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PRINCIPIOS PROCESALES

CAPÍTULO I:
PROCESO Y
PROCEDIMIENTO

[NOMBRE DEL AUTOR] 8


PRINCIPIOS PROCESALES

1. PROCESO

Se entiende por proceso una serie de actos procesales que van desde la
demanda judicial hasta el fallo.

Su iniciación hace nacer entre los litigantes una relación jurídica


particular: la relación procesal. Los medios de impugnación dan lugar a
un proceso nuevo, a excepción de la oposición.

Según Andrés De La Oliva “Es el instrumento esencial de la jurisdicción o


función jurisdiccional del Estado, que consiste en una serie o sucesión de
actos tendentes a la aplicación o realización del Derecho en un caso
concreto. Con distinta configuración, el conjunto de actos que compone
el proceso ha de preparar la sentencia y requiere, por tanto,
conocimiento de unos hechos y aplicación de unas normas jurídicas”.

El proceso es “Una sucesión de hechos con unidad y tendentes a un fin.


Se litiga, por quien asume la iniciativa, para obtener lo que se pretende;
o se pone la negativa, por no aceptar el supuesto derecho ajeno, o por
creer o al menos decir que una acusación es improcedente o infundada.
Por ello el proceso se desenvuelve en varios actos, no sólo en el concepto
jurídico, sino en el de la escena teatral, llevada a los estrados de los
tribunales, con solemnidad por lo común”; Guillermo Cabanellas De
Torres, Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, página 494.

En opinión de Carnelutti constituye el proceso el conjunto de todos los


actos que se realizan para la solución de un litigio. Menéndez Pidal
expresa que se trata de la coordinada sucesión de actos jurídicos
derivados del ejercicio de un acto procesal y que tiene por objeto
obtener una decisión de índole jurisdiccional.
2. PROCEDIMIENTO

Significa solo la composición externa, formal, del desarrollo del proceso o


de una etapa de este, pero no comprende las relaciones jurídicas que se
establecen entre los sujetos procesales, ni la finalidad compositiva de
este.

Es una “Serie de formalidades que deben ser llenadas sucesivamente


para obtener un resultado determinado. Conjunto de reglas impuestas
por la ley al titular de un derecho para hacerlo valer en justicia”; Guillermo
Cabanellas De Torres, Diccionario Enciclopédico De Derecho Usual,
página 490.

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Para Cauche “Es el conjunto de formalidades que deben ser observadas


por los justiciables o con respecto a ellos, cuando se dirigen a las
jurisdicciones o para obtener, ya la comprobación, ya el respeto del
derecho preexistente y desconocido o violado”.

Alcalá Zamora dice, "el procedimiento se compone de la serie de


actuaciones o diligencias sustanciadas o tramitadas según el orden y la
forma prescritos en cada caso por el legislador y relacionadas y ligadas
entre sí por la unidad del efecto jurídico final, que puede ser el de un
proceso o el de una fase o fragmento suyo".
3. PROCESO Y PROCEDIMIENTO

El proceso y el procedimiento “uno y otro se integran, el procedimiento


es la forma; y el proceso, el fondo. El primero actúa de continente o
molde; el segundo, de contenido o fisonomía. Aquél indica el cauce; éste
conduce a la admisión o el rechazamiento. El procedimiento constituye
el camino; el proceso, el vehículo que permite recorrerlo a las partes y a
los órganos públicos que lo transitan”; Guillermo Cabanellas De Torres,
Diccionario Enciclopédico De Derecho Usual, página 491.

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CAPÍTULO II:
PRINCIPIOS
PROCESALES

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4. PRINCIPIOS PROCESALES

Para Arturo Paredes Romero “Son construcciones jurídicas normativas de


carácter subsidiario, se aplican ante vacíos de la Ley procesal. También
se dice que los principios son fundamentos, fuente supletoria. Los
principios procesales sirven de guía, son pilares básicos sobre los que se
orienta una determinada concepción del derecho.

El juez aplica las categorías jurídicas, llamados principios, adecuándolos


al caso concreto. Los principios procesales acogidos en el título preliminar
son de tendencia publicista.

Los principios procesales son pautas orientadoras de su decisión, estos


principios se someten de acuerdo a las necesidades y los intereses
sociales al tiempo de su uso”.

“Los principios procesales vistos en su conjunto y al interior de un


ordenamiento sirven para describir y sustentar la esencia del proceso, y
además poner de manifiesto el sistema procesal por el que el legislador
ha optado. Es esta también la razón por la que aparecen en el frontis de
un ordenamiento, en su título preliminar. En definitiva, los principios
procesales acogidos en un código son expresiones de una determinada
tendencia. A pesar de ello, debe advertirse que su aplicación exige una
interpretación reflexiva que trascienda su sentido literal o histórico cada
vez que sean utilizados, privilegiándose los valores vigentes en la
sociedad al momento de su aplicación. Estamos abogando por la
relativización de los conceptos y de los principios procesales. Es
indispensable que el juez advierta que los principios son pautas
orientadoras de su decisión, en tanto este los somete al cotejo con las
necesidades y los intereses sociales al tiempo de su uso.

Un principio procesal acogido en un código será útil en tanto penetre en


la escena misma de la vida, se nutra del drama diario de una comunidad
que aspira a ser mejor y, en definitiva, permita al juez decidir en justicia el
caso concreto”; Juan Monroy Gálvez, Introducción al Proceso Civil,
página 80.

Ovalle Favela define los principios procesales como “Aquellos criterios o


ideas fundamentales, contenidos en forma explícita o implícita en el
ordenamiento jurídico, que señalan las características más importantes
del derecho procesal en un lugar determinado, así como las de sus
diferentes sectores; y que orientan el desarrollo de la actividad procesal.”
Los principios procesales son la estructura sobre la que se construye un
ordenamiento jurídico procesal. Es así que de ellos derivan las diversas

[NOMBRE DEL AUTOR] 12


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instituciones que permiten presentar el proceso como un todo orgánico


y compenetrándonos al mismo tiempo de sus funciones.
5. FUNCION DE LOS PRINCIPIOS PROCESALES

Los principios procesales revisten especial importancia en materia


procesal porque cumplen las siguientes funciones esenciales:

5.1. Constituyen la base para que el legislador realice su función de


redactar las normas jurídicas procesales.

Los principios procesales son de diversa índole y el legislador puede


elegirlos y seleccionarlos para utilizarlos como base de la norma jurídica.
Algunos de estos principios están consagrados en la Constitución Política,
de manera que en esos casos, el legislador no puede elegir entre varios
principios sino que debe someterse a ellos al elaborar la ley.
5.2. Facilitan la labor comparativa.

Por medio de la identificación de los principios procesales que se siguen


en un derecho procesal es posible identificar las características del
sistema en un momento histórico y lugar determinados facilitándose el
estudio comparativo entre varios sistemas.
5.3. Contribuyen a dirigir la actividad procesal.

Los principios procesales orientan al operador del derecho en la función


interpretativa de la ley y también lo auxilian en la labor de integración de
la misma. Los artículos 3 y 4 del Código Procesal Civil establecen que la
interpretación y la integración de la ley procesal deben hacerse de
acuerdo con los principios generales del Derecho Procesal.

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CAPÍTULO III:
DERECHO A LA
TUTELA
JURISDICCIONAL

[NOMBRE DEL AUTOR] 14


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6. DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL


TÍTULO PRELIMINAR
Art. I: DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA.
Toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para el
ejercicio o defensa de sus derechos o intereses, con sujeción a un debido
proceso.

Jesús Gonzáles Pérez define el derecho a la tutela jurisdiccional como “el


derecho de toda persona a que se le haga justicia, a que cuando
pretenda algo de otra, esta pretensión sea atendida por un órgano
jurisdiccional, a través de un proceso con unas garantías mínimas”.

“El derecho a la tutela jurisdiccional es el derecho público, subjetivo y


abstracto que tiene toda persona, sea actor o emplazado, que le faculta
a exigir del Estado un juzgamiento, imparcial y justo, ante un juez
competente, independiente y responsable, con el fin de que en un plazo
razonable y en forma motivada sobre las pretensiones y medios de
defensa propuestos oportunamente y, en su caso, se dé plena eficacia a
la sentencia.

Tanto el demandante como el demandado son titulares del derecho a la


tutela jurisdiccional, así lo reconoce expresamente nuestro Código
Procesal Civil, en su artículo 2°:
Artículo 2°: Ejercicios y alcances.
Por el derecho de acción, todo sujeto, en ejercicio de su derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva y en forma directa o a través de representante legal
o apoderado, puede recurrir al órgano jurisdiccional pidiendo la solución
a un conflicto de interés intersubjetivo o a una incertidumbre jurídica.
Por ser titular del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, el emplazado
en un proceso civil tiene derecho de contradicción.

La tutela jurisdiccional debe necesariamente incluirse al debido proceso,


por cuanto para que la tutela sea efectiva, el derecho fundamental
debe ejercitarse dentro de un debido proceso. En tal virtud,
consideramos que el derecho a la tutela jurisdiccional es un derecho
género que comprende hasta tres categorías de derechos especies: a)
El derecho de acción, que corresponde al demandante; b) El derecho
de contradicción, cuyo titular es el demando o emplazado y; c) El
derecho al debido proceso o proceso justo, que corresponde tanto al
demandante como al demandado”; Víctor Ticona Postigo, El Derecho al
Debido Proceso en el Proceso Civil, página 30 y 31.

