1) "(...

)Se equivocaron y cometieron un delito y a pesar de que todavía no habían

sido condenados, la sociedad los condenó y les dió la pena de muerte", expresa con
dolor la madre de Sergio Filiberto durante la exposición del libro “ No fue un motín.
Crónica de la masacre de Pergamino”. Sergio Filiberto, Fernando Latorre; Federico
Perrotta; Franco Pizarro; Juan José Cabrera; Alan Córdoba y Jhon Claros fueron los
7 presos que murieron asfixiados y carbonizados el día 2 de marzo de 2017 en la
celda 1 de la comisaría primera de Pergamino. El hecho fue catalogado inicialmente
como un motín por parte de los prisioneros, versión que dio la policía y fue avalada
por la población local. Lo que sucedió en verdad fue que un reducido grupo de los
19 prisioneros que se hallaban en la celda 1 prendió fuego colchonetas de goma
espuma para llamar la atención de la policía y pedir que los dejaran salir al patio ya
que era una calurosa tarde de verano que en las condiciones de hacinamiento en
que ellos se encontraban se volvió insoportable.
La policía hizo caso omiso a los pedidos y cuando el fuego comenzó a propagarse,
no les proporcionó ningún tipo de asistencia e impidió el acceso de los bomberos a
la comisaría, que finalmente pudieron apagar el incendio y salvar la vida de 12 de
los prisioneros.
En septiembre de este año, 6 oficiales entre los que se encuentra el comisario
Donza, que se fugó durante un año, se presentarán a juicio oral y público por el
hecho.
Esta masacre pone de manifiesto los excesos de la policía y de las agencias
administradoras de justicia en el nombre del orden y del combate a la inseguridad y
que se perpetúa sobre poblaciones jóvenes y de bajos recursos Estas formas de
control de la inseguridad es resultado de una forma concreta de construir la relación
entre delito y sociedad en un contexto determinado. Esta relación establece que el
delito es el ilegalismo popular y que la forma de contenerlo no puede darse
mediante los mecanismos tradicionales de combate del delito ya que no rehabilitan
al infractor y se propone como opción entonces el encierro incapacitador, cuya
función es mantener al delincuente encerrado la mayor cantidad de tiempo posible
para prevenir que cometa otros delitos.
En este sentido, la teoría de la reacción social, que surge en los años ‘70 como una
crítica a la criminología clásica, propone un corrimiento de la concepción de delito,
desviado y de pena. Considera que la pena de prisión como rehabilitadora social no
cumple con su objetivo y esto se debe a que la lógica con la que se analiza al sujeto
desviado está invertida. Para la criminología crítica, no se debe pensar a la
desviación desde una perspectiva etiológica y normativa: no hay que buscar las
causas de la desviación en el corrimiento de la norma sino que se debe pensar a la
acción en el contexto de la interacción social. Introducen un cambio de paradigma:
piensan a la desviación como respuesta al control social. Cambian su objeto de
estudio a los mecanismos de control social.
Esto significa que la figura de desviado no tiene que ver con características
intrínsecas de la persona ni de su conducta sino que es desviado aquel a quien se
le ha podido atribuir con éxito tal característica. Calificar a una persona de desviada
coarta sus posibilidades en la forma en que se estructura la interacción con otros y
la capacidad de resistir la imposición de la etiqueta de desviado depende del lugar
que se ocupe en el espacio social.
La sociedad establece qué se considera transgresión y qué transgresiones implican
desviaciones puesto que no todas las transgresiones se consideran desviaciones a
la norma e incluso existen sujetos desviados que no han transgredido ninguna
norma penal.
La desviación es resultado de un proceso de criminalización. Las normas son
resultado del emprendimiento de empresarios morales que establecen qué prácticas
son ilegales en base a sus propios intereses. A este proceso se le llama
criminalización primaria. La regla sólo se pone en funcionamiento cuando se dan las
circunstancias para que surjan las agencias institucionales que velan por su
cumplimiento (criminalización secundaria), que son las que orientan los mecanismos
de control que se deben aplicar y son los que definen en última instancia la
selectividad del sistema penal.

