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Capilla De La Virgen Purificada De Canincunca

1. Capilla de Canincunca

1.1 Ubicación

La Capilla de Canincunca se ubica a 40 km al sur de la ciudad del Cusco, en el


distrito de Huaro, provincia de Quispicanchi, ubicado a 3200 m.s.n.m En 1974
fue declarada Monumento integrante del Patrimonio Cultural de la Nación. Esta
capilla, junto con las Iglesias San Pedro Apóstol de Andahuaylillas y San Juan
Bautista de Huaro, integran el circuito turístico denominado Ruta del Barroco
Andino, promovido por la Compañía de Jesús.

1.2 Canincunca

Etimológicamente la palabra Canincunca proviene de la fusión de dos vocablos


quechuas:

 CANIN: morder
 CUNCA: cuello

Significa el recorte de la fusión de los bordes inferiores de dos cerros


considerados como míticos nombres por identificar con tres finalidades: religioso,
económico y cultural. En la época pre-inca fue confortante del dominio Wari,
cultura desarrollada entre el 600 d.c al 1100 d.c.

Se sabe que entonces se rigió una waca (adoratorio) en formal piramidal, con
pisos funerarios interiores, siendo la mas importante de los cultos en tres valles
formados por el río Vilcanota y de la laguna denominada QOYLLUR QOCHA,
hoy conocida como laguna de URCOS.
LAGUNA DE URCOS

La tradición señala que, en tiempos antiguos, en este lugar se realizaban festejos


en la época del crecimiento del maíz, es decir entre los meses de noviembre a
marzo. En tiempos modernos, en febrero se lleva a cabo una importante feria
que lleva su nombre, posiblemente como reminiscencia de aquella antigua
festividad.

1.3 Historia De La Capilla Canincunca

Los antecedentes mencionados permiten deducir que no fue casual que en este
lugar se edificara una capilla. Este sitio, que fuera lugar ceremonial importante
en tiempos prehispánicos, estaba destinado a ser lugar de devoción dentro de la
política evangelizadora que implantara España en el Nuevo Mundo. Es conocido
por todos que sobre lugares sagrados de antiguos adoratorios prehispánicos, los
peninsulares construyeron templos, capillas y adoratorios católicos, como
símbolos evidentes de imposición y dominio no sólo de la nueva religión, sino
también del dominio político que ejercerían en este territorio durante casi
trescientos años. La actual existencia del cementerio en la ladera posterior a la
capilla, también nos refiere este vínculo con sitios sagrados prehispánicos. El
cementerio pudo existir desde el momento de la construcción de la capilla.
Actualmente está en uso y sirve a los asentamientos aledaños, especialmente al
poblado de Huaro y a los nuevos asentamientos frente a la capilla formados casi
20 años atrás, denominados Virgen Purificada y Bellavista.

Como muchas de este tipo de edificaciones religiosas que aún quedan en la zona
sur andina, fueron construidas por los titulares de las Encomiendas, quienes
inicialmente como parte de sus funciones, tuvieron el encargo de la Corona
Española de evangelizar a los nativos en la nueva religión. Esta función luego
estaría a cargo de las órdenes religiosas. Si hubiera sido así, su construcción fue
aproximadamente en el siglo XVII.

En las inmediaciones es posible observar restos de muros hechos con piedra


menuda y mortero de barro, que constituyen el complejo Wari.

Sin embargo, el carácter y función religiosa del lugar se va a mantener incólumes


como lo señala el investigador JOHN ROWE el santuario que hunde sus raíces
en siglo XIV mantiene un uso religioso interrumpido hasta el siglo XVI momento
de la introducción de la nueva religión y de allí continua vigente hasta nuestros
días.

2. ARQUITECTURA

De forma rectangular alargada con contrafuertes hacia el exterior, está precedida


por un amplio atrio, consta de un recinto único como nave y sacristía en el lado
del Evangelio, con pequeño coro alto en “U”, dos torres de campanario y
edificaciones curales anexas, a las que nos referimos más adelante. El conjunto
está construido con cimentación y sobrecimentación de piedra, muros de adobe,
techo de par y nudillo a dos aguas y cubierta con teja, destacando en el interior
el tratamiento integral con pinturas murales de los siglos XVII y XVIII que cubren
completamente paredes, así como los faldones y el harneruelo del falso cielo
raso. Tuvo algunas intervenciones parciales después del terremoto de 1950. Así
mismo en el lustro de 1975 se la restauró parcialmente, trabajo que estuvo a
cargo del Proyecto Per-39 del Instituto Nacional de Cultura-UNESCO, tanto en
la parte estructural de la edificación, como en parte de su patrimonio mueble,
especialmente la pintura mural.

