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DEMANDA DE HABEAS CORPUS

SEÑOR JUEZ PENAL DE TURNO ADSCRITO A LA CORTE SUPERIOR DEL CONO NORTE

DAVID GERMAN PILLCO RUBIO, EN LOS SEGUIDOS CON MI PERSONA POR


DELITO CONTRA EL PATRIMONIO EN LA MODALIDAD DE EXTORSIÓN EN AGRAVIO DE
DIEGO ROJAS PAJUELO. SEÑALANDO DOMICILIO PROCESAL SITO EN : MANCO CAPAC N°
1924, URB. EL TREBOL-LOS OLIVOS (ESQUINA CON JOSÉ SANTOS ATAHUALLPA 555-
PARQUE SAN MARTIN DE PORRAS) POR EL PRESENTE INTERPONGO DEMANDA DE
HABEAS CORPUS POR:
1.-FALTA DE DEBIDA MOTIVACIÓN DE LA SENTENCIA
EXPEDIDA………………………………………….
2.-MALA ARGUMENTACIÓN DE SENTENCIA CONDENATORIA QUE AFECTA EL PRINCIPIO
DE PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, EN CUANTO, CUANDO UNA SENTENCIA NO SE
ENCUENTRA OBJETIVAMENTE FUNDAMENTADA. ES SUSCEPTIBLE DE VENTILERSE EN ESTA
VIA. ASÍ LO HA ESTABLECIDO EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN SU PRONUNCIAMIENTO
RECAÍDO EN EL EXPEDIENTE N° 4415-2013-PHC/ TC-LIMA.

En dicha resolución, el Colegiado también señaló que la argumentación que respalda la


sentencia condenatoria de primera instancia debe explicitar las razones por las cuales se
concluye que efectivamente una persona cometió un hecho ilícito.

Un grave error de argumentación

Mediante una sentencia emitida por el 40° Juzgado Penal de Lima, un sujeto fue condenado
a cuatro años de privación de la libertad, al habérsele encontrado responsabilidad como
autor del delito de estafa.
Esta decisión fue apelada, pues la defensa consideró que no presentaba una debida
motivación que fuera suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia. No obstante, la
condena fue confirmada por la Sala Penal para Reos en Cárcel Colegiado “B”, de la Corte
Superior de Justicia de Lima.
Luego de emitida la resolución confirmatoria, el sentenciado interpuso un recurso de
hábeas corpus. Allí, sostuvo en primer lugar que las resoluciones vulneraban su derecho a
la presunción de inocencia y a la debida motivación, pues había sido condenado por el delito
de estafa sin que existan pruebas de cargo que acrediten su responsabilidad. Además, y por
sobre todo, explicó que los agraviados fueron atendidos por otros dos sujetos plenamente
identificados, quienes corroboraron esta versión en sus declaraciones, indicando, además,
que no tuvieron ningún trato con él.
Rechazada en primera y segunda instancia, la demanda de hábeas corpus tuvo que ser
presentada al Tribunal Constitucional quien finalmente la admitió a trámite. De este modo,
y dado que los argumentos del demandante incidían directamente en su derecho a la
presunción de inocencia, sostuvo que el juez constitucional no valora el mérito de la causa,
sino que realiza un análisis externo de la resolución para así constatar si esta es el resultado
de un juicio racional y objetivo.
Después de analizados los argumentos, el Tribunal Constitucional concluyó que se había
afectado la presunción de inocencia por la ausencia de debida motivación pues la
argumentación de la sentencia no era suficiente para desvirtuar tal principio. De hecho,
tomó en consideración que el juzgador de primera instancia afirmó que “el encausado no
ha podido mantener su inocencia”. Asimismo, dado que la resolución de segunda instancia
fue confirmatoria, la Sala asumió los argumentos de la condena; por lo que también incurrió
en falta de motivación en su resolución.

En consecuencia, declaró fundada la demanda y ordenó al juez de primera instancia emitir


