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org)
ORIENTACIÓN
*** w00 1/10 págs. 22-23 Compremos tiempo para leer y estudiar ***
Beneficios espirituales de la lectura y el estudio
15 Los beneficios que obtenemos al leer y estudiar la Biblia son numerosos. Se nos ayuda a cumplir una de
nuestras responsabilidades cristianas básicas, a saber, la de convertirnos todos en ‘trabajadores que no tienen
de qué avergonzarse, que manejan la palabra de la verdad correctamente’ (2 Timoteo 2:15). Cuanto más leemos
y estudiamos la Biblia, más se llena nuestra mente de los pensamientos divinos. Así nos será posible ‘razonar
con la gente a partir de las Escrituras, explicando y probando por referencias’ la maravillosa verdad de los
propósitos de Jehová, como lo hizo Pablo (Hechos 17:2, 3). La calidad de nuestra enseñanza mejorará, y
nuestras conversaciones, discursos y consejo serán más edificantes en sentido espiritual (Proverbios 1:5).
16 Además, el tiempo que dedicamos a examinar la Palabra de Dios nos permite conformar nuestra vida más
de lleno a los caminos de Jehová (Salmo 25:4; 119:9, 10; Proverbios 6:20-23). Fortalece nuestras cualidades
espirituales, como la humildad, la lealtad y la felicidad (Deuteronomio 17:19, 20; Revelación [Apocalipsis] 1:3).
Cuando aplicamos el conocimiento que obtenemos de la lectura y el estudio de la Biblia, el espíritu de Dios fluye
libremente en nuestra vida, lo cual resulta en una mayor abundancia de los frutos del espíritu en todo lo que
hacemos (Gálatas 5:22, 23).
17 Más importante aún, el tiempo que compramos de otras actividades para leer y estudiar la Biblia mejora
nuestra relación con Dios. Pablo pidió a Dios en oración que sus compañeros cristianos estuvieran llenos ‘del
conocimiento exacto de Su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, para que anduvieran de una
manera digna de Jehová a fin de que le agradaran plenamente’ (Colosenses 1:9, 10). De igual modo, para que
nosotros ‘andemos de una manera digna de Jehová’, hemos de llenarnos del “conocimiento exacto de su
voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual”. Está claro que la bendición y la aprobación de Jehová
dependen en buena medida de la cantidad y la calidad de nuestra lectura y nuestro estudio personal de la Biblia.
18 “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel
a quien tú enviaste, Jesucristo.” (Juan 17:3.) Este es uno de los textos que más utilizan los testigos de Jehová
para ayudar a otras personas a darse cuenta de la importancia de estudiar la Palabra de Dios. Y no es menos
importante para cada uno de nosotros. Nuestra misma esperanza de vivir para siempre depende de que sigamos
creciendo en el conocimiento de Jehová y de su Hijo, Jesucristo. Pensemos en lo que eso significa: ¡nunca
terminaremos de aprender más de Jehová! Podremos hacerlo por toda la eternidad (Eclesiastés 3:11; Romanos
11:33).
USEMOS EFICAZMENTE LA TNM (con referencias) (parte 1)
*** w00 15/11 pág. 27 Lo que podemos aprender de la primera pareja humana ***
Por último, ambos fueron expulsados del jardín de Edén. Jehová dijo: “Mira que el hombre ha llegado a ser
como uno de nosotros al conocer lo bueno y lo malo, y ahora, para que no alargue la mano y efectivamente tome
fruto también del árbol de la vida y coma y viva hasta tiempo indefinido...”. El erudito Gordon Wenham observa:
“La frase queda en suspenso”, por lo que se permite al lector que continúe el pensamiento de Dios: “lo expulsaré
del jardín”, presumiblemente. Por lo general, los escritores bíblicos consignan de manera completa las ideas
divinas. Pero en este caso, “la omisión de las palabras finales transmite la celeridad de la acción divina. Dios
ni siquiera había terminado de hablar cuando los echó del jardín”, explica Wenham (Génesis 3:22, 23). Con
aquel suceso parece haber cesado toda comunicación entre Jehová y la primera pareja.
*** w85 1/11 pág. 28 Mayordomía moderna respecto a la Palabra Sagrada de Dios ***
En las Asambleas de Distrito “Aumento del Reino” de los Testigos de Jehová, celebradas en el verano
de 1984, se presentó una nueva edición de la Traducción del Nuevo Mundo con referencias, en inglés. Esta
edición no solo contiene una revisión del texto de la Traducción del Nuevo Mundo, sino también
125.000 referencias marginales, o cruzadas, como ayuda para el estudio de la Biblia. Además, hay más de
11.400 iluminadoras notas al pie de la página, con importante información textual así como otras posibles
maneras de verter ciertos textos, lo que hace que esta Biblia con Referencias en inglés sea, en realidad, una
traducción de carácter múltiple. Hay índices de palabras de la Biblia y de palabras relacionadas con las notas, y
43 secciones del Apéndice que dan importante información acerca de la transmisión del texto y la autenticidad de
la Biblia. Verdaderamente, esta nueva Biblia con Referencias en inglés hace disponible al estudiante de las
Sagradas Escrituras investigación bíblica al día.
Fuentes para el texto de la Traducción del Nuevo Mundo
Escrituras Hebreas
Escritos hebreos originales
y copias antiguas
I
I
Tárgumes Rollos del Texto Pentateuco Septuaginta
arameos Mar Muerto consonántico Samaritano griega
hebreo
Versiones Coptas,
griegas etiópica,
armenia
Aquila,
Teodoción, Texto
Símaco masorético
Códice de
Leningrado
B 19A
I
Biblia Hebraica (BHK), Texto
Biblia Hebraica hebreo de
Stuttgartensia (BHS) Ginsburg
I
Traducción del Nuevo Mundo
Escrituras Hebreas-Inglés; del inglés a muchos otros idiomas modernos
Fuentes para el texto de la Traducción del Nuevo Mundo
Escrituras Griegas Cristianas
*** si pág. 331 Estudio número 8: Ventajas de la “Traducción del Nuevo Mundo” ***
SE INDICA EL PLURAL
19 En algunas traducciones modernas al inglés se han conservado las formas más antiguas de la segunda
persona singular “thee”, “thou” y “thy” en los casos en que se habla a Dios. No obstante, en la Biblia, en sus
idiomas originales no se usaba ninguna forma especial del pronombre personal para dirigirse a Dios; se usaba la
misma forma que se empleaba cuando alguien hablaba a su prójimo. De modo que la Traducción del Nuevo
Mundo en inglés ha eliminado esos usos que ahora son hipócritamente devotos, y emplea el pronombre de la
conversación normal en cada caso. Para distinguir la segunda persona plural, “you”, de la segunda persona
singular, que también es “you”, y para diferenciar verbos cuyo número plural no se manifiesta con claridad en
inglés, esas palabras en plural se escriben del todo en versalitas (mayúsculas de igual tamaño que las
minúsculas). Al lector (de inglés) le es útil saber si un texto bíblico dado se refiere a “you” (tú o usted) como
individuo o a “YOU” (ustedes o vosotros) como grupo de personas, una congregación.
20 Por ejemplo, en Romanos 11:13 Pablo habla a muchos: “Ahora les hablo a ustedes (en inglés: YOU) los
que son gentes de las naciones”. Pero en el versículo 17 el griego cambia al singular “tú”, y la aplicación pasa
deliberadamente al individuo: “Sin embargo, si algunas de las ramas fueron desgajadas, pero tú [you] [...] fuiste
injertado [...]”. En la Traducción del Nuevo Mundo en español no ha sido necesario tomar estas medidas, excepto
que la forma plural “ustedes” se ha preferido a “vosotros” por su uso más extenso en países de habla española.
SI SOMOS organizados, realizaremos bien nuestras tareas. Y si somos eficientes, sacaremos el mejor partido
de nuestro tiempo y recursos. (Gálatas 6:16; Filipenses 3:16; 1 Timoteo 3:2.) Claro que la organización y la
eficiencia no son todo en la vida. El salmista escribió por inspiración: “¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová!”.
(Salmo 144:15.) Sin embargo, resulta un tanto difícil ser felices y también organizados en todo lo que hacemos.
Organizados y felices
Jehová Dios es el mejor ejemplo de buena organización. Todas sus creaciones evocan orden y precisión,
sean estas organismos unicelulares o complejas criaturas vivas, átomos microscópicos o inconmensurables
galaxias. Sus leyes universales permiten que planeemos con confianza nuestra vida. Nadie duda de que el sol
saldrá todas las mañanas, o de que el verano seguirá al invierno. (Génesis 8:22; Isaías 40:26.)
Pero Jehová no es solo un Dios de orden; es “el Dios feliz”. (1 Timoteo 1:11; 1 Corintios 14:33.) Su felicidad
puede percibirse en la creación. Gatitos juguetones, hermosas puestas de sol, apetitosos alimentos, música que
satisface el espíritu, trabajo animador y muchas otras cosas que demuestran que Dios se propuso que
disfrutáramos de la vida. Lejos de ser restricciones molestas, las leyes que Jehová ha dictado son medidas de
protección para nuestra felicidad.
Jesucristo imita a su Padre. Es “el feliz y único Potentado”, y se comporta exactamente igual que Jehová.
(1 Timoteo 6:15; Juan 5:19.) Cuando colaboró con su Padre en la creación, fue más que un “obrero maestro”
eficiente. Fue feliz al hacer su trabajo, y estuvo ‘alegre delante de Jehová todo el tiempo, pues estuvo alegre por
el terreno productivo de su tierra, y las cosas que fueron el objeto de su cariño estuvieron con los hijos de los
hombres’. (Proverbios 8:30, 31.)
Nosotros también debemos reflejar esa misma bondad, alegría y cariño por la gente en todo lo que hacemos.
Algunas veces, no obstante, pudiera ser que, intentando ser eficientes, olvidáramos que ‘andar ordenadamente
por el espíritu’ de Dios supone manifestar los frutos de su espíritu. (Gálatas 5:22-25.) Por tanto, sería
conveniente que nos preguntáramos cómo podemos ser a la vez organizados y felices tanto al realizar nuestras
actividades personales como al dirigir la labor de otros.
No sea cruel consigo mismo
Reflexione en el buen consejo que se da en Proverbios 11:17. El escritor inspirado nos dice primero que “un
hombre de bondad amorosa está tratando recompensadoramente con su propia alma”. Luego hace este
contraste: “Pero la persona cruel está acarreando extrañamiento a su propio organismo”. La versión de La Casa
de la Biblia (1992) traduce así este versículo: “El hombre compasivo se hace bien a sí mismo, el cruel, en
cambio, provoca su propio daño”.
¿Cómo pudiera alguien ser cruel consigo mismo sin siquiera darse cuenta? Una manera es teniendo buenas
intenciones, pero estando completamente desorganizado. ¿Con qué resultados? Dice un experto que “un lapso
mental, un expediente mal archivado, una instrucción no muy clara o un recado telefónico mal anotado son fallos
insignificantes comparables a termitas que carcomen los soportes mismos de la eficiencia y arruinan las mejores
intenciones”. (Teach Yourself Personal Efficiency [Aprenda a ser eficiente].)
Lo anterior concuerda con lo que dijo el escritor inspirado: “El que se muestra flojo en su trabajo... hermano
es del que causa ruina”. (Proverbios 18:9.) En efecto, las personas desorganizadas e ineficientes pueden
causarse calamidad y ruina a ellas mismas y a otros. Por eso, a menudo se las evita y, por su pereza, terminan
excluidas de casi todo círculo social.
¿Un perro vivo, o un león muerto?
Pero uno puede también ser cruel consigo mismo si se fija normas demasiado altas. El escritor que citamos
antes añade que pudiéramos ponernos “una norma de perfección tan inalcanzable” que “con el tiempo
acabásemos sufriendo angustia y decepción”. Por más organizado y eficiente que sea un perfeccionista, nunca
se siente verdaderamente feliz. Tarde o temprano termina angustiándose.
