechamente lig ados al proyecto . Aun tratándose de obra fundam.~t.a lm e nte diplo-
mática. no deja de ofrecer persp ectivas paleográfiCasatra~és de l~s n~e rosas reproduccio-
nesen facsfñíTI de abecederaios . abreviaturas. cód ic; s y di pl;;;;;,-;-e~ogidas ~ e l .. Aparato .. .
·de 16arre~ prócedeñtes. entre otros. de los archivos de Sil.os~ C ardeña. San Millán e !rach e.

14. ;1 período moder~e Pale~grafía,


la que hemo s situado en la -~egunda
mitad _del si-
glo XIX. se caract er iza en España como en el resto de Europa por la ab undante producción de
- ·- ---
l ibros tma ~ua les y tr~tados) que aspiran a sintetizar todo lo relativÓ -a las- antiguase scrrt'ü"ras.
...... .. -
-----
~ ·~ . .- -""' ~

----·-··- ·- -- - ,...,.--
pa leográficos en las publicaciones periódicas de carácter histórico. filológico y erudito en
·-
por la difusión que adqu iere la enseñanza de nuestra disc iplina y por la _Rresenc ia de tem as

rgenera l . .. · - - - - - - -

a) Sin embargo . por lo que a nuestra E!!!ia _S .! refiere. esa P!_?duc ~n libraría ,9.\Je deci·
mos._y _g Q..Ued.,g__~r..:, dentro de lo relativamente cuantio sa. más po bre y defi ciente. Se t~e
~rillas que se pres;;t'a~cón pret ens ioñ es de·ma nua resaela asignatura:pero ·que. éñ ·;ean-&crd.
----- -·. - .. .... - '-- ... - ....... .. --- ----
no son. en el caso ~e j or~ás q ue üñas acept ábles colecciones de lam iñas sin- doctrin"añi co-
mentarios d~9 no s 9~...2..P.!.~!:J..C?.:... En general . se las ha juzgado muy duramente por los paleógra-
fos posteriores. He aquí un a relación de la s prtncipales :

.. Paleog rafía española ... por Esteban Paluzie y Cantalozella. que «Comprende una sucinta
historia de la escritura. adornada por los caracteres antiguos y modernos que cada nac ión ha
tenido .. . Barcelona. 1846.

"Compendio de Paleografía espoña la ... por Antonio Al verá Degrás . M ad rid. 1857 .

«Paleog rafía caste llana ... por Venancio Colomera Rodríguez. Vall adolid. 1862 .

"Apuntes paleográficos .. para uso de los alumnos de la Esc uela Especial del Notariado.
arreg lado por los profesores de la Academia Paleográfica de Barcelona.

b) ~n cu ~ stió1L_de ens~ de nuestras disciplinas (Paleogra§ Y. Dipl omát ica) que cas i
siemf? re fueron jun tas. se empezó aqu í. a imitac ión de lo que se iba hacie ndo en otras nacio-
"'~es. Francia e · ¡t~ii~ ·;s¡;e·c ialmente. por establ ecer una Cátedra de Paleog rafía depe ndi ente de
_ __ -- ----- --.
la Sociedad Económica de Amigos d;¡ País. de Madrid . que se inauguró el 20 de enero de 1839.
- ·- .. ..,. . .... - -·-
.
'LJñO de los eruditos a cuyo cargo estuvo. fue D. Juan Tro y Ortolano . autor de una .. ca rtill a
-
teórica de Paleog rafía .. publicada en Madrid sin fecha .

En 1852 la Academia de la Hi storia soli citó de los poderes públicos la creación de una
escuel a espec i ~~rCJo~ exis1 ieranCJ'OS'Cateorast:le ··f5'áleog r_?fíá} r(;!.l!}~t~ l y una de Paleografía
C rítica. que asf ll amaban a la Diplomática . Se hi~o incluso campaña de pren sa a favor de ~a
r escueTá.'"CüñVi stas. sol5re toOO.·a dotar a los arch ivos y bibliotecas del Reino, tan abandona-
dos. de perso nal preparado y sufi ciente . que fuera además capaz de recoger y ordenar to do el
inmenso material. paleográfico y diplomático. de los monasterio s y conventos suprimi dos.

Tras va ri as inst ancias logró. al fin. la Academia que e l mini st ro de Fomento . Collado.
c:rea ra el 7 de octubre de 1856 la Escuela Super ior de Diplomática . estructurada muy al modo

62
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA IV/ 9

Lde L'Ecole d~s Chartes. de París . La nueva institución fue recogida en la Ley de Instrucción
Pública de 1857 y tüVOuri'a"vida próspera, casi brillante. durante medio sigloescaso. con un cua-
CJi=O"aearscfpliñasaaé-éuaao y con un plantel-·ae c ompetentes- iñaestro~.f~-;;OSQS' algunos de
ellos entre los sabios y eruditos de la época. Sin embargo, la Escuela fue suprimida como tal
Escuela independiente. traspasadas sus enseñanzas y profesores a la Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad Centra l . el año 1900.

e) Publicaciones ~.!,2~í cas dedicadas exclusival!!_~nte a_ teQ)a_s_ paleogr_á.f.ícos no las~ ·


habido en España ni durante el período que hisToriamos ni en e l siguiente . Pero tampoco las
hubo en Europa duran-té tod;· el sig iÓ XIX.· Las refe~id~; por n~~~tros -;;- la lección anterior
son revistas de erudición científica. donde los asuntos paleográficos y diplomáticos ocupan una
buena parte . la principa l acaso. pero compartiendo el resto de las páginas con temas históricos.
arqueológicos . de epigrafía. de filología. de derecho, etc.

Otro tanto puede decirse de las dos principales publicaciones eruditas que se iniciaron
aquí dentro de este período que llamamos moderno y que son la "Revista de Archivos. Biblio-
tecas y Museos .. que empezó a publicarse el año 1871. y el «Boletín de la Real Academia de
la Historia .. en 1882.

( 5. ~1 p~ríodo c~te~~~\~ ue. según vimos en el tema anterior, sincroniza con las
~imeras decadas del siglo XX y que supuso para la Paleografía en Euror?,a un poderoso avance.
es. de algún modo. para España el siglo de o ro ele la Paleografía. Su duración en términos
-
g-enerales . poamrrus--dec1rque· se corre-sponde aQuí con la prim era-íñ itad del sig lo .
-~-- ......._

La actividad pa leográfica en sus varias manifestaciones está representad a durante esos


ci ncuenta años por una ser ie de nombres de especialistas en · la materia. He aquí los prin-
cipales:

Jesús Muñoz y Rivera . Queda un poco a caba ll o sobre los dos períodos inmediatos. el
mode rno y e l contempo-ráneo. Por razón del tiempo pertenece al primero, pero sus trabajos
permiten inclui rlo en el segundo. Fue profesor en la Escuela Superior de Diplomática y autor
~arga serie de obras. algunas_9;::_1él,s _cuales_no..) ar:LJ2erdido su interés-~P~edom i iiaen e llas
una fina lidad práctica y. fundament almente. están orientadas a la enseñanza de la Paleografía .
Merecen citarse el "Manual de Pa l eog.r-ª.fí.i~...Y d~ática eseaf.Oia- de los ;iQios XI I af-XVfl ..

·----~--------- ---
(M adrid . 1880) y la «Pa leografía visigoda .. (Madrid. 1881). recientemente reeditada eñ cif fset~

Zacarías García Villada . Historiador y pa leógrafo: más lo primero que lo segundo. La


fama de hombre de letras le viene principalmente de su «Historia Eclesiástica de España ... em-
pezada a publicar en 1929. Como pa leógrafo su obra más conocida es la "Paleografía española ...
publicada en Madrid en 1923. También le dio nombre el «Catá logo de los códices de la catedral
de León .. (M adrid. 1919) .

Agustín Mi llares Cario. Es. sin discusión , la primera figur2._.e.aleográfica de l período que
estudiamos. CatedráJlco de_.l.a._U¡tiverSidad Central. su_l~bor e_rudita_ es _dJ! yñaañipTitua inso s-
pechada. En su bibliografía más reciente. publ icada con ocasión del homenaje que se le tribu ló-
enLaS'"P~ Im as (octubre. 1975), figuran más de doscientos títulos. Paleográficos propiamente
dichos pueden seña larse en esa lista unos treinta . Los más conocidos son el "Tratado de Pa-
leografía Española .. . publicado en Madrid el año 1932. próximo a reeditarse . y el "Aibum de
Paleografía Hispano-Americana". en tres volúmenes (Méjico. 1955).

Antonio C . Floriano Cumbreño. Ha sido c atedrático de nuestra disciplina en la Universi-


dad de Ov iedo y publicado un • Curso genera l de Paleografía y Paleografía y Diplomática Es-
pañolas• (Oviedo . 1946). hoy agotado .

63
IV 10 PALEOGRAFIA Y OIPLOMATICA

Felipe Mateu y Llopis . Catedrático jubil?do de Paleografía y Diplomática en la Universi-


dad de Barcelona .. Ha sabid-;;" con jugar admirab lf'mente los estudios paleográfico-diplomáticos
con los de Nurnisrnáticá. --

En el terreno de la enseñanza el papel de la Paleografía subió durante este siglo hasta


lograr que se implantara como asignatura en todas- las Univ ersidades españo las a trav'é;-de SüS
Faéüít;~s d; .Historia y Filología .. Las cátedras y agregac iones dotadas son actualment;"once.
encomendadas a un pr ofesorado competente y prestigioso. tanto por su labor docente como por
el número y calidad de sus publicaciones.

6. En lo que va de la segunda mitad de sig lo . el mundo pale~ico~qjjo! se ha hecho


eco muy apreciable de las nuevas teñdencias a cwe nos hemos referido en el tema anterior .
. --
Téngase en é"C"enta que el creador e impulsor principal de las mismas. Jean Mallo 1, pasó en ES-
..__....___.._.._
paña diez años de traba'jo tan intenso como fecl!ndo. y que de am!L .s_a lió g..@!)_ e,arte del mate-=-.
ria['e,a!eogf áfic o sobr~que se montaron las teorías y coñcl usiones de la .. Paleographie Romai-
ne". editada en Madrid por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas como volumen 111
de - la colección .. scripturae". Un año antes y como volumen 11 de dicha colección el mismo autor
había publicado . con la colaboración de T. Marín. un estudio crítico de .. Las inscripciones pu-
blicadas por el Marqués de Monsalud ".

Como volumen 1 de .. scripturae .. había aparecido en 1950 un excelente trabajo de Joaquín


María de Navascués . titulado .. La era AS .. . donde aplicó ya con los mejores resultados el nuevo
método de aná li sis gráfico. que es uno de los principales elementos renovadores. si no el prin-
c ipal. de la investigación y la ciencia paleográficas. Navascués fue hasta 1970 catedrático de
Epigrafía y Numismática de la Universidad Co ·nplutense de Madrid . Entre sus trabajos. que
forman larga serie y son de la mejor cal idad , desc uell an . además de los citados en los ante-
riores temas 1 y 2. los dos magníficos libros que dejó inéditos . al morir en 1975: uno, sobre
las «Inscripciones Cristianas de Mérida•: otro. sobre las .. Inscripciones vadinienses .. .

64
TEMA V

ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LAS FUENTES ESCRITAS:


MATERIAS E INSTRUMENTOS ESCRIPTORIOS. TINTAS

ESQUEMA / RESUMEN

a) Papiro.
1. Materias
ordinarias
\ b) Pergamino .
e) Papel.

l. Materias escriptorias
1 1 d) Tablillas enceradas .

a) Barro cocido .
1 2. Materias
ocasionales
b)
e)
Metales .
Piedra .
d) Grafitos .
e) Otras materias

a) Stylus.
b) Calamus
11. Instrumentos de escribir e) Penna
d) Otros instrumentos de escribir.
e) Instrumentos compl ementarios .

a) Ordinarias.
111. Tintas
b) Extraordinarias .

67
INSTRUCCIONES

Los cuatro temas anteriores han sido fundamentalmente teóricos y doctrinales: los dos
primeros, más especulativos y conceptuales; los dos segundos, eminentemente narrativos.
Qu iere decirse que en ninguno de ellos se han abordado problemas o cuestiones relacionadas
directamente con la práctica de escribir, o sea, con la realidad y la materialidad de esos signos
concretos , a base de los cuales se ha formado el concepto abstracto de escritura .

Hora es ya de que empecemos a estudiar la realidad material del hecho escrito. Pri-
mero , anal izando los elementos materia les q ue concur ren al mismo; segundo, exponiendo el
res ultado de esa concurrencia, que se manifiesta en las diferentes series de monumentos es-
critos, ta l como se han ido produciendo en el espacio y en el tiempo. Al análisis que decimos,
dedicamos el presente tema. A las series de objetos escritos, y a los grupos de escr it ura que
salen de los m ismos, los temas siguientes. hasta el 24 inclusive.

El tema en sí no tiene dif icu ltades especiales ni de exposición ni de captación . Al alum-


no. seguramente, le resultará entretenido, aunque sólo sea por la novedad de los datos y no-
t icias que le dan cuerpo. Los tratados y manuales de Pa leografía suelen concederle bastante
amp litud ; pero por las mismas razones que en los dos anteriores. haremos sobre é l una exposi-
ción completa y breve, dentro de lo posib le, ya que la materia es' de por sí muy cuantiosa.

ORIENTA ClONES BIBLIOGRAFICAS

Resu ltan especi almente recomendables el capítulo XXIII de la «Paleografía Española•.


de M i llares , y el apartado 11 de las •lezioni di Paleografía·. y de Battelli bajo el título ·la ma-
teria e la fo rma de i manoscritti • . Para materias escriptorias ocasionales o extraordinarias,
ver Cagnat , «Cours d'Epigraphie Latine•. París , 1890.

69
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

[ 1. Materia~ ~~!:!P..!~~g Insistimos en que la escritura no existe, real y prácticamente.


más que plasmada en algún cuerpo u objeto físico. A la operación de plasmarla contribuyen ,
además del factor humano. repr-esentaéfo -especi·~·¡m·enre por la ··m ano que escribe. otros do_s_ ele-
--
mentas imprescindibles, a saber: ~ m~~ria . sobre que . se trazan los signos gráficos. y el
irlStrum~nto con que son trazados. Un tercer elemento. la tinta o líquido con que s.e
moja el
in strumen t9 e~rlRtorio .. p~ede faltar cuando los signos son trazados a punta seca. que es caso
menos frecuente . pero no excepcional ni raro. ~-s n ~tura l que estos tres · elerñ'entos influyan
~_Ql!Lac.terí.sticas_ d.e_ la es.fritu ra: y de ahí el interés en conocer cuá lés son esas· materias.
esos instrumentos y esas tintas. de que dependen los sig nos gráficos en su realidad física.

En plan un poco de definición. diríamos que materias escriptorias se ll aman aque ll as


~ constituyen el soporte de la escritura_Jormand; -el objeto o pieza en que van plasmados
sus correspondientes signos. Hay materias escr iptoria s ordinarias y materias escriptorias ex-
traordfñarias o de ocasión. Las primeras son aq uellas que por su naturaleza y fin principal están
desiTñáda·~ a servir de soporte a los signos escritos. o sea. que tienen en la escritura su razón
d9ser-Las segundas·. en cambio, sólo circunstancial o incidentalmente son aprovechadas para
plasmar en ell as dichos signos. N01iaY q-;:;-e decir que. de -suyo, son más impo-rtantes las ordi-
ñ'aria"s. Pero. por su problemática. las ocasionales pueden resultar de mayor interés .

~terias ordinaria'-2Estrictam~ .. diríamos q~


son tres : papiro. pergamin~ pap~
Pero ~'UTrgrueTTte-que· e les añaaa una cuarta. ras iaETITras-enceradas. pueSla conjun-
ción en ellascféesos-doseieme ntos~·cerá-y tañl á", parece que 'está fiechaeñ ~función de recibir
la escritura . con exc lu sión de cualquier otra finalidad.

1; ) Papiro. (. Debe su nombre a la .Piant~-~-


que__ S.~ -~-~-n~-J.~m-~~a cyperus_ papi~us.
-------···--·---· _____ ___ --··
que erecta espontáneamente en las riberas del Nilo.
....

Su proceso de elaboración que es descrito con detalle por Plinio en el libro XII I de su «His-
tori a Ñatural :-. cübrfaTassTQü ientes etapaS: Separados los táíf9S de.. la planta. se [es qu!t.a_ba
la corteza . quedando la parte inte-~eiOs .ñiTsmos. blanda y filam~ntosa , cuyos hilos -en
latín philirae- · cortadCíSco;:;-;;~--;~chillo ." .po-dian ext~aer-~ e intactos .. en toda su lon-gitud : for-
mando t iras de C"n ·'C~ ntímetrode -an""C"h.o o poco más . Estas tiras, llamadas schedae o scissurae.
se colocaban sobre tablas. donde humedecidas· con- ag ua Cíel N"ílo, segregaban una materia pe-
gamentosa qüelas unta entre SI. La superficie as(-Óbtenida se·-c~·u zaba.formando.áñguTO '";-éda:·
con otra serie de tiras_gue se comriacta_ba~_(:_on l é!~-ªiiieriores.-formandoiasup-erJici_~_Slef@tiva
~-;;;-tes de secarse. se golpeab ~n.. un _ ma~Q y s_~ enc~ l aba-mediant~ ~-~a capa de engr~do~
que servía- pa ra - sattñar a y airTe-consistencia. Se alisaba-- la superfiC-ie con una ple.gaderay ,
p r ensada , se ponía a secar ai ..~QL Las hojas así obt'enidas·· se ll amaban pl ág.ul ~-~- · Cada -veTñte ·
plágul as. unidas una a otra , formaban un rollo o scapus. que era la forma comerc ial de l
produc to .

71
V/6 PALEOGRAFIA Y "OIPLOMATICJI.

En princiRio, las hojas de papiro sólo admitían escritura por una cara, la que se había
alisado para ello y-;;·- namaoa recto. Sol-amente "cüañdo Tá materia ..an-daba- escasa·:·
se escribía
sobre la otra cara. a la que se llamabav erso . --E¡-·i"nstrumento p~ra es~·;¡b¡·r- sobre papiro era
la caña .

. Nombre típico del papiro es el de charta. generalmente con un sobrenombre que hacía
alusión a su clas~calidad. -Así, -en ""Rüñia habla charta augustea y /ivia, que eran los de su-
perior calidad. y emporetica cuya"s hojas. m-uy bastas, sóToservfañpa ra··envolver:
- -- - -- - --------------
.!_g_ipto _tue siempre el principal país prod~_ctor de papiro y, durante siglos. el único. En
tiempo de los Tolomeos esta producción constituía una espeé.ie de mono-p olio estatal . que duró
hasta la conquista árabe . Emigrados egipcios llevaron a Sicilia la industria del papiro, que se
mantuvo activa hasta el siglo XII. ~áS qÜe .en el pro-pfó E.gTpto-c ionde ·puede ded rs eqüee"eso-
'-------·- _.,. - --,.,
en el X.

Desde el punto de vista gráfico, el e_apiro _in_fjuye_ ~n_ la e~ rit~r~_a _la__qu_e imerim~ _una
serie de característigs~s , derivadas principalmente de la falta de al isamiento completo en las
superficies sobre que se ~scribe. ¡;,· simpíe-:i~ta y aun atravé; de reprOdUC cioñes fotográficas
es fá~jl_distinguir una página de escritura sobre papiro. de otra sobre pergamino. b_a primera pre-
senta _SlStría;--,:TláS -0 ~menos. pronÚnc)adas eñ SU ·su~perficre:- mi éntras la ' segunda ap arece lisa
completamente. Dichas estrías hacen que los trazos de letras y signos aparezcan menos fir-:--
~- ........- ------- --·-
mes y un poco oscilantes .

los papi ~s co~ escr~t~~a !~t~__que se nos han conservado _van desde el si~l9. __! a.C . ~~
el siglo XI p.C. y suelen clasificarse en los ~ ig~i ~~--~9~.
- -----··---·
--papiros egipcios,- es decir, ~_contra_9_ps d~!llr.o .<i~...!g_~_JJ.r:!lite ~ geográfi_cos de Egip_!?.
donde se ~.Q...fQ!J Ser~do eru;antidades muy imQOr.!~r:!~ s__~.!aci as ~ las especiales condic.ion~
e imatológicas de aquel las tierras. Son miles_ y m[Les. pero casi todos con "!Scritura grieg a;
los lati nos s on muy pocos, pero iñté-r~.s~~tí§imq~_... los descubrimientos--emgewo"n eñT718
y_ C_Qntinúan ~rÍue~tros días. Las Piezas. encontradas se di stribu·y~n e~-- cole~"cio~ es t a,l;ü'SaS
como la del Museo Británico y la del archiduque Raniero de Viena. En torno a ellas han surgido
sociedades, pobllcaciones, cátedras de enseñanza. etc. Para conocer los orígenes y evolución
de la escritura ratiria algunos de estos papiros tienen un valor inapreciable. Cronológicamente
fueron escritos entre el sig lo 1 a.C. y el V p:C. - - -

Muy afines en todo a los papiros de Egipto. si bien su número es insignificante. son los
encontrados en la fortal eza de Doura-Europos a oril las del río Eufrates; su descubrimiento
es r-elativamente reciente .

--·- Papiros de Herculano.- Llamados así ROr haber aparecido entre las ruinas de esta ciudad.
sepultada por la erupc ión del Vesuh·¡;~¡-;~~ ·79 p:c. Los- des cÜorhñ ientos se iniciaron en 1752.
El lote pril"!cipa Cx:_más nl,.u n.eroso...es.-da..paRlr.Q.§_griegos. los de escritura latina apenas lleg ana
""Veiñbci~c~. Entre e-¡¡~-;-es famosísimo el llamad~Ca~cie-beno actraco .. . escrito eñfre- 105'-
-a-nos 31' y 79 p.C.

- Papiros medievales. -Forman el grupo más exiguo, pues los que se conservan apenas
pasan el cent~Q~r. esgitos entce_ J()S · sig los, ~V-XI. De ello s, unos diez son códices; el resto:ao:
Cürñé~ Entre éstos, el grupo más interesante des e todos los-·puñtos - dé vista . incluido -el-
paleográfico, !~n los llama~o§ papiros de Ra~~na. Ogp __gr_upo_ ~stá formado_..~<!o~u~entos
procedentes de la C.2!J..c illeria..pontificia, dood.e...bastéL~ I siglo XI el papiro se empleó como mate -
rí a ordinar ia- deescribir . A este lote pertenecen los únicos- ejemplares- dé escri.tui1í"sobre-papi ro;-
-------- --~
72
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA V/ 7

conservados en archivos españoles . Hacen un total de doce. Sobre ellos redactó su tesis doc-
toral el profesor Millares Cario, publicada en Madrid el año 1918.

Entre los restantes papiros medievales descuella la colección de diplomas merovingios


que. ~-ñ"úmero de 14: se.. conservan en los Archi~os Ñacionales, de París ; "fueron escritos -eñ-
los siglos VI-VI L., .

( _b) Pergami~2l_ Sobre el empleo del pergamino como materia escriptoria es muy co-
nocida la anécdotatárnsiJ)jU!;ta pg_r plini.2:.~se[ú~n la _c_..u al_ el r~y _<;!e_ Egipto. Tolomeo V Epifañes-
(203-181 a.C.). Gel.oso.de Ja impor.tancia qu~ iba ?dqt,~ ir iendo la bibliote_ca fundada en Pérgamo por
el rey Eumene 11 y de la sombra que pudiera hacer a la gran biblioteca de - Alejandría, .Q ro~
~e se exportara papi ~-~érgamo con el fin de que faltara allí materia prima para escribir
nuevos libros. Pero a lo ~.~Q.~[gam~_nses se les ocurrió entonces emplear como materia de escri·
bir las p.ieJ_e.; de determinados ar¡imales (ter~eras , c9bras , carn~rOS) convÉmientem~rte prepar~
das. a base de maceradas en cal. arrancarles el pelo, rasparlas "Cünuñ iñstrumento cortante
Y. pulir sus do~'"éaras ~con piedra· póme~ hasta obtener una superficie lisa y 'üniforme.
' -
Sea lo que fuere de esta anécdota, puede asegurarse que la ciudad de Pérgamo fue , si
no la inventora del nuevo material escriptorio, denominado en laÚn pergamenurri~ o membrana
pergamena. sí la principal p roductora.
------·-
~ pesar de k~ alusiones que algunos escritores rom!3nos del siglo 1 hacen a la nueva
materia e~criptoria, los eje_mplos que nos han llegado de escritura sobre pergamino, son ver-
daderamente escasos hasta el sig lo IV p.C . A partir de entonces empieza a generalizarse su
---- - '""e;..,._ ~ -·,¡.

uso. que seguirá una línea siempre ascendente ha ~ta convertirse, entre los . siglos VIII y XHI,
en la materia ~§..Crj~to_ria ~RQ! ~cele~cia , pud iendo decirse que prácticamente excluyó todas
las demás .

En comearaclQ.n_ <:~'l3 1 Pé!R)ro. ~__ventala_~_f!eL p_er:gam ino son .•manifiestas, empezando


por su mayor abundanE_~ m~~ f~cil adquislc!ón; pues mientras e l primero no se daba más
que en Egipto y Sicilia, el segundo se encontraba en cualquier parte . Era. además, de mayor re-
sistenc~ay duració~; _ admitía escritura por las dos caras y se prestaba mejor a la forma de
~o códice. mus;hq_.J!lª-S CÓrT).Q~ que _l a de rollo..:-Lo suave y liso de su superficie contribuía
a la mei.Q!:. calidad de los signos gráficos trazados sobre aquélla, con unas posibilidades (dibu-
jos-~ cor~res. pinturasr que "rlO podían' ni imaginarse con relaciór; al papi ro.
--- -- ~ ~-

Los monumentos escritos en pergamino se presentan en forma de hojas sueltas o de


hojas unida~1 ~!!2!~9r:ªf!as._.!:l_llJ:!_n ~?~)u':'.!?~ llamad~ códic~e , a que nos acabamos de referir.J.~orm~
de rollo parece se e!JIQ!e<L poco; pero no faltó en absoluto, y de ello son testimonio elocuente
IÓs célebres rollos judíos del siglos 1 a.C ., descubiertos el año 1947 en la caverna de Oumran ,
junto al mar Muerto.

Del siglo IV quedan en pergamino algunos códices famosos ; entre ellos, los seis lla-
mados virgilianos por contener obras del poeta Virgilio. A partir del siglo VIII , son abundantí-
simos . Desde el XIII comparten el campo con los códices en papel ; _pero todavía durante la
baja Edad M~ y~~~n.zos de la Moderna es evicÚmte la s_yp~ma~ía del pergamfno~ en
el campo de los manuscritos .
·--~ .. ,_.,

La moderna Codicología que tiene por objeto el estudio de los problemas generales
planteados, en todas sus facetas, por los códices de cualquier clase, tiempo y lugar, ·es entre
los códices de pergamino donde encuentra su principal campo de observación y aplicaciones .

73
V/ 8 PALEOGRAFIA Y OIPLOMATICA

~.? ~ari~9a~ de ést~s-~ . CQnstituy~ru::je~.e_!~..':.~ ~~~Y~~- hqj~s .Pr:©~.§ntéiQE.!l su pergamino


teñido de púrpura S'06reTa que se escribía con tinta de oro o de Rlata . De ahí, su nombre'-de
- - - - ·- -~------
,.. . ..., - "4"' .
cDaex purpureus o codex aureus o codex argenteus. Son contados - y todos muy famosos-
los ejemplares que se conservan; citarem'os eT-=;¡elaOTh liÜté~ la Universidad de Upsala,

--
que contiene la traducción de la Biblia a la lengua de los godos. hecha por el obispo Ulfilas
en el siglo VI. - - - -- · -~- ... - -

Otra variedad , más importante , de códices en pergamino, corresponde a los palimpses-


-~
f,..:o:_l_
io:..:s;__f.;:.
u.;:.e_b.;;.o.;;.r_r..;.a..;.
d..:.
-
tos o codices resc ripti,- así d~no~inad-;-s- porgy e iéi'' p; i;;,7ra escritur a qÜe s e "''trazó sobré-. sus
._ ~.. - -·· ---
... ._...__ .. ___ -- ·-
a_I~~Q~ .e.~.!.ec.L~- ~a- seguiJda y ..J. ve.ces , una tercera o m~s . En la operación
.. ,....___. --
de borrar se procedía mediante lavado y- raspado de lo escrito. que , a pesar de l empeño por-
que desapareciera , dejaba siempre huella más o menos profunda . La causa principal del fenóme-
no solía ser la necesidad de aprovechar el perg amino de te xtos'Qüeinteresaban menos para
esc~ib·i~---;tros q ue in-teresao'añ rñá~. ·Enote ¡;·~cipái ·de palimpsestos corresponde a los si-
glos VII-IX ; los textos borrados solían ser de lo s siglos V-VIl . De siempre . preocupó a los eru-
ditos el problema de leer los restos de esas escrituras
,~
borradas. Pero los
-.1'6--
--~-
intentos.,_.,en tal sen-
-- . . . . . . . __..
--- -
._--..4 - - ~ - '! ..:o-¡r, '""
• - -,.... ......_ ~,. ,.~

tido no tuvieron éxito completo hasta comienzos del siglo XX en que la aplicación de rayos
"' - .. .. .......... ~ -
ultravioleta, ideada por el benedictino alemán R. Kogel. supuso un paso de gigante en la lec-
- .. -----....

tura e inte-rpretación de las primitivas capas de escritura delosc'od7c.e sresc"(/pTTEn el monas-


terio de Be u ron (Alemania) a que pertenecía Kogel , funciona con excelentes resultados un Ins-
tituto de Palimpsestología .

En Espa!j_a es _notable, entre los palimpsestos conservados, el de la catedra l de León


que co~iene. en primera esc~itu~a~a 1 ex roman-a vúiigoti1o"iü fii. - ... - --

--- -- .- ......_
En el terreno de los documentos, se impuso más tardíamente el uso del pergamino. Los
- .....~ ·-- .......
primeros ejemplares que se conocen son del siglo VIl. En la Pen-ínsula l15érica, del sTgT0\7111.
...__---::.:::=....__. . ,::-___ , ··-- . .· - .. -
J
} CL Papel. Históricamente, _la apa! ición y uso de:l papel como materia escriptoria están
~~-por los siguL~ntes hitos : En el _sig l9 JI P -.9..:....~n funcionario del pal~c i o rea ~~nó , 11a-
mado Ts'ai Sun , obtuvo las primeras muestras de papel a base de trapos y otros productos
vegeta les. A pes;¡:-d-;q ue los chinos mantuvieron ce losa~ente el secreto de su fabricación . a
·p-rTñC ipi o-s de l -;'f9io VIl el p~~ef se
produc ía ya, primero, en Corea y, luego , en Japórl .El añQ.BT
aígob~Q.QI_ª-mbe cie _sa~arca;da le ·-rev~ laron unos prisioneros la_] órmui 9 ''P~!.Lf.aQ.ricarl-;-
e inrl}~<J..!2J.9m~[lte se..~stab!e~ió ~;:;-; fáb7ica eñ-:__2_ich_él_-Cil:Jd~d. En 795 se montó otra e n Bagdad .
~Sl_e fll.R~..Q r ví~ áré!b_e_el papel ll~gó al ci~JLo , ~~-SU!.OQ..;¿~arrues..Qs . el~ 1 a lé! Península fúo:_y
Ibérica. el 1154. con el establecimiento en Játiva de una papelera. que fue la prime ra de Euw

--
'-----....-.N..u .;...~,..¡-. ~ • ..... .. .,..,..., ... ~· ' .. - ..

pa. En Italia, la de Fabriano se hizo famosa a partir del siglo XIII .

Los nombres de la nueva materia fueron varios. Fundamentalmente se le llamaba charta,


como al papiro , con diferentes sobrenombres: bombycina. cuttunea, xilina, pannacea. A veces.
papyrus; y en España . .. pergamino de panno ... mientras al pergamino auténtico se le llamaba
"pergamino de cuero ... Los códices en papel eran codices chartacei.

El R!qce_s_g _de tabricaf iÓIJ. pasaba ya desde el tiempo de su inven ción , por todas estas
fases : Trapos s~ l ecc!,9 nad ~ t~iturª-dO§ ~n. aguª- jaQQ.Q_os.a ppr ~¿_n !!12 ]ino :__moJt ~ rac i ón del p~­
-
to así obtenido, cuya__pasta
..... _ ..._ _ ......,.,.._ _
--~~--
se introducía
...... _ ,_,_...._... _ ..........
en --recipientes
""!"'""'. '
de agua
-...__ - .....- .
a ___
determinada
_..c.. ... ,...,••
tem¡:>eratura ; ,4'1""..t. :.'I'HO -~.......

co locac ión de pequeñas cantidades de dicha ¡:>asta sobre un molde de rejilla formada por hilos
metál i éQS'"7;;~ªdos:. ~-c~y~ t;avés ; scurrí; ei ~gu;des-ecacióncompleúi dé- ías hoj as obt"éñi-
- . - _,..--"'1 ;¡ .-.;, · -- - - ~-~ - ~., .......

aas, poniéndolas sobre fieltros que se prensaban junto con las hojas; colocación de éstas en
un tended~ro ~ire .'-~brié~d(;la-¡-_'(irimi_r:.o -cori .':! na.S9.P..a cre.:C:QJ.a.:_y_ a lisjlo~s y ·satiná~dolas
luego co n pedernal. Cada veint icinco hojas formaban una mano, y cada veinticinco manos. una
resma ~pa lab r~ ' de origen árabe- que es como se ofrecía a los consumidores.

74
1-'ALlUGRAFIA Y OI PLOMATICA V/ 9

Como huellas de fabricación quedaban en el pape l los llamados puntizones y coronde-


les . que respon<3 i'añ á- los hilos metáJicos del mo l de sobre 4'0-- que se,,. había ·vertido ..~"t-1'1'
la pasta
~
húme-
.,¡~

---·- -- ·-
- 011 - ' - ......... ·---. 1\o.·- r : - ••

da; a los cuales se unía la filigrana. o sea . la impronta de otro hilo al que se daban diferentes
- ~
__,._,.
• •...._..,....11> ' ,..,
'----
·~--. . ·-~ ' •"';.;!---
.... .....,..
formas (de letras. de animales. de plantas. de emb lemas) y que eran verdaderas marcas de
.... .,, ... - 1 • • ·"' ·~~-~·
·' ... -
-"1

fábrica -marcas de agu~es llama en el le11guaje .tipográfico-. constituyendo un elemento~


crrtrco de gran valor para fijar el origen y la f echa de muchas piezas escritas . La obra de
~rvftfrTqüét. u Les " tilTgranes ... pub li cada en ·rarís eri ' 190 7. ~es y'a" clás i éa .

El emple9.. del Q.gpe l. cg_mo (.nateria de escri bir fu_e p~_c,? intenso dt¿ra.nte ~.asi t,oda la f.8~­
Media. Hasta el sig l o XV no puede decirse que empezara a sus_!ltuir eflcazm_~nt~ al pergami-
~.:_go sí~r_~_e exélJ..GE_QQJ !ª§g,,c on&cíóñE!s-:rnás,v.~~tajp~as· d~ a.9uél. sobre todo las de o~den
económico . .s ~!_~Urjl_ c_of).!rip_\,lyó_ a una _~sp~.fl.§... 9.~_st~IJ:!9patiz;_gs;ión .9e~ 1 ª-_e_§.f.!:J.!.!-}!.~. Y §l_g~e
se escribiera mucho más que hasta entonces. Por contrapartida . esa socializac ión del arte de
escr ibir rba a s upo né'r'l:J-na p;;;. caÍidad g~áfica~d-e fo--es crit"o'...y a ·iñlluir ~én~ la dégenración de l a
escritura a fines de la Edad Med iá. Eñ cuanto a su disposición para recibir si gnos gráficos de
cualqu i er ciase. las c;;;a¡cioñés del papel eran muy parecidas a las del pergamino . .

El códice en papel más antig uo que se conoce es del año 866 . En España hay uno del
siglo XI -~~n e l Monaste.rio d~--Silos; y
otro . proceden-t e del ~i¿m-;; -~~éri oTsigl~· XI-X lil. en
la Biblioteca Naciona l de París . En el campo de los documentos . el papel no entró de modo nor-
mal hasta el s igl o XI II: la primera muestra en Europa es de 1109. en España l os primeros ejem-
plares corresponden a A lfonso X el Sabio y Jaime 1 el Conquistador .

1
d) Tablillas enceradas ..t Const an de dos elementos sustanciales: uno . duro y resistente
comó l a ~era o el marfil; ot~. -s u ave. - que es una espeéie de cera ; de ahí su sobrenombre .
Su uso como materia escriptoria ordin aria es universal y muy anti guo.

La m adera t ení a forma de pequeño rectángulo -así se explica e l diminutivo tablilla- en


cuya p;rt;c7ntr;l, un poco h-~·ndida ~on re lac ión a los ,bordes . se extend ía una ligera capa "oe
cera~o-b~; la que _r~caía l a_ acciórJ de un P~IJ.zón o estilete . qu~ tr azaba los correspondientes
--. - - ' ,.,a ••
sig nos gratico s . El est ilete stylus presentaba. en l a parte opuesta a la punta con que se es-
crib ía. un ~ensanchamiento
-·- . de corte muy fino qijeseryía pará borrar lo _
.. escrito con sólo alisa r
-

la cera . En esa facilid_ad para esc ribir y . borrar está la causa de la enorme difusión de l as ta-
blil l as que se Zon~irti eron en la materia .escr ip t o ri a popular y corriente por excelenc ia. se~e­
j ant ~q a · nu-estras agendas de apurttes o c_;uaq~r,QOS d~ notas . Ouintiliano hab l a de la ..facillima
;atio delend i » que las hacía especialment e útiles en las esc uelas y centros de enseñanza .
. . -
En l at ín se l as llamaba tabulae. tabellae. tabulae cerate o. simplemente. cera. Podían ser
se ncillas . es decir , de --~~-a sol~- p i ~z~. y escribirse por- u'n o de sus lados o por los dos . cüñ te-x'fos"
breves y de poc:a_ iJD.tl..Q!..t anc ia. Para textos má~ largos e importantes. se agrupaban varias ta-
bl illas fo~-mando codices ~ éüdicilli. que s i eran de ~d_os pCezas.
- - -- ---~-
se
llamaba dípticÓs ; si de" t.res.
trípticos. y si de más. polí¡::>ticos. La s tablillas agrupadas giraban sobre uno de sus lados apo-
yándose en .una e_;11 e¿ t~ cie. bi~~gra_o -c6;nela . 'En. estos casos l as ..élos caras externas . del c"'odi -
cilo quedaban s in encerar. para manejarlas más fá c ilmente . _~¡ se trataba de textos importantes
y, en concreto . de docume ntos que querían transmitirse medianté t abli ll as. había toao .. únsrs:--·
tema reglamentado que cuidaba de los detalles más pequeños. incluso del cierre d~-1 cod-icil o
que asegu-ra6·a l a Invio l abi l idad del texto escr ito.

C lases espec iales de t ablil l as era n los l lamados dípticos consulares y los d ípti cos li-
túrgicóS-:-genera lmente d e marfil en vez de madera .

Desde el pun to de vista del traz ado de la escritu ra son las tablil l as enceradas las que
consti tu yen uno de los casos típicos en que l a materia escriptoria infl uye claramente e~---~~s-
- -· ·-· - · ·-- -- ~·-

75
V/ 10 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

características gráfi cas de lo escrito : ángulos agudos, trazos delgados , nexos menos frecuen-
tes, formas cursivas.
----. -~---- --·- - ~- --- ---

En cuanto al uso de esta curiosa materia esc riptoria.. ya hemos dicho que e_s universa l
y antiquísimo. C iñ éndonos aLmund..o~-.0-~· hay testimonios, arqu eo lógi cos y literarios . de que
se em2lea6an desde la época más antigua . De hecho. se conservan una serie de co lecciones
de tablillas. con textos latinos-:correspondientes a diferentes tiempos y lugares. He aquí una
breve relación de las principales:

~ a) Tabl illas de Pompeya-:-Descubiertas entre 1875 y 1876, en número de 155; todas ,


....,____
, dípticos y trípticos, escritos en el sig lo l. Se encontr aron en la que fue casa del banquero Luc1o
Cecilia Jucundo. Su contenido textual es de <;;a~áct~r _mer&antil

,_ b) Tablillas de Herculano.- Unas 200; descubiertas más recientemente, 1930-1940; escri-


~ entre los años 60 y 76 p .C. El sentido de su texto es también comercial y jurídico. JUnto
con las de Pompeya se conservan en el Museo de Nápoles. - ~-----.
- -#~- -----
- e) Tablillas de Egipto.,- Forman un lote de l@ln!.a y se escribieron durante los s~
al 111. Textualmente se trata de certificados de nacimiento .

...-- d) Tablillas medievales.- Es seguro que las tablillas sig uieron e~e.!_eán_9QE_~ c omo mate-
--- ~- ----- --- -
~ --
ri a de escribir durante toda la Edad Media , si bi en con carácter de exc~c i ón ; ab undan los
·-- - .... ...:-..- ,.._ -~ ~- ·- - - - -~
testimonios artísti cos y literarios que lo demuestran. Si n embargo, las que se han conservMo
·son muy poc-as. De entre los siglos- V--~1 Xl1~ -~¡;;g~n~~entre las de siglos posteriores, son fa-
mosos los ocho :¡ibros- ·e-ñée"rados~> ae sa-ñ'T üfs 'yFe lipe el Hermoso, reyes de Francia. Parece
que hasta 1860 se mantuvo en Rouen la costu mbre de anotar en tablas de cera las cantidades
correspondientes a las subastas de pescado .

Dentro de las t ab lill as escriptorias hay un lote e~ cia l gue merece mención aparte.
..-~-- ·-~ ~

__
-----·-- - ....-:._. - -·. - ' U U I... .......... .,,.,.. ··---

pues se trata de piezasSíñenéerar. escritas di r~ctamente a tintj'l _s..Qb...re la _madera . Descubier-


-tas e......
l año 1928 cerca de Tebesia, ....,
entre Túnez y.......... --
Argelia, y publicadas en 1952 han atraído lar-
gamente la atención de los estudiosos. Se trata de .!5 tablillas, dípticos en s~ mayorí~. escritas
entre 484 y 496, dentro del reinado del Guntamundo, tercer rey de los_ vá ndalos. Casi toa'as-
contienen documentos- de--compraventa . -~fu interé; paÍeográfi co e'~ muy notable . -- .___
·--·----
Mate~=·-·e=~~~ar~:~};e ll·:~an -tamb~·~::==·n::s -:~e_oc_asi~n.
/ 2.
solo nombre con firm a lo que ya dijimos. a saber : que,JJ.L_Qor su n aturaleza ..... ni por
taban destinadas a recibir la escritur~~- hec_!10 se de9i~aban a otros usos en -p..r_opo ~~
-- __ _
su fin
cuyo
es-

infinitamente superior. Pero, por particular~r:.a:?;.Q nes y en determinadas ci rcunstanc ias. se echó
mano ae ellas para convertirlas en ~e de los signos gráficoS':'-
---~-------'---- -- -- -·-----

Con re lac ión . a las mismas suele tener especial ap licac ión aquello de que la materia
sobre que se escrib e, ejerce una influencia mayor o menor, pero siempre apreci able. en las
características externas de lo escrito. En algunos casos de materias ocasionales. esa influencia
será excepcional.

Una nota común a estas materias der iva de la dureza o resistencia que ofrece n todas en
mayor-;)menor propor-zi,!)n. y qu~.fO!)!rast.9._ COn l a~bl;ndu;·~ OS~~v~ad '"q ué pr~s~nta§_las..:fua­
tro materias ordinarias.

Ahora nos limitaremos a poco más que a enunciar los diferentes gru pos en q ue se pue-
·lr n integrar todas esas fu entes extraordinarias o de ocasión -- - - . . . , . . _

76
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA V/ 11

L.Jif .Barro o tierra cocid~~Se prese nta bajo diversas formas: tejas. ladril los, ánforas.
p~~2~ y ute~-;il io~ ; n j;te ne-;1 .., Pueden estar escri tos y lleva r los co.rr.e~e_IJ.!~¿J_gnos~­
trazados. bien co n la punt a seca de un in strume nto agud_q qi,Je se hunde.. en . el bar ro blando
antes de cocerlo Y. secarlo o-q~e "Se . clava- e~ · ; 1 barro ya coc ido y seco. bien mediante c;;;;es:-
tamp ill a ap li cad; s~bre el - barro bla ndo a presión, b ien co n un pin cel. Pluma o cálamo mojados
--- -- ._ - ~ ·- - --·- - - - . . --'!'lo
en tin ta de l c ol or que f ue re y pasándo los sobre el barro duro. De todo hay ej emplos relat~
~e nte a6üñcrañTes:--- - . • -

~--M~té\les.
1
; Hay cas os de escritura sob re pl omo , bro nce. hierro , plata, oro. Son más
im portantes los dos pr imeros. Entre ellos t ie nen parJ.ic u lar_ inJe rés_l a~ JJ.ª.f]1gcj_ª ·s _ta_gja~- de exe-
c rac ión r omanas esc ritas en plomo. y los t extos legales ro manos escritos en bronce. de- que
hay una magn ífi ca colección - e-;:,- TM useo Ar q ue~IÓg i ~o NacionaÍ d~-Mad;i d~L~~ ··;;;-~dos y los
---. - -- - ~
instrumentos de escri bir varían de unos metales a otros y dentro de un mismo metal pueden
darse s istemas dife;entes.- - - " - ··· ·- ·- •
- --- --·- -- -~

L e) P.!._e ~bu ndan las muestras de escritura trazadas sobre piedra caliza en sus di-
fere ntes va ri edades. pr inci palmente mármol. sobre granito o sobre pizarra. Las primeras son
muy num erosas y se cuentan por miles las encontradas dentro de los límites de lo que fueron
provinc ias romanas. De entre las escrituras sobre pizarra. a la paleograf ía española interesan
muy especialmente las correspond ientes a la época vis igoda. estud iadas por el profesor Gó-
mez More no.

d) Grafitos. Se llaman así las inscripciones trazadas sobre muros o paredes. bien
con carácter ornamental y decorativo. bien por puro pasatiempo y con la mayor espontaneidad.
Pueden estar t razadas a pincel u otro instrumento blando o a punta seca con pu nzón o instru-
mento pa r ecido. Son muy cé lebres los descubiertos en las paredes de edificios de Pompeya
y Herculano.

Otras mate rias escriptorias, que por su naturaleza no caben en ninguno de los anterio-
res grupos. pueden ser el marfil , el vidrio . las cortezas de árboles y otros productos de orden
vegetal. Per'o su importancia en el campo de la escritura es muy escasa; el princ ipa l interés se
lo prestan seguramente su rareza y excepcionalidad.

11. Instrumentos escriptorios. A algunos nos hemos referido ya en los apartados ante-
riores. sobre todo a aquellos que corresponden a determinadas materias escriptorias. Los re-
cogeremos aquí todos con una breve not icia sobre cada uno .

a) Stilus o graphium . Nosotros lo llamaríamos estilete o punzón. aunque ninguno de


los nombres expresa todo lo que era dicho instrumento. que se considera como el específico
para escr i bir sobre tab lillas de cera. Podía ser de hierro . de plata. de marfil. Lo típico en él era
no tanto la punta cuanto la espátula o paleta con que podía borrarse lo escrito. alisando la cera .
Se guardaba en el llamado stilarium o graphiarium.

b) Cala mus. En castellano, caña, que eso era precisamente: un trozo de caña. cortado
a tajo , con una punta al modo de las modernas plumillas metálicas. Se emp leaba para escribi r
con t in ta.

e) Penna o pluma. Que podía referirse por igual a las plumas metálicas. usadas. aun-
que muy rara mente. en tiempos antiguos, hechas de plata o de bronce, y a la pl uma de ave, que
empezó a usarse en el siglo IV y era, general mente. de ganso. La caña y la pluma de ave se
usa ron conjuntamente y con frecu encia se confunden s us nombres. Se guardaban en el llamado
calamarium. ·

77
V/ 12 PALEOGRAFIA Y OIPLOMATICJI

d) Otros instrumentos de escribir. menos corrientes. son los que responden al trazado
de las escrituras que hemos llamado ocasiona les . Así. el pincel. para escrituras de lujo y a
colores; el cincel para grabar los signos sobre piedra, siguiendo las líneas trazadas previamen-
te por el carbón o la tiza; punzones de diversas materias y distinta dureza . para escr ibir sobre
barro o sobre pared blanda o sobre plomo o sobre pizarra.

e) Instrumentos complementarios. Oue no servían propiamente para trazar s ignos. pero


sí contribuían indirectamente a la presentación última de dichos signos. Por ejemplo. el scal-
pellum o cultellus scripturalis, que podía serv ir para raspar lo escrito o para afinar la punta
de la caña y de la pluma; la regula o regla que ayudaba a trazar las pautas ; el lignicu lum. que
era una especie de punzón , de hierro o madera. para marcar las líneas en seco .

111. Tintas. Su nombre genérico era el de atramentum. con el que se quería al udir al
color fundamentalmente negro . Porque para prepararlas habían de acercarse al fuego. se les
llam aba también incaustum . En épocas muy antiguas se preparaba la tinta con sustancias vege-
tales . a base de negro de humo ; de ahí el nombre de tineta. Los romanos empleaba n ya sa les
metá licas. En la Edad Media los ingred ientes principales eran el sulfato de hierro . la nuez de
agallas disuelta en vi no o vinagre y la goma.

Como extraord inaria puede considerarse la tinta de color rojo empleada para títulos. ini -
ciales y partes de l texto que se quería destacar por la razón que fuera. Y como tinta de lujo,
la de plata y oro que se usaba pri ncipa lmente en los códices purpúreos.

78
TEMA VI

DIVISION DE LA PALEOGRAFIA. LOS GRANDES CICLOS


DE LA ESCRITURA LATINA

ESQUEMA/RESUMEN

l. El campo de la escritura. Criterios\ a) Cronológicos.


para su delimitación b) Geográficos
e) Lingüísticos.

a) Arcaica.
b) Rústica.
1. Antigua romana
e) Elegante.
d) Cursiva

2. Uncial y semiuncial.
11. Los grandes ciclos
la escritura latina Merovingia.
al Escrituras Longobarda.
nacionales
\ Visigótica.
'
Benaventana .
1
13. Nueva romana
1 Insular.

b) Escritura carolina.
e) Escritura gótica .
1d) Escritura humanística.
e) La imprenta.

81
INSTRUCCIONES

El prese nte tema. sobre divis ión de la Paleografía. viene a ser como el pórtico de lo que
pod ríamos llamar Paleog rafía práctica. Para co nocer , analizar y cri t icar los grupos de escritu-
ras que puedan interesarnos. parece imprescind ible hacer un enunc iado previo , con su c lasifi-
cac ión correspondi ente, de esos grupos . dándoles un nombre que los especifiqu e. señalando
los límites de tiempo y espacio en que se desa rrollaron . notando sus caracter ísticas funda-
mentales y explicando . as í su génesis como las relac iones que medi an entre un grupo y otro .

Con ello cerramos esta primera unidad didáctica del programa y quedamos a punto para
empezar la segunda. cuyos temas serán ya exp licación y comentario más amplio de lo que
aquí damos en fo rm a esq uemática. o sea. para estudiar con intens idad y deta ll e aquellai se-
ries de escrituras que. por la razón que fuere, nos interes a conoc er espec ial mente.

Aunque el tema de la divi s ión de la Paleografía es punto obli gado en todos los manua-
les de la disc iplina , preferimos exponerlo íntegro por nuestra cuenta en el apartado de Expl i-
ca cione s complementarias. a base de un esquema o árbol genea lóg ico de aquellas escrituras .
con las cuales los alumnos de la Secc ión de Histori a puedan , como futuros historiado res. tener
que estar relac ionados más directam ente.

ORIENTACIONES BIBLIOGRAFICAS

Pueden consultarse con algún provecho. pero tambi én con algunas cautelas. el aparta-
do 111 de las .. Lez ioni .. de Battelli . titulado .. Qrig ini e svil uppo de lla scrittura latina .. ; y en el
·Curso Ge neral de Paleografía ... de Floriano Cumbreño . el apartado 11 de su parte genera l , titu lado
· Paleografía histórica (Evolu ción genera l de la esc ritura latina). Prelim in ar .. . La «Paléograph ie
Roma ine ... de M all an. s upone un planteami ento nuevo en c uanto se refi ere a la división y c la
s ificac ión de la escritura latina. pero no se prese nta en resumen abreviado sino diluido a través
de toda la obra .

Para ilu strar nu estras expl icac iones nos iremos refiriendo, a lo largo de las mismas. a
ej emplos de esc ritura reproducidos en la co lección de "Lam inas de la Cátedra de Pa leografía
y Diplomát ica .. de la Universidad de Madrid (Comp lutense). que citaremos abreviadamente por
.. Láminas Cátedra Pa leograf ía .. o " Láminas Cátedra" ·

83
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

l. EL CAM PO PALEOGRAFICO

Mejor que división de la Paleografía , podríamos decir división del campo paleográfico
y, mejor aún, división del campo de la escritura. Es lógico que la Pa leografía se divida en fun -
ción de la escritura que trata de conocer y explicar, y que sus apa rtados respondan a los apar-
tados o grupos en que esa escritura se distr ibuye de por sí, según su naturaleza y sus carac;:-
terísticas gráficas .

En consecuencia, empezaremos esta lección señalando los criterios que deben delimitar
las diferentes parcelas del campo paleográfico, haciendo inmediata aplicac ión de los mismos
al campo de las escrituras llamadas latinas, que podemos considerar ya desde ahora como
nuestro campo prop io .

a) El primero de esos criterios ha de ser cronológico y servir para fijar los límites de
ti empo que cierren, por de lante y por detrás, las series de escrituras con las cuales , por las
razones que fuere, hemos de estar particu larme nte en contacto . Es evidente que el paleó-
grafo - aunque su disc iplina sea ciencia de la escritura en general- no puede entend er sobre
todas las escrituras que se han usado a lo largo de la historia de la human idad. Hay que cortar
en el punto cronológico que convenga ; y nosotros , inmersos en la vida y en la cultura latinas .
debemos partir, en cuestión de escritura y monumentos escritos, de aquellos que sincron izan
con la fecha inicial del mundo romano , es decir, el siglo VIl-VI antes de Cristo . Por detrás
ll egamos hasta el momento actual, pues desde el punto de vista de la escritura, d icho mo-
mento sigue siendo una consecuencia de esa Roma que empezó a funcionar históri ca mente
hace veintiséis siglos .

b) Segu ndo de esos criterios será el geográfico y servirá para fijar los límites del es-
pacio material (regiones y lugares) de donde proceden las escrituras y los monumentos es-
critos que nos interesa examinar . Razonando como sobre el criterio anterior. en principio. dicho
espacio se identificará con lo que fue espac io geográfico del mundo latino-romano , desde Asi a
hasta las Is las Británicas y desde el norte de Africa hasta e l norte de Europa, hablando en
términos generales . No hay que decir que. de hecho. lo que más nos interesa de ese inmenso
campo gráfico. es la Península Ibérica.

e) El tercer criterio delimitador de nuestro campo de escritura debe ser lingüístico ,


en razón de l cual, nos quedaremos sólo con aquellos monumentos escritos , cuyo texto nos re-
su lte li ngüísticamente asequ ible. Pretender hacer Paleografía sobre escrituras cuyo significado
textua l resulte incomprensible, sería .absurdo. Por eso y casi automáticamente. dentro de los
límites cronológicos y geográficos que acabamos de establecer haciéndolos coincidir con los
del mundo romano . nos interesan . no los mo numentos redactados en cualquier lengua (hebreo
o árabe . por eje mplo). sino los redact ados en el idioma latino o en alguno de sus derivado s

85
Vl / 6 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

Adviértase que algunas lenguas no latinas (sajonas, germanas, etc.) fueron, no obstan-
te, adoptando la escritura lat ina como propia y así nos encontramos hoy con que en gran parte
del mundo se emplean escrituras gemelas a esas que consideramos nuestras y cuyos límites
de tiempo y espacio acabamos de fijar. Salvo la posible objeción de carácter lingüístico a que
nos acabamos de referir, desde un punto de mira estrictamente paleográfico tales escrituras
latinas aplicadas a lenguas no latinas encajan adecuadamente dentro de nuestro esquema y,
teóricamente, habría que encuadrarlas en alguna de la s divisiones del mismo.

11. CICLOS DE LA ESCRITURA LATINA

Los fundamentales son dos: el de la antigua y el de la nueva escritura romana; entre los
cuales hemos situado las llamadas escritura uncial y semiunc ial que, sin formar ciclo propia-
mente dicho y a base de elementos tomados de los dos primeros, dieron mucho juego en el
panorama general de las escrituras latinas. De ahí, el haberles dedicado apartado propio en la
primera división de nuestro esquema. Obsérvese que en las segundas y terceras líneas diviso-
rias de éste aparecen otra serie de subgrupos o cic los secundarios. entre los cuales los deri-
vados de la nueva escritura romana siguen siendo verdaderamente importantes.

1. Antigua escritura romana. Todos los objetos escritos que han llegado hasta nosotros,
correspondient es al mundo romano en sus diez primeros s iglos (VIl-VI a.C. al 111-IV p.C.) pre-
sentan unas características gráficas que. en sus elementos fundamentales y muchos de los ac-
cidentales. coinciden lo bastante como para formar con ell os un grupo homogéneo de escrituras.
cuyo nombre más adecuado parece ser el de an tigua romana. Se le ha ll amado también , y se le
llam a todavía . capital o mayúscula . queriendo aludir con ello a un relativo mayor tamaño de
sus letras .

El origen y la naturaleza de dicha escritura hay que buscarlo en el primitivo alfabeto


latino. del cual la ant igua romana. en sus más variadas manifestaciones. no es más que con-
secuencia y evoluc ión . Sobre los orígenes y la entraña gráfica de tal alfabeto sólo es segura
su ascendencia no lat ina y su pertenencia al grupo de los alfabetos itálicos. discutiéndose
entre los espec ial istas si procede del al fabeto griego-ca lcíd ico que se usaba en las colon ias
griegas del sur de Ital ia o de l al fabeto y escritura etruscos. A su vez. el al fabeto griego-cal -
cídico que decimos. tiene que ver con el alfabeto f enicio. y sobre e l etrusco no está claro
si entronca tamb ién y directamente con el fen ic io o lo hace a través de algunas de las versio·
nes alfabét icas griegas. incluida la ca lcídica .

a) Escritura arcaica. Se designa con este nombre la escritura de los objetos escritos
más antiguos que se conservan del mundo romano . De ahí. su t ítulo de arca ica o antigua
por exce lencia. Se llama también lapidaria . por ser todos esos objetos de piedra y material
duro . Se trata de la escritura más representativa de l antiguo alfabeto latino . gracias a la cua l
conocemos experimentalmente algunas de las notas típicas de aquél. referentes . por ejemplo ,
al número de sus letras . a su forma . y al sistema de empezar a escribir los renglones . de
derecha a izquierda .

