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Rev Esp Salud Pública 2006; 80: 457-467 N.

º 5 - Septiembre-Octubre 2006

COLABORACIÓN ESPECIAL

ÉTICA PROFESIONAL Y ÉTICA INSTITUCIONAL:


¿CONVERGENCIA O CONFLICTO?

Diego Gracia
Unidad de Historia de la Medicina. Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid.

RESUMEN ABSTRACT
Durante las últimas décadas ha tenido lugar un amplio debate
sobre las profesiones en general, y sobre la profesión médica en par-
Professional ethic and institutional ethic:
ticular. La idea clásica de que los profesionales se rigen por una convergency or conflict
«moralidad especial» distinta de la moralidad común, que entre otras
cosas les dota de impunidad jurídica, ha entrado en crisis. Esto ha During the last decades, an important debate about professions
producido un gran desconcierto en los cuerpos profesionales, que no in general, and particularly about the medical profession, has taken
han sabido bien cómo redefinir su identidad. Algunos conceptos, place. The classic idea that professionals do have a «special mora-
como el de «fines internos» de la actividad profesional, no han hecho lity», different from the common morality, which among other
más que complicar la situación. Por otra parte, la presencia cada vez things give them legal impunity, came to a head. This cause a great
más activa de las fuerzas del mercado en la economía sanitaria, ha deal of confusion among the professionals, incapable of reacting
hecho que los profesionales de la medicina vieran ciertas decisiones and redefining precisely their own identity. Some new concepts,
de los gestores sanitarios como incompatibles con la moralidad de su like that of «internal morality» of professional activities, made the
profesión. Esto ha dado lugar a un debate que en el ámbito anglosa- debate more difficult and confusing. On the other hand, the every-
jón, se conoce con el nombre de New Professionalism. En él se están day more powerful influence of free market forces in the health care
ventilando cuestiones fundamentales sobre la identidad de los profe- economy, has made that some decisions taken by health care mana-
sionales sanitarios de cara al siglo XXI. gers would be considered by physicians as opposed to their profes-
Palabras clave: Actitud del personal de salud. Bioética. Econo- sional duties and incompatible with them. This has been the origin
mía sanitaria. Gestión sanitaria. Personal de salud. of a debate about what is called in North America «New Professio-
nalism». This debate deals with basic questions about the health
care professional's identity at the beginning of this new Century.

Key words: Ethics.Health economics. Health personnel. Attitu-


de of health personnel. Management.

INTRODUCCIÓN les de la actividad sanitaria: el profesional y


el institucional. Ya no es posible seguir man-
En todo el mundo occidental se han pro- teniendo las tesis que han conservado vigen-
ducido cambios muy profundos durante las cia a lo largo de más de dos mil años sobre la
últimas décadas en dos campos fundamenta- ética profesional en general, y la ética de las
profesiones sanitarias, en particular. Por otra
Correspondencia: parte, la actividad sanitaria ha sufrido un
Diego Gracia progresivo proceso de institucionalización,
Unidad de Historia de la Medicina
Departamento de Medicina Preventiva, Salud Pública e Historia
como consecuencia de su creciente comple-
de la Ciencia jidad técnica y el incremento exponencial de
Facultad de Medicina los costes económicos. Esto ha hecho que
Universidad Complutense de Madrid
28040 Madrid hayan surgido nuevas ideas y propuestas,
Correo electrónico: dmgg@med.ucm.es tanto en el campo de la ética profesional,
Diego Gracia