[NOMBRE DEL AUTOR] 15


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El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva es aquél por el cual toda


persona, como integrante de una sociedad, puede acceder a los
órganos jurisdiccionales para el ejercicio o defensa de sus derechos o
intereses, con sujeción a que sea atendida a través de un proceso que le
ofrezca las garantías mínimas para su efectiva realización.
7. DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA COMO
DERECHO HUMANO

Ángela Figueruelo Burrieza “El derecho a la tutela jurisdiccional, como


derecho humano, existe con independencia de su positivización en
instrumentos nacionales e internacionales, pues desde que el Estado
prohíbe la autodefensa o justicia por mano propia, debe reconocer el
derecho a recurrir a jueces para dirimir los conflictos de intereses que
surgen en el seno de la comunidad”.

En nuestro ordenamiento jurídico los derechos a la tutela jurisdiccional y al


debido proceso están reconocidos por nuestra Constitución de 1993, en
el artículo 139°:
Artículo 139°: Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
[…]
3°. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
Ninguna persona puede ser privada de la jurisdicción predeterminada por
la ley, ni sometida a procedimiento distinto de los previamente
establecidos, ni juzgada por órganos jurisdiccionales de excepción ni por
comisiones especiales creadas al efecto, cualquiera sea su denominación.
8. EL DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL ANTES Y DURANTE EL
PROCESO

8.1. El derecho a la tutela jurisdiccional antes del proceso.

Víctor Ticona Postigo, en su libro El Derecho a la Tutela Jurisdiccional


Efectiva y el Debido Proceso; página 28, citando a Juan Monroy Gálvez,
manifiesta “El derecho a la tutela jurisdiccional antes del proceso consiste
en aquel derecho que tiene toda persona, en tanto es sujeto de
derechos, de exigir al Estado provea a la sociedad, de los requisitos o
presupuestos materiales y jurídicos indispensables para solventar un
proceso judicial en condiciones satisfactorias”.
8.2. El derecho a la tutela jurisdiccional durante el proceso.

“Consiste en el derecho que tiene toda persona de acceder a un


proceso, a un juicio previo, con garantías mínimas que aseguren un
juzgamiento imparcial y justo.

[NOMBRE DEL AUTOR] 16


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Cuando el juez en forma arbitraria e ilegal rechaza liminarmente una


demanda, evidentemente está vulnerado el derecho a la tutela
jurisdiccional, en su modalidad de derecho al proceso. En cambio,
cuando el juez, sin motivo razonable, niega la oportunidad probatoria a
cualquiera de las partes, está lesionando el derecho a la tutela
jurisdiccional, en su modalidad de derecho en el proceso”; Víctor Ticona
Postigo, Derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva, página 29.
9. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL

Víctor Ticona Postigo, en su libro El Derecho a la Tutela Jurisdiccional


Efectiva y el Debido Proceso (páginas 32 a 37) analiza cada una de las
características de este principio, nombrando las siguientes:
9.1. Es un derecho fundamental

Es un derecho fundamental porque es inherente a la condición de


persona que tiene todo ser humano. Así como toda persona tiene
derecho a la vida, a la dignidad, al honor, a la libertad, también tiene
derecho a un sistema judicial independiente, con un mínimo de garantías
que le aseguren un juzgamiento justo e imparcial. Como derecho
fundamental, tiene en nuestro sistema jurídico, protección jurisdiccional,
mediante el ejercicio del amparo constitucional, cuando se ha vulnerado
o se amenace este derecho; sin embargo resulta improcedente en
contra de resoluciones judiciales emanadas de un proceso regular, como
lo señala el artículo 200°, inciso 2° de la constitución:
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ
Artículo 200°: Son garantías constitucionales:
[…]
2°. La acción de amparo, que procede contra el hecho u omisión, por parte
de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los
demás derechos reconocidos por la constitución, con excepción de los
señalados en el inciso siguiente:
No procede contra normas legales ni contra Resoluciones Judiciales
emanadas de procedimiento regular.

Conforme al artículo 4° del código Procesal Constitucional, es


improcedente el amparo cuando el agraviado dejó consentir la
resolución que dice afectarlo; en cambio, es procedente respecto de las
resoluciones judiciales firmes dictadas con manifiesto agravio a la tutela
procesal efectiva que comprende el acceso a la justicia y el debido
proceso.

[NOMBRE DEL AUTOR] 17


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9.2. Es un derecho público

El derecho a la tutela jurisdiccional es un derecho público porque la


persona lo puede hacer efectivo o lo hace efectivo en contra o frente al
Estado.

Este derecho público corresponde a toda persona que solicita la


intervención de jueces o tribunales, mediante el ejercicio del derecho de
acción. También corresponde al demandado desde que en la demanda
se le atribuye una obligación o un deber, lo cual le permite ejercer su
derecho de contradicción y, concretamente, su derecho de defensa en
proceso.

Son titulares de derecho público tanto el actor como el demandado.


Algunos terceros que intervienen también son titulares de este derecho
público como el tercero excluyente principal, el tercerista de propiedad;
otros terceros no gozan de este derecho, como el caso del tercero
coadyuvante.
9.3. Es un derecho subjetivo

Este derecho fundamental es de carácter subjetivo porque corresponde


a todo sujeto de derecho, a toda persona, sea persona natural o jurídica,
sea persona nacional o extranjera, persona capaz o incapaz, cualquiera
sea su sexo y condición social o económica o cultural, cualquiera sea la
razón o derecho material que aleguen; así mismo, no interesa que se trate
de personas de derecho público o de derecho privado.
9.4. Es un derecho abstracto

Tiene el goce y, en su caso, el ejercicio del derecho a la tutela


jurisdiccional todo aquel que tenga necesidad de la intervención de los
órganos jurisdiccionales, sin que sea relevante probar previamente ser
titular del derecho sustantivo que invoca en su demanda.

Este derecho abstracto también corresponde al demandado o


emplazado porque desde el momento en que es comprendido como tal
en la demanda.

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CAPÍTULO IV:
PRINCIPIO DE
DIRECCIÓN E
IMPULSO DEL
PROCESO

[NOMBRE DEL AUTOR] 19


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10. PRINCIPIO DE DIRECCIÓN E IMPULSO DEL PROCESO


TÍTULO PRELIMINAR
Art. II: DIRECCIÓN E IMPULSO DEL PROCESO.
La dirección del proceso está a cargo del juez, quien la ejerce de acuerdo
a lo dispuesto en este Código. Et juez debe impulsar el proceso por sí
mismo, siendo responsable de cualquier demora ocasionada por su
negligencia. Están exceptuados del impulso de oficio los casos
expresamente señalados en este Código.

“Tradicionalmente se consideraba que el proceso era exclusividad de las


partes, quienes tenían poder omnímodo no solo con el objeto litigioso sino
con el desarrollo del proceso, de tal forma, que solo la parte interesada,
ante irregularidades formales del proceso, podía cuestionarla. El juez no
podía denunciarlo de oficio porque se decía que este debería
permanecer extraño al proceso, a fin que no pierda su imparcialidad.
Bajo el principio de no intervención del Estado, se concibió al juez como
un mero espectador de la contienda, con el único compromiso de
pronunciar un veredicto al final del proceso”; Marianella Ledesma
Narváez, Comentarios al Código Procesal Civil, páginas 36 y 37.

Marianella cita a Monroy, “El principio de dirección del proceso No se


trata simplemente de sustituir la actividad de las partes por la del juez sino
que es preciso desplazar al centro de gravedad del proceso, hacer del
juez ese centro, manteniendo incólume el poder de disposición del
derecho material a las partes e incluso la iniciativa de éstas para el inicio
del proceso. Por otro lado, el juez en la dirección del proceso debe operar
bajo el principio de preclusión, que no permite retroceder a etapas ya
cumplidas, esto es, extinguida la oportunidad procesal para realizar un
acto, este acto ya no podrá realizarse más”; página 37.

“Para Palaeio ‘La dirección del proceso puede definirse como el conjunto
de actos que corresponde cumplir para colocar al proceso en cada una
de las etapas que lo integran, resolver las diversas situaciones que en ellas
se susciten, reexaminar actos defectuosos o injustos, comunicar a las
partes o a los terceros las resoluciones que se dicten, formar
materialmente el expediente, dejar constancia escrita de actos verbales,
expedir certificados o testimonios y asegurar la eficacia práctica de la
sentencia definitiva’.

