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La

MAScarada
del Poder

Alejandro Almaraz Roberto Fernández


Oscar Olivera Pablo Mamani
Omar Fernández Gustavo Soto
Pablo Regalsky Jorge Komadina
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La MAScarada del Poder

Manifiesto Junio 22
Alejandro Almaraz Pablo Mamani
Omar Fernández Oscar Olivera
Roberto Fernández Pablo Regalsky
Jorge Komadina Gustavo Soto

Datos de Impresión:

Textos Rebeldes
Cochabamba enero de 2012
Índice

Presentación
Gustavo Guzmán 5

Introducción
Pablo Regalsky 8

Primera Parte
La MAScarada del Poder

La reveladora furia de García


y el proceso de cambio
Alejandro Almaraz 14

Palabras contra el olvido, el desprecio


y la soberbia de los patrones, partidos y caudillos
Oscar Olivera Foronda 75

Los regantes y la agenda del agua y la tierra


Omar Fernández 94

Cambio de constitución, ¿cambio de civilización?


Pablo Regalsky 124

El reacomodo del poder


petrolero transnacional en Bolivia
Roberto Fernández Terán 143

El camino hacia el endeudamiento


de la economía boliviana
Roberto Fernández Terán 163
Evismo, el mejor operador de
la globalización capitalista del siglo 21
Gustavo Soto, Jorge Komadina, Pablo Regalsky 180

El poder de ellos y el poder de Nosotros


Un nuevo escenario sociopolítico
Pablo Mamani Ramirez 201

Segunda Parte
Por la recuperación del proceso de cambio
para el pueblo y con el pueblo

Por la recuperación del proceso de cambio


para el pueblo y con el pueblo
Manifiesto Junio 22 228
García, simplemente García

Hemos tardado demasiado en responder al libro de García.


Pero ha valido la pena. Han pasado poco más de seis meses
desde que un grupo de compañeras y compañeros firmáramos
un Manifiesto (junio 2011)1 , y otro tanto desde que García
ordenara a los funcionarios de la Vicepresidencia la publicación
de sus confesiones (julio 2011)2.
El tiempo transcurrido y los hechos sucedidos en este
periodo, entre ese junio y este diciembre de un año ya viejo
—la victoriosa VIII Marcha Indígena, el hecho más relevante
de este tiempo, sin duda—, se han ocupado ya de ofrecerle
una respuesta al bilioso García. Nada está demás, sin embargo,
cuando se trata de desnudar al rey desnudo.
Así que aquí está nuestra respuesta, también en forma
de un libro que, en este caso, contiene artículos escritos por
compañeros con los que los y las firmantes del Manifiesto de
Junio 17 nos identificamos plenamente.
El libro de García está hecho de dos cosas: una larga
cadena de insultos, calumnias y descalificaciones personales
dirigidas a quienes firmamos el Manifiesto, y una delirante
defensa, pretendidamente conceptual, de la gestión de
Gobierno, de la conducción del “proceso de cambio”, y de esta
conmovedora “revolución” que sufrimos.
De eso, de la pretendida defensa argumental de García,
de su vergonzosa e indignante ignorancia en un tema crucial
para el país, la nacionalización de los hidrocarburos, por
ejemplo, se ocupan largamente los compañeros en los artículos
mencionados.

1 “Por la recuperación del proceso de cambio para el pueblo y con el pueblo”,


junio 17, 2011 “
2 El ‘oenegimso’, enfermedad infantil del derechismo”, julio 2011
5
Lo que aquí deseamos es exponer, de manera brevísima,
apenas tres paginillas del libro de García, tres paginillas que
creemos retratan perfectamente lo que es el libro: la revelación
y develación de García, a cargo de García.
Lo creemos así, porque en el libro de García, como quizá
en ninguna de sus otras desventuras editoriales, revestidas de
barniz “académico”, emerge el personaje político tal cual es,
en su verdadera dimensión ideológica y condición humana.
El poder, diríamos, se ha ocupado también de develar a su
marioneta.
Dice García, en tres de sus trepidantes páginas (122, 123
y 124), que es tal la “absurda ceguera” de quienes firmamos el
Manifiesto, que no hemos podido ver cómo es que en Bolivia
ha ocurrido “la revolución política más importante del país y
del continente en los últimos siglos”.
Tan ciegos estamos, claro, que no hemos podido ver ese
“diminuto grano” que ha detenido esa “máquina universal
infernal” [entiéndase por este artefacto demoniaco la Historia]
y mucho menos fuimos capaces de percibir esa “pestañada” por
cuya culpa “el curso de la historia y el universo” han podido
desviarse en “180 grados”.
Tan ciegos estamos, y tan avispado es García, que la vida
misma ha pasado sigilosa por nuestro lado, sin que caigamos
en cuenta. La vida, claro, para el enervado pastor que quiere
enderezarnos, no es otra cosa que un amasijo de “abusivos y
explotadores” que han construido este maléfico paisaje en el
que vivimos.
Pero, ¿qué es lo que le hace decir a García tantas sabrosuras?,
y ¿quiénes son los protagonistas de esa “revolución” que ha
redimido a la Historia? El hecho que conmueve a García es
que “un campesino se vuelve Presidente”, que “un indígena se
convierte en Ministro, Director o Senador”, y así siguiendo.
Los protagonistas de esa “revolución”, claro, son “los humildes,

6
los creadores de riqueza y de cultura, el pueblo llano, en este
caso los indígenas”.
Hay que corregir a García: los indígenas de tierras altas,
le faltaba decir, porque de los otros se ocupa la Policía3.
Ese es García, simplemente García, obsecuente
servidor de Morales y conductor de este “proceso de cambio”
convertido en una mascarada, es decir, en una farsa, como dice
el diccionario.
Finalmente, no puede uno resistir la fuerza de una imagen
con la que seguramente García aparecerá muy pronto en algún
recodo de la Historia. Y esa imagen no es otra que la de un
triste espantapájaros.

Gustavo Guzmán, diciembre 2011

3 Domingo 25 de septiembre de 2011, cerca del puente San Lorenzo, a seis


kilómetros de Yucumo, en la carretera que une Trinidad y La Paz: VIII Marcha
Indígena.
7
Introducción

El Manifiesto 22 de Junio tuvo la capacidad en su


momento de abrir el espacio de discusión sobre el denominado
“Proceso de Cambio” desde el campo de las organizaciones
sociales y de quienes hemos militado en ellas y las hemos
apoyado desde hace ya décadas desde todos los escenarios, no
solamente durante la nefasta época de la pseudo democracia
neoliberal sino luchando bajo las dictaduras militares y los
estados de sitio.
Ese debate es absolutamente necesario porque desde el
gobierno del MAS se intenta con una cada vez mayor decisión
antidemocrática ahogar cualquier voz disidente desde los
mismos movimientos sociales que le dieron su apoyo, mientras
al mismo tiempo se da plena libertad a la derecha para que se
siga expresando a través de los medios de comunicación de que
dispone porque son los dueños del dinero. Es urgente abrir el
debate porque ya es evidente que el denominado “proceso de
cambio” solo ha servido para cambiarle la cara al viejo Estado
neocolonial utilizando al Presidente indígena, y enmascarando
de esa manera la actual continuidad de las políticas neoliberales
de sometimiento a las empresas transnacionales.
De ello tratamos en el presente volumen. Aquí seis de
los varios compañeros y las compañeras que hemos firmado
el Manifiesto 22 de Junio ahondamos en la forma como hoy
se ha consolidado el esquema de sometimiento neocolonial en
que está Bolivia, desde diferentes ángulos.
Uno de los ángulos que nos merece especial atención es
la subordinación del Estado boliviano respecto a las empresas
petroleras transnacionales que siguen teniendo el control
de la producción de los hidrocarburos y que a la vez son
subsidiadas por el Estado. El intento de subir el precio de los
carburantes a fines de 2010 no tuvo otro fin que favorecer a

8
esas multinacionales. Aquí también damos respuesta en detalle
a los fallidos argumentos utilizados por el Vicepresidente
García L. en su opúsculo “oenegismo enfermedad infantil
del derechismo” pretendiendo descalificar desde su sinuosa y
precaria posición política a quienes presentamos el Manifiesto
22 de Junio.
Hacemos un análisis sobre las políticas de agua y los
retrocesos que se están viviendo en ese aspecto con respecto
al triunfo logrado por los movimientos sociales del campo y
de la ciudad en la Guerra del Agua del 2000. Denunciamos
la cada vez más destructiva política de depredación actual
de los recursos naturales en sometimiento a los intereses
transnacionales, especialmente aquellos intereses geopolíticos
del Brasil, política que está cínicamente oculta tras la máscara
de un pretendido y completamente falso discurso de respeto
a la Pachamama, y que en la práctica –en el Tipnis, en
Corocoro, en San Cristóbal, en Madidi, en el río Madeira, se
ha demostrado como una política anti-indígena.
Finalmente explicamos que este gobierno da continuidad
y profundiza la destructiva depredación civilizatoria capitalista,
en lugar de tomar el camino que han señalado las naciones
indígenas en la actual Constitución Política. Constitución
que el gobierno del MAS es el primero en violar, en función
de su nefasto Pacto con la derecha aprobado en octubre de
2008 y firmado en Cochabamba por el MAS para anular el
contenido transformador de la nueva Constitución. Por todo
ello señalamos que es completamente falso que este sea el
gobierno de los movimientos sociales. Por el contrario, es un
gobierno que se ocupa de administrar al estado neocolonial y
que, con el apoyo de un pequeño sector de burócratas sindicales
acomodados en puestos gubernamentales, está dividiendo
y destruyendo la organización de los pueblos indígenas y de
los trabajadores en general en función de la seguridad de “la

9
propiedad privada”. Es por estas razones que da “democracia” a
los capitalistas y terratenientes en sus medios de comunicación
y reprime a los trabajadores y a los indígenas cuando nos
queremos expresar.

Ima laya kawsay?


Los más pobres son cada vez más pobres

El vicepresidente pretende en su folleto sobre “oenegismo”


que, en este período, el pueblo, los sectores más pobres, han
mejorado significativamente su nivel de vida. Qué pena: ¡Las
mismas cifras que él nos proporciona demuestran todo lo
contrario!
Veamos: García L. indica –citando el discurso de su jefe-
que el ingreso promedio de los bolivianos ha aumentado desde
2005 al 2010, de 950 dólares hasta llegar a 1833 dólares por
persona1. También señala que la población en situación de
pobreza se ha reducido del 60.6% al 49.6% y que la población
en condición de extrema pobreza se redujo del 38% al 25%.
Queremos analizar ahora dónde está entonces esa plata, ese
“ingreso por persona”. Porque esa riqueza no aparece en el
salario que recibimos.
Pese al gran aumento del Producto Interno Bruto, es
decir la riqueza nacional -de 8 mil millones de dólares pasó a
casi 20 mil millones de dólares2, es decir aumentó 2,5 veces-
en cambio el salario mínimo aumentó de Bs 440 en 2005 a
solo Bs 679 en 2010, es decir aumentó solo 0,5 veces. Dónde
se fue esa riqueza nacional producida en estos años? El asunto
es muy serio:

1  García L (2011) “El oenegismo…” página 19. El “ingreso medio por


persona” se obtiene dividiendo el PBI total del país por el número total de
habitantes.
2  Según Datos nº70, IBCE 2011.
10
En extrema pobreza: ganan un En pobreza: ganan dos dólares (o
dólar (o menos) x día menos) por día
1 año 2005* 2 año 2010 3 año 2005 4 año 2010
A Bs. ganados x
Bs 2.952,85 Bs 2.555.- Bs 5905,70 Bs 5110.-
persona/año
B Nº total de
3.592.000 2.637.000 2.116.000 2.529.000
personas
C Monto total Bs.
nacional (A x B) 10’606.637.000 6’737.535.000 12’496.461.000 12’923.190.000
sg nivel pobreza
D % del PIB 16,5% 4,9% 14,3% 9,4%
*Tipo de cambio utilizado 2005: 1 dólar = Bs 8.09; Tipo de cambio 2010: 1 dólar = Bs 7.00

Hagamos una simple operación que ojalá el matemático García pueda comprender: multipliquemos
la cantidad de personas en situación de pobreza y de extrema pobreza que nos indica García L. por el
indicador de pobreza al cual se refiere García L. que es el indicador que utiliza el Banco Mundial: Según
ese indicador están en la pobreza aquellos que tienen un ingreso de menos de dos (2) dólares por día y
están en la pobreza extrema quienes tienen un ingreso de menos de un (1) US dólar al día (el equivalente

11
en 2005 a Bs.8,09 y en 2010 a Bs.7.-
Si sumamos las dos columnas (la 1 y la 3) correspondientes
al 2005, tenemos que la población que está por debajo del nivel
de pobreza, incluyendo aquella en extrema pobreza (3.592.000
personas) es una población que suma 5.708.000 personas pobres
(el 60,6% de la población total del país), y cuyo ingreso equivale
(en 2005) al 30,8% del producto bruto nacional producido ese
año (Para ello se suman 16,5% + 14,3%). El resto, es decir, el
69,2% de la riqueza producida va para el resto de la población
más acomodada, que es el 39,4% de los bolivianos.
En cambio en 2010 hay –según el propio gobierno-
5.166.000 personas que son pobres (el 49.6% del total), pero
esas personas sólo llegan a recibir el 14,3% del ingreso bruto
nacional!!! Habiendo solo un 9% menos de pobres3, sin embargo
esa población más explotada, que son más de 5 millones de
personas, ahora tienen una tajada, una participación en la
riqueza nacional que ha disminuido en el 53% con respecto a lo
que recibían en el 2005. Los pobres son cada vez más pobres, los
ricos cada vez agarran más de lo que produce el país!!!
Estas cifras demuestran que, contrariamente a lo que afirma
García L. de que ahora habría menor diferencia entre ricos y
pobres, hoy esa distancia se ahondó enormemente. Mayor aún
es la diferencia si se toma en cuenta que la mayor inflación se
dio en los alimentos más básicos: un dólar de 2005 compraba 70
panes, hoy un dólar solo compra 14 panes, una disminución en
el poder adquisitivo de los pobres de más del 80% !!! Cuántos
panes por día se compran con el Bono Dignidad? 8 panes!!!
Ese es el real resultado de la actual mascarada: El pueblo,
los más pobres son cada vez más pobres, mientras aquellos que
se han beneficiado de las políticas neocoloniales del MAS son
cada vez más ricos. Sumaq Kawsay qhapaqkunallapaqchu?

3  Seguramente si el indicador hubiera sido en Bolivianos con mantenimiento


de valor según la inflación, el número de personas pobres, en lugar de
bajar hubiera subido significativamente, pero nos atenemos a los datos
proporcionados por el vicepresidente que hace como si no hubiera habido
inflación en los últimos 5 años.
12
Primera Parte

Manifiesto Junio 22

La MAScarada del Poder


La reveladora furia de García y el proceso de cambio
Alejandro Almaraz

El pasado 22 de junio, un grupo de personas hicimos conocer a


la ciudadanía el “Manifiesto por la recuperación del proceso
de cambio para el pueblo y con el pueblo”. Ese Manifiesto
fue respondido por el vicepresidente Álvaro García Linera con
un furioso libro de 168 páginas distribuido junto al periódico
“Cambio” y titulado “El oenegismo, enfermedad infantil del
derechismo”.
En su respuesta, el Vicepresidente García pierde
aplomo, seriedad y altura, y se prodiga en profusos insultos,
descalificaciones personales alevosamente calumniosas,
penosas incoherencias y viejas y nuevas mentiras. También
pierde García, si alguna vez la tuvo, la habilidad polémica;
dadas las pretensiones de ingenioso y ocurrente despliegue de
erudición de su libro, podría esperarse un título un poco más
imaginativo que ese parafraseo de Lenin tan trillado ya en las
más pobres versiones de la izquierda setentista.
El desarrollo y desenlace final de la marcha indígena en
defensa del TIPNIS, que ha convocado nuestra comprometida
participación, nos obligó a postergar durante largos meses la
publicación del presente documento. Esos mismos hechos
bien podrían eximirnos de replicar al libro de García, pues han
demostrado con dramática contundencia la profunda defección
ética y política del Gobierno y su pleno alineamiento bajo los
intereses del capital transnacional, argumento que sostenemos en
el Manifiesto y que el Vicepresidente niega. Sin embargo, García
concurre con su respuesta al debate político, que es nuestro más
inmediato propósito, y tras sus falsedades e incoherencias, y en
ellas mismas, revela nítidamente la actitud y la voluntad profundas
de su Gobierno. Por eso creímos necesario responderle.

14
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

Un Vicepresidente oenegista en un Gobierno oenegista

El principal propósito de García es la descalificación


personal de los firmantes del Manifiesto con el fácil y prejuicioso
epíteto de “oenegistas”. Sabiendo perfectamente que gran parte
de las autoridades de su Gobierno —incluyendo al núcleo del
actual gabinete— provinieron de ONG, y con el simplismo
propio de todo hombre crispado, García clasifica a las ONG
como “buenas” y “malas”1 . Las buenas serían aquellas que
“apoyan a las organizaciones sociales”, y las malas aquellas que
“buscan suplantar el pensamiento y acción organizativa de los
sectores populares indígenas y campesinos”. Se interpretaría,
entonces, que las ONG a las que algunos firmantes del
Manifiesto estamos vinculados son de las malas, y las otras,
las que vincularon o vinculan a los miembros del Gobierno,
son de las buenas. Resulta, sin embargo, que varias de estas
instituciones, que García no quiere nombrar, reunieron no solo
a algunos firmantes del Manifiesto, sino a varios ministros y
altas autoridades de Gobierno actuales, y a él mismo.
García fue durante varios años no solo miembro de la
asamblea de asociados del Centro de Estudios Jurídicos e
Investigación Social (CEJIS), sino su máxima autoridad
institucional como Presidente de su Directorio. Desde esta
función, ejercida hasta el mismo momento de asumir la
candidatura vicepresidencial en el 2005, García aprobó el
marco estratégico institucional del CEJIS, todos sus proyectos,
convenios de financiamiento, planes anuales operativos,
presupuestos, informes de gestión, balances financieros y, en
general, todas las decisiones importantes de la institución, lo
que implica, claro está, que García avaló con su firma el rol que
la institución ha venido cumpliendo hasta el presente.

1 García Linera, Álvaro (2011) El “oenegismo”, enfermedad infantil del de-


rechismo. La Paz: Vicepresidencia del Estado. p.10.
15
La MAScarada del Poder

Por eso, salvo que García exceptúe específica y


expresamente al CEJIS de sus descalificaciones, él es autor
directo y principal de su carácter “ventrílocuo” que la hace
“usar o comprar” a trabajadores e indígenas para sus “intereses
particulares”, de que creara durante años “una relación prebendal
y de neocolonización mental hacia diversas organizaciones
sociales” y de las otras muchas execrables conductas que se
explaya en denunciar (op. cit.: 10-11). Lo cierto es que, para
García, el CEJIS que era una ONG buena cuando organizaba
la presentación de sus libros, cuando le brindaba información
especializada sobre la problemática agraria, o cuando le
permitía nutrir al Gobierno de sus profesionales, se convirtió
súbitamente en un temible monstruo al servicio del mal y del
imperio en el momento en que decidió apoyar las demandas
y movilizaciones de los sectores populares frente al Gobierno
de Evo Morales. No obstante, el CEJIS y otras instituciones
de similar función e identidad, hacen hoy lo que siempre
hicieron: defender los derechos de los pueblos indígenas y
otros sectores sociales populares y dar apoyo técnico a sus
demandas y propuestas reivindicativas.
Pero además, si hay un grupo que podría caracterizarse
de “oenegero”, por su larguísima, profunda y destacada
pertenencia a las más importantes ONG del país, varias de
las cuales hoy irritan a García, ese grupo es el que compone la
parte más importante del actual Gabinete y de la conducción
gubernamental. Pero nosotros, a diferencia de García, no
manipulamos este hecho para descalificar a estas personas con
epítetos fáciles y huecos, o acusándolas de “haber vivido de las
ONG”. Preferimos debatir con ellas con honestidad y altura.
Para terminar estos comentarios sobre el ridículo fantasma de
las ONG que García ha desempolvado del arsenal retórico
de los gobiernos neoliberales, que por lo visto guarda bien
a mano, le hacemos una pregunta: ¿Las ONG ISBOL y

16
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

FUNDABOL son de las buenas o de las malas? Suponemos


que de las buenas, porque una de ellas hasta tenía oficina en
el propio local de un Ministerio de reciente creación, muy
vinculado a asuntos de especial interés oenegista.

“Valentía” y veracidad en García

Siempre en el deshonesto propósito de la descalificación


personal, García miente cuando dice que varios de los
firmantes del Manifiesto “tuvieron cargos de decisión” en
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y que
“ahora que no están en YPFB, es fácil exigir y reclamar” (op.
cit.: 64). Esa afirmación es totalmente falsa, ninguno de los
firmantes del documento fue jamás funcionario ni autoridad
de YPFB. Igualmente, García nos acusa, a quienes fuimos
parte del Gobierno, de que “ya fuera del gobierno, critican lo
que antes hicieron, lo que antes les parecía bien cuando estaban
adentro”(op. cit. : 9). Jamás ninguno de nosotros tuvo ni la
más mínima participación en las decisiones que desvirtuaron
la nacionalización de los hidrocarburos y frustraron la
refundación efectiva de YPFB; ninguno de nosotros apoyó
la inversión de las Reservas Internacionales en los bolsillos
de la banca transnacional y el Tesoro de los Estados Unidos,
ni fue partidario del dedazo presidencial para designar
autoridades judiciales, ni respondió con la brutalidad policial
y la calumnia alevosa a las movilizaciones populares; ninguno
de nosotros respaldó la violación descarada de los derechos
constitucionales indígenas, ni fue partícipe de todas las demás
deplorables defecciones gubernamentales que señalamos
en nuestro Manifiesto. En lo que García tiene razón es en
que criticamos “lo que no quisimos hacer cuando tuvimos la
posibilidad” (ibídem). Es cierto, no quisimos ni permitimos
el loteamiento sindical y partidario de los cargos públicos y

17
La MAScarada del Poder

de las tierras fiscales a título de “sublevación de la plebe”; no


fuimos parte de la prebendalización de la función pública, ni
practicamos la obsecuencia servil a las jefaturas, ni el falaz y
doble discurso.
En la misma línea, García no especifica quiénes son
aquellos que “querían usufructuar patronalmente de los
resultados de una insurrección victoriosa, sin haber movido un
dedo para que esa insurrección acontezca”, o “los insurrectos
de café que no hicieron nada ante la primera escaramuza
del golpe de Estado de los comités cívicos y prefecturas
derechistas en agosto-septiembre del 2008”, o los “consultores
que preparaban afanosamente las maletas de fuga ante el
avance territorial del golpe de Estado cívico-prefectural” (op.
cit. : 142-143). Por nuestra parte, le recordamos a García que
entre los firmantes del Manifiesto están quienes condujeron
la movilización popular cochabambina durante la Guerra del
Agua, quienes marcharon sobre Santa Cruz en septiembre
de 2008 en primera línea, los que estuvieron personalmente
en los puntos de bloqueo más próximos a esa ciudad en ese
mismo momento, los que sufrieron brutales agresiones físicas
por dar la cara y defender la Constituyente en Sucre, y los
que afrontaron la agresión armada de los terratenientes en el
Chaco.
Nosotros fuimos físicamente parte de esa movilización
popular que ahora García nos cuenta con tono melodramático y
que solo conoce por haberla visto en televisión y por lo que le
contaron sus agentes de seguridad. Pero habrá que entenderlo,
porque en aquellos momentos, García, “estratégicamente” apostado
en el Palacio de Gobierno, siempre rodeado de sus nutridos
equipos de seguridad armados hasta los dientes, era el valiente
“comandante” de heroicas batallas telefónicas y de temerarios
asaltos mediáticos que nos condujeron a la gloriosa victoria de la
revolución continental, en todas sus etapas y categorías.

18
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

En todo caso, García fue siempre muy cumplidor al


notificarnos, invariablemente por los teléfonos que le atendían
sus varios custodios militares y policiales, que, lamentablemente,
los que sufríamos las agresiones físicas de los “golpistas” no
podíamos contar con la fuerza pública. Finalmente, si hay algo
que nos exime de más palabras sobre la “valentía” e integridad
moral de García, es la brutal represión policial lanzada por
su Gobierno a la marcha indígena en defensa del TIPNIS,
y la posterior negación que él y Morales hicieron de toda
responsabilidad al respecto.

Alegato antirracista y “teoría de la inmunidad étnico-sindical”

Otro argumento central de García, tediosamente repetido


a lo largo de sus 168 páginas, es el mismo que usan, cada
vez con mayor frecuencia, los voceros del oficialismo para
responder a cualquier crítica o cuestionamiento a su gestión
en los órganos públicos: calificar de racista al interlocutor por
atacar al “Gobierno de los movimientos sociales”, “a cargo
de campesinos, indígenas y trabajadores”. Con el mismo
criterio, García encuentra en nuestro Manifiesto “cierta
dosis de señorialismo”, “cierto tufillo racista” y hasta “racismo
desbocado”.
García es pues autor de lo que podría reconocerse como
la teoría de la inmunidad étnico-sindical en la función pública
y, con ello, más allá de la defensa coyuntural de su Gobierno,
expresa lo más claro y substancial de su pensamiento político.
Su razonamiento es tan simplista como perverso: para él, la
revolución radica en que “un campesino se vuelve Presidente,
un indígena se convierte en Ministro, Director o Senador, un
obrero se vuelve Viceministro, Concejal o Alcalde”. “Esa es la
revolución que hay, la que es posible objetivamente”, nos dice,
pero no es poca cosa, porque así, “el orden hasta acá acatado

19
La MAScarada del Poder

de las cosas se vuelca, se pone de cabeza, y se reorganiza el


mundo” (op. cit.: 124-125); y más aún: esta es nada menos
que “la revolución política más importante del país y del
continente en los últimos siglos”(op, cit.: 122).
Para García, lo que hagan los dirigentes sociales en el
poder, u otros a su nombre, resulta claramente secundario.
Muestra de ello es que la desastrosa gestión pública a cargo
del oficialismo, cuya inercia, incapacidad y corrupción han
contribuido en gran medida a la paralización y crisis del
proceso y al severo debilitamiento del propio Gobierno, es para
García “el dificultoso aprendizaje y los reiterados esfuerzos,
retrocesos y nuevos avances de gestión, propios de un gobierno
compuesto por personas de distinto origen social popular, que
no fueron educadas como profesionales del poder, y que tienen
que ir aprendiendo sobre la marcha”(op, cit .:9).
Esta tesis de García es errónea en su misma substancia
conceptual. Pero además, carece de toda autenticidad, pues ni
el Gobierno ni el propio García la asumen verdaderamente, y la
usan, más bien, como demagógica cobertura discursiva para la
reproducción de las tradicionales prácticas de envilecimiento y
prebendalización de la función pública. García tiene el infame
propósito de hacerle creer al pueblo boliviano que la gestión
de su Gobierno es mala porque está a cargo de indígenas
y personas de condición humilde, y que en esto consiste la
“grandiosa” revolución que vivimos. Esta es una pretensión
especialmente despreciable porque miente descalificando y
subestimando la capacidad e inteligencia de la gran mayoría de
los bolivianos de origen o condición indígena, y fomentando
los sentimientos de inferioridad históricamente implantados
en ellos por la dominación colonial, para darle inmunidad e
impunidad a su Gobierno.
En la Bolivia de hoy, merced a las transformaciones sociales
producidas hace más de medio siglo y al enorme esfuerzo que

20
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

hace la gente por educar a sus hijos, existen muchos indígenas


y personas de condición social humilde con altos niveles de
profesionalización e importantes conocimientos y capacidades
que bien podrían hacer una gestión pública, cuando menos,
muy superior a la del oficialismo. Pero muy pocas de estas
personas aportan sus capacidades al Estado boliviano, la gran
mayoría lo hace en beneficio del sector privado, de otros países
o, en muchos casos, estas potencialidades verdaderamente
estratégicas se desperdician y frustran producto del desempleo
y la falta de oportunidades. Estos valiosos recursos humanos
no están fortaleciendo la gestión del “Gobierno de los
movimientos sociales” simple y sencillamente porque en este
Gobierno no se elige al indígena, campesino u hombre o
mujer del pueblo para ocupar un cargo público de acuerdo con
su capacidad para cumplir con el mismo, sino que se lo hace,
predominantemente, en función a la distribución corporativa y
prebendal de la administración pública entre grupos de interés
anclados en las cúpulas sindicales y políticas. Entonces, el
funcionario público, que bien podría ser indígena, no es el más
idóneo ni ética ni técnicamente para el cargo, sino el que ha
decidido o “avalado” algún jerarca político o sindical a título de
“redención de la historia”, como pago de su obsecuencia con
el Gobierno y frecuentemente a cambio de “diezmos” que el
aportante obligado tendrá que rembolsarse cobrando coimas.
Este sistema burocrático abyecto, que envilece la función
pública usando el nombre y el rostro de los indígenas y los
humildes, es el aplastante lastre que mantiene la administración
del Estado sepultada en la inoperancia, la insensibilidad y la
corrupción. Y no tiene nada de nuevo ni de revolucionario. Su
origen histórico y su lógica de implacable desprecio por la gente
son típicamente coloniales, pero fueron el MNR decadente
y su saga militar quienes más profunda y ampliamente lo
implantaron en todas las estructuras estatales, en el sistema

21
La MAScarada del Poder

político y en la propia mentalidad del sindicalismo servil. Ya


ellos, los caciques del MNR y después el general Barrientos,
hace medio siglo, presumían de “revolucionarios” mostrando
entre sus correligionarios a ministros, parlamentarios y alcaldes
campesinos, indígenas y obreros; Barrientos lo hacía también
recorriendo todo el país en su helicóptero, regalando pelotas de
fútbol y pronunciando encendidos discursos revolucionarios
en un fluido quechua. Por cierto, esto último no le vendría mal
al presidente Morales, dado el particular estilo de Gobierno
que ha adoptado. A García no se lo recomendamos, porque
sabemos que sus exhaustivos estudios de la realidad indígena
le han impedido aprender algún idioma nativo.

¿Dónde están los “profesionales del poder”?

Las autoridades de condición indígena, campesina y


obrera que menciona García como prueba de “revolución”, al
igual que las que incorporaban los gobiernos del pasado, no
son parte del núcleo de poder en el Gobierno, por el contrario,
su peso en las decisiones principales es escaso o nulo. Hasta
donde sabemos, ni las ministras Achacollo y Copa, ni el
ministro Santalla, tuvieron o tienen mucho que ver en la
política monetaria o de inversión pública, en la estrategia de
hidrocarburos, en la intervención del poder judicial, en la
definición de acuerdos globales con Brasil, o siquiera en la
negociación y elaboración de la Ley de Revolución Productiva,
pese a corresponder al área del desarrollo rural. No son estos
ministros ni otras autoridades indígenas o campesinas, ni
siquiera el Canciller Choquehuanca, y mucho menos la
dirigencia de los movimientos sociales, quienes componen el
núcleo íntimo de poder con el que el presidente Morales trata
cotidianamente los asuntos estratégicos de la administración
estatal.

22
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

Quienes componen ese estrecho núcleo concentrador


de las decisiones del “Gobierno de los movimientos sociales”
son unos muy pocos profesionales del poder —para usar
los términos de García—, muy criollos ellos, de clase media
acomodada y de significativas trayectorias en la academia,
las ONG o la administración estatal en la etapa neoliberal.
El propio García es un exponente representativo de esta
nueva cúpula estatal: educado en el mejor colegio privado
de Cochabamba, profesionalizado en una buena universidad
del exterior, acogido y muy bien tratado por los círculos
académicos, las ONG, las grandes cadenas mediáticas, y hasta
por el mundo del modelaje y la farándula. Con esta trayectoria,
¿querrá García ser considerado como un “intelectual orgánico”
de la clase obrera y el movimiento indígena y no como un
“profesional del poder”?
Los otros integrantes de la cúpula de poder en el Gobierno
de Morales tienen trayectorias e identidades sociales y políticas
básicamente iguales, con la diferencia de que mientras unos se
pasaron la vida en las ONG que tanto fustiga García, otros lo
hicieron administrando diligentemente el modelo neoliberal.
¿Habrá alguien al que pueda considerarse más “profesional del
poder” que el ministro Arce Catacora, que ni bien salió de la
universidad, donde tenía la militancia izquierdista común en
aquellos tiempos, inició una larga carrera en el Banco Central,
llegando a ser funcionario jerárquico durante la mayor parte
del periodo neoliberal? En el “Gobierno de los movimientos
sociales” son estos “profesionales del poder” los que se sientan
con Evo Morales a la mesa de las decisiones importantes. Los
otros, acomodados más allá, en la periferia del poder, ofrecen sus
rostros indígenas y populares para legitimarlas, y sus nombres
para que García demuestre la “revolución” y atribuya a su falta
de educación las deficiencias de una gestión gubernamental
desastrosa y deplorable, de la que en realidad son principales

23
La MAScarada del Poder

responsables Evo Morales y su núcleo de “profesionales del


poder”, capitaneados por García.
Pero la torpe doblez con que García emplea el recurso
de la imputación de racismo va más allá todavía. Pretende
mostrar que nuestro Manifiesto es un desleal ataque de un
grupo de “resentidos” intelectuales “oenegistas” al “Gobierno
de los movimientos sociales”, de los indígenas y campesinos.
Oculta García el hecho de que ese Manifiesto fue elaborado y
suscrito por meritorios líderes y luchadores indígenas, obreros
y campesinos como Rafael Quispe, Oscar Olivera, Ernesto
Sánchez, Moisés Torrez, Julia Chambi o Pablo Mamani, entre
varios otros, quienes tuvieron una participación mucho más
activa, decidida e importante que la suya en las luchas sociales
que abrieron el proceso de cambio. Ellos, si bien plantean sus
críticas respecto de la globalidad de la gestión del Gobierno
que se dice “de los movimientos sociales”, precisamente por no
serlo, en particular las dirigen a los responsables principales y
directos de esa gestión: Morales, García y su estrecho núcleo
gobernante de criollísimos profesionales del poder.
Ante los cuestionamientos y críticas de esos luchadores
sociales que no presumen de infalibilidad o superioridad
por su condición indígena o popular, García responde
con su larguísimo alegato de insultos y descalificaciones.
Desde su propio razonamiento que inmuniza su gestión de
gobierno respecto de la crítica, a título de expresar la gloriosa
“sublevación de la plebe”, su libro tiene de racismo no solo
un “tufillo”, sino una pesada pestilencia. Es verdaderamente
insólito que quien tacha de racistas a todos sus detractores,
incluidos muchos líderes indígenas y campesinos, sea el
Vicepresidente del único Gobierno de la historia que ha
reprimido con brutalidad criminal una marcha pacífica de
indígenas que reclamaban por la flagrante violación de sus
derechos constitucionales, cometida por ese mismo “Gobierno

24
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

de los movimientos sociales”.


Nosotros creemos que es indudablemente necesaria
la amplia y decisiva participación de los sectores sociales
históricamente oprimidos y excluidos en la administración
del Estado, en un proceso de transformación estructural de
este y emancipación integral de aquellos, como es la misión
histórica del proceso que vivimos. Sin embargo, para que
esa presencia popular en el aparato del Estado adquiera
sentido y trascendencia transformadores en la perspectiva
democrática y emancipatoria que demandan del proceso las
mayorías nacionales, son imprescindibles por lo menos dos
condiciones. Para empezar, ese acceso a la gestión estatal debe
producirse por los conductos y procedimientos de una nueva
institucionalidad pública fundada en los valores y normas
que se asuman como sustento ético del nuevo Estado, y no
reproduciendo los que caracterizaron al corrupto y prebendal
Estado oligárquico y colonial. Luego, y con importancia
fundamental, la labor de esos nuevos funcionarios públicos de
condición popular, como la del Estado en su conjunto, debe
estar eficazmente enmarcada en los lineamientos estratégicos
y objetivos programáticos de la transformación social y estatal.
Si estas condiciones no se cumplen, aquella presencia
popular en la función pública, que por sí sola podría considerarse
como un avance democrático, derivará, como ha ocurrido ya
ampliamente en el pasado, en su asimilación y funcionalización
a las tradicionales lógicas y propósitos con los que se ha
administrado el Estado boliviano contra la gran mayoría de
los bolivianos, perdiendo todo sentido transformador. Peor
aún, si la presencia estatal de los pobres, carente de aquellas
condiciones que la proyectan a las transformaciones histórico-
sociales, es presentada, como lo hace García, como el meollo
de una gigantesca revolución de alcances insuperados en toda
la historia del continente, tendrá además el perverso efecto

25
La MAScarada del Poder

regresivo de renovar y reforzar la discriminación racial, el


desprecio étnico, los sentimientos de inferioridad implantados
por la colonialidad y, en suma, desfogar, sobre la identidad y
el proyecto de los indígenas y los pobres, el peso política y
moralmente devastador de una nueva y profunda frustración
nacional.
Es a esta última y nefasta perspectiva a la que nos
encaminan los actos del Gobierno autodenominado “de
los movimientos sociales”, de rostros y nombres indígenas,
pero de pensamiento y voluntad conservadora, tecnocrática
y desarrollista. Es pues en este Gobierno, y en la gestión de
una ministra campesina en el Ministerio de Desarrollo Rural,
que el poderoso empresariado soyero ha logrado su ansiado
sueño de darle rango de ley a la autorización que tímida y
débilmente les diera Banzer para producir y comercializar soya
transgénica. Es en este mismo Gobierno encabezado por un
campesino que, con su expreso respaldo y el patrocinio de la
cúpula sindical campesina, se pretende reformar la legislación
agraria surgida de décadas de luchas indígenas y campesinas,
para revertir la distribución comunitaria de la tierra y entregarla
al mercado. Es en este Gobierno que importantes autoridades
de procedencia popular y sindical incurren en los mismos
actos de corrupción que cometían sus oligarcas predecesores
en la administración pública, para luego beneficiarse con los
mismos premios e idéntica impunidad.

El proceso de cambio del que hablamos

Otra línea argumental del libro de García es atribuirnos


lo que no decimos. Como es tan común en los polemistas de
pobres razones, García quiere que seamos y digamos lo que
él escasamente puede rebatir. Así es que nos atribuye haber
dicho que en el país “nada ha cambiado” (op. cit.: 12). Esta

26
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

es otra mentira. Lo que afirmamos en nuestro Manifiesto es


que hoy, a casi seis años de gobierno de Evo Morales, la gran
mayoría del pueblo se encuentra básicamente en la misma
situación de pobreza, precariedad y angustia en la que estuvo
siempre, y que pareciera que a los que mejor les ha ido, es a
los que siempre les fue bien: los banqueros, las transnacionales
petroleras y mineras, los contrabandistas y los narcotraficantes.
Nos ratificamos plenamente en ello, y lo que tendría que hacer
García, si su intención fuera debatir con honestidad, sería
aceptarlo o negarlo, y no endilgarnos otra afirmación para
eludir su posición frente a lo que realmente hemos dicho.
Mal podríamos afirmar que en el país “nada cambió”, si
desde el mismo título de nuestro Manifiesto reconocemos
la histórica apertura de un proceso de cambio y llamamos
a recuperarlo desde la iniciativa y la movilización social.
Sin embargo, nuestra comprensión de dicho proceso es
profundamente distinta a la de García y del Gobierno. Para
ellos, el proceso de cambio es, lisa y llanamente, lo mismo que
el Gobierno de Evo Morales; para ellos, proceso y Gobierno
de Morales son sinónimos perfectos. Así de simplista y
propagandística es su visión del proceso histórico del país. Para
nosotros, en cambio, el proceso es la proyección y expresión
estatal de la emergencia indígena, campesina y popular
producida en las últimas décadas, contra las viejas estructuras
de la dominación colonial y las recientes del modelo neoliberal.
Esta expresión estatal, si bien ha quedado restringida al ámbito
de la formalidad jurídica en los casos de mayor relevancia global,
tiene la extraordinaria significación histórica de definir, desde
el propio seno de la institucionalidad estatal, el carácter de un
nuevo Estado y una nueva sociedad. Este es particularmente
el sentido de la nueva Constitución Política del Estado (CPE)
que, recogiendo las aspiraciones, demandas y proyectos de las
mayorías nacionales, ha proclamado el carácter plurinacional,

27
La MAScarada del Poder

comunitario y autonómico del Estado boliviano y ha definido


el modelo social-comunitario como principal orientación en
organización económica de la sociedad boliviana.
En todo caso, y ya prevenidos de la repentina y notable
devoción jurídica de García, esa que le hace creer que porque
un Decreto Supremo dice que los hidrocarburos son de
propiedad del Estado efectivamente lo son, cabe añadir que,
como ha sido propio de la escisión entre la ley y la realidad a lo
largo de toda nuestra historia, no porque la CPE preceptúe el
carácter plurinacional del Estado, este lo habrá adquirido en la
realidad concreta. Para que esto último ocurra, son necesarios
los resueltos impulsos trasformadores de las estructuras
estatales a los que el Gobierno ha renunciado. Y siempre en el
ánimo de prevenir las audaces distorsiones con las que García
pretende servirse de la realidad, esta vez las de simple carácter
propagandístico, es necesario destacar que las realizaciones
estatales en las que el proceso de cambio tiene su expresión
y, a la vez, la apertura de su perspectiva transformadora del
conjunto de las estructuras sociales y políticas, no son, en lo
principal, obra del Gobierno de Evo Morales o del MAS. Son
más bien el resultado directo de la ofensiva social y política del
emergente movimiento indígena y campesino que, articulado
a la movilización de los otros sectores populares, fue capaz,
primero, de resistir y derrotar el modelo neoliberal derrocando
y expulsando a sus exponentes, instalar democráticamente
en el Gobierno —con un claro mandato de transformación
revolucionaria— a quienes creyó sus representantes y, por
último, concebir un nuevo Estado y una nueva sociedad y
establecerlos como razón y carácter del Estado boliviano.
Algunas de estas realizaciones, en los momentos de
mayor vigor en la incidencia autónoma de las organizaciones
populares emergentes sobre el poder político, se produjeron
con la participación, generalmente débil y vacilante, del

28
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

Gobierno de Evo Morales. Pero varias otras, se produjeron


sin esa participación y aun contra ella. Este último es el caso
de varios contenidos de la nueva CPE, fundamentales para
definir el sentido de los cambios en el país, como el carácter
comunitario de la distribución y redistribución de la tierra,
o la representación política directa de los pueblos indígenas
en las estructuras de los poderes públicos. Tan evidente fue la
adversidad gubernamental a varias demandas e iniciativas de las
organizaciones sociales-populares en el proceso constituyente
que, cuando pudieron, aprovechando el desenlace crítico del
mismo, las desplazaron del texto constitucional en acuerdo con
la derecha parlamentaria. Y en el caso de las que no pudieron
eliminar en Oruro, en el edificio de la Lotería Nacional o en
el Senado en La Paz, por mucho que quisieran y la derecha
empresarial se los pidiera, han optado por el viejísimo y simple
recurso del poder político oligárquico: violar la Constitución
e ignorarlas en los hechos, como viene ocurriendo con buena
parte de los derechos constitucionales indígenas.

“El Estado no debe ni puede perder ante nadie”

En su libro, García hace una vehemente defensa de


la reforma del Órgano Judicial en curso, cuyo encendido
entusiasmo lo lleva a la clara confesión de su carácter autoritario
y su propósito de subordinación de la administración de
justicia. En la ya señalada línea argumentativa de atribuir al
contendor la posición con la que él quisiera debatir, responde a
las denuncias hechas en nuestro Manifiesto atribuyéndonos el
criterio de que la justicia loteada por los partidos tradicionales
sería independencia de poderes.
Jamás hemos afirmado lo que García quiere hacernos
decir. Todo lo contrario, la históricamente invariable
servidumbre de la administración de justicia respecto a los

29
La MAScarada del Poder

intereses del poder económico y político ha sido siempre


una expresión estructural de las profundas injusticias sociales
en nuestro país, y una fundamental e insalvable negación de
toda posibilidad democrática para el Estado boliviano. Por
este convencimiento básico, hemos aportado a la redefinición
normativa e institucional del sistema judicial que establece la
nueva CPE, y consideramos su correcta aplicación como uno
de los más indispensables y urgentes objetivos del proceso de
cambio. Seguimos pensando que sin un sistema de justicia
indisolublemente identificado con la sociedad boliviana y
profundamente imbuido de sus valores y de su diversa identidad
cultural, independiente del poder económico y político,
transparente y eficaz, no es posible la transformación del
Estado boliviano en el horizonte democrático, plurinacional y
social de derecho proclamado en la misma Constitución.
Al producirse la reelección de Evo Morales y Álvaro
García en diciembre de 2009, expresándose un abrumador
respaldo ciudadano al proceso de cambio y constituyéndose
la holgada mayoría legislativa del MAS, el Gobierno
dispuso de inmejorables condiciones para desarrollar la
reforma democrática del sistema judicial en el sentido que
señalamos y cumpliendo el mandato de la nueva CPE. En
ese renovado contexto de extraordinarias oportunidades
políticas e institucionales, el Gobierno podía, como proclama
García, “desmontar el sistema patrimonialista de justicia” y
“construir un nuevo sistema judicial transparente y al servicio
de la sociedad” (op. cit.: 117). La condición fundamental para
hacerlo era renunciar, desde el centro del poder, a la tradicional
subordinación del sistema judicial; respetar los preceptos
constitucionales que sustentan la independiente y transparente
administración de justicia; normar y ejecutar el proceso de
selección y elección de nuevos magistrados en el propósito
de poner la justicia en las manos ética y técnicamente más

30
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

idóneas y libres de designios y condicionamientos políticos


o corporativos. De haberse procedido así, se habría dado
inobjetable aplicación a la nueva CPE, se habría ganado una
amplia confianza ciudadana en favor de la reforma judicial,
y se tendría hoy autoridades judiciales si no perfectas y
químicamente puras en su independencia respecto de intereses
sociales y políticos, enormemente más idóneas, independientes
y confiables que las surgidas de los viejos y nuevos “loteos” de
la administración judicial.
Pero en lugar de ello, el Gobierno de Morales y García
optó por desmontar el viejo sistema judicial loteado por la
oligarquía, para montar el suyo, tan patrimonialista, servil
y excluyente como aquel. En ese propósito, incumplió,
distorsionó y violó la CPE, grave y reiteradamente. Empezó
vulnerando frontalmente el principio de la independencia
de poderes con el aberrante dedazo imperial para designar
a las autoridades judiciales provisionales; luego, organizó y
ejecutó un proceso de selección de postulantes plagado de
arbitrariedades e irregularidades que cumplió el cometido de
excluir a los que, al margen de su calidad ética y profesional, no
gozaran de la confianza del Gobierno y de su partido, y remató
con la imposición de la consigna partidaria, tan grotesca y
prepotente, que ahorrándose razones y argumentos, siempre
tan difíciles para la mayoría oficialista, descendió a instruir el
voto legislativo con las pedagógicas papeletas de la vergüenza.
Es debido a su clara percepción de este embuste que la
ciudadanía ha expresado su categórico rechazo, como queda
indudablemente claro en el triunfo electoral de los votos nulos
y blancos, e incluso de los nulos solos, sobre los válidos. Pero el
Gobierno hace mucho que se ha desconectado de la realidad
y de la voluntad del pueblo, y no es extraño que para negar
la humillante derrota que supone esperar, con triunfalista
proclamación, el 70 por ciento de los votos y obtener solo

31
La MAScarada del Poder

el 40 por ciento, encuentre pueriles explicaciones técnicas, o


simplemente persista en su línea habitual de subestimación
de la gente, tachándola de incapaz para comprender las
particularidades operativas de la elección.
Tan evidente es la violación del principio constitucional
y democrático de la independencia de poderes en la reforma
judicial ejecutada por el Gobierno que, para justificarla,
García se ve obligado a confesarla. Así, luego de dirigirnos
interminables insultos por defender la independencia de
poderes, dice que esta “es una ilusión liberal creada para encubrir
la dependencia real de la justicia hacia el poder económico
moderno” (op. cit.: 117-118). Esto es lo que García y Morales
—por elementad honestidad— debieron decirle claramente
a toda la ciudadanía cuando postulaban su reforma judicial.
Pero además, y en un muy particular y sugerente desarrollo
teórico, García argumenta que “la justicia en la mayor parte
de los Estados es independiente del pueblo y dependiente
del dinero y de la propiedad, y lo que nosotros queremos, y
estamos construyendo, es lo contrario, es decir, que la justicia
sea dependiente del pueblo, dependiente de los intereses
comunes de todos los bolivianos, e independiente del dinero
y de la propiedad” (op. cit.: 117). Siguiendo el razonamiento
de García, habrá que asumir que ese conglomerado social
tan amplio y heterogéneo que se designa con el término de
“pueblo”, no tiene nada que ver con el “dinero y la propiedad”,
al igual que los intereses comunes de los bolivianos. Pero
García va más allá y hace esta afirmación digna de Mussolini:
“En esta etapa de transición lo que predomina es la lógica
de que el pueblo trabajador, el Estado, como síntesis del
interés común, no puede ni debe perder ante nadie, y que la
defensa del patrimonio público está por encima de la defensa
del interés privado o personal” (op. cit.: 117). Por supuesto,
se debe recordar que para García se ha consumado ya en el

32
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

país una gigantesca revolución de alcances continentales, por


lo que se tendrá que asumir que todas las contradicciones
existentes en la sociedad boliviana, y los contenidos de clase y
de casta del Estado boliviano, se han superado en favor de los
sectores oprimidos, y el Estado se ha convertido en “el pueblo
trabajador” y en “la síntesis del interés común”.
Si es así como se piensa, lo elementalmente honesto
y coherente, en vez de ofrecer democracia plural y amplios
derechos ciudadanos, es postular, abiertamente, la constitución
de un Estado autoritario, como los del socialismo real o
del fascismo en su múltiples variantes históricas, en los que
se supriman aquellos intereses sectoriales o corporativos
susceptibles de generar contradicción con los del “pueblo
convertido en Estado”. Pero aun en los Estados autoritarios se
comprendería que el Estado tiene expresiones institucionales
concretas que, necesaria e inevitablemente, y no obstante ser
personas de derecho público, sostienen relaciones jurídicas de
derecho privado con otras personas. Luego, estas relaciones
jurídicas, como es común a todas ellas, son siempre susceptibles
de caer en controversia y conflicto, por muy maravilloso y
revolucionario que sea el Estado en cuestión, y siendo, además,
que las personas de carne y hueso que toman decisiones y actúan
por las entidades estatales, probablemente no sean siempre
la mismísima encarnación de Tupak Katari o Robespierre, y
puedan lesionar los legítimos derechos de otras personas o
del conjunto de la sociedad cometiendo errores y latrocinios,
como contratar la construcción de carreteras con fraudulentos
sobreprecios o destruir valiosos activos de empresas públicas
por incompetencia. En estos casos, siempre previsibles,
con la sentencia de García, en verdad más polpotiana que
mussoliniana, de que “el Estado no puede ni debe perder
ante nadie”, queda plenamente garantizada la impunidad
y la discrecionalidad de los burócratas corruptos, abusivos

33
La MAScarada del Poder

e incapaces, y el desamparo de todos los demás. Así, queda


también claro lo que traerán a la administración de justicia
los magistrados elegidos por Morales, García y los jerarcas
del oficialismo. Por nuestra parte, rechazamos tan oscuro y
amenazante amasijo teórico, mezcla del pensamiento fascista
con las tesis estalinistas y la vieja educación cívica escolar, y, sin
lugar a dudas, preferimos la “ingenuidad liberal” de considerar
la independencia de poderes como una norma de necesidad
básica para construir, en el marco de la democracia plural del
Estado Plurinacional, una veraz institucionalidad democrática
en el sistema de justicia.
Algo más: proclamando los logros de la transición
revolucionaria en el sistema judicial, siempre en la tónica de
su emocionado optimismo, García dice que “los que se creían
inmunes a la justicia para asaltar el erario público, que estaban
acorazados frente a las investigaciones de los malos usos del
patrimonio estatal, están yendo a los juzgados como cualquier
ciudadano más” (op. cit.: 116). Este es un engaño tan grande
como su teorización revolucionaria. Es probable que algunos
de los antiguos inmunes deban ahora encarar a la justicia, pero
no porque se esté liquidando la impunidad y la servidumbre
de la administración de justicia, sino porque ahora sus
beneficiarios son otros. En efecto, algunos de los jerarcas
corruptos de la vieja partidocracia tradicional que no han
alcanzado a reacomodarse en el nuevo aparato de poder, han
caído en la desgracia del desprotegido juicio, pero, en cambio,
los que no “están yendo a los juzgados como un ciudadano
más”, pese a que los casos de corrupción que los implican son
tan graves como los que pesan sobre los primeros, son los
jerarcas del nuevo poder político encumbrado en el “Gobierno
de los movimientos sociales”.
Así, solo a manera de ejemplo, resulta que el señor Jorge
Ledezma, exprefecto de Cochabamba designado por Evo

34
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

Morales, “no está yendo a los juzgados” a responder por malos


manejos idénticos a los que han derivado en el enjuiciamiento
de Manfred Reyes Villa, puestos en conocimiento del
Ministerio Público por la propia Gobernación de Cochabamba
hace aproximadamente un año. Por el contrario, Ledezma ha
recibido el honroso reconocimiento de ser designado como
embajador en el Perú. Tampoco “está yendo a los juzgados”
la ministra Nemecia Achacollo, a responder por el cúmulo
de extorsiones y falsificaciones de documentos públicos
agrarios cometidas a su nombre y, según serios indicios, en
su beneficio, por una banda delincuencial encabezada por su
estrecho asesor, que alternaba estos delitos con la estafa a los
municipios rurales cruceños a cargo del MAS en la ejecución
de los proyectos “Evo Cumple”. Curiosamente, hace varios
meses que se relevó al fiscal asignado al caso y no se nombró
otro, por lo que la investigación está congelada y olvidada.
Ni qué decir de Marcelo Zurita, sobrino de Leonilda
Zurita, que, habiendo sido implicado en gravísimos hechos
de corrupción con los recursos del Plan Nacional de Vivienda
Social hace ya aproximadamente cuatro años, y siendo
desde entonces tales hechos de conocimiento de la Ministra
Anticorrupción y de los sucesivos ministros de Obras
Públicas, los mismos que han anunciado reiteradamente un
pronunciamiento que jamás han hecho, tampoco “está yendo
a los juzgados”. También él, contrariamente, ha gozado del
renovado aprecio y confianza presidencial, expresados en su
nombramiento como principal responsable del Programa
“Evo Cumple”. En todos estos tan “auspiciosos” resultados de
la nueva justicia, la de la “transición revolucionaria”, al igual
que en el de los delictivos sobreprecios en los contratos de
construcción de carreteras suscritos con la brasileña OAS,
esperamos ver si el Estado no “deberá” ni “podrá” perder.

