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Las tecnologías y su entorno

Índice
1. ¿Qué son las tecnologías?
2. Enfoques para entender la tecnología
a. Enfoque Cognitivo
b. Enfoque instrumental de la tecnología
c. El enfoque sistémico de la tecnología
3. Análisis de la práctica tecnológica

Palabras claves
Tecnología, Tecnologías, desarrollo tecnológico, práctica tecnológica, sistema socio-técnico

1. ¿Qué son las tecnologías?

Sabías que:
“Los objetos que denominamos ‘tecnologías’ constituyen maneras de construir orden en nuestro mundo. Muchos
artefactos y sistemas técnicos que son importantes en la vida cotidiana contienen posibilidades para ordenar la
actividad humana de maneras muy diversas.”
Langdon Winner, La ballena y el reactor. p. 45.

En la actualidad se considera que las formas en las que se establece el desarrollo tecnológico,
está en relación con el modo en la que las sociedades se ordenan, de tal forma que existe una
coherencia entre las tecnologías que determinada sociedad produce o asimila y las tipologías
culturales que determinan esa sociedad. Sin embargo, cuando analizamos detenidamente las
diversas concepciones sobre la tecnología que se exponen, nos damos cuenta que sólo en
pocas ocasiones se han realizado esfuerzos y análisis que intenten resolver preguntas
pertinentes: ¿Qué sería una definición analizada de la tecnología respecto a su historia y sus
diversos enfoques? ¿Cómo se desarrollan esas tecnologías? ¿Cómo están incorporados esos
enfoques en las políticas de ciencia y tecnología en nuestros países?

En filosofía de la tecnología generalmente se realiza una diferenciación entre técnicas,


artefactos-aparatos y sistemas técnicos. Como lo plantea Quintanilla (2005, p. 74) “las técnicas
son sistemas de habilidades y reglas que sirven para resolver ciertos problemas”. Éstas se
pueden aprender, inventar comunicar y aplicar. Por ejemplo, se aprenden ciertas técnicas para
procesar señales, construir circuitos impresos o para cocinar y pintar. Los artefactos son
determinados objetos que han sido transformados con el paso del tiempo y su uso y que son
usados con el fin de aplicar determinadas técnicas. Estos objetos-artefactos son producidos,
creados o intercambiados al interior de las sociedades. Por último, los sistemas técnicos
incluyen lo que hemos visto en los módulos pasados, a las personas relacionadas con ellos, ya
sea para su producción, su diseño, su utilización o control. Es a partir de estas diferenciaciones
que se han construido tres grandes tendencias en lo referente a la teoría sobre la técnica y la
tecnología con los cuales trabajaremos a lo largo de este curso.

2. Enfoques para entender la tecnología


a. Enfoque Cognitivo

El primero es el denominado enfoque cognitivo. En él las técnicas son empíricas, es decir, son
formas de conocimiento práctico que se han adquirido con el uso al interior de la sociedad en
donde el cambio técnico estaría en relación con la adquisición de este conocimiento y la forma
en la que se aplicaría, lo cual lo posicionaría como la fuente principal del conocimiento científico
(Quintanilla, 2005). De esa manera, la tecnología queda reducida al campo de desarrollo de la
investigación científica en tanto que su conocimiento está condicionado por las reglas que se
desprendan de las leyes científicas: no habría aplicación tecnológica que no se desprenda de
dichas leyes.

Sin embargo, la posición anterior de mostrar la relación entre ciencia y tecnología ha recibido
diversas críticas. La mirada prevaleciente en que la ciencia revelaba conocimientos mientras
que la tecnología los empleaba no es del todo satisfactoria. Como lo han mencionado diversos
autores (Echeverría; 2008) de esta forma la ciencia y la tecnología se entrelazan: “La ciencia y la
tecnología se han entremezclado. La tecnología moderna involucra científicos que hacen
tecnología y tecnólogos que funcionan como científicos. [ … ] La vieja perspectiva acerca de
que las ciencias básicas generan todo el conocimiento que los tecnólogos luego aplican,
simplemente no sirve para comprender la tecnología contemporánea”. (Layton, 1977, 210)

Si miramos hacia la historia del conocimiento científico-tecnológico podemos ver que a partir
del Siglo XVII lo que denominamos ciencia moderna comenzó a desarrollar el concepto de útil, -
concepto que sería decisivo en la conformación del sistema económico y político posterior, con
el capitalismo y el neoliberalismo-, a la par que su interés por lo tecnológico fue creciente en
diferentes ámbitos: comercial, industrial y social en donde participaron diferentes científicos:
Robert Boyle, Isaac Newton y Thomas Hooke. Durante el Siglo XIX algunos físicos también
estarán vinculados a desarrollos tecnológicos como James Clerk Maxwell y William Thomson
(Lord Kelvin) en el ámbito específico de la ciencia industrial, por ejemplo, con los primeros
trabajos de cableado de la telegrafía transatlántica.