De modo que si tendemos a ser perfeccionistas, nos ayudará recordar que “un perro vivo está en mejor
situación que un león muerto”. (Eclesiastés 9:4.) Puede que no nos matemos literalmente esforzándonos por
alcanzar cierta perfección utópica, pero sí podemos desgastarnos y perjudicarnos gravemente. Según una
autoridad en este campo, esto implica “agotamiento físico, emocional, espiritual, intelectual y hasta hastío por la
gente”. (Job Stress and Burnout.) El que alguien se agotara así en pos de metas inalcanzables sería una manera
de ser cruel consigo mismo y de privarse inevitablemente de la felicidad.
Trátese de manera recompensadora
Recuerde: “Un hombre de bondad amorosa está tratando recompensadoramente con su propia alma”.
(Proverbios 11:17.) Nos tratamos de manera recompensadora si nos fijamos metas realistas y razonables,
teniendo presente que el Dios feliz, Jehová, conoce nuestras limitaciones. (Salmo 103:8-14.) Seremos felices si
aceptamos estas limitaciones y luego hacemos “lo sumo posible”, de acuerdo con nuestras circunstancias, por
cumplir bien nuestros compromisos. (Hebreos 4:11; 2 Timoteo 2:15; 2 Pedro 1:10.)
Por supuesto, siempre existe el peligro de ir al otro extremo: ser demasiado bondadosos con nosotros
mismos. Nunca olvidemos la respuesta de Jesús al consejo que el apóstol Pedro le dio en un momento crítico
que exigía resolución: “Sé bondadoso contigo mismo, Señor”. Tan peligroso consideró Jesús el razonamiento de
Pedro, que le respondió: “¡Ponte detrás de mí, Satanás! Me eres un tropiezo, porque no piensas los
pensamientos de Dios, sino los de los hombres”. (Mateo 16:22, 23.) El que tratemos recompensadoramente con
nuestra alma no debe dar pie nunca a que adoptemos una actitud descuidada e indulgente, pues tal
comportamiento también pudiera robarnos la felicidad. Lo que necesitamos es evitar el fanatismo y ser
razonables. (Filipenses 4:5.)
Trate a otros de manera recompensadora
Es probable que los escribas y los fariseos contemporáneos de Jesús pensaran que eran muy eficientes y
organizados. En cuanto a su modo de adorar, A Dictionary of the Bible dice: “Habían convertido cada
mandamiento bíblico en un laberinto de reglas escrupulosas. Ningún cambio de circunstancias podía alterarlas; a
todo judío se le exigía, de manera inexorable, obediencia absoluta hasta al más ínfimo detalle de la Ley [...].
Aquellos detalles legalistas fueron multiplicándose hasta convertir la religión en un oficio, y la vida, en una carga
insoportable. Los hombres llegaron a ser autómatas morales, sin conciencia; el poder vivo de la palabra de Dios
se había restringido y sofocado bajo aquella gran cantidad de reglas eternas”.
No es de extrañar que Jesucristo los condenara: “Atan cargas pesadas —dijo— y las ponen sobre los
hombros de los hombres, pero ellos mismos ni con el dedo quieren moverlas”. (Mateo 23:4.) Los ancianos
amorosos evitan cargar al rebaño con una multitud de reglas y normas intolerantes. Lejos de ello, tratan al
rebaño de Dios de manera recompensadora imitando el bondadoso y estimulante ejemplo de Cristo Jesús.
(Mateo 11:28-30; Filipenses 2:1-5.)
Aun cuando se multipliquen sus responsabilidades de organización, los ancianos amorosos nunca deben
perder de vista el hecho de que están tratando con personas, personas a quienes Dios ama. (1 Pedro 5:2, 3, 7;
1 Juan 4:8-10.) Nunca han de concentrarse tanto en asuntos o procedimientos de organización que descuiden su
papel primordial de pastores, guardianes y protectores del rebaño. (Proverbios 3:3; 19:22; 21:21; Isaías 32:1, 2;
Jeremías 23:3, 4.)
Por ejemplo, si nos concentráramos demasiado en horarios y cifras, pudiéramos perder interés en el
bienestar de los demás. Piense en un conductor de autobús que considera que su deber primordial es atenerse
con eficiencia a su horario pase lo que pase. Su única preocupación es ir de la primera parada de la ruta a la
última en el tiempo asignado. Lamentablemente, desde su punto de vista los pasajeros son un estorbo. Son
lentos y desorganizados, y siempre llegan a la parada justo cuando él arranca. En vez de pensar que el propósito
de su trabajo es servir a los pasajeros, los ve como un estorbo para la eficacia y los evita.
Interésese en la persona
La eficacia fría suele pasar por alto las necesidades de las personas. Los más débiles e ineficientes pueden
ser vistos como cargas. Cuando esto sucede, las consecuencias pueden ser graves. Por ejemplo, en Esparta,
antigua ciudad estado de Grecia, a los niños que nacían débiles y enfermizos se les dejaba morir, porque nunca
serían soldados fuertes y eficientes que pudieran defender un estado fuerte y eficiente. Dice el filósofo Bertrand
Russell: “Cuando nacía un hijo, el padre lo llevaba ante los mayores de su familia para que lo examinasen; si era
sano se lo devolvían para que lo criase; si no, lo arrojaban a un profundo pozo”. (Historia de la filosofía
occidental, traducción de Julio Gómez de la Serna y Antonio Dorta.)
En aquel despiadado estado predominó la austeridad y la rigidez, no la felicidad. (Compárese con Eclesiastés
8:9.) Y es muy probable que las autoridades espartanas vivieran convencidas de que su concepción de la
eficiencia tenía razón de ser, pero aquella conducta carecía por completo de compasión y bondad. Su camino
no era el de Dios. (Salmo 41:1; Proverbios 14:21.) Los superintendentes de la congregación cristiana, por el
contrario, siempre han tenido presente que todas las ovejas de Dios son preciosas a su vista, y por eso tratan a
cada una de ellas de manera recompensadora. No solo se ocupan de las 99 saludables, sino también de la débil
o de la que sufre trastornos emocionales. (Mateo 18:12-14; Hechos 20:28; 1 Tesalonicenses 5:14, 15; 1 Pedro
5:7.)
*** w91 15/3 págs. 10-11 El carro celestial de Jehová en marcha ***
El glorioso Conductor del carro
10 Evidentemente el carro se detiene para que su Conductor hable a Ezequiel. Por encima de la expansión
hay algo semejante a un trono con la apariencia del zafiro, o de color azul intenso. Sobre el trono hay Alguien
cuya apariencia es como la de un hombre terrestre. La forma humana era la mejor manera de ayudar a Ezequiel
a comprender esta manifestación divina. Pero aquella forma humana está envuelta en gloria, de modo que
resplandece como el electro, una brillante aleación de plata y oro. ¡Qué refulgente belleza! Desde la cintura de
esta forma semejante a la de un hombre, esta elegante gloria se extiende tanto hacia arriba como hacia abajo.
Por lo tanto toda aquella forma estaba rodeada de gloria. Esto indica que Jehová es indescriptiblemente glorioso.
Además, el Conductor del carro va acompañado de un hermoso arco iris. ¡Qué calma y tranquilidad comunica un
arco iris después de una tormenta! Por esa actitud de calma, Jehová mantiene en perfecto equilibrio sus
atributos de sabiduría, justicia, poder y amor.
11 El carro y el trono de Jehová están rodeados de luz y hermosos colores. ¡Qué contraste con Satanás, el
príncipe de las tinieblas y de lo oculto! ¿Y cómo afectó todo esto a Ezequiel? “Cuando llegué a verla —dice—,
entonces caí sobre mi rostro, y empecé a oír la voz de uno que hablaba.” (Ezequiel 1:28.)
Lo que representó el carro
12 ¿Qué representa este carro maravilloso? A la organización celestial de Jehová Dios. Está compuesta de
todas sus santas criaturas celestiales de la región invisible: serafines, querubines y ángeles. Puesto que Jehová
es el Dios Altísimo, todas sus criaturas de espíritu —celestiales— están sujetas a él, y él las conduce en el
sentido de que las domina benévolamente y las utiliza según su propósito. (Salmo 103:20.)
13Jehová conduce a esta organización como si estuviera en un carro, y la mueve hacia donde Su espíritu la
impele. La organización no está en desenfreno, sin control ni supervisión inteligente. Dios no deja que esta
organización vaya en cualquier dirección que ella quiera ir; más bien, ella sigue las direcciones de él. Juntos,
todos los que la componen se mueven adelante en unidad hasta el logro pleno de los objetivos de Dios. ¡Qué
maravillosa organización celestial se revela en esta visión del carro celestial de cuatro ruedas de Jehová en
marcha! En conformidad con esto, se representa a la organización de Jehová como una estructura cuadrada, en
perfecto equilibrio.
´
CAPITULO 1
´
ORGANIZADOS PARA HACER LA VOLUNTAD DE JEHOVA 11
˜
cosas” (Mat. 13:24-30, 36-43). Durante todos esos anos
´
antes de la cosecha, aunque habıa cristianos ungidos y Je-
´ ´ ´
sus los protegıa, el no usaba un grupo organizado para di-
´
rigirlos (Mat. 28:20). Pero esa situacion iba a cambiar du-
´
rante la cosecha. ¿Como lo sabemos?
´
3 En otro ejemplo, Jesus ´
dijo que durante la “conclusion
´
del sistema de cosas” aparecerıa el “esclavo fiel y discre-
´
to” (Mat. 24:3, 42-47). Este esclavo se encargarıa de darle
alimento espiritual al pueblo de Dios en el momento opor-
´
tuno. ¿Serıa este esclavo un solo hombre? No. En el si-
´ ´ ´
glo primero, Jesus no uso a un unico hombre para diri-
´
gir la congregacion cristiana, sino a un grupo de hombres.
Lo mismo pasa en nuestro tiempo. Le ha encargado a un
´
grupo de hombres que dirija la congregacion.
´
¿QUIEN ES EL “ESCLAVO FIEL Y DISCRETO”?
´ ´
4¿Quienes son parte de este grupo? Es logico que, para
´
alimentar espiritualmente a sus seguidores, Jesus use a
cristianos ungidos. La Biblia los llama “un sacerdocio real”,
´ ´
y dice que Dios los saco de la oscuridad y los comisiono
para que anunciaran las cosas maravillosas que ha hecho
(1 Ped. 2:9; Mal. 2:7; Rev. 12:17). Esto no significa que
todos los ungidos son parte del “esclavo fiel”. Pensemos
´ ´
en algo que Jesus hizo cuando ´ alimento a 5.000 hombres,
´ ˜
ademas de mujeres y ninos. El les dio la comida a sus dis-
´
cıpulos, y ellos la repartieron entre la gente (Mat. 14:19).
´ ´ ´
En esa ocasion, Jesus alimento a muchos por medio de
´
pocos. En la actualidad sigue el mismo metodo para dar-
nos alimento espiritual.
5 Esto quiere decir que el esclavo o “mayordomo” esta´
˜
formado por un pequeno grupo de cristianos ungidos que
preparan y dan alimento espiritual durante la presencia de
´
18 ORGANIZADOS PARA HACER LA VOLUNTAD DE JEHOVA
Cristo (Luc. 12:42). Durante Es vital que
´ ´
los “ultimos dıas”, estos her- seamos sumisos
manos ungidos han trabajado a los hombres
en la central mundial y forman
que se preocupan
lo que conocemos como Cuer-
po Gobernante de los Testigos por nuestro
´ bienestar espiritual
de Jehova.
6 Cristo usa a este grupo
´
para explicar como se cum-
´ ´
plen las profecıas bıblicas y para ayudarnos a vivir de
acuerdo con los principios de la Biblia. El esclavo distribuye
el alimento espiritual mediante las congregaciones de los
´ ´ ´
testigos de Jehova (Is. 43:10; Gal. 6:16). En tiempos bıbli-
´ ´
cos, el mayordomo cuidaba a los demas siervos que vivıan
en la casa de su amo. De la misma manera, al “esclavo fiel
y discreto” se le ha confiado el cuidado de los siervos fie-
´
les de Dios de nuestros dıas. Esto significa que supervisa
´ ´
la predicacion y produce publicaciones bıblicas, prepara el
programa de las asambleas y nombra hermanos para que
´
se encarguen de diferentes responsabilidades. Tambien ad-
ministra dinero y propiedades. Toda esta labor beneficia a
´
los “domesticos” (Mat. 24:45).
