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A través de los siglos, las normas administrativas y los principios de la organización pública se
fueron transfiriendo de las instituciones de los estados; como en el caso de Atenas, Roma, etc.
hacia las instituciones de la naciente Iglesia Católica, y para las organizaciones militares. Esa
transferencia se hizo lenta, pero efectivamente, tal vez porque la unidad de propósitos y de
objetivos - principios fundamentales en la organización militar- no siempre se encontraba en la
acción política que se desarrolla en los estados, generalmente movida por objetivos
contradictorios de cada partido, dirigente o clase social.
James D Mooneya hizo una interesante investigación sobre la estructura de la Iglesia Católica,
mostrando su organización en el tiempo, su jerarquia de autoridad, su estado mayor (asesoria)
y su coordinación funcional. La Iglesia tiene una organización jerárquica tan simple y eficiente
que su enorme organización mundial puede operar satisfactoriamente bajo el mando de una
sola cabeza ejecutiva: EL PAPA, cuya autoridad coordinadora, según la Iglesia Católica, le fue
delegada de forma mediata por una autoridad divina superior.
9 comentarios:
habrá que admitir que la Administración auténtica es la civil; y HAURIOU casi llega a afirmar
que es la única Administración.
•servicios públicos.
integrada por hombres de armas, actos de fuerza, actos de imperio (aunque entendidos ambos
términos en un sentido totalmente diverso del
que les diera la doctrina ya superada que dividía los actos administrativos en de gestión y de
imperio).
permanente son las dos notas que denuncian, a fines de la XV centuria, la aparición del Estado
moderno.
La Administración y el Poder administrativo son, por esencia, civiles, afirma HAURIOU (5). Esto
se compadece perfectamente con el carácter media] y no teleológico que respecto de la
Administración en general y del Estado tiene la Administración militar. La prestación de los
En consecuencia, el Poder administrativo auténtico es civil, viene ejercido por órganos civiles,
las transgresiones tienen un carácter exclusivamente civil, y por tribunales civiles son también
reprimidas.
subditos guerreros, pues se vivía en hostilidad perpetua frente a los pueblos vecinos.
Posteriormente, pero aún en la antigüedad, delimitado ya claramente el Estado, fue una gran
conquista el liberar a la población
«le la tarea <le la defensa y encargar la <le todos a unos cuantos, de modo
La jerarquía suprema del Estado, Rey o cónsules, reunía en «us manos el Poder civil y el militar:
pero en ciertos territorios estaba privada
hacha que llevaban en las fasces, pues allí el ciudadano estaba protegido
por las leyes; en cambio, fuera de las murallas, en el resto del Imperio,
que era un territorio militar, no regía la ley, sino el imperium del magistrado, con derecho de
vida y muerte sobre los ciudadanos. Silent
militarizada (v. gr., nuestro Protectorado de Marruecos), y son una especie de territorios
militares, y aun el propio territorio metropolitano
al margen de todo lo que no sea la preparación de la guerra militar. Las líneas fundamentales
ríe este régimen jurídico son las siguientes :
n) El Jefe del Estado, que, según algunas Constituciones, ha de ser precisamente civil y no
militar, aunque posee en todas ellas el máximo
de la organización electoral, y así, la Ley constitutiva de nuestro Ejército (art. 28) les reconoce
el derecho de sufragio, pero les prohibe la
derecho de petición de los Institutos armados está disciplinado por disposiciones especiales y
restrictivas (art. 21 del Fuero de los Españoles);
militar; el Código de Comercio, aunque por consideraciones de otra índole, prohibe también a
los militares el ejercicio de la profesión mercantil (art. 14); y los mismos cargos de concejal o
de diputado provincial, que son irrenunciables y obligatorios para los administrados, admiten
la excusa de los militares para desempeñarlos (arts. 80 y 234 de la
dos campos, más o menos autónomos, unidos por el pasillo de la Administración (civil)
financiera, lleva a que la Administración militar sienta
tiene su propia jurisdicción y tribunales sin necesidad de que se los preste el Ministerio de
Justicia; que tiene sus industrias propias, que escapan a la acción del Ministerio del ramo; sus
Academias y Centros de
que las fijan y regulan : la Dirección General de Clases Pasivas del Ministerio de Hacienda y el
Tribunal Económico-Administrativo Central,
Justicia Militar, que atiende a las causadas por los funcionarios militares.
tupuso la yuxtaposición a las antiguas magistraturas de un nuevo cuadro de hombres (los del
«partido» del emperador), que pueden ser
Imperio.
Hasta tal punto esta poderosa burocracia calcó su jerarquía, disciplina y organización de las del
Ejército que la había inspirado y contribuido tan eficazmente a su formación y movimiento,
que en el siglo IV, a
partir de Constantino, los romanos le daban el nombre de militia literata.
Y, cabalmente, esta burocracia o militia literata es una de las características más notables de la
organización estatal en el Bajo Imperio romano.