nuevo pronunciamiento debidamente motivado.
EXP. N.° 04415-2013-PHC/TC LIMA MARCO ANTONIO FIGUEROA FALCÓN SENTENCIA DEL
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 27 días del mes de enero de 2014, la Primera
Sala del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Vergara Gotelli, Mesía
Ramírez y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia con el fundamento de voto del
magistrado Vergara Gotelli, que se agrega ASUNTO Recurso de agravio constitucional
interpuesto por don Alexander Falcón Pérez a favor /de don Marco Antonio Figueroa Falcón
contra la sentencia expedida por la Primera Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel de
la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 131, su fecha 21 de mayo de 2013, que declaró
infundada la demanda de autos. ANTECEDENTES Con fecha 31 de diciembre de 2012 don
Alexander Falcón Pérez interpone demanda de hábeas corpus a favor de don Marco Antonio
Figueroa Falcón, contra el Cuadragésimo Juzgado Penal de Lima y la Primera Sala
Especializada en lo Penal para Procesos con Reos en Cárcel Colegiado "B" de la Corte
Superior de Justicia de Lima, solicitando que se declare la nulidad de la Resolución de fecha
20 de julio de 2012 y de la Resolución de fecha 4 de diciembre de 2012 emitidas en el Exp.
N° 55190-2008, mediante las cuales se le condenó —en primera y en segunda instancia—
al favorecido por el delito de estafa a cuatro / años de pena privativa de la libertad efectiva.
Se alega que las resoluciones cuestionadas vulneran los derechos a la libertad y al debido
proceso del favorecido porque: i) ha sido condenado por el delito de estafa sin que existan
pruebas de cargo que acrediten su responsabilidad; ii) los agraviados del delito de estafa
fueron atendidos por Cristian Quispe Álvarez y Alberto Valencia Silva y no por el favorecido;
y iii) los agraviados en sus declaraciones han indicado que no tuvieron ningún trato con el
favorecido, sino con Cristian Quispe Álvarez y Alberto Valencia Silva. El juez emplazado
Felipe Arambulo Castro contesta la demanda señalando que el cuarto considerando de la
sentencia cuestionada están detalladas las pruebas que valoró para condenar al favorecido.
Los vocales emplazados Rita Meza Walde, Josefa Izaga Pelle_ y Ramiro Salinas Siccha, en
forma individual, contestan la demanda afirmando que la sentencia cuestionada ha sido
emitida con la debida motivación y que al favorecido no se le ha vulnerado ningún derecho.
El Procurador Público Adjunto del Poder Judicial contesta la demanda manifestando que el
acto lesivo puede ser objetado infra proceso penal y que se encuentra pendiente de
resolución por el superior jerárquico. El Vigésimo Noveno Juzgado Penal de Lima, con fecha
21 de marzo de 2013, declaró infundada la demanda por considerar que las resoluciones
judiciales cuestionadas se encuentran debidamente motivadas. La Sala revisora confirmó la
apelada por estimar que los órganos jurisdiccionales emplazados han aducido suficientes
razones para determinar la pena del favorecido.
,FUÑDAMENTOS: La demanda tiene por objeto que se declare la nulidad de la Resolución
de fecha 20 de julio de 2012 y la Resolución de fecha 4 de diciembre de 2012, ambas
emitidas en el Exp. N° 55190-2008, a través de las cuales el beneficiario fue condenado a
cuatro años de pena privativa de la libertad efectiva por el delito de estafa. Tanto en la
demanda como en el escrito ingresado ante este Tribunal se alega que las resoluciones
cuestionadas carecen de una motivación debida y razonable que desvirtúe / la presunción
de inocencia del favorecido, en tanto no se indica la prueba de cargo que i / acredita la
comisión del delito de estafa por parte del favorecido. / /
§. Análisis de la controversia:
Sobre el contenido del derecho a la presunción de inocencia consagrado en el artículo 8.2
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el artículo 2.24.sde la
Constitución conviene recordar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el
Caso J. VS. Perú ha establecido que: "La presunción de inocencia implica que el acusado no
debe demostrar que no ha cometido el delito que se le atribuye, ya que el onus probandi
corresponde a quien acusa y cualquier duda debe ser usada en beneficio del acusado. Así.
la demostración fehaciente de la culpabilidad constituye un requisito indispensable para la
sanción penal, de modo que la carga de la prueba recae en la parte acusadora y no en el
acusado. Por otro lado, el principio de presunción de inocencia implica que los juzgadores
no inicien el proceso con un etapa preconcebida de que el acusado ha cometido el delito
que se le imputa". 3. También corresponde indicar el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales reconocido en e] artículo 139.5 de la Constitución importa que los
es al resolver las causas, expresen las razones o justificaciones objetivas que llevan a tomar
una TRIBUNAL CONSTITUCIONAL determinada decisión. Los argumentos deben provenir no
sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos
debidamente acreditados en el trámite del proceso han sido éstos cometidos por el
acusado, quien está en todo caso sostenido por la presunción de inocencia. La ela del
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales no debe ni puede rvir e pretexto para
someter a un nuevo examen las cuestiones de fondo ya decididas por los jueces ordinarios
(artículo 5.1. del Código Procesal Constitucional). Y es que, al juez constitucional no le
incumbe el mérito de la causa, sino el análisis externo de la resolución, a efectos de
constatar si ésta es el resultado de un juicio racional y objetivo donde el juez ha puesto en
evidencia su independencia e imparcialidad en la solución de un determinado conflicto, sin
caer ni en arbitrariedad en la interpretación y aplicación del derecho, ni en subjetividades
o inconsistencias en la valoración de los hechos. 4. En el presente caso, este Tribunal
advierte que tanto la Resolución de fecha 20 de julio de 2012 expedida por el Cuadragésimo
Juzgado Penal de Lima que condenó a don Marco Antonio Figueroa Falcón a cuatro años de
pena privativa de la libertad por la comisión del delito de estafa, como la Resolución de
fecha 4 de diciembre de 2012 emitida por la Primera Sala Penal con Reos en Cárcel
Colegiado "B" de la Corte Superior de Justicia de Lima que la confirmó, carecen de una
debida fundamentación como será expuesto infra. Lo resuelto en primera instancia en el
proceso penal subyacente es arbitrario por cuanto del tenor de dicha resolución no se
aprecia que el favorecido haya participado directamente en la celebración de contrato
alguno que haya originado la estafa imputa a. Es más, el Juzgado emplazado incluso ha
afirmado que "el encausado no ha podido mantener su inocencia" (Cr. Fundamento Sexto).
Esta frase, per se, es lesiva del de hecho a la presunción de inocencia. La cuestión a dilucidar
en el proceso penal subyacente era sencilla: hubo o no hubo engaño por parte del