35
La MAScarada del Poder

En conclusión, lo que el Gobierno de Morales y


García está haciendo con la reforma del sistema judicial es,
efectivamente, desmontar el particular aparato establecido y
loteado por la antigua partidocracia oligárquica, pero no para
abolir la subordinación y la servidumbre de la administración
de justicia respecto de los intereses del poder, como demanda el
pueblo boliviano y es mandato constitucional, sino para montar
su propio aparato, tan servil y subordinado como el anterior, y
brindar los mismos privilegios de impunidad y prevaricación
a las nuevas élites que encumbra con los actos de su defección
moral. La agravante está en que esta perfecta reproducción del
viejo envilecimiento de la justicia se hace al nombre legitimador
de la “revolución”, del pueblo y del proceso de cambio.

La singular “nacionalización” de García

Sobre el fundamental tema de la nacionalización de los


hidrocarburos, el libro de García tiene la especial importancia
de revelar que el Gobierno la ha incumplido porque, en realidad,
la ha descartado. En efecto, García sostiene que la producción
hidrocarburífera tiene tres componentes: las riquezas naturales
hidrocarburíferas, el excedente o ganancia de su explotación y,
por último, “la infraestructura extractiva de los hidrocarburos, las
máquinas, las herramientas, los taladros con los que se extraen,
etc.”. A continuación, dice que “de esos tres componentes, los
dos primeros son los que definen si un recurso material está
en manos privadas o en manos del Estado. Ellos constituyen
la columna vertebral de cualquier nacionalización de los
hidrocarburos en el mundo, y la garantía del control soberano
del Estado sobre sus materias primas” (op. cit.: 32-33). Aún más,
García afirma que en la Rusia soviética, en Cuba o en Bolivia
con las primeras nacionalizaciones, la soberanía estatal se asienta
en la nacionalización de esos dos componentes (op. cit.: 33).

36
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

Nos llena de vergüenza e indignación que el Vicepresidente


de nuestro país haga gala de tanta ignorancia, con tanta
soltura y desparpajo, pero, aun así, avergonzados e indignados,
celebramos que desemboce su oposición a la nacionalización
de los hidrocarburos. En la segmentación de la producción
hidrocarburífera que propone García, corresponden al
relegado y desvalorizado tercer componente nada menos
que las estructuras productivas que permiten extraer los
hidrocarburos de sus yacimientos naturales y convertirlos en
riqueza, ganancias y excedente. Estas estructuras productivas
no son solo “máquinas y taladros”, como dice García con un
simplismo deplorable, sino que, además de los costosos bienes
de capital, implican conocimiento científico especializado,
generación y aplicación de alta tecnología, mano de obra
calificada, organización productiva y capacidad gerencial,
todo articulado y desplegado bajo una estrategia productiva
de mediano y largo plazo. Estas estructuras productivas son
centralmente las empresas, y constituyen el único medio de
apropiación material de los recursos hidrocarburíferos.
Ante la ignorancia displicente con que García conceptualiza
esas estructuras productivas, es comprensible que se pregunte
qué es esa “apropiación material” que reclamamos en nuestro
Manifiesto. Exactamente al contrario de lo que García sostiene,
todos los países del mundo que se han propuesto ejercer
soberanía efectiva sobre sus hidrocarburos, han considerado
insuficiente la proclamación jurídica de la propiedad estatal
sobre las reservas y la percepción de ganancias generadas por
su explotación, y han optado por centrar sus estrategias de
apropiación nacional en la conformación y funcionamiento de
empresas estatales que les permitan adquirir un control pleno,
directo y autónomo del proceso productivo, es decir, apropiarse
del recurso natural materialmente. Exactamente en dirección
contraria a lo que afirma García, salvo algunos fallidos casos

37
La MAScarada del Poder

africanos, ninguna otra experiencia de nacionalización en el


mundo ha dejado de sustentarse centralmente en la creación y
desarrollo de las empresas estatales.
Ocurre entonces que casi todos los Estados del mundo que
han asumido la necesidad de nacionalizar sus hidrocarburos
o de ejercer soberanía efectiva sobre su producción, han
razonado a la inversa de García y del neoliberalismo. Para
empezar, la definición legal de la propiedad estatal sobre
los hidrocarburos no es, como parece creerlo el entusiasta
García, ninguna novedad revolucionaria ni resultado de
nacionalización alguna, ni en Bolivia ni en los otros países
que nacionalizaron sus hidrocarburos o sus minerales. Es una
muy antigua expresión de la concepción regalista y dominal
de los recursos del subsuelo que caracteriza a la amplísima
tradición jurídica continental en contraposición a la tradición
anglosajona, regida más bien por el sistema de la accesión2.
Por eso es que, desde hace varios siglos, en los muchos Estados
tributarios de esta tradición jurídica, Bolivia entre ellos, la ley
establece invariablemente que los yacimientos de minerales e
hidrocarburos son de propiedad del Estado. Por eso mismo, por
muy aperturistas o liberales que hayan sido o sean las políticas
de esos Estados, no se concede jamás la propiedad formal de
esos recursos a los particulares, sino que se los concesiona bajo
condiciones determinadas y con la posibilidad de recuperar
su dominio efectivo. Tal vez recuerde García que la propia
Ley de Hidrocarburos de Sánchez de Lozada empezaba
estableciendo, con absoluta claridad, que los hidrocarburos eran
de propiedad inalienable del Estado boliviano. Sin embargo,
cuando los Estados legalmente propietarios de los yacimientos
hidrocarburíferos y minerales de sus respectivos territorios no
2 La tradición jurídica continental, surgida en el continente europeo en diver-
gencia de la tradición anglosajona desarrollada en Inglaterra y sus colonias, ha
expandido su doctrina y sus instituciones a la mayor parte del mundo, donde al
presente sustenta el derecho positivo.
38
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

ejercen ese derecho explotando por sí mismos esos recursos,


la efectividad del mismo se restringe a la percepción de una
renta, con distintas modalidades y denominaciones posibles,
producida por la explotación de los recursos que necesariamente
quedará a cargo de actores privados, y, adicionalmente, a ejercer
algún grado de fiscalización y control sobre estos.
En el caso de los hidrocarburos, la uniforme experiencia
internacional nos muestra que los actores privados que
concentraron su explotación a escala mundial fueron las
empresas transnacionales, así constituidas en uno de los
núcleos más fuertes y agresivos del capital. Esa experiencia nos
muestra también que esas empresas, muy lejos de ser el buen
socio que trae sus taladros o el inofensivo pintor de brocha
gorda que le pinta la casa a García (op. cit.: 35), capturaron
el control unilateral y discrecional de los respectivos procesos
productivos y, por esa vía, se apropiaron de hecho de los
recursos mismos. De este modo, las transnacionales obtuvieron
inmensas ganancias ilegítimas de la explotación a su cargo,
en grave detrimento de la renta adeudada a los Estados
dueños de los recursos, sometieron globalmente la industria
hidrucarburífera a sus estrategias e intereses monopólicos,
normalmente contradictorios con los de los países en los
que operaban y, por último, utilizaron su poderío económico
y político para someter a los Estados a la dependencia que
garantizaba la reproducción de su poder y sus ganancias.
Esta captura generalizada de los recursos hidrocarburíferos
por parte del capital transnacional, independientemente de
la vulnerabilidad política de los Estados, especialmente del
tercer mundo, fue posible por el posicionamiento y dominio
unilateral de esas empresas transnacionales sobre el proceso
productivo, sin que las contrapartes estatales tengan la
capacidad técnica y operativa que les permita sustituirlas o
controlarlas efectivamente.

39
La MAScarada del Poder

Ante esta realidad, tan conocida como dramática en


la historia mundial, ninguno de los Estados sometidos
y expoliados por las transnacionales petroleras razonó
como lo hace García, y consideró “tener en sus manos” sus
hidrocarburos, o los dio por bien “nacionalizados”, por el
hecho de gozar de la propiedad legalmente establecida sobre
los mismos, o por participar de su renta, elementos que
además, como se ha visto, siempre estuvieron vigentes. Por el
contrario, fue unánime la percepción de que si se carecía de
la capacidad propia e independiente de producir y convertir
en riqueza esos sus recursos naturales, la propiedad estatal
de los mismos quedaba reducida a la ficción de la formalidad
jurídica, mientras que su propiedad real y fáctica, en tanto
amplia capacidad de disponer y disfrutar, quedaba en las manos
ajenas de las transnacionales. En esas condiciones, la propia
participación de esos Estados en la renta petrolera quedaba
supeditada y, normalmente, ilegítimamente disminuida por el
incontrolado manejo unilateral que las transnacionales hacían
del proceso productivo. Consecuentemente, todos aquellos
Estados asumieron el objetivo nacional de ejercer plenamente
su soberanía sobre la producción de sus hidrocarburos y,
para ello, centraron sus acciones en la creación y desarrollo
de empresas estatales que les permitieran la producción
propia de esos recursos y, consiguientemente, su apropiación
material. Todos optaron por lo que para García es “la
modalidad movimientista de nacionalización” (op. cit.: 37).
A este contexto histórico y a esta finalidad corresponden
todas las nacionalizaciones, y todas ellas han tenido como
su componente central la adquisición o construcción de las
empresas estatales del sector. Solo mediante las empresas
estatales, aquellos Estados podrían garantizar sosteniblemente
la apropiación de la renta petrolera, conservar e intervenir
sus reservorios hidrocarburíferos de acuerdo con su propio

40
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

interés, incidir autónomamente en el mercado internacional


y articular su producción hidrocarburífera al desarrollo de su
economía nacional. En síntesis, solo así podrían concebir y
desarrollar una estrategia nacional para el aprovechamiento
soberano de sus hidrocarburos3.
Es importante advertir que el surgimiento de las
empresas estatales de los hidrocarburos, en muchos casos de
gran relevancia histórica, permitió a sus respectivos Estados
sustituir a las empresas transnacionales en el proceso productivo
y, consiguientemente, lograr la apropiación total de la renta
hidrocarburífera. En otros, esos emprendimientos tuvieron
una importancia decisiva para modificar substancialmente las
relaciones con las mismas empresas transnacionales, mediante
acuerdos cuyo carácter asociativo y ya no concesional, limitaba
el dominio discrecional de estas y otorgaba a las empresas
estatales márgenes variables de control con los que podían
subordinar o alinear los respectivos procesos productivos
a sus propias estrategias. Esta última situación tuvo gran
relevancia durante el fuerte impulso aperturista y privatizador
del neoliberalismo, pues permitió que, en la gran mayoría
de los países productores de hidrocarburos —Bolivia fue
una de las desdichadas excepciones—, la apertura del sector
a la inversión privada no determinara la privatización de las
empresas estatales, sino que pudiera canalizarse por medios
contractuales asociativos que permitían, en algún grado,
la intervención y el control de las empresas públicas sobre
las operaciones productivas. Dicho interés se mantiene en
importante medida, ante la actual necesidad de muchos países

3 La bibliografía que explica y demuestra el desarrollo de este proceso históri-


co mundial es verdaderamente amplia, producida desde hace varias décadas en
muchos países, desde diversas disciplinas del conocimiento y distintas perspec-
tivas ideológicas. Por ello, es difícil creer que algunos de estos textos no estén
entre los cinco mil títulos de García, lo que nos lleva a recomendarle, por si
acaso, que no lea solamente las solapas de sus libros.
41
La MAScarada del Poder

productores —Bolivia entre ellos— de acceder a mayor capital


y a la tecnología de punta que dominan concentradamente las
transnacionales.
En todo caso, la historia y la realidad enseñan que
esas relaciones contractuales asociativas pueden recaer
subrepticiamente en el tradicional sentido concesional que
derivaba en el control unilateral de las transnacionales. Para
que ocurra aquello, o que la empresa estatal logre imponer
su control y el interés nacional, será decisivo, nuevamente, el
grado de involucramiento real de esta en el proceso productivo.
A su vez, este involucramiento estará determinado, por un
lado, por las atribuciones derivadas del marco normativo
legal y convencional. En este sentido, será fundamental el
otorgamiento del rol de operador, el mismo que consiste en la
atribución de ejecutar el conjunto de acciones y procedimientos
materiales que constituyen el proceso productivo y son objeto
de la respectiva relación jurídica. El operador es el productor en
sentido estricto. Es bien sabido en los círculos especializados en
la materia que el rol de operador supone, para quien lo ejerce, la
decisiva ventaja de dominar la amplia y compleja materialidad
del proceso productivo y, consiguientemente, adquirir pleno
y pormenorizado conocimiento de la misma. A partir de esta
privilegiada situación, el operador tendrá salvaguardados sus
intereses y, adicionalmente podrá, como ha sido una práctica
común a las empresas transnacionales, obtener grandes
ventajas ilegítimas y subrepticias, aprovechando las múltiples
oportunidades que ofrece para ello el unilateral manejo
operativo de un proceso técnicamente tan complejo y de tan
poca visibilidad como el de la producción de hidrocarburos.
La contraparte asociativa del operador solo podrá
equilibrar el poder de este ejerciendo un riguroso control
operativo, para lo cual requerirá, indispensablemente, de
atribuciones suficientemente amplias y específicas y, a la vez,

42
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

la suficiente capacidad técnica y operativa para ejercerlas


efectivamente. Así, el involucramiento en el proceso productivo
resulta también determinado por la capacidad técnica y
operativa de las empresas concurrentes a estos esquemas de
inversión conjunta. Si se goza de estas capacidades, se podrá
aspirar a cumplir el rol de operador, prioritaria pretensión de
toda empresa hidrocarburífera que se respete, o, en caso de
no tenerlo, se podrá resguardar el interés propio ejerciendo
un efectivo control sobre las complejas y fundamentales
operaciones productivas.
Los mismos ejemplos que menciona García para
respaldar su tan original teoría de las nacionalizaciones están
plenamente inscritos en esta uniforme experiencia mundial.
En efecto, García parece ignorar que durante el socialismo
soviético el Estado ejerció un férreo y total monopolio de
las industrias extractivas, y, aun ahora, derrumbado ya el
socialismo y superado el efímero ultraliberalismo de Yeltsin,
Rusia ha reconstruido una fuerte y dinámica empresa estatal
de los hidrocarburos que controla plenamente la producción
de los suyos e interviene en la de otros muchos países. García
también parece ignorar que la primera nacionalización del
petróleo en Bolivia, una vez caducadas las concesiones de la
Standard Oil, se desarrolló centralmente en la fundación y
rápido y exitoso funcionamiento de YPFB, que en muy pocos
años superó la producción de la Standard, satisfaciendo el
mercado interno y abriendo la exportación. ¿No hay entre los
cinco mil títulos de la biblioteca de García un humilde texto
escolar de historia nacional? Incluso ignora lo escrito en su
mismo libro, pues allí se menciona que la nacionalización de la
Gulf, en 1969, supuso trasferir los activos de la transnacional
a YPFB, es decir, sustituirla por la empresa estatal. En cuanto
al caso cubano, donde las reservas de hidrocarburos son una
expectativa y no una realidad, la celebración de contratos de

43
La MAScarada del Poder

exploración con empresas extranjeras, surgida de la necesidad


del Estado cubano de acceder a la tan compleja como poco
accesible tecnología de punta para la exploración y explotación
de hidrocarburos en el lecho marino, no significa que ese
Estado, aún regido por la visión monopólica socialista, haya
renunciado a ejercer soberanía, mediante su empresa estatal,
sobre los hidrocarburos que espera tener.
En resumen, ni el socialismo soviético, ni Toro y Busch con
la Standard Oil, ni Marcelo Quiroga Santa Cruz con la Gulf,
ni nadie en el mundo que asumiera el propósito del ejercicio
de la soberanía nacional sobre los hidrocarburos, han creído,
como García, que la “columna vertebral” y la “garantía” de ello
y de cualquier nacionalización está en la declaración legal de
la propiedad estatal sobre las reservas y en la participación
en la renta petrolera. Los que obviamente tampoco lo
creen, pero suelen decirlo con el indisimulado e impaciente
interés de legitimar su eterna e insaciable voracidad, son las
transnacionales, temerosas de ser desplazadas del control de
los hidrocarburos y de su proceso productivo. Pero a estas
alturas de la historia, nadie les cree, salvo, por lo visto, García.

Lo que se hizo y lo que no se quiso hacer con la “nacionalización”

Aun como simple pretexto, tomado al vuelo de algún


amigo consultor de Petrobras o Repsol, la teoría de García
de la “nacionalización” es reveladora de que la auténtica
nacionalización y la verdadera refundación de YPFB no están
en la voluntad política del Gobierno de Evo Morales. Esta
verdad fundamental es contundentemente confirmada por los
hechos que denunciamos en nuestro Manifiesto y que ahora
la ratificamos. La nacionalización de los hidrocarburos se ha
frustrado porque YPFB no se ha reconstruido con la misión, ni
la capacidad, ni la voluntad de intervenir y controlar el proceso

44
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

productivo de los hidrocarburos bolivianos. Lo reiteramos


enfáticamente: a más de cinco años de su refundación,
YPFB es una empresa relegada, con sensibles debilidades
e insuficiencias, al ámbito secundario del transporte y la
refinación, y en el de la producción es absolutamente marginal
e irrelevante.
Con la misma sobrecogedora ligereza con la que plantea
su disparatada teoría de la nacionalización, y con la misma
entusiasta adhesión al libreto de las transnacionales, García
sostiene que YPFB es productor directo del 50 por ciento del
gas natural y del 46 por ciento del crudo que se producen en
el país (op. cit.: 41). El cándido fundamento de tan gigantesca
mentira es considerar arbitrariamente como producción de
YPFB toda aquella que corresponde a Chaco, a Andina y a
los contratos en los que intervienen estas empresas, como es
el caso de los megacampos gasíferos. Pero, por un mínimo
de rigor conceptual y honestidad, corresponde considerar
productor a la empresa que cumple la función de operador
en las respectivas operaciones productivas. Siendo así,
reiteramos que YPFB es productor solamente respecto a la
producción de Chaco, limitada a pocos campos en declinación
y absolutamente irrelevantes en el conjunto nacional de la
producción.
Habiendo adquirido a buen precio la mayoría accionaria
en Andina, sería del más básico sentido empresarial que YPFB
asuma también la condición de operador en la producción de
la misma, como lo afirma García, pero existen bien fundadas
dudas respecto a quién es verdaderamente operador de la
producción de Andina. Para el necesario esclarecimiento
público de este trascendental asunto, desafiamos a García a
cumplir su deber de poner en conocimiento de la ciudadanía
todos los documentos suscritos con Repsol, socia de
YPFB en Andina, y particularmente los concernientes a la

45
La MAScarada del Poder

administración y operación de esta. Por lo demás, atribuirle


a YPFB la producción de los megacampos, por el solo hecho
de que alguna de sus filiales intervenga en los respectivos
contratos, es ya una grosería falta de toda seriedad. De
acuerdo con la información que el Centro de Estudios para
el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) recientemente ha
difundido empleando las fuentes oficiales de YPFB4 , y que
el Gobierno no ha rebatido hasta hoy, el 85 por ciento de la
producción de hidrocarburos está en poder de Petrobras y
Repsol, mientras que menos del 15 por ciento, suponiendo
además que YPFB es operador en Andina, le corresponde a
YPFB. Esa es la realidad concreta de la “nacionalización” de
Morales y García.
Pero la misma carencia de una estrategia productiva de
sentido nacional, así como de capacidad empresarial, que le
han impedido a YPFB operar la producción de los campos
hidrocarburíferos del país en alguna proporción significativa,
le han impedido también ejercer control y conducción sobre
las operaciones relativas a los muchos contratos de producción
suscritos con las transnacionales, y cuya operación, obviamente,
está a cargo de esas empresas. Esto también es negado por
García que, por el contrario, con infinita confianza y fanática
devoción por la formalidad jurídica, afirma que el Estado
tiene “la propiedad, la posesión y el control total y absoluto
de los hidrocarburos” por la simple razón de que así lo dice
el Decreto de Nacionalización del 1 de mayo de 2006 (op.
cit.:28). Pero en los hechos, las transnacionales contratistas
tienen un control de las operaciones productivas a su cargo,
substancialmente tan amplio, unilateral y excluyente, como el
que tenían antes de la “nacionalización” y la “migración” de sus

4 CEDLA (2011) Gasolinazo: subvención popular al Estado y a las petrole-


ras. Análisis de la política económica, fiscal y petrolera. En http://www.cedla.
org
46
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

respectivos contratos. No obstante las atribuciones de control


y conducción operativa que la formalidad normativa de los
nuevos contratos otorga a YPFB, ni se controla efectivamente
ni, muchos menos, se conduce esos procesos productivos en
función del interés nacional. Nuevamente, son el interés y la
estrategia de las trasnacionales los que se imponen.
Si esto no fuese así y, como dice la enajenada euforia
de García, fuera el Estado boliviano el que decide “cuánto,
cómo, dónde y para qué se produce” (op. cit.: 37), nuestras
reservas hidrocarburíferas no serían objeto de la detentación
especulativa de las transnacionales que retrasa los procesos
exploratorios y productivos contra el interés nacional y, en
algún caso, como en el del bloque Lliquimuni, buscando
oscuros réditos también a costa de nuestro patrimonio. Si
fuera cierto lo afirmado por García, y la actividad de nuestros
“contratistas”, tan buenos e inofensivos como “el albañil que
nos construye la casa”, estuviese controlada y subordinada
por el Estado boliviano, es elemental suponer que se habría
impuesto sobre ella la desesperante necesidad de combustibles
para el consumo interno, que se habría incrementado la
producción de hidrocarburos líquidos de las reservas con las
que las transnacionales especulan, y que, consecuentemente, el
Gobierno no habría tenido ninguna necesidad de afectar tan
sensiblemente su respaldo social con el gasolinazo. Todo lo
contrario: el gasolinazo, cuyo propósito principal reconocido
por el mismo gobierno era pagar a las transnacionales el
precio que pedían por barril de petróleo5, es la concluyente
demostración de que quienes deciden unilateralmente qué
producen, cómo, cuándo, dónde, a qué precio, y a quién vender
son Petrobras, Repsol y las demás transnacionales.
5 Tanto el Ministro de Economía, Luis Arce, como el de Hidrocarburos, Fer-
nando Vincenti, justificaron el gasolinazo, ante los medios de comunicación,
afirmando su propósito de “estimular” la producción de hidrocarburos líquidos,
pagando un mejor precio por ellos. Véase al respecto CEDLA (op. cit.).
47
La MAScarada del Poder

Es conveniente reflexionar acerca de que nosotros,


al igual que muchísimos otros bolivianos esperanzados
y comprometidos con la nacionalización de nuestros
hidrocarburos, no pretendíamos que se prescindiera súbita
y absolutamente de la inversión extranjera y de la presencia
de las mismas transnacionales. Todos tenemos conciencia
de las materialmente insalvables limitaciones que, por
ahora, impone la realidad de nuestra economía y de nuestras
múltiples carencias como Estado y como sociedad. Pero esto
de ningún modo puede justificar el abandono del mandato
de la nacionalización solapado en una estéril formalidad
jurídica, como lo ha hecho el Gobierno, y debería asumirse,
más bien, como la necesidad de una cierta gradualidad en
su materialización. En este sentido, mencionamos algunas
acciones básicas que pudieron y debieron cumplirse:

• Pudo y debió reconstruirse YPFB como empresa capaz


de operar los procesos de explotación. A partir de ello,
se debió convertirla en operadora, además de los campos
correspondientes a las empresas capitalizadas en las que se
adquirió la mayoría accionaria a buen precio, de campos
en situación jurídica y técnica de pronta explotación,
como es especialmente el caso del campo Sararenda, cuya
magnitud y riqueza habrían potenciado substancialmente
a YPFB, en vez de potenciar a Repsol, como ha decidido
el Gobierno “nacionalizador”.
• Los casi seis años transcurridos desde la nacionalización
y la refundación de YPFB fueron un plazo suficiente para
que se exploren los bloques hidrocarburíferos del norte del
país y, en estos momentos, en vez de haberse iniciado recién
ese proceso, haberse emprendido procesos de explotación
en los que YPFB amplíe sus operaciones directas a tiempo
de resolver las graves carencias para el consumo interno.

48
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

• Se pudo haber construido hace mucho la planta separadora


de líquidos, recién adjudicada con bombos y platillos, con
la que se habría evitado el largo obsequio al Brasil de los
hidrocarburos líquidos que tanto necesita la población
boliviana.
• Para por lo menos iniciar la industrialización del gas, pudo
haberse construido la planta de urea con el financiamiento
ofertado por Venezuela, y no dar lugar a que el Brasil
construya una similar en su frontera con Bolivia que
insumirá nuestro gas.
• Por la más mínima decencia y consideración con la inmensa
mayoría de los bolivianos, pudo haberse convertido a GNV
(Gas Natural Vehicular) el parque automotor del transporte
público antes de lanzar el despiadado gasolinazo, más aún
cuando las mismas autoridades de Gobierno aseguraron
que se lo podía hacer rápida y fácilmente, y sabiendo que
con ello se disminuirían substancialmente los impactos
sociales negativos en la elevación del precio de la gasolina.

Todo lo mencionado y más, que hubiese constituido un


sólido y significativo avance en la nacionalización de nuestros
hidrocarburos, pudo hacerse, con absoluta certeza, por la
extraordinaria disponibilidad política y financiera que supuso,
de un lado, la inédita capacidad de inversión pública soberana
principalmente expresada en las reservas internacionales
netas del país y, de otro, en el contexto político nacional e
internacional claramente favorable a la nacionalización.
Pero no se lo hizo y se desperdició esas extraordinarias
y difícilmente repetibles disponibilidades históricas. La razón
de fondo está ya concluyentemente revelada: el mandato de
nacionalización del pueblo boliviano ha sido suplantado en
la voluntad política del Gobierno de Morales y García, por
el interés de Petrobras y Repsol. Sobre esta crucial defección,

49
La MAScarada del Poder

confirmándola y consolidándola, se cometió monumentales


y aberrantes desaciertos en la gestión pública del sector y,
especialmente, en la de YPFB. A ellos, por supuesto, García no
hace referencia alguna en la defensa de su “nacionalización”. Así,
García no dice nada de la inestabilidad y la improvisación a la
que se sometió la conducción de YPFB durante un prolongado
y decisivo primer momento luego de su refundación.
Para peor, la precipitada e irracional sucesión de
cambios en las autoridades de la empresa desembocó en el
encumbramiento de la más agresiva y delincuencial corrupción
con la designación, como su presidente, de Santos Ramírez,
cuya falta de experiencia y competencia técnica para el cargo
era tan conocida por el Gobierno como las denuncias de
corrupción en los municipios rurales de Potosí, existentes en
su contra. A la luz de las razones de su libro, probablemente
García consideró que se trataba de un compañero indígena-
campesino, “no profesional del poder”, “que estaba aprendiendo
esforzadamente” y que, en cualquier caso, con su condición
étnica y social nos garantizaba la consumación revolucionaria y
la nacionalización total. Es de suponer que entre los “esfuerzos”
que García destaca para reconstruir YPFB y haberle dado el
“control total” de la producción hidrocarburífera del país, esté
el inconcebible absurdo de haber impuesto en YPFB, durante
casi cinco años, la escala salarial de la “austeridad”. Con
semejante ocurrencia, tan irresponsable como demagógica,
se pretendía ahorrar unos pocos millones pagando a los
profesionales del sector salarios enormemente inferiores a
los del respectivo mercado profesional, y lo que se consiguió,
como era obvio, fue privar a YPFB del personal siquiera
mínimamente capacitado para cumplir su labor y, por lo tanto,
frustrar su efectiva refundación.
Más aún: la incapacidad e inoperancia en la gestión
pública de los hidrocarburos tiene una rigurosa e incuestionable

50
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

confirmación en el propio libro de García, haciéndonos pensar


que tal vez el atareado Vicepresidente no leyó lo que les mandó
a escribir a sus funcionarios antes de estampar su firma, o que
su cinismo no tiene ninguna clase de límites. En efecto, se
reconoce en el libro de García que del financiamiento de 1
000 millones de dólares provenientes del Banco Central
para YPFB y le Empresa Boliviana de Industrialización de
Hidrocarburos (EBIH), aprobado hace más de dos años, hasta
la fecha solo se “están ejecutando” 82 millones. Se explica, con
todo detalle y claridad, que entre la aprobación del crédito y
el primer desembolso se dejó pasar más de un año, el quinto
desde la “nacionalización” y la “refundación” (op. cit.: 60-61).
Nos preguntamos si leyendo su libro, en el que además hace
la severa advertencia de que “el tiempo conspira contra los
procesos revolucionarios” (op. cit.: 149), García no sentirá
siquiera un poco de vergüenza de confesar que, mientras el
país sufría crecientemente el grave desabastecimiento de
carburantes, la producción de hidrocarburos se estancaba
o decrecía, y Yacimientos, sin financiamiento ni capacidad
operativa, se debatía entre la parálisis y la impotencia, la
burocracia a su cargo imponía semejante lentitud a papeleos
de los que dependía la más urgente y estratégica inversión
pública. Por lo visto, García pretende que la revolución y la
nacionalización se hagan al ritmo y al estilo de la burocracia
estatal que ha heredado de la administración neoliberal y que
nos sigue gobernando, con los mismos intereses, razones y
vicios de siempre, pero ahora adornada por la agraviada wiphala
y ponderada por los esquizofrénicos discursos de García.
Nos ratificamos: la nacionalización de los hidrocarburos se
ha frustrado porque se ha frustrado también la reconstrucción
de YPFB como auténtica empresa productora de hidrocarburos,
y la frustración nacional ha dado paso a la restructuración
del poder transnacional sobre nuestros hidrocarburos. Hoy

51
La MAScarada del Poder

las transnacionales tienen un dominio real y concreto sobre


nuestros hidrocarburos, substancialmente igual al que tenían
hace seis años, con la invalorable ventaja de que ahora lo
detentan a título de nacionalización, lo que legitima su rotunda
ilegitimidad y los preserva de ser nacionalizados.

Derechos indígenas, “maniobras envolventes” y chivos expiatorios

Como resulta previsible, considerando su formidable


blindaje a la crítica y a la autocrítica, García rechaza
airadamente las denuncias que hacemos en nuestro Manifiesto
de las violaciones a los derechos indígenas establecidos en la
nueva CPE y las críticas a las acciones con las que el Gobierno
menoscabó el mandato transformador del pueblo boliviano y
las demandas históricas y emancipatorias del Pacto de Unidad
en el proceso constituyente. Ratificamos también, además que
lo hacen los recientes hechos de la VIII marcha indígena con
dramática contundencia, aquellas críticas y denuncias.
Si García tuviese algo de honestidad y respeto por la
ciudadanía que lo eligió, explicaría su decisivo papel personal
en la infeliz negociación y conciliación que determinó, para
la Asamblea Constituyente, una composición y mecanismos
de decisión tan abierta e injustamente adversos a la mayoría,
como antidemocráticamente privilegiadores de la minoría.
Esta conciliación fue precipitadamente hecha por García y la
derecha parlamentaria a espaldas de la abrumadora mayoría de
la sociedad boliviana y desconociendo su capacidad de legítima
y pacífica presión sobre el poder constituido. Su resultado
fueron precisamente los varios mecanismos de obstrucción y
sabotaje que las fuerzas conservadoras y enemigas del proceso
constituyente emplearon eficazmente para empantanar
la Asamblea Constituyente, y de las que García se queja
impúdicamente en su libro. En lugar de dar esta explicación

52
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

éticamente insoslayable, García ha optado por autodegradarse


con el reconocimiento ridículamente jactancioso de sus
“maniobras envolventes”.
La múltiple violación del derecho constitucional indígena
a la consulta previa e informada ha sido tan evidente que
García, con toda su audacia justificadora, no intenta siquiera
negarla, sin que ello signifique, obviamente, reconocerla. Es
también necesario que García explique lo ocurrido en el caso
del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure
(TIPNIS), en el que la violación al derecho constitucional a la
consulta previa e informada se ha combinado con la violación
de los otros derechos constitucionales a la territorialidad
indígena, y de los derechos fundamentales de las personas.
Contando con su tan especial sentido de disciplinado y servicial
acatamiento, probablemente García asuma la explicación de
Evo Morales: no se ha consultado porque si se lo hacía, y “no
se conseguía la plata”, no había forma de explicar porqué no se
construía la carretera.
Para justificar la abierta violación del derecho
constitucional de representación directa en la Asamblea
Legislativa Plurinacional de los indígenas guaraníes de
Chuquisaca, García da interminables vueltas retóricas de
cinismo en torno a la redentora presencia de la “plebe en el
poder”, para, finalmente, decirnos que el Gobernador Urquizo
no es “un gringo”. La nueva CPE establece con absoluta
claridad literal que en todos los departamentos del país en
los que existan minorías indígenas, estas deberán elegir, por
lo menos, un diputado en circunscripción especial indígena6.
Esta es, de la manera más indiscutible, la situación de la
población guaraní en el departamento de Chuquisaca, y el
Gobierno de Morales y García, y su servil mayoría legislativa,

6 Véase el parágrafo VII del artículo 146, y los parágrafos II y III del artículo
147 de la nueva CPE.
53
La MAScarada del Poder

le han negado este su derecho constitucional, en la Ley del


Régimen Electoral impuesta con la consabida prepotencia de
los que dicen “gobernar obedeciendo”. Al respecto, nada tiene
que ver, y menos que justificar, que el Gobernador Urquizo
sea campesino o que Perico de los Palotes sea español. En
el mismo afán justificador de las violaciones de los derechos
constitucionales indígenas, García menciona los pocos votos
con los que fueron elegidos los diputados indígenas de
Cochabamba y Oruro, pero, por supuesto, no menciona que el
diputado indígena de Santa Cruz representa a una población
superior a las 100 mil personas, o que el del Beni representa a
más de 15 pueblos indígenas, lo que revela la clara mezquindad
e insuficiencia que supone una sola diputación para representar
adecuada y democráticamente a esas poblaciones indígenas.
Para García no ha habido ninguna violación de derechos
indígenas y, por el contrario, casi todo lo que ha hecho el
Gobierno en el tema indígena responde a las decisiones del
Pacto de Unidad. Con esta nueva y enorme mentira, García
expresa muy bien el estilo de gobernar y hacer política
de Evo Morales, de concentrar las decisiones y distribuir
convenientemente las responsabilidades que deriven de ellas.
En esta práctica, mejor que los ministros y funcionarios de
gobierno —siempre dispuestos y disciplinados como buenos
“soldados de la revolución”—, son las organizaciones sociales
para atribuirles las decisiones incómodas o repudiables,
pues, además de absorber culpas, aportan legitimación. Y
es esta, precisamente, una de las principales utilidades de la
división, subordinación e instrumentación prebendal de las
organizaciones populares que ha venido ejecutando el Gobierno.
No obstante, también en este campo, como en tantos otros de
su accionar político y gubernamental, el acelerado deterioro y
decadencia del oficialismo lo han llevado a extremos grotescos
y peligrosamente contraproducentes. Así lo muestra la torpe

54
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

convalidación del Pacto de Unidad suplantando la presencia


del movimiento indígena orgánicamente representado en la
Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano
(CIDOB) y el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del
Qullasuyu (CONAMAQ) con algunos controlados dirigentes
sin representación, para que demande la anulación de la ley
en la que el Gobierno expresó su compromiso, ante toda la
sociedad boliviana, de respetar el TIPNIS y no atravesarlo
por carretera alguna. Nos imaginamos que Morales y García
deben estar lamentando que tan peculiar reconstitución del
“Pacto de Unidad” no se haya producido un par de meses
antes, así le habrían podido endilgar la responsabilidad de
la cobarde y brutal represión a la marcha indígena, para lo
cual, hasta ahora, no encuentran un chivo expiatorio siquiera
mínimamente convincente.

“Innovación” teórica: el imperialismo solo existe en las fronteras

Con pretendida agudeza intelectual, García se mofa


de nuestra denuncia, ilustrada con el caso de la carretera
San Ignacio-Villa Tunari, de subordinación del Gobierno al
subimperialismo brasileño para implementar megaproyectos
de infraestructura. Pero, a continuación, nos deja absolutamente
sorprendidos y desconcertados al presentar, como prueba, el
hecho de que dicha carretera está en el centro del país y no
en la frontera con el Brasil. Para el inteligente teórico García,
el imperialismo, para ser tal y subordinar a los Estados a
sus intereses, solo puede actuar en las zonas fronterizas de
los países vecinos al de su emplazamiento central. García
debería ampliar la exposición de esta su teoría, porque, contra
su práctica de presentar como teoría propia viejísimas tesis
mundialmente conocidas con algunas palabras cambiadas, en
este caso sí está siendo un teórico muy original.

55
La MAScarada del Poder

Ratificamos y ampliamos nuestra denuncia: la carretera


Villa Tunari-San Ignacio es la dramática y concluyente
demostración de que el Gobierno de Morales y García se ha
subordinado a los intereses del capital transnacional brasileño
con la gravedad de violar ampliamente la CPE y las leyes
del país, causar enormes daños al erario nacional, destruir
una de las principales reservas de vida silvestre tropical del
continente, condenar al desplazamiento y la desestructuración
comunitaria a decenas de comunidades indígenas, y generar
gravísimos enfrentamientos sociales, todo para colmar el
apetito cleptómano de la transnacional brasileña OAS. Con
ejemplar descaro, García justifica su proyecto carretero por el
TIPNIS afirmando que el endeudamiento externo “no afecta
la soberanía nacional siempre y cuando quien decida qué hacer
con ellos sea el país acreedor” (op. cit.: 157). Sucede que el
crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social
(BNDES) del Brasil para la construcción de esa carretera
está expresamente condicionado a que los bienes y servicios
que se adquieran o contraten en su ejecución sean brasileños,
sin dejar mayor lugar a que García y su gobierno “decida qué
hacer con él”. Lo que no figura en las condiciones del crédito
y sí ha sido decidido por el Gobierno de García, no sabemos
con qué o cuánta motivación sobre su magno libre albedrío, es
conceder a la OAS un sobreprecio, absolutamente delictivo,
de una cuarta parte del costo total de la obra que tendría que
pagar el pueblo boliviano con intereses comerciales.
Pero no solo la carretera San Ignacio- Villa Tunari tiene
el rapiñesco sobreprecio y las incontables y escandalosas
irregularidades, también los tiene la carretera Potosí-Uyuni,
igualmente adjudicada a la voraz OAS por este Gobierno.
En ambos casos, no lo decimos los “resentidos”, la oposición
o el imperialismo, lo dicen y demuestran los documentos
oficiales del mismo Gobierno, de la misma ABC y de la

56
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

Contraloría en la actual gestión. En síntesis, la carretera por


el TIPNIS pretende construirse con un crédito comercial del
Brasil condicionado a ejecutarse exclusivamente con réditos
comerciales para proveedores brasileños, tiene el principal
propósito de permitir una salida más rápida de los productos
brasileños a la costa del Pacífico, y pagará un gigantesco
sobreprecio a la Brasileña OAS. No sabemos si a García le
dejará algo más que su encendido orgullo patriótico por llevar
el desarrollo a esas atrasadas regiones.
En su esforzada defensa de la carretera brasileña con
la que se pretende partir el TIPNIS, García me acusa de
“racismo desbocado” porque, según él, se me “antoja” que “los
otros indígenas y campesinos, aquellos que ya sea dentro del
parque Isiboro- Sécure o fuera de él, no están en las redes
prebendales de las ONG”, “promoverán con su presencia la
ilegalidad del narcotráfico” (op. cit.: 159). Es a García a quien
se le antoja distorsionar mis afirmaciones para polemizar
contra cómodos argumentos inventados por su impotencia.
Lo que sí he sostenido y lo ratifico con mayor convencimiento
aun, es que, entre los cocaleros que cultivan coca ilegal en el
extremo sud del TIPNIS, y en esa colindancia, existe el interés
de ampliar esos cultivos sobre el parque, y que es inminente
el uso de la proyectada carretera para ese fin. De cualquier
manera, la coherencia y rigor con que García plantea su
consabido alegato antirracista es verdaderamente espectacular:
en la misma formulación con que acusa de racismo, descalifica
calumniosamente a los indígenas movilizados contra la
carretera, tachándolos de ser parte de “las redes prebendales
de la ONG”. El razonamiento de García en torno al racismo
tiene la grosera simplicidad de una mala broma. Para él es
racismo toda mención crítica, adversa o de algún modo
negativa, al margen de su tema o veracidad, en referencia a
alguien de quien se pueda suponer alguna condición étnica,

57
La MAScarada del Poder

pero que, en todo caso e indefectiblemente, sea parte o esté


vinculado al “Gobierno de los movimientos sociales”.
Para que esta efectiva afirmación mía merezca tan airado
rechazo del Vicepresidente del Estado Plurinacional, se diría
que es una arbitraria y malintencionada invención sin ningún
fundamento en la realidad. Sin embargo, existe la generalizada
percepción en la sociedad boliviana y en los países vecinos, de
que el narcotráfico, con la obvia producción de su materia prima,
viene experimentando un acelerado crecimiento en el país a lo
largo de los últimos años. Solo el Gobierno parece substraerse
de esta preocupada percepción, pretendiendo demostrar
sus categóricos éxitos en la lucha contra el narcotráfico con
superficies de coca erradicada donde los cultivos se reponen ni
bien se erradicaron, y con las fábricas de cocaína intervenidas
que, si bien pueden ser más que las intervenidas por gobiernos
anteriores, pueden también constituir una parte menor de toda
la producción de cocaína existente, que la que representaban
las que antes se intervinieron. El trópico de Cochabamba,
en cuyo extremo norte se ubica en TIPNIS, es tradicional y
actualmente una zona de producción de coca ilegal destinada
al narcotráfico y de intensa actividad narcotraficante. El
propio TIPNIS viene sufriendo, desde hace bastante tiempo,
la penetración y la presión de la coca ilegal y el narcotráfico sin
que este Gobierno lo haya evitado eficazmente. Aun cuando se
lo propuso y desplegó importantes esfuerzos, sus éxitos fueron
temporales y cedieron ante la reaparición de la coca ilegal y la
producción de cocaína.
Tal vez García ignore que, durante todo su Gobierno,
el avasallamiento del TIPNIS ha sido casi constante. Se ha
perpetrado mediante asentamientos ilícitos exclusivamente
dedicados a la plantación de cocales ilegales, organizados
desde los sindicatos de colonizadores de las zonas próximas,
dotados de grandes medios logísticos y bélicos, y sostenidos

58
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

con violenta agresividad. Ni las varias disposiciones legales


que protegen al TIPNIS, ni las heroicas acciones de defensa
de las comunidades indígenas, ni los, por lo menos, cinco
desalojos ejecutados hasta ahora, algunos con extraordinario
despliegue de la fuerza pública, han evitado su tenaz y agresiva
reproducción, motivada, como queda incontrovertiblemente
demostrado por los cocales implantados por los avasalladores
como cultivo casi exclusivo, por las delictivas ganancias que
ofrece la coca destinada a la cocaína. Frente a esta realidad
de incontrastable y abrumadora evidencia, es lo más
elementalmente razonable considerar inminente que quienes
avasallaron persistentemente el TIPNIS, sin contar con una
carretera que los transporte, se servirán de la que se les brinde
para volver a hacerlo con los mismos fines que los motivaron
anteriormente. Pero para García, la mención de este escenario,
cuya alta probabilidad es formal y documentadamente
reconocida por las propias autoridades del Ministerio
de Medio Ambiente1, es un antojo racista. No obstante,
demostrando el descontrolado y cada vez más frecuente apuro
con el que se ve obligado a suplir los argumentos de los que
carece con la letanía del racismo, tuvo que admitir, pública y
reiteradamente, el riesgo de avasallamiento que la carretera
impondría sobre el TIPNIS. Ante este riesgo, ofreció la más
innovadora, inteligente y convincente de las garantías: una
ley de protección del TIPNIS, sin hacer mención alguna a
que, desde hace mucho, están vigentes todas las disposiciones
legales posibles para esa finalidad. Es curioso que García
exprese tan conmovedora confianza y devoción por la ley y, al
mismo tiempo, demuestre tan radical ignorancia de la misma.
Es igualmente curiosa, y totalmente innovadora en el campo
ambiental relativo a las áreas protegidas, su certeza de que

1 El peligro de avasallamiento del TIPNIS es reconocido en el propio Estudio


de Impacto Ambiental de la carretera Villa Tunari- San Ignacio de Moxos.
59
La MAScarada del Poder

la mejor defensa y garantía para estas es atravesarlas con


carreteras de alto tráfico.
Los recientes hechos de sangre, en los que un oficial de
la policía fue asesinado por narcotraficantes extranjeros en el
TIPNIS, han revelado que el narcotráfico ha estado operando
en este parque nacional. También a este respecto el Gobierno
tiene la responsabilidad no solo derivada de la misión de lucha
contra el narcotráfico que dice cumplir con todo empeño
y grandes éxitos, sino, específicamente, de estar enterado
desde hace bastante tiempo de que eso ocurría. Sé que
hace aproximadamente dos años, los indígenas del TIPNIS
denunciaron ante el Gobierno, con todo detalle, actividades
de narcotráfico en su territorio. Lo que no sé es qué hizo el
Gobierno con esa denuncia. Por eso es despreciable y canallesco
que Juan Ramón Quintana, ese extraño vocero gubernamental
que expresa ligerísimos criterios y disparatadas acusaciones a
“título personal” pero en conferencias de prensa brindadas
en pleno Palacio de Gobierno, insinúe la vinculación de los
indígenas del TIPNIS con el narcotráfico, mencionando
tendenciosamente que su emplazamiento se halla en las áreas
de dominio indígena.
En suma, lo más benéfico que puede decirse del accionar
gubernamental contra el cultivo ilegal de coca y contra el
narcotráfico, en general y particularmente respecto al TIPNIS,
es que su efectividad es escasa y dudosa. Demasiado pobre
como para que los indígenas del TIPNIS y la ciudadanía en
general le creamos a García cuando asegura que lo protegerá
efectiva y garantizadamente, eliminando todo riesgo creado
por la carretera, por el solo hecho de contar con nuevas y
necesariamente repetidas disposiciones legales protectivas, y
por su buena voluntad. Tal vez le creeríamos si, por lo menos,
su Gobierno no hubiese puesto la inteligencia antinarcóticos
del Estado en manos de un avezado narcotraficante que usaba

60
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

la autoridad recibida para transportar personalmente grandes


cantidades de droga.

