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Este libro fue elaborado por el Centro de Cooperación Regional para la Educación

de Adultos en América Latina y el Caribe (CREFAL)

COORDINACIÓN GENERAL. Juan Francisco Millán Soberanes

ESPECIALISTA. Marcela Acle Tomasini

EQUIPO PEDAGÓGICO. Graciela Galindo Orozco y Bernardo Lagarde

DIRECCIÓN DE ARTE. Rafael López Castro

COORDINACIÓN EDITORIAL. Marta Covarrubias Newton


Y DISEÑO GRÁFICO

ILUSTRACIÓN. Juan Morales García

APOYO INSTITUCIONAL . Lilian Álvarez, SEP. ILCE

D.R. @ Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América


Latina y el Caribe, Pátzcuaro, Michoacán.

ISBN 968-5341-08-7

IMPRESO EN MÉXICO EN LOS TALLERES DEL CREFAL


Av. LÁZARO CÁRDENAS S/N COL. REVOLUCIÓN
C.P. 61609 PÁTZCUARO, MICHOACÁN NOVIEMBRE DE 2001
ÍNDICE

PARA EMPEZAR

COMUNICACIÓN EN LA FAMILIA

DE ALLÁ PARA ACÁ

EL TIEMPO QUE LES QUEDA LIBRE

ASÍ ES LA VIDA, ¿SERÁ?

JUEGO DE MANOS

NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO

PARA TERMINAR
PARA EMPEZAR

Los actuales medios masivos de comunicación representan un gran adelanto


científico y tecnológico. Si imaginamos la vida de las familias hace 100 o 200 años
podemos suponer que, si bien la comunicación entre sus miembros era más
directa, estaban poco enterados de lo que sucedía en su propio país y en el
mundo. De hecho, el primer medio masivo de comunicación fue el periódico y en
sus inicios sus lectores eran pocos y su circulación, baja. Gracias a los avances
obtenidos en el siglo XX, en la actualidad hasta en las comunidades más
apartadas existe un radio que nos ayuda a saber en forma inmediata lo que
sucede en otros lugares y, cada vez más, la televisión tiene una importante
presencia en los hogares del campo y de las ciudades. Asimismo, el cine continúa
siendo una forma especial de entretenimiento en tanto que nos presenta todo tipo
de historias y aventuras.

Los medios masivos cumplen un papel fundamental en la vida política, social,


educativa y cultural del mundo. No podemos negar su importancia, sobre todo de
la televisión, por lo que hablaremos con mayor detenimiento de ésta. El auge de
los medios ha ocasionado que las personas estemos casi todo el tiempo rodeadas
de los más diversos mensajes, ya sea en nuestra casa, en el trabajo, en el
transporte público, en el mercado y prácticamente en cualquier lugar. Esta
cotidianidad hace que nos acostumbremos a ellos y que no siempre valoremos la
influencia positiva o negativa que pueden tener en nosotros y en nuestros hijos. A
veces, el tiempo dedicado a ver, escuchar o leer alguno de estos medios puede
llevar a descuidar la comunicación con nuestra familia.
Mamá y papá: con este libro buscamos ayudarles a valorar la información que
transmiten los medios masivos de comunicación; a elegir qué ver, leer o escuchar;
a formar su propia opinión acerca de los mensajes que los rodean. Les sugerimos
algunas actividades con la familia que facilitan la conversación con sus hijas e
hijos respecto de las ideas que reciben a través de los medios y de lo que ustedes
piensan y sienten de la vida.

Más que palabras

Para los seres humanos la comunicación es básica para vivir. Nos ayuda a
relacionarnos con los demás, a satisfacer nuestras necesidades, a resolver
problemas, así como a compartir intereses, gustos, ideas, sentimientos o
información indispensable para relacionar nuestro propio mundo con el de otras
personas.

Nos comunicamos por medio de imágenes, de gestos corporales, en forma escrita


o hablada; esta última es una de las más ricas para el ser humano. Cuando
hablamos con alguien le decimos lo que pensamos, lo que sentimos y lo que
deseamos mediante palabras, pero también con la expresión de la cara, con el
movimiento de nuestras manos y con nuestros gestos.

No siempre nos comunicamos igual, unas veces es más fácil que otras, depende
de nuestro estado de ánimo, de la claridad de nuestros pensamientos y
sentimientos relacionados con la situación que estemos viviendo y de la respuesta
de los demás.

Aun cuando la comunicación es cotidiana, no siempre ocurre de la misma manera.


En algunas ocasiones se reduce a mensajes, a órdenes o a deseos de uno de los
interlocutores, lo cual disminuye la posibilidad de intercambio de ideas o puntos de
vista. Otras veces las personas propiciamos un ambiente donde es posible
sentirnos escuchados y comprendidos.

Para que haya buena comunicación se requiere la disposición y el interés por


compartir, así como conocer los lenguajes verbales y no verbales más comunes:
las miradas, los gestos de disgusto, de agrado o indiferencia y los ademanes. Por
ejemplo, un recién nacido expresa sus necesidades mediante llantos, y su madre
tiene que aprender a entenderlos para comprender qué le pasa. A medida que la
niña o el niño crece, empieza a compartir formas de expresión con la mamá y las
personas que lo rodean. Cuando aprende a hablar, la comunicación del niño con
el mundo es mucho más fácil.
Entonces, una buena comunicación existe cuando:

. se utilizan lenguajes comunes,

. se muestra disposición e interés mutuos,

. hay diálogo: así como nosotros hablamos y decimos lo que pensamos y


sentimos, estamos dispuestos a escuchar lo que piensa y siente el otro,

. se respetan las ideas y sentimientos de los demás,

. se resuelven diferencias, por ejemplo, entre los padres y los hijos.

En la vida diaria hablamos con nuestra pareja, con nuestros hijos e hijas y con
muchas personas más. Sin embargo, podemos hablar con alguien y no
comunicarnos, por ejemplo:

-Oye mamita, ¿de dónde vienen los niños? -pregunta Juanito, de cinco años.

-Ésa no es una pregunta para un niño de tu edad. Mejor ponte a hacer tu tarea
responde Josefina.

En este caso la madre no estableció un diálogo con Juanito. No le preguntó acerca


de las razones de su duda. Su hijo quería saber de dónde vienen los niños porque
vio o escuchó algo que lo inquietó. Josefina no sabe dónde ni qué fue lo que el
niño vio o escuchó y no conoce la información que tiene. Finalmente, no le resolvió
nada. Con seguridad, él buscará la respuesta en otro lugar.

