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INDICE

I. INTROCUCCIÓN……………………………………………………………………………………3
EL HOMBRE SENTIMENTAL
II. MARCO TEÓRICO……………………………………………………………………………….…4
1. Narratología……………………………………………………………………………………4
1.2 Definición…………………………………………………………………………………..4
2. Narración………………………………………………………………………………………..4
2.1 Definición ………………………………………………………………………………….4
3. Narrar …………………………………………………………………………………………….5
3.1 Definición…………………………………………………………………………………..5

4. Narrador…………………………………………………………………………………………6

4.1 Definición…………………………………………………………………………………..6

4.2 Funciones de narrador………………………………………………………………7

4.2.1. Función de control…………………………………………………………7


4.2.2. Función comunicativa…………………………………………………...7
4.2.3. Función testimonial……………………………………………………...7
4.2.4. Función ideológica………………………………………………………….7
4.3. Tipos de narrador……………………………………………………………………..7

4.3.1. Narrador intradiegético – homodiegético……………………..7


4.3.2. Narrador extradiegético – heterodiegético…………………..8

5. LA NOVELA………………………………………………………………………………………10

5.1. DEFINICIÓN ………………………………………………………………………………10

5.2. ELEMENTOS DE LA NOVELA……………………………………………………..11


5.2.1. La acción…………………………………………………………………….11
5.2.2. El espacio…………………………………………………………………….11
5.2.3. El personaje…………………………………………………………………12
5.2.4. El tiempo……………………………………………………………………12

6. HISTORIA, RELATO Y NARRACIÓN……………………………………………………………………12


7. RELACIONES ENTRE RELATO E HISTORIA Y ENTRE RELATO Y NARRACIÓN…………14

7.1. Relaciones de duración……………………………………………………………………………14


7.2. Relación de frecuencia……………………………………………………………………………14
7.3. Orden temporal………………………………………………......14
7.4. Duración temporal…………………………………………………………………………..14
7.5. Modo………………………………………………………………………………………………15
7.6. Voz………………………………………………………………………………………………….15
7.7. Frecuencia……………………………………………………………………………..………15
8. Tipos de anacronìa…………………………………………………………………………………………17

8.1. Analepsis ……………………………………………………………………………………………17

8.2. Prolepsis ……………………………………………………………………………………………18

8.3. La focalización……………………………………………………………………………………19

8.3.1. Tipos de focalización…………………………………………………………………..20

8.3.1.1. La focalización cero……………………………………………………….20

8.3.1.2. La focalización interna…………………………………………………21.

8.3.1.3. La focalización externa………………………………………………….21

III. ANÀLISIS Y DISCUSION DE RESULTADOS…………………………………………….23


IV. CONCLUSIONES……………………………………………………………………………………27
V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS…………………………………………………………..28
I) INTRODUCCIÓN

Dentro de la obra artística literaria, se da en manifiesto un encuentro entre lector y la

obra producida, lo cual genera un sinfín de impresiones y emociones distintas, las

cuales se van a ver recreacionadas dentro del contexto de esta creación artística, en

este desenvolvimiento de ambos actores, el actante principal, el lector va a incorporar

un método de estudio, para el análisis exhaustivo de la obra, el cual se dará de manera

más aguda y ya no como una mera intuición natural.

Es por ello que para este trabajo hemos de abordar diversos tópicos con los cuales

vamos a desarrollar la investigación literaria, los cuales estarán concentrados dentro

de la teoría narratológica, y más específica y sustancialmente, acerca de cómo se

desarrolla la temática del tiempo dentro del texto literario, y cómo esto influye esto en

el desenvolvimiento de cada uno de los personajes como un eje dinamizador de la

historia de “El hombre sentimental” de Javier Marías, por lo que es por esto que

hemos de realizar este trabajoso estudio investigativo literario para demostrar que

cada uno de estos puntos que se desean desarrollar son intrínsecos de esta obra

literaria, y a su vez esperamos que este proyecto de investigación sirva como referente

hacia mayores investigaciones literarias de mayor profundidad.


II. MARCO TEÓRICO

EL HOMBRE SENTIMENTAL

1. NARRATOLOGÍA:
1.1. Definición:

Para Pimentel (1998) define la narratología como el conjunto de estudios y propuestas


teóricas que sobre el relato se han venido realizando desde los formulistas rusos”

Por otro lado Todorov (2008) la narratología se inicia con la teoría de la literatura de
los formalistas rusos entre los años de 1910 y 1930. Su doctrina de basa en el origen de
la lingüística estructural desarrollada por el Círculo Lingüístico de Praga (pag.15)

Para Miekel (1995) la narratología es la teoría de los textos narrativos. Una teoría se
define como conjunto sistemático de opiniones generalizadas sobre un segmento de
la realidad. Dicho segmento de la realidad se expresa mediante un corpus de textos:
novelas, cuentos, etc; los cuales deben poseer ciertos característicos para que sean
narrativos.

Entonces afirmamos que la narratología es la disciplina que se ocupa del discurso


narrativo en sus aspectos formales, técnicos y estructurales. En definitiva, es la teoría
de los textos narrativos y la representación de acciones y acontecimientos.

2. NARRACIÓN:
2.1. Definición:

Una narración es el relato de unos hechos reales o imaginarios que les suceden a unos
personajes en un lugar. Cuando contamos algo que nos ha sucedido o que hemos
soñado o cuando contamos un cuento, estamos haciendo una narración.