Estas concepciones de la teoría del etiquetamiento son recuperadas por la teoría

crítica que hace énfasis en la selectividad del sistema penal en su etapa de la
creación de normas donde sólo se criminalizan los ilegalismos populares como los
cometidos por los jóvenes que murieron calcinados en la masacre donde la
aplicación de dichas normas resultó en esta amplificación de la violencia que acabó
con sus vidas y que instauró a estos jóvenes en el imaginario popular como
amenazas que hay que eliminar y que no merecen un trato humano.

Hay 3 corrientes que conforman parte de la criminología crítica:

1) Abolicionsimo penal
2) Garantismo penal
3) Realismo de izquierda

El garantismo es una corriente de pensamiento surgida en Italia luego de la segunda

guerra mundial y tiene como principal premisa combatir los totalitarismos, el
terrorismo de Estado y la violación de los derechos humanos. Así, plantea la
existencia de un sistema penal mínimo que funcione como mediador de la violencia
que aparece en las relaciones de poder desiguales, como las que existen entre los
presos y la policía y que produce el uso de fuerza desmedida y el gatillo fácil. El
estado actual del sistema penal deshumaniza a los encarcelados permite como en
el caso de la masacre de Pergamino, que los jóvenes se encuentren hacinados en
las celdas, que los policías puedan golpear a los sobrevivientes luego la tortura a la
que fueron sometidos anteriormente.
El garantismo considera que la violencia debe ser contenida por ciertas garantías a
la capacidad de avasallamiento que tienen unos sobre otros. Las constituciones son
las que imponen estos límites, así, el Estado se establece a la vez como
instrumento de dominación y como límite. De esta forma, el derecho penal se
establece como garante de los acuerdos constitucionales y de los derechos
fundamentales.
El garantismo propone un sistema donde la respuesta penal sea el último recurso
frente al delito, promueve la eliminación de prohibiciones que sean herencia de
versiones moralistas y autoritarias del Estado, busca que se vele por los intereses
de grupos subalternos y que el sistema penal no funcione como una herramienta
para homogeneizar a la población

El abolicionismo, por su lado, propone la abolición del sistema penal y promueve la

autodeterminación y los derechos individuales. No piensa la figura de un Estado
fuerte como lo hace el garantismo, sino en términos de comunidad y detentada por
distintos actores.
El abolicionismo considera al sistema penal como una maquinaria deshumanizadora
inmanejable y que no cumple con su función ya que no persigue la totalidad de los
delitos, sino que persigue a un grupo selecto y encarcela a un grupo aún más
selecto sobre el que desata una gran violencia que genera más violencia que sólo
sirve para aislar al delincuente y revictimizar a la víctima de delito. Para desmontar
el sistema penal, el abolicionismo propone dejar de lado la etiqueta de delito que es
producto de la pena. Así se abandona la figura de delincuente y se considera al
hecho delictivo como una situación problemática dinámica y no como un hecho en
el pasado y que se puede resolver sin aplicación de castigo, sin intervención
violenta. Se propone reemplazar a la prisión con medidas alternativas como ser el
trabajo comunitario, el tratamiento terapeútico, centros de rehabilitación,
mediaciones, etc. Estos tratamientos son por los que Sergio le comentó a su madre,
el día antes de que ocurriera la masacre, que buscaría obtener por medio de la
intervención de su abogado que buscaría que le otorgaran la prisión domiciliaria.