Por lo que respecta a lo segundo, es decir, a la influencia del Ejército en la aparición del
régimen administrativo, decía HAURIOU, hace ya
ni los Estados Unidos necesitaban un Ejército permanente y obligatorio; pero que en Francia —
y lo mismo podemos decir de España y del
resto de Europa—:
lograr el respeto de ésta, salvaguardando así el régimen civil que el Estado ha establecido;
frente a los órganos militares' diseminados por el
las últimas guerras, marchan cada vez con paso más decidido a la implantación de un servicio
militar obligatorio y permanente y, en consecuencia, hacia el robustecimiento de su
Administración militar.
Por consiguiente, debe concluirse, con HAURIOU, que una Administración militar fuerte es uno
de los factores determinantes de la aparición del régimen administrativo, al propio tiempo que
es uno de los
y jurídica, bien pronto observamos que los fines del Estado y los medios para actuarlos han
sido muy variados, en consonancia con el grado
dt! civilización y su orientación política. ZANOBINI (8) demuestra claramente cómo la historia
de los pueblos es en este punto un constante
enorme en los fines y en la actividad del Estado; éste recobra su plenitud en el Renacimiento,
pero de nuevo, desde fines del xvín, llega el
e
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suceda va a ver cosas mucho más grave», y, como decía Felipe II ante
De esta rápida visión u ojeada a la Historia, bien se echa de ver quepodrá o no haber escuelas y
hospitales públicos o política de nacionalizaciones, pero de lo que ningún Estado ha
prescindido nunca es de la
función de defenderse de los otros Estados, vecinos o no. La Constitución de nuestra segunda
República (art. 6.°) pudo —decir como hoy la
italiana— que renunciaba a la guerra como instrumento de política nacional, pero lo que no
pudo h-acer, aunque quiso liacerlo, fue acabar con
la Administración militar.
en el tiempo y en el espacio, ha servido para que los tratadistas, verbigracia, RANELLETTI (10) y
GROPALI (11), al estudiar los fines del Estado
hayan catalogado entre los primeros y también en primer lugar, la deEensa nacional.
No lo cree así la doctrina dominante entre nosotros. El fin del Estado será el bien común, en el
que quizá no quepa encuadrar, si no es
que uno de los fines del Estado sea el defenderse de otros Estados. ¿No
cumplir los fines también necesarios que el Estado, en su visión, «personal» pudiéramos decir,
se cree en el deber de perseguir y alcanzar?
público, al clasificar los medios del Estado, no dudan en asignar a la Administración militar el
nombre de medio personal del Estado. Así, por
ejemplo, Ruiz DEL CASTILLO (13) nos dirá que el servicio militar es uno
uno de los fines del Estado, al dedicarle atención especial le califica también como uno de los
medios personales.
Y, por último, GARCÍA OVIEDO (17) llama a la Administración financiera y a la militar los dos
órdenes fundamentales de la Administración
concluye, porque la primera de las necesidades del Estado es la de existir, y para ello necesita
un sistema de defensa ante los peligros exteriores e interiores.
Con lo cual bien puede cerrarse esle punto lisa y llanamente afirmando, con nuestros autores,
que la actividad de defensa no constituye
un fin, sino mas bien un medio del Estado, aunque tan esencial, que su
ausencia completa puede acarrear quizá la misma desaparición del Estado, de igual forma que
el respirar no es un fin del organismo humano,
la muerte.
Por ello, con toda razón, la Administración militar, como la financiera, viene tratada por los
administrativistas al final de sus obras, es decir,
los fines no se puedan realizar sin los medios, aquéllos tienen siempre
prioridad lógica sobre éstos, de igual forma que, si bien no podemos llegar a un lugar sin un
camino que nos lleve a él. nunca nos ponemos en
2) Frente a la policía.
asegurar la defensa frente a los otros Estados : la defensa militar es principalmente una
defensa exterior, y con esc nombre se la conoce también.
Pero los enemigos del Estado no están siempre fuera de sus fronteras, sino también dentro de
ellas; de ordinario, la Administración provee a esta necesidad de la defensa interior mediante
una institución
puesto que a diferencia del Ejército mira más al interior, pero a semejanza de él tiene también
por fin la defensa, mantener la fuerza del Estado, se ha traducido en nuestro Derecho orgánico
administrativo en la
del Estado: contra el enemigo de fuera luclia preferentemente el Ejército; contra el enemigo
de dentro —normalmente—•-, la policía, y sólo
Pero en circunstancias extraordinarias y anormales esa fuerza de policía (en España y en 1949,
unos cien mil hombres, según el rapport
francamente el principal papel frente al enemigo (el desorden, la insurrección, etc.), con lo
que, al menos de momento, según HAURIOU, desaparecen las fronteras entre la
Administración civil y la militar y tiene
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AURELIO GUAITA
lugar la suspensión de la garantía constitucional, que consiste en la separación de esos dos
Poderes o Administraciones (18).
