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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO

LA PRUEBA DE INFORMES EN EL PROCESO CIVIL VENEZOLANO

Trabajo Especial de Grado para Optar al Grado de Especialista en Derecho Procesal


Civil

Autor: Julio Antonio Rojas


Tutor: Richard Alexis Bernal León
ii

San Juan de Los Morros, marzo 2019


REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO

LA PRUEBA DE INFORMES EN EL PROCESO CIVIL VENEZOLANO

Trabajo Especial de Grado para Optar al Grado de Especialista en Derecho Procesal


Civil

Autor: Julio Antonio Rojas


Tutor: Richard Alexis Bernal León

San Juan de Los Morros, marzo de 2019


iii

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO

CIUDADANA:
DRA. MARY CARPIO
COORDINADORA Y DEMÁS MIEMBROS DE LA COMISIÓN TÉCNICA DE
TRABAJO DE GRADO
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL RÓMULO GALLEGOS
SU DESPACHO.-

En mi carácter de Tutor del Trabajo Especial de Grado presentado por el


ciudadano JULIO ANTONIO ROJAS, titular de la cédula de identidad V-4.881.590,
para optar al Grado de Especialista en DERECHO PROCESAL CIVIL, cuyo título
es: LA PRUEBA DE INFORMES EN EL PROCESO CIVIL VENEZOLANO,
considero que dicho Trabajo reúne los requisitos y méritos suficientes para ser
sometido a la presentación pública y evaluación por parte del Jurado Examinador que
se designe.

En la ciudad de San Juan de Los Morros, al mes de marzo de 2019.

_______________________
Richard Alexis Bernal León
C.I. 8.685.434
iv

DEDICATORIA

A Juliana Carrillo (Abuela y Madre de crianza), por dedicar parte de tu vida a mi


aprendizaje y a mi educación, ejemplo a seguir, mil gracias madrecita que donde
estés Dios te tenga coronada de gloria.

A Genara Rojas (Madre Biológica), por tu constancia y abnegación hacia todos


tus hijos, Dios te bendiga hoy, mañana y siempre.

A la familia Bernacchia Rojas, y en especial a unos ángeles que Dios nos envió
para alegrarnos y hacer más placentera nuestras vidas: Sthefano, Jeremías y Mathías.
DLB.

A José Miguel Ávila Galea, quien siendo mi ahijado en dos oportunidades, me ha


hecho tener, hacer y sentirme padre. DTB. Hijo.
v

AGRADECIMIENTO

A Dios nuestro señor, por darme vida y salud y muchos deseos de estar aquí
en la tierra para mejorar cada día y además ayudar humildemente a quien necesite de
mi apoyo.

A mis compañeros de equipo: Délida, Yenni, Pedro, Lisbeth y Solimar, por


estar ahí presente dándome apoyo incondicional y aliento para seguir adelante y no
desmayar, gracias Dios los bendiga.
vi

ÍNDICE

pp.
DEDICATORIA...........................................................................................................iv
AGRADECIMIENTO...................................................................................................v
ÍNDICE GENERAL.....................................................................................................vi
RESUMEN..................................................................................................................vii
INTRODUCCIÓN.........................................................................................................1

CAPÍTULO
I EL PROBLEMA..................................................................................................5
Planteamiento del Problema.................................................................................5
Objetivo General................................................................................................10
Objetivos Específicos.........................................................................................10
Justificación........................................................................................................11
Alcance...............................................................................................................13
Limitaciones.......................................................................................................14

II MARCO TEÓRICO...........................................................................................15
Antecedentes de la Investigación.......................................................................15
Bases Teóricas....................................................................................................18
Bases Legales.....................................................................................................43

III METODOLOGÍA..............................................................................................46
Tipo…................................................................................................................47
Nivel...................................................................................................................48
Método ..............................................................................................................49
Técnica...............................................................................................................50
Procedimiento....................................................................................................51

IV DISPOSICIONES FINALES.............................................................................52
Conclusiones......................................................................................................52
Recomendaciones...............................................................................................53

Materiales de Referencia....................................................................................55
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO
ESPECIALIZACION EN DERECHO PROCESAL CIVIL

LA PRUEBA DE INFORMES EN EL PROCESO CIVIL VENEZOLANO

Autor: Julio Antonio Rojas.


Tutor: Richard Alexis Bernal León.
Fecha: 2019.
RESUMEN
La presente investigación tuvo como propósito analizar a la prueba de informes
en el proceso civil venezolano, permitiendo al solicitante obtener la información
deseada para demostrar la verdad alegada teniendo en cuenta que la misma se
encuentra en manos de terceros, lo que conllevaría al Juez en función del respeto al
debido proceso permitir la evacuación de dicho medio probatorio a fin de obtener la
verdad de los hechos alegados en el litigio, cumpliendo así su función de administrar
justicia. El objetivo general del estudio fue analizar a la prueba de informes en el
proceso civil venezolano. Su justificación es debido a que este medio probatorio
fundamentado en el artículo 433 del Código de Procedimiento Civil de Venezuela
vigente, puede ser requerida a cualquier oficina pública o privada, a los fines de que
se informe sobre un punto en concreto y sobre el cual el promovente no tiene acceso
o lo tiene limitado. La metodología fue de modalidad dogmática jurídica de tipo
documental con un nivel descriptivo, los métodos fueron el deductivo-analítico, las
técnicas de recolección de información fueron el cuaderno de notas, subrayado y
como instrumento se utilizó la ficha, finalmente los procedimientos metodológicos se
realizaron en fases. Se concluye que la prueba de informe se encuentra dirigida a
requerir información a personas jurídicas públicas o privadas, que se encuentren o
consten en documentos, libros, archivos o demás papeles que tengan relación con los
hechos debatidos en el proceso, que puedan demostrar hechos discutidos en el
proceso judicial. Se recomienda a los jueces que valoren a esta prueba como medio
probatorio permitido en el CPC, lo que se traduce en una actividad silogista del
juzgador cuya conclusión será la afirmación de existencia o inexistencia del hecho
controvertido tema de la prueba, cuya valor probatorio será la sana critica.

Palabras Clave: Prueba de Informes, Proceso Civil Venezolano.


1

viii

INTRODUCCIÓN

El proceso como instrumento de promoción, evacuación y actuación de


derecho procesal civil es la búsqueda de la verdad, lo cual se logra a través de los
medios de pruebas que las partes intervinientes en una litis logran demostrar en un
juicio, a través de los tres periodos o fases en que divide el mismo, como son
alegatoria, probatoria y decisoria, lo cual la segunda tiene tal transcendencia e
importancia, debido que de él depende el éxito del derecho que se actúe. Dentro de
este orden de ideas probar es aportar al proceso por los medios y procedimientos
aceptados en el Código de Procedimiento Civil (1987), los motivos y las razones que
produzcan el convencimiento o la certeza del juez sobre los cuales debe proferir su
decisión, el mismo es obtenido por los medios, procedimientos o sistemas de
valoración que la ley autoriza.

Bajo este contexto, la prueba judicial encuentra su constitucionalización en el


artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)
conforme a la cual, tratándose de pruebas judiciales, las partes en el proceso judicial
tiene el derecho a aportar, proponer o producir los medios de pruebas que tiendan a
demostrar los hechos controvertidos afirmados o negados que le favorezcan y que se
subsumirán en las normas jurídicas contentivas de las consecuencias jurídicas
solicitadas por estas.

A través de los medios de pruebas se establecen los hechos alegados por las
partes, los cuales deben tenerse como fijados por el operador de justicia para aplicar
la correcta norma de derecho, todo lo cual garantiza el contenido de los artículos 26 y
49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), lo que se
traduce que la prueba encuentra su base en el propio texto constitucional.

De acuerdo a lo señalado la prueba es una institución típica y característica del


proceso civil que incluso no tiene virtualidad jurídica fuera de él, ya que su naturaleza
jurídica es netamente procesal, y en consecuencia todas las normas que la regulan y
ix

constituyen enumeración de los medios probatorios, condiciones de admisibilidad y


procedimiento para su práctica, valoración y efectos, tienen naturaleza procesal.

Dentro de los medio probatorios en el proceso civil venezolano se encuentra la


prueba de informe, que consiste en aportar al proceso datos concretos acerca de actos
o hechos que resultan de la documentación, archivos o registros contables que se
encuentran en manos de terceros o de las partes. La misma se encuentra
fundamentada en el artículo 433 del Código de Procedimiento Civil (1987), que
expresa lo siguiente:

Cuando se trate de hechos que consten en documentos, libros, archivos u


otros papeles que se hallen en oficinas públicas, Bancos, Asociaciones
gremiales, Sociedades civiles o mercantiles e instituciones similares, aunque
éstas no sean parte en el juicio, el Tribunal, a solicitud de parte, requerirá de
ellas informes sobre los hechos litigiosos que aparezcan de dichos
instrumentos, o copia de los mismos.

Esto significa, que los sujetos de la prueba son de un lado la parte proponente y
del otro los terceros informantes como Oficinas Públicas, Bancos, Asociaciones
gremiales, Sociedades Civiles o Mercantiles e Instituciones similares, las cuales
actúan mediante sus representantes autorizados.

En base a lo anterior, el presente trabajo de investigación tuvo como propósito,


analizar a la prueba de informes en el proceso civil venezolano, ya que este medio
probatorio permite traer opiniones técnico-jurídicos que se coadyuven a la formación
de la decisión del órgano jurisdiccional, por otra parte, es un elemento que contribuye
a lograr la convicción psicológica del juez, en cuanto suponga una verificación de las
afirmaciones de hechos controvertidos que integran el litigio.

El estudio presenta un objetivo general que fue analizar a la prueba de informes


en el proceso civil venezolano, para el logro de este objetivo se desarrollaron los
siguientes objetivos específicos que son conocer la fundamentación teórica la prueba
de informes en el proceso civil venezolano, determinar la garantía constitucional del
derecho a la defensa en el ámbito probatorio, estudiar los criterios jurisprudenciales
x

de la prueba de informes en el proceso civil venezolano y precisar el valor probatorio


de la prueba de informes en el proceso civil venezolano.

Este estudio se justifica, porque esta prueba puede caracterizarse como un medio
de aportar al proceso datos concretos acerca de actos o hechos resultantes de
la documentación, archivos o registros contables de terceros o de las partes, siempre
que tales datos no provengan necesariamente del conocimiento personal de aquellos.

Esta clase de prueba presenta una características que la distinguen


suficientemente de los restantes medios probatorios, ya que es una especie de prueba
documental, ya que ésta requiere la aportación directa del documento al proceso.

El tipo de investigación fue de modalidad jurídica dogmática de tipo documental,


ya que la información objeto de estudio fue sustentada con doctrina, legislación
nacional e internacional así como jurisprudencia, las técnicas de recolección de datos
que se utilizaron fueron el subrayado, cuaderno de notas y el instrumento fue la ficha,
el procedimiento se realizaron en fases secuenciales como una fase de delimitación
del objeto de estudio, una fase de escogencia de información, fase de análisis y
finalmente una fase de desarrollo del texto donde se abordó el esquema propio de la
distribución capitular para lo cual se presenta el contenido de la investigación con las
fuentes y las explicaciones de lo que se investiga.

Por último, se presenta el contenido del trabajo final de investigación que incluye
páginas preliminares, un resumen, una introducción, y cuatro capítulos que
comprenden:

Capítulo I. El Problema: Planteamiento del problema; Objetivos general y


específicos; Justificación; Alcance y Limitaciones.

Capítulo II. Marco Teórico: Antecedentes de la investigación; Bases Teóricas y


Bases Legales.

Capítulo III. Marco Metodológico: Tipo; Método; Técnica y el Procedimiento.


xi

Capitulo IV. Disposiciones Finales: Conclusiones y Recomendaciones;


Finalmente están las Materiales de Referencia.

CAPITULO I
xii

EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema

Desde tiempos remotos el hombre ha tratado de resolver sus conflictos


de diferentes formas, desde la más primitiva como lo es la venganza
privada, en la que la persona que experimentaba un daño, tenía la
posibilidad de venganza sobre el autor del mismo, más tarde se formuló
la Ley del Talión, la cual de cierta forma limitaba la venganza
privada, que consagraba la máxima ojo por ojo diente por diente;
llegando así a la compensación voluntaria, en este periodo se
autorizaba a la persona perjudicada y a la persona causante del daño
para que entre ellos pudieran llegar a un acuerdo.

En la actualidad cuando los hombres no logran solucionar sus conflictos por sí


mismos, estos ocurren a otra vía como lo es la de delegar en función a un tercero la
facultad de resolver los mismos, que es el Estado; el cual tiene el cometido
de dirimir las controversias entre los individuos para imponer el
derecho, debido a que cuenta con órganos judiciales que permiten ejecutar el derecho
procesal, mediante la función jurisdiccional que implica básicamente un sistema de
garantías constitucionales.