Como piezas típicas de esta esc ritura sue len citarse. y son famos ísimas . el ll amado" lapis
niger" del Foro Romano. donde se descubrió en 1899. y la «Fibul a praenestina .. que se conserva
en el Museo prehistórico Pigorini. de Roma . Se atribuyen ambas al sig lo VI a.C. El primero es
un cipo o trozo de columna . en que se leen u nas pocas palabras; bastantes. sin emba rgo .
para poder recompon er con ell as las primitivas letras del alfabeto latino. sa lvo la B.

b) Escritura rústica. Su nombre no ti e ne sentido despectivo . precisamente: al contra-


r io junto con la cuadrada o elegante que viene a continuación. suelen ser consideradas como

86
PALEOGRAFIA Y OIPLOMATICA Vl / 7

la vers10n caligráfica. es decir, correcta y cuidada. de la antigua rom ana. Más que rústica. de-
bería llamarse esc ritura espontánea. no corrida ni maltrazada, pero sí libre de todo artificio y
cuidados idad excesiva. Generalmente s e la considera como el prototipo de la esc ritura normal
romana en estos primeros s iglos ; algunos autores la llaman capital clásica. Se encuentra más
en inscripciones que en códices. Los primeros ejemplos conocidos corresponden a epígrafes
del s iglo 1 a.C . De los siglos IV y V p.C . hay una serie de manuscr itos en pergamino que
constitu yen ejemplos muy representativos de la capital rústica ; casi todos ll eva n textos de auto·
res paganos . Hubo destellos de esta escritura hasta el s iglo VIl . y durante toda la Edad Media
reaparecerá con cará cter de excepción así en títulos y subtítulos de códices como en pasaj es
de los mis mos . Ver ejemplos en "Láminas Cátedra Paleografía "• núms. 1 (parte superior) y 4.

e) Escritura cuadrada o elegante. Su primer nombre hace alusión al módulo de sus


letras que suel e responder a dos ejes de la mi sma largura . c ruzados en su punto medio. El
nombre de elegante sirve para contraponerla al de rústica y qui ere decir que se trata de una
letra excesivamente caligráfi ca, casi artificiosa. sin asomo de soltura y espontaneidad en su tra-
zado. Está representada fundam entalmente por inscripciones muy típicas de la época augústea.
y son famosísimos. por estar escritos en ella. algunos códices -muy pocos- no anteriores
al siglo IV. Su carácter lujoso y ornamental la hizo pe rvivir . tambi én con carácter de excepción.
en los siguientes s iglos. Los paleógrafos tradicionales dieron a esta escritura elegante un a
prioridad y una c ategoría gráficas totalmente s in base. Mallon en su «Paléog raphi e Romain e»
la ha puesto en el lugar secundario que paleográficamente le corresponde . (Ver "Láminas Cá-
tedra», núm . 3.)

d) Escritura cursiva . El adj etivo cursiva quiere decir corrida. del verbo latino currere
que s ignifica correr . Es evidente que el nombre alude al aspecto más exterior de sus letras.
que están tra zadas al correr de la mano. con más o menos prisa y mayor o menor descuido .
Obsérvese que en todos los grandes grupos o s ubgrupos de escritu ra hay esa dobl e man ifes-
tac ión gráfica de las mi s mas letras: una s. que están trazadas con cuidado y con una correc-
c ión mínima sufi c iente ; otras. descuidadas e incorrectas en diferente grado . que puede ll egar
a hacer más o menos dificultosa su lectura . Insistimos en que. sustancialm ente. la esc ritura
es la misma; pero en apariencia diríase que nada tiene que ver la letra cuadrada o elegante
de una inscripción augústea con la cursiva de una tablilla de cera. Se le ll ama también escri -
tu ra co mún por ser la que se empl eaba para escrito s re lac ionados con los aspectos corri ent es
y los usos ordinarios de la vi da .

Abu nd an los ej empl os de la antigu a cursiva ya en el s iglo 1 p.C .. y se encuentra trazada


sobre papiros . tablillas enceradas . grafitos e in scripc iones diversas . Paleográficamente su inte-
rés es de primerísima ca tegorí a. y ha sido pu esto muy de relieve por Ma llon en su citado
l ibro. Después del s iglo IV los casos conocidos de esta escritu ra son rarísimos . (Ver " Lám i nas
Cát edra " . núm s. 1 (parte inferior) y 2.)

2. Uncial y semiuncial. He aquí dos grupos de escritur a sobre c uya naturaleza y origen
se ha discutido hast a la sac iedad y se han vertido la s teorías más diversas . Como notas ca ra c-
terísticas de dic hos dos grupos gráficos. pueden apuntarse las s igui entes: 1 • La uncia! es
una escritur a exc lusivamente de có dices. que se usó entre los s iglos IV al IX p.C. 2.' Gráf i-
camen te se mezclan en ella elementos mayúscu los de la antigua esc ritura romana. y minú sculos
de la · nueva que vamos a ver en el apartado siguiente. En la forma de · la s que se consideran
letras y rasgos típicos de la unci al. parece hab er ej ercido alguna influencia la escritura griega .
3.' Las primeras traduccion es latinas de la Bib li a fu eron esc ritas en herm osa escritur a un c ial .
lo que le da una c ierta patente de escritura cr isti ana ; de hecho . du rante c inco s iglos se rá em-
pleada con predi lecc ión para escribir manuscritos que ll even ob ras de autores cristiano s. 4 9
La esc ritur ;:¡ sem iun cia l se emp lea durante los mi smos sig los que la unc ial y es t ambi én es·

87
Vl/8 PALEOGRAFIA v DIPLOMATICA

critura preterida para textos de contenido religioso y eclesiástico. s.• Gráficamente. tiene re-
lación muy estrecha con la nueva romana y se considera como una versión cuidadosa de la
misma , reservada también en principio para la escritura de códices . 6.• Su empleo corrió pa-
rejo con el de la uncial y duró escasamente hasta el siglo IX. (Ver "Láminas Cátedra ... núm. 5,
uncial, y núm. 6, semiuncial.)

3. Nueva romana. Así llamada por contraposición a la antigua, que acabamos de ver
en el apartado 1. Su nombre más tradicional ha sido el de minúscula, contrapuesto al de ca-
pital o mayúscula, con que se ha querido significar la diferencia de tamaños entre la antigua
y la nueva romana.

Los primeros ejemplos de la escritura nueva o minúscula son del siglo 111 ; pero su ge-
neralización como escritura habitual del mundo latino ocurre a partir del siglo IV, manifestándo-
se principalmente en forma común o cursiva, de tal modo que los autores suelen hablar casi
siempre de nueva cursiva o minúscula común ; refiriéndose más que al posible maltrazado de
sus letras, al hecho de ser ésta la escritura que se usaba corrientemente para escribir textos
ordinarios, de carácter documental sobre todo.

Pero las notas más significativas de la nueva romana en el conjunto de las escrituras
latinas, son éstas: 1.• No se puede seguir diciendo, como ha sido tesis tradicional hasta hace
muy poco, que desde el punto de vista gráfico sea la nueva una continuación o evolución di-
recta de la antigua romana. Estamos ante el caso de una escritura fundamentalmente distinta
de aquélla . 2.• La tesis de un origen griego, más o menos inmediato , a través de las escrituras
griegas del Norte de Africa, es razonable y tiene a su favor argumentos muy positivos. 3.• La
nueva romana debe considerarse como la madre y raíz de todas las escrituras latinas y neolati-
nas que vienen usándose en Europa y en otras partes del mundo desde el siglo IV p.C . hasta
nuestros días.

Como monumentos más típicos de la nueva letra suele ser lugar común, desde et período
fundacional de la Paleografía , referirse a los llamados papiros de Ravena , que forman una inte-
resante colección de documentos de derecho privado, escritos entre los sigios V al X. Pero
descubrimientos y estudios posteriores han permitido incorporar a ese lote de objetos más re-
presentativos de la ' nueva escritura, una serie de papiros, inscripciones, pizarras y tablillas.
todos interesantísimos, así por sus fechas como por sus caracteres gráficos. (Ver "Láminas
Cátedra» núm. 7.) Veamos ahora los subgrupos o ciclos secundarios a que ha dado origen el
gran ciclo de la nueva escritura romana.

a) Escrituras nacionales. Su nombre quiere servir para denominar las escrituras que
aparecen trazadas en objetos opiezas procedentes de cada uno de los pueblos o naciones
bárbaras que, a partir del siglo V. encontramos asentados sobre los que habían sido territo-
rios y provincias del imperio romano. De ahí su nombre de nacionales.

Interesa hacer hincapié ya desde ahora en que, gráficamente, se trata de la minúscula


o nueva romana, cuya sustancia y muchos detalles se mantienen en todas y cada una de las
llamadas nacionales. Sólo atendiendo a las especiales circunstancias históricas que enmarcan
dichas escrituras y a algunos cambios o accidentes externos que se observan en su trazado.
es posible formar con ellas este primer subgrupo dentro de la romana nueva o minúscula.

lnnnecesario es decir que, de las escritura~ propias y originarias de los respectivos pue-
blos bárbaros a(ltes de su contacto con el mundo latino. queda muy poco o nada en las respec-
tivas escrituras nacionales. No olvidemos que el fenómeno de absorción cultural de esos pue-
blos nuevos por parte de Roma, alcanzó cotas muy altas que. por ejemplo. en algunas regiones

88
P.ALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA Vl¡ 9

de Italia y España, se acerca al cien por cien de elementos de vida y civilización latinas adopta-
dos por los invasores; uno de esos elementos es la escritura.

Vamos a enunciar, sin apenas comentario, cada una de estas escrituras nacionales:

Merovingia. Toma su nombre de la dinastía y la época que, a su vez, lo habían tomado


del rey Mereveo, fundador de la monarquía franca en las Galias. Por eso se llama también es-
critura franca o fráncisca o gálica. Su período de uso y vigencia es corto, pues va del siglo VI
al VIII, y no completos. Empieza empleándose como escritura de documentos y en ella están tra-
zados los célebres documentos reales merovingios (siglos VI-VIl) que, procedentes de la abadía
de Saint Denis, se conservan hoy en los Archivos Nacionales de Francia. La nota peculiar de
esta versión documental de la merovingia es su cursividad muy marcada, no en el sentido
de descuido y abandono de su trazado. sino en la complicación de las formas y nexos de sus
letras, que se leen penosamente. Durante la última etapa (siglo VIII) la merovingia, limadas sus
cursividades, se convierte en escritura minúscula de códices (Ver .. Láminas Cátedra"· núm. 8.)

Longobarda. Se la llama también escritura norteitaliana y precarolina italiana , nombres


todos. como se ve, relacionados con la parte alta de la península itálica, donde se empleó du-
rante los siglos VIl y VIII. Su trazado es correcto, sin complicaciones cursivas de ninguna clase.
Se empleó para documentos y manuscritos, de los cuales quedan ejemplares muy notables. Con
la longobarda juegan en Italia, también como nacionales, aunque nominalmente acaso tengan
menos relieve, ia curial romana, la ravenatense y la napolitana.

Visigótica. El nombre dice relación a los visigodos, establecidos en puntos de la Pe-


nínsula Ibérica desde el siglo V y constituidos en el gran reino que lleva su nombre, hasta
com ienzos del siglo VIII. Tratándose de la escritura nacional española, con una problemática
propia y muy diferente de la de cualesquier otras escrituras nacionales, le dedicaremos los
temas 8-12 en la siguiente Unidad didáctica.

Benaventana. Relacionada con el ducado de Benavento en el Sur de Italia, sus otros nom-
bres son el de meridional , suritaliana y casinense; este último por referencia al monasterio de
Montecasino, que fue el principal centro escriptorio de la región, de donde la beneventana irra-
dió a otras partes. Una de esas partes fueron las costas de Dalmacia en el mar Adriáti co, donde
florecieron centros cultivadores del nuevo modo de escribir, como Zara, Ragusa, Spalato.

Al revés que otras escrituras nacionales, la benaventana tuvo un curso de aplicación muy
largo. desde el sig lo VIII hasta el XIII en sus finales; su período de esplendor es también rela-
tivamente tardío, coincidiendo con el siglo XI. Escritura muy correcta. casi elegante, resulta
por su origen y naturaleza escritura más propia de códices, de los cuales se han conservado
ejemplos a centenares: pero, de hecho, se aplicó también en grandes proporciones a la confec-
ción de documentos, lo mismo públicos y oficiales que particulares. (Ver «Láminas Cátedra ...
número 11, benaventana documental.)

Insular. El nombre viene de ínsula (isla) y resulta muy a propósito para designar la es-
critura propia de las Islas Británicas e Irlanda, la cual bajo los nombres de irlandesa, áng lica ,
saxónica, británica, suele in'cluirse tambi én en la serie de las nacionales, aunque su vía de
origen nada tenga de común con las que acabamos de ver para las escrituras de Francia , Italia
.y España. Pues no se trata aquí de pueblos bárbaros que invaden territorios romanos y son in-
corporados a la cultura latina, sino al contrario: son pueblos que sin moverse de su territorio
reciben por diferentes caminos dicha cultura en sus varias manifestaciones. una de las cuales
va a ser la escritura .

89
Vl / 10 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

La principal vía de penetración de la nueva romana en In glaterra e Irlanda será el cris-


tianismo: primero, con la conversión de los irlandeses en el siglo V, luego, con la de los ang los
y sajones a fines del VI. La colonización romana de las islas había sido muy superficial y, por
ejemplo, el latín no logró imponerse nunca como lengua del pueblo. Todo lo latino iba a entrar
allí bajo signo cristiano. a t ravés principal mente de los códices de contenido religioso y litúr-
gico que debieron de llegar a las islas en grandes cantidades. Códices en uncial, semiunc ial y
minúscula. que darán como resultado una nueva escritura nacional <;le características muy pro-
pias y singulares. sin faltar e l ingrediente de la escritura indígena en cantidad apreciab le.

El nuevo modo de escribir privó al lá desde el siglo VI -VIl, siempre en proporc1on ascen-
dente, hasta el siglo XI para Ingl aterra. en que la escritura insular fue sustituida por la carolina,
y hasta el siglo XII-XII I para Irlanda ; en qu·e lo fue por la gótica . Aun siendo en sus orígenes y
desarrollo escritura típica de manuscr itos . y presentándose en dos versiones, más senci ll a y más
elegante. se adaptó también para documentos en un tipo propio que se viene llamando curs iva
insular.

Nota muy específica y revalorizadora de las esc rituras insulares es , s in duda. su proyec-
CIOn hacia el continente europeo. donde ejercieron una poderosa influencia gráfica a través
de la serie de monasterios fundados en A lemania, Suiza, Norte de Francia y de Ital ia por monjes
misioneros irlandeses o ingl ese s, com o San Bonifacio en Fuld a y San Columbano en Bobbio.
(Ver «Láminas Cátedr a ... núm . 19.)

b) Escritura carolina. Su origen está marcado por la creación de l imper io de Carlomag-


no , a fines de l siglo VI II , y su nombre dice relaci ón evid ente con el de este empera dor . De ahí
que el de carol in a o caroli ngia sean sus nombres más propios y más usados. De las varias
rama s sa lidas al poderoso tron co de la nueva escritura romana. ninguna más im porta nte que
ésta, pues de ell a proceden hasta hoy todas las que v ini eron después. Se usó desde f inales
del s iglo VIII hasta comi enzos del XIII y fu e poco a poco apoderándose del campo de las esc ri-
turas. ll egando a ser la escr itura europea por excedenc ia. Só lo escapa ro.n a s u influjo directo
la benaventana y la irl andesa. Nac ió como escritura de cód ic es. pero pronto fu e adaptada al
campo de los documentos . Gráfi ca mente debe ser cons iderada la caroli na co mo una espec ie
de reacc ión contra las escritur as nacionales demasi ado curs ivizadas . concretamente la merovin-
gia. y como una vuelta a la pur eza y ca l idad de la primitiva minúscula b nueva romana de los
s iglos 111-IV . Su desapar ic ión a fines de l XII y comienzos del XI II no fue violent a ni inesperada :
más que s ust ituid a por otr a escritur a extraña , lo que hi zo fue dese mbocar e ll a misma en nuevas
y peores formas gráficas que. al fin. la desplazaron . (En el tema XIII puede verse amp li ada es-
ta breve notic ia sobre la escritura carolina .)

e) Escritura gótica. Así se llaman esas for mas nuevas y un poco degeneradas que su-
cedieron a la esc ritura c aroli na . Su nombre es poco signi f icativo y no hay para él la fácil ex-
pli cac ió n que para cas i t odos los anteriores . Ciertamente nada tiene que ve r con los godos .
como no sea po r el significado de bárbara que quisieron darle algunos human istas . cont rapo-
ni éndola a la· romana auténtica . En esa misma línea de desprecio est án los nombres de monacal
y esco lást ic a con que la motejaron algu nos autores .

Las causas que en el s iglo XIII empezaron a influir para que la carolina degenerara en
góti ca. son varias : pero la pri ncipal · puede aseg urarse que está en la creación de las Univer-
s idades. en la industrialización de la escritura y de l arte de escribir. así como en la comerc ia-
li zac ión del libro. Pero sea como fue re. la gótica pasó a ser la escr itura europea por exce len-
c ia, que durante los s iglos XIII , XIV y parte del XV no tuvo rival. Su perfil grá fi co es in confun-
dibl e a base de líneas angular es . en que los trazos gruesos y los fin os hacen fuerte contraste .
En cada país fue adquiri endo perfiles propios y s ingulares . Son mile s los cód ices gót icos que

90
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

De la escritura gótica derivan una serie de subgrupos o pequeñas ramas de escritura que
dieron su juego, al menos c uantitativo. durante los s iglos XV. XVI y XVII. Por ci tar alguno, re-
cordaremos las llamadas escrituras cortesana y procesal . tan conocidas y famosas en el pano-
rama de las escrituras españolas.

d) Escritura humanística. De los humanistas ital ianos que la introdujeron, defendiénd o-


la en la teoría y apl icándola a la práct ica, le viene el nombre. que sirve para designar e l nuevo
modo de escribir surgido en Italia a comienzos del siglo XV y extendido por toda Europa durante
la centuria decimosexta.

El verdad ero interés de la humanística está en haberse convertido, cuanto a su extensión


y uso , primero en escritura europea y, luego, de algún modo , en escritura mundial. con una
permanencia de cinco sig los , que dura hasta el día y promete alargarse mucho más. Esto sólo
basta como aval de su exce lente cal idad gráfica . En realidad , se t rata de una nueva versión
de la ca rolina que hemos visto imperar durante los siglos IX-X II , cuyos códices más típ icos.
c on su cal igrafía espontánea y graciosa . entus!asmaron a Petrarca y otros humanistas, qu ienes ,
aparte convert irse en pregoneros de sus excelenc ias, se decidieron a im itarl a y hacerla imitar
para que sustituyera a la gótica, tan desdeñada por ellos . En el sig lo XVII se consumó e l t ri unfo
de la humanística .

Se presenta ésta en dos versiones : una. más cu idada. que llamam os red onda ; ot ra , me-
nos . que llamamos cursiva . y que . a pesar del nombre. resulta no sól o correcta, sino graciosa
y de buen esti lo . De ella deri va rán ya casi to das las var iedades de escritura en los s iguien-
tes siglos. (Explicaciones más amplias sobre la humanística, en el tema XXI.)

el la imprenta. No constitu ye una nueva clase o grupo de escrituras , tal como las ve-
nimos enj uiciando en esta lección . Se trata de un sistema ideado para multiplicar las copias
de los textos escritos de modo mecá ni co. pero sin innova r la forma de las let ras y signos.
que siguen siendo los mismos que estaban en uso a mitad del s iglo XV, cuando aparece el
arte de imprimir . Puede dec irse que cambia el método de ejecución . pero no la escritura en sí
De hecho, durante muchos años. todo lo que se imprim e se limita a reproduc ir modelos de es-
c ritur a gótica o de escritura hum aní stica. y tan fielmente los imitan que , a veces . e l observador
dudará si lo que tiene ante sus ojos es un libro im preso o un libro manuscrito .

Más importante. en orden a la evolución de la esc ritura. se rán. a part ir del s ig lo XV. los
maestros calígrafos con sus escuelas y sus tex tos teórico-práct icos para enseñar a escribir .
De ellos procederán y de ellos irán pasando a la imprenta las m il variedades de letras. con su
nombre prop io cada un a (redonda . bastardill a. española . itáli ca. etc.). pero que en su fondo y
sustancia gráfi cos coincidirán todos en ser escritura humanística, bien que con dej os y re m i-
niscencias de tipo gótico . (En el tema XXIII se trata con más amp litud sobre la imprenta y las
escuelas caligráficas .)

91
TEMA VIl

LA ESCRITURA EN LA PENINSULA IBERICA ANTES DE LA INVASION ARABE

ESQUEMA/RESUMEN

1. Escrituras a) Ibérica.
indígenas b) Bástulo-turdetan a
primitivas e) Meridional o del Sudoeste.

l. Escrituras prerromanas
1 2.
1 Escrituras a) Fenicia .
importadas b) Griega .

13. Escrituras
mixtas
a)
b)
Libio-fenicia o tartésica .
Grecoibérica .

1. Características genera les .


2. La antigua romana.
11. Escrituras romanas
3. La nueva romana
4. Uncial y semiuncial.

95
INSTRUCCIONES

Con este primer tema de la segundad Unidad didáctica del programa de Paleografía, en·
tramos en la parte del mismo que podíamos llamar experimental y práctica; pues se trata, a
partir de ahora, no sólo de teorizar sobre los diferentes grupos de escrituras en cuyo conoci-
miento queremos iniciarnos, sino de observar y conocer directamente esas escrituras a través
de los objetos que las comportan o de reproducciones de los mismos. El examen ocular de di-
chos objetos , guiado por las correspondientes explicaciones sobre formas de letras, nexos y
signos complementarios, así como sobre cuándo, dónde y por qué .fueron usados, constituirán
ese iniciación a que nos estamos refiriendo y que habrá de ir consolidándose a lo largo de los
temas de ésta y de las siguientes Unidades didácticas.

No parece necesario volver a razonar el por qué de concretarnos a aquellos sectores o


grupos de escrituras empleadas en la Península Ibérica. Recuérdese lo dicho en el tema ante-
rior sobre división del campo paleográfico, y no olvidemos que el presente programa está pen-
sado y proyectado para futuros historiadores españoles a quienes la Paleografía les interesa e~
función de la historia; pero no de toda la historia, sino de aquellas partes de la misma que va-
yan a cultivar especialmente, y que , en principio , es de pensar que se identifiquen con partes
de la historia de la Península en sus diferentes edades .

Por eso hemos ordenado y graduado nuestras explicaciones, a partir de la presente lec-
ción, según el orden de tiempo que siguieron las varias series de escrituras usadas aquí, desde
las más antiguas hasta las más modernas. De ellas incluimos en este tema 7 todas las anterio-
res a la invasión árabe que es para la historia de la Península Ibérica un acontecimiento clave.
Ya veremos que las manifestaciones humanas y culturales -entre ellas la escritura- son aquí
bien diferentes, según se sitúen antes o después de dicha invasión.

Supuesto lo cual , resulta obvia la distribución que hacemos del tema en dos grandes apar-
tados : uno, que comprenda aquellas escrituras y objetos escritos , anteriores a la romanización
de la Península; otro, los posteriores a la romanización . Confesamos que el interés práctico de
las primeras es casi nulo, incluso desde el punto de vista paleográfico, y que, según los crite-
rios fijados en el tema 6 en orden a la división de la Paleografía , esas escrituras prerroma-
nas o prelatinas ni siquiera debieran haber figurado en nuestro programa. Pero por tratarse de
algo que nos toca especialmente de cerca, así en el aspecto humano como en el cultural e his-
tórico, hacemos esta excepción, en la seguridad de que con ello satisfaremos la legítima cu-
riosidad de nuestros alumnos que, fácilmente, se hubieran preguntado: ¿Y antes de la escritura
romana qué?

Por otra parte, no parece incongruente que un programa de Paleografía , dedicado de modo
especial a la escritura en España, quiera dar una visión completa del panorama gráfico penin-
sular a todo lo largo de su gedgrafía y de su historia; bien que guardadas las debidas proporcio-

97
Vll / 4 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

nes, las cuales piden que en un curso como el presente, a esas escrituras primitivas no se les
conceda más espacio ni más interés que el que supone esta media y escasa lección. En reali-
dad, nuestra exposición, con relación a aquéllas, va a reducirse a muy poco más que un sim-
ple enunciado.

Con las escrituras latino-romanas seremos algo más generosos, pero también poco si se
compara con la exposición sistemática y amplia, en varios temas y unidades, que haremos de las
series escriturales que vienen a continuación. Razones de orden práctico, derivadas de la forma-
ción y proyección historiográficas previstas para los alumnos de esta Facultad , justifican esa
discriminación.

ORIENTA ClONES BIBLIOGRAFICAS

Para las escrituras prerromanas, como trabajo de conjunto, hay que remitirse al de J. Ma-
luquer de Montes, «Epigrafía prelatina de la Península Ibérica», Barcelona, 1968, donde se reco-
ge la ampl ia bibliografía anterior, casi toda de carácter parcial y monográfico. En ella destacan
los estudios de Gómez Moreno sobre .. La escritura ibérica y su lenguaje» , Madrid, 1948, y "La
escritura bástulo-turdetana», Madrid, 1962. Entre los trabajos más recientes, merecen citarse
por el nuevo material que aportan al tema, los de M. Almagro Gorbea, cela epigrafía orientali-
zante en Extremadura, y J . M . Sola-Solé, "A propósito de nuevas y viejas inscripciones fenopú-
nicas de la Península Ibérica», publicados ambos en el «Homenaje a García Bellido ", 1 (Revista
de la Universidad Complutense , XXV, enero-febrero, 1976). págs . 45 y 175.

Para las escrituras romanas no es fácil encontrar estud ios de conjunto, ni siquiera en
los manuales de la disciplina. Sirve, en parte, para nuestro objeto el capítulo sobre "La escritura
y el libro en España durante la dominación del pueblo visigodo, del vol. 111 de la "Historia de
España», dirigida por R. Menéndez Pidal, pág. 385. Abundan, en cambio. los trabajos monográfi-
cos, y son abundantísimas las colecciones de objetos escritos (Hübner, «Corpus lnscriptionum
Latinarum», 11, Berlín, 1898; Vives, «Inscripciones cristianas de la España romana y visigótica »,
Madrid-Barce lona , 1969; Mallon-Marín, celas inscripciones publicadas por el Marqués Monsalud»,
Madrid, 1951), bien que faltas, en general, de buenos trabajos doctrinales o teóricos sobre las
escrituras que comportan dichos objetos .

En consecuencia, aprovecharemos el apartado de Explicaciones complementarias para


hacer por nuestra cuenta un resumen expositivo de las dos partes principales en que se divide
el tema.

98
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

l. ESCRITURAS PRERROMANAS

Anteriores a la conquista y colonización de España por los romanos, se conservan una


serie relativamente numerosa de objetos o piezas escritas , que proceden de diferentes puntos
de la Península y que constituyen la única vía firme para poder conocer la escritura o escritu-
ras empleadas aquí antes de la latina. Incluso quedan bastantes objetos, escritos con posterio-
ridad al año 218 y, por consiguiente, dentro ya de la denominación romana, pero cuyos signos
gráficos siguen siendo total o parcialmente prelatinos.

Sobre el conjunto de dichos monumentos escritos , que, aun contando sólo los conocidos
y estudiados, se cifran en varios centenares , cabe hacer las siguientes observaciones de carác-
ter general:

1." Se trata, en todos los casos, de inscripciones o epígrafes, es decir, de escrituras


o signos trazados sobre materias duras, como metal, piedra, cerámica.

2 ." Tales materias suelen formar objetos de estructura determinada y destino conocido,
tales como pesas, monedas , láminas de bronce o de plomo, vasijas, etc .; de ellas , quizá las que
han dado mayor juego para el conocimiento de las respectivas escrituras han sido las monedas .

3." Se enmarcan tales objetos en un lapso de tiempo que va desde el siglo VIl hasta el
siglo 1 a.C.

4." La distribución geográfica de tqpas esas piezas inscripcionales es muy desigual,


sobreabundando en regiones de la mitad sur y faltando casi del todo en algunas del centro
y norte, donde parece que hasta la ocupación romana no se conoció la escritura.

5." Por lo que se refiere a la naturaleza gráfica de esos centenares de objetos, se im-
pone una división obvia en tres grandes grupos: uno, formado por aquellas inscripciones cuyo
texto fue trazado en neta escritura griega o fenicia, a las que llamamos escrituras importadas;
otro, por aquellas que llevan escrituras propiamente peninsulares y que en nuestro esquema
son llamadas escrituras indígenas primitivas; y un tercero, en que se integran aquellas inscrip-
ciones que presentan en el trazado de sus respectivos textos mezcla de elementos gráficos
importados y de elementos indígenas, cuya circunstancia explica el que las llamemos escritu-
ras mixtas.

1. Escrituras indígenas primitivas. Constituyen el grupo más numeroso y más intere-


sante desde cualquier punto de vista que se le mire . Sus notas características pueden ser

99
Vll / 6 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

estas dos: primera, el haber sido formadas no con signos propios y originarios de la Penínsu-
la, sino con signos tomados por los indígenas de los alfabetos fenicio y griego, traídos por los
primeros colonizadores y aprovechados por los nativos para escribir sus propias lenguas. pues
puede asegurarse que antes de la llegada de los colonos orientales, la escritura no existía en
la Península. Segunda, el haberse mantenido su uso para determinados textos escritos, espe-
cialmente monedas, durante los dos primeros s'iglos de ocupación romana, dándose casos tí-
picos de inscripciones mixtas. es decir, con textos en escritura ibérica y en escritura latina
dentro de la misma pieza.

Tradicionalmente, de estas escrituras indígenas se distinguen tres grupos principales :

a) Escritura ibérica. Constituye el área más amplia y más rica, así atendamos a la can-
tidad como a la calidad de sus muestras escritas. Cronológicamente, va desde el siglo IV hasta
el 1 antes de Cristo, y geográficamente, se extiende por todo el Levante peninsular, llegando
al norte de los Pirineos, y metiéndose por la cuenca del Ebro hasta las Vascongadas y parte de
la Celtiberia. A pesar ·de ser un período tan largo, la escritura se mantiene siempre homogénea y
se identifica sin dificultades. Los ejemplares escritos se cuentan por cientos y sus materias es-
criptorias son variadísimas: plomo , cerámica pintada, cerámica esgrafiada, monedas de cobre
y plata, bronces de hospitalidad y clientela, exvotos de piedra, estelas, cipos, vasos argénteos .
etcétera.

b) Escritura bástulo-turdetana. Así la llama Gómez Moreno, refiriéndose a la escritura


que comportan una serie de objetos aparecidos a lo largo de todo el valle del Guadalquivir,
alto y bajo, y en zonas del Sudeste pen in sular . Comparado con el anterior. este grupo es muy
exiguo , aunque tenga algunas piezas de notable interés ·(plomos de G~dor y de Bastida de los
Alcuses) . En cuanto al tiempo de su escritura , los objetos encontrados la sitúan entre los si-
glos IV-l. Las materias y formas son variadas : plomo. bronce, piedra, plata , monedas, vasijas .
etcétera. Se le llama también escritura del Mediodía.

e) Escritura del Sudoeste peninsular o escritura meridional. Geográficamente corres-


ponde a la cuenca del bajo Guadalquivir, ll egando hasta la Extremadura inferior y el Sur de Por·
tugal . Tradicionalmente los objetos portadores de esta escritura se identificaban con una nume-
rosa serie de estelas sepulcrales, conocidas y observadas, por lo menos, desde el siglo XVIII, y
fechadas por aproximación como del siglo 111-11 a.C. Hallazgos posteriores de grafitos sobre ce-
rámica , también relativamente abundantes . han permitido a los especialistas y estud iosos de
dicha escritura adelantar la existencia de la misma hasta el siglo VIl-VI a.C. A pesar del ampli o
marco cronológico en que se desarrolla , parece se trata de un conjunto grá.fico homogéneo. con
características propias . aunque muy influenciado por la escritura ibérica .

2. Escrituras importadas. Sustancialmente no son más que dos: la griega y la fenicia .


Lo de importadas puede tener un doble sentido y referirse · a objetos con textos trazados en
alguna de dichas escrituras, que fueron traídos ya escritos de fuera de la Península. o a objetos
que fueron escritos aquí en griego o en fenicio puro. Prescindimos de los primeros que, en
real idad , quedan fuera del conto·rno de nuestra lección , y sobre los segundos nos limitamos a
los dos siguientes enunciados:

a) Escritura fenicia o fenopúnica, como la llaman algunos autores . Está representada


por una serie de monumentos que cubren una distancia en -el tiempo, de ocho siglos, desde
el VIl hasta el 1 p.C ., y se localizan principa lmente en el Sur de la Península (franja costera a
derecha e izquierda del estrecho de Gilbraltar) y en Ibiza. Se trata de monedas , láminas de
bronce , vasijas , anillos, como el famoso de Puerta de Tierra, en Cádiz.

100
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA Vll / 7

b) Escritura griega. Sus monumentos más representatativos proceden principalmente


de la zona del noroeste de la Península (primera colonización griega) y se encuentran también,
aunque menos sistemáticamente, a lo largo de toda la costa levantina. Su cronología va desde
el siglo V al 1 a.C .

3. Escrituras mixtas. La mezcla a que su nombre alude es, ya lo hemos dicho, de sig-
nos gráficos indígenas -ibéricos principalmente- y griegos o fenicios. La proporción de la
mezcla es notoriamente favorable a las dos escrituras importadas.

a) Escritura grecoibérica. Vinculada también al sudeste de la Península, en parte de


las actuales provincias de Murcia y Alicante. las inscripciones que la muestran son tan es-
casas como representativas, pues han bastado dos de ellas para justificar la presencia aquí
hacia el siglo IV a.C. de esta nueva modalidad gráfica, con caracteres propios suficientes para
independizarla de las demás escrituras peninsular~s indígenas, aunque con una influencia tan
helenizante como para poder decir que prácticamente se trata de una escritura griega.
[

b) Escritura libio-fenicia. Llamada también tartesia, y conocida a través de una corta


serie de monedas, procedentes de ciudades de la baja Andalucía, al oeste del estrecho de Gi-
braltar. Su aparición coincide con el siglo 11 a.C. en su final.

11. ESCRITURAS ROMANAS

La conquista y colonización de la Península Ibérica por los romanos tuvo, entre otras con-
secuencias, la de que se implantara aquí su escritura, coexistiendo, en un principio, con las es-
crituras indígenas, y suplantándolas luego, hasta hacerlas desaparecer.

Puede decirse que la romanización de Hispania empieza con las primeras conquistas, el
año 218 a.C., y sigue creciendo en extensión y en profundidad hasta el siglo IV-V d.C. El pri-
mer período romanizador, de penetración en todos los órdenes, dura dos siglos, hasta el año
19 a.C., en que se da por terminada la guerra y conquistada definitivamente la Península. El se-
gundo coincide con los dos primeros siglo del Imperio, durante los cuales el proceso romaniza-
dar se intensifica y se manifiesta en múltiples aspectos. El tercer período, en que dicho pro-
ceso se completa, corresponde a los siglos 111 y IV de la l~ra cristiana, siendo, precisamente, el
cristianismo quien hace llegar a su plenitud la romanización o, mejor, la latinización de la Pe-
nínsula.

Durante esos seis siglos que llenan el triple período descrito, Roma, además de dominar
militar y políticamente en Hispania, la había ganado para su cultura, entendida ésta en su sen-
tido más amplio, como conjunto de instituciones humanas y normas de vida. Así, los hispanos,
al terminar la dominación romana propiamente dicha, habían hecho suya la lengua, la escritura,
la religión, el derecho, la filosofía, la literatura, el arte de los dominadores.

Los tres siglos que restan hasta la invasión árabe, el año 711, aunque con una fachada
€xterior distinta (reinos bárbaros y reino visigodo especialmente) siguen inmersos en lo roma-
no-latino. Si el proceso romanizador, propiamente dicho, se ha cerrado, siguen. en cambio, sa-
cándose las consecuencias del mismo, bien que pasado todo por el tamiz cristiano y salpicado
de elementos bárbaros traídos por los nuevos dominadores de la Península.

Pero de todos esos factores de latinización nos interesa, de cara al presente tema, el de
la escritura, que enjuiciaremos de modo muy simple, preguntándonos: ¿De los varios grupos de
escrituras que vimos en la lección anterior constituir el panorama_ gráfico del mundo romano

101
Vll/8 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

hasta el siglo VI l d.C., cuáles se adoptaron y emplearon en la Penínsu la Ibérica?; o, lo que es


lq mismo, dicho en términos más concretos: ¿Qué monumentos o piezas escritas existen o han
existido que nos revelan el uso que se hizo aquí de esas escr ituras romano-l atinas?

A esta pregunta podemos contestar ya, de forma un poco vaga pero segura, diciendo
que. por suerte para la Paleografía, d"ichas piezas todavía se conservan a millares y que a
través de las m ismas podemos formarnos idea clara de cómo fue la escritura romana en la
Península durante los nueve siglos a que se refiere la segunda parte del título de este tema
séptimo. Consideraremos, primero, dichas escrituras en conjunto a través de sus caracteres
genera les y, luego, cada una por separado, con sus manifestaciones correspond ientes.

1. Las características generales que convienen a los objetos portadores de escrituras


romanas en España. son éstas:

1.• Dichos objetos pertenecen todos al campo de las inscripciones, sa lvo un reducidí-
simo grupo de códices en pergamino, de época muy tard ía. No hay, pues. aqu"í restos de escri-
turas sobre papiro ni sobre tablas de cera; seguramente los hubo. pero la poca resistencia de
dichos materia les debió de hacer que desapa recieran, víctimas de las cond iciones meteoroló-
gicas y de los sucesos violentos que conmovieron el solar hispano durante tantos siglos. Ex-
ceptuadas esas materias escriptorias, todas las demás están ampliamente representadas, así la
piedra en sus diferent es variedades como el barro y toda clase de meta les; incfuso quedan al-
gunos grafitos escriturales sobre muros o paredes.

2.• Cronológicamente. esos objetos van desde el siglo 11-1 a.C. hasta el sig lo VIl p.C.

3.• Geog ráfi camente. los hay en todas las reg iones peni nsulares. sobreabundando en
unas (Bética, Lusitania) y escaseando en otras. generalmente las situadas más al Norte.

4.• Atend ida la naturaleza de la escrit ura. puede decirse que están representadas casi
todas las variedades que hemos visto florecer en Roma durante esos nueve siglos .

s.• Conviene destacar los singulares perfi les. incluso gráfi cos. que ofrecen las inscrip-
ciones de contenido cristiano .

2. Antigua escritura romana, llamada también capital o mayúscula. Y- dividida en cuatro


clases o grupos según vimos en el tema 6: arca ica . rústica . elegante y común o cursiva. Con
excepción de la primera . que es la más antigua y no estaba propiamente al uso en tiempos de
la ocupación romana en la Península, las otras tres aparecen representadas por una serie de ob-
jetos escalonados entre el siglo 1 a.C . y el 11-11 1 p.C.

La escritura llamada rústica que hemos dicho ser la típica, la clásica escritura romana
en esos tres siglos. dejó aquí huella en inscripciones de piedra. de bronce y de barro. De ex-
celente calidad gráfica. por lo espontáneo y correcto de su trazado . son , por ejemplo . los bron-
ces lega les que se conservan en el Museo Arqueológ ico Nac ional de Madrid, a base de tablas
de grandes dimensiones. escritas en el siglo l. (Del llamado bronce de Bonanza puede verse
una reproducción en García Villada , lám . 12. Sobre los bronces de Osuna hay un excelente ar·
tículo de Mallan. publicado en «Archivo Español de Arqueología .. . XVII, 1944, pág. 231). Al mis-
mo siglo pertenece un ep itafio sobre mármo l. el de Ouintus Fabius, también del Arqueológico .
que nos ofrece un caso muy elocuente de capital rústica en versión caligráfica de l mejor trazo .
En cambio . no queda, aunque los hubiera habido, como parece probable. rastro seguro de có·
dices escritos aquí en esa clase de letra.

102
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA Vll/ 9

La llamada escritura elegante que, por excepción y bajo la variedad denominada cuadra-
da, se empleó para escribir algunos códices no anteriores al siglo IV, según explicamos en el
tema 6, pero cuyo campo propio está formado por inscripciones más o menos solemnes y mo-
numentales (honoríficas, dedicatorias, conmemorativas, fúnebres), tuvo en la Península, como en .
todo el Imperio, una aplicación frecuente y constante a partir del siglo 1 a.C. y hasta el si-
glo 111-IV p.C. Abundan, sobre todo, las de los dos primeros siglos de la era cristiana, y tanto
que no merece la pena citar ejemplos concretos, pues basfa con asomarse a cualquier museo
arqueológico (Madrid, Sevilla, Mérida, Tarragona) o a las páginas de cualquier colección publica-
da de epígrafes paganos (Hübner, Monsalud) para poder admirar extraordinarios ejemplares de
esta capital elegante.

Comparados con ella los ejemplares conservados y conocidos de objetos que llevan escri-
tura capital cursiva, procedentes de la Península, hay que decir que son insignificantes en nú-
mero, pero tan calificados y representativos que bastan para demostrar que tal escritura se
empleó aquí con carácter habitual para recoger textos de uso corriente. Algunos son conocidos
ya de tiempo, como las famosas ánforas del monte Testaccio, en Roma , procedentes de Anda-
lucía y que llevan escritura muy típica trazada a pincel o a pluma; corresponden al siglo 1 a.C.
y al 1 de nuestra era. De este primer siglo cristiano es también el célebre ladrillo de Itálica.
conservado en el Museo Arqueológico Naciana 1, que lleva escritos en una de sus caras los dos
primeros versos de la Eneida (publicado repetidas veces, por ejemplo, en la Enciclopedia Es-
pasa-Calpe para ilustrar el artículo .. paleografía .. y en García Villada, lám. 15). Entre las inscrip-
ciones cursivas en piedra, se ha hecho famoso a través de los estudios de Mallan, el mármol de
Flavia Bárbara, de fines del siglo 1 p.C., que, procedente de Morón de la Frontera, se encuentra
en el Museo Arqueológico Provincial de Sevilla. Y como grafitos, quizá los únicos conocidos y
publicados hasta la fecha sean las inscripciones parietarias de Belo, actual Bolonia (Cádiz).
conservados en el Museo Arqueológico Nacional , y en los que aparecen relevantes modelos
de antigua cursiva, trazada durante la segunda mitad del siglo 11 p.C.

3. Nueva escritura romana, llamada también minúscula romana, que dijim.o s (tema 6)
haber sido como la madre de las escrituras latinas y neolatinas usadas en Europa y parte
del mundo desde el siglo IV p.C. Su presencia en la Península se detecta ya desde fines del
siglo 111 o comienzos del IV y dura hasta el VIl, con ejemplares que siguen perteneciendo en ex-
clusiva al campo epigráfico y están escritos en letra cursiva muy típica. La célebre teja de Vi-
llafranca de los Barros, hoy en el Museo Arqueológico Nacional , podría, mediante algunas de
sus líneas, mostrar cómo la nueva romana se usaba aquí ya a fines del siglo 111. Otra teja, en-
contrada en Alcalá de Henares y trasladada igualmente al Museo Arqueológico, testimoni a con
su texto breve, correspondiente a un letrero comercial, cómo el uso de la misma escritura se
mantenía durante el siglo IV. Una piedra de mármol que contiene, en el Museo Etnológico de
Lisboa , el epitafio de cierta Rogata, encontrado en Marim (Portugal) , hace avanzar la presencia
de dicha escritura hasta el siglo V.

Durante los dos siglos largos que quedan por llenar hasta el año 711 que hemos fijado
como límite posterior a las escrituras incluidas en esta lección séptima, debió de ser abundan-
te la producción de piezas escritas en letra minúscula, así cursiva como no cursiva: La intensa
vida cultural y eclesiástica, junto con la nueva organización administrativa que caracterizan esas
dos centurias d~ la España visigoda no podrían explicarse al margen de esa extraordinarla pro-
ducción gráfica .. Sin embargo, el caudal de tales piezas escritas que ha llegado hasta nos-
otros no puede ser más exiguo; ni un documento público ni privado, ni civil ni eclesiástico,
en pergamino o en papiro o en tablillas de cera; y otro tanto se diga de códices en escritura
minúscula. Todo debió de ser aquí pasto de la violencia destructura v ivida ininterrumpidamente
en la Península a raíz de la invasión árabe. El caso no tiene igual en ningún otro país de Europa

103
Vll / 10 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

Suerte que, a falta de otras manifestaciones más normales y corrientes en el campo de


la escritura, nos ha quedado una serie interesantísima de objetos escritos. cuyo testimonio es
definitivo para demostrar que la escritura común usada en España entre los siglos V y VIl fue
la minúscula o nueva romana. Dicha serie de objetos la forman varios lotes de pizarras escritas
a lo largo de los siglos VI-VIl. Proceden dichas pizarras de un área geográfica muy corta, en-
clavada en las provincias de Avila, Cáceres y Salamanca. Por su texto se dividen en dos gran-
des grupos : las que llevan sólo números romanos. que se encuentran a centenares , y las que
se refieren a diferentes asuntos privados de carácter religioso, jurídico , judicial, etc . La pauta
para su estudio y desciframiento la ha ven ido marcando hasta hace muy poco, D. Manuel Gómez
Moreno ( • Documentación goda en pizarra» . Estudio y transcripción , Madrid, 1966) . El interés
despertado por las pizarras entre arqueólogos. epigrafistas , paleógrafos. fi lólogos. diplomatistas
e historiadores del derecho fue, en su momento, extraordinario .

Desde el punto de vista paleográfico ya hemos dicho que su interés está en habernos
dado la clave para poder concluir sin vacilaciones que la escritura romana . del sig lo 111-IV, ll a·
mada nueva o minúscula, fue la escritura habitual de la Península hasta la invasión árabe . En
e l tema siguiente veremos hasta qué punto puede identificarse con ella la escr itura nacional
hispana que ll amaremos visigótica o mozárabe.

4. Uncial y semiuncial. Su origen, su empleo y sus características gráficas los indi-


camos muy brevemente en el tema anterior . Pero basta lo dicho allí para entender que ambas
modalidades de escritura deb ieron de ser las usadas en la Península, desde el siglo IV en ade-
lante. para escribi r los códices de contenido doctrinal y literario . especialmente los de autores
cristia nos . con la Biblia y sus comentarios en primer término . A pesar de lo cual . la realidad
presente es tan desesperante como la que acabamos de ver con relación a la escritura mi ·
núscula común u ordinaria. pudiendo asegu rar que sobran los dedos de _las manos para contar
los ejemplares que se conservan escritos aquí.segura o probablemente, en uncial o semiuncial.

El más famoso de todos es, sin duda, el llamado Palimpsesto de la catedral de León .
manuscrito en que se han dado cita tres classes de letra: la uncial , en que fue escrita a co-
mienzos del siglo VI una gran parte de la "Lex romana visigothorum .. o Breviario de Alarico; la
semiuncial , empleada durante el mismo siglo para escribir una serie de pasajes de la Biblia ;
y la visigóica o mozárabe, que se trazó en el siglo IX-X sobre los restos de las dos anteriores.
después de haber intentado borrarlas no demasiado eficazmente .

Otros manuscritos en uncial muy conocidos y citados son el llamado .. codex ovetensis ..
de la biblioteca de El Escorial y el discutido «Pentateuco Asburnham .. de la Biblioteca Nacional
de París .

Como semiuncial y escrito seguramente en España a fines del siglo VIl. se tiene el ma-
nuscrito del • Fuero Juzgo ... conservado en la Biblioteca Vaticana .

5. Inscripciones cristianas. No parece adecuado hablar de escritura cri stiana, refirién-


donos a una serie de objetos escritos que abundan en la Península y corresponden todos a
epígrafes que comportan textos sepulcrales de sentido cristi ano; pero su escritura es tan ca-
racterística que bien podemos formar con ellos un grupo aparte dentro de . los objetos escritos
en letra capital o af)tigua romana , que hemos visto manifestarse en trés versiones : cursiva ,
rústica y elegante, presentes las tres y muy usadas en la España romana hasta el siglo 111 p .C .
Lo específico de este grupo de inscripciones cristianas que enjuiciamos. está en que habiendo
sido trazadas durante los siglo V, VI y VIl, en que la escritura normal de los peninsulares era la
minúscula o nueva romana, para los epígrafes en cuestión sigue usándose la capital o antigua .
Pero no en versión elegante ni en cursiva propiamente dichas. sino en una mezcla de ambas

104
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA Vll /1 1

que constituye lo típico de esta serie que tradicionalmente se llaman inscripciones cristianas
visigodae. Proceden principalmente de tierras de Mérida y han sido estudiadas por Navascués
a través de trabajos parciales y de otro más general , aún inédito, sobre • Los epígrafes cristia-
nos latinos de MéridaM. En los museos arqueológicos de Madrid, Mérida, Sevilla, etc., se con-
servan ejemplares magníficos, como los de Marcella, María, Valentinus, Fortuna, Nico, Ace-
1/eus. (Pueden verse reproducciones de algunos en "Las inscripciones publicadas por el Mar-
qués de Monsalud•, citado al principio.)

La escritura de todos estos epígrafes transpira una gracia y encanto muy singulares . Su
lectura, si se tienen en cuenta alguna abreviaturas típicas y algunos problemas de los nume-
rales. también tipicos. resulta fácil. En los códices del ciclo visigótico-mozárabe veremos que
para títulos. iniciales y algún que otro pasaje del texto se emplea una escritura capital seme-
jante a la de los epígrafes que comentamos.

105
TEMA VIII

LA ESCRITURA VISIGOTICO·MOZARABE: PROBLEMAS


GENERALES. LETRAS Y NEXOS

"""
ESQUEMA/RESUMEN

1. Importancia de la escritura visigótica .

2. El nombre.

a) Histórico.
3. Los orígenes
b) Gráfico.

a) Códices .
4. Desarrollo b) Documentos privados.
e) Otros objetos escritos.

5. Características
a) Escritura redonda 1 Formas de las letras aisladas.
gráficas
b) Escritura cursiva ¡ ldem de los nexos.

e) Escritura mayúscula : formas de las letras.

109
/ INSTRUCCIONES

Vimos en el tema 6 que, dentro del gran esquema o árbol genealógico de las escrituras
latinas, a la minúscula o nueva romana le seguía un numeroso grupo, el de las llamadas es-
crituras nacionales, y que dentro de ese grupo se incluía bajo el nombre de visigótica, la que
podíamos llamar escritura nacional hispana. De las otras nacionales dimos allí mismo una so-
mera noticia; para la visigótica, nos remitíamos a los correspondientes temas de la segunda
Unidad didáctica. Dichos temas son cinco. del 8 al 12, y ello es ya indicio de la importancia
que concedemos a este ciclo de escritura.

El alumno debe tener muy en cuenta que con esta lección empieza realmente la parte
experimental de la asignatura, y que en ella va a encontrarse dibujos , cuadros, etc., correspon-
dientes a aquellas escrituras, cuyas plasmaciones materiales y externas le interesa conocer a
fondo. Más que de leer determinadas piezas escritas se trata ahora de conocer de vista y gra-
bar en la memoria los elementos gráficos que las integran. sin excluir ninguno, desde la forma
de las letras mayúsculas hasta la del más pequeño signo auxiliar o complementario . Con todo
ello deberá prepararse para hacer con provecho en los temas siguientes el examen de las mues-
tras escritas que acompañan a cada uno de éstos.

Desde el punto de vista lingüístico, no hay que decir que seguimos moviéndonos en la
órbita del latín, o sea , que cuantos textos encontremos trazados en escritura visigótica, esta-
rán redactados en lengua latina; la mayoría, no en estilo clásico, sino en el llamado latín me-
dieval, donde los filólogos e historiadores de la lengua podrán hacer gran cosecha de fenóme-
nos interesantes para sus teorías y averiguaciones .

ORIENTA ClONES BIBLIOGRAFICAS

La bibliografía sobre escritura visigótica es abundantísima, así la nacional como la extran-


jera. Concretándonos a trabajos generales y de conjunto relacionados más directamente con el
tema y más al alcance de los alumnos, tenemos la «Paleografía Española .. , de Z . García Villada
(Madrid. 1923 ; Barce lona, 1974, reimpresión), donde los problemas de la visigótica están tra-
tados en los capítulos VIII y IX; el «Tratado de Paleografía española ... de A. Millares Cario (Ma-
drid, 1932). cuyos capítulos VI, VIl y VIII tienen especial relación con nuestro tema; las "Lezio-
ni di Paleografia ... de G. Battelli (Roma , 1936), donde la visigótica es enjÚiciada sólo a través
de códices o manuscritos, lo cual no obsta para que nos haya dado sobre ella una buena sín
tesis que falta en los otros dos autores. En las tres obras citadas, pero sobre todo en la de
Mi llares. puede verse una bib liografía más ampl ia.

El tema lo redactaremos completo por nuestra cuenta en las Exp li caciones complemen-
tarias que siguen. Supuesta la extensión que le conceden los autores citados (Mil lares, Vi l ladal.
nos ha parecido necesario hacer sobre él un res umen que faci lite su comprensión y dom in io
por parte de los alumnos .

111
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

1. La importancia y amplitud que concedemos en nuestro programa a la escritura visi-


gótica, se justifica por las siguientes razones:

1.• Por el hecho de que casi todo lo escrito en la Península durante cuatro siglos lar·
gas (VIII-XII) lo fue en este tipo de letra.

2.• La ca ntid ad de objetos escritos que pertenecen al área de la visigótica es conside-


rable , y mucho más caudalosa que la de los pertenec ientes a otras escrituras nacionales, por
ejemplo, la meroving ia o francesa.

3.• La calidad de dichos objetos es extraordinaria, y la problemática que plantean, en


muchos casos, única; por ej emplo, en el terreno de los códices y sus manifestaciones artísticas.

4.• Como fenómen o cu ltura l y humano ya veremos que la escritura visigótica tiene un
peso y unos perfi les, con los que no pueden parangonarse ninguna de las otras escrituras usa-
das antes ni después en la Penín sula; y de las extranjeras , muy pocas.

2. El nombre . Ya hemos dicho que la v isigótica es una de las escrituras nacionales


a que nos hemos refer ido en el tema 6. Conocida de anti guo y alud ida inc luso por algunos auto·
r es medieva les, fu e tenida muy en cuenta por los primeros tratadistas de Paleografía en el
siglo XVII. Según las épocas y autores. se la viene conociendo con los siguientes nombres: v i-
sigoda o visigótica, mozárabe o mozarábica. gótica, toletana e hispánica. El de visigoda o vi-
sigótica fue inventado por Mabi llon para designar la escritura que él creía orig inaria y privativa
del pueblo v isigodo. el cual la traería cons igo y la implantó en la Pe nínsula . Mozárabe o moza-
rábica fue llamada ya en la Edad Media; pero quien modernamente puso el nombre de moda fue
Gómez Moreno en varios pasajes de sus obras . como cuando en "Ig lesias mozárabes .. habla de
«aquell a letra mozaraba ve/ toletana, según la apellidaban en e l siglo XIII, que hoy , con notoria
Inexacti tud llamamos vis igoda».. El nombre de gótica, usado por nuestros erud itos del sigl o XV I,
es si nónimo de visigótica y no supone relación alguna ni con la primitiva escritura de los godos
antes de romani zarse ni con la gótica del siglo XIII que veremos más adelante. Toletana es
nomb re acuñado en sus respectivas historias por Rodrigo Jiménez de Rada y Lucas de Tu y. Es-
critura hispáni ca parece haberla llamado solamente el humanista d~ l siglo XVI. Angel de
Módena.

De todos esos nombres sólo han permanecido actualizados hasta ahora el de visigótica
y el de mozárabe. que , por otra parte . parecen los más adecuados; de ahí, que hayamos optado
por lla·marla, en e l enunciado de nuestro tema, escritura visigótico-mozárabe .

3. Los orígenes. Distinguiremos entre el origen histórico-geográ fico , es decir, el mo-


mento y el sitio en que aparec10 y empezó a usarse, y el origen gráfico. o sea. la escritura o
escrituras anteriores de las que procede y por qué caminos .

113
Vlll / 6 PA LEOGRAFIA Y OIPLOMATICA

a) Histór icamente, la apancton de la visigótica debe relacionarse de algún modo con


el período correspondiente al reino visigodo de España durante los siglos V, VI y VI l. hasta el
año 711. El intenso ambiente cultural que caracteriza a dicho período. sobre todo en el siglo VIl.
hubo de repercutir en el campo de la escrifura y dar lugar a que surgiera un modo de escribir
con características propias , bien que accidental es . que se diferenciara de l usado hasta ent onces
Otro gran acontecimiento, el de la invasión y ocupación árabe de la Península, íba a contri -
buir a que la nueva escritura, recién aparecida, adquiriera su carácter definitivo. cuyas notas
distintas vamos a ver más adelante.

Lo que parece imposible fijar, a pesar· de estarse intentando continuamente por los auto-
res. es el tiempo y el lugar precisos -si es que los hubo- en que puede darse por aparecida
la nueva escritura. Las varias hipótesis miran a los grandes centros culturales de la España
visigoda (Sevilla, Toledo, Tarragona) como a sitios y ambientes adecuados para que apareciera.
En general, se está de acuerdo con que en el siglo VIl pudo estar constituida la nueva escritura .
aunque los primeros frutos de la misma que nos son conocidos correspondan ya al sig lo VII I y
se presenten impregnados de elementos mozárabes .

Esta voz y este concepto. el de mozárabe. se apl icaron, en principio, a aquellos españoles
que, sin dejar la religión cristiana, se prestaron a convivir con los invasores árabes; pero de
las personas pasó el término en cuestión a aplicarse a las cosas que tenían que ver con aqué-
llas. por ejemplo, literatura mozárabe, ritos mozárabes, arte mozárabe y, en nuestro caso. es-
critura mozárabe.

b) Gráficamente, o sea, atendiendo a la naturaleza de sus signos y trazado, lo visigótico


y lo mozárabe son una misma cosa que tiene su origen en la escritura romana que hemos lla-
mado nueva o minúscu la. De la evolución de ésta, al contacto con e l ambiente y las tendencias
humanas y cultura les de los hispanos, iba a salir la nueva moda escriptoria que estamos enjui-
ciando. Lo difícil, por no decir imposib le, está en averiguar el punto exacto en que la minúscu-
la romana dejó de ser tal para convertirse en visigótica. Pero el fenómeno es común a cuales-
quier cambios de escritura, que no suelen hacerse de repente , sino a remolque de un proceso
más o menos largo, cuyas fases resultan muchas veces imperceptibles. hasta que nos encon-
tramos con el cambio ya realizado. En dos aspectos de l fenómeno parecen estar conformes los
modernos paleógrafos: en que el cambio se operó a través de la escritura común o cursiva y en
que tuvo como primer campo de aplicación el de los códices.

4. Desarrollo. A juzgar por los objetos escritos conservados, puede concluirse que la
carrera de la escritu·ra visigótica va en aumento a lo largo de los siglos VIII. IX. X y parte
del XI. decayendo en el XII y desapareciendo absolutamente en el XII I. Aunque fuera en los
principios escritura de códices o libros manuscritos, pasó pronto a emplearse para escribir
documentos, en cuyo campo íba a dar también mucho juego.

a) Los códices de escritura visigótica ya hemos dicho que forman una colección esplén-
dida y única, cuyos ejemplares, entre conservados y conocidos por referencia, se cifran en
varios centenares . Supuestas las condiciones en que se desarrolló durante esos sig los la vida
en la Península y el signo destructor que lo presidía todo, bien podemos aumentar con largueza
dicho número para contar los ejemplares que de verdad existieron . Los códices se escribían ge-
nera lmente en centros eclesiásticos (monasterios o catedrales) que estaban dotados de l co-
rrespondiente escritorio (en latín. scriptorium) o taller para la confección de los manuscritos
en todas sus fases , desde la preparación de l pergamino hasta las encuadernac iones . Geográfi-
camente. estos centros de escritura se extendían por toda la Península. incluidas las zonas de.
qc upación musulmana ; bien que-- donde abundaron fue en los territorios cristianos de l Norte :
n iroll. Vi ch. A lbelda . San Millán. Silos. Cardeña. Valeránica. Leó n. Escalada . Távara son. entre

114
PA LEOGRAFIA Y DIPLOMATICA Vlll / 7

otros, nombres que van inseparable y gloriosamente unidos al de la escritura visigótico-mozá-


rabe, que salía de aquellos centros plasmada en maravillosas obras caligráficas. Al nombre
de los monasterios y los escritorios suele ir unido el de los escritores y artistas, famosísimos
algunos, como Emeterio, Magius, Sancho, Vigila, Florencia , Ende, la monja pintora; porque nor-
malmente la escritura del texto suele ir acompañada de miniaturas y adornos , que alcanzan en
algunos casos las más altas cimas de la estética y del arte.

b) Los documentos no van a la zaga de los códices. De los siglos VIII y IX se conservan
muy pocos ; pero abundan los de los siglos X y XI , con variedad de formas gráficas dentro de
la sustancial visigótico-mozárabe. No se empleó otra ni para los diplomas reales , ni para los do-
cumentos de instituciones civiles y eclesiásticas , ni para los de ca rácter privado, ni para cual-
quier clase de escritos personales. Los escribas habrían de ser también, casi siempre , hombres
de Iglesia (clérigos o monjes), de diferentes categorías como profesionales de la pluma ; pues
junto a piezas técnicamente impecables en su ejecución gráfica, las hay que están trazadas del
modo más rudimentario y pobre . Sobresalen por su buena calidad las que proceden de profe-
sionales (escribas, notarios , etc .) al servicio de los reyes y grandes señores, entre los cua-
les se contaban los abades de los monasterios más importantes.

e) Entre otras series de objetos escritos que caen bajo el signo de lo visigótico y lo
mozárabe se encuentran las inscripciones y las monedas, trazadas generalmente en letras capi -
tales o mayúsculas. Las primeras mantienen un estilo parecido al de los epígrafes romano-
visigodos a que nos hemos referido en el tema 6.