´
7 ¿Y quienes ´
son los domesticos? En pocas palabras, son
todos los que reciben el alimento espiritual. Al principio,
´ ´
todos los domesticos eran ungidos. Pero mas tarde se
´
les unio una gran muchedumbre de “otras ovejas” (Juan
10:16).
8 Durante la gran tribulacion, ´ ´
cuando Jesus venga a juz-
´
gar y destruir a este mundo malvado, pondra al esclavo a
cargo de “todos sus bienes” (Mat. 24:46, 47). Los miem-
´
bros del esclavo fiel recibiran su recompensa cuando vayan
´
22 ORGANIZADOS PARA HACER LA VOLUNTAD DE JEHOVA
´
CAPITULO 4
´ ´
Como esta organizada
´
la congregacion cristiana
EN SU primera carta a los cristianos de la ciudad de Co-
´ ´
rinto, el apostol Pablo declaro esta importante verdad so-
bre Dios: “Dios no es Dios de desorden, sino de paz”. Tam-
´ ´
bien dijo que las reuniones tenıan que celebrarse de una
manera digna y ordenada (1 Cor. 14:33, 40).
2 Al principio de esa misma carta, el apostol ´ ´
hablo de
´ ´
las divisiones que habıa en la congregacion de Corinto.
´
Animo a los hermanos a que estuvieran de acuerdo y tu-
vieran la misma forma de pensar (1 Cor. 1:10, 11). Lue-
go les dio consejos sobre diferentes asuntos que estaban
rompiendo la unidad. Para ayudarlos a ver la necesidad
de mantenerse unidos y cooperar unos con otros, Pablo
´ ´
comparo la congregacion con el cuerpo humano. Dijo que
´
todos los miembros de la congregacion, sin importar su
´ ´ ˜
funcion en ella, tenıan que mostrarse carino y preocu-
´
parse sinceramente por los demas (1 Cor. 12:12-26). Esto
´
serıa imposible si no estuvieran organizados de alguna
forma.
3 Ahora bien, ¿que´ tipo de organizacion´ ´
serıa la congre-
´ ´ ´ ´ ´
gacion cristiana? ¿Quien la organizarıa? ¿Como estarıa or-
´ ´
ganizada? ¿Quienes estarıan a cargo de ella? La Biblia
nos da las respuestas (1 Cor. 4:6).
´ ´
UNA ORGANIZACION TEOCRATICA
´
4La congregacion cristiana fue establecida hace unos
˜ ´ ´
dos mil anos, el dıa de la fiesta del Pentecostes del
´ ´ ´
COMO ESTA ORGANIZADA LA CONGREGACION CRISTIANA 23
˜ ´ ´
ano 33. ¿Que tipo de organizacion era? Una teocracia, es
´ ´ ´
decir, Dios (theos) la gobernaba (kratos).1 El relato bı-
´ ´
blico de lo que sucedio ese dıa no deja lugar a dudas:
´ ´
fue Dios quien fundo la congregacion de cristianos ungi-
dos (Hech. 2:1-47). La Biblia la llama edificio o casa de
´
Dios (1 Cor. 3:9; Efes. 2:19). La congregacion cristiana de
´ ´
nuestros dıas sigue el modelo de organizacion de la con-
´
gregacion del siglo primero.
5 Al principio, la congregacion ´
cristiana estaba forma-
da por unas ciento veinte personas que recibieron el es-
´
pıritu santo prometido en Joel 2:28, 29 (Hech. 2:16-18).
´ ´
Ese mismo dıa de Pentecostes, unas tres mil personas
´
aceptaron la verdad sobre Jesus, se bautizaron y llega-
´
ron a ser parte de la congregacion de cristianos ungi-
dos. A partir de ese momento se dedicaron a apren-
´ ˜ ´
der lo que los apostoles les ensenaban. Jehova bendijo
´ ´
la congregacion, y esta no dejo de crecer (Hech. 2:41,
42, 47).
6 La congregaci on ´ ´ ´
crecio tanto en Jerusalen que el
´ ´ ˜
sumo sacerdote judıo se quejo de que la ensenanza de
´
los discıpulos estaba por toda la ciudad. Hasta algunos
´
sacerdotes se hicieron discıpulos y entraron en la congre-
´
gacion (Hech. 5:27, 28; 6:7).
7 Antes de volver al cielo, Jesus ´ ´
les dijo a sus discıpu-
´ ´
los que serıan sus testigos en Jerusalen, Judea y Samaria,
´ ´
y que incluso llegarıan “hasta la parte mas distante de la
´ ´
tierra” (Hech. 1:8). Y ası fue. Despues de la muerte de Es-
´ ´
teban estallo una gran persecucion en la ciudad de Jeru-
´ ´ ´ ´
salen, ası que los cristianos que vivıan allı se esparcieron
1 Estas dos palabras aparecen traducidas como “Dios” y “potencia” en
´
1 Pedro 5:10, 11 en la Traduccion del Nuevo Mundo.
´
24 ORGANIZADOS PARA HACER LA VOLUNTAD DE JEHOVA
por las regiones de Judea y La congregacion ´
Samaria. Pero siguieron predi- cristiana de
cando en los lugares adonde nuestros dıas ´
fueron, y muchas personas se sigue el modelo
hicieron creyentes, entre ellas ´
de organizacion de
algunas de Samaria (Hech. 8: ´
1-13). Mas adelante, los dis- la congregacion
´
´
cıpulos predicaron a gente de del siglo primero
las naciones, es decir, a los
´
que no eran judıos (Hech. 10:
1-48). Gracias a toda esta labor, muchos se hicieron cris-
tianos y se formaron muchas congregaciones fuera de Je-
´
rusalen (Hech. 11:19-21; 14:21-23).
8 ¿Que´ hizo Jehova´ para que estas nuevas congrega-
Pastores
˜
que atienden el rebano
´ ´
CUANDO Jesus estuvo en la Tierra, demostro que era “el
pastor excelente” (Juan 10:11). Al ver a las muchedumbres
´ ´ ´
que lo seguıan, sintio mucha lastima por ellas, porque
eran como ovejas maltratadas ´ y descuidadas por sus pas-
´
tores (Mat. 9:36). El era muy diferente de los lıderes reli-
´
giosos de Israel, que habıan sido muy malos pastores. Ha-
´ ˜
bıan abandonado al rebano, y por eso estaba desatendido
y hambriento espiritualmente (Ezeq. 34:7, 8). En cambio,
´ ˜ ´
Jesus les enseno muchas cosas a las ovejas, y se intere-
´
so tanto por ellas que hasta dio su vida para salvarlas.
´ ´ ˜
Pedro y los demas apostoles observaron el gran carino
´
con que Jesus trataba a la gente, y su buen ejemplo les
˜ ´ ´ ´
enseno como ayudar a las personas a volver a Jehova, el
“pastor y superintendente de sus almas” (1 Ped. 2:25).
2 En una ocasion, ´ ´ ´
Jesus le recordo a Pedro que era muy
˜
importante alimentar y cuidar al rebano (Juan 21:15-17).
´ ´ ´ ´
Pedro nunca olvido esa leccion. Tiempo despues, el mis-
´ ´
mo les recordo a los superintendentes que debıan pas-
˜ ´
torear al rebano que Dios habıa dejado a su cargo. Les
´
dijo que lo hicieran con gusto y no por obligacion o para
´
conseguir alguna ganancia personal. Debıan ser un buen
ejemplo para las ovejas, y no actuar como si fueran sus
˜
duenos (1 Ped. 5:1-3). Los superintendentes de nuestros
´ ´
dıas tambien hacen caso de estos consejos. Al igual que
´ ˜ ´
Jesus, se entregan al rebano de todo corazon y le dan
un buen ejemplo en el servicio a Dios (Heb. 13:7).
˜
PASTORES QUE ATIENDEN EL REBANO 29
con respecto a los ancianos: “Que los ancianos que pre-
siden excelentemente sean tenidos por dignos de doble
honra, especialmente los que trabajan duro en hablar y
˜
ensenar” (1 Tim. 5:17).
OTRAS RESPONSABILIDADES
40 A algunos ancianos se les escoge para que sirvan en
˜
PASTORES QUE ATIENDEN EL REBANO 49
*** jl lección 22 ¿Qué se hace en una sucursal? ***
LECCIÓN 22
¿Qué se hace en una sucursal?
Los miembros de la familia Betel trabajan en diversos departamentos con el fin de apoyar la predicación en uno o
más países; puede ser traduciendo, imprimiendo, encuadernando, almacenando publicaciones o realizando
producciones de audio y video, entre otras cosas.
Un Comité de Sucursal supervisa las actividades. El Cuerpo Gobernante delega el funcionamiento de las
sucursales en comités compuestos de tres o más ancianos bien capacitados. Estos lo mantienen informado
sobre los avances en su región y los problemas que puedan surgir, lo que le permite determinar qué temas se
tratarán en futuras publicaciones, así como en reuniones y asambleas. Periódicamente, el Cuerpo Gobernante
envía representantes a las sucursales para proporcionar a los Comités de Sucursal pautas que les ayuden a
cumplir su comisión (Proverbios 11:14). Durante la visita se celebra una reunión especial en la que el
representante de la central mundial pronuncia un discurso para estimular a quienes viven en el territorio de la
sucursal.
Se brinda apoyo a las congregaciones. En la sucursal se aprueba la formación de congregaciones. También
se dirigen las labores de los precursores, los misioneros y los superintendentes de circuito del territorio.
Se organizan asambleas, se coordina la construcción de Salones del Reino y se envían publicaciones a las
congregaciones. Todo lo que se realiza en una sucursal contribuye a llevar a cabo la predicación de manera
sistemática (1 Corintios 14:33, 40).
▪ ¿Cómo apoyan los Comités de Sucursal al Cuerpo Gobernante?
▪ ¿Qué actividades se realizan en una sucursal?
[Ilustración y recuadro de la página 25]
PARA SABER MÁS
Quien así lo desee puede hacer un recorrido guiado en cualquiera de nuestras sucursales de lunes a viernes.
¿Por qué no nos visita? Recuerde venir arreglado como si fuera a una reunión. Verá como se fortalece su fe al
conocer el lugar que nosotros llamamos Betel.
˙ Escuchan atentamente los comentarios de los
´
demas ancianos (Rom. 12:10b; Sant. 1:19).
˙ Tratan con amor y bondad a todos los miembros
´ ˜
de la congregacion, incluidos sus companeros
˜
ancianos, sin ensenorearse de ellos (Mat. 11:28-
30; Juan 21:15-17; 1 Ped. 5:1-3, 5).
´
˙ Oran a Jehova cuando no pueden llegar a un
acuerdo como cuerpo (Sant. 1:5).
Reuniones de ancianos
2. El cuerpo de ancianos es una entidad funda-
mentada en las Escrituras (Hech. 14:23; 20:17; Tito
´
1:5; comparese con 1 Cor. 12:19, 20). Cuando el cuer-
po analiza un asunto, Cristo puede influir en cual-
´
quier anciano mediante el espıritu santo para
´
que diga algo que conduzca a una decision acertada,
´ ´ ´
una decision a la que quizas no se habrıa llegado con-
sultando a cada uno por separado (Hech. 15:6-21).
´
3. Cuando celebrarlas. Por lo general, el cuerpo
´ ˜
de ancianos se reune cuatro veces al ano: dos durante
las visitas del superintendente de circuito y dos alre-
´ ´
dedor de tres meses despues de cada visita. Claro esta,
el cuerpo de ancianos puede reunirse en cualquier
momento en que las circunstancias lo exijan. Limiten
´
tales reuniones extras a su proposito y objetivos. Pro-
curen hacer comentarios breves y pertinentes. Las
reuniones innecesarias o excesivamente largas consu-
´ ´
men tiempo valioso que podrıan dedicar con mas
provecho a su familia, al ministerio o al pastoreo
(Mat. 24:14; 1 Tim. 3:4; 1 Ped. 5:2). Antes de elaborar
una agenda, el coordinador del cuerpo de ancianos
´ ´
debe preguntar a cada anciano que temas desearıa
que se consideraran. En la visita del superintendente
de circuito, es este quien prepara la agenda de su reu-
´ ´
nion con los ancianos. Ademas, pregunta al coordina-
´
dor si hay algun punto que el cuerpo desee incluir.
