La delincuencia juvenil comprende, desde un punto de vista jurídico, a aquellos
jóvenes mayores de 14 años y menores de 18 que realizan conductas tipificadas
como delitos en el Código Penal, si bien su responsabilidad es exigida por Ley de Responsabilidad Penal del Menor. En España, la delincuencia juvenil ha descendido levemente desde el año 2010. La mayor parte de esta delincuencia es cometida por varones, siendo el robo con fuerza en las cosas el delito más frecuente. Además, se exponen en este trabajo teorías explicativas del fenómeno (la Teoría integradora del potencial antisocial cognitivo de Farrington, la Taxonomía de Terrie Moffitt y el Modelo del Triple Riesgo Delictivo de Santiago Redondo), los factores de riesgo y de protección, características diferenciales entre la delincuencia juvenil masculina y la femenina y, por último, la influencia de los medios de comunicación en la percepción que tiene la sociedad sobre la delincuencia juvenil. CONCEPTO
Resulta complejo proporcionar una definición de la delincuencia juvenil, ya que
en función de la perspectiva adoptada, podemos encontrar diferentes definiciones. Por un lado, tenemos la definición jurídica de la delincuencia juvenil, que hace referencia al fenómeno social constituido por el conjunto de las infracciones penales cometidas por los mayores de 14 años y menores de 18 tal y como delimitó la Ley de Responsabilidad Penal del Menor. Por otro lado, encontramos la definición criminológica de la delincuencia juvenil, más amplia que la anterior, ya que, además de las conductas constitutivas de infracciones penales, incluye otras conductas no delictivas pero asociadas al delito, como pueden ser el alcoholismo, el absentismo escolar, la drogadicción, etc. Además, amplía también la franja de edad, considerando delincuentes juveniles a todos aquellos que estén por debajo de los 25 años. FACTORES DE RIESGOS Y FACTORES DE PROTECION
Factores individuales: baja inteligencia, temperamento difícil en la infancia,
impulsividad, hiperactividad, bajo autocontrol, pobres relaciones con los pares y determinados rasgos cognitivos como la tendencia a atribuir la responsabilidad de su comportamiento a agentes externos o la atribución de intenciones hostiles a acercamientos sociales, entre otros. – Factores familiares: estrés familiar, abuso, negligencia y, por último, estilo parental hostil, crítico y punitivo. – Factores ligados al grupo de pares: pertenencia a grupos de pares involucrados en actividades delictivas. – Factores sociales o comunitarios: residir en un área donde existe un bajo compromiso comunitario, alta tasa de desempleo, falta de oportunidades legítimas, falta de confianza en los vecinos, bajos niveles de participación, entre otros. – Factores socioeconómicos y culturales: pobreza y desempleo juvenil. En cuanto a los factores de protección, los podemos clasificar en factores individuales, vínculos sociales y creencias saludables y sólidos modelos de comportamiento. – Factores individuales: género femenino, alta inteligencia, habilidades sociales, locus de control interno y temperamento resistente. – Vínculos sociales: afectividad, apoyo emocional y buenas relaciones familiares. – Creencias saludables y sólidos modelos de comportamiento: aprendizaje de normas y valores sólidos, compromiso con valores morales y sociales y buenos modelos de referencia.