como en el de la ética institucional. En las ron poco a poco a sufrir una crítica implaca-
últimas décadas, algunas de estas propuestas ble. Las diferencias clásicas entre oficios y
han provocado importantes conflictos. profesiones comienzan a reducirse, hasta el
Muchos de estos conflictos han intentado punto de que hoy ya no es posible seguir
resolverse por vías improcedentes, consis- hablando de una «moralidad especial» de las
tentes unas veces en el triunfo de las tesis de profesiones a diferencia de los oficios. Hay,
los economistas y gestores sobre los médi- sí, peculiaridades relacionadas con el tipo de
cos, y otras en lo contrario. El tiempo ha actividad que se realiza. Pero esto no afecta
demostrado que ninguna de esas actitudes es sólo a las profesiones clásicas sino a todos y
correcta, y que esas dos éticas están llama- cada uno de los roles ocupacionales. El
das a entenderse. De la confrontación hay médico tiene unas obligaciones específicas
que pasar a la colaboración; del conflicto a la relacionadas con su actividad, pero lo mismo
convergencia. Para lo cual ambas han de les sucede a otras muchas actividades que
tener muy claramente definidos sus propios nunca fueron consideradas profesiones,
códigos de conducta. En el caso de la profe- como pueden ser los bomberos o los pilotos
sión médica, eso es lo que ha dado lugar al de aeronaves.
movimiento conocido con el nombre de New
Professionalism. En él se están ventilando Esta pérdida de las señas de identidad tra-
cuestiones fundamentales sobre la identidad dicionales ha hecho que las profesiones clá-
de las profesiones sanitarias de cara al siglo sicas hayan entrado en una auténtica crisis
XXI. de identidad. ¿Qué es un médico? ¿Qué es
un profesional? ¿Es posible decir algo sensa-
to en este tema sin caer en los tópicos tradi-
LAS PROFESIONES Y LA ÉTICA cionales? Al plantearse estas cuestiones, el
testigo ha pasado de las manos de los soció-
Desde hace años se libra una dura batalla logos a las de los filósofos y, en el caso de la
en el campo de la ética de las profesiones. medicina, a las de los bioeticistas.
Los cambios ocurridos en el mundo de la
medicina son de tal calibre, que los mismos Las primeras respuestas datan de finales
fundamentos de la profesión han entrado en de los años setenta. Uno de los primeros en
debate. El punto de partida, o mejor el telón saltar a la palestra fue Robert M. Veatch, que
de fondo, lo constituye la imagen tradicional en 1979 publicó un importante artículo en el
o clásica de las profesiones. Para saber lo que se enfrentaba con las dos tesis de mayor
que esto significa, nada mejor que acudir a la vigencia: la tradicional, ya descrita, y la
clásica descripción de Parsons1. Los profe- defendida por todos los partidarios del libre
sionales han sido vistos durante siglos, o mercado, en especial los economistas, para
mejor milenios, como seres investidos de un los que las profesiones funcionan como ver-
rol superior que les concedía un estatus de daderos monopolios, lo que necesariamente
excepción. Esto tenía sus consecuencias lleva a una disminución de las calidad de los
morales, dado que les situaba, para utilizar la servicios y un aumento del precio. La cues-
conocida frase de Nietzsche, «más allá del tión está, pues, en elegir entre el monopolio
bien y del mal». y el puro mercado3. Veatch no considera
aceptable ninguna de esas posturas. La pri-
Esto ha cambiado muy drásticamente en mera, porque se suele defender apelando a la
las últimas décadas, como han dejado en cla- necesidad de que los profesionales actúen
ro los estudios sociológicos aparecidos conforme a una professional ethics distinta y
durante los años sesenta y setenta, entre más exigente que la llamada common mora-
otros los de Eliot Friedson2. Es en esas déca- lity. Según este esquema, los profesionales
das cuando los roles de excepción comenza- tendrían obligaciones específicas, muy

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ÉTICA PROFESIONAL Y ÉTICA INSTITUCIONAL: ¿CONVERGENCIA O CONFLICTO?

superiores a las de los demás mortales, que bombero tiene unas obligaciones morales
exigirían el que cada profesión funcionara derivadas de su actividad, y el piloto de
como grupo cerrado con normas internas avión, también. El médico, debido a su rol,
que se establecen desde el interior del propio tiene unas muy específicas. Veatch cree que
grupo. Eso sería la ética profesional, distinta ellas son el resultado de un contrato, tácito o
y distante de los preceptos propios de la lla- explícito, que la profesión establece con la
mada moralidad común. Ni que decir tiene sociedad, y en la que cada parte asume obli-
que esta es la expresión de lo que clásica- gaciones específicas.
mente han sido las profesiones en la cultura
occidental. Es probable que el lector haya quedado
bastante satisfecho con la solución propues-
En el polo opuesto está el otro modelo, ta por Veatch. Pero de hecho ha sido una
aquel que quiere hacer de las actividades pro- fuente de problemas. Porque la teoría del
fesionales ocupaciones como cualesquiera contrato tiene una larga y ciertamente no
otras, regidas por las leyes del libre mercado. pacífica historia. Como es bien sabido, los
Veatch pone como ejemplo para el contraste politólogos del Renacimiento y posteriores
de esta teoría el tema de los anuncios de los han solido fundamentar el Estado en un con-
médicos a fin de atraer clientela. No hay duda trato social efectuado entre los miembros de
que los anuncios publicitarios son parte de las una comunidad humana. El Estado civil
tácticas consideradas normales en el mundo sería consecuencia de ese acuerdo de volun-
del libre comercio. En medicina, sin embar- tades. La agrupación anterior no podría ser
go, siempre se ha considerado improcedente. llamada civil sino sólo natural.
El primer código moderno de ética médica, el
aprobado por la AMA en 1847, prohibe a los Pero esto, argumentan los más clásicos,
médicos «public advertisements». Y tras él no deja de ser extraño. Se dice que el contra-
podrían citarse una larga serie de códigos y to lo hacen los miembros de una comunidad
normas ulteriores. De hecho, los comités de humana. Pero si se trata de una comunidad,
nuestros Colegios de médicos se denominan tiene ya una cierta estructura, no sólo bioló-
«Comités de Deontología, Derecho médico y gica sino también social y política. Lo cual
Visado». El visado es el modo de controlar supone tanto como afirmar que hay un Esta-
por parte del Colegio los rótulos, carteles o do civil anterior al Estado que fundamenta el
anuncios de los profesionales. llamado contrato social. O dicho en otros tér-
minos, el Estado es una comunidad natural
Tras discutir los pros y contras de estas antes que un contrato social. Ésta fue, de
dos posturas, Veatch opta por una tercera. Su hecho, la opinión clásica, como lo demuestra
tesis es que la moralidad propia de las profe- la República de Platón y la Política de Aris-
siones no es distinta de la moralidad común, tóteles. Esta última comienza con las siguien-
y que por tanto no puede hablarse de algo así tes palabras: «Toda Estado (pólis) es una
como de una moralidad especial, pero que comunidad (koinonía), y toda comunidad
tampoco se trata de una actividad estricta- está constituida en vista de algún bien» 4.
mente comercial a la que puedan aplicarse
las reglas del libre mercado. Buscando una El recurso a Platón y Aristóteles es intere-
salida intermedia entre esos dos extremos, sante, pues permite explicar muchas cosas.
llega a la conclusión de que la ética profesio- La tesis de ambos es que todas las cosas de la
nal es «role specific». Todas las ocupaciones naturaleza, incluidas las estructuras sociales,
son roles sociales, y todas van acompañadas tienen un fin interno. Esto es lo que los clási-
de unas obligaciones específicas. Esto no es cos llamaron su télos o fin natural. Toda
privativo de las profesiones. También se da estructura tiene como finalidad el cumplir
en los llamados clásicamente oficios. El una función, que constituye por eso mismo