5. Características gráficas. La escritura visigótica se divide, como todos los grandes


grupos de escritura, según la mayor o menor perfección con que esté trazada, en dos clases :
redonda y cursiva . Nota común a ambas es la de estar formadas por letras de menor tamaño,
que en el lenguaje gráfico corriente llamamos minúsculas . Excepcionalmente pueden encontrar-
se en los correspondientes objetos escritos (códices y documentos) letras de mayor módulo ,
las llamadas capitales o mayúsculas, que constituían -acabamos de decirlo- la escritura pro-
pia de las inscripciones.

Trataremos. pues. este capítulo de las características gráficas dividiéndolo en tres apar-
tados. dedicados respectivamente a la visigótica redonda. a la cursiva y a la mayúscula. Den-
tro de cada apartado y clase de escritura, examinaremos por separado las letras aisladas y los
nexos o uniones de dos o más letras, dejando para el tema siguiente los demás elementos
gráficos que, sin ser letras ni nexos, también forman parte del conjunto escritura! visigótico.

A) Visigótica redonda. Llamada también sentada y, a veces, aunque con notoria ambi-
güedad , simplemente minúscula . Insistimos en que su principal característica está en haber
sido trazada con cuidado y esmero, siquiera en grado mínimo , lo que suele dar como resultado
conjuntos escritos limpios y proporcion ados, gratos de mirar y fáciles relativamente de leer.

Forma de las letras aisladas. Son éstas veintitrés en total ; de las actuales faltan en el
alfabeto visigótico la eh, la j, la 11 y la v. Sus figuras , con las variantes más frecuentes , van re-
producidas en nuestro cuadro 1, al fin del tema, por orden alfabético, desde a hasta z. Veamos
lo que caracteriza a todas y cada una :

a. Está formada por dos trazos o golpes de pluma que se unen siempre por abajo a
modo de arco más o menos ondulado; por arriba, no se tocan nunca , quedando a mayor o me-
nor distancia uno de otro. Puede confundirse con u; para diferencialas hay que atender al
segundo trazo. el cual en u queda vertical y recto. sin curvarse hacia la derecha , mientras en a
forma una ondulación clara; además, la a se une siempre a la letra que le sigue, mientras la u

11 5
Vlll / 8 PALEOGRAFIA V DIPLOMATICA

no se une nunca. Seguida de las letras e, n, s, suele adoptar determinada forma cursiva , y co-
locarse encima de la caja del renglón tal cual se observa en el cuadro 11. Aunque excepcional-
mente , puede darse la a cerrada de tipo uncial , propia de la escritura carolina, que también apa-
rece reproducida en el cuadro l. ·

b. Su forma es semejante a la actual. El trazo curvo y redondeado de la parte inferior


puede pegarse materialmente al trazo vertical o quedar separado de él ; éste, el vertical, puede ,
según las épocas, ser más grueso o más estilizado en su parte superior.

c. Muy parecida a la actual; en algunos modelos de escritura baja y gruesa, sus dos
extremos pueden juntarse demasiado y cerrarse casi .

d. Tiene dos formas: una, de tipo uncia!, vuelve su trazo alto hacia la izquierda, como
prolongación del ojo de la letra ; otra , semejante a la actual de imprenta, mantiene recto y
vertical dicho trazo.

e. Presenta dos tipos : uno, como el de ahora; otro, parecido a una epsilón griega, L!n
poco inclinada hacia la derecha. Puede llevar debajo un signo a modo de cedilla que sirve para
indicar el diptongo ae, llamándose entonces e caudada.

f. Parecida a la actual de imprenta. Se distinguen diversos tipos. según la forma y po-


sición de su trazo medio horizontal. En algún caso puede confundirse con la s.

g. Es típica su forma uncial, a base de quedar siempre más o menos abierta por arriba
y curvarse poco o nada por abajo hacia izquierda. En algún caso puede confundirse con q.

h. Parecida a la actual. Su trazo segundo e inferior puede, según las épocas. ser per-
pendicular a la línea del renglón o curvarse más o menos hacia derecha o hacia izquierda.

i. Tiene tres formas distintas. La corriente o corta, que es semejante a la actual; la alta
que puede confundirse con 1; y la alargada o baja. comparable acaso a una j. No es indistinto el
uso de las tres formas y suele estar en función de la letra que le siga inmediatamente, se-
gún veremos al tratar de los nexos o uniones de letras.

k. Parecida a una r mayúscula , cuyo último trazo corre paralelo a la línea del renglón.

l. Parecida a la actual de imprenta. Puede confundirse con i alta, de la que se distingue


ror la pequeña curva con que termina abajo hacia derecha.

m.
Semejante a la de imprenta. Su último trazo puede terminar o cayendo perpendicu-
larmente sobre la línea del renglón, o curvándose ligeramente haci a izquierda. o volviéndose
hacia derecha con más o menos fuerza .

n. Como m.

o, p y q. Muy parecidas a las actuales .

r.· Semejante a la actual de imprenta. Puede confundirse con s, aunque la r va siempre


unida a la que le sigue y la s no. Veremos que en determinados nexos puede adoptar la llama·
da forma cuadrada, de que reproducimos algún ejemplo en el cuadro l.

11 6

1
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA Vlll / 9 /

s. Parecida a r, de la que se distingue por la forma de su trazo terminal que es como


un pequeño arco hacia abajo. Aparentemente , nada tiene que ver con la s actual y puede ofrecer
dificultades de lectura.

t. Tiene dos formas . La corriente, parecida a una t uncia! cuyo trazo horizontal se cur-
vara hacia izquierda, formando un semicírculo que descansa en la caja del renglón . La otra for-
ma es como de beta invertida y se emplea sólo en nexo con determinadas letras (e, i, 1, n, q,
r, .s). Excepcionalmente y en determinados nexos puede adoptar alguna de las formas cursivas
del cuadro 111. Es letra que se une siempre a la que le sigue: con frecuencia su lectura resulta
difícil.

u. Parecida a la actual . Ya dijimos que puede confundirse con a, aunque los criterios
para distinguirlas son claros . Raramente adopta la forma angular de v.

x. Puede presentarse de dos maneras: la primera, semejante a una e de cuyo lado iz-
quierdo arrancan dos trazos. uno hacia arriba, corto. y otro hacia abajo , que fácilmente desborda
la caja del renglón. La segunda, como la actual más o menos, a modo de aspa .

y. Parecida a la nuestra, salvo que es frecuente alinearse por arriba con las letras al-
tas , situando su horquilla a la altura su~erior de éstas .

z. Tiene dos formas: una. llana o lisa, como las actuales : otra, que lleva encima una
especie de copete en forma de c. Dicho copete puede adoptar una apariencia de e grande y
asentarse sobre la línea baja del renglón. quedando el cuerpo de la letra debajo de dicha lí-
nea, dando, acaso. todo el conjunto la impresión de una e con cedilla.

Los nexos o uniones de dos o más letras entre sí, suelen constituir un capítulo inte-
resante en el conocimiento de cualquier género de escrituras. Por exper iencia sabemos que
una letra unida a otra. fácilmente pierde muchos de los rasgos que le son típicos, y que inclu-
so la lectura de un texto es más fácil o difícil según el grado de separación o de unión de las
letras que lo integran. En la escritura visigótica redonda . el problema de los nexos no es gra-
ve: quiere decirse que las formas aisladas de cada letra se desvirtúan poco al unirse éstas y
se identifican sin dificultad. De hecho. hay bastantes letras (b, e, d, g, h, i, m, p, q, u, x, z)
que nunca se unen a la siguiente, y otras (i alta, n, o, s) que sólo por excepción se unen. Las
que normalmente forman nexo con la que les sigue. son a, e, f, k, 1, r, t. Las que más pueden
desvirtuarse en su figura como consecuencia de las respectivas ligazones. son la e, la r, y la t.

La a ya hemos dicho que. aun en casos de visigótica redonda , puede, al nexarse con e,
n, s, adoptar formas cursivas . La e y la f se unen a través de su trazo medio horizontal, y la k
mediante su trazo terminal último. La 1 para unirse describe una pequeña curva por su base hacia
derecha, que sirve , además. para distinguirla de i alta . La n se une por excepción a la e y a la t
cursiva. formando un enlace muy típico. El nexo de la o es también excepcional, haciéndolo
con r y s de modo muy característico; la r puede en esas ocasiones adoptar forma cuadrada.
La s puede en ejemplos tardíos unirse a la t, que es nexo propio de la escritura carolina . La t
se une siempre. pero al hacerlo con e, i, 1, q, r y s toma la forma de beta que hemos dicho;
puesta detrás de a, e y r se reduce a un rasgo cursivo que aparentemente nada tiene que ver
con la forma normal de t.

En el cuadro 11. de nexos . procedemos alfabéticamente. primero con los de la letra a, lue-
go con los de e y así sucesivamente.

B) Visigótica cursiva. A l contrario que la redonda o sentada, se caracteriza por estar


trazada al correr de la mano. con cierta prisa y descuido. Todo lo cual no deja de ser muy elás-

11 7
Vlll/ 10 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

tico y tener como resultado un ampl io abanico de modelos, que van desde aque llos que se
tocan con la visigótica redonda e, incluso, pueden confundirse con el la , hasta aquellos otros
en que la prisa y el descuido han sido tantos como para ofrecernos textos escritos verdade-
ramente impresentables e ilegibles. Para nuestro estud io descriptivo que sigue y los cuadros
correspondientes (111 , de letras sue ltas, ·y IV, de nexos) . tendremos en cuenta modelos que no
pequen ni por exceso ni por defecto de cursividad.

a. Lo específico de esta letra hay que ponerlo en su primer t razo que, de ordi nario, se co-
loca muy alto . mientras el segundo forma, para unirse a la letra siguiente, un arco prolongado .

b. Se identifica fácilmente. Si en algo se distingue de la redonda es en lo largo de su


astil o palo alto. Los dos ú ltimos que se observan en el cuadro 111 corresponden a la vis igótica
ondulada, llamada así por las pequeñas ondulaciones que forman o acompañan sus trazos cu rvos.
Modelos ondu lados de otras letras pueden observarse en el mismo cuadro.

c. Existe el tipo corriente, igual, más o menos , a la redonda; pero abunda un tipo ex-
traño que ll eva en su base un perfi l dirigido hacia la izquierda, que, a veces. describe una curva
más o menos larga , paralela al contorno de la letra .

d. No se da apenas la forma uncial que vimos en la r edonda. Lo norma l es la forma


recta, cuyo trazo vertical rebasa por abajo la línea del reng lón. curvándose, a veces. hacia la
izquierda .

e. Presenta, como en la redonda, formas unciales y de epsilon; típicamente cursivo es


en las primeras un perfil inferior hacia la izquierda. ya recto , ya curvo. parecido al que hemos
visto en la c.

f . Su cursividad no es tanta que no pueda segu irse comparando con la actual de im-
prenta; la novedad mayor quizá consista en que su parte alta ondulada llega a t ocar el trazo
medio horizontal, con que la f se une a la letra siguiente; dicha parte superior ondulada adopta
a veces forma de e.

g. Su forma sue le diferir mucho de la actual y de la vis igótica redonda. Se presenta


siempre cerrada, asemejánd ose un poco al numeral 8. De su mitad suel e parti r el trazo con
que la g se une siempre a la letra siguiente. Si dicha letra sigu iente es una e, el nexo arranca
de la parte alta de g y viene a buscar la base de la e.

h. Lo más típico está en que su trazo curvo inferior se alarga generalmente hacia abajo,
pudiendo por ello confu ndirse alguna vez con k.

i. Sigue siendo. como en la redonda, de t res clases : media o corta, alta , y baja o alar-
gada . Novedad de la alta puede ser el desbordar por abajo la caj a del renglón. Después de f
puede adoptar una forma extraña que corta el caído de dicha letra de arr iba aba jo y de der echa
a izquierda.

k y l. Parecidas a la redonda; se identifican si n dificultad.

Salvo la posible sinuos id ad de su t razado, son claras y mantienen como en la


m y n.
redon da la pos ibilid ad de que su trazo último se cu rve un poco hac ia fuera o hac ia dentro .

o. Su forma redondeada suele ser muy irregular ; a veces lleva una espec ie de apénd ice
arriba y a la derecha.

118
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA
~)~"S~~~· · Vlll / 11
/- Ll /
v) '
''l/. ,/
~ ' J
~' '
' ' - ,,Y
p. Como formas extrañas, son frecuentes las que forman arrib~un'a espécie de o o un
rombo o una elipse. de cuya parte inferior arranca el trazo vertical que puede curvarse lige-
ramente hacia izquierda.

q. Su parte curva o redonda puede presentar un ligero perfil hacia izquierda .

r. Difiere poco o nada de la redonda.

s. Como única novedad con relación a los modelos de escritura redonda, puede prolon-
gar su trazo recto hacia abajo, hasta desbordar la línea del renglón .

t. Normalmente el ojo que forma su trazo horizontal a la izquierda, no llega, al revés


que en la redonda, a descansar sobre la caja del re nglón. Sigue siendo frec uente la fo rma de
beta invertida.

u. Su princ ipal novedad consiste en alargar su último t razo por abajo hasta desbordar
la línea del renglón .• En nexo con q puede adoptar una forma extraña, algo parecida a la de l.

x. Generalmente es como la redonda; pero , a veces, puede adoptar forma de <jJ griega.

y. Como la redonda.

z. Como en la redonda , puede presentarse plana o con copete. En época tardía el copete
suele pegarse a la línea del reng lón, dando la impresión de una e que llevase debajo una z.

Nexos. Son mucho más abu ndantes que en la escritu ra redonda. Las letras que nor-
malmente no se unen a la siguiente. resultan aquí menos numerosas: b, d, h, i alta, p, q, u, z .
Las demás se unen todas , quedando. como consecuencia de la unión , muy afectadas en su forma
y creando con frecuencia verdaderos problemas de ident ificac ión y de lectura .

a. Se une siempre a la que le sigue; su curva prime ra suele situarse arriba, sobre
la caja del renglón; la segunda abajo, para hacer el nexo, que suele influ ir mucho en la se-
gunda letra nexada , desvirtuando grandemente su figura, por ejemplo, en el caso de e, e, g, n,
r, s, t. Con frecuencia se forman grupos de tres o cuatro letras unidas, empezando por a.

c. Los nexos más típicos los presenta esta letra con o y con t; la pri mera sue le quedar
como colgada de la parte alta de la e; la segunda, unida en su bajada a dicha parte alta. La o
se une fác i lmente a la letra in mediata. formándose un doble nexo muy típico.

e. Para unirse suele adopta r forma de epsilón ; son típicos el nexo de et, en que la se-
gunda se convierte en un t razo nada significativo, y el de ex.

f. Sus nexos, por lo que toca a la propia f, son correctos; pe ro pueden no serlo por lo
que toca a las letras que sig uen .

g . El nexo arra nca normalmente de su parte alta, formando un pequeño arco; es típico
e l de ge por el desarrollo que adqu iere dicho arco.

i. No se nexa siempre. Lo hace, por ejemplo , con e a la que busca en su perfil bajo,
quedando la forma de i bastante desvirtuada. La i alta ño t iene nexo curs ivo; en cambio, la i
baja sigue teniéndolo, como en la re donda , con la t, pero pospuesta a ell a.

11 9
Vl ll / 12 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

k y l. Se unen normalmente, como en la redonda.

m. No se desvirtua al unirse; es típico el nexo me.

n. Ofrece el mismo tipismo que la m al nexarse con e o con e; pero aún es más típico
el nexo nt, en que la s_egunda letra queda reducida a un trazo aparentemente caprichoso.

o. No se une siempre a la que le sigue; lo hace, formando nexo muy específico, con e,
n, r y s.

q. Presenta en la sílaba que un nexo muy singular con u, la cual adopta una forma ex-
traña, parecida a la de l.

r, que se nexa siempre, presenta casos muy singulares al unirse con a que queda como
colgada de su parte curva, con e a través de un largo trazo ondulado , y con otra r o con s.

s. No se une siempre; puede hacerlo, alargando su parte c.urva, con e y con t.

t. Puede decirse que es la letra nexable por excelencia, haciéndolo, por ejemplo, en for-
ma típica, con a, con e, con i, con r y con s.

u. No se une normalmente; puede hacerlo con e, alterando totalmente su forma. Puede


unirse y formar nexos típicos con o y p.

En el cuadro IV recogemos casos de nexos cursivos correspondientes a cada letra , desde


la a hasta la x. Junto al dibujo del nexo va, entre paréntesis, su interpretación.

120
Vlll / 13
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

CUADRO 1
-
Escritura visigótica redonda
Forma de las letras aisladas (a-z)

a: LA ~ C(,. u, V\.. a
b: 1 (, ~ b 1
e: e ( <: e-
(

d: d ~ ~ J ~ d ~ d J J c1
e: ~
) ~ e'
~ c. e- e f y
f:
S;
f t f ) f f r f f
5 '1 f ) l ~ 7 l )
h: h h h k 'h, l 1 h
1: } t 1

k:
1:
~
L l
P-- ~

L l
' }-:... !2-"
t
m: m. m m tYl ~ P) m.

n: n ti\- Y\ () Y2- n n
o: o o o

p: y F p f
9: 4 9 'f ~
r: r .,..- 2 y-- Y' t->
S: f i f f f r
t: ~ cé a: ct a ~ d
u: u \A. u
\A,

" ""'-
"
x:

y: •y
( J(

" l y ~ / r í
1 1 1 1
"' r
z:: ~

'
!
121
Vlll / 14 PALEOG RAFIA Y DI PLOMATICA

CUADRO 11

Escritura visigótica redonda


Nexos de letras

A: f¡_ : AC ÍL : AN &: AS ~ : AT

f: fü; EA ce: EC Eti· tD Eé EE


~
E.G tt u
&n &vl : EM b1. en : EN EO EQ
ll?
í
&--;ER f.:(t : ERA &J. : EH ÑC : uu 4 ; ER.EG &tñ : EREN

~:ERERO tr-tr :ERES W , : ERET &1. : ER.l fRG ~ ·. ERM


&)
ér{' : ERS f:{ : ES m éC k'Sly dly : n
td : EH &l:éd: mb E<&'n : ET[~N &.rYt- : ETER~ ¿m ·. fTO ~ : f.TM

ó::n . [TN &Y' :ns &_. : lU


ff : EX

F: -r- : Fl
f« : FEC
fU : F(S

1:
N: ne-
r .n

: N( 'h1 ', NT

0: oz.. or cf0 : o~ '( ; os


R: '!"<..t. . RA d R. b re : R.E. ~e : \'ZEC ~ . ~tD
~
. ~u;

~ '1\01 yW' :Rü r't<(r :R[R : RJ


vt 'Y1. : R.I Yl-n : P~M

m : RJJ vy . 1\~ ~(
-~~( X -re" : R..T ~ : R.Tt ff . ~~

S· (t : ST fCr :STR

T: a ~ ff-' :T[ aft'L. ;TW ~ cr:dn : TEH ~ ·_ilK

a:f¡v
ter 0::&-
~ : TE R. ffi"h : TfllJ.I ~ :Tf~~

Ef( ex[(' oH' eEf a:ff ·ns (XX} Ql) : TO


O) oo :TI
d' ar : T~ . m : n¡ cn.¡L : TU~

X :X: !<! : XL

122
Vl l l/ 15
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

CUADRO 111

Escritura visigótica cursiva


Forma de las letras aisladas (a-z)

"'V e 0 i t\
b \, ~ & h b ~
e \(' ~ '(' e 2 .i <( u:: ~ \_ t.

~ -vi ~ d 4. J !e- J J p
e:- e f ~ e- g ~ ~ e- < ~ '< ~
r
r í f r r t íf f )
'') lf g 8 ~ <tf

b ~ ft b
g ()

& k
' ~
h f-r

1 )
~ "- ~
e ~ l {

l11 h-. m m m m
n n ""- ~ n rz, n
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Q
L f f ? l j 1 f f f r
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r r- y\. -\""' ,¡-- r 2- r
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(( eL a ~ r; 1 cf J (FINAL J
4 't '{ C(
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f 3 E¡ // ~ ~ y
123
PA LEOGRAFIA Y DIPLOMATICA
Vll l/16

CUA DRO IV

Escritura visigótica cursiva


Nexos de letras

A: ~j, (M) y 5' fr (AC) 0:} 0 (A.b) l f (AO ~ (AG)

Í-v- ( AM) t, (AN) tJ).n (ANlM) tJV (ANET) t.f.¡\f- ( ANt R_E.)

~ (AQ) v lr (AP...)
~f ~ (AP) ~
W(Ain)

t-' U (AitC) 'éJl ( Ail..l) ~ (AlU) v L<' tr (AS)

ift:!Tr íl Z:.l Lt" 'if--'(AT)


Y._(r:i (AST)
Ít4 (ASQ)

~ (AíQ)
'd) ( A11)
Vtr(ATf) 1.rr_.. (ATA)
~ t¡
f"f fl&_ (C CT)
C: ~((0,,1) ~ ~(CON) f>r (COR) (COS)

~ 0: A ( { (CT)

é<h (EM) &1 ( tt'{)


[ Sk (fA) Ex- (E.C.) ~ (EG)

cr ( E.S) 2-¡- ~ co~. )


1 (E fl ) W' (fR.)
o/-
-el ~ (e) b) (n)
J & tJ
~(GI-l) ~(G R [)
G<f (GA) ~F· €f6- (G () 7r r
l Lf- (1[)

Mw v-ns (HE)
vt.i<t (N CT) Y1.S"f ( N~ S)
N nr (NE) Y1f"rn (N t 1'1) -...ú (NC)

n.f{ (N[·) ni .J y¡_j Yl1 ~ (N T)

o 0\ (OC) S'n Oh (ON) or i (OR) or (ORC) JI' ~(os)

Q c{1e-- (Q u ()
K. '(\.- ( R.A) l\t' 1?t ~ ÚU) ~ (R.OH) YY' (R.R.) {( ( R.S)

Y\ ( R.T)

s:f¿ (se) Y&.. ~(d. i A (Sí)

T ("(~(TATE) ~ ¿;f- ~ (n) ~'- (TER.) 'O?( (Tt.S) ([} o:¡ ~ ( Tl)

ff"' ( TR._) d1, (TR.u) 'i{ ( l'S)

U2f- CP (u()

~
ft Xi 'tf (.x-P)
(XL)
X )(.Of ( Xt,R_)

124
LAMINA 8/1

TRANSCRIPCION (Lámina 8/1)

(Christus) In Dei nomine. Ego Obieco et ego Oddesenda et ego Fredenando placuit nobis espontanias nos-
tras boluntates 1 una pariter bendimos a tibe Didaco et ad uxor tua Prollina nostra ereditatem que abimos de
nostros pa- 1 rentes in terretorio de Tamaio, in terras, in binias, in pumares, in ortales, in kasas , in omnia nostra
eredita- 1 tem ubi potueris tu Didaco et Prollina inbenire et accepimos precio pro ipsa ereditate ego io Obie- 1
co et Oddesenda et Fredenando de tibe Didaco et de uxor tua Prollina quanto nobis bene conpla- 1 cuit, ide est,
X solidos de arienzos que nobis complacuit et precio contra tibe Didaco et uxor tua Prollina non 1 remansit debitu
pro [da] re nec nobis iures nostros de me Obieco a Oddesenda et Fredenando in ipsa eredi- 1 tatem abeas tu
Didaco et Prollina del giliis uestris ipsa ereditate confirmata in perpetu abitaturi et 1 in seculum seculi. Et sic
aliquis omo de post odie die bel tempore boce bos sublebaberit pro ipsa ereditae, ego 1 io Obieco aut Oddesenda
aut Fredenando aut filiis nostris, aut neptis nostris, autaliquis de apertinen- 1 ti bus nostris, bel de gens nostra,
aut aliqua subregata persona boce bos aduxerit pro ipsa ereditate, qoo- 1 modo bos pariet ipsa ereditatem duplicatu
et bel l melioratu in ipsos limites, con quales fruges [ et deficio abuerit, ad tibi Didaco et ad uxor tua Prollina bel
ad'TiT1Ís uestris et iscriptura ista pie- ] nan abeat firimitate. Facta huius benedicio die notu 111 feria , ipsas nonas
marcias, era TXXXI, rex 1 Bermudo in Legion et comlte Sanzo Garciani in Kastella . Ego Obieco et Oddesenda et
Fredenan- 1 do merkato que fecimos et precio accepimus et iscriptura ista legente audibimos et de manos nos-
tras 1 (signos) roborabimus et presentes testes roboraberunt. Falcone hic testes, Gelca hic testes, Monniu 1 hic
tetes. manos nostras (signos) roborabimus in mano de Ferruzo sumus roboratus iscriptura ista. Di 1 daco iscripsit
(signo).

COMENTARIO (Lámina 8/1)

Se concreta a estas tres observaciones: 1) La palabra Christus entre paréntesis, al co-


mienzo de la primera línea, es la transcripción de determinadas letras o signos que apenas se
distinguen en el margen izquierdo de dicha línea; en temas siguientes lo explicaremos con más
amplitud y detalle. 2) Las rayas inclinadas indican el final de cada línea. 3) El texto tiene espe-
cial interés lingüístico para los alumnos de Filología.

126
TEMA IX

LA ESCRITURA VISIGOTICO·MOZARABE: SIGNOS ESPECIALES.


ABREVIATURAS. DIVISION EN PERIODOS

ESQUEMA/RESUMEN

1. Auxiliares: de puntuación, de acentuación ,


de interrogación y otros.
l. Signos especiales 2. Numerales.
3. Musicales.
4. Criptográficos.

a) Generales .
1. Signos abreviativos
b) Particulares .
11. Abreviaturas
a) Por suspensión.
2. Palabras abreviadas
, b) Por contracción.

111. Miniatura

1. De formación (siglo VIII-IX).


2. De perfeccionamiento (siglo IX-X).
IV. División en periodos
3. De perfección alcanzada (siglo X y XI).
4. De decadencia (siglo XII).

129
INSTRUCCIONES

El tema 9 es simple continuación del anterior. de suerte que, a no ser por la desme-
surada extensión que hubiera supuesto, pudieran haberse resuelto los dos en uno solo. Segui-
mos enjuiciando aspectos y problemas de la escritura visigótica, de alcance general, es decir,
no específicos de determinados grupos de tal escritura. sino aplicables. en una medida u otra,
a todos ellos. De esos problemas. unos siguen siendo de índole predominantemente gráfica,
como el de los signos especiales y el de las abreviaturas; en cambio, la división en períodos
es evidente que tiene un marcado carácter paleográfico-histórico; y la miniatura. paleográfico-
artístico.

ORIENTACIONES BIBLIOGRAFICAS

Seguimos refiriéndonos a los tres autores citados en el tema anterior: García Vi l lada.
Millares Carla y Battelli. En sus respectivas obras no dejan de tocar ninguno de los puntos
enunc iados por nosotros en el esquema-resumen de este tema 9; y aunque no los junten todos
en un mismo apartado. al alumno le será fácil dar con ellos a través de los correspondientes
índices. Millares. por ejemplo. dedica a las abreviaturas el capítulo VIII, y a los signos espe-
c iales . e l XXI y el XXII. \filiada trata todo en forma más dispersa y menos coherente, entre los
capítulos V. IX y XIV. En Battelli, las abreviaturas y los signos son expuestos ampliamente en
lugares distintos. pero refiriéndolos no sólo a la visigótica, sino a las demás escrituras lati-
nas; en cambio. la división en períodos está planteada y bien resuelta por él dentro del apar-
tado de la visigótica, que a su vez va inserto en el de .. Los códices de España", y éste en otro
más ampl io que se titula .. EJ códice en tiempo de las grandes abadías". Sin embargo. la prin-
(
cipal novedad del tercero de dichos tres autores está en la importancia que concede a los as-
pectos ornamentales y miniaturísticos de los códices. así del ciclo v isigótico-mozárabe como de
otros ciclos paleográficos.

( Mirando al mayor provecho de los alumnos, hemos adoptado nosotros el sistema con-
trario. o sea. reunir en un solo tema todos estos aspectos de la escritura visigótica, advirtien-
do desde ahora a dichos alumnos que el problema de las abreviaturas es aquí más impor-
tante que ninguno y fundamental para el dominio práctico de la escritura que nos traemos
r entre mano~.

En consecuencia. redactaremos por nuestra cuenta el tema completo. que ocupará el es-
pacio reservado. en principio. a las Explicaciones complementarias.
l

131
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

Siendo esta la primera vez que, con aplicaciones concretas a la escritura visigótica. nos
referimos en nuestro programa a los signos especiales, a las abreviaturas y a la miniatura , pa-
rece necesario, antes de entrar en lo visigótico-mozárabe propiamente dicho, ir dando una idea
general de lo que significan esos nombres, con una breve noticia sobre sus orígenes y des-
arrollo.

l. Signos especiales. Por tal entendemos cualquier expresión gráfica que se advierta
sobre un objeto determinado y que no sea letra ni nexo. Pero tal signo ha debido ser trazado
con intencionalidad suficiente, para significar con él algo positivo y concreto. No son , pues,
signos especiales los trazados distraídamente (un punto como consecuencia de un golpe de
punzón en una piedra, un garabato al margen de una página) sin querer darles ningún signifi-
cado específico. Huelga decir que en cualquier sistema de escritura son imprescindibl~s al-
gunos de estos signos para que el sistema sea completo.

1. Signos auxiliares. Son los más numerosos y sirven para completar el sentido o el
significado de las letras. palabras o frases escritas. En la escritura visigótica pueden aparecer
los siguientes:

Signos de puntuación. Su origen es griego; al principio se reducían a un punto escrito


(positurae}, cuyo significado era distinto. según la posición que ocupaba el punto en relación
a la línea o renglón de escritura. Si el punto iba en la parte alta de la caja del renglón , se lla-
maba distinctio finalis y servía para indicar el fin o cierre de la frase , invitando a hacer una
pausa un poco amplia; equivalía a nuestro punto final. Si se colocaba en la parte baja del ren-
glón, se llamaba subdistinctio; equivalía a nuestra coma, e invitaba a hacer una pausa breve.
Si iba en la parte media de la línea de escritura, es decir, ni arriba ni abajo del renglón , sino
en el centro, se llamaba distinctio media y equivalía a nuestro punto y coma o a nuestros dos
puntos, queriendo indicar que se hiciera una pausa discreta, ni corta ni larga. réngase en cuen-
ta que en los manuscritos medievales la puntuación parece servía más para indicar el ritmo
de las frases y períodos que para distinguir los elementos lógicos y doctrinales de la compo-
sición literaria.

San Isidoro en sus ~Etimologías" se hace eco, con su nomenclatura propia , de estas
tres maneras de puntuar y dá normas para su aplicación a los códices de entonces. Sin embar-
go. no parece que dichas normas y dicho sistema se cumplieran nunca con escrúpulo. Al con-
trario , por lo que se refiere a los textos de escritura visigoda. así en códices como en docu-
mentos. se observa una gran variedad de signos de puntuación. figurados siempre a base
de un punto o de una raya o de ambos a la vez. Millares reproduee los siguientes:

... .. 1
., S

Su equivalencia exacta con relación a los actuaales es difícil de precisar en m ut.110 s ca~og

133
IX/6 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

Por lo demás, el punto y la raya, separadamente, sirven para otra serie de ofi cios dentro
de la escri tura visigótica. Así, pa ra anul ar el valor de una o varias letras se les ponía un punto
debajo; y para el de varias palabras o frases enteras, se les pasaba una raya por enc ima. Tam·
bién es frecuente encontrar un punto sobre la y griega; en cambio, no se encuentra, dentro de
la escritura visigótica. sobre la i latina. El guión que se da en fin de línea, también tiene forma
de raya.

El signo de interrogación va siempre al final, y solo al final, de la cláusula afectada, pre-


sentando formas diversas: una, parecida a la actual, en la que se integran una línea más o
menos curva con un punto debajo; otras dos, parecidas respectivamente a una v normal y a
una v invertida, que responden a dos posibles ma neras de hacer la interrogación o pregunta.

El signo de admiración, poco usado, consiste generalmente en un pequeño círcu lo con


su punto en el centro.

El sig no de párrafo puede cons istir en el dibujo de la letra griega gamma mayúscula o
de una e o una k también mayúscu las.

Signos de llamada entre texto y margen . se dan con frecuencia; por ejemplo. para indi-
car que alguna palabra se ha om itido en el texto y que se la restituye en el margen. Se trata
de signos convencionales. como el de fo rm a d e f lecha, con la. punta hacia ar ri ba o hacia abajo.

El acento tónico es frecuente y tiene forma de ápice. puesto sobre la sílaba acentuada.
El acento prosód ico es raro encontrarlo. Forma de acento sin que lo sea. ni tón ico ni prosó-
dico. tiene el signo empleado y puesto encima para señalar la presencia de dos íes seguidas.

2. Signos musicales. El acento servía también para indicar la elevación o la baj ada
del tono de la voz en aquellos textos que se escribían para ser declamados. Y del acento deriva
el sist ema de notación musical por medio de neumas en los textos que se escribían para ser
cantados. La palabra griega VEVIJ.a signif ica gesto y los neumas musicales se consideran como
una representación simbólica de la batuta del maestro que dirige el canto. reproducida grá-
ficamente mediante el punto y la vírgu la. con lo cua l estamos ya en una clase de signos espe-
ciales de escritura. 1

Sobre el origen de la notac ión neumáti ca se ha discutido mucho ; pero el prob lema no
tiene interés para nosotros. En cambio, sí importa notar que los primeros manuscritos mu-
sicales conocidos son del siglo VIII-IX y que abundan -si no los de esos siglos. sí los de los
dos siguientes- dentro del campo de la escr itura vis igótico-mozárabe. Precisamente. de los
varios tipos de notación musical que se obse rvan en manuscritos españoles dé la Edad Media.
el más interesante es el ll amado mozárabe ; en t re otras razones . porque el número de figuras
para expresar las combinaciones de virgas y puntos es muy superior a los empleados en cua-
lesquier otras notaciones.

Las ser ies de códices que ll evan juntam ente escritura y mus1ca mozárabe pueden verse
recogidos y comentados en obras de autores especializados en paleografía musical. como G. M.
Sunyol (•lntrodució a la paleografía musical gregoriana ... Montserrat. 1925). o en canto litú r-
gico . como C. Rojo y G. Prado (·El canto mozárabe ... Barce lona. 1929). o en música re ligiosa.
como J. M. Lloréns (•Dicc ionario de historia eclesiástica de España .. . artículo correspondien-
te. 111 . Madr id. 1973, pág. 1754). Entre los más importantes códices se cuentan el «Antifona ri o ..
de la Catedral de León (véase lámina 9/1 al fina l de l tema). e l «Líber ordinum" de l monasterio
de Silos. el ·Himnario• y el •Prosario• de San Juan de la Peña . los códices toledanos 35, 1 y 2.
de la Bibl ioteca Nacional de Madrid .

134
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA IX / 7

Los signos musicales visigótico-mozárabes dejaron de usarse a lo largo de los siglos XI


y XIII para dar paso a los de notación aquitana, que fueron parte integrante del gran cambio
litúrgico que aportaron a la Península en ese tiempo los monjes cluniacenses.

3. Signos numerales. Son los empleados para representar los números que, a su vez,
sirven para expresar cantidades, contadas o medidas con relación a la unidad. Hasta el siglo XIII
en el mundo latino no se empleó otro sistema numeral que el llamado romano, pues los signos
en este caso se reducen a siete letras tomadas de aquel alfabeto: 1, V, X, L, C. D. M. Lo cual,
quiere decir que en cualquier texto escrito en letra visigótico-mozárabe no encontraremos más
signos numerales que los siete indicados . Sobre la forma y uso de los mismos conviene tener
en cuenta las siguientes observaciones:

1.• Aquella norma aritmética, en virtud de la cual los signos 1, X, C no podían repetirse
más de tres veces, aparece constantemente inobservada en dichos textos, donde se repiten
hasta cuatro veces, para indicar, respectivamente, las cantidades cuatro, cuarenta, cuatrocientos.

2.• La figura de dichos siete signos puede responder a modelos de escritura capital,
uncial o minúscula. En este último caso, si los signos van unidos entre sí, pueden fácilmente
cometerse errores de lectura. La x, por ejemplo, se presta fácilmente a confusión y a no saber
cuántas son las que aparecen unidas; en cuyo caso se aconseja contar los puntos de inter-
sección que se observen. y que serán tantos como letras.

3.• Para expresar e l número cuarenta puede emplearse un signo especial, que algunos
llaman cruz aspada o episemon y consiste en una x de cuyo extremo superior derecho arranca
una virgulita más o menos pronunc iada , que , sin duda , es forma degenerada de 1 mayúscula
(pueden verse ejemplos en la lámina 9/ 1).

4.• Para expresar la cantidad mil, se emplea , además de la M, un signo parecido a


una T. el cua l orig in ariamente no es otra cosa que una i mayúscula, con un trazo horizontal
sobrepuesto, que multiplicaba su va lor por mil.

Los signos numerales árabes, llamados guarismos. se conocían en la Península, adonde


habrían sido traídos por los árabes en el siglo VIII; pero hasta sig los después no se hizo de
ellos ningún uso práctico. En dos manuscritos de la segunda mitad del siglo X, conservados en
la biblioteca de El Escorial, hay sendos textos y dibujos explicando brevemente lo que eran es-
tos números: pero en la expl icación y en las figuras se omite el cero.

4. Signos criptográficos o de escritura oculta, que no puede ser leída más que por quien
conozca la clave del significado de esos signos. En la escritura visigótico-mozárabe se emplea-
ron largamente y se distinguen hasta tres sistemas de ellos. El primero y más frecuente emplea
signos alfabéticos derivados de la misma escritura visigótica curs-iva . como los que se obser-
van -y reproduce Millares- junto a la suscripción notarial de un documento de Sahagún del
siglo XI; de dichos signos alfabéticos hay varias series. a veces . muy distintas (véase un
ejemplo en lámina 9/ 2. al fina l de l tema) . El segundo sistema consiste en sustituir las letras
voca les por números romanos. en esta forma: X = a. XX = e. XXX = i, X = o. L = u. El tercer sis-
tema también juega con las vocales solamente, que son sustituidas por puntos, desde uno
para la a, hasta cinco para la u.

Otros modos de escritura ocu lta que se encuentran en manuscritos visigóticos pueden
consistir en escribir al révés algunas pa labras, en colocar las letras fuera de su orden normal.
en emp lear caracteres griegos para pa labras latinas .

135
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATIC A

11. Abreviaturas. Etimológicamente el verbo abreviar y el sustantivo abreviatura o abre-


viación proceden del latín ab brevis y sirven para indicar que algo reduce su extensión y se
hace más corto que lo normal. En lenguaje paleográfico. lo que se acorta. se reduce o se abre-
via pueden ser las sílabas o las palabras o las frases de un conjunto escrito. a las cuales se
les quita alguna o algunas de sus letras. sustituyéndolas por un signo más breve . más redu-
cido . La razón de ser de las abreviaturas es una razón fund amentalmente práctica . pues con
eas se intentan dos obetivos: ocupar menos espacio de materia escriptoria y ocupar menos
tiempo escribiendo más de prisa .

Teóricamente . y en términos un poco vagos. puede decirse que en toda abreviatura entran
dos elementos: el que abrevia y el que es abreviado . Al primero se le llama signo abreviativo ;
al segundo. palabra o frase abreviada o , simplemente . abreviatura .

1. Signos abreviativos. Pueden ser generales. con un significado genenco . y e~pecia­


les , con un significado concreto y determinado. El signo general sirve para indicar que .en la
palabra afectada por él falta alguna letra -una o varias-. pero sin decir cuál . El signo
especial. al contrario, sirve para indicar que allí falta tal o tales letras concretas. precisamente
esas y no otras .

a) El signo general abreviativo en la escritura visigótica minúscula consiste. de ordina-


rio, en una raya horizontal puesta encima de la palabra abreviada; dicha raya puede llevar a
veces un punto sobrepuesto. En la escritura visigótica cursiva dicho signo general puede ser
una raya horizontal o adoptar otra forma cualquiera . arbitraria y caprichosa .

b) Los signos especiales en la escritura visigótica se reducen a los siguientes :

1.0 Debajo de la letra b y pegado a ella suele ir un signo especial de forma poco defi-
nida que sirve para suplir el final is :

2.
0
Ese mismo signo es menos constante en situarse de igual modo. debajo de las le-
tras 1, n y t, para indicar también la falta de is :

3.0 La letra p puede llevar su caído. y de hecho lo lleva muchas veces. afectado por
un signo de forma irregular y variable . que o corta en horizontal dicho caído o se sitúa a la
izquierda del mismo ; siempre para indicar que se trata de la abreviatura per :

J
4 ." Un signo algo parecido al de per, se sitúa en torno al caído de la letra q , atrave-
sándolo de derecha a izquierda y de arriba abajo. formando una línea angular o curva; en todo
caso. se trata siempre de la abreviatura qui :

136
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA IX / 9

s.· Las letras m, n, r y t pueden, lo mismo en la escritura que en la cursiva. llevar su


rasgo final atravesado por un signo que suple las letras um y sirve para formar las sílabas fi-
nales mum, num, rum, tum. En la escritura redonda el signo presenta fo rma de simple raya
vertical o un poco inclinada; en la cursiva es parecido a una clave musical de sol. Aunque la r
tenga forma cuadrada. según dijimos al describir las letras aisladas. admite igualmente dicho
siqno rle um

6 : Más sentido de signo especial que los anteriores parece tener el que se emplea
para suplir us junto a las letras b, d, i alta, m, n, y para suplir ue junto a la letra q. El signo es
propio de la escritura redonda y puede tener forma parecida a un punto y coma o a una pe-
queña s

colocándose en ambos casos un poco separado de la letra correspondiente y sob re la caja del
renglón .

7 .0 En la escritura cursiva se da también un signo de us que adopta forma de ángulo


agudo cortando el palo de las letras b, d, i alta. y forma de clave de sol. como en el anterior
número 5, sobre el último trazo de las letras m. n y t:

t
r 2. Palabras o frases abreviadas. Pueden serlo por un doble sistema . según la posición
de las letras que se suprimen: el llamado de suspensión, y el de contracción.

a) Abreviaturas por suspensión. Su nota característica está en que la pa labra abrevia-


da conserva siempre. por lo menos. su primera letra. y le falta siempre, por lo menos. la últi-
ma. La suspensión puede ser normal y mixta o silábica. Es normal cuando la palabra en cues
tión conserva seguidas su primera o primeras letras y le faltan. seguidas también. la última o
últimas. por ejemplo: ab = abbas. am = amen, dix = dixit. ep=epistola. evang = evangelium. Cuan-
do a la palabra abreviada por suspensión no le queda más que la prime ra letra, se le llama
sigla . por ejemplo: k = kalendas. s = sanctus . 1= lectio, m = mensis. La suspensión es mixta o si-
lábica. cuando ni las letras que se conservan ni las que faltan son seguidas. sino que éstas
se han ido sacando de las sílabas intermedias y de ahí el nombre de suspensión silábica, por
ejemplo: cnl = concilium. dx = dixit, kld = kalendas, prs = presbyter. mi = millessima.

b) Abreviaturas por contracción. Su nota característica consiste en que la palabra abre·


viada conserva siempre, por lo menos. su primera y última letra; las que faltan son siempre del
medio; pero. además de la primera y última. suelen conservarse también algunas letras inter-
medias. Ejemplos: fa = feria, lr = liber. ms = mens, nn=nomen. ts = testis , agls = angelus. all =
alleluia. caplm = capitulum. dns = dominus. ecla = ecclesia,eps = episcopus. gra = gratia. lhrlm =
iherusalem. pbr = presbiter. tpre = tempore.

En el «Tratado de Paleografía .. de Millares (págs. 117-119). pueden verse listas bastan-


te amplias de ejemplos de palabras abreviadas. Nosotros preferimos reservar las correspon-
dientes listas para los siguientes temas. en que se estudian los diferentes tipos de escri·
tura visigótica usada en la Península. ·

137
IX / 10 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

111. Miniatura. La palabra viene del latín minium y sirve para designar las pinturas traza-
das sobre hojas manuscritas o impresas. así de códices como de documentos, aunque entre
estos segundos los miniados sean insignificantes en número si se comparan con los primeros.
El término quiere aludir, sin duda. a la circunstancia de que, inicialmente, en algunos códices
la pintura que decimos o. mejor . la decoración se reducía a senci llos dibujos hechos con ber-
mellón o minio.

La miniatura propiamente dicha y cua lquier otra c lase de adorno que tenga por fin com-
pletar el conjunto de un objeto escrito, adornándolo simplemente o ilustrando, además, el con-
tenido textual del mismo , no deja de ser un factor o elemento gráfico más, que interesa al
paleógrafo como los otros que hemos visto (letras. signos. etc.) . Y esto aunque. por lo que
ta les adornos tienen de artístico. interesen también a los historiadores del arte.

La costumbre de adornar con dibujos o pinturas determinados textos escritos es antiquí-


sima; pero en la Edad Media cristiana adquirió un desarrollo extraordinario por la cantidad y
calidad de los adornos. Estos podían ir desde manifestaciones sencillísimas que afectaban sólo
a los títulos y a las letras iniciales con dibujos de trenzado. hojitas, círcu los u otras figuras
geométricas muy simples , y que incluso podían estar trazados en tinta corriente, sin colores
especiales, hasta las or las que recorrían los márgenes del escrito y los cuadros que ocupaban
páginas enteras.

El princ ipal interés que para el paleógrafo pueden tener esos aditamentos ornamentales
de cua lqui er manuscrito. deriva, principalmente, de los criterios que le suministren para datar
cronológica y geográficamente el manuscrito en cuestión y los a él parecidos . Dentro del ciclo
visigótico-mozárabe la miniatura tiene una importancia máxima como elemento integrador de
muchos códices. La época aurea de esa miniatura se corresponde con el siglo X y parte del XI.
y va vincu lada a piezas procedentes de la mitad norte de la Península . Como grupos de códices
miniados destacan , por ejemplo, los procedentes de l monasterio de Silos que se encuentran
hoy en la Biblioteca Nacional de París o en el British Museum y. más aún, los que recogen e
ilustran el texto de Beato de Liébana sobre el Apocalipsis.

El tema miniaturístico referido a la época v is igótico-mozárabe ha polarizado una biblio-


grafía muy cuantiosa . Por citar algún autor espec ialm ente representativo . lo haremos con Do-
mínguez Bardana y su .. Exposición de códices miniados españoles .. (Madrid . 1939). cuyos pri-
meros capítulos se refieren a dichas épocas. Muy reciente está la edición facsímil del Beato de
Gerona con un volumen de estudios sobre diferentes aspectos de los Beatos : "Beati in Apoc a·
lipsin Libr,i Duodecim. Codex Gerundensis ... Madrid, 1975.

IV. División en períodos. Atendidas las variantes de carácter acc idental que se obser-
van en el recorrido de la escritura visigótico-mozárabe a lo largo de los s iglos VIII-XII. se han
intentado varias divisiones de la misma . según predominen unas variantes u otras. así en la
forma de letras y nexos como en e l uso de abreviaturas y signos y en el esti lo de los elemen -
tos ornamentales . El interés de estas divisiones es c laro. pues aspiran a fijar los caracteres
distintivos de dicha escritura en los diferentes tiempos y regiones. tratando de facilitar al es-
tudioso que se acerca a ell a criterios para poder concluir con el menor trabajo posible la fecha
y el sitio en que la escritur a que le interese . fue trazada . En realidad. las lecciones o temas si-
guientes responden a ese fin . de facilitar la id entificación de cualqui er objeto de escritura vi-
sigótico-mozárabe. sab iendo previamente cuál fue su modalidad propia en cada región de la
Península .

Pero en plan de orientación, anticipamos aqu í una división periédica que es ya tradicional
entre los modernos paleógrafos y que. sin dejar de tener un cierto alcance general. se refiere

138
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA IX/ 11

especialmente a la escritura de códices. El sistematizador de dicha división fue el paleógrafo


alemán E. A. Lowe, en su trabajo ccStudia Paleographica .. , dedicado, en buena parte, al estudio
de los códices visigóticos , y del cual salió el conocido criterio cronológico de distinguir entre
las distintas formas que puede ofrecer el conjunto ti, según que la primera de dichas letras
tenga sonido dental fuerte o sonido sibilante suave. Se da el sonido fuerte cuando a la i de ti
le sigue una consonante, por ejemplo, en la palabra Titus; y el suave, cuando le sigue una vocal,
por ejemplo, en la palabra etiam. No faltaron paleógrafos, antes de Lowe, que observaran cómo
en algunos manuscritos visigóticos la forma de i, en caso de sonido fuerte, era normal y corta ,
como la nuestra; mientras en caso de sonido suave, se prolongaba por debajo de la caja del
renglón. Pero Lowe pasó de la observación esporádica a la sistemática y comparativa, llegan-
do a concluir que, según se tratara de un período u otro de dicha escritura, la i adoptaba o no
en los casos de sonido sibilante la forma larga. No la adoptó durante el siglo VIII y primera
mitad del IX; la adoptó con inconstancia y vacilaciones durante la segunda mitad del IX y pri-
mera del X, en cuya mitad segunda es cuando la i alargada se hizo normal y permanente. Ob-
sérvese cómo la división que sigue responde en sus tres períodos primeros a los siglos suge-
ridos por Lowe con relación a la forma del nexo ti.

1. Primer período. Comprende los códices escritos durante los siglos VIII-IX. Su escri-
tura, en etapa de formación, y a base de letras más anchas que altas, resulta lenta, un poco
pesada y más bien torpe en el conjunto de su trazado; pueden ir juntas, sin espacios interme-
dios, dos o más palabras; son típicas las letras altas (b, d, h) por lo espeso de sus astiles, lo
mismo que las terminadas en trazo vertical (h, m, n) que repliega hacia dentro su parte baja.

Son frecuentes las palabras abreviadas con sus correspondientes signos; algunos pro-
pios, si no exclusivos, de este período como la raya y el punto sobrepuestos para suplir m, y el
punto y coma para indicar la falta de us o ue. Escasean los signos auxiliares o comp lementarios ,
y es fácil encontrar junto a· la redonda pasajes en letra cursiva.

2. Segundo período, que abarca los códices escritos entre finales del siglo IX y mitad
del X o un poco menos. El perfeccionamiento de la escritura se manifiesta en el módulo de
las letras, pequeñas y bajas, así como en la menor pesadez y lentitud de su trazado, pero to-
davía con poca agilidad y gracia. Los palos de las letras altas se afilan y se estilizan un poco,
y no se vuelven hacia dentro los finales de m y n. Hay más frecuencia de signos auxiliares,
y en cuestión de abreviaturas, para indicar la falta de us se emplea ya el llamado semicolon
junto al signo de punto y coma.

3. Tercer período o de la perfección lograda como lo llaman algunos autores. Compren-


de los códices escritos desde mediado el siglo X hasta finales del XI, que son muchos y es-
pléndidos, así desde el punto de vista de la caligrafía como de la miniatura. Esa abundancia de
ejemplares ha permitido a los autores distribuirlos en cuatro grupos distintos: andaluz, toleda-
no, leonés y castellano. Los más numerosos y representativos son los dos grupos últimos, cuyas
características pueden resumirse así: letras muy correctas y bien · proporcionadas que dan im-
presión de más altas que anchas; trazos seguros y airosos, a la vez que espontáneos; contri-
buyen a dar gracia a la escritura los trazos finales de h, m y n que se vuelven decididamente
hacia fuera; igual que los palos altos de b, d, h e i alta, terminados en un pequeño trazo a
modo de martillo, y la forma de s, esbelta y alta. En cuanto a signos abreviativos , el semicolon
desplaza definitivamente al punto y como para indicar la falta de us y ue.

4. Cuarto ·período. Coinciden los tratadistas de la escritura visigótica de códices en


.tfirmar que lo más característico del cuarto período de dicha escritura está en la serie de in-
fluencias que se advierten, extrañas a lo propiamente visigótico y que se manifiestan en la for-
ma de algunas letras, de algunos nexos y de algunos signos abreviativos. Otra nota especí-
139
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

fica de este período de transición y decadencia proviene de la impresión de tosquedad y arca-


caísmo que produce el conjunto escrito y que deriva de la inseguridad de los trazos. a veces.
gruesos y cortos. a veces de tendencia angulosa y a veces recargados en sus rasgos comple-
mentarios.

Entre los elementos extraños que decimos, se cuentan las formas unciales de a y d, los
ne~E>s de st y rt, el signo abreviativo de per y algunos casos de abreviación por letras sobre-
puestas. todo lo cual veremos en los correspoondientes temas que es propio de la escritura
caroli.na.

La cuádruple división que dejamos trazada tiene también su fundamento en las caracte-
rísticas ornamentales o miniaturísticas de los diferentes grupos de códices.

140
TRANSCRIPCION (Lámina 9/1)

ORDO PSALLENDI
IN DIEM SANCI ACISCLI
AD VESPERUM XV KALENDAS DECEMBRES

l. Lux orta est iustis et rectis in psalmo LXLVI/ corde letitia versus Letamini iusti in domino ibi et confi-
temini memorie sanctitatis eius leti § 11. Letantur in domino et exultant in psa l mo XXXI iusti et gloriantur omnes
recti corde letitia 1 sono. Alleluia iusti in perpetuo uiuent allelulia et apud dominum in salomone est merces eorum
alleluia alleluia § 1 Alleluia Fulgebunt iusti et tanquam scintille in arundineto discurrunt ibi iudicabunt gentes et do-
minabuntur populis et regnabit 1 illorum deus in eternum alleluia Laudes antiphona iusti epulentur et exultent in
conspectu domini et delenctentur in letitia. Versus Beata gens in psalmo LXVII.
(Notar que algunas de las palabras transcritas van fuera del texto, al margen derecho.)

TRANSCRIPCION (Lámina 9/2)

Columna a)

XXXV ireneus episcopus. XXXVI Pantenus philosofus. XXVII Rodon. arianus. XXXVIII Clemens presbiter ale-
xandrie 1 XXXVIII! Militiades. XL Apollonius. contra priscam et maximillam. XLI Serapion episcopus XLII Apollonius
alius. senator XLIII Tuphilus cesaree palestine episcopus XLIII! Baccilus episcopus XLV Policrates episcopus., de
XIIII luna pasee. XLVI Eraclitus XLVII Maximus. XLVIII Candidus./ XLVIII! Appion. L. Sixtus. Ll Arabianus. Lll ludas .
Llll' Tertullianus./ Lllll Orígenes qui et amantius presbiter. LV Ammonius. LVI Ambrosius diaconus LVII Triphon. ori-
genis discipulus. LVIII Minucius. felix./ LVIII! Gaius. LX Berillus. episcopus LXI lppolitus. episcopus LXII Alexander
episcopus. cappadocie. et lerosolime.

Columna b)

secundus est filius ezecie. regis lude. tertius est maritus Judit: Ouattuor sunt lacobi apostoli in nobo
testamento primus est frater domini. secundus est lacobus frater 1 Yohannes filius zebedei quem occidit erodes
rex. tertius esf pater luda quartus est filius alfei: Ouaúuor sunt zaccariae sacerdotes. unus est filius barachie.
qui occisus est irÍter edem et altarem secundus est filius esadoc prophete 1 de duodecim. tertius est supra quartus
est pater loannis babtiste: Ouinque sunt anne. prima est mater samuelis. secunda est uxor raguelis. tertia est ann~
mater tobie quarta est in nobo testamento filia fanuelis quin 1 ta est uxor loacim qui fuit mater marie matris do-
mini: Ouinque sunt marie prima est maria soror aaron et moYsi. secunda est mater domini. tertia est marie mag-
dalene de qua eiecit dominus septem demonia quarta 1 est soror marte et lazari quinta est mater loanis et lacobi
uxor cleope: due sunt marte una est filia 1oth. alia est filia cob: '

145
TEMA X

LA ESCRITURA VISIGOTICO-MOZARABE EN LA ESPAÑA


MERIDIONAL Y EN CATALUÑA

ESQUEMA/RESUMEN

¡La tradición isidoriana.


1. Ambiente histórico-cultural ~ El elemento mozárabe.
l. En la España Meridional 2. Escritura redonda: códices
3. Escritura cursiva

1. Ambiente histórico cultural : La influencia carolingia.


11. En Cataluña 2. Escritura de códices.
3. Escritura de documentos.

147
INSTRUCCIONES

Visto en los dos temas anteriores cuanto se refiere a la escritura visigótico-mozárabe en


general. interesa ahora aplicarnos a conocerla de modo concreto en los propios objetos que
la comportan o en reproducciones de los mismos. Para ello agruparemos dichos objetos, to-
mando como criterio agrupador el de sus afinidades o semejanzas gráficas, que suelen corres-
ponderse con su común origen geográfico, o sea -y ya lo hemos apuntado en temas anterio-
res- que los objetos escritos en una misma región y en una misma época presentan de ordina-
rio un tipo de letra, si n0 igual, muy homogéneo. En consecuencia, procederemos a examinar los
monumentos de escritura visigótica, según las regiones peninsulares más caracterizadas en
tiempo de dicha escritura y que en el Norte se corresponden con los cincos reinos o estados
cristianos (Asturias y León, Castilla, Navarra, Aragón, Cataluña), mientras en el Sur forman un
conjunto menos diferenciado, desde Toledo inclusive para abajo, al cual nos referiremos con
nombres más genéricos como el de España del Sur o España meridional u otros parecidos.

En este tema nos concretaremos a dos de dichas regiones, a saber: Cataluña y la España
meridional. Lo hacemos así no porque haya entre ambas una especial afinidad gráfica, sino
por razones más bien extrínsecas, la principal de las cuales tiene que ver con el caudal relativa-
mente escaso de escritura visigótica conservado que se da como procedente de aquéllas; lo
cual facilita su acoplamiento en una sola lección . Si alguna razón intrínseca, más propiamente
paleográfica, pudiera esgrimirse a favor de este hacer coincidir las dos regiones en un mismo
tema, sería la de que, con gran probabilidad, fue en ellas donde antes que en otras, y muy
probablemente antes de la invasión árabe, se empleó la escritura visigótica, al menos para el
trazado de códices.

Novedad importante de estos tres temas (10, 11 y 12) va a ser la inserción en ellos de
una parte práctica como complemento imprescindible de la doctrinal o teórica, la cual, por eso
mismo, ocupará algo menos extensión que le hemos visto ocupar en los temas anteriores. En
dicha parte práctica , mucho más amplia y detallada que en los temas 8 y 9, se integrarán una
serie de láminas, con reproducciones de objetos escritos (códices y documentos). acompañados
de la transcripción de sus respectivos textos y de los comentarios pertinentes. Las propias ex-
plicaciones teóricas de la primera parte del tema estarán proyectadas, en cuanto sea posible,
hacia esa segunda parte . Los alumnos deben tomar conciencia de lo mucho que les importa,
para progresar en el conocimiento y dominio de la asignatura, entregarse a fondo, con inten-
sidad y constancia, a estos ejercicios finales.

El tema está recogido -como no podía menos- en los manuales y tratados de Paleo-
grafía española, pero de forma tan dispersa, y aun confusa en algún caso, que resulta punto me-
nos que imposible para el alumno recomponerlo y asimilárselo. En consecuencia, lo redacta-
remos aquí íntegro, ocupando con él, como en todos los anteriores, el espacio destinado, en
principio. a las E>¡.plicaciones complementarias.

149
X/4 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

ORIENTA ClONES BIBLIOGRAFICAS

El autor más denso en sus noticias y comentarios sobre el empleo de la escritura VISI-
gótico-mozárabe en las distintas regiones peninsulares es, sin discusión, Millares Cario en su
repetido "Tratado de Paleografía Española». Pero nuestro tema no está allí sistematizado, sino
tocado en una serie de capítulos y párrafos, por ejemplo, el XI sobre "la escritura de códices
en España durante los siglos VIII, IX y x, y el XVI sobre «la escritura en Cataluña hasta las
postrimerías del siglo XII" · Más difícil aún sería organizar el tema sobre las noticias y comen-
tarios de otros autores, como García Villada en su capítulo X y siguientes, o Floriano Cumbreño
(•Curso general de Paleografía») en los varios apartados que dedica al ciclo de la escritura vi-
sigoda. A lo largo de nuestra exposición citaremos otros autores y obras que han tocado aspec-
tos de la escritura visigótico-mozárabe en esas dos regiones.

150
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

l. La escritura visigótica en la España meridional

Ya hemos indicado el alcance geográfico y cronológico de este título : todo el sur de la


Península , desde su mitad, y todo el tiempo (siglos VII-XII) que estuvo o pudo estar allí en uso
la escritura visigótico-mozárabe. A las manifestaciones de la misma en sus variedades de re-
donda y cursiva, anteponemos una descripción brevísima del ambiente en que se manifestaron,
y del cual surgieron .

1. Ambiente histórico-cultural. El siglo VIl había sido en España el más glorioso duran-
te la época romano-visigoda. Lo había sido en todos los órdenes de la vida, pero especialmente
en el de la cultura, que es el que nos interesa ahora . El centro cultural más importante había
sido Sevilla, gracias a la personalidad erud ita y sapiencial de San Isidoro, reflejada en su biblio-
teca, en su escuela -catedralicia o monástica- y en las obras por él escritas .