García Peinado, dice: Se denomina narración al resultado de la acción de narrar, esto


es, de referir lingüística o visualmente una sucesión de hechos que se producen a lo
largo de un tiempo determinado y que, normalmente, da como resultado la variación o
transformación, en el sentido que sea, de la situación inicial. (1998)
Del mismo modo Bal (1995), coincide con Genette cuanto menciona que es un acto del
lenguaje por el que una sucesión de acontecimientos con interés humano se integra en
la unidad de este mismo acto.

En forma similar, pero desde su punto de vista. Contursi y Ferro (2000) exponen que la
narración es una forma comunicacional que atraviesa los más diversos ámbitos (pg.11).
Asimismo, plantean que la narración se presenta bajo una forma material que supone
el uso de un lenguaje y que está indisolublemente ligada a una noción del tiempo que
transcurre, que avanza; y, la narración para ser tal, necesita de actores que produzcan
o sufran cambios (pg. 12). De modo que, la narración es importante en la sociedad
porque se manifiesta como parte de la comunicación en el lenguaje humano e
indiscutiblemente será expuesta en un tiempo determinado, es decir, está presente en
el habla cotidiano y en los estudios literarios, aportando ambos en la cultura de los
pueblos

Todorov (1971) considera que la narración entera está constituida por el


encadenamiento o el encaje de micro-narraciones (pg.72). Es decir, las narraciones
tienen sus constituyentes mínimos de acontecimientos que están implicados o
subordinados unos en otros y que pueden concatenarse partiendo de un centro hacia
un nivel sintagmático.

3. NARRAR:
3.1. Definición:

Es una sucesión de hechos que se producen a lo largo de un tiempo determinado y


que, normalmente, da como resultado la variación o transformación de la situación
inicial.

“Narrar es tomar una posición – un ángulo de enfoque si se quiere – sobre lo que se


narra… Pero la casi totalidad de los novelistas… no parecen conscientes de este
imperativo y sus procedimientos narrativos se resienten de falta de coherencia.
Olvidando que toda narración es siempre una narración de alguien, sea persona,
cámara o conciencia, varían de un modo caprichoso y arbitrario su posición respecto a
los personajes, ofreciéndolos desde fuera… e interponiendo comentarios o juicios que
lo reducen, a ojos de un lector, a simples fantoches o muñecos." (Gayol)
4. EL NARRADOR:
4.1. Definición:

Murphy dice que el narrador es el elemento central del relato, porque es la persona
que cuenta lo que pasa, presenta a los personajes y explica las reacciones de cada uno.

Por otro lado Beristaín (1996, pag.112).El narrador es el sujeto de la enunciación del
discurso en el que el personaje dice “yo”, es “yo” en torno al cual se organizan todas
las otras instancias discursivas de signadas por los indicadores, y por ellos mismo en
ese caso su figura se vuelve más implícita pues la primera persona se mantiene
simultánea y explícitamente en el plano de la enunciación y en el de lo enunciado.

El narrador es una construcción ficcional, es una voz que da forma al mundo del relato:
decide el tiempo del relato; es decir, el orden en que narra los hechos, su frecuencia y
velocidad, etc. A partir de esa relación que el narrador establece con el mundo narrado
y no a partir de la persona gramatical. Genette distingue dos tipos de estatuto del
narrador: por su nivel narrativo (extradiegético e intradiegético) y por su relación con
la historia (heterodiegético u homodiegético). Se puede establecer una relación entre
narrador extradiegético – heterodiegético, como paradigma se obtiene al narrador en
primer grado que cuenta una historia de la que está ausente; así mismo, puede
establecerse una relación entre narrador extradiegético – homodiegético, narrador en
primer grado que cuenta su propia historia; en el caso de un narrador intradiegético –
heterodiegético se obtiene como paradigma a un narrador en segundo grado que
cuenta historias de las que suele estar ausente; y por último, en el caso de la relación
narrador intradiegético – homodiegético, el paradigma sería un narrador en segundo
grado que cuenta su propia historia.

Desde la perspectiva de Bal, en el momento en el que el narrador expresa que un


personaje, por ejemplo, siente enojo frente a una situación, lo que hace es poner de
manifiesto la focalización de ese personaje, y no la suya como narrador (si bien
también es posible que se superpongan diferentes focalizaciones).

Podemos concluir entonces, en que el narrador viene a ser el personaje central y


transmisor, digamos que es la figura real del autor transmutado en un personaje que
posee la cualidad intrínseca de tener todo o parte del conocimiento respecto a los
acontecimientos que en la obra se relatan, y ejerce la función de dirigir los sucesos de
la obra.

4.2. Funciones del narrador:


Genette propone las siguientes funciones: narrativa, de control o meta-
narrativa, . La primera alude a la relación del narrador con la historia; se
treta, en realidad, de la función principal del narrador.
4.2.1. Función de control: esta función toma en consideración los
vínculos del narrador con el texto; gracias a la cual el narrador
puede hacer referencia a su propio discurso desde un plano
superior con el fin de hacer hincapié en su disposición interna.
4.2.2. Función comunicativa: abarca en gran medida la función
apelativa, fática y a tiende a la función del narrador con el
narratorio.
4.2.3. Función testimonial: la función testimonial puede desplegarse
sobre un ámbito mucho más dilatado: el de lo moral o intelectual,
alusión a las fuentes de información del narrador o referencia
escueta al testimonio de otros.
4.2.4. Función ideológica: según Genette, esta función presenta una
configuración atípica, ya que no siempre es desempeñada por el
narrador; es un cometido que este puede delegar en un
personaje. Dicha función facilita el afloramiento del discurso
autorial.