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la razón de ser o la esencia de esa estructura. los deberes de una profesión lo primero que
El télos nos da siempre la razón de ser de las es necesario es conocer cuáles son sus bien-
estructuras de la naturaleza y, por tanto, su es internos. Ni que decir tiene que los de la
bien. Lo dice expresamente Aristóteles en medicina son los antes citados, la promoción
las primeras líneas de la Ética a Nicómaco: de la vida y la salud.
«Todo arte y toda investigación, y del mismo
modo toda acción y elección, parecen tender Era necesario establecer este marco para
a algún bien; por esto se ha dicho con razón introducir ahora en él un término que ha
que el bien es aquello a que todas las cosas hecho especial fortuna, el de internal mora-
tienden»5. lity o moralidad interna de las profesiones. El
primero que lo utilizó fue Lon L. Fuller en
Si esto es así, entonces resulta claro que 1963 y más ampliamente en 1969, en el cam-
para definir una profesión es necesario iden- po de la filosofía jurídica y, más concreta-
tificar su télos o finalidad interna, es decir, mente, en los debates sobre la ley natural10.
aquella función a la que naturalmente se diri- Fuller, lo mismo que Finnis, se aparta de la
ge. En el caso de la medicina parece claro que tesis crasamente naturalista de los pensado-
ese fin es la promoción de la salud y de la res antiguos. No es que todas las cosas de la
vida. Hay muchos textos de Aristóteles en naturaleza, incluidas las estructuras sociales,
este sentido. Platón, por su parte, dice: «Por tengan un fin interno. Por Fuller, como por
causa de la enfermedad, que es un mal, es Finnis11, ha pasado distinción moderna entre
amigo [el enfermo] de la medicina, y la medi- orden natural y orden moral o humano. No es
cina es un bien. Y es por la salud por lo que la que las cosas de la naturaleza tengan una tele-
medicina ha adquirido esta amistad [del ología interna, es que las actividades huma-
enfermo], pues la medicina es un bien» 6. nas la tienen. El ser humano se propone fines,
y en eso consiste su moralidad, en justificar
Esta idea se halla en la base de la teoría ante sí mismo y ante los demás esos fines que
clásica de las profesiones, pero remozada ha se propone. Esa justificación no es meramen-
entrado también en la polémica posterior a te externa, la aprobación o reprobación por
los años sesenta. De hecho, en el caso con- parte de otras personas. Hay una sanción
creto de la profesión médica, la defendió interna. Y ésta viene dada por la convergen-
Leo Kass en 19757, y Edmund Pellegrino a cia del objetivo de la acción con la finalidad
partir del año 19768. La tesis de éste es que la interna de la actividad. Por ejemplo, la salud
medicina parte del «hecho de la enferme- es un bien intrínseco, y su logro constituye la
dad» y del «acto de la profesión». Este acto finalidad interna de la medicina. La medicina
no puede consistir en otra cosa que en la se justifica moral y legalmente en razón de
curación de la enfermedad de los pacientes, ese bien intrínseco, y por tanto toda acción
de tal modo que todo acto que no vaya diri- que vaya en contra de él ha de considerarse
gido a promover y prolongar la vida y la como moralmente injustificable.
salud de las personas, va en contra de los
fines internos de la profesión médica. Fuller desarrolló la idea de «moralidad
interna» a propósito de los debates sobre la
Esta tesis se vio muy reforzada el año ley natural y la moralidad de la ley. Pero su
1981, cuando un filósofo norteamericano de punto de vista fue aplicado por John Ladd al
ascendencia escolástica, Alasdair MacInty- caso concreto de la medicina en 198312. A
re, publicó su célebre libro After virtue9. En partir de ese momento fue creciendo la tem-
él defiende la tesis de que las prácticas socia- peratura en el mundillo de la bioética sobre
les, como son las profesiones, tienen siem- el modo de definir la «moralidad común con
pre por objeto la consecución de lo que llama especificidad de rol» que vimos defender a
internal goods, bienes internos. Para definir Veatch. La cuestión está en saber si las obli-