Lo más importante es que, con la actitud de su madre, Juanito aprendió que a su


mamá no le gusta hablar de ese tema y probablemente no le volverá a preguntar.
Josefina cerró la posibilidad de gozar de la confianza y comunicación con su hijo.

Veamos la misma situación, pero con disposición al diálogo:

-Oye mamila, ¿de dónde vienen los niños? -pregunta Juanito, de cinco años.

-Siéntate junto a mí y primero dime: ¿por qué me lo preguntas?

-le dice Josefina abrazándolo.

-Es que vi una caricatura donde un señor muy malo fabricaba niños en un
laboratorio. Pero no eran niños de verdad, porque tenían caras como de calaveras
y eran muy malos. ¿Se pueden fabricar niños así, mama?

-¡Claro que no, Juanito! A los niños los hacen sus papás con mucho amor, y
durante nueve meses crecen en la panza de su mamá hasta que nacen. ¿Te
acuerdas cómo estaba tu tía Maribel antes de tener a Toño? Pero platícame sobre
esa caricatura que viste. ¿Qué más pasaba?

-Bueno, yo te digo, pero tu también me dices cómo entró Toño en la panza de mi


tía, ¿sale?

En este ejemplo la mamá de Juanito se interesó en lo que le pasaba. En su


diálogo con él se dio cuenta de que el niño:

. tenía una inquietud por lo que vio en la caricatura,


. acudió a ella porque le tiene confianza,

. no tenía buena información acerca del tema,

. estaba aprendiendo de la televisión, y valoró lo importante de hablar" con él


sobre lo que estaba viendo en las caricaturas.

Al abrazarlo Josefina le mostró su cariño y le despertó confianza. Lo más probable


es que Juanito le vuelva a preguntar cuando tenga dudas.

Una buena comunicación nos permite conocer mejor a nuestra familia. Es


importante que nosotros, nuestra pareja y nuestros hijos e hijas digamos y
expresemos con toda libertad nuestras ideas, dudas y sentimientos sin herir a
otros.

Para que haya buena comunicación se necesita:


. escuchar y poner atención a lo que dicen los demás. Tratar de entender y
respetar lo que las otras personas piensan o sienten,

. observar sus gestos para entender mejor lo que nos quieren decir,

. exponer nuestras ideas y sentimientos, pero también tomar en cuenta lo que


dicen los demás para profundizar el tema y enriquecer el diálogo,

. tratar de ponerse en "los zapatos del otro" para entenderlo mejor. Tener interés
en lo que le sucede o piensa,

. buscar la información junto con ellos para aclarar las dudas de los temas que
desconocemos.
El aprendizaje para comunicarnos se inicia en la familia. Quien crece en un
ambiente donde hay disposición a platicar con respeto, tolerancia, cercanía y
afecto, con seguridad tratará de relacionarse así con las personas del mundo
exterior. Es muy probable que sea una persona dispuesta a dialogar y a escuchar
a los demás.

Cada familia enseña a sus integrantes diversas maneras de comunicarse


utilizando expresiones propias de ella. En la escuela los niños continúan
aprendiendo normas, hábitos, lenguajes, modales comunes a la mayor parte de la
gente, que les facilitan su relación con el mundo.

Estas. formas de comunicarse y de vincularse con el mundo externo van más allá
de la familia y de la escuela. Cada vez más, los medios masivos de comunicación
enseñan no sólo formas de relacionarnos, sino también de ver el mundo, nos dan
ideas e información, nos provocan sentimientos que pueden influir positiva o
negativamente en nuestras vidas.

Asimismo, influyen en la construcción de valores y normas de convivencia, no sólo


dentro de la familia, sino en la sociedad en general. Los medios masivos de
comunicación influyen en nuestras costumbres, nuestros hábitos de consumo,
nuestras opiniones, nuestra manera de vestir, nuestras aspiraciones, en los
aspectos intelectuales y emocionales de nuestras vidas.

No podemos vivir ajenos a los medios ni pretender que no existen; sin embargo,
es posible aprovecharlos como un aliado en la educación y entretenimiento de
nuestros hijos. Por supuesto, hay que poner límites; analizar su programación y
también orientar a los niños respecto de lo que vale la pena ver, leer o escuchar y
de cómo hacerlo.

Es importante establecer un diálogo permanente con nuestra familia. El primer


paso es conocer lo que nuestros hijos e hijas ven, leen o escuchan a través de los
medios; saber lo que les dicen y cómo les muestran el mundo. El segundo es
reflexionar y hablar sobre esos contenidos, convertidos en oportunidades para
estrechar la comunicación en la familia y fomentar una actitud crítica y reflexiva
constante ante los diversos mensajes que nos transmiten.
Lo que nos dicen y no nos dicen

La radio, la televisión, el cine, el periódico, las historietas o las revistas son medios
masivos que nos transmiten todo tipo de mensajes.

Los medios no siempre presentan la realidad tal cual es. Esto queda claro con el
manejo de algunas noticias. Un mismo suceso puede ser presentado de manera
diferente en dos canales de televisión, en la radio, o en los periódicos. Por
ejemplo, en la prensa, un periódico puede dedicar varias páginas al análisis de las
causas de una guerra según su punto de vista, y otro, ni siquiera mencionarla.
Esto sucede con todos los medios y con la mayor parte de la información que
presentan.

Otra característica es que en muchos de los mensajes que nos transmiten la TV,
el cine o la radio generalizan situaciones con las que la mayoría de las personas
se puede identificar, porque toman partes de la realidad. No obstante, algunos
temas, historias y personajes que se presentan son inventados y no corresponden
necesariamente con el mundo real.

Por eso es importante observar con mucho cuidado lo que nos muestran para
poder seleccionar aquello que consideremos más verídico y, por supuesto, formar
esa actitud en nuestros hijos e hijas desde pequeños.
Intenciones y enfoques

Todo emisor tiene una intencionalidad al transmitir un mensaje. Por ejemplo, las
películas responden en general a la visión e interés particular de quien las hace,
así como a intereses personales de los autores y creadores.

Los medios cumplen con una o varias de las siguientes funciones:

. Entretienen. Nos ayudan a pasar el rato; en nuestra casa, la radio y la televisión


nos distraen y divierten con sus historias, su música, sus programas culturales, de
deportes o de concursos. Lo mismo sucede con las revistas, las historietas y el
cine.