4.3. Tipos de narrador: Según, Mieke Bal:


4.3.1. Narrador intradiegético - homodiegético: También conocido como
narrador personaje, o homodiegético es quien protagoniza los hechos
que narra como el personaje principal. El autor construye el relato
fingiendo que la historia la cuenta uno de los participantes y utiliza
entonces la primera persona para narrar. Es el “yo” en torno al cual se
organizan todas las otras instancias discursivas designadas por los
indicadores (Collot, 1980:66) y por ello mismo en ese caso su figura se
vuelve más implícita pues la primera persona se mantiene simultánea y
explícitamente en el plano de la enunciación y en el de lo enunciado,
mientras la segunda o tercera solo están explicitas en el plano de lo
enunciado o de la historia.
En conclusión este narrador, es quien participa en la historia es decir un personaje de
la historia que te la va contando y suele ser el principal.

Veamos el siguiente ejemplo:

Yo mismo estaba en la calle con los curiosos, y reconozco que el


espectáculo fue el colmo de la galantería y la finura, con la flor y
la nata de Madrid vestida de sus mejores galas; pero, al mismo
tiempo, y a causa del todavía oficial incognito de nuestros
visitantes, todo el mundo se comportó con la mayor naturalidad,
como quien no quiere la cosa. (Pag.76)
- En este ejemplo podemos observar como aparece el tipo de narrador
intradiegético – homodiegético en la historia relatando lo que él está
aconteciendo y siendo testigo de lo que pasa, de la misma manera está
focalizando de manera externa los diferentes aspectos que podemos leer en el
relato redactado.

Lo seguí, distraído, mirando a los golfillos que jugaban en


la calle, a las vendedoras de legumbres de los soportables y los
ociosos que tomaban el sol conversando en corros junto a la
iglesia de los jesuitas” (pag. 16)

- En este caso se presenta un tipo de narrador intradiegético - homodiegético,


donde el que narra la diégesis es participante de la historia que se está
relatando.

4.3.2. Narrador extradiegético - heterodiegético: Genette señala que este


narrador no es personaje de la historia (el omnisciente en tercera
persona). Relata los acontecimientos desde fuera: conoce los hechos
que sucedieron y a los que intervinieron en ellos, pero él no participó,
solo lo cuenta. Se trata siempre de relatos con narración en 3ª persona.
(Collot, 1980:68).

Veamos el siguiente ejemplo:

“Tenía mucha destreza a la hora de tirar de espada, y manejando, con el disimulo de la


zurda, esa daga estrecha y larga llamada por algunos vizcaína, con que los reñidores
profesionales se ayudaban a menudo. Una de cal y otra de vizcaína, solía decirse. El
adversario estaba ocupado largando y parando estocadas con fina esgrima, y de
pronto le venía por abajo, a las tripas, una cuchillada corta como un relámpago”
(pag.12)

- Aquí observamos un tipo de narrador extradiegético – heterodiegético, ya que


quien se encuentra haciendo la diégesis es un alguien que no pertenece a la
historia, a su vez presenta un tipo de focalización externa, ya que está
describiendo las objetos que el espadachín está usando y la manera en que lo
emplea.

No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre


valiente. Se llamaba Diego Alatriste y Tenorio, y había luchado como
soldado de los tercios viejos en las guerras de Flandes. Cuando lo conocí
malvivía en Madrid, alquilándose por cuatro maravedíes en trabajos de
poca lustre, a menudo en calidad de espadachín por cuenta de otros que
no tenían la destreza para solventar sus propias querellas. (pag.12)

- En el siguiente fragmento podemos observar que aparecen diferentes tipos de


narradores, tales como el extradiegético, al momento en el que el narrador
empieza a relatar sobre el capitán Alatriste, luego a su vez, este narrador, se
personifica dentro de la historia como un personaje al encuentro con el
capitán. De la misma manera hay una focalización externa ya que se describe
las distintas acciones realizadas por el capitán para sobrevivir.
“Era un hombre vivido, buen teólogo, comprensivo con las flaquezas
humana, benévolo y apacible en externo.” (pag. 39)

5. LA NOVELA

5.1. DEFINICIÓN

A la novela como objeto lingüístico organizado, desde el punto de vista


estructural, se la define como una unidad en la que se puede encontrar
comprendido un conjunto de elementos sintáctico- semánticos específicos
solidarizados entre sí mediante relaciones determinadas.

Sin duda, ésta es la definición de la que se parte con el fin de hacer operativos los
conceptos que forman el basamento de este trabajo; pero es necesario, antes,
conocer brevemente, y abajo este acápite, el significado atribuido a la categoría
“novela” y deslindar algunas de sus características convencionalmente aceptadas
como distintivas.

Sin más, la categoría novela deriva del término latino novus que en nuestro
idioma se traduce como nuevo. Por eso, “la novela ha sido desde siempre
entendida como novedad, porque sus sustancia originaria radica en hallar
nuevos temas” (1967, pág. 29)

En su evolución histórica la categoría latina ha sufrido transformación: primero,


al italiano pasó a denominarse “Novella” que se traduce como el “relato breve”.
Luego al francés pasó como “Nouvelle” cuya traducción dista del termino italiano
al significar “novela corta” (2008, pág. 173). Por último paso a nuestro idioma
como “Novela”, categoría que afirmamos más adecuada por cuanto refiere
directamente un tipo de obra específica al presuponer diferencias con el relato
breve e incluir a la novela corta. Pero, ¿cómo se define, en nuestro idioma, la
categoría novela?

Aquí se piensa que, aproximarse a una definición de Novela pasa por hacer
converger sus principales características. Y, antes de hacer un recuento de éstas,
dejar estipulado su carácter de especie literaria correspondiente al género
narrativo.