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gaciones inherentes al rol médico vienen o no debe hacerse. De ahí que sea siempre
determinadas interna o externamente; por práctica. La ética tiene que ver con la praxis.
tanto, si se hallan definidas desde dentro de En eso se diferencia de la axiología, la cien-
la propia actividad o son el resultado de un cia de los valores. Los juicios morales son
acuerdo social. La expresión más acabada de imperativos, cosa que no les sucede a los jui-
esta polémica se encuentra en el número 6 cios de valor. La medicina, en tanto que pro-
del año 2001, de la revista The Journal of fesión, tiene una ética, y esa ética se ocupa
Medicine and Philosophy. de lo que el profesional debe o no debe
hacer. La ética consiste siempre en la reali-
¿Cabe dirimir esta polémica? Personal- zación de valores, y por tanto la ética profe-
mente creo que sí. Y ello porque en todo el sional se ocupa de ellos. Pero lo que define la
tema de la moralidad interna de las profesio- profesión no es un valor o varios valores en
nes late una perenne confusión entre valores sí, sino una práctica, o si se prefiere, una éti-
y prácticas. No me cabe la menor duda de ca. Hay valores que en caso de conflicto con
que la salud es un valor, como lo es también otros tienen que ceder o, lo que es lo mismo,
la vida, y que además una y otra son valores no pueden realizarse. Esos valores no defi-
que con Moore podemos llamar «intrínse- nen en esos casos lo que se debe hacer, ni por
cos». De hecho, si por un experimento men- tanto la ética. Confundir los valores más
tal pensamos en un mundo sin salud o sin importantes de la profesión médica, como
vida, veríamos que se habría perdido algo son la vida y la salud, con los únicos que el
importante. Lo cual significa que ambos son médico ha de tener en cuenta y por tanto con
valores intrínsecos. De esto no hay duda. Lo los que tienen que triunfar sobre todos los
que ya no resulta tan claro es que a partir de demás a cualquier precio, es volver a las
ahí pueda concluirse, como hacen los parti- andadas, seguir defendiendo bajo rostro nue-
darios de la moralidad interna, que esos vo las ideas de siempre, que eran, precisa-
valores son los definitorios de la actividad mente, aquellas que se trataba de superar.
médica. No es bueno confundir valores con
prácticas. Veamos por qué. Pero si la medicina es una profesión que
Cualquier práctica humana consiste siem- no se define tanto por valores como por prác-
pre en la realización de valores. Pero una ticas o por criterios éticos, la cuestión está
práctica no tiene por qué identificarse nece- ahora en determinar, si es posible, cuáles son
sariamente, y menos de modo exclusivo, en esos criterios. Dicho de otra manera, de lo
la realización de un valor determinado. La que se trata es de saber en qué consiste o
razón de esto es obvia: en toda práctica inter- cómo se define un buen profesional de la
vienen siempre varios valores, que además medicina. Es lo que hoy se conoce con el
entran en conflicto entre sí. Qué valor debe- nombre de new professionalism en medici-
rá realizarse en cada caso, es cosa que no na, nuevo profesionalismo o nueva profesio-
puede establecerse a priori, sin tener en nalidad, entendiendo por tal las condiciones
cuenta la ponderación de las circunstancias y y características del buen ejercicio profesio-
la evaluación de las consecuencias previsi- nal. De ahí que nuestro tema haya de ser aho-
bles. Toda profesión es una práctica, y como ra el de buscar el contenido de la nueva pro-
tal en ella se dan continuamente conflictos fesionalidad en medicina.
de valores. Cómo deben resolverse esos con-
flictos, es cosa que habrá de determinarse en
cada caso, analizando lo que en él «debe» o ACTUALIDAD DE UNA POLÉMICA
«no debe» hacerse.
En noviembre del año 1999, apareció
Y aquí llegamos al punto fundamental. La publicado en el N Engl J Med un artículo fir-
ética tiene por objeto determinar lo que debe mado por Wynia MK, Latham SR, Kao AC,

