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EL HOMBRE COMO SER BIOPSICOSOCIAL

ANIMAL RACIONAL
• RAZÓN: REFLEXIONA, PIENSA Y JUZGA
• PERSONA: RESPONSABLE, LIBRE
• DEBERES: DERECHOS, LENGUAJE
• BIOSICOSOCIAL: MATERIA VIVA: NUTRE, ELIMINA,
• REPRODUCE, MUERE
• EMOCIONES: AFECTO, AUTOCONTROL
• NECESITA DE LOS DEMÁS: PARA AMAR Y SERVIR
• NECESIDAD: TODO AQUELLO QUE NO SE PUEDE
PRESCINDIR PARA UN BIENESTAR

Las personas como ser biopsicosocial, son concebidas desde tres

dimensiones fundamentales: la biológica, la psicológica y la social. Estas
tres dimensiones integran al sujeto sin dejar de lado su dimensión
espiritual.

Se puede decir que el hombre como ser biológico, está estructurado

anatómica y fisiológicamente tal como se observa en su cuerpo y en su
comportamiento. Se diferencia notablemente de los animales por sus
facultades intelectuales, su razón y su conciencia.

Lo Biológico se refiere a concebir al hombre como materia viva y, como

todo ser vivo, se nutre, elimina, se reproduce, crece y muere. Sin embargo,
no es una dimensión independiente de la conciencia del ser, puesto que
recibe sus transformaciones con las dietas, la vestimenta, los ejercicios y el
concepto de salud y bienestar que culturalmente maneja y le induce a su
auto cuidado.
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Lo Psíquico: hace referencia a la vida psicológica, la cual incluye sus

instintos, tendencias y pasiones, por supuesto bajo el control de la razón y
condicionada por la ideología.

Lo emocional se puede identificar en los gustos, las reacciones de

agresividad, docilidad, depresión o euforia según las situaciones que le
plantea el diario vivir. Los niveles de tolerancia, sentido del humor y
manejo de sus propias reacciones y auto control hacen parte de su
temperamento ya educado, en donde los principios, valores, conceptos
altruistas y de desarrollo humano y social imperan en las reacciones
naturales que pueda llegar a tener. De ahí la importancia de brindar una
buena educación desde los primeros años de vida del ser humano.

Lo Social implica que el hombre necesita de otros para poder desarrollarse,

crecer y formarse, ser útil a sí mismo y a la sociedad. El ser humano como
ser social interactúa con otros individuos y vive un mutuo entendimiento
con ellos, lo que le permite satisfacer sus necesidades. Todas las personas
tienen su propia filosofía de la vida y sus propios valores, que son los
resultados de las experiencias, especialmente aquellas que le han afectado
y enseñado. Experiencias que pueden provenir de los sentimientos internos,
las creencias y el medio externo.

Esta categorización, la de considerar al ser humano un ser biopsicosocial,

no debe hacer suponer que la personalidad puede dividirse en pedazos,
como cuando se divide un pastel, Si bien pueden distinguirse estas tres
dimensiones, esto solamente se hace para su estudio y comprensión; pero,
en definitiva, el ser humano es un ser integrado, único y completo en sí
mismo y desde allí adopta diversos comportamientos que le ayudan a
ajustarse, adaptarse e integrarse al medio ambiente que le rodea.
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El bienestar físico, mental, espiritual y social contribuye a un bienestar

general, a un equilibrio y armonía que identifica el estado de salud de la
persona.

Esta reflexión debe conducir a los prestadores de servicios de salud a que

son miembros activos de una sociedad que demanda de ellos sentimientos,
afectos, comportamientos que le ayuden no sólo a mejorar sus condiciones
físicas, sino a mantener un equilibrio emocional, una armonía en las
relaciones, una comprensión de sus alteraciones y necesidades; puesto que
lo que se recibe en lo corporal incide en lo mental y social y viceversa, en
una constante dialéctica que hace ser cada vez mejor tanto a quien da como
a quien recibe.