En relación al impulso procesal por parte del juez, se dice que este es una
manifestación del principio de dirección del proceso y por tanto de la
orientación publicística. Para Monroy "Consiste en la aptitud que tiene el
juez para conducir autónomamente el proceso -vale decir sin necesidad
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PRINCIPIOS PROCESALES

de intervención de las partes- a la consecuencia de sus fines. No está de


más recordar que dentro de una estructura procesal dispositiva, hay un
cerrado monopolio de las partes respecto del avance del proceso, el
impulso procesal busca precisamente quebrar dicha exclusividad". En
ese sentido, véase de la redacción de la norma que no hace referencia
a una facultad, sino a un deber, el mismo que se va a reafirmar
posteriormente, en el inciso 1 del artículo 50 del CPC, cuando enfatiza
que el juez dirige el proceso, velando por su rápida solución, adoptando
las medidas convenientes para impedir su paralización.
CÓDIGO PROCESAL CIVIL
Artículo 50°: Deberes:
Son deberes de los jueces en el proceso:
1° Dirigir el proceso, velar por su rápida solución, adoptar las medidas
convenientes para impedir su paralización y procurar la economía
procesal.
[…]

Ese deber aparentemente se contradice con la posibilidad que tiene el


juez de declarar el abandono de oficio (ver el artículo 346 del CPC), sin
embargo ello no es así. Hay que precisar que el deber de impulsar de
oficio el proceso se agota en la imposibilidad de realizar alguna
actuación procesal, cuya realización dependa exclusivamente de la
parte o las partes; en tanto ello no suceda, el deber del impulso del
proceso por el juez seguirá inmanente. Por citar, si el proceso se paraliza
porque la parte actora no cumple con señalar la dirección clara y precisa
para el emplazamiento del demandado (por citar, omite señalar el
número del departamento o del interior del inmueble para la
notificación) o no cumple con la publicación de los edictos. En dichos
supuestos, operaría el abandono, siempre y cuando transcurra el plazo
legal de los cuatro meses, pues se trata de actuaciones cuya realización
no depende de la actividad del juez sino del diligenciamiento de la parte
actora.

Apréciese que la norma en comentario, hace referencia a la


responsabilidad que se puede atribuir al juez, "cuando la demora del
proceso sea ocasionada por su negligencia"; en ese sentido, hay que
precisar que la Ley Orgánica del Poder Judicial atribuye responsabilidad
disciplinaria al juez que no observe los plazos legales para proveer escritos
o expedir resoluciones dentro de los plazos fijados (ver el inciso I del
artículo 201); sin embargo, la demora en el proceso ocasionada por su
negligencia, podría extenderse hacia la responsabilidad civil del juez,

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siempre y cuando el ejercicio de su función jurisdiccional cause daño que


demande reparar.

Es importante precisar que el impulso de oficio no es una regla general


aplicable a todo proceso civil, sino que de manera excepcional se puede
exceptuar de dicho impulso a los casos expresamente señalados en este
Código”; Marianella Ledesma Narváez, Comentarios al Código Procesal
Civil, páginas 36, 37, 38 y 39.

Mauro Cappelletti, “El principio de impulso procesal por parte del juez es
una manifestación concreta del principio de dirección, consiste en la
facultad que se concede al juez para conducir y hacer avanzar el
proceso, sin necesidad de intervención de las partes. Es de advertir sin
embargo, que el impulso procesal a cargo del juez, no descarta ni reduce
la importancia de la actividad de las partes, como naturales impulsores
del proceso”.

Arturo Paredes Romero, considera que la Dirección del proceso es un


deber, no de carácter funcional, sino de carácter procesal.
10.1. DEBERES PROCESALES DE DIRECCIÓN:
- Mantener la igualdad entre las partes.
- Excusarse mediando causal (tercero en la relación litigiosa).

- Prevenir y sancionar todo acto contrario al deber de veracidad,


probidad, lealtad y buena fe.
- Procurar la conciliación de las partes.

Víctor Roberto Obando Blanco, El artículo II del Título Preliminar del


Código Procesal Civil regula el principio de dirección del proceso o
principio de autoridad, cuyo interés es ubicar al juez en su función de
protagonista principal del proceso, con facultades decisorias sobre
cualquier tema.

En la doctrina procesal se destaca lo expuesto por el maestro Mauro


Cappelletti:

a. La postergación del dogma sostenido en el principio dispositivo se


debe a la priorización de la dirección material del proceso (en oposición
al criterio de dirección formal) con la cual el magistrado; una vez
instaurado un proceso civil, el modo, el ritmo y el impulso del proceso
mismo son separados de la disponibilidad, inmediata o mediata de las
partes, y por consiguiente también de las maniobras dilatorias y
retardatarias de alguna de las partes.

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b. El mecanismo inicialmente expuesto acentúa un criterio liberal e


individualístico, “en el cual todo se deja a iniciativa de las partes privadas,
ya sea la determinación del objeto del proceso y del juicio, ya sea el
impulso mismo procesal y probatorio”. En cambio, agrega Cappelletti, “el
segundo es el sistema de inspiración más publicística, en el cual el Juez
tiene poderes de intervenir, sin embargo, sobre el objeto deducido en
juicio que queda sometido a la voluntad exclusiva y monopolística de las
partes”.

El primer deber del juez es la calificación de la demanda pronunciándose


sobre su admisibilidad y procedencia (artículos 426° y 427°) y en su
oportunidad respecto a la reconvención, más propiamente contra
pretensión, objeto material del proceso que se dirige a la parte contraria
(artículo 445°). El rechazo liminar de la demanda se encuentra
condicionado a la “manifiesta” improcedencia, por cuanto tiene que
aparecer con toda claridad, sin dejar dudas. La jurisprudencia del
Tribunal Supremo ha establecido que la calificación de la demanda es
facultad del juez analizar únicamente los requisitos de admisibilidad y
procedencia de la demanda.

El principio de impulso procesal por parte del juez es una manifestación


concreta del principio de dirección, consiste en la facultad que se
concede al juez para conducir y hacer avanzar autónomamente el
proceso a la consecución de sus fines, esto es, sin necesidad de
intervención de las partes. Es de advertir sin embargo, que el impulso
procesal a cargo del juez, no descarta ni reduce la importancia de la
actividad de las partes, como naturales impulsores del proceso.

De igual manera conocido como Impulso Oficioso Consiste en la facultad


que se le concede al juez para conducir y hacer avanzar el proceso, sin
la intervención de las partes, a fin de lograr la finalidad del proceso. Este
principio busca que el juez no sea un simple espectador de los actos de
las partes, sino que pueda intervenir en el desarrollo del proceso para
conducirlo a su fin.

[NOMBRE DEL AUTOR] 23


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CAPÍTULO V:
FINES DEL
PROCESO E
INTEGRACIÓN
DE LA NORMA
PROCESAL

[NOMBRE DEL AUTOR] 24


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11. FINES DEL PROCESO E INTEGRACIÓN DE LA NORMA PROCESAL

TÍTULO PRELIMINAR
Art. III: FINES DEL PROCESO E INTEGRACIÓN DE LA NORMA
PROCESAL.
El Juez deberá atender a que la finalidad concreta del proceso es resolver
un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con
relevancia jurídica, haciendo efectivo los derechos sustanciales, y que su
finalidad abstracta es lograr la paz social en justicia.
En caso de vacío o defecto en las disposiciones de este código, se deberá
recurrir a los principios generales del derecho procesal y a la doctrina y
jurisprudencia correspondientes, en atención a las circunstancias del caso.

Juan Monroy Gálvez, introducción al Proceso Civil; “En el campo del


proceso civil, este fin va a estar orientado a poner fin al conflicto de
intereses y permitir la paz social en justicia por medio de la actividad
jurisdiccional”.

Marianella Ledesma Narváez, Comentarios al Código Procesal Civil


“Atendiendo a la naturaleza del conflicto podemos distinguir al conflicto
de derecho y al conflicto de intereses. Los primeros son conflictos jurídicos
que reclaman el incumplimiento de convenios o leyes; se parte del
supuesto que existe una disposición sobre el particular que se trata de
interpretarla y aplicarla. Lo importante es que el conflicto se refiera a una
supuesta violación de un derecho establecido y jurídicamente
reconocido. En cambio los conflictos de intereses, llamados también
económicos o de negocios son distintos. Aquí no existe necesariamente
un derecho que se pueda reivindicar, por citar, un salario digno puede
justificarse por razón de justicia, pero no suele haber ninguna disposición
legal al cual remitirse para ello.

El proceso opera con un conflicto de intereses, pero con relevancia


jurídica, esto es, que la materia en disputa este prevista en el sistema
jurídico de una colectividad. Según Monroy "cuando la norma acoge la
situación discutida o cuando en uso de la hermenéutica jurídica se
encuentra la norma que la contenga, estamos ante un caso justiciable,
es decir, un conflicto de intereses pasible de ser presentado ante el juez”.
Bajo el supuesto de la juricidad, podemos mostrar al conflicto como la
existencia de intereses recíprocamente resistidos u opuestos, respecto de
un determinado bien jurídico. Ahora bien, otro referente a analizar es si
los derechos en conflicto son exigibles, pues no es suficiente que los
conflictos tengan relevancia jurídica sino que sean justiciables. A pesar
de que el propio sistema jurídico le otorga al conflicto de intereses la

[NOMBRE DEL AUTOR] 25


PRINCIPIOS PROCESALES

calidad de caso justiciable, se encarga también de sustraer la posibilidad


de exigir judicialmente el cumplimiento de tal derecho”; página 41 y 42.