. Informan acerca de lo que sucede en las localidades, en el país y en el mundo,


de acuerdo con la interpretación de los hechos y la selección de información que
hace quien produce el mensaje. También, sobre posibles desastres y de cómo
enfrentarlos; sobre trámites que debemos realizar o asuntos donde se solicita
nuestra participación, por ejemplo, en las campañas de vacunación o de ayuda a
los damnificados, entre otros.

. Apoyan a la comunidad, por ejemplo: la localización de personas desaparecidas;


incluyen secciones de avisos con el fin de que quienes viven en lugares distantes
se envíen mensajes, así como reportes de situaciones que obstaculizan el tráfico
en el medio urbano, y otros más.

. Dan a conocer sucesos históricos, económicos, políticos y sociales de México y


del mundo. Los medios acercan a nuestras casas formas de vida, culturas,
descubrimientos, tecnologías, avances científicos y obras artísticas que de otra
manera no podríamos conocer.

. Apoyan el desarrollo de procesos educativos como la telesecundaria y otros


tipos de programas radiofónicos, televisivos o de materiales impresos destinados a
complementar la educación de las personas.

. Ofrecen consejos prácticos para solucionar problemas de la vida diaria:


enfermedades de los niños, recetas de cocina, problemas con los hijos o con la
pareja. Por lo general estos programas, tanto en radio como en televisión, tienen
una línea abierta para que el público se comunique y pregunte sus dudas.

. Venden ideas, productos o servicios para todo tipo de personas.

Los medios masivos de comunicación


transmiten modos de ver y de entender el mundo,
difunden valores, forman opinión
y promueven estilos de vida.

Veamos algunos ejemplos de lo que, constantemente y de diversas maneras, nos


dicen muchos mensajes en la prensa, las revistas, la radio, la televisión y hasta en
la calle.
Julio es un "hombre exitoso" en el trabajo y con las mujeres porque viste bien y
tiene mucho dinero. Puede comprar todo.

Marta es delgada y es una "mujer feliz" porque se casó con un hombre rico y viven
en una casa grande, y ella no tiene que preocuparse de nada, sólo de comprar y
embellecerse.

Si ésta es la felicidad o el éxito, ¿creen ustedes que para la mayoría de las


mexicanas y de los mexicanos es posible llegar a ser como Julio o Marta?
¿Cuáles son los valores que promueven esos mensajes? ¿Por qué el mundo que
nos presentan generalmente está habitado por mujeres y hombres, niñas y niños
que no corresponden con nuestras características económicas y físicas como
mexicanos?

Ustedes tienen su propia idea acerca de la felicidad y el éxito y de lo que quieren


decirle a sus hijas e hijos.

¿Cuáles son los valores que desean para su familia?

Los mensajes que recibimos de los medios masivos tienen diversas intenciones.
Por ejemplo, existen canales de televisión y estaciones de radio con fines
comerciales y de diversión; otros con fines educativos, culturales o sociales. En
cualquier caso contribuyen a formar ideas, valores y actitudes.

Los medios masivos llegan casi a todas partes y son leídos, vistos o escuchados
por mucha gente al mismo tiempo, tanto en el campo como en la ciudad. Esto
ocurre sobre todo con la televisión: las telenovelas, los programas de concurso o
los noticiarios pueden ser vistos en las capitales de los estados, en ciudades
medias o localidades pequeñas de casi toda la república y también en otros países
del mundo.

Esta situación hace que los productores de la información que se transmite traten
de abarcar la atención de todo tipo de personas: niños, jóvenes o adultos. Los
mensajes con fines educativos o culturales buscan temas que puedan
interesarnos, que amplíen nuestros conocimientos y desarrollen nuestra capacidad
intelectual; por otro lado, los mensajes comerciales pretenden mostrar diferentes
necesidades de las personas para aumentar la compra y venta de algunos
productos; manipulan las necesidades que todos tenemos de amar, de agradar, de
atender a la familia, de sentirnos "importantes" o de "ser alguien".

Este último tipo de mensajes, al darnos respuestas únicas y generales para


resolver nuestras necesidades, pasan por alto nuestras posibilidades económicas,
tradiciones y creencias. Tienden a uniformar la cultura tratando de borrar las
diferencias y desigualdades, a veces excluyen a los grupos minoritarios y los
exponen como no deseables. Por ejemplo, pocos son los periódicos, las revistas y
los noticiarios de radio o televisión que presentan información acerca de los
problemas de los pueblos indígenas. Además, cuando en ciertas historias o
novelas aparecen indígenas suele suceder:

. que se destaque lo "mal" que hablan el español y se haga burla de su lengua y


de su forma de vestir; o

. que en el transcurso de esa historia dejen de vestirse a la usanza tradicional para


hacerlo como "personas urbanas capaces de hablar el español perfectamente y
triunfar".

En México existen pueblos indígenas cuyas culturas son muy valiosas. Sin
embargo, todavía son pocos los programas en que se reconocen estas cualidades
y diferencias que contribuyen a darle a nuestro país su gran riqueza cultural.

fotografía
Algunos grupos minoritarios también son tratados con actitudes devaluatorias, de
burla, desprecio y marginación social que, con frecuencia, reproducen quienes
reciben estos mensajes. Esta situación se debe fundamentalmente a que estas
minorías no se ajustan a los modelos que promueven muchos de los medios
masivos.

Si bien su cultura, su forma de entender el mundo, su forma de vestir, sus


creencias y sus opiniones tienen un valor importante para ustedes, las de los
demás son igualmente valiosas. Por eso es importante el entendimiento, la
tolerancia, el respeto a la diferencia y el diálogo.

¿Cómo sería el mundo si todos pensáramos, habláramos, vistiéramos o nos


comportáramos igual?

Los noticiarios de radio y televisión, cuya función principal es informar, a veces se


convierten en una lista abrumadora de hechos frente a la que es necesario
rescatar aquella información que consideramos más importante.

Por fortuna existen algunas opciones de programas en la radio y en la televisión y,


además, una gran variedad de periódicos y revistas que nos ayudan a ampliar la
información y a formar nuestro propio punto de vista sobre los diferentes sucesos.