favorecido a los agraviados. La argumentación que respalda la sentencia condenatoria de
primera instancia no se enfoca en explicitar las razones por las cuales se concluye que
efectivamente el favorecido engañó a los agraviados. La resolución que la confirmó también
tiene una deficiente argumentación por incurrir en el mismo yerro. En efecto, la Sala
emplazada no ha argumentado ni explicado que pruebas \ de cargo vinculan al favorecido
con e] delito de estafa y prueban su responsabilidad. Tampoco se ha argumentado ni
razonado por qué su condena se subsume en el delito de estafa. 5. Consecuentemente, este
Tribunal estima que las resoluciones cuestionadas vulneran los derechos a la motivación de
las resoluciones judiciales y a la presunción de inocencia en conexidad con el derecho a la
libertad del favorecido por lo que corresponde declarar su nulidad y ordenar que se emita
una nueva sentencia debidamente motivada. 6. Ordenar que el Cuadragésimo Juzgado
Penal de Lima emita una nueva sentencia debidamente motivada. Publíquese y notifíquese.
SS. VERGARA GOTELLI MEMA RAMÍREZ ÁLVAREZ MIRAN» Z MUNOZ 10 RELATOR TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL EXP. N.° 04415-2013-PTIC/TC LIMA MARCO ANTONIO FIGUEROA FALCÓN
Por estos fundamentos el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la
Constitución Política del Perú, HA RESUELTO 1. Declarar FUNDADA la demanda; en
consecuencia NULAS la Resolución de fecha 20 de julio de 2012 y la Resolución de fecha 4
de diciembre de 2012 emitidas en el Exp. N°55190-2008. TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EXP.
N.° 04415-2013-PHC/TC LIMA MARCO ANTONIO FIGUEROA FALCÓN FUNDAMENTO DE
VOTO DEL MAGISTRADO VERGARA GOTELLI Emito el presente fundamento de voto bajo las
siguientes consideraciones: „.- 1. fisr el presunte caso el recurrente interpone demanda de
hábeas corpus a favor de don /Marco Antonio Figueroa Falcón Pérez contra el Juez del
Cuadragésimo Juzgado Penal , : de Lima y Primera Sala Especializada en lo Penal para
Procesos con Reos en Cárcel li/ Colegiado 1-13" de la Corte Superior de Justicia de Lima,
solicitando que se declare la r nulidad de la Resolución de fecha 20 de julio de 2012 y de 4
de diciembre de 2012 (Exp. N° 55190-t008), sentencia condenatoria y su confirmatoria,
considerando que se está afectando O derecho al debido proceso. i Refiere e1f recurrente
que en el proceso penal seguido en contra del favorecido por el delito de /estafa se le
condenó a 4 años de pena privativa de la libertad. Señala que ha sido con enado por el delito
de estafa sin que existan pruebas de cargo que acrediten su responsa ilidad; que los
agraviados del delito imputado no fueron atendidos por el favorecido; y que los agraviados
en sus declaraciones han indicado que no tuvieron ningún grato con el favorecido. 2.
Admitida a trámite la demanda de hábeas corpus, en primera instancia se declara infunddda
la demanda considerando que las resoluciones judiciales se encuentran debida(nente
motivadas. La Sala revisora confirma la resolución apelada por similares argumentos. 3. Se
obaprva tanto del contenido de la demanda como en del escrito ingresado en este Tribunal
que el recurrente denuncia que las resoluciones cuestionadas carecen de una debida b:
razonable motivación que desvirtúe la presunción de inocencia, puesto que no se hace
referencia a la prueba de cargo que acredite la comisión del delito de estafa por parte del
favorecido. El derecho fundamental a la presunción de inocencia 4. En el Sistema
Internacional de Protección de los Derechos Humanos, el derecho a la presunción de
inocencia aparece considerado en el artículo 11.1 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, en el sentido de que "Toda persona acusada de delito tiene derecho a
que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en
juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su
defensa. De igual modo, el citado derecho TRIBUNAL CONSTITUCIONAL es enfocado en el
artículo 14.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 8.2 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. En relación con esta última, "(..) la Corte
ha afirmado que en el principio de presunción de inocencia subyace el propósito de las
garantías judiciales, al afirmar la idea de que una persona es inocente hasta que su
culpabilidad es demostrada". /tnYoncordancia con estos instrumentos internacionales de
protección de los derechos ' huManos, el artículo 2, inciso 24 de la Constitución establece
que "Toda persona es conylVerada inocente mientras no se haya declarado judicialmente
su responsabilidad". De esta manera, el constituyente ha reconocido la presunción de
inocencia como un derdcho fundamental. El fundamento del derecho a la presunción de
inocencia se halla talio en el principio-derecho de dignidad humana ("La defensa de la
persona humana y el r espeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado",
artículo 1 de la onstitución), como en el principio pro hómine. 6. Se ha señalado en anterior
oportunidad (cf STC 0618-2005-PHC/TC, fundamentos 21 y 2) que el derecho fundamental
a la presunción de inocencia, en tanto que presunción avis tántum, implica que "(...) a todo
procesado se le considera inocente mientras no se ruebe su culpabilidad: vale decir, hasta
que no se exhiba prueba en contrario. Rige desde el momento en que se imputa a alguien
la comisión de un delito, quedando el kicusado en condición de sospechoso durante toda la
tramitación del proceso, hasta que ¡se expida la sentencia definitiva". De igual forma, se ha
dicho (vid. STC 2915-2004- IPHC/TC, fundamento 12) que "la presunción de inocencia se
mantiene 'viva' en el proceso penal siempre que no exista una sentencia judicial que, como
corolario del cauce investigatorio llevado a cabo con las garantías inherentes al debido
proceso, logre desvirtuarla (..)". 7. En cuanto a su contenido, se ha considerado que el
derecho a la presunción de inocencia (cf STC 0618-2005-PHC7TC, fundamento 22)
comprende: "(...) el principio de libre valoración de la prueba en el proceso penal que
corresponde actuar a los Jueces y Tribunales; que la sentencia condenatoria se fundamente
en auténticos hechos de prueba, y que la actividad probatoria sea suficiente para generar
en el Tribunal la evidencia de la existencia no sólo del hecho punible, sino también la
responsabilidad penal que en él tuvo el acusado y así desvirtuar la presunción". El derecho
a la motivación de las resoluciones judiciales 8. Este Tribunal Constitucional ha manifestado
que la exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas, conforme al artículo 139°,
inciso 5, de la Constitución Política del Perú, garantiza que los jueces, cualquiera que sea la
instancia a la que pertenezcan, expresen el proceso mental que los ha llevado a decidir una
controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de impartir justicia se realice con
sujeción al TRIBUNAL CONSTITUCIONAL la Constitución y a la ley.