Revelaciones, a manera de conclusión

El libro de García tiene el evidente propósito de ser una


contundente respuesta a la crítica y el cuestionamiento a la
gestión de gobierno y a la conducción del proceso de cambio,
tan fulminante y devastadora, que concluya toda polémica
al respecto por la vía de la liquidación moral y política del
contendiente. Pero su apuro y desasosiego es tan grande como
son pequeños sus argumentos y endebles sus fundamentos
éticos. Por eso, la mentira, la incoherencia y la calumniosa
descalificación personal atraviesan todo el libro de García,
dándole su más profundo sentido y su más claro contenido.
Sin embargo, muy a despecho de su propósito, y en singular
paradoja, es un libro falaz cargado de profundas revelaciones.
La primera y más clara de las revelaciones de García es la
que se presenta en el mismo carácter falaz y calumniosamente
descalificador de su libro. Con él devela patéticamente la
profunda defección ética desde la que se gobierna y se pretende
conducir el proceso de cambio. El autor del libro, furiosamente
condenatorio de las ONG, severamente descalificador
de los cupulares “profesionales del poder”, y pródigo en
proclamaciones de reivindicación étnica, es, de acuerdo con
la más objetiva realidad y sus propios razonamientos, un
connotado oenegista, un paradigmático profesional del poder
y un enconado racista que, profundamente ofendido por la
crítica, quiere descalificar a los que se la hacen atribuyéndoles
lo que es propio de su misma condición humana e ideológica.
Pero además, el autor del libro es, también —y este es
el dato lapidario para las perspectivas gubernamentales del
proceso de cambio— el Vicepresidente del gobierno que dice

61
La MAScarada del Poder

estar construyendo el Estado Plurinacional y consumando


una revolución tan profunda como no ha habido otra en toda
la historia del continente, su mentado teórico, su pretendido
estadista conductor de las políticas revolucionarias, y el
privilegiado vocero que expresa e interpreta al Presidente. En
este mismo plano ético, se muestra también, concluyentemente,
que García y el Gobierno que comparte con Evo Morales
no están dispuestos a sostener ningún debate auténtico ni
constructivo en el campo social y político desde el que se generó
el proceso, mucho menos a ejercicio alguno de autocrítica y,
menos aún, a rectificación de ningún tipo. Frente a la crítica, el
cuestionamiento o la denuncia de inconsecuencia que puedan
plantearse desde el campo popular, por muy legítimos, objetivos,
razonables y hasta obvios que estos puedan ser, su respuesta
será la autoritaria e intolerante agresión descalificadora o, en
el mejor de los casos, el inconmovible silencio de los sordos
profundos.
También en el plano social y político que hace al devenir
del proceso de cambio, el libro de García es significativamente
revelador, al demostrar el rotundo e irreversible desencuentro
del Gobierno de Evo Morales con el proceso de cambio del que
emergió, resultante de su drástico desplazamiento ideológico
y político. Producto de la precipitación de los acontecimientos
históricos que lo constituyeron, de las grandes limitaciones
y distorsiones en la construcción del instrumento político, y
de la precariedad de los acuerdos y estructuras políticas que
articularon su extraordinariamente amplia y heterogénea base
social, el Gobierno de Evo Morales adoleció, desde su primer
momento, de profundas ambigüedades ideológicas, marcadas
indefiniciones programáticas y grandes vacíos políticos y
organizativos. Estas debilidades del Gobierno, en sus primeros
momentos, contrastaban con la fortaleza, amplitud y vitalidad
de su convocatoria electoral y su respaldo popular movilizado,

62
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

y, desde entonces, influyeron poderosamente para obstruir y


frustrar la adopción y realización de la plataforma histórico-
reivindicativa de la movilización popular desde la gestión
estatal.
Sin embargo, la fortaleza de la movilización popular, en
la que la emergencia del movimiento indígena y campesino
se articuló con los sectores populares urbanos detrás de una
plataforma de demandas anticolonial y antineoliberal, logró
no solo brindar sólido sustento social al gobierno elegido
desde la expectativa social del cambio revolucionario,
sino también contener y derrotar, definitivamente, la
contraofensiva regresiva de los sectores de poder afincados
en el movimiento regionalista cívico-empresarial, urgidos
por bloquear esa misma perspectiva transformadora. Fue en
aquel contexto que el Gobierno, por sobre sus ambigüedades
e indefiniciones, impulsado y presionado por la iniciativa
política y la movilización reivindicativa de los movimientos
sociales-populares, recogió las históricas demandas de estos
en un conjunto de acciones, concurrentes a la estratégica
proyección estatal de la victoria popular. Entre ellas, tuvieron
especial relieve transformador la viabilización de la Asamblea
Constituyente y la puesta en vigencia de la nueva CPE, la
instalación del proceso de reconducción comunitaria de la
Reforma Agraria con la inicial redistribución comunitaria
de la tierra, y la dictación formal de la nacionalización de los
hidrocarburos.
Las congénitas debilidades del Gobierno, en todo caso,
no dejaron de expresarse sensiblemente en los elementos
particulares con los que sus medidas transformadoras
menoscababan su propia finalidad fundamental y socialmente
demandada. Ilustrativas muestras de ello son la convocatoria a la
Asamblea Constituyente favoreciendo amplia y efectivamente
la obstrucción y el sabotaje del proceso constituyente por

63
La MAScarada del Poder

parte de las minorías conservadoras; la eliminación de


importantes contenidos de la nueva CPE elaborada por la
Asamblea Constituyente, surgidos de la auténtica voluntad
transformadora de las mayorías indígenas y populares allí
representadas, en un oscuro e ilegítimo conciliábulo con
la derecha parlamentaria; o la injustificada y perjudicial
retardación en la reapropiación de las empresas capitalizadas,
determinada por el Decreto de Nacionalización de los
hidrocarburos. Aun así, debilitadas desde los dispositivos de su
misma adopción y a la postre abandonadas, distorsionadas o
revertidas, estas medidas de gobierno, junto a otras conquistas
populares en otros ámbitos estatales, convergieron en torno
al proceso de construcción ampliamente participativa de la
nueva CPE, sobre el activo y creador mandato transformador
de las de las mayorías nacionales, y así constituido en la
realización central del proceso de cambio. Es pues este
conjunto de realizaciones estatales logradas por la histórica
emergencia social y política del movimiento indígenas y los
otros movimientos sociales-populares, el que determina la
substancia del proceso de cambio y, al mismo tiempo, señala
su perspectiva ideológica y programática de transformación
democrática y emancipatoria.
Pero mientras el pueblo en lucha, en las calles, los caminos
y las ánforas, lograba sus mayores victorias y abría con ellas el
proceso de cambio, oscura y silenciosamente, y al amparo de la
inconsecuencia y deslealtad del núcleo central del Gobierno,
los intereses y designios del poder tradicional, oligárquico y
transnacional, empezaban a retomar las posiciones perdidas
en el poder político. Así, temprana y subrepticiamente, se
iniciaba la recaptura del Gobierno Central por parte de sus
detentadores de siempre: las empresas transnacionales, la
oligarquía subsidiaria del capital extranjero y su variopinta y
común clientela política. En los primeros años del Gobierno

64
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

de Evo Morales, este proceso regresivo interno se desarrolló


lenta, difícil y casi imperceptiblemente a causa del contrapeso
ejercido por el ascenso popular. Pero en la medida en que sus
empeños paralizaban la gestión gubernamental y la desviaban
de su mandato social, lograba también frustrar la iniciativa
política popular, centrada en su adhesión al Gobierno, y
debilitar los vínculos de ella con los núcleos gobernantes. Con
ello, resquebrajaba el muro de contención que preservaba al
Gobierno de su plena retoma por sus antiguos ocupantes.
El holgado control de los poderes públicos y el
fortalecimiento de su convocatoria política, otorgados al
Gobierno por su relección en 2009, fueron asumidos por este, en
función de su esquivo y superficial compromiso con los sectores
subalternos de la sociedad y de su ya avanzado desplazamiento
ideológico-político, como la segura oportunidad de eliminar
la incidencia autónoma de los movimientos sociales populares
sobre la gestión pública central, y concentrar todo el poder en
un estrecho e inaccesible círculo. Para ese crucial propósito,
los siempre débiles vínculos con esos actores fueron disueltos
o desvirtuados para convertirse, invirtiendo su original sentido
democrático y destruyendo su legitimidad, en mecanismos
de subordinación clientelar de las organizaciones populares
al mando político gubernamental. De este modo, los grupos
tradicionales de poder vieron grandemente favorecida su
estrategia de cooptación y reocupación del poder político,
advirtiendo que, para su realización total, solo tendrían
que ceder algunos pequeños espacios y beneficios de su
tradicional usufructo de la administración estatal, a los nuevos
operadores políticos, ansiosos por sumárseles. Así, durante los
dos últimos años, la reconquista transnacional y oligárquica
del poder político ha adquirido el ritmo vertiginoso y la
amplitud y profundidad de alcances que, finalmente, la han
consumado a plenitud. Hoy, el Gobierno de Evo Morales

65
La MAScarada del Poder

insiste machaconamente en su pertenencia a los movimientos


sociales, delatando su definitivo abandono. Lo que le queda de
popular, revolucionario o indígena, es una cáscara simbólica y
discursiva que brinda su protectora y legitimadora cobertura a
la restructuración de los tradicionales intereses dominantes en
el centro mismo del poder político.
Muy en contra del desesperado alegato de García, son
los hechos, hoy significativamente más categóricos y evidentes
que cuando los denunciamos en nuestro Manifiesto hace
solo unos pocos meses, los que demuestran dramática y
concluyentemente esa defección. En efecto, la nueva CPE,
recién elaborada y aprobada por la esperanzada voluntad
de transformación revolucionaria de la gran mayoría de los
bolivianos, viene siendo violada e incumplida por el Gobierno
con sistemática y creciente reiteración, en favor de quienes
siempre redujeron la ley al sórdido servicio de sus intereses.
La construcción de la nueva y plural democracia, establecida
en la nueva CPE para dar forma y movimiento al Estado
Plurinacional, Comunitario y Autonómico, ha sido suplantada
desde el Gobierno por la imposición de un régimen autoritario,
excluyente, represivo y autocrático, despreciablemente parecido
a una monarquía absoluta, en el que la voluntad expresa o la
conveniencia implícita del gobernante supremo decide por
igual sobre los actos de los ministros de Estado, sobre las
decisiones de los legisladores, sobre la composición de la
alta magistratura, sobre los juicios que el Ministerio Público
precipita o retarda con inocultable parcialidad política, sobre
las brutales violaciones de los derechos humanos que comete
la policía reprimiendo las pacíficas manifestaciones de los más
humildes y, en fin, hasta sobre las secretarias que entran o salen
de las oficinas públicas.
La recuperación nacional de los recursos naturales
estratégicos, como los hidrocarburos, los minerales y los bosques

66
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

tropicales, se ha quedado aprisionada en la estéril formalidad


jurídica o, ni eso, en la mera farsa discursiva, y el capital
transnacional ejerce tanto poder y obtiene tanto beneficio de
los mismos, como los que tenía en tiempos neoliberales. La
reforma educativa descolonizadora, fundamental y decisiva
para el desarrollo liberador de las potencialidades humanas
de nuestra sociedad, igualmente congelada en su definición
jurídica, solo ha producido computadoras para los maestros y
una deficiente e inútil propuesta de diseño curricular.
Las importantes reservas internacionales netas generadas
por la extraordinaria elevación en los precios de las materias
primas que exportamos, han sido invertidas, casi en casi su
totalidad y durante todo el Gobierno de Evo Morales, en bancos
extranjeros y en bonos del tesoro de Estados Unidos, con el
argumento tan típicamente neoliberal como incongruente con
la realidad actual, ofrecido por García, de brindar seguridad
y liquidez, cuando los intereses que pagan esos depósitos en
la mayor parte de los casos no llegan al uno por ciento, y la
seguridad que ofrecen es la de una banca al borde de la quiebra.
Así, nuestras reservas internacionales sirven para mitigar la
crisis de la banca transnacional y de los Estados ricos, mientras
la construcción del modelo productivo comunitario, base
indispensable para la reorganización integradora, liberadora
y justa de la sociedad, está totalmente postergada a falta de
inversión pública y apoyo estatal. La redistribución comunitaria
de la tierra ilícita o improductivamente concentrada, y el
reconocimiento pleno y concreto de los derechos territoriales
indígenas han perdido impulso y efectividad frente al
manifiesto propósito oficialista de revertirlos en favor de la
mercantilización de la tierra, y al retorno de la corrupción y
la intransparencia de la administración agraria, que la devuelve
al oscuro servicio de los poderosos de siempre y de los viejos y
nuevos traficantes de tierras.

67
La MAScarada del Poder

Los principales beneficiarios de este definitivo


encausamiento de la gestión de Gobierno son, como bien
decimos en nuestro Manifiesto y es necesario ratificarlo, los que
se siempre estuvieron bien y ahora están mejor. En efecto, la
banca privada, sólidamente articulada a la banca transnacional,
tiene gigantescas ganancias jamás obtenidas a lo largo de
toda la historia y difícilmente parangonables en otros países,
producto del abuso usurero de la situación económica y de las
extraordinarias prerrogativas que le brindó la administración
neoliberal y que el “Gobierno de los movimientos sociales”
conserva con religioso rigor. Las transnacionales petroleras
controlan por lo menos el 85 por ciento de la producción de
hidrocarburos en el país, con holgado y unilateral dominio
de las reservas, y, sobre esa base, han impuesto plenamente su
estrategia e intereses sobre las políticas públicas del sector. Si
sus beneficios no son mayores, como lo serían con la brutal
elevación en el precio al que el Estado boliviano les compra el
petróleo, que el Gobierno les concedió mediante un gasolinazo
de proporciones mucho mayores a las que tenían los adoptados
con los gobiernos neoliberales, se debe exclusivamente a que
lo impidió la movilización popular.
Las transnacionales mineras siguen disfrutando del
ultraliberal Código de Minería que Sánchez de Lozada
confeccionó a la medida de sus intereses personales y los de su
gremio empresarial,y a ello se debe que de las extraordinariamente
grandes ganancias que les deja la exportación de minerales a los
elevados precios internacionales de los últimos años, el Estado
boliviano tenga bajísimas participaciones. Algo parecido
sucede con las empresas madereras que, al amparo de la ley
forestal del mismo Sánchez de Lozada, detentan alrededor de
cinco millones de hectáreas de bosques tropicales, y que bajo
decretos supremos escandalosamente ilegales, contrarios a la
propia ley de Sánchez de Lozada y mantenidos vigentes por

68
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

este Gobierno, pagan por ello miserables tributos simbólicos,


lo que les permite retener especulativamente sus concesiones y
dedicarse más bien a rescatar la madera extraída de otras áreas,
frecuentemente sin control ni legalidad.
También en otros rubros les va muy bien a las
transnacionales a costa del país, como lo demuestra la
constructora brasileña OAS con la plena continuidad que ha
venido dando al aprovechamiento doloso de contratos delictivos
para construir carreteras con sobreprecio, en substitución
de sus compatriotas Andrade Gutiérrez y Queiros Galvao,
favorecidas en este negocio por los anteriores gobiernos.
La propia burguesía agro-exportadora de Santa Cruz, no
obstante la radicalidad y violencia con la que confrontó el
proceso de reconducción comunitaria de la Reforma Agraria
en sus primeros años, ha logrado concesiones tan importantes
e inéditas de parte del Gobierno, como la legalización de la
producción y comercialización de transgénicos que el propio
Banzer, el más orgánico de sus representantes en el poder, solo
les admitió con la precariedad de un Decreto Supremo. En
cuanto al narcotráfico y al masivo “blanqueo” de sus utilidades
por vía del contrabando, su innegable dinamismo y expansión,
incluyendo el encumbramiento de uno de los suyos en el
mando de la misma inteligencia antinarcóticos del Estado,
hacen recordar los tiempos en que campeaba Roberto Suarez
bajo la protección de Arce Gómez.
Por todo lo anterior, la recurrente apelación a la
contradicción con la derecha en el discurso oficialista es
completamente hueca, engañosa e hipócrita. La confrontación
entre el Gobierno del MAS y la derecha tradicional se ha
reducido, en lo fundamental, a la disputa por representar y
gestionar los mismos intereses y el mismo proyecto estatal,
accediendo al mismo disfrute prebendal del poder político. Así,
el Gobierno persiste en aplastar a los sectores más connotados

69
La MAScarada del Poder

y representativos de la derecha tradicional, como son los casos


de los exprefectos y de las tradicionales cúpulas nacionales,
valiéndose principalmente de las cuentas pendientes que
efectivamente tienen con la justicia. No obstante, no es
casual ni políticamente irrelevante que, al mismo tiempo,
haya reclutado a un amplio espectro de otros sectores de la
misma derecha tradicional, que van desde los movimientistas
del Beni, hasta los más agresivos y delincuenciales grupos de
choque de la ultraderecha cruceña, pasando por varios otros
cuadros recién salidos de PODEMOS o NFR.
Pero si aún puede observarse la acometida del Gobierno
contra las cúpulas de la tradicional derecha política, su
relación con los actores que suelen denominarse derecha
económica, y que no son sino los directos detentadores del
poder que concentra las decisiones y la riqueza, difícilmente
podrían ser mejores. En efecto, la Cámara de Hidrocarburos
y su diversa vocería encubierta en el análisis tecnocrático,
son cada vez más conceptuosos con la gestión de Gobierno
y han defendido con obvia resolución y esfuerzo las medidas
que los benefician, como el gasolinazo o la creciente entrega
de los principales campos hidrocarburíferos a su dominio.
Los organismos financieros multilaterales, que en el mismo
discurso gubernamental fueron señalados como la concentrada
expresión del imperialismo, son cada vez más colaborativos
con el Gobierno y, con creciente frecuencia, congratulan y
destacan los éxitos de sus políticas sociales y económicas. Los
mismos gremios agroempresariales han devenido, frente al
Gobierno, a pendular entre el silencio y el agasajo.
En verdad, actualmente existen dos derechas en
Bolivia: una tradicional, sujeto de la democracia pactada y
administradora del neoliberal ajuste estructural, cuya definitiva
derrota la ha dejado en un irrelevante rol testimonial, y la
otra, crecientemente nutrida de la primera, que es la que

70
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

gobierna bajo el manto discursivo de la reivindicación étnica


y la revolución democrática y cultural, en función del mismo
proyecto histórico capitalista, colonial y oligárquico. Es
probable que si hay algo que amargue y mortifique a Sánchez
de Lozada, Tuto Quiroga o Paz Zamora, sea comprobar cómo
el Gobierno de Evo Morales es más efectivo que los suyos
para proteger y promover los intereses que ellos se consagraron
a servir con la abnegada lealtad, claridad doctrinal y calidad
técnica de las que aquel carece, y por cuya defensa fueron
defenestrados y sustituidos por el mismo advenedizo.
En contrapartida, corresponde también ratificar nuestro
Manifiesto respecto a los escasos y dudosos beneficios que la
gestión de Gobierno de Evo Morales ha deparado a la calidad
de vida de la inmensa mayoría de los bolivianos, desde siempre
sometidos a la pobreza y la exclusión. Cabe mencionar,
primero, la otorgación de la propiedad comunitaria de la
tierra a varios pueblos indígenas y comunidades campesinas,
lo que, no obstante su fundamental e integral importancia
para sustentar de forma autónoma y sostenida el bienestar
y el empoderamiento comunitario, al carecer del necesario
complemento de la inversión pública y el apoyo estatal para
la satisfactoria producción comunitaria, no ha logrado incidir
significativamente en las condiciones materiales de vida de las
comunidades y familias destinatarias.
Por otra parte, están también los bonos y la ampliación de
las obras de infraestructura de interés social. Sin embargo, el
beneficio que reportan estas acciones a los sectores socialmente
más desfavorecidos dista mucho de mejorar substancialmente
su calidad de vida o sacarlos de la severa pobreza en la que
viven. Al mismo tiempo, carecen de significación en la
transformación de las estructuras sociales y económicas
que determinan la pobreza y exclusión de la mayoría de la
sociedad. Sin ser negativas por definición, son acciones que

71
La MAScarada del Poder

cabe esperarse y recibirse del común de las políticas públicas


neoliberales, como que ya se las obtuvo, en alguna medida,
de los gobiernos anteriores que se explayaban tanto en
ejecutarlas y publicitarlas como el actual. En ningún caso
podrían ser reconocidas como la obra principal de un proceso
revolucionario.
Pero los mezquinos y frustrantes beneficios en las
condiciones materiales de vida de los sectores sociales
mayoritarios, no son el mayor daño que la gestión de
Gobierno de Evo Morales les ha causado. Sí lo es, en cambio,
la dilapidación del conjunto de extraordinarias oportunidades
históricas para la transformación profunda e integral de
la sociedad y el Estado bolivianos, constituyendo al mismo
tiempo la total defraudación del histórico mandato recibido
del pueblo boliviano. En efecto, en este periodo histórico, la
concurrencia convergente de varios factores internos y externos
a la vida nacional ha otorgado al Gobierno de Evo Morales
múltiples y excepcionales disponibilidades de orden social,
económico y político para la transformación revolucionaria
del país.
Para empezar, el advenimiento de la mayor crisis mundial
del capitalismo ha debilitado la presencia y poderío de sus
más caracterizadas instituciones y aparatos de dominación, y
está impulsando crecientemente a la sociedad, en el mundo
entero, a cuestionarlo profundamente y a buscar alternativas
que lo superen. Como correlato interno en Bolivia, el modelo
neoliberal ha fracasado estrepitosamente y ha arrastrado, en
su agotamiento y liquidación, a gran parte de las antiguas
estructuras socio-políticas que sustentaron el poder oligárquico
colonial. Frente a todo ello, la gran mayoría de la sociedad
boliviana, con una amplitud nunca vista en la historia, se
organizó, movilizó y luchó demandando la construcción
de un país distinto, que supere definitivamente no solo el

72
La reveladora furia de García y el proceso de cambio

fracasado neoliberalismo del presente, sino también el largo


pasado de colonialismo interno, dependencia y apropiación
oligárquica del poder político. En esa esperanza, la sociedad
boliviana tuvo la ventaja de converger, en distinta forma y
medida, con las iniciativas y búsquedas de varios gobiernos
y muchas instancias de la sociedad civil en todo el mundo.
Por último, pese a la crisis capitalista, el vigoroso y sostenido
crecimiento de las economías emergentes ha determinado una
extraordinaria elevación en los precios internacionales de las
materias primas, incluyendo las que exportamos, lo que, a su
vez, le ha proporcionado al Estado boliviano ingresos también
extraordinarios y la consiguiente capacidad de inversión
pública soberana que no tuvo en muchísimo tiempo.
Pero todas estas extraordinarias disponibilidades para
cumplir su mandato de transformación del país, han sido
desaprovechadas por el Gobierno de Evo Morales, y hoy,
en varios casos, están significativamente disminuidas o
definitivamente perdidas. No queda aquí el daño a los intereses
y expectativas de las mayorías nacionales causado por el
Gobierno. Un daño aún mayor es la instrumentación simbólica
y discursiva del proceso de cambio, de sus sujetos sociales, de su
convocatoria y de la incontrovertible justeza de sus finalidades,
para terminar legitimando y encubriendo la restructuración
y avance del poder transnacional y oligárquico. No otra cosa
significa proclamar una falsa nacionalización para proteger a las
transnacionales de la verdadera, reformar el sistema de justicia
para perpetuar su corrupción, su mediocridad y su abyecta
servidumbre al poder político, e introducir la intermediación
de rostros y nombres indígenas para la continuidad del viejo
usufructo del poder. No otra cosa significa, en fin, convertir al
proceso de cambio en el manto redentor y consagratorio de
los que, habiendo siempre usufructuado del Estado boliviano
y sus revoluciones, usufructúan también ahora de las más caras

73
La MAScarada del Poder

esperanzas de los pobres y humildes, con el solo precio de


sumar a su eterno festín, algunos pocos comensales, quizá de
atuendo nativo y apellido indígena para que la “sublevación de
la plebe” esté con ellos.
Pero volviendo a García, y ya para concluir, está claro que
él no es, ni mucho menos, el autor principal de la consumada
defección ética, ideológica y política del Gobierno de Evo
Morales. García es solo una prescindible pieza de segunda
línea en el aparato político de la reconquista oligárquico-
transnacional, un servidor de Evo Morales consciente y hasta
orgulloso de su obsecuencia, que actúa con la descontrolada
agresividad de quien se sabe irremediablemente perdido y sin
camino de retorno.
Corresponde terminar reafirmando la convocatoria
de nuestro Manifiesto a recuperar, reconducir y relanzar el
proceso de cambio abierto por la heroica lucha del pueblo
boliviano, en tanto sus realizaciones y conquistas contienen y
proyectan la perspectiva de construir, entre todos, un país libre,
con un Estado integralmente democrático y una sociedad
entrañablemente integrada por la solidaridad comunitaria.
Solo pueden hacerlo quienes lo gestaron y conquistaron: los
movimientos sociales-populares en su amplia y enriquecedora
diversidad, y lo harán sin el Gobierno de Evo Morales y aun
contra él, desde los espacios de su inexpugnable organización
social, con la rebeldía de su autónoma iniciativa política, sobre
la memoria de sus luchas históricas, y bajo la esperanza de la
emancipación total y definitiva.

74
Palabras contra el olvido, el desprecio y la soberbia de los
patrones, partidos y caudillos
Oscar Olivera Foronda

Recuerdo que en 1964, a fines de octubre, me invadió la


tristeza, el miedo, la impotencia y la bronca. Una bala perdida
disparada por un soldado durante el golpe militar de ese año
había matado a mi mejor amigo de infancia, a mi hermano, a
mi compañero, a Carlos.
Carlos estaba entrando a su casa, pisaba la grada de la
puerta de calle y cayó muerto. Tenía 9 años. No podía entender
por qué mi mejor amigo tuvo que morir siendo tan niño.
El año 2000, en abril, en esa misma calle, casi en la misma
puerta, y después de más de 25 años, moría otro joven en la
Guerra del Agua. Me invadieron los mismos sentimientos, las
mismas preguntas.
En abril del 2001, en una marcha hacia La Paz, fuimos
intervenidos por tanques y helicópteros del Ejército. Éramos
más de dos mil compañeros y compañeras. Dispersados en
las montañas del altiplano aymara, perdidos, hambrientos,
sedientos y cansados, y en medio de la noche, nos preguntamos:
¿Qué hemos hecho para estar así, perseguidos, condenados,
buscados?
En octubre de 2003 lloramos de alegría cuando vimos
partir, en veloz y cobarde fuga, el avión en el que se encontraba
Gonzalo Sánchez de Lozada, el cínico vende-Patria.
En junio y julio del 2005 vimos desmoronarse el poder
popular construido a partir de las jornadas del año 2000,
cuando el Congreso dispuso adelantar las elecciones generales
para ese fin de año, ante la práctica desaparición de los partidos
políticos. Buscaban llevarnos al juego de la democracia
representativa, privilegiada y demagógica, luego de haber
ejercitado una democracia participativa y asambleística, en las

75
La MAScarada del Poder

calles, los caminos, las comunidades y las plazas.


En enero de 2006 me volvieron estos y muchos otros
recuerdos de temores, tristezas, frustraciones y enojos. Es
que fui presa del temor de que los compañeros que habíamos
empujado para que transformen nuestras vidas desde esa
estructura estatal heredada, para desmontarla y transferir el
poder a las comunidades de la ciudad y el campo, a través del
fortalecimiento organizacional e ideológico, no iban a cumplir
con estas tareas.
Dije públicamente en ese momento que no sentía alegría
alguna porque Evo Morales haya ganado las elecciones. Estaba
preocupado —declaré— porque los defectos y debilidades
de las personas que habían asumido la responsabilidad de
empujar “desde arriba” un real proceso de cambio, terminen
imponiéndose convirtiendo a esas personas en catalizadores del
continuismo, en nuevos protagonistas de las viejas estructuras
estatales racistas, coloniales, corruptas, sordas, ciegas y de
absoluta subordinación a los intereses de los nuevos amos del
mundo, de los nuevos reyes y reinas, de los grandes consorcios
de transnacionales que desde los años 70 han establecido
políticas de saqueo, de despojo, de genocidio y de etnocidio en
contra de nuestros pueblos y nuestra Madre, la Pachamama.

I. Lo que la gente había demandado en el año 2000

La gente del campo y la ciudad va construyendo, desde


abajo, colectiva y laboriosamente, eso que llamamos “tejido
social”. Ese tejido social se va reconfigurando como cuando se
arroja una pequeña piedra a la superficie de un espejo de agua:
las ondas que producen ese encuentro entre la piedrita y el
agua no son verticales, no son caóticas, no son conflictivas, son
más bien horizontales, tranquilas, armoniosas y cada vez más
grandes y vigorosas. Así entendí —así entiendo— los procesos

76
Palabras contra el olvido

de resistencia, deliberación, decisión y lucha de nuestros


pueblos, de la gente sencilla y trabajadora del campo y la ciudad,
de los ancianos y ancianas, de los hombres y mujeres, de los
jóvenes y jóvenes (como dice el “Sup”), de los niños y niñas de
nuestras tierras, donde lo que une es la indignación, el sentirse
ninguneado, ignorado, despreciado, es decir, “inexistentes” para
las élites económicas y políticas en todas partes del mundo.
Por eso la gente, en la Guerra del Agua y en la Guerra
del Gas, empezó —como dicen los hermanos y hermanas
zapatistas del EZLN— a hacer andar la palabra, para que esta
solo se detenga para escuchar a la tierra, a las piedras, a los ríos
y mares, a los árboles, a la selva y a las montañas, a las nubes
y los pájaros, y a la gente; para que la gente siga caminando,
porque lo que más temen los poderosos son las palabras, las
que vienen de la multitud, de la tierra, del infierno en que se
han convertido sus vidas.
En la Guerra del Agua y en la Guerra del Gas
demandamos una nueva vida, sin política partidaria como
sinónimo de olvido y desprecio, sin esa economía de muerte,
de despojo, de saqueo, de exterminio y de corrupción. Por eso
expulsamos a la transnacional estadounidense Bechtel; por eso
expulsamos a Gonzalo Sánchez de Lozada; por eso pusimos
en la estructura estatal a Morales y García, para cambiar, para
transformar nuestras vidas y vivir en armonía con la naturaleza,
con nuestra Madre la Tierra, porque somos sus hijos y sus hijas.
Por eso pusimos nuestros cuerpos a las balas y a los gases en las
barricadas; por eso pusimos nuestras broncas y nuestros gritos
al viento, para decir que existimos y que no íbamos a permitir
que el olvido se imponga a nuestra memoria histórica, a la
dignidad.
Había, en ese tiempo, pese a nuestros temores y
preocupaciones, esperanza, alegría, entusiasmo y energía.

77
La MAScarada del Poder

II. La re-partidización de la política y el temor al poder popular

Las demandas de la gente se hicieron más fuertes


en las luchas por la Asamblea Constituyente. Eran voces
que amplificaban, como un eco poderoso, las voces de las
jornadas victoriosas de abril y septiembre de 2000, durante
los levantamientos indígenas de quechuas y aymaras. Eran
también las voces de los y las indígenas de las tierras bajas,
los mismos que protagonizaron la reciente VIII Marcha en
defensa y preservación del Territorio Indígena y Parque
Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS), en agosto-octubre de este
año 2011.
En términos simples, esas demandas nos decían: no más
partidos; horizontalización del poder; democracia comunitaria
y participativa; decisión de las organizaciones sociales en una
nueva estructura social y económica. Se trataba de construir,
entre todos y todas,una nueva forma de convivencia social basada
en los principios ancestrales de nuestros padres y abuelos, de
nuestras madres y abuelas: reciprocidad, complementariedad,
respeto, solidaridad, generosidad y, por supuesto —como parte
de la naturaleza que somos—, convivencia armónica con la
que nos dio, nos da y nos dará la vida, la Pachamama.
Recuerdo que a fines de mayo del 2005, las organizaciones
sociales, todavía vigorosas, autónomas, solidarias y horizontales
—porque nos veíamos como iguales—, elaboramos una
propuesta de ley para que sea sancionada y promulgada por
el gobierno derechista de entonces. Teníamos la fuerza que
necesitábamos, pero Morales y los masistas nos dijeron:
“Hermanos, vamos a elaborar, aprobar y promulgar una ley
menor, porque vamos a tener una mayoría parlamentaria”. Y
les creímos.
Con el MAS, Morales y García en el gobierno, sin
embargo, la cosa no fue así. La derecha, travestida de

78
Palabras contra el olvido

“izquierda”, se envalentonó: Álvaro García Linera, el llulla


(mentiroso en quechua), empezó a sacar las uñas y la lengua
para destruir todo aquello que nosotros habíamos construido:
un tejido social vigoroso, fuerte, unido, digno, autónomo y anti-
partido. Tan evidente es la conversión del llulla García apenas
convertido en Vicepresidente, que no puedo olvidar que fue
con su ayuda que construimos aquella Tesis Fabril nacida en
el congreso de obreras y obreros en Oruro, el año 2000, cuando
planteamos aquellas palabras que hoy recorren el mundo:
“Ni nacionalización, ni Estatización, ni Privatización:
¡¡Autogestión!!”
La Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente
fue también parte de ese proceso de simulaciones y mentiras.
Acordada entre cuatro paredes, entre cuatro individuos (los
jefes de los partidos políticos de ese entonces) y a espaldas
de la gente, esta ley devolvía la representación ciudadana,
la intermediación política, a los partidos; la posibilidad de
constituir las denominadas “agrupaciones ciudadanas”, como
sustitutas de los partidos, tenía mucho más requisitos que para
constituir una tradicional organización partidaria.
Resultó entonces que la elección de los asambleístas fue a
dedo, determinada por los “jefes” de los partidos; se infiltraron
muchos “derechistas” en las listas del oficialismo y varios temas
importantes, como el tema laboral, fueron ignorados. Al final,
quiénes decidieron el contenido de la nueva Constitución
fueron los mismos actores que aprobaron la ley de convocatoria.
Lo extraño, ilegítimo e “ilegal” (desde la perspectiva de las
leyes neoliberales), es que no era la Asamblea Constituyente la
que debía aprobar el texto final de la nueva Constitución. Pero
además, el texto fue cambiado por los “jefes” y promulgado
por el Congreso Nacional, sustituyendo a la Asamblea al
convertirse en un “Congreso Constituyente” que certificó y
“legalizó” lo que los jefes de los partidos y García ya habían

79
La MAScarada del Poder

decidido. A pesar de ello, alrededor de esta Asamblea se


estableció un gran entusiasmo en varios sectores sociales para
aportar de manera participativa en la elaboración de la nueva
Constitución Política del Estado (CPE).
Desde mi perspectiva, si bien la nueva Constitución
tiene un sinfín de limitaciones y contradicciones que se están
haciendo cada vez más visibles ahora, durante su aplicación,
ese texto tiene la virtud de constitucionalizar —en el papel—
varios convenios y acuerdos internacionales que abren la
posibilidad de construir espacios institucionales nuevos, como
el control social o los emprendimientos autogestionarios. Estoy
convencido, igualmente, de que esos convenios y acuerdos
internacionales incorporados en la nueva CPE, aquellos
referidos a los derechos de los pueblos indígenas, pueden ser
útiles para recuperar la autonomía y el auto gobierno indígenas
como en el caso de los y las hermanos del TIPNIS.
Hoy, sin embargo, no solo esos acuerdos y convenios
internacionales, sino la propia CPE, son desconocidos y
pisoteados por el actual Gobierno. Es el caso del Convenio
169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
referido a la consulta previa a los pueblos indígenas.
En otro ámbito, pero también relacionado con la distorsión
de los contenidos de la nueva Constitución a partir de su lectura
con ideologías y prácticas neoliberales que han hecho carne
en algunas comunidades y barrios populares, advertimos que
términos como “usufructo”, “prioridad” o “aprovechamiento”
de los recursos naturales, han generado duras y peligrosas
confrontaciones entre las comunidades y la ciudad, y entre
las propias comunidades, por el “disfrute” y “explotación” de
los recursos o bienes comunes como el agua, los minerales,
los hidrocarburos y la biodiversidad, mercantilizando así las
relaciones entre las comunidades y la Madre Tierra.
Esto último tiene que ver, además, con la grave y

80
Palabras contra el olvido

vergonzosa contradicción entre el discurso y la acción del


Gobierno y, en particular, los de Morales: defensores de los
derechos de la Madre Tierra ante el mundo, entreguistas y
mercantilistas de la Pachamama en la práctica cotidiana de
su gestión de Gobierno, en la relación que establecen con las
transnacionales afincadas en el país y en las prebendas que les
ofrecen a sus correligionarios.
En síntesis, la nueva Constitución no tuvo una efectiva
participación de la gente, no se tomó en cuenta lo que pudo
haberse colocado como contenido; no aprobaron el texto
final los Asambleístas, sino que la definieron los jefes de los
partidos a través de esa especia de “collage” que hicieron para
contentar a todos los sectores sociales y partidarios; la nueva
CPE es una “bomba de tiempo” situada debajo de la silla de
Morales, como ya se está viendo en los conflictos que tienen
que ver con la construcción de mega-proyectos de energía,
camineros, mineros o petroleros que entran en franca colisión
con las comunidades y poblaciones de las regiones en las que
se pretende llevarlos a cabo.
Como decía un poblador de la zona Sud de Cochabamba,
un hermano que ya vivió 40 años como inquilino, que no tiene
casa, agua ni una posta sanitaria: “La Constitución es un librito
chiquito y muy bonito que nos han entregado, pero creo que
no sirve para nada, porque nada se cumple”.

III. La economía como forma de dominación y subordinación

Es inevitable referirnos nuevamente a la Guerra del Agua


y a la Guerra del Gas porque fue allí donde la gente demandaba
una economía distinta, no de mercantilización, de saqueo y de
despojo, ni de expulsión de las comunidades por el deterioro de
sus territorios; allí la gente demandaba una economía donde
la producción comunitaria y los emprendimientos urbanos,

81
La MAScarada del Poder

basados en la autonomía de gestión y fuera de la normatividad


mercantilista y sancionadora a los pequeños productores, nos
permita superar la condena de la sobrevivencia.
Se trataba de remontar, en el campo de la economía,
el viejo modelo de dominación del capital extranjero y la
subordinación de “nuestro desarrollo” a los intereses de las
empresas transnacionales y de gobiernos como el del Brasil.
Se trataba de construir una economía basada en el respeto
a las leyes laborales, a los trabajadores y trabajadores de la
producción industrial en general y a los funcionarios públicos;
una economía donde se eliminen las condiciones de fraude
laboral impuestas durante el neoliberalismo desde 1985. Eso
queríamos, eso demandamos, eso les dijimos a los actuales
detentadores del poder y del Gobierno, y no lo hicieron.
La primera muestra del rumbo que iba a tomar la
economía en la actual gestión de Gobierno se vio claramente
en la actitud que asumió el dúo García Linera-Arce Catacora
(ministro de Economía de Morales, muy ligado a altos cargos
en los gobiernos de la derecha boliviana) en el caso de la crisis
del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), en marzo de 2006.
Más de 2.500 trabajadores y trabajadoras del LAB
tomaron los aeropuertos reclamando un apoyo estatal para el
manejo de la empresa por parte de ellos mismos, de esa empresa
que fue saqueada por empresarios brasileños y bolivianos bajo
la protección del neoliberalismo. En aquel entonces, y a solo
semanas de haberse instalado como Gobierno, García y Arce
sacaron a la Policía y al Ejército para reprimir a los trabajadores
del LAB, a los obreros fabriles y los guerreros del agua que
habíamos decidido apoyar esa palabra clave para cambiar la
sociedad: ¡¡AUTOGESTION!!
Los citados funcionarios de Gobierno nos dijeron que no
podían hacerse cargo de impulsar un proyecto para gestionar
la corrupción y que habían decido involucrarse allí donde

82
Palabras contra el olvido

había dinero, inversión, utilidad, ganancia. Los trabajadores y


trabajadoras, en el caso del LAB, solo reclamábamos justicia
social, reclamábamos que la crisis de las empresas manejadas
corruptamente por los ricos ya no debía descargarse, como
siempre, sobre las espaldas de los trabajadores y trabajadoras.
El nuevo Gobierno nos demostró, en esos hechos y
con esas palabras, y con la creación de una nueva línea aérea
paralela y el fortalecimiento de las empresas privadas existentes
a través de nuevos contratos de servicio, que no tuvo ni tiene la
voluntad para generar un nuevo tipo de economía social.
La mayoría de las 2.500 familias de los trabajadores y
trabajadoras del LAB hoy están precarizadas, han perdido casi
todas sus pertenencias para sobrevivir, jamás les fueron pagaron
sus beneficios sociales porque los empresarios jamás aportaron
a los fondos de la seguridad social; varios se suicidaron y hoy
constituyen un grueso sector social desalentado por las promesas
de la campaña del MAS del 2005, cuando prometieron salvar
la empresa.
Esa fue, a nuestro juicio, la primera muestra de lo que iba a
significar luego la política económica del actual Gobierno con
la continuidad de la presencia de las empresas transnacionales
de petróleo y minería, y jugosas indemnizaciones a las
transnacionales como la Suez (más de 20 millones de dólares),
que fue echada por el pueblo de El Alto el año 2005.
El 2006, la denominada “nacionalización” de los
hidrocarburos —que no fue tal y más bien una propaganda que
un hecho real—, si bien establece una relación más justa con
el capital transnacional en cuanto a la renta petrolera, jamás se
nacionalizó nada. La empresa estatal es solo un logotipo, las
petroleras siguen definiendo las políticas hidrocarburíferas sin
industrialización, contraviniendo la Agenda de Octubre fijada
por el pueblo boliviano, en general, y por el pueblo alteño, en
particular.

83
La MAScarada del Poder

La gran minería, como la establecida en la mina San


Cristóbal, de propiedad y operada por la japonesa Sumitomo,
consume diariamente el equivalente al agua que consumen todos
los habitantes de Cochabamba en un día. Esto ha ocasionado
el desplazamiento de comunidades indígenas y campesinas,
la desaparición de plantas y bofedales y fuentes de agua; los
animales se han ido o han muerto por la contaminación y el
ruido producido por las dinamitas. Esta mina es la más grande
a cielo abierto del mundo y su materia prima se agotará en
pocos años más; es una planta impenetrable para los defensores
de los derechos laborales y medioambientales. Morales visitó
la mina, felicitó a los inversionistas por su tecnología y por
su inversión de alrededor de 1.000 millones de dólares que
genera la producción al año y que apenas deja 60 millones
en impuestos. El Gobierno jamás escuchó las demandas de
los campesinos, les dijo que eran “malos hermanos” porque se
oponían al “desarrollo”.
Son numerosos los pueblos que hoy sufren las
consecuencias de la contaminación de la actividad minera,
pueblos y comunidades pequeñas cuyas voces han sido acalladas
y sus reclamos extraviados en la burocracia estatal, muchas
veces comprometida con esos intereses. Vitichi en Potosí, las
comunidades de los ríos Pilcomayo en Chuquisaca, Tarija y
Potosí, el río Desaguadero en Oruro y el lago Titicaca en La
Paz, son ejemplos concretos de los estragos de la continuidad
del modelo extractivista neoliberal y depredador.
Sobre el tema de la seguridad alimentaria del que tanto
habla Morales en su Ley de Revolución Productiva, solo
podemos decir que de acuerdo a varios documentos publicados
por organizaciones que trabajan estos temas, hoy se importa
un 60 por ciento más en alimentos que hace cinco años.
Sumado a esto está el negocio del cambio en el uso
del suelo promovido desde las esferas institucionales en

84
Palabras contra el olvido

los municipios, gobernaciones y las direcciones sindicales


campesinas ligadas al Gobierno. Se busca urbanizar las tierras
agrícolas, las de pastoreo y las tierras comunitarias de recarga
hídrica poniendo en serio riesgo la seguridad alimentaria en
Bolivia y, en particular, en Cochabamba.

IV. La Guerra del Agua fue la que parió a este Gobierno

Si la Guerra del Agua habría tenido otro desenlace, creo


que no habría habido Gobierno de Morales y García. Si bien
la participación de estos personajes en esa lucha fue periférica
—uno gozando de su inmunidad como parlamentario y el otro
como investigador que quería saber lo que pasaba luego de
salir de la cárcel—, esta rebelión popular les sirvió a ambos
para ampliar su discurso y acción a las ciudades a través de la
Coordinadora del Agua y de la Vida, instancia autoorganizada
y autónoma de la gente del campo y la ciudad que resistió y
revirtió la privatización del agua en Cochabamba.
Hoy el agua no figura en la agenda estatal, se encuentra
en los discursos, pero en la práctica no existe. El Ministerio
del Agua, que fue creado en enero de 2006 por la presión de
las organizaciones sociales, es hoy en día propiedad de un
minúsculo grupo de gente absolutamente inoperante e incapaz.
Las empresas públicas de agua potable y alcantarillado
han sido abandonadas a su suerte y su gestión es ineficiente y
corrupta. Estas empresas han sido copadas por los “militantes”
del “proceso de cambio”, los mismos que ayer estuvieron en
contra de la lucha por el agua y hoy dirigen estas empresas
hundiéndolas aún más que antes de la Guerra del Agua.
En el año 2000 la gente no luchó para que el agua se
reconozca como “derecho humano”. Esta es una retórica linda
en el papel y para consumo del Norte, pero va en contra de
la concepción de que el agua es la sangre de la Madre Tierra,

85
La MAScarada del Poder

de que el agua es un ser vivo y es un regalo generoso de la


Pachamama para todos los seres vivos, como la propia tierra,
las montañas, las plantas, los animales. Nadie tiene derecho,
desde una perspectiva homocentrista, a tener prioridad sobre
el agua.
Los ríos, los lagos como el Titicaca, los pozos de agua
en las ciudades, los nevados de nuestras montañas y nuestros
hilos de agua se están contaminando, están desapareciendo por
el denominado cambio climático, por el modelo de desarrollo
extractivista ejecutado por este Gobierno y por la actividad
impune y criminal del narcotráfico.
Los Derechos de la Madre Tierra funcionan para el
discurso a nivel internacional, pero todo queda en la retórica
cuando se trata de venderla para embolsillarse mucha plata. El
dinero, antes que garantizar la reproducción de la vida, es la
verdadera “política” de los actuales funcionarios de Gobierno.
Ya sabremos muy pronto cuántos nuevos ricos se han creado
en este “proceso de cambio” con la violación a la Pachamama.
El agua se usa como propaganda gubernamental y muchas
veces electoral. Se ha creado un programa a nivel nacional
llamado “Mi Agua” desde el que se entregan 300 mil dólares
a cada municipio para supuestamente construir sistemas de
agua potable y de riego. No hay fiscalización ni participación
social en este programa.
En cuanto a los recursos propios que el Estado destina a la
atención de las necesidades de agua y saneamiento, el porcentaje
asignado apenas alcanza a poco más del uno por ciento del
presupuesto total, es decir, NADA. Más del 80 por ciento
del presupuesto en temas de agua viene de la “cooperación”
internacional, es decir, seguimos siendo una colonia en este tema,
supeditados, subordinados a las políticas de esa “cooperación”.
Y es esa “cooperación” la que ha decidido la desaparición
de los comités, asociaciones y cooperativas de agua y riego en

86
Palabras contra el olvido

el campo y la ciudad. Estas instituciones están realizando un


“inventario” de todos estos sistemas autónomos, construidos y
constituidos por gente común que ha desarrollado y recuperado
una gestión comunitaria, andina y participativa del agua. Estos
sistemas constituyen un poder popular real, eficiente, solidario,
recíproco, horizontal, organizado y movilizado, y es por eso
que el actual Gobierno busca su desaparición, porque quiere
todo el poder y el control. Por eso mismo se han establecido
mecanismos para expropiar las fuentes, las redes y la gestión
del agua, como cuando estuvo la Bechtel, bajo el pretexto de
la creación de las empresas metropolitanas que no son otra
cosa que negocio de alcaldes y concejales. Con esto buscan
expropiar y desmontar no solo la sabiduría y la gestión popular
y comunitaria, sino, ante todo, el poder que está en manos de
los de abajo, al que le temen los caudillos, los partidos y los
patrones.

V. El mundo del trabajo: injusto, despreciado y cooptado

Con el famoso Decreto Supremo 21060, del 29 de agosto


de 1985, ese que establecía la libre contratación y el libre
despido de las y los trabajadores por parte de los patrones,
sean estos del Estado o del sector privado, comenzó la historia
reciente del desprecio y la injusticia en el mundo del trabajo.
A mediados de los años 90, en una medida de impacto
parecido, se intentó cambiar la Ley del Trabajo. Obreros y
obreras de las fábricas resistimos esa pretensión del Gobierno
de entonces y frenamos ese viejo deseo patronal, porque
sabíamos que si bien la ley no se cumplía, la teníamos escrita
para defendernos y para luchar por nuestros derechos.
Hoy, los trabajadores y trabajadoras estamos peor que en
aquella época. Este Gobierno tuvo la osadía de querer cambiar
la normativa laboral sin consenso a através del llamado Código

87
La MAScarada del Poder

del Trabajo, estableciendo, entre otras cosas, la división de los


trabajadores del sector público y del sector privado, a fines del
2009, luego de la aprobación de la nueva CPE que determina,
claramente, la prohibición de cualquier tipo de discriminación
en el trabajo.
Este proyecto de Código del Trabajo,además,criminalizaba
el derecho a la huelga, establecía en dos tercios el quórum para
aprobar temas en las asambleas de los sindicatos y condenaba
a pena corporal a los dirigentes o trabajadores que impidieran
romper la huelga en nombre de otros trabajadores.
El Gobierno de Morales y García, como se ve, no solo ha
intentado imponer normas fascistas en el mundo del trabajo
que logramos parar, hasta hoy, sino que insiste en promover
contenidos discriminatorios, criminalizadores y autoritarios,
favorables al capital, en una nueva ley. Pero además, el actual
Gobierno ha ido tomando medidas muy sutiles y por otros
canales para poner en vigencia medidas neoliberales y anti-
obreras como las siguientes:

• Se ha obligado a los trabajadores públicos a mudar a un


régimen creado por los gobiernos neoliberales en el que
pierden todos sus derechos laborales, a título de que los
funcionarios públicos son “soldados de la Revolución”.
• Esto ha significado que hoy, más del 80 por ciento de los
funcionarios públicos se encuentren en condiciones de
fraude laboral, es decir, totalmente desprotegidos de sus
derechos laborales y sociales.
• Los trabajadores y trabajadoras contratadas en las empresas
productivas creadas por el Gobierno no están sujetos
a contratos laborales sino a contratos bajo el Código de
Comercio, es decir, la fuerza de trabajo y las necesidades
de sus familias son consideradas como mercancías: cuanto
menos pides y cuanto menos cuestes, te contrato, te compro.

88
Palabras contra el olvido

• Se obliga en la nueva ley de pensiones el depósito de un


porcentaje del salario de los trabajadores sin contratos
laborales (denominados consultores), al denominado “fondo
solidario”, convalidando de esta manera los contratos “por
servicios” prohibidos por la Ley del Trabajo en vigencia.
• Las empresas de servicios y de producción han sido
obligadas a través de la ley financial a tercerizar varias
actividades, desde la seguridad física hasta la educación en
las universidades, contraviniendo flagrantemente la propia
Constitución.
• El concepto que este Gobierno tiene de los derechos
laborales y sociales es que los mismos son una “carga” y no
una obligación de protección y de cuidado del trabajador,
trabajadora y su familia.
• Los sindicatos tradicionales han sido cooptados a través
de prebendas que van desde la compra de edificios a la
dotación de vehículos o viajes al exterior de sus dirigentes,
salvo honrosas excepciones como la de algunos sectores de
los maestros.
• Se ha establecido que más del 75 por ciento de la fuerza
laboral en Bolivia trabaja en condiciones de fraude laboral,
la mayoría jóvenes y mujeres.

VI. El denominado “gasolinazo” de Navidad el 2010

El 26 de diciembre de 2010, el Gobierno de Morales


y García, y a través de este último (ya es costumbre que
Morales “desaparezca” cuando las papas queman), determinó
la subida de los carburantes hasta en un 82 por ciento. Esta
medida fue resistida por la población, los artículos básicos
de la canasta familiar subieron en más del 100 por ciento
y el costo del transporte de pasajeros y carga se fueron por
las nubes. Todo esto ocasionó desesperación en la población

89
La MAScarada del Poder

ante el ocultamiento y acaparamiento de los alimentos por la


especulación y la inseguridad.
El Gobierno de Morales y García justificaba el
gasolinazo ante la población con los mismos términos y con
el mismo desprecio que los neoliberales: “No podemos seguir
subvencionando los costos internacionales de la gasolina, el
diesel y el gas; no podemos seguir desangrando la economía
del país, debemos vivir la realidad”. La realidad es que más de
dos millones de bolivianos y bolivianas viven con apenas un
dólar al día, y una medida como esa era inconcebible para la
gente de los sectores populares.
La gente salió a las calles, resistió e hizo retroceder
al Gobierno, como en la Guerra del Agua el 2000, como
en octubre de 2003. Con el gasolinazo, Morales y García
demostraron que nunca les interesó la gente; para ellos —
como para los neoliberales— el pueblo no existe, y la economía
y la política es un tema de “expertos”, no de la chusma, de la
multitud, esa misma chusma y multitud que les dio el mandato
para desmontar la economía capitalista y neoliberal que ignora
a nuestros pueblos, que los castiga, que los explota.