el estado de guerra, todo cuanto concierne al orden público y a la seguridad interna pasa a ser
(en virtud de un curioso fenómeno de osmosis jurídica) de la. competencia de la
Administración militar, a la que le
De lo dicho se desprende que, si bien es cierto, como dice ROYO VILLANOVA, que el Ejército no
tiene una misión de policía (Io
), cabe, no obstante, ver una doble faceta en su finalidad, la defensa del Estado: de
exteriores, pero sin que ello suponga que se desentienda de los interiores, pues la actuación
del Ejército contra e¿>os enemigos interiores, aunque sea en caso de gravedad extrema, nos
dice bien claramente la competencia que el Estado reconoce a la Administración militar en
esta materia : aparte de que lo contrario nos llevaría a la conclusión absurda
En otras palabras: que el fin de la Administración militar es la defensa del Estado contra todos
sus enemigos exteriores e interiores, y
actúa de hecho contra unos y otros cuando la gravedad del caso lo requiere.
Esta ha de ser también la conclusión a que nos lleva nuestro Derecho positivo. La Constitución
de Cádiz, única entre las españolas que
con la cual más puntos de contacto presenta, esto es, de la Administración policial, queda aún
una cuestión a dilucidar y que atañe a la misma naturaleza jurídica de la Administración militar.
de consideración autónoma, pues hay que englobarla, junto con la Administración de las
relaciones exteriores, dentro de la Administración
fomentar las relaciones pacíficas con otros Estados y también la preparación de la guerra
mediante la intriga, y la Administración militar,
Administración militar
Militar porque permiten una base de apoyo sobre la cual desarrollar el potencial. Su
descuido en tiempo de paz, puede provocar situaciones de difícil solución en
momentos de crisis.
LA IGLESIA EN LA ADMINISTRACION
A través de los siglos, las normas administrativas y los principios de la organización pública se
fueron trasladando de las instituciones de los estados (como era el caso de Atenas, Roma, etc.)
a las instituciones de la naciente Iglesia Católica y de las organizaciones militares. Esa
transferencia se hizo de manera lenta, pero efectiva, talvez porque la unidad de propósitos y
de objetivos principios fundamentales en la organización eclesiástica y en la militar no siempre
se encontraban en la acción política vigente en los Estados, acción generalmente impulsada
por objetivos contradictorios de cada partido, dirigente o clase social.
Solamente viendo la calidad de empresa y el comportamiento que se tiene con los empleados,
es muy fácil ver que la jerarquía y escalas de mandos no aplica debido a que se trabaja por
resultados y a la decir esto significa que cada quien surge por si solo sin tener la obligación de
un superior al lado.
Todos los cargos del Grupo Nutresa están organizados en un área especial y cada director
depende de un único presidente como sucede actualmente en la Iglesia Católica y la
organización militar la cual opera bajo el mando de una sola cabeza ejecutiva desde un mando
directo desde arriba hacia abajo, con la ventaja de que la estructura orgánica del Grupo
Nutresa es más descentralizada, a lo que se refiere que cada área (director) hay mayor
comunicación y retroalimentación para la adecuada toma de decisiones y una mejor
productividad en cada proceso interno de la compañía.
Queriendo decir que Google ha demonstrado llevar sus planes de negocio y estrategias
administrativas
iglesia.
https://administracionenteoria.blogspot.com/2009/08/influencia-de-la-iglesia-catolica.html
Siendo así, por ejemplo, en ciertas tribus podemos encontrar cazadores, exploradores,
recolectores, guerreros, patriarcas y matriarcas entre otros, cuyo desarrollo de sus actividades
encaminaba a la subsistencia de la misma comunidad; por el otro lado en una empresa
podríamos encontrar personal de seguridad, de aseo, mano de obra, administradores (de
recursos, bienes y personal), gerentes, presidentes y entre otros, los cuales siguen el fin común
de lograr la misión y visión principal establecida, mediante el empleo de los medios
disponibles.
Otro aspecto en común de las empresas con las tribus es la competencia constante con otras
similares, lo que genera una competencia por sobresalir. Por ejemplo, tribus expansionistas y
que generalmente son nómadas que buscan territorios en distintos lugares y que
ocasionalmente se encontraban enfrentadas con otras por el control de los recursos. Por otro
lado, la competencia de una empresa con otra se presenta cuando hay un competidor que
ofrece bienes o servicios, iguales o similares. En este caso la competencia, en términos éticos,
se presenta por proveer más calidad, con el empleo necesario de medios y al mejor precio
posible al consumidor final.
Para todo lo anterior entra mucho en juego los valores fundamentales para la existencia de
una comunidad y de una empresa. Aspectos como el liderazgo, el cumplimiento, la
responsabilidad, la ética y el cumplimiento, son solo algunos de los factores básicos que deben
encontrarse distribuidos correctamente dentro de una organización, para su subsistencia y
crecimiento.
NFLUENCIA MILITAR