Leer el periódico es otra forma de saber lo que pasa en nuestro estado, en nuestro
país o en el mundo. Cuando revisamos un periódico podemos escoger entre la
lectura de deportes, espectáculos, cultura o noticias. Hay periódicos que destacan
las noticias políticas, sociales o financieras, otros se especializan en deportes o en
espectáculos artísticos. Cada persona tiene la libertad para buscar el tipo de
información que más le interese.

Las revistas también son de diversos tipos: de entretenimiento o especializadas en


política, comercio, ciencia y tecnología.

En la actualidad muchos niños y jóvenes consultan la internet en la computadora.


En algunas poblaciones ya encontramos pequeños establecimientos donde se
puede obtener rápidamente información del tema que a cada quien le interese. Por
ello debemos estar muy alerta para saber qué tipo de información consultan
nuestros hijos e hijas.
¿En qué lo usan?

El tiempo libre es el que no dedicamos al trabajo ni al estudio. Es un tiempo para


el descanso y el disfrute solos o en compañía de los seres queridos.

Marquen con una X si han vivido situaciones como éstas:

• A la hora de las comidas la familia ve la televisión.


• Les piden a sus hijos que vean la televisión para que no den "lata".
• Lo primero que hacen al llegar a casa es encender el televisor.
• Prefieren ver la televisión a leer un libro o un periódico.
• En su casa el televisor está encendido más de tres horas al día.
• Encienden el televisor porque en ese momento no quieren hablar con
nadie.
• Su familia se reúne con otros miembros de su comunidad en las tardes o en
las noches para ver la televisión.

Si anotaron una X en cualquiera de los casos anteriores, significa que en su vida y


en su hogar la televisión ocupa un lugar muy importante. El tiempo que pasamos
enfrente del televisor y la atención que damos a lo que vemos puede quitar tiempo
para la comunicación en la familia.
Aunque en apariencia la familia está unida cuando ve la televisión, sentados unos
junto a los otros, muchas veces en realidad está aislada. Cada quien está
interesado en lo que está viendo y no en comunicarse con los demás.

En los niños esto es muy claro. Observen a sus hijas e hijos mientras ven la
televisión. ¿Cómo están? Parecen hipnotizados, dominados, inactivos, inmóviles.

Una característica de los medios masivos es que los recursos que utilizan en la
producción de sus mensajes: las imágenes, el suspenso, el color, las historias, la
música o las canciones, entre otros, atrapan nuestra atención porque lo que nos
presentan se parece mucho a la realidad. Esto hace que nos olvidemos del mundo
exterior y de quienes nos rodean.

Piensen en ustedes mismos y en su pareja. ¿Les sucede esto?

Es preciso reconocer que muchas veces atendemos tanto a la televisión porque


queremos olvidarnos un rato de nuestros problemas y del mundo que nos rodea, a
veces incluso de nuestra propia familia. Lo malo es que, a menudo, ese rato de
aislamiento se convierte en varias o muchas horas en que prácticamente no nos
comunicamos con los demás.

¿ Ustedes creen que con apagar el televisor se soluciona el problema? ¿Cómo lo


han resuelto en su familia?

Hemos puesto el ejemplo de la TV porque es el más común, pero sucede casi lo


mismo con los otros medios masivos.

Por ejemplo, la radio es otro medio de comunicación que absorbe la atención de


muchas personas, pues tiene la ventaja de que puede ser escuchada en cualquier
lugar: la casa, el trabajo o el transporte colectivo, entre otros. Los programas de
concursos, de chistes o de consejos, los noticiarios, las radionovelas, pero, sobre
todo, la música y canciones que transmiten hacen que, junto con la televisión, la
radio sea otro de los medios con mayor presencia en México.
Por lo anterior, no podemos negar su importancia ni su presencia en nuestra vida
diaria. No podemos desmentir que tienen su lado positivo, ya que nos entretienen,
nos divierten, nos informan y también podemos aprender de ellos, pero tampoco
podemos dejar de estar al pendiente de aquella información y mensajes que
pueden ser negativos o violentos.

Es importante hacer un esfuerzo para no ser absorbidos por los medios y buscar
espacios que nos permitan:

. aprovechar sus mensajes para estrechar la comunicación en la familia y fomentar


en nuestros hijos e hijas una actitud observadora, constructiva y crítica ante lo que
leen, ven o escuchan en cualquier medio,

. convivir de otra manera con la pareja y los hijos, inventando juegos y actividades
para disfrutar mejor el tiempo libre y para que las niñas y los niños sean más
activos e imaginativos,

. seleccionar películas, programas de radio o de televisión, o materiales impresos


con los que podamos enriquecer nuestro conocimiento y divertirnos con agrado,

. distribuir mejor el tiempo que les dedicamos.

Esto es necesario porque, aun cuando la familia y la escuela son las principales
educadoras de los niños, el contacto cada vez más prolongado con los medios
masivos, y la variedad y frecuencia de los mensajes que transmiten también
influyen en su formación.

Mencionamos que es común que los niños estén frente al televisor y que se
queden como hipnotizados. Sin embargo, cuando la niña o el niño ve la televisión
no sólo se divierte y se distrae, sino que también aprende.

Los niños se encuentran en una etapa muy importante de formación. Tienen


muchas inquietudes y preguntas acerca del mundo que los rodea. Cuando ven la
televisión, escuchan la radio o leen una historieta van formando su manera de
pensar, valorar y entender el mundo junto con lo que viven y aprenden en su
familia y en la escuela.

Los medios refuerzan lo que los niños y los jóvenes viven en la familia. Si un joven
o una joven tiene inquietudes sobre las relaciones sexuales y no puede hablar de
este tema con su padre ni con su madre, la televisión, el cine, la letra de una
canción, la lectura de una historieta o una fotonovela y la consulta en la internet le
irán dando información sobre cómo comportarse en este terreno.

En este caso los medios proporcionan al joven la información que busca. Es muy
probable que aprenda valores y formas de relación con los que podríamos no
estar de acuerdo.

Es muy importante no hacer a un lado nuestra responsabilidad en la formación de


nuestros hijos. Es necesario conocer y platicar con ellas y ellos respecto de lo que
aprenden a través de los medios masivos para enseñarlos a ser selectivos, a
reflexionar y a ser críticos ante los mensajes que reciben.