VII. La Marcha Indígena-Popular en defensa del TIPNIS

Quiero, finalmente, referirme a la Marcha en Defensa


del TIPNIS, no con el deseo de suplantar a mis hermanos y
hermanas indígenas de las tierras bajas, con quienes tuve el
privilegio de marchar apenas 200 kilómetros en dos semanas
de los 600 kilómetros y dos meses que duró la Marcha.
Jamás en las muchas marchas que participé con obreros,
campesinos, indígenas del altiplano y los valles, mujeres y
jóvenes, se habían colocado tantas trampas, tanta soberbia,
tanta descalificación y al final tanta represión como lo que
pasó en la zona de Yucumo, donde, centenares de hombres,

90
Palabras contra el olvido

mujeres, ancianos y ancianas, niños y niñas fueron brutalmente


reprimidos. Reitero: como jamás se lo había hecho antes, ni
en los regímenes fascistas militares, y todo por órdenes de
Morales, algo que nadie lo puede negar, pero se niegan a
asumir su verdad sólo por cobardía.
Lo grave de este Gobierno de impostores es que ha venido
destruyendo durante seis años el tejido social de confianza,
reciprocidad y solidaridad que tan laboriosamente habíamos
construido desde el año 2000. Sin embargo, su conducta
durante la VIII Marcha Indígena, que tuvo repercusión
internacional, ha repuesto la re-constitución de ese tejido
social, donde gruesos sectores de la población, citadina en
particular, han tomado como referente al y la indígena, noble,
generosa, pacífica, clara, perseverante y real defensora de la
Madre Tierra.
Si bien la Marcha se la conoce más por la oposición
tenaz a que una carretera financiada por el Brasil a través
del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social
(BNDES) y ejecutada por la constructora brasileña OAS, pase
por el territorio indígena en cuestión, el contrato también
está cuestionado por la falta de transparencia y de absoluto
sometimiento a los intereses del gobierno brasileño, así como
el pisoteo a la Constitución del Estado Purinacional.
En el fondo, esta Marcha, con todas sus características,
guarda estrecha relación con el pensar, el sentir, el vivir y el
actuar de la gente sencilla y trabajadora de nuestro pueblo,
como ocurrió en la Guerra del Agua el 2000, en la Guerra del
Gas el 2003 y la resistencia al gasolinazo en 2010.
La VIII Marcha Indígena ha sido y es un ¡BASTA! al
avance de las transnacionales para sembrar luto, destrucción,
saqueo; es un ¡BASTA! al modelo de “desarrollo” impuesto por
los mismos intereses de siempre desde hace más de 500 años,
con los nuevos colonizadores y colonizados gobiernos, es un

91
La MAScarada del Poder

¡BASTA! a ese confuso discurso de “progresismo” estéril con


el que nos siguen aturdiendo, lleno de cifras fabricadas y de
mentiras veladas.
La Marcha ha sido y es un ¡BASTA! a la prepotencia, a
la soberbia y el desprecio a la gente humilde e indígena por
parte de los gobernantes y, con mayor razón, de un Gobierno
que se dice ser indígena y de los movimientos sociales. Nada
más falso.
La Marcha ha sido y es una convocatoria a resistir, una
demostración de que no estamos dormidos, ni cansados ni
vencidos, ni derrotados; es un ¡SI! a que estamos dispuestos a
retomar el rumbo señalado colectivamente y desde abajo en el
año 2000, el 2003 y el 2010, por la gente sencilla del campo y
a ciudad; es un ¡SI¡ a que juntos y juntas podemos y construir
un mundo nuevo que soñamos con nuestros padres y abuelos
y que lo queremos para nuestros hijos e hijas, nietos y nietas.
Bolivia ya no es la misma desde las rebeliones de los años
señalados. Con la Marcha Indígena del 2011 se ha abierto
nuevamente el debate del modelo de desarrollo que queremos
y la significación del verdadero “vivir bien”, pregonado por el
Gobierno y demandado y luchado por nuestros pueblos de
manera laboriosa.
La Marcha ha unido a una mayoría de la población otra
vez, ha reconstituido la capacidad de indignación de nuestro
pueblo, ha devuelto la autonomía a la sociedad en movimiento
frente a los movimientos sociales cooptados por los gobiernos
denominados progresistas; la Marcha nos ha devuelto la
capacidad de soñar juntos, nos ha devuelto la capacidad de
ser poder desde abajo, el único poder que puede transformar
nuestras vidas frente a la muerte del capital.
Hoy nos sentimos orgullosos de lo que somos, de lo que
hacemos y de lo que decimos; somos un pueblo en permanente
deliberación, predispuestos siempre para hablar entre nosotros,

92
Palabras contra el olvido

para re-conocernos una y otra vez frente al olvido y al desprecio


de siempre; para decirles a los poderosos que sí existimos
porque nos organizamos, nos movilizamos, por un mundo
que seguimos soñando, el mundo de la alegría, de la justicia
social, de la armonía. Para llegar a ese mundo, a esa sociedad,
debemos ser como el agua: generosos, alegres, transparentes y
en movimiento.
Para que no mueran más Carlos como en el 64; ni
Victor Hugos como en el 2000, ni Juanes, ni Josés; no más
Marlenes (la niña de 8 años que fue asesinada por los militares
en septiembre del 2003, en Warisata, como preámbulo de la
Guerra del Gas); para que no haya mas represión ni llanto de
madres y niños como en Yucumo, en la marcha indígena en
defensa del del TIPNIS del 2011. Para que no ocurran más
todas estas acciones ejecutadas por los mismos gobiernos de
mierda de siempre, llámense como se llamen. Para que mis
hijos, mis hijas, mis nietos y nietas, no sientan la tristeza, los
miedos, las impotencias y las broncas que yo sentí y siento aun
en varias jornadas.

Diciembre del 2011, desde las secas tierras del hermoso valle de
Cochabamba, la Llajta, en Bolivia,

93
Los regantes y la agenda del agua y la tierra
Omar Fernández

Los regantes organización emergente en Bolivia

Los regantes de Cochabamba fuimos parte del proceso de


cambio desde el nacimiento del Instrumento Político, no solo
con la asistencia a diferentes congresos o ampliados desde el
año 1994, sino también en la resistencia practica a políticas
neoliberales que intentaron privatizar el agua desde el año 1992,
siendo la ASOCIACION DE SISTEMAS DE RIEGO
TIQUIPAYA COLCAPIRHUA - ASIRITIC la organización
de regantes que aglutino a organizaciones del Valle Alto,
Central y de Sacaba, es así que el año 1994 , en el gobierno
del MNR se logra ya revertir el intento de municipalizar los
sistemas de riego, en un franco desconocimiento de la gestión
comunitaria de los USOS Y COSTUMBRES desarrollados
desde nuestras culturas.
Ya el 3 de octubre de 1997 se consolida formalmente la
Federación Departamental de Regantes y Sistemas Comunitarios
de Agua Potable (FEDECOR), momento en la que los
regantes logramos mayor fortaleza y unidad para enfrentar los
embates de los gobiernos neoliberales, y desarrollar un mayor
grado de conciencia en nuestros afiliados sobre la política de
privatización del agua en Bolivia, mediante permanentes talleres
que se organizaron en las comunidades de los diferentes valles.

Los Regantes un actor principal en la Guerra del Agua

Uno de los momentos mas importantes no solo para


Cochabamba, Bolivia sino para el mundo entero, es la
“Guerra del Agua” que fue posible a la experiencia lograda

94
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

por los regantes en las movilizaciones sobre la problemática


de los pozos profundos y a la UNIDAD lograda entre las
organizaciones sociales tanto del campo como de la ciudad,
articulados en la “Coordinadora de Defensa del Agua y la
Vida”, movilización que logro la expulsión de la transnacional
“Aguas del Tunari” de Cochabamba, y la derogación de
varios artículos de la Ley 2029 , que privatizaban el agua y
desconocían los Usos y Costumbres de las Comunidades y
Organizaciones de Regantes y Agua Potable , cambios que
dieron origen a la Ley 2066 de Agua Potable y Saneamiento
Básico. Representando una victoria muy importante para el
movimiento popular, generando la conciencia nacional para
un cambio político frente al modelo neoliberal, surgiendo
desde las movilizaciones la agenda del agua como una base
para el proceso de cambio.

Se constituye la organización nacional de regantes

Después de la “Guerra del Agua”, asumimos dos retos


importantes de seguir conjúntame con la Coordinadora del
Agua y la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico,
articulando a nivel nacional a las organizaciones en pie de
movilización en contra de los gobiernos que afinaban sus
políticas de privatización y capitalización que solo beneficiaban
y protegía los intereses de las transnacionales que se habían
apropiado de los recursos naturales, de los hidrocarburos, del
agua, de las empresas estatales. Ante la reacción cada vez mas
violenta de los gobiernos entreguistas tuvimos que organizar
acciones y estrategias de movilizaciones para articular a
los movimientos sociales y de impacto nacional como la
organización de la Coordinadora de Movilización Única
Nacional (COMUNAL) cuya resolución es una marcha por
la “Vida y Soberanía y la aprobación del proyecto de Ley de

95
La MAScarada del Poder

Reversión del Patrimonio Estatal” que se inicia el 9 de abril del


2001, el gobierno de turno dio la instrucción de intervenir y
desbaratar la marcha, fue una de las marchas mas intervenidas
y dificultosas llegando a la Paz en 15 días. Ante una reacción del
gobierno de acciones facistoides (amenaza de estados de sitio)
se organiza una nueva estrategia la de organizar el ESTADO
MAYOR DEL PUEBLO que articulara finalmente en enero
del 2003 a todos los movimientos sociales y culminara con la
renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada.
El otro reto de forma paralela para activar una lucha frontal
contra las políticas de privatización del agua y generar las
propuestas y la agenda del agua fue la de organizar a los regantes
a nivel nacional, organizaciones de agua potable y regantes que
también eran afectados por el sistema de CONCESIONES
Y EL MODELO DE MERCADOS DEL AGUA y además
de articular a los objetivos de la COMUNAL y del ESTADO
MAYOR DEL PUEBLO. Desde el año 2001 hasta el 2003,
la FEDECOR en coordinación con dirigentes de regantes y
de otras organizaciones campesinas inicia una serie de talleres
en diferentes puntos de Bolivia y Congresos Departamentales
de donde nacen organizaciones de regantes en los siete
departamentos, trabajo que concluye en noviembre de 2003
con el PRIMER CONGRESO NACIONAL donde se
aprueba el Proyecto de la Ley de Riego, el Proyecto de la Ley de
Aguas y se aprueban estatutos, reglamentos y surge el primer
directorio de la naciente Asociación Nacional de Regantes y
Sistemas Comunitarios de Agua Potable (ANARESCAPYS)
aprobada y posesionada por la Confederación Sindical Única
de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB). Con
la ANARESCAPYS desplegaremos una serie de acciones
y gestiones para ir concretizando la agenda del agua y la
participación activa conjuntamente los movimientos sociales,
hasta lograr la nacionalización de los hidrocarburos.

96
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

El proceso de desprivatización del agua en Bolivia

Una tarea importante que han desarrollado los regantes


conjuntamente las organizaciones sociales como las Juntas
Vecinales, Cooperativas de Agua Potable fue todas las acciones,
estrategias y movilizaciones que se han encaminado para
desprivatizar el agua en Bolivia, proceso que dura después de la
guerra del agua hasta el año 2007, culminando de esta manera
el periodo de la privatización del agua, se termina con aquel
modelo de mercantilización del agua diseñado y ejecutado
fundamentalmente por la cooperación internacional, la
GTZ – cooperación alemana, financiado por el BID, y el
Banco Mundial, que no solo diseñaron la entrega del agua a
las transnacionales, como es Aguas de Illimani y Aguas del
Tunari (La Suez, Becthel y Avengoa) , sino que han diseñado
un modelo para terminar con los sistemas autogestionarias de
agua potable, que las organizaciones sociales han construido
con esfuerzo propio en las comunidades, en zonas periurbanas
y varios en los centros urbanos, la implementación de este
modelo que se diseña antes de la guerra del agua y se consolida
con el “Plan Bolivia Sector Agua y Saneamiento 2002 – 2007”
(Goni) que consiste en crear MERCADOS DEL AGUA
GRANDES Y MEDIANOS ELIMINANDO A LOS
MERCADOS PEQUEÑOS (Sistemas Autogestionarios), y
de esta forma organizan en varias zonas del territorio nacional
las “Mancomunidades de Sociedades Anónimas Mixtas”
(MAN – SAM), donde la gestión del agua y la administración
del servicio se realizan bajo la normas del Código de Comercio,
tarea que estaba a cargo de la cooperación alemana GTZ.
Los regantes de Cochabamba, la Coordinadora del Agua,
la ANARESCAPYS apoyamos en la organización, en talleres
y reuniones de análisis de las características de la privatización y
en muchas de ellas participamos de las acciones y movilizaciones

97
La MAScarada del Poder

determinadas por las Juntas Vecinales y las Cooperativas de


Agua, para neutralizar la implementación de las Sociedades
Anónimas Mixtas en los diferentes lugares del país, como la
MAN SAM BUSTILLOS, que abarcaba Siglo XX, Catavi y
Llallgua, la Junta Vecinal de Llallagua organiza protestas en
contra de la mancomunidad, denunciando la privatización, la
subida de las tarifas, la pésima atención, motivo por el cual
varios dirigentes son enjuiciados por la Directiva de la Junta
de Accionista. La mas grande la MAN SAM CHACO, que
abarca regiones de tres Departamentos (Tarija, Chuquisaca y
Santa Cruz), desde Villamontes, Monteagudo, Buyuibe, hasta
Camiri, su objetivo, transferir a la mancomunidad creada todos
los sistemas autogestionarios de agua potable existentes en
estas regiones generalmente Cooperativas para ser organizada
y administrada bajo el código de comercio, convirtiendo a
los usuarios en accionistas propietarios de varias acciones y
beneficiarios de las utilidades (dividendos), surgiendo la Junta
de Accionistas, y según el código de comercio se permite la
compra y venta de acciones, aunque quisieron poner candados
en sus estatutos y reglamentos. La Cooperativa de Agua
Potable de Camiri liderizo la defensa del sistema cooperativo
y su rechazo a transferirle sus bienes a la mancomunidad.
La MAN SAM GUADALQUIVIR, abarcaba desde San
Lorenzo, el Cercado de Tarija hasta Pajcaya la Cooperativa
COSAL es la que hace la defensa. Esta situación no solo
ocurría en las ciudades o poblados grandes, sino también en
poblados pequeños y en las comunidades impulsados por los
alcaldes de los municipios, entre los que podemos señalar a la
MACOTI SAM – Mancomunidad Tiquipaya-Colcapirhua
(Cbba), por ordenanza municipal determinan la transferencias
de los Comités de Agua Potable con sus fuentes de agua tanto
superficiales como subterráneas, las movilizaciones fueron
contundentes pese a la fuerte intervención de la policía que

98
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

duro varios día se logro anular las ordenanzas municipales.


En Chuquisaca la Mancomunidad Incahuasi en la zona de
los Cintis. Estas acciones de resistencia culminan el año
2007 con la aprobación de la Ley No 3602 que crea las
Mancomunidades Sociales y elimina las Mancomunidades de
Sociedad Anónima Mixta.

La aprobación de la Ley de Riego

En cuanto a la normativa de riego, después de un periodo


de construcción participativa de las organizaciones del agua,
proceso de varios años; 2001 – 2004, los regantes logramos
presentar al Congreso Nacional el proyecto de Ley de Riego
(Aprobado en el congreso de la ANARESCAPYS el 2003), con
el objetivo de activar el desarrollo del riego con participación
social, fortalecer la gestión del agua por las comunidades
indígenas, originarias, campesinas, manejo comunitario del
agua, protección de los usos y costumbres y otorgar seguridad
jurídica a las fuentes de agua de las comunidades, incidir en el
desarrollo agropecuario y garantizar los alimentos necesarios
para la población. Él año 2004 se contaba con un gobierno
de Carlos Mesa y un parlamento de diputados y senadores
muy debilitados, los regantes preparan dos estrategias, avanzar
con los informes favorables para la aprobación de la Ley en
las diferentes comisiones de ambas cámaras y con acciones y
votos resolutivos y marchas hacia la Paz, de esta forma se logra
la aprobación de la Ley de Riego No 2878 del 8 de octubre
del 2004, fue inédito ya que el proyecto de ley fue elaborado
por la organizaciones de regantes y el parlamento lo aprobó
tal como lo habíamos presentado.
La Ley de Riego 2878 crea el Servicio Nacional de
Riego (SENARI) y los Servicios Departamentales de Riego
(SEDERIs), estableciendo un directorio nacional y directores

99
La MAScarada del Poder

departamentales de carácter colectivo con representación


público – social, la participación social no es solo consultivo es
de carácter decisorio, en la toma de decisiones, sus resoluciones
son determinantes y de aplicación en el alcance del riego.
Anula el sistema concesionario, y la superintendencia del
agua, crea el régimen de registros y autorizaciones, otorgando
seguridad jurídica a las comunidades y organizaciones de
regantes sobre sus fuentes de agua, busca el desarrollo del
riego y la producción de alimentos con participación activa
de los regantes y el fortalecimiento y desarrollo del sistema
autogestionario de la gestión del riego. A los pocos meses
de haberse aprobado la ley de riego No 2878 miembros de
la GTZ realizan una campaña nacional e internacional con
argumentando que esta ley “generaría campesinos ricos y
campesinos pobres”.

Se crean las entidades público – sociales del agua potable

El año 2007 bajo presión de los regantes y sistemas de


agua potable se logra que la Superintendencia de Saneamiento
Básico emita dos resoluciones administrativas regulatorias la
124 y 141, en la que se materializa la conquista de la “guerra
del agua” de la ley modificada 2066 quitarle autoridad al
superintendente sobre la regulación de la gestión del recurso
agua y la otorgación de registros licencias y autorizaciones para
la prestación del servicio de agua potable, estas resoluciones
crean los Comités Técnicos de Registros y Licencias (CTRLs)
y les delega la competencia en la regulación y otorgación de
derechos a nivel departamental, CTRLs que se deben crear
en cada uno de los nueve departamentos del país, estable
para cada CTRLs la conformación de un Directorio público
social, de cinco miembros (1 de la superintendencia, dos de los
sistemas de agua potable urbanos y 2 de los sistemas rurales),

100
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

el objetivo fortalecer a los sistemas de agua potable y darles


seguridad jurídica sobre sus fuentes de agua y sus áreas de
prestación de servicio.

Los regantes logran la salida de otra transnacional en la energía


eléctrica

La Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica de Cochabamba


(ELFEC), fue privatizada y entregada a la transnacional
EMELEC de Chile el año 1995 y este antes de dos años realiza
un negocio y vende el total de sus acciones a la transnacional
norteamericana de Pensilvania (PPL Ltda.), empresa que solo
le interesaba lograr las mayores utilidades posibles, para lo
cual realizaba categorizaciones y cobros de tarifas injustas. La
FEDECOR desde el año 2001 comienza a desentrañar todas
las irregularidades, del proceso de privatización de la Empresa
ELFEC, y a desenmarañar todas las formas e instrumentos
irregulares en el servicio de la energía, quienes no solamente
aplican formas amañadas, sino también el constante abuso
en el elevado costo de la electricidad, contratos de servicio
ilegales, categorías injustas e inapropiadas, los pozos de riego y
módulos lecheros categorizados como industriales y los pozos
de agua potable se encontraban en la categoría comercial. Los
regantes reclamaban en el sentido de que el uso de la energía
no era con fines de lucro ni con fines industriales y solo
producían alimentos para su sobrevivencia y para la población,
los comités de agua potable de igual forma señalaban que su
objetivo es el servicio de agua potable a sus usuarios y que no
hacen ningún negocio con el agua.
Mediante los medios de comunicación realizan constantes
denuncias sobre las irregularidades en el cobro de la energía,
ya sea por consumos exagerados por malas mediciones,
pago por potencias que no correspondían, calibración de

101
La MAScarada del Poder

medidores a capricho de la empresa, la compra obligada de los


equipos, insumos, cables y postes de la empresa INTEGRA
SA cuyos propietarios era la misma transnacional PPL,
estos se llevaban ganancias por doble partida, de ELFEC
utilidades supuestamente reguladas y de Integra utilidades no
controladas, entre ambas empresas sus utilidades eran mayores
a los 10 millones anuales, con la complicidad y protección de
la Superintendencia de Electricidad.
Los regantes y sistemas de agua potable con una constante
movilización y sobre todo, tomas pacificas a la empresa,
superando amparos constitucionales, logramos conquistas
importantes, como la creación de nuevas y adecuadas categorías,
la categoría agropecuaria, para los pozos de riego y módulos
lecheros, la categoría agua potable y fuera de punta para los pozos
de agua potable, categorías con una rebaja muy importante, las
inversiones de energización a los pozos a cargo de ELFEC, se
elimina las compras obligadas a INTEGRA. SA.
Finalmente culminamos con la estrategia del “jaque”
presentando el memorial en el mes de octubre de 2007, a
la Superintendencia de Electricidad, donde se solicita la
caducidad del contrato de concesión de la transnacional
(ELFEC – PPL), en base a las normas vigentes donde
fundamentamos con documentación de 10 anexos que
nos costo varios meses de investigación y organización
demostrando las graves irregularidades y violaciones a la
Constitución Política del Estado, a la Ley de Electricidad y
otras normas . Tuvimos reuniones con el Presidente Evo y
luego con el Ministro Villegas, ocasión en la que explicamos
todo los antecedentes y los argumentos de la solicitud de
caducidad del contrato de concesión, explicamos también que
se contaba con los elementos jurídicos necesarios para la
intervención de ELFEC – PPL Ltda. y que, con seguridad
se podía obtener de la transnacional el total de sus acciones

102
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

al más bajo precio, ya que la denuncia de caducidad contenía


documentos que significaban escándalo internacional.
Villegas no actuó en ese momento tan oportuno de
recuperar la empresa de la transnacional, con el argumento de
que su estrategia era empezar a recuperar la productoras luego
las transportadoras y después las distribuidoras de electricidad.
La transnacional ante el riesgo del memorial de caducidad,
y el riesgo de su prestigio internacional prefiere poner a la
venta el total de sus acciones, comprándola la Cooperativa de
Teléfonos de Cochabamba COMTECO. La FEDECOR
ya en mejor posicionamiento logra acuerdos importantes
con el nuevo accionista mayoritario, una sola categoría para
pozos de riego y agua potable, inversiones a cargo de ELFEC
para fomentar la producción de alimentos para la población,
y un tema importante reconocen en forma escrita que todas
las compras de transformadores, cables, postes y otros que de
forma forzada nos hicieron comprar de INTEGRA, que luego
de forma irregular obligaron a donar a ELFEC desde el año de
su privatización 1995 estos montos invertidos por los regantes
y agua potable serian devueltos en Acciones. La propuesta de
FEDECOR fue la de construir una empresa de electricidad
bajo un modelo “Publico Social” de carácter departamental
(sus utilidades sean en beneficio del desarrollo departamental).

Diseñamos y participamos en la creación del Ministerio del Agua

Las organizaciones de la Coordinadora del Agua, los


Regantes, la Fejuve El Alto, las Cooperativas de Agua, para
el inicio del periodo de gobierno del proceso de cambio
preparamos y diseñamos la estructura y las funciones para
la creación del Ministerio del Agua que se expreso en la ley
LOPE 3351 y el DS No 28631 donde el ministro o la ministra
tenia su brazo principal de participación al Comité Técnico

103
La MAScarada del Poder

Social instancia para tomar decisiones en la definición de


política y planes sobre la gestión del recurso hídrico. Fue el
único ministerio donde existía una participación social real
y directa, una participación social no solo de consulta sino
una participación donde las organizaciones sociales del agua
participan en la toma de decisiones, ese carácter decisorio
se expresaba en el Comité Técnico Social, los Directorios
colectivos del SENARI, SEDERIs, los CTRLs. Se contaba
con el compromiso de los ex Ministros de Medio Ambiente
y Agua René Orellana y María Esther Udaeta de fortalecer
la institucionalidad del sector agua, que es producto de la
lucha y propuesta de las organizaciones de regantes, se ve
absolutamente frustradas porque, de forma contradictoria
estas autoridades planifican políticas para el sector con
profesionales que en su momento fueron técnicos de los
privatizadores del agua, quienes actúan sistemáticamente en
contra de las propuestas de las organizaciones sociales del
agua.

La democracia participativa y la consulta vinculante en áridos

Los gobiernos neoliberales mediante la Superintendencia


de Minas otorga concesiones de áridos y agregados a empresas
privadas en todos los ríos de Cochabamba y en el resto del
país, generando graves conflictos sociales con las comunidades
que son afectados en sus usos y costumbres y en sus fuentes
de agua existentes en sus ríos, sobre todo desviaciones del
agua o interrupción del flujo natural. Este hecho dio lugar
a movilizaciones de las comunidades en contra de los
concesionarios en Playa Ancha, Itapaya, Parotani, Pankuruma,
Punata, Cliza y otros ríos de Cochabamba, en el Torno de
Santa Cruz y en otros departamentos. La FEDECOR y la
ANARESCAPYS para solucionar estos conflictos sociales

104
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

muy graves, donde incluso se quemaron maquinaria de los


concesionarios, elabora de forma participativa el Proyecto
de Ley de Áridos y Agregados, y logra su aprobación el
año 2006 Ley No 3425 logrando cambios fundamentales, la
eliminación de la Superintendencia de Minas, se elimina las
concesiones, se logra que la administración de los ríos se realice
mediante los Gobiernos Municipales en Coordinación con las
Organizaciones de Campesinos y Regantes. Pese a lograr la
Ley favorable a las comunidades se tropieza con otro problema
la aprobación de los reglamentos presentados por los regantes,
se genera una polémica que dura casi dos años de discusión, por
la rigidez de las estructuras neoliberales las famosas UDAPE Y
CONAPE que no entendían los cambios en la Ley de Áridos,
eran los mismos técnicos de los anteriores gobiernos quienes
rechazaron el carácter vinculante del órgano regulador de
áridos, donde la mayoría de los representantes eran de las
comunidades colindantes con los ríos, y no terminaban de
comprender la participación social en ella, a pesar que era uno
de los “principios ideológicos del proceso de cambio” (dar el
poder al pueblo y mandar obedeciendo). Para sorpresa nuestra
los asesores del Ministerio del Agua, incluido del ex Ministro
René Orellana no aceptaban el carácter vinculante, después
de agotar las gestiones participando en varias reuniones sin
resultados los regantes realizan amenazas de movilizaciones
se presiona y se logra la aprobación en los reglamentos el
carácter vinculante después de casi dos años, siendo una
conquista importante para la construcción de la democracia
participativa y vinculante (El poder al pueblo).

Los regantes y su rol en la Asamblea Constituyente

En la Asamblea constituyente los regantes


(ANARESCAPYS – FEDECOR) participamos activamente

105
La MAScarada del Poder

con nuestras propuestas en el tema de los recursos hídricos,


logrando consensos con los asambleístas y con el “Pacto de
Unidad” (cinco organizaciones matrices a nivel nacional),
quienes a veces reconocían a la ANARESCAPYs y otras
veces los marginaban, proceso en la que, como muchas
organizaciones sociales liderizado por las “matrices del Pacto”
fuimos varias veces a Sucre, participamos de las movilizaciones
y arriesgamos vidas. Logramos que la Nueva Constitución
Política del Estado contemple nuestras propuestas, en el tema
servicios básicos, agua potable, recursos hídricos y energía,
consolidando en esta norma de normas nuestras propuestas
y luchas, logramos anular definitivamente el régimen de las
concesiones la privatización del agua y constitucionalizamos
la ley de riego 2878 y las resoluciones 124 y 141 bajo el nuevo
régimen de los registros, licencias y autorizaciones para las
fuentes de agua y los servicios, las entidades gestoras del
agua tiene que ser de carácter publico, social, comunitaria,
se respetan los usos y costumbres, se logra establecer el agua
como derecho fundamentalísimo de la vida, la energía eléctrica
como derecho humano, aunque en el camino de Sucre a Oruro
y de este a la Paz sufrieron algunos cambios, sobre todo en el
tema de la energía eléctrica.

El gobierno incumple con la agenda


del agua y la tierra

Lamentablemente la implementación y funcionamiento


de estas entidades emergentes de las propuestas de las
organizaciones sociales que tiene participación y control social,
poco o nada a avanzado, en algunos casos por “susceptibilidades
políticas” de autoridades del gobierno nacional y en otros casos,
como el de Cochabamba (caso SEDERI) por la oposición de
dirigentes de la FSUTCC que pusieron contra la pared a un

106
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

ex Prefecto y al actual Gobernador, ambos del MAS-IPSP e


intervienen directamente en la división de la FEDECOR.
Nos preguntamos como se va a avanzar en la
implementación de políticas importantes en el tema agua,
que es considerada por nuestra CPE, el agua como un
derecho fundamentalísimo para la vida?, o el agua un derecho
humano?, como se va ha transformar las entidades prestadoras
de agua potable de las ciudades, de los pueblos urbanos y las
comunidades como SEMAPA que se mantiene igual o peor
que antes de la privatización, donde los regantes hemos exigido
la creación de una nueva empresa, si no se cumple con la
agenda del agua y los avances logrados por las organizaciones
sociales del agua.

Ministerio de Medio Ambiente y Agua retrocede en la Participación


Social

Por la propuesta de las organizaciones sociales del agua


el único ministerio que contaba con una participación social
legal y formal era el Ministerio de Medio Ambiente y Agua,
a través del Comité Técnico Social que fue creado por la Ley
Lope 3351 y su DS 28631 el año 2006, para los intereses de
los ministros de turno este comité se vuelve un obstáculo y no
quieren tomar decisiones en sus políticas de forma conjunta
con las organizaciones sociales del agua, cuya única intensión
es el cumplimiento de la agenda del agua y se niegan a asumir
los mandatos del proceso de cambio la participación y control
social. Los Ministros y el Presidente del Estado Plurinacional
dan un paso atrás en la participación social, anulando al Comité
Técnico Social develando sus contradicciones ideológicas el
año 2009 mediante DS 29894 decreto de organización del
poder ejecutivo (DOE) elimina la participación y el control
social en el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, al eliminar

107
La MAScarada del Poder

en la estructura de gobierno al Comité Técnico Social, este


Comité estaba compuesto por el Ministro, los Viceministros,
tres representantes de las organizaciones de Agua Potable, tres
de los Regantes y tres de las organizaciones ambientalistas.

La Implementación de la Ley de Riego Truncada

En el sector riego, el SENARI una entidad que no termina


de implementarse, no tiene la capacidad de responder al Plan
Nacional de Desarrollo del Riego, ni menos de responder a las
demandas de los diferentes departamentos y de las entidades
territoriales autónomas, se ha solicitado reiteradas veces un mayor
presupuesto, recibiendo como única respuesta del Ministerio de
Economía y Finanzas su negativa; ni siquiera quieren cumplir
con su compromiso de contraparte para ejecutar el Programa
Nacional de Riego con Enfoque de Cuenca (PRONAREC).
A pesar de las gestiones y reclamos de ANARESCAPYS para
la implementación de los SEDERIs, hasta el año 2010 solo se
constituyo el SEDERI de La Paz con todos los requerimientos
técnicos operativos exigidos por la Ley 2878 y sus Reglamentos.
La gestión 2010 se hace gestiones ante las 7 gobernaciones, para
implementar los SEDERIs para ejecutar proyectos de riego del
PRONAREC (programa de 34.3 millones de $us), se logra
buenos avances con las gobernaciones, sin embargo, la conducta
ilegal del Vice Ministro de Recursos Hídricos y Riego, hace
retroceder a los gobernadores, con el argumento de que no
es necesario organizar los SEDERIs y que, directamente el
Vice ministerio ejecutara los programas con las Gobernaciones,
truncando el proceso de implementación de la Ley de Riego e
impidiendo que los actores del sector riego y las organizaciones
de regantes, campesinas e indígenas sean los que prioricen sus
proyectos y ejecuten el Plan Nacional de Desarrollo del Riego
para la seguridad y soberanía alimentaria.

108
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

Para ejemplo de la influencia de técnicos, que en su


momento fueron de gran confianza y operadores de la
Cooperación Alemana GTZ que juntamente al BID y al BM
fueron responsables de las políticas de privatización del agua
en Bolivia. El Viceministro de Recursos Hídricos empleado
de la GTZ por de mas de 10 años, quien responde a los
intereses del PROAGRO GTZ, firma convenios a favor de
esta entidad eludiendo y quitando competencias al SENARI,
en un franco desconocimiento a la Ley 2878. El SENARI
en sus actividades es victima de sabotajes permanentes, otro
triste ejemplo es el momento en que el SENARI se presenta a
“fondos concursables” del VIFE, obteniendo el mayor puntaje
para el financiamiento de pre inversión para el Proyecto de
Riego del Desaguadero para la zona de Patacamaya, la ilegal
intervención del Viceministro de Recursos Hídricos hace que
se adjudique al Proyecto que obtuvo el menor puntaje. Se ha
presentado al VIFE resoluciones del Directorio del SENARI
de aprobación programas de riego para su financiamiento,
sin respuesta, la Ministra no tiene la voluntad política para
fortalecer a estas entidades a pesar que es presidenta del
Directorio del SENARI.

Intervención y División de la FEDECOR

Volviendo al tema de Cochabamba, los regantes


realizamos presiones, movilizaciones, toma pacifica de la
Prefectura para exigir la constitución del SEDERI, el
Prefecto Ledezma es obligado ha aprobar un presupuesto
para el SEDERI, presupuesto que en la practica nunca
existió, de igual forma se realizaron las mismas gestiones
ante el Gobernador Novillo, con los mismos resultados, al
contrario en convinola entre algunas autoridades nacionales
de Gobierno, personeros de la Gobernación y dirigentes de la

109
La MAScarada del Poder

FSUTCC definen intervenir a la FEDECOR, con el único


objetivo de acallar las constantes denuncias documentadas
en contra de varios dirigentes involucrados en loteamiento y
trafico de tierras agrícolas. Producto de esas acciones, que van
en absoluta contradicción a los principios del Instrumento
Político, mas aun cuando estas organizaciones fueron parte
importante de la construcción de este “proceso de cambio”,
proceso que tiene como uno de sus objetivo el fortalecimiento
de las organizaciones sociales, lamentablemente no existe una
democracia en el MAS-IPSP donde se pueda dilucidar esta
problemática.
Cabe mencionar que la FSUTCC y la Gobernación
cuentan con su propia organización de regantes, quienes
son incapaces de cualquier tipo de acción para reclamar las
constantes acciones que se realizan en contra de los avances
que se lograron en el sector agua, al que supuestamente dicen
representar.
Los grandes perjudicados con estas acciones, son
precisamente las comunidades campesinas de Cochabamba,
que al momento no cuentan con proyectos estratégicos para el
sector riego y no cuentan con una institucionalidad fortalecida.
A la fecha en el país, funcionan cuatro SEDERIs con
poca capacidad técnica y operativa, se ha otorgado 170
registros cuando existen mas de 5000 sistemas de riego,
se viene ejecutando 34 proyectos de riego del programa
PRONAREC, el Vice ministerio de Recursos Hídricos y
Riego excluye de los demás programas de riego al SENARI en
contra de la Ley de Riego y la DOE y una Escuela Nacional
de Riego muy débil. Finalmente el Vice Ministerio y el VIFE
viabilizan recursos de la cooperación de Suecia para el Estado
Plurinacional y estos fondos son canalizados a la GTZ para el
fortalecimiento del PROAGRO GTZ, quienes no son parte
de la institucionalidad del Estado Plurinacional y desarrollan

110
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

programas y actividades en riego que son competencias del


SENARI. El PROAGRO y el PROPAC – GIZ – GTZ
cuentan con presencia a nivel nacional y con varias regionales,
con presupuestos y capacidad técnica, mayor a cualquier de
las entidades del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, y
con profesionales con mejores remuneraciones, una de sus
regionales es superior en presupuesto y capacidad técnica a
cualquier de los actuales SEDERIs, esas son las condiciones
de una entidad que ha participado en la privatización del agua
y esa es la situación de las entidades emergentes del proceso de
cambio, esta cooperación tiene una incidencia determinante
en las actividades, las políticas y planes del sector agua, se
habrá avanzado en la dignidad y soberanía nacional?.
Es importante contar con una institucionalidad fortalecida
en el sector riego, tomando en cuenta el importantísimo rol
que juega en la seguridad y soberanía alimentaria, capaz de
cumplir con las competencias que otorga la NCPE, la Ley
Marco de Autonomías y Descentralización y la propia Ley
de riego. Poco o nada se avanzara mientras se tenga frente a
profesionales absolutamente dependientes de la GTZ, con
un gran poder político e institucional que evitaran, como lo
han hecho hasta ahora que la Institucionalidad del Riego este
fortalecida y con capacidad plena de un Ministerio para llevar
adelante los planes, políticas y programas de desarrollo del
riego.

Las mayores frustraciones son en agua potable

La institucionalidad de Agua Potable surge producto


de las propuestas de las movilizaciones de las organizaciones
del sector, en la Guerra del Agua que fueron plasmadas en
la Ley modificatoria 2066, sus Decretos Reglamentarias
y Resoluciones. Es así que se crean los Comités Técnicos
de Registros y Licencias (CTRLs) para fortalecer a los
111
La MAScarada del Poder

sistemas de agua potable, otorgarles seguridad jurídica


sobre las fuentes de agua y sobre la prestación de servicio,
con representación, control social y capacidad de decisión.
Estas, de igual manera sufre un permanente sabotaje de parte
de la Autoridad de Agua Potable y Saneamiento Básico, ex
Superintendencia. Sus técnicos formados en la escuela de
la Superintendencia asumen la dirección, sin ningún tipo
de criterio social, a pesar del esfuerzo de alguna que otra
autoridad A la fecha de nueve CTRLs que deberían estar
funcionando en los nueve departamentos, solo funciona el de
Cochabamba por presión de los regantes y de los sistemas de
agua potable de ASICASUD, solo cuenta con el Directorio
y un equipo operativo muy reducido casi nulo, para atender
las necesidades de cientos de comités de agua potable que
prestan servicio en el Departamento. Los Ministros de turno
del MMAyA, también se comprometieron a apoyar en su
implementación la institucionalidad y a la fecha, al igual
que en riego no se vieron resultados. Al igual que en riego,
lanzamos una interrogante, ¿Como se va ha cumplir con los
principios impulsados por el “proceso de cambio”: el agua un
derecho humano, o el agua un derecho fundamentalísimo
de la vida, sino fortalecemos plenamente a las cooperativas,
comités, asociaciones de agua potable? Fortaleciendo
especialmente el principio de sostenibilidad social de estos
sistemas autogestionarios; al contrario se impulsa y se
pretende imponer la municipalización y la metropolizacion
del agua potable en franco afronte con los sistemas de agua
potable, casi en las mismas características que pretendía
Aguas del Tunari y sin ningún tipo de consulta a los sistemas
de agua potable autogestionarias. En el caso de Quillacollo
Cercado, Sacaba y Vinto las comunidades ya denunciaron la
intención de las autoridades municipales de hacer desaparecer
a estos sistemas, y municipalizarlas, tal como en su momento
intentaron los gobiernos neoliberales.
112
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

Un revés a los regantes en los avances en Energía Eléctrica

Recién en mayo del 2010 se nacionaliza ELFEC o


mejor dicho se la ESTATIZA, proceso que no termina a la
fecha sin que autoridad alguna pueda dar información de la
intervención, sobre los informes económicos del manejo de la
trasnacional, sobre los acuerdos entre el Estado Plurinacional
y COMTECO, en cuanto a la transferencia del paquete
accionario al Estado, hasta la fecha no han comunicado a
la población sobre que tipo de empresa será la distribuidora
cuales serán sus políticas, a pesar que el Presidente había
anunciado que en noviembre del 2010 se conocerían los
resultados de la intervención y que hubiera una rebaja del 20
% en las tarifas para la población aspecto que no se cumple a la
fecha, se nombra como gerente a uno que ha sido de la época
de la privatización de ELFEC, que gracias a la privatización
se vuelve accionista de la empresa. Cuando la FEDECOR a
solicitado se cumpla los convenios obtenidos en las anteriores
administraciones, directamente nos menciona que ningún
convenio esta en vigencia, y que no habrá ningún cambio de
categoría. Antes de la estatización de la empresa se había
logrado bajo permanente presión social, que mas del 60%
de los pozos de riego y agua potable ingresen a la “categoría
única” (AGRO), al extremo que algunos dirigentes señalan:
“no he podido hacer el cambio de categoría, porque me ha
cogido la nacionalización” que paradoja, pese a los convenios
para ampliaciones y devolución de las donaciones ilegales,
estos convenios no se cumplen, los compromisos quedaron
en el vacio. Tratando de conocer a las nuevas autoridades de
ELFEC y poder explicarnos sobre estas actitudes que van en
contra de la población y del “proceso de cambio”, encontramos
un documento del año 2007 donde trabajadores de la
Empresa Nacional de Electricidad ENDE advierten que un
grupo de profesionales ligados a gobiernos neoliberales entre
113
La MAScarada del Poder

otros al ADN, planifican ocupar las principales entidades


del sector eléctrico, pudimos verificar que esa denuncia se
había plasmado en los hechos, efectivamente ocupaban cargos
superiores del Vice ministerio de Electricidad, de ELFEC y
de ENDE.

Retrocesos en el proceso de cambio

Ante cualquier tipo de reclamo realizado por nuestra


organización, escritos, verbales a autoridades de gobierno
nacional, departamental, o autoridades político - orgánicos
del MAS, exigiendo se cumplan los principios y objetivos no
solo del Instrumento Político, sino también de nuestra CPE,
la única respuesta que obtenemos es que: “somos peguistas,
resentidos o de la oposición”
Esa experiencia la experimentamos con el Presidente
Evo Morales, Vicepresidente y algunos Ministros de Estado;
hicimos conocer por escrito varias denuncias documentadas,
acompañados de Votos Resolutivos desde hace dos años atrás,
solicitando audiencia. Después de mucha insistencia se logro
una reunión con el Presidente Evo (marzo 2011), ocasión en
la que se explico la situación de la agenda del agua en el
Ministerio del Medio Ambiente y Agua, recibiendo la misma
y deprimente respuesta: “es un problema de cuoteos y pegas”
La respuesta de nuestro Presidente Evo, nos dejo
perplejos ¿Es que a nuestra principal autoridad no les
interesa la agenda del agua construidas después de la Guerra
por el Agua, por las organizaciones involucradas en el sector?
¿No les interesa el esfuerzo realizado para construir las bases
principales para el proceso del cambio en el tema agua? ¿No le
interesa lo que sucede con las aéreas agrícolas de los Valles de
Cochabamba y el tipo de autoridades que manejan la primera
empresa distribuidora de electricidad estatizada por nuestro
Gobierno de Cambio?
114
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

Intentamos e insistimos en obtener audiencia con el


Vicepresidente García Linera, para explicar los mismos temas,
a pesar de su compromiso de recibirnos, nos quedamos dos
días esperando inútilmente. Esa fue la actitud de alguien que
supuestamente nos apoyo con sus orientaciones en lucha de la
Guerra por el Agua…o tal vez solo quería estar cerca de los
dirigentes que encabezaron la movilización para solo escribir
sus libros, es una respuesta que solo el puede dar
Estamos consientes que tenemos una NCPE de
avanzada, que busca la inclusión y el VIVIR BIEN DE
TODOS Y TODAS LAS Y LOS BOLIVIANOS, pero,
en la practica creemos que se esta vulnerando varios de los
principios constitucionales, la gran pregunta es ¿Quiénes
y con qué objetivos están detrás del desgaste de este
“proceso de cambio”? Proceso que es producto del esfuerzo,
compromiso y años de lucha de las organizaciones sociales
consideradas matrices y las “no” matrices, de ciudadanos del
campo y de la ciudad que creemos que aun OTRA BOLIVIA
ES POSIBLE.
Las autoridades socapan el loteamiento de tierras en
desmedro de la Madre Tierra
Un tema importante para los regantes es la tierra, no solo
tenemos agua sino también tierras y por lo tanto producimos
y tenemos que ver con todo lo que es la gestión de la tierra
vinculada con la seguridad y soberanía alimentaria, objetivos
pregonados casi a diario por autoridades de gobierno desde
sus diferentes niveles y también por dirigentes sindicales.
En este tema como regantes de Cochabamba iniciamos
una lucha en defensa de la conservación y preservación de las
áreas agrícolas y las zonas de recarga hídrica, especialmente
del Valle Central, mas aun considerando que las poblaciones
urbanas del Municipio de Cercado se abastecen de aguas
subterráneas en el 65 %, y la población urbana de Quillacollo

115
La MAScarada del Poder

en el 100 %. Estas áreas desde hace muchos años son


pretendidas por loteadores, es así que desde el año 2007
hasta el año 2008 nos vimos obligados a realizar una seria
de movilizaciones y gestiones con el objetivo de apoyar a las
comunidades afectadas y avasalladas por los loteadores en las
zonas del Valle de Sacaba, Vinto, Sipe Sipe, y en el Valle
Alto, las zonas de Punata y San Benito. Fuimos testigos y
solidarios con los dirigentes de varias comunidades que por
defender las áreas agrícolas y las de recarga hídrica sufren
persecución judicial, los loteadores les inician juicios por todo
y nada para lograr negociar las tierras, son “encarcelados”, bajo
la mirada contemplativa y de complicidad de sus autoridades
municipales.
Después de muchas gestiones, de movilizaciones, de
exigir que se cumpla con la ley INRA se logra el año 2009 que
se declare como tierras fiscales las áreas de recarga hídrica, del
Playón de Quillacollo, López Rancho en Sacaba, se declara
por acción de las comunidades la tierra fiscal de Combuyo en
Vinto, Pandoja como tierras comunitarias y otros, con la única
finalidad de proteger a la MADRE TIERRA ya que ella es
bondadosa con la humanidad.
Se ha denunciado con documentación ante las
autoridades como los loteadores se han introducido como
dirigentes en las organizaciones campesinas y cocaleras
o tienen el control sobre varios dirigentes, desde donde
vienen impulsando loteamientos en las áreas agrícolas
y de recarga hídrica. Desde estas instancia de poder, de
influencias en Asambleístas Nacionales y Departamentales,
y de autoridades y todas ellas ejercen presión ante el Tribunal
Agrario Nacional, ante el INRA, y logran que se anulen las
resoluciones administrativas y supremas hasta la instancia de
supuestos vicios administrativos o de procedimiento, quedando
suspendidas todas las tierras fiscales, iniciándose nuevamente

116
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

los procesos y en algunos de casi fojas cero, aspecto que


favorece a los loteadores de estas áreas, quienes se reorganizan
para tomar estas tierras, justificando sus ventas anteriores y las
ventas nuevas que siguen realizando, sin ningún documento
legal todas estas ventas son ilegales y representan negocios de
miles de dólares, a costa del sufrimiento y engaño a centenas
de familias humildes que son estafados.
Para este tema también se logro una audiencia a fines del
año 2009 con el Presidente Evo Morales, haciendo conocer
toda la problemática de la tierra en Cochabamba, sobre
todo la información en detalle sobre López Rancho, no se
pudo obtener una respuesta clara al respecto, simplemente
menciono que: “esas tierras serán del que demuestre su
derecho propietario”, cuando se le demostró que fueron
declaradas fiscales, por lo tanto de propiedad del Estado. El
gran detalle es que un dirigente de la Federación el Trópico
esta involucrado en el loteamiento de esa Tierra Fiscal,
notándose cierta parcialización hacia estos grupos.
Hemos agotado todas las posibilidades de dialogo con
el Gobierno, se ha enviado denuncias documentadas a las
principales autoridades responsables de la tierra, se ha enviado
la documentación de estos loteamientos a la Ministra de
Desarrollo Rural y Tierras (Achacollo), al INRA nacional, al
Viceministro de Tierras, a la de Transparencia en los meses de
abril y agosto de 2011, se insistió en solicitar audiencia con la
Ministra Achacollo, quien nos dio la esperanza de ser recibidos
en dos oportunidades, quedando postergadas sin explicación
alguna, los otros ni siquiera tienen la gentileza de enviar una
negativa escrita, simplemente se acogen al silencio. Con estas
actitudes nos demuestran que las autoridades realizan un total
encubrimiento a las acciones de los loteadores.
Lo preocupante es la actitud de las autoridades
municipales, de los alcaldes y concejales, de los municipios de

117
La MAScarada del Poder

Quillacollo, Vinto, Sipe Sipe, Tiquipaya, el Cercado, Sacaba,


Colcapirhua, San Benito, Villa Rivero, controlados por alcaldes
ligados políticamente al “proceso de cambio”. Varias de estas
autoridades impulsan loteamientos y asentamientos en áreas
agrícolas, por la presión de los loteadores o en complicidad
con ellos, realizan el cambio de uso de suelo, aun al margen de
la decisión de las comunidades campesinas y sin consultarles.
Solo basta ir por los ríos, especialmente en Vinto en el Kora
I y Kora II para constatar como se esta construyendo casas
en pleno rio cuando de acuerdo a la Ley de Municipalidades
son bienes municipales de dominio publico, lo lamentable es
que después la naturaleza recupera tarde o temprano sus
propios cauces naturales, ocasionando desastres y dolor en las
familias, producto de la irresponsabilidad de las autoridades
municipales, departamentales y otras de Gobierno Nacional.

¿Dónde esta la Política de la Madre Tierra y la Seguridad


Alimentaria?

El gobierno ha propuesto una política principal de modelo


de desarrollo que sustituya al modelo capitalista, planteando
el modelo de desarrollo en armonía con la madre tierra, como
única opción para enfrentar el calentamiento global que esta
generando una serie de amenazas a la existencia de la humanidad,
y poder enfrentar al cambio climático. Este planteamiento del
gobierno es parte importante de su política nacional y además
a nivel internacional, sin embargo en la realidad las principales
autoridades encargadas de la administración de la tierra socapan
los loteamientos. Uno se pregunta: ¿Dónde esta la defensa de
los derechos de la madre tierra? ¿Dónde esta la construcción
del nuevo modelo de desarrollo donde la producción agrícola
es prioritaria?… Queda en duda, ya que no existe intensiones
de hacer respetar las áreas agrícolas y las áreas de recarga hídrica,

118
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

que son los dos elementos principales para la producción de


alimentos y para el agua potable de muchas poblaciones que
se abastecen de las aguas subterráneas. Mas aun, se ha podido
constatar que los asesores de los loteadores, se encuentran
en cargos importantes en el INRA, se ha denunciado con
documentación, pero como era de esperar, tampoco se toma
ningún tipo de medida, demostrándose así, que los loteadores
se han encaramado en las instancias de poder.
El avasallamiento de las tierras, se ha extendido a todo
el departamento, no se respetan las áreas de recarga hídrica,
las áreas protegidas, los parques nacionales como el parque
Tunari, el Parque Carrasco, el Tipnis, demostrando que no se ha
podido generar conciencia en las organizaciones sociales de un
desarrollo en armonía con la madre tierra, que es un mandato
de la NCPE.
El pecado de los dirigentes de la FEDECOR es haber
reclamado por los derechos de la madre tierra, las aéreas de
recarga hídrica y agrícolas,denunciar a los dirigentes campesinos
y cocaleros dedicada al loteamiento y trafico de tierras. La
única respuesta que hemos recibido, producto de las denuncias
documentadas desde el año 2009 es la desestabilización
y división de la FEDECOR, desde la Federación de
Campesinos, el instrumento político, la Gobernación,
quienes logran dividir y debilitar a la FEDECOR. Sin tener
el menor escrúpulo se alían con dirigentes del manfredismo
y emeneristas, quienes pretendieron inútilmente crear
anteriormente la ANRACO, luego la FEDERESCO. Nos
quitan el derecho de escucharnos, el Vicepresidente García
Linera, el Gobernador y la FSUTCC avalan y consolidan
la división, instruyen y obligan a los alcaldes a llevar gente
a un Congreso done participan menos del 10% de las
organizaciones afiliadas a la FEDECOR, no importa como,
lo importante es deshacerse de la piedra en sus zapatos, que

119
La MAScarada del Poder

denunciaron y continuaran denunciando todos los atentados


contra LA MADRE TIERRA.
Ante esta falta de coherencia de las diferentes autoridades
de gobierno, las respuesta que nos dan ante las permanentes
denuncias documentadas, especialmente en la forma poco
ética de actuar al dividir la FEDECOR, desconociendo todo
el aporte que se hizo al “proceso de cambio”, desconociendo
todos esos años de lucha de muchos de los miembros de
la FEDECOR, que estuvimos a lado de Evo Morales en
momentos muy difíciles, muchos años antes de ser Gobierno
y en su primera gestión como gobernante de Bolivia, mi
persona se ve obligada a renunciar al cargo de Director del
SENARI y abandonar al Gobierno, con la firmeza de seguir
luchando, aunque en situaciones muy adversas, porque no
existe la posibilidad de una verdadera critica y autocritica al
interior del MAS –IPSP, a pesar del silenciosos sufrimiento y
frustración de miles de militantes y simpatizantes del “proceso
e cambio” a lo largo y ancho de todo el país.