Decimos que había sido, pensando en que muy pronto iba a dejar de serlo; pues a poco
de entrado el siglo VIII, Sevilla era ya dominio de los musulmanes , como Córdoba y Toledo y
Mérida y toda la España meridional. De las instituciones culturales y religiosas de la época
isidoriana iba a quedar muy poco; lo único permanente serían sus obras y sus discípulos. es
decir, los eclesiásticos -clérigos o monjes- y los laicos que, en vida del maestro o poco des-
pués, se habían formado en su escuela y en sus enseñanzas.

De los cristianos que componían esa minoría más selecta y cultivada, unos huyeron ante
el invasor hacia el Norte, bien para refugiarse dentro de la Península en sitio que les parecía
más seguro, bien para pasar a Europa y observar desde allí la marcha de los acontecimientos;
otros se quedaron bajo el dominio de los musulmanes, formando parte de la población mozárabe
de AI-Andalus y estableciendo una especie de puente entre las dos España , la cristiana y la
musulmana .

Desde el punto de vista de la cultura es interesante observar cómo esos grupos selec-
tos de cristianos que van a Europa o se quedan en la España del Norte , o en la del Sur, de lo
que no se separan nunca es de sus libros, es decir, de sus manuscritos o códices : los de con-
tenido litúrgico, indispensables para el culto. los doctrinales, los ascéticos, etc . Y no sólo con-
servan los que ya tenían de antes sino que se aplican con afán, en la medida que les es posible,
a adquirir nuevos volúmenes, a copiarlos y, en ocasiones, a redactar ellos mismos obras nue-
vas, con la consiguiente producción de copias manuscritas .

Con lo cual estamos ya en el terreno que nos interesa y la pregunta surge inmediata-
mente : entre esos códices ¿los habría anteriores a la invasión árabe? Y suponiendo que los
hubiera, ¿en qué clase de letra o letras habrían sido escritos? Y para los que se copian con
posterioridad al 711, ¿qué escritura se emplea? ·

151
X/6 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

2. Escritura visigótica redonda. Prescindiendo de los manuscritos en uncial y semiun-


cial que debieron ._-"'r corrientes en las bibliotecas y escritorios del Sur de Españá durante los
siglo VI-VIl, y ciñénd, :1os exclusivamente a la escritura visigótica, podemos sentar las siguien-
tes proposiciones:

1." Es tesis é Jmún entre los paleógrafos que a fines del siglo VIl, si no antes, la llama-
da escritura visigótica redonda " estaba ya caracterizada como tal y se empleaba en el área me-
ridional hispana para la transcripción de códices.

2.• No son pocos los autores que creen muy posible y aun probable que la nueva escri-
tura, la visigótica, fue consecuencia del movimiento cultural isidoriano y que se gestó precisa·
mente en escritorios hispalenses o andaluées, o, en todo caso, meridionales, sin faltar quienes
hayan mantenido la tesis de que el primer códice que se conoce escrito en letra visigótica.
el famoso oracional de Verona, atribuible a fines del siglo VIl o comienzos del VIII, pudo haber
sido escrito en Toledo («Oracional visigótico», edición crítica por J. Vives er ccMonumenta His-
paniae Sacra», serie litúrgica, 1, Barcelona, 1946).

3." Es seguro que durante los siglos VIII, IX y X hubo una apreciable producción de
manuscritos relacionados en su origen con los grupos mozárabes del Sur y, en concreto, con
los de Sevilla, Toledo y Mérida que seguían siendo sedes metropolitanas, y con los de Córdoba
que se había convertido en cabeza espiritual y cultural de la mozarabía. Había allí más de diez
iglesias y más de quince monasterios, algunos florecientísimos, mientras que con relación a
Toledo se habla de nueve iglesias, y a Mérida, de cuatro; en Sevilla su número también era
corto.

4." Sin embargo, los códices conservados que se suponen escritos en alguno de estos
reductos mozárabes, son poquísimos, y aun algunos de ellos dudosos hoy en cuanto al origen
andaluz o toledano que se les ha asignado tradicionalmente. La mayoría no llevan fecha explí-
cita; de ahí la dificultad de datarlos exactamente y la importancia que tienen para poder hacerlo
con aproximación los criterios y conclusiones pleográficas que se les apliquen.

Son notables entre dichos códices, los siguientes: El R.ll.18 de la Biblioteca de El Esco-
rial, o «Codex Ovetensis» por haber pertenecido a la catedral de Oviedo, que contiene algu-
nos tratados de San Isidoro; su escritura propiamente dicha es uncial del siglo VIl; pero en al-
gunas hojas añadidas a fines del siglo VIII para suplir otras que se perdieron, la escritura es
visigótica redonda. El «Misceláneo», núm. 22, de la catedral de León, con pasajes en visigótica
redonda de la segunda mitad del siglo IX; estudiado recientemente por M. C. Díaz y Díaz («El
manuscrito 22 de ~a catedral de León», León, 1969). El ccToletanus., o ccHispalensis» de la Biblia,
que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid, escrito a comienzos del siglo X; el «Vitae
sanctorum., de la misma Biblioteca, procedente de Toledo y fechado en 902; la llamada «Biblia
Complutense», en la biblioteca de la Facultad de Derecho de Madrid, escrita con posterioridad
al año 827; el 10.041, también de la Biblioteca Nacional, que contiene una colección de concilios
y fue escrito en Córdoba entre 948 y 1033.

5." La escritura visigótica redonda que aparece en estos códices se caracteriza por su
marcha un poco lenta y pesada, a base de letras más anchas que altas, con predominio de trazos
gruesos. De estos códices sacó Lowe, en buena parte, las características asignadas a la escri-
tura visigótico-mozárabe de los dos primeros períodos, el de formación y el de perfeccionamien-
to que vimos al final del tema anterior.

Es curioso que, a pesar de ser tan pocos los códices que nos quedan procedentes del
Sur de la Península, escritos en estos primeros siglos de la dominación árabe, todavía algu·

152
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA X/7

nos paleógrafos (Gómez Moreno, «Iglesias mozárabes .. , Madrid, 1919) encontraron en ellos va-
riedad de elementos como para poder distribuirlos en dos grupos: uno, que llaman andaluz, y
otro, toledano. Bien es verdad que las diferencias gráficas entre uno y otro son poco rele-
vantes y que, en cambio,· los dos coinciden en un tipo de escritura parecida, form.ando una es-
pecie de frente gráfico que con quien contrasta de verdad es con los códices d.el Norte, tal
y como vamos a ver en los temas siguientes.

3. Escritura cursiva. La falta de toda clase de documentos originales latinos, escritos


en la España meridional a lo largo de los siglos VIII, IX, X y parte del XI, nos priva de la fuente
principal que pudiera habernos suministrado ejemplos de cómo era la escritura visigótica cur-
siva en esas regiones peninsulares, de Toledo para abajo. No quiere decir esa falta que no se
escribieran tales documentos y en tal escritura; la conclusión más obvia es que sí se escri-
bieron, pero que se han perdido. Lo que no resulta tan fácil de adivinar es la proporción en
que pudieran emplearse en el terreno documental la escritura redonda y la cursiva, pues el
empleo de las dos, según momentos y lugares, es más que probable.

Por suerte, lo que no nos han aclarado los documentos como parecía más lógico, nos lo
resuelven los códices, en algunos de los cuales encontramos notas al margen y aun páginas
enteras del texto trazadas en letra cursiva, muy típica; tanto que algunos autores sugieren
para ella el nombre de cursiva mozárabe, con idea, si no de oponerla a la cursiva del Norte (as-
turleonesa). sí de revelar sus peculiaridades propias y diferenciales. Parece que su uso fue inin-
terrumpido a lo largo de las centurias VIII a XI. Veamos los manuscritos en que se nos ha
transmitido:

El ya citado códice 22 del archivo de la catedral leonesa en sus folios 152-56, cuyo texto
nada tiene que ver con el de otros folios del códice; el «Codex ovetensis" de la biblioteca de
El Escorial, también recién citado, en algunas de las hojas que se le añadieron durante el si-
glo IX; el10.041, de concilios, de la Biblioteca Nacional madrileña, cuyos márgenes están llenos
de notas cursivas, iguales en su grafía a las de los dos anteriores. Tan semejante es en los
tres ejemplares esta modalidad cursiva que bien· pudiera pensarse en un centro cordobés (es-
cuela o escritorio) en que se practicara y se enseñase; dando por aceptada, al decir centro cor-
dobés, la tesis tradicional de que los tres manuscritos citados se escribieron en Córdoba; .el
último, en el monasterio de San Zoilo, como ha demostrado luminosamente Millares. '

Se caracteriza esta cursiva andaluza, en comparación con la norteña de León y Asturias


que veremos en el tema siguiente, por una tendencia de su trazado. a inclinarse hacia izquierda
y por una serie de detalles que afectan a determinas letras (s, t, u) y nexos (ag, am, as, et).

JI. La escritura visigótica en Cataluña

Los límites geográficos de esta Cataluña que enjuiciamos en relación con el uso que se
hizo en ella de la escritura visigótico-mozárabe, no coinciden con los de ahora, pues quedan
fuera de juego parte de las actuales provincias de Tarragona y Lérida con sus capitales.

1. Ambiente histórico-cultural. Por tres fases históricas pasó esta parte occidental de
la Península si la contemplamos dentro del marco de la escritura visigótica, es decir, del tiem-
po que dominó allí dicha escritura. La primera fase corresponde al período de esplendor cul-
tural del reino visigodo, que se sincroniza, como en el Sur, con el siglo VII-VIII y que tuvo
en la iglesia metropolitana de Tarragona uno de sus centros más importantes. La segunda coin-
cide con la ocupación musulmana que dura, entre avances y regresiones, hasta el siglo IX y
que, culturalmente, debe de ser la más pobre. La tercera está dominada por el ambiente franco

153
X/8 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

o carolingio que va a darle una fisonomía única entre todas las regiones peninsulares, incluso
cuando se independiza políticamente del poder galo; dura esta tercera fase desde el comienzo
del siglo IX hasta el X bien entrado y está llena de interés en los aspectos culturales. A través
de los objetos que nos han quedado escritos allí durante esos tres siglos vamos a tratar de
ver las manifestaciones que tuvo o debió tener la escritura visigótico-mozárabe.

1. Escritura de códices. Parece estar ya fuera de discusión que el más antiguo ma-
nuscrito que se conoce de letra visigótica, el famoso «Oracional" de Verona, a que acabamos
de referirnos, donde se escribió materialmente no fue en Toledo, sino en Tarragona. Poco im-
porta que fuera dentro aún del siglo VIl o a comienzos del VIII, como discuten los autores . Lo
importante es el hecho y sus consecuencias paleográficas que resultan evidentes en el sentido
de admitir que la llamada escritura visigótica redonda estaba formada y se empleaba ya en Ca-
taluña antes de la invasión árabe .

Otro hecho gráfico como el del .. oracional», atribuible al siglo VIII, no ha llegado hasta
nosotros. Habrá que avanzar hasta el IX para que, reconquistada definitivamente parte de la
región, empiece de nuevo a florecer en el campo cultural y a dar frutos de nuevos códices.
Poco son los que se conocen fechados en dicha centuria. pero bastan para poder sacar estas
dos conclusiones: la letra visigótica redonda sigue siendo la propia de los códices escritos en
Cataluña; pero acusando ya, aunque ligeramente, la vecindad de la carolina que. a fines del
siglo VIII. estaba formada y se empleaba <JI otro lado de los Pirineos. Se reparten esos pocos
manuscritos entre el Archivo de la Corona de Aragón, la biblioteca de El Escorial y la Nacional
de París; su escritura es correcta, de pequeño módulo, ni delgada ni gruesa, recordando en
algún caso la primitiva visigótica del «Oracional" veronense. Las influencias transpirenaicas se
revelan en la forma de algunas letras y nexos (a, g, st). pero más especialmente en determi-
nados signos abreviativos .

La misma penuria de ejemplares manuscritos conservados se acusa con relación al si-


glo X; tanto que no es posible decidir a través de ellos si ha de darse ya por desaparecida
la escritura visigótica e instaurada la carolina. Parece que el cambio se fue haciendo a lo largo
de esa centuria en sus primeros decenios, cuyos códices mantendrían lo sustancial de las gra-
fías visigótico-mozárabes, pero influenciados cada vez más por elementos carolinos . En la se-
gunda mitad del siglo se ha operado el cambio; lo sustancial de la escritura es carolino, pero
con muchas reminiscencias visigóticas.

Sobre los aspectos miniaturísticos de algunos códices visigótico-mozá.rabes cuya proce-


dencia es atribuible a Cataluña, el famoso especialista de los Beatos, W. Neuss, ha puesto
de relieve los elementos mozárabes de la miniatura catalana, en un trabajo publicado en .. Estu-
dis Universitaris Catalans» (XXI , 1936, pág. 507) bajo ese mismo título .

2. Escritura de documentos. El proceso gráfico es muy parecido al de los manuscritos.


No quedan ejemplares documentales del siglo VIII. Los más antiguos son de la primera mitad
del IX : el acta de consagración de la iglesia del castillo de Lillet, de 833, y la de la catedral
de Urgel, de 839; las dos, piezas muy famosas. De los últimos años del siglo hay también do-
cumentos originales. La principal característica gráfica se deriva, como en los códices, de la
mezcla en ellos de las dos escrituras, la carolina y la visigótica. Predomina ésta hasta el ex-
tremo de poder afirmar que en su sustancia gráfica los documentos son visigótico-mozárabes,
aunque cargados de toda clase de influencias carolinas. Así se entra en el siglo X; pero el pano-
rama va cambiando a favor de lo carolino que antes de mitad del siglo se impone ya como letra
propia, quedando lo visigótico, aunque todavía bien representado, como accesorio. Desde el
punto de vista de su trazado esta escritura documental catalana de los primeros siglos de la

154
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA X/9

Reconquista tiene un corte muy propio; redonda en el fondo, no puede equipararse a la visi-
gótica de otras regiones; Udina Martorell propone que se le llame escritura condal catalana
(«El archivo condal de Barcelona en los siglos IX-X .. , Barcelona, 1951). tomando como punto
principal de referencia los documentos condales del Archivo de la Corona de Aragón hasta el
año 1000; pero no parece haya suficientes razones paleográficas para idear ese concepto y acu-
ñar ese nombre .

!55
EJERCICIOS PRACTICOS

Los ejercicios de autocomprobación y las actividades recomendadas de temas anteriores,


los convertiremos aquí en ejercicios prácticos sobre ·las tres láminas siguientes, que nos mues-
tran ejemplos de escritura visigótico-mozárabe, procedentes de las regiones que acabamos de
considerar. La 10/1 corresp·onde a la España meridional, las 10/2 y 10/3 a Cataluña : Cada lá-
mina irá acompañada del siguiente aparato: transcripción del texto; cuadro o tabla de letras,
nexos y abreviaturas más representativos, sacados de la propia lámina; comentario.

El alumno debe proceder de la siguiente forma: 1. Repasar el cuadro de letras, nexos,


0

signos y abreviaturas, identificando cada dibujo y cotejándolo con lo que de éllos se ha dicho
en la exposición del tema y en los anteriores temas VIII y IX. 2.0 Pasar a observar la lámina,
prescindiendo en absoluto de la transcripción de la misma, y tratando de localizar en ella cada le-
tra del cuadro, cada nexo y cada abreviatura. 3. Intentar leer la lámina, todavía sin acudir para
0

nada a la transcripción. 4. Después de varios intentos, y sea cual fuere el éxito de los mismos,
0

interesa contrastar ya lo leído por el alumno con el texto de la transcripción. 5. Leer entonces
0

con atención el pequeño comentario que acompaña a cada lámina. 6.° Como complemento de
todo, proceder a transcribir la lámina entera, o sea, a ponerla por escrito, observando las si-
guientes normas:

a) El comienzo de cada línea es conveniente señalarlo en la transcripción mediante una


raya vertical o inclinada, en cuya parte alta puede ponerse un número que indique el- orden de
las líneas dentro de la lámina.

b) Respetar al máximum la ortografía de la lámina, aunque no coincida con la orto-


grafía actual y nos parezca equivocada; por ejemplo, no cambiar i por y o viceversa, b por v,
e por z, g por j, etc. Todo ha de quedar igual que está en el texto reproducido.

e) En cuestión de puntuación, acentos y mayúsculas se puede proceder según las nor-


mas actuales, pero sólo en cuanto sea necesario para que se entienda más claramente el sentido
de lo que se transcribe.

d) Las palabras que aparezcan juntas en la lámina, al transcribirlas hay que separarlas;
y cuando una palabra se presente con sus sílabas y letras separadas, al transcribir hay que
juntarlas.

e) Las palabras abreviadas, al transcribirlas han de ponerse enteras, es decir, suplien-


do todas las letras que les falten, y sin el signo abreviativo; es lo ·que se tlama resolver las
abreviaturas.

f) Convendrá que el alumno vaya archivando ordenadamente dichas transcripciones.

157
X/ 12 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

i.AMINA 10/1

158
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA X/ 13

CUADRO (lámina 10/1)

LETRAS NEXOS

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!59
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA X/15

TRANSCRIPCION (Lámina 10/1)

dominus meus et Deus meus diffuso confessus est ore. lpsum videlicet 1 deum in unione persone asserens,
quem ante non multos di es 1 pupunxerat miles, cuius et manifestationem · futuram 1 in iudicio propheta sic ads-
truit: videbunt inquiens in que m 1 transfixerunt; et iterum: in illa die dicetur ei: que sunt plagae 1 iste in medio
manuum tuarum? et respondebit dicens 1 ecce quomodo plagatus sum ab his quos diligebam, et nunc 1 consurgam
et suscitaba gladium super virum coherente m mihi. 1 Ouae omnia et Deum hominem qui possit plagari et' hominem
Deum 1 qui a mortuis resurgens, vivís et mortuis deberet dominare 1 et angelis atque archangelis preesse, lec-
tori possunt ostendere. 1 Sed non ex ea natura horno est unde Deus, nec ex ea Deus unde domo, 1 sed Deus de
essentia patris, et horno ex substantia matris, 1 unus creditur Christus in utrisque naturis. VIII. 1 Ouod humanitas
filii Dei in utero virginis fuerit creata. 1 Quía, deo fabente, de unione personae in utraque Christi natura quae 1
attingere potui dixi; restat ut illa inferre pulsem ipso 1 opitulante quae eum adstruunt ex utero virginis carnem 1
suscepisse quam illi incommutabili suae univit personae. 1 Ut dum patuerit eum in materno alvo fuisse creatum,
ibi procul 1 dubio cognoscatur secundurh hominis adsumptam naturam fuisse 1 inclusus, ne dum dicitur infra cubicu
lum cordis non tamtum 1 esse sed etiam inclussus fuisse aut sine corpore autumetur 1 in virgine extitisse. et ex
ea nihilominus sine corporea veritate 1 natus fuisse, quod impium est vel tenuiter suspicare aut 1 non carnem et
ossa sicut se ipse predixit habere ex eadem sumpsisse; 1 que infra cor virginis constant non posse formari sed
caelestem 1 aut aereum corpus malitiose fingatur, secum ex ipsis elementis 1 fantasice suscepisse. Esayas sane
profeta plenus Sancto Spiritu 1 oculo mentís ipso inluminante purgato, cernit et dicit: 1 Adiecit Dominus loqui ad
Acaz dlcens: Pete tibi signum a Domino Deo tuo 1 in profundum inferni sive in excelsum supra; et dixit Acaz: 1
Ñon petam et non temtabo Dominum deum; et dixÜ: Audite ergo 1 domus David numquid parum est vobis mo·
!estos esse hominibus 1 quía molesti estis et Deo meo. Propterea dabit vobis · Dominus ipse signum.

COMENTARIO (Lámina 10/1)

Corresponde esta lámina al manuscrito 1018 de la Biblioteca Nacional de Madrid, adonde


llegó procedente de la biblioteca de la catedral de Toledo, y se reproduce en ella una página
del «Apologético» del abad Samsón de Córdoba, donde probablemente fue escrito en el siglo IX.
La escritura es visigótica redonda típica de la España meridional. Compruébese cómo le cua-
dran las notas que en el tema 9 expusimos como características de los códices visigótico-
mozárabes del primer período (siglos VIII-IX). Obsérvese, empezando por la primera línea. la
forma de las letras s, t, f, r, i corriente e i alta, d recta y d uncial, e en forma de epsilón y
algunas con cedilla, a
bien abierta por arriba y redonda por abajo, u distinguiéndose de la a por
su segundo trazo, g parecida a q, x; y elevada, z, y las mayúsculas que encabezan algunas lí-
neas. Observar especialmente los nexos et y re, er, en, to, rat, fes, ti,. ra, tru, tra (lín. 5). Notar
que el signo general de abreviación está formado (caso raro) por una raya con punto encima;
los signos especiales responden bien a las explicaciones del tema IX. Fijarse en los signos
auxiliares de puntuación, y especialmente el signo de párrafo que está delante del numeral VIII.

161
X/16 PALEOGRAFIA y DIPLOMATICA

162
PALEOGRAFIA Y DIPLOMA TI CA X/ 17

CUADRO (lám!na 10 12)

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LITRAS e! t:T
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163
X/ 18 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (Lámina 10/2)

In Dei omnipotentis nomine et saluatoris nostri lhesu Christi, temporibus domni et piissimi imperatoris
nostri Hludouuici. Nos homines commanentes in castro Lilieto 1 subter notati propter ammorem dei et remedium
anime nostre locum antiquitus uocitatum Sancte Marie uirginis, matris Domini, Sancti Petri et Sancti lohannis bab-
tiste, 1 adiubante domino , una cum antestite nostro domno Sisebuto episcopo ad restaurationis culmen adduximus
et ud potuimus canonice condotauimus illut. Ego 1 enim inprimis seruus Dei presbiter dono et concedo partibus
Sancte Marie, Sancti lohannis , et Sancti Petri . terram cultam quam in honore ipsius eclesie fecimus subtus 1 ipsas
eclesias condaminam modiatas uiginti, et ex alío latere de parte orientis do uinea plantata modiatas tres et terra
culta qui est iuxta ipsa uinea, modiatas decem . Et subtus ipsa terra do et concedo molinarem anticum et duos
boues. Similiter et nos Manzio, Elias et Domnulus donamus 1 et concedimus subtus ipsas eclesias terram cultam
capiente quartatas sex. Ego Longouardus dono ad supradictas eclesias bouem unum. Similiter 1 ego Aspandus
dono et concedo ad supradictas eclesias, in locum qui dicitur ad pogium ex terra arauile, capiente semodio. Hec
omnia sana mente sonoque ani 1 mo ad digna uoluntate ad domum sancte Marie, genetricis domini, ad titulum sancti
Petri et Sancti lohannis Baptiste, damus atque concedimus et obtamus in finem 1 esse mansurum. Ouod si nos ,
iam superius prenotati, id est Seruus Dei presbiter, Mancio, Elias, Domnulus et Longouardus uel quisliuet ex filiis
nostri adque he 1 redes seu quisliuet homo, contra hanc dotem uel donationem uenire temptauerit, primum indig-
nus ira Dei incurrat, postea uero fisco regís insistente prin- 1 cipe uel iudice. auri libras quinque conponere con-
pellatur; in antea uero dotis uel , donatio nostra firma piúmaneat. Facta donatio uel restauratio sub die 1 XV
kalendas decembres anno uuicesimo imperatoris nostri serenissimi Hludouuici agusti. Serbus Dei presbiter qui hanc
donationem manu mea roborabi 1 et signaui. Signum Macioni. Signum Eliani. Signum Domnuli. Signum Longouardi.
Signum Aspandi. Signum Leuuani. Oui hanc dotem uel donationem fieri iussimus . Et tes 1 tes rogauimus qui hic
scriuerent uel signa sua facerent. Sidila presbiter signavi. Asenarius signaui. Abielde signaui 1 XV kalendas de-
cembres restaurata a Sisebuto episcopo et subscribta (signo). 1 Kalorcus abba qui hanc dotem uel donationem
scribsi et signaui die et anñó quo supra: - Exemplar epistolae.

COMENTARIO (Lámina 10/ 21

La lámina 10/2 es reproducción de un documento original que se conserva en el archivo


de la catedral de Seo de Urgel y contiene el acta de consagración de la capilla del castillo de
Lillet en la provincia de Lérida. Se escribió el año 833. Se trata de una escritura visigótica re-
donda, típica de Cataluña, cuya nota interna más característica se manifiesta, al revés que en
otras regiones, en el trazado muy correcto, con las consiguientes facilidades de lectura, aunque
se trate de escritura de documentos, mientras la nota externa más relevante está constituida
por los elementos de escritura carolina que se mezclan con la visigótica. Obsérvese, por ejem-
plo, algunas formas de a en la línea 2 y del nexo st en la línea 1 (castro) y en la línea 2 (bab-
tiste). Por lo demás, la escritura responde bien a las características fundamentales de la visi-
gótica, indicadas en los temas 8 y 9, así en la forma de las letras como de los nexos y abre-
viaturas. Nótese, por ejemplo, la doble forma de e: una de epsilón griega y otra semejante a la
nuestra; las de g, e, r, s. Nótese la presencia de algunos pocos elementos cursivos . El signo ge-
neral de abreviación muy correcto, a base de una raya horizontal.

164
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA X/19

LAMINA 10/3

165
X/20 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION flámina 10/3)

1 rium non audeat in locis suis transferre . Oui contra huc benire temta 1 uerit, inferat fisco nostro auri
libra una et P• ~!;;rea C fldyella <>us 1 cipiat . 1 111. Si transmarinis negotiator mercenna 1 rium pro commercio suo
susceperit. 1 Si quis transmarinus neyotiator mercennarium de sedibus 1 nostris pro begetando commertio susce-
perit . de pro beneficio ei sol idos 1 tres per annum unum, et nihilhominus inpleto placito serbum 1 domino refor-
mare cogatur. 1 De remoben 1 dis pressuris 1 et omnium here 1 ticorum sectis exten 1 ti sliber IIXmus. 1
1 TITULUS : DE TEMPERANDO IU 1 OICIO ET REMOUEDA PRESSura. 1 1 De commotione principis, qua iubetur
ut 1 iudicium temperent iudices. 1 11 Ut nullus ex is, qui populorum accipi 1 unt potestatem iudices et cura. quas-
cumque 1 de populis aut in sumtibus aut dictionibus inquietare 1 pertemtet. 1 Flavius gloriosus Recaredus rex:
De comotione principis , 1 qua iubetur, iudicium temperent iudices. 1 Oui necessariam culpis hominum seberita-
tem disponimus, 1 conbenit, ut Deo placita remedia miseris inpendamus. 1 Obtestamur itaque iudices omnes cune-
tasque, quibus iudican 1 di concessa potestas est, et teste birtutum oínnipoten 1 te Domino, commonemus ad
inuestigandam quidem rei beri 1 tatem in causis omnibus sollerter existere et absque persona 1 rum acceptio-
nem negotiorum omnium contemtiones exam ina 1 re, circa bictas tamen personas hac presertim paupertate 1

COMENTARIO {lámina 10/3)

Se trata de una página del núm . 4667 de los manuscritos latinos de la Biblioteca Nacio-
nal de París, con texto del «Líber iudiciorum». Procede de Gerona, fue escrito el año 828. Es-
critura visigótica redonda del primer período, no demasiado cuidada. Letras, nexos y abreviaturas
responden a las descripciones que tenemos hechas en los dos temas anteriores . Fijarse como
novedad en las letras capitales o mayúsculas del título en el centro, en el pequeño adorno circu-
lar de la izquierda, el signo arbitrario al final de la tercera línea para indicar que las seis últi-
mas letras corresponden a la línea anterior, la forma del signo abreviativo especial de ue; los
signos de puntuación. abundantes y variados. Las posibles influencias carolinas son mínimas, por
no decir nulas.

Se aconseja a los alumnos ampliar este ejercicio práctico sobre algunas de las siguien-
tes láminas: núms. XX, XXII, XXIII del «Tratado de Paleografía», de Millares; núm. 18 de las «Lá-
minas de Paleografía» para uso de los· alumnos de la Cátedra, de la Universidad Complutense ;
números X, XIV, XV de los «Exampla scripturarum latinarum», Pars altera, de A . Canellas, de
donde está tomada esta lámina 10/3.

166
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA X/21

CUADRO (lámina 10/3)

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167
TEMA XI

LA ESCRITURA VISIGOTICO-MOZARABE EN ASTURIAS, LEON,


GALICIA V PORTUGAL

{ 1 o Geográficas
Históricas
l. Influencias ambientales 1' 2. a) En las épocas romana y visi -
goda .
f ' 3. Culturales b) En los primeros tiempos d~ la
Reconquista .
e) En los siglos X al XII.

1 o Documentos reales.
11. Escritura cursiva
2. Documentos particu lares .

~
a) Importados.
11 l. Escritura redonda
\ 1. Códices
b) Indígenas.

1 2. Documentos púb licos

IV. Permane nc ia de la escritura visigótica en Gal icia y PortugaL

169
INSTRUCCIONES

Seguimos. como en el tema anterior, recorriendo el campo de la escritura visigótico-


mozárabe, la llamada nacional española. y examinando a lo largo de la Península Ibérica las di-
ferentes parcelas en que floreció, plasmándose en objetos escritos. conservados hoy, que nos
permiten reconocerla tal y como era. En el tema 10 examinamos la escritura de los objetos
(códices y documentos) que se conservan en Cataluña y en la mitad sur de la Península. En
éste lo haremos con la parte occidental de la mitad norte, donde la abundancia y, sobre todo,
la singularidad de la muestras escritas llegadas hasta nosotros son tales. que constituyen
el filón más rico y más caracterizado no sólo de la visigótica, sino de toda nuestra escritura
medieval.

El método que vamos a seguir en el desarrollo y expos1c1on del tema, será igual que
en el inmediato anterior: noticias, datos y explicaciones teóricas, complementadas con una
parte práctica, a base de ejercicios de lectura, transcripción y observaciones que habrá de rea-
lizar el propio alumno y cuyas normas van junto al grupo de láminas que constituyen el mate-
rial de dichos ejercicios.

El tema suele estar recogido con amplitud en los manuales y tratados de la asignatura,
abundando, además, los, estudios especiales sobre determinados aspectos del mismo. Pero por
las mismas razones alegadas en el tema precedente (falta de sistematización y dispersión
en varios capítulos) nos decidimos a resumirlo aquí y a redactarlo íntegramente dentro del es-
pacio destinados a las Explicaciones complementarias .

ORIENTA ClONES BIBLIOGRAFICAS

Millares, en su «Tratado de Paleografía Española .. , toca el tema, distribuyéndolo entre


los capítulos XI. XII y XIII. Más inconexo todavía se encuentra en la «Paleografía española», de
García Villada, a través de sus capítulos X al XII. Ambos autores en los volúmenes respecti-
vos («Láminas» y «Aibum») de dichas obras, que dedican a la publicación de sendas coleccio-
nes de facsímiles, son pródigos -el segundo especialmente- en ofrecernos abundantes re-
producciones de escritura visigótico-mozárabe relacionada con el tema presente. Sobre los do-
cumentos de los Reyes de Asturias hay algunas publicaciones notables, ya clásicas (Barrau-
Dihigo y Floriano Cumbreño). pero por tratarse de estudios que contemplan principalmente su
aspecto diplomítico o documental, nos referiremos a ellas en la sexta Unidad didáctica del pro-
grama. En cambio, sí merece citarse como novedad bibliográfica más reciente las ·Conside-
raciones sobre la escritura visigótica cursiva• (León, 1973). publicadas por Millares Cario.

171
EXPLICACIONES COMPLEMENTA~IAS

l. INFLUENCIAS AMBIENTALES

la amplia región que vamos a enJUICiar desde el punto de vista de la escritura y que
en términos generales se corresponde con el antiguo reino astur-leonés ·a lo largo de los si-
glos VIII-XII. presenta en sí misma. desde el punto de vista de la geografía, de la historia ·y de la
cultura, características muy importantes que influyerort apreciablemente en ·sus sistemas y mo-
dos de escribir.

1. Geográficas. Una parte considerable de esa reg10n se caracteriza por su orografía


montañosa y abrupta. que la háce difícilmente accesible. De ahí, su aislamiento durante las
épocas romana y visigoda. quedando al margen de las calzadas y vías importantes; de ahí
también, las ventajas que ofrecía como refugio a los fugitivos de guerras e invasiones y la po-
sibilidad de resistir con eficacia a los invasores. Ha de pasar tiempo hasta que ese aisla~ien­
to geográfico se rompa con la extensión hacia las tierras llanas del Sur y el Este. de los pri-
mitivos límites del reino astur-leonés.

2. Históricas. A esas condiciones geográficas de aislamiento y separac10n impuestas


por la naturaleza, se unen razones históricas que conspiran al mismo fin. Después de la inva-
sión árabe y a raíz de la batalla de Covadonga. durante más de dos siglos. los habitantes de
esas· regiones vivieron en lucha continua con el invasor , sin más mirar que hacia las fronteras
musulmanas de un lado o de otro, y sin más pensar que en defenderse del enemigo o atacarle
cuando era posible. Todo lo demás era un lujo que no interesaba o interesaba muy secunda-
riamente. Sólo cuando la victoria se va consolidando. aquella sociedad empieza a abrirse. en
el decurso del siglo X. a otros problemas y a otros planteamientos que no sean el puro luc~ar
para subsistir. Luego vendrán las especiales relaciones con Navarra y Castilla y , al fin , la unión
con el segundo de dichos estados . coincidiendo con el incremento de las peregrinaciones a
Compostela. que iba a constituir otra gran vía de apertura e intercomunicación.

3. Culturales. De semejantes premisas. naturales e históricas. no podía salir, en el


orden cultural más que esta triple conclusión:

a) Durante la época romana y la visigoda las manifestaciones culturales fueron pobres


y rudimentarias, así en clase como en cantidad, sin que surgiera allá centro alguno de saber
y erudición comparable , por ejemplo. en su producción bibliográfica con Sevilla. Mérida. Toledo .
Zaragoza. Tarragona. Sólo por la vía eclesiástica llegaron tardíamente los libros y la escritura
como vehículo comunicador de ideas y de doctrinas. San Martín de Dumio en el siglo VI y San
Fructuoso de Braga en el VIl. con la serie de monasterios por él fundados . representan el posi-
ble ambiente de cultura y letras que floreció en estas regiones del noroeste peninsular y que .
ciertamente, no dejó de manifestarse en una discreta producción de manuscritos . Sería intere-

173
Xl/6 PALEOGRAFIA Y DIPLO MATICA

sante, por ejemplo, conocer los que escribió de su mano, a fines del siglo VIl, San Valerio, el
solitario del Bierzo; y, en concreto, qué clase de letra empleó para escribirlos en un momento
en que la visigótica estaba ya formada o a punto de formarse.

b) Durante los dos primeros siglos de la Reconquista el panorama cultural y literario


sigue siendo igualmente pobre. A aquellas dos o tres generaciones de hispanos les bastaba.
en el orden espiritual, con su profunda fe religiosa que se concretaba en un cierto sentido de
la vida, místico y devoto. Todo lo demás. incluidas las letras y los libros, eran artículos de lujo
cuyo consumo había de reducirse al mínimum.

e) Sólo a través de algunos elementos distinguidos del estamento civil y eclesiástico


que se refugian en las montañas de Asturias, León y Galicia, pudieron llegar en los primeros
momentos restos de la esplendorosa cultura visigoda, incrementados más tarde con aportacio-
nes de los mozárabes que vienen del Sur e intensificadas luego gracias a un mayor contacto
con los otros reinos cristianos limítrofes. No hay duda, por ejemplo, de que casi en sus albo-
res, la corte de Oviedo tiene sus preocupaciones culturales que se revelan en los monumen-
tos del llamado arte asturiano o neovisigótico, así como en los intercambios de personas y
material literario con otras regiones españolas y europeas.

Todo lo cual va a contribuir a crear un panorama gráfico de características variadas y


singulares, que se revelarán, de una parte y muy poderosamente, en la escritura de documen-
tos; de otra, en la de códices; y finalmente, en la tenacidad con que la escritura visigótico-
mozárabe se resiste a desaparecer en algunas de estas regione s .

11. ESCRITURA CURSIVA

Las primeras muestras escritas que pueden registrarse después de iniciada la Recon-
quista, en cualquiera de las tres regiones que se especifican en el título de esta lección, son
de carácter cursivo, y corresponden todas al campo de los documentos. Por eso, y al contrario
de cómo hemos procedido hasta ahora, empezamos nuestro examen y observaciones gráficas
no por códices, sino por diplomas, distinguiendo entre los que proceden del Rey como la más
alta autoridad y los que proceden de instituciones o personas inferiores. pertenecientes a dis-
tintas categorías socia les .

1. Documentos reales. Se han conservado, procedentes de reyes asturianos y leone-


ses. los siguientes:

a) Uno del siglo VIII, otorgado por el Rey Silo el año 775. que se guarda en la catedral
de León y que hoy por hoy resulta ser el documento original más antiguo de toda la Península
que ha ll egado hasta nosotros. Es pieza única que ha polarizado una abundantísima bibliografía.
cuyo título más reciente puede ser el del volumen de la colección .. Joyas Bibliográficas .. (« Pre-
ceptum Regis Si lonis .. ). con estud ios de Millares Cario. Lapesa y García de Valdeavellano .

b) Dos del siglo IX, correspondi ente e l más antiguo (año 860) al Rey Ordoño 1, mientras
e l segundo . del Rey Alfonso 111, está fechado e l año 875 . Se conservan ambos en e l archivo de
la catedra l de León y han sido repetidamente publicados.

e) En años del sig lo X y del siglo XI están datados una serie de documentos originales
correspondientes a monarcas de Asturias y León . desde Alfonso 111 hasta Bermudo 111 . que es
el último de dichos reyes. muerto en 1037. La mayoría de esos diplomas . se conservan en e l
Archivo Histórico Nacional de Madrid, en fondos procedentes de monasterios de Asturias (Bel-

174
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA Xl/ 7

monte). Galicia (S'amos). León (Sahagún). sin dejar de haber algunos más en catedrales o igle-
sias de dichas tres regiones. especialmente la de León.

Coinciden plenamente todos estos documentos. desde el más reciente al más antiguo.
en una escritura cursiva muy típica, tanto que basta la ausencia de esa cursividad para que se
rechace como falso por los especialistas cualquier documento público que pretenda hacerse
pasar como escrito antes de 1037 dentro de las fronteras del reino leonés.

La uniformidad de dicha escritura cursiva no se rompe si no es en detalles accidentales


y secundarios que, por ejemplo, tienen que ver con la mayor o menor antigüedad de la pieza
escrita así como con las manos que escriben : ora más hábiles y expertas, ora menos. En gene-
ral. se habla de cierta tosquedad gráfica, como nota distintiva de estos documentos reales;
pero la verdad es que no faltan ejemplares. donde, dentro de lo cursivo de la letra, el escriba
procedió, como experto en el arte de la pluma. con gran seguridad y soltura. Tampoco es to-
talmente válida la afirmación de que cuanto más antiguos, más tosca es la letra; pues si puede
valer para el diploma del Rey Silo en el siglo VIII. no vale. en cambio , para los del siglo IX.

2. Documentos particulares, es decir, no reales. y procedentes. por consiguiente . de ins-


tituciones o personas de rango inferior (personajes civiles o eclesiásticos. iglesias. monasterios .
simples ciudadanos) que figuran como autores de la acción jurídica contenida en las respec-
tivas piezas documentales. Aunque consta que los hubo correspondientes al siglo VIII, ninguno
de ellos ha llegado hasta nosotros. Los hay, en cambio, del siglo IX. bien que en cantidad muy
pequeña, y se conservan repartidos entre el Archivo Histórico Nacional (fondo de Sahagún). los
archivos catedrales de León y Oviedo y algunos otros . Pero lo más importante desde nuestro
punto de vista no es el número, sino su calidad gráfica que se resuelve para todos en un tipo
de escritura cursiva, de corte · parecido a la de los documentos reales que acabamos de ver . El
paralelo, sin embargo, no es constante, pues mientras en aquéllos la cursiva se mantiene libre
de otras influencias gráficas hasta el año 1037, en éstos empiezan a dejarse sentir relativamen-
te pronto (siglo X) influjos de la visigótica redonda. pudiendo, dentro aún de la propia centu-
ria décima, distinguirse documentos particulares en neta cursiva , documentos en redonda . y
algunos con mezcla de una y otra. que los autores llaman semicursiva.

Geográficamente. el fenómeno de esta triple manifestación gráfica en el terreno docu-


mental tiene unos límites claros, en el sentido de que a medida que los documentos se acer-
can hacia Castilla y la zona oriental, se impone la escritura redonda; mientras que, según se
desplazan hacia Galicia y Portugal, se mantiene la cursiva auténtica.

Sobre la forma de letras . nexos , signos. etc .. que presentan estas series de documentos
en cualquiera de las variedades gráficas que decimos , vale lo dicho en los temas 8 y 9 acerca
de la escritura visigótica en general. que tiene aquí sus aplicaciones concretas .

111. ESCRITURA REDONDA

De su presencia en el reino astur-leonés durante los siglos VIII y IX, no tenemos demos-
tración alguna palpable, ni noticias expresas de que se empleara. Sin embargo, y por indicios
que en seguida vamos a considerar. su uso allí resulta posible y aun probable. aunque en pro-
porción pequeña.

1. Códices. Importa mucho distinguir entre códices importados y códices indígenas o.


lo que es lo mismo, escritos fuera de las regiones que· nos interesan y traídos a ellas por la
vía que fuere o escritos materialmente dentro de esas regiones.

175
Xl/ 8 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

a) Importados. Es seguro que vinieron a Asturias casi desde los comienzos de la Re-
conquista y que hasta el siglo XI inclusive no dejaron de atravesar las fronteras leonesas. Su
procedencia varía desde ser traídos por los primeros emigrantes y refugiados cristianos que
huyen de la invasión agarena, hasta formar en el bagaje de personas que acuden con misiones
y encargos a la corte de Asturias o de algún peregrino de los primeros tiempos que viajó a
Compostela. Pero el principal cauce de acceso hay que buscarlo en las emigraciones mozára-
bes de los siglos IX y X y en el intercambio que desde la centuria décima se intensifica entre
centros culturales leoneses -monasterios principalmente- y los de otras regiones . empezan-
do por Castilla.

La escritura de todos estos manuscritos importados partimos del supuesto que es la vi-
sigótica, pues, de lo contrario. no tendrían , razón de ser en este tema; y dentro de dicho gé·
nero escritura! debió de preponderar la letra redonda. Ante cuya hipótesis no deja de sorpren·
dernos el hecho de que dicha escritura redonda no transcendiera para nada y en mucho tiem-
po al campo de los documentos que hemos visto mantenerse cerradamente cursivos .

Entre dichos manuscritos de importación figuran algunos de los que vimos en el tema
anterior haber sido escritos en Córdoba o en Toledo.

b) Indígenas. Insistimos en la falta posiblemente total de códices conservados actua l-


mente, escritos durante los siglos VIII y IX en regiones del reino. astur-leonés. Si alguno se in-
tenta adjudicar por los especialistas al siglo IX, ló hacen con pocas seguridades y, en cualquier
hipótesis. situándolo casi al filo de la centuria décima; pues tal es el caso del fragmento de un
Beato que se conserva en Silos y cuya procedencia leonesa se razona por el trazado pobre
y rudimentario de su escritura, aunque ésta sea visigótica redonda. Ni siquiera los ejemplares
que, en sentir de algunos autores. pudieron formar en la supuesta biblioteca de los primeros
reyes asturianos. es seguro que fueran todos escritos en tierras pertenecientes al dominio de
dichos reyes.

El siglo de oro de los códices visigótico-mozárabes en tierras de León puede decirse que
es el siglo X y que llega hasta la primera mitad del XI. La afirmación puede hacerse. no discu-
rriendo a priori, sino a vista de los ejemplares que se conservan . Proceden éstos casi en su to-
talidad de centros eclesiásticos, por no decir monasteriales. Pero su presencia basta para con-
cluir que la actividad escriptoria de la mayoría de dichos centros durante las centuri as X y XI
hubo de ser considerable. Que lo fuera más en unos monasterios que en otros es evidente, y
la calidad extraordinaria de algunos ejemplares, así en su escritura como en su ornamen-
tación, explica el que se hayan conservado, mientras que para la conservación de otros, de he-
chura más corriente, hubo menos solicitud y debieron de perderse.

Entre dichos ejemplares conservados. merecen citarse: los seis o siete Beatos -con
ese nombre son conocidos- universalmente los códices que contienen el Comentario de Beato
de Liébana (siglo VIII) al Apocalipsis-, repartidos hoy entre las bibliotecas N'acional de Ma-
drid. catedralic ias de Gerona y Burgo de Osma , universitaria de Valladolid, la Pierpont Morgan
de Nueva York. el Archivo Histórico Nacional y el Monasterio de Silos . A los cuales hay que
añadir también com·o piezas extraordinarias la famosa Biblia y el antifonario de la catedral de
León, el Diurno o Libro de Horas de Fernando 1 en la biblioteca universitaria de Santiago y otros
que figuran en los catálogos de códices visigóticos de Millares y García Villada que acompañan
a sus repectivos tratados o manuales, así como en la ·Exposición de códices miniados espa-
ñoles• . de Domínguez Bordona y en la ·Collectanea Hispanüia•. de Upson Clark. Algunos mo-
nasterios de la región leonesa (Escalada, Távara, Carracedo, Valcavado) ya dijimos que tienen
su nombre estrechamente ligado a la producción de estos manuscritos.
.-
176
PALEOGAAFIA Y DIPLOMATICA Xl / 9

Una de las características de este grupo de manuscritos leoneses está. precisamente .


en la extraordinaria importancia de su aspecto miniaturístico y ornamental. En el aspecto pura-
mente gráfico baste decir que casi todos se encuadran en el tercer período de la escritura vi-
sigótica o mozárabe. el que hemos llamado de perfección. pues aparte los detalles específicos
en letras. nexos y signos. el conjunto escrito responde a las notas distintivas que los paleógra-
fos vienen asignando a los códices de la escuela leonesa.

2. Documentos. Ya hemos indicado que la típica cursiva astur-leonesa que caracterizó


durante los siglos VIII, IX y X. así a documentos públicos o reales como a particulares o pri-
vados. llegó un momento en que cedió ante la redonda. la cual empezó a invadir. primero . el
campo de los documentos particulares y, luego. el de los públicos. La invasión vino por el Este
y procedía de Castilla y Navarra. al amparo de las más intensas relaciones surgidas durante los
siglos X-XI entre el reino de León y dichos dos estados .

El fenómeno afectó antes a los documentos privados que a los públicos; pero. en gene-
ral. hasta el siglo XI no parece pueda hablarse. para unos ni para otros, de verdadera escritura
redonda. la cual. por añadidura, rara vez se vio libre de resabios cursivos. Incluso. algún docu-
mento del primer Rey castellano-leonés, Fernando l. presenta en su trazado tal carga de cur-
sividad que algunos autores a su escritura todavía la consideran cursiva. Ya veremos. al estu-
diar los documentos castellanos de los siglos X y XI cómo manifiestan, a la inversa, el mismo
fenómeno: su escritura propia. que es la redonda. con frecuencia aparece salpicada de in-
fluencias cursivas.

111. PERMANENCIA DE LA ESCRITURA VISIGOTICA

Junto a la nota típica. de carácter interno, que supone el singular trazado cursivo de
las primeras series de documentos asturianos y leoneses, hay otra nota externa que ca-
racteriza especialmente la escritura visigótico-mozárabe y el empleo de la misma dentro de
los límites del reino de León: su continuidad hasta fines del siglo XII y comLenzos del XIII.

En el tema 14 estudiaremos el cambio de escritura que durante los siglos XI-XII se opera
en casi toda la Península a favor de la carolina y en contra de la visigótica; pero las especia-
les condiciones geográficas e históricas del reino de León. que ya hemos puesto de relieve.
van a tr~er como consecuencia una cierta lentitud en la desaparición allí de la segunda, que
se repliega hacia las regiones occidentales y se atrinchera en reductos de Portugal y Galicia
hasta bien entrada la centuria XIII.

El fenómeno se da, por igual. en códices que en documentos. Y así. ha habido autores
especializados en el estudio de los primeros. que hablan de un grupo de manuscritos visigóti-
cos tardíos. al cual llaman del Oeste o lusitano. y del cual quedan algunos ejemplares, en su
mayoría fragmentarios·. que se conservan en colecciones de Oporto. Braga . Oreñse . Coimbra ;
todos tienen fechas tardías del siglo XII.

En cuestión de documentos. esa calidad de tardíos se acentúa. habiendo podido llegar


a señalarse piezas del siglo XIII -en concreto, una del año 1234- escrita en v isigótica. Du-
rante la segunda mitad del :X:II dichas piezas son algo casi normal en Galicia y norte de Por-
tugal, con una circunstancia agravante en pro de lo visigótico y de lo cursivo: la ausencia
casi absoluta de elementos gráficos carolinos. cuyo sistema veremos -en el citado tema 14-
que estaba entronizada ya en toda la Península.

177
EJERCICIOS PRACTICOS

Repetirnos como introducción a estos ejerc1c 1os cuanto dijimos con rel ac ión a los del
tema anterior . Las láminas serán aquí 11 / 1. 11 / 2. 11 / 3. reproduciendo respectivamente el con-
junto escrito de tres documentos. todos en letra cursiva . pero de distintas modalidades . Las
tres láminas ll evarán la correspondiente transcripción, cuadro de letras. nexos y abreviatu·
ras . más el comentario pertinente.

179
Xl/ 12 PALEOGRAFIA y DIPLOMATICA

LAMINA 11 / 1

180
Xl / 13
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATI CA

CUADRO (lámina 11 / 1)

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18 1
Xl/14 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATJCA

TRANSCRIPCION (lámina 11/1)

(Christus). In Dei nomine. Nos nepti 1 Sobani Ualerius filius loanni. Sobanus et Galindoni et Petrus filius
Flacino. 1 Abbodimius. filius Maximi, uobis domno Uizentius abba uel collegio fratrum sanctorum Facundi et Primi-
tibi in Domino 1 Deo eternam salutem. Ideo placuit nObis iam superius nominatos et accessit uolomtas, promto
animo 1 spontanea nostra uolumtate ut uinderemus Íiobis uillare quem abuimos de nostro abio Sobano in loco
predicto 1 in. Tascetello per suis terminis: de una parte termino de Mennino; de alia parte per illum lumbbum qui
descendet ac cobella 1 et per regum de illa fonte subtuc Cobella que descendet ad Spinareto rego maiore P.t
usque in ter-mino de Mennino et ut supra 1 diximus per ipsum pandum de Zerbas; infra ipsos terminos quod in
carta resonat medietatem uobis concedimus quam abuimus 1 comune cum erede nostro Liuerio ex integro ipsa
medietate. et alium bustum iusta ipsum terminum de Spinaretum usque 1 in illa Cobella concedimus uobis in eo
tertia portione usque in termino de Uislafredo. quam abuimus de abio nostro Petro. 1 in ipso busto tertia portione
ab integro e.t quod iam superius nominabimus ipsa medietate per suis term inis et anc tertia portione 1 ab integro
concedimus uobis ad arandum ad dominandum ad possidendum ad uindendum terris. petris, pascuis, padulibus.
fontes aquarum: pro eo quod accepimus de uobis pretio quantum nobi s uolumtas fuit et bene conplacuit 1 VI.
modios de ciuaria, uenape una, saia una, arietes duos, kaysos 1111 .', et suno (sic ) sub uno adpretiato modios XX.'
(sic) 1 et de pretio aput uos nicil remansit in deuitum: ita ut de odie die et tempore sit de nostro iure abstersa
et in nostro (sic) dominio 1 concessa abeatis. teneatis, uindicetis adque posideatis uos uel posteritas uestra Si
quis tamen anc cartulam 1 ad disrumpendum uenent an nos an liliiS an al14ua subrogita persona 4uem nos uindi-
care non ualuerimus ut abeatis 1 potestatem ad prehendere de nos ipsa e-reditate per suis terminis duplata uel
quamtum aput uos fuerit meliorata et uobis 1 perpetim auiturum. Notum die 1111 idus agustás. era DCCCCLXLIII.
Regnante Ordonius rex in Legione. 1
(Christus) Ego Ualerius et Sobanus et Petrus et Galindoni et Abbodimius manus nos tras ro[boramus J
(signos) 1 qui preses fuerunt: Feles testis, Braolio testis. Olalio de Barbatello testis. Gutierri testis. Assu ri testis .
Secundini testis . Todimiro testis; 1 Placinus iudex. testis. Uinzenti testi s; e Sancti Micaheli, Benantius, conuersi frater
Uictor. 1
(Línea inferior): et alias piures .

COMENTARIO (Lámina 11/1)

La lámina 11/1 es reproducción de un documento privado, del fondo de Sahagún en el


Archivo Histórico Nacional, cuyo contenido consiste en una venta de propiedades que varias
personas hacen al monasterio de dicho nombre . Está escrito el año 955; la escritura es típica
cursiva leonesa, pero de ' trazado correcto, llevado con soltura y gracia. Obsérvese en primer
lugar el signo inicial del documento, a la izquierda, con aparente forma de f, cortada por otro
signo parecido a una clave musical. Se trata de la palabra Christus a base de letras griegas.
bastante degeneradas en este caso, que sería prolijo explicar. Nos remi timos al correspondien-
te tema de este mismo programa. el 27, en que se habla de las partes del documento. y ésta
es una de ellas. Ahora baste saber que puede transcribirse como Christus o como (crismón).
Siguiendo con la línea primera, nos encontramos dos signos generales de abreviación de for-
mas caprichosas. luego los nexos ti y fi, un signo de puntuación , la forma de a cursiva con su
primer trazo en alto. el signo abreviativo especial de us, la forma inidentif icab le de t en et, la
forma de g en ga, e l nexo on, la forma de i (muy rara) en fi. En la línea se~unda notar el signo
especia l de is en vobis, la forma de z. el signo abreviativo general en vel, el signo especial de
un en sanctorum.

(Seguir así, observando el p·ropio alumno lo que de notable puede haber dentro de cada
línea en relación con letras. nexos, signos especiales y abreviaturas.)

182
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATI CA
Xl/ 15

LAMINA 11 / 2

183
Xl / 16 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (Lámina 11/2)

(Christus) Hordonius patri Fronimio episcopo. Per huius nostrae preceptionis iussionem ¡ donamus atque
concedimos tibi loca quod est ex nostra proprietate. id est secus flubio Lena ecclesiam 1 uocabulo Sanctae Aeu-
laliae que est fundata in uilla Ussio ; adicimus etiam aliam baselicam sancte Mar iae et Sl!b / ea aliam decaniam ubi est
monasterius Sancti Martini iuxta amne Aliere nomine in Uilla Sauceta cum edifici is 1 ornatus aeclesiae l ibros.
uineas. pomipherares. terras tam quod odie ibi uidetur permanere quam etiam 1 quod homines laici inlic ite de
ipsa ratione optinent uel monachi neclegentes ex ipsa loca extraneauerunt 1 quod omnia rig iliter adprehende et
post partem eclesie restitue et firmissime o[b)tine, et ex omni circui 1 tu de ipsa iam dicta loca prout canones
docent dextros eorum pone pro corpora tumulanda et pro subsidio / fratrum. Si autem pro eandem loca petitor
quislibet euenerit tibi ad nostram ocurre presentiam 1 qualiter cum nostro aduertere pars eorum intendant iudicio
et prout est proprium per omnia sit confirmatum 1 tibi et monachis tuis perenniter abiturum. Notum die 111.'
kalendas iulias era DCCCLXLVIII.' 1 (Christus) Ranemirus . (Christus) Benignus diaconus testis (signo) ¡ (Chris-
tus) Froila . (Chrlstus) Guttiher. (Chrlstus) Hordonius (signo). 1 (Christus) Sigericus archediaconus. (Chrlstus)
Adefonsus confirmans (signo).

COMENTARIO (Lámina 11/2)

La lámina 11 / 2 reproduce una de las piezas más típi cas y representativas de la visigóti-
ca cursiva astur-leonesa en su mejor época. Se trata del documento 978 del archivo catedral
de León, según e l cual Ordoño 1 concede al obispo Frunimio la ig lesia de Santa Eu lalia en la
villa de Ujo. junto con otra basílica cabe e l río Aller. Fue escrito el año 860 por mano muy ex-
perta. Al margen de la buena impresión que produce al lector la homogeneidad. la soltura y la
seguridad del conjunto escrito, el alumno debe fijar su atención en los siguientes detalles:

Línea 1: forma de las letras h, s, p, f, i alta y e caudada ; nexos de tri, fron, ostre, rec,
em. Línea 2: letras a, t, u, x, q, 1, o; nexos de atq, nec, quod, ri, etate, fleu; signos abreviati-
vos de us. Linea 3: nexos de cte, en, ata, as, et. Línea 4: nexos de ali, asteri, ti, arti, fL Línea 4 :
nexo de at y signo de us. Línea 5: letra g; nexo de nt. Línea 8: forma de i en el nexo de io.
Línea · 9: forma de i en el nexo qi. Línea 10: abreviatura de rum. Línea 11: abreviatura de per y
de tum. Son de gran interés en su parte inferior, aparte el signo de crismón que se repite
y las proporciones de las letras. los signos personales de autenticación que. convertidos en
vistosos monogramas, acompañan a algunos nombres.

11!4
PALEOGRAFIA V · DIPLOMATIC A Xl/ 17

CUADRO (lámina 11 /2)

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185
Xl / 18 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

LAMINA 11/3

TRANSCRIPCION (Lámina 11 /3)

Christus. In Dei nomine. Ego Potentia, una cum flliis mels Lup. Rapinatus et Siseuutus. uobis domino Rece-
suindus abba. 1 simu l cum congregatione sanctorum Facundi et Primitiui, in Christo salutem. amen. Placuit nobis
bone pacis animo. 1 ut uinderemus uopis unam portionem in terras quas auemus in locum quod uocitant Fontes.
de termino Uilla 1 Ellas. usque in Uilla de Cordobeses : de alía parte, Uilla de Abomalla. et a parte orientis, ca-
rrale qui dis 1 currit ad Melcare. Omnia quantum ibídem de nostra portione inueneritis. ab integro uobis con-
cedimos. pro quo 1 et accepimus de uobis in pretio alihaf et ariete 1111"'. quantum nobis bene conplacuit: abea-
tis , 1 uindicetis uos et omnis posteritas uestra iuri quieto. Ouod si aliquis ex eredibus aut filiis. neptis 1 uel
extraneis uos pro ipsa terra inquietare uoluerit , quem nos in iudicio uindicare non potuerimus. quomodo 1 parle-
mus uobis ipsa terra duplata. uel quantum a uobis fuerit meliorata. Facta cartuJa uindictionis XI III kalendas lullias. 1
era DCCCCLXXVIIII.'

Christus Potentia hanc cartulam uindictionis quam fieri uolui. manu propia (signo) roborabi.

(Col. a) Christus Lup confimans.-Christus Rapinatus confirmaos (signo). Christus Siseuutus confirmans
(signo).- Christus Maurellus, arbiter, testis (signo.) - Christus Leanter. iudex, testis (signo).-Christus Abaiub.
ídem arbiter. testis (signo).-Christus.-Christus.

(Col. b) Christus Abolfeta, testis (signo).-Christus Abolkazem. testis (signo).- Christus Mairellus. testis
(signo).-Chistus Rudericus, confessor. testis (slgno).-Christus Stefanus. confessor. testis (Signo).

(Col. e) Christus Anagildus . testis (signo}.- Christus Baldemarus. testis . (signo).- Christus Christoforus.
testis (slgno}.- Christus Felix. qui quasi confessor uocor, scripsi (signo).

186
Xl / 19
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

CUADRO (lámina 11 / 3)

LETRAS HO.OS
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A ~ í ~ GR..E ~ TE.~

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187
Xl / 20 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

COMENTARIOS (Lámina 11/3)

Se trata de un documento privado, cuyo original existe en el fondo de Sahagún del Ar-
chivo Histórico Nacional ; su texto se refiere a una compraventa hecha a dicho monasterio -el
de Sahagún- por personas particulares; su fecha es de 18 de junio de 941, en cuyo día es de
suponer que se escribió materialmente. Su escritura constituye un buen ejemplo de cursiva
leonesa del siglo X en su mitad . cuando va quedando ya un poco lejos la primitiva cursiva as-
turleonesa, cuyo trazado , así en letras como en nexos. resultaba más complicado y. difícil; po-
sible prueba de la influencia de la escritura redonda a que hemos aludido en la parte doctrinal
del tema . En nuestra lámina merecen notarse los siguientes fenómenos gráficos:

1. Formas de las letras a, d, e, f, g, i alargada hacia abajo, n, p, t, u, x.

2. Nexos de ti, fi, ra, re, on, gr, or, ri, ten, amen, er terras tan, tes, rte, rale, om, eri,
gro, osteri, tra, etare, con, ts.