Bajo este contexto, el proceso para Lozano (2006), “constituye en sí mismo el


instrumento mediante el cual los órganos encargados de administrar justicia ejercen
su función jurisdiccional” (p.90), todo ello con el fin de lograr la satisfacción de
intereses jurídicamente tutelados o a la resolución de los conflictos que se suscitan
entre las partes, los cuales son presentados al operador de justicia como árbitro
encargado de dirimir las controversias que se le presentan.

Piva y Pinto (2003), expresan que: “se puede establecer que el Juez, para el
ejercicio de la función jurisdiccional debe actuar apegado al principio de legalidad y
al resolver los conflictos debe adecuarse a los límites de su oficio, ateniéndose a lo
xiii

alegado y probado en autos” (p.145). Esto significa que la jurisdicción civil debe
estar revestida de garantías procesales, como: autonomía, imparcialidad y
especialidad, ya que la relación jurídica se encuentra enmarcada dentro del conjunto
de normas jurídicas que ha establecido es Estado.

Dentro de este orden de ideas existen unas concepciones que consideran el


proceso como un medio o instrumento para la realización del derecho objetivo del
Estado, o para la tutela de los derechos subjetivos de las partes, o para la justa
composición del litigio, lo cual se trata como lo expresa Bello (2004), “del medio
puesto por el ordenamiento jurídico para que la jurisdicción, y en concreto sus
órganos, realicen su función” (p.67). Por ello, sin aludir a las garantías que las partes
deben encontrar en el órgano jurisdiccional, este no puede satisfacer los intereses que
representan las partes de modo instantáneo, por lo que se precisa la realización de una
serie de actos, a cuyo conjunto se le llama proceso.

En Venezuela, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


(1999), manifiesta en su artículo 49 como garantía fundamental, el derecho que tienen
las partes en el proceso judicial de aportar, proponer o producir los medios de pruebas
que tiendan a demostrar hechos controvertidos afirmados o negados que le favorezcan
y que se subsumirán en la norma jurídica contentiva de consecuencias jurídicas
solicitadas o pedidas por éstas; también la garantía judicial involucra el derecho a
contradecir, controlar y evacuar las pruebas, y a que las mismas sean apreciadas o
valoradas por el órgano jurisdiccional. En atención a lo anterior, Hernández (1999),
ha manifestado que:

El derecho a producir, proponer o promover pruebas en el proceso como


derecho Constitucional procesal no es irrestricto, pues las partes solo pueden
producir aquellos medios de prueba que regulados o no por la Ley, no se
encuentran prohibidos, esto es, medios de pruebas legales que sean
pertinentes, que tiendan a demostrar los extremos de hechos controvertidos
en el proceso, que sean relevantes (p.98).

Es decir que sean útiles en la solución de la causa, que sean idóneos o


conducentes, que los medios de prueba sirvan para demostrar los hechos concretos
xiv

que sirven de sustento de las normas jurídicas, que sean lícitos, esto es, que hayan
sido obtenidos sin lesionar derechos constitucionales o fundamentales, que sean
tempestivos, capaces de producirse en el tiempo y oportunidad procesal previsto en la
Ley.

Lo anterior conduce a señalar, que el derecho constitucional permite la


producción de pruebas legales, pertinentes , relevantes, conducentes o idóneas, licitas
y tempestivas, no constituyendo una limitación al derecho constitucional de la
producción de las pruebas, las limitaciones que el legislador establece en las leyes
orgánicas y especiales, pues el derecho a producción o proposición de la prueba debe
estar regido por normas que garanticen su promoción en el marco del debido proceso
constitucional y legal. El derecho constitucional procesal de producción de pruebas,
también regula lo concerniente al derecho de contradicción y control de la prueba, el
cual es una emanación del derecho constitucional de la defensa, conforme a los
cuales las partes tienen el derecho de contradecir las pruebas aportadas al proceso por
su contraparte y hacer observaciones, objeciones, reclamos y en fin a controlar su
evacuación o materialización dentro del proceso.

A través del principio de control de la prueba, las partes en el proceso tienen el


derecho de concurrir a los actos de evacuación de los medios de prueba promovidos y
admitidos, a fin de realizar las actividades asignadas a ellas por la ley, según su
posición procesal, e igualmente, para hacer observaciones y reclamos que consideren
necesarios. De esta manera, las partes tienen el derecho de conocer las pruebas antes
de su evacuación, así como el momento señalado para su recepción en autos, todo con
el fin de que puedan asistir a su evacuación y hagan uso del derecho que les permite
una cabal incorporación a la causa de los hechos que traen los medios.

Ahora bien, la columna vertebral del proceso es la parte probatoria, de ella


dependen de un modo u otro la verificación de los hechos y actos jurídicos que se
afirman o niegan en la litis procedimental, es importante determinar y conocer con
exactitud las pruebas permitidas en el proceso civil, así como los alcances y límites de
xv

la actividad del juez en la construcción de las premisas u operación lógica que lo


llevarán a adoptar una determinada decisión en el caso concreto.

De esta manera, cualquiera que sea el medio probatorio evacuado en juicio,


deben ser valorados por el sentenciador en la definitiva, en atención a la credibilidad
y convicción que le merecen individualmente y en su conjunto las pruebas insertas en
autos, con independencia de quien las haya traído al proceso.

En atención a ello, en el ordenamiento jurídico civil, lo viene a regir el principio


de libertad probatoria, donde se establece los medios de prueba que serán admisibles
en juicio, y que están determinados tanto por el Código de Procedimiento Civil
(1987) y el Código Civil de Venezuela vigente, y es precisamente en dichos medios
probatorios donde se ubica la prueba de informe, la cual está dirigida a obtener
cualquier información, que versen sobre los hechos litigiosos que aparezcan en los
instrumentos allí contenidos y que obviamente la parte que lo solicita no tiene acceso
a ellos.

Lo anterior conlleva a establecer que, la prueba de informe en el proceso civil


Venezolano, permite al solicitante obtener la información deseada que constituye en
sí misma la oportunidad de demostrar que lo requerido y solicitado es la vía idónea
para demostrar la verdad que alega y que dicha información se encuentra en manos de
un tercero; lo que conllevaría al Juez, en función del respeto al debido proceso
permitir la evacuación de dicho medio probatorio.

En este sentido, la prueba de informe se encuentra dirigida a requerir


información a personas jurídicas, públicas o privadas, que se encuentren o consten en
documentos, libros, archivos o demás papeles que tengan relación con los hechos
debatidos en el proceso, más aún, que puedan demostrar hechos discutidos en el
proceso judicial, caso en el cual, debe ser solicitada en el lapso probatorio,
debiéndose especificar la información que se solicita, para que una vez admitida, se
oficie lo conducente a la persona jurídica pública o privada, para que remita la
información pertinente, incluso puede solicitarse que se envíen soportes de los
xvi

mismos, vale decir, copias o cualquier otro medio que pudiera ser informático donde
conste la información solicitada por el tribunal. Para Paredes (2007), este medio
probatorio es:

Como el modo de producción por vía de comunicación escrita de los terceros


y de las partes, es un medio de prueba autónomo, su objetivo es tratar de
comprobar o verificar la exactitud de las afirmaciones que hacen en la litis
las partes respecto de los hechos motivo de la controversia (p.67).

Este medio probatorio actúa con carácter supletorio de otros medios de prueba
conocidos y carece de eficacia si se puede traer los datos a través de otros medios, se
presume la autenticidad de la respuesta y la exactitud del contenido, por lo que quien
lo impugna debe probar su falsedad, lo cual procede únicamente sobre actos o hechos
registrados o anotados en registro o archivos de obligatorio cumplimiento para quien
lo hace y las anotaciones deben pertenecer a personas jurídicas.

En la actualidad, el problema radica en la evacuación de esta prueba, ya que al


materializarse debe ser respetarse la garantía al derecho a la defensa, en virtud que
por ser una prueba que debe esperar información externa, la misma puede causar el
desinterés por parte del promovente de impulsar las resultas de la misma, o por la
pérdida de la oportunidad procesal de la parte no promovente de solicitar su
evacuación por tener un interés procesal sobre las resulta de la misma, todo esto trae
como consecuencia la desestimación del medio probatorio, bien sea con acuerdo de
ambas partes o de una ellas o del operador de justicia, lo cual con dicha acción, se
violenta el derecho a la defensa, el derecho a la igualdad que tienen las partes y al
debido proceso, puesto que los más altos principios de derecho que rigen el mismo
encuentran su sustento en el equilibrio que debe regirlo , que se obtiene a través de las
garantías que la Ley otorga a cada parte por igual.

Por ello, los principios han sido recogidos por la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999), y los Jueces deben actuar como garantes del
cumplimiento del proceso, cuya inobservancia acarrea una violación al orden público.
xvii

Ante la problemática expuesta, el autor de la investigación formula las siguientes


interrogantes:

¿Cuál es la fundamentación teórica de la prueba de informes en el proceso


civil venezolano?

¿Cuál es la garantía constitucional del derecho a la defensa en el ámbito


probatorio?

¿Cuáles son los criterios jurisprudenciales de la prueba de informes en el


proceso civil venezolano?

¿Qué valor probatorio tiene la prueba de informes en el proceso civil


venezolano?

Para demostrar esa interrogante el autor dio secuencia a esta temática con
miras de corroborar y demostrar el objeto de estudio.

Objetivos de La Investigación

Objetivo General

Analizar la prueba de informes en el Proceso Civil Venezolano.

Objetivos Específicos

Conocer la fundamentación teórica de la prueba de informes en el proceso


civil venezolano.

Determinar la garantía constitucional del derecho a la defensa en el ámbito


probatorio.
xviii

Estudiar los criterios jurisprudenciales de la prueba de informes en el proceso


civil venezolano.

Precisar el valor probatorio de la prueba de informes en el proceso civil


venezolano.

Justificación

Esta investigación encuentra su justificación en que al analizar la prueba de


informe, se logre precisar si la misma logra evacuarse con efectividad. En la
actualidad, existen diversos criterios contrapuestos con respecto al tema en estudio,
los cuales tienen su fundamentación en la jurisprudencia venezolana, siendo
necesarios la indagación y posterior determinación de algunas posturas, en cuanto al
criterio asumido por el juez de la causa.

Desde el punto de vista metodológico permite realizar el estudio sistematizado


para crear los elementos esenciales que lleven a analizar la valoración de la prueba de
informe en el proceso civil.

Así pues, esta investigación crea la posibilidad cierta de que dicho estudio
sistematizado pueda servir a generaciones futuras de abogados, quienes tendrán a su
disposición un material que les servirá como guía de análisis y acción en situaciones
análogas a las descritas y estudiadas aquí en profundidad, ofreciendo a los abogados
litigantes una visión diferente del propio ejercicio de la abogacía.

Al conferirle a éste, una forma irreverente de abordar los problemas de


carácter técnico jurídico que desarrolle su capacidad para cuestionar y atreverse a
avizorar soluciones novedosas legales y prácticas en la solución de los asuntos que se
sometan a su consideración.

La importancia jurídica de la presente investigación radica en la repercusión


trascendental de los criterios jurisprudenciales en este punto específico del derecho
procesal civil y que incita a efectuar un estudio con el propósito de brindar los
xix

conocimientos necesarios a la ciudadanía en general, sobre un tema de gran


relevancia en el derecho positivo venezolano, con el propósito de garantizar el buen
desenvolvimiento y manejo de la legalidad en el país.

Desde el punto de vista investigativo el presente estudio encuentra su


justificación en que aportará información relevante e innovadora sobre un tema que
entrelaza las ramas del derecho como lo son el derecho civil y del derecho procesal,
aportando para todos aquellos futuros investigadores un antecedente para posteriores
trabajos en alguna de estas dos ramas.

La presente investigación reviste de importancia para el Estado, dado que al


determinarse cuanto es el tiempo apropiado que debe esperarse para obtener las
resultas de la prueba de informe, se contribuirá a dar precisión a todos los órganos
jurisdiccionales de cuál es la lapso preciso para evacuar esta prueba.

Del mismo modo, aporta a la línea de investigación conocimientos específicos


en cuanto a la información innovadora sobre el derecho procesal probatorio,
permitiendo analizar la prueba de informe como medio esencial e importante para
cumplir los principios generales del debido proceso.

Desde el punto de vista de la sociedad y desarrollo también posee importancia


dado que el tema objeto del estudio es relevante para toda la sociedad, en virtud del
conocimiento de sus derechos y de los instrumentos con los que cuenta para acceder a
los órganos jurisdiccionales y ver satisfecha su pretensión, constituyendo desarrollo
no sólo en el conocimiento de la problemática planteada y sus posibles soluciones,
sino también en la seguridad jurídica.