El Estado Plurinacional y su concepto “practico” de Desarrollo

Es de hecho una posición desarrollista la que tiene


el gobierno, yo lo llamo obrista, inclusive con proyectos
en muchos casos que no están bien elaborados, pero igual
ejecutan. La política del gobierno es mostrar obras, hacer
obras, en netamente desarrollista, no se esta mostrando esa
política de cambio, no se esta desarrollando esa capacidad de
las entidades que administran el agua, no se tiene claro de que
el Agua es un derecho fundamentalísimo de la vida y de lo que
es el Agua como derecho humano. Entonces vemos que es
una política desarrollista simplemente como lo que representa
el programa “Mi Agua”, hasta el nombre nos dice mucho.
Hemos hablado del problema del derecho a la tierra,

120
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

del agua. Si hablamos de proyectos importantes del país, por


ejemplo, la carretera que se quiere hacer por el TIPNIS a San
Ignacio de Moxos, se ve un actuar completamente desarrollista,
no hay una planificación de un desarrollo en concordancia
con la Madre Tierra. A pesar que tanto se ha pregonado
el respeto a la Madre Tierra, plasmado en la NCPE, que
también establece que se debe respetar los derechos de los
indígenas y se debe cumplir la consulta previa. En el caso del
conflicto del TIPNIS, considerada por expertos como una
región bioecológica y legalmente PARQUE NACIONAL,
Territorio Indígena, no cumplen con las propias normativas
nacionales. Lo que prima aquí es otro tipo de intereses, como
por ejemplo, el avasallamiento al Isiboro Sécure de casi 200
mil hectáreas, de manera irregular.
Entonces se ve que hay sectores sociales, que inclusive
son del “proceso de cambio”, que no han cambiado de
mentalidad, se actúa con mentalidad neoliberal, respecto a
las grandes obras que se pretenden realizar como represas,
proyectos mineros, etc. es la misma visión de desarrollo que
tenía los neoliberales y que ahora tienen autoridades de
Gobierno. Son las mismas visiones, desarrollistas del modelo
capitalista y extractivista. Entonces, no se ve en los sectores
sociales del proceso de cambio, una nueva mentalidad, en una
nueva forma de percibir y construir el desarrollo. El proceso
de valoración de la Madre tierra, por todos los antecedentes
es aun muy lenta, falta mayor conciencia y discusión en la
población en general.

Autonomía e independencia de las organizaciones frente al


Gobierno

Creemos nosotros que esto es importante. Es importante


la independencia, la autonomía de las organizaciones sociales,

121
La MAScarada del Poder

para poder jugar un papel más determinante en el proceso de


cambio. Estamos viendo que muchas organizaciones sociales
simplemente acatan órdenes, y el que de forma justificada
interpela determinadas acciones o políticas es llamado
“de derecha, opositor, etc.”. Se ha también pregonado la
democracia de abajo arriba, democracia participativa, o
mandar obedeciendo, en el caso nuestro que por lo menos
nos hubieran escuchado….., hubiese sido muy importante.
En el caso de nuestro sector, por lo menos los dos últimos
años eso no existió.
No se esta construyendo ningún modelo de democracia
participativa, estamos en contra flecha, hay un grupo en el
gobierno en coordinación con organizaciones del Pacto de
Unidad, (no en todos los casos) que diseña, define planes,
políticas y normas, y las bajan para que las organizaciones
sociales puedan acatarlas.
No hay la posibilidad de que nosotros podamos participar
en la construcción de políticas de abajo arriba, o sea, una
democracia de las bases, una democracia participativa. Creo
que en eso estamos retrocediendo mucho. Tenemos ejemplos
negativos que hacen a la vida cotidiana de los regantes, las
organizaciones del Pacto, redactaron e hicieron aprobar en la
Asamblea Legislativa Plurinacional, la Ley de la Revolución
Productiva, y la Ley Departamental Enrique Encinas, donde
se excluye por completo a las Asociaciones de regantes,
Asociaciones productivas, OECAS, lecheros, etc. Ese tipo de
actitudes y leyes son discriminatorias y excluyentes a todas
luces y no reflejan los principios del “proceso de cambio”.

Continúan los conflictos por el agua

El conflicto por el agua es permanente en los centros


urbanos y en las comunidades campesinas de Cochabamba, por

122
Los regantes y la agenda del agua y la tierra

la escasez del agua, agudizados por los nuevos loteamientos


ilegales. No ha cambiado la política de avasallamiento a los
sistemas autogestionarios de las comunidades, las juntas de
vecinales, de los barrios periféricos, con la intención de ser
absorbidas por los municipios.
La mina San Cristóbal, (que el Gobierno no tiene el
animo a nacionalizar) usa grandes cantidades de agua y no
paga nada, la explotación del agua subterránea afecta muchos
km a la redonda, aparte la contamina y deja enormes pasivos
ambientales, es decir los conflictos por el agua continuaran,
mientras que el Gobierno y las organizaciones ligadas al
“proceso de cambio”, no asuman conciencia de las diferentes
problemáticas que aun debemos enfrentar, y de no ser resueltas
traerá mas conflictos al “proceso de cambio”.
Seguramente surgirán nuevas coordinadoras nuevas
organizaciones emergentes en el proceso de cambio, por que
el capitulo del agua, la tierra, la madre tierra y los intereses de
las transnacionales no están cerrados.

123
Cambio de constitución, ¿cambio de civilización?
Pablo Regalsky

El gobierno del MAS PERDIÓ LA OPORTUNIDAD HISTÓRICA de


iniciar el camino hacia un CAMBIO DE CIVILIZACIÓN en bien de todos
y por la vida.

Las propuestas elevadas por los pueblos indígenas


originarios1 a la Asamblea Constituyente en Agosto de 2006
presentan las ideas básicas para organizar nuestro país de
acuerdo a un nuevo modelo de civilización. Aquí examinamos
las propuestas de organización del Estado Plurinacional
(plurinacional de verdad y no de discurso), tal cual fueron
originalmente planteadas y en qué forma fueron no solo
manipuladas y modificadas ilegalmente por el Parlamento en
octubre de 2008, sino también distorsionadas en su aplicación
por el gobierno del MAS.
Los indígenas no propusieron un cambio brusco y radical
que les pudiera llevar a un enfrentamiento directo con quienes
aún tienen el poder suficiente para oprimirnos y hacernos sufrir
mucho daño. Tampoco propusieron una utopía irrealizable.
La propuesta indígena originaria del Pacto de Unidad
(no la del MAS) es realista y al mismo tiempo tiene elementos
suficientes como para iniciar ese camino hacia una nueva
civilización que nos aleje del capitalismo depredador. Ese
capitalismo depredador domina hoy todo el planeta y, pese
1 Todas los Pueblos y Naciones Originarias y sus organizaciones, incluída la
CSUTCB, Bartolinas, CIDOB, CONAMAQ, y regionales de Guaraníes,
Afrobolivianos, etc. reunidos en el Pacto de Unidad donde NO estaban repre-
sentados los cocaleros, presentaron una propuesta AL MARGEN del MAS
o de cualquier otro partido político en Agosto de 2006. Para elaborar esa pro-
puesta se comenzaron a reunir desde fines del año 2003 (ver “El Pacto de Uni-
dad y el Proceso de Construcción de una Propuesta de Constitución Política
del Estado” La Paz, 2010, publicación sistematizada por Fernando Garces con
el apoyo de varias instituciones que formaban parte del equipo técnico del
Pacto de Unidad,).
124
Cambio de constitución, ¿cambio de civilización?

al dominio casi total que ejerce, hay muchos elementos que


no solo muestran su inviabilidad, sino su próxima, muy
próxima declinación catastrófica (lo cual no significa aún su
destrucción).
Existen muchos elementos que nos muestran que ese
sistema depredador ha entrado en su fase de declinación
destructiva. Para evitar que esa autodestrucción nos arrastre
en una colosal tragedia para la vida en el planeta, incluida por
supuesto la vida humana, es urgente desarrollar una alternativa
viable. La alternativa indígena es parte de esa búsqueda, es un
elemento de la realidad actual, y tiene elementos notablemente
adecuados para sacarnos de la miseria que nos amenaza. El
caso del TIPNIS es una demostración de que hay alternativa
y de que esa alternativa puede tener el apoyo de una numerosa
población urbana.
En estas líneas rescatamos los rasgos básicos de la
propuesta indígena de cambio y cómo el gobierno del MAS
no solo la ha ignorado, sino que se opone frontalmente a la
misma.
Presentamos a continuación, entonces, el análisis de
aquellos principios de organización democrática del Estado
Plurinacional incluidos en el texto constitucional, que son
una base programática para orientar la construcción de una
mejor forma de convivencia, hacia una nueva civilización
humana. Esos principios lo que hacen es reconocer una
realidad actual, la de las instituciones de autogobierno con las
cuales los propios pueblos indígenas y originarios se rigen en
la vida cotidiana y manejan sus formas de convivencia. No la
inventan, la reconocen.
Esas formas de convivencia existen pese a sufrir la
continua presión y a veces también agresión del Estado
boliviano a través de sus diferentes administraciones y
gobiernos y al continuo ataque que viene de las multinacionales,

125
La MAScarada del Poder

oligarquías terratenientes, sectores racistas de la sociedad y al


desconocimiento por parte de las instituciones académicas.
Aún contra todo eso, las formas de convivencia indígena
originaria campesina se mantienen vivas y constituyen una
alternativa para todos los que buscamos solución a la crisis
provocada por el capitalismo depredador, para evitar la
catástrofe humana que ya parece inminente.

La Constitución Política del Estado aprobada por Referéndum de


enero 2009

La Constitución vigente contiene 144 modificaciones


ilegales efectuadas en el Parlamento (sin que tenga ninguna
competencia legal para ello) en octubre de 2008. Esas
modificaciones ilegales e ilegítimas son resultado del
Pacto acordado entre el gobierno del MAS y los prefectos
representantes de la “media luna” en sus negociaciones de
Cochabamba. Negociaciones que fueron avaladas por todos
los partidos políticos del sistema parlamentario.
Pese a que ese Pacto con la Derecha introdujo
importantes arreglos muy favorables a los intereses capitalistas
depredadores y contrarios al movimiento indígena y popular,
manipulando indecentemente la voluntad de quienes
ingenuamente apoyaban al MAS, aún se han salvado ciertos
principios fundamentales que vienen de la propuesta original
del Pacto de Unidad. Esos principios fueron respetados en el
texto aprobado en la sesión final de la Asamblea Constituyente
del 9 de diciembre de 2007. Esos aportes están planteados en
el Capítulo Primero de la Primera Parte de la Constitución
(Bases Fundamentales del Estado).
Pasamos a analizar el actual texto constitucional en las
partes que señalan lo que debería ser el camino hacia un
Estado Plurinacional, para luego explicar en qué consisten los

126
Cambio de constitución, ¿cambio de civilización?

arreglos indecentes introducidos por el Pacto del MAS con la


Derecha.
El artículo 1º vigente de la CPE discutido y aprobado en
plenaria final y luego por el Parlamento y refrendado por el
Referendum, dice:

“Artículo 1. Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de


Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano,
democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia
se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico,
cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país.”

Este artículo parecería reunir diferentes doctrinas y


diferentes concepciones del estado, a veces contrapuestas,
que luego van a ir tomando forma con el complemento de
otros artículos. La propuesta del Pacto de Unidad plantea
que el Estado boliviano es a la vez Unitario y es Plurinacional.
Desde otras propuestas se han añadido términos como el de
“Social de Derecho” que proviene del derecho constitucional
alemán. La idea de que es descentralizado y con autonomías
cualifica el término “Plurinacional”. Es que Plurinacional
implica autogobiernos coasociados en una empresa común,
“descentralizado” implica un estado que deja caer unas
monedas a los niveles bajos de gobierno. Nada que ver lo uno
con lo otro.
El núcleo de la propuesta indígena originaria para hablar
de Estado Plurinacional es que propone un Estado refundado,
en cuya refundación ya no participarían solamente los
descendientes criollos del colonizador, sino que están todas
las naciones y pueblos que conforman el pueblo boliviano en
la actualidad. Eso no ocurrió y las razones para que no ocurra
las damos en el subsiguiente acápite de este artículo.
Un Estado Plurinacional ya no se trataría de aquel

127
La MAScarada del Poder

Estado Colonial aún vigente creado por la etnia castellana, que


impone su modelo cultural y a la vez establece una estructura
política uniforme donde solo existe una identidad con una
sola cultura general. En cambio un Estado Plurinacional —
aún por construir— reconoce la existencia actual de varias
naciones y pueblos que vienen desde antes de la Colonia y de
la República y que mantienen control sobre sus territorios a
través de sus propias instituciones. Eso se explicita aún más
en el artículo 2 vigente (vigente, pero no respetado por el
gobierno del MAS):

“Artículo 2. Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos


indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus
territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad
del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogobierno, a
su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de
sus entidades territoriales, conforme a esta Constitución y la ley.”

Este artículo de la Constitución es absolutamente


categórico. “SE GARANTIZA SU LIBRE
DETERMINACION EN EL MARCO DE LA UNIDAD
DEL ESTADO… que consiste en su derecho a la autonomía,
al autogobierno, etc.”
El texto del artículo mencionado no deja duda, sumando
a lo que dice el texto del artículo 1º, sobre el estado “de
Derecho Plurinacional”, que se funda en el pluralismo
político, económico, jurídico, etc. Esto implica que existen
hoy las naciones y pueblos (no necesariamente reducidas al
ámbito rural) que tienen su propia institucionalidad política
y jurídica, su sistema económico, sus sistemas legales y de
autoridad los cuales deben ser respetados, en el marco de la
consolidación de sus entidades territoriales.
El pluralismo jurídico, al cual se refieren los artículos

128
Cambio de constitución, ¿cambio de civilización?

primero y segundo, son detallados más adelante en el capítulo


IV de la Jurisdicción Indígena Originaria Campesina
(artículos 190 a 192). El pluralismo jurídico es la expresión de
la existencia de una institucionalidad política y jurídica propia
y separada de cada uno de los pueblos y naciones originarias.
El pluralismo jurídico implica que existen diversos
sistemas legales, los cuales son amparados por la presente
Constitución. Esto no se refiere simplemente a formas de
arreglos internos sobre delitos menores. Se refiere a que en los
territorios indígenas existe un ordenamiento jurídico y una
institucionalidad política diferente y separada de aquella del
Estado, y que se refiere a todos los órdenes de la vida humana,
su reproducción, y a la relación entre la vida humana y la
naturaleza, es decir, a la actividad productiva.
Según el texto constitucional hoy vigente, ya no tiene
existencia legal (o ya no debería existir) un solo sistema
judicial, una sola armazón jurídica bajo la cual están todos
los ciudadanos. Pues hasta ahora la normativa constitucional
solo reconocía como actores políticos a los ciudadanos y a los
partidos políticos que los representan. Hoy la Constitución
reconoce personería política con derecho al ejercicio de
jurisdicción y legislación propia a los pueblos y naciones que
conforman Bolivia. Esos sujetos colectivos que son los pueblos
y naciones indígena originario campesinos tienen derecho a la
libre determinación, y cada uno de los ellos es reconocido con
su propio sistema de autoridad política, jurídica y sus propias
instituciones.
Esto no significa que el Estado boliviano deja de ser
unitario. El sentido que le quiso dar el movimiento indígena
originario al término “unitario” es que preserva la unidad
del Estado boliviano. Unidad no significa “homogeneidad”,
no significa que a todos se nos educa en la misma escuela,
pasamos por el mismo cuartel, vemos el mismo canal de tv,

129
La MAScarada del Poder

desfilamos con las mismas fiestas o por los mismos motivos.


Podemos ser diferentes y estar unidos, interactuar, como se
supone hace cualquier matrimonio (con gusto o sin gusto).
La puesta en marcha de este sistema de libre determinación
a los pueblos permite la existencia de una plena democracia
en diálogo. Ya no se puede imponer un criterio dominante
desde el Gobierno Central del Estado sobre las partes. Cada
una de las partes tiene derecho a su libre determinación y a
tomar parte en el diálogo para definir las políticas comunes.
Eso sería el caso de un Estado de Derecho Plurinacional.
Ahora bien, cómo se ha puesto en marcha el “estado
plurinacional”? El sistema actual trata más bien de una
“asamblea plurinacional” elegida por voto universal y
secreto. Ninguno de los representantes es elegido por usos
y costumbres, y todos han debido formar parte de listas o
planchas presentadas por partidos políticos ante la Corte o
“poder” Electoral.
El sistema de voto universal y secreto es la clave de un
sistema de democracia liberal y neocolonial dominado por
el monopolio de representación que ejercen los partidos
políticos. Es el sistema que permite desintegrar la sociedad
en individuos que solo son responsables ante sí mismos de
su voto, todos dejamos de “pertenecer”, ya sea a una clase, a
una comunidad, a un barrio, a una nación oprimida. Es el
sistema que la burguesía logró perfeccionar para representar
al “pueblo” de forma homogenizante y hegemónica con éxito
durante el último siglo.
Este sistema de representación, en el cual el pueblo
pierde el derecho de soberanía que pasa a ser depositado en
los mecanismos de representación del Estado, es clave para el
sistema de dominación colonial global en el cual sigue inserto
y sometido Bolivia.
En cambio, en un Estado Plurinacional como el que

130
Cambio de constitución, ¿cambio de civilización?

propone la Constitución se declara muerto y extinguido el


monopolio de los partidos políticos, cosa que obviamente no
ha resultado ser ni la práctica ni la estrategia desplegada por
el MAS en el Gobierno, ni es lo que ocurre en la Asamblea
“plurinacional”.
No hay ninguna nación, ni pueblo, ni organización
representada en dicha Asamblea. Solo están ahí los partidos
políticos que representan “la ciudadanía”, homogénea e
indiferenciada de una “población”. Cuando los diputados
indígenas pretenden separarse del MAS y organizar su
propio bloque, son amenazados de que les aplicarán la ley
del “transfugio”. La organización actual de la Asamblea
Plurinacional desconoce olímpicamente el sentido
fundamental de la Constitución y lo viola a través de la
utilización de artículos y resoluciones secundarias, oscuras,
reglamentarias.
El texto constitucional declara roto el monopolio de los
partidos políticos sobre la representación y relativiza el voto
universal y secreto como única expresión de la voluntad del
pueblo, pues asume que el pueblo ejercerá soberanía en forma
directa, asamblearia, tal cual dice la actual Constitución en el
artículo 7º:

“Artículo 7. La soberanía reside en el pueblo boliviano, se ejerce


de forma directa y delegada. De ella emanan, por delegación, las
funciones y atribuciones de los órganos del poder público; es inalienable e
imprescriptible”.

El ejercicio directo de la soberanía por el pueblo es el


principio revolucionario establecido en este artículo y que por
supuesto el gobierno del MAS no cumple y no tiene ningún
interés en ello. El ejercicio directo de soberanía implica
que cuando el pueblo, el barrio, o la comunidad elijen una

131
La MAScarada del Poder

autoridad le están dando un mandato explícito que cumplir,


no le dan una carta firmada en blanco como sucede en el
actual sistema “representativo” y con duración fija de cargos.
Cuando la asamblea del pueblo, el barrio, la comunidad o la
ciudad entera ven que el mandato no se está cumpliendo, lisa
y llanamente eso da lugar a la Revocatoria del Mandato, la
autoridad es destituida y se la cambia. Esa es la democracia
directa, completamente viable en la medida que el pueblo está
movilizado.
El gobierno del MAS se burla de la Constitución al
impedir el ejercicio directo de la soberanía por el pueblo.
Viola la constitución en forma directa al desconocer la libre
determinación de naciones y pueblos indígenas.
Las leyes aprobadas por la mayoría abrumadora de dos
tercios que dispone el MAS en la “Asamblea plurinacional”
impiden la puesta en marcha del principio de ejercicio
directo de la soberanía por el pueblo y el principio de libre
determinación. Impiden en particular el ejercicio de la
representación directa de los pueblos indígenas a través
de sus propias instituciones políticas, en el ejercicio del
pluralismo político y jurídico. Ese es el resultado del pacto
nacional logrado entre el gobierno del MAS y los prefectos
de la media luna, con el aval y bajo la presión del gobierno
brasileño que utilizó la cobertura del UNASUR (Unión de
Naciones de América del Sur) en octubre de 2008. El Pacto
con la Derecha, un pacto exigido por el Brasil para asegurarse
la provisión del gas barato necesario para su industria, es un
pacto de gobernabilidad. Gobernabilidad significa hacer lo
que sea necesario para gobernar, no importa cómo, y como
dijo Gramsci, si no funciona el consenso entonces se gobiernaa
través de la corrupción.
El resultado de ese Pacto con la Derecha es que
los principios fundamentales de la Constitución fueron

132
Cambio de constitución, ¿cambio de civilización?

vulnerados a través de múltiples modificaciones introducidas


en las partes secundarias y reglamentarias que se añadieron en
la Constitución, en la letra menuda. El pacto entre el gobierno
del MAS con la Derecha en Octubre de 2008 hizo que los
fundamentos de la Constitución se vuelvan letra muerta2.
Las leyes transitoria Electoral, del Poder Electoral,
de la Descentralización y autonomías y la Ley de Deslinde
Jurisdiccional desconocen totalmente esos nuevos principios
constitucionales e impiden que se elijan las representaciones
indígenas y originarias campesinas por medio de sus usos y
costumbres y que las instituciones políticas indígena originarias
tengan sus propias competencias. Impiden la organización de
jurisdicciones electorales en los territorios indígenas (ahora
denominados TIOC) y reduce el número de jurisdicciones
electorales a una completa irrelevancia.

Pero hay más

El texto modificado ilegalmente mete gato por liebre de la


manera más descarada, es una burla grotesca a los movimientos
sociales y en particular al movimiento campesino, como vamos
a ver sobre todo en el caso concreto de los artículos 146 inciso
VII, 315, 399 y 409. Esto es parte del giro que Evo Morales
autoritariamente hizo dar al Instrumento Político a partir
de 1997 para dejar de luchar por la Tierra y el Territorio y
cambiarlo por un discurso antiimperialista.
La CSTUCB formó en 1995 su Instrumento Político con
el fin de luchar por la Tierra y el Territorio y le dio mandato
para participar en el terreno electoral con el fin de dar una

2 El presidente de la cámara de diputados “plurinacionales” Hector Arce, en


un discurso pronunciado en el seminario sobre gobernabilidad organizado
por Naciones Unidas el 8 y 9 de diciembre de 2011 elogió ese pacto entre
el gobierno del MAS y la derecha, diciendo que gracias a ese Pacto se había
garantizado la unidad nacional y el sistema democrático.
133
La MAScarada del Poder

batalla táctica contra los partidos políticos de los patrones,


los latifundistas, y los gobiernos neoliberales que expresaban
los intereses del capitalismo depredador y que ignoraban los
derechos territoriales de los pueblos indígenas y originarios.
¿Qué ocurrió con el MAS cuando Evo Morales aprovechó
una disputa dirigencial ante las elecciones de 1999 para
imponer un cambio programático en el Instrumento Político,
utilizando para ello una sigla electoral que le cedió gentilmente
un sector de la Falange Socialista Boliviana? A partir de
allí se comenzó a dejar de lado la propuesta estratégica de
Tierra Territorio, cambiándola por un programa de lenguaje
nacionalista, con una retórica antiyanqui y de defensa de la
hoja de coca. Podremos ver luego que esa retórica antiyanqui
termina en una práctica de subordinación a las empresas
extractivas multinacionales que alimentan (y se alimentan de)
el expansionismo brasileño.
¿Qué dicen esos artículos modificados? El inciso VII
agregado al artículo 146 dice:

“Las circunscripciones especiales indígena originario campesinas, se


regirán por el principio de densidad poblacional en cada departamento.
No deberán trascender los límites departamentales. Se establecerán
solamente en el área rural, y en aquellos departamentos en los que
estos pueblos y naciones indígena originario campesinos constituyan
una minoría poblacional. El Órgano Electoral determinará las
circunscripciones especiales. Estas circunscripciones forman parte del
número total de diputados.”

De esta manera, si quedaba alguna duda de la violación


del principio de devolución de la soberanía al pueblo, aquí
queda despejada. Las limitaciones para que se establezcan
circunscripciones “especiales” indígenas son tales que, en los
departamentos donde hay mayoría indígena, es decir todos

134
Cambio de constitución, ¿cambio de civilización?

los departamentos de la región andina, no está permitida la


elección de representantes por usos y costumbres. Aún allí
donde los pueblos indígenas son minoritarios, es decir en
las tierras bajas, la ley electoral también ha impedido que la
elección de representantes sea por usos y costumbres y ha
impuesto la elección a través de partidos políticos y por voto
universal y secreto, impidiendo el ejercicio de las instituciones
políticas propias indígenas. A esto se agrega el hecho de que
se impide la constitución de circunscripciones indígenas que
trasciendan los límites departamentales. Las disposiciones de
carácter reglamentario de este inciso agregado ilegalmente
vulneran los artículos fundamentales 1º, 2º, 7º, 276, 296 y otros.
El artículo 315, un artículo agregado de contrabando
dentro del capítulo de Organización económica del Estado, es
una burla aún más grotesca del mandato constitucional. Dice
lo siguiente:

Artículo 315, de la propiedad de la tierra por personas jurídicas


I. El Estado reconoce la propiedad de tierra a todas aquellas personas
jurídicas legalmente constituidas en territorio nacional siempre y
cuando sea utilizada para el cumplimiento del objeto de la creación
del agente económico, la generación de empleos y la producción y
comercialización de bienes y/o servicios.
II. Las personas jurídicas señaladas en el parágrafo anterior que se
constituyan con posterioridad a la presente Constitución tendrán una
estructura societaria con un número de socios no menor a la división de
la superficie total entre cinco mil hectáreas, redondeando el resultado
hacia el inmediato número entero superior.

Este artículo invalida los efectos prácticos del Referéndum


dirimitorio de enero de 2009 en el cual se estableció que el
límite máximo de la propiedad rural era de cinco mil hectáreas.
Lo que se está diciendo aquí, en un lenguaje incomprensible

135
La MAScarada del Poder

para los no iniciados, es que una sociedad anónima puede


tener tantas veces cinco mil hectáreas como socios tiene esa
sociedad. Viola la prohibición de latifundio contenida en la
Constitución y los artículos 397 y 398. El artículo 399 completa
la burla estableciendo que el límite de cinco mil hectáreas solo
se aplica a las propiedades adquiridas con posterioridad a la
puesta en vigencia de la Constitución.
Con lo cual las modificaciones ilegales realizadas a esta
Constitución en virtud del Pacto de la Casa Campestre de
octubre de 2008 con la Media Luna terminan por legalizar
el latifundio en Bolivia.

¿Qué más?
A la legalización del latifundio se le agrega la legalización
constitucional de los transgénicos

El artículo 408 fue modificado en forma totalmente


contraria a lo que establecía el artículo original. ¿Qué decía
el artículo original? Lo siguiente: “Se prohíbe la producción,
importación y comercialización de transgénicos”. En cambio,
el artículo aprobado por el Parlamento establece lo siguiente:

“Art. 408. La producción, importación y comercialización de


transgénicos será regulada por Ley”.

La ley 144 del 26 de junio de 2011, de la Revolución


Productiva Agropecuaria, aprobada por la Asamblea
Plurinacional confirma la legalización de los transgénicos y
protege la obtención de patentes sobre semillas, sean nativas
o no, a favor de las multinacionales, violando el derecho de las
comunidades a proteger sus semillas propias resultado de un
trabajo y un conocimiento en la selección de variedades que
duró siglos de experimentación.

136
Cambio de constitución, ¿cambio de civilización?

Estas modificaciones ilegales son el resultado del Pacto


con la Derecha, entre el Gobierno del MAS y los prefectos
de la media luna, un pacto que está al servicio de los intereses
del latifundio, y que fue convalidado por el conjunto de los
partidos políticos. En las reuniones y acuerdos secretos del
Pacto no pudo participar oficialmente ningún representante
de las organizaciones campesinas indígenas originarias,
aunque sospechamos que algunos dirigentes si estaban muy
comprometidos en el asunto. Se admitió la presencia de
un técnico (Adolfo Mendoza) que había acompañado la
redacción del proyecto de Constitución elaborado por el Pacto
de Unidad. Ese técnico recibió en premio a los servicios que
prestó a dicho Pacto con la Derecha firmado por el MAS al
servicio del latifundio, el cargo de Senador por Cochabamba
en las elecciones siguientes.

En síntesis, ¿cuál es el avance, cómo se plantea la propuesta hacia


una nueva civilización?

Existen en la Constitución varias provisiones que se


refieren a la buena vida en convivencia con la Madre Tierra, a
los principios del Ama sua, ama qhilla, ama llulla. Sin embargo,
no son estas referencias líricas las que pueden garantizar llegar
a una buena vida. Es a través de una organización política, de
una autoridad propia y democráticamente controlada la que se
puede hacer cargo de la transformación de una vida que ahora
está sometida a las necesidades de un capitalismo depredador
y, en cambio, poder construir una sociedad más armónica.
¿Es el Estado nacional-colonial que conocemos el que
puede asumir esa tarea? ¿Es ese Estado apoyado en la fuerza
de coerción, en los aparatos de represión de la Policía y el
Ejército, de los jueces corruptos y de los alcaldes? No es esa la
idea de los pueblos reunidos en el Pacto de Unidad.

137
La MAScarada del Poder

La idea es que podremos transformar la vida a través del


autogobierno, del control territorial por la propia gente que
vive allí, con la recuperación del ejercicio directo de la soberanía
por el pueblo. La reconstrucción de la comunidad es posible
ahí donde la gente misma puede ejercer su autogobierno. Es
simplemente imposible esperar un cambio si son las empresas
las que financian a los partidos políticos y son estos los que
tienen el monopolio de la representación política.
Hay otras formas de organización y de campaña política.
Cuando el MAS o, para ser más exactos, la ASP-IPSP inició
su primera campaña electoral municipal en diciembre de 1995,
no tenía absolutamente ningún recurso. Lo hizo simplemente
con la fuerza de la organización campesina y comunal. Y
sorprendió ganando en un número importante de municipios.
No hacía falta la propaganda política porque la gente sabía a
quien votaba, habían elegido a sus candidatos en sus propias
Asambleas de subcentrales y centrales campesinas, en sus
Congresos provinciales. Cuando los dirigentes se pelearon, y
agarraron la “manija”, recibieron financiamiento de la Corte
Electoral y apareció el MAS como representando al IPSP, ya
los candidatos que se elegían en las Asambleas no aparecían en
la lista aprobada por la Corte Electoral, y en cambio aparecían
otros puestos a dedo. Eso es resultado de que alguien maneja
la plata y eso le permite controlar y corromper. Es la misma
situación en las alcaldías que ganó el MAS. El poder tiene que
salir de abajo y no de la plata.
El cambio viene de la propia gente, de su movilización,
de su autogobierno, de su lucha. En eso consiste el núcleo
de la propuesta campesina, indígena originaria. Ese es
el tema que se debate en la cuestión de la carretera por el
TIPNIS: ¿Es el Gobierno el que va a garantizar una buena
vida a los habitantes del TIPNIS con una carretera?, ¿o el
que va a permitir el desarrollo de Cochabamba y el Beni y

138
Cambio de constitución, ¿cambio de civilización?

mejorar nuestras vidas? O son las comunidades indígenas del


TIPNIS las que pueden manejar bien su territorio y vivir de
forma acorde a su cultura, si las dejan en libertad de hacerlo,
sin la intrusión del narcotráfico, de las empresas petroleras,
mineras y forestales. Lo que se aplica al TIPNIS también
se puede aplicar a El Alto, también se puede aplicar a Kara
Kara o a Jayhuayco. En eso el pueblo boliviano tiene suficiente
experiencia.
¿El Gobierno Central y el Estado tienen que dejar de
existir? No es así. El Gobierno del Estado tiene la función de
administrar los bienes comunes del conjunto del país, y una
cosa es administrar y atender el bien común y otra cosa es tener
todo el poder de decisión reunido en unas cuantas personas.
La administración del Estado, incluso la administración de los
recursos estratégicos como el petróleo, la energía en todas sus
formas, el comercio exterior, las finanzas se pueden racionalizar
de acuerdo a las políticas que resultan de la participación
de las diferentes estructuras políticas de autogobierno, una
vez que cada una de las cuales tiene suficiente capacidad y
autosuficiencia como para no depender de la estructura central
de gobierno.
Una estructura basada en autonomías y autogobierno
tiende a desarrollar sistemas productivos que armonicen con
ese espacio social que se autogobierna. No hay duda que en
este momento hay un desarrollo desigual muy marcado, una
distancia cada vez mayor entre campo y ciudad y entre regiones.
Ese es resultado de ese desarrollo desequilibrado, centrado en
promover un desarrollo urbano exagerado e irracional basado
en la continua expoliación de los recursos naturales y en la
subordinación del campo a las necesidades de la ciudad. Es el
resultado de la libertad que dispone el capital financiero para
manejar los recursos sociales en su provecho. Es el resultado
de promover una agroindustria con fines de exportación en

139
La MAScarada del Poder

vez de promover la seguridad y soberanía alimentaria del país.


Es el resultado de ceder constantemente ante las presiones
de las multinacionales petroleras, mineras, semilleristas,
agroalimentarias y montar un modelo puramente extractivista
y depredador. Desmontar ese sistema de acumulación de
capital en manos privadas basado en la depredación de los
recursos naturales parece una tarea descomunal. No es una
cosa tan difícil de resolver si hay un pueblo movilizado y que
sabe lo que quiere. El pueblo boliviano sabe lo que quiere.
Es difícil de resolver si las organizaciones dejan gobernar
a unos cuantos, se le delegan los poderes a una camarilla que
solo sirve a los intereses de los poderosos y a los suyos propios
y trata de concentrar los recursos en un centro hegemónico.
La tal hegemonía de la que se ufana García Linera no es real,
no hay hegemonía, lo que sucede es que se cumple lo que
decía Gramsci: “Hay tres formas de gobierno: por la violencia,
por el consenso, o por la corrupción”. Y ahí está el asunto.
Difícil se ha vuelto la actual situación, porque
organizaciones muy importantes que representaban a una
mayoría de los pueblos originarios indígena campesinos,
como es la CSUTCB, han decidido abandonar su camino
independiente como representantes de naciones y pueblos
indígenas y como parte de la clase trabajadora. Han decidido
fusionarse con un Estado Colonial que no ha sido transformado,
unque ahora se llame Estado Plurinacional, y han perdido su
carácter de autoridad propia de las comunidades indígenas
que tienen control de su territorio ancestral. En cambio, han
facilitado la expansión de la autoridad de ese Estado Colonial,
aunque ahora tenga una administración cuya cabeza reclama
ser indígena. Esas organizaciones, que una vez lucharon
por un instrumento político Tierra-Territorio, hoy están
posibilitando que se amenace a las comunidades indígenas que
siguen ejerciendo control territorial, y que se use para ello la

140
Cambio de constitución, ¿cambio de civilización?

fuerza y la violencia por parte de la actual administración del


Estado Colonial boliviano. Una administración gubernativa
que en realidad no tiene poder, y solo puede seguir gobernando
por medio de la corrupción. Que por no tener ningún poder,
gobierna ahora para las multinacionales, como es evidente
en el caso del TIPNIS3. Ya lo anticipó el Ministro de Minas
José Pimentel en su carta del 5 de octubre de 2010 dirigida al
CONAMAQ con referencia al conflicto por la mina de cobre
en Corocoro y donde dice:

“…el Estado Plurinacional no reconoce el autogobierno ni mucho menos


la autodeterminación de los pueblos indígenas.”

Cuando Pimentel escribe en su carta las palabras


“Estado Plurinacional”, obviamente se está refiriendo a la
actual administración gubernativa del MAS dentro de un
Estado Colonial construido históricamente al servicio de
las empresas mineras transnacionales a las cuales él no tiene
ningún inconveniente en servir personalmente.
Está claro que, limpiando la Constitución de las
indecencias que le incorporó el Pacto con la Derecha de
octubre de 2008, hay bases legales para reiniciar el camino
que el pueblo boliviano puede seguir recorriendo. Es el mismo
camino cuyos hitos son el año 2000, el año 2003, el año 2005,
luchas triunfantes bajo la inspiración de los pueblos indígenas y
originarios. El cambio no lo realizará ninguna administración
pública que esté a cargo del actual Estado Colonial que hoy
subsiste plenamente en Bolivia, sea la actual o una futura,

3 Hay muchísimos casos más, de los cuales mencionaremos solamente el de las


represas sobre el Rio Madeira, el del avasallamiento del territorio de los Lipez
por la empresa minera San Cristóbal, el del avasallamiento de los derechos de
agua de Coro Coro por la empresa minera del cobre, el avasallamiento de las
comunidades guaraníes, mosetenes, tacanas, etc por las empresas petroleras
transnacionales, etc.
141
La MAScarada del Poder

sea quien sea el líder que encabece esa administración estatal


colonial. El cambio lo realiza la gente. Es necesario retomar
el camino de la organización independiente, del autogobierno
y de la movilización amparada plenamente en los principios
fundamentales de nuestra nueva Constitución, para salir en
defensa del proyecto de una nueva civilización posible.

142
El reacomodo del poder petrolero transnacional en Bolivia
Roberto Fernández Terán

El neocolonialismo se ha expresado en Bolivia


fundamentalmente en torno a la extracción de materias
primas, gas y minerales, la subordinación económica al
poder de las transnacionales y de la banca internacional, y
la aceptación política de las directrices extranjeras dentro
del juego interno del poder nacional. El Movimiento Al
Socialismo (MAS), con el Vicepresidente García al mando,
ha sumado su gestión de Gobierno a esa vieja historia. En
efecto, no se ha liquidado la base material del poder de las
empresas petroleras que se quedaron operando en Bolivia, y
las políticas de endeudamiento gubernamentales apuntan a
reproducir el rol tradicional del país: exportador de materias
primas.
El MAS, con García en el mando, no ha podido romper
totalmente con las bases del poder petrolero extranjero
en Bolivia; se controla, es cierto, las áreas de refinación y
transporte, pero la operación de los campos más ricos en
hidrocarburos está a cargo de las transnacionales petroleras.
Lo que ha ocurrido, en sustancia, es un reacomodo empresarial
petrolero al interior del bloque de poder dominante actual,
con una gran influencia en la toma de decisiones sobre la
política energética. Veamos cómo todo esto ha sido posible,
a partir de una breve y puntual recapitulación de las políticas
gubernamentales masistas sobre este tema.

I. La economía y el fallido gasolinazo

El fallido intento del aumento del precio de la gasolina


y el diesel en diciembre de 2010 ha demostrado claramente
que la supuesta bonanza de la economía nacional basada
en la “nacionalización” de los hidrocarburos sencillamente
143
La MAScarada del Poder

no existe. Si la economía boliviana marchara tal y como


la pinta el aparato propagandístico gubernamental —y
la megalomanía de García, en particular— una medida
como esa no tendría sentido alguno. Más aún: ¿cuál puede
ser la lógica de una economía boyante de un Gobierno
“revolucionario” que necesita apropiarse de los dineros del
pueblo para traspasarlo a las compañías petroleras y cubrir el
enorme gasto gubernamental? Está claro que, con un valor
medio ponderado del costo de producción de 5,77 dólares
por barril de petróleo en Bolivia, no se justificaba la elevación
del precio que actualmente se les paga a las empresas de 27
dólares a 59 dólares por barril, y ha quedado claro también
que la elevación de los precios de los hidrocarburos no era para
combatir precisamente el contrabando, sino que respondía a la
necesidad de otorgarles mayores incentivos y beneficios a las
petroleras y financiar el enorme gasto fiscal del Estado1.
Lo que el gobierno del MAS no dice cuando mantiene la
amenaza de subir los precios del diesel y la gasolina, es que una
elevación en el precio de los combustibles inmediatamente
haría subir los precios de los alimentos y servicios que consume
y usa el pueblo boliviano. En efecto, subirían el costo del
transporte, los fletes de carga, los pasajes del transporte urbano,
con todo el efecto en la cadena de precios, lo que afectaría
gravemente la economía de todos los bolivianos y bolivianas;
perjudicaría a todos los sectores, pero mucho más a aquellos
que no tienen relaciones laborales estables, pertenecientes al
mundo de la denominada economía informal. Los beneficios
redistributivos de los bonos se diluirían porque, al cargar
la elevación de los combustibles a los ciudadanos, éstos se
empobrecerían inevitablemente.
Y, también, se les olvida decir que el diesel y la gasolina

1 Cf. Carlos Arze Vargas et al. Gasolinazo: subvención popular al Estado y


a las petroleras. CEDLA, La Paz, 2011, pp. 157 – 158.
144
El reacomodo del poder petrolero transnacional

importados son pagados en una parte por los propios


consumidores bolivianos a través del precio y el Impuesto
Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD) cuando
compran diesel o gasolina. Es decir, que son los propios
consumidores bolivianos los que pagan una parte importante
del diesel y la gasolina importados cuando compran en las
gasolineras, y también cuando pagan el IEHD. Entonces, el
subsidio real sería mucho menor a las cifras que maneja el
Gobierno para tratar de justificar la elevación del precio del
combustible líquido2.
El MAS, siguiendo los pasos del “gonismo”, amenaza
constantemente con transferir la crisis al conjunto de los
ciudadanos elevando la alícuota del IEHD, en un país donde
la precariedad del trabajo es una constante, y con sueldos
bajos que no guardan relación con los países industrializados.
Menos mal que el pueblo boliviano ha impedido la aplicación
de una medida tan anti popular, cuyo único fin era beneficiar
a las compañías petroleras.

II. La diferencia entre la nacionalización de 1969 y la actual

El Vicepresidente García afirma que en todo proceso de


nacionalización se indemniza a las empresas petroleras por las
inversiones pasadas; cita como ejemplo el caso de la Gulf Oil
Company en 1969 y justifica así las críticas que se le hacen a
su Gobierno por el pago de inversiones pasadas a Petrobras,
Repsol, Total y otras empresas.
Efectivamente, es cierto que, en el caso de la Gulf,
la reversión al Estado de los campos de hidrocarburos que
estaban en sus manos fue acompañada con el pago de sus
inversiones en activos e instalaciones, pero lo sustancial de

2 Cf. Carlos Arze Vargas et al. Gasolinazo: subvención popular al Estado y


a las petroleras. CEDLA, La Paz, 2011, pp. 157 – 158.
145
La MAScarada del Poder

esta nacionalización es el hecho de que la Gulf se fue del país


y que YPFB se hizo cargo de todo el negocio, quedándose, en
consecuencia, con el 100 por ciento de la renta petrolera para
el Estado boliviano.
Es obvio, por tanto, que no es lo mismo devolver
inversiones cuando la empresa se va del país, como ha ocurrido
en la nacionalización de 1969, que devolverlas a empresas como
Petrobras y Repsol que no solo se beneficiaron de la explotación
de campos previamente descubiertos por YPFB entre 1997 y
2005, sino que se firmaron con ellas nuevos contratos para que
se queden en Bolivia con el derecho de operar los principales
campos por 20 y 30 años, extraer el gas con alto contenido
energético para enviarlo como materia prima barata a Brasil y
Argentina, y así obtener pingües ganancias.
García parece tener todas las facultades intelectuales para
entender la diferencia entre una y otra nacionalización.

III. Participación estatal en la renta petrolera

La frondosa palabrería que exhibe García respecto de la


renta petrolera que percibe el país merece las siguientes tres
precisiones:

1. Los actuales recursos dinerarios (Impuesto Directo a


los Hidrocarburos, IDH) que reciben actualmente las
municipalidades, gobernaciones y universidades no son
resultado de la nacionalización del MAS, sino de la Ley
de Hidrocarburos 3058, aprobada el año 2005, antes de la
llegada del MAS al gobierno. La lucha por el incremento en
la participación del Estado boliviano en la renta petrolera
estuvo en los planteamientos de los movimientos sociales
desde el año 2001, y fueron ellos los que impusieron el
aumento de la participación estatal.

146
El reacomodo del poder petrolero transnacional

Dicho de otro modo: si con la Ley 1689 de Sánchez de


Lozada se obtenía un 18% de la renta petrolera por regalías
hidrocarburíferas, fue la lucha del pueblo boliviano la que
impuso a los políticos de aquel tiempo que se aumentase
ese porcentaje al 32% adicional —el Impuesto Directo
a los Hidrocarburos, IDH— que se calculaba para todos
los efectos como una regalía. La suma de regalías (18%)
e IDH (32%), por tanto, hacía un total del 50%. Este
incremento, sustancial para las arcas del Estado, se realizó
en contra de la voluntad del aquel entonces presidente
Carlos Mesa, de muchos parlamentarios y, en particular,
del propio Álvaro García Linera, que, con mucha
vehemencia y desde las pantallas de televisión, defendía
la propuesta de simplemente aumentar el impuesto a las
utilidades petroleras.
2. Con el Decreto de Nacionalización número 28701 del
1 de mayo de 2006 (esta vez sí del Gobierno del MAS
y mérito, en gran medida, del entonces ministro de
hidrocarburos Andrés Solís Rada), se estableció que al
referido 50% determinado en la Ley 3058 se le añada una
otra participación adicional transitoria del 32% aplicable
a los megacampos de hidrocarburos, con el fin de crear un
fondo de arranque para que la empresa estatal boliviana
refundada (YPFB) pueda comenzar a funcionar por sí
misma.
Es cierto, como afirma el Vicepresidente García, que con
esta medida la renta petrolera que recibía el Estado llegaba
al 82% y algo más (si se le añadía el pago del impuesto a las
utilidades), pero se trataba de una medida de aplicación
transitoria que solo estuvo en vigencia entre mayo de
2006 a mayo de 2007, durante solo un año.
En mayo de 2007, cuando se protocolizaron los nuevos
contratos firmados entre el Gobierno del MAS y las

147
La MAScarada del Poder

compañías petroleras, la participación del Estado boliviano


del 82% volvió a ser la establecida en la Ley 3058, es decir,
una participación del 50% (18 % regalías + 32% IDH).
¿Por qué, entonces, el Gobierno insiste en seguir hablando
del 82% cuando esto ya no es aplicable a los campos
grandes operados por las petroleras extranjeras?3, ¿por qué
no se le dice claramente al pueblo boliviano que el artículo
transitorio ya no está vigente desde mayo del 2007?
3. Los nuevos Contratos de Operación (eufemismo que disfraza
lo que esos contratos son en realidad: Contratos de Producción
Compartida) contemplan una participación para el Estado de
regalías e IDH, más un coeficiente beta (B) para YPFB —
desconocido por el país—, más las patentes y los impuestos
upstream que incluyen el Impuesto a las Utilidades. No se
pueden incluir en los impuestos upstream4— el Impuesto al
Valor Agregado (IVA) y el Impuesto a las Transacciones (IT),
menos el Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados
(IEHD), porque estos son impuestos que se transfieren
al consumidor en el precio final de venta del producto (son
impuestos que, a fin de cuentas, los paga el ciudadano).
Por otra parte, y como no se conoce exactamente cuánto
significa el mencionado coeficiente beta (B), no es posible
calcular con precisión, en el caso de los campos grandes, los
megacampos, cuál es el nivel del goverment take5 —dato del
que también se pavonea García, señalando que es uno de los
más altos del mundo—. Por esto resulta legítimo desconfiar
de las afirmaciones gubernamentales en las que se dice que el

3 Cf. El Nacional (Tarija). “YPFB aclara que sólo ingresaron $us1.510 mi-
llones en 5 años por la nacionalización”, Tarija, 08/05/2011
4 Upstream es el término que refiere la exploración y producción de hidro-
carburos.
5 El goverment take es la participación total del gobierno en los ingresos o
beneficios petroleros.
148
El reacomodo del poder petrolero transnacional

referido goverment take llega al 82%, o incluso al 90% en los


Contratos de Operación.

IV. Reservas probadas y control material de Petrobras, Repsol y


Total

La experiencia boliviana nos enseña que no es suficiente


que la ley establezca en el papel que los hidrocarburos son
de propiedad inalienable del Estado o del pueblo boliviano.
En efecto, si recordamos la historia, el Código Davenport,
que se aprobó a mediados de los años 50 con rango de ley,
decía que la propiedad pertenecía a los bolivianos, pero en
los hechos quien verdaderamente se benefició de esa ley fue
la Gulf Oil Company, que llegó a controlar más del 70% de
los hidrocarburos a fines de la década del 60. YPFB, en ese
tiempo, era una empresa sin capacidad de emprendimientos
mayores y con deudas que tenía que pagar a la Gulf.
De igual modo, en la Ley de Hidrocarburos 1689 de
Sánchez de Lozada, se afirmaba que los hidrocarburos,
cualesquiera sea su estado, eran de “dominio directo, inalienable
e imprescriptible del Estado boliviano”, pero eso no fue un
obstáculo para que las transnacionales petroleras terminasen
efectivamente controlando la producción, la refinación, el
transporte y la comercialización de los hidrocarburos.
De todo esto se puede deducir —confiamos nuevamente
en las capacidades intelectuales de García— que no basta lo
que diga una ley, sino que es de capital importancia el control
físico y material, operativamente hablando, de toda la
cadena productiva de los hidrocarburos. Hoy, en Bolivia, a
casi seis años de la “nacionalización” del Gobierno de Morales
y García, el control material operativo de los campos con
reservas probadas está en manos de Petrobras, Repsol y Total.

149
La MAScarada del Poder

Pero si García no puede creerlo e insiste en que el Estado


Plurinacional es quién controla efectivamente los campos ricos
en hidrocarburos, lo único que se puede hacer es remitirlo a
los datos de su propio Gobierno.
Según el Ministerio de Energía e Hidrocarburos6,
durante la gestión 2010, la participación de las empresas
operadoras extranjeras en la producción de gas natural sería
la siguiente: Petrobras Bolivia: 63%; Petrobras Energía: 2%;
Repsol: 7%; British Gas: 5%; Vintage Petroleum: 2%; Andina
(YPFB-Repsol): 6%; y YPFB-Chaco: 13%. Salta a la vista que
las operadoras extranjeras producen el 79% del gas natural,
sin tomar en cuenta la participación de Repsol en la empresa
mixta Andina.
Según el mismo Ministerio, en la producción de petróleo,
condensado y gasolina natural, las empresas petroleras tienen
la siguiente participación: Petrobras Bolivia: 58%; Petrobras
Energía: 2%; Repsol: 18%; British Gas: 3%; Vintage
Petroleum: 1%; Andina (YPFB-Repsol): 6%; y Chaco: 12%.
Nuevamente se ratifica que las empresas extranjeras producen
el 82% de los líquidos señalados, sin tomar en cuenta, otra vez,
la participación de Repsol en Andina7. Así queda demostrado
que la larga lista de campos hidrocarburíferos publicada
por García, asignados a YPFB, o producen muy poco, por
los muchos años de explotación, o simplemente están sin
actividad productiva importante.
Un dato más al respecto. Por las noticias de prensa
sabemos que una excepción de lo dicho sería el campo
Sararenda, en el que se estiman interesantes reservas de gas.
Si esto es así, y dado que el campo pertenece a YPFB, debería

6 Cf. Ministerio de Hidrocarburos y Energía. Anuario Estadístico, gestión


Ing. José Luis Gutiérrez, 2010
7 Cf. Ministerio de Hidrocarburos y Energía. Anuario Estadístico, gestión
Ing. José Luis Gutiérrez, 2010
150
El reacomodo del poder petrolero transnacional

ser la empresa boliviana el único operador de dicho campo.