“La única posibilidad de que un órgano jurisdiccional -un juez pueda


cumplir a cabalidad con su función social de resolver conflictos de
intereses y procurar la paz social es intentando que su actividad no se vea
afectada por ningún otro tipo de poder o elemento extraño que presione
o altere su voluntad, es decir, su facultad para decidir”; Juan Monroy
Gálvez, Introducción al Proceso Civil.

Agrega Fuente, que “deben existir intereses jurídicos en conflicto entre las
partes, los que serán los generadores de esta relación procesal. Este
interés jurídico, que es el motor de la acción, normalmente tiene un valor
patrimonial, motivo por el cual es tutelado por el derecho y el particular
intenta defenderlo por esta vía.

Otro aspecto que regula la norma es la integración frente al vacío o


defecto de las disposiciones del Código Procesal. Numerosos hechos de
la vida social no han podido ser previstos por el derecho y, por tanto, no
existe para ellos una norma expresa. A este fenómeno, que consiste en
"ausencia de regulación" específica se le denomina laguna, sin embargo,
hay hechos que contando con una regulación legislativa, ella es
imperfecta. La norma recoge los dos supuestos: el defecto normativo
cuando hay insuficiencia de normas existentes para regular el fenómeno
factual; y el vacío o inexistencia, de normatividad, cuando no existe
norma alguna para regular la realidad concreta.

La Constitución del Estado, en el artículo 139 inciso 1, señala que no se


debe dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley.
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ
Artículo 139°: Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
1° La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional.
No existe ni puede establecerse jurisdicción alguna independiente, con
excepción de la militar y la arbitral.
No hay proceso judicial por comisión o delegación.

Asimismo, constituye delito de denegación y retardo de justicia si el juez


se niega a administrar justicia o que elude juzgar bajo pretexto de
defecto o deficiencia de la ley, en el artículo 422 del Código Penal.
CÓDIGO PENAL
Artículo 422°: Negativa del magistrado a administrar justicia:

[NOMBRE DEL AUTOR] 26


PRINCIPIOS PROCESALES

El Juez que se niega a administrar justicia o que elude juzgar bajo pretexto
de defecto o deficiencia de la ley, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años.

“La tarea de la jurisprudencia es ardua y compleja y se orienta a obtener


soluciones unitarias, gracias a las cuales el derecho se perfecciona. A
través de diferentes formas de precedentes se abre base para la
uniformización jurisprudencial. La Corte Suprema tiene la misión de
establecer y unificar las decisiones judiciales, procediendo a coordinar y
sistematizar su jurisprudencia a través de enunciados normativos llamados
"doctrina jurisprudencial" que recoge las tesis -con carácter vinculante-
consagradas en reiteradas decisiones de las salas de la Corte Suprema”;
Marianella Ledesma Narváez, Comentarios al Código Procesal Civil.

Frente a los vacíos normativos, la norma nos remite a los principios


generales del derecho procesal y a la doctrina y jurisprudencia
correspondiente" para la tarea integradora de la norma, sin embargo,
bajo el marco normativo constitucional, se recurre a otros referentes,
como los principios generales del derecho y el derecho consuetudinario
(138.8 de la Constitución Política). Aún más, el artículo Vlll del TP del
Código Civil, nos remite solo a los "Principios generales del derecho y,
preferentemente, los que inspiran el Derecho peruano". Como se
aprecia, tanto a nivel del Código Civil, Código Procesal y la Constitución
Política, recurren para la integración normativa a los principios generales
del derecho; no encontrando coincidencia en considerar a la
jurisprudencia, doctrina y costumbre como referentes para el vacío legal;
Principios Del Código Civil Peruano; Arturo Paredes Romero.

[NOMBRE DEL AUTOR] 27


PRINCIPIOS PROCESALES

CAPÍTULO VI:
PRINCIPIO DE
INICIATIVA DE
PARTE Y DE
CONDUCTA
PROCESAL

[NOMBRE DEL AUTOR] 28


PRINCIPIOS PROCESALES

12. PRINCIPIO DE INICIATIVA DE PARTE Y DE CONDUCTA PROCESAL


TÍTULO PRELIMINAR
Art. IV: PRINCIPIO DE INICIATIVA DE PARTE Y DE CONDUCTA
PROCESAL.
El proceso de promueve sólo a iniciativa de parte, la que invocará interés
y legitimidad para obrar. No requiere invocarlo el Ministerio Público, el
procurador oficioso, ni quien defiende intereses difusos.
Las partes, sus representantes, sus abogados y, en general, todos los
partícipes en el proceso, adecúan su conducta a los deberes de veracidad,
probidad, lealtad y Buena fe.
El Juez tiene el deber de impedir y sancionar cualquier conducta ilícita o
dilatoria.

Marianella Ledesma Narváez en su libro Comentarios al Código Procesal


Civil (páginas 37 a 39) indica que “Según este principio, para aquellos
asuntos en los cuales solo se dilucida un interés privado, los órganos del
poder público no deben ir más allá de lo que desean los propios
particulares.

El ejercicio del dispositivo se tiene que invocar interés y legitimidad para


obrar, que son denominados en la doctrina como condiciones de la
acción, para que el juez pueda expedir un pronunciamiento válido sobre
el fondo.

El proceso debe responder a un leal debate procesal en el que se


expresen en forma clara y enumerada los hechos del conflicto, en este
sentido, los medios probatorios y las excepciones deben proponerse en
la primera intervención en el proceso.

Se busca dar moralidad al proceso al incorporar en el ordenamiento


procesal estructuras normativas con contenido ético, pues, la conducta
del justiciable no puede ser indiferente al Derecho Procesal. La buena fe,
la lealtad, la veracidad, la probidad son predicados que se involucran en
el principio de moralidad.

La norma consagra el deber del juez de impedir y sancionar cualquier


conducta ilícita o dilatoria. Las tendencias del proceso moderno
coinciden en aumentar los poderes del juez en la dirección y conducción
del proceso, permitiendo ingresar a vigilar la conducta de los justiciables
en este”.

“El sistema publicístico ha reivindicado para el derecho la necesidad de


que el comportamiento ético de los partícipes en un proceso se adecue

[NOMBRE DEL AUTOR] 29


PRINCIPIOS PROCESALES

a la importancia social de este. Esta es la razón por la que los


ordenamientos procesales se resisten cada vez más a postular
declaraciones líricas en relación al tema, y más bien los encontramos
regulando normas concretas referidas a la conducta ya la sanción de los
protagonistas del proceso que no orienten o regulen su comportamiento
a valores éticos trascendentes, como la lealtad, la veracidad y la buena
fe”; Juan Monroy Gálvez, Introducción al Proceso Civil, página 97.
12.1. Conducta Procesal

Arturo Paredes Romero, califica la conducta procesal como “Conjuntos


de principios destinados a regular la corrección de los intervinientes en el
proceso, para lo cual se ha incorporado una serie de sanciones que
aseguren la vigencia real de este principio.

Sanción pecuniaria, resarcir los perjuicios ocasionados” y conceptualiza


los principios de moralidad:
12.1.1. La lealtad.-Es el cumplimiento de lo que exigen las leyes de la
fidelidad y las del honor.

12.1.2. La probidad.- Es la honradez e integridad en el obrar, la


rectitud de ánimo.

12.1.3. La buena fe.- Es la honradez, rectitud, el buen proceder. Una


conducta sin intención de dañar dolosamente.

12.1.4. La veracidad.- Es la actuación y expresión con arreglo a la


verdad de los hechos y las cosas. Actuar dentro de la verdad.

[NOMBRE DEL AUTOR] 30


PRINCIPIOS PROCESALES

CAPÍTULO VII:
PRINCIPIOS DE
INMEDIACIÓN,
CONCENTRACIÓN,
ECONOMÍA Y
CELERIDAD
PROCESAL

[NOMBRE DEL AUTOR] 31


PRINCIPIOS PROCESALES

13. PRINCIPIOS DE INMEDIACIÓN, CONCENTRACIÓN, ECONOMÍA Y


CELERIDAD PROCESAL
TÍTULO PRELIMINAR
Art. V: PRINCIPIOS DE INMEDIACIÓN, CONCENTRACIÓN,
ECONOMÍA Y CELERIDAD PROCESAL.
Las audiencias y la actuación de medios probatorios se realizan ante el
juez, siendo indelegables bajo sanción de nulidad. Se exceptúan las
actuaciones procesales por comisión.
El proceso se realiza procurando que su desarrollo ocurra en el menor
número de actos procesales.
El juez dirige el proceso tendiendo a una reducción de los actos procesales,
sin afectar el carácter imperativo de las actuaciones que lo requieran.
La actividad procesal se realiza diligentemente y dentro de los plazos
establecidos, debiendo el juez, a través de los auxiliares bajo su dirección,
tomar las medidas necesarias para lograr una pronta y eficaz solución del
conflicto de intereses o incertidumbre jurídica.

13.1. Principio de inmediación

“Tradicionalmente el proceso civil se desarrollaba entre los abogados, las


partes y los auxiliares del juez, en ausencia de este. El juez intervenía al
final del proceso para sentenciar y apoyaba su decisión en los escritos
que las partes habían intercambiado en el proceso. La tendencia a usar
y abusar de la escritura dentro del proceso es el medio a través del cual
se asentó el principio de mediación. Esto significa que durante mucho
tiempo se consideró como adecuado mantener al juez alejado de los
protagonistas del conflicto y de todo aquello que constituyan elementos
objetivos de éste, para permitir al juzgador la expedición de decisiones
justas.