3. Signos especiales. Abundan los de puntuación. Hay dos grupos de números roma-
nos, uno en la línea 6, donde a las cuatro íes seguidas se añaden las letras or como desinencia
de la palabra quattuor, y otro en la línea 9-10 para expresar la fecha, donde son de notar la
forma de ele , la unión de las dos equis. y el detalle · de la uve, invadida y deformada por el
palo de la p de la línea de encima (es frecuente en la lámina ese fenómeno de que las letras
de palos altos o bajos incidan en las de las líneas inmediatas; por ejemplo, al final de las lí-
neas 8 y 9) . Signos criptográficos o escritura cifrada puede haberlos en el monograma auten-
ticador del escriba. al final de todo, abajo a la derecha. Las abreviaturas son normales, así las
de signo general como las de especial: dei, nomine, mein, uobis, domino, en la línea 1.

El alumno puede observar en esta lámina con más facilidad que en otras los siguientes
fenómenos: Primero, la abreviatura de Christus (o crismón) a que nos hemos referido en la lá:
mina 11 / 1 y que aquí se ve con más claridad al principio del documento en el margen izquier-
do y. luego, en la parte inferior, delante del nombre de los confirmantes , testigos y escriba.
A hacer comprender mejor los elementos que entran en dicho signo -verdadero monogra-
ma- puede contribuir la palabra Christo que aparece a mitad de la segunda línea. expresada
mediante tres letras y un signo abreviativo ; aparentemente las dos letras primeras son una x
y una p latinas; pero en realidad se trata de una ji y una ro griegas. evocando el nombre grie-
go de XpLO"'to~. Segundo, interesa hacer notar las grafías de la palabra confirmaos y de la pa-
labra testis en las dos columnas de nombres que ocupan la parte baja . Tercero. los signos
personales que se observan a la derecha de algunos de esos nombres .

El presente ejercicio práctico puede completarse, repitiéndolo sobre alguna de las si-
guientes láminas: numeros 20, 22, 25, 26. 28 de las "Láminas de la Cátedra de Paleografía
(Universidad Complutense); números XXII, XXIII. XXVII de los «Exampla scripturarumM, Pars
altera, de A . Canellas.

188
TEMA XII

LA ESCRITURA VISIGOTICO-MOZARABE EN CASTILLA,


NAVARRA V ARAGON

ESOUE.MA/RESUMEN

1. Ambiente histórico·cultural.
l. Castilla 2. Escritura de códices. La escuela castellana y las grandes abadías.
3. Escritura de documentos. Decadencia de la visigótica.

1. Falta de códices.
11. Navarra
2. Escasez de documentos.

1. Códices. Manuscritos de San Juan de la Peña.


111. Aragón
2. Documentos. Persistencia de la visigótica.
INSTRUCCIONES

Reunimos en el presente tema los datos fund amentales. refe re ntes al uso de la escritura
visigótico-m ozárabe en los tres estados o reinos cristi anos peninsulares (Castilla, Navarra y
Aragón) que podríamos llamar centrales, en cua nto que están situados entre los otros estados
más extremos, el astu r-leo nés a la izquierda, y el cata lán a la derecha .

El hec ho de agrupar, dentro del gran campo de la esc ritura v i sigót i ~a. esas t res parc e-
las, se apoya en razones intrín secas , derivadas de la af inidad gráfic a que muestran los objet os
portadores de di cha escr itura que se nos han conservado, procedentes de di chas tres reg iones.
A lo cual se une otr a razón , de orde n práctico y externo: la de que el cauda l de t ales objetos
y su problemát ica correspondiente resultan de unas proporciones adecuadas para resumirlos
en una sola lección, ya que f rente a la producción castel lana, abundante y selecta al mismo
t iempo, la aragonesa y la navarra se caracter izan por la escasez de piezas escrit as conserva-
das, al menos en determinadas épocas y en determ inado sector.

El te ma, tal y co mo aquí lo enunciamos, tampoco se e ncu entra expuesto ni sist ematiza-
do en manu ales o tratados de la asig natura. Por eso haremos de él expos ición comp leta, en
el apartado de Expl icac iones comp lementar ias . estructurándolo en form a análoga a la de los dos
anteriores, sobre la base de una parte teórica y ot ra práctica, a la cua l el alumno debe segu ir
prestando par•i cu lar atención y dedicarle el mayor ti empo pos ible.

ORIENTACIONES BIBLIOGRAFICAS

Seg uimos refiriéndonos a los dos autores tradiciona les. citados repetidamente en los
temas que anteceden : M illar es Cario con su .. Tratad o de Paleografía .. , y García Villada con su
«Paleografía Española ... Las correspondientes notici as y explicac iones se encuentran repartidas
entre los capítu los XI a XIV de MiUares, y XI , XII , XIII . XVI I de García Vi l lada . Monografías o
traba jos espec iales más o menos re lacionados con el tema , hay algunos; por ej emplo, e l de
M . Usón , "Contribución al estudio de la cultura medieval aragonesa. ~a escr itura en Aragón
del siglo XI al XV I .. , Zaragoza, 1940 ; el de A. Ubieto, «¿Con qué ti po de letra se escribió en
Navarra hace mil años? .. (Revista de Arch ivos. Bibl iotecas y Museos. LXIII , 1957). y el de
J. Pérez de Urbel, «El monasterio de Valeránica y su escritqrio .. (Homenaje a Don Agustín
M illares , 11 . 1975).

191
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

Como en los dos temas anteriores, enjuiciaremos por separado los aspectos paleográ-
ficos de las tres regiones a que se refiere el título de la lección. Dentro de cada una, interesa
conocer las notas características de los dos grupos principales de objetos escritos que han lle-
gado hasta nosotros (códices y documentos). así como las causas amb ientales que influyeron
o pudieron influir en dichas notas.

l. CASTILLA

Con este nombre queremos referirnos al conjunto de tierras y gentes que, en un momen-
to dado, se sustrajeron a la jurisdicción del reino astur-leonés y llegaron, con la incorporación
de nuevas regiones, a crear un estado independiente , primero como condado , y luego como
reino. En cuanto al tiempo . dicho conjunto geográfico-político nos interesa mientras se empleó
o pudo emplearse en él la escritura visigótico-mozárabe, o sea. desde el siglo VIII al siglo XIII.

1. Ambiente histórico-cultural. En la historia de Castilla hay que distinguir estas tres


etapas: Primera. de los condes dependientes o sometidos a la autoridad de los reyes de Astu-

1 rias y León, que dura hasta mitad del siglo X. Segunda. de los condes independientes . hasta el
año 1032 . Tercera . desde que Castilla se convierte en reino (1035) hasta la desaparición de la
escritura visigótica, mediado ya el siglo XII. Estos cambios en el tiempo y en la política irán
acompañados de cambios geográficos . casi siempre positivos , con el consiguiente aumento del
territorio .

En todos sus momentos . el perfil humano de esta reg10n presenta una serie de rasgos
peculiares gue. según los historiadores, pueden resumirse así: Espíritu de independencia con
relación al centralismo leonés; sentido más popular y democrático de sus instituciones; nuevo
concepto del derecho y más agilidad en su ap licación ; mayor vigor y fuerza creadora en el te-
rreno literario; extraordinaria personalidad de su romance; apertura a las corr.ientes culturales
de otras regiones .

Tal conjunto de circunstancias pudi3ron influir en el triple estadio por que pasaron los
usos y maneras de escribir dentro del ciclo de la escritura visigótico-mozárabe. a saber: Un
primer estadio en que su escritura coincidiría con la del reino astur-leonés; un segundo. de
cambio a formas más correctas y elegantes que desde Castilla empezarán a influir en León.
Aragón y Navarra: Ufl tercero , de permeabilidad a las influencias gráfi cas caro linas o trance·
sas. que será en Castilla donde triunfen más pronto y con más fuerza. para de allí propagarse
a otras regiones de la Península .

193
Xll / 6 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

De dichos tres estadio o períodos. el segundo es el más importante . y a darle importan-


cia contribuyeron, como causa inmediata. las grandes abadías castellanas de los siglos X-XI.
convertidas en centros culturales y caligráficos de primer orden. La mayor intercomun icación con
otras regiones. extranjeras y peninsulares. fue favorecida en Castilla por su situación geográ-
fica, así como por el espíritu abierto de sus habitantes, junto con la fuerte personalidad de sus
condes y de sus primeros reyes.

2. Escritura de códices. Como en Asturias y León, puede darse por seguro que no que-
dan manuscritos ejecutados en tierras de Castilla durante el siglo VIII: y del IX, muy pocos. Sin
embargo, parece incuestionable que los hubo, y no sólo importados del Sur -menos que los
que irían a parar a León o Asturias- . sino ejecut ados materialmente en a~guno de los escrito-
rios monásticos que iban surgie ndo al compás de la reconquista en las partes orientales del
reino asturiano. que pronto iban a ser Castill a. Cuánto más. que en su territorio había algunos
monasterios cuyo origen se remonta a la época visigoda y que parece no dejaron de func ionar
como tales ni siquiera en los peores momentos de la invasión árabe .

Pero la gran floración de manuscritos castellanos. cuando tiene lugar -en proporción muy
superio r a los leoneses- es durante los sig los X y XI. revestidos de características tan propias
y al mismo tiempo tan relevantes que los paleógrafos no dudaron, ya desde e l sig lo XVIII, en
hablar de la escuela castellana como productora de una serie de cód ices, verdade ros arquetipos
de escritura y miniatura mozárabes. Un grupo de monasterios se ha hecho famoso gracias a los
ejemplares que salieron de la pluma y los pinceles de sus monjes: Cardeña. con sus escr ibas
Gómez y Endura. Valeránica , co n Sancho y Florencio. el príncipe de nuestros calígrafos en frase
de Gómez Moreno, Silos, San Millán, Albelda son . s in duda, los más representativos . Por suer-
te, abu ndan los códices que se conservan salidos de sus escritorios . sobre todo si se comparan
con los procedentes de otros monasterios caste llanos . He aqu í algunos de sus ejemplares más
notables :

Las "B iblias", de Oña y de León . obras respectivas de Florencio y de Sancho en el refe-
rido monasterio de San Pedro de Va leránica: la primera, hoy desaparec ida , se terminó de escri-
bir el año 943 y se conservaba en e l monasterio que le ha dado nombre: la segunda fue escrita
e iluminada por Sancho en 960 y es hoy joya de la colegiata de San Isidoro en León. Del si-
·glo X en su mitad es también, escrito y ornamentado be ll amente por el mismo Florencio, el
célebre manuscrito de los "Morales"· de San Gregorio Magno, existente en la Biblioteca Na-
c ional madrileña.

La abadía de San Pedro de Cardeña, que podía presumir de ser acaso e l más antiguo
monasterio de Casti ll a, fue t ambién fec und a en cód ices de excelente ca lidad gráfica y pictórica.
Citemos s iqui era las .. Etimologías". de San Isidoro, de la bib l ioteca de la Academia de la His-
toria , cuyo ejemplar fue ejecutado por los calígrafos Diego y Endura en 924.

Procedentes de San Millán de la Cogolla, hay en la citada Academia de la Historia una


esp lénd ida colección de manuscritos cuyas fechas de ejecución se escalonan a lo largo de
los siglos X y XI. Más de trein ta enumera Millares en su primitivo catálogo de códices visigó-
ticos . abundando los notables y extraordinarios. así atendamos a su caligrafía como a su deco-
ración : por ejemplo. la .. Biblia" y el «Beato" del siglo X que se conservan en la propia Acade-
mia, o la co lección de Conc ili os -e l cé lebre Emil ianense de la biblioteca de El Escoria l- que
ha dado renombre universal a Velasco. e l escriba que lo empezó a cop iar el año 976.

Otro tanto que de San Mill án puede decirse de lo s dos important ísimos lotes de manus-
critos, casi treinta en total. procedentes del escr itori o de l monasterio de Silos. repartidos hoy
entre el British Musseum y la Bibl ioteca Nac ion al de París , apa rt e los que se encuentran en

194
.JALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XII I I

diferentes colecciones. empezando por la del propio monasterio. Son numerosos los escritos
durante el siglo XI. coincidiendo con la prelacía del santo abad Domingo que dio al gran .ceno-
bio su definitivo nombre .

De Albelda. en cambio. son contados los ejemplares que conocemos, pero ha bastado la
suma calidad de uno de ellos para inmortalizar el nombre de esa abadía riojana, desaparecida
hoy, apenas sin dejar rastro. Se trata del famoso Vigilano o Albeldense que contiene otra co-
lecc ión de concilios y que también se encuentra ahora en la biblioteca de El Escorial. Termi-
nado en 976, había sido escrito por el gran miniaturista Vigila -de ahí su nombre- con la
ayuda de otros dos calígrafos. Serracino y García.

La mayoría de estos ejemplares castellanos a que nos estamos refiriendo se encuadran


en el tercer período de la escritura visigótica, que toma de ellos muchas de sus notas caracte-
rísticas: letras correctas y bien proporcionadas, que dan impresión de más altas que anchas;
trazos seguros y airosos. a la par que espontáneos, con predominio de rasgos finos; contribu-
yen mucho a dar gracia a la escritura los finales de h, m y n, que se vuelven hacia fuera
decididamente; igual que los palos altos d~ b, d, h, 1 e i alta. terminados arriba en un pequeño
trazo transversal a modo de martillo, y la forma des, que se hace más esbelta y alta. Hasta los
signos abreviativos resultan más graciosos, como el de us y ue en forma ,de s ligeramente so-
brepuesta a b y q, desplazando al nunto y coma de tiempos anterio res.

Sobre la miniatura del mismo grupo, típica también, además de artísticamente primoro-
sa. puede verse Domínguez Bordo na en los primeros capítulos de su "Exposición de códices
miniados .. . ya citada en temas anteriores.

Pero la ser ie cast ell ana de códices mozárabes no se cierra con los pertenecientes al tercer
período ni termina con éste a mitad del siglo XI. Precisamente. serán caste ll anos en su mayor
parte los manuscritos cuya fisonomía gráfica y ornamenta l dé pie para que pueda idearse un
cuarto período. con ejemp lares escritos a fines del siglo XI y comienzos de l XII. Ya dijimos
(tema 9) que es período de transición y decadencia, con extrañas influencias cal igráficas -ca-
rolinas o francesa s- a qu e se añaden por parte de lo propiamente visigótico o mozárabe las
siguientes notas: una cierta impresión de tosquedad y arcaísmo que producen la inseg~:~ri<~ad de
los trazos. cortos y gruesos. la tendencia angulosa de los mismos, y lo recargado de sus to-
ques últimos o complementarios .

Entre los modelos que encarnan este espíritu tradicional y decadente son típicos el
"Beato ... de Silos. actualmente en el Mus eo Británico, escrito el año 109 1; el «Beato" de la
catedral de Burgo de Osma, fechado en 1086 ; el "Penitencial .. o «Penitenciario" de 1105 que
con el número 6.367 se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid.

3. Escritura de documentos. De los correspond ientes a los s ig los VIII y IX no quedan


mu estras: pero podemos imag inar f undadamente que los hubo y que su escritura sería la cur-
s iva visig ótica . al modo de los documentos asturianos y leonenses . Los primeros ejemplares
conservados. así públicos como particulares , son del siglo X y están escritos en letra redon-
da, de buen a calidad, que acusa una c lara influencia de la escritura de códices. Quedan , inclu-
so, algunas piezas documentales escritas por famosos calígrafos, como Florencia de Valeránica.
a cuya mano se atribu yen hasta siete documentos conocidos. escritos entre los años 937 y 972 ,
uno de los cua les corresponde al act<:l de fundación de la abadía e infantado de Covarrubias.

La principal novedad de Castil la con re lac ión a la escritura de documentos empi eza a per-
f il ars e a mitad del s iglo XI. co incidiendo con la entronizac ión como rey del infante navarro Fer-
nado. Dicha novedad cons iste en la aparición de elementos gráficos carol inos que empi ezan

195
Xl l/ 8 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

a introducirse en la escritura visigótica, invadiendo cada vez más el campo de la misma. A fecta
dic ha invas ión a la forma de las letras y nexos, así como al s istema de abreviaturas. En el
tema 14 volveremos sobre estos extremos. Ahora baste saber que, a partir del reinado de Al -
fonso VI, empieza el declive de la escritura visigótica, cuya desaparición puede darse por con-
sumada en Castilla a mitad del siglo XII, tanto para los documentos privado como para los pú-
blicos . De la cancillería de d icho monarca salen ya algunas piezas en letra carol ina. las me-
nos; pues la mayor 'parte siguen escribiéndose en v isigótica redonda y, a veces, en curs iva.
En el reinado de Doña Urraca, ya en pleno siglo XI. lo visigótico - escritura red onda casi
siempre- queda en inferioridad con relación a lo carolino ; y del de Alfonso VIl, ya son muy
contadas las muestras visigóticas que conocemos.

11. NAVARRA

Históricamente, el tiempo en que se usó o debió de usarse en Navarra la escritura VISI-


gótico-mozárabe está marcado por esta trip le divisoria: época fundacional y de los reyes pri-
mitivos, hasta el siglo XI ; hegemonía y expansión con Sancho el Mayor durante la primera mitad
de dicho siglo; decadencia y unión con Aragón . hasta 1134, en que el reino vuelve a restaurarse
con monarcas propios .

1. Códices . Al revés que en Cast illa, el caudal de objetos escritos en visigótica. que
se conservan y se dan como de origen navarro. es poco o nada cuantioso, sobre todo en el área
de los manuscritos , que puede decirse faltan en absoluto ; no porque no existieran nunca, sino
por haber desaparecido no sabemos cuándo. Como muestra de la cultura y de la probable pro-
ducción libraría de algunos monasterios navarros durante el siglo IX se apela tradiciona lmen-
te al viaje de San Eulogio, el cé lebre mártir mozárabe. que llevó consigo a Córdoba una selecta
colección de códices del monasterio pirenaico de San Zacarías. Considerando la fecha y el
contenido de los volúmenes llevados, podemos dar por seguro que algunos , por lo menos. es-
tarían escritos en letra visigótica redonda y que en ella seguirían escribiéndose otros posi-
bles ejemplares navarros de los siglos X y XI.

2. Documentos. Tampoco son demasiado abundantes . pero sí lo bastante para poder


formarnos idea del tipo de escritura visigótica que se aplicó en Navarra durante los siglos VIII
al XIII , así para documentos reales y públ icos como para las diversas c lases de privados. La doc-
trina sobre el particu lar puede resumirse en las siguientes aseveraciones:

1.• De los siglos VIII y IX no nos queda original alguno ni descripc iones precisas de los
que pudo haber habido; que , sin duda, los habría y estarían escritos en letra cursiva , de tra-
zado, en genera l , rudimentario y pobre .

2.• Del s iglo X son conocidos sólo tres documentos orig inales, de 950, 919 y 983 res-
pectivamente . El primero y el último son privados; se conservan en el archivo de la colegiata
(hoy concatedral} de Santa María la Redonda de Logroño y están escritos en una visigótica
alargada, semirredonda o semicursiva; el segundo. de propiedad particular . fue otorgado por el
Rey Sancho Ga rcés 11 Abarca; está escrito en neta cursiva visigótica; fue descubierto por A. Ca-
ne llas y estudiado por él mismo muy conc ienzudamente (ccUn documento orig ina l de l Rey San-
cho Garcés 11 Abarca·... publicado en "Estudios de Edad Media de la Corona de Aragón .. . l . 1945} .

3• De la primera mitad del sig lo XI son igualmente escasís imos los documentos orig i-
nales que nos han llegado , a pesar de que debieron de abundar en un período de taflta acti-
vidad como fue el reinado de Sancho el Mayor. A través de esos P.PCOS ejemplos, puede ase-
gurarse que , entrado ya el siglo XI. la escritura que priva en todo el campo documental es la
visigótica redonda .

196
PA LEOGRAFIA Y DIPLOMATICA Xll/9

4 ! Mientras Navarra permanece unida a Aragón y sometida al dominio de sus reyes


(1076-1134). será la cancillería de éstos la que expida los documentos públicos para aque l
reino en la típica escritura redonda de los monarcas aragoneses . que vamos a ver en seguida .
Los documentos particu lares siguen con la visigótica redonda de la primera mitad del XI , pero
"' fi nes de dicha centuria empiezan a mezclársele elementos carol inos .

5.' Los documentos de la época de la restauración, que se hace el año 1134 en la per-
sona de García Ramírez. presentan ya una mezcla de escrituras vis igótica y carolina. donde
puede decirse que esta segunda lleva la principal parte ; y la seguirá llevando hasta entronizar-
se. mediado el s iglo . como única escritura empleada en documentos navarros de cualquier
cla se .

111. ARAGON

Su historia. correspondiente al tiempo en que se usó allí la escritura visigótico-mozárabe .


puede dividirse en estas cuatro fases : Condado dependiente de los duques de Tolosa ; reino in-
dependiente a raíz de la muerte de Sancho el Mayor que deja entron izado a su hi jo Ramiro .
el año 1035; expansión del pequeño reino a costa de los condados de Sobrarbe. Ribagorza y Pa-
llars que se le in corporan en 1037; unión de Aragón y Cata luña en 1137 .

1. Escritura de códices. Si no tan absoluta como en Navar ra. la penuria de ejempla-


res conservados. escritos en Aragón antes de mitad del sig lo XII, es desesperante. Salvo los
pocos que proceden del monasterio de San Juan de la Peña. no encont ramos ejemplares de
escr itura visigót ica de códices. El fenómeno resulta más inexplicab le sabi endo que los monas-
ter ios en aquellas tierras fueron como enjambre. y más numeroso s que en las del Oeste . Sin
embargo . parece que en el orden c ultural resultaro n mucho menos fl orec ientes. lo cual nos per-
m ite concluir que. au n admitiendo la existencia de manuscritos -hoy perd idos- rea lizados
en partes de Aragón a contar del siglo VIII. su número y su calidad debieron de quedar muy
por bajo de los de Castilla . León y Cataluña .

De San Juan de la Peña se conserva . en la Biblioteca Nac ional de Madrid . una famosa
"B ibl ia". atribuida al s igl o X-XI. más un .. Prosario " y un .. Hymnario » de la misma época. todos
en letra visigótica redonda y con miniaturas de muy buen arte. acusando todo el conjunto una
c lara influencia caste llana .

Que durante los dos s iglos anteriores (VIII y IX) hubiera en estas reg iones pirena icas
alguna producc ión de manuscritos - seguramente escasa y pobre- . trazados en letra visigótica
cursiva o redonda . influida acaso por las empleadas entonces en León y Cat aluña, es razonable
acepta rlo . Que en la seg unda mitad del s iglo XI y parte del XII se mantuvi era la redonda vis i-
gótica que hemos dicho con rela c ión a San Juan de la Peña. pero salpicada ya de elementos
gráficos carolinos. se comprueba -a parte de q ue en buena lógica habr ía de ser así- a vista
de alg unos ejemp lares que nos han quedado . como el .. cartulario» del propio San Juan de la
Pe ña . en la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza . fechado hacia el año 1090.

2. Escritura de documentos. Abundan éstos -así públicos como privados- desde


el reinado de Ramiro l. en la ::>egund a mitad de l s iglo XI. h<~sta m itad del XII c uando se unen
Aragón y Cataluña en v irtu d del matrimoni o de Doña Pet ron i la con Ramón Berenguer IV . Su es·
cr itura es la redonda visigótica. pero co n aire propio y es¡)ecifico que la distin guen. por ejem ·
plo. de la de los docume ntos castellanos. Supues ta la época. no debe sorprend ernos el que. é1
partir de Sancho Ramírez y Pedro l . aparezca n los pr im eros influjos caro linos; pe ro sie ndo mu ·

197
Xll / 10 PALEOGRAFIA Y DIP LO MATI C A

chos -la mayor parte- los diplomas que siguen manteniendo integra la escrit ura vis igótica
Con el tiempo , se irán acentuando las influencias extranjeras. mas sin llegar a desv irtuar del todo
lo visigótico. cuya sustancia se mantiene incluso en alqunos diplomas de Alfonso 11. muy dentro
ya de la segunda mitad del siglo XII.

Especial planteamiento piden los documentos de Alfonso 11 el Batallador durante el t iem-


po que duró su matrimonio con Doña Urraca. reina de Castilla (1109-1114). pues observamos
que las cancillerías de ambos despachan indi~tintamente diplomas para los dos reinos , es decir .
la castellana para Aragón y la aragonesa para Castilla, con el consiguiente trastrueque de es-
crituras. que debe tenerse en cuenta al examinar documentos públ icos de esos años.

Como dato curioso, en el conjunto documental aragonés que estudiamos . anotaremos que
algunos documentos de San Juan de la Peña en e l siglo XI presentan elementos ornamentales
de igual corte y escuela que los códices pinatenses.

198
EJERCICIOS PRACTICOS

Recaerán, en este caso, sobre reproducciones de códices y documentos, escritos en al-


guna de las tres regiones peninsulares cuya fisonomía gráfica acabamos de descr ib ir. Las lámi-
nas correspondientes irán numeradas de 12/1 a 12/5. y acompañadas cada una por un aparato
igual a los que acabamos de ver en los temas 10 y 11, o sea, lámina o facsímil , transcripción
de la misma , cuadros de letras , nexos y abreviaturas, comentario paleográf ico.

199
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PALEOGRAFIA y OIPLOMATI CA

CUADRO (lámina 12/ 1)

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'< 111 14 PALEOGRAFI A Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (Lámin a 12/ 1)

INCIPIT LIBER OUIN TUS PAULI OROSI Scio al iquantos post haec deinceps per moberi posse . quod uicto·
rrae Ro- 1 mane multarum gentium et uitatum strage crebrescunt. Ouam- 1 quam si diligenter appendant. plus
damni inuenient accidisse. quam 1 commodi. neque enim paru ipendenda sunt tot uella seruil ia. 1 socialia, ci ui lia.
fugituorum. nullorum utique fructuum. et magnarum 1 tamen miser iarum. Set conibeo. ut. quemadmodum uolunt.
•ta 1 fuisse uideatur. unde arbitror esse dicturos; et quid his tem- 1 poribus beatius. quibus continu i triumphi .
celebres uictorie. diuites 1 nobiles pompe. magni ante currum reges. et longo ordine uicte 1 gentes agebantur
Ouibus urebiter respondebitur. et ipsos de 1 temporibus so lere causari, et nos pro hi s de temporibus instatuisse 1
sermonem ; que tempora non uní tatum urbi adt ributa. set 1 orbi uniuerso consta! esse commun ia. Ecce quam
feliciter 1 Roma uicit tam infeliciter quidquid extra Roman est. uincitur .

COMENTARIO (Lámin a 12/ 1)

La lámina 12 / 1 reproduce una pag1na de l manusc ri t o núm . 78 de la bib li oteca de la Real


Academia de la H istori a, cuyo t ext o corresponde a l as his t ori as de Pau l o Oros io ( .. Historiarum
adversus paganos libri VIl .. ) y fue escrito en el monaste rio de Sa n M illá n de la Cogo ll a hacia el
año 992 . Gr áf icamente se tra t a de una vis igóti ca redonda, propia de los códices de escuela
cast e ll ana en el te rcer per íodo de la escritura vi sigóti co-m ozá r abe que com prende desde mi-
tad del sig l o X hasta finales del XI

Obsé rvense los s 1gui en t es fe nome nos gráfi cos: Letra s cap ital es o mayúsculas en ca beza
de la página. que dijimos (tema 8) ser tí picas en est a c lase de escritu ra a base de tamaños
dife r entes. óvalos ojiva les. nexos con t us ión de trazos como en INC, let ras peq u eñas embebi das
o enclava das en otras grandes . La s de la primera línea d e l t exto propiamente d icho obsé rvese
que está hecha a base de una miniatura al margen , c uyo d ibujo tiene f orma de d ragón rampante
Obse rv ése la no t a marg inal en esc ritur a d e m enor m ódulo. Por lo dem ás, se cu mpl e aq uí cuan-
to d i jimos en el tema 8 sobre formas de !et ras. nexos. s ignos y ab reviaturas en la v i sigótica re-
donda. Por notar al go, adv i é rtase la doble fo rm a de d, la e caudada, la i alta. el signo abrev ia-
ti vo ge nera l co m puest o d e raya y punto. los vari os signos de puntuación , y e l si gno de párraf0
al margen. formado por un calderón y t r es peq ueñas rayas horizonta les sobre ot ras ve rticales
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Xll / 16 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (Lámina 12/ 2)

Christus. In De i nomine. Nos denique las dominas. uidelicet domna Mai or et domna Anderchina. pro remedio
animarum nostrarum et parentum nostrorum . damus nostram 1 hereditatem. quecumque habemus i n toto ualie
de Petra Pidonia. ab omni integritate . ad sancti Saluatoris Onie et t ibi lohanni abbati tuisque susceso ribus et om-
nibus mo 1 nacis ibi Deo seruientibus. ut habeatis eam iure perpetuo : nostros palacios quam habemus en Ouin·
taniella, subtus Uilla de suso. iusta riuulum que descendit de supra nominata 1 ui lla de suso. cum suo introitu
et cum sua diui sa et cu m toto ex itu suo que in circuitu eius est. ab illo pa latio usque ad uiam publ icam. iusta
riuulum super !l(m)_in<Jtum et 1 cum montibus. lontibus. pascuis. arboribus fructiferis et infructifer is. terras. uineas
eclesias et omn1a quec:umque inueneri tis de nostra hereditat e in toto ualle 1 de Petra Pidonia. En Ualle Fermoso
quantum nobis ibi pertinet. et inde la parte. et in Quintana de Palatio quantum nobis pertinet. En sancti Georgi1.
si militer. 1 En nos Barrios. quantum ibi habemus et sua ecclesia. Et nos las duennas accepimus de te . domin•J
nostro lohann i abbati . pro ista hereditate quam dedimus sancto Saluatori et t i bi et omnibus 1 monacis ibi Deo
seruientibus . XXX· bacas cum suo toro en roboratione. Facta carta era MCXL. regnante rege Aldefonso in Toleto.
in Legione et in Bur 1 gis . Comessanus. comes. tenente Borouia . Senior Lop Sanggez et senior Didac Sanggez
dominantes Castella . Si quis tamen . nosmet ipsas aut filii uel nepti 1 nostri uel al iqua persona , hunc nostrum
datum tollere, minuere aut uocem subl euare uoluerit. ira Dei omnipotentis ueniat super eum et non habeat partem
cum Domino redentore . ¡ set habeat partem -cum luda t raditore in interno inferiore . et reddat regí terre uel comiti
seu principi C libras auri et omnia que hic r esonat 1 duplatam in t ali loco. Nos denique las dom inas iam supra
nominatas . qui hanc cartam fieri iussimus. legentem audimus et manus nostra s hos signos (Signos) fecimus · et .
roborauimus coram testes. Aluaro Didaz. testis . Martin A luarez. testis. Ferrando A ss urez . testis . Roic Didaz . testis
Bida don Tello. testis . Cid et Bellid. testi s. Uicentius . hic 1 testis. Armetero. testis. Melendus. te stis . Verm udu s.
tes tis . Esidre . testis Vincete. testis. Toto concilio de uall e de Petra Pidonia. ubi fuit roborata . testes .

COMENTARIO (Lámi na 12 / 2)

Corresponde la presente lámina 12/ 2 a un documento cuyo original . procedente del mo-
nasterio de Oña. se encuentra hoy en el Archivo Histórico Nacional. El documento es pri vado
y fue escrito el año 1102. seguramente en e l mismo monasterio .

Lo hemos eleg ido por entender que es pieza paleográfi camente muy representativa del
períod o de tran s ición de la escritura visigótica a la carolina . que t iene su momento más acusado
en el reinado de Alfonso VI. Como prueba de la influencia de la escritura carolina que ca rac-
teriza a di c ho período, obsérvense los siguientes detalles : la abreviatura de pro en las líneas
1 y 8; el nex o de st en las líneas 3, 4 y 7; letras so brepuestas en líneas 3 (quam), 6. (quinta-
na), 9 (quis) , 11 (aliqua), 12 (principi) 13 (supra) , 15 (petra) .

Aparte estas interferencia s ca ro l in as (para entender mejor las cuales véase en el tema 13
el apa rtado de " Características gráficas .. ) nótense los siguientes fenómenos: Tendencia un poco
geométri ca y angular en todo el conjunto esc rito (obsérvense, por ejemplo , algunas formas de 1) :
signo de cris món reducido a una cruz; signo general abrev iativo a base de raya y punto sobre-
puestos ; presencia de letras mayúsculas a lo largo del texto ; signos especiales de us y ue, muy
evolucionados; nexos de ts en la palabra testis ; palabras anu ladas mediante una raya horizonta l
en la lín ea 8; formas de g y de z; form a del numera l XL a base de un a x aspada en la línea 8:
lapsus y correcc ión del escriba en la palabra audivimus de la línea 12, donde parece hab er es-
critn primero audimus.

El texto documenta l tie ne espec ial interés l ingüístico y fue publi cado parcia l mente r··
R. Menéndez Pidal . · Documentos lingüísti cos d ~ España •. l. Madrid, 1919.

204
Xll / 17
PALEOGRAFIA Y DIPLOMÁTICA

CUADRO (lámina 12/ 2)

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PA LEOGRAFIA Y OIPLOMATICA

CUADRO (lámina 12 / 3)

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Xll / 20 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (Lámina 12/3)

Christus. lhesus Rex Noster. Sub nomine sanctae et indiuidue Trinitatis . Patris et Filii et Spiritus sancti. amen
Hec est carta quam facio 1 ego domnus Fortunius de Arroniz Deo et sanctae Mariae et monasterio de lraz et abbati
domno Bere 1 mudo. de ipso monasterio de sancta Maria de Arroniz . quod adqui siuimus domnus Eximinus. auun·
culus meus. 1 et ego post ipsum. a rege domno Sanc io Garceiz, et ab episc opo domno lohanne pampilonensis
aecclesiae. nobis et cui ¡ post obitum nostrum dare illud placuisset. l gitur me sub regula sancti Benedicti ex hac
ora uiuere cupientem. 1 et monasteriolum illud supra scriptum cons~nsu et uoluntate. et etiam rogatu omnium
uicinorum meorum de 1 Arroniz, cum omnibus illi monasteriolo et michi pertinentibus. dono et concedo Do m ino
Deo et sanctae Mariae et monas 1 terio de lraz et abbati domno Beremudo, [ut) nullus meorum propinquorum aut
aliquis extraneus ibi 1 ex hac ora aliquam partem requ i rat. Si quis autem post hac. quod absit. rex uel princeps.
episcopus aut 1 abbas. seu quislibet homo meorum propinquorum uel extraneo~um . hoc factum meum disrumpere
conatus fuerit , exco 1 municatus permaneat et anathematizatus. et hic et in futuro a christianorum comunione sil
separatus. et cum luda 1 traditore uel diabolo sit inferni habitator. Facta carta in era TLXLI III. 1 Regnante rege
Sancio Garceiz in Pampilona et in A laua. Rege lldefonso in Legione et in Castella 1 noua . Episcopo domno lohanne
in Pampilona . Episcopo Gomesano in Calagurra. Senior Eximino Fertuniones 1 dominator in Cambero. Senior Sancio
Fertuniones dominator sancti Stephani .

COMENTARIO (Lámina 12/3)

Nos ofrece la lámina 12/3 reproducción de un documento privado, cuyo original se con-
serva en el Archivo General de Navarra, fechado el año 1056. Con él tratamos de ilustrar nues-
tras explicaciones sobre el uso en Navarra de la escritura visigótico-mozárabe, de la cual el
documento en cuestión es un buen exponente; pues a pesar de lo avanzado de la fecha , su
escritura se mantiene en los térmi nos de una visigótica redonda muy neta que. sólo por cierta
tiesura y dureza. invita a que la consideremos como del cuarto período y último. Con lo cual
está dicho que se dan en ella las notas ca ra cterísticas asignadas en el tema 8 a la re donda
visigótica, así en letras como en nexos, signos complementarios y palabras abreviadas. Quizá la
única novedad la encontremos e n el crismón con su doble anagrama; uno para Christus, y otro.
debajo , para Jesus rex noster. Por cierto, que en la línea 11 , en la palabra christianorum, el
christi está abreviado a base de las dos letras griegas latinizadas a que nos hemos referi do
en láminas anteriores, y que se explican con más detalle en el tema 27, que estudia las part es
del texto documental. Añádase la forma de x, muy típica , el signo de párrafo en la línea 12. el
numeral mille en la forma romana abreviada, en el que entran una i cap ital con raya sobrepues-
ta . y la x aspada. también como número. para significar quadraginta.

208
• •
PALEOGRAFIA y DIPLOMATICA Xll / 21

LAMINA 12/4

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X I I 122 PALEOGHAFIA Y OIPLOMATICA

CUADRO (lámina 12/ 4)

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210
PAj I:OGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (lámina 12/4)

Christus. Sub diuina clementia et eius gratia . Ego Sancio Ranimiriz. gratia Dei aragonense . tibi senior Sanc1o
Acenarez de Uieskasa. propter 1 illa taliata que facis in Panniello et alias multas obtimos serbicios que mici fe·
cisti et facis . placuit me cum prob( 1 )mto animas 1 et dono tibi illo campo plano laboratuero de Arasse de illo monte
lnguso et illa terra kanna mina de Uuieskasa. et lacio te 1 ista carta de donationes et inienuationes de istas terras
supra scribtas ut inienuas illas abeas et possideas eas tu et filii tui 1 et omnia generatio tu a per secula c une ta .
Et si filio meo aut ali quis horno ex progenia mea uel alí o om ine qui ista mea carta uel testa 1 mentum quesierit
disrumpere aut rumperit. extraneus sit a comun1one Dei et cum luda. traditore abea t parte in interno inferior i.
Amen 1 Signum (signo) + Sancio (2) . 1 Facta carta in era MCXIII : in uilla que dicitur Bregoto. in ualle. in mense ianuario.
Ego prefatus Sancio Ranimiriz in Aragone ¡ et 111 Superarhi ~eu in Aipacurza; Rex Sanc1o 10 Pampilona : rex domno
Adefonso in Leione : episcopo domno Sancio in Aragone .. li >IJa te domno Aquilino 1 in Sancti lhoannes: senior San-
cío Galindiz in Uoltania et in Atares et i n Sos. senior Lope Garceiz 10 Uno Castello et in Arrosta . senior Fortunio 1
Ennecones alferiz in Aguero et in Arrigule ; senior Liguarre Ennec o ne ~ i n Sanguessa : senior Gali ndo Galindiz et
senior Fortunio Lopes 1 et senior Scemeno Sangez in Alkezar : ille meo ipse senior Sancio Acenarez in Petraroba :
suo germano Pepino Acenarez in Sene- 1 bui . In palatio de rex San c to Ranimiriz supra scribto ; Pepino kaballarizo:
Sancio Garceiz . ma iordomo: Enneco Galindiz. 1 uotillero ; Lope Lopez taliatore .
(Linea inferior) Et ego Sancio Parco scribtor qui per iu ss ionem dGmini mei ista carta scribsi et de mea
m[anup]sto signum (signo) feci Deo iuuante .

11) Co locada la b sobre la caj a de renglón. enlre la e y la m .


12) Debajo. el mismo nombre en carac1eres árabes

COMENTARIO (Lámina 12/ 4)

La lám ina 12/ 4 reproduce un documento real aragonés que se conserva original en el Ar-
chivo de la Corona de Aragón; fue otorgado por el Rey Sancho Ramírez y escrito en 1075. Su
letra es visigótica redonda. típica de mucho documentos aragoneses por su pequeña dimen-
sión. por los remates de ciertas letras y signos (s, r, us, x, e caudada) en sus t razos altos y
ba jos . A pesar de la fecha. se mantiene libre de influencias carolinas y se ajusta fielmente a
los cánones de trazado de la visigótica . Lo más notabl e es el signo y la firma del Rey Sancho
en latín y en árabe. encima y a la derecha del segundo cuerpo de escritura . El texto ofrece
abu11dantes casos de interés lingüísti co .

211
Xll / 24 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATI CA

LAMINA 12 15

212
"1>.1 EOGRAFIA Y DIPLOMA TI CA XII 25

CUADRO (lámina 12/ 5)

U.T~AS ABR.fVIATUR.AS

A '- A

B b Í'"~ $/¡NG!(

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e )1\..... f?f<.llT u1

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NEXOS
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cm . TO

213
XII 26 PALEOGRAFIA Y DIPLOMA TI C A

TRANSCRIPCION (Lámina 12/ 5)

Christus Sub nomine sancte et indiuidue Tnnitatis . Ego Adetonsus De i grat ia rex una cum con iuge mea Urra-
c ha regina. fac1mus cartam donationis et conflrmaticnis Deo et monasterio Sancti lohannis de lntrapennas et
uobis domno lohanni honiensi abbati omnibusquP. successoribus uestris. de lllo termino qui est subtus illas pen-
nas. uidelicet de illa era sancti lohannis 1 usque. wtJ illa eroia Donamus in super predicto monasterio illam terram
que est sub illa erola sicut uadit Ula de Barzina ad Nauas. Et preterea damus ibídem unam bonam iu 1 gandam ultra
predictum terminum. Concedimus etiam ut hom ines de ipso monasterio habeant ligna et herbas. et pasturas et
aquas. et introitum et exitum per to 1 tos dios montes qui sunt in circuitu de Petralata sine ullo pecto et sine
ulla calonia. Confirmamus quoque Deo et ips• m0nélsterio Sancti lohannis totas suas 1 hereditates quas modo
habet uel amodo adquirere potuerit, ut eas tenea1 absque contrarietate in perpetuum

Et si aliqui s horno hoc nostrum 1 regale dor.um trangere ausus fue nl exsoluat ad partem regalen Centum li-
bras auri et sit excomunicatus et cum luda Domini proditore in interno dampnatus

Facta carta in Beruesca in mense octobri sub era M · e· XL VI II Regnante r ege Adefonso cum uxore sua
regina domna Hurracha in Castella 1 et in Aragon !lt in Nauarra .

( 1. col l Miennaia Gutier Ferrandez ir. reg•s cun a maiordomus confirma! .-- Comes Rudericus confirmat .-
Gomez Pelai el confirma! - Comes Petrus A ssure¿ 1-onfirmat

lSig•lO real en el cual dice : ) Rex. Adefonc;us .- Vrmca (y a la derecha el s igno del notario Martinus que se
repite abajo )unto a la mscripción notarial) .

(2 col.) Martinus Monniz confirmat. -Petrus Gundissaluez confirmat .-Didacus Uermudez confirma!.- Gar
sias . burge.,si<; episcopus . confirmat .-Abbas Cardinie Petrus confirmat.- lohannes. Sancti Emi li an i abbas. conf irmar.

Martinus Pelagi¡¡des . aecclesiae apostoli lacobi -~a.,onicu s et eo tempore in curia regí s Adefons i fl C regme
domne Urrace notarius. quod scripsit proprio robore confirma! . (Signo y en su interior · MAR TINVSJ

COMENTARIO (lámina 12/ 5)

La lámin a 12/5 reproduce un documento original. de Alfonso 1 el Batallador y su mu¡er


la reina Doña· Urraca. otorgado a Briviesca el año 1111 . Se conserva en el Archivo Histórico Na-
cional. Es otro buen ejemplo de escritura visigótica redonda del último período (sig lo XII). en
que merece notarse : forma correcta del crismón. signos personales de cada uno de los confir·
mantes puestos sobre la palabra confirmat ; signo o anagrama del Rey Alfonso y la rei na Urra-
ca. signo y anagramas del notario Martinus, letras tu sobrepuestas a la e en la palabra centum
(línea 7). letra a sobrepuesta a las letras M, C y siguientes de la era (línea 8). i sobrepuesta en
la palabra scripsi de la úl tima línea de escritura forma de a en la palabra Abbas de la segunda
co lumna de confirmantes. doble signo abreviativo · general (línea 1 en la palabra sancte y lí-
nea 2 en la palabra lohannis).

El documento en cuestión es un ejemplo de los problemas -paleográficos y diplomá t is-


cos- que pueden presentar los documentos del Rey Alfonso el Batallador y la Reina Doña
Urraca. a que nos hemos referido antes . En este caso está c laro que preponderan cas i por com -
pleto los elementos castellanos. incluso desde el punto de- vista de la escritura; de ta l suerte
que. a no ser por la presencia. como otorgatario. del Rey y de otros pequeños detalles. no habría
por qué caer en la cuenta de que el documentotiene que ver con Aragón y con sus usos paleo-
gráfico-diplomáticos .

Los alumnos pueden intensificar los ejercicios ¡Jract1cos sobre las siguientes láminas de
otras colecciones paleográficas: Exempla scripturarum (XVI . XVII. XVIII. XIX . XXIV . XXV. XXVI ).
García Villada, «Paleograf ía .. (27. 29 , 30 . 31. 32. 33. 34 . 35. 39 . 42 . 43. 59-68). ·Láminas Cátedra
Paleografía· (23. 27) .

214
TEMA XIII

LA ESCRITURA CAROLINA. PROBLEMAS GENERALES

ESQUEMA/RESUMEN

1) Importancia de la carolina : escritura europea

2) El nombre.

Personalidad de Carlomagno
3) Ambiente histórico cultural: Sabios y colaboradores.
Instituciones culturales.

4) Antecedentes gráficos: las escrituras precarol inas .

5) Aparición de la carolina.

6) Difusión y apogeo

a) Forma de las letras .


b) idem de los nexos.
e) Signos espec iales .
7) Características gráfit::as
d) Abreviaturas: Signos abreviativos genera-
les. ldem especiales. Letras soprepues-
tas. Palabras abreviadas .

8) División en periodos.

9) División por naciones.

10) La escritura carolina en los documentos.

219
INSTRUCCIONES

Siguiendo el desarrollo cronológico de la escritura latina. tal cual quedó reflejada en los
esquemas de nuestro tema 6. le llega ahora el turno a la escritura carolina . con cuya exposi·
ción iniciamos esta tercera unidad didáctica. dedicándole los tres primeros temas de la misma .
que se refieren. respectivamente . a la problemática general de tal escritura. a su introducción
en la Península Ibérica y a su empleo en las diferentes regiones españolas .

Los tres temas siguientes. dentro de esta misma Unidad tercera. se: dedicarán ya al c1clo
de la escritura que llamamos gótica . de larga durac ión y poderosas ramifi cac iones. hasta el ex·
tremo de no tener cabida adecuada en dichos tres temas . haciéndose necesario dedicarle algu·
nos de la Unidad cuarta .

Concretándonos ya a este tema 13. advertimos que en su exposi c ión predomin ará con
mucho la parte doctrinal y teórica sobre la parte práctica Los hechos históricos relacionados
con el origen y desarrollo de la carolina nos son mucho mejor conocidos que los re lac ionados
con las escrituras anteriores: de ahí. que la noticia y el anál isis de los mismos ocupen mayor
tiempo y espac io que el de aquéllos .

Por lo demás y en relación con los aspectos prácticos de la nu eva escri t ura cuyo examen
miciamos. el alumno va a enfrentarse con una serie de manifestaciones escritas que. en prin·
cipio. se califican por la permanente correcc ión de su trazado . con la consigu iente facilidad para
su lectura . Acaso la mayo r dificultad puedan encontrarl a algunos alumnos en la len qua de los
correspondientes tex tos que sique siendo l¡:¡ latin<~

Por nuestra parte. segu1remos con el rmsmo método expositivo aplicado o los anterior es
ternas. o sea. el de hacer una reda cc ion nueva y ::o mpleta que se adapte espec ialmente a las
c irc unstancias de traba jo en que han de moverse la mayor parte de los alumnos de la Univer·
sidad a Distancia . Dicha red acci ó n ocupará el espac io destinado a Expli cac1ones complemen·
tarias

ORIENTA ClONES BIBUOGRAFICAS

Nos rem iti mos cast exclusivament e a las Lez10m di Paleogra fia. de G Batte llt . en el
apartado de su libro que se titula "La riforma t:étro lina La scrittura ca ro lina" · el cua l viene a
ser un exce lente resumen de algunos de los puntos que vamos a tratar aqui nosotros . Algo
pareci do puede decirse del correspondiente capítulo de G Cencetti en sus Lineamenti di storia
del/a scrittura latina . Boloni a. 1954 Por otro lado . abundan las monog rafias y trabajos es pe
c iale s. ex tr anjeros pr incipa lmente relacionados con <~spectos del tema : algunQs serán c i tados
en nuestras exp licac iones

221
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

1) Importancia de la escritura carolina. El descubrimiento y su difusión por toda la


Europa latina, del sistema o modo de escribir que conocemos hoy con el calificativo de caro-
lino o carolingio, constituyen uno de los grandes acontecimientos culturales de la Edad Media
occidental.

Si, volviendo un momento nuestra atención a los grandes ciclos de escritura que esque-
matizamos en el anterior tema 6, nos fijamos especialmente en el panorama gráfico europeo
del siglo VIII -que es cuando nace la carolina-. sorprende cómo de la unidad escriptoria del
mundo romano pudo llegarse en el campo de la escritura a una poliformía tan compleja . Junto
a los tipos romanos de letra capital, uncia! y semiuncial. que siguen usándose en el .. incipit » de
los códices y en algunos de sus pasajes textuales, vimos que se dieron en Europa una serie
de manifestaciones gráficas regionales, derivadas todas de la nueva escritura romana, y cono-
cidas con el nombre de escrituras nacionales: visigótica en la Península Ibérica, insular en las
Islas Británicas. merovingia en el Reino Franco; y en Italia, al igual que su historia política .
todo un mosaico de tipos de escritura : lombarda, curial romana , ravenatense. napolitana. e in-
cluso las primeras muestras de la benaventana en las tierras del Sur .

Además, dentro del área del reino franco y del subsiguiente imperio carolingio hay que com-
pletar el cuadro que ofrecen las escrituras de códices con la aparición de los modelos llamados
.. precarolinos» , antecedentes inmediatos de la carolina, de los cuales trataremos más adelante .

Frente a esta poliformía que empieza a dividir a Europa en grupos nacionales gráfica-
mente distintos, el triunfo de la carolina impuso la unidad gráfica, unidad mantenida en esencia
hasta nuestros días. Aun siendo un futurible , es lícito suponer que de no haberse impuesto la
unidad y, por tanto , haber seguido evolucionando de forma independiente las escrituras nacio-
nales, cada país europeo tendría hoy una escritura típica, distinta de la de sus vecinos e incom·
prensible 'para éstos: un paralelo, en definitiva, de lo que ocurrió con las lenguas romances
que, aun derivando todas del latín y manteniendo un fondo común. son tan distintas entre sí
que los hablantes de una lengua son incapaces de entender las otras sin un especial apren-
dizaje.

La importancia de la carolina no reside sólo en haber unificado el modo de escribir de


los pueblos europeos -salvo el sur de Italia- en la alta Edad Media. Además. y por una serie
de circunstancias histórico-culturales que ya hemos apuntado en el tema 6 y veremos más am-
pliamente al tratar de la escritura humanística , los humanistas italianos harán renacer la pri-
mitiva carolina para escribir códices primero. y luego como escritura usual para la redacción
de documentos. Es , justamente, el momento en que se inventa y extiende la imprenta. la cual .
tras unos titubeos iniciales en el uso de la gótica o de la carolina renacida , acaba inclinándose
en sus preferencias por esta última, y manteniéndola hasta el momento actual.

223
XIII b PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

2) El nombre. Tiene evidente relación con el emperador Carlomagno (Caro/us). lo mis-


mo que el nombre de imperio carolino o de renacimiento carolino y el de tantas otras institu-
ciones que nacieron a impulsos o a la sombra del gran emperador. Dicho nombre puede de-
cirse que tiene hoy la exclusiva para designar la escritura que estamos enjuiciando y que frente
a él apenas cuentan más que como recuerdo histórico los de "minúscula franca. o .. minúscula
redonda • o simplemente "minúscula • . Al nombre de carolina le han puesto los autores algún
calificativo para señalar las diferentes épocas en que aquéll a se empleó; así . hablan de .. caro-
lina primitiva · o de uneocarolina· o de carolina perfectista• refiriéndose a la de los si-
glos XI-XII. de tendencia geométrica y algo artificiosa .

3) Ambiente histórico y cultural. Se entiende el que fue causa o. al menos. influyó po-
derosamente en la aparición y difusión de la escritura carolina.

Battelli lo enjuicia certeramente cuando dice que el despertar cultural y artístico que
acompañó la formación del Sacro Romano Imperio tuvo un gran influjo en el campo de los
libros y de la escritura. En la segunda mitad del siglo VIII. bajo la eficaz protección de Cario-
magno. florecieron importantes centros de cultura. como el célebre monasterio de San Martín
de Tours. dirigido por Alcuino. quien. junto con el gramático Pedro de Pisa . el historiador Paulo
Diácono y otros hombres de saber . fueron los colaboradores y consejeros del rey en sus pla-
nes a favor de la cultura y de las letras . El propio Carlomagno fundó la Academia Palatina. que
reunía a los sabios y eruditos de su imperio; hizo organizar la Escuela Palatina y establecer nu-
merosas escuelas episcopales y monásticas . llegando en sus preocupaciones por los libros a dar
leyes que se referían a la buena calidad de los textos y al control y corrección de los mismos .
Con Carlomagno hubo un renacimiento general en todos los órdenes de la sabiduría . incluida
la literatura clásica. cuyos textos fueron cuidadosamente copiados durante los siglos VIII y IX .
El estudio de los autores y obras antiguos condujo a la imitación de las antiguas formas de
escritura de códices : y ello explica el que se usaran de nuevo casi con profusión las antiguas
formas capitales y unciales .

4) Antecedentes gráficos. Los antecedentes remotos hay que ponerlos en la escritura


llamada minúscula o nueva romana del siglo 111. a la que nos hemos referido en nuestros te-
mas 6 y 7. La carolina no es más que una nueva versión de aquélla. como lo habían sido poco
antes las llamadas escrituras nacionales .

Los antecedentes inmediatos. es decir . el paso concreto por el que se llegó de la nueva
romana a la carolina lo forman las llamadas escrituras precarolinas . He aquí el proceso de for-
mación y transformación de éstas : La escritura merovmgia o nacional francesa era. fundamen-
talmente. una escritura de documentos. de trazado muy cursivo Esa circunstancia hacía que se
adaptara mal a la copia y transcripción de códices . De ahi que . todavia en el siglo VIl. siguieran
empleándose para éstos la escritura uncia! y semiuncial de origen romano . Pero a mitad de dicho
siglo tomó cuerpo la idea de encontrar una escritura cuyo trazado no tuera tan costoso como
el de las dos escrituras citadas. ni tan fatigoso para los lectores como el de la merovingia .
Algo semejante a lo que había ocurrido en la Península Ibérica con la visigótica redonda .

Los intentos de búsqueda de la nueva solución gráfica plasmaron. durante los siglos VIl
y VIII. en una serie de muestras escritas que constituyen las llamadas escrituras precarolinas .
Para llegar a estos modelos. los escribas trancos tenían un doble camino : de una parte . cur-
sivizar un poco las formas semielegantes y redondas de los modelos romanos. y. de otra. me-
jorar el trazado de la merovingia en el sentido de hacerla más correcta. o sea. más redonda
y menos cursiva . Cada centro escritura! importante - monasterios casi todos- elaboró asi
uno o varios tipos de precarolinas. designados con el nombre del monasterio de donde proce·
di;:¡n rlP. Luxeuil . de Laon. de Corbie .
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

5) Aparición de la carolina. Las cuestiones planteadas acerca del ori gen concreto e in-
mediato de la nueva . escritura se refieren a la región donde apareció ya formada como carolina
auténtica, a las personas y al centro cultural relacionados más directamente con su alumbra-
miento, a la mayor o menor carga de elementos semiunciales o merovingios que llevaba con-
sigo en el momento de nacer. Los autores se han apasionado por el esclarecimiento de todos
estos problemas y han hecho proliferar las hipótesis más diversas, dando lug ar a una amplísima
bibliografía (por ejemplo: A. de BOUARD : La question des origines de la minuscule caroline. en
.. Palaeograph ia latina .. . IV. 1925, 71-82). y L. SCHIAPARELLI: A proposito di un recente articolo
sull'origine del/a minuscola carolina . en «Archiv io Storico Italiano ... serie VIl , vol. V , 1926, 3-23) .

Como posible solución a todas esas cuestiones. podemos decir con Battelli que la caro-
lina es el resultado de diversas tendencias escriptorias. las cuales, actuando en diversos am-
bientes, pero tendiendo hacia un mismo fin , se desarroll an no por obra de una persona o escuela,
sino como consecuencia y en relación con un movimiento cultural tan vasto e importante
como fue el ren acimiento general de los estudios y la ciencia en ti empo de Carlomagno.

Al margen d~ toda discusión , lo que puede darse por seguro es que a fines del siglo VIII
la carolina estaba ya formada y en pleno uso; que fue en Francia donde aparecieron sus pri-
meras muestras. y que en ellas tuvieron que ver no uno, sino varios centros escriptorios.

6) Difusión. Pero lo verdaderamente importante del nuevo modo de escribir. más que a
sus orígenes, se refiere a su difusión casi prodigiosa. pues a comienzos del siglo IX había
desplazado ya a todas las escrituras anteriores en el terreno de los códices, no sólo en Francia,
sino en la Italia septentrional y central, en Suiza y en Alemania. El fenómeno se explica, al
margen de la buena calidad de su letra , armoniosa y atractiva . porque para los esc ribas del
imperio franco la nueva moda de escribir no supuso un cambio radical en relación con los
modelos inmediatos anteriores, que eran los precarolinos. sino una simple adaptación de éstos.
A lo cual se unen las razones extrínsecas que ya hemos apuntado al hablar del amb iente cul-
tural e histórico del imperio de Carlomagno.

Fuera del área propiamente imperial o carolingia, la nueva escritura logró imponerse en
todos los países occidentales, pasando a ser una escritura verdaderamente internacional y la
europea por excelencia . Sólo quedó fuera de su órbita el sur de Italia , donde la beneventana
se mantuvo muy pujante. A las Islas Británicas llegó por dos vías: primero por la vía religiosa,
a través de la reforma monacal y litúrgica de los cluniacenses; luego, y como factor decisivo de
consolidación , por la vía de la conqu ista , a través de los normandos en la segunda mitad del
siglo XI. Con relación a la Península Ibérica se instalé ¡:¡ronto en Cataluña , que formaba parte
del imperio franco; en las demás regiones lo hizo más tardíamente y con fuertes dificultades .
según veremos en el tema siguiente .

7) Características gráficas. En genera l , puede decirse que se trata de una escritura


regular y constante, es decir, con pocas variaciones en los elementos que la constituyen. Las
letras presentan siempre formas minúsculas, salvo la n, que puede ser mayúscula. La mayoría
de las letras permanecen siempre aisladas una de otra , lo cual hace que las palabras frecuen-
temente den la impresión de no estar separadas entre sí. Las abreviaturas suelen ser también
regulares y constantes .

al Forma de las letras. Es igual o muy parecida a la actua l minúscula de imprenta; de


ahí qu e no proced a ahora una exp li cación detallada letra por letra ; e l alumn.o puede ver los
cuadros que acompañan a éste y a los dos sigu ientes temas . Aquí nos limitaremos a hacer
notar algunas particularidades : por ejemplo . la s es de forma alta, parecida a la visigótica ; la b
se compone de dos trazos o golpes de pluma bien claros ; la d puede tener dos forma s : una ll a·

225
Xlll/ 8
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

mada minúscula y otra uncia!; la g puede tener abiertos sus dos trazos principales. el de arriba
y el de abajo. confundiéndose. a veces con z; la e se realiza en tres trazos; la i carece normal-
mente de punto encima; la t mantiene su trazo horizontal sin ser atravesado por el vertical. pu·
diendo confudirse con c .

b) Nexos. Puede decirse que se reducen a los de ct, rt, st y nt. Pero no contribuyen
a desfigurar la forma habitual de las respectivas letras. El más típico puede ser el de st.

e) Signos especiales. Los de puntuación se emplean con más cuidado y responsabi-


lidad que en la escritura visigótica. para facilitar la mejor inteligencia del texto. La pausa breve
se indica con un punto alto; l_a final o larga. con un punto y coma seguidos o sobrepuestos. según
el modo actual. o a base de dos puntos encima de una coma. Aunque no frecuentemente. pue-
den encontrarse signos interrogativos. de admiración. de párrafo. de acentuación. etc .. igual
que en la escritura visigótica. pero aplicados con criterios más regulares . Los códices musi-
cales con sus correspondientes signos son muy abundantes en el ciclo de la escritura carolina .
Como signos numerales siguen usándose las siete letras romanas (1 . V. X. L. C. D. M) con sus
valores correspondientes.

d) Abrev.iaturas. Para la teoría de éstas sigue teniendo aplicación cuanto dijimos en


el tema 9, con relación a la escritura visigótica, sobre signos abreviativos y palabras abrevia-
das. Aquí habrá que añadir como específico de la ca rolina el .,,sistema de abreviar por letras so-
brepuestas. que veremos enseguida. Lo que nos interesa son · los signos abreviativos típicos .
Helos aquí, con sus figuras y significado:

Signos abreviativos generales: No hay más que uno. la raya o línea. que puede ser recta .
ondulada o de formas arbitrarias y caprichosas. pero casi siempre correctas y de buen estilo .
El punto. que se emplea bastante , no suele tener va lor abreviativo general. sino determinado.
según la letra o letras a que se una y el sitio . en que se coloque. Así , h · significa hoc, b· (muy
raro) significa bus, q. (muy raro) significa que. Su mayor aplicación la tiene el punto situán-
dose junto a la sigla o letra inicial de una palabra. por delante y por detrás. o por detrás sólo;
así, en • 1 · para abreviar la palabra lex, en • s . para la palabra supra, en ·G· para la palabra
Glossa.