Existen denuncias de cívicos camireños, sin embargo, de que,
de manera ilegal, y sin aprobación del poder legislativo, se
estaría entregando la operación de dicho campo a la empresa
extranjera Repsol. Estaremos a la espera de que el Gobierno
haga la aclaración respectiva sobre Sararenda.
Para mayor abundancia sobre este tema, presentamos una
síntesis de un estudio de indudable seriedad publicado por
el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario
(CEDLA) en agosto de 2011, el mismo que ha establecido lo
siguiente:

• En el año 2009, las reservas probadas de gas y petróleo con


alto valor comercial se encuentran en cuatro mega campos
que representan el 85% del total;
• Esas reservas están bajo control de cinco empresas:
Petrobras (brasileña), Repsol (española), Total E&P
(francesa), British Petroleum (BP) y British Gas (BG)
(británicas).
• Los campos convencionales representaban el 15 % restante.
• YPFB Chaco y YPFB Andina (YPFB-Repsol) controlan
únicamente el 11% de las reservas probadas de gas y petróleo8.

El mismo estudio señala que las reservas en los


megacampos, al margen del enunciado jurídico que dice
que ellas son de propiedad del Estado, son en los hechos
controladas por las siguientes empresas de acuerdo con su
participación en la sociedad constituida9:

- San Alberto (Petrobras);

8 Cf. Carlos Arze Vargas et. al. Gasolinazo: subvención popular al Estado y
a las petroleras, CEDLA, La Paz, 2011, pp. 52 - 53
9 Ibídem, p. 56
151
La MAScarada del Poder

- San Antonio [Petrobras: 35 %; Andina: 50% (YPFB:


25% y Repsol: 25%); y Total E&P Bolivie: 15 %);
- Margarita (Repsol: 37%, BG: 37,5%, Pan American
y British Petroleum: 25%);
- Itaú (Petrobras: 30%, Total E&P Bolivie: 41%,
YPFB-Chaco: 4% y BG: 25%).

Conclusiones: en los megacampos donde existen reservas


probadas, las empresas transnacionales operan casi el 80% de la
producción de gas y petróleo. Existe una vinculación orgánica
entre las petroleras y el Estado con una evidente participación
minoritaria de YPFB en el proceso de explotación; YPFB no
es la empresa que produce más de la mitad del gas natural en
Bolivia, como afirma García10.

V. Sobre la indemnización a Transredes

El Gobierno de Morales y García ha demostrado


tener abundantes argumentos para indemnizar a empresas
delincuenciales como Transredes, pero en ningún momento
utilizó los informes que establecían una serie de violaciones
e incumplimientos por dicha empresa para sancionarla como
correspondía.
Ha dicho García que por el pago de 240 millones de
dólares a Transredes, el Estado boliviano ha obtenido un
patrimonio neto de 1.000 millones de dólares a través de
YPFB. De manera simple, parecería que el Estado ha hecho
el gran negocio del siglo, pero el hecho es que la mayor parte
de la inversión fuerte del negocio del transporte (inversiones
en gasoductos, oleoductos, poliductos) fue hecha por YPFB
antes del año 1997, cuando Enron y Shell se convierten en

10 Cf. Alvaro García. El “Oenegismo” Enfermedad Infantil del Derechis-


mo, 2011, Vicepresidencia del Estado, La Paz, pp. 41
152
El reacomodo del poder petrolero transnacional

“socios” mayoritarios de Transredes.


Dicho de otro modo: si Enron, de manera delincuencial,
se hizo cargo de los ductos bolivianos sin invertir un centavo y
a cambio de promesas de “asesoramiento”, y luego, cuando se
formó Transredes en sociedad con la Shell, empezó a cobrar
por el transporte de hidrocarburos construido por YPFB,
lo mínimo que se le debió haber pedido a Transredes es el
cumplimiento riguroso del contrato, pero no fue así.
El Gobierno del MAS, por otra parte, tiene en su poder
el documento de Juan Carlos Virreira (exdelegado para la
revisión de la Capitalización) que demuestra expresamente
cómo Transredes incumplió el Contrato de Suscripción
firmado con el Estado boliviano11:

1. Transredes realizó “préstamos puente” para capital de


operaciones a sus afiliadas: Empresa Productora de
Energía Ltda. (10.41 millones de dólares); Gas Oriente
Bolivia Ltda. (28.39 millones de dólares); y Gas Occidente
Matto Grosso (3.48 millones de dólares). Se trata de un
monto total de 42.28 millones de dólares por transacciones
claramente prohibidas en el mencionado Contrato de
Suscripción que a la letra dice así: “De acuerdo al Contrato
de Suscripción se expone que entre las inversiones prohibidas
está la inversión en empresas relacionadas y no se podrán
realizar inversiones en acciones, participaciones de capital
y demás títulos o valores emitidos por entidades asociadas o
vinculadas a acciones de la sociedad suscriptora ni colocarse en
depósitos en las mismas”12.
2. Transredes violó el referido contrato cuando suscribió

11 Cf. Juan Carlos Virreira. Estado y Cumplimiento de los Contratos de


Capitalización, Administración y Suscripción. Empresa TRANSREDES
S.A. Informe Final, Oficina del Delegado Presidencial, La Paz, 2003.
12 Ibídem, p. 24.
153
La MAScarada del Poder

un acuerdo de administración de inversiones a través de


Shell International Ltda., es decir, de un fondo para el
establecimiento de un mercado de dinero de corto plazo
por 210 millones de dólares. La empresa comenzó a
administrar los fondos traspasados del Citibank por el
monto señalado desde el inicio de la administración hasta
su cierre en noviembre de 1999.
3. Enron y Shell, como los mayores accionistas de
Transredes, no realizaron el mantenimiento adecuado de
los ductos que les fueron entregados provocando grandes
derrames de petróleo. Un ejemplo de ello es el caso de
los 29.000 barriles de petróleo derramados en el Río
Desaguadero, entre Calacoto y el Lago Poopó, a lo largo
de 175 kilómetros, que afectó a más de 14 pueblos y por
el que apenas pagaron una pequeña multa de un millón de
dólares. La empresa, además, no limpió adecuadamente las
riveras del río y los terrenos afectados, dejando gravemente
dañadas las tierras de cultivo, los sistemas de riego y el
propio lago Poopó. Era tal la ineficiencia de Transredes
en el mantenimiento de ductos que el año 2000 tuvo tres
derrames de hidrocarburos de importancia: Desaguadero,
Parotani y Chorety.
4. Según los informes de auditoría realizados por el
Ministerio de Hidrocarburos entre los años 2006 y
200713, Transredes no cumplió con las normativas
medioambientales bolivianas en el caso de la Estación
de Chorety; no renovó cada cinco años sus licencias
medioambientales; su empresa contratista, que manejaba
residuos peligrosos, no contaba con la licencia respectiva,
y no dio cumplimiento a las recomendaciones de Plan de

13 Cf. Enrique Mariaca Bilbao. Informe Final. Unidad de Fiscalización,


Seguimiento y Control. Auditorías Realizadas a las Empresas Petroleras,
Julio 2006 – Marzo 2007.
154
El reacomodo del poder petrolero transnacional

Aplicación y Seguimiento Ambiental para el sistema de


ductos y oleoductos. Por esta razón, y en virtud de que
su contrato no fue aprobado por el Congreso boliviano,
el Gobierno del MAS tenía sobrados argumentos para
exigir no solo su nacionalización, sino el resarcimiento por
los delitos y daños contra el Estado boliviano en que esta
empresa incurrió.
5. Los 240 millones de dólares que el Estado boliviano pagó
a Transredes no contemplaron otros pasivos o deudas que
la empresa no había pagado a Impuestos Nacionales por
cerca de 10 millones de dólares (según el exministro Soliz
Rada, además, la empresa tenía deudas de algunos cientos
de millones de dólares con otros acreedores de los cuales
tuvo que hacerse cargo la flamante empresa nacionalizada).

Lo menos que se puede decir aquí, para ilustración de


García, es que es una verdadera paradoja que los directores
ejecutivos de ENRON, la empresa que “capitalizó” los ductos
bolivianos con el nombre de Transredes, estén presos en las
cárceles de los Estados Unidos por haber violado las leyes
norteamericanas y mentido sobre sus activos, mientras que en
Bolivia se indemniza a una empresa que cometió numerosos
delitos contra el Estado y contra los pueblos que habitan en
las márgenes del Río Desaguadero.

VI. La caída de las reservas de los hidrocarburos

El Gobierno del MAS ha firmado acuerdos de venta


de gas a la Argentina sin una adecuada certificación de las
reservas. Si a ello se suman las venta ya acordadas con Brasil,
no es difícil advertir cuán próxima está la actual administración
de aquella máxima de “exportar o perecer” tan habitual en los
gobiernos neoliberales.

155
La MAScarada del Poder

La realidad de la situación de los hidrocarburos en Bolivia


no parece ajustarse al supuesto “éxito de la nacionalización”. A
Petrobras y Repsol, las empresas que tienen en sus manos el
control de la producción de gas, no les interesa industrializarlo
en Bolivia, prefieren hacerlo en Brasil y Argentina. Por
ello, cualquier Gobierno responsable tendría que haber
planificado, primero, la satisfacción del consumo interno y
la industrialización de los hidrocarburos y de otros sectores
productivos bolivianos, cosa que no ha hecho hasta ahora el
Gobierno de Morales y García.
Ahora bien, no conocemos en detalle el informe de la
empresa Ryder Scott sobre las reservas de gas en Bolivia
porque el presidente de YPFB se niega a hacerlo público.
Cuando la prensa le preguntó al ministro Villegas, a
principios del año 2011, sobre la publicación del informe
completo de Ryder Scott, este dijo textualmente lo siguiente:
“Nunca pensamos publicar de forma completa. No tenemos
ninguna obligación”14. ¿Por qué se oculta dicha información
a los ciudadanos del país?, ¿por qué no existe una actitud
transparente del Gobierno sobre esta materia?
De lo poco que se conoce sobre el volumen real de las
reservas de gas natural en Bolivia, puede afirmarse que dichas
reservas han caído a 9,9 trillones de pies cúbicos (TCF)
(declaraciones del Ministro de Hidrocarburos José Luis
Gutiérrez en fecha 9 de abril de 2011). Esto quiere decir que
las reservas bolivianas de gas de se redujeron en casi dos tercios
de lo certificado hace apenas cuatro años (26,7 TCF), en
2007. ¿Dónde están, entonces, las reservas de hidrocarburos a
las que el Vicepresidente García alude, aquellas que son fruto
de las inversiones pasadas realizadas por las compañías y que

14 Cf. Mensuario “DIA D”. “Dramática Situación de YPFB”, Tarija,


30/07/2011
156
El reacomodo del poder petrolero transnacional

fueron el justificativo para devolverles dichas inversiones?15


La verdad salta a la vista, pues fue el propio García quien
declaró que las compañías petroleras mintieron e inflaron las
reservas, engañando al pueblo boliviano para poder exportar
y mejorar sus cotizaciones en la bolsa16. Por lo tanto, uno de
los principales argumentos de García cuando defiende la
“nacionalización” de los hidrocarburos, ese que sostiene que
se les pagaron a las transnacionales las inversiones pasadas
porque estas sirvieron para descubrir las enormes reservas de
gas, se cae por su propio peso.
De otro lado, los informes de auditoría realizados por el
equipo del ingeniero Enrique Mariaca señalan que Chaco,
Andina, Petrobras y Repsol se beneficiaron de las reservas
de petróleo descubiertas previamente por YPFB antes de
1996. Entonces, ¿por qué defiende García la inversión de
estas empresas cuando ese informe de auditoría dice que sus
inversiones se limitaron a explotar simplemente lo existente,
sin realizar prospecciones y exploraciones significativas,
y que son visibles en las bajas inversiones en esta materia
por parte de las petroleras? ¿Por qué no se las sancionó por
incumplimiento de contratos? El pueblo boliviano no puede
pagar los daños que se le ocasionan al erario nacional y a YPFB
por la importación de combustible debido al incumplimiento
de las empresas extranjeras. Las compañías extranjeras son
responsables de esta situación, y son ellas las que tienen
que asumir su responsabilidad por no haber realizado las
inversiones comprometidas y por haber mentido sobre las
reservas.

15 Cf. Alvaro García. El “Oenegismo” Enfermedad Infantil del Derechis-


mo, 2011, Vicepresidencia del Estado, La Paz, pp. 51 – 52.
16 Cf. El Nacional (Tarija). “El Gobierno no Duda: Las Empresas Petrole-
ras Inflaron Reservas de Gas”, reproducido en htpp://www.plataformaener-
getica.org, La Paz, 22/11,2010.
157
La MAScarada del Poder

A continuación presentamos un cuadro elaborado por


Christian Inchauste, funcionario actual de YPFB, que muestra
el volumen de gas que se necesita para el consumo interno, para
cumplir con los contratos firmados con Brasil y Argentina y
para la puesta en marcha de una supuesta “primera fase de
industrialización”.

Actividad Reserva demandada


(TCF)
Mercado interno ajustado 3
GSA Brasil 7,8
GSA Argentina 7
Sub total mercado básico 17,8
actual
Acero Mutún 2,1
Generación eléctrica 1,05
adicional (1000 MW)
Amoniaco urea 0,6
GTL 1,05
Sub total industrialización 4,8
1ra fase
Total 22,6
Fuente: “Hacia una política de industrialización en Bolivia”. C. Inchauste.
Plataforma Energética.

Las cifras que exhibe Inchauste —22,6 TCF frente al nivel


actual de reservas de 9,9 TCF— explican la desesperación del
Gobierno de Morales y García para dar mayores beneficios a
Petrobras, Repsol y Total, intentando elevar los precios de los
hidrocarburos en el mercado interno, así como devolverles el

158
El reacomodo del poder petrolero transnacional

100% de sus inversiones en cinco años, todo con el principal


propósito de de cumplir los compromisos de exportación.
Por noticias de prensa, sabemos que, con las nuevas
reservas descubiertas en Margarita, campo operado por
Repsol, se espera poder abastecer a la Argentina. Este dato
ratifica nuevamente la exportación como el destino más
importante del gas boliviano. Incluso con la producción de este
megacampo no se vislumbra un plan serio de industrialización
del gas en Bolivia, exceptuando la planta de urea que hace
años se viene anunciando, y que ahora tiene la competencia de
Brasil que piensa construir, en Matto Grosso, en la frontera
con nuestro país, una industria similar más grande, para extraer
dicho producto, nos imaginamos que con gas boliviano.

VII. Sobre los contratos con “albañiles” y “pintores”

Como dijimos líneas arriba, la diferencia de la


“nacionalización” del actual Gobierno con la nacionalización
de la Gulf en 1969 es que esta empresa se fue de Bolivia y que
el 100% de la renta petrolera y el control de toda la cadena
productiva se quedaron en manos del Estado. Debe decirse,
además, que a las dos principales compañías petroleras que
operan en Bolivia, Petrobras y Repsol —aquellas a las que
la imaginería infantil de García llama “albañiles” y “pintores”
que trabajan para el Estado—, no sólo se les está devolviendo
sus inversiones pasadas, sino que también se les devuelven los
llamados “costos de recuperación” a pesar de que no invirtieron
tal y como se habían comprometido.
Es más, estas dos empresas se benefician del gas rico
que se envían a sus filiales de Brasil y Argentina para allí
industrializarlo, y se quedan operando los campos más grandes
de Bolivia. YPFB, que paga las inversiones, recuperará el
manejo operativo de dichos campos efectivamente después

159
La MAScarada del Poder

de que se cumplan los 20 o 30 años, como se establece en


los nuevos contratos, dependiendo del caso. Esto significa que
YPFB recuperará esos campos cuando estén agotados, porque
ese es el tiempo de vida útil que tiene un campo en plena
producción.
En otras palabras, lo que sucedió es que las compañías
se reacomodaron a los nuevos contratos, y el destino final del
gas boliviano como materia prima no puede sino aumentar
enormemente sus ganancias. ¿Qué clase de “nacionalización”
es esta?, ¿en qué parte del mundo se les devuelve a las empresas
las inversiones pasadas a pesar de que no cumplieron con las
inversiones y mintieron sobre las reservas de gas? Encima, se
les devuelve costos de recuperación que en el caso de Petrobras
oscilan entre el 60 y el 100%17, pero siguen controlando la
explotación por 20 y 30 años, que es el tiempo que duran los
nuevos contratos.

VIII. Se reafirma la neocolonialidad con el remozamiento del poder


petrolero

A seis años del Gobierno del MAS encontramos dos


empresas que han fortalecido su presencia en el escenario
hidrocarburífero nacional, Petrobras y Repsol, ambas
vinculadas a los intereses energéticos de Brasil y Argentina.
Su presencia, su permanencia y su capacidad operativa han
remozando los dispositivos de la relación de subordinación de
los hidrocarburos bolivianos a las necesidades de dichos países,
postergando la industrialización del gas y de la diversificación
productiva boliviana. Así, la participación boliviana en la renta
petrolera se destina mayoritaria y abrumadoramente a pagar
los gastos del Estado, y las actividades de YPFB se concentran

17 Cf. Contratos de Operación entre Petrobras y Petrobras Energía con


YPFB, 2007.
160
El reacomodo del poder petrolero transnacional

en el control de los campos marginales y en el transporte del


gas con destino fundamentalmente a Brasil y Argentina.
Hemos visto que las operadoras extranjeras (Petrobras,
Repsol, Total, British) controlan cerca del 80 % de la
producción de gas y petróleo, mientras YPFB se limita a
explotar el resto. También existe una asociación orgánica en
la empresa Andina entre YPFB y Repsol, donde la empresa
nacional controla el 51% de las acciones y Repsol el resto. En
suma, es una “nacionalización” sui generis cuando se ahoga
a YPFB con deudas mediante el pago de las inversiones
pasadas y las indemnizaciones, así como con su obligación de
garantizar el pago de la Renta Dignidad y los pagos por el
diesel venezolano.
Es una extraña “nacionalización”, la del MAS, con
transnacionales que se quedan operando megacampos con
reservas probadas, con Repsol que se vincula íntimamente
con el Estado mediante su asociación con YPFB. Y es una
extraña “nacionalización” cuando el 80% de la producción de
gas se destina a la exportación y no a la industrialización del
país. Los gasoductos están construidos para servir el consumo
doméstico e industrial de Brasil y Argentina, lugares donde
el gas boliviano multiplica su valor agregado en sus refinerías,
termoeléctricas y fábricas. En Bolivia, la diversificación
productiva, los desarrollos tecnológicos propios y los
emprendimientos comunitarios tendrán que esperar quién
sabe cuántos años más.
Dado que los contratos asumidos por este Gobierno con
las empresas petroleras son por 20 y 30 años, no se vislumbra
una política que dé prelación a la independencia económica
de Bolivia, y lo que sí se constata fehacientemente es la
reafirmación del patrón primario exportador y la situación de
dependencia que se tiene respecto a los intereses de Petrobras
y Repsol, y, de manera específica, de Brasil y Argentina. En

161
La MAScarada del Poder

consecuencia, uno de los mecanismos más importantes de la


dominación neocolonial, que es la subordinación boliviana a
los intereses energéticos extranjeros, ha sido renovado bajo el
Gobierno del MAS.
Entre tanto, la idea de la construcción del gasoducto
al altiplano (GABO), que podría ser la clave para generar
emprendimientos productivos con energía barata en el salar
de Uyuni, y las industrias grandes y pequeñas en ciudades y
poblados intermedios de varios departamentos, seguirá siendo
un sueño.
Hoy como ayer, pero esta vez con un “Gobierno de
los movimientos sociales”, como proclama García, se ha
revitalizado la dominación del capitalismo extractivo,
depredador y enemigo del medioambiente, manteniendo
los moldes coloniales de la situación de dependencia y
servidumbre del pueblo boliviano.

162
El camino hacia el endeudamiento de la economía boliviana
Roberto Fernández Terán

I. Déficit y superávit: un ciclo fiscal perverso

En el libro titulado, El “Oenegismo” enfermedad Infantil


del Derechismo, escrito por el Vicepresidente García, se
afirma que el Gobierno boliviano no tuvo déficit fiscal en la
gestión del Movimiento al Socialismo1. Si relacionamos los
ingresos y gastos del Sector Público No financiero (SPNF)
--compuesto por el grupo Gobierno General y empresas
públicas- es evidente que no se tuvo déficit en los últimos cinco
años. Sin embargo de lo anterior, un estudio de CEDLA2,
de probada seriedad, demuestra que sí, hubo un déficit fiscal
del Gobierno General, y donde se presentó superávit fue en
las empresas públicas; lo que le permitió mostrar al Sector
Público No Financiero el superávit mencionado. Según
el estudio, en los años 2009 y 2010, el Gobierno General
tuvo déficits consecutivos. El Gobierno General, a su vez,
está compuesto por subgrupos como el Gobierno Central,
gobernaciones, gobiernos municipales, y la seguridad social. A
nivel del subgrupo denominado Gobierno Central, el trabajo
destaca que se tuvo déficits seguidos en el periodo 2008-2010,
mientras que las gobernaciones y municipios presentaron
superávits, exceptuando el año 2009.
Esto quiere decir que hubo una acumulación millonaria
de recursos en las cuentas bancarias de muchas entidades
públicas, mayormente alcaldías y gobernaciones, que no
1 Cf. Álvaro García. El “Oenegismo” Enfermedad Infantil del Derechismo,
2011, Vicepresidencia del Estado, La Paz, pp. 84 -85
2 Carlos Arze Vargas et. al. Gasolinazo: subvención popular al Estado y a
las petroleras, CEDLA, La Paz, 2011, pp. 23 - 24
163
La MAScarada del Poder

pudieron ejecutar sus presupuestos programados. Por ejemplo,


en el año 2009, los recursos no ejecutados alcanzaban a 1428
millones de dólares, y en agosto del 2011 llegaban a 2700
millones de dólares3. Se está, entonces, ante una situación
perversa: por un lado, el Gobierno Central recurre al
endeudamiento para cubrir sus obligaciones presupuestarias,
y, por otro, existen montos millonarios de recursos que no son
ejecutados en los niveles local y regional. Consecuentemente,
el déficit encubierto no es perceptible a simple vista, y sólo
puede ser detectado analizando los ingresos que se ven
incrementados mediante el endeudamiento externo e interno
y, al mismo tiempo, cuantificando los recursos que no fueron
gastados por varias entidades públicas.
Luego se tiene la siguiente situación, el Gobierno Central
se endeuda para financiar su déficit porque le falta plata, pero
simultáneamente, se tiene que el Estado, sí, tiene mucho
dinero en saldos no ejecutados de las alcaldías y gobernaciones;
y, también, al mismo tiempo, se tiene bastante dinero en
las reservas acumuladas del Banco Central que es prestado
a gobiernos y banqueros. Nos parece importante hacer esta
aclaración para entender el problema fiscal y, el por qué, su
relación con la política de endeudamiento desarrollada por el
actual gobierno.

II. La “deudocracia”: un gobierno de banqueros

Para nadie es desconocido que, actualmente, Europa y Estados


Unidos están en medio de una crisis económica sin parangón en
los últimos 70 años, lo que en buenas cuentas no es más que el
resultado de políticas globales favorables a los grandes bancos y
que trascienden los límites del Estado- nación. En efecto, la

3 Cf. BOLPRESS. “ El sector público acumula más de $us 2700 millones sin
ejecutar”, Área Economía, 2011 – 11 - 10
164
El camino hacia el endeudamiento de la economía

desregulación bancaria y el predominio de la economía bursátil


han favorecido a los megabancos, y endeudado severamente a
los países de la periferia europea. Los gobiernos de Alemania,
Francia, Inglaterra y, en particular el de EE.UU., han apostado
a salvar a sus banqueros y traspasar los costos de la crisis a la
población de los países endeudados.
Desde hace dos años, existe una contracción económica
en países como Grecia, Irlanda, Portugal, y, últimamente,
la crisis de la deuda se ha presentado en Italia y España. Se
observa que los gobiernos de los países mencionados se han
doblegado ante las exigencias de los banqueros alemanes,
franceses, ingleses y norteamericanos, aplicando políticas que
han significado la privatización, elevación del Impuesto al
Valor Agregado, subida de las tarifas del transporte, recortes
salariales, aumentos en la edad de jubilación, rebaja de las
pensiones, reducción de los gastos en salud y educación, y
un crecimiento significativo en el número de trabajadores
jóvenes desempleados. Frente a ello, una ola de protestas de
ciudadanos indignados, contra la “deudocracia”, recorre el
mundo desde Atenas hasta Nueva York, criticando el poder de
los bancos y los gobiernos que los amparan.
Los recursos que se utilizaban anteriormente en beneficio
de los ciudadanos de la periferia europea se transfieren a las
arcas de los banqueros y agencias financieras. El consumo de
las familias declina, la producción cae, empujando la economía
europea hacia una posible recesión, que bien puede arrastrar
en su caída también a Estados Unidos.

III. ¿Seguridad o Inseguridad en las inversiones de las reservas


internacionales?

El Vicepresidente García, en el libro ya mencionado


anteriormente, indica que gran parte de las reservas

165
La MAScarada del Poder

internacionales del Banco Central de Bolivia tiene que ser


prestada a los grandes bancos del mundo porque no pueden
estar ociosas, y pueden generar rendimientos que ayuden
a incrementar los ingresos del país, y pagar, por ejemplo,
el bono Juana Azurduy4. Lo que no dijo, sin embargo, es
que, estas inversiones se realizan en un contexto europeo y
norteamericano de crisis económica profunda que puede
derivar en una gran recesión, como señalamos anteriormente.
Con el argumento de que el Gobierno da prelación
a la seguridad invirtiendo las reservas internacionales en
mercados “ultra seguros”5, García afirma que, actualmente, las
calificaciones de riesgo creditico del Banco Bilbao Vizcaya se
sitúan entre las más altas del mundo6, y que por esa razón, el
Banco Central de Bolivia invierte en dicha entidad bancaria.
En el mismo sentido, se extiende diciendo que lo que el Banco
Central busca es la seguridad en las inversiones bursátiles. Por
la lectura de los reportes del Banco Central, sabemos que el
Gobierno usa las informaciones de la firma transnacional
Fitch, una empresa con sede en Londres y Nueva York, la
misma que con Moody´s y Stanley & Poor´s controlan el 90
% de la calificación de los Ratings Bancarios.
Estas tres empresas calificadoras no pudieron actuar
a tiempo para informar de la inminente caída de Enron. Y,
sólo bajaron el rating de la empresa, recién después de su
escandalosa quiebra. El New York Times, sin ser agencia
calificadora, había anunciado la caída de Enron seis meses
antes del colapso de Enron. Y, lo mismo se puede decir de
Lehman Brothers, empresa calificada con uno de los ratings
más altos, para desplomarse poco tiempo después. Ni qué

4  Cf. Cf. Álvaro García. El “Oenegismo” Enfermedad Infantil del Derechis-


mo, 2011, Vicepresidencia del Estado, La Paz, pp. 71 - 75
5  Ibídem, p.74
6  Ibídem, pp. 77 -78
166
El camino hacia el endeudamiento de la economía

decir de las notas altas dadas por las calificadoras para activos
financieros subprime, que se vendieron muy bien y a buenos
precios, pero al estar hipotecados, fueron considerados activos
tóxicos poco tiempo después, provocando que millones de
personas perdieran sus ahorros y propiedades
Son Moody´s, Stanley & Poor´s y Fitch las que le dieron
una calificación alta al Estado de Túnez, cuando, el dictador
tunecino Ben Alí reprimía violentamente a su pueblo. Y,
cuando surgió un movimiento democrático en ese país,
inmediatamente, le dieron una calificación muy baja al Estado
tunecino. Al respecto, varios trabajos realizados recientemente
por investigadores españoles, y, también, el Observatori Desc
de Cataluña, al referirse a las agencias calificadoras Standard &
Poor´s, Moody´s Investors Service y Fitch Ratings, señalan que;
algunos accionistas de estas agencias son a su vez inversionistas
que aprovechan las calificaciones que estas emiten para ganar
billones de dólares7. Las tres agencias mencionadas tienen
procesos de investigación en California, Ohio y otros estados
de EE.UU. Estos tres tiburones financieros son objeto de
investigaciones en Islandia, Portugal, Alemania y España8
Hoy, en Europa, las tres agencias calificadoras mencionadas
se encuentran seriamente cuestionadas por los ciudadanos de
la Unión Europea y por las organizaciones defensoras de los
derechos económicos y sociales.

7  Cf. Gustavo Duch Guillot, et. al. Vivir en Deudocracia, Campaña ¿Quién
Debe a Quién? (coord.), España, Icaria Editorial, 2011. De igual modo, véase,
La querella presentada contra las agencias calificadoras por el Observatori
DESC en España en: http://observatoridesc.org/sites/default/files/QUERE-
LLA_VERSION_FINAL.pdf
8 Cf. http://hsgac.senate.gov/public/_files/Financial_Crisis/042310Exhibits.
pdf De igual modo, RT SEPAMAS, “Los traspiés de las agencias de califica-
ción: ¿Errores de Cálculo o Fallos Calculados?” en: http://actualidad.rt.com/
economia/global/issue_28026.html
167
La MAScarada del Poder

IV. El Banco Central de Bolivia (BCB) en medio de la


incertidumbre bursátil

Las reservas internacionales del Banco Central provienen


básicamente de las exportaciones de hidrocarburos y minerales, de
las remesas enviadas por los bolivianos que viven en el exterior y
de los ingresos por créditos externos. Concordamos que las mismas
tienen que ser utilizadas de la manera más responsable posible
para respaldar la estabilidad de la moneda boliviana, financiar
los desequilibrios por balanza de pagos, cubrir las importaciones
públicas y privadas que requiera la economía del país en general, etc.
Sin embargo, se constata que una parte importante de las
reservas internacionales del Banco Central de Bolivia está siendo
utilizada para comprar bonos y valores, de bancos y gobiernos
que hoy aparecen en el ojo de la tormenta de la crisis financiera
internacional. Y aquí no basta que se inviertan las reservas en
los países más poderosos como Alemania, Inglaterra, Francia o
los propios Estados Unidos, como actualmente lo hace el Banco
Central, pues, al existir una gran posibilidad de recesión en los
países de la periferia europea, la misma puede arrastrar a las
economías fuertes a una situación de crisis profunda.
Por eso, llama la atención que importantes montos de las
reservas sean utilizados en la compra de bonos, títulos y valores
del gobierno de los Estado Unidos, otros gobiernos europeos y de
los bancos transnacionales. Según, el reporte del Banco Central
de Bolivia, durante el primer semestre del 2010 (ver cuadro 1 y
cuadros anexos a este trabajo), los montos invertidos por trimestre
en títulos soberanos del gobierno de Estados Unidos alcanzaron
a 734 millones de dólares y, al finalizar el año, estos se habían
reducido a 110 millones porque, gran parte de ellos, al ser de corto
plazo, habían sido redimidos9.

9  Cf. Banco Central de Bolivia: Administración de las Reservas


Internacionales: Primer Semestre 2010, Gestión 2010 y Primer Semestre 2011
168
Cuadro 1

Entidad * Monto Invertido Saldo al 31–dic–10 Saldo 30-jun- 2011


1er Semestre 2010
En millones de USD


En millones de USD En millones de USD

1. Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (España) 1290 369 421


2. Banque Federative du Credit Mutuel (BFCM) (Francia) 754 130
3. Barclays Bank PLC (Inglaterra) 4.480 632 667
4. Clydesdale Bank PLC (Inglaterra) 673 388 420
5. Credit Industriel Et Commercial (Francia) 638 90
6. Deustche Postbank AG 538 389
7. Standard Chartered Bank (Inglaterra) 7.032 710 966
8. Natixis (Francia) 497
9. DZ Bank AG (Alemania) 420
10. Unicredit Bank AG (Alemania) 402
11. Banco Santander (España) 399
12. Swedbank AB (Suecia) 345
13. Nordeutsche Landesbank (Alemania) 330
14. Banco español de Crédito S.A. (España) 230
Entidades Supranacionales Monto Invertido por Trimestre Saldo al 31–dic–10 Saldo 30-jun- 2011
En millones de USD En millones de USD En millones de USD

Corporación Andina de Fomento (CAF) 1515 1088 1209


Banco Internacional de Pagos (BIS) 450 205 111

Internacional Finance Corporation 100

Títulos Soberanos Monto Invertido por Trimestre Saldo al 31–dic–10 Saldo30-jun- 2011
En millones de USD En millones de USD En millones de USD

Italia 918 371 295


Portugal 623 54
Francia 53 454 74
Bélgica 167 390
Estados Unidos 734 110
Agencias Monto Invertido por Trimestre Saldo al 31–dic–10 Saldo30-jun- 2011
En millones de USD En millones de USD En millones de USD

Instituto de Crédito Oficial (España) 119 577 1.053

Caisse des Depots et Congnation 930 761 645


(Francia)
FMS Wertmanagement (Alemania) 438
Agence Centrale des Organismes de 221
Securité Social (Francia)
Kommuninvest I Severige y 229
Landeskreditbank (Noruega)

*No están nombradas todas las entidades con las cuales se realizaron operaciones por constituir una lista demasiado larga. En todo
caso, en los cuadros anexos se incluye la lista completa.

Fuente: Elaboración propia, en base a los reportes del Banco Central de Bolivia: Administración de las Reservas Internacionales,
Primer Semestre 2010, Gestión 2010 y Primer Semestre 2011
La MAScarada del Poder

Durante el periodo 2010 – 2011, como se puede ver en el


cuadro 1 y los anexos, el Banco Central de Bolivia realizó las
inversiones más importantes en las siguientes entidades: Banco
Bilbao Vizcaya, Barclays, Clydesdale, Standard Chartered,
Deustche Postbank AG, Santander, Banco Español de Crédito,
Natixis, DZ Bank AG, Unicredit Bank AG, Nordeutsche
Landesbank y Swedbank AB. Se puede ver que son montos
importantes de dinero de las reservas que salen hacia bancos
europeos que, en el periodo pertinente, suman muchísimos
millones de dólares. Así que, Vicepresidente García, no es
poca cosa lo que se invierte.
De igual modo, se puede observar que son montos
importantes los invertidos por trimestre en entidades
supranacionales como la Corporación Andina de Fomento
(CAF), el Banco Internacional de Pagos (BIS) y la Internacional
Finance Corporation, al igual que en los títulos soberanos de
Italia, Bélgica, Francia y, hasta la gestión 2010, de los Estados
Unidos. También, las inversiones en los años señalados en
agencias como Caisse des Depots et Congnation, Instituto de
Crédito Oficial, Agence Centrale des Organismes de Securité
Social, Kommuninvest I Severige y Landeskreditbank y FMS
Wertmanagement son significativas. A propósito, suponemos
que el Banco Central contrata servicios de las agencias
calificadoras y paga a las entidades intermediarias, por lo que
sería bueno para la ciudadanía boliviana, dado que vivimos en
un sistema democrático, que esta información esté disponible
de la manera más detallada posible.
Finalmente, es interesante señalar que, a mediados del
2011, las 35,3 toneladas de oro, que equivalen a 1705 millones
de dólares --Reservas de Oro del Banco Central de Bolivia-,
se encuentran depositadas en los siguientes bancos: 13,8
toneladas en Barclays (Inglaterra), 13,9 toneladas en Standard
Chartered (Inglaterra), 2,6 toneladas en Bank of Nova Scotia

172
El camino hacia el endeudamiento de la economía

(Canadá), 2 toneladas en Natixis (Francia), 2 toneladas en


Societé Generale (Francia) y 1 tonelada en UBS (Suiza)10.
Aquí, vale la pena recordar la experiencia del presidente
Juan domingo Perón al finalizar la Segunda Guerra Mundial,
cuando quiso recuperar el oro de propiedad argentina que
se encontraba en el Banco de Inglaterra y; no pudo hacerlo,
porque el gobierno inglés decidió que las mismas se queden
en su territorio para enfrentar sus problemas financieros de
postguerra. No le quedó otro remedio a Perón que, nacionalizar
los ferrocarriles de propiedad inglesa que se encontraban en
Argentina, a cambio del oro que se quedó en Inglaterra. Por
otro lado, debería llamarnos la atención que Venezuela esté
terminando de repatriar sus reservas de oro desde los bancos
extranjeros a las bóvedas del Banco Central de Venezuela.

V. La carrera hacia el endeudamiento

El otro dispositivo que ha caracterizado el carácter


neocolonial del Estado ha sido el de la deuda externa que el
Estado boliviano adquirió con los acreedores internacionales,
privados, multilaterales y bilaterales en los últimos cuarenta
años y que subordinaron en gran medida la política económica
interna. Luego de una importante condonación el año 2006,
al inicio del gobierno del Movimiento al Socialismo, y con un
importante flujo de ingresos económicos por hidrocarburos y
minerales, así como por las remesas que enviaban los bolivianos
desde el exterior, parecía que se pintaba un escenario halagüeño
para dejar a un lado la dependencia de la banca internacional
y, financiar el gasto y la inversión pública con recursos propios.
¡Mas no aconteció así!
El Gobierno del presidente Morales ha iniciado un nuevo

10  Cf. Banco Central de Bolivia, Administración de las Reservas


Internacionales, Primer Semestre 2011, p.36
173
La MAScarada del Poder

ciclo de endeudamiento a partir del año 2008, que básicamente


apunta a llenar los huecos presupuestarios del Estado en su
relación ingresos – gastos. Se ha optado por dos mecanismos
que son el endeudamiento externo y el endeudamiento
interno como forma de obtener recursos. Por si no fuera poco,
al endeudamiento externo tradicional, que es el de carácter
multilateral y bilateral, se le suma en el momento presente
la venta de bonos del Estado emitidos por el Ministerio de
Economía a nivel internacional
A fines del año 2011, la deuda externa boliviana con la
Corporación Andina de Fomento representaba el 39 % de
la deuda total, la del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID) el 20 %, la del Banco Mundial (BM) el 12 %, y en
términos bilaterales, Venezuela representaba el 12 %, Brasil
el 3.3 % y China el 2,9 %. El total de la deuda externa llegó
a los 3246 millones de dólares11 a fines del año mencionado.
Pero, aún hay más, para el año 2012, las proyecciones según
el ministro Arce Catacora apuntan a captar entre 500 a 800
millones de dólares mediante la venta de bonos en el mercado
de valores internacional12. Preguntamos, ¿Cuál es el límite
para el endeudamiento externo que se ha fijado el gobierno?
Por todo lo anterior, nos preocupa que, los agentes privados
transnacionales y/o gobiernos que compren los bonos del
Ministerio de Economía puedan adquirir la capacidad de
presionar al gobierno nacional en función de sus propios
intereses para obtener participación en los sectores estratégicos
de la economía. Al respecto, será el tiempo, el que aclare esta
tendencia hacia la mayor transnacionalización financiera de la

11  Cf. Banco Central de Bolivia. “Bolivia: Estado de la Deuda Externa


Pública de Corto, Mediano y Largo Plazo al 30 de Septiembre de 2011”,
Gerencia de Operaciones Internacionales.
12  Cf. Portal MEFP. “El PGE 2012 Proyecta Crecimiento Económico
de 5,52 % y un PIB nominal de USD 25.963 millones”, La Paz – Bolivia,
11/08/2011
174
El camino hacia el endeudamiento de la economía

economía boliviana.
En el mismo sentido, el Ministerio de Economía ha
emitido bonos, títulos y valores en términos internos, los
que han sido adquiridos mayormente por bancos y entidades
privadas. Con estos recursos el Gobierno ha evitado la presencia
visible del déficit que se presentaba en el Gobierno General,
particularmente durante las gestiones 2009 - 2010. Al finalizar
el año 2011, la deuda interna fue de 3500 millones de dólares13.
En total, se tiene que la suma de la deuda externa e interna
superaba los 6 mil millones de dólares a fines del 2011.
El argumento del Gobierno para justificar el endeudamiento
es el de materializar el Plan de Desarrollo 2010 - 2015,
particularmente en la industrialización de los hidrocarburos y
la minería. Todo parece indicar que se lo hará dando mayores
ventajas a las corporaciones transnacionales que operan en dichas
áreas. Pero, dada la insuficiencia de las reservas de gas actuales
para cumplir con los proyectos de exportación y el consumo
interno, parece poco probable que, la provisión de energía
para los proyectos del Plan se puedan dar en el corto plazo, y
la posibilidad de la industrialización de los hidrocarburos y la
minería todavía tiene mucho camino por recorrer.
La política de endeudamiento del Movimiento al
Socialismo, parte del supuesto optimista que los precios de las
materias primas y sus exportaciones se mantendrán estables
en los años venideros. Sobre esto, podemos confirmar que, en
los últimos años, la economía boliviana se ha visto favorecida
por los precios altos de los hidrocarburos y minerales, y por
las remesas que envían los bolivianos que trabajan en el
exterior, pero, precisamente al mismo tiempo esta situación
revela su fragilidad, porque los precios dependen de factores

13  Cf. Declaraciones del presidente del Banco Central, en Periódico Pagina
SIETE.bo, versión digital. “RIN subirá en 2012 en mil millones de dólares”,
Sección Economía, La Paz – Bolivia, 18/12/2011
175
La MAScarada del Poder

externos que el Gobierno no controla. Una agudización de la


crisis europea o norteamericana conllevaría una reducción de
las compras que los países industrializados hacen de China,
y ello podría resultar en un descenso en el nivel de precios
de los minerales. De igual modo, podría darse una caída en
los envíos de remesas. En ese sentido, una disminución en los
precios del gas y los minerales, sumada a una merma en las
remesas, tendría consecuencias desastrosas para el país, dado
que todo el andamiaje del funcionamiento estatal y económico
está basado en la exportación de recursos naturales14. En una
situación hipotética como la señalada, el Producto Interno
Bruto15 caería abruptamente y, los “indicadores aceptables”
de deuda en relación a la producción serían barridos sin
misericordia por la crisis.
Por lo anterior, urge una política más transparente en el
manejo de la deuda y en el manejo del excedente económico.
Igualmente, se tiene que hacer una profunda investigación
sobre el rol de las agencias calificadoras de los ratings bancarios.
También, es importante que la población conozca en detalle
los nuevos contratos petroleros y mineros, que el gobierno ha
firmado o está a punto de firmar. Para concluir, los recursos no
ejecutados por los gobiernos locales y regionales deben servir
para disminuir los niveles de endeudamiento externo, igual
que las reservas del Banco Central. Y, por supuesto, se tienen
que poner límites al endeudamiento externo desmesurado,
tomando en cuenta escenarios hipotéticos de resolución de la
crisis internacional. De no hacerlo así, se corre el riesgo de
caer nuevamente bajo el dogal de una deuda que afectaría a los
bolivianos y bolivianas por varias generaciones.

14  Una caída de los precios del gas y de los minerales, conllevaría una dismi-
nución abrupta de la producción de bienes y servicios (PIB).
15  El PIB es el valor monetario de los bienes y servicios finales producidos
por una economía en un periodo determinado.
176
ANEXOS

Cuadro 1

Fuente: Banco central de Bolivia, Administración de las reservas


internacionales Primer Semestre 2010
Cuadro 2

Fuente: Banco central de Bolivia, Administración de las reservas


internacionales, Gestión 2010
Cuadro 3

Fuente: Banco central de Bolivia, Administración de las reservas


internacionales Primer Semestre 2011
Evismo, el mejor operador de la
globalización capitalista del siglo 21
Gustavo Soto, Jorge Komadina, Pablo Regalsky

La crisis global del capitalismo

El capitalismo contemporáneo atraviesa por una crisis


global, compleja, multicausal y de largo plazo. No se trata
simplemente de una crisis financiera coyuntural, como
sostienen los organismos financieros internacionales, sino de
un colapso sistémico y estructural que se expresa en múltiples
niveles, pero además asume la forma general de una crisis de
civilización en la medida en que se fragilizado al extremo el
metabolismo entre el hombre y la naturaleza y se ha puesto en
peligro todas las formas de vida en el planeta Tierra.

Crisis económica

En primer lugar, la crisis económica del capitalismo


expresa una de las contradicciones principales del sistema:
la sobreproducción de mercancías. La economía neoliberal
ha expandido al máximo las capacidades de producción
de los sistemas productivos por intermedio de las cadenas
globales de producción, el avance científico y tecnológico,
la disponibilidad de recursos naturales y la sobreoferta de la
fuerza de trabajo barata. Sin embargo, la contrafaz de este
proceso es la disminución de la capacidad de consumo masivo
como resultado de la disminución real de los salarios. Esta
contradicción afecta negativamente la realización del capital y
disminuye ostensiblemente la tasa de ganancia.
En segundo lugar, el capitalismo ha canalizado inmensas
cantidades de ganancias, ahorros y fondos hacia la inversión
180
Evismo, el mejor operador de la globalización capitalista

financiera, principalmente en sus modalidades especulativas,


para lograr fabulosas ganancias. Recurriendo a mecanismos
financieros como la titularización (emisión de títulos de
deuda entre el gran público) para generar una impresionante
burbuja financiera especulativa. En detrimento de la inversión
productiva, las grandes empresas emplearon sus ganancias en la
inversión financiera con la certidumbre de lograr rápidamente
ganancias extraordinarias. El resultado de la especulación
financiera fue el colapso del sistema financiero internacional.
Aquí es importante señalar que los países periféricos han
intervenido de manera significativa en la “financiarización” de
la economía mundial empleando sus recursos (que provienen
de sus reservas internacionales, fondos de pensiones y ahorros)
hacia fondos de inversión financieras de tipo especulativo,
perdiendo anclaje en la economía real.
En tercer lugar, la crisis actual del capitalismo ha sido
provocada por la superexplotación del trabajo que se han
expresado en la disminución real de los salarios y en el
empobrecimiento familiar, en la inestabilidad laboral, en la
creciente exposición a riesgos laborales, en el desgaste prematuro
de la fuerza laboral y la posibilidad de ser despedidos de sus
fuentes laborales. Así, de acuerdo a la OIT, en 2009 la cifra de
desempleados en el mundo ha alcanzado los 239 millones.

Crisis ecológica

La lógica de funcionamiento del capitalismo exige que los


recursos naturales renovables y no renovables sean introducidos
en el circuito de valorización del capital, sin considerar la
destrucción del ecosistema, la contaminación medioambiental
y el despojo neocolonial de los territorios ancestrales de los
pueblos indígenas. Las consecuencias de esta actividad son
catastróficas y se están manifestando en el cambio climático, la

181
La MAScarada del Poder

escasez de recursos vitales como el agua y la tierra cultivable,


amenazando la reproducción de la vida.
En la última década, el deterioro ambiental se ha acelerado
con el deshielo de los glaciares del Ártico y el incremento
del nivel agua en las costas del Sudeste asiático; asimismo, la
emisión de dióxido de carbono se ha incrementado de manera
alarmante. Estamos frente a una crisis estructural y sistémica,
inherente a la lógica de reproducción del capital basada
en una matriz energética de combustión de los recursos no
renovables, que unido a la deforestación y la emisión de gases
han provocado el recalentamiento global. Para el capitalismo,
la destrucción del medio ambiente natural es un mecanismo
más del proceso de acumulación.
El lugar que ocupan los países periféricos en el sistema
mundial de intercambio los condena a ser proveedores de
materias primas baratas, particularmente de recursos no
renovables que generan incalculables daños ambientales
y sociales. La expansión de las industrias extractivas en el
área andino-amazónica ha sido impuesta por las grandes
corporaciones trasnacionales y ha provocado no sólo daños
ambientales irreversibles, sino también peligrosos conflictos
sociales por la apropiación de la renta minera e hidrocarburífera.
Así, se ha calculado que existe una enorme brecha en el consumo
de recursos naturales en el sistema capitalista mundial porque
el 20% de la población mundial, concentrada en los países
centrales del norte consume 80% de los recursos naturales.

Crisis política

El capitalismo no es sólo un modo de producción,


sino también una modalidad de organizar el Estado y la
sociedad. El Estado-nación también se encuentra en una
profunda crisis que se expresa, en primer lugar, en la pérdida

182
Evismo, el mejor operador de la globalización capitalista

de soberanía política como consecuencia de la consolidación


de poderes transnacionales que articulan a las Corporaciones
Transnacionales y los Estados imperiales. En segundo lugar,
el Estado-nación no ha logrado encontrar formas políticas
estables para procesar las demandas y movilizaciones de pueblos
indígenas, minorías étnicas, regiones e inmensos grupos
migrantes que reclaman derechos a la autodeterminación y el
reconocimiento de sus culturas; las políticas asimilacionistas
y/o multiculturales no han logrado dar respuestas de fondo a
esas demandas. En tercer lugar, la democracia representativa
y el sistema político en su conjunto, incluyendo a los partidos
políticos sistémicos, han perdido legitimidad y credibilidad
porque no han logrado contener a las nuevas formas de acción
colectiva y las crecientes demandas de los sectores excluidos
y empobrecidos que aspiran a una democracia directa y
participativa.

Crisis civilizatoria

Pero el rasgo especifico de la crisis actual, a diferencia de


otras situaciones históricas, consiste en que el mundo vive una
crisis de civilización que puede ser entendida en tres niveles. Por
una parte, la expansión global del capitalismo ha erosionado
las bases mismas del proceso de producción de riquezas: el ser
humano y la naturaleza. La destrucción del medio ambiente
amenaza las condiciones biológicas imprescindibles para la
reproducción de la vida.
Por otra parte, la matriz extractivista, tecno-científica,
consumista y desarrollista que caracteriza al capitalismo
contemporáneo se ha convertido en una suerte de sentido
común en todos los países del mundo. La homogenización
cultural del planeta, acelerado por las revoluciones científicas y
tecnológicas, ha provocado la erosión e incluso la desaparición

183
La MAScarada del Poder

de otros modos de producir, de habitar y vivir, fortaleciendo las


mentalidades neocolonialistas, xenofóbicas y racistas.
Como podemos presenciar a través del espectáculo que
brinda el gobierno y el congreso de Estados Unidos en estos
días, esa potencia ha entrado en una fase de declinación. Sin
embargo, la declinación de la hegemonía capitalista va más allá
del poderío declinante de esa nación. Están presentes todos
los signos que han marcado el fin de anteriores civilizaciones.
La crisis ecológica es producto de la inviabilidad del actual
sistema de acumulación que solo puede acudir como último
recurso para sostenerse al despojo a los pueblos y la depredación
de sus recursos. No es simplemente el poderío militar y
financiero de USA el que declina. La crisis financiera que se
va incrementando día a día afecta al conjunto de los estados
y los países emergentes serán arrastrados por la misma, salvo
quienes, como Bolivia han estado en cierta manera blindados
por su desconexión con respecto al mercado mundial. La tarea
del actual gobierno parece ser justamente ponernos en situación
cada vez más vulnerable en relación con la crisis global. La
economía boliviana y la del estado en particular se han hecho
totalmente dependientes de la exportación de uno o dos ítems
al Brasil y algunos otros mercados. Bajo la aparente bonanza
resultado de los altos precios de las materias primas se esconde
el hecho de que el superávit financiero, las reservas del estado,
en realidad están depositadas en bancos extranjeros. La crisis
del sistema financiero internacional puede hacer desaparecer
de un plumazo dichas reservas, más aún tomando en cuenta
que inclusive el oro físico está depositado en el exterior.