En la STC N.° 1230-2002-1-1C/TC, se señaló que "La Constitución no garantiza una


determinada extensión de la motivación, por lo que su contenido esencial se respeta
siempre que exista ,fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto y,
por sí misma, exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si esta es
breve o concisa (..) Tampoco garantiza que, de manera pormenorizada, todas las
alegaciones que las partes puedan formular dentro del proceso sean objeto de un
pronunciamiento expreso y detallado. En materia penal, el derecho en referencia garantiza
que la decisión expresada en el fallo sea consecuencia de una deducción razonable de los
hechos del caso, las pruebas aportadas y la valoración jurídica de ellas en la resolución de
la controversia. En suma, garantiza que el razonamiento empleado guarde relación y sea
proporcionado y congruente con el problema que el juez penal corresponde resolver". 1 I
9. En consecuencia, el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales implica la
exigencia de que el órgano jurisdiccional sustente de manera lógica y adecuada los fallos
que emita eel marco de un proceso. Ello no supone en absoluto una determinada extensión
d la motivación, sino fundamentalmente que exista: a) fundamentación jurídica, lo1que
supone que se exprese no solo la norma aplicable al caso, sino que también se kxplique y
justifique por qué el hecho investigado se encuentra enmarcado en los supuestos que la
norma prevé; b) congruencia entre lo pedido y lo resuelto; y, c) que por sí misma exprese
una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun cuando esta sea sucinta o se
establezca el supuesto de motivación por remisión [

