¿Cuál es la necesidad del hombre de consumir de manera conspicua?
El hombre desde su aparición disponía tanto de cualidades, como de necesidades
intrínsecas que lo impulsaban para alimentarse, protegerse ante cualquier posible amenaza, relacionarse con los demás, adquirir poder, entre otras. Ahora bien, ¿qué realizaban los seres humanos para obtener poder? lo obtenían consumiendo o utilizando objetos de lujo, que a su vez proporcionaba una sensación de superioridad. En este ensayo expositivo-explicativo, que empleará la obra de Marvin Harris, “Jefes, cabecillas y abusones” como fuente principal, se presentarán los efectos que ocurrieron debido a este tipo de consumo, llamado consumo conspicuo. Los cabecillas y los mumis eran como una clase de líderes de sus tribus. Todos poseían un atributo que los definía: su gran sed de prestigio. Se puede apreciar que este, era su consumo conspicuo, puesto que servía como motivación para lograr los grandes sacrificios que realizaban. Esto es confirmado en el capítulo 2 por Marvin Harris, cuando presenta que el cabecilla tiene una gran responsabilidad sobre su tribu; tal como plantea Robert Dentan, este era la figura más prestigiosa entre un grupo de iguales. Un suceso semejante acontece con los mumis como es expuesto en el capítulo 4 por el autor, cuando unos aspirantes a cabecilla “competían entre sí para organizar banquetes”. Por lo tanto, esta era una categoría especial que los distinguía de los demás, y por consiguiente les otorgaba cierta potestad. Efectivamente, esto no le proporcionaba los manjares más exquisitos ni comodidades físicas, todavía. De manera evidente esto fue evolucionando con el paso del tiempo. El hombre con su necesidad de mostrarse superior, utilizó los objetos de lujo para enaltecerse; ligado con la redistribución, organización social y económica en la cual predominaba la jactancia, contribuyó en la creación de distinciones de rango. La jactancia fue utilizada por los cabecillas para mostrar jerarquía, que tuvo como consecuencia el consumo conspicuo para solidificar e intensificar esta supremacía. Tal y como evidencia Marvin Harris en el capítulo 7, el consumo conspicuo se desempeña mediante objetos extremadamente escasos, con la finalidad de anunciar su hegemonía y fortunas a aquellos que consideraban inferiores. De igual forma, el pueblo se encontraba a su disposición. En consecuencia, el consumo conspicuo contribuyó vigorosamente con la estratificación social, como rectifica Harris en el capítulo 5: “Aquellos servidos por los mumis, se convirtieron en siervos de los mumis”. A pesar de que el concepto de consumo conspicuo se identifica más en la sociedad contemporánea, los primeros Estados y tribus fueron los pioneros de este sistema. El ser humano con el surgimiento de las clases sociales, pretendía situarse o mantenerse en la cúspide de esta. Con el objetivo de satisfacer el anhelo a sentirse superiores, mediante el poder. ¿Cómo se lograba esto?. El sociólogo y economista Thorstein Veblen, explicaba que se obtenía imitando y exhibiendo la adquisición de bienes de lujo como lo realizaban las personas que ya poseían este nivel. No obstante, existían tribus que no empleaban este método, principalmente en las sociedades igualitarias. Esto es demostrado por el autor en el capítulo 2 con la tribu de los ¡kung. En definitiva, el hombre consumía conspicuamente con la intención de resaltar sobre los demás, que estaba enlazado con el poder. Este tipo de consumo tuvo repercusiones en el transcurso de la historia. Entre ellas se encuentra la aparición de los líderes o cabecillas de los grupos sociales que se sustentaban del prestigio. Posteriormente, la creación de clases sociales definidas por supremacía y riquezas. Por último, su uso para alcanzar o preservar el estatus social deseado. Teniendo en cuenta que estos efectos demostraban el anhelo de poder por parte del ser humano. El estudiante: Nota obtenida
1. Responde a la pregunta asignada por el profesor
tomando en cuenta la situación de enunciación consensuada (propósito, el público, el ámbito discursivo, etc.) e incluyendo la información estrictamente necesaria. Asimismo, estructura el ensayo en forma canónica en cinco o más párrafos de tres o más oraciones cada uno (con una oración temática). (14 puntos) 2. Presenta la tesis o idea principal de su exposición. (3 puntos)
3. Domina y usa adecuadamente la información contenida en
la/s fuente/s consultada/s lo que se manifiesta a través de distintas estrategias de reelaboración: paráfrasis, análisis, resumen, citas directas e indirectas, etc. En otras palabras, el estudiante hace suya la información evitando el plagio. Nota: Por cada idea reproducida literalmente de uno de los textos fuente sin dar crédito a su/s autor/es, se descontarán dos puntos. Si el trabajo tiene cinco o más informaciones copiadas textualmente, el profesor se reserva el derecho de anularlo. (16 puntos) 4. Toma en cuenta al enunciatario y su propósito de lectura haciendo uso de las estrategias discursivas adecuadas (ejemplos, reformulaciones, explicaciones, análisis, etc.) y evitando digresiones, anacolutos, presunción de conocimiento previo por parte del lector, etc. que pudieran dificultar la comprensión del mensaje. (15 puntos)
5. Respeta las reglas de normativa (acentuación, puntuación,
mayúsculas, uso correcto de letras, concordancia, uso de relativos y preposiciones, etc.) (15 puntos) 6. Refleja haber tomado en cuenta los procesos involucrados en la realización del ensayo; igualmente, se ha esmerado en corregir los errores detectados por los compañeros y el profesor en la socialización de los borradores de su exposición; en fin, ha mostrado empeño en alcanzar el propósito de la consigna que le dio origen al ensayo de referencia. (7 puntos)