En lo correspondiente a la vinculación del presente estudio con el Plan de la


Patria, se debe indicar que a través de este plan se permite la participación del pueblo
en los asuntos judiciales, ya que el mismo postula la ética socialista como objetivo
nacional en el artículo 2.4 y luego la identifica como uno de sus innumerables
objetivos estratégicos y generales, expresando que se debe “Promover la ética y los
xx

valores socialistas, la formación y autoformación, la disciplina consciente basada en


la crítica y la autocrítica, la práctica de la solidaridad y el amor, la conciencia del
deber social y la lucha contra la corrupción y el burocratismo”. En adición a la ética
socialista, está el principio de la participación protagónica popular, le da entrada al
poder popular en los procesos jurídicos.

Línea de Investigación: El presente Trabajo Especial de Grado se encuentra


enmarcado en la Línea de Trabajo: Derecho Procesal Civil y Probatorio del Pensum
de Estudios de la Especialización en Derecho Procesal Civil UNERG 2013.

Alcance

El alcance de toda investigación, se constituye por aspectos donde se señala


hasta dónde se llegará en el estudio, lo cual resulta evidente que las pruebas consisten
en crear el convencimiento del juez sobre la existencia o inexistencia de los hechos en
el proceso, lo que implica suministrarle los medios para tal fin, y que a través de los
mismos se establecen los hechos alegados por las partes.

En consecuencia, estos aspectos deben tenerse como fijados por el operador


de justicia para aplicar la correcta norma de derecho, todo lo cual garantiza el
contenido de los artículos 26 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999), lo que se traduce, que la prueba judicial encuentra su base en el
propio texto constitucional.

El aporte teórico, se encuentra inmerso en el derecho a probar, lo cual es de


rango constitucional, consistente en el derecho de aportar al proceso judicial todos
aquellos medios probatorios que consideren legales y pertinentes para convencer al
juzgador de la afirmación o negación de los hechos en que se fundamenta la
pretensión o excepción, lo que implica el derecho a promover los medios de prueba
que se consideren pertinentes, el derecho a contradecir las pruebas aportadas por la
parte contraria, el derecho que las pruebas sean admitidas por el órgano
jurisdiccional, el derecho a evacuar las pruebas, el derecho a controlar las pruebas.
xxi

En cuanto al aporte jurídica, este trabajo abarcará la revisión de libros, textos,


revistas, trabajos, artículos, leyes, normativas que aporten aspectos teóricos y legales
relevantes en cuanto al tema objeto del estudio, su reconocimiento en la sociedad y
sus derechos, por lo que en este marco, se tomará a la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999), el Código de Procedimiento Civil (1987) y el
Código Civil de Venezuela vigente.

Desde la perspectiva metodológica, el alcance será jurídico dogmático de tipo


documental, lo cual redundará en aportes a la ciencia y a futuros investigadores que
deseen llevar esta temática a otros estudios, se tomara en cuenta la información
contenida en las fuentes formales escritas y las virtuales.

Por otro lado, se tiene la delimitación temporal, se comprende que debe


asumirse que se trata de un estudio relacionado con el ordenamiento jurídico actual
relacionado con la prueba de informes en el proceso civil venezolano, no obstante se
hará revisión de órdenes previos como referencia histórica.

Limitaciones

En tal sentido el alcance jurídico se delimitó al estudio de la doctrina y las leyes


venezolanas como la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el
Código Civil y la revisión de importantes autores que abordan la temática planteada.

Finalmente el alcance metodológico se ubicó en el tipo de investigación


documental, en la modalidad jurídico dogmática, el método analítico y las técnicas de
recopilación y análisis de la información documentales, culminando con un
procedimiento dividido en fases.
CAPITULO II

MARCO TEORICO

De acuerdo a Arias (2000) define el marco teórico como “el conocimiento de una
serie de elementos conceptuales que sirven de base a la indagación por realizar”
(p.40), esto significa que el marco teórico es la revisión exhaustiva de la
documentación, en donde el investigador ha ido acumulando un conjunto de
informaciones tanto en fichas, resúmenes analíticos, esquemas, que son de gran
utilidad para la realización del proyecto.

Por otra parte la Universidad Rómulo Gallegos (2006) señala que el marco
teórico es: “donde se ubica el problema o la situación planteada” (p.23), de esto
infiere que en ella se desarrolla la idea central de la investigación, en tal sentido debe
abordarse los antecedentes de la investigación, las bases teóricas, los criterios
jurisprudenciales y los basamentos legales.

Antecedentes de la Investigación

Sobre los antecedentes de la investigación, debe señalarse que los mismos


constituyen indagaciones previas que sustentan el estudio, y tratan sobre el mismo
problema o se relacionan con otros, por lo que puede aseverarse que éstos sirven de
guía al investigador y le permiten hacer comparaciones y tener ideas sobre cómo se
trató el problema en esa oportunidad. Al respecto Arias (1999), señala que: “son
investigaciones realizadas anteriormente y guardan alguna vinculación con nuestro
objeto de estudio” (p.39). Con el fin de realizar la presente investigación, se efectuó
una búsqueda de estudios anteriores que fueron tomados como referencia,
considerando pertinentes los siguientes:

Internacionales
Jaramillo (2017) presentó ante el Departamento de Derecho Privado, Procesal y
Financiero de la Universitat Rovira I Virgili en la ciudad de Tarragona en España su
Tesis Doctoral para la obtención del Título de Doctor, titulado: El derecho
constitucional a la prueba y su configuración en el Código General del Proceso
colombiano. Realizada bajo la modalidad de investigación documental-bibliográfica
que se aborda bajo la forma de una dogmática, en donde el autor, en lo referente al
derecho a la prueba llegó a la conclusión:

El derecho a la prueba es una garantía con autonomía conceptual con


respecto al debido proceso; pues este básicamente puede ubicarse en el
campo de la validez jurídico-procesal, y sus mecanismos de efectividad
son la nulidad, la exclusión el rechazo o la inadmisión. Por su parte, la
prueba representa una categoría que tiene componentes de validez
jurídica, los cuales son subsumidos perfectamente por la categoría del
proceso probatorio; pero tiene otros contenidos que tradicionalmente no
han sido parte del debido proceso, como los de la eficacia probatoria y las
condiciones materiales y económicas de acceso a la prueba.
La eficacia probatoria es un campo propiamente referido a la
epistemología y tiene que ver con las condiciones bajo las cuales se le
puede o no ver a un testigo; esto es, la de establecer la fuerza o capacidad
de una prueba. Asunto que no depende de reglas jurídicas, sino que se
deja a la apreciación racional del juez.4 (p.379)

Como consecuencia de este punto de partida, reducir las garantías del derecho a
probar a las garantías del debido proceso sería generar un sesgo de atribución a la
prueba, pues se le tendrían que asignar las mismas garantías de aquel. Por
consiguiente, el derecho a la prueba solo podría garantizarse mediante mecanismos
como las nulidades o las exclusiones; lo que se constituye en un franco lastre para la
efectividad del derecho a la prueba, porque este exige otras garantías que no hacen
parte del debido proceso (la prestación de asistencia gratuita, medidas de protección a
testigos y peritos, entre otras). Incluso, por regla general, las garantías del debido
proceso a veces resultan potencialmente inconvenientes para el derecho a la prueba;
pues este puede verse perjudicado con las exclusiones probatorias.

El autor ut supra también hace referencia a la denominada prueba por informe


señalando que “proceden extraprocesalmente por las partes o sus apoderados”, y
dentro del proceso “por estos mismos y por el juez, bien de oficio o a petición de
parte” lo cual tiene la finalidad que toda persona o entidad, pública o privada,
proporcione “informes sobre hechos, actuaciones, cifras o demás datos que resulten
de los archivos o registros de quien rinde el informe, salvo los casos de reserva legal.
Sobre los informes que solicitan las partes o sus apoderados” (p.225). En línea
general los aportes de este antecedente son de relevancia en esta investigación.
Nacionales

Se presenta a Ramírez (2015) realizó un estudio titulado, “La Admisibilidad de


la Prueba de Informe dentro del Proceso Civil Venezolano”. Dicho trabajo fue
desarrollado para optar al título de Especialista en Derecho Procesal Civil en la
Universidad Católica Andrés Bello. La metodología utilizada corresponde a la
modalidad jurídica descriptiva, apoyada en referencias bibliográficas. En este trabajo
el autor concluyó efectivamente que la inadmisibilidad de las pruebas puede causar
un perjuicio a la parte que promueve la prueba negada, que puede ser legal y
pertinente para probar los hechos alegados por ella y que sean controvertidos.

Dicho antecedente, guarda relación con la presente investigación, ya que


desarrolla a la prueba de informe como una garantía fundamental del debido proceso
y más aún como una garantía a la tutela judicial efectiva, permitiendo así su examen
por parte del Juez con la tranquilidad necesaria para que las partes ejerzan cabalmente
el control y la contradicción sobre todo el material probatorio aportado al proceso.
Esa investigación sirvió de soporte con la presente en la medida que la misma
suministra informe reflexiva y critica sobre la temática, esto permitirá sustentar una
fuente de consulta para que la autora de este estudio soporte su objeto de
investigación.

Por su parte, Martínez (2014), en su trabajo de investigación para optar al título


de Especialista en Derecho Procesal Civil en la Universidad Bicentenaria de Aragua,
y el cual lleva por título “Estudio de la Prueba de Informe en el Proceso Laboral
Venezolano”. La metodología utilizada en el desarrollo de este trabajo corresponde a
la modalidad jurídica dogmática, apoyada en referencias documentales.

En este Trabajo se concluyó que la prueba de informe constituye una garantía al


derecho a la defensa ya que plantea la posibilidad de solicitar a cualquier oficina
pública, bancos, asociaciones gremiales, sociedades civiles o mercantiles e
instituciones similares, aunque no sean parte en el proceso, cualquier informe sobre
los hechos litigiosos que estén en discusión y los cuales consten en documentos,
libros, archivos u otros papeles que se encuentren en los sitios ya antes descritos, lo
que permite que la defensa sea justa, equilibrada y en aras de garantizar el debido
proceso.

En este sentido, este antecedente está relacionado con la presente investigación


ya que plantea a la prueba de informe como una garantía al derecho a la defensa, que
permite que las partes dentro del proceso puedan hacer evacuar y valer en juicio
aquella información que conste en libros o documentos que se encuentren en oficina
pública o privada, además dicho antecedente servirá de soporte para ampliar el
contenido jurídico de esta investigación.

Finalmente se cuenta con Carrera (2013), que realizo un trabajo de


investigación para optar al título de Especialista en Derecho Procesal Civil titulado
“La Prueba y su evacuación dentro del Proceso Civil Venezolano” presentado en la
Universidad Santa María. La metodología utilizada en el desarrollo de este trabajo
corresponde a la modalidad jurídica dogmática, apoyada en referencias documentales,
lo que llevo a concluir que las pruebas en el proceso civil tienen por finalidad
acreditar los hechos expuestos por las partes para producir certeza en el Juez respecto
a los puntos controvertidos y así fundamentar sus decisiones.

El antecedente supra mencionado, guarda relación con la presente investigación


ya que, expone de manera clara y precisa la fundamentación constitucional y legal
relacionada con la prueba en el proceso, y más aún a establecer los distintos medios
de prueba que permiten demostrarle al Juez la veracidad de los hechos expuestos en
el proceso o en su defecto la falsedad de lo alegado por la contraparte.
Bases Teóricas

La Tutela Judicial Efectiva en el Proceso Civil Venezolano

El derecho que tiene toda persona de que sus derechos e intereses jurídicos
sean efectivamente protegidos por el Estado, a través de sus órganos de
administración de justicia llamado tutela judicial efectiva; ciertamente se profundiza a
partir del actual ordenamiento jurídico venezolano, es decir en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela donde recibe efectivamente una verdadera
consagración constitucional; pese a que ya existía durante la vigencia del texto
constitucional de 1961 un tratamiento particular de este derecho, en dicha época éste
jamás gozó de consagración fundamental dentro del texto constitucional in comento.

En cuanto al origen de este derecho constitucional, llama la atención del autor


que el mismo se remonta a tiempos pasados, luego de finalizada la segunda guerra
mundial en Europa, tanto en ordenamientos jurídicos como el italiano y el alemán,
ente otros. Pero tal y como fue mencionado anteriormente, dentro del ordenamiento
jurídico venezolano nace con la entrada en vigencia de la Constitución Bolivariana de
1999 donde ciertamente se le asigna una verdadera consagración dentro del texto
legal fundamental que apunte a garantizar a toda persona la recuperación de una
situación vulnerada, el cual no se limita con el derecho de acceso a los órganos para
hacer efectiva dicha recuperación.