2.1. Atrio

Amplio espacio que precede las construcciones de la capilla, la casa cural al


lado izquierdo y el descanso hacia el lado derecho. Tiene pavimento con piedras
de canto rodado. Al costado izquierdo se prolonga ligeramente, donde crecen
tres Pisonay y algo más allá se encuentra una pequeña cruz de piedra tallada,
sobre podio del mismo material. Dicen los pobladores de la zona, que esta cruz
se ubicaba donde actualmente está situada la capilla. Es posible que, durante la
Colonia, en este sitio inicialmente se hubiera implantado la cruz, para luego
construir el recinto

Por el atrio se accede hacia la parte lateral derecha de la capilla, en cuyo muro
se encuentra una hornacina con restos de pintura mural del siglo XVIII, así como
una pequeña puerta, hoy clausurada, que llevaba a la torre de campanario del
lado de la Epístola, que contiene dos campanas.

2.2. Fachada

Es sencilla, con sobrecimientos de piedra, capilla abierta a modo de pequeño


balcón definida por cancela de madera, con puerta central y adosadas al cuerpo
de la capilla y torres de campanario a cada lado. El acceso al recinto religioso se
da a través de la portada de piedra en arco de medio punto que arranca del atrio
y que está algo retirada en relación a las torres campanario. A los costados, en
la parte inferior, se encuentran podios corridos de piedra, a modo de asientos.
Hacia la izquierda se encuentra la recova, una construcción en adobe, de una
planta, cuyo acceso se sitúa en un volumen ligeramente más alto que el resto de
dicha construcción, que en conjunto da hacia el amplio espacio que la precede.
El acceso exterior a esta edificación es un vano con dintel de piedra y
monogramas de María y Jesucristo, posiblemente del siglo XVII, y los laterales
construidos con algunos petroglifos de origen prehispánico. En el 2013, por
iniciativa de la autoridad municipal de Huaro, se ha construido al lado derecho
de la capilla un recinto abierto, con techo a dos aguas, según se informa como
lugar de descanso para los peregrinos que visitan tanto la capilla como el
cementerio.

A ambos costados de la portada se leen dos cartelas con leyendas invocando al


hombre que pasara por aquella carretera saludar a la Virgen:

LADO DEL EVANGELIO:

Por cierto mal haría quien por aquí pasase si


por descuido dejase de saludar a María.

LADO DE LA EPÍSTOLA

Si deseas que tu tristeza se convierta en


alegría no pases alma ingrata sin rezar un
Ave María.

2.3. Nave

Se accede por el atrio. Tiene 30 m de largo y seis de ancho y pequeño presbiterio


delimitado de la nave por una grada y cancela de madera tallada policromada y
acabado en pan de oro. En este espacio se encuentra el retablo barroco. Al
costado izquierdo del presbiterio se encuentra la sacristía, a la que se accede
por una pequeña puerta de madera. Nave y presbiterio tienen piso de ladrillo
pastelero, cambiado en 1979, a raíz de la intervención de la capilla en aquel año.
Nave de la Capilla con el retablo principal dedicado a la Virgen Purificada. En el
acceso y a los costados de la nave se encuentran empotradas, en cada lado,
piezas de origen inca, posiblemente morteros de piedra labrada, que sirven como
recipientes de agua bendita. En el lado del muro del Evangelio se encuentra una
alacena con puerta de madera tallada del siglo XVIII, seguidamente el retablo
dedicado a la Sagrada Familia, compuesto por hornacina empotrada con remate
externo de talla en madera y altar de yeso del siglo XIX. En el lado del muro de
la Epístola está ubicado el retablo dedicado a San Roque. Es una hornacina
donde se encuentra la escultura del santo, del siglo XVII y tiene altar de yeso del
siglo XIX. En 1977 la capilla contaba con un púlpito con pequeña escalinata,
ubicado antes de la puerta que da a la sacristía, construido en el siglo XX y que
fue retirado en el proceso de intervención de la capilla, por no contar con la
calidad que el recinto ameritaba.

2.4. Sacristía

De pequeñas dimensiones, con techo de par y nudillo, óculo sobre el muro de


cabecera y piso de ladrillo pastelero, consta de altar en la cabecera del muro,
dedicado al Cristo de Los Temblores. El altar es de factura contemporánea y
sobre el mismo se encuentra el lienzo del Señor de los Temblores, pintura de la
escuela cuzqueña del siglo XVIII.