Signos abreviativos especiales: La raya o línea que hemos dicho ser el signo abrevia-
tivo general por excelencia en .la escritura carolina. cuando se sitúa junto a determinada letra
y en determinado sitio. pasa a tener significado especial y concreto. Veamos :

i; t -: l)( l
:. HA(C
'f -:: R.uM
~
: "PER....
r - PI'(

cf
: PRO t:. Qut.
~-
QUE ;y ;. QuOD• ui:: UH

Signos verdaderamente especiales . por su forma y su significado . son éstos :

. ) ) : u.S ,
,)
/ E.í LJ(

... . ~ "\.
~ & ~ f..T
.,.
~ ""t. :Á { :. ( TtAH

'f - GlVtA

226
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA _ Xlll / 9

t.:,T

=
;:, COM, COI'I , CUM

)
J ' "
9 J)
= vs u(

t'V -- U!<..

$ > ':: ~R...

Letras sobrepuestas. Son aquellas que, materialmente. aparecen escritas en la parte alta
del renglón sobre otra letra o letras colocadas abajo, normalmente. Pero. además de esa dis·
posición material, es preciso que dicha letra tenga carácter abreviativo y que sirva para su·
plir otras letras que no están escritas. de tal manera que al recomponer la palabra abreviada
entren en ella la letra normal o baja. la que está encima y alguna otra. Por ejemplo: ca = causa,
da = =
differentia, d' =
dicit, h0 horno, m' = mihi, n1 nihil, oe =
omne, ra = regula, s' = super, =
u' = ubi.

La letra sobrepuesta puede ser vocal o consonante. aunque es mucho más frecuente la
vocal. Generalmente se sobrepone una sola, pero. en absoluto. pueden sobreponerse más de una.
por ejemp lo : na• = naturaliter, qoo = quomodo, ex0 1 = exceptioni.

Hay pocas normas seguras sobre la letra o letras que faltan en una pa labra y deben ser
sup lidas por la sobrepuesta. Cuando una vocal cualqu.jera se sobrepone a la q, suple siempre
a o
y por lo menos a una u, por ejemplo : q = qua, q = quo. Cuando se sobrepone a e, p, t, u,
a e o
sup le siempre a una r, por ejemplo: e = car, e = ere, p = pri, t = tor. Cuando a g, suple
a i
siempre a una r o a una n, por ejemplo: g = gra, g = gni.

Es posible y aun frecuente. en el conjunto de abreviaturas carolinas. que una sola pala-
bra y aun una so la letra lleven dos o más elementos abreviativos. por ejemp lo :

{i~e SlR.!B(R.E

,:_ .._
: C.ONTR.A

,,
p PR.IUS

()

~; QUOQU[

Palabras abreviadas. Pueden serlo. como en la escritura visigótica. por suspensión o por
contracció n; la suspensión puede ser simple o normal y mixta o silábica . Recordamos que a la
palabra abreviada por suspensión deb~ faltarte. por lo menos y siempre , la última letra; la pala-
bra abreviada por contracció n debe conser·var. por lo menos y siempre : su primera y su última
letra.

Ejemplos de suspens 1on normal : a = amen, dat = data, expl = explicit , febr = februa-
rius, kal = kalendas, reg = rege, sol = solidos. En los textos de escritura visigótica se observa
una cierta tendencia a abreviar por suspensión los final es .it y unt en verbos (amav - amavit.

227
Xlll / 10 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

amaver = amaverunt), y la sílaba sis en adjetivos (parisien = parisiensis, lucen = lucensis).


Ejemplos de suspensión mixta: bn = bene, cf = confirmo, qn = quando, ss = suscripsi, tm =
tamen.

Ejemplos de contracción en que falta una sola letra : abbs = abbas, ipe = ipse, fidlis =
fidelis. Ejemplos en que faltan varias. que es el caso más frecuente: agls = angelus, bndco =
benedictio, captlm = capitulum, dns = dominus. Ejemplos en que faltan todas menos la primera
y la última: bs = beatus, Dd = David, dr = dicitur, ma = memoria, mm = matrimonium, fr =
frater, ts = testis.

8) División en períodos. Si tenemos en cuenta la larga vida que va a tener la nueva


letra hasta transformarse en gótica. desde el siglo VIII hasta el siglo XI II. es lógico que. como
todas las escrituras que -no se olvide- son algo vivo y en evolución constante, sufriera una
lenta transformación, de suerte que no puedan ni deban confundirse un objeto escrito del si-
glo IX con uno del XII. Además, la carolina se diversifica según la función a que se destina , ya
sea para documentos, ya para códices; y, dentro de éstos, desde época temprana, empiezan
a distinguirse una carolina normal empleada en el texto y otra uti lizada para las glosas, de cuer-
po más pequeño y formas alargadas.

Así se explica el que los especialistas distingan en ~.-. __,o y características de nuestra
escritura. referida a códices. cuatro épocas o períodos cro nológicos: uno. que corresponde a los
siglos VIII-IX; otro. al X; un tercero , al XI; el cuarto y último. al XII-XIII.

El primer período se caracteriza por la sencillez y espontaneidad de la escritura. cuyo


trazado se revela en formas redondas y elegantes. pero sin artificio. El último. en cambio, se
califica por lo contrario: letras apretadas. más alta s que anchas, cuyas l íneas curvas u ondu-
ladas se conv ierten en angu lares, sobreabundando las abreviaturas de todas clases. En los últi-
mos modelos. ya dentro del sig lo XII I, la carolina se confunde con la gótica. del ciclo siguiente .

9) División por naciones. Geográficamente. y hasta el siglo X. la carolina se mantuvo


bastante uniforme en todas las regiones europeas que la habían aceptado. as í las que perte-
necieron al imperio de Carlomagno como las que habían quedado fue ra de él. Pero. a partir
del siglo XI, empiezan a surgir las particularidades que podemos llamar regionales o nacionales.
Así. la carolina francesa se hace alta y estrecha, con tendencia suave a suprimir las partes
redondas de sus letras y a convertirlas en angulares . Lo contrario ocurre en Ita l ia. cuyos t ipos
ca rolinos mantienen. junto a módulos grandes, el predominio de las formas curvas y redondea-
das. En cambio, es en Alemania donde se llevan al extremo las formas geométricas y angulo-
sas. ofreciendo la carolina conjuntos escritos que chocan por lo espesos , du ros y pesados. En
España e Inglaterra se imitan los modelos francos .

10) la carolina en los documentos. Ya hemos dicho que la Cé::lrolina nació fundamental-
mente como escritura libraría. Pero ya en el sig lo IX fue utilizada para escribir documentos. en los
que adopta un aire más libre e irregular que la empleada en los códices. Su rápida introduc-
ción en el terreno documentaría se debe a que por las circunstancias socia lesy culturales de la
alta Edad · Med ia son los mismos clérigos encargados de la copia de códices los que han de
redactar los diplomas de la comarca donde está su escritorio. Só lo en aquellos lugares o insti-
tuciones que tienen un estamento profesional de escribas (cancillería imperial , cancillería pon-
tificia. notarios italianos). hasta el sig lo XI y no sin fuerte resistenc ia. no se adopta la minús-
cula carolina, produciéndose mientras tanto escrituras mixtas sumamente interesantes.

22H
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XIII 1 11

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229
TEMA XIV

lA ESCRITURA CAROLINA EN lA PENINSULA IBERICA. CATALUÑA

ESQUEMA / RESUMEN

l. El hecho hi st ór ico de la caro lin a en la Penínsul a.

Causas : La administración y la cultura ca-


rolingias . Influencias de ord en ecles iást ico .
11. Su introducción y uso en Ca-
taluña. Documentos .
Primeras man ifestaciones.) a)
Desarrollo y desaparición. b) Códices .

233
INSTRUCCIONES

El mismo sistema consagrado en la Unidad/2. de exponer primero los problemas gene-


rales y básicos de la escritura visigótica y examinar luego las manifestaciones de la misma en
las distintas regiones peninsulares. lo aplicaremos en esta Unidad / 3 a la escritura carol ina,
cuyos problemas fundamentales fueron expuestos en el tema 13, y cuya entrada y ac limatación
en los diversos reinos hispánicos vamos a considerar en este tema 14 y en el siguiente . No hay
más novedad con relación a la visigótica sino el que ésta apareció en la Península por un pro-
ceso normal de evolución gráfica, mientras la carolina ni nació aquí ni vino espontáneamente.
sino a remolque de una serie de acontecimientos ajenos al mundo de la escritura propiamente
dicho .

En la sistematización del tema el alumno no encontrará novedades, pues está estructu-


rado, al igual que el 10, 11 y 12 anteriores, sobre la base de unas explicaciones teóricas. cuyas
líneas principales se recogen en nuestro esquema-resumen, y de unos ejercicios prácticos cuyo
objeto lo constituyen determinadas piezas escritas .

ORIENTACIONES BIBLIOGRAFICAS

No hay trabajo de conjunto sobre la introducción y desarrollo de la escri tura carolina en


Cataluña ni en otras partes de la Península. Lo que interese sobre el particular hay que entre-
sacarlo de las obras generales de García Villada y Mi llares. y completarlo luego con datos y
noticias tomados de obras y monografías cuyos asuntos puedan tener alguna relación con el
tema .

El Tratado de Paleografía. de Millares. se refiere a la carolina en sus capítulos IX. X. XI.


XIV, XV y XVI (los dos . últimos dedicados especialmente a Cataluña) ; García Vi liada , en los ca-
pítulos XVIII, XIX y XXI de su Paleografía Española; pero ambos adolecen de falta de sistema-
tización. con la consiguiente dispersión en sus noticias y comentarios. Entre los trabajos parcia-
les que directa o indirectamente se relacionan con nuestro tema hay que recordar los ya cita-
dos en el tema VIII, de Mateu y Llopis (De la Tarraconense Visigoda a la Marca Hispánica. Barce-
lona. 1947). y Udina Martorell (El Archivo Condal de Barcelona en los siglos IX-X, Barcelona . 1951 ).

Del tema haremos aquí exposición nueva y completa, aunque breve, como la hemos hecho
de los anteriores, ocupando con ella e l espacio correspondiente a Explicaciones complemen-
tarias.
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

l. EL HECHO HISTORICO

Dos etapas diferentes y bien separadas por el tiempo hay que distinguir en relación con
el fenómeno de la introducción en la Península Ibérica de la escritura caro lina. La primera se
inicia en el siglo IX, tiene como campo de ensayo el extremo oriental de la Península y está
presidida por el signo de la ocupación y domin io de los francos en la llamada Marca Hispánica.
La segunda no se abre hasta el siglo XI. va estrechamente ligada al nombre y la persona del rey
Alfonso VI y, geográficamente, comienza por tierras de Castilla, que se convertirá pronto en cen-
tro de irradiación de la nueva moda escriptoria a toda la Península: León , Aragón , Navarra y las
zonas de A I-Andal us que van reconquistándose.

Es muy importante y tiene muchas consecuencias esa diferencia de dos siglos que se-
para a la carolina de la Marca Hispán ica de la del resto de la Península. No sólo las circuns-
tanc ias históricas y la vía de penetración fueron muy diferentes , sino que también lo fueron
las características de la propia escritura. A la Marca llega la carolina de la buena época con
todas sus ventajosas condiciones desde el punto de vista gráf ico; a Castilla. la carol ina tardía y
en evolución hacia la gótica. La producción de objetos escritos es abundante en todas las regio-
nes, mucho más si se compara con las del c iclo escritura! anterior, de cuño vis igótico-mozárabe;
y lo mismo cabe decir de la proporción en que se nos han conservado tales objetos.

Insistimos en que el fenómeno de la carolina en España no se explica por razones pura-


mente gráficas o internas de la propia escritura . En Castilla y León especialmente todo fue ex-
trínseco y el nuevo esti lo escritura! tuvo carácter de producto de importación que se impuso
a la fuerza a sus consumidores. En la parte oriental vamos a ver enseguida que el proceso
discurrió por cauces más normales, y aunque también hubo forcejeo. resultó mucho más suave.

11. INTRODUCCION V USO EN CATALUÑA

Seg uimos entendiendo por tal el territorio formado en el transcurso del siglo IX por los
condados de Barcelona, Gerona. Ausona, Besalú, Cerdania, Urge!, Ampurias. Pallars y Ribagorza.
Los restantes territorios de Lérida, Tarragona y Tortosa estaban integrados en la España musul -
mana y su escritura seguía siendo la visigótica.

1) Causas

En esa Cataluña primitiva que se identifica con la Marca Hispánica empezó a entrar la
escritura caro lina a com ienzos del siglo IX, incrementándose el uso de la m isma ininterrum-
pidamente a expensas de la visigótica, que en la centuria diez puede darse por desaparecida .
Las causas de ese cambio gráfico tan profundo y relativamente rápido fueron éstas. tomándolas
un poco lejos:

237
XIV/b PALEOGRAFIA Y 'DIPLOMATICA

1! La ocupac10n militar y la consiguiente organización política por parte de los franc os


que. con Carlomagno. habían pasado de reino a imperio a fines del siglo VIII. Se inicia dicha
ocupación hacia el año 785 y va a durar más de un siglo, lo bastante para improntar el terri -
torio ocupado no sólo de leyes y mandatos, sino de una serie de elementos ambientales. lla-
mados a influir en todos los órdenes de la vida y a cambiar los usos o costumbres de los habi-
tantes. entre ellos la escritura.

2: La excelente organización administrativa que los nuevos dueños habían sabido dar
a los territorios conquistados e incorporados a la vida del imperio, y que suponía constantes
relaciones entre los órganos más altos de la administración imperial y los inferiores estableci-
dos por aquélla en las marcas y condados. Pero dichas relaciones suponían una corriente de
documentos que iban y venían de la corte a la Marca Hispánica. o viceversa. escritos . natural-
mente, al modo y según los usos gráficos de los dominadores .

3! Las actividades culturales, que son corona de gloria para Carlomagno y sus suce-
sores. quienes hicieron ll egar a las más apartadas regiones del imperio el espíritu renovador
de la cultura clásica y cristiana a todos los niveles, desde los niños de escuela hasta los graves
autores que enseñaban y escribían sobre diversidad de materias : teología , filosofía , historia,
derecho, poesía, etc. Pero el cauce principal a través del cual se comunicaban esas corrientes
de sabiduría no podía ser otro que los libros. es decir, los códices o manuscritos que saldrían
de los escritorios francos en letra carolina y que luego eran copiados en las regiones . imi-
tando en lo posible su caligrafía.

4." La importancia del factor religioso y del papel de la Iglesia, que fueron piezas clave
en e l gran edificio del imperio de Carlomagno, levantado por é l con el anhe lo de que fue ra
como plasmación en lo humano de la civitas Dei, la ciudad de Dios. de San Agustín. Por dos ca-
minos. al menos. había de contribuir el elemento ec lesiástico a que en la Marca Hispánica se
introdujera y se asentara la escritura franca. Uno, de carácter administrativo . a través de las rel a-
ciones que sus iglesias hubieron de mantener con la metropolitana de Narbona , cruzándose
entre ésta y aqué llas la normal documentación en la que. por fuerza y siqu iera en la proce-
dente del metropolitar'lo, campearía la escritura carolina. Otro camino de penetración de ésta fue
marcado, sin duda , por los códices de contenido litúrgico . que serían importados de escrito-
rios carolinos para acomodar e l culto a las exigencias del rito francés o ga licano . el de los
conquistadores, que sustituía al visigótico o mozárabe .

Como se ve . el frente de la nueva escritura era demasiado ancho ~-' "" a resistirlo por
mucho tiempo . dígase lo que se quiera de la permanencia de lo visigótico . así en el campo de
la escritura como en el de otros usos . Vamos a ver , a través de las piezas conservadas . ·Ja
trayectoria de la entronización de aquélla en el territorio de la Marca Hispánica o Cataluña alta .

Aunque entre dichas piezas no falten las monedas y las inscripcion es. nos concretare -
mos al área de los códices y de los documentos . empezando po r estos segundos .

2) Primeras manifestaciones. Desarrollo y desaparición.

al Documentos. El motivo de ponerlos aquí en primer término. antes que los códices
y al revés de lo que se estila en las explicaciones sobre otros grupos de escritu ras . está en
que . dentro de la serie carolino-catalana. el número y calidad de los diplomas superan al de
los códices, suministrando ~n el'lo elementos para exp lica r situaciones y fenómenos g ráficos
que . de otro modo. habrían de explicarse discursiva y apriorísticamente. prescindiendo del ex a-
men ocular y directo del objeto escrito. que es el método ideal en Paleografía . De hecho . nos
enc ontrarnos con que hasta el siglo XI no aparecen cédices de los que nos conste absolu-

238
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XIV ¡ 7

tamente haber sido escritos en Cataluña; mientras que documentos fechados expresamente en
algún punto de la región y , por consiguiente . escritos en ella , los hay desde el siglo IX.

Los ejemplares de dichos documentos pertenecientes a la primera mitad de la centuria


novena son muy pocos , y ya vimos (tema 1O) que se caracterizan por estar trazados en una
letra visigótica propia y específica, pero con claras influencias carolinas en letras, nexos y abre-
viaturas. ral es el caso de las célebres actas de consagración de sendas iglesias: la del cas-
tillo de Lillet. el año 833. y la catedral de Urgel, el 839. ¿Permite la presencia de esos elementos
extraños a lo visigótico concluir con probabilidad que la escritura carolina se aplicaba ya a
determinados documentos de la Marca. no como escritura segunda y de detalles, sino como
escritura principal y propia? Ciertamente sí, sobre todo si se tiene en cuenta que los dos diplo-
mas están escritos en una zona menos permeable a las novedades ultrapirenaicas . Si a pesar
de esa menor permeabilidad y de una segura resistencia a los nuevos modos , la letra carolina
se manifiesta allí con insistencia, ¿como no se manifestaría en lugares y asuntos donde por la
situación geográfica. por la categoría administrativa o por lo que fuere. la presencia franca era
mucho más efectiva? Obsérvese que en las dos citadas actas no se trata de documentos públi-
cos u oficiales y que, no siéndolo, resulta explicable la escritura visigótica, que sería la tradi-
cional de escribas y notarios por tierras de Lérida .

Otro tanto podemos concluir en rela ción con la segunda mitad del siglo IX, a través de
los dos documentos barceloneses más antiguos que conocemos. fechados. respectivamente, en
889 y 892. Su escritura fundamental es visigótica. pero las influencias carolinas han crecido y
no sólo afectan ya a detalles individuales de letras y nexos, sino que se manifiestan a través
de todo el conjunto escrito en la regularidad de los trazos. en la separación de las palabras
y en la escasez de abreviaturas .

El siglo X es ya de claro dominio de la carolina en el campo documental. y aunque no


falten ejemplares donde la visigótica sigue siendo la primera, y otros donde visigótica y carolina
se mezclen en proporciones medias. la mayoría de las piezas documentales rinden abiertamente
tributo a la escritura francesa; lo que quede en ellas de nacional o mozárabe se reduce ya a
vestigios y reminiscencias .

Las características de esta primera floración de escritura carolina en documentos de la


Península , aparte los elementos visigóticos que se le mezclen. responden con fidelidad a la des-
cripción que en el anterior tema 13 dejamos hecha y referida al primero y segundo períodos de
dicha escritura. Un buen ejemplo tenemos en el núm . 30 de las Láminas de la Cátedra de Paleo-
grafía. del año 909, donde junto a las notas fundamentales distintivas del segundo período, aso-
man una serie de detalles típico s de la que Udina ll ama escritura condal , ref iriéndose a los per-
gaminos del archivo de los condes de Barcelona . anteriores al año 1000.

A partir del siglo XI , desde e l punto de vista paleográfico . los documentos catalanes ba-
jan de interés y se emparejan en la sustancia y muchos detalles con los de otras regiones
peninsulares . No se olvide, por añadidura, que en la primera mitad del siglo XII, Cataluña Y
Aragón se unen . con la consiguiente influencia mutua en sus usos y costumbres . Sus caracte-
rísticas gráficas los sitúan adecuadamente entre la producción carolina del tercero y cuarto pe-
ríodos. cuya nota general más distintiva consiste en las formas angulosas y geométricas a que
tienden signos y letras. Sin embargo, está claro que dentro de esa homogeneidad básica , lo caro-
lino catalán sigue teniendo su fisonomía propia, sobre todo si se compara con León y Castill a.
donde la escritura de documentos resulta de ordinario . entrado ya el siglo XII. más f-~ erte,
más tiesa y más geometrizante . Véase como prueba la lámina núm . 39 de la colección de la
Cát edra de Pal eografía . correspondi ente a un documento público escrito en Barcelona el año 1::!0 :;

239
XIV/ 8 PALEOGRAFIA Y DIPLOMAIICA

Se trata de una elocuente muestra de carolina documental usada en la cancillería regia y lla-
mada tradicionalmente minúscula diplomática . Compárese con la lámina 35, por ejemplo. que
reproduce otro documento real . pero de Castilla, escrito a mitad del siglo XII .

La caída y desaparición de la carolina documental en Cataluña tampoco ofrece noveda-


des, pues corrió pareja con las otras carolinas de la Península. cuyo ocaso, iniciado en la se-
gunda mitad del XII, se arrastra hasta el siglo XIII, en cuyos primeros años muere o. mejor. se
convierte en la llamada escritura gótica. que veremos a partir del tema 15. Con frecuencia resul-
tará apurado decidir a vista de algunos ejemplares de dicho siglo XIII si su escritura es gótica
o carolina. optando unos autores por llamarla pregótica. mientras otros hablan de carolina tardía.
Tal ocurre con el documento de la lámina núm . 41 de la colección de la Cátedra . escrito en 1208
y caracterizado por el arcaísmo de su trazado. vertical y rígido. de poca o ninguna gracia .

Sobre los documentos particulares . la idea aceptada comúnmente de que no entra en


ellos la letra cursiva puede valer para los siglos X y XI; pues muchos del siglo XII y XIII evo-
lucionan ya tan claramente hacia lo cursivo, que quizá valga la solución de no enjuiciarlos
como de escritura carolina. sino colocarlos en el umbral de la cursiva gótica . Puede verse un
caso convincente en la lámina núm. 48 de la colección citada. cuyo original. escrito en 1201 al
sur de Cataluña. presenta como síntomas de cursividad. aparte una cierta tendencia angulizante.
excesiva rapidez en su trazado y empleo abusivo de las abreviaturas. difíciles de descifrar
muchas veces.

b) Códices. Sobre los que pudieran haber sido escritos en Cataluña durante los prime·
ros tiempos de la Marca Hispánica y conservarse ahora. hay tan pocas seguridades como abun-
dantes noticias confusas . La falta de ejemplares fechados en cuanto al tiempo y a la geografía
hace muy difícil el señalar manuscritos . ni mozárabes ni carolinos. ejecutados allí en las centu-
rias novena y décima. Resumiendo sobre el particular. las ideas que nos parecen más verosími-
les . cuando no del todo seguras. podrían aceptarse las siguientes conclusiones :

1." A raíz de la conquista franca debieron a empezar a importarse desde el país vecino
cantidad considerable de códices. unos con finalidades litúrgicas y culturales. otros como con-
secuencia del renacimiento cultural carolingio. Naturalmente. su escritura sería la carolina del
primer período. Lo sorprendente es que de tales manuscritos importados no sabemos exacta-
mente que se conserve ahora alguno.

2." No puede dudarse que durante el siglo IX se escribieron en los condados catalanes
códices de letra visigótica o mozárabe. algunos de los cuales es casi seguro que recibirían en su
escritura influencias de tipo carolingio .

3." En el siglo X debieron de coexistir códices carolinos y visigóticos . pero muy pocos
de ellos dejarían de estar tocados por la escritura contraria: los carolinos. por la visigótica;
los visigóticos. por la carolina . También es probable que a medida que avanzaba el siglo se in-
crementara la producción de ejemplares carolinos y languideciera. hasta apagarse en la segun-
da mitad. la de manuscritos mozárabes .

4." La época áurea de los códices carolino-catalanes es. sin discusión. el siglo XI. En
él florecieron los escritorios de la región con personalidad propia y producción abundante.
Los más famosos y conocidos son el del monasterio de Ripoll y el de la catedral de Vich. a los
cuales va gloriosa e inseparablemente unido el nombre del abad-obispo Oliva. La colección que
se conserva en el Archivo de la Corona de Aragón. procedente del primero. es importantísima
por el número y la calidad de sus volúmenes.
24U
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XIV/9

5! Durante el siglo XII los manuscritos, como los documentos, bajan de categoría e in·
terés, al menos desde el estricto punto de vista caligráfico, pues entran ya en la corriente ge-
neral que nivela la producción de toda la Península a base de una letra carolina que se trans-
forma en gótica, adoptando cada día formas menos espontáneas y más igua les.

Nos referimos ahora muy brevemente a algunos manuscritos más notables y represen-
tativos:

Atribuibles con mucho fundamento al siglo X. tenemos en el Archivo de la Corona de


Aragón el manuscrito Ripoll 74, con versos de Seda y el texto de un Glosario hebreo, griego
y latino; o el Ripoll 108, con obras de San Isidoro, del cual García Villada reproduce una página
en el facsímil 70 de su Paleografía Española. in sist iendo en atribuirlo gráficamente a la centuria
décima, si no a fines de la nueve.

Entre los del siglo XI, es famoso el manuscrito Z.ll.2 de la biblioteca de El Escor ial , que
contiene el texto del Líber ludicíorum o Fuero Juzgo, terminado de escribir en Barcelona el
año 1012 por el juez Homobonus. Algo posterior es el Misal Romano de Vi ch . escrito en dicha
ciudad. con letra carolina muy perfecta, el año 1038, y conservado en aquel Museo episcopal.
Más tardío aún -año 1055- es el celebrado Compendio de geografía física y astronómica.
que , procedente de Ripoll y a través de la bibl ioteca de la reina Cristina de Suecia , llegó a la
Vaticana, donde se conserva ahora.

Del siglo XII abundan los códices litúrgicos, como el Salterio y Breviario latinos de la
catedral de Lérida. de 1191, notables por su notación mus ica l. Típ icos de este tiempo , en que
se ponen de moda, son los cartularios o co lecciones de documentos. copiados en grandes volú-
menes. como el Líber feudorum maior de la catedra l de Barcelona, escrito entre 1162 y 1196.
Por su nombre, todavía citaremos la copia de l Codex Calixtinus, que hizo en 1173, sobre el ori-
ginal de la catedra l de Santiago , un monje de Ripoll. Representando a los códices de carácter
doctrinal, hay , entre los muchos de l archivo catedral de Tortosa, un De cívítate Dei de San Agus -
tín , notable por sus min iaturas.

Sobre este aspecto de los códices catalanes del cic lo carol i no, el min iaturístico, puede
verse , además de la Exposición de códices miniados. de Domínguez Bordona. en que sobresalen
las famosas biblias de Roda y de Farba , del siglo XI. la voluminosa obra de Pedro Bohigas .
La ilustración y la decoración del libro manuscrito en Cataluña (Barcelona. 1960).

24 1
XIV/ 13
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

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245
XIV / 14 PALEOGRAFIA Y DIPLOMf\TICA

TRANSCRIPCION (lám. 14/1)

In Dei nomine. Ego Borrellus, gracia Dei chomes et marchio, tib i fideli meo lsarno. Certum quidem mani·
festum est enim quia placuit michi et placet 1 ut tibi iam dicto fideli meo donacionem tibi fecissem sicuti et
facio ipsa rrocheta que uocabulum est ad fontaned quod ienitor tuus Sallaprimus 1 primus aprehendidit de istis
temporibus qui est ipsa rocheta cum ipso alodes in comitatum minorisa iusta chir alto. et afrontat ipso kas·
11 tro 1 quod uocabulum est rocheta simul cum suas fines uel agacencias; de orientis in t ermine de Touos ad ipsa
albareda et ascend it in ipsa serra qui diui- 1 dit per kastrum Miralias et per suum terminum . et est de meridie
ipsas agudas recte trammite per ipsa antiqua et peruadit de occiduo per ipsa ualle 1 de Auccetor per ipso plano
ad ipsa uilla Antiqua. recte tramite per ipsa serra ad ipso termine quod uocabu lum est Orto de Goda et des-
cendit 1 de tercio per ipsa pausada de ienitori meo qui fuit condam bone memorie Suniario chom ite et ascen-
dit ad ipsa serra qui descendit ad ipso 1 Mubiello; recte uadit per ipsos ter rarios rubios qui uadiit per ipso ter-
minio de Touos et per uadit ad ipsa albareda quod superius resonat. contra 1 orientis. Sic dono tibi quantum
istas afrontaciones includunt ipsa roka cum ipsas parietes. cum ipsos supr apositos. ter ras cultas uel ermas 1 et
arbores maiores uel minores et garricis. aquis aquarum. petris. sacxis, montis , ual li s . plano. omn ia uel in omni-
bus totum ab intecrum cum exiis uel 1 regressio earum. et de meo iuro in tuo hoc trado ad omnia quod facere
uolueris. Ouod si ego Borrellus commes qui hoc tibi dono aut ullus 1 quislibet omo qui contra ista donacione
uenerit ad inrumpendum non hoc uale at uindicare set componat hoc quod petit in duplo cum omn i sua inmelio- 1
racione et sua peticio ad nichi lum remoat ista donac10 in omnibus obtinet firmissiman robore. Facta istius scr ip-
tura donacionis 1 V kalendas agusti. anno VI, regnante Leutario rege filium Leud iui ci reg i Sig(signo). (signo) Eigo
(?) (signo) chomes qui ista donacione fecit et fir- 1 mare rogauit. Salla qui hac donacione consensit et (signo).
Sig(signo)num Unifredus (signo) Buinfredus (signo) 1 Godemares (signo); Miro (signo); O liba iudice (signo).
(Línea inferior:) Johannes leuita qui hac ista donacione scrip(signo)sit et (signo), die et anno quod . supra.

COMENTARIO (lám. 14/1)

Se trata de la reproducción. muy bien lograda, de un documento púb li co cuyo original se


conserva en el fondo de Poblet del Archivo Histórico Nacional . Otorgante del mismo es el cond e
de Barcelona. Borrell 11. Fue escrito en 960 ó 961.

Paleográficamente tiene mucho interés; se debe a lo típ ico de su escritura, que es mani-
festación fiel de la carolina del segundo período en su versión cata lana . caracterizada tanto por
la espontane idad de su trazado, que llega a dar impres ión de cierto descuido y de una muy leve
tendencia cursiva. como por la redondez y pequeño tamaño de sus letras; ha y reminiscencias visi-
góticas. por ejemplo, en el poco cuidado de separar entre sí las palabras.

Sobre la forma de sus letras ais ladas. notemos cómo se guardan en ellas los cánones
aceptados para la buena letra carolina: a inclinada suavemente hac ia izquierda, pero con ten-
dencia hacia la vertical perfecta, en algunos casos (líneas 10 y 14) recuerda los tipos de la
primitiva caro lina; b que apenas termina de cerrar su tra zo curvo; en d se mezclan los dos
tipos , el alto y el redondo, acaso con predominio del primero; f rememora formas visigóti cas;
g se presenta del todo cerrada por arriba, sin faltar casos de total abertura (líneas 6, 11, 14) que
la asemejan a una z; obsérvense los casos de n mayúscula; la r se presenta en la doble for ma
prevista con carácter general. la vertical o corr iente. y la de forma redonda (líneas 1. 6 , 9. 1 O).
excepciona l ; en s merecen notarse los dos o tres casos de mayúscula que se presen ta n; la t
se mantiene siempre carolina típica. En cuesti ón de nexos poco hay que advertir. pues so n los
propios de esta escritura con algún rescoldo visigótico-mozárabe: ego, re, el especia l de et, ti,
st, fe, fi, gr, gn, ct, fr. Y las abreviaturas. lo . mismo, así en signos genera les y espec iales como
en palabras abreviadas; novedad es. sin embargo , y habrá que achacarlo a influencia visi gótica.
la ausencia total de letra s sob repuestas. Las firmas y los signos son abundantes y comp li cados;
algunos. autóg rafos; todo e llo propio de los documentos catalanes de los primeros tiemp os.

Para los filólogos. e l docum ento está ll e no de f enómenos l ingüísticos interesantes .

246
PALEOGRAFIA Y DIPLO M A TI CA XIV/ 15

CUADRO (lám . 14/ 1)

ALFABrTO
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247
XIV/16 PALEOGRAFIA y DIPLOMA TI CA

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248
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XIV/ 17

CUADRO (lám. 14/ 2)

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NEXOS

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249
XIV/18 PALEOGRAFIA Y DIPLOM >\ TICA

TRANSCRIPCION (iám. 14/2)

Manifestum sit omnibus. quod ego Petrus, dei gratia Rex Aragone et Comes Barchinone . dono. laudo et
concedo atque offero Deo et beate Marie de Sanctis Cru- 1 cibus et t ibi Bernardo abbati et conuentui eius-
dem loci ob remedium anime mee et parentum meorum, illas tres migeras et mediam frumenti et ordei censua-
les. quas 1 Raimundus de Anglerola dabat et faciebat mihi et meis pro censu de illis tribus sortibus terre quas
tenebat per me apud Tarregam in loco uocato Podio Cunil, 1 quem censum totum integriter et dominium totius
prefati honoris sicut melius habeo et habere debeo. dono et concedo predicto monasterio in perpetuum . et ut
melius 1 dici uel intelligi potest de meo iure et dominio in suum trado dominium et potestatem in perpetuum ad
omnem suam uoluntatem inde faciendam per proprium et fran- 1 chum alodium sine meo meorumque retentu .
Datum apud Barchinonam. mense februarii, anno Domini Moccow. 1
Sig (signo) num Petri regis Aragone et Comitis Barchinone, qui hoc laudo et firmo firmarique rogo. (Sig-
no) + Petrus ausonensis sacrista . 1 Signum (signo) Martini Bernardin i. Signum (signo) Johannes de Be rax do-
mini regís notarii. Sig(signo)num Guillelmi de Corrone domini Regis notarii qui (signo) num Guillelmi de
Corrone domini Regis notarii qui hoc scripsit mandato eius mense et anno que supra.

COMENTARIO (lám. 14/2)

Reproduce esta lámina el original de otro documento público que se encuentra en el Ar-
chivo Histórico Nacional. fondo de Poblet. También es documento regio. otorgado por Pedro 11 .
rey de Aragón y príncipe de Barcelona. en cuya ciudad fue escrito y fechado el año 1202. muy
dentro ya de la época de unión entre los dos estados. Paleográficamente. contrasta con el ante-
rior. y por eso lo traemos aquí. para contraponer a través suyo la escritura carolino-catalana
del segundo período que hemos visto en 14/1 . fOn ésta del período cuart o y último . que contem-
plamos en 14/ 2. y se llam a entre los paleógraros minúscula aragonesa. Obsé rvese. como elemen-
tos de contraposición, la perfecta separación de palabras, la verti calidad de las let ra s . la suave
t endenc ia angul ar y geométrica de los trazos con apéndices y complementos. el sistema de
abreviar por 1etras sobrepuestas.

Son de notar las formas de q en la primera línea y en la últ ima; de g y s en la lín ea· 1
(comes); la d es sie mpre redonda; la m , mayúscu la en mense y millessimo; las íes. con signo
diacrítico cuando van juntas. Los nexos y abreviaturas son más abundantes, pero reg lamenta-
rios todo s y correctos. Curiosa y s ignificativa la firma de Petrus ... sacrista, autógrafa y sem i-
curs iva. Típicos los signos de otorgantes y signatarios. En interés lingü ístico no cabe comp a-
rarlo con 14/ 1.

250
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATI CA
XIV/ 19

LAMINA 14/ 3

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251
XIV /20 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (lám. 14/3)

¡ dirigan gressus per ... PRAEFACIUM . 1 Uere dignum ... aeterne Deus. qui Abrae. 1 lsaach et lachob cus-
tus , 1 dux et comes esse uoluis 1 ti et Tobi famulo tuo. 1 angelum tuum ducem preuium 1 praestisti . quacsu·
mus ita et uia itine 1 ris nostri sanctorum intercessioni 1 bus angelorum in salutis pros 1 peritate dignare diri 1
gere. ut ínter omnes huius 1 uie et uitae casus . tuo semper 1 protegamu r auxilio: per Christum .. . 1 AD COM·
MUNIONEM. 1 Deus. uere beati 1 tudinis auctor atque lar 1 gitor. dirige nos in eam / quam inmaculati ambu 1
lant uiam. ut testimonia 1 legis tue piis cordibus ex 1 quirentes perseue remus 1 et dirigere quod prec ipi unt 1 et
desiderare quo ducunt. Per ... / INCIPIUNT 1 BENEDICCIO 1 NES. IN PRIMIS 1 BENEDICCIO IN 1 VIGI LI A
t NATALIS DOMINI. 1 OMNIPOTENS 1 Deus. qui incarnacio 1 ne Unigeni / ti sui mundi tenebras effugauit et eius
gloriosa 1 natiuitate hanc sacra 1 tissimam noctem irradia 1 uit, effuget a uobis tene / bras uiciorum. et
1 irradiet 1 corda uestra luce uirtu 1 tum. amen. Ouicque eius 1
1
f

COMENTARIO (lám. 14/ 3)

Reproduce una página del códice del archivo catedral de Lérida, titulado Ceremonia/e
episcoporum. Se le da por escrito en Roda de lsábena a finales del siglo X. Aunque geográfica·
mente Roda no pertenezca a la Marca Hispánica . paleográficamente es lo mismo, pues el con·
dado de Ribagorza. al que correspondía Roda, formó parte del imperio carolino , y hasta el si-
glo XI, en que fue ocupado por Sancho el Mayor, política y administrativamente se mantuvo
como un condado más del reino franco. Con lo cual disponemos de un ejemplar muy represen-
tativo de la escritura carolina de códices, que. si de verdad no fue importado, sino ejecutado
materialmente en Roda, nos permite concluir sobre las características de los códices carolinos
escritos durante el siglo X en la Marca Hispánica o en territorios inmediatos.

La escritura de la lámina se ajusta a los cánones observados como propios de la carolina


en su segundo período, y en realidad no ofrece dificultades ni en cuanto a las letras y nexos
ni en cuanto a las abreviaturas ordinarias . Las extraordinarias son pocas y tienen carácter téc-
nico , o sea, que no es pos ib le resolverlas sin conocer el lenguaje litúrgico del texto. Concreta-
mente, el vere dignum de la línea 2, en la columna izquierda, se cifra en una especie de ana-
grama que forman sus dos letras iniciales.

Nótense las partes de escritura capital o mayúscula con claras reminiscencias visigó-
ticas.

252
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XIV/ 21

CUADRO (lám . 14/ 3)

ALFABETO ABkt. '/I.ATUR..A S

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p- PRE.

B b b n PEA e .,.., :(.:,.te óCI 11f ' l au¡; .!\'l (.!_ lit

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253
TEMA XV

APOGEO DE LA ESCRITURA CAROLINA EN LA PENINSULA IBERICA. CASTILLA-


LEON. ARAGON Y NAVARRA

ESQUEMA/RESUMEN

1. Perspectiva hi stór ica de los reinos cristianos en el siglo XI.

2. El tránsito de lo nacional a lo europeo . En lo militar y en lo político .


Influenc ias extranje ras . En lo comerc ial y económ ico.
En lo reli gioso y eclesiástico .

3. El tráns1to en e l terreno de la escritura: De lo visigótico-mozárabe a lo carolino .

Al Códices .

4 D ifu sión de la caro lina . al Públi cos en Castilla y León .


b) Privados en Casti lla y León .
B) Docume ntos .
el Públicos en Aragón y Navarra.
d) Privados en Aragón y Navarra.

255
INSTRUCCIONES

Poco o nada hay que añadir al planteamiento general hecho en el tema anterior a pro·
pósito de la penetración en Cataluña de la escritura carolina. El mismo p lanteamiento hare·
mos con relación a Castilla y a los demás estados cristianos de la Penínsu la. Las diferencias
entre estas dos áreas de escritura carolina. la oriental y la occidental, por ll amarlas de algún
modo. ya ap untamos que más que paleográficas propi ame nte d ich as. son de ambi ente histórico
y derivadas del momento d istinto en que se produjo el fenómeno de la nueva escritura, y de las
causas. también distintas. que lo produjeron. En cuanto al momento. ya vim os que hay unos
dos siglos de diferenc ia. y en cuanto a las causas. revistieron ést as espec ial comp licac ión en
Castilla, ofreciéndonos un ejemp lo con vincente de cómo puede operarse un cambio de escri·
tura no espontáneo. s ino a la fuerz a y por presiones no sólo ambienta le s. sino d irectas de la
propi a autoridad pública. Por lo que se re fi ere a Aragón y Navarra. el problema de la carolina
se plantea y se resuelve un poco en función de lo ocurrido en Castill a.

Con re lac ión a estas tres grandes regiones. es oportun o adve rt ir y t ener en cuenta que
la producci ón en ellas de objetos escri tos (documentos y cód ices) es muy cuantios a e infin ita·
mente s upe r io r a la de escritura vis igótica. Por eso el tema puede resulta r un poco extenso.
más en la pa rt e práctica que en la teó ri ca . En cuanto a la leng ua de los textos con que vamos
a enfre ntarnos, no se olvide que s igue siendo la latin a.

Por todo lo dicho . y con más razón s i cabe que en ot ros t emas . habremos de hacer de
éste. en vez de las previstas Ex pli cacio nes comp lementarias. una exposición nueva y com-
pleta; pues ya v eremos que conjunta y armó ni camente nadie se ha ocupado de los muchos y
variados elementos que se intengran en el tema.

ORIENTACIONES BIBLIOGRAFICAS

En el Tratado de Paleografía, de Mill ares. hay noticias y datos que sirven al tenia, dispe r·
sos entre los capítulos IX. XII , XIV y XVII . En la Paleografía Española, de García Villada, puede
decirse qu e el tema no está pr esente más que a través del leve comentario que se hace de
algunas páginas de códices carolinos. en el cap ítulo XV II. Floriáno Cumbreño, en su Curso Gene·
ral de Paleografía, se muestra más amplio y exp líc ito, al trat ar del «Cic lo de la escritura caro-
1in a" como apartado B de su Paleografía y diplomática española.

Notic ias parciales e indirectas. de cuño histórico princ ipalmente, relac ionadas con el pro·
blema de la escr itu ra carolina y su introducc ión en Castill a y reinos adyacentes . no faltan.

257
XV/ 4 PALEOGRAFIA Y DIPLOM ATII,A

Sobre el uso de la misma escritura. las noticias indirectas son abundante y se encuen-
tran , sobre todo , en los muchos y buenos trabajos dedicados a las co lecciones d iplomáticas
de varios reyes de Castilla. León, Aragón y Navarra. como el de Petter Rassow a la de A lfon-
so VIII ; los de Julio González a Alfonso VIl, Fernando 11 y Alfonso IX; el de Antonio Ubieto a
Pedro l. A ellos nos referiremos en .los temas de "Diplomática española ... dentro de la sexta
Unidad del programa.

258
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

Más que con cualquier otro grupo de escrituras. es necesario con relación a la carolina
conoce r el ambiente histórico de la Península Ibérica en que aquélla iba a aparecer y analizar
las causas que hicieron que apareciera .

1) Perspectiva histórica. El mapa de la Península sufrió a lo largo del siglo XI un cam-


bio muy profundo que afectó no sólo a la España cristiana del Norte, sino también a la musul-
mana . Prescindiendo de Cataluña. a la que hemos dedicado el tema anterior. nos encontramos
con que en ese siglo Castilla se convierte en reino. uniéndose con león en la persona de un
mismo monarca; Navarra pasa de una hegemonía sin límites en la primera mitad del siglo a un
decaimiento total en la segunda; Aragón surge como reino nuevo con extraordinaria pujanza; el
año 1036 desaparece el califato de Córdoba para no rehacerse nunca; mientras. los reyes cris-
tianos harán avanzar la reconquista eficazmente. poniendo sus fronteras en los valles del Tajo
y del Ebro .

En el orden interno. una de las notas características de la vida de estos Estados va a


estar marcada por la desaparición de lo mozárabe, que lleva el signo de lo nacional . y su sus-
titución por lo francés. que lleva el signo de lo europeo.

Todo ello estaba llamado a tener importantes repercusiones de diver:.so orden, empezando
por las políticas. pero alcanzando también muy de lleno a los aspectos culturales y humanos
más propiamente dichos. con consecuencias que iban a saltar hasta el campo del lenguaje es-
crito .

2) El cambio. Influencias extranjeras. El peso y la importancia del factor extranjero


fueron decisivos para el cambio de estructuras que en el curso de dicho siglo XI va a operarse
en la España cristi ana. especialmente en Castilla. Enumeremos esas influencias que, mejor que
extranjeras o europ eas en general. podríamos llamar galicanas o francesas.

1! Influen cias fam iliares a través de las esposas de Alfonso VI , varias de las cuales
procedían del país vecino. aunque las verdaderamente influyentes fueran las dos primeras. Inés
y Constanza. la segunda espec ialmente. Aparte el influjo personal que pudieran ejercer como
esposas del monarca. hay que contar con el ejercido por las personas francesas (civiles y ecle-
~iást icas) que traerían consigo y se quedaron luego aquí como cortesanas.

2,. la Cruzada borgoñona . de la cual hablan los historiadores como del suceso militar
que dio ocasión a que se introdujeran en la corte y_ en los negocios públicos de Castilla muchos
personajes frances es. Por lo menos. con el pretexto de esa Cruzada vinieron los príncipes don
Enrique y don Raimundo de Borgoña . quienes. más que pelear con los moros. lo que hicieron
fue asentarse en la corte y casarse con sendas infantas. Teresa y Urraca. -

259
XV / 6 PALEOGRAFIA Y OIPLOMATICA

3! Otra gran vía de penetración francesa y -esta vez sí- europea, en genera l . la
ofrecía el Camino de Santiago, con las peregrinaciones a Compostel a. Por ella se infil traron
muchos elementos de orden económico y social y tamb ién culturales. Baste recordar los barrios
y las poblaciones formados por súbditos franceses (francos) que surgen a lo la rgo del Camino
y a l socaire de la peregrinación. En el orden de la cultura. aquel río humano que iba y venía y
hacía comercio, dio lugar a un curioso trasiego entre España y los países peregrinos de libros
manuscritos.

4! Pero el sector castellano donde más influyó lo ultrapirenaico y, concretamente, lo


francés fue el religioso, que fácilmente y de muchos modos se confundía con lo cultural. Dos
fueron las corrientes de influencia religiosa y eclesiástica: una, a través de personas. represen-
tadas por los monjes cluniacenses; otra. de signo litúrgico o ritual. a través del movimiento en
favor de la implantación del rito romano universal y la suspensión de l rito mozárabe nacional.

La Orden clun iacense, nacida en Cluny (Francia) durante el siglo X. como primera gran
. reforma de la Orden benedictina, se había asomado a la España cristiana occ id ental en tiempos
y en los dominios de Sancho el Mayor; pero cuando sus monjes se asentaron de verdad. adue-
ñándose de la Iglesia española, fue en tiempos del rey Alfonso VI y con su eficaz protección. de
suerte que a comienzos del siglo XII puede decirse. con razón, que en Castilla la Iglesia se
había galicanizado a base de obispos y grandes abades de cuño cluniacense, y franceses no
sólo de nacimiento, sino también por sus usos y costumbres . por su espíritu y su mentalidad.

Los c luni acenses, a su vez, se constituyeron en defensores y ejecutores del ideal y los
proyectos de l Papa Gregario VIl (1071-1083). en torno al problema del cambio de rito. es decir,
de la forma en que había de manifestarse la religión y ejercitarse su culto externo (ceremon i as.
rezos, textos y fórmulas litúrgicas. etc). El Papa de las investiduras tenía la obsesión de unificar
en toda Europa las formas del culto. como medio de centralizar en Roma de modo eficaz el
dominio y el gobierno universales de la Ig lesia. En Castilla , Navarra y Aragón, la suplantación
del rito mozárabe por el romano que decimos. estaba l'ograda en su mayor parte antes de ter-
minar el siglo XI. s in faltar historiadores que afirmen haber llegado a decretarse el cambio para
Castilla y León en un conc ilio celebrado en Burgos el año 1080.

3) El tránsito de lo mozárabe a lo francés en la escritura. La simple enume rac1ón que


acabamos de hacer. de las causas que influyeron en el afrancesam iento - si queremos ll amar·
lo así- de la vida pública castellana en su s dos ca r as. la eclesiástica y l a c ivil. basta para en-
tende r cómo e l campo de l a escritura vis i gótica estaba abocado a ser invadido p-o r l a carolin a o
francesa.

En el proceso de tal invasión hay que d1stinguir dos etapas : una . de penetr ac i ón lenta .
natural y espontánea en c ierto modo ; otra . de aceptación obligada . impuesta d esd e arr iba.

En la primera influyeron los varios f actores históricos que hemos e numerado : familiares.
comerciales. cultura les y religiosos o eclesiást icos. De lo dicho anteriorment e en nuestro apar-
tado 2). sin violencia podemos sacar las siguientes conclusiones :

1! Que en la corte castellana de Alfonso VI empezó muy pronto a usars e por pa rt e


de determinados grupos y personas l a escritura por ellos importada . que era la car olina

2! Que en las colonias de francos establecidos en la ruta compostel ana o sus proxlln l-
dades ' se emp learía esa misma escritu ra. con una proyección popular de la misma muy apw
r. iable y que no tendría la del sector cortesano .

260
PALEOGRAFIA Y D IPLOMATICA XV/ 7

3! Oue en el intercambio o comercio de manuscritos entre personas y centros cultu-


rales europeos e hispanos habrían de contar los de escritura carolina traídos para quedarse defi-
nitivamente en España .

4 ! Que la invasión clun iacense sobre Castilla y los demás reinos peninsulares y su iden-
tificación con el rito romano tuvo que suponer una importación masiva de códices litúrgicos
caro linos. que entraron a ocupar su sitio en los coros de iglesias y catedrales, para usarse
a diario en los diversos actos de culto; mientras otros manuscritos de diferente contenido (ascé-
ticos, bíblicos . doctrinales} y también de importación se asentaban en las librerías de monas-
terios y catedrales para ser leídos por monjes y clérigos. Imagínese ahora lo que de ventaja
en el conocimiento y difusión de la nueva escritura suponía esta situación, tan estratégica como
privileg iada. y e l ambiente que . quisiérase o no. se iría formando de hecho en favor suyo.

Sin embargo. no fue éste tan genera l e inmediato como para no encontrar oposición y
dificu ltades. que surgieron de personas e instituciones eclesiásticas. opuestas. por una parte. a
las novedades litúrgicas ; por otra. al asalto de que los monjes galos habían hecho objeto las
sedes españolas episcopales y abaciales; y como consecuencia de todo ello, a la escritura
que plasmaba los textos de esas novedades y que, además, era la propia de los monjes asal-
tantes.

La resistencia debió de ser fuerte y la lucha dura, tanto que sin la dec idida protección
real. no sabemos cuál de las dos escrituras hubiera triunfado, la importada o la indígena. De la
tensión a que se llegó da idea la noticia transmitida por algunos historiadores -Lucas de Tuy
y Jiménez de Rada especialmente- sobre la celebración en León de un Concilio el año 1090,
que tomara, entre sus resoluciones. la de poner en entredicho a la visigótica como escritura de
libros litúrgicos . e imponer como exclusiva de éstos la francesa o galicana, que nosot ros llama-
mos carol ina.

4) Difusión de la carolina. Con Concilio o sin él. con resistencia más o menos tenaz
de los nativos o sin ella. el hecho es que. a partir de fines del siglo XI. la nueva escritura em-
pieza su carrera asce ndente y que no le costará más de un cuarto de siglo adueñarse del mapa
gráfico de la Península. Las posiciones contrarias se van corriendo hacia el Oeste. y ya dijimos
(te ma 12) que es en Galicia y Portugal donde la v isigótica resiste . por lo menos en casos con-
cretos. hasta la primera mitad del siglo XIII. En Castilla , el proceso del cambio se cierra antes
de med iado el sig lo XII; en Aragón y Navarra. un poco más tarde . Veamos cuáles son las ma-
nifestaciones del nuevo sistema gráfico y las características que ofrecen.

A} Códices. Escritos en letra caro li na son muy pocos los que se han conservado. Y esto
por dos razones: primera. porque los códices de escritura visigótica subsistieron. según acaba-
mos de decir. hasta bien entrado el siglo XII; segunda, porque en el siglo XIII la escritura que
se aplica al trazado de códices es la gótica. Por consiguiente. apenas quedó espacio de tiempo
para que en el campo de los manuscritos floreciera la carolina auténtica.

No faltan . sin embargo. algunos ejemplares notables : La Biblia segunda de San Isidro
de León. pieza magnífica que. según consta en su colofón. tardó seis meses en escribirse y uno
en iluminarse. terminándose el 26 de marzo de 1165. La Exposición del Antiguo Testamento de
San Paterio. escrito en el Monasterio de Verue la el año 1171 . El Codex Calixtinus de la Cate-
dra l de Santiago. anterior en poco tiempo a 1175. El Líber ludiciorum de la Biblioteca de El Esco-
rial. de probable origen castellano. terminado de escribir en 1188. De l primero (Biblia de San Isi-
doro} hay un facsímil en la lámina 67 del Tratado de Millares; del segundo (Exposición de San
Paterio). en la 74 de la Paleografía de García Villada; del tercero (Calixtinus} y del cuarto (U
her ludiciorum} en las 40 y 42 . respectivamente. de los Exempla. 11 . de Canellas .

261
XV / 8 PALEOGRAFIA Y OIPLOMATI CA

La carolina que nos ofrecen todos estos ejemplares corresponde . por sus características .
al cuarto período, cuya nota distintiva principal radica en su tendencia gotizante . a base de tra-
zos angulares y geométricos que -ya lo dijimos- dieron pie a algunos autores para habl ar
no de escr itura carolina simplemente . sino de caro lina tardía o . más bien . pregótica . Ha sta en
los códices de comienzos del XII. donde la caro l ina mant iene todavía un algo de su gracia prim i-
tiva. se perfila ya claramente esa tendencia gotizante: por ejemplo . en el de las Homilías de
San Agustín , del año 1105. en la Biblioteca C_atedra l de Tol edo. o en el Misa l de Sahagún . muy
de comienzos del siglo XII. en la Biblioteca Nacional madrileña .

B) Documentos. Todo lo que tiene de escasa , con relación a la escritura carolina. la


producción de códices en Castilla-León, Aragón y Navarra . lo tiene de abundante la producc ión
de documentos en el mismo tiempo y en las mismas regiones. Las razones de esa mayor pro-
fusión documental fueron tres principalmente : Primera. el haber empezado las ca ncillerías rea -
les o públicas de esos estados a aplicar relativamente pronto a algunos de sus diplomas la nueva
escritura . Segunda. la mejor o . por lo menos. la más compli cada organización administrativa de
dichos estados a partir de la segunda mitad del siglo XI . que llevaba consigo un considerable au-
mento de la documentación en que aquélla había de reflejarse. Tercera . el avance de la recon-
quista durante esos dos siglos , que hizo incorporarse al área de la escritura carolina todos y
cada uno de los territorios reconquistados.

Con esos antecedentes explicatorios. veamos cuántos y cuáles fueron los documentos pú-
blicos y privados trazados en escritura carolina en cada una de esas cuatro grand es regiones :

a) Publicos en Castilla y León. El paso de la visigótica a la carolina se produce a lo largo


de estos tres reinados: Alfonso VI (1072·1109). D.• Urraca (1109-1126) y Alfonso VIl (1126-1157) .
De hecho , y en números redondos . podemos decir que tiene lugar entre los años 1100 y 1150.
La serie documental carolina salida de la cancillería del primero de dichos reyes es muy pe-
queña si se compara con las series visigóticas; su escritura es sencilla y relativamente espon-
tánea. apuntándose apenas en ella la tendencia anguliforme (puede verse un ejemplo bastante
representativo e nel facsímil núm. 86 de García Villada) . Durante el reinado de o.• Urraca puede
sugerirse que se dividen el campo por mitades aproximadas la carolina y la visigótica. aplicada
ésta con preferencia a documentos otorgados en Galicia. Con Alfonso VIl se producen los últi-
mos destellos de visigótica . pocos y pobres; la inmensa mayoría de sus documentos se pre-
sentan en clara letra carolina. de dos tipos: uno, el primero. que aparece durante __los primeros
años de su cancillería. casi mantiene la espontaneidad y la gracia de la redonda carolina del se-
gundo período (véase un buen ejemplo en el núm . 32 de las Lá_ m inas de la Cátedra de Paleo-
grafía) ; el segundo tipo va ligado al nombre de dos personajes franceses que reorganizaron la
cancillería real y permanecieron al frente de la misma desde 1139, el canciller magíster Hugo
y el escriba o notario Giraldus que es el ejecutor de esa escritura llamativa por sus trazos
gruesos, por sus astiles Jltos que se incurvan en la primera línea , dentro todo de una gran
regularidad y simetría, hasta por la acusada tendencia geométrica que marca claramente el ca-
mino hacia la escritura gótica. A su vez, este estilo caligráfico giraldino. de gran belleza caligrá -
fica , puede considerarse como el antecedente de la llamada letra de privilegios que tanto juego
iba a dar en la baja Edad Media para la redacción de privilegios rodados en la cancillería cas-
tellano-! eonesa .

La segunda mitad del siglo XII marca en la carolina de los documentos públicos caste·
llanos y leoneses un paso importante hacia nuevas formas de aquélla , que se caracterizan
por su suave y graciosa tendencia cursiva . Los diplomas de Alfonso VIII de Castilla. Fernan-
do 11 y Alfonso IX de León se caracterizan en su grafía por la pérdida de verticalidad en las le-
tras, pero sobre todo por la aparición de rasgos cursivos en sus trazos altos y bajos : tod o esto .
en una gama casi infinita de variantes. tantos como escribas tiene la cancillería. unos apegados

262
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XV¡ 9

a la caro lina tradicional. cu idada y perfecta. de los códices. otros que tocan ya los futuros extra-
víos de la cursiva. Entre las Láminas de la Cátedra, la núm. 36, corresponde a un documento de
Fernando 11. del año 1180, trazado en letra pequeña y suelta, cargada de abreviaturas. En la nú-
mero 43 , de Alfonso X y del año 1213, tenemos una muestra de la cursividad extremada a que
se va acercando la carolina documental. preludiando la consumación del divorcio que se dará
dentro del mismo sig lo XIII entre la escritura de códices y la de documentos, entre la ca ligrá·
fica y la curs iva.

b) Privados en Castilla y León. En general, puede decirse que los documentos privados
lleva n con respecto a los públicos o rea les un retraso de veinticinco a cincuenta años, según las
regio nes , en lo que se refiere a adoptar la escritura caro lina. Si examinamos algunas coleccio-
nes dip lomát icas que se caracterizan por sus muchas piezas, correspondientes a los siglos XI ,
XII y XIII, podemos llegar a las siguientes conclusiones bastante aproximadas : 1." Durante el si-
glo XI y prim eros años del XII la presencia de lo carolino sólo se revela en los sistemas abre-
viativos. 2.' En la primera mitad del siglo XII predomina el uso de la visigótica , pero la carolina
se muestra ya como escritura principal en bastantes documentos. 3." En la segunda mitad, casi
toda la documentación de particulares está vaciada en letra carolina, bien que impactada mu-
chas veces de restos visigóticos ; incsluso , hay algunos documentos enteramente tales .