En el siglo XXI presenciamos el surgimiento de grandes proyectos de investigación científico-


tecnológica donde la relación entre estas dos entidades difícilmente se puede analizar por
separado. No podemos olvidar la expectativa que generó la presentación en abril del 2003
de los resultados del Proyecto Genoma Humano, pues para obtener la secuencia final de
nuestro genoma fue necesaria la participación de biotecnólogos, biólogos, físicos, y expertos de
tecnologías de la información y la comunicación, entre otras profesiones.

b. Enfoque instrumental de la tecnología

En el segundo enfoque, llamado instrumental, la tecnología está pensada como meros


artefactos, lo cuales se reducen a productos derivados como resultado del conocimiento
técnico, de tal forma que estos productos o tecnologías son creados con un fin específico
(Quintanilla, 2005). De esta forma nos situamos en un enfoque en donde la tecnología son
resultados industriales, productos concretos que generalmente son estimados como máquinas,
es decir, estaría en relación con la producción de los bienes demandados por la sociedad
moderna.

Debido a lo anterior, los artefactos no están en relación con los actores que mencionamos
anteriormente y por esta razón se creen que son neutros y que son las personas que los utilizan
las que le dan el carácter de su uso, sea para acciones positivas o negativas, en donde la
sociedad sería la responsable por las acciones que con este objeto realice. Bajo este enfoque la
tecnología sólo responde al juicio de la utilidad que para la sociedad pueda prestar, o a la
eficacia que desarrolle en los diferentes procesos, siempre salvaguardando su relación con la
política o con el sistema social de la sociedad a la cual pertenece o en la cual fue construido
(Osorio, 2003).
En síntesis:

Los enfoques cognitivo e instrumental son lecturas parciales y sesgadas del entorno amplio en el que se
desarrollan los sistemas tecnológicos. Por una lado tratan el conocimiento científico como un saber que no se
transforma y que tan solo debe aplicarse mediante el uso de ciertas técnicas. Por otro lado el saber tecnológico y
lo que él produce (artefactos) son instrumentos que no transportan valores o intereses en su proceso de diseño y
construcción, sino que trasladan esta responsabilidad únicamente a sus “usuarios”

c. El enfoque sistémico de la tecnología

El tercer enfoque consiste en comprender la tecnología como sistemas tecnológicos. Éste nos
presenta una articulación de elementos sociales, políticos y económicos involucrados en las
diversas etapas del desarrollo, implementación y popularización de una tecnología en relación
con un control central que debe garantizar el funcionamiento y optimización del conjunto.
Dicho enfoque está basado en varios trabajos, como los del historiador Thomas Hughes, en los
que, a partir del estudio de sistemas energéticos eléctricos, define que la tecnología, como
mínimo en sistemas a gran escala, debería considerarse en redes estables, no únicamente como
el anterior enfoque que vimos de los artefactos, sino en relación con la sociedad en que se
encuentran las personas, las instituciones y los artefactos que funcionan en un “tejido sin
costuras”.

Los sistemas tecnológicos contienen componentes destinados a resolver problemas complejos.


Entre sus componentes se encuentran artefactos técnicos, tales como turbinas generadoras,
transformadores, sistemas de iluminación y líneas de transmisión de energía eléctrica. Pero
también incluyen las formaciones de asociaciones de diversa índole como firmas industriales,
bancarias o comerciales; o componentes que se dispersan por la sociedad en los distintos
ámbitos de la enseñanza como en la producción de conocimiento, reflejado en libros, artículos,
resultados de investigación; o componentes legislativos vinculados a leyes que regularían su
uso. Incluso, debido a que están socialmente construidos y adaptados para funcionar dentro del
sistema, los recursos naturales también pueden considerarse artefactos de un sistema.

Un artefacto funcionando como un componente en un sistema, interactúa con otros artefactos,


todos los cuales contribuyen directamente a conseguir una meta en común. Si se elimina un
componente del sistema o si alguna de sus cualidades se transforman, los demás artefactos que
pertenecen a ese sistema alterarán sus características de acuerdo con ello. En un sistema de
fibra óptica, por ejemplo, un cambio en los materiales o en las características de los
transmisores de energía traerá cambios en los componentes de transmisión, distribución y
generación de datos.
Debido a que los componentes de los sistemas tecnológicos son desarrollados por los
constructores de sistemas y sus asociados, los mismos son artefactos socialmente construidos.
Las personas que construyen los sistemas de energía eléctrica o de fibra óptica inventan y
desarrollan no solamente generadores y líneas de transmisión, sino también formas
organizacionales tales como empresas públicas o privadas dedicadas a esta tarea. Algunos
constructores de sistemas ampliamente experimentados pueden inventar equipamiento, así
como organizaciones, pero usualmente distintas personas toman estas responsabilidades a
medida que el sistema evoluciona. Una de las características de un constructor de sistemas es
su habilidad para construir o para obligar la unión entre lo diferente, es decir la utilización de los
mecanismos de centralización ante la multiplicidad.

