Historia de la Ciencia Francisco Martínez Navarro

LAVOISIER Y EL NACIMIENTO DE LA QUÍMICA MODERNA1

Un capítulo fundamental de la Historia de la Ciencia

Con retraso de más de un siglo y muchas dificultades, el espíritu

renacentista y la revolución científica llegaron también al conocimiento
de la materia, a la química. No fue tarea fácil porque los procesos
químicos no se prestaban al tratamiento matemático con la sencillez de
los fenómenos físicos. El mismo Newton, fracasó estrepitosamente en
sus estudios sobre química por dedicar todos sus esfuerzos a la
búsqueda de la piedra filosofal de los alquimistas. Exigencia previa a una
imagen racional de la química era la eliminación de creencias mágicas
procedentes de la época anterior.

A finales del siglo XVII, el fin, de la alquimia sobre la ciencia, pues los científicos de los
era eminente. El irlandés Rober Boyie, en su últimos tiempos de la monarquía estaban
obra El químico escéptico publicada en 1661 plena- mente imbuidos del espíritu de
sustituyó la palabra alquimia por química, progreso de los filósofos de la Ilustración. Así
transformando el fundamento de la nueva mismo la ciencia desempeñó una función
ciencia, mediante el concurso de la directora en la exaltación de la razón, el
experiencia. A mediados del siglo XVIII con la espíritu crítico y la destrucción de los últimos
obra de Lavoisier, surge la química moderna, vestigios feudales. En las instituciones
que le debe en gran parte su sistema científicas francesas se crearon sociedades
conceptual, su lenguaje analítico y el bello donde se desarrollaron científicos de la talla
rigor de su método cuantitativo. de Lavoisier, D'Alembert, Langrange,
A comienzos del siglo XVIII estaban dadas Laplace, Monge, Carnot, Gay Lussac,
las condiciones para el siglo de la Ilustración: Fresnel, Fourier, Poisson, Legendre, Buffon,
la burguesía se habla afirmado, el capitalismo etcétera, que pusieron a Francia a la cabeza
se estaba desarrollando, las monarquías del desarrollo científico a finales del siglo
absolutas imperan en el continente europeo, XVIII.
mientras en Inglaterra, tomaba cuerpo el
régimen parlamentario. La nueva ciencia, de El Flogisto y la teoría de la combustión
la mano de Galileo, Descartes y Newton Desde muy antiguo se planteaban preguntas
habían terminado por conmover el como: ¿por qué algunas sustancias arden y
pensamiento europeo y junto con el otras no?, ¿cuál es la naturaleza de la
racionalismo y el empirismo, habían combustión? Según los griegos, todo lo que
reemplazado la podía arder, contenía
concepción del en su interior el
mundo de elemento fuego que
Aristóteles y la se libera bajo
escolástica por las condiciones
matemáticas y el apropiadas. Estas
método ideas bajo diferentes
experimental. formas se
La Revolución conservaron hasta
Francesa principios del siglo
desarrolló XVIII en el que
influencias notables George Stahl anunció
1
Artículo publicado en Canarias 7 en la sección Ciencia y Sociedad, el 17 de enero de 1988 por Francisco Martínez Navarro.
Historia de la Ciencia
la teoría del flogisto según la cual toda la
materia contenía una sustancia llamada
flogisto de¡ griego llama o hacer arder. Se
pensaba que en el proceso de calcinación de
los metales (formación de óxidos) y en el
proceso de combustión de las sustancias
ocurría cuando se lograba que estos
liberaran parte de su flogisto. Así las
sustancias combustibles son ricas en flogisto
que liberan al arder. Esta teoría fue aceptada
por todos los químicos más importantes de la
época, así Joseph Priestley en su obra
Observation On Air de 1774 describe el
experimento de descomposición de¡ óxido de
mercurio, rojo, por el calor, estudiando que el
gas obtenido era bueno para la combustión e
interpretando los resultados por medio de la
teoría del flogisto, llamando al gas que hace
arder aire desflogisticado.
Lavoisier y la revolución química
Los grandes seguidores de la teoría del
flogisto (Black, Priestiey, Scheele, Cavendish,
etcétera) enriquecieran el caudal de
conocimientos de la materia con una serie de
nuevas sustancias; sin embargo, cautivos de
ideas tradicionales y siguiendo el sentido
común, no lograron penetrar en el significado
de sus propios hallazgos.
Lavoisier no descubrió nueva sustancia
alguna, pero en cambio llegó a comprender el
significado de los descubrimientos realizados
por otros. Su independencia frente a las
ideas del pasado, el preciso rigor cuantitativo
de sus trabajos, la importancia que concedía
a las relaciones en peso entre las sustancias
que reaccionaban, su actitud de no admitir
nada como cierto antes de someterlo a una
prueba experimental
cuidadosa, fueron las La guillotina necesitó publicado
características que hicieron de un solo instante para convirtiéndose en el primer
él, el principal protagonista de
cortar la cabeza de texto moderno de Química.
la revolución química moderna.
Lavoisier diseñó una serie de Lavoisier y un siglo no En 1794 a los 51 años,
experimentos sistemáticos basto para sustituirla. la guillotina de la Revolución
para estudiar la combustión.
Calentó diferentes materiales en el aire
(azufre, estaño, plomo, mercurio, etcétera)
pesándolos con precisión antes y después de
calentar, descubrió que lejos de perder un
ingrediente, absorbían algo de la atmósfera,
el oxígeno descubierto por Priestley (su aire
desflogisticado). Definiendo la combustión
como la combinación de una sustancia con el
oxígeno del aire. En su experimento crucial
Francisco Martínez Navarro
de 12 días de duración, calienta una masa
dada de mercurio en un volumen confinado
de aire atmosférico y forma el polvo rojo de
óxido, lo separa y al calentar de nuevo se
regenera el mercurio metálico y el mismo
volumen gaseoso que el mercurio había
absorbido en la calcinación (oxidación). El
resultado obtenido excluye toda discusión,
acaba con la hipotética y fantasmagórica
teoría del flogisto.
La transformación del agua en tierra. La
ley de conservación de la masa
Lavoisier también resolvió otro interrogante
planteado desde la antigüedad. ¿Puede el
agua transformarse en tierra? La
contestación afirmativa fue apoyada no sólo
por los griegos, sino por químicos de los
siglos XVII tan prestigiosos como Van
Helmont, Newton, Boyle, etcétera. Las
apariencias de ver hervir el agua hasta la
evaporaración parecían darles la razón, pues
al cabo de un tiempo se formaba un residuo
terroso, para verificar la supuesta
transformación del agua en tierra, Lavoisier
no se dejó engañar por su sentido común
sino que planificó una meticulosa
experiencia: calentó agua durante 101 días
en un vaso de cristal herméticamente cerrado
y demostró mediante cuidadosas pesadas,
que la masa del sedimento terroso originado
tras la ebullición del agua es igual al peso
perdido en el recipiente de vidrio. La tierra
formada provenía pues del vaso y no del
agua. Más tarde, tras interpretar numerosas
experiencias, generaliza la ley de
conservación de la masa de las sustancias
que se transforman en las reacciones
químicas. Esta es recogida en su Tratado
Elemental de Química,
en 1789,
Lavoisier acabó sus días bajo
Francesa, por su participación en
instituciones del antiguo régimen, pero para
entonces una nueva y poderosa ciencia
estaba en marcha, su brillante legado abrió
un fecundo período que aún llega hasta
nuestros días.2
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Francisco Martínez Navarro. Profesor de Secundaria