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Berg JW y Emanuel LL, titulado Medical practice regulations. Charter es más que
professionalism in society13. Sus primeras regulación, es «estatuto», «constitución».
líneas decían lo siguiente: «Hoy, a las puer- De hecho, el término inglés procede de la
tas de una nueva centuria, la genuina profe- expresión latina charta magna, utilizada el
sionalidad médica está en peligro. Se ha pro- año 1215 en el documento de concesión de
ducido una creciente perversión de la rela- libertales del rey inglés Juan sin Tierra a los
ción clínica por los incentivos financieros, la prelados y nobles. El texto latino se titula
fiera competencia del mercado y la erosión Magna Charta Libertatum, y la traducción
de la confianza del paciente, y el médico se inglesa dice: Great Charter. Se trata de un
halla poco y mal equipado para enfrentarse a documento en que se fijan los derechos de
esta situación. Sobre el papel de la profesio- los barones y terratenientes ingleses y se
nalidad se ha hablado tan poco que prácti- limita la autoridad absoluta del rey de Ingla-
camdente ha desaparecido en la batalla entre terra. Se considera el documento básico de
quienes están a favor de la competencia del los derechos de los ciudadanos ingleses, así
mercado en una industria de un trillón de como el comienzo de las declaraciones de
dólares [americanos] y aquellos que buscan derechos humanos16. De ahí que el dicciona-
una mayor regulación gubernamental. Y los rio de Oxford defina charter como «una
médicos se han sentido presos entre estos declaración escrita por un soberano o un
dos campos.» gobernante concediendo ciertos derechos y
privilegios a una población, compañía, uni-
En el mes de febrero del año 2002 publi- versidad, etc.», y hace sinónima esa palabra
caron simultáneamente las revistas Lancet, de constitution o constitución.
en Europa, y Annals of Internal Medicine, en
los Estados Unidos, un documento titulado Era necesario hacer este breve análisis del
Medical Professionalism in the new mille- término charter para entender lo que se han
nium: A Physicians’ Charter14. El término propuesto las instituciones firmantes del
ha pasado al lenguaje usual en la expresión documento citado, que son nada menos que
«vuelos charter», contexto en el que tiene el el American Board of Internal Medicine, el
sentido de «alquiler» de un avión o un vuelo. American College of Physicians y la Fede-
Este uso, en cualquier caso, nos acerca más ración Europea de Medicina Interna. La
al sentido más propio del término, que es el idea de estas tres corporaciones profesiona-
de «contrato» escrito o «regulación». El artí- les es que resulta necesario redefinir los
culo apareció publicado en castellano en derechos y libertades de la profesión médica.
Medicina clínica en mayo de ese mismo año, Esto se debe a que hay alguien o algo que
y en él se traducía charter por «regulación», está atentando contra esas libertades y que
lo cual no es incorrecto, pero tampoco está ejerciendo o intentando ejercer un poder
expresa el sentido más profundo del término absoluto sobre los médicos, como en otro
en inglés15. Tan no lo expresa, que al traducir tiempo el rey Juan sin Tierra. ¿Quién es ése o
el título al inglés (lo cual no deja de ser qué es eso? He ahí la cuestión.
curioso, porque siendo el artículo una tra-
ducción del inglés, los traductores de los Para contestar a esta pregunta, abramos el
títulos de Medicina clínica al inglés no se texto. Su primer párrafo dice así: «En la
dieron cuenta de este hecho y elaboraron su actualidad los profesionales de la medicina
propia traducción, en la que, curiosamente, experimentan una gran frustración a causa
el término charter desaparece, sin duda por- de los cambios en los sistemas de asistencia
que la palabra española «regulación» no lo sanitaria que se están registrando en prácti-
traduce bien) cambiaron el título, que quedó camente todos los países industrializados,
de la siguiente manera: Medical profession cambios que amenazan la naturaleza y los
at a new millenium: statutes for medical valores más intrínsecos de la profesión

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ÉTICA PROFESIONAL Y ÉTICA INSTITUCIONAL: ¿CONVERGENCIA O CONFLICTO?

médica. Los encuentros celebrados entre la pacientes. Con vistas a mantener la fidelidad
Federación Europea de Medicina Interna, el del contrato de la medicina con la sociedad
ACP-ASIM (American College of Physi- en estos tiempos difíciles, creemos que el
cians-American Society of Internal Medici- cuerpo médico debe reafirmar su acatamien-
ne) y el ABIM (American Board of Internal to activo de los principios de la profesión, en
Medicine) han confirmado que la concep- los que no sólo se engloba el compromiso
ción sobre la profesión que tienen los facul- personal de velar por el bienestar de los
tativos de sistemas sanitarios muy diversos pacientes, sino también los esfuerzos colec-
guarda gran similitud. Compartimos la opi- tivos por mejorar los sistemas de asistencia
nión de que el compromiso de la medicina sanitaria en pro del bienestar de toda la
con el paciente se enfrenta a toda una serie sociedad. Los presentes Estatutos de la pro-
de desafíos impuestos por causas externas fesión médica tienen por objeto alentar dicho
derivadas de los cambios que está experi- cumplimiento y presentar un programa de
mentando la sociedad actual.» acción de alcance universal.»

Reparemos en lo que se nos dice. En pri- Como se habrá podido advertir, se habla
mer lugar, que se están produciendo cambios de la existencia de un «contrato» entre la
profundísimos en los sistemas de asistencia profesión médica y la sociedad, que los auto-
sanitaria, sobre todo en los países industria- res ven de difícil cumplimiento. Los térmi-
lizados. Segundo, que esos cambios amena- nos de ese contrato son los que intenta defi-
zan la naturaleza y valores intrínsecos de la nir el artículo. Consta de tres principios:
profesión médica. Tercero, que las concep-
ciones de la profesión médica de las distintas 1. Principio de primacía del bienestar
organizaciones profesionales guardan gran del paciente
similitud. Y cuarto, que estos desafíos están 2. Principio de autonomía del paciente
provocados por lo que llaman «causas exter-
nas». No se trata, pues, de que los médicos 3. Principio de justicia social.
hayan cambiado su modo de entender la pro-
fesión, sino que estructuras o fuerzas ajenas Como puede advertirse, se trata de los tres
a la profesión están intentando dar al traste principios de la bioética desde el Informe
con lo que los médicos consideran «valores Belmont de 1978: Beneficencia, Autonomía
intrínsecos» de su actividad, y en tanto que y Justicia17.
tales, irrenunciables.
Tras formular los tres citados principios,
Y de nuevo surge la pregunta: ¿cuáles son el texto añade las que llama diez responsabi-
esos factores externos que amenazan a la lidades de la profesión como un todo y de
profesión? Saltemos el cuerpo del artículo y cada uno de los profesionales. Son los
vayamos a su párrafo final. Dice así: «La siguientes:
práctica de la medicina en la actualidad se
enfrenta a desafíos sin precedentes en casi 1. Compromiso con la competencia
todas las culturas y sociedades. Estos desafí- profesional
os se centran en las crecientes disparidades
2. Compromiso de honestidad con los
existentes entre las necesidades legítimas de
pacientes
los pacientes, los recursos disponibles para
satisfacer dichas necesidades, la creciente 3. Compromiso con la confidencialidad
dependencia de las fuerzas del mercado para del paciente
transformar los sistemas sanitarios y la ten-
tación de los médicos de abandonar su com- 4. Compromiso con el establecimiento de
promiso de velar por el bienestar de los relaciones adecuadas con los pacientes