En comparación con las especies menores, la novela es más amplia en su


significado. Si tenemos el significante se puede afirmar que:

 La novela contiene más discurso, esto quiere decir el material textual


es más extenso. Como consecuencia.
 La novela posee una “forma arquitectónica” con más de un “relato-
cuadro”

5.2. ELEMENTOS DE LA NOVELA:


Se denomina elementos de la novela al conjunto de unidades sintácticas y
semánticas, cuya relación cohesiona su significante y permite la configuración
de su significado (mundo novelesco). Estos elementos son: la acción, el
personaje, el espacio y el tiempo.
5.2.1. La acción:
Se puede definir a partir de su significante y de su significado. En el primer
caso, una acción es una representación de modo verbal, mejor dicho, todas las
acciones son actualizadas a partir de la categoría gramatical verbo (transitivo o
intransitivo), sea éste conjugado o también en infinitivo, participio y gerundio.
En el segundo caso, la acción como contenido es atribuida a un personaje; con
esto podemos aclarar que una acción, según Teun Van Dijik, es un “tipo
especial de suceso”. El autor plantea que un suceso implica la modificación de
un estado a otro, dentro de cuyo esquema, “la acción es controla”, persigue
determinada finalidad, pretende un objeto, persigue determinado propósito o
la simple intención de ejecutar un hacer.
5.2.2. El espacio:
Es “el habitad de los personajes y de los objetos que pueblan el mundo
novelesco” (1994, pág.307). El espacio abarca, como habitad, el escenario
entendido como lugar de acción de los personajes y se extiende al lugar de
ubicación de los objetos que se describe.
Uno de los criterios para clasificar el espacio es la amplitud en el que se
desarrolla las acciones del personajes con la cual puede considerarse un
espacio nacional, un espero extranjero y un espacio internacional.
5.2.3. El personaje:
Siguiendo el mismo estatuto, a partir de sus significante el personaje puede ser
identificado a través de la categoría gramatical sustantivo propio.
A nivel de su significado, el personaje presupone una configuración. En este
sentido, es el resultado de la representación de un ser animado o inanimado en
el contenido novelesco.
5.2.4. El tiempo:
Es un continuo discursivo y semántico. El tiempo discursivo se hace evidente en
la disposición textual de forma progresiva. El tiempo semántico está referido a
la disposición de las acciones que puede ser progresiva o no.
6. HISTORIA, RELATO Y NARRACIÓN

Cuando utilizamos dicho término solemos pensar básicamente en tres cosas. La


primera, que el autor llamará propiamente “relato” o “discurso narrativo”, es el
enunciado narrativo (oral o escrito) que relata un acontecimiento o serie de
acontecimientos; la segunda, que llamará “historia” o “diégesis”, es la sucesión de
acontecimientos que el “relato” narra; y la tercera, que llamará “narración” o
“enunciación”, es el acto de narrar formado en sí mismo. Así pues, para evitar toda
confusión, Genette designa mediante términos unívocos cada uno de estos tres
aspectos de la realidad narrativa: historia, relato y narración.

La triada que propone Genette está conformada por la historia, que es el conjunto de
acontecimientos narrados, presentados de acuerdo a un orden lógico-cronológico; en
sí, la historia no es un objeto sino un concepto, que vendría a ser el significado o
contenido narrativo; Genette también utiliza el termino diégesis para referirse a la
historia. El segundo elemento es la narración, esta es la acción verbal que convierte a
la historia en relato, en otras palabras, es el hecho narrativo y por último tenemos al
relato, que es el discurso oral o escrito en el que se materializa la historia, es el
significante, enunciado, discurso o texto narrativo. Por esta razón la historia y la
narración dependen del relato.
Según Émile Benveniste, existen dos planos de enunciación diferentes: el del relato (o
historia) y el del discurso. El relato se caracteriza por ser un modo de enunciación que
excluye toda forma lingüística “autobiográfica”, es decir los deícticos como “yo”, “tú”,
“aquí”, “ahora”, los cuales forman parte del aparato formal de la enunciación. También
el tiempo verbal presente estará excluido, salvo en el caso de que ese tiempo verbal
esté usado con un valor atemporal (como el de las definiciones)..

Podemos decir, por ejemplo, que el “relato” La Odisea es el conjunto de enunciados


mediante los cuales se narra una “historia” y que la “narración” es el acto de escribir,
recitar o leer dicho relato.

La diferencia entre estos tres ámbitos puede hacérsenos más evidente si pensamos en
los diferentes tiempos que los rigen. En efecto, el tiempo de la “historia” de La Odisea
sigue el orden real de las cosas (Odiseo va a la guerra de Troya y tarda veinte años en
regresar): el tiempo del “relato”, en cambio, sigue el orden que quiere darle el autor
(en la Odisea se relatan sucesos de la guerra de Troya cuando ésta ya ha acabado y
Odiseo se encuentra ya de regreso): y el tiempo de la “narración” es diferente cada vez
que se narra o se lee dicha obra (ciertamente, no es lo mismo leer La Odisea con
quince años que con ochenta, ya que en el primer caso lo que leeremos será
seguramente, una simple novelas de aventuras, y en el segundo, algo más, por
ejemplo, una reflexión sobre la imposibilidad de volver a ser lo que fuimos).