La nave desde el coro alto. Nótese la estructura del techo de par y nudillo y
tirantes.

Al costado izquierdo de este recinto, se encuentra otro altar dedicado al Señor


de la Caída. Altar de factura contemporánea, lienzo del siglo XVIII de la Escuela
Cusqueña de Pintura, al lado un vano. Por este mismo lado se encuentra la
puerta que da a la construcción lateral a la capilla. Al costado derecho está
situado un mueble-armario de madera tallada contemporáneo, donde se guardan
los objetos litúrgicos. Sobre el mismo se encuentran lienzos de la Escuela
Cusqueña de Pintura, del siglo XVIII.

SACRISTIA DE LA IGLESIA CANINCUNCA

LIENZO DEL SEÑOR


DE LOS TEMBLORES

2.5. Casa Cural

Es una construcción en adobe, de una planta con techo a dos aguas y cubierta
de teja. Tiene dos accesos, desde el exterior por el atrio y por el interior desde la
sacristía. La construcción está compuesta por un pequeño patio alrededor del
cual, en tres frentes, se construyeron varios ambientes con puertas
independientes que dan al espacio abierto. Del exterior se accede a este por un
corto zaguán y desde el interior por una puerta lateral de la sacristía que da a
una galería con arcos.

De esta galería también arranca la escalera de piedra de tres tramos que llevan
a una pequeña habitación que se usa como depósito, al coro alto y a la torre
campanario del lado del Evangelio con tres campanas, dos coloniales y una
contemporánea, donada por residentes de Huaro en la ciudad de Lima, como
reza una placa situada en uno de los muros del campanario. Es estrecha y algo
baja, lo que obliga a quien suba tener que hacerlo algo agachada.

2.6. Coro Alto


Espacio en forma de “U” es de pequeñas dimensiones como toda la capilla y
está sostenido por canes. Se accede al mismo por la escalera externa situada
en la galería de la casa cural. Tiene puerta central en el muro de pies que lleva
a la capilla abierta. Su piso es de madera y cuenta con un órgano recientemente
restaurado, temporalmente ubicado en el templo de San Pedro Apóstol de
Andahuaylillas

En este espacio se ubica el esquilón.

3. VALORES PATRIMONIALES

3.1. Pintura mural

Los murales de la Capilla de Canincunca, además del retablo principal, son lo


más destacado de su patrimonio artístico. Como se ha señalado en anteriores
descripciones de los templos vecinos a Canincunca , se deben tener en cuenta
dos aspectos que explican la presencia de pintura mural en recintos religiosos
como el que nos ocupa: que la pintura mural es parte de la arquitectura e
importante vehículo evangelizador. En la capilla de la Virgen Purificada, la pintura
mural tuvo dos momentos, la del siglo XVII de estilo barroco llegado de la
península y posteriormente en el siglo XVIII, graciosa muestra del barroco
andino. Los murales del siglo XVII cubren las tres cuartas partes de los muros
de la nave. Son pinturas que los historiadores del arte han denominado “murales
textil”, que a modo de “tapices” que cuelgan, han sido ejecutadas en paños
verticales con dos temas decorativos diferentes que están divididos por cintas en
pan de oro.
Mural del lado de la Epístola, con decoración a modo de colgadura de
“tapiz” y zócalo con “grutescos”

El obispo Manuel de Mollinedo y Angulo, en la segunda mitad del siglo XVII,


mandó que varias parroquias y recintos religiosos rurales tuvieran las paredes
decoradas en forma de “colgaduras” o damascos.

Es el caso no sólo de Canincunca, sino de otros templos cercanos en el área


como los de Pitumarca y Cay Cay, cuyos interiores poseen el mismo tipo de
decoración. Los temas intercalados son motivos vegetales que cubren
profusamente cada sección, son de color marrón y fondo beige. El otro diseño
está compuesto por un patrón que se repite representando un florero con ramas
de hojas a modo de flores y follaje. Es un diseño de tradición greco-latina, muy
bien ejecutado, cuyo fondo es de color rojo y blanco con toques de verde.

Resumiendo, las superficies de los paramentos están tratados con un denso y


repetitivo patrón para dar la impresión de suntuosos tapices colgando desde el
techo.