´
Normalmente, las reuniones no deben durar mas de
dos horas.
˜
12 “Pastoreen el rebano de Dios” (1 Pedro 5:2)
4. Aunque no tiene nada de malo que un anciano
consulte un asunto a la sucursal si lo cree necesario,
por lo general es mejor que primero lo examinen
como cuerpo; entonces, si lo estiman conveniente, es-
´
criban. Si surge una situacion realmente urgente que
requiera la ayuda de la sucursal, es preferible que dos
ancianos llamen juntos para explicar lo que ocurre y
tomen nota de las instrucciones que reciban.
5. Temas para la agenda. Debe darse prioridad
´
a los asuntos de caracter espiritual (Fili. 1:9-11). Pue-
den obtenerse buenas ideas de las cartas a Timoteo y
Tito, o de pasajes como Hechos 20:17-35 y 1 Pedro 5:
1-11. Si hace falta, pueden incluirse cuestiones que
´
no sean de ındole espiritual, como problemas que un
´ ´
anciano, el comite de servicio o el comite de mante-
´
nimiento no puedan resolver por sı solos. El coordi-
nador debe entregar la agenda a los ancianos con sufi-
´
ciente antelacion para que todos tengan tiempo de
investigar, meditar y orar sobre los temas que se trata-
´
ran (Pro. 21:5).
6. El coordinador debe marcar el ritmo de la reu-
´ ´
nion ateniendose todo lo posible a la agenda y di-
´
rigiendo la atencion a los puntos principales. Para
´ ´
que la reunion fluya ordenadamente, se asegurara de
que se concluya un asunto antes de pasar al siguien-
´
te. El secretario u otro anciano designado tomara nota
de las decisiones tomadas, del encargado de que se
cumplan y del plazo estipulado. En ciertos casos, el
´
coordinador quizas solicite que el anciano que propu-
so un punto sea quien lo exponga.
´ ´
7. Las reuniones seran mas productivas si los an-
cianos dicen lo que piensan con “franqueza de expre-
´
sion” (1 Tim. 3:13). El coordinador no debe dominar
´ ´
la conversacion, por lo que tendra muy en cuenta
´ ´
cuando y como se expresa. Ni la ira ni los debates tie-
nen cabida en las reuniones de ancianos (1 Tim. 2:8).
Intervengan solo cuando tengan algo significativo
´
que aportar al tema en cuestion (Pro. 10:19).
´
Capıtulo 2 13
´ ´
8. En la mayorıa de los casos deberıa ser posi-
´
ble llegar a decisiones unanimes (Hech. 15:25).
El cuerpo de ancianos debe basar siempre sus decisio-
´
nes en los principios bıblicos y en las instrucciones
escritas del “esclavo fiel y discreto” (Mat. 24:45).
´ ´
En los casos en que no existan leyes bıblicas especıfi-
cas o directrices del esclavo fiel, los ancianos se deja-
´
ran guiar por el discernimiento y la conciencia del
´
grupo. Primero pensaran en el bienestar de toda la
´ ´ ´
congregacion, y luego consideraran como ayudar es-
piritualmente a los implicados.
9. Nadie debe tratar de imponer sus puntos de vis-
ta. Cuando no es posible llegar a un consenso, la
´ ´
minorıa debe apoyar la decision final de buena
´ ´ ´
gana. Si la minorıa piensa que la decision no esta ba-
´
sada en la Biblia, seguira colaborando con el resto del
´
cuerpo y expondra el asunto al superintendente de
circuito durante su visita. Si se trata de algo urgente,
escriban a la sucursal.
´ ´
Como esta organizado el cuerpo de ancianos
10. El cuerpo debe organizarse bien para atender
´
las necesidades de la congregacion. Todos los ancia-
nos han de conocer sus respectivos deberes. Tal como
algunos miembros del cuerpo humano ejecutan de-
´
terminadas funciones sin la participacion directa de
otros, cada anciano goza de un margen de libertad
˜
para tomar decisiones en el desempeno de su labor
´
(1 Cor. 12:12-31). A continuacion se exponen ciertas
asignaciones que son esenciales en toda congrega-
´
cion.
Debe tener Coordinador del cuerpo de ancianos
menos de 80 ´
años. 11. Si es posible, el coordinador sera un hermano
´
que haya sservido
vi lealmente en la organizacion duran-
˜ ´
te muchos anos
no
nos. Se espera que la congregacion lo res-
˜
pete por su empeno en el ministerio y su labor pasto-
ral (Hech. 20:24, 31). Ha de ser un buen organizador
˜
14 “Pastoreen el rebano de Dios” (1 Pedro 5:2)
Reuniones cristianas que incitan al amor y las obras excelentes
*** w12 15/4 págs. 30-31 Jehová nos resguarda para la salvación ***
DIOS NOS SOSTIENE DÁNDONOS ÁNIMO
14
David afrontó muchas circunstancias difíciles en la vida (1 Sam. 30:3-6). Las palabras que escribió bajo
inspiración muestran que Jehová era muy consciente de sus sentimientos (léanse Salmo 34:18 y 56:8).
Y claro, también está al tanto de los nuestros. Cuando nos invade la tristeza y estamos “quebrantados de
corazón” o “aplastados en espíritu”, él se acerca a nuestro lado. Esto en sí ya nos reconforta, como le sucedió
a David, quien dijo en uno de sus cánticos: “Estaré gozoso y me regocijaré en tu bondad amorosa, puesto
que has visto mi aflicción; has sabido acerca de las angustias de mi alma” (Sal. 31:7). Pero Dios no solo
conoce nuestros problemas, sino que nos sostiene dándonos consuelo y ánimo. Y uno de los medios que
emplea para ello son las reuniones cristianas.
15
La experiencia de Asaf nos ayuda a comprender uno de los beneficios de asistir a las reuniones. Este
sacerdote había visto tantas injusticias que llegó a dudar de que adorar a Dios sirviera de algo y se desanimó.
“Mi corazón se había agriado, y en mis riñones yo sentía dolores agudos”, admitió. Como consecuencia, casi
había dejado de servir a Jehová. Pero ¿qué le ayudó a recobrar el equilibrio? Él mismo señaló que fue “entrar
en el magnífico santuario de Dios”. Allí, rodeado de sus hermanos en la fe, recuperó la perspectiva correcta.
Comprendió que el éxito de los malvados era temporal y que Jehová terminaría poniendo todo en orden (Sal.
73:2, 13-22). Hoy nos encontramos en una situación parecida. Puede que nos sintamos agotados por tener
que soportar las injusticias del mundo controlado por Satanás. Pero al reunirnos con nuestros hermanos
recibimos alivio y ayuda para seguir sirviendo a Jehová con gozo.
EL REY SALOMÓN “meditó e hizo un escudriñamiento cabal, a fin de arreglar muchos proverbios
ordenadamente”. ¿Por qué? Porque se interesó en escribir “palabras correctas de verdad” (Ecl. 12:9, 10). Por
su parte, Lucas indagó “todas las cosas desde el comienzo con exactitud”, a fin de narrar en orden lógico los
sucesos de la vida de Cristo (Luc. 1:3). Ambos siervos de Dios llevaron a cabo una investigación.
¿Qué es investigar? Es buscar con detenimiento información sobre un asunto concreto. Para ello es
preciso leer, aplicar los métodos y técnicas de estudio, y quizá preguntar a otras personas.
¿En qué situaciones se requiere investigar? He aquí algunos ejemplos: en su estudio o lectura personal de
la Biblia le surgen incógnitas que considera importantes; alguien a quien predica le formula una pregunta que
usted desearía contestar aportando datos exactos, o se le ha encomendado pronunciar un discurso.
Centrémonos en este último caso. La información que debe abarcar tal vez dé la impresión de ser muy
general. ¿Cómo podría aplicarla a las circunstancias locales? Enriquézcala investigando. Un aspecto en
apariencia obvio resulta informativo y hasta motivador cuando lo apoya algún dato estadístico o un ejemplo
adecuado con el que se identifiquen los oyentes. Es posible que la información con la que trabaja se haya
publicado pensando en lectores de todo el mundo, pero usted debe ampliarla, ilustrarla y adaptarla a una
congregación o persona en particular. ¿Cómo lo logrará?
Antes de iniciar la investigación, piense en su auditorio. ¿Qué es lo que ya sabe? ¿Qué necesita saber?
Luego determine su objetivo. ¿Es explicar, convencer, refutar, o motivar? Explicar significa ampliar la
información a fin de esclarecer un asunto; aunque los hechos fundamentales se entiendan, quizá tenga que
indicar el cuándo o el cómo. Convencer requiere dar razones que muestren el porqué, e incluye la exposición
de los hechos correspondientes. Refutar exige un conocimiento exacto de los dos lados de una cuestión,
además de un análisis detenido de las pruebas. Claro está, no solo procuramos emplear argumentos de
peso, sino también exponerlos con tacto. Motivar supone tocar el corazón de los oyentes, incentivarlos,
infundirles el deseo de actuar en consonancia con lo que se dice. Para ello son muy útiles los ejemplos de
personas que hayan obrado así pese a afrontar diversas dificultades.
¿Ya está listo para empezar? No del todo. Piense en la cantidad de información que necesita. El tiempo
suele ser un factor importante. Si va a hablar en público, ¿de cuánto dispondrá? ¿De cinco minutos? ¿De
cuarenta y cinco? ¿Está la duración ya fijada, como en las reuniones de la congregación, o es más flexible,
como en un estudio bíblico o una visita de pastoreo?
Por último, ¿qué fuentes de información están a su alcance? Aparte de las que tiene en casa, ¿hay más
en la biblioteca del Salón del Reino? ¿Le permitirían los hermanos que llevan muchos años sirviendo a
Jehová examinar las que poseen? ¿Existe alguna biblioteca pública cercana con obras de consulta que
podría utilizar?
*** be pág. 49-pág. 51 La preparación de discursos dirigidos a los hermanos ***
Reunión de Servicio
Los discursos basados en un artículo de Nuestro Ministerio del Reino presentan un reto algo distinto, pues
lo que suele requerirse no es seleccionar los aspectos más apropiados, sino transmitir al auditorio toda la
información programada. Ayude a los asistentes a comprender cómo los textos bíblicos respaldan los
consejos que se dan (Tito 1:9). En la mayoría de los casos, el tiempo limitado de que disponga no le permitirá
incorporar otros puntos.
Por otra parte, quizá se le invite a pronunciar un discurso que, en vez de basarse en Nuestro Ministerio del
Reino, haga referencia a un artículo de La Atalaya o tenga que desarrollarse a partir de unas pocas frases. En
su función de maestro, a usted le corresponde examinar las necesidades de la congregación a la luz de la
información asignada. Tal vez convenga emplear una ilustración breve y pertinente, o quizá relatar alguna
experiencia oportuna. Recuerde que su misión no es solo hablar del tema, sino hacerlo de tal modo que
contribuya a que la congregación cumpla la tarea que la Palabra de Dios encomienda y halle gozo en llevarla
a cabo (Hech. 20:20, 21).
Al prepararse, piense en las circunstancias de quienes componen la congregación. Elógielos por los logros
que ya estén alcanzando. ¿De qué manera contribuiría a aumentar su eficacia y gozo en el ministerio el que
pusieran en práctica las recomendaciones que aparecen en la información programada?
¿Incluye su asignación alguna demostración o entrevista? En ese caso, prepárela con bastante antelación.
Quizá se sienta tentado a delegar en alguien esta tarea, pero eso no siempre produce los mejores resultados.