En las siguientes páginas encontrarán actividades para que las realicen junto con
sus hijas e hijos. La idea es que, con base en lo que ellos comenten, ustedes
puedan:

. identificar qué tanto los medios están influyendo en las creencias y formas de ver
la vida de sus hijos,

. dialogar con ellos acerca de cómo ustedes entienden la vida, lo que desean para
su familia y no solamente lo que dicen los medios masivos,
. enseñarles que no todo lo que se dice en los medios es verdadero y ayudarlos a
desarrollar una disposición crítica ante lo que ven, leen o escuchan y ayudarlos a
reforzar valores positivos.

Además de que con estas actividades ustedes podrán comunicarse con ellos,
también se darán cuenta de que para sus hijas e hijos en ocasiones la atención de
sus padres puede ser más importante que un programa de radio o televisión, una
revista o cualquier fotonovela.

Dicen que debemos ser...

La televisión es uno de los medios con mayor presencia en nuestros hogares.


Tomaremos algunos ejemplos de su programación para revisar de qué maneras
transmite modos de ver y de entender la vida.

La telenovela puede ser considerada como uno de los géneros de mayor


aceptación, muestra de ello es la cantidad de horas que se dedica a su difusión.
Es común que sean vistas o escuchadas tanto por mujeres como por hombres
adultos e, incluso, existen telenovelas dedicadas, en particular, a los adolescentes
y a los niños. Sin embargo, en todos los casos, las características básicas de
estas historias son muy parecidas.

En general sus temas son los problemas que se le presentan a una mujer por
conquistar o mantener el amor de un hombre que casi siempre tiene mucho
dinero. Al final se casan o reconcilian y son felices. En el caso específico de las
telenovelas infantiles los niños actores participan de estos problemas y juegan un
papel importante para resolverlos.

El modo de representar la vida en las novelas promueve un deber ser de las


mujeres y de los hombres, las formas de relacionarse y los valores que deben
alcanzar. El mensaje central con frecuencia hace pensar que la mujer es débil y
dependiente, y el hombre, fuerte y poderoso. Hay pocos casos en que se presenta
como modelo la igualdad entre mujer y hombre.

En otras ocasiones la mujer necesita junto a ella a un hombre que la ame, la


proteja y le resuelva económicamente la vida. Sin un hombre a su lado, ella no
vale nada y por eso hará lo que sea por conquistar a uno. Las "mujeres malas"
lucharán sin escrúpulos para atraparlo; mediante las intrigas, insultos o golpes,
todas pelean entre sí por el amor de los hombres. Cuando las mujeres tienen éxito
en su trabajo, con una vida independiente y sin un "buen" hombre junto a ellas, por
regla general se les caracteriza como malas, muy ambiciosas y sin escrúpulos.
¿Qué les parece el siguientediálogo de una telenovela?

-Me quiero morir- dice una mujer porque su novio la abandonó.

-No exageres, no vale la pena. Ya verás cómo pronto lo olvidarás y conocerás a


alguien que sí te ame -le responde su amiga.

-Lo que no vale la pena es vivir sin él. Me quiero morir. Mi vida ya no tiene sentido

-responde la mujer y, cuando su amiga se va, se quita la vida con una pistola.

¿ Cómo ven esta situación?


¿Qué piensan de que sus hijas e hijos
vean escenas como ésta?
¿Cuál sería su actitud?

En este tipo de historias el hombre casi siempre cumple el papel de autoridad, de


proveedor (protege, da dinero y cosas), es triunfador en la vida y también puede
ser infiel y cínico. El amor de una mujer lo transforma en un hombre bueno.
Cuando él se enamora, exige la entrega absoluta y el sometimiento de la mujer.
Ella es un trofeo que presumir, un adorno lujoso que embellece su casa y una
persona necesaria en tanto que le sirve, lo cuida y le resuelve su vida doméstica,
incluidas la crianza y la educación de los hijos.

Estos modelos de mujer y de hombre también están presentes en muchas


películas, series policíacas, programas de recetas y consejos, revistas para
mujeres, historietas, novelas de amor y en cierto tipo de anuncios comerciales.
El modo de ver y entender la vida, es decir, el mensaje que se nos transmite,
refleja el papel que la mujer y el hombre supuestamente deben ocupar en la
sociedad. El mensaje presenta una forma de ser que no concuerda
necesariamente con la realidad.

El amor de pareja es importante, pero existen otros aspectos que debemos


considerar en nuestro desarrollo como seres humanos a los que no siempre se les
otorga la atención que merecen, por ejemplo:

. el valor de cada persona, independientemente de que viva sola o tenga pareja o


hijos,

. el esfuerzo que ponemos diariamente para lograr nuestros propósitos, y el interés


por aprender y mejorar,

. el respeto y la tolerancia hacia los otros y a sus formas de vida,

. nuestra participación en asuntos de la comunidad y del país,

. el interés y el tiempo que dedicamos a la formación y educación de nuestros


hijos e hijas.

En este último punto es necesario observar que en las historias que nos
transmiten los medios, la educación y los estudios, por lo general, no son tratados
como algo esencial para el desarrollo de las personas. Ningún personaje triunfa
porque estudió. En caso de que una mujer tenga éxito en su profesión, es común
que abandone lo que ha logrado para casarse con el hombre que ama.

¿Cómo comunicarles a nuestros hijos e hijas nuestras ideas acerca de


cómo podrían construir otras formas de relación entre mujeres y hombres?
HAGAMOS ESTE EJERCICIO

Pídanle a su familia que:

. cada uno invente una pequeña historia para un cuento, una telenovela, una
historieta, una radionovela o un anuncio comercial donde los personajes
principales sean una mujer y un hombre que tienen éxito,

. cada quien cuente la historia que inventó y describa a sus dos personajes
principales,

. al final todos opinen libremente sobre las historias de los demás.

¿Para qué les sirve este ejercicio?

. Para saber cómo sus hijas e hijos se imaginan que son las mujeres y los
hombres que tienen éxito.

. Para aclararles que las mujeres y los hombres frecuentemente viven una vida
diferente a la que muestran los medios.

¿Personas o cosas?

Otro elemento importante que se transmite a través de muchos mensajes es el


relativo a la sexualidad, entendida como la manera de ser mujeres y de ser
hombres y de los diferentes tipos de relaciones que se dan entre las personas.

Así, la relación amorosa entre los protagonistas siempre tiene de fondo historias
en las que se muestran relaciones de fuerza y debilidad entre hombres y hombres
(el dueño del negocio y el empleado, el galán y el amigo feo), así como entre
mujeres y mujeres (el ama de casa y la trabajadora doméstica, la amiga rica y la
pobre) casi siempre basadas en desigualdades económicas o étnicas, como si
éstas fueran naturales e inevitables.