Frente a ello, el proceso civil moderno se presenta privilegiando la


oralidad para hacer realidad el principio de inmediación. No se descarta
la necesidad de la escritura, todo lo contrario, esta sigue siendo el mejor
medio de perpetuar y acreditar la ocurrencia de un hecho o la
manifestación de la voluntad.

Este principio postula la comunicación personal del juez con las partes y
el contacto directo de aquél con los medios de prueba, para llegar a una
íntima compenetración entre los intereses en juego, el proceso y el objeto
litigioso.

[NOMBRE DEL AUTOR] 32


PRINCIPIOS PROCESALES

Como consecuencia de esta relación directa, el juez tendrá una


inmediata percepción de los hechos que son materia del proceso, tendrá
mayor capacidad para discernir sobre los elementos del juicio, recogidos
directamente y sin intermediarios”; Marianella Ledesma Narváez,
Comentarios al Código Procesal Civil, página 41.

Para Juan Monroy Gálvez, en su libro Introducción al Proceso Civil, página


94; “El principio de inmediación tiene por finalidad que el juez tenga el
mayor contacto posible con todos los elementos subjetivos
(intervinientes) y objetivos (documentos, lugares, etc.) que conforman el
proceso, más exactamente que configuran el contexto real del conflicto
de intereses o incertidumbre subyacente en el proceso judicial.

La idea sostenida por el principio es que la cercanía con el drama


humano encerrado en el proceso, le va a proporcionar al juez mayores o
mejores elementos de convicción para expedir un fallo que se adecue a
lo que realmente ocurrió u ocurre, es decir, a la obtención de una
decisión justa”.
13.1.1. Clases de inmediación

Monroy Gálvez cita, en el mismo libro, a Devis Echandía, quien refiere la


existencia de tres clases de inmediación: La subjetiva, la objetiva y la de
actividad.

13.1.1.1. Subjetiva: Referida a la cercanía del juez con los


protagonistas directos o indirectos de la relación procesal.

13.1.1.2. Objetiva: Referida a la comunicación cercana entre el juez


y los hechos o cosas materiales ligadas a la relación procesal (conocer
los detalles del bien litigioso, por ejemplo).

13.1.1.3. Actividad: La inmediación de actividad, se presenta


cuando en el desarrollo del íter procesal, la actuación de un medio de
prueba produce la información necesaria como para acreditar un hecho
o situación distinta, pero igualmente discutible, al interior del proceso.
13.2. Principio de concentración

Para José Martín Ostos, el principio de concentración es “Como su


nombre indica, el principio de concentración consiste en la
concentración del mayor número posible de actuaciones.

Puede referirse solamente a la práctica de los medios probatorios o a la


exposición de los hechos y a la subsiguiente prueba. A nadie se le oculta
las ventajas que puede suponer la reunión de diversas actuaciones. A las
partes les permite alegar, contestar, probar y concluir sobre la marcha,
con la frescura de la información reciente, a la vista de los hechos y de

[NOMBRE DEL AUTOR] 33


PRINCIPIOS PROCESALES

las pruebas de la contraria. Al tribunal le facilita la valoración del material


fáctico y probatorio aportado por los litigantes, unido, como vimos antes,
a la inmediación”.

“El principio de concentración es una consecuencia lógica del principio


de inmediación. Cualquier organización judicial fracasaría si la
participación obligada del más importante de sus personajes -el juez
ocurriese en un número indeterminado de actos procesales. Es
imprescindible regular y limitar la realización de estos, promoviendo su
ejecución en momentos estelares del proceso para darle factibilidad a la
necesaria presencia del órgano jurisdiccional.

Tal acumulación de actos procesales bajo la forma de audiencias, no


solo determinará que el juez pueda participar de todas ellas, sino que,
además, le otorgará una visión de conjunto del conflicto que va a
resolver”; Juan Monroy Gálvez, Introducción al Proceso Civil, página 96.
13.3. Principio de economía
“Cuando la norma señala que "el proceso se realiza procurando que su
desarrollo ocurra en el menor número de actos procesales" tiene como
referente al principio de economía procesal.

Este principio sostiene la proporción entre el fin y los medios que se utiliza,
por ello, se busca concentrar la actividad procesal en el menor número
de actos para evitar la dispersión. Las partes deben aportar de una sola
vez todos los medios de ataque y defensa para favorecer la celeridad de
los trámites impidiendo regresiones en el proceso.

La simplificación de las formas del debate y los términos abreviados del


proceso, según la naturaleza del conflicto, contribuyen a la economía
procesal”; Marianella Ledesma Narváez, Comentarios al Código Procesal
Civil, página 42.
13.3.1. Áreas de la economía procesal

En el libro Introducción al Proceso Civil, Monroy Gálvez, toma el concepto


de Davis Echendía y expone el concepto de economía procesal: El
concepto economía, tomado en su acepción de ahorro, está referido a
su vez a tres áreas distintas: ahorro de tiempo, gasto y esfuerzo.
13.3.1.1. Economía de tiempo

El tiempo cumple un rol esencial y envolvente en el proceso. Casi no es


posible encontrar algún proceso en donde, adicionalmente al conflicto
que tienen las partes, no exista otro referido a la urgencia que una de
ellas tiene de acabar pronto el proceso, necesidad que es inversamente
proporcional a la misma urgencia de la otra, pero de prolongado. El

[NOMBRE DEL AUTOR] 34


PRINCIPIOS PROCESALES

cumplimiento de los actos con prudencia, es decir, ni tan lento que


parezca inmovilidad ni tan expeditivo que se renuncie al cumplimiento
de formalidades indispensables, es la expresión adecuada de este
principio.
13.3.1.2. Economía de gasto

La economía degasto es la necesidad de que los costos del proceso no


impidan que las partes hagan efectivos todos sus derechos al interior de
este.

La economía procesal en este rubro debe tender a evitar que las


desigualdades económicas que presenta nuestra sociedad, sean lo
suficientemente determinantes como para que quien se encuentre en
una condición inferior deba soportar las consecuencias procesales por
dicho estado.
13.3.1.3. Economía de esfuerzo

Como economía de esfuerzo, este principio no es menos importante y


decisivo para la obtención de una buena justicia. La supresión de trámites
superfluos o redundantes, aminorando el trabajo de los jueces y auxiliares
de la justicia y simplificando cada proceso en particular, debe
necesariamente incidir en forma decisiva sobre la buena justicia.
13.4. Principio de celeridad procesal

“El principio de celeridad, es la expresión concreta de la economía por


razón de tiempo. Los plazos, normas expeditas y sancionadoras de la
dilación innecesaria. Una justicia tardía no es justicia”; Arturo Paredes
Romero.

“La celeridad procesal no es un principio abstracto: muy por el contrario,


es el alma del servicio de justicia. Está claro que la existencia del debido
proceso se debe necesariamente a la existencia de una justicia que no
puede y no debe prolongar innecesariamente el litigio; ya que la
sociedad debe recomponer su paz a través del proceso en el más breve
plazo; y es de su interés que el conflicto de intereses o la incertidumbre
jurídica se dilucide prontamente”; Raúl Vladimiro Canelo Rabanal.

“Así como la oralidad es la expresión material del principio de


inmediación, el principio de celeridad es la manifestación concreta del
principio de economía procesal por razón de tiempo.

Este principio se presenta en forma diseminada a lo largo del proceso, por


medio de normas impeditivas y sancionadoras a la dilación innecesaria,
así como a través de mecanismos que permiten el avance del proceso
con prescindencia de la actividad de las partes. El hecho trascendente

[NOMBRE DEL AUTOR] 35


PRINCIPIOS PROCESALES

e indiscutible es que una justicia tardía no es justicia”; Juan Monroy


Gálvez, Introducción al Proceso Civil, páginas 99 y 100.

[NOMBRE DEL AUTOR] 36


PRINCIPIOS PROCESALES

CAPÍTULO VIII:
PRINCIPIO DE
SOCIALIZACIÓN
DEL PROCESO

[NOMBRE DEL AUTOR] 37


PRINCIPIOS PROCESALES

14. PRINCIPIO DE SOCIALIZACIÓN DEL PROCESO


TÍTULO PRELIMINAR
Art. VI: PRINCIPIO DE SOCIALIZACIÓN DEL PROCESO
El juez debe evitar que la desigualdad entre las personas por razones de
sexo, raza, religión, idioma, o condición social, política o económica,
afecte el desarrollo o resultado del proceso.

¿Cuán positivo puede ser que en una sociedad la ley trate por igual a
todos, cuando la realidad nos demuestra que entre las personas de esa
sociedad existen profundas desigualdades por razones tales como la
religión, el sexo, el antecedente étnico, el nivel de instrucción, el estrato
económico o social, para citar algunas variables?; Introducción al
Proceso Civil, Juan Monroy Gálvez.