Como los componentes de un sistema tecnológico interactúan, sus características derivan del
sistema. Por ejemplo, la estructura de gerenciamiento de una empresa productora de redes de
fibra óptica, tal como está sugerida en su estatuto, depende del funcionamiento del
equipamiento, los artefactos, en el sistema. A su vez, el gerenciamiento de un sistema
tecnológico elige componentes técnicos que apoyan la estructura, o la forma organizacional de
la gerencia. La estructura del sistema técnico de una firma también interactúa con su estrategia
de negocios. Estas estructuras y estrategias erigen el sistema tecnológico y contribuyen a su
“estilo”.

Dentro de la perspectiva que estamos analizando, Thomas Hughes propone que existen
diferentes fases al interior de la conformación de los sistemas tecnológicos, sin embargo, estas
fases están en continuo diálogo y su división no es de forma tajante, existen interconexiones
entre cada una de ellas. Las fases que plantea están más en relación con diferentes caracteres
como el pedagógico, analítico y expositivo. Veamos las tres fases que plantea Hughes teniendo
en cuenta la importancia de la acción social en cada una de ellas:

1. Intervención y desarrollo (crecimiento) - Ingenieros, inventores, innovadores


2. Transferencia tecnológica (consolidación) - Comerciantes, administradores y negociantes
3. Crecimiento del sistema - Economistas, administradores y políticos

3. Análisis de la práctica tecnológica

A partir de lo planteado en los párrafos anteriores podemos decir que la tecnología son sistemas
que han sido diseñados para cumplir determinada función. Lo cual implica que tengamos en
cuenta que debemos incluir en la definición de tecnología a una red de sistemas tecnológicos y
no exclusivamente a los artefactos. Es decir, teniendo en cuenta los artefactos debemos tener
en cuenta la forma en la que estos se organizan al interior del sistema social. Esto será uno de
los temas fundamentales que trabajaremos en el módulo, pues nos ayudará a comprender que
al estar los artefactos organizados dentro de un sistema, tienen un carácter sistémico, lo cual
nos llevará a entender la tecnología más como una práctica social: tecnología como práctica
tecnológica.

Este concepto de práctica tecnológica implica que la tecnología es un sistema social que como
tal se desarrolla a partir de reciprocidades y comunicaciones permanentes entre los diferentes
componentes que hemos visto anteriormente, junto con esto, el sistema se administra a través
del tejido de las relaciones de los sistemas que la componen, los marcos sociales que la
delimitan y las características de los actores.

Visto de esa manera, podemos establecer que la práctica tecnológica abarca tres dimensiones
(ver Diagrama 1).

Diagrama 1. Tomado de Pacey, A. La Cultura de la Tecnología, México: F.C.E., 1990, pp. 19.
Citado por (Osorio 2003).

En la dimensión organizacional están contenidos los agentes intencionales. Éstos son


generalmente individuos y grupos de individuos que se caracterizan por sus destrezas y
conocimientos que operan en el sistema. Entre ellos se pueden encontrar: las instancias
administradoras, las que generan las políticas públicas (por ejemplo, entes reguladores o
ministerios nacionales). También están los usuarios, consumidores, ingenieros, diseñadores,
administradores, técnicos y trabajadores de la producción (un ejemplo serían las asociaciones
de ingenieros o administradores y los centros de investigación).

En la dimensión técnica están involucradas a las máquinas, técnicas y conocimientos. Con esta
dimensión se pretende hacer funcionar las cosas. También podríamos considerar que en ella se
encuentran las materias primas que se usan y se transforman en el sistema y la energía.

La dimensión cultural refiere a los valores, intereses, ideas, y la actividad creadora.

Ver a la tecnología bajo el enfoque sistémico obliga pensar que el desarrollo tecnológico y la
innovación non están únicamente en relación con la manufactura de productos de demanda del
mercado sino con aspectos sociales y culturales que devienen de un modelo de organización de
las sociedades.

En síntesis:

El enfoque sistémico permite comprender que una innovación es un proceso complejo que además de las acciones
de investigación, el desarrollo, la producción, y la comercialización de artefactos, involucra la organización del
sistema, la producción de saberes y modos de coordinación de las técnicas, los aprendizajes y los intereses de los
usuarios.

Referencias

Quintanilla, M. Á. (2005). Tecnología: un enfoque filosófico. México, D.F.: FCE.

Osorio, C. (2003). Aproximaciones. Retrieved 8 de mayo de 2017 from


http://www.oei.es/ctsiparaguay/osoriotec.pdf

Diagrama

Pacey, A. La Cultura de la Tecnología, México: F.C.E., 1990, pp. 19. Citado por (Osorio 2003).

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