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Diego Gracia

5. Compromiso con una atención sani- Pero a cualquier lector norteamericano le


taria de mayor calidad resulta por demás transparente su sentido.
Las instituciones sanitarias, por más que
6. Compromiso con la mejora del acce- estuvieran en manos privadas, se habían
so a la asistencia sanitaria venido considerando clásicamente como
organizaciones non profit o sin ánimo de
7. Compromiso con la distribución de lucro. Esto ha cambiado drásticamente des-
los recursos finitos de la época del presidente Reagan, es decir, a
partir de 1981. Los hospitales han pasado a
8. Compromiso con el saber científico depender de compañías de seguros, fondos
de inversión y empresas con ánimo de lucro,
9. Compromiso con el mantenimiento que intentan no sólo no perder dinero sino
de una confianza sólida gracias a la ganar cuanto más mejor en este campo de la
solución de los conflictos de interés sanidad. Esto significa que la sanidad ha
empezado a considerarse un mercado y se
10. Compromiso con las responsabilida- rige por las leyes del mercado.
des profesionales.
El tema no es nuevo. Se planteó ya en la
No hay duda que los tres principios ante- época de Adam Smith, el padre de la teoría
riores y estos diez compromisos permiten económica liberal. Como es bien sabido,
estipular un gran contrato de la profesión ésta se basa en la crítica de la ineficiencia
médica con la sociedad. Pero este contrato se económica de los monopolios. Para Adam
halla amenazado por ciertos factores exter- Smith, el monopolio corporativo de los
nos, en particular por los siguientes: «Las médicos resultaba injustificable y cualquie-
crecientes disparidades existentes entre las ra debería poder ejercer la medicina. En su
necesidades legítimas de los pacientes, los opinión, cada paciente debía tener libertad
recursos disponibles para satisfacer dichas de elegir su propio médico sobre la base de
necesidades, la creciente dependencia de las su reputación, no de su licencia, y cualquie-
fuerzas del mercado para transformar los sis- ra debería poder ejercer la medicina. Teóri-
temas sanitarios y la tentación de los médi- cos posteriores del laissez faire argumenta-
cos de abandonar la fidelidad del contrato de ron que los escalafones acababan con los
la medicina con la sociedad en estos tiempos incentivos profesionales e impedían el
difíciles.» Todos estos factores tienen desarrollo de la racionalidad en el consumi-
importancia. Pero hay uno especialmente dor.
significativo, el primero. Veamos por qué.
Ante este ataque frontal, los médicos se
defendieron afirmando la inaplicabilidad de
LAS FUERZAS DEL MERCADO los principios liberales al caso concreto de la
Y EL SISTEMA SANITARIO sanidad. La medicina no podía ser conside-
rada un mero comercio, ya que el médico se
La mayor amenaza que hoy se cierne parecía más al padre o al sacerdote que al
sobre la medicina es «la creciente dependen- obrero o al comerciante. El cumplimiento de
cia de las fuerzas del mercado para transfor- los fines específicos del médico, el servicio
mar los sistemas sanitarios». ¿A qué se están del enfermo y la autoridad profesional, exi-
refiriendo? Desde aquí, desde Europa, no es gían el disfrute de ciertos privilegios, como
fácil adivinarlo, sobre todo porque los redac- el monopolio, que vistos desde otra perspec-
tores del texto han querido adrede aludir al tiva son verdaderas cargas. Las leyes del
problema sin hacerlo del todo explícito, sin libre mercado eran aptas para las actividades
duda por prudencia, o porque no se atreven. artesanales y mercantiles (es decir, para los

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ÉTICA PROFESIONAL Y ÉTICA INSTITUCIONAL: ¿CONVERGENCIA O CONFLICTO?