Este derecho además amplía el acceso a la gratuidad de la justicia; a una


sentencia sin dilaciones indebidas, oportuna, fundamentada en derecho y congruente;
a la tutela cautelar y a la garantía de ejecución de la sentencia; siendo también
denominado dicho derecho por varios juristas como garantía jurisdiccional, siendo
que es el Estado quien debe garantizar a cada persona residente en el país el efectivo
goce de tal derecho.
Siendo que dicho derecho como tutela jurisdiccional que es debe estar presente
desde el momento en que se accede al órgano jurisdiccional, hasta el momento en que
es ejecutada efectivamente la correspondiente sentencia dictada en cada caso en
concreto, es decir, que una vez que le es garantizado a cada persona que solicite el
acceso a la justicia, así mismo sean garantizados todos y cada uno de los demás
principios constitucionales relacionados que informan al proceso tales como: el
debido proceso, la celeridad y la gratuidad, ya que con el menoscabo de una de estas
garantías se estaría al mismo tiempo vulnerando el principio de la tutela judicial
efectiva.

Con respecto a la estrecha relación antes descrita entre tutela judicial efectiva y
el debido proceso, cabe señalar un concepto emitido de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, sobre el debido proceso, en cuanto a su noción y visión
constitucional, así como de su estrecha relación con la tutela judicial efectiva donde
en sentencia Nro. 29 de fecha 15 de febrero de 2000, caso Enrique Méndez Labrador,
expresó lo siguiente:

…Se denomina debido proceso a aquél proceso que reúna las garantías
indispensables para que exista una tutela judicial efectiva”. Es a esta
noción a la que alude el artículo 49 de la Constitución de 1999, cuando
expresa que el debido proceso se aplicará a todas las actuaciones
judiciales y administrativas.
Partiendo de la realidad antes descrita en dicha doctrina jurisprudencial, se
deduce que el debido proceso no es más que aquel proceso que ofrece las mínimas
garantías para que se garantice esa tutela de derechos e intereses idónea y rápida
prestablecida o creados bien sea por el legislador o el juez; y en cuanto a su
regulación jurídica se denota una estrecha relación entre ambos.

En cuanto a la regulación jurídica de todas y cada una de estas garantías dentro


de un Estado de derecho y de justicia como el venezolano, están claramente
consagradas dentro del articulado del texto constitucional vigente donde se
encuentran plasmados los siguientes derechos:
Comenzando con ese derecho fundamental que tiene cada persona de acceder
ante los órganos de administración de justicia en aras de hacer valer su derechos e
intereses jurídicos y a obtener de ellos una determinante respuesta y apoyo ante sus
necesidades requeridas, dichos órganos deben responder positivamente ante tal
solicitud de conformidad con lo establecido en el artículo 26 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, aunado a ese poder acción jurisdiccional que el
Estado impone a todos los jueces para que en su nombre administren justicia a toda
persona que así lo demande.

Tal y como se puede determinar de lo anteriormente plasmado, dicha


administración de justicia por parte de cada órgano a quien el Estado inviste con ese
poder jurisdiccional antes citado no es una opción ante la cual dicho órgano pueda
optar o decidir si le brinda o no al justiciable esa garantía que demanda, sino que está
obligado por el mismo precepto constitucional previamente citado.

Efectivamente, para que la persona que demande ante los órganos de


administración de justicia la protección solicitada de sus derechos e intereses
jurídicos pueda verla realizada, se hace necesario que dicho órgano en virtud de ese
poder de función jurisdiccional con el cual es revestido como potestad por parte del
Estado, está obligado a poner en marcha un medio eficiente para hacer valer tal poder
jurisdiccional que garantice el derecho a la tutela solicitada, es decir, que se inicie un
correspondiente proceso judicial el cual debe cumplir cabalmente con la garantía
prevista en el artículo 49 de la misma norma constitucional supra señalada.

Sobre este debido proceso, existe en la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela, específicamente consagrado en su artículo 257 otro valioso
precepto constitucional el cual establece y define al proceso fundamental para la
realización de la justicia la cual, como también lo preceptúa debe estar libre de toda
dilación posible, así como que dicha justicia nunca debe ser sacrificada por el
cumplimiento de ciertos formalismos o repeticiones no esenciales; lo cual debe ser
garantizado a todo lo largo del proceso por el juez como rector de dicho proceso
judicial, de conformidad con lo establecido en la norma adjetiva civil vigente
específicamente en su artículo 12 y demás artículos del mismo Código de
Procedimiento Civil relativos a la conducción del proceso judicial.

En atención de lo antes expuesto, referente al derecho a la tutela judicial


efectiva y al debido proceso, y enmarcado en el deber de parte del Estado a través del
órgano de administración de justicia que el mismo designe a través de ese poder
jurisdiccional que les asigna en garantizarlos a toda persona que así lo demande, se
observa lo siguiente: Que cuando es un tribunal el cual debido al exigir el
cumplimiento de infinidades de requisitos, formalismos o repeticiones no esenciales
pone trabas para que dicho proceso no fluya con la celeridad debida y por ende se
dilate el logro de su objetivo fundamental que es la sentencia, y como consecuencia
de ello la realización de la justicia se estaría incurriendo en una grave violación sobre
la constitucionalidad del mismo.

Esta dilación procesal generada por dicho órgano jurisdiccional, se traduce en


que siendo el Estado quien otorga al órgano jurisdiccional de un amplio poder para
administrar en su nombre se convierte en vez de garante procesal en el principal autor
de tal retardo. Es por ello que se haga necesario que sea el mismo Estado a través de
la creación de nuevas estructuras cada vez más eficiente que se garantice en todo
momento la correspondiente celeridad procesal solicitada en cada caso específico.

A fin de realizar un análisis sobre la estrecha relación existente entre ambas


garantías constitucionales supra señaladas, podemos definir que la tutela judicial
efectiva es un derecho amplio que garantiza el indiscutido carácter universal de la
justicia y como institución jurídica constitucional engloba una serie de derechos a
saber: el acceso a los órganos de administración de justicia a una decisión ajustada a
derecho, el derecho de recurrir de la decisión, el derecho a ejecutar la decisión y el
derecho al debido proceso.

En otras palabras, se puede también afirmar que al verse vulnerado estos


derechos la tutela judicial efectiva se afecta tal como está contemplado en los
artículos 26 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, es
decir, cuando se solicita la tutela jurisdiccional efectiva se pide que se cumpla
cabalmente las características generales del derecho procesal es decir que se declare,
se ejecute y cautele.

Estas modalidades de tutelas jurisdiccionales son llevadas a cabo mediante el


objeto del proceso que es la pretensión, la cual a su vez se subdivide en dos, uno
directo y otro indirecto. Siendo el directo la modalidad de tutela jurisdiccional
solicitada, la cual se ubica en el petitorio de la pretensión y el indirecto es la relación
jurídico material controvertido.

Fundamentación Teórica la Prueba de Informes en el Proceso Civil Venezolano


El proceso constituye en sí mismo el instrumento mediante el cual los órganos
encargados de administrar justicia ejercen su función jurisdiccional, tendente a la
satisfacción de intereses jurídicamente tutelados o a la resolución de los conflictos
que se suscitan entre las partes, los cuales son presentados al operador de justicia
como árbitro encargado de dirimir las controversias que se le presentan. Ciertamente,
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) consagra en el
artículo 257 establece:

El proceso constituye un instrumento fundamental para la realización


de la justicia. Las leyes procesales establecerán la simplificación,
uniformidad y eficacia de los trámites y adoptarán un procedimiento
breve, oral y público. No se sacrificará la justicia por la omisión de
formalidades no esenciales.

En efecto, frente a las concepciones que consideran el proceso como un medio o


instrumento para la realización del derecho objetivo del Estado, o para la tutela de los
derechos subjetivos de las partes, o para la justa composición del litigio, se estima,
que se trata del medio puesto por el ordenamiento jurídico para que la jurisdicción, y
en concreto sus órganos, realicen su función. Para Montero (1987), el proceso lo
define de la siguiente manera:

Las partes de modo instantáneo, por lo que se precisa la Sin aludir a


las garantías que las partes deben encontrar en el órgano
jurisdiccional, éste no puede satisfacer los intereses que representan
realización de una seria de actos, a cuyo conjunto se le llama proceso.
(p.88)

En referencia concreta al proceso civil, tal y como se ha estudiado a lo largo de la


historia, el mismo tiene su origen en la inadecuación de los procesos civiles
ordinarios para hacer frente con celeridad y economía a las pretensiones que tienen su
fundamento en las relaciones de las partes.

Las Pruebas

La prueba llega al idioma castellano procedente del latín; en el cual, probatio,


probationis, lo mismo que el verbo correspondiente a probo, probar probare, vienen
de probus, que quiere decir bueno, recto, honrado. Así, lo que resulta probado es
bueno, es correcto, se podría decir que es auténtico; que responde a la realidad. Ésta,
y no otra, es la verdadera significación del sustantivo probo y del verbo probar
verificación o demostración de autenticidad.

De acuerdo con esta idea, y teniendo en consideración que la prueba es


verificar, Echandía (1981) ha considerado la prueba como:

El conjunto de razones o motivos que producen el convencimiento o la


certeza del juez respecto de los hechos sobre los cuales debe proferir su
decisión, obtenidos por el medio, procedimientos y sistemas de
valoración que la ley autoriza (p.67)

Por su parte para Moncada (1998) prueba “es la verificación de las


afirmaciones formuladas en el proceso, conducentes a la sentencia” (p.34).

De lo anteriormente definido, la prueba puede concebirse desde ángulos


diversos, como una actividad lógica y material orientada en el mismo sentido de la
realidad que se trata de averiguar, esto es, como operación y esfuerzo amparados en
una verdad: es la prueba fin, pero también puede valorarse como el conjunto
particular de recursos que pueden utilizarse para obtener aquella demostración: es la
prueba medio.

Ahora bien, el vocablo prueba se usa en dos sentidos, en primer lugar como
actividad procesal de la parte destinada a producir en el ánimo del juez la certeza de
que los hechos que ha alegado son verídicos y de que los alegatos por la contraparte
son falsos. Igualmente como el conjunto de medios de los que la parte se vale para
producir aquella certeza: prueba documental, prueba pericial, prueba testifical.

También es entendida según Torres (2001), “como actividad procesal de la


parte, la prueba recae sobre todos los hechos, circunstancias, actos y contratos que
sirven de fundamento para sus pretensiones o defensas” (p.66). Se exceptúan, sin
embargo, algunas categorías de hechos que no necesitan ser demostrados: los hechos
aceptados o admitidos tácita o expresamente por la parte, los presumidos por la ley,
los hechos notorios, entre otros.

Dentro de este orden de ideas, los hechos se prueban dentro y por medio de una
fase o actividad de proceso que universalmente se llama la prueba, a la que en
consecuencia se puede decirse que es aquella actividad procesal encaminada a
producir en el Juez el convencimiento de la verdad o no verdad de una alegación de
hecho; o bien a fijar los hechos necesitados de prueba como datos,
independientemente de ese convencimiento, en virtud de una regla de valoración
legal.

En tal sentido se deduce que la finalidad u objeto y los efectos de la prueba


jurídica consisten en primer lugar: en la aportación de los medios de convicción sobre
los hechos que sirven de base a la pretensión, y en segundo lugar para que con esos
medios el Juzgador establezca la verdad o no verdad de los hechos litigiosos, que le
permitan dictar su resolución o sentencia que ponga fin a la controversia.

Uno de los aspectos que ha traído inconvenientes de entendimiento es la


dicotomía entre hecho y derecho que en los sistemas procesales ha llegado a provocar
un deslinde de cometidos entre la labor del juez y la de las partes.
Objeto de la prueba

La prueba constituye al proceso civil, la razón o argumento tendiente a


demostrar la verdad o falsedad de los hechos afirmados o negados que se
controvierten, de allí que, la importancia de la prueba radique en que el operador de
justicia, conozca la verdad de los hechos, gracias a ella, es decir, que conozca la
existencia o no de los hechos sometidos a su jurisdicción.

Ahora bien, el objeto de la prueba, es una noción objetiva y abstracta, ya que no


contempla los problemas de cada proceso, ni la posición de las partes frente a los
distintos hechos; en tanto que el tema o necesidad de la prueba, es una noción
objetiva y concreta: lo primero, porque comprende en general los hechos que deben
ser materia de prueba sin tener en cuenta a quien corresponde suminístrala, vale decir
la carga de la prueba, y lo segundo, es de carácter concreto, porque se refiere a ciertos
y determinados hechos afirmados o negados, lo que en cada proceso debe probarse lo
que corresponde al carácter controvertido. Para Bello (2004), el sostiene que el
objeto de la prueba es:

Demostrar la veracidad y certeza de ciertos hechos afirmados o


negados que al ser alegados, llevan consigo la necesidad de determinar
su verosimilitud, pero la noción del objeto probatorio es tan amplio
como el concepto jurídico que se prueba tener de los hechos (p.87)

Por su parte, Carnelutti (1982), considera que el objeto de la prueba es “el


hecho que debe verificarse y sobre el cual se vierte el conocimiento motivo de la
controversia” (p.222), en tanto Kielmanovich (1996), se refiere al objeto de la prueba
como “aquel que está constituido fundamentalmente por el hecho, entendiéndose
como tal, el suceso interno o externo que sea o haya sido perceptible a los sentidos”
(p.34). De ambas acepciones, se puede inferir que el objeto de la prueba integran en si
el contenido de las alegaciones procesales, donde normalmente hay una identificación
entre el objeto de la prueba y de la alegación, vale decir, el objeto de la prueba es
demostrar los hechos, las realidades susceptibles de ser probadas, ya que el derecho
no es objeto de prueba.
De esta manera en el proceso, el tema u objeto de la prueba, son los hechos
afirmados o negados por las partes como fundamento de su pretensión o excepción,
que al quedar demostrados y fijados, pasaran a conformar la premisa menor del
silogismo judicial que serán subsumidos en las normas jurídicas que regulen la
situación discutida para producir sus consecuencias y luego resolver la controversia
mediante la aplicación de la Ley en forma pacífica y coactiva, lo que traduce que el
derecho no es objeto de prueba.