Las pinturas murales del siglo XVIII están representadas debajo del tema “tapiz”,
en el zócalo de la nave. Son decoraciones con motivos que muestran un patrón
de tradición greco-latina, llamado “grutesco”, representando hombres follaje,
roleos vegetales, grullas, la representación de Venus como caritas de mujer que
simbolizan la Virgen María en la tradición cristiana y que están coronadas con
veneras y decoración a modo de plumaje. Igualmente se pueden observar
vizcachas andinas, iconografía de los murales del barroco andino tan extendido
en territorio sur peruano.

Así mismo, los frisos que se ubican en el límite superior de las paredes en el
encuentro con el techo, tienen decoración de “grutescos”. Además de tramo en
tramo, se visualizan escenas posiblemente de la vida de la Virgen, muy poco
identificables por el mal estado de conservación de la pintura.
El falso cielo raso está realizado en tela, conocida como Yanasca, que fue un
material muy usado durante la colonia y presenta pintura mural en toda su
extensión. Presenta rombos con apliques circulares centrales en cada uno de
ellos, trabajados en relieve, en yeso con acabado en pan de oro. El harneruelo,
parte central y plana del techo, presenta secciones rectangulares con decoración
a modo de escudos con círculos centrales. Tiene rica policromía en rojo, azul y
blanco, además de detalles decorativos en relieve realizados a base de cola tela
y yeso con acabado en pan de oro. Los tirantes que cruzan la nave también están
pintados.

Detalle del
harneruelo en el
cielo raso de la
Capilla. Pintura
del siglo XVII.
Son también murales del siglo XVIII:

 El intradós de la portada de acceso, con una paloma en el centro,


representación de la Trinidad.
 Las hornacinas de los retablos de la Sagrada Familia y de San Roque,
situados en la nave.
 Los murales del coro alto que representan a San Pedro y San Pablo.
 Los casetones de madera debajo del coro (sofito).
 Las ménsulas (elementos arquitectónicos en madera tallada que
sostienen el coro alto y se visualizan desde el coro bajo).

Pintura mural. Intradós de la puerta de acceso a la Capilla con la


representación del Espíritu Santo. S. XVIII.

Detalle del cielo raso del coro bajo. Casetones en madera policromada. S.
XVII.
En relación a la técnica de estos murales, es la misma que se utilizó en los
murales de los templos vecinos de Andahuaylillas y Huaro, es decir, pintura al
temple sobre soporte de adobe, con pigmentos de tierras naturales de la zona y
de plantas nativas andinas. Fueron manos indígenas y mestizas que pintaron los
muros, siguiendo patrones de tradición europea y andina.

3.2. Retablo Principal

El retablo original de la capilla fue una pintura mural del cual sólo queda como
evidencia la hornacina central con la iconografía de la Virgen de la Candelaria o
Purificada en la advocación local. Fue reemplazado por el actual retablo que
constituye el bien patrimonial más importante del recinto. De estilo barroco
ricamente decorado, es de fines del siglo XVII. La estructura de madera tallada
y sobredorada con pan de oro, es de dos cuerpos, (parte horizontal), tres calles
(parte vertical) y sotabanco (parte más baja del retablo que está a nivel del altar).
Las calles están definidas por columnas salomónicas y los cuerpos diferenciados
por cornisas de las cuales penden piñas a manera de pinjantes. Rematan a cada
lado, tallas de veneras, piñas y roleos con profuso sobredorado. Completan el
conjunto seis lienzos de la Vida de la Virgen y el Niño Jesús con sus respectivos
marcos tallados y acabados con pan de oro y siete óleos en los dos cuerpos del
retablo. Son de la Escuela Cusqueña de Pintura del siglo XVII, de autor anónimo.
Los óleos de la serie de la Vida de la Virgen se ubican: Lado del Evangelio de
arriba hacia abajo:

 La familia de la Virgen, Joaquín, Ana y la Virgen Niña.


 Al centro, una escena cotidiana de la Sagrada Familia, donde María, en
labores de tejido, ocupa el lugar principal de la escena, los niños Jesús y
San Juanito con su iconografía del Cordero Pascual; José en su labor de
carpintero.
 Abajo, la Sagrada Familia en el encuentro de los niños Jesús y Juan el
Bautista, rodeados de angelitos.

En el lado de la Epístola de arriba hacia abajo:

 Los Desposorios de la Virgen con San José.


 Al centro la Virgen Pastora.
 Abajo la escena de la Huida a Egipto de la Sagrada Familia.