2)
Realismo de Izquierda Realismo de Derecha
 Contexto de El realismo de izquierda emergió en la
emergencia década de 1980, como respuesta a
gobiernos neoliberales y busca disputarles
sus conecpciones de ley y orden y sus
políticas represivas para el control del
delito.
Definición de En el realismo de izquierda el delito es
delito/desviación considerado como un producto endémico
de la naturaleza de clases de las
sociedades industriales. El delito surge en
las mismas instituciones de la sociedad, es
producto del funcionamiento normal de la
sociedad. Entienden al delito en serio. Lo
ven como un conflicto intraclase que afecta
a los sectores más vulnerables. .Redefinen
la categoría del delito es un fenómeno
social, complejo, multicausal, es de
carácter estructural y social. En las causas
del delito descartan tres elementos 1)
concepto de privación absoluta se delinque
por carencia de bienes materiales
(pobreza),2) determinismo total 3)la
causalidad mecanicista , no se puede
establecer relaciones lineales causa-
efecto, el concepto que privilegian es el de
causa como privación relativa , concepto
Mertoniano,las personas experimentan
exceso de expectativas para alcanzar fines
instituidos culturalmente y no cuentan los
medios para alcanzarlos. Este es el causal
del delito, no la pobreza.
Valoración del -Las condiciones sociales producen al
funcionamiento del delito y el sistema penal que es selectivo lo
sistema penal profundiza. Consideran a la Policía como
una herramienta imprescindible, pero debe
ser reformada porque gran parte de las
prácticas policiales, son parte del problema,
porque las estrategias policiales son
diferentes según donde actúan (hay
selectividad) estrategias que se desarrollan
para los sectores medios altos y por el
contrario en los barrios periféricos,
marginales el sistema policial militarizado
que no es percibido por estos sectores
como interlocutores válidos.
Instrumentos para el -Intervención multiagencial en relación al
gobierno del delito, no se responde al delito únicamente
delito/desviación desde las agencias de control estatal, la
comunidad sobre todo la local a través de
Gran Bretaña y Estado Unidos, su
punto de inflexión es en la década de
1980 durante los gobiernos de
M.Tacher y Roland Reagan. Surge
producto de la crisis del petróleo que
pone en evidencia las fallas del Estado
de Bienestar
El fenómeno delictivo es siempre
producto de sectores desfavorecidos
del sistema social
Reduce el problema del delito y la
criminalidad a los producidos en las
calles, y contra la propiedad privada.
No contemplan los de origen
económico, contraculturales, medio
ambientales, de lesa humanidad.
Abandonaron las causas sociales y
estructurales como origen fundamental
del delito.-Preocupación por aquellos
que son blancos de los delitos, la gente
común, los vecinos, los ciudadanos.
Sitúan sus críticas, en muchos casos,
el origen de delitos a lo que Garland
denomina Welfarismo Penal, es decir
las políticas públicas en materia del
sistema penal como la “probatión”,
prisiones domiciliarias, disminución o
flexibilización de las penas, etc. Esta
crítica es la que lleva a endurecer, a
proponer medidas punitivas más
rígidas así como la de Tolerancia cero,
aunque no son sus autores es una
deriva de estas posiciones.
-una mayor rigidez del Sistema Penal,
aumento de penas, no permitir
excarcelaciones o” probatión “.
sus mecanismos puede ser un instrumento
para controlar y prevenir, otros actores
sociales tengan en sus manos estas tareas,
fomentar la participación comunitaria, una
forma de control social informal, hay una
suerte de delegación de cuestiones que
estaban en manos del Estado hacia la
sociedad comunal. produciendo una
descentralización hay que generar un
proceso de democratización de las fuerzas
de seguridad, dejar de rotar a la Policía para
generar cierta confianza, dejar el,
patrullero, caminar cambiar la matriz
ideológica de la Policía de forma que la
relación de esta con los sectores populares
sea armoniosa
-Centralidad del rol del Policía, la
táctica policial orientada a la
regulación tanto del espacio público
como de los sujetos.
-.La policía además del rol de
restablecer el orden debe promover
mecanismos de control civil-
comunitario (control social informal).
-En el texto, de Wilson, se detallan 18
situaciones, elementos a tener en
cuenta para intervenir el delito que van
desde rescatar a los jóvenes de la
barbarie, cerrar la brecha de Habeas
Corpus, las apelaciones a nivel federal
que producen aumentos de costos y
tiempos de los procesos penales,
salvar la pena de muerte del
simbolismo ( en EE.UU) dimensión de
utilidad y justicia, pensar la pena de
muerte llevada al máximo, el límite del
castigo retributivo y ejemplificador.
Más policías, más cárceles (aunque
los resultados indiquen que el crimen
igualmente aumenta).