Principios que rigen las pruebas.

Para que la prueba sea eficaz debe reunir ciertos principios, sin perjuicio de los
requisitos especiales que deben observarse para cada medio de prueba en particular.

Entre estos principios comunes a la actividad probatoria están:

a. Legalidad y licitud, significa que la prueba debe rendirse dentro de la etapa


probatoria.

b. Objetiva, La prueba debe promoverse ante el juez de la causa, es decir ante el


juez de sustanciación, mediación y ejecución.

c. Relevancia, La prueba debe evacuarse con presencia de la parte contraria, en


la fase del juez de juicio Si a una parte le asiste el derecho de proponer la declaración
de un testigo, a la contraparte le asiste el derecho de repreguntarlo; si una parte
propone un inspección, la contraparte tiene el derecho de asistir y hacer las
observaciones que estime conveniente. Lo que se exige es que la contraparte tenga
conocimiento de que se ha propuesto la prueba y que se ha proveído, pero si no asiste
a la práctica de la prueba esto no la invalida.

d. Pertinencia, La prueba debe ser pertinente, esta consiste en la necesaria


relación que debe haber entre la prueba propuesta y los hechos que se debaten. La
prueba propuesta solo puede recaer sobre hechos que han sido propuestos.

e. Suficiencia, La prueba debe ser útil, y radica en que la utilidad de la prueba


consiste en que sea idónea, apta, capaz de llevar al Juez al convencimiento de la
existencia o inexistencia del hecho debatido. Si no lleva a ese convencimiento, la
prueba es inútil y debe ser rechazada de oficio por el Juez.

Medios Probatorios en el Proceso Civil.

En el proceso, las partes para demostrarle al juez la existencia o inexistencia,


verdad o falsedad de los hechos en que se fundamenta la pretensión o excepción, para
llevarle al operador de justicia la demostración de los hechos controvertidos, pueden
hacer uso de los medios probatorios consagrados en la ley que rija sobre la materia.

Dentro de esta perspectiva Erich (1978), afirma que, “los medios de prueba son
los caminos o instrumentos que se utilizan para conducir al proceso la
reconstrucción de los hechos acontecidos en la pequeña historia que es pertinente al
proceso que se ventila” (p.167). Así los medios de prueba son aquellos que
transportan los hechos al proceso, es decir son los instrumentos regulados por el
derecho para la introducción en el proceso de las fuentes de prueba.

Según lo anteriormente expresado, se obtiene que los medios de prueba son los
instrumentos procesales que son susceptibles de proporcionar un dato demostrativo
de la existencia de uno o más hechos que sirven para reconstruir los acontecimientos
y mediante los cuales e manifiestan las fuentes de prueba sobre el acontecimiento o
registro de los hechos.

En este orden de ideas y haciendo referencia al ámbito procesal civil, se tiene


que el Código Civil vigente y el Código de Procedimiento Civil (1987), hace
mención a los medios de prueba que van incorporarse al proceso y los cuales tienen
por finalidad según lo expresa Torres, (2001), “acreditar los hechos expuestos por las
partes para producir certeza en el Juez respecto a los puntos controvertidos para así
fundamentar sus decisiones” (p.65), los medios de prueba admisibles en juicio serán
aquellos que la misma ley especifique a fin que las partes puedan demostrar sus
pretensiones.
Principios que rigen en materia probatoria.

a.- La Comunidad de Pruebas y el Control de las Pruebas, también es


denominado de adquisición; este principio se opone a la tesis nacida al calor del
sistema dispositivo, según la cual las pruebas pertenecen a las partes, quienes pueden
disponer de ellas, bien renunciándolas o bien absteniéndose de evacuarlas. Por el
contrario, las pruebas pertenecen al proceso, son adquiridas por el proceso y su mérito
o resultado es independiente del interés de la parte que las promueve.

A la luz de este principio, una prueba no puede ser renunciada ni siquiera con el
consentimiento de la otra parte, pues aun en ese supuesto, el juez, de acuerdo con las
iniciativas probatorias que le reconoce la ley, puede ordenar de oficio su evacuación o
puede ser invocada por la parte no promovente. En otros términos, la prueba no es
propiedad particular de ninguna de las partes y al ser adquirida por el proceso su
mérito probatorio es independiente del interés de quien la promueve.

En relación al principio de control de prueba, es un principio fundamental para


el debido proceso, ya que cada parte tiene derecho a controlar, es decir, a objetar la
validez, procedencia, pertinencia, veracidad, licitud, legalidad de las pruebas
promovidas por su adversario. Dicho control puede ejercerse antes de la admisión de
la prueba, mediante la oposición a la prueba o después de admitida ésta mediante la
intervención en los actos de evacuación y ello ocurre con todos los medios de prueba.

b.- Principio de Alteridad: Conforme a este principio, nadie puede procurarse


unilateralmente una prueba favorable a su pretensión sin la intervención de un sujeto
distinto de quien pretende aprovecharse del medio de prueba. La fuente de la prueba
debe ser ajena a quien la promueve.

c.- Principio de Pertinencia o de Adecuación de la Prueba: Consiste en que la


prueba debe estar destinada a demostrar las hechos que han quedado controvertidos
en el proceso según los términos de la demanda y de la contestación. Una prueba será
inadecuada cuando pretenda demostrar un hecho no alegado o ya admitido en el
proceso según los términos de la demanda y de la contestación. Una prueba será
inadecuada cuando pretenda demostrar un hecho no alegado o ya admitido en el
proceso.

d.- Principio de Unidad de la Prueba: Las pruebas deben ser apreciadas como
una unidad y analizadas exhaustivamente. Por ello, el silencio de prueba vicia la
sentencia de nulidad; por tal motivo, el juez debe analiza todas las pruebas del
proceso.

e.- Principio de Publicidad de la Prueba: El principio es que los actos de prueba


son públicos.

f.- Principio de Libertad de Prueba: Las partes pueden valerse de cualquier


medio de prueba conducente a la demostración de los hechos controvertidos,
exceptuando los prohibidos expresamente por la ley.

g.- Principio de la Igualdad de la Prueba: Garantiza a las partes la posibilidad


de disponer de los mismos medios de prueba, garantiza las partes los mismos lapsos,
oportunidades.

h.- Principio de Lealtad en la Actividad Probatoria: Es una manifestación del


principio de ética procesal que debe estar presente en todas las actividades proceso
incluyendo la probatoria. El juez debe inspeccionar si las pretensiones o defensas
infundadas obstaculizan el desenvolvimiento del proceso y aplicar las sanciones
previstas en las respectivas disposiciones.

i.- Principio de Inmediación de las Pruebas: El juez de la causa debe presenciar


en forma directa todos los actos del proceso, especialmente los actos de prueba,
permitiendo una relación directa entre el juez, los sujetos y las pruebas del proceso.

La Prueba de Informe.

La prueba de informe es un medio de aportar al proceso datos concretos acerca


de actos o hechos que resultan de la documentación, archivos o registros contables
que se encuentran en manos de terceros o de las partes.

Este medio probatorio permite traer opiniones técnico-jurídicas que se


coadyuven a la formación de la decisión del órgano jurisdiccional; por otra parte, es
un elemento que contribuye a lograr la convicción psicológica del juez, en cuanto
suponga una verificación de las afirmaciones de hechos controvertidos que integran el
litigio.

Bello (2001), considera que, “esta clase de prueba presenta rasgos que la
distinguen suficientemente de los restantes medios probatorios” (p.90). No entraña
una especie de prueba documental, porque requiere la aportación directa de
documento al proceso. El informante se limita a trasmitir al órgano judicial, tras la
orden pertinente, el conocimiento que le proporcionan las constancias documentales
que se encuentran en su poder.

En este orden de ideas, la prueba de informe es como una categoría de la prueba


por escrito, ya que se trate de hechos que consten en documentos, libros, archivos u
otros papeles que se hallen en oficinas públicas, bancos, asociaciones gremiales,
sociedades civiles o mercantiles e instituciones similares, que no sean parte en el
proceso, el Tribunal, a solicitud de la parte interesada, requerirá de ellos cualquier
informe sobre los hechos litigiosos que aparezcan de dichos instrumentos o copia de
los mismos. González (2003), sostiene que los requisitos para la procedencia de la
prueba de informes son los siguientes:

Que se trate de hechos litigiosos, es decir, controvertido en el proceso,


que dichos hechos consten en documentos, libros, archivos u otros
papeles., que sobre tales hechos es que se podría solicitar informes o
copia del documento que los contenga, así mismo, tales documentos
deben reposar en cualquier tipo de oficinas, bien sean públicas o
privadas. En estas últimas se incluyen los Bancos, asociaciones
gremiales, sociedades civiles o mercantiles o instituciones similares.
(p.178)

Por su parte, la admisión de la prueba, en razón del imperativo de la norma, se


convierte en la regla y se aplica por igual a los entes referidos, sean o no parte en
juicio.
En cuanto a su naturaleza jurídica, esto es, si constituye o no un medio de
prueba autónomo, en virtud que la misma constituye un medio de prueba principal
que permite incorporar al proceso recaudos públicos y privados, siempre que los
mismos consten en documentos, libros, archivos o papeles.

Así, la prueba de informes para Quijano (1990), “es un medio autónomo y


principal del que pueden servirse las partes en el proceso cuando deseen demostrar
la existencia de hechos” (p.90). El fundamento de la prueba de informes, Es doble ya
que por un lado, se tiene el fundamento del deber de informar que corresponde al
deber genérico de colaborar con la administración de justicia y, por otro, el
fundamento que descansa en los principios de lealtad y probidad procesal, conforme a
los cuales las partes y el juez deben admitir la veracidad de la prueba y, en caso de
que la misma no se ajuste a la verdad, queda abierta la posibilidad de su impugnación.

Garantía Constitucional del Derecho a la Defensa en el Ámbito Probatorio.

El artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


(1999), recoge a lo largo de su articulado, la concepción respecto al contenido y
alcance del derecho al debido proceso, siendo precisado por la doctrina más
calificada, y según la cual ha establecido que el derecho al debido proceso constituye
un conjunto de garantías, que amparan al ciudadano, y entre las cuales se mencionan
las de ser oído, la presunción de inocencia, el acceso a la justicia y a los recursos
legalmente establecidos, la articulación de un proceso debido.

Asimismo, la de ser juzgado por un Tribunal competente, imparcial e


independiente, la de un proceso sin dilaciones indebidas y por supuesto, la de
ejecución de las sentencias que se dicten en tales procesos. Ya la jurisprudencia y la
doctrina habían entendido, que el derecho al debido proceso debe aplicarse y
respetarse en cualquier estado y grado en que se encuentre la causa, sea ésta judicial o
administrativa, pues dicha afirmación parte del principio de igualdad frente a la Ley,
y que en materia procedimental representa igualdad de oportunidades para las partes
intervinientes en el proceso de que se trate, a objeto de realizar ,en igualdad de
condiciones y dentro de los lapsos legalmente establecidos, todas aquellas
actuaciones tendientes a la defensa de sus derechos e intereses.

Así, Contreras (2006), señala que “el derecho al debido proceso y dentro de
éste el derecho a la defensa, tiene un carácter operativo e instrumental” (p.89), esto
permite poner en práctica los denominados derechos de goce, es decir, su función
última es garantizar el ejercicio de otros derechos materiales mediante la tutela
judicial efectiva, por ello, su ejercicio implica la concesión para ambas partes en
conflicto, de la misma oportunidad de formular pedimentos ante el órgano
jurisdiccional.