Haga todo lo posible por ensayar estos aspectos de su intervención antes del día de la reunión, y cerciórese
de que se presenten de tal forma que realcen la instrucción que se imparta.
Asambleas
Es posible que a hermanos con excelentes cualidades espirituales que sean oradores y maestros
eficientes se les solicite con el tiempo que tomen parte en el programa de una asamblea. Las reuniones de
este tipo constituyen verdaderos hitos en la educación teocrática. Para tales asignaciones quizá se facilite un
discurso que será leído textualmente, un bosquejo, las instrucciones para la escenificación de un drama
bíblico que tiene aplicación moderna o un párrafo con algunas directrices. Si se le concede este privilegio,
estudie con detenimiento la información hasta apreciar por qué es valiosa.
El discurso leído debe exponerse con total fidelidad al texto escrito, sin cambiar la redacción
ni reestructurarlo. El orador designado lo estudia para percibir con claridad cuáles son los puntos principales y
cómo se explican. Practica la lectura en voz alta hasta que puede pronunciarlo con el énfasis, entusiasmo,
afecto, sentimiento, sinceridad y convicción debidos. Además, procura que el volumen y la intensidad de la
voz sean adecuados para un auditorio numeroso.
Si el discurso se basa en un bosquejo, el orador debe organizar la información ciñéndose a él. En vez de
leer algunas de sus frases durante la intervención o redactar con él un discurso leído, ha de expresarse con
naturalidad y sentimiento. Es importante que se ajuste al tiempo indicado a fin de presentar con claridad todos
los puntos clave, valiéndose de las ideas y pasajes bíblicos que los apoyan. No debe permitir que, por incluir
ideas adicionales de su preferencia, quede excluida alguna de las que figuran en el bosquejo. La Palabra de
Dios, claro está, es el fundamento de nuestra enseñanza, y los ancianos cristianos tienen la responsabilidad
de “predica[r] la palabra” (2 Tim. 4:1, 2). Por consiguiente, el conferenciante prestará especial atención a los
pasajes bíblicos citados, utilizándolos para razonar y señalando su aplicación.
No postergue la preparación
¿Sirve en una congregación donde dispone de muchas ocasiones para pronunciar discursos? ¿Cómo
puede cumplir bien con todas ellas? No preparándose a última hora.
Los discursos que realmente benefician a la congregación exigen reflexión previa. Por tanto,
acostúmbrese a leer la información en cuanto se le notifique que ha de presentarla, pues así podrá pensar en
ella mientras realiza otras actividades. En los días o semanas que precedan al discurso, tal vez oiga
comentarios que le permitan dar una mejor aplicación, o quizá surjan situaciones que pongan de relieve lo
oportuno del tema. Aunque leer y meditar tan pronto reciba la asignación le tomará tiempo, será tiempo bien
invertido. Cuando por fin se siente a preparar la exposición de las ideas del bosquejo, cosechará las ventajas
de haber pensado en ellas con suficiente antelación. Seguir este consejo reducirá considerablemente el
nerviosismo y contribuirá a que la disertación sea práctica y llegue al corazón de los hermanos.
En la medida en que valoremos el don que se nos ha otorgado de participar en el programa educativo que
Jehová brinda a su pueblo, honraremos a Dios y seremos una bendición para quienes lo aman (Isa. 54:13;
Rom. 12:6-8).
*** be pág. 52-pág. 55 La preparación de discursos públicos ***
La preparación de discursos públicos
EN CASI todas las congregaciones de los testigos de Jehová se pronuncian discursos públicos semanales
sobre un tema bíblico. Si usted es anciano o siervo ministerial, ¿muestran sus discursos que es un orador
competente, un maestro? En tal caso, quizá se le asigne un discurso público. La Escuela del Ministerio
Teocrático ha capacitado a decenas de miles de hermanos para este privilegio de servicio. ¿Por dónde debe
empezar si se le encarga un discurso público?
Estudie el bosquejo
Antes de emprender cualquier investigación, lea el bosquejo y medite en él hasta captar su sentido. Tenga
presente el tema, que se expone en el título del discurso. ¿Qué pretende enseñar usted al auditorio? ¿Cuál
es su objetivo?
Familiarícese con los encabezamientos principales y analícelos. ¿Qué relación guardan con el tema?
Debajo de cada uno hay ideas secundarias, seguidas a su vez por los puntos que las respaldan. Fíjese en la
forma en que cada sección del bosquejo se apoya en la anterior, conduce a la siguiente y contribuye al
objetivo del discurso. Una vez comprenda el tema de la conferencia, así como su propósito y el modo en que
los conceptos principales permiten alcanzarlo, podrá empezar a elaborar la disertación.
Al principio, quizá vea conveniente considerar que el discurso se compone de cuatro o cinco porciones
más cortas, cada una con un punto principal, y entonces prepararlas por separado.
El bosquejo que se le facilita es solo un instrumento de trabajo, y no se pretende que constituya el
esquema final con el que pronuncie el discurso. No es más que un esqueleto al que tendrá, por así decirlo,
que añadirle carne, implantarle un corazón e insuflarle vida.
Empleo de la Biblia
Jesucristo y sus discípulos basaron su enseñanza en las Escrituras (Luc. 4:16-21; 24:27; Hech. 17:2, 3).
Usted puede seguir su ejemplo. La Palabra de Dios debería ser el fundamento de su discurso. En lugar de
limitarse a explicar las declaraciones que figuran en el bosquejo y señalar su aplicación, determine qué
respaldo bíblico tienen y centre su enseñanza en las Escrituras.
Al preparar el discurso, examine los versículos citados y observe su contexto. Puede que algunos de ellos
solo faciliten información general útil, así que no será preciso que los lea o comente todos. Más bien,
seleccione los más adecuados para su auditorio. Si se concentra en los pasajes que se citan en el bosquejo
impreso, es probable que no necesite ninguna otra referencia bíblica.
La eficacia de un discurso no depende de la cantidad de textos bíblicos que se empleen, sino de la calidad
de la enseñanza. Al dar introducción a los versículos, indique la razón por la que se utilizan. Dedique tiempo a
mostrar su aplicación. Si después de leerlos mantiene la Biblia abierta mientras los explica, es probable que
los oyentes hagan lo mismo. ¿Cómo puede despertar su interés y ayudarlos a obtener más provecho de la
Palabra de Dios? (Neh. 8:8, 12.) Lo logrará explicando los textos bíblicos, ilustrándolos y señalando su
aplicación.
Explicaciones. Cuando prepare la explicación de un pasaje clave, pregúntese: “¿Qué significa? ¿Por qué
motivo lo empleo en el discurso? ¿Qué pudieran preguntarse los oyentes sobre este versículo?”. Tal vez se
requiera que examine el contexto, el marco histórico, las circunstancias, la fuerza de las palabras o la
intención del escritor inspirado. Para ello necesita investigar, y en las publicaciones del “esclavo fiel y
discreto” hallará todo un caudal de información (Mat. 24:45-47). No intente explicar todo aspecto del
versículo. Más bien, señale su relación con el punto que esté tratando y que esa es la razón por la que solicita
al auditorio que lo lea.
Ilustraciones. Tienen el propósito de llevar a los oyentes a un nivel superior de comprensión o de
ayudarlos a que recuerden algún punto o principio, permitiéndoles relacionar lo que usted les dice con lo que
ya conocen. Jesús empleó este recurso en su famoso Sermón del Monte. “Las aves del cielo”, “los lirios del
campo”, una “puerta angosta”, una “casa sobre la masa rocosa”, entre otras muchas expresiones,
contribuyeron a que su enseñanza fuera enérgica, clara e inolvidable (Mat., caps. 5–7).
Aplicaciones. Aunque explicar e ilustrar un pasaje bíblico imparte conocimiento, es la aplicación de tal
conocimiento lo que produce resultados positivos. Y si bien es cierto que la responsabilidad de actuar en
consonancia con el mensaje bíblico corresponde a los oyentes, usted puede ayudarlos a percibir lo que se
espera de ellos. Una vez esté convencido de que comprenden tanto el versículo en cuestión como su relación
con el tema, deténgase a mostrarles el efecto del pasaje en materia de doctrina y conducta. Recalque los
beneficios de desechar las ideas erróneas o el comportamiento contrario a las verdades que enseñe.
Cuando reflexione sobre la aplicación de los textos, recuerde que los integrantes de su auditorio poseen
muy diversos antecedentes y circunstancias. Entre los asistentes tal vez haya recién interesados, personas
jóvenes o ancianas, y otros quizá luchen con una amplia gama de problemas personales. Procure, pues, que
su discurso sea práctico y realista. Por otro lado, no dé consejos que parezcan dirigirse a una minoría de
oyentes.
Decisiones que corresponden al orador
Algunos aspectos de su discurso ya están determinados. Por ejemplo, las ideas principales se indican con
claridad, así como el tiempo en que abarcar cada una. Sin embargo, otras decisiones le corresponden a
usted. Quizá vea oportuno dedicar más tiempo (o menos) a ciertos puntos secundarios. No piense que ha de
dar el mismo tratamiento a cada uno de ellos, pues eso podría inducirlo a ir tan rápido que abrume al auditorio
con una avalancha de información. ¿Cómo determinar qué aspectos tratará con detalle y cuáles mencionará
brevemente o de pasada? Pregúntese: “¿Qué puntos me ayudarán a transmitir la idea central del discurso?
¿Cuáles, probablemente, beneficiarán más al auditorio? ¿Quedarán debilitados los argumentos por la omisión
de una cita bíblica y de la idea correspondiente?”.
Guárdese de expresar conjeturas u opiniones personales. Ni siquiera Jesús, el Hijo de Dios, ‘habló por sí
mismo’, es decir, por su cuenta (Juan 14:10). No olvide que la gente acude a las reuniones de los testigos de
Jehová para oír hablar de la Biblia. Si a usted se le considera un buen orador, probablemente se deba a que
no dirige la atención a sí mismo, sino a la Palabra de Dios. Esta es la razón por la que se aprecian sus
discursos (Fili. 1:10, 11).
Una vez haya convertido lo que no es más que un bosquejo en una explicación bíblica sustanciosa, habrá
llegado el momento de ensayar. Le será útil practicar en voz alta, pero lo importante es que se asegure de
que todos los puntos quedan bien grabados en su mente. Debe ser capaz de expresarse con el corazón,
llevar a cabo una exposición entusiasta de la verdad e insuflar vida al discurso. Antes de pronunciarlo, piense
en lo siguiente: “¿Qué pretendo lograr? ¿Se destacan los puntos principales? ¿He conseguido que las
Escrituras constituyan la base del discurso? ¿Se van sucediendo con naturalidad los puntos principales?
¿Infunde el discurso aprecio por Jehová y sus dádivas? En cuanto a la conclusión, ¿guarda relación directa
con el tema, indica a los oyentes qué deben hacer y los impulsa a ello?”. Si la respuesta a estas preguntas es
sí, entonces ya puede ‘hacer el bien con el conocimiento’, para beneficio de la congregación y la alabanza de
Jehová
´
visite a algun miembro del grupo que tenga pro-
blemas graves. Sin embargo, cuando se trate de
´
visitas de estımulo, puede llevar consigo a un
siervo ministerial capacitado y aprovechar la oca-
´ ´
sion para ver como razona. El superintendente
puede pedirle de antemano que se prepare para
´
comentar un texto bıblico o un punto tomado
´
de alguna publicacion, relatar una experiencia
´ ´
animadora o hacer una oracion. Despues, le ex-
´ ´
plicara las razones por las cuales efectuo la visita
de la manera como lo hizo.
