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Doctores de la Iglesia, son eminentes maestros cristianos proclamados por la Iglesia como
merecedores de ese título, que viene del latín Doctor Ecclesiae. De acuerdo con este rango,
la Iglesia reconoce la contribución de los citados teólogos a la doctrina y a la comprensión
de la fe. La persona así llamada tiene que haber sido canonizada previamente y haberse
distinguido por su erudición. La proclamación tiene que ser realizada por el Papa o por un
concilio ecuménico.
Agustín de Hipona es el creador del sistema filosófico cristiano más influyente en la Edad
Media y en el pensamiento cristiano hasta la aparición de Tomás de Aquino (s. XIII). Es,
por tanto, el primero en elaborar un sistema completo de pensamiento cristiano.
Al igual que Tomás de Aquino quien conciliará la filosofía de Aristóteles con el cristianismo,
San Agustín de Hipona hará lo propio con Platón y el neoplatonismo.
Nació un 13 de Noviembre, en el año 354, en la pequeña ciudad de Numidia, situada en el
África Romana. Hijo de un funcionario romano pagano y de una cristiana. Se autodenomino:
“el hijo de las lágrimas de su madre”. Dotado de una gran imaginación y de una
extraordinaria inteligencia. Tuvo un hijo llamado Adeodato. Se convierte al Maniqueísmo.
Se hace escéptico. Deja el maniqueísmo. Decide vivir en el Ascesis. A la edad de 33 años,
es bautizado por el Santo Obispo Ambrosio en Milán. Tras la muerte de su madre, regresó
a África y se instaló en Tagaste. Tras la muerte del obispo de Hipona, quedó al frente de la
comunidad y desarrolló su labor de predicación, así como la escritura de sus obras más
destacadas. En 430 comenzó el asedio vándalo a la ciudad. San Agustín murió tres meses
después.
Razón y fe
Para San Agustín la verdad es la verdad cristiana y en aras de este fin colaboran ambas.
Fe y Razón.
Si solo Dios es la Verdad y de su iluminación procede nuestra comprensión, por lo tanto,
no se puede establecer claramente la distinción entre Razón y fe. Pero la prioridad es
siempre de la fe: Nisi credideritis, non intelligetis. Hay que creer para comprender. Crede ut
intelligas (Sermón 43).
Pero la razón también puede preceder a la fe demostrando que es razonable creer intellige
ut credas (Sermón 43) La razón acompaña hasta la barrera de los preambula fidei. Ante el
dogma la razón es impotente. No hay autonomía de la razón. La sucesión de
acontecimientos es esta:
1º La razón ayuda a alcanzar la fe.
2º La fe orienta e ilumina a la razón.
3º La razón, desde sus limitaciones, ayudará al final al esclarecimiento de
las verdades de la fe que, sin duda, la sobrepasan.
San Agustín afirma que la razón, si no es orientada/guiada por la fe, es incapaz por
si misma de alcanzar ninguna verdad acerca de Dios.
Complementariedad
Objetivo: conocimiento de dios y de alma.
El Hombre
Adopta el dualismo platónico. El hombre no es su cuerpo ni tampoco el conjunto alma-
cuerpo sino su alma.
El origen del alma. Confiesa que no puede dar una solución definitiva a este tema. En su
época circulaban dos teorías:
1. El traducianismo de Tertuliano. El alma es engendrada por los padres. Parece
mas partidario de esta opción.
2. El creacionismo de San Jerónimo.(El alma es creada por Dios)Dios puede haber
creado el alma de Adán o de Jesús pero Agustín cree que las demás no.
El amor. Una de las doctrinas más características del agustinismo es la primacía del amor
sobre el conocimiento. Es el amor (Charitas) lo que culmina el movimiento ascendente
iniciado por el conocimiento.
La Libertad
La libertad. En este campo la doctrina cristiana es enteramente nueva. El ser humano es
enteramente libre de elegir entre en bien y el mal (libre albedrío o luberum arbitrium). Puede
elegir así entre salvarse o condenarse. La voluntad tiende a hacer que el hombre ascienda
hacia Dios pero el pecado original hace que nuestra visión de lo correcto sea defectuosa y
por tanto caemos en el pecado constantemente. Es necesaria la ayuda de Dios, la gracia,
para encaminarnos hacia la salvación. Pero Dios sabe desde siempre quién se salvará y
quien se condenará. El ser humano nunca ha dejado de ser libre, pero como consecuencia
del pecado de Adán nunca puede dejar de pecar (non posse non pecare) por lo que la
auténtica libertad es no pecar. Somos nosotros los únicos responsables de nuestra
salvación pues en contra de nuestra naturaleza pecaminosa podemos elegir hacer el bien.