7. RELACIONES ENTRE RELATO E HISTORIA Y ENTRE RELATO Y


NARRACIÓN:

El punto de partida básico para el análisis del tiempo narrativo es, sin duda, la falta de
correspondencia entre el tiempo de la historia y el tiempo del discurso (la teoría
clasicista de la unidad de tiempo quería salvar esa falta de correspondencia y hacer
coincidir los tiempos. Pero es un hecho que en literatura tal correspondencia es
utópica). La relación de ambos tiempos –tiempo de la historia y tiempo del discurso—
puede medirse desde tres ejes (G. Genette, 1972:77 -182):

Relaciones entre el orden temporal de sucesión de hechos en la historia y el


orden en que están dispuestos en el relato.
7.1. Relaciones de duración: el ritmo o rapidez de los hechos de la historia
frente al ritmo del discurso (G. Genette, 1983, propone la denominación de
vitesse).
7.2. Relación de frecuencia: repetición de hechos en la historia y repeticiones
en el discurso.
7.3. Orden temporal: La relación de orden involucra la disposición del
discurso consecuentemente a la exposición de la historia. Se tiene en
cuenta como están posicionados los segmentos a nivel micro y
macroestructural. Analizar el orden, según Genette, es analizar el tiempo ya
que es el indicador más explícito que puede reflejar la segmentación del
relato-historia, la disposición del relato y la exposición de la historia.

La relación entre el orden temporal de sucesión de los acontecimientos en la


historia y el orden (seudo) temporal de su disposición en el relato aparece bajo
diferentes formas de discordancia. Esas diferencias formas (llamadas anacronías
narrativas) aparecen porque es imposible la existencia de un tipo de grado cero
como el de un estado de perfecta coincidencia temporal entre relato e historia. Las
anacronías narrativas pueden ser divididas en dos grandes categorías: la prolepsis
(anticipaciones) y las analepsis (retrospecciones). La prolepsis se refiere a toda
estrategia narrativa que consista en evocar (incluso narrar) anticipadamente un
acontecimiento ulterior al punto de la historia en el que se encuentra el relato y la
analepsis denomina toda evocación de un acontecimiento anterior (también en
referencia al punto de la historia en el que se encuentra el relato)

La primera constancia en relación con el orden temporal de historia y discurso es


que el discurso narrativo está repleto de anacronías, esto es, discordancias entre el
orden de la sucesión de la historia y orden de sucesión de relato. Toda narración
ofrece una anacronía de orden general, puesto que la linealidad del lenguaje obliga
a un orden sucesivo para hechos que quizás son simultáneos. Pero toda narración
ofrece, a su vez, multitud de anacronías de particulares o de detalle. Lo que en la
historia tiene un orden.

7.4. Duración temporal:La relación de duración está referida a la velocidad


con la que progresa tanto el relato como la historia en relación al espacio
del relato y el tiempo de la historia. Implica un análisis de “sumario”,
“pausa”, “elipsis” y “escena”.

Tampoco se da una coincidencia o isocronía entre la “duración” de la historia y la


del discurso. Genette, advierte que, puede hablarse de “especie” de igualdad, mas
no de igualdad. En una escena dialogada existe igualdad convencional, mas no real.
La isocronía de duración, el grado cero, sería un relato cuya velocidad fuese igual,
sin aceleraciones ni ralentizaciones, al de la historia. No hace falta señalar que tal
isocronía no existe. En el relato literario únicamente encontramos anisocronías. Los
principales tipos de anisocronía se corresponden con las cuatro formas
fundamentales del movimiento narrativo: elipsis y pausa descriptiva, que son los
movimientos extremos y otros dos intermedios escena y sumario.

7.5. Modo: La relación de modo está referida a la priorización del relato frente
a la narración de la narración frente al relato; en otro nivel, la “perspectiva
del narrador” y su “focalización” respecto a: acciones, personajes, espacio y
tiempo; la alternancia entre esta focalización y la “polimodalidad”.

7.6. Voz:La relación de voz está referida a la instancia narrativa que organiza el relato
que refiere a la historia. Aquí se tiene en cuenta el “nivel narrativo” ocupado por la voz
y según estos niveles al “tipo de narrador” que pertenece. Narrador intradiègetico y
extradiegètico.

7.7. Frecuencia: La relación de frecuencia está referida a la reiteración o repetición


tanto relato como de la historia. Comprende un análisis de lo “singulativo” y
“iterativo”, la “determinación”, “especificación” y “extensión” y la “alternancia”, y las
“transiciones” que ocurren entre el relato e historia en razón al tiempo como indicador
esencial.

La relación de frecuencia, o sea, la relación, o sea, la relación entre las posibilidades de


repetición de la historia y las del relato, da cuenta de que entre las capacidades que
entre las capacidades de “repetición” de los acontecimientos narrados de la historia y
de los enunciados narrativos del relato se establece un sistema de relaciones que se
pueden reducir , a priori, a cuatro tipos generales: el relato singulativo, el relato
singulativo anafórico, el relato repetitivo y el relato iterativo. El relato singulativo es el
que da cuenta una sola vez de lo que pasó una única vez. El relato singulativo anafórico
es el que da cuenta n veces de lo que pasó n veces. Desde el punto de vista de la
frecuencia, este tipo de relato sigue siendo singulativo, pero corresponde a una
estrategia narrativa que, como veremos, se opone particularmente a la del relato
iterativo. El relato repetitivo es el que cuentan n veces lo que sucedió un vez. Se debe
tener en cuenta que también se trata de un relato repetitivo cunado el mismo
acontecimiento es contado con variantes estilísticas y/o con variaciones de “puntos
de vista”. Finalmente, el relato iterativo es aquel que cuenta una vez lo que ha
sucedido n vecess.