El derecho a la defensa, consagrada igualmente en nuestra carta magna, el cual


acompaña al hombre durante toda su vida. Este derecho, a diferencia de otros, no
requiere reconocimiento o consagración en una carta política para su existencia, sino
que tutela al hombre, por el sólo hecho de serlo. Cuando se habla del derecho a la
defensa según Padilla (1980):

Siempre viene a la memoria la sentencia del juez inglés en la cual se


relata el pasaje bíblico de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso,
oportunidad en la que Dios le concedió a Adán, antes de expulsarlo del
Paraíso, la posibilidad de defenderse y explicar por qué había comido
del fruto prohibido. (p.78)

En el derecho público, se le ha atribuido rango constitucional al derecho a la


defensa en el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(1999).

El derecho a la defensa cuya acepción es muy amplia en Venezuela, dentro del


contexto del debido proceso, debe ser entendido como el derecho a recibir asistencia
jurídica de un profesional del derecho durante el juicio. Toda persona tiene derecho a
ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o
tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la
Ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter.

Ahora bien, en este orden de ideas, se puede decir que el derecho al debido
proceso es entendido por Salas (2006), “como el trámite mediante el cual se logra oír
a las partes, de conformidad con lo consagrado en la Ley” (p.34), y que, ajustado a
derecho, otorga a las partes el tiempo y los medios adecuados para imponer sus
defensas, resulta evidente entonces que el debido proceso trae consigo otra serie de
atributos inherentes al mismo, cual señala Gómez (1995):

El proceso debido comprende, por ceñirnos a lo procesal, el derecho de


acción, la prohibición de indefensión, el derecho a la prueba, el
derecho a todas la garantías (ahora entendido como principio
residual), etc., … que son también manifestaciones del Estado de
Derecho, que son sustentadas, informadas e integradas en el principio
general del derecho al proceso debido. (p.52)

En el ámbito de las garantías constitucionales del proceso, una de las


manifestaciones del debido proceso es la tutela del derecho a la defensa, contemplada
en el artículo 49, numerales 1 y 3, de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999), en los términos siguientes:

El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y


administrativas, en consecuencia: 1. La defensa y la asistencia jurídica
es un derecho inviolable en todo estado y grado de la investigación y
del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos
por los cuales se le investiga, de acceder a las pruebas y de disponer
del tiempo y de los medios adecuados para ejercer su defensa. Serán
nulas las pruebas obtenidas con violación del debido proceso. Toda
persona declarada culpable tiene derecho a recurrir del fallo, salvo las
excepciones establecidas en esta Constitución y la ley. 3. Toda persona
tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso.

De la interpretación del artículo anterior, se desprende entonces que tanto el


derecho a la defensa como el debido proceso, constituyen garantías inherentes a la
persona humana y en consecuencia, aplicables a cualquier clase de procedimientos,
criterio que ha sido acogido por la jurisprudencia en forma pacífica, lo cual lo ha
señalado la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en reiteradas
oportunidades.

Por lo tanto, el debido proceso es un derecho aplicable a todas las actuaciones


judiciales y administrativas, disposición que tiene su fundamento en el principio de
igualdad ante la ley, dado que el debido proceso significa que ambas partes en el
procedimiento administrativo, como en el proceso judicial, deben tener igualdad de
oportunidades tanto en la defensa de sus respectivos derechos como en la producción
de las pruebas destinadas a acreditarlo.

En este mismo de ideas, el derecho a la defensa previsto con carácter general


como principio en el citado artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela (1999), adoptado y aceptado en la jurisprudencia, tiene también una
consagración múltiple y se regulan así los otros derechos conexos como son el
derecho a ser oído, el derecho a hacerse parte, el derecho a ser notificado, a tener
acceso al expediente, a presentar pruebas y a ser informado para ejercer la defensa.

Por consiguiente, el derecho a la defensa implica además el respeto al principio


de contradicción, así como la protección del derecho a que se oigan y analicen
oportunamente los alegatos de cada una de las partes y de que éstas conozcan tanto
dichos alegatos como las pruebas aportadas al proceso, para de esa forma poder llegar
a una sentencia que traiga terminación del proceso, valga decir, con ello se busca el
equilibrio procesal entre las partes y que en todo momento se tenga el derecho a
ejercer su defensa.

En consecuencia, existe violación del derecho a la defensa cuando el justiciable


no conoce el procedimiento que puede afectar sus intereses, cuando se le impide su
participación o el ejercicio de sus derechos, cuando no está al tanto de los recursos de
que se dispone y de los lapsos correspondientes o cuando simplemente se le impide
realizar las actividades probatorias considerando que, en cualquiera de estos
supuestos, se subsume a las partes en un total estado de indefensión.

Bajo este contexto, la ley suprema del ordenamiento jurídico venezolano,


consagra un conjunto de normas de singular importancia, que están relacionadas con
las garantías constitucionales de la defensa y de los derechos humanos, es decir, de
los instrumentos que permiten hacer efectivo el ejercicio de tales derechos.

Ahora bien, el derecho a la defensa contemplada en el texto constitucional


venezolano, se caracteriza en materia de pruebas, en dos principios que le son
inherentes: el de la contradicción y el del control de la prueba. En consecuencia,
como la trasgresión de dichos principios causa indefensión a la parte perjudicada, el
fallo que se dicte será casable cuando el proceso adolezca de estos vicios.

Dentro de esta perspectiva, es importante destacar que la prueba es de orden


público, el derecho de defensa en sí, es la posibilidad de cuestionar, lo que es de la
esencia de ese gran tramite dialéctico que es el proceso; pero no tienen este carácter
aquellas formas que lo complementan, que pueden ser convalidadas siempre que no
impidan que se ejerza el derecho, si el acto, a pesar de los vicios, logra el fin para el
cual lo destinó la ley; oportunidad de oposición (en sentido amplio) ante la petición
del contrario.

Pero el derecho de defensa no consiste solamente en la existencia de


oportunidades para contradecir las pretensiones de las partes durante el proceso, sino
también la oportunidad que deben tener las partes para demostrar los hechos que
afirmen y que se controvierten a fin de que el fallo pueda determinar quien tuvo la
razón. Por ello, la prueba en general es otra de las instituciones, mediante las cuales el
Derecho Procesal garantiza a las partes del derecho a la defensa.

De acuerdo a lo dicho, la existencia de la oportunidad teórica para probar no


basta. La prueba nace de la proposición del medio por uno de los sujetos procésales, y
al igual que para cualquier petición, debe existir, para quien no la hace, la posibilidad
de cuestionarla integralmente y, por ello, existe como otra emanación del derecho de
defensa, el principio de contradicción de la prueba. Esta es una institución como lo
expresa Torres (2001), “de orden público, ya que responde a la garantía o derecho
constitucional de que en todo proceso existe la posibilidad de cuestionar las
peticiones de los sujetos procesales” (p.67)

El principio de necesidad de la prueba, lo organiza la ley en el proceso,


mediante un sistema de ofrecimiento de pruebas por los sujetos procesales y su
posterior evacuación, si se trata de pruebas simples; y dentro de este campo
específico, debe hacerse más concreto el derecho a la defensa, como la existencia
legal de oportunidades para contradecir y probar las afirmaciones, por lo que la ley,
prevé actos específicos para presentar evidencias, así como para la oportunidad de
cuestionarlas y para las actividades de fiscalización de las pruebas que se evacuen,
ofreciendo a los litigantes la oportunidad para que conozcan los medios anunciados y
para que no se incorpore el resultado de éstos a los autos a espaldas de los
controversistas.

Ahora bien, el principio de contradicción de la prueba obra contra los medios


probatorios, por ello es importante recordar que los medios de prueba son un
instrumento que se otorga a los sujetos procesales, para trasladar al proceso los
hechos que permiten verificar las afirmaciones de las partes, o averiguar la existencia
de una situación fáctica.

En este orden de ideas el ejercicio de control requiere que las partes tengan la
posibilidad de conocer antes de la evacuación los medios de prueba promovidos, para
hacer uso de los derechos que permitan una cabal incorporación a la causa de los
hechos que traen los medios, en este caso, las pruebas de informe. De esta manera el
legislador dispone del medio probatorios que se encarga de recabar hechos relevantes
para comprobar la verdad, los cuales constan en oficinas de terceros; por lo que puede
solicitarse la información, bien a solicitud de partes o de oficio. Es de carácter
obligatorio el cumplimiento de suministrar la información sin rehusarse invocando
reserva; de lo contrario se consideraría un desacato a la orden del Tribunal. Una vez
admitida la prueba, se libra el oficio para que se obtenga la información antes de
celebrarse la audiencia de juicio.

Criterios Jurisprudenciales de la Prueba de Informes en el Proceso Civil


Venezolano.

En relación a la prueba de informes, el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala


Político-Administrativa en sentencia N° 01151 de fecha 24 de septiembre de 2002,
estableció que la prueba de informes no es admisible cuando se pretende traer al
expediente documentos que se hallen en poder de la contraparte, en cuyo caso, sólo se
admite la prueba de exhibición de documentos, lo siguiente:

En cuanto a la prueba de informes promovida por la parte actora, el


Juzgado de Sustanciación declaró improcedente la oposición formulada
respecto a su admisión, utilizando como fundamento que existe una
evidente vinculación del objeto de la prueba con los hechos debatidos en
el caso de autos.

De lo antes transcrito, la Sala basándose en el contenido del artículo 433 del


Código de Procedimiento Civil, la prueba de informes puede ser requerida a
cualquier oficina pública o privada, a los fines de que se informe sobre un punto en
concreto, y sobre el cual el promovente no tiene acceso o lo tiene limitado.

En este sentido, Rengel (1997) ha señalado que: “los sujetos de la prueba son
pues, de un lado, la parte proponente y del otro los terceros informantes: Oficinas
Públicas, Bancos, Asociaciones gremiales, Sociedades Civiles o Mercantiles e
Instituciones similares, las cuales actúan mediante sus representantes autorizados”
(p.178). Por ello, el Código de Procedimiento Civil venezolano sólo permite que la
prueba sea requerida a entidades o personas jurídicas, toda vez que cuando se trata de
documentos que se hallen en poder de la contraparte o de terceros, sólo se admite la
prueba de exhibición de documentos, pero no la prueba de informes.

Este criterio fue reiterado por el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Política
Administrativa, en fecha 16 de Marzo de 2004, caso MMC AUTOMOTRIZ, S.A.,
contra la República Bolivariana de Venezuela y el Banco Central de Venezuela, por
cobro de bolívares, ha señalado lo siguiente:

En efecto, la doctrina nacional ha señalado que los sujetos de la prueba son


pues, de un lado, la parte proponente y del otro los terceros informantes: Oficinas
Públicas, Bancos, Asociaciones gremiales, Sociedades Civiles o Mercantiles e
Instituciones similares, las cuales actúan mediante sus representantes autorizados.
Sin embargo, se ha señalado expresamente, que si bien algunas legislaciones
“admiten también como sujeto informante a la contraparte el Código de
Procedimiento Civil venezolano sólo permite que la prueba sea requerida a
entidades o personas jurídicas, toda vez que cuando se trata de documentos que se
hallen en poder de la contraparte o de terceros, sólo se admite la prueba de
exhibición de documentos, pero no la prueba de informes.

En el presente caso, la prueba de informes fue promovida por la actora de


conformidad con el referido artículo 433, con la finalidad de que el Municipio Puerto
Cabello del Estado Carabobo, remitiera al Juzgado de Sustanciación copia certificada
de los pagos que su representada recibió por concepto de ejecución de las obras
suscritas entre ésta y el Municipio.

Sin embargo, considera la Sala que la prueba de informes promovida por la


parte actora, resulta inadmisible, al no estar obligada la parte demandada (Municipio
Puerto Cabello del Estado Carabobo), a informar a su contraparte, toda vez que
existen otros medios probatorios, para obtener los documentos requeridos por el
actor, como lo es la prueba de exhibición establecidos en los artículos 436 y 437 del
C.P.C.

Bajo este contexto se presenta la Sentencia Nº 01752 de la Sala Político


Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 11 de Julio de 2006 donde
estableció lo siguiente:

En cuanto a la oposición formulada por el representante judicial del


Fisco Nacional y su posterior apelación, respecto a la admisión de la
prueba de informes promovida, esta Sala observa: El artículo 433 del
Código de Procedimiento Civil, establece lo siguiente: Artículo 433:
Cuando se trate de hechos que consten en documentos, libros, archivos
u otros papeles que se hallen en oficinas públicas, Bancos,
Asociaciones gremiales, Sociedades civiles o mercantiles e instituciones
similares, aunque éstas no sean parte en el juicio, el Tribunal, a
solicitud de parte, requerirá de ellas informes sobre los hechos
litigiosos que aparezcan de dichos instrumentos, o copia de los mismos.
Se desprende de la transcripción anterior que la prueba de informes puede ser
solicitada a cualquier oficina pública o privada, con el objeto de que se informe sobre
un asunto determinado al cual no tiene acceso directo la parte promovente. A este
respecto y siguiendo el criterio contenido en la sentencia de esta Sala N° 1.159 de
fecha 24 de septiembre de 2002, cabe destacar que en la clasificación que la doctrina
nacional ha realizado en cuanto a los sujetos de la prueba, se ha señalado que por un
lado se encuentra la parte promovente y por el otro los terceros informantes, esto es,
oficinas públicas, bancos, asociaciones gremiales, sociedades civiles o mercantiles e
instituciones similares; a lo cual otras legislaciones incluyen como sujeto informante
a la contraparte.

