Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
En este mismo orden de ideas, a mediados de la década de los 70, surge otro
enfoque de desarrollo integral, bajo los postulados de la teoría de las necesidades básicas
del científico estadounidense, Paul Streeten, quien propugnaba lo siguiente:
De lo anterior, se puede inferir que los indicadores tradicionales del PIB per cápita,
no proporcionan la información suficiente para explicar el desarrollo de los países. Así,
pueden observarse naciones, en las que a pesar de los indicadores de ingreso per cápita
favorables, pueden sufrir variaciones sustanciales en la percepción de desarrollo cuando
se incorporan variables de otra naturaleza.
Hasta este punto, queda claro que las variables de ingreso, no contemplan todos
los factores inherentes al proceso de desarrollo humano. En este sentido, es común
observan en los informes sobre desarrollo humano, en comparativa de los distintos países,
que las posiciones que ocuparían en relación al PIB per cápita, son diferentes cuando se
adicionan otros factores importantes en la determinación del desarrollo humano.
Además, una de las aplicaciones del desarrollo económico, a través del IDH, es la
de proveer información comparativa para el estudio de los procesos de desarrollo humano,
lo cual en términos de los diferenciales entre países, la técnica se muestra muy efectiva,
sin embargo, cuando se toma en comparación con las magnitudes en un mismo país en
periodos de tiempos distantes, se comprueba una dificultad derivada de la constante
modificación de los enfoques metodológicos.
En este caso, si bien las criticas tienen supuestos teóricos que merecen ser
estudiados a profundidad, es imperativo resaltar que la importancia y utilidad del Índice
de Desarrollo Humano, ha sido verificado empíricamente. De hecho, el IDH sirve de
sustento para el abordaje de la gestión del desarrollo por las autoridades de gobierno de
la mayoría de los países del mundo, a parte, de servir de modelo para el estudio de otros
aspectos de interés público.
En este orden de ideas, existe evidencia científica de la relación de la escolaridad,
la accesibilidad de la salud sobre el aumento del ingreso, lo que en resumen, se traduce,
por lo menos indirectamente, en el aumento del desarrollo humano.
Por último, queda por sentado, que los ingresos económicos de los individuos de
una nación, no es el factor exclusivo en la consecución de niveles de vida acordes con la
dignidad humana, lo que ha incentivado a los Estados, a indagar sobre las medidas
integrales, no solo de ingresos, que desemboquen en un ambiente confortable, de
seguridad y bienestar para los ciudadanos.
Referencias
Anand, S., & Ravallion, M. (1993). Human Development in Poor Countries: On the Role
of Private Incomes and Public Services. Journal of Economic Perspectives, 133-
150.