˙ Ayudar a cada miembro del grupo a parti-
cipar en el ministerio de manera constan-
te, significativa y gozosa. Siempre que le es
posible, asiste a las reuniones para el servicio del
campo durante los fines de semana y lleva la di-
´
reccion. De lo contrario, se asegura de que su au-
xiliar u otro publicador capacitado atienda bien
´
al grupo. Revisa periodicamente con su auxi-
liar las tarjetas de publicador de los miembros
del grupo a fin de determinar sus puntos fuer-
´
tes y debiles en el ministerio. (Si el auxiliar
no es anciano ni siervo ministerial, el superin-
tendente puede transmitirle oralmente la infor-
´ ´
macion, haciendo hincapie en los aspectos que
le preocupen.) Sale habitualmente al ministerio
con todos, de modo que pueda animarlos y ca-
pacitarlos en los diversos aspectos de la obra. Co-
´
labora en la recopilacion de los informes men-
suales del servicio del campo. Se esfuerza por
conseguir los informes atrasados y los entrega
sin demora al secretario. Si alguien no ha salido
a predicar en todo un mes, le brinda ayuda de
inmediato.
˜
28 “Pastoreen el rebano de Dios” (1 Pedro 5:2)
´
CAPITULO 7
1 En una ocasión, Jesús se reunió con 70 de sus discípulos antes de enviarlos a predicar (Luc. 10:1-11).
Los animó recordándoles que no estaban solos y que quien los guiaba era el “Amo de la mies”, Jehová.
Además, les dio instrucciones que los ayudaron a cumplir con su comisión y los organizó para que fueran “de
dos en dos”. Hoy en día, las reuniones para la predicación tienen el mismo objetivo: animarnos, instruirnos y
organizarnos.
2 Hasta ahora, las reuniones para el servicio del campo duraban entre 10 y 15 minutos. En ese tiempo se
organizaban los grupos, se asignaban los territorios y se hacía una oración. Pero a partir de abril, estas
reuniones durarán entre 5 y 7 minutos. Y si se hacen después de otra reunión de congregación, deberán
durar menos todavía, puesto que quienes asistan ya habrán disfrutado de un buen programa espiritual. El que
las reuniones para el servicio del campo sean más breves permitirá a los publicadores pasar más tiempo en
el ministerio. Además, para los precursores y publicadores que hayan empezado a predicar antes de la
reunión solo significará una breve interrupción.
3 Las reuniones para el servicio del campo deben organizarse de la manera que sea más práctica para los
publicadores. Muchas congregaciones han visto las ventajas de que cada grupo de predicación se reúna en
un lugar distinto, y así las reuniones para el servicio del campo y el territorio tal vez les queden más cerca a
todos. De ese modo es más fácil organizar a los hermanos y que los superintendentes de grupo atiendan a
quienes tienen a su cargo. El cuerpo de ancianos decidirá qué es lo mejor para la congregación teniendo en
cuenta las necesidades locales. Antes de concluir la reunión con una oración breve, todos deberían saber
dónde irán a predicar y quién será su compañero.
4 Tan importantes como las demás reuniones de congregación. A estas reuniones solo asisten los
publicadores que van a salir a predicar, no necesariamente toda la congregación. Sin embargo, eso
no significa que puedan tomarse a la ligera o que sean menos importantes que otras reuniones. Como todas
las demás, son un regalo de parte de Jehová que nos motiva a mostrarnos amor unos a otros y a hacer
buenas obras (Heb. 10:24, 25). De ahí que quienes las dirijan deban ir bien preparados a fin de que la reunión
dé honra a Jehová y sea beneficiosa para quienes asistan. Siempre que sea posible, los publicadores que
salgan a predicar deberían hacer el esfuerzo de estar presentes.
5 Cómo prepararse para dirigirla. Para que alguien se prepare bien una asignación, tiene que recibirla
con suficiente antelación. En el caso de las reuniones para el servicio del campo ocurre lo mismo. Cuando los
grupos de predicación se reúnan en diferentes sitios, los superintendentes de grupo y sus auxiliares llevarán
a cabo las reuniones. Pero cuando toda la congregación salga a predicar desde un mismo lugar, el
superintendente de servicio asignará a alguien para que la dirija. Algunos superintendentes de servicio les
dan un programa a todos los hermanos que están asignados y también lo cuelgan en el tablero de anuncios.
Como la calidad de la reunión dependerá de la capacidad de enseñar y organizar que tengan estos
hermanos, el superintendente de servicio elegirá con buen criterio a quienes dirijan la reunión. Si algunos días
no hay ningún anciano, siervo ministerial o hermano bautizado cualificado que las dirija, el superintendente de
servicio debe asignar a una hermana bautizada con experiencia. (Vea el apartado “Si una hermana tiene que
dirigir la reunión”.)
6 Cuando se nos da una asignación en la Escuela del Ministerio Teocrático o la Reunión de Servicio, la
tomamos en serio y nos preparamos bien. Pocos esperarían a estar de camino a la reunión para ponerse a
pensar en lo que dirán. Si nos asignan dirigir una reunión para el servicio del campo, deberíamos verlo de la
misma manera. Ahora que la reunión será más corta, es importante prepararnos bien para que sea instructiva
y acabe a tiempo. La buena preparación también implica que consigamos territorio antes de la reunión.
7 De qué hablar. Las circunstancias varían de un lugar a otro, por lo que el esclavo fiel no ha preparado
un bosquejo para cada reunión de este tipo. El recuadro “Qué incluir en las reuniones para el servicio del
campo” plantea varias posibilidades. Por lo general, en estas reuniones se pedirá la participación de los
presentes. De vez en cuando, también se puede incluir una demostración o algún video de jw.org apropiado
para la predicación. Al prepararse, quien dirija la reunión para predicar debe pensar en lo que animará y
servirá de instrucción a los hermanos que vayan a salir ese día.
8 Los sábados, la mayoría de los publicadores ofrecen las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Muchos que
salen a predicar los sábados no pueden hacerlo durante la semana, así que tal vez les cueste acordarse de la
presentación que practicaron en su Noche de Adoración en Familia. Por esa razón, podría ser conveniente
que el hermano que dirija la reunión repase alguna de las presentaciones que aparecen en la última página
de Nuestro Ministerio del Reino. Otra posibilidad sería analizar cómo incorporar a la presentación de las
revistas alguna noticia, evento o festividad de la zona. También se podría comentar cómo preparar el terreno
para volver a visitar a alguien que se quedó con las revistas. Además, si entre los presentes hay algún
publicador que ya haya estado ofreciendo las revistas del mes, se le puede pedir que dé brevemente alguna
sugerencia o que cuente alguna experiencia animadora que haya tenido. Los domingos se podría hacer algo
parecido con las publicaciones que se estén ofreciendo ese mes. En las reuniones para el servicio del campo
también se puede hablar de cómo presentar algunas publicaciones, por ejemplo los folletos Buenas Noticias y
Escuche a Dios o el libro Enseña, que ofrecemos cualquier día y usamos en nuestros cursos bíblicos.
9 Cuando la congregación esté participando en una campaña especial, los fines de semana se podría
analizar cómo ofrecer las revistas junto con la invitación o el tratado, o qué hacer en caso de que alguien
muestre interés en el mensaje. Otra idea sería contar experiencias que destaquen la importancia de nuestras
campañas.
10 Cómo pueden prepararse los publicadores. El éxito de la reunión también depende de los
publicadores que asistan. Si se preparan de antemano para predicar —quizás durante su adoración en
familia—, harán comentarios significativos en la reunión. Para estar bien preparados, debemos obtener antes
de la reunión las publicaciones que necesitamos. Así no nos demoraremos en llegar al territorio.
11 Es igualmente importante esforzarnos por llegar a la reunión unos minutos antes de que empiece, como
hacemos en el caso de las demás reuniones de congregación. Si llegamos tarde, además de interrumpir,
podríamos complicar los planes que ya se hayan hecho. ¿En qué sentido? Bueno, el hermano que lleva a
cabo la reunión toma en cuenta varios factores antes de organizar al grupo. Por ejemplo, si hay pocos en la
reunión, tal vez envíe a todos a un territorio que no se ha terminado de predicar. En caso de que el territorio
esté lejos, tal vez asigne a quienes no tienen vehículo con quienes sí tienen. Y si van a predicar a una zona
peligrosa, quizás les pida a algunos de los hermanos que prediquen cerca de un grupo de hermanas o con
ellas. Si algún publicador está enfermo, tal vez lo envíe a una calle sin cuestas o a casas con pocas
escaleras. O puede que les pida a los publicadores más experimentados que salgan con los más nuevos.
Pero si llegamos tarde, lo más seguro es que el hermano tenga que reorganizar las parejas y cambiar los
planes. Por supuesto, a todos nos puede pasar alguna vez que lleguemos tarde por una razón de peso. Sin
embargo, si lo hacemos por costumbre, tal vez tendríamos que pensar si es porque nos falta aprecio por las
reuniones para predicar o si es porque tenemos que organizarnos mejor.
12 Los publicadores pueden llegar con planes para predicar con alguien o pueden esperar a que el
hermano que dirige la reunión les asigne un compañero. Pero si somos de los que normalmente salimos con
los mismos hermanos, ¿podríamos ampliar nuestro círculo y predicar con otros publicadores? (2 Cor. 6:11-
13.) ¿Podríamos de vez en cuando salir al ministerio con un publicador nuevo y ayudarlo a hacerse mejor
maestro? (1 Cor. 10:24; 1 Tim. 4:13, 15.) Durante la reunión, prestemos atención a cualquier instrucción que
se nos dé, como el sitio donde debemos empezar a predicar. Una vez concluida, intentemos no cambiar los
planes y vayamos hacia el territorio lo antes posible.
13 Los 70 discípulos que Jesús organizó para predicar “volvieron con gozo” (Luc. 10:17). Sin duda, el que
Jesús se reuniera con ellos antes de aquella misión contribuyó a que tuvieran éxito. Nuestras reuniones para
el servicio del campo tienen un efecto parecido. Si todos ponemos de nuestra parte, estas reuniones nos
animarán, nos instruirán y nos ayudarán a organizarnos para llevar a cabo la comisión de dar “testimonio a
todas las naciones” (Mat. 24:14).
A partir de este número se cambiarán algunos de los términos que describen las secciones de la Reunión
de Servicio. Lo que sigue son varias aclaraciones y actualizaciones de lo que se explicó en el artículo “Cómo
prepararse para la Reunión de Servicio”, de Nuestro Ministerio del Reino de mayo de 2009.
▪ Discurso. Consiste en una exposición oral de la información asignada. El auditorio no participará.
El orador se centrará en lo que sea más útil para la congregación.
▪ Preguntas y respuestas. Se presenta de forma similar al Estudio de La Atalaya, formulando preguntas
en todos los párrafos. Se incluirán una introducción y una conclusión muy breves. Quien dirige esta sección
deberá limitar al máximo sus comentarios. Las principales citas bíblicas se pueden leer en función del tiempo
disponible. Salvo que se indique lo contrario, no hay que leer los párrafos.
▪ Análisis con el auditorio. En esta sección, el auditorio también participa con algunos comentarios.
Se podría decir que es una mezcla entre un discurso y una sección de preguntas y respuestas.
▪ Demostraciones y entrevistas. Cuando el programa indique que se incluya una demostración, el orador
es el responsable de que esta se lleve a cabo, aunque no es necesario que la presente él mismo. Debe
seleccionar publicadores ejemplares que puedan hacer una buena presentación. La demostración ha de
prepararse con suficiente antelación, siempre que sea posible. Es preferible que los más nuevos
no presenten demostraciones; si se les quiere dar la oportunidad de participar, se puede usar a algunos como
ayudantes. Quienes hagan demostraciones deben asegurarse de no dar la espalda al auditorio. Por otro lado,
las entrevistas se realizarán con la persona en la plataforma, no en el asiento. Es necesario ensayar las
entrevistas y demostraciones. Si un orador se está quedando sin tiempo y necesita abreviar su intervención,
no debe recurrir a eliminar las entrevistas o demostraciones. Los siervos ministeriales consultarán al
coordinador (u otro miembro del cuerpo de ancianos) antes de seleccionar a los participantes.
Si alguna sección contiene instrucciones especiales, estas se deben seguir al pie de la letra. Confiamos en
que las directrices de este artículo contribuirán a que “todo se haga en forma digna y ordenada” en la Reunión
de Servicio (1 Cor. 14:40, La Nueva Biblia Latinoamérica, 2004).
repasar la información de la semana anterior, lo que permitirá que la introducción sea muy breve. Así, todos
los presentes podrán hacer comentarios concisos. El superintendente presidente preparará un programa en el
que se asignará cada semana a un anciano distinto para dirigir esta reunión.