En el caso concreto, conforme a lo expuesto, considera la Sala que la prueba de


informes admitida por el Tribunal Superior Tercero de lo Contencioso Tributario de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, resulta inadmisible por
no estar obligada la parte contra la cual se ejerce el recurso contencioso tributario
(Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), a
informar a su contraparte del contenido de los documentos requeridos por el
recurrente, pudiendo éstos ser solicitados a través de un medio probatorio idóneo
como lo es, la prueba de exhibición.

Del mismo modo, se tiene la decisión de la Sala Constitucional, de fecha 22 de


junio de 2001, caso William Chacín Noguera contra Aeronaves Venezolanas. S.A
(AVENSA) y la cual tuvo como magistrado ponente a Iván Rincón Urdaneta y en la
cual se expresa entre otras cosas que cuando es solicitada la prueba de informe y esta
no ha sido evacuada en función de que no se ha recibido respuesta por parte del
organismo.

En este caso, es el Juez en ejercicio de esta función rectora en el proceso y, en


acatamiento del principio procesal de inmediación para la mejor búsqueda de la
verdad material, debe realizar diligencias para un mejor proveer, esto es, ordenar de
oficio la práctica de las diligencias que considere pertinentes y necesarias para el
esclarecimiento de la controversia, haciendo valer su autoridad mediante cualquier
medio para hacer cumplir lo ordenado o solicitado en dicha prueba de informe.

Es necesario acotar que las mencionadas sentencia constituyen fuente de


Derecho, puesto que a pesar de dirimir un caso en concreto, las mismas contienen
criterios doctrinarios con respecto a ciertos puntos abordados en el presente estudio y
puesto que el mismo, se ha enmarcado dentro de una corriente positivista del
realismo de la Escuela Escandinava, la cual establece que el derecho es aquello, que
es establecido por los jueces; es válido hacer hincapié en la relevancia que posee
dicha fuente para esta investigación.

Valor probatorio de la prueba de informes en el proceso civil venezolano.

La regla de valoración de las pruebas en Venezuela está previsto en el artículo


507 del Código de Procedimiento Civil (1987) que reza: “A menos que exista una
regla general expresa para valorar el mérito de la prueba, el Juez deberá apreciarla
según las reglas de la sana critica”. La valoración de la prueba corresponde en
exclusiva al juez y consiste en la actividad que realiza el juez para determinar la
efectividad de la actividad probatoria de las partes, es decir, determinar si realmente
los medios propuestos y rendidos por las partes fueron idóneos y realmente llevaron a
la convicción de ser ciertos los hechos alegados.

La reflexión que realiza el juzgador de la prueba aportada en el proceso está


íntimamente relacionada a una serie de enunciados básicos que comprenden o
contempla un conjunto definido de situaciones y que resultan más generales que las
normas, ya que precisamente sirven para inspirarlas y entenderlas o interponerlas.
Estos enunciados denominados principios tienen una conexión armónica con la
valoración que hace el juez en virtud de las pruebas aportadas en el proceso,
permitiendo así que el derecho procesal civil, tenga unidad y cohesión interna.

Los principios fundamentales del derecho procesal civil según lo expresa


Parra (2000), “dadas las circunstancias jurídicas y socio-económicas propias de la
relación jurídica, tienden a proteger a los partes, a impedir que estos sean víctimas
de abuso de autoridad” (p.67), la que presupone que el juez debe de cumplir
cabalmente con sus obligaciones y no regirse por la arbitrariedad, ya que esta
redundaría en detrimento o daño de los derechos adquiridos por las partes en el
proceso.

Este principio a su vez se puede aplicar tanto para la interpretación de una


norma jurídica, como para la apreciación de la prueba, no supliendo omisiones, pero
sí para apreciar apropiadamente el conjunto de los elementos probatorios a la luz de
las diversas circunstancias del caso, preservando la verdad sobre cualquier intento de
apartarse de ella.

Para su utilización este principio se aplica por medio de varias reglas. Una de
esta es la regla de razonabilidad, que presupone que el hombre común actúa
normalmente conforme a la razón y encuadrado en ciertos patrones de conducta que
son los que habitualmente se eligen por ser los más lógicos y así también en sus
relaciones, el ser humano procede y debe proceder conforme la razón.

En Venezuela el sistema de valoración de las pruebas dentro del ámbito


procesal civil es el establecido en el artículo 507 del Código de Procedimiento Civil
(1987), donde las reglas de la sana crítica son garantías de idóneo reflexión, basados
en la lógica y experiencia del operador de justicia.

Por lo tanto, la sana critica según Porras (2010), “consiste en considerar un


conjunto de normas de criterios de los jueces, basadas en pautas de la lógica, la
experiencia y la psicología, y aún del sentido común, que aunadas llevan al
convencimiento humano” (p.78)

Las reglas de la sana crítica están integradas, por una parte con los principios
fundamentales del intelecto humano, pilares de todo conocimiento racional e
instrumento de certeza, en su camino hacia la verdad lógica y ontológica, y por otra
parte por las reglas empíricas denominadas máxima de experiencias.
Bases Legales

La fundamentación viene a ser las normativas jurídicas que sustentan una


investigación de tipo legal, al respecto Balestrini (2000) señala: “Sustentos legales
que según la naturaleza de la investigación, permiten ubicar la investigación desde
el marco jurídico” (p.26), las bases legales representan al conjunto de Leyes,
Reglamentos, Normas y Decretos que establecen el basamento jurídico que sustenta
la investigación. Al respecto, Rodríguez (2001) expresa que las bases legales son
“sustentos legales que según la naturaleza de la investigación, permiten ubicar la
investigación desde el marco jurídico” (p.26). En vista de esto las bases legales son
un instrumento jurídico del contenido de la investigación donde se indica la parte
legal del trabajo, señalando la Ley y los artículos que establecen las bases legales
de la misma.

En primer lugar se presenta a la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela, Publicada en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº
5.453 Extraordinario del 24 de marzo de 2000, siendo posteriormente publicada
nuevamente en Gaceta Oficial 5.908 con su Primera Enmienda de fecha 19 de
febrero de 2009, la cual en sus artículos 26 y 49 expresa:

Artículo 26. Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de


administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los
colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con prontitud
la decisión correspondiente.
Artículo 49. El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y
administrativas; en consecuencia:
1.- La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y
grado de la investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser
notificada de los cargos por los cuales se le investiga, de acceder a las pruebas
y de disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer su defensa.
Serán nulas las pruebas obtenidas mediante violación del debido proceso. Toda
persona declarada culpable tiene derecho a recurrir del fallo, con las
excepciones establecidas en esta Constitución y la ley.
2.- Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario.
3.- Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con
las debidas garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente, por
un tribunal competente, independiente e imparcial establecido con
anterioridad. Quien no hable castellano o no pueda comunicarse de manera
verbal, tiene derecho a un intérprete.
4.- Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las
jurisdicciones ordinarias, o especiales, con las garantías establecidas en esta
Constitución y en la ley. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin
conocer la identidad de quien la juzga, ni podrá ser procesada por tribunales
de excepción o por comisiones creadas para tal efecto.
5.-Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar
contra sí misma, su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del
cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad. La confesión solamente
será válida si fuere hecha sin coacción de ninguna naturaleza.
6.- Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren
previstos como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes.
7.- Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos hechos en
virtud de los cuales hubiese sido juzgada anteriormente.
8.- Toda persona podrá solicitar del Estado el restablecimiento o reparación de
la situación jurídica lesionada por error judicial, retardo u omisión
injustificados. Queda a salvo el derecho del o de la particular de exigir la
responsabilidad personal del magistrado o de la magistrada, del juez o de la
jueza; y el derecho del Estado de actuar contra éstos o éstas.
De los artículos transcritos se infiere que conforme a la cual tratándose de
pruebas las partes en el proceso judicial, tiene el derecho a aportar, proponer o
producir los medios de pruebas que tiendan a demostrar los hechos controvertidos
afirmados o negados que le favorezcan y que se subsumirán en las normas jurídicas
contentivas de las consecuencias jurídicas solicitadas o pedidas por estas.

A través de los medios de pruebas se establece los hechos alegados por las
partes, los cuales deben tener como fijados por el operador de justicia para aplicar la
correcta norma de derecho tolo cual garantiza el contenido de los artículos antes
señalados, encontrando así que la prueba judicial tiene base constitucional.

Dentro de esta perspectiva el derecho constitucional involucra el derecho a que


el operador de justicia una vez que la prueba ha sido promovida, admitida y evacuada
sea a preciada en la decisión definitiva, donde se expresa en forma motivada si la
misma se aprecia o desecha, constituyendo este un derecho, un elemento que permite
al justiciable saber el criterio que tomo el juzgador para apreciar o no las pruebas
producidas en autos y la forma como se constituyó la premisa de hecho.
Seguidamente se presenta al Código de Procedimiento Civil (publicado en
Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 3.970 del 13 de marzo de 1987), cuyo artículo 433
expresa lo siguiente:

Cuando se trate de hechos que consten en documentos, libros, archivos u


otros papeles que se hallen en oficinas públicas, Bancos, Asociaciones
gremiales, Sociedades civiles o mercantiles e instituciones similares,
aunque éstas no sean parte en el juicio, el Tribunal, a solicitud de parte,
requerirá de ellas informes sobre los hechos litigiosos que aparezcan de
dichos instrumentos, o copia de los mismos.
Esto significa, que los sujetos de la prueba son de un lado la parte proponente y
del otro los terceros informantes como Oficinas Públicas, Bancos, Asociaciones
gremiales, Sociedades Civiles o Mercantiles e Instituciones similares, las cuales
actúan mediante sus representantes autorizados.

Asimismo el artículo 507 del código de procedimiento civil (antes citado)


señala que, “A menos que exista una regla legal expresa para valorar el mérito de la
prueba, el Juez deberá apreciarla según las reglas de la sana crítica”. Esto significa
que la sana crítica son las pautas racionales fundadas en la lógica y la experiencia
que hacen de la valoración judicial la emisión de un juicio formalmente válido y
argumentativamente sólido que demuestra o repite, en los autos, la convicción
formada en base a aquéllas.

En este sentido, la sana critica es la valoración que el juez le dará a la prueba de


informes, ya que el fin de la valoración de la prueba implica el precisar el mérito que
la misma pueda tener para brindar certeza al Juez, en este sentido, su valor puede ser
positivo o negativo. Entonces, debido a la valoración podrá el Juez determinar si la
prueba ha cumplido su fin propio, esto es verificar su resultado. En atención al tema
de estudio se puede observar en el II Plan de la Patria, Objetivo Histórico N° 2, de
los Objetivos Estratégicos Generales y Especifico 2.5.4 al 2.5.4.7; donde se plantea
una reforma al aparato de justicia nacional, que va desde su infraestructura hasta la
adecuación de leyes.
CAPÍTULO III

METODOLOGÍA

El trabajo de Investigación que se presenta, se enmarcó en la modalidad


jurídico dogmática, la cual para Witker (1997) “… Es la que concibe el problema
jurídico desde una perspectiva formalista descontando todo elemento fáctico o real
que se relacione con la institución, norma jurídica o estructura legal en cuestión”
(p.73).

El criterio de Witker (1997), sirvió de referente para ubicar esta investigación


más específicamente como del tipo documental. En este sentido, la Universidad
Bicentenaria de Aragua (2012), establece que “los estudios documentales se ocupan
del estudio de problemas planteados en el ámbito teórico, la información requerida
para abordarlos se encuentra básicamente en materiales impresos, audiovisuales y/o
electrónicos” (p.12).

También Hurtado (2000) define la investigación documental “…como el


proceso mediante el cual, el investigador recopila, analiza, selecciona y extrae
información de diversa fuentes acerca de un tema en particular, con el propósito de
llegar al conocimiento y comprensión más profundo del mismo” (p.46), en otras
palabras, es el estudio cuya base de información se obtiene de la revisión
bibliográfica contenida en fuentes primarias y/o secundarias.

El nivel de investigación se refiere según Arias (2006), “Al grado de


profundidad con que se aborda un fenómeno u objeto de estudio” (p.23), por lo que
en este trabajo de investigación dicho nivel fue el descriptivo, el cual según este
mismo autor consiste “…en la caracterización de un hecho, fenómeno, individuo o
grupo, con el fin de establecer su estructura o comportamiento.
Los resultados de este tipo de investigación se ubican en un nivel intermedio en
cuanto a la profundidad de los conocimientos se refiere”. En el caso de la
investigación descriptiva como lo señala Hurtado (2000) (p.104)

La indagación va dirigida a responder a las preguntas, quién, qué, dónde,


cuándo, cuántos. Las investigaciones descriptivas trabajan con uno o con varios
eventos de estudio, pero su intención no es establecer relaciones de causalidad entre
ellos, por tal razón no ameritan de la formulación de hipótesis.