oficios agrupados en las cofradías), ya que Ahora, dos siglos y poco después, el tema
ellas sí se dedicaban al comercio de bienes y vuelve a surgir, pero con matices distintos.
por tanto habían de regirse por las leyes del Ahora ya nadie reclama una moralidad
libre mercado, pero no para quienes lejos de especial para las profesiones. Esto se debe a
vender bienes prestan servicios, como el que desde los años sesenta han sufrido un
Estado, la Iglesia, el Ejército o la Medicina. proceso rapidísimo de deterioro.
En una carta dirigida a Adam Smith, el emi-
nente médico de Edimburgo William Cullen El prestigio social de las profesiones se ha
afirmaba que en medicina «ninguna de las deteriorado, y hoy casi nadie les concede
razones aducidas para provocar la compe- una moralidad especial. Lo que suele defen-
tencia tiene ninguna fuerza.[...] El pueblo derse hoy es que, como cualquier otra activi-
está poco dotado para enjuiciar [...] los méri- dad humana, se halla sometida a la «morali-
tos del médico.[...] La vida y la salud de una dad común», si bien con lo que se denomina
gran porción de la Humanidad se halla en ahora «especificidad de rol». Pero es que
manos de gente ignorante.[...] Los legislado- además se ha producido otro cambio impor-
res deben tener especial cuidado de que este tantísimo, éste en la teoría económica. Aho-
arte necesario llegue a la sociedad, en lo ra el debate en el sistema sanitario está en el
posible, salvo y útil18». binomio equidad-eficiencia. Los recursos
son escasos. Esto es algo de lo que todos nos
¿Qué significa esto? Permítaseme que lo convencimos a partir de la crisis económica
exprese en los términos hoy usuales en los de 1973. ¿Cómo gestionarlos? Puede optarse
trabajos de sociología de las profesiones. por la equidad, como han hecho los sistemas
Los profesionales están distinguiendo de europeos, creando sistemas públicos y uni-
modo drástico y radical entre lo que son versales de asistencia sanitaria, pero ello es a
«oficios», en los cuales sí es posible y dese- costa de la eficiencia. O puede optarse por la
able el libre mercado, y las «profesiones», eficiencia, a costa de la equidad. Ha sido la
en las cuales consideran necesario el mono- opción del neoliberalismo que a partir de
polio. ¿Por qué? Porque gestionan cosas de 1980 se impuso en la política norteamerica-
tanto valor, que sólo pueden ejercerlas per- na. La única manera de optimizar económi-
sonas muy especiales. De hecho, lo que los camente la sanidad es mediante el incremen-
médicos están diciendo es que las profesio- to de la eficiencia. Y esto se hace mejor en
nes tienen lo que se suele denominar una los sistemas privados y con ánimo de lucro
«moralidad especial», distinta de la «mora- que en los públicos y altruistas. En un siste-
lidad común». Ya lo hemos visto antes. ma eficiente, la salud tendrá el coste que
Como he expuesto en otros lugares, las pro- deba tener, y ése es el que tienen que pagar
fesiones clásicas, la de sacerdote, gobernan- los ciudadanos, en este caso como en cual-
te y médico, han venido caracterizadas a lo quier otro, siguiendo las relaciones de mer-
largo de los siglos por estas cinco notas: cado. En las instituciones privadas, deben
elección, segregación, privilegio, impuni- cerrarse todos aquellos servicios, por impor-
dad y autoridad19. La impunidad a que me tantes que sean, que no pueden pagar los ciu-
refiero es la jurídica, y la autoridad es moral. dadanos o para los que no hay demanda sufi-
Estas dos últimas notas han funcionado de ciente, ya que no resultan rentables. De ahí
modo excluyente, de modo que la impuni- que tenga que haber instituciones públicas
dad jurídica debía ir unidad a la autoridad de beneficencia, que cubran esos servicios
moral, y la falta de esta última, al someti- para quienes no pueden pagarlos y que tam-
miento a las leyes. Éste es el planteamiento bién rescaten a los más pobres, pero sólo
clásico, del que siguen echando mano los como procedimiento subsidiario del sistema
médicos desde la época de Adam Smith. Tal privado y mercantil, que es el único capaz de
ha sido su vigencia a lo largo de la historia. dar eficiencia y calidad.

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Diego Gracia

LIBRE MERCADO Y MANAGED CARE dores de servicios quienes establezcan las


políticas en materia de salud. Y ello porque
¿Cuál ha sido la expresión práctica de este la asistencia sanitaria es un bien social pri-
nuevo enfoque? Es bien conocido de todos, mario que no puede dejarse a las puras fuer-
el llamado managed care, término de nuevo zas del mercado. Es necesario tener en cuen-
difícil de traducir al español. En Puerto Rico ta a los ciudadanos y a los profesionales. De
se tradujo como «cuidado dirigido». En no ser así, los médicos se verán en la des-
Argentina se ha usado «medicina gestiona- agradable circunstancia de no poder ejercer
da» o «medicina de gestión». En España la profesión dignamente.
parece que se ha impuesto «gestión clínica»,
que desde luego es el término más eufónico.
De todos es bien conocido este procedimien- LA EXIGENCIA
to. En él, el médico aparece no sólo como DE PROFESIONALIDAD
cuidador del paciente o agente del paciente, Si ahora volvemos al comienzo, al texto
sino también como gestor de recursos. Es el con que comenzó este movimiento, veremos
problema de la «doble agencia», que tanto ha que en él aparece un término que ha adquiri-
dado que hablar en estas dos últimas décadas. do inusitada fuerza en estos últimos años: el
Sus perversiones son bien conocidas, ya que de Medical Professionalism, profesionalis-
incentivan el ahorro a través de hacer partíci- mo médico. Tengo que decir que considero
pe al profesional de los beneficios, con lo que inadecuada esa traducción. Y ello porque en
se le pone en la tentación continua de mirar nuestro idioma casi todos los sustantivos
por su peculio antes que por su paciente. acabados en «ismo» tienen un sentido clara-
mente peyorativo. Profesionalismo designa
Por su parte, el American College of entre nosotros el uso de la profesión para
Physicians Center for Ethics and Professio- defender privilegios y prevendas; por tanto,
nalism, en colaboración con el Harvard Pil- el sacar provecho de los privilegios de la
grim Health Care Ethics Program, han cons- profesión: la defensa de unos profesionales
tituido un Medicine as a Profession Mana- por otros, la búsqueda de privilegios, etc.
ged Care Ethics Working Group, expresión Este sentido negativo es el que ha adquirido
que cabe traducir como «Grupo de trabajo en la polémica de los años sesenta y setenta
sobre ética de la gestión clínica dentro del en torno a la moralidad especial o común de
programa de medicina como profesión». la profesión médica. Profesionalismo ha
Este grupo de trabajo ha publicado en julio sido y es el modo de designar el mal uso y los
de 2004 un excelente documento, titulado vicios de la profesión durante su etapa
Ethics in Practice: Managed Care and the monopolista; por tanto, la defensa a ultranza
Changing Health Care Environment20. Este del monopolio y los privilegios. De ahí que
texto es ya mucho más concreto que el pri- considere preferible no utilizar la expresión
mero de los citados y analizados, y supone «profesionalismo médico», que sería la tra-
un avance significativo. Su tesis central es ducción más exacta de los términos ingleses.
que todas las partes implicadas en la asisten- Durante algún tiempo he pensado que entre
cia sanitaria, es decir, los proveedores nosotros debía hablarse de un «nuevo profe-
(health plans), los compradores (purcha- sionalismo», para distinguirlo claramente
sers, que son las empresas que contratan las del clásico. Pero esto también tiene sus
pólizas con las compañías proveedoras), los inconvenientes, ya que puede entenderse en
clínicos y los pacientes deben participar en el sentido de que de nuevo se quiere volver a
un diálogo público a fin de establecer las la etapa del monopolio y los privilegios.
políticas institucionales y el modo como
deben distribuirse los recursos. No pueden Lo que el término inglés professionalism
ser sólo los economistas, ni sólo los provee- significa es la realización correcta, a ser posi-