El principio de socialización, no solo conduce al juez -director del proceso-


por el sendero que hace más asequible la oportunidad de expedir una
decisión justa, sino que lo faculta para impedir que la desigualdad en que
las partes concurren al proceso sea un factor determinante para que los
actos procesales o la decisión final tengan una orientación que repugne
al valor justicia. Este es el principio de socialización del proceso. Tal vez en
este principio más que en ningún otro, aparezca en toda su importancia
y trascendencia la concesión de facultades al juez para que agudice su
criterio reflexivo y conecte el derecho con la realidad. Por lo demás, es
imposible describir una casuística que delimite con precisión los márgenes
del uso correcto del principio de socialización del proceso. Sin embargo,
habrá que recordar que el destino del derecho depende más de lo que
ocurra en las cortes y juzgados, que de lo que el legislador (jurista)
produzca en su escritorio. En definitiva, el principio en estudio convierte la
vieja tesis de la igualdad ante la ley en la igualdad de las partes en el
proceso; Introducción Al Proceso Civil, Juan Monroy Gálvez.

El Derecho Procesal ha traducido la idea de la igualdad excluyendo


privilegios en el proceso por motivos de raza, sexo o cualquier otra
condición, asegurando que dentro del proceso todas las partes gocen
de igualdad de derechos y oportunidades. La igualdad procesal de los
litigantes aparece como un aspecto de socialización o democratización
del proceso que implica el tratamiento igualitario de los litigantes. En el
proceso las partes deben gozar de idénticas y recíprocas oportunidades
de ataque y defensa; Marianella Ledesma Narváez, Comentarios al
Código Procesal Civil.

[NOMBRE DEL AUTOR] 38


PRINCIPIOS PROCESALES

CAPÍTULO IX:
JUEZ Y DERECHO

[NOMBRE DEL AUTOR] 39


PRINCIPIOS PROCESALES

15. JUEZ Y DERECHO


TÍTULO PRELIMINAR
Art. VII: JUEZ Y DERECHO
El juez debe aplicar el derecho que corresponde al Proceso, aunque no
haya sido invocado por las partes o la haya sido erróneamente. Sin
embargo, no puede ir más allá del petitorio, ni fundar su decisión en hechos
diversos de los que han sido alegados por las partes.

“El artículo consagra el aforismo iura novit curia que señala "las partes
deben expresar los hechos y el juez el derecho" el cual también es
reproducido en el artículo Vll del Título Preliminar del Código Civil a pesar
de su naturaleza procesal.

El juez no está obligado a seguir a los litigantes en sus planteamientos


jurídicos; puede apartarse de ellos cuando los considere erróneos,
invocando precisamente el iura novit curia porque son objeto de decisión
los petitorios no las razones jurídicas que expongan”; Marianella Ledesma
Narváez, Comentarios al Código Procesal Civil, página 49.

Víctor Roberto Obando Blanco, “Es el juez como titular de la potestad


jurisdiccional, quien tiene el poder-deber de proporcionar el derecho que
corresponda al proceso, con prescindencia de la respectiva invocación
de las partes, conforme a la pretensión procesal planteada, objeto del
proceso. Se funda en la presunción lógica sobre el conocimiento del
derecho por parte del juez, y en consecuencia no se encuentra
vinculado por las calificaciones jurídicas de las partes, existiendo el límite
de respetar el principio de congruencia.

El principio iura novit curia no solamente permite suplir o subsanar la


omisión en la calificación jurídica sino corregir el derecho mal invocado
por las partes. Se realiza a través de dos funciones:

a) Supletoria: Cuando las partes han omitido de plano, los fundamentos


jurídicos en que sustentan su demanda y, eventualmente, los demás
actos postulatorios del proceso: contestación de la demanda,
reconvención y excepciones.

b) Correctora: El juez aplica la norma jurídica pertinente cuando las partes


han invocado mal los fundamentos jurídicos de su demanda y,
eventualmente, los demás actos postulatorios del proceso”.

[NOMBRE DEL AUTOR] 40


PRINCIPIOS PROCESALES

15.1. Aplicación

En su libro Principios Procesales del Proceso Civil, Víctor Roberto Obando


Blanco habla de los presupuestos para la aplicación del VII principio del
código procesal civil.
Son:
15.1.1. El Petitorio

Que es el efecto jurídico específico que la parte pide al juez que declare
en la sentencia.
15.1.2. Los fundamentos de hecho
Que sustentan el petitorio.
15.1.3. La prueba actuada en el proceso
Que incluye la apreciación de los hechos y de las pruebas.
15.2. Límites
El mismo autor habla de los límites para su aplicación que son:
15.2.1. La congruencia

Que es el límite esencial del principio iura novit curia que comprende el
material fáctico que las partes aportan al proceso.

En el proceso civil el Juez no puede iniciarlo de oficio, ni tomar en cuenta


hechos o pruebas no alegados por las partes, y a ellos debe limitarse la
sentencia: solo a lo peticionado en la demanda. La congruencia aquí se
manifiesta en la adecuación entre lo pedido y la decisión judicial
contenida en la sentencia. Ésta debe estar referida exclusivamente a las
partes intervinientes, referirse al objeto o petición (desalojo, escrituración,
incumplimiento contractual, etcétera) y a la causa (fundamentos)
concretos en litigio, sin considerar aspectos o probanzas que las partes no
hayan aportado.
15.2.2. El objeto de la pretensión procesal

El petitorio. El magistrado no puede ir más allá del petitorio. Es decir, el


límite del juez es lo dispuesto por las partes en el petitorio. La pretensión
es la declaración de voluntad hecha ante el juez y frente al adversario.

Es un acto por el cual se busca que el juez reconozca algo, con respecto
a una cierta relación jurídica. En realidad estamos frente a la afirmación
de un derecho y a la reclamación de la tutela jurídica para el mismo.

[NOMBRE DEL AUTOR] 41


PRINCIPIOS PROCESALES

15.2.3. La prescripción extintiva

La prescripción extintiva sólo puede ser deducida por el demandado, en


cambio la caducidad puede ser declarada de oficio por el órgano
jurisdiccional, el principio iura novit curia así lo permite. La prescripción
extintiva y la caducidad son instituciones jurídicas afines, que tienen de
común que el tiempo actúa de causa extintiva de derechos.

[NOMBRE DEL AUTOR] 42


PRINCIPIOS PROCESALES

CAPÍTULO X:
PRINCIPIO DE
GRATUIDAD EN
EL ACCESO A LA
JUSTICIA

[NOMBRE DEL AUTOR] 43


PRINCIPIOS PROCESALES

16. PRINCIPIO DE GRATUIDAD EN EL ACCESO A LA JUSTICIA


TÍTULO PRELIMINAR
Art. VIII: PRINCIPIO DE GRATUIDAD EN EL ACCESO A LA
JUSTICIA.
EI acceso al servicio de justicia es gratuito, sin perjuicio del pago de costo
y costas y multas establecidas en este código y disposiciones
administrativas del Poder Judicial.

“El acceso a la justicia sirve para enfocar dos propósitos básicos del
sistema jurídico por el cual la gente puede hacer valer sus derechos y/o
resolver sus disputas, bajo los auspicios generales del Estado. Dichos
propósitos -señala Cappelletti y Garth- deben orientarse a contar con un
sistema accesible para todos; y que brinde resultados individual y
socialmente justos. El derecho a un acceso efectivo a la justicia se
reconoce, cada vez más, como un derecho de importancia primordial
entre los nuevos derechos individuales y sociales, ya que la posesión de
derechos carece de sentido si no existen mecanismos para su aplicación
efectiva. En ese sentido, resulta atendible la idea de Cappelletti, de
calificar al acceso a la justicia como el derecho humano más
fundamental, en un sistema legal igualitario”; Marianella Ledesma
Narváez, Comentarios al Código Procesal Civil.

“Este principio nos brinda realizar un proceso o adquirir el servicio de


justicia de una manera gratuita, sin prejuicio del pago de costos y costas,
y multas establecidas en este código y disposiciones administrativas del
Poder Judicial; asimismo este principio es función de la función
jurisdiccional; entendemos que este principio de gratuidad de la
administración de justicia, abarca también la defensa gratuita para las
personas de escasos recursos, y para todos, en los casos que la ley señala.

Cabe señalar que las costas están constituidas por las tasas judiciales, los
honorarios de los órganos de auxilio judicial y los demás gastos judiciales
realizados en el proceso; por su parte los costos del proceso lo constituyen
el honorario del abogado de la parte vencedora, más un cinco por
ciento destinado al colegio de Abogados del Distrito Judicial para cubrir
los honorarios de los Abogados en los casos de Auxilio Judicial; en cuanto
a la multa, cabe indicar que ésta representa una sanción de tipo
económico que el Juez impone a los sujetos procesales en los casos
predeterminados legalmente”; Máximo Castillo Quispe y Edward Sánchez
Bravo, Manual Del Derecho Procesal Civil.