Cfr. Expediente N.° 4348- f 2005-PA/TC]. En el caso de autos 10. En el presente caso se
advierte que el actor cuestiona dos resoluciones judiciales que condenaron al actor por el
delito de estafa. Del contenido de la Resolución de fecha 20 de julio de 2012 se aprecia que
en ésta no se expresa con claridad que el favorecido haya participado directamente en la
celebración del contrato que originó el delito de estafa que se le imputa, observándose que
incluso el juez emplazado expresa en su resolución que "el encausado no ha podido
mantener su inocencia" (Cfr. Fundamento sexto), expresión errada, puesto que no es labor
del imputado mantener su inocencia sino que es labor del Ministerio Público acreditar la
responsabilidad de una persona en determinado acto. En tal sentido se aprecia de la
sentencia que la argumentación de la sentencia condenatoria de primera instancia no
explica de manera detallada y concreta las razones por las que concluye que efectivamente
el favorecido engaño a los agraviados, argumentación que también asumió la sala superior
que confirmó la sentencia condenatoria. NO]_ L OR CIONAL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
11. En tal sentido el derecho a una resolución debida motivada es una exigencia que se
impone a todos los órganos tanto jurisdiccionales como administrativos, puesto que es
labor del juez —en este caso— sustentar debidamente las razones de su decisión, mas aún
cuando ésta conlleva a una restricción grave de la libertad individual, situación en la que la
exigencia es mayor. 12. En caso de autos conforme a lo señalado en el fundamento 10 supra
se ha acreditado la afectación al derecho a la presunción de inocencia así como a la debida
motivación de las resoluciones judiciales, por lo que corresponde declarar la nulidad de las
resoluciones cuestionadas a efectos de que los jueces emplazados emitan nueva resolución
debidamente motivada. Mi voto es porque declare NDAD la demanda y en consecuencia
declarar la Nulidad de las resoluciones cuestionadas , debiendo los jueces emplazados
emitir nueva resolución debidamente motivada
El Proceso de Habeas Corpus contra Resoluciones Judiciales toma en la actualidad
importancia en nuestro contexto, sobretodo con ocasión de procesos penales instaurados
en contra de ex – funcionarios estatales a quienes, en muchos casos, se les priva del derecho
a la libertad personal y que no en pocos casos, cuestionan las decisiones judiciales en su
contra por considerarlas arbitrarias.
El hecho que un juez emita una resolución judicial en la que se priva de su libertad a una
persona, no significa que esta decisión no pueda ser objeto de control constitucional
alguno, esto es parte también del debido proceso al que todo ciudadano sometido al órgano
jurisdiccional tiene derecho. La libertad se ve afectada cuando, entre otros motivos, una
persona es privada de ésta por una resolución judicial arbitraria. Es arbitraria porque no
respetó un debido proceso penal, lo cual hace al mismo, un proceso irregular.

En la actual Constitución Política de 1993, se regula al Hábeas Corpus en el Artículo 200º


inciso 1) que a la letra dice lo siguiente:
“Son garantías constitucionales:
1) La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o
los derechos constitucionales conexos”.
Asimismo, también es regulado el Hábeas Corpus por el nuevo Código Procesal
Constitucional, promulgado por Ley 28237 y publicado el 31 de Mayo del 2004; que más
adelante describiremos.
Sostiene, Alberto Borea que, la experiencia judicial de los Hábeas Corpus en el Perú a un
nivel práctico antes que teórico, ha sido asumir una interpretación restringida de la libertad
individual, en particular de la libertad física, seguridad personal y libertad de tránsito,
básicamente; a pesar que el artículo 12 de la Ley de Hábeas Corpus, establece los supuestos
de procedencia de dicha garantía, habiendo quedado desprotegida la libertad en la
mayoritaria jurisprudencia nacional en los casos vinculados, al derecho a la vida en las
demandas por detenidos-desaparecidos, a la integridad física, psíquica y moral; a no ser
incomunicados; y a la excarcelación en el caso de reo absuelto, entre otros.
César Landa, manifiesta que sin embargo con la entrada en funcionamiento del Tribunal
Constitucional, la jurisprudencia en materia de protección de la libertad personal y derechos
conexos a ella, fue mayoritariamente tutelar. Coincidimos con César Landa, pues
observamos que en el año 2003, a través de múltiples sentencias el Tribunal, ha asumido y
definido su posición en defensa de los derechos fundamentales y de sumo intérprete de la
Constitución.
Características del Hábeas Corpus
Así como el proceso de Hábeas Corpus persigue una finalidad como garantía constitucional
que protege la libertad de las arbitrariedades del poder, ésta se compone de características
importantes que parten de su propia naturaleza y aquellas que le atribuye la legislación
procesal constitucional a modo de reglas generales de aplicación.
4.1.- Sumariedad.-
Es decir, goza de un procedimiento rápido, fulminante, inmediato, bajo responsabilidad.
El carácter sumario de este procedimiento exige la preferencialidad por parte de los jueces,
claro está, bajo su responsabilidad.
4.2.- Subsidiaridad.-
Debido a que si no existe recurso alguno o si se agotó todo recurso en defensa de la libertad
personal vulnerada, el Hábeas Corpus se convierte en el único instrumento de defensa de
esta libertad constreñida por una resolución que a decir de Cesar Landa, no se ajusta
al derecho constitucional.
4.3.- Informalidad.-
A través de Hábeas Corpus se debe determinar si existió o no la violación al derecho a la
libertad y por ser este procedimiento sumario, debe ser lo menos complejo posible, pues
en juego está la libertad de un procesado o denunciado. Inclusive, en este tipo
de procedimientos, la acción se puede presentar verbalmente ante el juez penal.
4.4.- Reglas aplicables al procedimiento del Hábeas Corpus. (Artículo 23º de la Ley 23506,
Ley de Hábeas Corpus y Amparo).
a.- No caben recusaciones en el procedimiento.
b.- No caben Inhibiciones por parte del juez penal que conoce del asunto.
c.- No caben aplazamientos de las diligencias a realizarse.
d.- No interviene el Ministerio Público, a no ser que sirva para coadyuvar al agraviado.
e.- Los jueces deben habilitar día y hora para llevar a cabo las diligencias, así se trate de día
no hábil.