El Evismo

Se puede caracterizar el Evismo como la aceleración


del modelo económico extractivista operado por un modelo

184
Evismo, el mejor operador de la globalización capitalista

político rentista, ejecutado a través de políticas sociales


clientelares -con obvios éxitos electorales para la reproducción
del poder- , pero con mortales amenazas a las esperanzas
expresadas en el ciclo de rebelión social del 2000-2006. La
aceleración de la inserción de la economía boliviana en la
globalización se hace posible por la singular conjunción entre
la demanda china y asiática por materias primas y alimentos
sumada a la inédita legitimidad política de un gobierno que
garantiza esta nueva inserción, de modo más eficiente, que
todos los anteriores gobiernos neoliberales juntos.
Resulta imposible compatibilizar las acciones del
gobierno con su discurso, sobre todo con las resoluciones
tomadas a instancias del propio presidente en Tiquipaya en
2010 1. Allí se aprobó un ‘Acuerdo de los Pueblos’ frente al
cambio climático a partir de la premisa de respetar tanto los
derechos de la Naturaleza como el derecho de los pueblos a
vivir bien. En dicho Acuerdo se denuncia el consumismo, la
agroindustria y la industria extractivista:

“El agro-negocio a través de su modelo social, económico y cultural de


producción capitalista globalizada y su lógica de producción de alimentos
para el mercado y no para cumplir con el derecho a la alimentación, es
una de las causas principales del cambio climático. Sus herramientas
tecnológicas, comerciales y políticas no hacen más que profundizar la
crisis climática e incrementar el hambre en el planeta… Al mismo tiempo
denunciamos cómo este modelo capitalista impone megaproyectos de
infraestructura, invade territorios con proyectos extractivistas, privatiza
y mercantiliza el agua y militariza los territorios expulsando a los
pueblos indígenas y campesinos de sus territorios, impidiendo la soberanía
alimentaria y profundizando la crisis socioambiental”.

1  Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los


Derechos de la Madre Tierra
22 de Abril 2010, Tiquipaya, Bolivia.
185
La MAScarada del Poder

Revisemos algunas de esas escandalosas imposturas.


El gran hermano brasilero 2

El año 2000, los presidentes neoliberales de la región


convocados por F.H. Cardozo, lanzaron el más agresivo
plan de “Desarrollo e Integración de la infraestructura
regional suramericana” (IIRSA) Desarrollo para las
Corporaciones Transnacionales mineras, metalúrgicas,
petroleras, agroindustriales, farmacéuticas, de ingeniería
genética, empresas constructoras, forestales. Integración en
primera instancia subordinada al Brasil y en segundo lugar
de Sudamérica a la economía capitalista global liderada por
los BRIC (es decir, por las Corporaciones Transnacionales
que operan desde ellos). En el caso brasilero, por ejemplo, se
señala que para que los intereses de las grandes Corporaciones
sean completamente satisfechos, el estado les proporciona
líneas de financiamiento, casi donaciones de recursos
públicos, establecimiento de asociaciones público-privadas,
concesión a la iniciativa privada para la exploración, cambios
constitucionales, flexibilización de las leyes ambientales, etc.
IIRSA es un paquete de 514 Megaproyectos
Hidroeléctricos, Carreteros, Gasíferos, Portuarios, con una
inversión inicial estimada de 69 mil MM dólares, financiados
en su primera fase, por BID-CAF-FONPLATA (los mismos
del extinto ALCA en la región), la Unión Europea y el Banco
Santander. Se han concluido 51 proyecto y 196 están en
fase de con ejecución con inversión estimada 38 mil MM
dólares. En fase de estudios se encuentran103 proyectos por
un monto de 17 mil MM. La Agenda Consensuada 2010-
2015, contiene 31 proyectos estratégicos de implementación
prioritaria por un valor de 11 mil MM dólares. La segunda fase

2  www.irsa.org, www.bicusa.org, www.fobomade.org,bo

186
Evismo, el mejor operador de la globalización capitalista

de IIRSA (2012-2022) ha sido retomada por la UNASUR


bajo el nombre de Comité Coordinador de la Infraestructura
de América del Sur y Planificación, COSIPLAN, con el
agravante de su aceleración a cargo de gobiernos “progresistas y
revolucionarios” bajo la batuta del Banco Nacional de Desarrollo
Económico y Social (BNDES), que a fines de 2010, tenía tres
veces más recursos que el Banco Mundial.
Estos Megaproyectos son parte de la vieja estrategia
brasilera de colonización de la Amazonia Continental, ya
diseñada por las dictaduras militares, y llamada sucesivamente
Brasil em Ação, Avança Brasil, actualmente PAC – Plano de
Aceleração do Crescimento. Las inmediatas beneficiarias de estos
Megaproyectos son las firmas Odebrecht, Andrade Gutiérrez,
Camargo-Correa, Suez Tractebel, Abengoa. La Iniciativa ha
diseñado un nuevo mapa de Suramérica que grafica zonas o
ejes económicos y geopolíticos: Eje de integración Perú - Brasil
– Bolivia; Eje Andino; Eje del Amazonas; Eje de Capricornio;
Eje del Sur; Eje del escudo de Guyanés; Eje Hidrovía Paraguay
– Paraná Eje Interoceánico central; Eje Mercosur Chile; Eje
Andino del sur. El conjunto de estos ejes se sobrepone a los
territorios donde se encuentra la mayor concentración de
recursos naturales: (Minería, Hidrocarburos, Bosques, Agua,
y sobre todo los recursos de la Biodiversidad) Tienen como
principal objetivo facilitar la exploración, explotación y
exportación de los recursos naturales del continente. Algunas
regiones importantes por sus Recursos naturales se encuentren
bajo el manto de dos o tres ejes simultáneamente; seis ejes se
sobreponen al territorio de Bolivia.
En los proyectos ejecutados en distintos países
suramericanos ya se han detectado los siguientes impactos:

• Destrucción irreversible de zonas ricas en


biodiversidad para promover monocultivos (Soya

187
La MAScarada del Poder

o caña de azúcar para biocombustibles, plantaciones


forestales para celulosa)
• Deforestación masiva: 74% de la deforestación
de la región amazónica ocurrió en los terrenos
a 50 Km. de los dos lados de las carreteras más
importantes.
• Violaciones a los Derechos Colectivos de los
pueblos indígenas y comunidades (1.600.00
indígenas de 370 pueblos y culturas en la región
Amazónica) reconocidos por Constituciones,
Convenio 169 OIT y Declaración de NNUU. Esas
violaciones sistemáticas afectan los derechos al
Territorio, A la Consulta Libre, Previa, Informada,
de Buena Fe; Al agua y sobre todo el Derecho a
definir su propio desarrollo.
• Incremento de la Deuda externa de los países
• Extracción intensiva de los recursos naturales no
renovables (petróleo, gas, minerales)

A pesar de los múltiples cambios políticos que hemos vivido


en Bolivia desde el año 2000, la IIRSA seguía trabajando sin
pausas con todos los gobiernos (neoliberales y “revolucionarios”),
como lo certifican Reuniones efectuadas en Santa Cruz:

EJE DE CAPRICORNIO: 4 al 6 noviembre del


2003 y del 16 al 19 de marzo del 2009
EJE HIDROVÍA PARAGUAY PARANÁ 21 al 23
de Agosto del 2007 - 16 al 19 de marzo del 2009
EJE DEL SUR: 4 a 6 de noviembre del 2003
INTEROCEANICO CENTRAL : 12 de junio del
2001 - 4 al 6 de noviembre del 2006
MERCOSUR CHILE: - 4 al 6 de noviembre del
2006 - 16 al 19 de marzo del 2009

188
Evismo, el mejor operador de la globalización capitalista

Sin embargo, el gobierno que ha dado mayor impulso a la


IIRSA es el de Evo morales Ayma, cuyo PROGRAMA DE
GOBIERNO 2010-20153 inscribe como suyo, todo el paquete
de proyectos IIRSA,4 con títulos pomposos. Ni siquiera los
anuncios de exportación gasífera a nuevos mercados son
originales: por ejemplo el Gasoducto URUPABOL tramo II,
ya se encuentra en la Agenda consensuada para Bolivia del
2005-2010.

REVOLUCIÓN VIAL PARA UN PAÍS


INTEGRADO: CARRETERAS Y PUENTES
Todos los caminos de la IIRSA
MEGAPROYECTOS PARA LA EXPORTACIÓN
DE ENERGÍA ELÉCTRICA:
Proyecto Hidroeléctrico Cachuela Esperanza (BENI)
Proyecto Hidroeléctrico Rositas (RÍO GRANDE, SANTA
CRUZ)
Proyecto Hidroeléctrico El Bala (Norte de LA PAZ)
BOLIVIA,PAÍS CONECTADO AL ATLÁNTICO:
Hidrovía el Mutún – Puerto Busch

Pero sin duda, entre todos estos Megaproyectos se destaca


por su carácter monstruoso, el Complejo Hidroeléctrico del Río
Madera. Cuatro represas que le bridará a la industria brasilera
la posibilidad de contar con casi 10 mil MW(Megawatt). Dos
estas cuatro represas se construirán en territorio boliviano. Una
de ellas, Cachuela Esperanza generará energía a $us. 65 MW
/ hora: 3 veces el costo actual en el sistema interconectado de
Bolivia ($us 20 ) y 50% más alto que el costo de producción de
Jirau ($us. 43 MW /hora). El área inundada (al menos 1000
Km2 ) será casi dos veces más grande que las áreas inundadas

3  www.cne.org.bo
4  Cf. www.iirsa.org Agenda de implementación consensuada, 2005-2010
189
La MAScarada del Poder

por Jirau y Santo Antonio juntos y generará solamente la


tercera parte de su energía. Contribuirá al calentamiento global
generando más gases de efecto invernadero y no responderá a
las urgentes necesidades energéticas de las poblaciones del
norte boliviano. Aumentará la deuda externa hacia el Brasil
en 2 mil 500 millones de dólares, convirtiendo a este país
en nuestro acreedor principal. Los expertos sospechan que
Cachuela Esperanza es una represa destinada sobre todo a
retener el sedimento, en el lado boliviano, para que las del lado
brasilero Jirau y Santo Antonio tengan mayor vida útil. ¿Nos
endeudaremos y perderemos la soberanía para ser su basurero?
Parece que sí.
El llamado Corredor Norte Es uno de los proyectos más
importantes de la IIRSA en su Eje Perú - Brasil - Bolivia; los
objetivos principales son: Conectar a través de Bolivia la red
de carreteras del Estado de Rondonia en Brasil con la red de
carreteras del Perú y Chile. Vincular la Amazonía boliviana y
el estado de Rondonia en Brasil con la región del pacífico y el
sur del continente. Integrar la zona central de la Región MAP
(Madre de Dios - Acre - Pando). Hasta la fecha lo invertido
en estudios y en la misma construcción ya suma más de 882
millones.
Comprende la carretera La Paz - Guayaramerín - Cobija
forma parte del Corredor de Integración Oeste - Norte:
Desaguadero -La Paz-Guayaramerín, y tiene dos ramales
El Chorro (El Triángulo) - Peña Amarilla-Puerto Rico-
Porvenir-Cobija y Yucumo-San Borja - San Ignacio de
Moxos – Trinidad. A este corredor, se añade la carretera Villa
Tunari - San Ignacio de Moxos (ya decidida por Goni el 2003
mediante un decreto yluego por C. Mesa el 2005 mediante
ley; ahora por diktat de Evo Morales).
¿Quién financia la carretera que parte por la mitad
el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure -

190
Evismo, el mejor operador de la globalización capitalista

T.I.P.N.I.S, la selva más hermosa del mundo y viola la totalidad


de los derechos de los pueblos yuracaré, Mojeño-trinitario y
chimanes? BNDES, que aporta 332 MM de dólares. ¿Quién
construirá esa carretera? Odebrecht. ¿Acaso no es más
importante resolver, de modo definitivo, el problema del
Sillar? ¿No es más importante construir el tramo de ferrocarril
Aiquile-Santa Cruz y restaurar los tramos perdidos de Oruro
-Cochabamba? ¿En la misma lógica desarrollista, acaso no se
ignora que los ferrocarriles transportan mayores volúmenes
de carga con costos comparativos menores? Si, Ambos
proyectos (el del Sillar y el ferrocarril) son también parte de
la cartera IIRSA, pero por algún motivo no han recibido los
fondos para ejecutarlos, con la misma diligencia con que se
han desembolsado los recursos para la carretera Villa Tunari-
San Ignacio de Moxos. ¿Será el precio del apoyo de Lula
al gobierno de Evo Morales -que sufría la conspiración de
la media luna el 2008- a cambio de la implementación de
Cachuela Esperanza?
La grosera farsa de intereses de matarifes cruceños y las
“geopolíticas locales” serían dignas de la mayor carcajada, de
no mediar la gravedad de este ecocidio y etnocidio.

Agua para la minería transnacional 5

La Empresa minera “San Cristóbal” uno de los


yacimientos de plata, zinc y plomo más grandes del mundo de
propiedad de G. Soros y actualmente de Sumitono Corp. (65%)

5  Crespo, Carlos (2009) “Privatización del agua y racismo ambiental”, en Comisión para
la Gestión Integral del Agua en Bolivia (2009) Justicia ambiental y sustentabilidad hídrica,
Cochabamba: CGIAB. Pp. 31-47.

Evaluación de impactos de Industrias extractivas sobre los Derechos Humano el caso de


Coro-Coro, CEADESC, 2011.

191
La MAScarada del Poder

empezó a ser explotado en julio de 2007genera ganancias por


1.000 millones de dólares al año y tributa 35millones. Los
35 MM no cubren el costo del agua para uso doméstico en el
cercano norte de Chile y mucho menos para uso industrial.
Utiliza entre 42,000 a 50,000 m3 de agua por día, en la
semi desértica provincia Nor Lípez de Potosí. El Informe R.
Morán, hidrogeólogo y experto en impactos de la minería en
los recursos hídricos, que llegó al país el 2009 para estudiar el
caso la mina San Cristóbal, invitado por las organizaciones
campesinas, municipio local y el CGIAB. establece que los
acuíferos subterráneos están conectados con las fuentes
superficiales y no son recargados por la escasa lluvia, por tanto
durante muchas décadas, luego de la explotación de la mina,
no serán  posibles otros usos, actuales y/o potenciales; más
aún, muchos manantiales y humedales locales y regionales, así
como los flujos de aguas superficiales locales serán reducidos o
se secarán producto del bombeo durante estos años, por parte
de la empresa, reduciendo por tanto los ingresos de agua al
salar de Uyuni. Asimismo se ha evidenciado que la empresa
no ha implementado un adecuado sistema de monitoreo,
tanto de la declinación de los pozos explotados, como de los
impactos producidos por el dique de colas, en realidad una
laguna convertida para tal  propósito sin ningún tipo de
impermeabilización.  Por otro lado, los  químicos y sedimentos
contaminados depositados en el fondo de la laguna de Wila
Q’ara provocarán contaminación de largo plazo, dado que
el fondo no es  absolutamente impermeable. Evos Morales
visitó San Cristóbal en junio del 2009, y según despacho de
EFE 26/0/06/2009 declaró que Bolivia respeta a las empresas
extranjeras y dijo estar sorprendido por el trabajo que realiza
la empresa y dio todas las garantías en temas de seguridad
jurídica.

192
Evismo, el mejor operador de la globalización capitalista

Corocoro es una antigua mina de cobre de explotación


en socavones que estuvo paralizada desde la década de
1980 hasta el 2009, año en que ha sido reactivada por el
gobierno actual como un Proyecto Hidrometalúrgico para
la producción de “cobre catódico o electrolítico”, obtenido
mediante procesos de lixiviación por agitación y pilas
dinámicas. Este proyecto consta de dos fases: la primera
denominada como “Planta Hidrometalúrgica de Cobre” a
cargo de la minera estatal Corporación Minera de Bolivia
(COMIBOL Esta primera fase consiste en la explotación y
tratamiento de relaves, desmontes y minerales primarios, por
lixiviación ácida, previa trituración en pilas dinámicas y su
posterior extracción por solventes y agitadores para obtención
de cobre catódico. La inversión total para esta fase es de 18,5
millones de dólares y ya se ha realizado la construcción de
obras civiles e infraestructura, y obras de ingeniería mecánica,
que han afectado fuertemente las fuentes de agua y tierras de
pastoreo de las familias cercanas a la planta. La segunda fase
es de expansión que se desarrollará a través de un “Contrato
de Riesgo Compartido”, aprobado mediante Ley 4017 del
7 de abril de 2009 entre la transnacional Korea Resources
Corporation (KORES) y COMIBOL para la explotación de
un nuevo yacimiento a “cielo abierto” para la producción de
cobre electrolítico cuyo plazo de explotación será de 30 años.
Actualmente se encuentra en etapa de exploración y se prevé
comenzar la explotación el año 2011. La inversión para esta
etapa es de USD 210 millones.
El Ministro de Minas, José Pimentel, ante las múltiples
demandas Jach’a Suyu Pakajaqi , MM 0708-DS0502/2010
enviada al asevera que “Resulta pertinente recordarle que, en el
marco de la Constitución Política del estado Plurinacional y los
acuerdos con la Organización de las Naciones Unidas, los derechos de
los pueblos indígenas están garantizados por el Estado Plurinacional

193
La MAScarada del Poder

de Bolivia, en consecuencia, no reconoce el autogobierno, ni mucho


menos la autodeterminación.” Desconociendo de esta así los
Art. 2, 282, 30 I. 15, 352, 353, 403, 347 II de la CPEP.

Petroleras en territorios indígenas 6

En 1992 el Estado decretó la Reserva de biosfera y TCO


Pilón Lajas. El año 2004 Petrobras suspendió sus operaciones
debido a la campaña de rechazo de las organizaciones
ambientalistas e indígenas a la actividad petrolera al tratarse
de una zona protegida de parques naturales. En 2006, fue
declarada Zona Intangible y de Protección Integral de
Reserva Absoluta para la defensa de los pueblos en aislamiento
voluntario, como los toromonas, comprometiéndose a respetar
sus formas de vida individual y colectiva. Decisión ratificada
por la CPEP Artículo. 31 que compromete al Estado a
“proteger a los pueblos en aislamiento voluntario que habitan en
el territorio nacional, evitando que sean perseguidos, acosados y
exterminados por grandes proyectos que se instalan en sus zonas
de vida, que los asfixian hasta desaparecerlos”. El 18 de enero de
2008, se suscribieron cuatro convenios entre YPFB y GTLI
para la realización de estudios destinados a la exploración,
explotación, desarrollo y producción de hidrocarburos en los
bloques Almendro, Itacaray, Río Beni y Cupecito. El bloque
de Río Beni tiene una extensión de 1.000.000 hectáreas (400
6  www.fobomade.org
Informe Impactos ambientales, sociales y culturales de Repsol YPF en territorios indígenas de Bolivia
(Tarija-Bolivia, 2005), producto del Monitoreo Indígena Independiente de la Asamblea del
Pueblo Guaraní APG-Itika Guasu y el Programa de Vigilancia Socio Ambiental de las
Industrias Extractivas-CEADESC
Comunicado a la opinión pública nacional e internacional, Asamblea del Pueblo Guaraní de Itika
Guasu. TCO Itika Guasu, 8 de noviembre de 2005, Tarija, Bolivia.
Carta Abierta de la APG –IG al Presidente Morales, 30, Junio del 2010.
Erbol, 23 de septiembre 2010.

194
Evismo, el mejor operador de la globalización capitalista

parcelas), se encuentra en la zona no tradicional de Bolivia y


corresponde al área reservada Nº 2 para operación de YPFB.
Este bloque podría generar ingresos para el Estado por
regalías de alrededor de 10.800 millones de dólares, según
las estimaciones a 20 años de producción. GTLI es una
empresa cuya mayoría accionaria casualmente pertenece a una
subsidiaria de la empresa Jindal Steel & Power, de la India,
que se adjudicó por 40 años, la explotación del yacimiento
de hierro en el Mutún que opera en el área de influencia del
Pantanal boliviano, sitio Ramsar, y donde se articulan varios
proyectos IIRSA, ferroviarios, portuarios y energéticos.
El presidente Evo Morales rechazó abiertamente la
demanda para que la Amazonía boliviana no sea afectada por
la exploración y explotación de hidrocarburos. “La consigna
de estos intereses foráneos plantea una “amazonia sin petróleo” y
“no más pozos petroleros”, en abierta oposición a la profundización
del proceso de la nacionalización y el mejoramiento de la economía
nacional. Están diciendo, en otras palabras, que el pueblo boliviano
no tenga plata, que no haya IDH, que no haya regalías, pero
también van diciendo que no haya (el bono) Juancito Pinto, ni la
Renta Dignidad, ni el bono Juana Azurduy”.
El Grupo Repsol YPF que opera en el país desde 1997
posee activos equivalente a seis veces el PIB boliviano y
controla 27 bloques de prospección y explotación petrolera,
además de participar en operación conjunta en los campos
gasíferos de San Alberto y San Antonio. En conjunto, el
Grupo tiene control de 1.378.082 hectáreas equivalente a 49%
de todo el territorio bajo operaciones petroleras.
En 2003, Repsol, British Gas y Pan American conformaron
la alianza Pacific LNG que pretendía comercializar el gas
del Bloque Caipipendi, vía puertos chilenos al mercado
norteamericano. Proyecto rechazado por la población y que
está en el origen de la Guerra del Gas que determinó el

195
La MAScarada del Poder

derrocamiento de Sánchez de Losada. En el marco de la


nueva Ley de Hidrocarburos 3058, YPFB ha suscrito un
contrato de operación con el consorcio Repsol YPF Bolivia
SA. (37,5%-Operador), BG (37,5%) y PAE E&P Bolivia
(25%) para la exploración y explotación de reservas de gas en
el bloque Caipipendi, que abarca casi 700 mil hectáreas en
los departamentos de Tarija y Chuquisaca, donde se encuentra
el mayor reservorio de gas, Campo Margarita. Este bloque
petrolero se superpone a las TCOs Itika Guasú y Tentayape,
así como al Parque Nacional Aguaragüe.
La APG-Itika Guasu, desde 2005, ha emprendido
acciones de defensa de sus derechos violados (Derecho a la
consulta libre, previa e informada, Derechos propietarios de su
TCO, al medioambiente, a la compensación e indemnización)
reconocidos por la Ley 3058 y la CPEP,
En 2004, la comunidad ava guaraní de Tentayape rechazó
con éxito la presencia de REPSOL y logró que su TCO
fuera declarada Patrimonio Histórico, Cultural y Nacional,
en 2005, por la conservación intacta de sus tradiciones, usos
y costumbres, ancestrales, - que configuran un territorio libre
de estado, escuelas, iglesias, Ongs y petroleras- con el apoyo
de entonces diputado opositor Evo Morales. Sin embargo
recientemente ante el anuncio oficial de YPFB y REPSOL,
se han visto obligados a ratificar su decisión de no permitir el
ingreso de las petroleras a realizar inspección sísmica
En ambos casos, el estado boliviano (antes neoliberal
y ahora plurinacional) ha omitido su obligación de defensa
de los derechos afectados para facilitar las inversiones de la
corporación multinacional, responsable de exportar 14 MM
m3/día hacia la Argentina según el nuevo convenio firmado
recientemente; apuesta exportadora incluye la construcción de
un gasoducto que recorrerá el noreste argentino .

196
Evismo, el mejor operador de la globalización capitalista

Agroindustria, Transgénicos, ley de revolución productiva

Como ilustración de las contradicciones entre el discurso


oficial dirigido al público de otros países y la realidad
cotidiana que se vive en Bolivia, entre julio y septiembre de
2010 se han registrado quemas en millones de hectáreas de
bosques y pastizales y áreas protegidas, especialmente en el
oriente boliviano, sobre todo en la frontera con Brasil7. Como
consecuencia de la política de impulso a la agroexportación y
a los agrocombustibles, en 15 años, 8 millones de hectáreas de
bosque fueron desmontadas. La mayor parte de esas tierras
queda inutilizada a los pocos años por el excesivo uso de
agroquímicos y porque no son tierras aptas para uso agrícola
sostenido, de manera que los agroindustriales tienen que
seguir quemando y chaqueando para abrir más terrenos para
la siembra de soya transgénica. El mismo año 2010 en que
hubo miles de incendios provocados, el gobierno planteó que
la frontera agrícola debía ampliarse con un millón de hectáreas
más de cultivos comerciales, es decir, dando carta blanca para
seguir las quemas y desmontes8. El desmonte y la quema de
bosques y pastizales para la siembra de cultivos de exportación,
ha provocado que Bolivia pase en pocos años a subir al puesto
número 10 del mundo como uno de los mayores emisores
de gases de efecto invernadero per cápita, según el CLAES
(2010). El 94% de las emisiones contaminantes producidas en
Bolivia tienen origen en la desforestación y agroindustria.

7  “información satelital ubicó 34.328 focos de calor que dañan 2.063.065


hectáreas, siendo el departamento de Santa Cruz el más afectado, con 18.217
focos de calor, seguido por Beni con 14.226 focos” http://latercera.com/noticia/
mundo/2010/08/678-286106-9-aumentan-incendios-forestales-en-amazonia-
de-bolivia.shtml
8  “Datos del director ejecutivo de la Autoridad de Fiscalización y Control
Social de Bosques y Tierra (ABT), Clíver Rocha” http://www.granma.cubaweb.
cu/2010/11/15/interna/artic19.html.
197
La MAScarada del Poder

Según investigaciones de la fundación Tierra, 700.000


hectáreas de soya transgénica para exportación están bajo
control directo de los brasileños; La Razón el 15/9/10 informa
que 100 familias de terratenientes brasileños controlan el 35%
de las exportaciones de soya producida en Bolivia. El gobierno
boliviano no solo fomenta –en los hechos- la quema y desmonte
de zonas forestales para beneficio de esas oligarquías brasileras
sino que promete pagar por la soya producida, a través de
EMAPA, a un precio 10% por encima de la media de mercado
promoviendo así el cultivo de la soya transgénica.
El gobierno afirma que esas políticas favorecen la seguridad
alimentaria de los bolivianos, pero en realidad ¿a quiénes está
sirviendo las políticas estatales de fomento a la agroindustria?
El pueblo boliviano mantiene un sistema de consumo limitado
que le permite utilizar un promedio de 0,2 hectáreas de tierra
útil por habitante. En cambio Estados Unidos requiere 10
Hectáreas por habitante y Europa más de 6 Hectáreas por
habitante, para abastecer sus sistemas productivos y el alto
consumo de su clase media (WWF 2002). De hecho, el más de
un millón hectáreas de tierra boliviana utilizada para sembrar
soya y agrocombustibles sirve para abastecer el consumo y
el sistema productivo de los países industrializados como
Estados Unidos y, últimamente, Brasil. De ninguna manera
esa forma criminosa de usar la tierra boliviana es en beneficio
de los bolivianos, sino, en primera instancia, de los grandes
consorcios multinacionales. En primer lugar, los interesados
son las empresas Cargill y Monsanto, grandes monopolios
mundiales que controlan la producción y comercialización de
las semillas transgénicas y la producción de agroquímicos.
Esto es lo que explica la razón por la cual se aprueba la ley de
revolución productiva agropecuaria. Esa ley viene a consolidar
la vigencia de reglamentos aprobados en los gobiernos de

198
Evismo, el mejor operador de la globalización capitalista

Goni y de Banzer y ratificados por el actual9, a través de los


cuales se favorece a las grandes empresas semilleras y se busca
eliminar a la producción campesina. La producción campesina
indígena depende de la extensa base genética desarrollada por
las comunidades andinas a lo largo de siglos. Más de 1000
variedades de papa han sido desarrolladas por las comunidades
andinas y están catalogadas en el Centro Internacional de
la Papa en Lima. Al exigir la inscripción obligatoria de las
variedades que cada comunidad usa tradicionalmente y su
certificación por medio de instituciones estatales de la semilla,
se establecen exigencias que sólo las grandes empresas pueden
cumplir, y los productores campesinos que no cumplan con esos
requisitos son amenazados con la confiscación de su cosecha
y multas, además de procesos administrativos y judiciales. En
cambio las empresas son libres de registrar semillas nativas
a su nombre y comercializarlas de manera exclusiva! Esta es
una amenaza directa que lanza el gobierno contra las propias
comunidades campesinas andinas que le dieron su apoyo
incondicional, y que a través del Pacto de Unidad hicieron
aprobar en la Asamblea Constituyente el artículo 408 que
prohibía terminantemente la producción y comercialización
de transgénicos. El gobierno, en complicidad con los prefectos
de la Media luna y el Parlamento, modificó en octubre de 2008
ese artículo de manera totalmente ilegal. La reciente ley de
Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria da vigencia
de dicha disposición constitucional a través una redacción
que posibilita la producción y comercialización masiva de
transgénicos en Bolivia, contrariando de manera directa la
voluntad de las comunidades campesinas, destruyendo las bases
de la seguridad alimentaria del pueblo boliviano, poniendo al
país en dependencia de las multinacionales colonialistas.

9  Sistema de Normas y Certificación de Semillas refrendado por el INIAF


(Res/002 del 12.01.09)
199
La MAScarada del Poder

De esa manera Bolivia no solo asume un costo ambiental


extraordinario en servicio del consumo de otros países.
También está en riesgo, por las políticas gubernamentales, la
extraordinaria riqueza genética que tiene el territorio boliviano
y la extensa base de germoplasma nativo, domesticado por las
comunidades, alimentos básicos como la papa, que usa toda
la especie humana y se consumen en todo el planeta, que
las multinacionales se quieren apropiar con el fin de seguir
aumentando sus ya enormes ganancias y su poderío político.

Conclusión provisoria…

La gran oportunidad que tuvimos, gracias a la movilización


del Pacto de Unidad, para establecer un sistema de gobierno
y de convivencia basado en principios que nos ponían en
dirección a una nueva forma social, se ha desperdiciado por
decisión del gobierno al desconocer el texto constitucional
aprobado por la asamblea constituyente en diciembre de 2007.
En lugar de los principios propuestos por el Pacto de Unidad
se lo ha cambiado por un texto ilegalmente introducido, en
base a un acuerdo establecido por el gobierno y las prefecturas
de la Media Luna y logrado por presión y mediación del
Unasur (es decir, por el gobierno de Brasil) en septiembre de
2008. De esa manera el gobierno se embarcó en una estrategia
de desarrollo capitalista completamente insostenible, en lugar
de representar el papel que los pueblos indígenas esperaban de
él, para encabezar la movilización contra este sistema en crisis
y por una alternativa civilizacional por el buen vivir.

200
El poder de ellos y el poder de Nosotros
Un nuevo escenario sociopolítico1

Pablo Mamani Ramirez2

Introducción

Para iniciar esta reflexión cito una pequeña nota de una


compañera que narró los acontecimientos del 20 de octubre
de 2011 cuando llega la VIII Marcha indígena originaria a
la ciudad de La Paz de manera apoteósica para rechazar
la construcción de la carretera transoceánica del Tipnis
(Territorio Indígena del Parte Nacional Isiboro Sécure).

Queridxs todxs

No pude aguantar y les escribo estas breves líneas:

aunque estoy con bronquitis y otras cosas más así que la fiebre molesta
nuevamente.... pero  la marcha llegó a La Paz hoy y fue apoteósica,
miles y miles de personas de La Paz salieron a abrazar a los marchistas
indígenas. Dicen que entre marchistas y gente de La Paz que daba
comida y agua, fuimos como un millón!! No me extrañaría porque hoy

1  Muchas gracias a los organizadores, amigos y amigas de México, por


invitarme a este evento que tiene continuidad con las II Jornadas celebradas en
2006 en la Universidad Pública del Alto (UPEA) y en la Universidad Mayor
de San Andrés (UMSA) en la Paz Bolivia a tres meses de la asunción del
nuevo presidente Evo Morales, electo con el 52% en aquel periodo.
2  Pablo Mamani Ramírez es sociólogo aymara y alteño y autor de
varios libros y artículos en distintos espacios académicos y periodísticos.
Responsable de la Revista Willka. Maestro por la Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales, FLACSO-Ecuador. Actualmente es candidato a doctor
en el posgrado de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional
Autónoma de México, UNAM.

201
La MAScarada del Poder

fue una enorme multitud que bien dice Silvia Rivera y lxs hermanxs
indígenas del TIPNIS, marcando una nueva agenda popular
que retoma la agenda del 2003, que Evo planteo desaparecer por
considerarla “cumplida”.

Todxs lloramos a mares porque salieron las wawas (niñxs) de kinder y


colegio a recibir a sus pares, los niños del tipnis que recibieron galletas,
dulces y pinche mil cosas mientras pasaban por las calles. Miles de
historias de solidaridad y cariño. Fue emocionante ver todo el cariño de
la gente, la mixtura, las lágrimas, cuando pasaban nuestroxs hermanxs,
que pasaron hambre, frío, insultos racistas por parte de gente del
mismo gobierno, acusaciones que no se han podido probar hasta ahora,
represión, etc., 65 días de caminata bajo sol calcinante, bajo lluvia, con
neumonías, desnutrición, insolación....

Ahhh si, Evo escapó a Cochabamba y se negó a hablar con lxs


comapñerxs, jejeje y el Lineras festejó su cumple que era hoy en uno de
los lugares más caros de La Paz, por si se preguntaban donde andaban
los dos personajes más cuestionados, silbados, rechazados y criticados por
la población el día de hoy....

La nueva vigilia indígena ya se instaló en plena Plaza Murillo, la


policía no deja entrar comida ni nada, pero ya lxs compas allá dicen
que estarán ahí hasta que Evo pase a discutir “de gobierno a gobierno”
y hasta que se asegure que la carretera NO PASARÁ POR MEDIO
DEL TIPNIS (Marxa Chávez, 20/10/2011).

Aquí se consumió la definitiva división entre el gobierno


del MAS (Movimiento al Socialismo) y los movimientos
indígenas originarios de la Amazonia y los Andes después de un
largo conflicto. La VIII marcha fue el epicentro de esta ruptura
que parece no tener ruta de retorno dado que el gobierno de
Morales Ayma-García Linera insisten en la construcción de
la carretera por Tipnis (financiada por Brasil con 415 millones
de dólares americanos), en contraposición a lo establecido
por los movimientos indígenas originarios de los Andes y
202
El poder de ellos y el poder de Nosotros

la Amazonia liderados por el Consejo Nacional de Ayllus y


Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) y la Confederación
Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB). A su vez esto
produjo una fractura profunda del Pacto de Unidad entre
las cinco organizaciones más importantes que han sostenido
hasta hoy al gobierno de Morales-García: la Confederación
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia
(CSUTCB), la Confederación Sindical de Comunidades
Interculturales de Bolivia (CSCB), la Confederación de
Mujeres Campesinas Indígenas Originaria de Bolivia
“Bartolina Sisa” (CSUMCIOB “B.S”) que apoyan al gobierno
y la Confederación Indígena del Oriente (CIDOB) y Consejo
Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ)
que critican al gobierno duramente.
La insistencia en la construcción de dicha carretera
profundizó más esta ruptura, porque el gobierno Evo
Morales-Álvaro García pese haber promulgado la Ley de
prohibir la construcción de carretera por Tipnis (proyecto de
Ley 075/2011-2012, del 11 de octubre de 2011), sigue con
una feroz campaña a favor de la misma. Este es un hecho
dado al parecer por dos razones fundamentales: La primera,
hacer realidad el proyecto transnacional para la explotación
de los recursos naturales en la región y dentro del parque y
la segunda, la pertinaz actitud presidencial, que ya llega al
punto de lo vengativo, apoyada por sectores interesados en
tener el control de esta región. Incluso se denunció, en el mes
de noviembre, que Evo Morales pagó el pasaje aéreo de 30
corregidores del Tipnis para que pidan la continuación de la
carretera (El Diario, http://www.eldiario.net/, 25/11/2011).
Dentro de este contexto ambas rupturas conmovieron al
mundo indígena originaria campesina y popular. Por un lado,
porque hasta ese momento el gobierno aún era catalogado
como el gobierno de los movimientos sociales y por el otro

203
La MAScarada del Poder

porque fue una lucha de “indio contra indio” propiciada


desde el poder y respondida desde los movimientos indígena
originario de manera contundente. Es necesario aclarar en
este punto que el movimiento indígena originaria se diferencia
del movimiento campesino: el primero es propiamente más
originaria y el segundo está definido en el campo de lo sindical.
El Pacto de Unidad tuvo una importancia capital en el
pasado reciente de Bolivia, pues fue el centro de aglutinación
para muchas propuestas y un campo de debate particularmente
en el contexto de la Asamblea Constituyente. Por esta razón,
la ruptura interna de dicho pacto y la ruptura entre el gobierno
y movimiento indígena originario ha cambiado el contexto
político del país. El pacto social que llevó al gobierno al poder
no tiene vigencia. Esto debido a que el gobierno ha perdido
el horizonte histórico sobre el real trastrocamiento del orden
estatal colonial/liberal y un cambio profundo en la política de
explotación de los recursos naturales. Y además porque los
que antes obedecían silenciosamente, ya no son los mismos,
estos responden con movilizaciones aunque ahora en contra
del hermano presidente indio. El orden de relación de fuerzas
tiene una nueva configuración.
Producto de estas relaciones de conflicto estructural se
produjo este nuevo escenario sociopolítico que no sabemos
exactamente cómo nombrar porque, por una parte, se abre
la posibilidad del retorno de los llamados grupos de la
derecha encabezado por el Movimiento Sin Miedo (MSM)
del ex Alcalde de La Paz Juan del Granado y, por otro, hay
una nueva efervescencia indígena originaria popular por
apuntalar un nuevo proceso realmente propio que significaría
el trastrocamiento del orden liberal y colonial hoy aún
predominante.

204
El poder de ellos y el poder de Nosotros

Nuevo escenario sociopolítico

Bolivia, por lo dicho anteriormente, nuevamente hace


noticia en varios sentidos. En esta presentación voy a exponer
parte de una interpretación que es posible hacer a partir de lo
que está ocurriendo desde el 26 de Septiembre de 2011 donde
el gobierno tiene que reconocer que su proyecto carretero por
el Tipnis no tiene apoyo social, más al contrario, recibió un
gran rechazo en los centros urbanos y ciertas regiones rurales
de Bolivia.
¿Qué ocurrió el 26 de Septiembre de 2011? Ocurrió que
en Bolivia, el gobierno de Evo Morales da marcha atrás -por
segunda vez consecutiva- en uno de sus proyectos como ha sido
la construcción del camino carretero que atraviesa el Territorio
Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS). A esto
lo catalogamos como la segunda derrota del presidente Evo
Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera en menos
de un año. La primera fue aquel 31 de diciembre de 2010,
cuando el gobierno abrogó el decreto supremo no. 748,
llamado “gasolinazo”, en el que se incrementaba el diesel en un
83% y la gasolina en un 73% (Decreto Supremo, no. 748). Un
incremento que afectó duramente a la economía en todos sus
niveles: subieron los precios del transporte, la canasta familiar,
y muchísimas otras cosas, que luego no bajaron hasta el día de
hoy.
En ese sentido, la tesis que quiero plantear es el siguiente:
A partir de la segunda derrota del gobierno de Evo Morales-
Álvaro García -paradójicamente salido del movimiento
popular indígena originario- se ha abierto en Bolivia un nuevo
escenario sociopolítico. Uno ante la marcha de un gran fraude
histórico desde el gobierno-Estado y dos por la fuerza de
los movimientos sociales indígena originaria que mantienen
intacta su gran capacidad de convocatoria y movilización

205
La MAScarada del Poder

social. ¿Qué implica este nuevo escenario sociopolítico?


Significa que en un tiempo-espacio de pocos meses dentro de
los movimientos indígenas originarios y campesinos se abrió
un gran proceso de debate interno, sobre seguir apoyando al
gobierno del presidente Evo Morales, o lanzar duras críticas
hacia el mismo al estancarse el proceso de cambio y luchar
por una real transformación del Estado colonial. Es decir, en
re-definir las líneas del proyecto de transformación estructural
del Estado y de la sociedad.
Además, el 26 de septiembre es importante porque
emerge de manera visible y contundente, un nuevo momento
histórico y sociopolítico en el que los indios nuevamente se
convierten en los actores, en este caso con una alianza histórica
entre la región Amazónica y la región Andina, expresada en
la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB)
y el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu
(CONAMAQ). Es una alianza entre CIDOB de los pueblos
indígenas de la amazonia y CONAMAQ de los Ayllus
originarios de los Andes. A éstos hechos se sumaron muchas
otras organizaciones y movimientos sociales e intelectuales.
La llegada a La Paz, sede política del país, el 20 de octubre
de 2011 fue apoteósica. Un mar de gente marchaba gritando
consignas contra el gobierno como se lee en el epígrafe.
Además Evo Morales abrió una convocatoria para un
dialogo a nivel nacional, esto según el gobierno, para el debate
de la construcción o no de la carretera por Tipnis. Y a mismo
tiempo ya existen opiniones de abrir un debate sobre el mando
mismo de lo político en Bolivia. En ese sentido el debate no
sólo sería sobre la carretera sino también discutir: “si vamos a
continuar con el rumbo político que hemos tenido hasta hoy o
vamos a cambiar de manera real, una transformación profunda
que es el trastrocamiento del Estado colonial, sus sistemas
normativos y el sistema económico, o simplemente vamos a

206
El poder de ellos y el poder de Nosotros

continuar con aquello que el gobierno emprende hoy”, una


reforma muy débil y una reforma incluso en contra los propios
pueblos indígenas quienes le llevaron a la presidencia en
2006. La agenda del gobierno según el viceministro Gustavo
Navarro es: “La integración vial; seguridad y soberanía
alimentaria; salario, empleo y estabilidad laboral; territorio; 
políticas sociales, salud, educación y vivienda; seguridad
ciudadana; lucha contra el crimen; asuntos legislativos;
comunicación y autonomías” (http://www.prensaescrita.com/adiario.
php?codigo=AME&pagina=http://www.la-razon.com, 24/11/2012).
Éste evento se llevará el 9 y 11 de diciembre de 2011 en
la ciudad de Cochabamba. No entra según esta agenda el gran
tema de la redistribución de la tierra, pues un gran porcentaje
de la tierra en Bolivia está en manos de los terratenientes y
sectores agroindustriales del Oriente o del Chaco. Un hecho
apoyado en el artículo 399 de la Constitución Política del
Estado que no admite la retroactividad de la tenencia de la
tierra. Tampoco entra la lucha anticolonial y anti-racista de
varios niveles en el Estado y la sociedad. o la nacionalización
real de los recursos naturales como el gas, la minería, y el
petróleo. Tampoco está en la agenda las nuevas reformas a las
leyes sancionadas en el Asamblea Plurinacional porque violan
la propia Constitución y los derechos de los pueblos indígenas
originarios en tanto son pueblos precoloniales.
Entonces, la pregunta planteada de qué es lo que pasa
en el nuevo escenario sociopolítico a nivel nacional implica
algunas cuestiones fundamentales: El fraude histórico
impulsado por el gobierno y denunciado por los movimientos
kataristas indianistas en su tiempo, implica que la derecha o los
grupos oligárquicos que están apostados con cara democrática
multicultural e intercultural, como el Movimiento Sin Miedo,
puede ser el siguiente escenario que significaría el retorno de
los viejos grupos de poder con un discurso democrático, de

207
La MAScarada del Poder

amplitud hacia lo indígena, incluso con cara aymara (mediante


la figura de Simón Yampara, uno de los intelectuales kataristas
de generación vieja). A esta posibilidad se acompaña el hecho
de que en Santa Cruz aparecen voces de disidencia muy
disimulada, es decir, que plantean la separación territorial,
como ya demandó esa región hace dos años. Cabe señalar
que en este territorio existen grandes riquezas mineralógicas,
petroleras, de recursos naturales maderables, entre otros.
En ese sentido, este otro escenario implica debatir
muchísimos horizontes políticos y sociales que todavía están
en pie en Bolivia, pese a lo que el gobierno ha ido haciendo
hasta el momento, como es el proceso de expropiación de
las decisiones de la gente, o el proceso de apropiación de
la voluntad de movilización, de discurso crítico y de acción
orgánica de los movimientos sociales. Con eso quiero decir
que el gobierno ha ido cooptando ciertas dirigencias y hoy
los que no han sido cooptados son quienes se han movilizado
y plantean re-orientar el proceso de transformación social y
estatal.
En este momento, en el movimiento indígena originario
y campesino, hay dos grandes matrices en disputa y son muy
evidentes. Una que la podemos ubicar en la Confederación
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia
(CSUTCB) junto con la Confederación Nacional de Mujeres
Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina
Sisa” (CNMCIOB-BS) y la Confederación Sindical de
Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB, de la zona
subtropical y tropical), que tienen una visión sindical y de
apoyo al gobierno.
En estos movimientos se comparte, en modo distinto, la
visión desarrollista o neodesarrollista como es la extracción
de los recursos materiales y su exportación, en función de un
proyecto de Estado Plurinacional. Desde estos movimientos

208
El poder de ellos y el poder de Nosotros

aún se intenta, la tentación de reformar el viejo Estado, con


nuevos sentidos simbólicos de lo indígena, para de ese modo,
legitimar un orden social liberal o neoliberal con rasgos
coloniales, que es el uso sistemático de los imaginarios e
imágenes indígenas. Esta es una de las grandes matrices, y
hoy muestra sus primeros resultados para nada halagadores.
El otro gran frente que se hizo visible de manera abierta es
el movimiento de los ayllus representado por el CONAMAQ
y la CIDOB que viene planteando una lógica distinta a la
forma sindical y frente a la extracción de los recursos naturales
en Bolivia. Producto de ello se tienen hoy estos dos escenarios
dentro de los propios movimientos indígenas originarios.
En el movimiento de los ayllus y los de la amazonia
(CONAMAQ y CIDOB) la visión o lógica del poder es
compartida, sistemas compartidos de los recursos naturales,
sistemas de rotación del poder, sistemas asamblearios
ampliamente debatidos y decididos en esos espacios como una
política social y de la misma vida humana. En el otro frente
(CSUTCB, CNMCIOB-BS, CSCIB) aunque también dados
en el sistema asambleario, los sindicatos tienen una visión más
desarrollista en función de acaparar recursos, y en este caso,
puedan ser distribuidos a la sociedad pero además, de que
pueda emerger una nueva elite, que no sea de rostro blanco
como hasta ahora hemos conocido sino de rostro posiblemente
moreno como el que proviene de CSTUCB, CNMCIOB-BS
y CSCIB. Esto es un escenario que está muy claro al interior
de los movimientos indígenas originarios y es un campo
profundamente complejo.
En el otro escenario está el Movimiento Sin Miedo
(MSM), que trata de lograr popularidad con anuncios de
juicios, por ejemplo, en contra de quienes han ordenado
la violenta intervención a la VIII Marcha Indígena el
25 de octubre en Chaparina. También este partido viene

209
La MAScarada del Poder

realizando eventos nacionales y regionales sobre el “suma


qamaña” que ha sido traducido en la frase vivir bien (que es
una traducción contrario al literal de suma=bien y qamaña=
vivir, es decir, el bien vivir). El MSM tiene una tendencia a
hacer alianzas adelantadas con movimientos que han sido
aliados de la oligarquía cruceña basados en un discurso de
“más interculturalidad, más democracia y más participación”,
sin embargo su contenido es liberal y colonial. Este partido
político, además es conocido por la construcción de obras de
tipo moderno devastadoras en la ciudad de la Paz, por ejemplo,
la destrucción del mercado Lanza junto con su larga historia en
la ciudad de La Paz: dicho mercado hoy ya no existe sino como
un gran bloque de cemento donde los propios gremialistas se
sienten desalentados porque ya no hay la gran concurrencia de
los compradores de otros tiempos.
También hay que hacer notar que la plaza San Francisco
fue cerrada para las multitudinarias concentraciones sociales.
El lugar había servido incluso para resistir a la dictadura de
Luis García Mesa de 1980, sin embargo hoy es la trinchera
de anti-movilización social por el jardín allí construido
que literalmente divide la plaza. Además hay que decir que
mientras se llevaba el proceso del “desalojo” de los gremialistas
para la construcción de dicho mercado, Juan del Granado,
tenía la firme decisión de usar la fuerza pública para lograr tal
objetivo.
Además se sabe que el MSM no tiene en su agenda política
temas como el racismo, el colonialismo, la discriminación
racial, hechos históricos que los aymaras han sufrido. Incluso
se puede decir que allí está apostado el viejo grupo dominante
de La Paz que históricamente es anti-aymara.
A partir de este partido y el nuevo escenario existen muchos
riesgos porque estos han ido montándose en la crítica de los
movimientos indígenas, para luego posiblemente aparecer en

210
El poder de ellos y el poder de Nosotros

un nuevo escenario público, aprovechar todo el malestar social


que se vive en Bolivia, y de esa manera, volver a la palestra
política, al Estado y al gobierno. Con ello la pretensión del
MSM es continuar o mejor profundizar los procesos de la
lucha de los grupos de poder que han sido desplazados, en
cierto modo, del poder político, mas no del campo económico,
ni del campo financiero, ni de la tenencia de las grandes
tierras. Por lo que entonces en Bolivia, el escenario de una
nueva configuración sociopolítica, abre nuevamente un gran
campo de debate. Y esto va en contra posición de la hipótesis
de Álvaro García Linera (2010) que en un libro compartido
con otros: El Estado. Campo de Lucha, sostiene que hasta el
2009 o 2010, hemos llegado a un proceso de disputa que él
llama el “empate catastrófico” y de éste luego a un “punto
de bifurcación” de dos momentos fundamentales, donde el
Estado Plurinacional se adelanta, por la fuerza social, según
él, para una transformación real del Estado y donde los grupos
de derecha y otros grupos menores han quedado rezagados,
y por tanto, derrotados en la historia-porque además no
tendrían una propuesta política (lo que es cierto pero no han
sido derrotados completamente). Entonces lo que vendría en
el transcurso de la historia no sería una disputa estructural
por el mando de la nación, de la sociedad, sino una disputa
por cosas técnicas, por mecanismos de repartición de recursos,
de niveles de lucha más pequeñas y administrativas. Esa es la
hipótesis que da pie a la idea de que hemos terminado un gran
ciclo histórico del empate y hemos abierto el gran proceso
de un proyecto histórico de largo aliento que es el Estado
plurinacional. Por tanto, según él, los conflictos estructurales se
acabaron en Bolivia y solo vienen las contradicciones menores
y no las contradicciones mayores. Ésta es una lectura del país
lineal y muy optimista de los procesos sociales e históricos,
pero en el fondo profundamente pesimista.