“Este principio está ligado a la idea del libre acceso de los justiciables al
órgano jurisdiccional, sin embargo, la desigualdad económica de las
personas, la lejanía geográfica de las sedes judiciales, los patrones

[NOMBRE DEL AUTOR] 44


PRINCIPIOS PROCESALES

culturales y lingüísticos, constituyen los principales obstáculos para un


efectivo acceso a la justicia. Frente a ellos decimos que el desequilibrio
económico de los litigantes, va a permitir ventajas o desventajas
estratégicas en los litigios, puesto que las personas que posean mejores
recursos financieros podrán darse el lujo de iniciar un litigio y soportar los
retrasos de este. Para permitir el equilibrio entre los justiciables, no solo
para el acceso sino para la permanencia en el proceso, se ha optado
por asistir a las partes económicamente débiles a través de la figura
procesal del auxilio judicial; a pesar de ello, este postulado en la realidad
no es viable porque nunca son suficientes los mecanismos que crea el
Estado para tal efecto. La realidad nos dice que el proceso civil sigue
siendo costoso y el ciudadano solamente tiene real acceso a la justicia,
si dispone de suficientes medios económicos. Bajo esa óptica resulta
declarativo la gratuidad de la administración de justicia y la defensa
gratuita para las personas de escasos recursos; consideramos que existe
un acceso a la justicia igualitaria de derecho mas no de hecho;
Marianella Ledesma Narváez, Comentarios al Código Procesal Civil.

[NOMBRE DEL AUTOR] 45


PRINCIPIOS PROCESALES

CAPÍTULO XI:
PRINCIPIO DE
VINCULACIÓN Y
FORMALIDAD

[NOMBRE DEL AUTOR] 46


PRINCIPIOS PROCESALES

17. PRINCIPIO DE VINCULACIÓN Y FORMALIDAD


TÍTULO PRELIMINAR
Art. IX: PRINCIPIO DE VINCULACIÓN Y FORMALIDAD.
Las normas procesales contenidas en este Código son de carácter
imperativo, salvo regulación permisiva en contrario.
Las formalidades previstas en este código son imperativas. Sin embargo,
el juez adecuará su exigencia al logro de los fines del proceso. Cuando no
se señale una formalidad específica para la realización de un acto procesal,
éste se reputará válido cualquiera sea la empleada.

“Pero el que las normas procesales sean de derecho público no implica,


como resulta evidente, que sean de orden público. Aquel concepto tiene
que ver con su ubicación, éste con su obligatoriedad. Las normas
procesales tienen carácter imperativo como principio, salvo que la misma
norma regule que algunas de ellas no tiene tal calidad. Es decir son de
derecho Público, pero no necesariamente de orden público. En el
segundo párrafo, referido al principio de elasticidad, el juez está la
aptitud de adecuar la exigencia de cumplir con estos requisitos formales
a 2 objetos más trascendentes: la solución del conflicto de intereses o
incertidumbre jurídica y la paz social en justicia”; Arturo Paredes Romero.

Para Víctor Roberto Obando Blanco, en su libro Principios Procesales del


Proceso Civil “La legitimidad para obrar viene constituida por la
afirmación del derecho con respecto a la existencia del correlato lógico
entre los sujetos que participan en la relación jurídica sustantiva o entre
quienes son adquirientes de los derechos de éstos, a los que van a
participar en la relación jurídica procesal. La legitimidad para obrar
puede faltar tanto respecto del demandante como del demandado.

La legitimidad para obrar está referida a los sujetos a quienes, ya sea en


la posición de demandante o demandados, la ley les autoriza a formular
una pretensión procesal determinada o a contradecirla, o ser llamados
al proceso para hacer posible una declaración de certeza eficaz o a
intervenir en el proceso por asistirles un interés en el resultado”.

El maestro español Juan Montero Aroca afirma que “la legitimación no


puede consistir en la existencia del derecho y de la obligación, que es el
tema de fondo que se debatirá en el proceso y se resolverá en la
sentencia; sino, simplemente en las afirmaciones que realiza el actor.
Toda excepción indica la ausencia o defecto de algún presupuesto
procesal o de algún presupuesto para pronunciarse sobre el fondo, en
suma, la inexistencia de una relación procesal válida. Específicamente la

[NOMBRE DEL AUTOR] 47


PRINCIPIOS PROCESALES

excepción por falta de legitimidad para obrar implica alegar que la


persona que se afirma en una determinada situación jurídica no puede
ser titular de esta. Se ha establecido en reiteradas ejecutorias en sede
nacional al resolver la excepción de falta de legitimidad para obrar, que
si los argumentos vertidos al sustentarla inciden sobre el derecho mismo
del demandante para incoar la demanda, constituye un aspecto de
fondo que deberá dilucidarse en la sentencia que ponga fin a la
controversia.

La falta de legitimidad para obrar del demandante se plantea como


medio de defensa, cuando el demandante careciera de la debida
identificación entre su persona y la de a quien la ley sustantiva le faculta
hacer uso de su derecho de acción. A manera de ejemplo, en los
procesos de desalojo “ordinarios”, los legitimados son el propietario, el
arrendador, el administrador y todo aquel que considere tener derecho
a la restitución de un predio de conformidad con el artículo 586° del CPC.

En principio, el proceso de desalojo enfrenta el derecho de posesión con


el derecho a poseer, siendo un instrumento de tutela de la posesión
mediata, cuya controversia queda centrada a la obligación de
restitución del bien; se realiza un pre examen del derecho a poseer sobre
la base de ciertos elementos materiales que el demandado debe exhibir
si quiere mantenerse en la posesión, no importando un examen profundo
del derecho a poseer como ocurre en el proceso de conocimiento de
reivindicación.

Para el maestro colombiano Hernando Devis Echandia, “el interés para


obrar es un requisito para que se pueda emitir sentencia válida sobre el
mérito del fondo, teniendo dicho interés el carácter de sustancial
subjetivo, concreto, serio y actual”.

Marianella Ledesma Narváez, cita a Monroy, en su libro Comentarios al


Código Procesal y se refiere a ellas como “Normas que contienen una
propuesta de conducta, que puede o no ser realizada por una de las
partes, sin que su incumplimiento afecte el sistema jurídico o las reglas de
conducta social consensualmente aceptadas”; página 73.

Marianella Ledesma, en el mismo libro, dice: “Algunos autores


erradamente consideran que el carácter público o privado del Derecho
Procesal depende de la concepción general que inspire a la legislación
sobre los poderes de los jueces. Para quienes ubican al proceso civil
dentro del Derecho Público confieren a los jueces un papel
preponderante en la dirección de los procesos, mientras que aquellos
que lo consideran como una rama del Derecho Privado le asignan al juez
el carácter de espectador en el litigio.

[NOMBRE DEL AUTOR] 48


PRINCIPIOS PROCESALES

El carácter público del Derecho Procesal, señala Palacio: Prohíbe a las


partes derogar o alterar mediante pactos las normas que regulan el
funcionamiento de los órganos judiciales, así como aquellas que
reglamentan los requisitos y efectos de los actos procesales. La relación
de subordinación de las partes hacia el órgano jurisdiccional constituye
uno de los elementos que califica al proceso judicial como de Derecho
Público”; en sus páginas 73 y 74.

[NOMBRE DEL AUTOR] 49


PRINCIPIOS PROCESALES

CAPÍTULO XII:
PRINCIPIO DE
DOBLE
INSTANCIA

[NOMBRE DEL AUTOR] 50


PRINCIPIOS PROCESALES

18. PRINCIPIO DE DOBLE INSTANCIA


Art. X: PRINCIPIO DE DOBLE INSTANCIA
El proceso tiene dos instancias, salvo disposición legal distinta.

“En algunos países existe la instancia única, por la demanda masiva de


servicios de justicia, pero son aquellos que han logrado una considerable
evolución del derecho y del proceso, así como un elevado desarrollo en
la solución de sus problemas básicos, sin embargo en el Perú no sería
oportuno concretar legítimamente procesos de instancia única.

El artículo X consagra el principio de la doble instancia para todos los


procesos. Actualmente en el Perú los procesos transcurren por 3
instancias, siguiendo el modelo germánico de hace muchos siglos.

El código procesal establece como regla general que el proceso tiene


dos instancias dentro de los cuales se ventila y se resuelve el conflicto de
intereses o la incertidumbre jurídica, ambas con trascendencia jurídica.
La doble instancia es renunciable expresa o tácitamente”; Arturo Paredes
Romero.

“En el proceso primitivo no se concebía la pluralidad de instancias porque


se consideraba que el fallo era expresión de la divinidad, por tanto, no se
admitía que exista un órgano superior a ella capaz de revocar sus
decisiones. En la medida que el proceso se va fue incorporando al orden
estatal, se fue advirtiendo la conveniencia de proteger a las partes del
error o la arbitrariedad del juez.

Marianella Ledesma Narváez, Comentarios al Código Procesal Civil, cita


a Ariano que califica a “Las impugnaciones, en especial a la aplicación,
una suerte de "garantías de las garantías", esto es, una garantía del
debido proceso mismo, porque son el más efectivo vehículo para, por un
lado, evitar el ejercicio arbitrario del poder por parte del juez a quo y, por
el otro, para permitir corregir (lo antes posible) los errores del mismo; sin
embargo precisa, que las impugnaciones van mucho más allá de la
posibilidad de llevar una controversia, ya resuelta en primer grado a un
segundo. "El alcance garantista de las impugnaciones no se agota en
poder impugnar la resolución final del proceso en primer grado para
lograr su sustitución por otra (o su anulación), sino también en poder
impugnar todas las resoluciones que a lo largo del iter del proceso se
pueden emitir. Y es aquí donde nuestro CPC peca de cierto
'antigarantismo’”; página 77 y 78.