Por otra parte, uno de los recursos más utilizados para llamar nuestra atención es
mostrar en algunos anuncios a mujeres y a hombres como cosas que podemos
tener si compramos los objetos que nos ofrecen. Con frecuencia esto sucede en la
televisión, las revistas, las historietas, los anuncios en la calle y algunos periódicos
que muestran a mujeres y hombres en actitudes que despiertan en nosotras la
necesidad y el deseo de comprar.

Estos mensajes que comercian con la sexualidad se presentan casi a cualquier


hora en la televisión o en la radio, en anuncios, o en los puestos de periódicos, en
canciones, etcétera. Es posible que nuestros hijos e hijas se creen falsas
expectativas sobre la sexualidad, sobre cómo deben ser y comportarse.
Lamentablemente, pocas veces platicamos con ellos al respecto.

Es necesario que los ayudemos a no tomar como únicos y ciertos los conceptos
de sexualidad y de formas de relación entre las personas que con frecuencia nos
presentan en los medios masivos. La mejor manera para lograrlo es hablar de
estos temas en casa, promover la comunicación y darles información a nuestros
hijos e hijas.

El primer paso es saber lo que nuestros hijos pequeños o jóvenes están viendo,
oyendo o leyendo.

HAGAMOS ESTE EJERCICIO

Les proponemos realizar la siguiente actividad con su familia.

. Con base en una historia que hayan leído, visto o escuchado en algún medio
masivo, comenten cómo creen que deben ser las relaciones entre mujeres y
hombres, hombres y hombres, mujeres y mujeres.
¿Para qué les sirve este ejercicio?

. Para conocer lo que ellos saben respecto de la sexualidad y lo que piensan


acerca de cómo deben ser las relaciones humanas.

. Para hacerles comprender que las mujeres y los hombres no son objetos. Que
pueden vivir una vida plena en la que su sexualidad no se reduce a las relaciones
sexuales, sino que implica formas de relación en que lo más importante es el
afecto y el respeto por uno mismo y por los demás.
¿Y el término medio?

En gran parte de los mensajes que nos transmiten los medios masivos hay dos
tipos de personajes centrales, los considerados como buenos y los catalogados
como malos:

Los buenos:

. por lo general son altos y bien formados,

. son extremadamente bondadosos, capaces de perdonar sin mucho esfuerzo a


las personas que les han destrozado la vida,

. olvidan sus propios sentimientos, deseos o necesidades con tal de proteger al


prójimo. También pueden ir a la cárcel por defender a otra persona,

. a veces pierden su honra o su propia dignidad para proteger la vida de otros o


para tener más dinero y mantener a sus hijos,

. en cierto tipo de historias, como las policíacas o las caricaturas, el personaje


bueno puede matar o destruir al enemigo sin piedad para solucionar un problema.

Los malos:

. generalmente pertenecen a grupos minoritarios. Cuando son bellos, también son


diabólicos,

. no tienen escrúpulos ni se tocan el corazón para hacerle daño a cualquiera. Son


ruines y malvados. Ocultan información o inventan intrigas para lastimar a otras
personas y lograr sus fines,

. las "mujeres malas" para atrapar al hombre, le fastidian la vida al personaje


femenino rival. Por ejemplo, el embarazo se utiliza para manipular a alguien y lo
que menos importa es el bebé,

. utilizan la violencia en todas sus formas.


Según estas historias, una persona es buena o mala. No hay términos medios.

¿Es así la vida? ¿Somos así las personas?


¿Qué les deja esto a nuestros hijos e hijas?

Cada ser humano tiene su propia idea de lo que considera bueno o malo. Por
ejemplo, se puede estar de acuerdo en hacer el bien, pero sin utilizar la violencia
para lograrlo. Se puede tener la responsabilidad de satisfacer las necesidades de
la familia, pero no estar de acuerdo con robar o matar o corromperse para lograrlo.

¿Cómo tratar este tema con nuestros hijos?


¿Cómo explicarles por qué algo es bueno o malo
para nosotros como madres y padres?
¿Cómo ayudarlos a que aprendan a decidir qué es bueno
y qué es malo para ellas y ellos y para los demás?

HAGAMOS ESTE EJERCICIO

Les proponemos lo siguiente. Pidan a su familia que:

. cada uno piense en una persona a quien conozca. Puede ser un familiar, un
vecino o un amigo,

. cada uno describa cómo es esa persona, señalando sus cualidades y sus
defectos,

. opinen libremente respecto de lo que cada quien piensa de la persona que


escogió, y describan cuáles defectos están dispuestos a aceptar y cuáles no.
¿ Para qué les sirve este ejercicio?

. Para escuchar y conocer lo que sus hijas e hijos piensan sobre lo que es
bueno o malo.

. Para aclararles que todas las personas somos seres humanos con cualidades y
defectos. Que la vida no puede verse en blanco y negro como se presenta en
muchas historias, sino que es un proceso con una diversidad de colores, donde el
diálogo debe tener el peso, no la imposición.

El final feliz

Una buena parte del tiempo que dura una serie de TV, a los malos les va bien y
por eso los buenos sufren.

Los argumentos que se presentan tocan problemas muy difíciles que pueden
suceder en la vida real como la infidelidad, el abandono de los hijos, el embarazo
no deseado, la drogadicción o el maltrato infantil, situaciones que pueden
presentarse en la vida de cualquier persona. Por eso las historias nos interesan y
a veces hasta lloramos con ellas.
Las tramas surgen por mentiras o verdades a medias que se van complicando
hasta formar un enredo que muchas veces no sabemos cómo va a terminar. Sin
embargo, al final el problema se soluciona de un día para otro: alguien que calló la
verdad acaba por contarla, aparece una carta que aclara la situación, surge un
nuevo personaje que desenreda todo o alguien recupera la memoria.

Los personajes malos enloquecen, se suicidan, mueren en un accidente o los


asesinan, son castigados o de pronto se arrepienten de todas las maldades que
han hecho y se vuelven buenos.

Sabemos que esos personajes y esos finales felices pocas veces se presentan en
la realidad.

Muchos de los mensajes dedicados a niños y a jóvenes se manejan de la misma


manera. El héroe o el personaje principal siempre soluciona mágicamente los
problemas, por ejemplo: a pesar de estar solo y ser un niño, puede luchar contra
mucha gente y salir triunfante.