Clasificación del Hábeas Corpus


El Proceso de Habeas Corpus no se reduce solamente a restituir la libertad individual, sino
que tiene un alcance mucho mayor en el Derecho Constitucional y en Derecho
Procesal Constitucional; es así que contiene distintas variantes que podemos clasificarlas de
la siguiente manera:
5.1. Hábeas Corpus Reparador.-
Se dirige contra detenciones calificadas de arbitrarias y se da bajo tres
supuestos: Primero: Las producidas fuera de los supuestos del Mandato Judicial (escrito y
motivado) o de flagrante delito, o también de la llamada “Cuasiflagrancia”. Segundo: La que
pese a producirse dentro del Mandato judicial o flagrante delito se prolonguen por encima
de las 24 horas más el término de la distancia en el caso de delitos comunes o de 15 días
más el término de la distancia en el caso de delitos calificados, y; Tercero: Las ordenadas
por funcionarios distintos a los jueces o por jueces que carecen de competencia y las que
se ejecutan por personas distintas a la policía.
5.2.- Hábeas Corpus Restringido.-
Procede cuando se trata de actos restrictivos que sin implicar detención afectan la
libertad de manera continua, pues esta se ve restringida. Acá no se aprecia privación de
libertad, pero si entorpecimiento.
5.3.- Hábeas Corpus Correctivo.-
Se postula a fin de suprimir las condiciones de maltrato o mejorar la situación de aquella
persona cuya libertad está ya restringida, por ejemplo, cuando a través de este medio, los
internos en establecimientos penitenciarios pretenden mejorar su nivel de permanencia
denunciando condiciones infrahumanas.
5.4.- Hábeas Corpus Preventivo.-
Se postula de esta manera cuando existe amenaza a la libertad individual, debiendo
merituarse conforme a los requisitos de probabilidad o certeza y de inminencia. Cesar
Landa señala que procede esta figura: “cuando se amenace de manera cierta y concreta la
libertad personal, la libertad de tránsito o la integridad personal”. Asimismo, señala que “La
amenaza real es un asunto de casuística, que debe valorar el juez, en base al principio
constitucional de la presunción de inocencia, a la interpretación extensiva de la presunción
de la defensa de la libertad y a la interpretación restrictiva de la limitación de la misma”.
5.5.- Hábeas Corpus Traslativo
Procede ante la demora en la tramitación de los procesos judiciales o a fin de excarcelar a
quien se le mantiene indebidamente detenido no obstante haber cumplido su condena.
5.6.- Hábeas Corpus Innovativo
Permite tutelar residualmente el derecho reclamado, no obstante haberse convertido en
aparentemente irreparable. Se trataría no precisamente de una reparación total sino más
bien de una de carácter parcial.
5.7.- Hábeas Corpus Instructivo
Cuando una persona detenida y desaparecida por una autoridad o particular que niega la
detención y por ello es imposible ubicarla, se ocasiona a la persona afectada la violación de
sus derechos a la libertad, a la comunicación, defensa, integridad física e incluso derecho a
la vida.
Tiene como objeto individualizar al presunto responsable para proceder a denunciarlo.
6.- Competencia en el proceso de Habeas Corpus
El factor competencia es uno de los más importantes elementos del proceso de Hábeas
Corpus. En efecto y de acuerdo a la ley de amparo y hábeas corpus actual, está facultado
para conocer de las acciones de Hábeas Corpus cualquier juez penal del lugar donde se
encuentre el detenido o del lugar donde se haya ejecutado la medida o del lugar donde
se haya citado. Si se trata de detención arbitraria, atribuida a la orden de un juez, la acción
se interpondrá ante la Sala Penal, la que designará a otro juez penal, quien decidirá en el
término de 24 horas.
7.- Causales de Improcedencia del Proceso de Hábeas Corpus.
Si bien es cierto el proceso de Hábeas Corpus no supone la existencia de condiciones para
su procedimiento, sí es necesario que los recurrentes y magistrados tengan en cuenta los
casos en que no procede el Hábeas Corpus; y, así tenemos que no procede el Hábeas Corpus
cuando:
a.- El recurrente tenga instrucción abierta o se halle sometido a juicio por los hechos que
originan la acción de garantía.
b.- La detención que motiva el recurso ha sido ordenada por juez competente dentro de un
proceso regular; y,
c.- El recurrente sea prófugo de la justicia, desertor de las Fuerzas Armadas o Policía
Nacional, o evasor de la conscripción militar, o militar en servicio arrestado por sus jefes o
esté cumpliendo pena privativa de libertad ordenada por los jueces.
8.- Procedimiento.-
El procedimiento en las acciones de Hábeas Corpus se desarrolla dependiendo de que se
trate de una detención o de un acto en contra de la libertad personal diferente a la
detención:
a.- En caso de detención: Interpuesta la acción ante el Juez Penal de turno, éste debe
constituirse de inmediato, o cuando menos en el día al lugar de la detención y disponer que
la autoridad responsable presente al detenido y explique su conducta. Comprobada la