▪ ¿Quién debe anunciar el cántico de introducción de la Escuela del Ministerio Teocrático, la Reunión
de Servicio, la Reunión Pública y el Estudio de La Atalaya?
El cántico de introducción de la Escuela del Ministerio Teocrático figura en el programa de la Escuela del
Ministerio Teocrático que se distribuye en el suplemento de Nuestro Ministerio del Reino del mes de octubre.
Los cánticos de introducción y conclusión de la Reunión de Servicio se indican en la página 2 de Nuestro
Ministerio del Reino. Asimismo, los que se entonarán en el estudio semanal de La Atalaya aparecen en la
página 2 de dicha revista. Los cánticos se consideran parte de la reunión a la que están vinculados y, por
tanto, los anunciará el hermano encargado de dirigir la reunión en cuestión, no el hermano que ha conducido
la reunión anterior.
Por ejemplo, el superintendente de la Escuela del Ministerio Teocrático dará la bienvenida al auditorio,
anunciará el cántico de introducción, conducirá la escuela y luego invitará a subir a la plataforma al primer
participante de la Reunión de Servicio. El hermano que tiene la primera intervención de la Reunión de
Servicio es quien anunciará el cántico que sirve de introducción a dicha reunión.
De igual manera, en la Reunión Pública, el presidente dará una cordial bienvenida e invitará a todos a
entonar el cántico que ha elegido el orador. El presidente (u otro hermano capacitado asignado de antemano)
hará la oración de introducción. A continuación presentará al orador y mencionará el título del discurso.
Cuando termine el discurso, el presidente agradecerá brevemente la instrucción recibida, pero sin resumir lo
que ha dicho el orador. Luego anunciará el título del discurso público para la siguiente semana y animará a
los presentes a quedarse para el Estudio de La Atalaya. No hace falta que pregunte al auditorio si desea
enviar el amor y los saludos a la congregación del orador visitante. A continuación, el presidente invitará a
subir a la plataforma al conductor del Estudio de La Atalaya.
El conductor del Estudio de La Atalaya anunciará el primer cántico vinculado al estudio. Este hermano
conducirá el estudio en conformidad con las instrucciones que se han suministrado y anunciará el cántico de
conclusión. Normalmente, el conductor le pedirá al hermano que pronunció el discurso público que haga la
oración de conclusión.
Si seguimos estas pautas generales, nuestras reuniones se conducirán de la misma manera en todas las
congregaciones.
▪ ¿Qué debe hacerse cuando el orador asignado a presentar el discurso público no llega a tiempo a la
reunión?
A veces, causas de fuerza mayor impiden al hermano asignado llegar a tiempo y presentar su discurso. Si
tienen razones para creer que llegará en breve, los ancianos quizás decidan empezar con el Estudio de
La Atalaya, seguido de la Reunión Pública. ¿Qué hacer si es obvio que el orador no va a llegar? Uno de los
conferenciantes locales pudiera presentar un discurso que ya tenga preparado.
Este problema por lo general se evita preparando todo bien de antemano. El coordinador de los discursos
públicos debe comunicarse con cada orador por lo menos con una semana de antelación para recordarle su
asignación. El recordatorio incluirá la hora de la reunión, la dirección y el teléfono del Salón del Reino, e
instrucciones claras sobre cómo llegar al salón. El discursante debe apuntar cuidadosamente estos datos.
Debe tomar en serio dicha asignación y hacer los ajustes necesarios en sus actividades personales a fin de
cumplir con su responsabilidad. Si surge una situación inevitable que le impida presentar el discurso, debe
comunicarse inmediatamente con el coordinador de los discursos públicos para que pueda conseguirse un
sustituto. Debe hacerse todo lo posible por evitar cancelaciones de última hora. Si el orador se retrasa y va a
llegar unos minutos tarde, debe encargarse de que se telefonee al Salón del Reino para que los hermanos
sepan cómo proceder.
El aprecio por las asignaciones de los discursos públicos, la buena planificación, los recordatorios y la
cuidadosa supervisión garantizarán que la congregación disfrute de un provechoso discurso público todas las
semanas.
● ¿A qué grado pueden usarse en el programa de la reunión de servicio los siervos ministeriales que
no son muy buenos oradores?
Aunque algunos siervos ministeriales no son muy buenos oradores sin embargo son una fuente de
estímulo y una ayuda para otros, apoyan leal y regularmente todos los arreglos de la congregación, son
celosos en el servicio del campo y por eso cuentan con el respeto y el amor de la congregación. Los ancianos
tienen que decidir hasta qué grado se les puede usar en la reunión de servicio. Se podría asignar a un
anciano o siervo ministerial más capacitado como presidente de la porción y se puede usar a otros para
participar en la asignación de acuerdo con su habilidad. Así la congregación se beneficia al escuchar a estos
hermanos de vez en cuando en la reunión de servicio, y ellos se animan al ser usados apropiadamente desde
la plataforma.
Hay algunos hermanos que aún no han sido nombrados como siervos ministeriales pero tienen buena
habilidad para hablar, muestran buen espíritu, y cuentan con el respeto de la congregación. ¿Se les puede
usar en la reunión de servicio? De nuevo, los ancianos tienen que decidir. Quizás se les pueda incluir en una
asignación bajo la presidencia de un anciano. El hacer arreglos para asignar así a estos hermanos podrá
añadir interés y variedad al programa.
No obstante, siempre querremos tener presente la alta norma que la Biblia fija para los que enseñan y la
necesidad de usar solo a oradores capacitados como presidentes. (Sírvanse ver La caja de preguntas del
Ministerio del Reino de marzo y abril de 1975.) El arreglo para que los hermanos de menos edad y los nuevos
reciban entrenamiento y experiencia en oratoria no es por medio de la reunión de servicio, sino medio de la
Escuela Teocrática, el comentar en las reuniones y el servicio del campo. Son los ancianos quienes tienen la
responsabilidad principal de enseñar en la reunión de servicio. Esperamos que lo susodicho suministre un
punto de vista equilibrado sin rebajar la alta norma de instrucción que deberíamos recibir en nuestras
reuniones de servicio.
Mantengámonos al día con la iluminación espiritual
*** w14 15/12 págs. 7-10 Escuchemos para entender el significado ***
EL GRANO DE MOSTAZA
7
(Lea Mateo 13:31, 32.) ¿Qué significa la parábola sobre el grano de mostaza? El grano de mostaza
representa tanto el mensaje que predicamos sobre el Reino como la congregación cristiana. Del mismo modo
que la mostaza es “la más pequeña de todas las semillas”, la congregación cristiana tuvo un comienzo
pequeño en el año 33, pero en poco tiempo creció con rapidez y de manera sorprendente gracias a la
predicación (Col. 1:23). Tal crecimiento fue beneficioso, pues Jesús dijo que “las aves del cielo [hallaban]
albergue entre sus ramas”. Eso representa a las personas de buen corazón que hallan alimento espiritual y
refugio en la congregación (compare con Ezequiel 17:23).
8
¿Por qué usó Jesús esta parábola? Él usó el crecimiento asombroso de la semilla de mostaza para
dar un ejemplo de cómo el Reino de Dios se expande, sirve de protección y supera todos los obstáculos.
Desde 1914, el incremento de la parte visible de la organización de Dios ha sido extraordinario (Is. 60:22).
Los que pertenecen a esa organización disfrutan de magnífica protección espiritual (Prov. 2:7; Is. 32:1, 2).
Además, el aumento de la congregación es constante, no se detiene con nada y vence todo tipo de oposición
(Is. 54:17).
9
¿Qué aprendemos de la parábola del grano de mostaza? Puede ser que vivamos en una zona donde
hay pocos Testigos y no veamos que nuestra predicación produzca resultados inmediatos. Aun así, saber que
el Reino supera cualquier obstáculo nos da fuerzas para aguantar. Por ejemplo, cuando el hermano Edwin
Skinner llegó a la India en 1926, no había muchos Testigos en ese país, y la obra parecía ir cuesta arriba
porque el crecimiento era muy lento. Pero él siguió predicando y llegó a ver cómo el mensaje del Reino
superaba grandes obstáculos. Ahora hay más de 37.000 Testigos en la India, y más de 108.000 personas
estuvieron presentes en la Conmemoración el año pasado. También hay ejemplos de cómo el Reino se
expande de manera impresionante. El mismo año en que el hermano Skinner llegó a la India, se inició la
predicación en Zambia. Ahora hay más de 170.000 publicadores en ese país, y 763.915 personas asistieron a
la Conmemoración en el 2013, o sea, 1 de cada 18 habitantes. ¡Qué crecimiento tan asombroso!
LA LEVADURA
10
(Lea Mateo 13:33.) ¿Qué significa la parábola de la levadura? Esta parábola también se refiere al
mensaje del Reino y el efecto que produce. “La masa” representa a personas de todas las naciones, y el
efecto de la levadura, a la manera como se propaga el mensaje del Reino gracias a la predicación.
A diferencia del crecimiento de la semilla de mostaza, que se ve a simple vista, la acción de la levadura es
imperceptible al principio. Los resultados solo se ven con el tiempo.
11
¿Por qué usó Jesús esta parábola? Con ella mostró que el mensaje del Reino tiene el poder de
expandirse “hasta la parte más distante de la tierra” y de transformar la vida de las personas (Hech. 1:8).
Claro, esos cambios no siempre son tan obvios al principio. Pero sabemos que ocurren, no solo porque cada
vez más personas aceptan el mensaje, sino por los cambios que hacen en su personalidad (Rom. 12:2; Efes.
4:22, 23).
12
Muchas veces, el efecto de la predicación se empieza a ver años después de que se inicia la obra. Por
ejemplo, en 1982, Franz y Margit, un matrimonio que servía en la sucursal de Brasil, fueron a predicar a un
pequeño pueblo. Comenzaron a dar clases de la Biblia a varias personas, entre las que se contaban una
mujer y sus cuatro hijos. El mayor, que tenía 12 años, era muy tímido y muchas veces se escondía antes del
estudio. Como a Franz y Margit se les envió a servir en otro lugar, no pudieron continuar dándoles clases,
pero veinticinco años después se llevaron una gran alegría cuando regresaron de visita al pueblo.
Se encontraron con una congregación de 69 publicadores, entre ellos 13 precursores regulares, que tenía un
Salón del Reino nuevo. Y aquel niño tímido era ya un adulto que servía de coordinador del cuerpo de
ancianos. Tal como la levadura de la comparación de Jesús, el mensaje del Reino se había expandido y
había cambiado muchas vidas.
13
El mensaje del Reino tiene el poder de cambiar a la gente incluso en países donde la ley prohíbe a los
hermanos predicar con libertad. Muchas veces nos sorprendemos de ver cuánto se ha propagado el mensaje
en esas tierras. Tomemos como ejemplo a Cuba. El mensaje del Reino llegó allí en 1910, y el hermano
Russell visitó la isla en 1913. Aunque el progreso fue lento al principio, ¿qué vemos hoy en día en Cuba? Hay
más de 96.000 predicadores de las buenas nuevas, y 229.726 personas asistieron a la Conmemoración en el
2013, es decir, 1 de cada 48 habitantes. Por otra parte, en países donde no está prohibido predicar, el
mensaje del Reino ha llegado hasta rincones donde los Testigos del lugar pensaban que no se puede lograr
mucho (Ecl. 8:7; 11:5).
14
¿Cómo nos ayuda la parábola de la levadura? Al reflexionar en el significado de esta comparación de
Jesús, nos damos cuenta de que no es necesario preocuparnos demasiado por cómo llegará el mensaje del
Reino a millones de personas que todavía no lo han escuchado. Jehová tiene todo bajo control. Pero ¿qué
nos corresponde hacer a nosotros? La Palabra de Dios responde: “Por la mañana siembra tu semilla, y hasta
el atardecer no dejes descansar la mano; pues no sabes dónde tendrá éxito esto, aquí o allí, o si ambos a la
par serán buenos” (Ecl. 11:6). Además, no olvidemos pedirle a Jehová que bendiga la predicación,
especialmente en países donde nuestra obra está prohibida (Efes. 6:18-20).