Pelagio había negado la necesidad de la gracia, postulando que el hombre, por sí mismo
podía obrar bien. En resumen, sin la ayuda de Dios, la humanidad está condenada. Pues
estamos hechos de una masa defectuosa dañada y condenada en su origen. Estamos
predestinados a pecar pero podemos cambiar nuestro destino.
El origen del mal. Agustín resolvió en su juventud esta pregunta apoyándose en el
maniqueísmo: el bien y el mal son coprincipios, si existe el uno existe necesariamente el
otro. Posteriormente adoptó la teoría de Plotino: el mal es la carencia del bien, es su
privación, al no ser algo real (sino justamente la carencia de algo real) no puede ser
atribuido a Dios.
La Política
San Agustín cree que es imposible que el Estado o cualquier Estado realice auténticamente
la justicia, a menos que esté guiado por los principios morales cristianos.
Esta teoría histórico-política tiene dos consecuencias:
1. Primacía de la Iglesia sobre el Estado. Puesto que la Iglesia es la depositaria de
las verdades del cristianismo es la única sociedad perfecta y por lo tanto superior
al Estado. Esta fue la relación Iglesia-estado que persiste durante toda la Edad
Media.
2. El Estado es un mero organizador de la paz, la convivencia y el bienestar temporal.
Resumen:
Tema central del pensamiento de San Agustín: es la relación del alma, perdida por el
pecado y salvada por la gracia divina, relación en la que el mundo exterior no cumple otra
función que la de mediador entre ambas partes.
Sus obras principales son: Confesiones y La Ciudad de Dios.
La verdad es única, fe y razón se prestan mutuamente ayuda para alcanzarla
El verdadero conocimiento es el de las ideas. Éstas, son eternas e inmutables, están
contenidas en la mente divina
La verdad está en uno mismo. Por el autotrascendimiento llegamos a la verdad
interior y el bien, fruto de la iluminación divina
La presencia en nuestra alma de verdades eternas e inmutables muestra la
existencia de Dios, única causa posible.
Hay una doble inclinación: hacia el bien, Dios, y hacia el mal, el pecado. La libertad
humana está condicionada por la gracia divina y el pecado original
El mal es la carencia de bien
La Ciudad de Dios vencerá al final de los tiempos e instaurará la paz perpetua
La filosofía de San Agustín es un pensamiento cristiano con influencia platónica:
afirma la existencia de Ideas eternas en la mente de Dios con arreglo a las cuales
fue creado el Mundo a partir de la nada. Y para explicar cómo llegamos a conocer
esos modelos eternos y universales, San Agustín sostiene que es gracias a la Luz
natural que Dios ha puesto en el interior de nuestra alma en forma de inteligencia o
Razón, la cual nos permite superar la limitación de nuestro ser particular, temporal
y mudable, y alcanzar la contemplación intuitiva de lo inmutable, eterno y universal,
es decir, las Ideas o Causas Ejemplares de las cosas del mundo sensible.
Esta es la teoría de la iluminación de San Agustín para explicar el conocimiento:
Dios ha iluminado nuestra alma con la luz de la razón, gracias a la cual llegamos a
conocer lo universal, es decir la Ideas, y a quien las tiene en su mente es decir, a
Dios mismo.
Al hablar de la naturaleza del hombre, San Agustín, lo mismo que Platón, considera
al hombre como producto de la unión accidental de alma y cuerpo.
El alma está destinada a encontrar dentro de sí misma a Dios y a dominar sobre el
cuerpo. De ahí que sea el supremo principio constitutivo de la persona humana.
En cuanto a su origen: ha sido creada por Dios individualmente para cada cuerpo.
En relación a su teoría política, San Agustín pone la bases de una concepción que
se mantendrá durante toda la Edad Media: el agustinismo político: el Estado debe
subordinarse a la Iglesia, pues esta es una sociedad más perfecta que ha de
proporcionar a aquel los principios políticos-morales de conducta de gobierno.
En cuanto la historia esta es lineal y no circular. La línea cuyo sentido está en la
salvación humana que Cristo anuncio.
Conclusiones
Agustín rechaza el eterno retorno que planteaban los griegos. La historia es lineal. Nada se
repite.
La historia tiene un comienzo y un final. El comienzo está en el pecado de Adán y Eva. Si
no hubieran pecado seguiríamos en el paraíso.
El sentido de la historia es la salvación.
Concibe la historia como una tragedia en la que se enfrentan el bien y el mal.
La historia tiene un final trascendente, habrá un cielo y un infierno más allá de este mundo.
Dios dirige la historia. La historia es la realización del plan divino de Dios.