Una síntesis de las relaciones entre el tiempo de la historia narrada y el tiempo


del relato planteadas por Genette se expone en el siguiente cuadro:

Relaciones entre el tiempo de la historia Subclasificación de esas relaciones


narrada y el tiempo del relato
Orden Prolepsis
Analepsis
Duración Elipsis
Pausa descriptiva
Escena dialogada
Relato sumario
Frecuencia Relato singulativo
Relato singulativo anafórico
Relato repetitivo
Relato iterativo

Entonces concluimos que la frecuencia es la modalidad temporal de la narración


referida a las relaciones de frecuencia de hechos en la historia y frecuencia de
enunciados narrativos de esos hechos. Se pueden reducir a cuatro formas virtuales:

a) Relato singulativo: Se cuenta una vez lo que ha pasado una vez.


b) Relato anafórico: Se cuenta n veces lo que ha pasado n veces.

c) Relato repetitivo: Se cuenta n veces lo que ha pasado una vez.

d) Silepsis: Se narra en una sola vez lo que ha pasado n veces.

En lo que respecta a las relaciones entre el tiempo del “relato” y el de la “historia”


podemos distinguir entre relaciones de isocronía, o igualdad temporal, y relaciones de
anacronía, o desfase temporal.

La isocronía se daría, por ejemplo, durante una escena teatral en la que los personajes
estén viviendo lo que dicen en ese mismo momento o en un libro en el que se
reproduzca lo más fielmente posible un monólogo interior. Es decir sondos o más
acontecimientos que suceden simultáneamente en el transcurso del relato.

Lo más habitual, sin embargo, es la anacronía. Se define como anacrónica al desfase


entre el orden de la disposición de los segmentos del relato en oposición al orden
de la exposición de los segmentos históricos.

Según Genette, determinar la anacrónica consiste en “confrontar el orden de


disposición de los acontecimientos o segmentos temporales en el discurso narrativo
con el orden de sucesión de esos mismo acontecimientos o segmentos temporales
en la historia, en la medida en que va explícitamente en el propio relato o se puede
inferir de tal o cual indicio indirecto.

Genette llama anacronía a esa alteración de la secuencia cronológica de la historia,


que produce una distorsión temporal entre el orden de los acontecimientos en el
discurso narrativo y el orden con que suceden esos mismos acontecimientos en la
historia. Genette llama a esas dos distorsiones analepsis y prolepsis.

8. Tipos de anacronìa:
8.1. Analepsis

La analepsis es una alteración a partir de la cual el relato retrocede en el tiempo para


contar sucesos anteriores al tiempo base. Gerard Genette la define como “toda
evocación fuera del tiempo de un acontecimiento anterior al punto en que se
encuentra la historia”.
Genette lo define de la siguiente manera. “toda evocación posterior de un
acontecimiento anterior al punto de la historia en que nos encontramos

Por ejemplo:

“Era la hora en que los niños juegan en las calles de todos los pueblos, llenando con
sus gritos la tarde. Cuando aún las paredes negras reflejan la luz amarilla del sol. Al
menos eso había visto en Sayula, todavía ayer a esta misma hora. Y había visto
también el vuelo de las palomas rompiendo el aire quieto, sacudiendo sus alas como si
se desprendieran del día. Volaban y caían sobre los tejados, mientras los gritos de los
niños revoloteaban y parecían teñirse de azul en el cielo del atardecer. Ahora estaba
aquí, en este pueblo sin ruidos. Oía caer mis pisadas sobre las piedras redondas con
que estaban empedradas las calles.”

Pedro Páramo - Juan Rulfo

Como podemos apreciar en este fragmento, el autor ha alterado la secuencia


cronológica de los hechos que se están narrando, trasladándose repentinamente al
pasado donde se suceden acontecimientos anteriores al presente de la acción.

Blanca me ve y me saluda, preguntando por qué no he ido a clases. Con toda la tristeza
del mundo le digo que he estado preparando mis cosas, porque mi familia y yo nos
iremos a otro Estado. Me mira con tristeza, mientras por su mejilla rueda una lágrima.
No decimos nada más, sólo nos abrazamos. Un sentido y cálido abrazo que no he
olvidado en estos quince años de ausencia. Llego a la escuela y doy vuelta a la
izquierda, rumbo al nuevo centro comercial que voy a supervisar...
Observamos a una persona que mientras camina va recordando momentos de su
juventud

8.2. Prolepsis

A diferencia de la analepsis, la prolepsis es una alteración en el orden temporal del


relato que implica un adelanto, una anticipación de sucesos en relación con los que se
narran en el tiempo base, es un relato segundo prospectivo; dentro de la obra aparece
cuando algunos personajes adelantan una acción que sucederá tiempo más tarde.
Narra acontecimientos futuros
Genette lo define como “toda maniobra narrativa que consiste en contar por
adelantado un acontecimiento posterior. Propone dos tipos de prolepsis:

Veamos un ejemplo. En el inicio de la novela Cien años de soledad, de Gabriel García


Márquez, el narrador anticipa qué le sucederá a uno de los personajes:

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano


Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el
hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava
construidas a la orilla de un río de aguas claras y diáfanas que se precipitaba por un
lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. [...]

Vemos cómo el narrador salta al futuro para explicar dónde estará el personaje años
después, y en qué pensará estando allí, y luego regresa al pasado para contar lo que le
sucedió cuando era niño.

8.3. La focalización

Narrar una historia siempre implica asumir una perspectiva que otorgue sentido a los
hechos. El narrador no puede sino hablar desde cierto ángulo visual (según su
proximidad o distancia respecto de los objetos), con un tono (de ironía, desdén,
ingenuidad, etc.), una actitud moral, una apreciación verificativa, todo lo cual lo
configura como un sujeto o una conciencia.

Así pues, Genette prefiere darle a la perspectiva el nombre de focalización,


distinguiendo tres tipos dentro de ella: la focalización cero, la focalización interna y la
focalización externa.

Entonces la focalización es la relación entre la visión, el agente que ve y lo que se ve.