En el lado del Evangelio de arriba hacia abajo se encuentran:

 La Sagrada Familia
 San Agustín
 San Antonio de Padua con el Niño en el brazo izquierdo y en el otro lleva
en la mano la azucena, su símbolo iconográfico, enmarcado en medallón.

En el lado de la Epístola de arriba hacia abajo se encuentra:

 San Francisco de rodillas ante la Virgen


 San Juan Bautista con el Cordero Pascual
 San Francisco de Asís con la calavera en la mano izquierda y el crucifijo
en alto con la derecha, lienzo que originalmente no perteneció a este lugar
y está enmarcado en medallón.

Estos lienzos son de la Escuela Cusqueña de Pintura, del siglo XVII y de autoría
anónima. En la calle central, en el primer cuerpo, se observa una falsa hornacina
con la imagen de la Virgen de la Candelaria pintada sobre el muro testero, única
muestra del retablo original, que como señalamos estuvo pintado en el muro. A
manera de marco, destaca la talla que simula una aureola. Remata este cuerpo
el frontón partido conteniendo la cartela con el monograma de María. En la parte
superior de la calle central, se encuentran dos ángeles esculpidos en yeso
policromado con pan de plata, imágenes del siglo XVII, de autor anónimo y de
gran calidad escultórica. El segundo cuerpo contiene un lienzo del Arcángel San
Gabriel, San Juan Bautista.

Virgen Purificada de Canincunca. Pintura mural de inicios del siglo XVII.


Retablo Principal de la capilla.
Rematan el retablo otras dos esculturas de ángeles, una a cada lado. Son de
yeso policromado con acabado en pan de plata, técnica conocida como
“chinesco”.

El altar del retablo principal es de mampostería con acabado de yeso y


decoración floral policroma en relieve, de estilo Rococó (finales del siglo XVIII) y
define el nivel del Sotabanco. El tabernáculo original ha sido reemplazado por
pequeña urna tallada en madera, factura de la primera mitad del siglo XVII,
conteniendo la escultura del Niño Jesús, proveniente de otro recinto religioso.
Debajo se encuentra el pequeño Sagrario donde se venera permanentemente la
Sagrada Hostia, dado que la capilla está abierta permanentemente para los
cultos católicos. Esta pieza tallada en madera con sobredorado, también es del
siglo XVII, trabajados en talleres cusqueños.

Dos gradillas de madera con pintura policromada, que pertenecían al conjunto


del altar, han sido retiradas de su posición original y actualmente se ubican a los
costados del sotabanco. A ambos lados del altar y para guardar la simetría del
conjunto, falsas pilastras continúan las columnas salomónicas, en medio de las
cuales flanquean los lienzos enmarcados en medallones ya mencionados. Todos
los lienzos pertenecen a la Escuela Cusqueña de Pintura de la segunda mitad
del siglo XVII y primera del siglo XVIII. La estructura del retablo se encuentra
anclada al muro testero mediante yugos, los cuales han sufrido desecamiento de
los amarres por efecto del tiempo y el clima seco de la zona, evidenciado por el
desplazamiento de algunas piezas del mismo.

3.2.1. Altares

Dos pequeños altares se encuentran a ambos costados de la nave. El del lado


del Evangelio está dedicado a la Sagrada Familia y el del lado de la Epístola a
San Roque. En ambos casos, hornacinas empotradas en la pared, contienen las
esculturas de la Virgen, San José y el Niño, formando la Sagrada Familia y la
imagen de San Roque. Los altares que sobresalen en la nave son de
mampostería de yeso, con detalles decorativos polícromos en el frontis y son del
siglo XX. En el muro del Evangelio y al costado del altar de la Sagrada Familia
se encuentra una alacena con puerta de madera tallada del siglo XVIII, pintada
de verde.
Altar de yeso con relieves
policromados del siglo XX. Hornacina
con la imagen de San Roque. Muro al
lado de la Epístola.

3.3. Lienzos

Además de los lienzos existentes en el retablo, están los situados en la Sacristía


y son: En el muro del lado izquierdo:

 San Juan de Dios (S. XVIII)


 Cristo de la Caída (S. XVIII)
 San José al lado de la puerta hacia la casa cural (S. XVII)

Cristo de la Caída. Oleo sobre lienzo. Siglo


XVIII. Escuela Cusqueña de Pintura.
En el muro del lado derecho:
 La Trinidad (S. XIX)
 El Señor de la Caña (S: XVIII) En el muro de cabecera
 El Señor de los Temblores al centro (S. XVIII)
 El Cristo Crucificado a la izquierda (S. XVIII)
 El Señor de la Caña a la derecha (S. XVIII)
 Encima del óleo del Señor de los Temblores, se encuentra el lienzo de la
Virgen del Rosario (S. XVIII).
 La Inmaculada cuyo soporte es un pequeño remate de mueble en
madera. (S. XVIII).

