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Mitología Griega

Tendréis que perdonarme mi atrevimiento al pretender resumir un tema tan complejo en


una sola entrada de blog, pero bueno, tampoco pierdo mucho si muero en el intento. En
realidad, es la petición de una lectora a la que no pude ni quise negarme pues, si lo
consigo, creo que a muchos, se nos desenmarañará la gorda madeja del estambre divino.
Todos hemos oído hablar de Zeus, Hércules o Afrodita, pero no todos dominamos las
diferencias entre ellos y el por qué de estas. Mi intención hoy es sólo delinear las varias
categorías de la Mitología Griega, sus dioses y demás personajes, sus miembros, sus
múltiples relaciones familiares y algunas de sus características o “poderes”.
Como muchas otras civilizaciones antiguas y modernas, los griegos intentaban dar una
explicación a los orígenes del universo, el mundo y la vida, en todo caso, y en mi
opinión, su imaginación sobrepasó la mitología de cualquier otra cultura en términos
creativos. Vayamos al grano.

El Nacimiento de Venus ( Afrodita), de Sandro Botticelli

Mitología primordial
A diferencia de otras, la mitología griega no inicia su historia de la nada. En el principio
estaba el Caos (materia, pero desordenada) y la oscuridad cubría la Tierra, al menos eso
nos cuenta Hesiodo, autor de la Teogonía, el único poema sobreviviente dedicado al
nacimiento de los dioses. De ahí surgen las cinco divinidades (Hesiodo no especifica

cómo) que se encargarían de construir los cimientos del


universo, Gaia, la Madre Tierra, Eros, el Amor, Tartarus, el Bajo Mundo, Erebus, la
oscuridad que asola al Bajo Mundo y Nyx, la Noche.
Erebus se arrejunta con su hermana Nyx y procrean a Hemera, el Día, a Phös, la Luz y a
cinco quintillizos, Fatalidad, Muerte, Miseria, Engaño y Discordia. Esta última, a su vez,
parió a Asesinato, Masacre, Batalla y Crimen. Gaia, solita ella, dio a luz a Uranus, el Cielo,
con quien también se casó y procreo media docena de pequeños, aunque chungos.
Los tres primeros eran unos verdaderos monstruos, con 100 manos y 50 cabezas cada
uno, y quienes representan las fuerzas destructivas de la naturaleza, los terremotos y los
tsunamis. Del mismo matrimonio incestuoso nacieron los Cíclopes, seres gigantes y
fuertes con un solo ojo, Brontes, Steropes y Arges, quienes luego fabricarían los rayos
para su sobrino Zeus.

Titanes
Según la mitología, Gaia y Uranus decidieron ir a por la niña y les salieron seis parejitas,
los llamados Titanes: Thetis, Theia, Themis, Rhea, Mnemosyne (diosa de la memoria) y
Phoebe. Los niños fueron Oceanus, que se matrimonió con Thetis; Hyperion, dios del Sol y
que también tomo a una de sus hermanas, Theia, como esposa; Iapetus, Coeus, Crius y
Cronos. Resulta, no obstante, que Uranus no quedó contento con sus hijos y, habiendo

además oído que uno de ellos le quitaría el trono, decidió


devolverlos al vientre de su madre. Obviamente, a Gaia no le hizo mucha gracia seguir
preñada y diseñó un plan para vengarse de su hijo/marido.
Con la ayuda de sus hijos, construyó una hoz gigante y se la dio a Cronos, el más fuerte
de su generación, y le explicó lo que debía hacer con ella. Cuando Uranus vino a Gaia
para obtener sus favores una vez más, Cronos, que estaba dentro del vientre, uso la hoz
para dejar a su padre sin la herramienta necesaria para tener más hijos.
El miembro cercenado, cayó al mar formando una capa de espuma de la que nació
Afrodita, la diosa del amor, la belleza y el placer. De la sangre derramada, nacieron los
Gigantes, una nueva generación de dioses que luego lucharían con sus hermanos por la
supremacía del universo.

Mitología Olímpica
Después de castrar a su padre, cuenta la mitología griega, Cronos se hizo con el poder del
cielo y se casó con su hermana Rhea (¡menuda obsesión con el incesto!), y como todo
esto sucedió en tiempos anteriores a la planificación familiar, el resultado fueron más niños
y niñas. Sin embargo, Cronos también tenía miedo de que uno de sus hijos hiciera lo
mismo que él hizo con su padre, así que nada más parirlos Rhea, Cronos se
los tragaba.
Rhea entonces pidió ayuda a su madre Gaia y a Uranus,
con quien por lo visto ya se había reconciliado, para
proteger al sexto de sus hijos. Cuando nació el pequeño
Zeus, Rhea envolvió una piedra en un paño y se lo dio a
Cronos, que creyéndolo un niño, se la zampó sin
miramientos mientras Zeus era llevado a la Isla de Creta
donde las ninfas y los curetes (deidades menores) le
protegieron y criaron.
Ya mayorcito, urdió un plan con su abuela Gaia para
castigar a Cronos y hacerlo vomitar a sus hermanos, que
después de tanto tiempo en la tripa de su padre salieron ya
creciditos: Hera, la diosa del matrimonio, Poseidón, de los
mares, Hades, a quien le tocó el inframundo, Hestia, diosa
de la salud y Demeter, dios de la agricultura. Reunidos una
vez más, los divinos hermanitos tuvieron que vencer a los
Gigantes con la ayuda de Hércules, antes de hacer del
Monte Olimpo su hogar.
Como colofón, Zeus, que también había recibido la profecía de que un vástago parido por
su esposa Metis le arrebataría el poder, decidió tragarse a la pobre mujer y parir el mismo
a Athena, la diosa de la sabiduría. ¡Menuda mitología!

Concilio de los Dioses, de Rafaello.

Otras figuras de la Mitología Griega.


La mitología griega no se quedó en describir el origen y características de los dioses. Por
si fuera poco, añade a otras eminencias que sirven de ayudantes o llevan a cabo tareas no
asignadas a los dioses. Sobresalen los sátiros, criaturas que por lo visto siempre iban muy
contentos; los centauros, mitad hombre y mitad caballo; las ninfas, supuestas hijas de
Zeus que alegraban lugares tales como los manantiales, los bosques o los montes; las
musas, las diosas de la inspiración literaria, científica y artística y, finalmente, los héroes,
humanos divinizados gracias a su labor a favor de los dioses, entre los que se encuentran
Hércules, Aquiles o Ariadna.

Para ser una probadita de la mitología griega creo que es suficiente por hoy. Quedan
muchas historias en el tintero, cada una con sus ramificaciones y personajes, y todas
explicando a su manera lo que los griegos de aquel entonces no podían explicar
científicamente. Todas las civilizaciones lo han hecho y lo siguen haciendo, aunque es
verdad que la ciencia ha substituido a la mitología en las mentes de algunos, no tantos,
seres humanos.
Pero no nos olvidamos de los dioses griegos ni de sus acompañantes, y aún recordamos
sus nombres gracias principalmente a los astrónomos, que bautizan astros y otros
fenómenos con nombres de dioses griegos, o de los mismos pero en su versión latina.
Espero que Clio, la musa de la Historia, me de la inspiración necesaria para contaros más
sobre este tema tan interesante.
(Nota: veréis en este artículo de mitología griega una mezcla de nombres griegos, latinos o
castellanizados. Lo he hecho de esta manera, algunos, porque son más reconocibles, y los
que no, porque así me gustan más.)

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