Es curi oso comparar la proporción de una escritura y otra en dos colecciones documen-
ta les tan densas y re levantes como la del monasterio de San Vicente de Oviedo y la del monas-
terio de Sahagún . En la primera observamos que de los cien documentos conservados, com-
prendidos por su fecha entre los años 1100 y 1150, sólo trece son ca rol in os, mientras que de
los ochenta y uno comprendidos entre 11 51 y 1200 sólo diez son visigóticos. En Sahagún , que
constituyó como una avanzada de la escritura carol ina y que se ade lantó incluso a la cancille-
ría real en su uso y defensa, el balance es el siguiente : Entre 1091 y 1110, de ciento tres do-
cumentos conservados, noventa y seis son visigóticos y sólo diez carolinos; entre 1110 y 1120,
las piezas conservadas corresponden por partes iguales a las dos letras; a partir de 1120, todo
es carolino; lo que pueda quedar de visigótico es mínimo y excepcional verdaderamente.

En todo caso y trátese de los fondos que se trate, es evidente que la carolina de los do-
cumentos particulares se empareja gráficamente con la de los reales hasta, más o menos, la
mitad del sig lo XII . Luego y como consecuencia de la aparición en escena del escriba Giraldus
con su letra vistosa y correctísima , surgen diferencias muy palpables entre lo público y lo pri-
vado. que se concretan, con relación a este último, así en un cierto y discreto grado de cursi -
vid ad como en la ausencia de astas prolongadas, típicas de los diplomas regios. En la colec-
ción de láminas de la Cátedra de Pal eografía pueden verse diversos casos de carolina en docu-
mentos privados : la núm. 38. por ejemplo, cuyo texto se refiere a un negocio de cambio o per-
muta. el año 1177. ofrece una ca rol in a reposada de trazos gruesos muy uniformados y letras un
poco ta ll adas. La núm . 40, en cambio, es un caso de carolina artificiosa y rebuscada, con pre-
tensiones de escritura solemne. aunque se trate de una compraventa simple ; las formas de m
uncia!, la i innecesar iamente quebrada, la g como s de doble curva, son indicio del rebusca-
miento y pretenciosidad que decimos. La núm. 42, otra compraventa con fecha de 1211, sigue
siendo representación de carolina suavemente avanzada hacia lo gótico . pero que parmanece
segura y armoniosamente carolina.

e) Públicos en Aragón y Navarra. A pesar de su proximidad a territorios del reino franco


y de l temprano influjo ejercido por Cluny en la corte de Pamplona, la escritura visigótica tuvo en
Navarra y en sus documentos tanto arraigo o más que en León y Castilla. Hasta tiempos de
Sa ncho el Sabio (1154-1194) no aparecerá la neta escritura carolina en los diplomas reales. con
un tipo limpio . uniforme y algo estirado en las astiles de sus letras altas. Sin embargo. hay
que decir. para ser exactos. que antes de mediado el siglo XII . la escritura del país vecino no

263
XV/ 10 PALEOGRAFIA Y DI PLOMATICA

só lo rondaba, sino se había introducido discretamente en las plumas de los escribas de la can-
cillería regia. Por ejemplo, en documentos de García Ramírez e l Restaurador , observamos que a
formas de letras incuestionablemente carolinas se contraponen nexos claramente visigóticos.
Y, si no precisamente nexos, otros vestigios de la escritura nacional se descubren con frecuen-
cia en los documentos reales hasta el reinado de Sancho el Fuerte (1194-1243). cuya caro li na
se empareja ya con la de los privilegios rodados castellanos y leoneses .

En Aragón y en su regia cancillería, la permanencia de lo mozárabe resulta aún más evi -


dente que en Navarra. La escritura nacional apl icada a documentos púb l icos duró allá hasta el
reinado de Alfonso 11 (1162-1196). bien ·que en los diplomas de monarcas anteriores el influjo
carolino ya es notorio, afectando por igual a trazos de letras , nexos y abreviaturas . A par tir de
A l fonso 11, la carolina es no sólo completa, sino con detalles anunciadores de la inminencia en
que está para convertirse en cursiva (véase la núm . 34 de las Láminas de la Cátedra).

d) Privados en Aragón y Navarra. Faltan estudios paleográficos sobre la documentac ión


privada en Navarra y Aragón. Por ello. aun son útiles las observaciones que Garc ía Villada hace
en su Paleografía sobre algunos diplomas monásticos de San Juan de la Peña, Nájera. Leire y
Obarra. con una cronología muy próxima , en cuanto a la introducción de la carolina, a la que
acabamos de ver en los documentos reales . La nueva escr itura no se genera l iza hasta la se·
gunda mitad del siglo XII . ofreciendo la documentación anteri or algunos ejemplares de escri ·
tura mixta visigótico-carolina . o de carolina sola, pero con resabios visigóticos. sin faltar casos
de perfecta carolina en el mismo siglo XI ; la cual se observa , por ejemplo. en documentos de l
monasterio de Obarra, en Huesca. El siglo XI II presenta ya como nota genera l de la documen·
tación privada navarro-aragonesa una escritura muy semej ante a su coetánea de León y Cas·
t illa (véase la lámi na 44 de la colección de la Cátedra de Paleografía, que responde a un docu·
mento del monasterio de . Leyre).

2M
PAJ_EOGRAFIA y oiPLOMATICA XV/ 13

LAMINA 15/1

267
XV/14 PALEOGRAFIA '1 DIPLOMA TI CA

TRANSCRIPCION (lám. 15 / 1}

(Chrismón) In Christi nomine. Plerumque senti mus obliuioni s incommoda dum rerum gestarum memoriam
per scripture seriem negligimus alligare. Ea propter 1 ego rex Sancius. dei misericordia domni Adefonsi inpera·
toris fi lius. cum ei us consensu et uoluntate. facio cartam donationis et confirma- 1 cionis uobis uobis Didaco
Sesgudez meo fideli uasallo de Río de Camba ut habeatis et possideatis eum uos et omnis uestra generati'o ¡
iure hereditario in perpetum cum omnibus directuris et pertinenciis suis per ubicumque eas inuenire poteriti s.
Et hoc fatio uobis pro bono 1 et fideli seru icio quod michi semper fecistis et facitis . Si quis uero hoc meum
factum infringere temptauerit, sit maledi ctus et ex- 1 communi catus. et pect et regie partí mille morabitinos. et
hoc meu m pactu m semper maneat firmum . 1
Facta carta in Carrione quando inperator ded it ibi filiam suam in coni ugem regí Nauarre. 1 in Era M'
C' LXXXX' I' et quot Xo kalendarum augusti 1 lnperante Adefonso inperatore Toleto. Legione. Gallecia. Castella. Nai-
gara, Sarragocia. Baecia. et Almaria. Comes ba rcinonensis 1 uasa llus inperatori s. et rex Sancius de Nauarra . j
Ego rex Sancius hanc cartam quam fieri iussi . meo proprio robore confirmo (Signo rodado:) SIGNVM RE-
GIS SANCII.
(Col. 1) Regina domna Blanca uxor reg ís confirm at. 1 Comes Almanricus tenens Baeciam conf irmat. 1 Co-
mes Poncius tenens Almariam confirmat. 1 Comes Petru s Adefonsi confirmat. ¡ Comes Ranamirus confirmat.
(Col. 2) Goterre Fernandez maiordomus regís confirmat. 1 Poncius de Minerua confi rmat. 1 Fernandus
ohannis de Galleci a confirmat. Petro Gondissalui de Villascusa confi rmat.
(Col. 3) lohannes toletanus archiepiscopus confirmat. 1 lohGtnnes legionensis episcopus contirmat . 1 Vic·
cor burgensis episcopus confirmat . 1 Raimundus palentinus episcopus confirmat.
Martinus clericus et sc riptor regís sc ripsi t . (Va colocado sobre la columna derecha.l

COMENTARIO ( lám. 15/ 1}

Se trata de un documento público , otorgado por e l rey Sancho 111 de Castilla el año 11 53.
cuyo or igin al se co nserva en el Archivo Hi stórico Nacional . Paleográficamente es una excelen-
te muestra de escritura caro lin a. tal como la he mos descrito en re lación con los diplomas rea-
les castellanos a mitad de l sig lo XII . después de la reform a introducida en la cancillería de
Alfonso VIl por el maestro Hugo y el notario Giraldus. La letra no es exactamente como la de
éste. pero se le parece mucho . faltándole. s i acaso. aque lla espontaneidad y gracia prop ias de l
escriba galo. La de l clérigo Mart ín, notario regio que escri be el documento. ~s más r íg ida y un
poco amanerada. En todo caso estamos ya frente a una carol in a del último per íodo . que por su
tendencia angular y geométrica . aunque muy suave. va preparando el camino a la escritura gó-
tica .

El conjunto escrito res ponde fie lmente a las descripciones que tenemos hechas (tema 13)
de la escritura caro lin a en sus letras. nexos. s ignos y abrevi atu ras . Merecen notarse ahora los
siguientes fenómenos: s igno ab reviat ivo genera l de forma capri chosa; signo de et conj unción :
fo rm a de algunas mayúscu las como la t de Tolto y la M de Martinus, aparte la presenc ia en mu-
c has de e llas de rasgo s co mpl ementarios de adorno . Lo más notable. además de l signo rodado
con s us letras mayúsc ul as . y la principal novedad pued e estar en la abreviatura de la palabra
confirmat, a continu ación de los nombres de personajes que se leen en las tres columnas de
abajo y a base del signo especial de con que separece a una gran coma y de la letr a f trazado
cur iosamente y de tal manera que una sola sirva para todos los co nfi rmantes

268
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XV/ 15

CUADRO (lám. 15/1 )

ALr.ABlTO ABRfVIAl URI".S

A .a. l ~f'
' CHRI ST•

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B 6 )j me NOM INE

e e ( Pltr~q. PL~ RU~1Q U f.

D d ~ .f
PF.Q.

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f>E !\ P(T l)U ~I

1"1 m O) ~~ QUO()

11 11 n mott'o( VIO ~LIBE TINOS

e o 9r CONI'I ~ t-1 .l.T

¡;
y p toi,J IO~A 'l\iiS ~o?s IO~ AN\i i S

... arc~H~pc.

A~CI-Ht ·' I S ~ 0i'll 1 )
-"
~re. E.~' ! 3 CC \) L' )
· l)
R. r .L R tr~ K_ t., LE h '· Av. l.! ,. ,

5 r 5 S' ~ L[TRAS )OBREPIJ(S:~s


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269
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA
XV/ 16

LAMINA 15 / 2

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270
PALEOGRAFIA Y DIPLOMA TI CA XV/ 17

CUADRO (lám. 15/ 2)

AltABHO AAQlV I.ATUR.AS


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27 1
XV/ 18 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (lám. 15/ 2)

(Chrismón. alfa y omega) Sub dei nomine. Ego Adefonsus gratia dei Hispanie imperat or una cum coniuge
mea domina Berengaria bono animo 1 pro illo seruicio quod mihi fecistis et cotidie facitis facio cartam donat io-
nis uobis diego muniz et dono uobis in hereditatem totum illum regalengo quod habeo et mihi pertinet in udla
noua et in cardegnosa cum exitibus et intratibus suis et cum 1 omnibus su i s pertinentiis et saquo meum saio-
nem de eisdem uillis cardegnosa uidelicet et uill a nouaet de popu latione 1 quod amodo non intret ibi. et saquo
pesqueram et fossaderam cum sa ion e de totavest ra hereditate tantummodo et de sen. 1 manza . et de hered itat e
urracae martinez. et saquo omnes meos directos quos in illi s habere debeo . Hanc hereditatem iam dictam et is·
tos foros dono et concedo uobis diego muniz ut teneat is et habeati s i llos uos et f il ii uestri et 1 omnis generatio
uestra iure hereditario in perpetuum. Si quis autem de mea gente uel aliena hoc meum factum 1 disruperit. sit a
deo maledictus et in interno cum iuda proditore si ne fine damnatus et cum datam et 1 abiron quos uiuos terra
obsorbuit uariis cruciatibus tormentetur et super hoc pectet regí terre mille morabitinos 1 et quod prendiderit
in duplum reddat. Facta carta i n monte alacri. mense iunii . era millessima centessima septu·gesima quinta. 1
Adefonso imperatore imperante in Toleto, Legione . Sarragoza. Naiara. Castel la. Galicia. 1
Ego Adefonsus imperat or hanc carta m qua m uissi fieri anno tercio quod coronam in legione recepi. confi·
maui et manu mea 1 roboraui. et pro ipsa carta centum morabi tinos in roboratione a diego muniz accepi . 1
(Columna izquierda) Petru s palentinus episcopus confirma! 1 Petrus leg ionens is ep iscopus confi rm a! 1 Ber·
nardus cemorensis ep iscopus confirmat 1 infans Sancia soror imperato ris confirma! 1 Comes rodericu s marti nez
confirmat 1 Comes rodericus gomez confirma!.
(Columna derecha) Guter ferrandez maiordomus confirma! 1 Rodericu s ferrandez confirma! 1 Lop lopez con·
firmat 1 Remir frolez confirma! 1 Diego muniz merinus in carrione confirma! 1 Michael feliz merino in burgis
confi rma! ¡ Guter pedrez orco confirma!.
(Columna cenro) Giraldus scripsit iussu magistri 1 hugonis cancellarii imperatoris 1 C idi testis . Be lidi tes-
tis . Anaya testis . (Encima el signo real con la leyenda) Signum imperatori s.

COMENTARIO (lam. 15/ 2)

El fa csímil corresponde a un documento de la cancillería de A l fo nso VIl. f echado el


año 1142 y conservado en el Archivo Histórico Nac ional. Se trata de un ejemplar típico de los
salidos gráficamente de la pluma del escriba Giralda, a las características de cuya escritura
ya nos hemos referido. insisti endo ahora en la sencillez, espontaneidad y gracia de la misma,
que la hacen. por añadidura , legible más fáci lmente . Nótese el crismón con su gracioso dibujo
y las letras alfa y o mega co lgadas de la aparente X: la form a de la a sobrepuesta a los núme-
ros romanos de la data , qu e dará mucho juego en las escrituras de ciclos siguientes; el signo
del emperador, la palabra confirmat con los mismos elementos que en la lámina anterior, pero
trazados más parcamente ; y la palabra testis a base de t y s con un curioso s igno de abrev ia·
tura genera l.

272
PALEOGRAFIA y DIPLOMATICA XV/ 19

LAMINA 15/3

273
XV/ 20 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (lám . 15/3)

(Chrismón, alfa y omega) Presentibus et futuris notum sit ac manifestum quod ego Aldefonsus Dei gratia
rex Castelle et Toleti, una cum uxore mea Alienar regina et cum filio meo 1 Ferrando, uendo uobis toti con·
cilio Uallisoleti uillam que dicitur Sancta Oueni a que est sita in alfoz de Cabezon, prope Sanctam Crucem et
propre Loberolam . pro duobus milibus 1 aureorum quod iam a uobis recepi, uobis et filiis et filiabus uestris, et
posteris et omni successioni uestre. iure hereditario, ím perpetuum habendam et irreuocabiliter possidendam. 1
cum terris, uineis. pratis, pascuis, riuis, molendinis, aqu is, piscariis, cannalibu s, fontibus, nemoribus . defesis, et
cum omnibus directuris, terminis et pertinentiis suis 1 ad facíendum de ea quicquid uolueritis, dando, uendendo.
concambiando. impignorando uel quidlibet aliud faciendo . Si quis uero hanc cartam infringere uel diminuere pre.
sumpserit, iram Dei omnipotentis 1 plenaire incurrat, et regie parti mille aureos in coto persoluat, et dampnum
quod uobís intul erit dupplicatum restituat . Facta carta apud pud Fitam era M· ce• xx· Vllll' . W nonas iulii. Et ego
rex Aldefonsus regnans in Castella et Toleto hanc cartam manu propría roboro et confirmo. Gundissa luus Toletane
ecclesie arch iepiscopus et Hyspaniarum primas confirmat . (Signo rodado) Signvm A ldefonsi regis Castelle. (Airede-
dordel signo rodado) Rodericus Guterrii, maiordomus curie regis, confirmat. Didacus lupi de Faro alferiz regis confir-
ma t. (1.' columna) Ardericus palentinus episcopus confirmat. Martinus burgensis episcopus confi rmat. Martinus oxo-
mensis episcopus confirmat. Johannes conchensis episcopus confirmat. BricciuS' placentinus episcopus confirmat .
Comes Petrus confirmat. (2.' columna) Gomez Garsie confirmat. Ordonius Garsie confirmat. Petru s Roderici confi r·
mat. Egidius Gomez confirmat . Willelmus Gonzaluez confirmat. Lupus Diaz. merinus regis in Castilla confirmat . (línea
última) Magíster Mica domini regi s notarius. Gutterrio Roderici existente cancellario scripsit.

COMENTARIO (l ám. 15/ 3)

Rep rodu ce est a lámina un documento real oto rg ado por Alfonso VIII de Castill a escrito
en su cancillería el año 1191; el original se conserva en el Ayuntamiento de Valladolid. Diplo-
máticamente es de un privilegio rodado. Su principal interés pa leográfico consiste en ser una
representación muy caba l de la esc ritura ca rolina empl eada en los documentos caste llanos de
f inales del siglo XII y comienzos del XIII. a que nos hemos r ef eridos en la parte teórica de
nuestras explicaciones: letras menos rectas y verticales, trazadas co n un cierto desgarbo ; ras-
gos ondulantes en las pa rtes altas y bajas de algunas letras (s, f , g, h, i, s, z) con una genera l
y todavía remota tendencia curs ivizante. En la extensa gama de ti pos carolinos que ofrece en
s.u conjunto la documentación de este rey caste llano, la que aq uí traemos repre senta un tipo
bastante interm edio entre la carolina redonda más o menos tradi cional y la cursiva pregótica.
Los particulares fenóm enos gráficos que pudi eran señalarse o responden a los cá nones ge ne-
rales establecidos para la letra carolina o han sido observados en las dos láminas anteriores :
crismón con alfa y omega, signo rodado con letras capitales que pueden verse tambi én en otro s
pasajes del texto. form as de éstas y otras letras capitales. abrevi atura de confirmat, etc.

274
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PALEOGRAFIA Y DI PLOMATICA XV/ 21

CUADRO (lám . 15/ 3)

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27)
XV/ 22 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

LAMINA 15/ 4

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... ----- --

276
XV/24 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (lám. 15/4)

Henricus, Dei gratia rex Castelle et Toleti. omnibus hominibus hanc cartam uidentibus. 1 salutem et gratiam.
Sciatis quod ego roboro. et confirmo priuilegium quod abbas et conuentus 1 monachorum sancti Facundi habuerunt a
patre meo. in quo continetur quod nullus pignorare 1 audeat monachos sancti Facundi nec homines suos nec colla-
cios nec aliquas res ad ídem 1 monasterium uel ad co ll atios siue homines monachorum eiusdem monasterii perti-
nentes. 1 pro aliquibus querelis. Confirmo etiam priulegium in quo continetur quod ipse recepit sub 1 protect ione et
defensione sua omnes cabannas seu bostarigas ganatorum sancti 1 Facundi ubicumque sunt et fuerunt. Concedo
etiam et confirmo priuilegium illud in ¡ quo continetur quod ganata abbatis et monachorum sancti Facundi per om·
nes regni sui 1 partes libera habeant pascua. Si quis uero hanc cartam infringeret uel in aliquo 1 diminueret. iram
meam haberet et mille morabetinos in cauto mihi pectaret. et dampnum ¡ super hoc illatum redderet dupplicatum .
Facta carta apud Burgos , era M' CC' Lll" , / rege exprimente. XX' die Decembris.

COMENTARIO (lám. 15/4)

Se trata de la reproducción de un documento original existente en el fondo de Sahagún.


del Archivo Histórico Nacional. y que fue otorgado por el rey Enrique 1 el año 1214. Lo traemos
aquí coco muestra de esa carol ina de última hora. en el sentido de haber evolucionado y ale-
jándose totalmente de la carolina primitiva tradicional, situándose ya a un palmo de la cursiva
gótica. Para ello le ha bastado al escriba estirar y curvar un poco más los trazos altos y bajos
de las letras, aguzar más sus ángu los. estirar y ondular los rasgos de los signos abreviativos
generales o especiales, cursivizar totalmente las formas de a sobrepuesta. aumentar los espa-
ciosblancos entre líneas. entre palabras y aún entre letras. Nótese especialmente siguiendo el
orden de la propia lámina, las formas de r, i, a, x, s, h, s de doble curva (sciatis en lín . 2). q, g.
f, p, m, n final. u final. signos abreviati vos de con, ur y ue, signo diacrítico sobre la i. Ya vere -
mos en su momento cómo a estas novedades de escritura acompañan otras de ca rácter Oiplo-
matístico. muy aprec iables y significativas.
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XV/ 25

LAMINA 15/5

279
XV/26 PALEOGRAFIA Y OIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (lám . 15/5)

Ad not icia m cuncto rum perueniat quod ego Garsias Dei gratia abbas Sa ncti Saluatori s leio- 1 ren sis et tot us
conuentu s ipsius loci facimu s hanc cartam donationi s et confirmationis 1 uobis totis collaciis nostri s de Ororiuia
presentibus et futuris in pertuum . Habito siquidem con- 1 silio cum honestis personis atque discretis. forum quod
usque ad tempora Petri Martinez de Sarassa. cui 1 sit requies. habuistis. sicut per antiquorum experienciam pro-
bau imus, uobis et p osteris uestris concedimus. et presentí pa- 1 gina communimus. videli cet. ut quindecim kaficia
tritici annuatim et opi larin<;ada pro deb ita peita nobi s ¡ et succ essor ibu s nostris persoluati s, et ueniatis s inguli ad
laborem nostru msemel in ebdomada. sicut hactenus con- 1 sueuisti s. Solarigos uero eodem modo semel in mense
laborent, inmunes semper ab ipsa opilarin- 1 <;ada . Cetera autem que ad ius nostrum spectant et dominium in omni·
bus retinemus. tam in personis qu am in 1 uilla et caloniis. et eccles iam cum uniuersis que ad illam pertinent. et
cenam abbati s annuatim ex ipsa villa . Haec 1 enim omnia supra scripta id eo uobi s damus et concedí mus ut de ce·
tero erga nos et monasterium nostrum fide- 1 l es semper si tis ac deuoti. Actum est hoc sub era M .· ce: L.' VIl
mense mayo, reg- 1 nante rege Sancio in Nauarra. episcopo Guillelmo in Pampillona . 1 Garsias dictus abbas confir·
mat et (signo) signat. Petrus pri or confirmat pro se· et pro toto 1 capitulo et (signo) sig nat. Rumeus, sacris ta . confir-
mat et (signo) signat. Lupus hel e- 1 mosinarius confirmat et (signo) signat. Fo rtunius de Gazolaz pri or de Larasso-
aynt 1 confirmat et (signo) sig nat. Martinus . infirmarius. confirmat et (signo) signat. Johannes. 1 pr ior infan s. con·
firmat et (signo) signat. Garsias de Stella scripsi t et (signo) signauit. A B-C 0-E F-G (en el borde, partidas).

COMENTARIO (l ám. 15 /5 )

Reproduce un documento original que se conserva en el fondo de Leire del Archivo His·
tóri co Nacional. De carácter privado. aunque procede del prop io abad del monasterio de ese
nombre . fue escrito e l año 1219. Nos sirve. pues. para traer aq uí un buen modelo de escritura
carolina en que concurren la triple circ•.nstancia de tratarse de un documento no públ ico. es-
crito en Navarra y en la época más tardía que pudi era escr ibirse. A su escritura la hemo s ll a-
mado minúscul a diplomática. queriendo aludir con ello a la correc ción de su trazado que. a pe-
sar de la f echa . todavía tie ne que ver muy poco con la gótica y, menos. con sus variedades cur-
sivas .

Aparte esto . poco hay que observar que no se haya di cho en las expli caciones y lám inas
anteriores o venga sobreentendido de las descripciones generales de la carolina en el tema 13.
así en letras como e n nexos y en abreviaturas. El que algunas de estas sea especia lmente difí-
ciles de interpretar como la de tritici (lín . 6) o la de ebdomada (lín. 7) o la de cetera (lín . 9) no
es problema de letra sino del texto documental en los dos primeros casos. y en el tercero. con-
secuencia de estar casi borradas las dos primeras letras de la palabra . Las novedades propia-
mente dichas son dos. y más tienen carácter diplomático que paelográfico: la primera va ligada
a la profusión y variedad de signos qu e acompañan a los nombres de las personas que apa-
recen como signantes o confirmantes del documento: la segunda . a la s· partes de letras ma-
yúsculas que aparecen al pie del mismo cortadas con su borde inferior y que constituyen un
ejemplo de lo que en Diplomática se llama "ca rtas partidas por a b e ... cuyo signifi ca do ya ve-
remos en los correspondientes temas de Diplomática.

Desde el punto de vista de l contenido textual, los alumnos de historia pueden notar el
interés jurídico-social del documento. notado y comentado ya por C. Sá nchez Albornoz .

Estos ejercicios del tema 15 pueden ser ampli ad os por el alumno. acudiendo a las si-
guientes láminas o facsímlies de las correspondie ntes co lecciones: 34. 35. 36, 38 . 40 . 41. 42.
43 . 45 de la Cátedra de Paleografía : 33, 34. 35. de Paleografía Documental Hispánica (Vallado-
lid . 1965): 87. 88 de García Villada .

280
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XV/ 2'i

CUADRO (lám. 15/ 5)

ALFAB~ TO A\3RI VII-\TUQ.AS

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281
TEMA XVI

LA ESCRITURA GOTICA. PROBLEMAS GENERALES

ESQUEMA/RESUMEN

1. Ambiente histórico-cultural en Europa duran- 1 al Secularización de la cultura.


te los siglos XII-XIII: ¡ b) Creación de las Universidades.

2. Nombres de la nueva escritura.

al Evolución de la escritura carolina.


3. Su naturaleza y origen gráficos:
b) El cambio de carolina a gótica .

a) Letras.
b) Nexos.
4. Gótica de códices o libraria: e) Abreviaturas.
d) División por ti pos de escritura.
e) Id . por áreas nacionales y un iversitarias .

a) Causas y desa rrollo .


S Gót1ca cursiva: b) Caracteres fundamen ta les.
e) Cursiva libraria .
INSTRUCCIONES

Con la escritura gótica se abre un nuevo ciclo de escrituras que se caracteriza por estas
cuatro notas: Primera . la gran cantidad de objetos escritos que se producen en su área y se
han conservado hasta nuestros días. Segu nda . el monopolio que va a ejercer en toda Europa.
v ini endo a ser. con más propiedad que la carolina . la escritura europea por excelenci a. Ter-
cera. la larga serie de pequeños grupos o ciclos que van a salir de ella. Cuarta. lo libre y tor-
tuoso de su trazado en alguno de estos cic los. con las consiguientes y extraordinarias dificul-
tades de lectura .

Dedicamos a la nueva escritura cinco lecciolles o temas del programa: tres. en esta Uni-
dad tercera. y dos. en la cuarta. Su distribución entre las dos Unidades no obedece a ninguna
razón interna : es algo puramente extrínseco y tiene que ver con la norma de mantener el pro-
grama dividido en Unidades de seis temas.

El alumno debe tener en cuenta. con relación a este ciclo de escritura gótica. las siguien-
tes observaciones : 1) Dentro de su posible actividad historiográfica es normal que haya de en-
frentarse . para leerlos y enjuiciarlos. con objetos (códices. documentos e inscripciones) que
pertenezcan a alguno de los grupos de escritura de dicho ciclo. 2) Con frecuencia dichos obje-
tos se resistirán a los primeros intentos de lectura e interpretación . ya por lo intrincado y en-
redoso de sus grafías ya por el lenguaje técnico y especial izado de los respectivos textos. Para
superar las dificultades de carácter gráfico será imprescind ibl e una práctica constante en la lec-
tura y examen de los objetos en cuestión u otros parecidos: para la dificultad del lenguaje téc-
nico. será necesario un conocimi ento mínimo suficiente de la materia o el asunto contenidos en
dichos textos . 3) De hecho. en muchos casos esas dificultades que decimos quedarán en parte
compensadas. porque la lengu a del texto correspondiente no será ya e l latín sino el romance.

Con relación a este tema 16. advertimos que puede resultar más teórico que práctico y
que las reproducciones de modelos que vienen al final. con sus correspondientes cuadro s de
figuras y dibujos. quedan reducidas a muy poco .

ORIENTA ClONES BIBLIOGRAFICAS

El· tema está recogido de algún modo en los manuales y tratados de la disciplina. Pero
en ge neral . de forma menos coherente y sistemática. Así. García Villada. lo despacha muy por
brf've y muy superficialmente . tocándolo en los capítulos XX y XXII de su Paleografía Española.
M eJOr resumido y sintetizado que en ningún otro está en las Lezioni de Battelli. cuyo aparta-
do VIII sobre .. 11 codice al tempo delle grandi Universitá" está todo dedicado a la escritura y a
la miniatura góticas . Trabajos parciales e indirectos. nacionales y extranjeros. abundan relati-
vamente. y citaremos alguno en el transcurso de nuestra exposición.

En cualqui er hipótesis y mirando al provecho de los alumnos. el tema ha sido necesario


el aborarlo aquí íntegramente y con la brevedad posible . en el apartado de Explicaciones comple-
mentarias .

285
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

1) AMBIENTE HISTORICO-CULTURAL

En todos ls órdenes la sociedad europea va a experimentar, a lo largo del siglo XII, unos
cambios de vida tan profundos como transcendentes. La sola enunciación de algunos de los
fenómenos (políticos, sociales, económicos, culturales, religiosos, etc.) que se producen en ese
siglo basta para justificar nuestro aserto: aparición de las nacionalidades y de las ciudades con
estatutos jurídicos propios; extraordinario desarrollo del comercio, que llegará a ser motivo de
guerras, en buena parte comerciales, como la de los Cien Años; fundación de las Ordenes men-
dicantes; paso del románico al gótico, en el campo de las bellas artes . Dentro del orden cultu-
ral y con fuertes repercusiones en el terreno de la escritura, hay dos fenómenos que merecen
mención y tratamiento especiales, a saber: la secularización de la cultura y la creación de
las Universidades.

a) Secularización de la cultura. Es indudable que en Europa durante la alta Edad Media


la ciencia y la cultura en sus varios estados y manifestaciones habían sido patrimonio de la
Iglesia a través de sus personas e instituciones, las de enseñanza principalmente. Los laicos.
así el pueblo· como los nobles, se tenían asignados a sí mismos otras misiones. Concretándonos
. al campo de los libros y las bibliotecas como vehículos y depósitos, respectivamente, de ciencia
y sabiduría, estaban orientados casi en absbluto a temas religiosos y eclesiásticos, y dirigidos
a lectores o estudiosos que en su inmensa mayoría eran hombres de Iglesia.

Hasta la confección del libro en todas sus fases internas y externas (redacción doctrinal
y literaria, preparación del pergamino para recibir la escritura material del texto, decoración, si
la había , de páginas y letras, cosido y encuadernación del volumen) constituía una actividad pro-
pia y exclusiva de monasterios e iglesias a través de sus talleres o escritorios (en latín scrip-
tohaJ que son el precedente de nuestras imprentas. El escriba o scriptor, sugiere Battelli , tra-
bajaba entonces por motivos sobrenaturales -pro remedio animae suae, o sea, por la salvación
de su alma en primer término- sin otros afanes ni preocupaciones; el pintor o miniaturista era
también clérigo o m,onje, lo que hacía que sus realizaciones estuvieran impregnadas de un pro-
fundo sentimiento religioso .

Pero a partir del siglo XII el panorama empieza a cambiar lentamente. Entre los nobles
cunde el afán de cultura, y surge la afición a leer los libros e, incluso, a adquirirlos para formar
librería o biblioteca ; entre los burgueses y artesanos el arte de la lectura "pasa a ser elemento
necesario o muy conveniente para sus actividades comerciales y para ejercer con suficiencia
sus oficios: el empleo del papel como materia escriptoria más fácil de adquirir que el perga-
mino contribuye no menos a aumentar el número de personas del pueblo que escriben y leen.

b) Las Universidades. Por si todo lo dicho fuera poco , en pleno siglo XII surge la pri-
mera Universidad o Estudio general como se le llamaba entonces, la de Bolonia, reconocida ofi -

287
XVI/ 6 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

cialmente como tal el año 1158. A imitación suya se organizarán otra serie de Estudios en Ita-
lia y en los demás países dé Europa. destacando el de París. que tenía ya estatutos en 1215 ,
y el de Oxford poco más tarde.

La nueva institución. aparentemente simple , pues no hacía más que concentrar en una
so la unidad Jurídica (Universitas studiorum et studentium) centros de enseña nza superiores
que funcionaban ya en muchas ciudades con independencia unos de otros. estaba llamada a
tener incalculables consecuencias . en todos los órdenes . empezando por la secularización de la
ciencia y la cultura a que nos estamos refiriendo; y eso que la jurisdicción de los nuevos entes
cul turales y cien tífic os segu ía siendo casi siempre ec les iásti ca y los estudiantes eran todos
clérigos mientras duraba su carrera .

Prescindiendo de otras consecuencias que afecta rán a diferentes órd enes de la vida .
las que aq uí nos interesan son las relacionadas con e l mundo de los libros en todos sus aspec-
tos. incluido, naturalmente , y muy en primer término. el de su escr itu ra . Ya hemos dicho que
hasta el momento no estaban organizados propiamente ni la industria ni el comerc io del libro.
que apenas salía en su fabricación y uso. del medio estrictamente ec les iástico . Pero la Uni-
versidad. con sus concentraciones de estudi osos. mas ivas y aun desmesuradas para aquél tiem-
po -sólo Bolonia tenía una población estud iantil de unas diez mil personas- c rearía ense-
guida la necesidad de multiplicar con rap idez los textos de las distintas materi as. surgiendo
como consecue nc ia, los gr andes talleres de libros (nuestras imprentas de hoy) en que los calí-
grafos o emanuenses cop iaba n. no con fines sobrenaturales y piadosos cmo en la etapa ante-
rior. sino por din ero y como profesión que les permitiera hacer frente a las necesi dades de
la vid a. Y junto a los talleres. el negoc io de la venta de l ibros cuyos explotadores formaban
sus gremios bajo el control de la autor idad académ ic a. El oficio de cop ista se revalorizó ense-
guida social y económicamente , pues no só lo trabajaban para el público universitario sino tam-
bié n para particulares . nob les o burgueses . Así se cuenta de un escriba italiano que en poco
tiemp o copió más de cien ejempl ares de la Divina Comedia, con _cuya gananci a pudo casar con-
ven ientemente a sus muchas hijas.

Basta lo dicho para e nt ~ nde r que, aun queno fuese más que por el nuevo amb iente libra-
río . los cód ices est aban llam ::Jos a s ufrir grandes cambios en su escritura y de corac ión. La pri-
mera. por fu erza . ten ía que dejar de ser natural y espontánea, convirti éndose en amanerada y rí-
gida . cortada por pat rones muy iguales como s i se tra.tara de una labor mecánica. A lo cual se
uni r ía n otr as causas, no ambie ntales precisamente. que veremos enseguida. y de cuyo conjunto
salió la que ll amamos escr itura gótica .

2) El nombre. Como ocurre con casi todos los grupos de escritu ra, no es uno sólo . si no
va ri os . El de góti ca lo inventaron los hum anistas italianos en opo sición a la qu e ll amab an anti-
gua. refiriéndose a la minúscula carol ina. En sus labios el términ o gótica tiene un sentido dis-
plicente . haciéndolo sinónimo de bárbara . como eran los pueblos godos; mientras el de antigua
era para ellos s in ón imo de romana y clásica. que ponían como la escritura idea l . Los godos.
pues. no tenian nada que ver co n la nueva esc ritur a si no esa correl ac ión que dec imos, pura-
ment e nominal y fantástica . Del pareci do existente entre la escr itura gótica y la arquitectu ra
del mismo nombre quisieron deduc ir algunos que la primera se había ll amado así a imitación
de la segund a Otros nombres han s ido : el de monacal (Wattenbach). esco lásti ca. angular , ale-
mana . nombre este último muy del gusto de los paleógrafos españoles del siglo XVIII, repre-
sentados por el padre Terreros .

3) Naturaleza y origen gráficos. Al revés que la carolina, es seguro que en la aparición


de la gótica no infl uyeron causas ajenas a lo propiamente caligráfico y que todo ocurrió por
evolución normal y explicable de la propia caro lina. al amparo de las causas culturales y libra-
rías que hemos dicho .
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XVI/7

a) Gráficamente. pues. la escritura gótica no es sino la propia carolina. sometida a una


serie de fenómenos gráficos, derivados en gran parte de las nuevas condiciones a que fue so-
metido el correspondiente instrumento escriptorio, o sea. la pluma de ave. a la que se dio un
tajo o corte especial en forma oblicua hacia la izquierda ·

Las consecuencias gráficas de dicho corte fuerqn éstas: 1! Predominio del ángulo sobre la
curva; allí donde la carolina tenía un trazo ondulado. la gótica lo descompone. convirtiéndolo en
ángulos. Una o, por ejemplo. se convierte en un hexágono .

2.• Gran contraste entre trazos gruesos y trazos delgados; los trazos tiescendentes son
muy espesos. los ascendentes muy finos.

3 ! Se cumplen las reglas enunciadas por el alemán W . Meyer a comienzos del siglo:
una. sobre el encuentro de dos letras con curvas contrapuestas (por ejemplo b + o, o + e).
las cuales se yuxtaponen. siendo común a ambas el trazo que las une

tr·
'
otra, sobre la forma redonda de erre cuando sigue inmediatamente a .ma letra curva
con convexidad hacia la derecha.

Otros accidentes típicos de la escritura gótica son e l tratamiento anguloso de los palos
altos y bajos de las letras que los llevan; la aparición de pequeños triángu los en los trazos
altos. a modo de dientes de lobo. y también los ast il es superiores e inferiores cortados a bisel.

b) Supuesto el origen gráfico de la escritura gót ica por evolución de la carolina . el pro-
blema. como ocurre con todas las escrituras nuevas. está en fijar el momento y el sitio prime-
ros en que puede darse el cambio por operado. ofreciéndonos ejemplos concretos de verdadera
gótica . Coinciden los autores en seña lar al Norte de Francia y al reino ang lonormando com o
cuna del nuevo modo de escribir que aparece ya claramente perfilado en códices del siglo XII.

Luego vienen las teorías discrepantes, como la de la paleógrafa Dobiache-Rojdespvensky


(Ouelques considerations sur les origines de f'ecriture dite «gotique" , París, 1926) que somete
a comparac ión, parangonándolo. e l ori9en de la escritura gótica y e l de la beneventana o escri-
tura nac ional del Sur de Italia . Frente a cuya tesis está la de Boüard (fnfluences insulaires dans
la formation de l'ecriture gothique. Scriptorium V, 1951). que prefiere ver en la gótica influjos
de la escritura insular. la nacional de las Islas Británicas. alegando que fue allá donde se adop·
..
XVI/8 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

tó antes que en otras partes el tipo de pluma oblicuamente cortada. a que acabamos de re-
ferirnos . Sin embargo , el paso gráfico de caro lina a gótica se explica tan naturalmente por las
causas que hemos dicho y se sigue su evolución tan paso a paso que no hay por qué acudir
a explicarlo por influencias extrañas.

A la difusión de la gótica contribuye poderosamente el nuevo ambiente cultural que de-


jamos expuesto. pudiendo decirse que en el siglo XIII toda Europa escribía en letra gótica, pa-
sando a ser ésta, más exactamente que la ca rol in a. la escritura europea por antonomasia.

4. Gótica de códices o libraria. Con relación a otros grupos de escrituras hemos dicho
que lo normal era dividirlas en redondas y cursivas. Con re lac ión a la gótica, cuya esencia he-
mos visto que consiste en las formas angulares. parece un contrasentido hablar de escritura
redonda. Lo habitual entre los paleógrafos es dividirla en gótica libraría o derecha y gótica
documental o cursiva; división que tiene bastante de arbitraria, pues se dan documentos es-
critos en libraría, y libros (códices) escritos en cursiva. Veamos primero las características de
la libraría .

A) Las letras aisladas, es decir, no unidas a ninguna otra. Pueden verse reproducidas
en el cuadro de alfabetos que van al final del tema. Aquí nos limitamos a las siguientes obser-
vaciones:

a, en el siglo XII mantiene su espalda abierta; en el XIII intenta cerrarse estirando hacia
izquierda su trazo alto un poco a modo de sombrero o capelo, en el XIV se presenta ya total-
mente cerrada.

d, puede ser derecha y alta u ondu lada en la forma llamada uncial que es la más fre-
cuente y la única que aparece en el cuadro citado.

e, desaparece la e caudada para significar el diptongo ae oe, que ahora no se señala


gráficamente de ningún modo.

r, se presenta en las dos formas que ya conocemos. recta o redonda.

s, suele ser recta. sa lvo en los finales de línea, donde aparece la de dob le curva.

t, su asti l vertical normalmente debe sobrepasar un poco al trazo horizontal. que suele
ser pequeño y se desarroll a desde el astil hacia la derecha . lo que da lugar a que muchas veces
la t se confunda con c.

u, en principio de palabra puede tener forma de v, usándose indistintamente, al margen


del sonido propio y exclusivo que se da ahora a cada una.

z, puede constar de tres trazos: uno en forma de arco. arriba ; otro que se reduce a una
corta raya inclinada , y el tercero. otro arco que juega a la inversa con el de arriba; en realidad
sale muy pocas veces.

El alfabeto mayúsculo gótico es bastante típico y en él se mezclan formas de unciales


exageradas. semiunciales y capita les con trazos dob les y arbitrarios. Sin embargo. no suele re-
sultar difícil su identificación y lectura .

B) Nexos de letras propiamente dichos, son escas 1s1mos . Puede decirse que se redu-
cen a los trazos verticales de letras o trazos de letras que se cierran del todo. como b, o, p, q,
los cua les se funden en uno sólo . según hemos visto en las reg la de Meyer .

290
PALEOGRAFIA Y OIPLOMATICA

C) Abreviaturas. Son muy numerosas, sobre todo las de carácter técnico que dificultan
extraordinariamente la lectura. por ejemplo en los códices jurídicos . Llegado el caso de tener
que leerlos. es aconsejable disponer de alguno de los trabajos u obritas publicadas dedicadas
al tema abreviaturístico. como M . H. Laurent. De abbreviationibus et signis scripturae gothi-
cae, Roma , 1939 ; o P. Sella . Sig/e di iuristi medievali, Bolonia , 1932.

D) División por tipos de escritura. Suelen hacerse tres grandes grupos de manuscri-
tos: aquellos en que los elementos caligráficos se han desarrollado al maximum , con letras de
grandes dimensiones y una regularidad casi geométrica; el tipo es propio de los manuscritos
litúrgicos. lujosos y solemnes. y se llama letra de misales o letra de forma. o simplemente
textura (ejemplo en lámina núm . 49 de la Cátedra de Paleografía). Un segundo grupo está for-
mado por los manuscritos de ínfima categoría caligráfica . cuya escritura puede en ocasiones
confundirse con la cursiva; atendiendo a su contenido. es el grupo más variado y diverso . En
el tercero se integran los ·códices de tipo medio caligráficamente hablando, cuya representa-
ción principal la encontramos en los manuscritos escolares o de estudio en las Universidades.

E) División por áreas nacionales y universitarias. En Francia. los códices 1itúrgicos y


solemnes ofrecen una escritura más alta que ancha. con formas muy regulares . la que antes he-
mos llamado letra de forma . En contraste con esta gótica geométricamente perfecta están los
manuscritos universitarios cuya letra. littera parisiensis, se caracteriza por la suave inclinación
de sus trazos verticales hacia izquierda. por la desigual altura de las letras que. además , no
se apoyan exactamente en la línea del renglón (véase un ejemplo en la lám . núm. 52 de la
Cátedra de Paleografía) . Ya hemos d icho que en estos textos universitarios las abreviaturas
son plaga por el número y las dificultades que presentan.

En las Islas Británicas los códices litúrgicos y de lujo se parecen a los de Francia , con
una escritura todavía más estrecha y más alta. con un cierto desgarre que casi contribuye a
darle elegancia (véase la lám. núm . 50 de la Cátedra de Paleografía). Los códices universitarios
se caracterizan por una letra propia y bastante específica . llamada littera oxoniensis. aludiendo
a la Universidad de Oxford. y se caracteriza por ser más estrecha que la parisiense y menos
quebrada en sus trazos (véase un ejemplo en la lámina 48 de los Exempla 1 de Canellas) .

En Alemania los códices litúrgicos solemnes y de lujo, emplean una caligrafía de tipo
grueso y anguloso en que las antiguas partes redondas de las letras son sustituidas por formas
casi cu adrangulares (véase la lám . núm. 52 de la Cátedra de Paleografía y la núm. 41 de los
Exempla 1 de Canellas). Tipo de escritura universitaria propia no lo hay .

En Italia, donde lo gótico caligráfico es relativamente tardío. los manuscritos solemnes y


de lujo nos muestran una gótica redondeada . (rotunda la llaman los autores). es decir , no
estirada ni alta . con letras bien proporcionadas . astiles ligeramente elevados. y d uncial muy
baja. En cuanto a escrituras del grupo universitario . la littera bononiensis (Bolonia) es la más
perfecta de todas . así por la redondez de sus trazos como por su apariencia homogénea y com-
pacta y sus astiles muy recogidos . tanto los de arriba como los de abajo (véase en los Exem-
pla 1 la lám . núm . 49) .

Cuanto se refiere a la gótica libraría en ~spaña lo expondremos en los temas siguientes .

5. Gótica de documentos o cursiva .

a) El examen de las muestras que acabamos de ver y la descripción. aunque somera .


que dejamos hecha de la escritL;Jra libraría. bastan para demostrar que no erán aquéllos . ni si-
quiera los universitarios. tipos a propósito para las necesidades gráficas ordinarias. justificán-

291
XVI/ 10 PALEOGRAFIA Y DIPLOMA TIC A

dose la urgencia tempranamente sentida de desarrollar una cursiva corriente. rápida de ejecu-
ción y fácil de leer. en que las letras quedasen red ucidas a lo fundamental. En rea l idad, la gó-
tica cursiva no va a salir de la libraría . sino que ambas serán evolución para lela y coetánea
de la carolina.

El desarrollo de estas formas cursivas es muy rápido y su distribución por regiones.


gráficamente mucho más clara que la de la libraría, de suerte que a fines de l siglo XIV y du-
rante el XV cada país europeo tiene una cursiva que le es propia y que se distingue con nitidez
de sus contemporáneas, como ocurre con la bastarda (bátard) francesa. la cortesana de Cas-
tilla. y la llamada letra aragonesa.

b) Características fundamentales. La principal de todas hay que ponerla en e l aspecto


general de la escritura. que depende de la mayor o menor rapidez en su trazado . de la posible
influencia de modelos librarías y, en todo caso, de la índole personal de cada escriba. Son con-
tinuos los nexos. afectando, a veces. a todas las letras de una palabra e. incluso. a palabras dis-
tintas que aparecen unidas. Los palos altos y los caídos de las letras tienden a incurvarse y lo
hacen muchas veces exageradamente. sirviendo incluso de enlace con la letra que sigue. Des-
aparece la verticalidad de la escritura y las abreviaturas proliferan desmesuradamente.

Sobre la forma de las letras podemos hacer estas observaciones: a, mantiene una cierta
forma redonda, que se acentúa al perder su trazo superior: e, se une ·a la letra siguiente por su
parte alta, confundiéndose fácilmente con una t; en d predomina la forma uncia! que se une por
arriba a la letra que sigue mediante una vuelta de su último trazo: g suele estar abierta por
su parte inferior. terminando en una especie de bucle: b, h, 1 forman. con su trazo largo. una
especie de ojo, mientras el inferior termina en pico. lo mismo que los de f, s y los finales de
m y n (ejemplos de todos estos casos de letras pueden verse en las láminas ·que acompañan al
tema 18.

e) Cursiva libraría. Aunque parezca contradictorio, uno de los acontecimientos gráficos


de mayor importancia que tiene lugar a fines del siglo XIII lo provoca la cursiva gótica. irrum-
piendo con tuerza en el campo de la libraría y empezando a ser aprovechada para escribir có-
dices cuyos textos van redactados en lenguas vernáculas . Mientras. las formas caligráf icas.
más o menos elegantes y cuidadas, van reduciendo su campo de acción a los códices de lujo
y a los redactados en lengua latina.

Algunos autores (Cencetti por ejemplo en su Lineamenti di storia del/a scrittura latina)
tratan de justificar esta adaptación de la cursiva a fines librarías, sjmplemente porque las for~
mas caligráficas no sólo habían perdido sencillez y espontaneidad, sino se habían convertido
en maravillosas obras pictóricas. tan difíciles de escribir como de leer. En descargo, no obstante,
de esta escritura de documentos que pasa a códices, hay que decir que su traza en éstos suele
ser más asentada y corr ecta que en aquéllos. Algunos tipos se desarrollan especialmente y lle-
gan a ser de uso exclusivo para códices como la bastarda, que en el sig lo XV se hizo famosa
a través de la colección de manuscritos de los duques de Borgoña . (Ejemplos de bastardas fra n-
cesas pueden verse en los Exempla 1 de Canellas. láms . LVI y LVII.)

. 292
PALEOGRAFIA Y OIPLOMATICA XVI/ 11

Considerando en su conju nto y a la luz de la variedad gráficas de códices que acaba-


mos de apuntar, el proceso carolino-gótico no deja de ser interesante y se presta a curiosas
reflexiones. La carolina surgió de un mundo donde imperaba una gran multiplicidad de escritu-
ras, logrando imponer la unidad gráfica en toda la Europa latina . La gótica que hereda esa uni-
dad y que va a ser la escritura europea por excelenci a. se pulveriza luego a través de las cur-
sivas de las diferentes regiones. y el fenómeno disgregador irá en aumento hasta que venga a
ataj arlo otro movimiento gráfico unificador y re formista. el de la escritura humanística que es-
tudiaremos en la Unidad sigui ente.

293
TEMA XVII

LA ESCRITURA GOTICA EN ESPAÑA. CODICES

ESQUEMA / RESUMEN

En los centros ec lesiásticos .


1. Ambiente hi stórico-cultural. El libro . \ En los univers itarios.
las bib liotecas, los escritorios: En las cortes de los reyes.
Entre los nobles y señor es .

2. Nomenc latur a de las góticas-librarias .

3. Cód ices en gót ica ca li gráfica.

a) En Castilla .
4. Cód ices en gótica redonda: b) En Cataluña.

5. Códices en gótica c ursiva .

301
INSTRUCCIONES

El alumno ha pod ido advertir que en cada cic lo o grupo de escrituras vamos proced ien-
do por el mismo sistema. Primero, problemática general de la esc ritura correspond iente , con al-
gunas notici as breves sobre el empl eo de la mism a -cuando se dió- fuera de la Península Ibé-
rica. Luego. apl icación a las distintas reg iones pen insu lares de esos problemas genera les, y
exa men de los respect ivos objetos esc ritos que se han conservado, vincu lados por su origen a
cada un a de dic has regiones . Así procedimos con relación a la escritura vis igótica , donde nos
ahorramos e l capítulo de lo extranjero, pues se trataba de la escritura nacional española. · Así
hemos procedido con la escritura ca rol ina a travé s de los tres pr imeros temas de esta tercera
Unidad diáctica. Y así estamos procediendo con la escritura gótica, cuyos problemas genera les
planteamos en e l tema 16, mientras en éste y en los siguientes veremos el juego que dicho
sistema de escribir dió en España, así en el terreno de los códices como en e l de los docu-
mentos. De los prrm eros nos ocupamos en el tema presente, a los segundos les dedicamos
los tres que siguen, dos de los cuáles pertenecen a la Unidad 4.

El espec ial interés que para el alumno tiene este cic lo de escr itu ras que lla mamos gó-
ticas y el uso de las mismas en nuestra Penínsul a. se basa en las siguientes ra zones: 1.• La
cantidad inmensa de objetos escritos que corresponden a dicho ciclo y que el historiador se
encuentra por doq ui er, es decir, en cas i todos los arch ivos y bibliotecas que guarden fondos
antiguos. 2.• Las extraordinarias dificultades con que puede tropezarse al querer leer el texto
de muchos de estos objetos por lo tortuoso y comp licado de su escritura. 3.• La circunstanc ia
de que una buena parte de dichos textos están redacta dos no en latín , s ino en lenguas roman-
ces, lo cual contribuirá a aliv iar las dificultades que derivan de la parte gráfica propiamente di-
cha , sobre todo para lo s lectores poco expertos en la lengua lat ina. 4.• Por lo que respecta más
en concreto al presente te ma, los al umnos interesados esp ec ialmente en materias de lengua y
literatura encontrarán aquí muestras de los primeros textos literarios en romance, recog idos
en alguno de los grupos de cód ices a que vamos a referirnos.

ORIENTACIONES BIBLIOGRAFICAS

En los t ratados y manuales segu imos con la falta de s istematización y el exceso de dis-
pers ión de las noticias y coment arios relativos al tema . Así, en el Tratado de M ill ares se dis-
tr ibuy'e éste entre los capítulos XVI II y XIX; en la Paleografía de García Villada, entre los ca-
pítulos XX y XX II ; el Curso General de Floriano Cumbreño dedica al tema las primeras páginas
del apartado C. dedicado a su vez . al .. c ic lo de la escritura gótica".

El te ma es tocado de modo especial en las obras consag radas expresame nte a la histo-
ri a del libro. como la de Pedro Bohig as, El libro español ( Barce lona, 1962). y la del prop io Mi ll a-
res. Introducción a la historia de libro y de las bibliotecas (Méjico, 197 1)'. Monografías y t ra-
bajos parc iales sobre determinados códices o grupos concretos de éstos abundan relativament e
y serán citadas algu nas a lo largo de nuestras explicaciones. No pocas de ellas se interesan
particularmente por los aspecto s mini atur íst icos y ornamentales de l cód ice.

No hay que dec ir que el tema lo redactar emos íntegro por nuestra cuenta en el apartado
de Exp li cac iones comp le mentarias que sigue inmediatamente :

303
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

Más que en ningún otro tema interesa en éste , antes de entrar en la parte sustantiva del
mismo, tener conocimiento del ambiente cultural en que el manuscrito iba a desarrollarse pa-
leográficamente.

1. Ambiente histórico-culturaL-Cuanto dijimos al comienzo del tema anterior sobre se-


cularización de la cultura en general y aparición de las Universidades. tiene plena aplicación en
la España de los siglos XIII y XIV . incluido . naturalmente , cuanto se refiere a los problemas del
libro manuscrito, es decir, del códice. no tanto en su redacción textual como en su hechura
material y en su conservación a través de las librerías o bibliotecas de entonces.

Las Ordenes monásticas puede decirse que también perdieron aquí en el siglo XIII la
hegemonía que habían ejercido durante siglos en el campo librario. la principal de dichas Or-
denes .. los cistercienses, se caracterizaba desde sus orígenes por la poca afición de sus miem-
bros a lo cultural y científico; las propias reglas de la Orden más bien se lo desaconsejaban y
aún se lo impedían . Los siglos siguientes no cambiarán la situación, y si quedan algunos escri-
torios monásticos (Cardeña, Silos, Poblet. Alcobaza). no serán los únicos ni los principales , así
atendamos al número como a la calidad de sus producciones. Lo mismo ocurrirá con las biblio-
tecas de los monasterios que, aunque sigan asentando en sus registros y anaqueles nuevos vo-
lúmenes. serán ya unas entre tantas otras. bien de cuño civil bien de cuño eclesiástico. De las
nuevas Ordenes (franciscanos. dominicos. cartujos, jerónimos, etc.) ninguna se califica por su
dedicación especial a la producción de c-ódices y a la conservación de los mismos . Sus libre-
rías , que las tienen y las acrecientan y algunas vienen a ser importantísimas, en general tam-
poco son las únicas ni las mejores . El escritorio o taller de libros puede decirse que no existe
en sus casas o no tiene importancia, salvo excepciones. como la del famoso monasterio jeró-
nimo de Guadalupe .

Del otro estamento cultural-eclesiástico que forman las iglesias catedrales hay que decir
algo parecido. ~unque mantengan y acrecienten sus bibliotecas por compras y legados de libros
y se abran decididamente a las nuevas corrientes culturales. están muy lejos de ser lo que
fueron algunas de siglos anteriores. sobre todo por lo que se refiere a la producción material
de libros manuscritos (véase sobre el particular el artículo .. Bibliotecas eclesiásticas ... del Dic-
cionario de Historia Eclesiástica de España. 1, Madrid. 1973. pág. 255) .

La balanza del asunto librario se inclina decididamente a favor de las instituciones y


personas seculares. entre las que descuellan las Universidades, los reyes. los nobles y los se-
ñores. así civiles como eclesiásticos. aunque estos segundos. que jugarán, en cuestión de libros
y bibliotecas. un papel importante, proceden más que como eclesiásticos. como señores. ·

Entre los reyes. los dos grandes pioneros del movimiento librario y bibliot-eca( a que nos
estamos refiriendo fueron Alfonso X el Sabio en Castilla y Jaime 1 el Conquistador en Aragón .

305
XVII / 6 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

Del primero son bien conocidas sus actividades como poeta (Cantigas). historiador (Crónica Ge-
neral}, jurista (Partidas). creador de la Escuela de traductores de Toledo e intelectual abierto a
todas las actividades del espíritu (ajedrez, astronomía, etc.). Para llevar adelante tan ingente em-
presa cultura l y libraría hubo de rodearse de un complejo equipo de colaboradores en el que
figuraban no sólo hombres de pensar y saber, sino también ejecutores materiales. y entre és-
tos. un selecto grupo de artistas de la pluma. o sea, calígrafos y miniaturistas, cristianos , judíos
y musulmanes. Del regio escritorio debieron de sa lir numerosos y esp léndidos manuscritos a
juzgar por los que se nos han conservado y que veremos más adelante.

A partir de Alfonso X, raros serán en Castil la los reyes e infantes que no formen su bi-
blioteca y la enriquezcan contínuamente. Sancho IV encarga la traducción de la «Gran Conquista
de Ultramar". A lfonso IX ordena la versión de la «Crónica Troyana". Según Pérez de Guzmán.
a Juan 11 ccplacíale mucho libros e estorias ... E iguales aficiones mantuvieron sus sucesores
hasta Isabel la Católica.

Los reyes aragoneses llaman la atención, más aún que los castellanos. por sus preocupa-
ciones librarías y bibliotecales. Por citar a lgunos de los más representativos. lo haremos con
Jaime 11 de Mallorca, D. Martín el Humano, Alfonso V e l Magnánimo y la reina María de Nápo-
les, en cuyas cortes resulta ya imprescindible el sc riptoriu m o ta ll er de libros. por donde pasan
los mejores artistas de la pluma en ca lidad de calígrafos e il uminadores.

De los reyes prendió la afición en nobles y señores. hasta el extremo de no poder pre-
ciarse de tales si no andaban metidos en hechuras. adquisiciones y conservación de buenos y
ricos volúmenes. Las célebres bibliotecas del marqués de Santillana y del conde de Haro, el con-
destable de Castilla D. Bernardino Fernández de Velasco, entre los civiles . así como las de Ro-
drigo Jiménez de Rada, D. Pedro Tenorio y Juan Fernández de Heredia entre los eclesiásticos .
bastan para evidenc iarlo. El fervor librario fue trascendiendo hasta ciudadanos de categorías in-
feriores. como el cronista del papa Luna. Martín de Alpartil. Todos tienen su ilusión puesta en
la posesión y disfrute de hermosos códices; sobre los cuales podemos adelantar ya, desde el
punto de vista pa leográfico, que los escritos durante la mayor parte del siglo XIII, todo el XIV y
buena parte del XV lo son en alguno de los tipos de letra que llamamos gótica. Veamos cuáles
son en concreto dichos tipos, su nomenclatura y sus caracteres.

2. Nomenclatura de las góticas librarias. Hasta aquí hemos tenido pocas dificu ltades a
la hora de cata logar y clasificar los diversos tipos o variantes que pueden darse dentro de los
grand es grupos de escrituras. Así, en la visigótica hemos hablado de redonda y cursiva; en la
carolina, menos aún, pues en sus principios y durante mucho tiempo apenas puede hablarse más
que de un solo tipo. Las dificultades va n a aparecer con la gótica , donde entre la cal igráfica o
redonda y la cursiva irá surgiendo una gran variedad de escrituras intermedias. Tantas son és-
tas, aun entre las aplicadas a la copia de códices. que en el Coloqu io internaciona l de Paleogra-
fía, celebrado en París el año 1950 para tratar precisamente de la nomenclatura de las escr itu-
ras librarías. al llegar a la gótica, no fue posible ponerse plenamente de acuerdo. La obra de
Ange l Canellas Exemp/a Scriptuarum, tantas veces citada. constituye entre nosotros el primer
intento de aplicar a nuestras góticas librarías los nombres adoptados provisionalmente y con re-
servas en dicho Coloquio.