En este caso, lo que nuestros hijos e hijas aprenden es que:

. hay soluciones mágicas a los problemas de la vida,

. alguien que es muy bueno sufrirá mucho, pero al final será feliz y recibirá un
premio,

. a alguien que es muy malo le puede ir bien por un tiempo, pero al final será
castigado o de un día para otro se volverá totalmente bueno,

. el fin justifica los medios.

HAGAMOS ESTE EJERCICIO

Pidan a sus hijas e hijos que cada quien:

. invente una historia diferente y la cuente,

. proponga un final diferente para cada historia,

. opine libremente sobre la historia y el final que cada quien inventó.


¿ Para qué les sirve este ejercicio?

. Para escuchar y conocer lo que sus hijos piensan acerca de cómo solucionar los
problemas.

. Para hacerles comprender que no hay soluciones mágicas. Que los problemas
se resuelven con esfuerzo y sobre todo mediante un diálogo basado en el respeto
y la tolerancia.

Aprendemos a ser violentos, ¿no hay de otra?

Vivimos en un mundo que cada vez se vuelve más violento. En muchos lugares, la
violencia cotidiana se ha convertido en una gran preocupación para todos. Con
seguridad ustedes se han preguntado: ¿en qué mundo viven mis hijos?, ¿qué será
de su futuro?
Sin embargo, la violencia no es algo que nos caiga del cielo. Comportarse en
forma violenta también es un aprendizaje. Las niñas y los niños aprenden a actuar
en forma violenta:

. en la familia, cuando ven que el padre o la madre insulta o golpea al otro, o


cuando ellos mismos son maltratados por sus padres,
. en la comunidad o en la calle, cuando ven a personas que actúan violentamente
sobre otras indefensas,

. a través de los medios masivos, cuando ven o escuchan programas, así como
cuando leen historias en que la violencia es la única forma posible de solucionar
los problemas.

La violencia se presenta mediante imágenes en que predominan golpes u otro tipo


de agresiones que causan daño emocional y físico a la víctima que, incluso, puede
llegar a la muerte. Un ejemplo muy claro de esta violencia se da en muchas
caricaturas, programas policíacos o historietas. Con frecuencia, el personaje
principal resuelve los problemas lastimando al otro o matándolo.
En las caricaturas antiguas hay escenas de violencia, como cuando el personaje
malo es aplastado por un tren o una piedra, pero éste se recupera del daño físico
y sigue haciendo de las suyas.
En las caricaturas modernas las escenas de violencia son cada vez más fuertes.
En ellas, el héroe principal hace mucho daño al enemigo: lo golpea directamente,
lo asesina o hasta lo desintegra. El lenguaje hablado que se utiliza también es
violento.

Si bien algunas de estas escenas en apariencia pueden resultar divertidas, en el


fondo lo que la niña o el niño está aprendiendo es que el héroe principal, en quien
cree, utiliza la violencia para resolver sus problemas y que ésta es una manera
legítima de acabar con el enemigo.

Observen las caricaturas que ven sus hijos pequeños, los programas policíacos
que ven los más grandes, las historietas que leen. En la mayoría encontrarán que
la violencia se justifica, incluso para hacer el bien.

En muchas caricaturas los personajes "malos" son tenebrosos y feos. Algunos


usan máscaras o tienen caras de vampiros. Estos personajes y toda la violencia
que los envuelve producen en los niños miedo, angustia y temor. Si son muy
pequeños, estas imágenes pueden violentarlos emocionalmente debido a su
dificultad para distinguir con claridad la ficción de la realidad.

¿Han tenido pesadillas sus hijos pequeños después


de ver un programa de televisión violento?
¿Cómo les ayudan a entender lo que pasa?

Esta violencia emocional también se manifiesta en insultos, comentarios o


expresiones que producen daño moral o afectivo. Esto sucede con gran frecuencia
en las novelas, series policíacas, radionovelas e historietas en que el personaje
"malo" dice palabras ofensivas, es enojón, provocador y construye una serie de
intrigas para hacer pedazos a su víctima.

Algunos niños y niñas pueden llegar a acostumbrarse a la violencia, pues es algo


de todos los días. Es común que en sus juegos imiten a sus héroes favoritos y que
así reproduzcan la violencia como un estilo de vida.
La violencia también aparece en los videojuegos, conocidos comúnmente como
las "maquinitas". Éstos tienen gran éxito entre niños y jóvenes tanto en las
ciudades grandes como en los poblados pequeños. El objetivo de muchos de
estos juegos es que el jugador golpee, mate o desintegre al enemigo que aparece
en pantalla. Mientras más enemigos elimine, tendrá mayores posibilidades de ser
el ganador. Por lo general, son los varones quienes los practican, de esta manera
refuerzan la expresión social de ser violentos.

Todas las personas nos vemos afectadas por la frecuencia de las escenas
violentas. Nos hemos acostumbrado a ellas a tal grado que una historia o un
hecho sin violencia puede resultar aburrido. Esto mismo ha provocado que
muchas personas se vuelvan indiferentes respecto a la violencia que existe en el
mundo.

Si la violencia en los medios está presente la mayor parte del día y de alguna
manera nos hemos acostumbrado a ella:

¿Cómo podemos pensar que el mundo


y el futuro de nuestros hijos pueda ser diferente?

Debemos hacer algo. Un primer paso es evitar cualquier tipo de violencia en


nuestro hogar para que nuestros hijos no aprendan a comportarse de esa manera
y contrarrestar así lo que aprenden de los medios masivos.

HAGAMOS ESTE EJERCICIO

Vean una caricatura junto con sus hijas e hijos y pídanles que:

. cuenten las veces que resultó lastimado el enemigo. Si no saben contar, ustedes
cuenten con ellos en voz alta,
. traten de pensar en qué pasaría si ellos fueran lastimados como los personajes
de la caricatura,

. busquen una manera distinta de solucionar el problema presentado en la


caricatura. ¿Qué habrían hecho ellos si fueran el personaje principal?

Esta misma actividad la pueden realizar también con las series policíacas o las
historietas.

¿Para qué les sirve este ejercicio?

. Para conocer qué piensan sus hijos sobre la violencia, si la disfrutan o les da
miedo, si creen que es una forma para solucionar problemas.

. Para motivarlos a reflexionar sobre los efectos reales que la violencia, en


cualquiera de sus formas, provoca en las personas.