211
La MAScarada del Poder

Planteamos aquí ideas en contraposición a lo dicho


anteriormente, de que en Bolivia se acabaron las grandes
contradicciones históricas. Más bien sostengo que se ha
reabierto de manera violenta, de manera sangrienta, otro
escenario sociopolítico. Se está volviendo a debatir el futuro
del país. Hay un gran debate en este momento en diversos
lugares de la región amazónica del CIDOB, en movimientos
de jóvenes kataristas-indianistas en El Alto, en el movimiento
de los ayllus y también en los movimientos sociales de base
sindical sobre qué es lo que hay que hacer a partir de este
momento, porque estamos descubriendo este gran fraude
histórico que es el engaño, el escamoteo de la lucha de la gente
en función de la reproducción de la vieja lógica del poder y del
Estado colonial/liberal. Aunque se espera de CIDOB que no
haga alianzas con la oligarquía cruceña y los agroindustriales
del oriente.
Así no solo está en debate el camino carretero del Tipnis,
está en debate también el mando mismo de la nación, el mando
mismo del Estado y el proceso de transformación truncado
hasta este momento. La pregunta es: ¿El gobierno es capaz
de continuar con aquel proceso o hay que dar un viraje radical
para continuar en el proceso de lucha social que está intacto en
este momento en Bolivia?
Aquí hay que dejar notar un dato importantísimo como
es el hecho de que están intactos las grandes potencias sociales,
es decir, la fuerza de los movimientos sociales indígenas,
originarios y campesinos; esto significa que ante la posibilidad de
cooptación, de clientelización, de acaparamiento institucional
del Estado y del gobierno a dichos movimientos a nivel de
los dirigentes, a nivel nacional y a nivel departamental, genera
también el efecto de la indignación o rechazo ante ese hecho.
En el nivel de las comunidades, los ayllus o barrios urbanos, a
nivel regional, esos sistemas de cooptación no llegaron y ésta

212
El poder de ellos y el poder de Nosotros

es la fuerza de la sociedad en movimiento. Una muestra de


ello es la marcha de mil quinientos marchistas de la región
amazónica y de los Andes que llegaron hasta la ciudad de La
Paz en el mes de noviembre de 2011. Ello sacó al gobierno de
sus cauces liberales y desarrollistas. El cálculo del gobierno, de
que saldrían victoriosos de esta lucha, no fue así, sino todo lo
contrario: han sido derrotados por segunda vez.
En la semana de 28 y 29 de septiembre se produjo
movilizaciones multitudinarias en la ciudad del Alto, en la
ciudad de la Paz, en Oruro, en Cochabamba, no solamente para
que se cancele eventualmente el camino carretero, sino cancelar
definitivamente el proyecto, lo que implica un debate nacional
acerca del mando mismo de la nación. Aquí planteamos que
es sustancial el debate y la acción de la expropiación de las
grandes tierras en manos de los grandes terratenientes que
tienen tierra concentrada, constitucionalizada en el artículo
399 de la nueva Constitución que garantiza esa tenencia, por
lo que no serán saneadas, menos expropiadas de manos de la
vieja oligarquía y de los grandes agroindustriales.
En el fondo, en el tema de Tipnis, están dos cosas: ¿Cómo
hacer una distribución real de la tierra para los indígenas
migrantes de la región de los Andes hacia la Amazonia? Este
es uno de los temas centrales del conflicto del Tipnis. Sin duda
allí una de las salidas claras es la expropiación de las grandes
tierras en el oriente y entregar esas tierras a los propios
habitantes de la región y también a los aymaras y quechuas
que habitan allí. Entonces al no poder o querer redistribuir de
manera radical la tenencia de la tierra, porque por medio hubo
una negociación política con sectores oligárquicos, se apostó y
se apuesta por las tierras del Parque Nacional Isiboro-Secure:
Para distribuirlas a los migrantes de los Andes y el repartir
los recursos a las transnacionales del petróleo, mineras y
otros. Ahí está una de las derrotas del proceso de cambio y

213
La MAScarada del Poder

el truncamiento del proyecto histórico porque no apunta al


hecho mismo de la expropiación de las grandes tierras. Aquí
cabe una pregunta central: el 34% de las tierras no saneadas (o
expropiadas) en Bolivia ¿En manos de quién están hoy? Esto
en relación a los 106 millones de hectáreas de tierra que tiene
Bolivia para el cultivo (un porcentaje muy alto).
Así, éste es el nuevo escenario sociopolítico de clarificación
ideológica y política de estas preguntas y hechos, ahora desde
los movimientos sociales indios originarios, acompañado por
supuesto por momentos de confusión, momentos de oscuridad,
momentos de indefinición, porque hay disputas internas
dentro de este nuevo configuramiento social y político. Bolivia
es un campo de lucha a nivel interno referida al movimiento
indígena originario y a nivel del gobierno-Estado.
Con el conflicto del TIPNIS, el gobierno de Evo
Morales-Álvaro García está perdiendo la moral política, ya
no tiene autoridad para convocar a eventos de transformación
estructural o formar parte del imaginario de un devenir de
justicia social, porque no tiene sentido real. Eso es lo que la
gente está planteando y está diciendo en Bolivia. Ha perdido
la autoridad suficiente para la transformación estructural
que recibió como un encargo social. En este terreno por
ejemplo, varios sectores han pedido un referendo revocatorio
del mandato del vicepresidente Álvaro García Linera. Y ese
revocatorio tendría que ser en un tiempo dado que no está
definido institucionalmente hoy.
Otro hecho que muestra este nuevo escenario político, es
la renuncia de cuatro autoridades fundamentales del gobierno:
Ministra de Defensa Cecilia Chacón, Ministro de Gobierno
“Sacha” Llorenti (responsable de la represión de los marchistas
indígenas), Viceministro de Régimen Interior Marcos Farfán
y la directora de migración. Cuatro grandes autoridades del
gobierno que han renunciaron hasta el día 27 de septiembre, lo

214
El poder de ellos y el poder de Nosotros

que implica un gran conflicto al interior del mismo gobierno.


Aquí otro dato que es importante resaltar: los gobernantes
no han cambiado su lógica de mandar, lo hacen igual que
los anteriores gobernantes, pero los que sí han cambiado
son los que antes obedecían a ojos cerrados. La gente ya no
obedece como en el pasado y por tanto ya no son los mismos,
ya no obedecemos “así nomas” aunque sea al propio hermano
presidente.

Del hermano en el enemigo

El Presidente Evo Morales, el 30 de septiembre, pidió


perdón a los marchistas indígenas originarios por la violenta
represión policial en Chaparina, Beni. Un hecho realmente
interesante, pero éste no parece ser sincero porque aún se
insiste en la construcción de la carretera por el Tipnis y se
sigue criminalizando la lucha india.
Una constatación es que el discurso y el poder
entendidos como dominación tienen dos caras. Una de sus
particularidades es que siempre emite ideas a medias y por
otro produce un tramado de hechos que oculta la verdad del
mismo suceso. Nunca dice la verdad. Si lo hace es solamente
la verdad del poder. Así la verdad de los desposeídos (aunque
posean con el otro poder) no es verdad. Es falso. Esta es una de
las características fundamentales del poder de tipo colonial/
liberal. ¿Por qué? Pues la lógica interna de este poder se define
en y desde la dicotomía que opera con la idea de exclusión,
separación, distinción, registro, individualización. En Bolivia
lo más grave del gobierno de Evo Morales y de esta lógica
del poder es haber convertido a su Interpar en el Otro. Es
decir, un gobierno llamado de los movimientos sociales ha
convertido a los propios movimientos sociales en su enemigo.
Mientras que el verdadero Otro, o el verdadero enemigo, es

215
La MAScarada del Poder

convidado para que siga explotando y viviendo de la renta de


sus tierras mal habidas. ¿Por qué hace eso un gobierno salido
de las gigantescas luchas, movilizaciones y levantamientos
sociales indias u originarias-populares? ¿Esta es la bifurcación
de la que habla García Linera?
  Se puede decir que el 25 de septiembre de 2011 cayó
definitivamente el eufemismo llamado proceso de cambio.
Mujeres, niños, hombres indígenas originarios en Chaparina-
Beni fueron reprimidos violentamente por la policía por
orden del gobierno de Morales-García, particularmente hoy
ya se sabe esto, por declaraciones del ex Ministro de gobierno,
“Sacha” Llorenti. Y este no es el primer caso, sino algo similar
y peor ocurrió el 7 y 8 de mayo de 2010 en Caranavi con
un saldo de dos jóvenes muertos (David Calizaya y Fidel
Hernani). A esto se suma el gasolinazo del 26 de diciembre
de 2010 con una elevación de diesel y gasolina en 83 y 73%
respectivamente.
  Así la idea presentada como muy novedosa de García
Linera de la bifurcación ¿sirve para convertir a su Interpar en
el Otro? ¿El hermano en su enemigo? Según el vicepresidente
el momento de bifurcación es el momento de la definición
de un tiempo-espacio histórico por otro momento histórico.
Después de un empate catastrófico entre fuerzas de la oligarquía
y las fuerzas sociales india-populares, se tiene éste el saldo: la
derrota político y cuasi militar de los primeros y la victoria
de los segundos (esto estaría ubicado entre agosto, septiembre
y octubre de 2008). Según García, a partir de ese momento
las luchas sociales estructurales pasan a pequeños conflictos.
La “consolidación autoproducente del orden estatal, no anula
los conflictos; los seguirá habiendo, pero de baja intensidad.
Lo que ya no habrá son conflictos estructurales, proyectos
de país y de poder social-general confrontados, eso es lo
que terminó” (García, 2010:41). Ahora la bifurcación estatal

216
El poder de ellos y el poder de Nosotros

¿tiene que imponerse de forma violenta sobre los propios


protagonistas históricos como los indígenas originarios? ¿Para
qué nos sirve hoy la idea de bifurcación cuando en Bolivia
sigue vigente la lucha por el proyecto de sociedad, como es la
estatal capitalista-neodesarrollista-neoextractivista y la forma
de vida social y humana de los indígenas de la Amazonia y
de los ayllus? ¿O sólo es una contradicción secundaria? Lo
cierto es que con este lenguaje marxista se reproduce las
mismas formas de dominación estructural colonial y liberal
sobre el indio o indígena originario. En ese sentido, la idea del
Estado plurinacional se convierte en puro eufemismo que es
una forma de ocultar los hechos con palabras grandilocuentes,
para sin embargo, reproducir en su interioridad lo colonial/
liberal de ese Estado-gobierno. Por lo que la idea infeliz de
bifurcación no tiene sustento real, más bien es la verdad de la
mentira.
 Pues así hoy asistimos a un nuevo escenario sociopolítico
en dos sentidos y frentes. Veamos esto con mayor profundidad
para detectar de cómo el gobierno actual es la expresión plena
de la lógica de poder como dominación, que es consentida y
reavivada consecuentemente por los viejos grupos del poder
con rostro de nueva izquierda y cara aymara, es el caso del
Movimiento Sin Miedo (MSM).
 En el movimiento indígena originario campesino se han
abierto dos frentes con claro impacto nacional. Aunque hace
rato esto era una realidad. La diferencia es que hoy es más visible
socialmente. Uno, está representado en las organizaciones
sindicales definidas desde la visión de clase como campesina
que busca el desarrollo capitalista como única forma de
vida social y, el segundo, está dado por las organizaciones
y movimientos de los ayllus de los Andes e indígenas de la
amazonia que buscan un nuevo horizonte civilizatorio. Los
primeros parecieran apostar por la reproducción del Estado

217
La MAScarada del Poder

liberal (bajo el discurso socialista) como una forma de vida


política y social y los segundos por una sociedad que trastoque
el actual orden social por otro orden social, una totalidad
social por otra totalidad social. Desde lo aymara, esto es el
revolvimiento (pacha tijra) de la espacialidad y temporalidad
del Estado y de la sociedad colonial/liberal por una nueva
espacialidad y temporalidad social y política.
 En ese sentido, la acción y visión de los campesinos parece
orientarse claramente hacia un proceso de reproducción del
mismo Estado aunque ahora bajo otro nombre. Además, ésta
visión está definida como “moderna” frente a la visión “atrasada”
de los ayllus. Aunque la visión sindical está evidentemente
influida por el gobierno, que no ve con buenos ojos al
movimiento de los ayllus y a los indígenas del Oriente, en el
fondo sin embargo ambos (campesinos e indígena-originaria)
sufren la dominación estructural del estado y de la sociedad
Sin embargo, desde la perpectiva de los ayllus hay una
visión más cercana a la idea de una sociedad más propia,
más autogobernada de los recursos naturales, y por la
Reconstitución de los ayllus, las autoridades originarias y la
autodeterminación social. Si se impusiera este proyecto social
sería el total trastrocamiento del orden espacial y territorial
del actual Estado colonial/liberal. También en esta lógica se
viene realizando la reconstitución de los territorios guaranís y
uno de ellos es justamente el TIPNIS. El conflicto gobierno
y movimientos indígena originario está dado en el fondo por
estos proyectos de sociedad y su territorialidad política.      
 En el otro frente, los viejos grupos de poder empiezan
a levantar la cabeza en dos sentidos. Uno, desde los
agroindustriales y cívicos de Santa Cruz que hace poco
emitían discursos recalcitrantemente racistas y regionalistas
y dos, desde el sutil trabajo político partidista en búsqueda
nuevamente de retornar al gobierno.

218
El poder de ellos y el poder de Nosotros

Sin embargo, estos grupos tienen aseguradas sus grandes


propiedades de tierras y sus empresas, porque el gobierno dio
un giro de 180 grados para proteger dichas propiedades. Dado
que en 2008 se pudo haber logrado un real trastrocamiento
de la injusta tenencia de la tierra y territorio en Bolivia. En
esa fecha, diversos movimientos sociales indígenas originarios
campesinos habían decido como nunca antes cercar la ciudad
de Santa Cruz para inflingir una de las grandes derrotas
históricas de los grupos de poder del oriente boliviano. Y el
gobierno de Evo Morales la contuvo.
  Estos grupos ahora hablan de un eventual retorno al
gobierno no de forma directa sino de manera indirecta por
otros medios o partidos políticos. Ahora vienen desarrollando
una actividad silenciosa con frentes internos propios y con
frentes externos aliados, bajo dos ideas: uno el retorno al
gobierno bajo alianza con grupos con cierto apoyo social y
dos la idea de un país independiente, Santa Cruz. Sobre este
último debemos saber que hay un libro publicado en 1935
bajo el título: Historia de Santa Cruz de la sierra, una nueva
república en sud américa, escrito por Enrique de Gandia. En
la introducción dice: “Este libro es la historia de una Nación
cuya independencia será algún día una realidad. La nueva
República que en un futuro próximo podrá contarse entre los
demás Estados de la América del Sud, llámase Santa Cruz de
la Sierra” (De Gandia, 1935: 1). Esta es la biblia política de
aquellos grupos.
  Por lo dicho arriba, estamos ante un nuevo
reposicionamiento del proyecto total del país sustentada desde
dos experiencias muy recientes. Una de ellas es el doloroso
fraude histórico del MAS y la otra es la es derrota histórica
de los grupos de poder criollo-mestizo. Ahí está nuevamente
en debate la totalidad de lo político y social en Bolivia. Las
grandes contradicciones estructurales e históricas no han sido

219
La MAScarada del Poder

resueltas, mas al contrario se re-actualizan.


Muchos sectores se reposicionan ante este nuevo escenario
de modo diverso. Y lo indio o indígena originario nuevamente
es el centro de este nuevo escenario sociopolítico. Ahí está la
vitalidad intacta de la lucha social en Bolivia incluso ante los
afanes de cooptación, clientelaje y corrupción del gobierno-
Estado.
 La pregunta histórica que ahora queda es ¿Cómo evitar
no caer nuevamente en las manos de los viejos grupos de
poder criollo-mestizo con rasgos profundamente racistas,
colonialistas, anti-aymaras o anti-indias? Esto se convierte
en una gran responsabilidad colectiva e histórica, teniendo
el antecedente de que un ex dictador, como el fallecido Gral.
Hugo Banzer Suárez (ADN, Acción democrática nacionalista)
fue elegido presidente en 1997, de forma democrática, después
de siete violentos años de dictadura militar.

El poder de Ellos y el poder de Nosotros

Detrás de toda esta descripción hay un debate de


fondo teórico. La gente ha empezado a decir en Bolivia:
“Hemos tomado el poder de Ellos: la forma liberal, la forma
democrática liberal, la forma concentradora del poder, la forma
estatal del poder, la forma partidaria del poder y estas son las
consecuencias que estamos viviendo”. El poder de Ellos tiene
la lógica de concentrar el poder, de manipular, de desorganizar
la sociedad, de concentrar las decisiones en función de un
grupo especializado, técnico y político en el gobierno. La gente
está debatiendo esto afirmado que “eso no nos sirve, no basta”.
Y lo que están planteando es tomar el poder de Nosotros.
El poder de nosotros significaría: sistema de asambleas,
sistema de rotaciones, sistema de las parcialidades, sistema de
autogobiernos compartidos, sistema de lo que llamaríamos
la diarquía del poder entre hombre y mujer. Esto además
220
El poder de ellos y el poder de Nosotros

implicaría la reorganización territorial de la república. Esto


último es planteado por el movimiento de CONAMAQ en
base a la reconstitución de los ayllus y de sus autoridades, aquí
se propone la desaparición de los departamentos, provincias,
cantones y se vuelvan a reconstituir los antiguos territorios
históricos dentro del actual contexto histórico y social. Esto
nos permite hablar de otra cartografía del Estado, lo cual está
ampliando un gran debate dentro la sociedad civil.
El tomar el poder de Nosotros significa: el poder de
la gente que se sabe manejar en las movilizaciones, en las
asambleas, en las comunidades, en los ayllus, en los barrios, que
es otro hecho. Esto posiblemente sea en el fondo político un
despertar de un nuevo escenario histórico. En Jach’a Carangas
-región de los ayllus de ponchos verdes de la que yo provengo-
han hecho una declaración plateando gráficamente lo que
sigue: “No somos de la izquierda ni la derecha, somos otra
cosa” (Comisión política, Jach’a Karangas, 2011), porque la
izquierda produjo traiciones y es colonial y racista igual que la
derecha. Además, se sostiene que se conoce a la derecha desde
hace ciento ochenta y cuatro años y quinientos diecinueve
años, y se sabe cuáles son sus formas políticas y no se quiere de
ellos. Así ni uno ni el otro, sino otro hecho. Y otro hecho ¿qué
es? El sistema originario, el sistema popular del gobierno, otra
condición histórica, que es lo que en términos teóricos habría
que trabajar con mayor profundidad, pero eso es lo que en
Bolivia está surgiendo.
En la marcha de la CIDOB se planteó también esta
idea, de que no somos ni la izquierda ni la derecha. Así,
están surgiendo criticas muy fuertes, una crítica no solo a la
izquierda boliviana en términos reales, sino también es una
critica a la izquierda latinoamericana, que no suele entender
las lógicas, la formas de vida, el razonamiento, la cosmogonía,
el sistema político de gobierno de los pueblos negros, indios o

221
La MAScarada del Poder

mestizos que tienen otra matriz civilizatoria, a las que siempre


quieren imponer formas eurocéntricas de la política, del poder
del Estado.
En ese sentido, el poder de Ellos (el poder separado de la
gente y donde se toman decisiones de forma liberal) y el poder
de Nosotros (la forma en que el poder es deliberativo, el poder
es compartido) es la matriz del debate.
Entonces quiero terminar diciendo que dentro de esto,
está sin duda el debate y la crítica a la teoría de Álvaro García
Linera que sostiene que se acabaron las grandes disputas
estructurales políticas en Bolivia. No, al contrario continúan
y se abren de manera más gráfica otros escenarios, por lo que
creo que es importante pensar en esos escenarios históricos
como el que nosotros estamos viviendo ahora, y que en otros
países posiblemente se esté viviendo de otro modo. Aunque
no es fácil debatir las cosas como se presentan, porque hay
disputas internas en los movimientos indígenas originarios,
pero es fundamentalísimo ampliar este debate.
Me habían dicho que Bolivia dejó de ser la esperanza del
mundo, de Sudamérica. Diría más bien que sigue siendo la
esperanza porque los aymaras o quechuas como los guaraníes
siguen protagonizando luchas, movilizaciones y haciendo suya
la historia y la lucha. En función de una lucha radical en algunos
sentidos, en función a la lucha más o menos moderada en otros
sentidos, pero la lucha continua y ahí esta Bolivia y ahí están
los indígenas, los indios. Y así pues Bolivia es un escenario no
solo de los bolivianos, de los aymaras o quechuas, sino que
también implica un debate internacional de qué es lo que hay
que hacer ante las formas políticas dominantes y las formas de
gobierno llamados “progresistas” que frustran profundamente.
En las Constituciones se reconoce a los pueblos indígenas en
forma lirica y en los hechos se les desconoce o se los anula a
largo o corto plazo. Y tenemos leyes que indican una cosa y la

222
El poder de ellos y el poder de Nosotros

Constitución dice otra, entonces hay una gran contradicción


entre lo que dice la Constitución y las formas procedimentales,
las leyes y sus reglamentos.

Breves conclusiones

Desde el punto de vista de las luchas sociales indígenas


originarias o campesinas y desde la academia, siempre hemos
pensado trastocar el orden social dominante desde la visión
económica (, pero muy poco se ha planteado hacer una
revolución del poder. ¿Qué implica hacer una revolución del
poder? Es trastrocar la lógica como forma de razonar el poder
y la política y las relaciones sociales de mando y obediencia
en tanto experiencia y realidad social. Si sólo planteamos
luchar o hacer una revolución desde abajo sin trastrocar esa
lógica no haremos una revolución del poder ni una revolución
social. Si llegamos desde abajo al poder de arriba, estando allí,
como le ocurre a Evo Morales, reproduciremos la vieja lógica
y sistema de prácticas del poder dominante, aunque con sus
complejidades y diferencias. Eso ocurrió con la revolución
rusa de 1917 cuando, según Christian Rakovsky (1928) los
revolucionarios de ayer pasaron a ser los nuevos dominantes
incluso en contra de los revolucionarios de a pie.
El poder en sentido de mando-obediencia sin duda
ofrece ventajas y privilegios y los hombres-mujeres siempre
están tentados de acogerse y apropiarse de esas ventajas y de
los crecientes privilegios de tipo cultural, económico y político.
En Bolivia pasó esto con el MNR (Movimiento Nacionalista
Revolucionario) en 1952-1962 además de que ellos o ellas
venían a la revolución a construir una nueva elite mestiza.
Tenían claro que venían hacer una revolución liberal y lo liberal
es el extrañamiento de la política del sistema de gobierno
compartido de la sociedad. Con esto incluso entramos a la
ontología del poder, que nace con la lógica y su sistema de
223
La MAScarada del Poder

práctica del poder como dominación y actúa con ella incluso


con un discurso revolucionario. En el caso del MNR, bajo el
ideologuema de N-R (nacionalismo-revolucionario) y en el
caso del MAS y Evo Morales, con lo nacional-indígena (N-I).
Es un espejismo de la revolución cuando en los hechos
no es ninguna revolución. Es el remozamiento del poder
anteriormente cuestionado duramente. Es la regeneración
de la lógica del poder y de las relaciones sociales en tanto se
mantiene la matriz de la lógica del poder liberal y colonial que
se cuestiona en el discurso. En ese marco tiene sentido hablar
de la revolución de Nosotros o el poder de Nosotros. Y aquí vale
pregunta, ¿Por qué pensar fuera de los marcos de interpretación
e identidad de izquierda y derecha? (Mamani, 2011).
Si sabemos desde nuestra experiencia social e histórica
que tomar el poder por el poder no cambia el sentido del
poder cuestionado, entonces caemos en lo que criticamos y
luchamos incluso dando nuestra vida por ella. ¿Qué sentido
tendrá morir a nombre de la revolución cuando en el fondo
no se va cambiar el poder como dominación? Decir de este
modo es trágico, tan trágico que ni siquiera es una idea, sino
una realidad.
La revolución de Nosotros sería el otro poder. Y el otro
poder es otro sistema social fundado en la lógica y experiencia
social de compartir el poder, el sistema rotativo y turnativo
bajo una compleja relacionalidad del poder que no es solo
mando y obediencia . Una relación social de mandar y a la
vez de obedecer.. Además de ser un cambio de una totalidad
social por otra totalidad social
En ello el poder de Nosotros contiene o mejor confronta
realmente al poder vertical y liberal del poder de Ellos. Ahora
¿quiénes son o somos esos Nosotros? Es una pregunta para
reflexionar en otro momento. Lo importante será decir que en
Bolivia volvimos a vivir otro y un nuevo escenario sociopolítico

224
El poder de ellos y el poder de Nosotros

ante el gran fraude histórico que propicia el MAS, igual o peor


que el MNR de 1952. Pero a la vez hay que decir que la fuerza
de la lucha social está aún intacta.

Bibliografía

Asamblea Legislativa Plurinacional,

2011 Ley de protección del territorio indígena y parque nacional


Isiboro Sécure-Tipnis, proyecto de Ley 075/2011-2012, 11
de octubre de 2011.

De Gandia, Enrique

1935 Historia de Santa Cruz de la sierra una nueva república en


sud América, Buenos Aires: talleres gráficos argentinos de
l. j. rosso doblas 951 ai 965.

García L. Álvaro,

2010 “El Estado en transición. Bloque de poder y punto de


bifurcación” en García Linera, Álvaro, El Estado. Campo
de Lucha, La Paz: CLASO. Muebla del diablo, pag. 9- 43.

Gaceta Oficial,

2008 Constitución Política del estado, 7 de febrero de 2008.

La Razón,

2011 “Gobierno llama a la cumbre social para diciembre; el


empresariado aún no ha recibido invitación. Agenda.
Al menos 10 puntos serán parte del debate político y
económico” (http://www.prensaescrita.com/adiario.
php?codigo=AME&pagina=http://www.la-razon.com,
24/11/2011).

EL Diario,
2011 “Presidente reactiva debate de carretera por el TIPNIS”,
http://www.eldiario.net/, 25/11/2011).

225
La MAScarada del Poder

Mamani R. Pablo.
2011 “Por qué pensar fuera de los marcos de izquierda y
derecha? Reflexión critica desde Qullasuyu/Bolivia” en
Raquel Gutiérrez (editora), Palabras para tejernos, resistir
y transformar en la época que estamos viviendo, México.
D.F.: Pez en el árbol.

Rakovsky, Christian

1928 Los peligros profesionales del poder, Astrakán, 6 de


agosto de 1928.
Jach’a Karangas,

2011 Comisión política, cuidad de Oruro de 2011.

226
Segunda Parte

Manifiesto Junio 22

Por la recuperación del proceso de cambio para


el pueblo y con el pueblo1

1  Documento publicado el 22 de junio de 2011


Por la recuperación del proceso de cambio
para el pueblo y con el pueblo

Hermanos y Hermanas:

Quienes firmamos este manifiesto no nos atribuimos


representación alguna. Simplemente asumimos la obligación
moral de dar nuestra palabra honesta y comprometida frente a
los difíciles momentos que vive nuestro país, identificándonos
con lo que sienten y piensan muchas bolivianas y bolivianos.
Cuando en el año 2000 los bolivianos y bolivianas
rompimos con las formas de hacer política y economía a las
que nos habían condenado todos los gobiernos, despojándonos
casi de todo lo material y espiritual, decidimos ponernos de pie
y cambiar las cosas por nosotros mismos. Así, derrotamos al
enemigo común de nuestro pueblo y de otros pueblos como el
nuestro: el Estado colonial, los malos gobiernos, los organismos
financieros, como el FMI y el BM, las transnacionales, las
oligarquías, los partidos políticos y los aparatos represivos.
Nuestras armas fueron las piedras y los palos, pero, ante
todo, la capacidad de indignación y lucha, recuperadas ante
el desprecio con el que se nos gobernó y oprimió, siempre en
nuestro propio nombre y en el ajeno beneficio de las élites
privilegiadas y el capital transnacional. Nuestra forma fue la
movilización, por eso respondemos a los movimientos sociales
y a las naciones y pueblos indígenas y originarios. Practicamos
esa democracia que siempre hemos querido: la directa, la
participativa, sin intermediarios, en asambleas y cabildos, en
las plazas, las calles, los sindicatos, las comunidades, los ayllus
y los territorios, deliberando, decidiendo y ejecutando lo que
decidíamos. Cambiamos el rumbo del despojo de nuestros
bienes comunes y de nuestro patrimonio nacional construido
por las generaciones de nuestros padres y abuelos, madres
228
Por la recuperación del proceso de cambio

y abuelas, y decidimos, como en el 2000, 2003 y 2005, que


el destino de éstos debería ser el bienestar, la dignidad y la
libertad de los que habitamos en este territorio, sin exclusión ni
discriminación. Derrotamos al proyecto neoliberal, a la política
partidaria excluyente, circense, mercantilista y corrupta, y le
devolvimos el sentido ético a lo político, entendiéndolo como
la capacidad colectiva de construir un destino común.
Fue así como la gente sencilla y trabajadora del campo y
la ciudad, los y las ciudadanas, con su lucha y su esperanza,
y desde sus comunidades y organizaciones de base, abrió
el proceso de cambio, dándole la finalidad de transformar
profundamente la injusta realidad que ha imperado siempre
y de construir un nuevo Estado y una nueva sociedad, donde
todas las personas convivan en equidad, justicia y fraternal
armonía, entre sí y con la gran comunidad de vida que expresa
nuestra Madre Tierra.
Hoy, en el año 2011, al quinto año de gobierno del
Presidente Evo Morales, todos y todas nos preguntamos:
¿Cómo estamos? ¿Qué ha pasado? ¿Cuál es la situación y el
futuro del proceso de cambio que hemos abierto entre todos y
en el que hemos depositado nuestras esperanzas de un mejor
futuro colectivo?

En lo económico

Hoy la gran mayoría de nuestro pueblo se encuentra


básicamente en la misma situación de pobreza, precariedad y
angustia en la que estuvo siempre. Pareciera que los que más
mejoraron son los que siempre estuvieron bien: los banqueros,
las transnacionales petroleras y mineras, los contrabandistas
y los narcotraficantes. El gasolinazo del 26 de diciembre
ha evidenciado que la gestión económica de este Gobierno
se dirige a reproducir y restaurar las viejas estructuras que

229
La MAScarada del Poder

mantuvieron históricamente al país en la pobreza y la opresión,


y no a la construcción de otras nuevas, justas y liberadoras,
como es el mandato del pueblo boliviano.

A 5 años de la nacionalización, las transnacionales siguen en poder


de nuestros campos hidrocarburíferos.

La nacionalización decretada el 1 de mayo de 2006, para


hacerse real y efectiva, tendría que haberse consumado en una
rápida secuencia de acciones centradas en la reapropiación
material de los hidrocarburos, en toda la cadena productiva, por
parte del Estado boliviano expresado en YPFB. Sin embargo,
hasta la fecha, ese proceso se ha reducido a la sola recuperación
de los sectores secundarios del transporte y la refinación. A
cinco años de su refundación, YPFB no opera, salvo alguna
posible excepción irrelevante, ningún campo hidrocarburífero
en producción, y no muestra la voluntad de imponer su
estrategia ni hacer prevalecer los intereses nacionales frente a
las empresas contratistas, como correspondería en ejercicio del
inalienable derecho propietario del Estado boliviano, honrando
el discurso de “socios no patrones”. La inconsecuencia con
el interés nacional ha llegado a la inconcebible situación de
adquirirse, a alto precio, la mayoría accionaria en determinada
empresa hidrocarburífera, para luego ceder a la socia
transnacional la condición de operadora y, consiguientemente,
el dominio efectivo del proceso productivo.
Las transnacionales petroleras, supuestamente
nacionalizadas, se han beneficiado de injustas y leoninas
indemnizaciones cargadas a YPFB. Así ocurrió, por ejemplo,
con Transredes, que fue indemnizada con alrededor de 241
millones de dólares, aunque delinquió y causó grave daño
económico al Estado boliviano en los años anteriores, o con
las indemnizaciones por inversiones financiadas con deudas

230
Por la recuperación del proceso de cambio

asumidas por YPFB. A otras, YPFB les está devolviendo el


costo, globalmente establecido en 1.500 millones de dólares, de
inversiones pasadas que permanecen en su poder y beneficio.
A todas las empresas contratistas, YPFB les devuelve por
concepto de costos recuperables grandes cantidades de dinero
que solo el año 2010 llegaron a 640 millones de dólares, siendo
que este concepto, por su especial amplitud y ambigüedad,
puede aplicarse a una gran variedad de situaciones, muchas
de ellas carentes de legitimidad y efectivo control por parte
de YPFB. Las transnacionales se benefician también con la
injusta devolución del impuesto a las transacciones (IT), a
pesar de que este impuesto recae en última instancia en los
consumidores. Por último, algunas de estas empresas, como en
el caso de PETROBRAS, han venido siendo ilegítimamente
favorecidas con la exportación de gas boliviano de un alto
valor energético asociado que no se reconoce en su precio de
compra.
No obstante todos los injustos privilegios de los que
siguen gozando, y del dominio efectivo del proceso productivo
que conservan, a cinco años de la nacionalización, las
transnacionales petroleras solo aportaron 1.528 millones de
dólares (regalías e IDH) el año 2010. Pero, si restamos los
640 millones de dólares que las petroleras exigen que YPFB
les pague por costos recuperable del mismo año, resulta que
su contribución efectiva se reduce a 888 millones de dólares,
mientras que los otros empresarios aportaron por impuestos a
las utilidades 857 millones de dólares el mismo año. Es decir,
todos los empresarios contribuyeron con 1.746 millones de
dólares el año 2010. Entre tanto, los consumidores y ciudadanos,
el pueblo, aportó por una serie de impuestos, sin incluir el de
las propiedades, alrededor de 2.300 millones de dólares en el
año 2010. En otras palabras, el pueblo contribuye con montos
mayores a los de los empresarios para sostener al Estado.

231
La MAScarada del Poder

En contraste, YPFB sufre la descapitalización constante,


pues debe hacerse cargo del pago de las indemnizaciones y
de la devolución de los costos recuperables, las inversiones
y el impuesto a las transacciones a las transnacionales.
Asimismo, se ha cargado a la débil economía de la empresa
el pago de los bonos Juancito Pinto y Juana Azurduy y de
la Renta dignidad. Al mismo tiempo, YPFB sufre una grave
incapacidad operativa. Así se reveló cuando, en una relativa
compensación a su descapitalización permanente, se le destinó
1.000 millones de dólares de las reservas internacionales, y en
dos años no tuvo la capacidad de invertirlos ni siquiera en una
pequeña proporción.
Mientras el poder de las transnacionales petroleras se ha
reestructurado con rostro remozado y conserva lo principal
de su dominio sobre los hidrocarburos bolivianos, YPFB se
ha refundado aplastada por el peso de las deudas y los bonos,
por una abrumadora incapacidad de gestión y por un manejo
clientelar que en el pasado produjo su ruina. Por eso, a cinco
años de su refundación, es una empresa débil y marginal en
el proceso productivo de los hidrocarburos, no ha superado
de manera efectiva y esencial la condición residual a la que la
condenó el neoliberalismo, y no es capaz de desarrollar una
estrategia empresarial que permita la efectiva reapropiación
nacional de los hidrocarburos.

Bolivia financia al capital financiero transnacional con sus reservas


internacionales.

Como demostración de la buena salud de la economía


nacional y del éxito de sus políticas económicas, el Gobierno
de Evo Morales propagandiza la existencia de reservas
internacionales que expresan el ahorro del país y que a la
fecha tienen la dimensión nunca antes alcanzada de 10.700

232
Por la recuperación del proceso de cambio

millones de dólares. Sin embargo, el beneficio que el país, y


particularmente sus sectores sociales mayoritarios, obtiene
de dichas reservas es escaso y dudoso, mientras es evidente y
destacado el obtenido por el capital financiero transnacional.
En efecto, se ha destinado una parte importante de las
reservas a la compra de bonos de bancos y gobiernos extranjeros,
como el de EEUU y Portugal. Solo el primer semestre del
año 2010, Bolivia invirtió 734 millones de dólares en bonos
del Tesoro de los Estados Unidos, a un interés promedio del
2%. Con lo que resulta que el Gobierno, pretendidamente
antiimperialista de Bolivia, financia con el sacrificado ahorro
interno del país, al mismísimo tesoro del imperio.
Asimismo, el Gobierno de Bolivia, durante el primer
semestre de 2010, compró bonos del Banco Bilbao Vizcaya-
Argentaria de España por un valor de 1.290 millones
de dólares. En este caso, la inversión boliviana tiene la
extraordinariamente baja tasa de interés de alrededor de 0,25
%, mientras los créditos concesionales que recibe el país del
Banco Mundial tienen tasas de interés del 0,50%, de 2,5% los
otorgados por la Corporación Andina de Fomento, y de 2%,
los créditos solidarios de Venezuela. Es decir, el Gobierno de
Evo Morales emplea el ahorro del pueblo boliviano en otorgar
créditos concesionales a la banca transnacional, con intereses
8 veces menores a los de los créditos solidarios que Venezuela
brinda a Bolivia. El “anticapitalista” y “antiimperialista”
Gobierno de Evo Morales es mucho más generoso y
solidario con la banca transnacional, núcleo duro y agresivo
del capital mundial, de lo que el Presidente Hugo Chávez lo
es con Bolivia. Por otra parte, al considerar la importancia y
disponibilidad de las reservas internacionales, se debe tener en
cuenta que cerca de 4 mil millones de dólares de las mismas
deben destinarse a respaldar las importaciones bolivianas del
extranjero, y, asimismo, que su cuantía debe cotejarse con la

233
La MAScarada del Poder

de la deuda externa que, al presente, se halla alrededor de los


3.000 millones de dólares.
En suma, bajo un altisonante discurso anticapitalista y
antiimperialista, el Gobierno de Evo Morales ha financiado
a países ricos y a la banca transnacional con más de 2.500
millones de dólares del sacrificado ahorro nacional de uno de
los países más pobres del continente, otorgados a bajísimos
intereses solidarios. Al mismo tiempo, han sido insignificantes
y absolutamente insuficientes los recursos públicos invertidos
en los sectores productivos del país, no obstante que entre
ellos existen muchos emprendimientos que redituarían mucho
más que los míseros intereses que paga el Tesoro de EEUU
o el banco Bilbao Vizcaya. Ante la escasa inversión pública
para el desarrollo productivo general del país, se han perdido
importantes oportunidades para diversificar la economía con
sustento productivo, buscar la autosuficiencia, la soberanía
alimentaria y disminuir la dependencia tecnológica, o
reconstruir y fortalecer efectivamente las empresas estratégicas
del país. Aún más grave y frustrante para el proceso de cambio,
se ha defeccionado así del propósito revolucionario de construir
y desarrollar el sector social y comunitario de la economía,
programáticamente constituido en el eje de un nuevo modelo
económico de auténtica equidad y amplia inclusión social, que
conduciría a la nueva sociedad que anhelan los bolivianos y
bolivianas.
Lo anterior, nos ha impedido salir del modelo
extractivista al que hemos estado históricamente condenados
por el colonialismo y la colonialidad. Más bien, se ha
reforzado su persistencia robusteciendo las cadenas de nuestra
dependencia respecto del centro del sistema capitalista
mundial, supeditándonos a la división del trabajo y a los
condicionamientos del mercado internacional, transfiriendo
nuestros recursos naturales y valores y des-acumulándonos

234
Por la recuperación del proceso de cambio

en aras de la acumulación del capital transnacional. Por


el contrario, de lo que se trata, de acuerdo con el horizonte
establecido por la nueva Constitución y abriendo las rutas
de una transición transformadora y emancipadora, es de salir
del modelo extractivista y de la dependencia y construir un
modelo productivo generador de nuevas relaciones sociales de
producción basadas en la solidaridad, la complementariedad
y la reciprocidad. Un nuevo modelo socioeconómico que,
en el marco de una economía plural, integrada, articulada y
complementaria, nos conduzca a la sociedad del vivir bien y a
la construcción de otro mundo.

Más deuda para cargarla sobre los hombros de los bolivianos

Dado que al Estado no le alcanzan sus ingresos, como lo


muestra el déficit fiscal en el que se ha caído, debido a su política
rentista, de crecimiento burocrático y grandes concesiones a las
transnacionales, el Gobierno ha venido acrecentando la deuda
pública aceleradamente. Solo en el año 2011, los créditos de
agencias multilaterales y de otros países significaron alrededor
de 1.500 millones de dólares de endeudamiento neto nuevo.
Así, a fines del 2010, la deuda externa se acercaba a los 3.000
millones de dólares. El otro componente de financiamiento
del Estado, la deuda interna, también ha experimentado un
gran crecimiento, superando los 4.500 millones de dólares en
2010. En suma, la deuda del Estado boliviano ha superado ya,
al presente, los 7.500 millones de dólares.
Pero para el Gobierno, este gigantesco endeudamiento
parece no ser suficiente ni representar problema alguno, pues
ha decidido endeudarse mucho más. Para ello, el ministro de
economía ha anunciado que se emitirán bonos del Gobierno
de Bolivia por un monto de 5.000 millones de dólares para
ofertarlos en el mercado internacional solo durante el año

235
La MAScarada del Poder

2011. Continuar con dicha política es un grave atentado para la


economía nacional. Si se materializan las nuevas proyecciones
de endeudamiento, los bolivianos no podremos terminar de
pagar semejante deuda, cuyo peso asfixiará y aplastará, como
ha sido la dolorosa experiencia de todo el continente con
la deuda externa, todas nuestras iniciativas y esfuerzos de
desarrollo soberano.
El gobierno pretende obtener nuevos ingresos a costa de
los humildes, tal y como razonaron y actuaron los neoliberales
del pasado. Es por ello que se han detectado recursos en los
seguros de los trabajadores y se pretende utilizarlos contra
la voluntad de sus titulares y sin respetar sus derechos ni
la autonomía de sus instituciones. De igual modo, en el
proyecto borrador de la Nueva Ley de Hidrocarburos 2011,
se formula una serie de tasas sobre ventas brutas y otras que
inevitablemente se descargarán sobre la población que ya ha
visto sus ingresos reducidos por la inflación. Es la sombra de
un nuevo gasolinazo, mucho más disimulado, que se cierne
sobre la cabeza del pueblo boliviano.

En lo político

También el ámbito político, el de la construcción de


la democracia participativa, ha sido escenario de grandes
capitulaciones gubernamentales y, consiguientemente,
profundas frustraciones para la marcha del proceso de cambio.
El soberano mandato del pueblo boliviano, claramente
expresado en la nueva CPE, establece el imperativo supremo
de construir el Estado Plurinacional Comunitario, concebido
como la integración emancipadora de la sociedad boliviana,
que amplía y profundiza la democracia mediante sus formas
directas y comunitarias, y el autogobierno local y étnico
expresado en las autonomías indígena, departamental,

236
Por la recuperación del proceso de cambio

municipal y regional. El Estado Plurinacional Comunitario,


en ningún caso, puede suponer la conculcación de la
tradicional democracia representativa, sino su profundización
y complementación histórica, dando al conjunto de la sociedad
más derechos, garantías, libertad y, sobre todo, participación
en las decisiones públicas, en síntesis, más democracia.
Sin embargo, el Gobierno de Evo Morales ha tomado una
inocultable opción antidemocrática; ha violado reiteradamente
la nueva CPE, recién aprobada por la esperanzada voluntad
de transformación democrática del pueblo boliviano, y ha
cancelado la auténtica construcción del Estado Plurinacional.

Se han violado principios de la democracia

Las graves agresiones a la democracia y violaciones a


la nueva CPE empezaron con la transgresión al elemental
principio democrático de la independencia de poderes que se
produjo cuando el Órgano Ejecutivo, con la complacencia servil
de la Asamblea Legislativa, nombró vertical y arbitrariamente
a las principales autoridades del Órgano Judicial. La
subordinación de la administración de justicia a la voluntad del
gobierno central, que por sí solo revela este acto, ha generado
justificadas dudas en la ciudadanía sobre la transparencia y
legitimidad que se dará a la elección de los magistrados por
voto universal, de acuerdo con la norma constitucional, más
aún, cuando dicha subordinación tiene una larga y vergonzosa
confirmación en las múltiples y subrepticias acciones con las
que el Gobierno ha instrumentado a distintas instituciones
públicas relacionadas con la administración de justicia para
eliminar o reprimir la oposición y la disidencia política. Más
allá de su profundo sentido autoritario, esta sostenida actitud
ha tenido un particular impacto exculpatorio de los verdaderos
corruptos de la partidocracia tradicional, al mezclarlos, bajo

237
La MAScarada del Poder

el mismo tratamiento arbitrario, con quienes son víctimas de


la injusta represión política judicial, convirtiéndolos también
en víctimas. Por lo demás, la forzada celeridad y debilidad de
fundamentos con los que se enjuician y destituyen a opositores
contrasta con la indulgente lentitud e inoperancia frente a la
creciente corrupción de los oficialistas.
Al mismo tiempo, el Gobierno de Evo Morales ha dado
un fuerte giro autoritario frente al conjunto de la sociedad.
Así, mientras se proclama gobernar obedeciendo, se lo hace,
en realidad, desde una estrecha concentración del poder y las
decisiones sobre el futuro colectivo. Por eso, se han evitado
o eliminado todos los espacios que permitirían la efectiva
participación social en la conducción del proceso o se los
ha reducido a insignificantes simulacros protocolares. A las
legítimas demandas y movilizaciones con las que los sectores
populares ejercen sus derechos y defienden sus intereses, se
ha venido respondiendo con la descalificación calumniosa, la
intimidación sistemática o la represión violenta y brutal. Esto ha
sido particularmente evidente en el campo del trabajo asalariado,
donde la lucha de los trabajadores contra las condiciones de
precarización que sufren y el desconocimiento de sus derechos
sociales viene siendo respondida desde el Gobierno con la
calumnia, la intimidación y la represión. El Gobierno de
Evo Morales ha envuelto su gestión y sus actos en una densa
intransparencia que la hace inaccesible al conocimiento y
control de la ciudadanía, reduciendo la divulgación de la gestión
pública al mediocre ejercicio propagandístico.
Por último, las conductas autoritarias y represivas en el
Gobierno se combinan con la reproducción de las antiguas
prácticas de prebendalismo y distribución corporativa de la
administración pública que caracterizaron al Estado oligárquico
y colonial, degradando la función pública y sometiendo a las
organizaciones populares al envilecimiento de la servidumbre

238
Por la recuperación del proceso de cambio

política. Hoy, como en los tristes tiempos de la decadencia de


la Revolución del 52 y del pacto militar-campesino, hay una
dirigencia social siempre lista para enfrentarse agresivamente,
y sin más argumento que su obsecuencia oficialista, a las
protestas obreras, las marchas indígenas y cualquier otra
manifestación de disconformidad de los sectores populares.

Se ha abandonado la construcción del estado plurinacional

Pero si principios e instituciones fundamentales de la


democracia representativa han sido trasgredidos o avasallados,
la constitución concreta de las nuevas instituciones públicas,
en las que debe adquirir vigencia real el Estado Plurinacional
Comunitario, ha sido obstruida, distorsionada, postergada o
abandonada por la acción u omisión del Gobierno. Así, las leyes
aprobadas por la Asamblea Legislativa Plurinacional, sin consulta
con los pueblos indígenas y originarios, han desconocido la letra
y el espíritu de la nueva Constitución y han herido de muerte el
proyecto del Estado Plurinacional Comunitario.
Para empezar, en la Ley de Régimen Electoral se ha
violado flagrantemente el derecho constitucional de los pueblos
indígenas a la representación política directa, menoscabando
profundamente el carácter plurinacional de la Asamblea
Legislativa, al establecer un número de circunscripciones
especiales indígenas que priva de posibilidades reales de
representación política directa a varios pueblos indígenas
del territorio nacional, y niega toda posibilidad de ello a los
pueblos indígenas de Chuquisaca. En el mismo sentido, en la
Ley de Autonomías y Descentralización, se han establecido,
para la constitución y funcionamiento de las autonomías
indígenas, normas obstructivas que desconocen, en este ámbito
socio-cultural eminentemente comunitario, las prácticas de
la democracia comunitaria constitucionalmente reconocida,

239
La MAScarada del Poder

además de desconocerse la pre-existencia de los pueblos


indígenas y originarios a la Colonia y la República, como
estipula el artículo 2 de la nueva Constitución. Asimismo,
la reforma del sistema educativo, ámbito fundamental para
la emancipación cultural y la construcción de un sentido de
ciudadanía plurinacional, no solo que no es objeto de ningún
avance real y práctico, sino que experimenta sensibles retrocesos
en los modestos logros de años anteriores. Por último, la Ley
de Deslinde Jurisdiccional es colonial y racista porque limita
la jurisdicción indígena originaria campesina a una especia de
minoría de edad, al igual que en la Colonia, contradiciendo la
administración de justicia propia según la nueva Constitución,
el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Derechos
Indígenas de Naciones Unidas.

Se ha dañado y agredido a la madre tierra

El Gobierno de Evo Morales, que en los foros


internacionales se sitúa a la vanguardia discursiva de los derechos
de la Madre Tierra y de los pueblos indígenas, ha favorecido
los graves alcances destructivos y depredadores del modelo
extractivista. Estos irradian la destrucción de la naturaleza al
campo social, destruyendo las capacidades de convivencia y
cohesión, al cultural, socavando las redes y valores simbólicos, y
al ético, empujando a la gente al abismo de la decadencia moral.
En este sentido, como ningún gobierno del pasado reciente, ha
asumido en su totalidad el diseño subimperial del capitalismo
brasileño para implementar megaproyectos de infraestructura
inadecuados a las necesidades nacionales y locales. Estos
proyectos además implican, primero, alto endeudamiento
externo con la consiguiente pérdida de soberanía y, luego,
graves e irreparables daños al ecosistema y al ejercicio de los
derechos territoriales de los pueblos indígenas y originarios.

240
Por la recuperación del proceso de cambio

En este afán, el Gobierno ha venido violando


reiteradamente el derecho a la consulta previa e informada que
la nueva Constitución ha establecido en favor de los pueblos
indígenas y originarios cuando se pretende ocupar o afectar su
territorio con obras o actividades de distinta naturaleza, como es
el caso dramático de la carretera que se pretende construir, con
capital y empresa brasileños, en el Parque Nacional y Territorio
Indígena Isiboro Sécure, sin la previa e informada consulta a
las comunidades indígenas que lo habitan ancestralmente y que
son su legal y legítimo propietario. En la misma dirección, el
gobierno impulsa la legalización de los productos transgénicos,
manipulados y comercializados bajo el control monopólico
de ocho transnacionales, que atentan contra la diversidad y
los ciclos de la vida, y la integralidad complementaria de los
seres vivientes, sometiendo a las comunidades campesinas e
indígenas, a los productores agrarios y a los consumidores a
la absoluta dependencia de los circuitos de ganancia de las
transnacionales que, de este modo, se hacen dueñas de la
reproducción de la vida para mercantilizarla.
En el derrotero de la Guerra del Agua, de la marcha
indígena por la Asamblea Constituyente, de las incontables
movilizaciones campesinas e indígenas por tierra y territorio,
de las victoriosas insurrecciones populares de abril y septiembre
del 2000, octubre del 2003 y mayo y junio del 2005, y de
todas las gestas combativas del pueblo boliviano, convocamos
a todos los bolivianos y bolivianas a recuperar el proceso de
cambio para el pueblo, y a construir, con su capacidad colectiva
creadora, un destino común de justicia, libertad y dignidad.
En esa perspectiva, proponemos la apertura inmediata de
espacios deliberativos de amplia concurrencia, en los que, los
que queremos recuperar y reconducir el proceso de cambio,
evaluemos honesta y profundamente la situación del país y
construyamos, colectiva y democráticamente, las propuestas y
alternativas que nos conduzcan a conquistar el mañana soñado.
241
La MAScarada del Poder

Firmantes

Alejandro Almaraz Mario Laura


Roberto Fernández Gustavo Guzmán
Oscar Olivera Foronda Raul Prada
Gustavo Soto Rafael Quispe
Aniceto Hinojosa Ernesto Sánchez
Marcela Olivera Foronda Oscar Vega
Víctor Hugo Sainz Jorge Komadina
Freddy Villagómez Ana María Bravo
Leonardo Tamburini Zenobia Tocojori
Fernando Machicado Pablo Regalsky
Hugo Siles Alvarado Julia Chambi
María Eugenia Flores Castro Marcelo Delgadillo
Camila Olivera Rodríguez Jorge Costas
Gastón Zeballos Eliana Quiñones
Juan José Olivera Rodríguez Gabriel Rodríguez
Teresa Polo Nájera Luis Huanca
Ramiro Becerra Márquez Yajaira San Martin
Pablo Mamani Marcelo Rojas
Moisés Torres Raquel Gutiérrez

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