Sin embargo y por ahora. teniendo en cuenta que el presente curso de Pal eografía se
orie nta más a la formación de historiadores y filólogos que de paleógrafos en el sentido estri c-
to, seguiremos empleando la nomenclatura española tradicional que es sencilla y se asimila fá-
cilmente. Según ella. dentro de nuestra gótica libraría hay un primer tipo de escritura, que se
llama ca ligráfica. perfecto o fracturado y se emplea para los manuscritos solemnes o de lujo;
otro tipo menos caligráfico. muy usado a partir del siglo XIV, recibe el nombre de gótico re-
306
-.
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XVII/7

dondo o semigótico; finalmente, un tercero comprende bajo el común denominador de gótica


cursiva todos los tipos -y son muchos- que se caracterizan por lo incorrecto de su trazado.

3. Códices en gótica caligráfica. Ejemplares muy representativos de esta clase de gó-


tica, fracturada en arcos , son algunos de los códices que se ejecutaron, dentro del siglo XIII, en
el scriptorium de la corte de Alfonso el Sabio. Corresponden a las siguientes obras con sus
títulos: el Lapidario, empezado a escribir en 1250, terminado en 1279, se conserva en la biblio-
teca del Escorial; los Libros del saber de Astronomía, en la biblioteca de la Universidad de Ma-
drid; la Grande e general Estoria, de la biblioteca Vaticana. la terminó de escribir Martín Pérez
de Maqueda en 1280; los Libros del ajedrez, dados y tablas, terminado de escribir en Sevilla
p~ 1283. Los tres primeros parecen escritos por la misma mano, y como sabemos con seguri-
dad que en su ejecución intervinieron varios escribas , la homogeneidad del trazado indica que
en el equipo de calígrafos del rey imperaba un determinado estilo escriptorio. Los cuatro ejem-
plares muestran una gótica perfecta. estrecha y alargada. con las letras muy juntas. El cuarto
códice (libros del Ajedrez) está escrito también con letras altas y estrechas pero con pluma cur-
vada en forma muy oblícua . lo que da lugar a una escritura más angular, donde el contraste
entre trazos gruesos y finos es aún más acusado.

Otras obras del scriptorium real castellano, terminadas después de la muerte de Alfon-
so X, son el magnífico ejemplar escurialense de las Cantigas. obra del copista Juan González, y
el que contiene la Primera Partida. conservado en el Museo Británico, ambas datables hacia el
año 1300. Es muy notable asimismo el códice de la gran Conquista de Ultramar, de la Biblioteca
Nacional madrileña, escrito entre 1290 y 1312.

Caracteres gráficos distintivos de estos códices reales castellanos son: el fracturamiento


de los arcos superiores de las letras, facetamiento de las líneas curvas. aparición de biseles en
los remates de los astiles. los cuales. así altos como bajos. apenas rebasan la caja de escri-
tura. La z tiene forma de un 3 y, generalmente, se escribe sobre la línea del renglón. Un análi-
sis comparativo entre los códices fechados dentro del reinado de Alfonso X y los de sus suce-
sores nos demuestra que en estos segundos existe una indudable tendencia al redondeo y en-
sanchamiento de las letras. tendencia que se acentúa en el transcurso del siglo XIV y que
será una de las características más pronunciadas de los códice castellanos y aun de los hispá-
nicos en general.

Esta gótica fracturada que alcanza su más alto grado de perfección en el siglo XIII, se
mantiene en vigor todavía durante los siglos XIV y XV. e incluso hasta el XVI para los grandes
libros de coro, como los magníficos de Guadalupe.

Como ejemplo de manuscritos lujosos y solemnes puede citarse el Evangelio de 1354,


escrito por Bernardo Truyol para el canónigo de Vich -en cuyo Museo episcopal se Conserva-
Bernardo de Lerz . rambión del siglo XIV es la preciosa Grant Ystoria de Espanya, co~pilada por
el gran maestre de la Orden de San Juan. Fernández de Heredia, quien la mandó escribir en Avi-
ñón al canónigo de Jaén. Alvar Pérez. Del siglo XV tenemos un buen ejemplar de escritura cali-
gráfica elegante en los Provilegia ... Barchinome, mandados recopilar por el concejo de la ciudad
de Barcelona el año 1476 a Francisco Martín y Bernardo Soler. ·

Entre los códices que. dentro del ámbito de la .escritura caligráfica , hemos dicho que
apuntaban cierta tendencia a fa gótica redonda, destacan los códices universitarios. entre los
que señalamos el Speculum iudiciale, de Guillermo Durando. escrito en 1314 y plagado de a_bre-
viaturas. que so lía ser achaque de los códices escolares. Otro ejemplar es el San Cipriano
->$entenciae episcoparum- de la Biblioteca Nacional. escrito en Sevilla en 1416.

307
XVII/8 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

4. Códices en gótica redonda. El polo opuesto de esta caligrafía fracturada y rica. lo


tenemos a fines del siglo XIII en la aparición, dentro del campo librario, de la cursiva gótica,
la que perfilamos ya en el tema anterior como pequeña, rápida, nerviosa , con la que sólo se traza
lo esencial para el reconocimiento de las letras. Muchos códices, según veremos enseguida. fue-
ron escritos en esta cursiva a partir del siglo XIV. Pero es evidente que tampoco resultaba tipo
ideal de escritura para códices. ya que su lectura era difícil y la impresión de los conjuntos
con ella escritos, desagradable. Entre esos dos polos opuestos, los escribas de la baja Edad
Media arbitraron la creación de un tipo escritura! intermedio, formado por modelos de cursivas
sentadas, empleadas en algunos documentos reales. que perfeccionaron incluso en cua nto a uni-
formidad del trazado y lentitud en su ejecución .

Al nuevo tipo, que estaba llamado a tener grandes éxitos, se le denominó semigótico o
redondo, adjetivo este último que vamos a adoptar nosotros. haciendo antes que nada dos ad-
vertencias sobre la nueva variedad gráfica: primera, que no se trata de un producto híbrido de
laboratorio, producido por fusión de la caligráfica y la cursiva. sino de un modo de escribir
contemporáneo de esos otros dos y cuyo origen hay que poner en las carol inas hispánicas de
fines del siglo XII y comienzos del XIII. Segunda, que tampoco se trata de una escritura rígida,
amanerada y siempre igual; al contrario. varía según el tiempo y la geografía. distinguiéndose
claramente, a partir del siglo XIV, dos zonas, la de la Corona de Castilla y la de la Corona de
Aragón.

a) En Castilla, la gótica redonda de los sig los XIV y XV se caracteriza porque los asti-
les superiores e inferiores de sus letras sobrepasan claramente la caja de escritura; las astas
terminan en forma de bisel, tendiendo primero hacia la vertical y, luego (s. XV). a curvarse
hacia la izquierda; las letras se unen dentro de sus respectivas pa labras y la e se distingue
fácilmente de la t.

Entre las restantes letras se puede notar: a, reduce al mínimo su parte superior. y en el
sig lo XV se traza con un solo golpe de pluma; e, se une siempre a la letra siguiente por arriba;
d, inicia l cas i siempre, se une a la letra que sigue mediante un bucle de su trazo alto y final ;
s, en el s. XIV, no rebasa hacia abajo la línea del renglón, es alta al comienzo y en medio de
palabra. mientras que al final se presenta redondeada con dobl e curva. en el siglo xy
se gene-
raliza su forma de espiral o de sigma griega. que no es más que evolución de la de doble
curva; z, con frecuencia tiene forma de un 5, como si se tratara de una ese, cuya curva supe-
rior queda recta y paralela a la línea del renglón; e, se emp lea cada vez más (y advertimos
que por razones fonéticas debe transcribirse también la cedilla) .

Como ejemplares típicos de códices en redonda vamos a recordar : El Cantar del mío Cid
de la Bibl ioteca Nacional. año 1307; el Ordenamiento de Alcalá en la misma Nacional madri-
leña , año 1348; la 'Grande e general Historia, de Alfonso X. de la biblioteca del Escorial, año 1405;
la Crón ica de España copiada para D. Rodrigo Alonso Pimentel en 1434.

b) En Cataluña, equiva liendo a las redondas del área castellana que acabamos de ver.
se emplea una gótica bastarda cuyas varied ades tienen un posible sabor transpirenáico. Se ma-
nifiesta dicho sabor en las letras de astiles descendentes que van adelgazándose hasta termi-
nar en pico; en la forma de a trazada de un solo golpe. Un ejemplar de dicha bastarda formada.
del s. XV. es la Sea/a Dei de Eximen ic,. escrita en Barcelona en 1444 y conservada en la Biblio-
teca Nacional.

5. Códices en gótica cursiva. Igu al que vimos con relación a Europa en el tema ante-
rior, ocurre en la Península. con la invasión . durante el siglo XIV. del campo de la librarí a por

30R
PALEOGRAFIA Y DI PLOMATICA XVI I/ 9

la escritura cursiva. En ella se van a esc ribir multitud de textos - romanceados en su mayor
parte- de carácter práctico y úti l . en re lación a los cua les para nada se consideraba necesario
o conveniente el primor ni el lujo.

En Aragón aparece como propia la llamada letra aragonesa , que estudiaremos en el tema
sigu iente. Códices que la representen, pueden citarse: el Libre deis angels, de Franc isco Exime-
nic, en la Bib lioteca Nacional, copiado en 1404, y las Actas y Capítulos del Compromiso de
Caspe. de l año 1412 . en el Archivo de la Corona de Aragón .

En Castilla la variedad de cursivas será mucho mayor : de albalaes, cortesana . procesa l.


Ejemp lo de códice en cursiva de albalaes , nos lo ofrece el escurialense que cont iene las Partidas
de Alfonso X. copiado en 1330. De códices en letra cursiva semicortesana, lo tenemos en el Libro
de buen amor, de la Academia Españo la, escrito en 1389; y en cortesana neta. el de Reproba-
ción del amor mundano, del Arcipreste de Ta lave ra. en 1466.

309
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XVII / 13

LAMINA 17/ 1

313
XV II / 14 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (l ám. 17/ 1)

Columna A
Este es otro iuego departido en que 1 a XVI II. trebeios que an a seer en 1 tablados assi como esta en la
figu- 1 ra del ent ablamiento anse de io 1 gar desta guisa. 1 Los prie 1 tos iuegan primero 1 dan mate al Rey
blan 1 co en .VI. uezes o en menos de los sos juegos n 1 mismos s i los prietos 1 no lo sopieren alongar . § El pri-
mero 1 iuego dar la xaque con el Roqu e pri 1 eto en la tercera casa del Rey bl anco. 1 e ent rara el Rey blanco en la
segu nda ¡ casa de su alff il. § El segu ndo iuego 1 dar la xaq ue con esse mismo Roque i 1 prieto en la seg unda
casa del Rey blan- 1 co. e si el Rey blanco entrare en casa de 1 su caua llo es mathe con esse mi smo i 1 Roque prieto
en la segunda casa del 1 cauallo blanco . por ende es lo meior 1 que tome el cauallo prieto que esta ¡ en la ter-
cer a casa del cauallo blanco. 1 § El tercero iuego dar la xaque con es-

Columna B
se mi smo Roque prieto en la segunda 1 casa del cauallo blanco . entrara el Rey 1 e blanco en la quarta casa de su
Roque i 1 § El quarto iuego dar la xaque con el 1 Roque prieto en la quarta casa del ca 1 uallo blanco. e entrara
el Rey blanco. 1 en la quarta casa del Roque prieto . §. El quinto iuego dar la xaque c:on el 1 con el peon prieto en
la quarta casa del 1 cauallo prieto. e entrara el Rey blanco en la ter 1 cera cas;1 del Roque prieto tomando el 1 e
alffil prieto. § El sesto iuego dar la xa- 1 que e mathe c ~n el Roque prieto en la 1 quarta casa del Roque blanco e
mag 1 uer auemos fecho otro iuego departido 1 que se !tleia con este. mandamos f¡¡z er . este porque es mas tre-
moso. e si los prie 1 tos erraren non se puede uencer en iu 1 egos contados. §. E este es el departi 1 miento deste
iuego . e esta es la figura 1 dell en ta blamien to.

COMENTARIO (lám . 17 / 1)

Indudab le ejemplar del scriptorium real de Alfonso X el Sabio. por cuyo mand ato fu e
co mpu esto en Sevilla en 1283; corresponde al libros del ajedrez ... , que se conserva en la Bi-
blioteca del Escorial. Como decimos en el texto. este cód ice difiere ligera mente con res pecto
a los otros tres que se nos han conservado de tiempos del Rey Sab io . y la diferencia esencial
cons ist e en una mayor angu losidad de las formas y en un mayor contraste de gruesos y fin os.
todo e ll o moti vado princ ipa lmente por un acus ado corte obli cuo a la izquierda de la pluma.
Aunque la lámina no enc ierra mayores difi cultades de lectura. co nviene advertir la poca altura
que ofrecen los asti les superiores . unión de curvas contrapuestas. r redonda tras o, s final a
veces en form a de 5 (columna A . línea 3, tablados}, R mayúscula para e l sonido rr, y griega con
pu nto sobrepuesto. y, en ge neral. la escasez de abrev iaturas.

1 14
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XVII/ 15

LAMINA 17/ 2

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315
XVII / 16 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (lám. 17/2)

En 1 e 1 1 1 n 1 o 1 mbre d 1 el Pad 1 re et del Fijo et del Spiritu Sancto 1 que son tres personas. et ¡ vn
Dios. Porque la iustic;:ia es muy al 1 ta uirtut et la mas complidera para gouer 1 namiento de los pueblos. porque
por ¡ ella se mantienen todas las cosas en el 1 estado que deuen: la qual sennalada- ¡ mente son tenudos los
rreyes de guardar ¡ et de mantener: por ende han a tirar 1 todo aquello. que se ria carrera de lo ' a- ¡ longar ':
et porque por las sollempni- 1 dades et las sotilezas de los derechos, 1 que se vsaron de guardar en la orde-
nac;:ion de los iuzios. assi en los em- 1 plazamientos commo en las deman- 1 das. et en las contestac;:iones de
los 1 pleytos. et en las defensiones de las 1 partes. et en los plazos '. et en las cont ra- 1 dic;:iones de los testi gos.
et en las sen· 1 tenc;:ias, et en las alc;:adas. et en las 1 supplicac;:iones. et en las otras cosas 1
1 que pertenesc;:en a los iu i zios , et por 1 algunas costumbres que son contra 1 derecho '; otrossi por los dones que
son 1 dados o prometidos a los juezes. o por 1 temor que han algunas ueces de las 1 partes, se aluengan los
pleitos : et por 1 esto la justic;:ia non se puede fazer com- 1 mo deue, et los querellosos non pueden 1 auer com-
plimiento de derecho : §. Por 1 ende. nos don Alfonso por la gracia de 1 Dios rey de Castiella, de Toledo.
de León, 1 de Gallizia, de Seuilla, de Cordoua, de Murc;:ia, de lahen, del Algarbe, de Alge- 1 zira et sennor '
del condado de Molina. 1 con conseio de los prelados et rricos omnes 1 et caualleros et omes bonos que son
con- 1 nusco en estas cortes que mandamos 1 fazer en Alcala de Henares. et con los 1 alcalles de la nuestra cor-
te .auiendo uolun- 1 tat que la justic;:ia se faga commo deue, 1 et • los que la han de fazer, la pueden 1 fazer sin
embargo. et sin alongamiento, 1 fazemos et establesc;:emos estas leyes, que 1 se siguen: Titulo primero. De las
cartas que se ga- 1 nan del rey . Ley primera. Commo se deue ganar ' 1 vna carta contra otra. Titulo primero •. 1
Si alguno quisiere ganar 1 carta de la chanc;:elleria contra 1 otra nuestra carta, et fuere tal- 1 lado, que la deue
auer. man- 1 damos que en la segunda carta sea con- 1 tenido el tenor de la primera todo compli- 1 dament e: et
otrossi razon derecha por que 1 deue seer dada la segunda. Et si fue- 1 re la primera librada por los • alcalles 1

COMENTARIO (lám. 17/ 2)

Magnífico ejemplar de gótica redonda castellana del siglo IX, salido ·d el scriptorium real
de manos del calígrafo e iluminador de Alfonso XI y Pedro 1, Nicolás González. Corresponde al
códice del Ordenamiento de Alcalá, referido en nuestras explicaciones, que se conserva en la
Biblioteca Nacional de Madrid. Obsérvese: a precarolina (semejante a la visigótica sentada) como
letra sobrepuesta, e con cedilla separada, R mayúscula con valor de rr, s alta en principio y
medio de palabra, de doble curva al final de palabra; esta s al final de línea se ensancha y casi
pierde la segunda curva; z en forma de cinco. Atención a la inicial miniada , en cuyo conjunto
ornamental entran también las primeras cinco palabras.

316
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XVII / 17

LAMINA 17/3

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317
XVII / 18 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICft.

TRANSCRIPCION (lám. 17 /3)

Et el Rey don GJrc;:ía hermano del Rey don 1 Ramiro . ca este Rey don Ramiro tanto fu(e) 1 de grant bonda t
e de grant mesura e tanto 1 amava al hermano que lo fizo su compan- 1 nero en el reg no. Et fueron y presen·
tes 1 don Diego arr lbispo de Cantabria e seys obispos 1 de Dul<;:idio e el obispo de Urlunc;:ia que ago- 1 ra llaman
<;amora et don Obt. . ~~.,.spo de As- 1 torga et don Salomón obispo de Orense et don 1 Rodrigo obispo de Lugo
e don Pedro obispo de A- 1 vila e don Suero obispo de Oviedo et don Gu- 1 tierre obispo de Suares et don Ra-
miro . Garc;:ía 1 adelantados de la Tierra e Osirios Gutierres 1 e Rodrigo Suares merinos de la Tierra . Et 1 Suero
Pe res mayordomo del Rey e Gudino 1 Oso res e Suero M endes adelantado de la ti e- 1 rra e M en Suares merino
de la tierra. Et to- ¡ dos los pueblos de Espanna que y fueron et esto por fi rme 1 para sienpre e de ally adelante
non osaron ¡ los moros demandar tributo a los christia- / nos de donzellas ca muy bien los escar- 1 mentaron el
Rey don Rodrigo e los suyos. ¡ De cómo fabla del Rey don Garc;:ia e de la Re- 1 yna donna Urraca su muger e de
las sus 1 piadosas obras. 1 ESTE Rey don Garc;:ía que aquí 1 deximos non cuenta 1 la estoria por quel yazía en
no- ¡ mina de los Reyes mas cuenta 1 que cuando el Rey don Alfonso fue muer- 1 to. padre deste Rey don Ra-
miro que aquel don ¡ Garc;:ía fincaya infante muy pequeno et que lo 1 tomó este Rey don Ramyro e lo qió (crió)
e que lo a- 1 mava tanto como sy fuese su fijo e quan- 1 do murió el Rey don Alfonso tío deste Rey 1 don Ra-
miro non dexó fijo heredero. Et 1 alc;:aron por Rey a este don Ramiro her- 1 mano deste infante don Garc;:ía 11 Et
por 1 grande amor que avía a este infante don 1 Garc;:ía su hermano ca lo amava tanto 1 commo sy fuese su fijo
et mas diole so ltu- 1 ra que andudiese por todo el regno et toma- 1 se e f iziese todas las cosas commo él e man-
dó 11 que le llamasen Rey commo a él. et por ende 1 díze la estoría que llamavan a este Rey don Ram iro a aquel
su hermano rrey don Gar- 1 c;:ía. et porque confirmava todas las cosas qué (é)l 1 fazía más de otra guisa non era
el Rey nin 1 el regno nin está en el cuento de los Reyes 1 por Rey. 11 Oe cómmo cuenta la estoria de la 1 Reyna
donna Urraca 11 LA REYNA donna Urraca 1 muger des te Rey don Ramiro onrró otrosy 1 la eglesia de Santiago de
quantas cosas ella 1 pudo aver de oro e de plata e de piedras 1 prec;:iosas e de ves timentas e de cort inas 1 de
seda; otrosy. fizo laa eglesía de Sant Sal- ¡ vador de Ouiedo et de las Reynas que 1 ovieron seso ella fue. Et
fue muy buena 1 christiana. et este Rey don Ramiro era muy 1 bueno a los buenos e muy bravo a los 1 malos
et desfazía de su tierra a los lagro- 1 nes e quemava las fechizeras 11 agora 1 deva aquí la estoria los buenos
techos 1 e muy católicos del Rey don Ramiro e tor- 1 na a contar de Abderramen Rey de Córdova 1 e de otros
moros. De cómmo corrieron a Se- 1 villa unas gentes estrannas que se fue- 1 ron por miedo de Abderramen Re y
de Cór- 1 dova . 1 ANDANDOS tres annos del 1 regnado del 1 Rey don Ramiro arribaron a Lis· 1 bona c;:inquen ta e
quatro naos 1 e c;:inquenta e ocho galeas. Et Lisbona era 1 aun entonc;:e de moros e teníala entonce 1 Abderra-
men Rey de Córdova. Et quando 1 sopo de aquellas gentes enbioles dezir que 1 le non entrasen en su tierra e
que le non fi-/ ziesen y ningunt dapno. 11 mas los de 1 las naos non dexaron de estar y estonc;:e 1 atendiendo
otras naos que les avían de 1 venir con más gente et mayor ayuda. Et 1

COMENTARIO (lám. 17/3)

Tenemos a la vist a un buen ejemplar de gótica redonda del sig lo XV. con fuerte influjo
de la cortesana contemporánea. Correspo nde al cód ice de la Biblioteca Nacional que contiene la
Crónica de España, caligrafiado por Manuel Rodríguez de Sevilla para don Rodr igo Alonso Pi-
mente!. Obsérvense: letras góticas perfectas al comienzo de párrafos. dos de las letras inicia-
les iluminadas con arabescos y representación floral. dos calderones o signos de párrafo sepa-
rando párrafos. Enrte las letras merecen destacar el constante uso de la d uncial. <; con cedilla
muy separada (Garc,:ía. pri m era línea). R mayúscula con valor de rr, z en forma de 5 (doncellas.
piza). s en espira l (Suero) .

318
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XVII/ 19

LAMINA 17/ 4

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11 .
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319
XVII/20 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICJ1

TRANSCRIPCION (lám. 17/4)

ab deu reeb gran confian(fa dell. sabent 90 que di u la sancta 1 scriptura. 90 es. que • iustorum anime in manu Dei
sunt•. 1 <fO es que les animes deis justs tostemps stan guardades ab 1 les mans. e armes de deu. E per tal hauem
quant som temp ¡ tats que recorrem a les mans daquell sobiran pare e amich 1 nostre senyor deu qui saben que
es lur protectio. escut e 1 guarda e en la sua uirtut vencen lo temptador ab gran 1 estor<; axi com aquells qui sont
guarnits ab les armes 1 de deu. E aquesta manera de venc;er los diables es fort 1 alta. bella e segura. 1 § Capital
qui aporta altre profit seguerft en nos per la con 1 templac lo. 1 Nouenament. la contemplacio fa en nos perfeta 1 ius·
ticia per aytal amoros leuament de cor en Deu . 1 La anima nostra dona a deu <;o que li pertany. e es 1 seu c;o es
seruey noble e alt de pura amor. § Dona encara 1 as si matexa rectitud e perfectio virtuosa conformantse a 1 la vo·
luntat del senyor en tot que ell vol e li plau de ella; 1 car deu tot poderos en special requir la amor de tots nos 1 e
donant la y donam a nos mateixs gran justici a en aquesta 1 cosa . § Axi matex dona al prohisme ajuda. aju stant
t
se 1 ab aquell ab lo qual se fa potent a procurar li ajuda de 1 misericordia e gracia. § Deenament per via contem·
pla 1 tiua. la anima aprofita molt en merit. raho es car tos 1 temps que la nostra anima entegrament se leua a
deu 1 per amor loant lo . contemp lant-lo o per qualque altra ma 1 nera aytantes vegades merex gloria o creximent
de a 1 quella. E com ayta ls mouiments puxa ter la anima 1 e si innumerables veguades lo dia segons que y es
aueda 1 seguexse que per aytal via contemplatiua pot aprofitar 1 sobreanament en merit. § Nota ac;o que segons
que 1 dien los sants doctos. la vida contemp latiua de si ma 1

COMENTARIO (lám. 17/ 4)

Como último ejemp lo práctico de las góticas librarías hispánicas incluimos un manus-
crito acabado de escrib ir e l 5 de agosto de 1444 en lengua catalana. El tipo escritura!. equiva-
lente a las redondas castellanas, rec ibe el nombre de bastarda. aunque en este caso la cal i-
grafía es muy redonda y los asti les descendentes no son muy acusados. Se trata de un folio
del manuscrito 98 de nuestra Biblioteca Nacional que contiene la Scala Dei, de Francisco Exime·
nic, alud ido en nuestras explicaciones sobre el tema.

320
~

PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XV II / 21

ALFABETOS

Lámina 17/1 Lámina 17/ 2 Lámina 17/ 3 Lámina 17/4


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321
TEMA XVIII

LA CURSIVA GOTICA CASTELLANA DE LOS SIGLOS XIII Y XIV

ESQUEMA/RESUMEN
•,

l. Consideraciones previas .

1. Del rey San Fernando.


11. La gótica cursiva en los documentos \
privados. ¡ a) La terminología de
1 2. A partir de Alfonso , Terreros.
el Sabio . , b) Letra de privilegios .
/ e) Letra de albalaes.
· d) Letra precortesana.

111. La gótica cursiva en los documentos privados.

32.1
INSTRUCCIONES

En el tema anterior hemos procurado dar una visión de conjunto de la escritura de los
códices góticos españoles; escritura que, como habrá podido comprobar el propio alumno, no
presentaba graves dificultades de lectura en los tipos más caligráficos. o sea. los llamados frac-
turado y redondo; advertíamos, sin embargo, que las dificultades aparecían desde el momento
-siglo XIV- en que los tipos cursivos. reservados hasta entonces a los documentos, inva-
dían el campo librario. En este tema vamos a iniciar el estudio de esas góticas cursivas, que en
conjunto revisten para el historiador un altísimo interés, por su larga duración -abarcan desde
el siglo XIII al XVII-, por la gran cantidad de material gráfico conservado y por la dificultad de
lectura que ofrecen los tipos más cursivos.

la documentación que aparece escrita en alguna de las variantes gótico-cursivas que de-
cimos, es de tal modo abundante que podemos afirmar, sin lugar a dudas, que la suma de todos
los documentos conservados de épocas anteriores al siglo XIII no alcanza ni a una centésima
parte si la comparamos con los de los siglos XIII-XVII. los grandes archivos españoles - el His--
tórico Nacional de Madrid, General de Simancas, Corona de Aragón, General de Indias y Ge-
neral de Navarra, los archivos provinciales, los universitarios, todos los eclesiásticos , los nobi-
liarios, etc .- están llenos de miles y miles de documentos escritos en cursiva gótica. Y si po-
demos pensar, por ejemplo, que algún día no muy lejano se publiquen todos los diplomas escri-
tos en visigótica, es prácticamente imposible soñar que lo mismo pueda llevarse a cabo con esa
montaña de documentos cuya escritura vamos a examinar . Por esta razón es absolutamente
necesario a los historiadores -de la Historia y de la literatura- conocer bien los distintos
tipos gráficos bajomedievales y modernos para poder acudir con provecho a las abundosas e
inéditas fuentes .

Si unimos todo esto a la indudable dificultad de lectura que presentan las cursivas góti-
cas, se comprenderán las razones que nos han movido a dedicar varios temas ( 18, 19 y 20) al
estudio de estos períodos y a meter en ellos abundante material para los ejercicios prácticos.
En razón de la mayor dificultad que encierran las llamadas letra de albalaes, letra cortesana y
letra procesal , dedicaremos a ellas dos temas : el primero, este en que estamos entrando, estu-
diará la de albalaes o privilegios y la que podríamos llamar precortesana; el segundo (19 del
programa) se ocupará ampliamente de la cortesana y de la procesal. El tema 20 , que forma
grupo con los anteriores, lo dedicaremos a la escritura bajomedieval de Aragón y Navarra, en
cuyos reinos se escribió de ordinario con letra más correcta y legible que en Castilla y donde
la escritura más representativa fue la llamada de "letra aragonesa ...

ORIENTA ClONES BIBLIOGRAFICAS

Seguimos refiriéndonos al Tratado de Millares , a la Paleografía de García Villada y al


Tratado General de Floriano. El primero se ocupa del contenido de nuestro tema en sus capí-
tulos XIII, XIX y XX, con profusión de facsímiles en la correspondiente colección de láminas .
El segundo, en los capítulos XX. XXIII y XXIV. El tercero, en el apartad·o C de la «Parte espe-
cial .. . titulado «Ciclo de la escritura gótica .. . Otros autores y obras interesados de algún modo
en el tema los citaremos a medida que lo vayan pidiendo nuestras explicaciones .

Todo ello quiere decir que haremos exposición compl~ta y resumida del tema. por nues-
tra cuenta . en el siguiente apartado de Explicaciones complementarias .

325
EXPLICACIONES COMPLEMENTARIAS

l. Consideraciones previas. Antes de entrar propiamente en materia. será bueno apun-


tar una serie de notas que caracterizan externamente la documentación que vamos a examinar
y su época.

1.' Sustitución de la lengua latina en los documentos públicos y privadqs por las len-
guas y dialectos romances: castellano. catalán. gallego, valenciano. etc.; sustitución que en la
documentación privada empieza a operarse desde el siglo XII. pero que en la real no se lleva
a efecto de forma total y sistemática hasta mediados del siglo XIII. con San Fernando y con
Alfonso X especialmente. en Castilla; en Aragón. con Jaime l. El rey Sabio llega a justificar
históricamente la necesidad de emplear la lengua romance en los documentos. El latín queda
reservado en las cancillerías reales para la correspondencia con otros Estados y con la Santa
Sede. Por supuesto. siguió siendo, en proporci ón muy mayoritaria . la lengua de los documen-
tos eclesiásticos.

2! Aparición y desarrollo. por influjo del renacido Derecho romano. de un fuerte y bien
preparado cuerpo de notarios o escribanos públicos profesionales. a cuyo cargo corre la redac-
ción de la mayoría de los documentos privados .

3 ! La cursiva se adueña por comp leto del campo documentario , quedando reservado el
uso de los tipos muy sentados. semejantes a las redondas de libros que vimos en la lección
anterior. para los documentos muy solemnes. como los privilegiados rodados .

4 ! Las cursivas se regionalizan o naci011alizan. distinguiéndose bien claramente las dis-


tintas cursivas de Castilla. Aragón y Navarra. Aunque no existen estudios comparativos al
efe~to. podemos sospechar que hay zonas .dentro de los mismos reinos que tienen un tipo
escriturario bien definido. por ejemplo. Galicia en Castilla y Cataluña en Aragón.

5.• Disminución del número de las abreviaturas en los documentos redactados en len-
guas romances . Cúmplese así la norma de que cuanto más cursiva es una escritura. menos abre-
viaturas necesita; ya tiene bastantes dificultades la escritura sola. Por otra parte. el rico y com-
plejo sistema abreviativo usado en los códices latinos había tardado varios siglos en formarse
y muchas veces era sólo aplicab le a la lengua latina . Para las romances se necesitaba un tiempo
del que no se dispuso; en consecuencia, su sistema abreviativo es de una gran sencillez. redu-
ciéndose. en general. a unos pocos signos especiales. a escasas contracciones y suspensiones.
sin mucha más dificultad para descifrarlas que la que pueda derivarse de la propia escritura.

11. Documentos públicos. 1. El largo reinado de Fernando 111 el Santo (1217-1252). en


el que se unen definitivamente las coronas de Castilla y León . sirve de püente entre la caro-
lina documental que vimos en el tema 15 y la gótica cursiva. La tónica general de los docu-

327
XVII1 , 6 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

mentos exped idos por su cancil lería puede ser la buena caligrafía en q ue están escritos y cuyo
goticismo se manifiesta en un claro contraste de trazos gruesos y finos. quebradu ra de los
arcos de las letras. astiles muy elevados que se incurvan a la izquierda. Los tipos más ca li grá-
ficos ·son ya perfecta muestra de la que llamamos letra de privi legios (véase un ejemplo en
García Villada , facsími l 89) ; los de letra menos cuidada (véase Lám inas de la Cátedra de Paleo-
grafía. núm . 45). en que se nota cierta cursividad - un ión de las letras dentro de una misma
palabra. escaso fracturamiento. etc.-, se mantienen todav ía en la zona de escritura cu idadosa
y poco espontánea . No fa ltan. sin embargo , alg unos ejemp lares más cursivos que , sigu iendo la
tradición del sig lo anterior. demuestran el poco o ningún esmero con que se procedía en la
escritur a de los documentos menos important es . como los mandatos (véase en Láminas de
la Cátedra de Paleografía el núm . 43. de A lfonso IX de León) .

2. A partir de Alfonso X, y durante la segunda mitad del siglo XIII , la escasa distin-
CIOn que había existido en los documentos de San Fernando entre escr ituras más cui dadas y
menos. entre caligráfica y cursiva, se acentúa ' lo bastante como para poder decir que en la
canc illería real toma carta de naturaleza . de modo sistemático, con ap li cac ión a distintas y defi-
nidas categorías de documentos . e l empleo de dos tipos diferentes de letras, una muy cu idada,
otra muy cu rsiva. A la cu idada se la ha ll amado por los pal eóg rafos españo les, desde tiempos
del benemérito Terreros. en el siglo XV III. " letra de privil egios" . y a la cursiva. "letra de
al balaes" .

a) Estas denominaciones son producto del escaso conocimi ento e11 Dipl omática espa·
ñola que poseía el inventor de ambos nombres . porque el albalá , como documento cancilleresco
definido, que se refiere a asuntos administrativos y económicos, no surge hast a e l reinado de
Pedro 1 de Cast illa . (1350-1369) . Resulta. pues . paradójico que un sig lo antes de apa recer el
albalá documento, se escrib iera ya en "letra de alba laes". La realidad es que Terreros ace rtó
a observar en los documentos reales castell anos el uso. durante la baja Ed ad Media. de lo s dos
di stintos tipos de letras que conocemos. y v io que el caligráf ico aparecía constantemente en
los documentos más solemnes, en los hermosos privilegios roda dos . y de ah í que no dudase
en aplicarle el adjetivo .. de priv ilegios .. . mientras el tipo más curs ivo aparec ía, por el con-
trario , en los documentos menores (mandatos . cartas ab iert as . provisiones y alba laes). dec id ién-
dose a llamarlo con el no mbre de l grupo docum ental que resultaba. a su entender. más signifi-
cativo. sin advertir que con ello cometía un anacroni smo grave. (Sobre la terminología diplomá-
t ica utilizada ha sta aho ra, y que emplearemos más ade lante . el alumno deberá cons ultar los
temas de Diplomática española en la sexta Unidad del programa.)

En cualqui er caso, el nombre de " letra de albalaes .. ha hecho t anta fortuna· entre los pa-
leóg rafos españoles. desde el siglo XVIII hast a el presente. que. aun reconociendo su improp ie-
dad . no parece convenie nte intenta r in troducir otro nombre. El error más craso de Terreros
no, consistió , sin em bargo , en bautizar con escasa propiedad un ti po de letra . sino en creer que
antes de la cortesana. que él sitúa claramente 3n la seg unda mitad del siglo XV . só lo ex istió
en Castil la un único tipo de cursiva.

Basta comparar someramente la escritura de un documento de Sancho IV (l ámin a nú-


mero 18/ 2. al fin al del tema , o lámina núm. 60 de la Cátedra de Paleografía) con ot ras de Pedro 1
o primeros Trastámaras (l ámina 18/ 4 de l t ema o lám in as 63 y 68 de la Cátedra) para percatarse
de que las diferencias son fund amentales y que ambos tipos de escr itura no pueden eng lobarse
bajo el co mún denominador de letra de albalaes.

Conviene. pues, que fijemos los límites cronológicos con rela ción a la cursiva caste-
llana entre 1250, fecha que podemos tomar como ini cio de tal cursiva . y 1406-1 425 , años en
que podemos considerar que la co rtesana se encuentra ya form ada . según veremos con más

328
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XVIII/ 'i

detenimiento en la lección proxrma. A nuestro entender. en tan dilatado período -casi dos
siglos- se usan en Castilla dos tipos de letras perfectamente diferenciados: Uno. la de alba-
laes. que. tal como la vamos a definir. abarca desde 1250 hasta los años del reinado de Pe-
dro 1 (1350-1369). Otro. la salida. por evolución. de la de albalaes. pero que se distingue perfec-
tamente de ella y no llega a ser aún una perfecta letra cortesana; sin embargo, como gráfica-
mente se acerca bastante a ésta. nos ha parecido conveniente calificarla de .. precortesana .. o
«cortesana primitiva .. ; cronológicamente abarca desde 1350 hasta 1425.

Por supuesto. parece innecesario advertir que estos años que se ind ican como hitos cro-
nológicos son. como en todos los fenómenos gráficos. meramente indicativos. ya que podemos
encontrarnos en un mismo año con escribas arcaizantes junto a otros muy evolucionados. e in-
clus o es probable que pueda haber regiones dentro de Castilla donde. por espíritu conservador .
cultura. aislamiento. etc .. se mantengan grafías que en otras regione s han sido abandonadas.

Pasemos ahora a determinar los caracteres que definen a las letras de privi legios. alba-
laes y precortesanas.

b) letra de privilegios. Va a tener una larguísima vida. ya que. con ligeras modifica-
ciones. perdurará hasta el siglo XVI. Durante el XIII se usará en los diplomas más solemnes.
que son los privilegios rodados y las cartas plomadas, ambos en pergamino. El tipo de escritura
es el mismo que hemos visto en tiempos de San Fernando. Como notas distintivas señalamos
las siguientes:

1.' Claro contraste entre el cuerpo de las letras. que es pequeño. y los astiles superio·
res que se elevan desmesuradamente. curvándose hacia la derecha y hacia abajo, mientras que
los inferiores no suelen prolongarse. sino que se incurvan con poca espontaneidad gráfica ha-
cia izquierda .

2.' Tendencia a la unron de curvas contrapuestas (bo, od, pa) y. fo rma de r redonda
después de letra curvilínea.

3: Letras bien separadas. casi sin nexos; entre ellas destacan: a de capelo poco pro-
nunciado formando un ángulo obtuso. o recto si se une a la letra anterior; e bien diferenciada
de t; d preferentemente uncia!; g cierra la parte superior formando un círculo y tiene tendenc ia
a cerrar también su ca ído ; R mayúscula con valor de doble rr; s alta. sin bajar de ra línea del
renglón, al comienzo y en medio de palabra; de doble curva al fin al de palabra . quedando a
veces la segunda curva reducida ; z en posición final tiene forma de S, y se distinguen clara-
mente e con cedilla y z.

4.' Escaso uso de abreviaturas. (Véase lámina 18/ 1 al fin al de l tema. con su cuadro
co rrespondiente, que muestra una letra de privilegios casi perfecta aplicada a un documento
privado.í

Desde Alfonso XI (1321-1350) y hasta el siglo XVI, la letra de privilegios va a reservarse


para los diplomas en pergamino. señaladamente para los ya citados privilegios rodados y para
las tardías cartas de confir.m ación y privilegio. Las letras van a sufrir muy escasas modifica-
ciones . mostrando la rigidez propia de escrituras que se anquilosan por no tener un uso es-
po ntáneo y por estar a cargo de un grupo de escribas que se especializan en el trazado de la
lllisma. En esencia. difiere poco de la gótica redonda de libros que vimos en la lección anterior.
La letra de privilegios. en general. no ofrece dificultades de lectura.

e) letra de albalaes. De cuanto hasta aquí hemos dicho . es evidente que en sus orí-
genes la letra de privilegios y la de albalaes son una misma escritura ; difieren únicamente en el

329
XVI11 í 8 PALEOGAAFIA Y DIP LOMATICA

mayor o menor grado de cursividad. Pero mientras la de privilegios se detiene sin evolucionar
desde el primer tercio del siglo XVI, la de albalaes va a seguir modificándose. avanzando siem-
pre hacia formas más cursivas. hasta llegar al grado máximo de su desarrollo en las procesales
encadenadas del siglo XVII. verdadera degeneración de la escritura. Intentemos ahora caracte-
rizar a la letra de albalaes enumerando sus notas distintivas:

1! Dentro de una misma palabra las letras se unen entre sí.

2! Hay un claro contraste entre el muy pequeño cuerpo de las letras y sus astas muy
desarrolladas; en el siglo XIII. el cuerpo de las letras es estrecho; en el XIV, ancho.

3! Peculiarísima es la tendencia de los caídos a subir por la izquierda buscando la caja


de la escritura y formando casi una línea paralela con el trazo fundamental de la letra; en el
siglo XIII se forma en la parte más baja del caído un ángulo agudo. Igual tendencia, aunque algo
más redondeada. se observa en los astiles superiores.

4! Esta técnica alcanza su max1ma expres10n en las letras f y s alta . que. al duplicar
los trazos. parecen dos efes y dos eses, pero no son más que una ; en el siglo XIII. estas dos
letras se escriben con un caído prolongado, de cuya parte infe rior surge una línea casi para-
lela que puede llegar a la parte superior de f y s; todo ello ejecutado sin levantar la pluma.
En el siglo XIV varía la técnica del trazado: el escriba prefiere ejecutar primero la parte prin-
cipal de la letra . luego levanta la pluma y vue lve a la parte superior de aquélla , desde donde
traza una línea paralela por la izquierda; de esta manera se acentúa la impresión de que se han
escrito dos eses o dos efes .

5! Entre las letras más típicas podemos poner la d uncial. con una vuelta de su asta
mediante la cual se une a la letra siguiente; el trazo de unión corre muy paralelo a la línea del
renglón; g cuya cabeza se divide en dos partes: una a modo de u que se cierra por arriba me-
diante una recta con la cual se une a la letra siguiente; r tiene a veces el caído muy prolon-
gado; s final de doble curva. al modo de la actual s mayúscula . adoptando con frecuencia la
forma de sigma griega . que no es sino el último grado de evolución de la doble curva: t puede
confundirse con e; v usada con preferencia al comienzo de palabra, con valor de u o de v, adop-
tando a veces forma parecida a la b abierta: u en medio de palabra, puede tener valor de u
o de v; en el siglo XIII puede confundirse con n; z tiene forma del numeral 5. Obsérvense. por
otra parte, en lámina 18/ 2 y su cuadro correspondiente al final del tema . las soluciones adop-
tadas para abreviar qua, que, qui, así como las mayúsculas B, E, G, M y S.

Si tuviésemos que indicar un solo elemento gráfico que caracterizara de por sí a la letra
de alba laes. indi caríamos que el más típico es el sistemático duplicamiento de los astiles de
f y S.

Como ejemplo de letra de albalaes remitimos a las láminas 18 / 2 y 18/ 3 del tema. la
primera del rey Sancho IV . la segunda de Alfonso XI.

d) Precortesana. Entendíamos (tema 17) por escritura precortesana o cortesana prim i-


tiva aquella que llena el estadio intermedio entre la de albalaes y la cortesana verdadera; re-
cuérdese que la situábamos entre 1350 y 1425. Como todas las escr itu ras que se encuentran
en medio de dos tipos bien definidos y sirven de puente en la evoluc ión de uno a otro . la pre-
cortesana no presenta caracteres muy acusados. Tiene . sin embargo , unos rasgos distintivos fun-
damenta les que permiten su rápida y segura diferenciación . Merecen destacarse éstos:

330
1

PALEOGRAFIA Y DIPLOM ATICA XVIII /9

1.· Desaparece la reduplicaci.ó n sistemática de los trazos inútiles en s alta y f. y en ge-


neral de todos los caídos .

2. 0 La letra tiende a ser más redondead a y menos aguda; si los caídos de las letras
se prolong an y se incurvan luego buscando la ca ja del reng lón . lo harán no en la forma ang u-
losa de los años ante riores. s in o usando ampli as curvas. Estas curvas. sin embargo. no llegan
a envolver a las letras o a las palabras enteras . como ocurrirá con la cortesana.

3." No hay tanto contraste entre cuerpo y astiles de letras como en la de alba laes.

0
4. Aumentan co nsiderabl emente los nexos.

5. 0
No se usan aún formas de letra s que se rán típicas de la cortesana. como a en forma
de u, sobrevolada de una l ínea. mediante la cual se une a la letra sigu iente; ten forma de trián-
gulo . a v eces sin base; g de un solo trazo. etc.; form as gráf icas todas ellas que. con deten i-
miento . veremos en el próx imo tema .

111. Documentación privada . La distinción entre documento público y document o pri-


va do en Castill a. en los siglos bajom ed ieval es. es muy notoria e n lo que se refiere al campo
diplomático. pero nul a en lo que ata ñe al paleográfico. ya que. en conjunto. podemos afirmar
que se escr iben con el mismo tipo de letras los documentos reales y los privados. La razón
princ ipal de este fenómeno ha de busca rse. en última instanci a. en el desarrollo de los estu-
dios univers itar ios. En las Univers idades o Estudios Ge nera les se fo rma ya el notariado h ispá-
nico. a c uyo cargo estará la redacción de los documentos usados entre particu lares . La canci-
ller ía real. por su parte. abandona los usos anteriore s de eleg ir a sus oficiales y amanuenses
entre el estamento ec lesiást ico - depositario hasta e ntonces de la cultura -y los recluta
entre esos mismos universitarios en sus distintas categorías.

Por e ll o no debe sorpre ndernos la ident idad gráfica de muchos documentos púb li cos y
privados. Aun sin ex istir estud ios monográficos al respecto . podemos adelantar que en las can-
c ill erí as regias. durante el sig lo XIII y parte del s igu iente. se escribió con caracteres más cursi -
vos que los emp leados al mi smo tiempo en los documentos privados ; pero a partir del sig lo XIV
ocu rrirá lo co ntrario : las canc ill erías mantienen el uso de modelos relativamente cuidados . m ien-
tras que los escribanos públ icos emp iezan a desarrollar tipos cada vez más cursivos. hasta llegar.
dentro aú n de l siglo XV. a la letra procesa l. que es la curs iva por excelencia .

331
XVIII/ 12 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

LAMINA 18/1

334
XVIII / 1~
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

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335
XVII I/ 14 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (lám. 18/1)

Connos<;:uda cosa sea a quantos esta carta uieren cuémo yo Don Diego Lo- 1 pet de Faro. sennor de Vi z·
caya e canonge de Sancta Maria de 1 Bu rgos. otorgo e uengo connos<;:udo que Sant lllán de Mena 1 con todas s u ~
pertenencias con uassallos e con solares poblados e por 1 poblar e con todas sus heredades e con todos sus dere·
chos. es del 1 obispo e de la eglesia de Burgos; e uengo connos<;:udo que la tengo en pré· 1 stamo de su mano en
mi uida assi cuerno u so e costumbre es de canoni go 1 de Burgos auer prestamos. E otorgo que dél la recibo en
préstamo assi cuerno 1 su canónigo. e prometo a buena fe sin mal enganno que ni en uida ni en pa-/ ssamien to
nunqual meta yo ni otre por mi en ella mala uoz ni embar- 1 go ninguno. e despues de mis días que finque s l ibre
e quita con todo quanto 1 yo la recibo. con vassallos e con solare s po bl~ d os e por poblar e con todos sus 1 de-
rechos e con quanta meioría ya hy fiziere al obispo e a la egl es1a de Burgos. e 1 h¡o 111 heredero que yo aya non
ge la embargue. Et si por auentura embargárgela quisiere 1 que le pueda el obispo descomul gar assi cuerno p or diez-
m o por casamiento. Et quando el 1 obispo uiniere a la tierra mando a los míos omes qut le reci baR ondradamientre en
la casa de 1 Sant lllán e que le den coducho assi cuerno en las o tras sus casas. Datum Burg is mense februar i anno
Domini M : CC ." L. primo. Era M : CC . nonagesima. Et porque e"t" tnd " "P." fi rmr r P.~Hable mande seellar esta
carta con mi seel lo pendient . ·

COMENTARIO (lám. 18/ 1l

Magn ífi co ejemp lar de .. letra de privilegios .. en un documento privado. de febrero de 1251 .
procedente de la catedral de Burgos. Mediante este doc umento. el magnate don Diego López
de Haro. señor de Vizcaya, reconoce ante la Ig lesi a de Burgos que posee Santi llán de Mena. en
c uanto que es canónigo de la cated ral burgalesa. Obsérvese el esp léndido sello.

33ó
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XVIII / 15

LAMINA 18/2

337
XVIII / 16 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (lám. 18/ 2)

Don Sancho por la gracia de Dios rrey de Castilla. de Toledo, de León. de Gallizia . .¡ de Seuilla. de Córdoua .
de Murc;:ia . de Jahén e del Algarbe a qualesquier que rrecabdan 1 agora o ayan de rrecabdar daqui adelant por mi
en el arc;:obispado de Toledo las mis 1 yantares. salut e gracia . Sepades que Don Gonc;:aluo. arc;:obispo de Toledo .
me 1 dixo que uos que demandades yantares a los sus vassallos e del cabildo de 1 la Eglesia de Toledo e que los
pendrades e los afincades por ell o e que lo non 1 queredes dexar de f azer maguer uos muestran vna mi carta de
commo non tengo 1 por bien que los sus uasallos e del cabildo den yantar si non a mi ( 1) en conducho 1 quando fuere
y en la tierra. segund que lo ouieron por uso e por costumbre fasta 1 aquí. E pidióme merc;:ed que l e mandase y lo que
touiese por bien . Onde uos mando 1 firmemente so pena de la mi merc;:ed que non demandedes ninguna cosa a los
uasa· 1 llos del arc;:obispo e del cabildo de la Eglesia de Toledo por rrazón de las mis yanta· 1 res nin los pendres
nin les afinquedes por ello. sinon seg und que lo ouieron por uso 1 e por costumbre fasta aqui. e que les non pas·
sedes contra las otras mis cartas que tienen 1 en esta rrazón. Et si algo les auedes tomado o pendrado por ende
que ge lo tor· 1 nedes luego todo. Et non fagades end al por ninguna manera. Si non mando a los 1 alcalldes e a
los otros aportellados de cada logar del dicho arc;:obispado que uos lo non 1 cons ientan e uos lo fagan assi compl ir.
Et non fagan end al. Si non a ellos 1 e a lo que ouiessen me tornaría por ello. Dada en Burgos XX III días de 1 junio
Era de mili e CCC e XXVII annos. Don Martín obispo de Astorga la mandó fazer por mandado del rrey. Yo Duran!
Xeménez la fiz escriuir. 1 Episcopus astoricensis. 1 Sancho Martín.

COMENTARIO (lám. 18/ 2)

Se trata de un documento de Sancho IV, cuyo original se conserva en el Archivo Histó·


rico Nacional, fechado el 23 de junio de 1289, en que el rey ordena a sus oficiales que no to-
men yantar de los vasallos del obispo y del cabildo de Toledo. La escritura responde exacta·
mente a lo dicho sobre letra de albalaes del siglo XIII. Las manchas circulares que se observan
en el documento corresponden a la huella dejada por 1~ cera al aplica r el sello de placa sobre
el papel que estaba doblado.

338
PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA XVI II/ 17

CUADRO (lám. 18/ 2)

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XV III / 18 PALEOGRAFIA y DIPLOMATI CA

LAMINA 18/3

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PALEOGRAFIA Y D IPLOMATICA XVIII / 19

CUADRO (lám.. 18/ 3)

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XVIII/20 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (lám. 18/ 3)

Sepan quantos esta carta vieren cómmo yo Don Alfonso por .la gracia de Dios rrey de Castiella. de Toledo .
dic León. de Gallizia. de Seuilla. de 1 Cordoua. de 1 Cordoua, de Mun;ia, de Jahén. del Algarbe e sennor de Vizcaya
e de Molina . Por rrazón que uos el conc;eio de Valladolit asi de la villa 1 commo de las al deas auedes priuilegio e
carta de mi en que uos fize merc;et e uos quité de todos los pechos que a mí oviésedes a dar se- 1 gunt que más
complida- 1 miente se contienen por el priuilegio e carta de merc;et que de mí tenedes en esta rrazón. et commo
quier que agora yo 1 toue por bien de me seruir de uos de vna quantía de marauedi para esta yda que yo agora
quiero yr a Sanctiago de Gallizia seer cauallero, sy Dios 1 touiere por bien, non fue nin es mi voluntad que por esta
rrazón vos sean quebrantados nin minguados para adelante las franquezas a las libertades 1 que auedes de mi en
esta rrazón , mas ante tengo por bien e mando que uos valan e uos sean guardadas las dichas franquezas e liber-
tades segunt 1 que mejor e más compli damiente vos fueron guardadas fasta aquí. Et defiendo que ninguno nin nin-
gunos non sean osados de uos yr nin de uo.s pasar 1 contra ello en ninguna manera so la pena que en el dicho
priu ilegio se contiene. E demás si alguno o algunos y oviere que contra ello qui- 1 sieren ir o pasar mando a los
alcalldes e al meryno de y de la villa que ge lo non consienta e que les pendren por la dicha pena a cada vno
por cada 1 vegada que contra ello fueren e que la guarden para fazer della lo que yo mandare. Et non fagan ende
ai so lo dicha pena a cada vno. Et desto vos 1 mandé dar esta mi carta seellada con mi seello de plomo. Dada en
Valladol it tres días de marc;o Era de mili e trezientos e seten ta 1 annos (signo). Yo Ferr ~ ndo Pérez la fiz escriuir por
man dado del rrey. 1 Roy Diez (signo) Andrés González, vista (sJgno) Pedro Fernández {signo).

COMENTARIO (lám. 18/ 3)

El documento. una carta plomada de Alfonso XI, fechada en 1332, y cuyo original se con-
serva en el Archivo Municipal de Valladolid, está escrito en letra de albalaes del sig lo XIV,
que quiere ser caligráfica. Obsérvese la suscrip' 'ó n autógrafa de Fernando Pérez (última l ínea
del texto). que muestra una letra mucho más cursiva y espontánea.

342
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XVIII / 22 PA LEOGRAFIA Y DIPLOMATICA

TRANSCRIPCION (lám. 18/ 4)

Don lohan, por la gra<;ia de Dios rey de Casti ella, de Leon. de Toledo. de Gall izia. de Seui ll a. de Cordoua. de
Murcia . de lahen. del A lgarbe. de 1 Algezi ra e sennor de Vizcaya e de Mal ina a uos el infante don Enrrique. mi
primo , maestre de Santiago , salut e grac;ia. Bien sabedes 1 e commo yo vos enbié dezir e mandar que veniesedes
a mi por algunas cosas que eran ne<;esarias e C<'nplid eras a mi seru i<;io e a sosiego e bien 1 de mis regn nos. e vos
posistes en ello algunas escusas. e espe<;ialmente dr~iendo que teniades en mi corte algunos con trarios e ene· 1
migas. Por ende. yo por esta mi carta vos aseguro que non seades preso nin detenido nin enbargado nin ferido nin vos sea
fecho otro mal ¡ nin danno en vuestra persona en vuestra venida a mi nin en la estada nin en la tornada adonde
vos quisierdes . Porque vos mando que luego 1 partades do quier que estouieredes e vos ve ngades a mi e fagades
en manera que seades comigo lo mas ayna que ser pudiere. ca yo 1 vos aseguro segun t dicho es. E por esta m 1
carta o po r su traslado sig nado de escriuano público mando a todos los infantes. 1 duques. condes. perlados, mar·
queses e ricos omes e caualleros. asy del mi Con seio commo otros. P. a los oydo res de la mi Audienc;ia e 1 alca ll es
e alguazi les de la mi corte e a los con<;eios. corregidores. alcalles. juezes. mermas. alguazil es e regidores e ofi<;ia·
les e 1 omes buenos de todas las <;ibdades e vi ll as e lag ares de los mis regnos e sen norios e a qualquier o qu ales·
quier d'ellos que guarden 1 e cunp lan e fagan guardar e conplir este dicho mi seguro en todo e por todo segunt
que aqui se contiene so pena de caer 1 por esse mesmo f echo en aquellas penas en que caen aquell os que que·
brantan seguro puesto por su rey e sennor natural. E 1 non tagades nin tagan ende al por alguna manera so
pena de la mi mer<;et. Dada en la <;ibdat de Toledo veyn te e vn di as' 1 de abril anno del na<;imiento de nuestro
Sennor lhesuchristo de mi l e quatro<;ientos e veynte e doss annos . Yo Sancho Romero 1 la esc reui por mandado
de nuestro sennor el Rey (signo). Yo el Rey (signo).

COMENTARIO (lám . 18/ 4)

Se trata de un docum ento de Ju an 11 de Castil la. del año 1422 . c uyo original se conserva
en el Archivo General de Simancas . F. Arribas (Paleografía documental hispánica, Vall adolid .
año 1965) ca lifica su escritura de «gótica cursiva de transi c ión ... se en ti ende , a la cortesana .

A pesar d e ser muy tardía (1422) y de una época en que ya ex i sten ejemp lar es perfectos
de cortesana. el escriba que redactó e l documento, Sanc ho Romero, emplea una letra que res·
ponde a lo que entendemos por precortesana o co rtesana primitiva.

Entre las notas di stin tivas. además de la armoní a de todo e l conjunto, destacan, en par·
ti cul ar , el agu zamiento que sufren los caídos vertica les de l as letras y que r ecuerdan l a técnica
emp leada en l as bastardas francesa y de la Corona de Aragón: los astiles superiores se inc ur·
van . No abundan los nexos. No hay dup l icación de ast il es de f y s. Las let ras g, h, i baja , q no
se e nv uel ven a sí mismas m ed iante su ca ído . como ocu rrirá en la cortesa na. Entre l as let ras des·
tacan z e n form a de 5 escrito sobre la línea de l renglón, r s iempre redonda al fina l de pa labra,
e l otro tipo de r desciende basta nte del r engl ón .

Con v istas a la lectura d eben observarse los siguientes fenóme nos : la e se une siempre
a la letra siguiente por la parte s uperior , de suert e que cuando se une a una i ( gra<;ía) forma
una especie d e a s in capelo : l o bajo que se coloca l a cedilla s in hace r contacto con la e (con·
<;eios, <;ibdades) . y el nexo tr ( contrarios . otros) .

En cuanto al valor hi stórico de est e docum ento . hay que enm arcarlo en los tu rbu lentos
primeros años de Ju an 11 . y re lacionarl o con e l l argo secuestro que sufri ó el rey niño e n Tard e·
si ll as. en 1421. a manos del infante don Enrique . Ruy López Dáva los . Pedro M anriqu e y Garci
Fernández Manri que. y de l qu e pudo huir grac ias a l a sagacidad de su criado don Alvaro d e
Luna . El infante do n Enriqu e fue el principal instigador del secuestro , y tuvo que huir; de ahí las
reservas expr esad as ante el r equerimiento del r ey para que acudiese a la corte . A pesar y por
encima de la voluntad del monarca, exp resada en este «Seguro ... de respetar vida . libertad y bi e·
nes de don Enrique, el rey lo mandó encarce l ar cua ndo acudió a l a corte. que estaba e n M adrid.

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XV III / 23
PALEOGAA FIA Y OIPLOMATI C:A

CUADRO (lám. 18 / 4)

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XVI II / 24 PALEOGRAFIA Y DIPLOMATI CA

Para intensificar las prácticas de lectura y observación de los correspondientes fenóme·


110s gráficos, damos una relación de facsímiles o lámin as de diferentes colecciones. a las que
el alumno puede acudir ventajosamente . Las ordenamos de suerte que se junten la cronología
y la dificultad progresiva de las respectivas escrituras: 1) Millares , LXX . 2) Lámina 18/ 1 del
propio tema . 3) Arribas (Paleografía docum ental hispánica), 57. 4) Cátedra de Paleografía, 45.
5) Arribas . 54 . 6) García Villada , 90. 7) García Villada, 91 . 8) Arribas. 53 . 9) Millares , LXXI. 10) Mi-
llares. LXXII. 11) Cátedra, 60. 12) Lámina 18 / 2 del tema . 13) Cátedrar 61. 14) Millares. XCV .
15) Lámina 18/ 3 del tema. 16) Cátedra, 68. 17) Lámina 18/4 del tema. 18) Cátedra. 63. 19) Cá-
tedra, 57 . 20) Millares , XCVI. 21) Millar.es. XCVII. 22) Arribas . 65 . 23) Arribas. 72 .

La aparente sobreabund ancia de láminas aconsejadas está en función de que los alumnos
puedan, dentro de las naturales dificultades. disponer. al menos . de una o dos de las co lecc iones
citadas . para que transcriban siquiera unas diez láminas , incluidas las del tema .

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