detención arbitraria, el juez penal pone en libertad al detenido, dando cuenta a la Sala Penal
respectiva. La Ley 23506 también establece que de no ser suficiente la
sumaria investigación, el Juez citará a quienes ejecutaron la violación para que expliquen
las razones y resolverá de plano.
b.- En caso de lesiones a otros aspectos de la libertad personal: El Artículo 18ª de la Ley
23506, establece que el Juez debe citar a quienes ejecutaron la violación a fin que expliquen
los motivos de ésta y resolverá en el término de un día natural.
En cualquiera de estos dos procedimientos, proceden recursos impugnatorios, como el
de apelación contra una sentencia de primera instancia o Recurso Extraordinario contra
una sentencia de Vista expedida por la Sala Penal superior.
Las Resoluciones que recaen en este tipo de procedimientos contienen un mandato especial
de protección a la libertad. Ortecho Villena señala que: “Deben ejecutarse tan pronto como
queden consentidas o ejecutoriadas ya que, de no ser así, no cumpliría su misión de
restablecer la libertad en el tiempo más breve posible“.
9.- El Habeas Corpus en el Código Procesal Constitucional.
El Código Procesal Constitucional, recientemente promulgado el 28 de Mayo del 2004 y
publicado el 31 del mismo mes y año constituye un gran salto en la defensa de los derechos
fundamentales por quienes imparten justicia en el Perú. Presentado el nuevo Código, ante
el propio Tribunal Constitucional, como defensor y supremo intérprete de la Constitución,
consagra un conjunto de normas que actualiza y en muchos casos innova los
procedimientos establecidos en las leyes 23506, 24968, 25398 y 26301, principalmente.
Es importante destacar que el Código, acerca de la interpretación de los derechos
constitucionales, establece:
“El contenido y alcances de los derechos constitucionales protegidos por los procesos
regulados en el presente Código deben interpretarse de conformidad con la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, los tratados sobre derechos humanos, así como de las
decisiones adoptadas por los tribunales internacionales sobre los derechos humanos
constituidos según tratados de los que el Perú es parte”.
Consideramos que este precepto será de gran utilidad para resolver los procesos
constitucionales que se presenten, pues de esta manera la justicia peruana seguirá los
cánones o estándares regionales e internacionales de defensa de los derechos
fundamentales.
La Acción de Hábeas Corpus en adelante se denominará “Proceso de Hábeas Corpus” y su
tramitación será con algunas diferencias como:
1. En cuanto a la procedencia del Hábeas Corpus, el Artículo 4º (Procedencia
respecto a Resoluciones Judiciales) establece en su segundo párrafo: “El Hábeas
Corpus procede cuando una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta
la libertad individual y la tutela procesal efectiva”.
2. Respecto a la competencia del juez que conocerá dicho proceso. la demanda de
Hábeas Corpus se podrá interponer ante cualquier juez penal (lo que ya no hace
necesario que sea exclusivamente el juez penal de turno el que sea competente)
y no será necesaria la autorización de abogado en el escrito de demanda.
3. Otra novedad es la referida al trámite en los casos de “desaparición forzada“, que
tendrá un procedimiento “especial”, tipificado en el artículo 32º.
4. Asimismo, el legislador hace una distinción en cuanto al trámite del Hábeas
Corpus en caso de detención arbitraria (Artículo 30º) y en “casos
distintos” (artículo 31º). En este punto, consideramos que el término “detención
arbitraria” podría traer algunos problemas de interpretación por el Juez, en el
sentido de qué tipo de detención es arbitraria y cuál no es detención arbitraria?.
En que casos estamos ante una detención arbitraria? Y, por último, quién y con
qué criterio se diferenciará los supuestos de “casos distintos” a detención
arbitraria?.
5. En cuanto a las normas de procedimiento, el nuevo Código (Artículo 33º) enfatiza
aspectos, tales como: inciso 7) El Juez o Sala designará un defensor de oficio al
demandante, si lo pidiera e, inciso 8) Las actuaciones procesales son
improrrogables.
6. Finalmente y no por ello menos importante, es la innovación del Código respecto
a la enumeración de los derechos protegidos, pues el inciso 15 del artículo 25º
establece “El derecho a que se observe el trámite correspondiente cuando se trate
del procedimiento o detención de las personas, a que se refiere el artículo 99º de
la Constitución”. El artículo 99º se refiere a la Acusación Constitucional de la
Comisión Permanente ante el Pleno del Congreso a los funcionarios que gozan de
la inmunidad del antejuicio político. Da la casualidad que es precisamente en este
aspecto en el cual la Comisión Permanente del Congreso actual ha cometido
irregularidades y arbitrariedades, que en muchos casos sin el menor fundamento
legal acusa al funcionario, políticamente y sin el menor reparo, ante el Pleno
afectando las garantías mínimas del debido proceso.