Esta relación es un componente de la historia,parte del contenidodel texto narrativo. A
dice que B contempla lo que hace C. A veces la diferencia no existe, por ejemplo
cuando al lector se le presenta una visión lo más directamente posible. Los diversos
agentes no se pueden aislar entonces coinciden; puesto que la definición de
focalizaciónse refiere a la relación, deberán estudiarse por separado ambos polos de
esa relación, el sujeto y el objeto de la focalización.Collot, 1980. Pág.75
8.3.1. Tipos de focalizaciòn:
8.3.1.1. La focalización cero

La focalización cero, que corresponde al tradicional relato del narrador omnisciente. En


este tipo de focalización el narrador sabe más que sus personajes y no se preocupa de
explicar cómo adquirió este conocimiento. Es decir, da cuenta de lo imperceptible y de
lo perceptible, de acciones que suceden simultáneamente en diferentes lugares y que
es tan general y vaga, abarcadora y panorámica que no parece una focalización.

El narrador se coloca en una posición de superioridad con relación a la diégesis o


historia, posición que le da una actitud de omnisciencia. En una focalización
omnisciente existe una gran intervención del narrador y, por lo tanto, lo objetivo de la
historia está presentado con una carga subjetiva del narrador. Una percepción
omnisciente nos informa tanto de aquello que es percibido (algo objetivo) como acerca
de aquel que percibe (subjetivo).

Ejemplo:

". . . Hallaron a Don Quijote en el más extraño traje del mundo: estaba
en camisa, la cual no era tan cumplida que por delante le acabase de
cubrir los muslos y por detrás tenía seis dedos menos; las piernas eran
muy largas y flacas, llenas de bellos y no nada limpias. Tenía en la
cabeza un bonetillo colorado y grasiento, que era del ventero. En el
brazo izquierdo tenía revuelta la manta de la cama, con quien tenía
ojeriza Sancho, y él se sabía bien el porqué, y en la derecha
desenvainada la espada, con la cual daba cuchilladas a todas partes,
diciendo palabras como si verdaderamente estuviera peleando con
algún gigante, y es lo bueno que no tenía los ojos abiertos, porque
estaba durmiendo y soñando que estaba en batalla con el gigante: que
fue tan intensa la imaginación de la aventura que iba a fenecer, que le
hizo soñar que ya había llegado al reino Micomicón y que ya estaba en
la pelea con su enemigo. Y había dado tantas cuchilladas en los cueros
creyendo que las daba en el gigante que todo el aposento estaba lleno
de vino."
La focalización interna

La focalización interna es en la que el narrador sabe lo mismo que el personaje cuyo


punto de vista adopta.

En este tipo de focalizaciòn el narrador cuenta la historia como si la viera por sus
propios ojos.

Ejemplo:

Y no es que yo diga o deje de decir, cariño, pero unas veces por fas y
otras por nefas, todavía estás por contarme lo que ocurrió entre
Encarna y tú el día en que ganaste las oposiciones, que a saber qué pito
tocaba ella en este pleito, que en tu carta bien sobrio, hijo, ‘Encarna
asistió a la votación y luego celebramos juntos el éxito.’ Pero hay
muchas maneras de celebrar, me parece a mí, y tú que en Fuima,
tomando unas cervezas y unas gambas, ya, como si una fuese tonta,
como si no conociera a Encarna, menudo torbellino, hijo.

(Miguel Delibes, Cinco horas


con Mario)

La focalización externa

Es donde el narrador cuenta lo que ve o lo que oye, pero no tiene acceso al interior del
personaje y por eso sabe menos que este. En este tipo de focalizaciòn el narrador opta
por una actitud de cierta neutralidad, limitándose a referir los comportamientos
materialmente visibles y exteriores de los personajes y del desarrollo de las
situaciones.

Ejemplo:

Veamos los siguientes ejemplos:


“Había sido buen soldado, tenía el pellejo remendado de muchas
heridas y sabía hacerse respetar con los puños o con una toledana en la
mano” (pag 20)

- En el siguiente ejemplo se da un caso de narrador extradiegético –


homodiegético, donde el narrador cuenta lo que sabía del personaje
protagonista, y esto lo realiza en tercera persona, de la misma manera,
presenta un tipo de focalización externa, ya que el narrador da énfasis a lo que
está percibiendo en su accionar narrativo.

Lo único que se veía entre la capa y el sombrero eran sus ojos muy negros y
brillantes, que la luz del suelo iluminaba entre sombras, dándoles una
expresión amenazadora y fantasmal”. Con un vistazo de experto, Diego
Alatriste se fijó en las botas de cuero y en la punta de la espada que
levantaba un poco, hacia atrás, la capa del desconocido. Su aplomo era
el de un espadachín, o el de un soldado” (pág. 25)

- En este apartado se presenta un tipo de narrador extradiegético –


heterodiegético, el cual está narrando la historia en tercera persona, de una
manera neutral, las diferentes acciones que realizan los personajes de la obra, a
su vez, en este pequeño apartado se manifiesta una focalización externa, ya
que el narrador describe los distintos hechos que él puede observar.
VI. ANÀLISIS Y DISCUSION DE RESULTADOS

Narrador: Solo está presente el narrador intradieguético – homodieguético

Ejemplo:
No sé si contaros mis sueños. Son sueños viejos, pasados de moda, más propios
de un adolescente que de un ciudadano. Son historiados y a la vez precisos,
algo despaciosos aunque de gran colorido, como los que podría tener un alma
fantasiosa pero en el fondo muy simple, un alma ordenada. (pág.5-6)
En este fragmento el narrador empieza a contarnos su propio historia, la cual
está basada en sus sueños, y las características que tienen estos, propios de sí.