[NOMBRE DEL AUTOR] 51


PRINCIPIOS PROCESALES

COMENTARIOS DEL GRUPO ACERCA DE LA INVESTIGACIÓN

Los principios procesales, so los que nos sirven como base para el
desarrollo del proceso, estas regulan las relaciones procesales desde el
inicio hasta el final del proceso.

Cada uno de los principios procesales cumplen una función específica;


tanto como para dar una rápida solución al conflicto; a que el Estado
vele por los derechos de los ciudadanos; entre otros.

La finalidad de los principios es resolver los diferentes conflictos que se


dan en la sociedad de manera justa e igualitaria para todos aquellos que
estén incluidos en el proceso.

Existen conflictos que tienen relevancia jurídica y que deben ser resueltos
con la mejor determinación, y para ello ha sido creado un proceso, que
tiene varios principios procesales que los cuales se deben seguir para
obtener un resultado satisfactorio.

Este tema abarca desde el principio que no permite que sea vulnerado
el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, y puntos relevantes que nos
facultan a un debido proceso, haciendo mención a la igualdad ante ley.

Estos principios son de importancia para todas la personas, y más para las
que desconocen cuál es la forma o manera de cómo se realiza un
proceso; estos principios ayudan a los jueces en el sentido de su desarrollo
profesional, para no cometer errores al administrar justicia y al dar un
respectivo veredicto, que este será respetado y por lo tanto cumplido por
los partícipes de un proceso.

[NOMBRE DEL AUTOR] 52


PRINCIPIOS PROCESALES

CONCLUSIONES

Los principios procesales sirven para poner de manifiesto el sistema


procesal por el que el legislador ha optado. Entonces los principios
procesales son directivas o ideas básicas sobre las cuales se estructura un
ordenamiento jurídico procesal para que el proceso se desarrolle con
éxito y logre su finalidad.

El derecho a la tutela jurisdiccional vela por los salvaguardar los derechos


de ambas partes, es decir, del que ejecuta el derecho de acción y el
derecho de contradicción.
El principio de dirección e impulso del proceso es para resolver las diversas
situaciones que se susciten en el transcurso del proceso teniendo en
cuenta la aptitud que tiene el juez para conducirlo autónomamente.

Los fines del proceso e integración de la norma procesal, es


responsabilidad del juez administrar justicia sin importar un vacío de la ley
o defecto de alguna norma.

Con respecto al principio de iniciativa de parte y conducta procesal, son


las partes quienes manifiestan su conflicto y es el juez el encargado de
sancionar cualquier acto de mala fe que provenga de alguna de las
partes.

Los principios de inmediación, concentración, economía y celeridad


procesal, el juez debe estar al tanto de la situación, es decir, debe tener
el mayor contacto posible con elementos del caso a tratar, que el
conflicto se resuelve de forma rápida trayendo así un ahorro en tiempo,
gasto y esfuerzo.

Principio de socialización del proceso, el juez tratará a las partes de forma


igualitaria, sin hacer distinción entre ellas.

El principio de Juez y Derecho, el juez aplicará el derecho que


corresponda de acuerdo al caso, sin importar que alguna de las partes
no lo hubiera invocado o lo haya hecho erróneamente.

Principio de gratuidad en el acceso de la justicia, este principio obliga a


procurar que el proceso no resulte tan costoso para las partes, porque
podría ser un inconveniente para ejecutar el derecho. Principio de
vinculación y formalidad, el juez es el director del proceso cuyo fin es la
resolución del conflicto y restablecer la paz social. Principio de doble
instancia, este principio le da la facultad a las partes a que puedan
recurrir a una instancia superior cuando alguna no esté de acuerdo con
el fallo que se les otorgó.

[NOMBRE DEL AUTOR] 53


PRINCIPIOS PROCESALES

RECOMENDACIONES
Principio De Socialización Del Proceso.

En cualquier situación, ya sea en la vida cotidiana, judicial, política, y de


cualquier otra índole, anhelamos que seamos tratados de la misa
manera, que para el derecho es manifestado como igualdad ante la ley.
El sexto principio, llamado principio de socialización del proceso nos
manifiesta que vela por la igualdad de las partes que se encuentran en
el mismo; aquellos escritos que solo son letra muerta, y una clara
anécdota no trivial es la imparcialidad del juez. La realidad no es como
se encuentra en la ley, textos o escritos; existen jueces que tienen una
semejanza o una relación ya sea lejana con una de las partes; y para
aquello reivindicamos que exista un órgano encargado de custodiar o
supervisar a los jueces si tienen una relación ya sea análoga o no con una
de las partes, para que asimismo el proceso se lleve a cabo de la mejor
manera, con la finalidad de satisfacer plenamente a que los partícipes
de un proceso se sientan tratados de la misma manera que el otro.
Principio De Gratuidad En El Acceso A La Justicia.

El estado nos brinda el principio de tener una gratuidad al acceso a la


justicia; aquel principio que su título resulta factible mas no es satisfactorio
al interpretarlo, ya que no cubre con los costos y costas que se
encuentran estipulados en art. 419 del código procesal civil.

Sin embargo el estado ha optado por asistir al equilibrio económico de


las partes en un proceso, creando asimismo el auxilio judicial; a pesar de
ello no resulta del todo posible este mecanismo, si la realidad es otra. El
estado como principal responsable de velar por un buen fin de un
proceso, debe ser claro y dar más facilidades a aquellas personas de
recursos económicos bajos, porque existe la posibilidad que la persona
que tiene más dinero puede tanto iniciar o mantenerse sin ningún
perjuicio en dicho proceso.

[NOMBRE DEL AUTOR] 54


PRINCIPIOS PROCESALES

GLOSARIO
DILACIÓN: Retraso en un proceso o actividad.
DISEMINADA: Que está esparcido o disperso.

EMPLAZADO: Es una orden de un juez que consiste en otorgar a la parte


interesada un plazo para presentarse ante el Tribunal, con el objeto de
realizar un acto necesario para el procedimiento.
INMEDIACIÓN: Cualidad de lo que es inmediato. "según la mediación o
inmediación temporal, podemos hablar de impactos a corto o a largo
plazo, respectivamente".
INTERSUBJETIVOS: Concepto propio de la psicología y otras ciencias
sociales, así como propio de la reflexión epistemológica sobre la ciencia
en general.
OMNÍMODO: Que lo abarca y lo comprende todo.

PRECLUSIÓN: Se define generalmente como la pérdida, extinción o


consumación de una facultad procesal. Se dice que hay preclusión en el
sentido de que para hacerlo queda clausurada la etapa procesal
respectiva.

Efecto del transcurso de los plazos y de la finalización de los términos


consiste en hacer imposible o completamente ineficaces los actos
correspondientes.
PRETENSIONES: Voluntad vanidosa de ser una persona lo que se expresa
o de ser considerada como tal.
SUBSIDIARIO: Que sirve de ayuda o apoyo.

SUJECIÓN: Acción de sujetar. "la sujeción al derecho civil común o al


especial o foral se determina por la vecindad civil".
SUSCITEN: Provocar o causar una cosa, especialmente sentimientos de
duda, curiosidad o interés o acciones que implican agitación u oposición,
como comentarios, polémicas o discusiones: ha suscitado el odio entre
sus hermanos.
INMANENTE: Que es esencial y permanente en un ser o en una cosa o
que no se puede separar de él por formar parte de su naturaleza y no
depender de algo externo.

[NOMBRE DEL AUTOR] 55


PRINCIPIOS PROCESALES

BIBLIOGRAFIA

Manual de Derecho Procesal Civil, Máximo Castillo Quispe y Edward


Sánchez Bravo; Jurista Editores E.I.R.L., 2008.

Nuevo Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Guillermo


Cabanellas de Torres; Editorial Heliasta S.R.L., 1994, 2006.

Introducción al Proceso Civil, Juan Monroy Gálvez; Tomo I; Editorial Nomos


S. A., 1996.

El Derecho al Debido Proceso en el Derecho Civil; Víctor Ticona Postigo;


Editora y Librería Jurídica Grijley E.I.R.L., 2009.

Comentarios al Código Procesal Civil, Marianella Ledesma Narváez, Tomo


I; Gaceta Jurídica S. A., 2012.
http://www.geocities.ws/cindeunsch/doc/public/Artur01.pdf

http://www.calacademica.org/diplomados/litigacion/PRINCIPIOS%20PR
OCESALES%20DEL%20PROCESO%20CIVIL.pdf
http://inforlegal.blogspot.pe/2009/06/los-principios-procesales.html
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o2.pdf

http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/AFD8117B
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http://www.derecho-procesal.es/2012/10/principio-de-
concentracion.html

http://www.derecho.usmp.edu.pe/postgrado/doctorado/LA%20APLICA
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congruencia

http://www.ius360.com/publico/procesal/la-pretension-como-limite-del-
iura-novit-curia-y-su-aplicacion-practica/

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