San Juan de Dios. Oleo sobre


lienzo. Siglo XVIII. Escuela
Cusqueña de Pintura.

Debemos añadir los óleos que pertenecen a esta capilla, que en la actualidad y
por razones de seguridad, se encuentran exponiéndose en el Museo del Templo
de San Juan Bautista de Huaro, ambiente que fue la antigua Sacristía, situado
en el presbiterio de aquel templo. Estos son: Dos importantes series de pintura
de la Escuela Cusqueña, la serie de los Doce Apóstoles, del siglo XVII, de autoría
anónima y la serie del Credo, once lienzos del
siglo XVIII que muestran escenas alusivas a la oración católica llamada “El
Credo”, que es una confesión de fe y cuyas frases están escritas debajo de las
escenas. Es una serie poco frecuente en la producción de la Escuela Cusqueña.
Ambas fueron restauradas en el último tercio del siglo XX.

3.4. Muebles

Pocos muebles de valor patrimonial pueden mencionarse: Dos confesionarios,


la cancela del presbiterio, el esquilón, un pequeño espejo con marco, las
campanas y el órgano. El par de confesionarios del siglo XIX están trabajados
en madera, con ligera talla en la parte superior, coronados con cruz, están
pintados en verde y rojo, llevan en el espaldar el monograma de Cristo –JHS. Se
sitúan en la nave, están enfrentados al costado de las hornacinas de la Sagrada
Familia y de San Roque.

Confesionario. Madera policromada.


Siglo XVIII. Muro del lado de la Epístola.

3.5. Muebles

Pocos muebles de valor patrimonial pueden mencionarse: Dos confesionarios,


la cancela del presbiterio, el esquilón, un pequeño espejo con marco, las
campanas y el órgano. El par de confesionarios del siglo XIX están trabajados
en madera, con ligera talla en la parte superior, coronados con cruz, están
pintados en verde y rojo, llevan en el espaldar el monograma de Cristo –JHS.

Se sitúan en la nave, están enfrentados al costado de las hornacinas de la


Sagrada Familia y de San Roque. La cancela que divide la nave del presbiterio,
corre a lo ancho de la capilla y tiene pequeña portañuela central de acceso al
presbiterio. Es un trabajo en madera tallada y torneada, con policromía y
acabado en pan de oro. Posiblemente fue trabajada en el siglo XIX en el taller
de artesano de la ciudad de Cusco.

Talla en madera
policromada. Siglo XVIII.
Divide la nave del pequeño
presbiterio.

El esquilón, es una pequeña rueda de madera de la cual penden campañillas


que giran por efecto de una soga que se jala de la manija del objeto y que
producen secuencia de sonidos, en momentos importantes de la liturgia de la
misa y posiblemente en otras ceremonias religiosas. Fue reutilizada hasta la
primera mitad del siglo XX. Actualmente está en desuso y en regular estado de
conservación. Se ubica en el coro alto, como se mencionó anteriormente.

Esquilón. Mueble ritual con


campanillas. Se usaba en
ciertos momentos de la
liturgia. Siglo XVIII.
3.6. El órgano Realejo

Pieza de pequeñas dimensiones a escala del coro alto de la capilla, es un


instrumento fabricado en la ciudad del Cusco, como prácticamente todos los que
existen en recintos religiosos rurales de la zona.

Construido a mediados del siglo XVII, es un órgano realejo de tono de seis


palmos conformado por un teclado de 42 notas, con un total de 6 registros y 336
tubos sonoros dispuestos en forma cromática sobre la secreta, esta última
construida íntegramente en madera de cedro según la tradición organera
imperante en la zona.

Los registros son accionados desde tiradores laterales que son extensiones
directas de las correderas en la secreta, no estando al alcance del organista
durante la ejecución.

El instrumento se encuentra encerrado en una caja de estilo barroco elemental,


con una fachada conformada por diecisiete tubos correspondientes al registro
del Flautado, siendo estos los tubos sonoros de mayor tamaño del instrumento.

Órgano Realejo
4. PLANOS DE LA IGLESIA DE CANINCUNCA

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