Mientras ensayé mi papel de Cassio en el Otello de Verdi ambos estuvieron casi


siempre allí delante, sentados –como los demás invitados- hacia la fila diez o
doce del patio de butacas para no interferir demasiado con sus presencias.
(pág. 67)

Aquí observamos como el narrador hace hincapié como protagonista dentro de la


diégesis que cuenta, en la cual está él como actor principal y dándonos a conocer lo
que acontece en el desarrollo de la trama.

Focalización:

Focalización cero:
Ejemplo:

Hace cuatro años viajé, por causa de mi trabajo y justo antes de superar
milagrosamente mi miedo al avión (soy cantante), numerosísimas veces en tren en un
periodo de tiempo bastante corto, en total unas seis semanas. (pág. 6-7)

En el siguiente fragmento está presente un caso de focalización cero, ya que la voz


narrativa conoce los aspectos externos e internos del personaje del que está contando
en la diégesis.
Focalización externa:

Ejemplo:

Aún recuerdo perfectamente cómo ella me escuchaba echada sobre la cama de una
habitación de hotel: estaba descalza pero aún vestida, apoyada sobre los codos y con
las piernas dobladas; la falda gris algo subida dejando ver parte del muslo, la melena
castaña y luminosa y lisa ladeada hacia el lado contrario de donde yo estaba; y la dulce
mirada irónica y grave tan fija en mis incesantes labios que me hizo sentir a mí mismo
que yo era tan sólo labios y que los labios míos eran los únicos responsables y artífices
de cuanto de ellos salía. (pág. 20)

En esta cita podemos observar cómo está representado el tipo de focalización externa
dónde aquí el personaje describe una situación que vivenció con una chica, en la cual
resalta cada una de las características físicas de la mujer de la que hacía referencia.

Focalización interna:

Ejemplo:

¿Cómo se puede aniquilar y suplantar a un hombre al que no se conoce apenas, del


que poco se sabe y con quien no se tiene trato? Esa era la pregunta que, al iniciarse la
última semana de mi estancia en Madrid, me atormentó y llegó a obsesionarme, y
también lo ha hecho durante varios minutos (minutos de sueño, minutos tan largos) en
mi sueño de esta mañana. (pág. 98-99)
En este fragmento podemos apreciar cómo el narrador emplea la focalización interna
problematizándose una situación que no lo dejaba continuar con su vida normal, lo
cual lo llevaba a la preocupación.
Analespsis:

Ejemplo:

Pero todo esto no estaba en mi sueño de esta mañana, o al menos no con tanto orden
como lo estoy contando, sino que en todo caso las sensaciones que he descrito lo
circundan del mismo modo que esas sensaciones estaban también presentes y me
oprimían en la que en un tiempo había sido mi propia ciudad, Madrid, cuando llegué a
ella hace cuatro años para interpretar uno de mis papeles más destacados hasta
entonces, el de Cassio en el Otello de Verdi. (págs.38-39)

En este fragmento podemos observar como León de Nápoles, el personaje


protagonista, nos empieza a narrar el cómo se sentía después de despertar de su
sueño, para luego hacer hincapié contándonos su vivencia pasada por Europa, el cómo
llegó por esos lugares en el cual sería un intérprete artístico musical, lo cual era un
indicio de ese sueño que tuvo.

Ejemplo:

…Todo sucedió hace dos años. Hace cuatro la situación no era ni mucho menos tan
grave, pero ya entonces Hórbiger procuraba figurar en los repartos con otros
cantantes consagrados o en alza que atrajeran al público por sí solos, consciente,
dentro de su limitación progresiva, de que él ya no se bastaba para abarrotar las salas.
Los consagrados en Madrid eran Volte o lago y Desdemona o la Priés; el artista
prometedor era yo (pág. 158)

En un espacio y tiempo determinado tal, el protagonista nos relata evocando hacia el


pasado que la crisis actual que venía sufriendo Hórbiger se iba a dar por sus diferentes
características mostradas, las cuales hacían que su decadencia se agrave cada vez más.

Prolepsis:

“… serían inútilmente descontados de un sueldo póstumo que ellos habían tenido


buen cuidado de rebasar y que ya en ningún caso percibiría nadie.Al menos morir con
el traje planchado”
“… Durante nuestras estancias en las ciudades procuramos, por tanto – y aunque no lo
procuráramos no nos resultaría fácil otra cosa – no tener trato por lo general más que
con lo de nuestro propio gremio….
VII. CONCLUSIONES:

Es así que de esta manera es cómo la obra literaria no puede ser estudiada
desde el punto de vista social e histórico, sino que dentro del estudio profundo
que emplea la teoría de la literatura, es que el texto llegar a convertirse y
significar en un medio de amplio, profundo y exhaustivo bagaje cultural que
permite el desarrollo de la diversidad de teorías literarias, en este caso la teoría
narratológica.
Por lo que el desarrollo de este trabajo investigativo nos ha permitido conocer,
descubrir, escudriñar y distinguir las diversas modalidades de empleo de la
narración del tiempo, lo cual permitirá un mayor desenvolvimiento de los
personajes dentro de la diéguesis artística y la explicación de cada una de los
acontecimientos que ocurren dentro de la historia relatada en la obra.
Finalmente concluimos que en nuestro trabajo de investigaciòn respecto a la
obra “El hombre sentimental” estan presente los recursos narrativos
propuestos en la teorìa de Genette y Mieke Ball. Asi como los distintos tipos de
narradores, focalizacion y el orden temporal, asi como la sincronia y anacronìa
con sus distintios tipos.
VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÀFICAS:

- Obra literaria, “El hombre sentimental”

- Narratologia, Mieke Ball

- Gerard Genette

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