. Para ayudarlos a encontrar otras soluciones a los problemas, en las cuales el


razonamiento y la comunicación jueguen un papel muy importante.

Es necesario contribuir, junto con sus hijas e hijos,


a crear la cultura del respeto y el rechazo de la violencia.
¿Cuántos anuncios ve, oye o lee al día?

Con seguridad su respuesta es: muchos. En efecto, las mexicanas y los


mexicanos nos encontramos prácticamente abrumados por anuncios comerciales
durante todo el día y parte de la noche a través de los diferentes medios masivos.

El interés de los anunciantes es vendernos una idea, un producto o un servicio, y


para ello tienen varias técnicas:

. Repetición frecuente. Mientras más veces escuchemos y veamos un anuncio


acerca de un producto, más fácilmente lo recordaremos a la hora de comprar.
Muchos artículos son anunciados por distintos medios a la vez, ya sea por radio,
televisión, impresos, así como en los anuncios espectaculares o carteleras
exteriores que se exponen en el transporte público, en las paradas de camiones,
en los edificios o en las bardas. Con esta combinación de medios se busca que el
producto esté presente en nuestra mente a la hora de comprar.

. Persuadir de que el producto o el servicio tiene características diferentes y


mejores, comparado con otros parecidos en el mercado. Por ejemplo, el jabón "X"
tiene una sustancia que sí mata las bacterias, la leche "X" tiene mayor contenido
de calcio que otras...
. Convencer de que al usar el producto o el servicio vamos a tener un beneficio
personal. Por ejemplo, si una mujer usa el desodorante "X", tendrá más éxito con
los hombres; si una ama de casa le da mayonesa "X" a sus hijos, es buena madre;
si un niño toma refresco "X", puede ganarle a todo un equipo de fútbol; si un
hombre fuma el cigarro "X", es varonil y se verá rodeado de mujeres bellas.

. Hacernos creer que al comprar el producto tendremos un ahorro porque,


aunque sea un poco más caro, es más duradero o trae otro producto adicional por
el mismo precio. Nos prometen un ahorro, aunque finalmente paguemos más.

. Atraparnos por medio de anuncios muy atractivos, de manera que no


cambiemos de canal, de estación de radio o de página, que nos convencen de las
bondades del producto y que recordamos a la hora de comprar.

¿Han observado a sus hijas o hijos pequeños


cuando ven un anuncio en la tele?
¿Se han dado cuenta de que los absorbe casi por completo
y de que, muchas veces, lo aprenden de memoria?

La imagen, el movimiento y el sonido que utiliza la publicidad en la televisión son


particularmente llamativos para los niños. Ellas y ellos son un atractivo sector de la
población para los anunciantes, pues serán consumidores.
En definitiva, no es posible comprar todo lo que se anuncia, además de que no
todo es indispensable. Por ejemplo, para el trabajo de la casa se ofrece una
infinidad de productos altamente especializados, aunque, de hecho, se requieren
muy pocos.

Por otra parte, los anuncios comerciales presentan un mundo accesible para muy
pocos. A menudo las necesidades que crean estos comerciales pueden ser una
ofensa para la mayoría de la población. Por ejemplo, hay anuncios de comida en
abundancia, la cual está sólo al alcance de pocos.
No obstante, mediante sus técnicas, los anunciantes nos hacen desear los
productos por sus bondades y preferir los superfluos.

Lo más grave es que van formando en nosotros y en nuestros hijos una actitud
consumista, y hay quienes llegan a creer que las personas valen más por lo que
tienen que por lo que son. Esto hace que, a veces, no poder consumir todo lo que
se nos ofrece nos cree sentimientos de frustración.

Las técnicas publicitarias recurren siempre a las emociones y a los sentimientos


del ser humano y casi nunca al análisis, a los argumentos y al convencimiento
racional. Por ello, es necesario tener una actitud cuidadosa que rescate otros
valores.

HAGAMOS ESTE EJERCICIO

Ya que vemos y escuchamos tantos anuncios comerciales al día, platiquemos


acerca de ellos.
Les proponemos realizar el siguiente ejercicio con su familia:

. Escojan un anuncio comercial de la televisión, de la radio o de una revista.


. Que cada quien lo revise con detenimiento.

. Piensen y comenten lo siguiente:

¿Cómo se supone que debe ser


la persona que compra ese producto?
¿Qué ganaría si lo compra?
¿ Para qué les sirve este ejercicio?

. Para aclararles que ningún producto puede darnos más valor. Las personas
valemos por nosotras mismas y no por lo que compramos. Lo importante no es
tener, sino ser.
PARATERMINAR

Lo más valioso para los seres humanos es la posibilidad de comunicarnos, de


intercambiar ideas y sentimientos, de darnos afecto, amor y confianza unos a
otros, de resolver problemas juntos, de compartir y disfrutar la vida.

Lamentablemente, en el mundo moderno con frecuencia esta posibilidad se ha ido


limitando porque cada vez tenemos más distractores que nos separan a unos de
otros, incluso al interior de la familia.

En este libro comentamos que los mensajes de los medios en muchas ocasiones
promueven prácticas como el consumismo, el individualismo y la violencia, entre
otras, que poco ayudan a la vida en armonía. Hicimos hincapié en el análisis de
los mensajes negativos por la influencia que tienen sobre nuestros hijos e hijas. Es
importante recordar que hay canales de televisión y estaciones de radio,
programas, periódicos, revistas o películas que nos ofrecen información,
conocimientos, educación y entretenimiento constructivo, y que si los
aprovechamos de manera adecuada, nos pueden ayudar a crecer y a ampliar
nuestra visión del mundo.

Por eso es importante elegir lo que vemos, leemos o escuchamos en los medios,
comentarlo y revisarlo en familia para favorecer en nuestros hijos e hijas una
actitud cuidadosa que les permita aceptarlo o rechazarlo.
Aprovechemos los ejercicios que hicimos y hagamos otros más para aprender a
ver los medios de otra manera, para compartir y analizar sus contenidos, para
reforzar los valores en los que creemos como la igualdad, la equidad y la justicia.
Las niñas y los niños tienen derechos

"Es nuestro derecho


que los medios masivos
de comunicación difundan
información que respete
nuestra cultura y promueva
nuestro bienestar moral.
El Estado debe protegernos
de información que
perjudique nuestra
salud física y mental. "

Artículo 17º. de la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas, en noviembre de 1989.

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