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ÉTICA PROFESIONAL Y ÉTICA INSTITUCIONAL: ¿CONVERGENCIA O CONFLICTO?

ble excelente, de la actividad profesional. No 8. Pellegrino ED. Philosophy of Medicine: Problema-


sólo no tiene sentido negativo sino que lo tie- tic and Potential. J Med Philos 1976;1(1):5-31.
ne positivo. Por eso la mejor traducción a 9. MacIntyre A. After Virtue. London: Duckworth;
nuestro idioma de professionalism no es 1981. p. 175.
«profesionalismo» sino «profesionalidad».
El Rey dijo de su esposa que era «una gran 10. Fuller LL. The Morality of Law, Revised Edition.
New Haven: Yale University Press; 1969.
profesional». Eso es profesionalidad. Lo cual
no significa actuar como en épocas pasadas. 11. Finnis J. Natural Law and Natural Rights. Oxford:
Ya no se trata de ejercer la profesión de modo Clarendon Press; 1980.
monopolista. Muy al contrario: de lo que se
12. Ladd J. The internal morality of medicine: An
trata es de colaborar con los gestores y con essential dimension of the physician-patient rela-
los ciudadanos en la definición de los objeti- tionship. In: E. Shelp (Ed.) The Clinical Encounter:
vos de la sanidad. Hemos pasado del mono- The moral fabric of the physician-patient relations-
polismo médico al monopolio de la econo- hip. Dordrecht: D. Riedel; pp. 209-231.
mía. Eso no es de recibo. Es preciso llegar a
13. Wynia MK, Latham SR, Kao AC, Berg JW, Ema-
un equilibrio o acuerdo que permita cohones- nuel LL. Medical professionalism in society. N
tar las exigencias de la economía con el ejer- Engl J Med 1999 Nov 18;341(21):1612-6.
cicio digno de la profesión y la búsqueda del
beneficio de los pacientes. ¿Será esto posi- 14. Project of the ABIM Foundation, ACP-ASIM
Foundation, and European Federation of Internal
ble? Esperemos que sí. Medicine. Medical professionalism in the new
millennium: a physicians’ charter. Lancet
Ética profesional y ética institucional: 2002;359(9305):520-2, y Ann Intern Med 2002;
¿convergencia o conflicto? Es indudable que 136(3):243-6.
se trata de dos instancias distintas, con obje-
15. Un proyecto de la Fundación ABIM, la Fundación
tivos e intereses diversos, y por tanto con- ACP-ASIm y la Federación Europea de Medicina
flictivos entre sí. Pero con una finalidad Interna, La profesión médica en el nuevo milenio:
común: la salud y el bienestar de los pacien- estatutos para la regulación de la práctica médica.
tes. De ahí la necesidad de la convergencia. Med Clin (Barc) 2002;118(18):704-6.
Cómo conseguir ésta parece que va a ser el
16. Peces-Barba Martínez G, Fernández Liesa CR, Lla-
gran tema durante los próximos años. mas Gascón A, Barranco Avilés MC, Domínguez
Redondo E, Escudero Alday R, Pavón Pérez JA, y
Rodríguez Uribes JM. Textos básicos de derechos
BIBLIOGRAFÍA humanos. Pamplona: Aranzadi; 2001.

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5. Aristóteles, Et Nic I 1: 1094 a 1-3.
20. Medicine as a Profession Managed Care Ethics
6. Platón. Lisis 219 a. Working Group Statement. Ethics in Practice:
Managed Care and the Changing Health Care
7. Kass L. Regarding the end of medicine and the pur- Environment. Ann Intern Med 20 2004;
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