Tal como lo manifiesta Ramírez (s/f), no solo se debe informar al lector sobre el
tipo de investigación que se está llevando a cabo, sino que también es necesario
explicar cuál es el alcance de la misma, por ello se debe dejar claramente establecido
cuál va a ser el nivel de profundidad, en este caso el mismo será descriptivo, en donde
Selltiz y Jahoda, citados por este Ramírez (s/f), expresan que: “Las investigaciones
descriptivas pueden partir de hipótesis afirmativas o también llamadas descriptivas.
De los resultados de estas investigaciones se pueden elaborar hipótesis de relación,
causa-efecto entre variables” (p.85)

Tipo

La presente investigación fue de modalidad dogmática-jurídica de tipo


documental, esto en virtud que se estudió la problemática precisada teniendo de
sustento, lo expuesto expresamente por la Constitución, y las leyes que rigen la
materia, de manera tal que se reconozca el supuesto factico de la norma y la
incidencia dentro de la realidad. En relación a este Tipo de Investigación
metodológica, la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (2002) refiere:

Se entiende por Investigación Documental, el estudio del problema con


el propósito de ampliar y profundizar el conocimiento de su naturaleza,
con apoyo, principalmente, en trabajos previos, información y datos
divulgados por medios impresos audiovisuales o electrónicos. La
originalidad del estudio se refleja en el enfoque de criterios,
conceptualizaciones, reflexiones, conclusiones, recomendaciones y en
general, el pensamiento del autor (p.06)
De lo expuesto, se deduce que se estudió el problema partiendo de fuentes
formales escritas que han sido redactadas de forma previa al estudio, las cuales
determinaron el enfoque y criterio que sirve de base para sustentar las afirmaciones
del autor.

De igual manera por referirse al estudio de aspectos legales, supone lo que


expresa Witker (1995) que indica “su objeto lo constituye el orden jurídico del
presente o del pasado. En otros términos, lo investigado es la norma jurídica en su
contenido dispositivo abstracto, su fin es la determinación del contenido normativo
del orden jurídico” (p.82), en ese sentido se comprende que se trata del estudio del
supuesto técnico de la norma, tanto en su supuesto de hecho como en su consecuencia
de derecho, de forma tal que se puedan desprender los defectos y virtudes de la
misma.

El nivel fue de naturaleza descriptiva, el cual conforme a Sabino (2001), sirve


“en la caracterización de un hecho, fenómeno o grupo, con el fin de establecer su
estructura o comportamiento” (p.35), de esta manera se entiende que se debe estimar
las peculiaridades y señales distintivas que denotan el contenido y la sustancia propia
del objeto de estudio.

Nivel

El nivel de investigación tal como lo plantea Arias (1999), “Se refiere al grado
de profundidad con que se aborda un objeto o fenómeno” (p.47), por lo que el
presente trabajo de investigación se enmarcó en el nivel descriptivo, que para la
Universidad Bicentenaria de Aragua (2015) “Son estudios que describen con mayor
decisión los detalles o singularidades de una realidad estudiada, pudiendo referirse a
una comunidad, a una organización, a las características de un tipo de gestión, entre
otros” (p.75)
Método

Con relación al método que se utilizó fue el deductivo-analítico, por un lado el


deductivo que corresponde según Méndez (1998) al que involucra: “el conocimiento
deductivo permite que las verdades particulares contenidas en las verdades
universales se vuelvan explicitas” (p.97), se entiende que se tomó como punto de
partida lo general y abstracto para llegar a lo particular y concreto, esto se evidencia
en la aplicación de la ley, por su parte López (2002) que sostiene: “Mediante ella se
aplican los principios descubiertos a casos particulares, a partir de un enlace de
juicios” (p.15), se trata de dirigirse de lo más abstracto o complejo hasta lo más
simple y concreto dentro de un orden lógico con un enfoque coherente estructurado,
donde exista un único sentido de los criterios reproducidos.

Así mismo respecto del analítico Méndez (1998) relata “el análisis inicia su
proceso de conocimiento a partir de la identificación de cada uno de los elementos
que caracterizan una realidad” (p.99), se trata pues de detallar en forma minuciosa y
explicativa los distintos elementos y componentes que son propios de un objeto de
estudio.

En relación al método analítico Tamayo y Tamayo (2003) lo reconocen como:


“aquel que distingue las partes de un todo y procede a la revisión ordenada de cada
uno de sus elementos por separado” (p.45), es explicar la estructura de un todo en
detalles particulares o concretos que lo componen esto sirve para fortalecer un
enfoque especializado de lo investigado, dentro de un margen de logicidad e
integralidad.

Técnica
Según Sabino (2000), la técnica “es el procedimiento particular, reflexivo y
confiable aplicado al empleo de un instrumento, al uso de material y al manejo de una
determinada situación. El método es una estrategia; la técnica es táctica” (p.75). Es
decir, la técnica es una forma particular para aplicar un método y está referida a los
procedimientos empleados para la recolección y tratamiento de la información
recabada. En tal sentido, para la recolección de la información y su análisis se
empleará la técnica de análisis de contenido, la cual Bavaresco (1999), define como
“un modo de recoger información para luego analizarla y elaborar alguna teoría o
general licitación del contenido” (p.49)

Para este autor, el análisis de contenido constituye una herramienta para la


recolección de la información a través de la lectura y la relectura que parte de un
conjunto de categorías elaboradas a partir del documento y pueden ser predefinidas,
para ello se empleará la técnica del fichaje, la cual permitirá recolectar y almacenar la
información que se obtendrá en la investigación. Sobre esta técnica, Sabino (2000)
señala que “el fichaje es una técnica que permite recoger ideas y organizarlo todo en
un fichero. Es una constante fuente de información creciente y flexible” (p.19)

De esta manera, la ficha representa la memoria fiel del investigador, es el


almacenar de sus ideas, y el depósito donde se acumulan los datos que se obtienen en
el trabajo. Al respecto, Sabino (2000) señala que la ficha “permite la recolección de
datos que registran información de una fuente documental, pueden ser bibliográficas,
textuales, mixtas o de resumen. Todas deben incluir las referencias básicas de la
fuente” (p.55). Por ello, también son fichas los registros que se hagan en cualquier
clase de papel o en archivos específicos de los procesadores de textos de las
computadoras o en bases de datos destinados a guardar y ordenar tales registros.

Procedimiento

Para la construcción del trabajo de investigación debe darse seguimientos a


mecanismos y estrategias que se materializan cinco fases que son:
Fase I Precisión del Problema Inicial: En esta fase el investigador precisó los
aspectos relacionados con las fallas propias que evidencia la norma jurídica tanto en
lo que respecta a la contrariedad de criterios como en los posibles vacíos que se
percibieron en el contexto del orden legal, de forma tal que sirvió de punto de partida
para el desarrollo del estudio.

Fase II Escogencia de Fuentes Documentales: Dentro de este apartado el autor


de la investigación, estableció la búsqueda y selección de fuentes formales escritas,
donde se encuentro información de primer y de segundo nivel que guardo relación
con el problema de la investigación.

Fase III Recolección y abordaje de los datos obtenidos: Se emplearon las


fichas de carácter textual donde se recogió de manera directa los datos que son
sustraídos de las distintas fuentes colectadas, así mismo se empleó la descripción y el
análisis, que contribuyeron a que se explique y desarrolle los contenidos
documentados.

Fase IV Elaboración de la investigación: En esta fase se dio construcción de los


contenidos que conforman la distribución capitular, que debe guardar
correspondencia con las interrogantes formuladas y los objetivos planteados, de
manera tal que se estableció un marco lógico así como un enfoque gradual y
sistemático entre unos y otros.

Fase V Presentación de las Conclusiones y Recomendaciones: En esta fase se


estableció las afirmaciones finales que guardaran relación con los objetivos
específicos, así como las sugerencias del investigador en miras de que se busque de
manera efectiva una solución a la problemática tratada.

CAPÍTULO IV

DISPOSICIONES FINALES
Conclusiones

En toda investigación se produce como aspecto final un realce de la


información que se relaciona con el objeto de estudio, tomando en cuenta los aspectos
notorios y relevantes del tema tratado, en ese sentido se plasma unas conclusiones
que se vinculan con un reconocimiento de los aspectos significativos que se
relacionan con los contenidos que han sido tratados.

En el orden de estudio se presentó el primer objetivo específico que fue


conocer la fundamentación teórica la prueba de informes en el proceso civil
venezolano, se concluye que es aquélla en la que las partes solicitan que una
dependencia pública, empresa del sector privado, servidor público o persona física,
rindan al tribunal información determinada relativa a los hechos en debate en un
procedimiento judicial.

Dicha prueba suele ofrecerse bajo la denominación de prueba documental, en


virtud de que la misma, es elaborada al momento en que el juez solicita al tercero que
le informe sobre los hechos que la parte oferente pretende se alleguen al proceso, y en
virtud de que dicha información se trae al expediente en forma de un documento. Es
decir que describa más detalladamente su pretensión con el apoyo u opinión de un
tercero experto en el asunto.

Por lo tanto, la prueba de informes es una prueba utilizada diariamente en los


órganos jurisdiccionales y es un elemento necesario e indispensable para la solución
de los conflictos que se n presentan en los tribunales.

En cuanto al objetivo específico segundo referido a determinar la garantía


constitucional del derecho a la defensa en el ámbito probatorio, el autor concluye que
el derecho a la defensa contemplada en el texto constitucional venezolano, se
caracteriza en materia de pruebas, en dos principios que le son inherentes: el de la
contradicción y el del control de la prueba. En consecuencia, como la trasgresión de
dichos principios causa indefensión a la parte perjudicada, el fallo que se dicte será
casable cuando el proceso adolezca de estos vicios. Por ello, la prueba de informes es
de orden público y es el derecho de defensa como derecho de cuestionar, lo que es de
la esencia de ese gran tramite dialéctico que es el proceso.

Sobre objetivo específico tercero que es estudiar los criterios


jurisprudenciales de la prueba de informes en el proceso civil venezolano, se
concluye que la prueba de informes puede ser solicitada a cualquier oficina pública o
privada, con el objeto de que se informe sobre un asunto determinado al cual no tiene
acceso directo la parte promovente, cabe destacar que en la clasificación que el
Tribunal Supremo de Justicia n ha realizado en cuanto a los sujetos de la prueba, se
ha señalado que por un lado se encuentra la parte promovente y por el otro los
terceros informantes, esto es, oficinas públicas, bancos, asociaciones gremiales,
sociedades civiles o mercantiles e instituciones similares; a lo cual otras legislaciones
incluyen como sujeto informante a la contraparte.

Finalmente el cuarto objetivo específico que es precisar el valor probatorio de


la prueba de informes en el proceso civil venezolano, el autor concluye que en
Venezuela el sistema de valoración de las pruebas dentro del ámbito procesal civil es
el establecido en el artículo 507 del Código de Procedimiento Civil (1987), donde las
reglas de la sana crítica son garantías de idóneo reflexión, basados en la lógica y
experiencia del operador de justicia.

Recomendaciones

Una vez estimados los hallazgos de la investigación que se relacionan con los
objetivos desarrollados por el autor, se concuerdan una serie de afirmaciones finales
que desprendidas del estudio pueden servir para contribuir en el tratamiento de la
materia en la comunidad científica académica y general relacionada con el mismo
para optimizar su consistencia junto al contenido:

A los Administradores de Justicia: Tanto en función de jueces como en función


de asistencia a las partes, que deben fortalecer cada día el marco normativo de
Venezuela y en especial a los aplicadores del derecho para que no se cometan
arbitrariedades o ilegalidades que se dan hoy en día en los procesos y en especial
referencia al derecho a la prueba que poseen las partes en un proceso civil.

A los Abogados: Hacer uso de los medios de prueba en cualquier proceso,


siempre y cuando se encuentren conforme a la ley, ya que de no ser así se provocara
una alteración en el proceso y se llegara a una ilegalidad dentro del mismo.

A la Asamblea Nacional: Que se promulgue el nuevo Código de Procedimiento


Civil, ya que con ello se descongestionaría los tribunales, los cuales se encuentran
colapsados, en virtud, de que el procedimiento escrito, le resta celeridad,
inmediación, concentración y publicidad.

A las Universidades: Para que en sus unidades de investigación, difusión y


organización procedan en efecto a establecer mecanismos de exposición, foro y
encuentro académico que pueda servir en efecto para que se informe a los miembros
de la comunidad académica y a otros actores interesados, con miras de que tengan la
documentación necesaria a los fines de ilustrarse sobre la existencia del tema objeto
del estudio.

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