CAPITULO III
Resoluciones Judiciales Arbitrarias y Afectación a la Libertad Personal
1.- Alcances Constitucionales de la Libertad Individual.-
La Constitución Política del Estado establece en el su Artículo 2º, inciso 24) el derecho de
toda persona a la libertad y a la seguridad personales. El derecho a la libertad individual es
un derecho subjetivo, en cuanto garantiza que no se afecte indebidamente la
libertad física de las personas, esto es, su libertad locomotora, ya sea mediante
detenciones, internamientos o condenas arbitrarias. Este concepto ha sido recogido por el
Tribunal Constitucional en diversas sentencias sobre la materia. Además, el Tribunal en la
Sentencia Nº 1091-2002-HC/TC de fecha 12 de Agosto del 2002, señala que el Hábeas
Corpus procede frente a cualquier supuesto de privación de libertad, independientemente
de su origen, y de la autoridad, funcionario o persona que la haya ejecutado.
La protección al derecho a la libertad individual esta reconocida por la Declaración Universal
de Derechos Humanos (Artículo 9º) y la Convención Americana de Derechos Humanos
(Artículo 7.1), en el Convenio Europeo de Derechos Humanos y Libertades Fundamentales
(Artículo 5.1), entre otros Acuerdos Internacionales.
Si bien es cierto el derecho a la libertad individual es un derecho esencial e importante, no
es absoluto puesto que puede limitarse su ejercicio por contraponerse a valores de mayor
nivel para la sociedad. Los límites al ejercicio de este derecho pueden ser “intrínsecos”, si
se deducen directamente de la propia naturaleza y configuración del derecho en cuestión;
o, “extrínsecos”, si se deducen de la inserción de los derechos en el ordenamiento jurídico,
y su fundamento reside en la necesidad de proteger otros bienes o derechos
constitucionales.
2.- Limites al Derecho a la Libertad Individual: El Mandato de Detención Judicial.-
La detención judicial preventiva es el apremio que dicta el juez penal contra un procesado
a fin de asegurar los fines del proceso penal. Asegura también su presencia y evita que ésta
no eluda la acción de la justicia o entorpezca la actividad probatoria.
La privación o limitación al ejercicio del derecho a la libertad, al ser anterior a la sentencia
dictada en el proceso, es un tipo de medida cautelar. Si bien las medidas cautelares son
medidas que tienden a asegurar los fines del proceso, dichas medidas toman el nombre de
coerción procesal, porque en ellas se hace uso de la “fuerza pública” para lograr garantizar
el éxito del mismo. El Tribunal Constitucional se ha pronunciado en el sentido de que se
trata de una medida cautelar. El Tribunal señaló que: “en la medida en que la detención
judicial preventiva se dicta con anterioridad a la sentencia condenatoria, es en esencia una
medida cautelar”

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