15
Tampoco debemos desanimarnos si vemos que nuestra predicación no produce fruto de inmediato.
No hay que despreciar “el día de las cosas pequeñas” (Zac. 4:10). Con el tiempo, los resultados quizá sean
mucho mejores de lo que pudiéramos haber imaginado (Sal. 40:5; Zac. 4:7).
EL COMERCIANTE VIAJERO Y EL TESORO ESCONDIDO
16
(Lea Mateo 13:44-46.) ¿Qué significan la parábola del comerciante viajero y la del tesoro
escondido? En el siglo primero, algunos comerciantes viajaban hasta el océano Índico para buscar perlas de
primera calidad. El del ejemplo de Jesús representa a las personas de buen corazón que hacen lo imposible
por satisfacer su necesidad espiritual. La “perla de gran valor” representa la preciosa verdad del Reino.
Al darse cuenta del valor de esa perla, el comerciante estuvo dispuesto a vender enseguida todas las cosas
que tenía para poder comprarla. Por otra parte, Jesús habló de un hombre que trabajaba en el campo y halló
“un tesoro escondido”. A diferencia del comerciante, este hombre encontró el tesoro sin querer, pero también
estuvo dispuesto a vender todo lo que tenía para quedarse con él.
17
¿Por qué usó Jesús estas dos parábolas? Para mostrar que hay varias maneras de descubrir la
verdad. Algunas personas la buscan usando todo lo que está a su alcance. Otras la encuentran aunque no la
estén buscando; quizás alguien les habla de ella. De cualquier modo, en ambas parábolas, cada hombre
reconoció el valor de lo que había hallado y estuvo dispuesto a hacer enormes sacrificios para no perderlo.
18
¿Cómo nos ayudan estas dos parábolas? (Mat. 6:19-21.) Pregúntese: “¿Tengo la misma actitud de
aquellos dos hombres que mencionó Jesús? ¿Atesoro la verdad como ellos? ¿Estoy dispuesto a hacer
sacrificios para no perderla, o permito que otros asuntos, como las preocupaciones de la vida diaria, me
distraigan?” (Mat. 6:22-24, 33; Luc. 5:27, 28; Filip. 3:8). La alegría que sentimos por haber hallado la verdad
fortalecerá nuestra determinación de ponerla en primer lugar en nuestra vida.
19
¿Hemos prestado atención y entendido el significado de estas parábolas del Reino? En ese caso,
no solo podremos explicarlas, sino que llevaremos a la práctica lo que aprendimos de ellas. En el próximo
artículo estudiaremos otras tres parábolas y las lecciones que nos enseñan.
Jesús les dijo a los saduceos que los resucitados “ni se casan ni se dan en matrimonio” (Luc. 20:34-
36). ¿Se estaba refiriendo a la resurrección terrestre?
▪ Esta es una pregunta importante, sobre todo para los que han perdido a su amado cónyuge y quizás
anhelan volver a estar casados con esa persona cuando resucite en el nuevo mundo. Un viudo comentó: “Mi
esposa y yo no decidimos poner fin a nuestro matrimonio. Deseábamos de corazón seguir sirviendo a Jehová
para siempre como marido y mujer. Y yo sigo sintiendo lo mismo”. ¿Hay razones para esperar que los
resucitados puedan casarse? Sencillamente, no lo sabemos.
Durante años, nuestras publicaciones han señalado que lo que Jesús dijo sobre la resurrección y el
matrimonio probablemente se refería a la resurrección terrestre y que, por tanto, quienes volvieran a la vida
en la Tierra no se casarían (Mat. 22:29, 30; Mar. 12:24, 25; Luc. 20:34-36). Aunque no podemos ser
dogmáticos, ¿es posible que Jesús se refiriera a la resurrección celestial? Examinemos sus palabras.
Veamos primero en qué circunstancias las pronunció (lea Lucas 20:27-33). Los saduceos, que no creían
en la resurrección, trataron de entrampar a Jesús con una pregunta sobre la resurrección y el matrimonio de
cuñado. Él les respondió: “Los hijos de este sistema de cosas se casan y se dan en matrimonio, pero los que
han sido considerados dignos de ganar aquel sistema de cosas y la resurrección de entre los muertos ni se
casan ni se dan en matrimonio. De hecho, tampoco pueden ya morir, porque son como los ángeles, y son
hijos de Dios por ser hijos de la resurrección” (Luc. 20:34-36).
¿Por qué han dicho nuestras publicaciones que es probable que Jesús se refiriera a la resurrección
terrestre? Esta conclusión se basaba principalmente en dos argumentos. El primero era que, puesto que los
saduceos sin duda pensarían en una resurrección terrestre, Jesús se debió referir a ella al contestarles.
El segundo era que Jesús terminó su respuesta hablando de Abrahán, Isaac y Jacob, fieles patriarcas que
resucitarán aquí en la Tierra (Luc. 20:37, 38).
Sin embargo, es posible que Jesús estuviera pensando en la resurrección celestial. ¿Qué razones
tenemos para llegar a esa conclusión? Analicemos dos frases claves.
“Los que han sido considerados dignos de ganar [...] la resurrección de entre los muertos.” A los ungidos
fieles “se les [considera] dignos del reino de Dios” (2 Tes. 1:5, 11). Han sido declarados justos, dignos de vivir
para siempre, sobre la base del rescate. Por tanto, no mueren como pecadores condenados, pues Jehová los
considera libres de pecado (Rom. 5:1, 18; 8:1). A cada uno de ellos se le llama “feliz y santo” y se le
considera digno de resucitar en el cielo (Rev. 20:5, 6). En cambio, entre quienes resucitarán en la Tierra
habrá “injustos” (Hech. 24:15). ¿Podría decirse que a estos “se les [considera] dignos” de resucitar?
“Tampoco pueden ya morir.” Jesús no dijo: “Ya no morirán”, sino: “Tampoco pueden ya morir”. Los
ungidos que finalizan su vida en la Tierra siendo fieles son resucitados para vivir en el cielo y reciben
inmortalidad, es decir, vida indestructible y sin fin (1 Cor. 15:53, 54). La muerte ya no tiene ningún poder
sobre quienes experimentan la resurrección celestial.
En vista de lo anterior, ¿a qué conclusión llegamos? A la conclusión de que es posible que las palabras de
Jesús sobre el matrimonio y la resurrección se refieran a la resurrección celestial. En ese caso, lo que dijo
sería aplicable a los que resucitan para vivir en el cielo: que no se casan, que no pueden morir y que en
algunos aspectos son como los ángeles, criaturas que viven en la región espiritual. Sin embargo, esta
conclusión hace surgir varias preguntas.
En primer lugar, ¿por qué se referiría Jesús a la resurrección celestial al responder a los saduceos, que
probablemente pensaban en una resurrección terrestre? Pues bien, Jesús no siempre respondió a sus
enemigos según lo que ellos pensaban. Por ejemplo, a los judíos que le pidieron una señal les dijo: “Derriben
este templo, y en tres días lo levantaré”. Jesús seguramente sabía que ellos pensarían en el edificio del
templo, “pero él hablaba acerca del templo de su cuerpo” (Juan 2:18-21). Puede que Jesús no viera necesario
contestarles aquella pregunta a los saduceos, quienes eran hipócritas y ni siquiera creían en la resurrección o
en los ángeles (Prov. 23:9; Mat. 7:6; Hech. 23:8). Más bien, tal vez quisiera revelar verdades sobre la
resurrección celestial a sus discípulos, quienes eran sinceros y un día iban a recibir esa resurrección.
En segundo lugar, ¿por qué acabaría Jesús su explicación haciendo referencia a Abrahán, Isaac y Jacob,
los cuales serán resucitados en la Tierra? (Lea Mateo 22:31, 32.) Observemos que Jesús inició su
comentario sobre esos patriarcas con las palabras “respecto a la resurrección de los muertos”. Con esa frase
tal vez quiso marcar un cambio de pensamiento para pasar a hablar de la resurrección terrestre. Luego, como
sabía que los saduceos aceptaban los escritos de Moisés, utilizó las palabras que Jehová le dirigió a Moisés
en la zarza ardiente como prueba adicional de que la resurrección terrestre es parte del propósito divino y se
cumplirá sin falta (Éx. 3:1-6).
En tercer lugar, si las palabras de Jesús sobre la resurrección y el matrimonio solo se cumplen en la
resurrección celestial, ¿significa eso que quienes resuciten en la Tierra podrán casarse? La Palabra de Dios
no da una respuesta directa a esta pregunta. Y es que si Jesús en verdad no hablaba de la resurrección
terrestre, entonces sus palabras tampoco aclaran si podrán casarse o no quienes resuciten en la Tierra.
Mientras tanto, sabemos que la Biblia sí dice claramente que la muerte rompe los lazos matrimoniales. Por
lo tanto, un viudo o una viuda no debe sentirse culpable si decide volver a casarse. Esa es una decisión
personal, y no se debe criticar a nadie por buscar la afectuosa compañía de un cónyuge (Rom. 7:2, 3; 1 Cor.
7:39).
Es lógico que nos preguntemos muchas cosas sobre la vida en el nuevo mundo, pero no debemos andar
haciendo suposiciones. Tendremos que esperar a estar allí para conocer las respuestas. Ahora bien, de esto
sí podemos estar seguros: los seres humanos fieles serán felices, pues Jehová satisfará todas sus
necesidades y deseos del mejor modo (Sal. 145:16).
[Notas]
Vea La Atalaya del 1 de junio de 1987, páginas 30 y 31.
En tiempos bíblicos se celebraba el matrimonio de cuñado, o de levirato. Esta costumbre consistía en que un
hombre tomaba por esposa a la viuda de su hermano cuando este fallecía sin dejar hijos. El objetivo era
que tuviera descendencia con ella para que el linaje de su hermano no se perdiera (Gén. 38:8; Deut.
25:5, 6).
Quienes resuciten en la Tierra tendrán la oportunidad de recibir vida eterna, no inmortalidad. Para una
explicación de la diferencia entre vida eterna e inmortalidad, vea la obra Perspicacia para comprender las
Escrituras, volumen 1, páginas 1229 y 1230.
*** w14 15/7 pág. 8 “Jehová conoce a los que le pertenecen” ***
“YO SOY JEHOVÁ; NO HE CAMBIADO”
4
Pablo estaba seguro de que Jehová podía diferenciar entre quienes lo adoraban sinceramente y quienes
solo fingían hacerlo. Por eso eligió las palabras que eligió al escribir su carta inspirada a Timoteo. Tras
referirse al daño espiritual que los apóstatas ya les estaban causando a algunos miembros de la
congregación, señaló: “Con todo, el fundamento sólido de Dios queda en pie, y tiene este sello: ‘Jehová
conoce a los que le pertenecen’, y: ‘Que renuncie a la injusticia todo el que nombra el nombre de Jehová’”
(2 Tim. 2:18, 19).
5
¿Qué tienen de particular las palabras que Pablo eligió al redactar este pasaje? Que esta es la única vez
que en las Escrituras se menciona “el fundamento sólido de Dios”. La Biblia utiliza la palabra fundamento para
representar varias cosas, como, por ejemplo, la ciudad de Jerusalén como capital del antiguo Israel o el papel
que Jesús desempeña en el propósito de Dios (Sal. 87:1, 2; 1 Cor. 3:11; 1 Ped. 2:6). Entonces, ¿a qué se
refirió Pablo con la expresión “el fundamento sólido de Dios”?
6
El apóstol la utilizó en el mismo contexto en que mencionó las palabras de Moisés sobre Coré y sus
partidarios registradas en Números 16:5. Se refirió a los sucesos de los días de Moisés para animar a
Timoteo y recordarle que Jehová puede reconocer a los rebeldes y evitar que se salgan con la suya. Igual
que Coré no había podido impedir que se cumpliera el propósito divino, tampoco podrían hacerlo los
apóstatas que había en la congregación. Pablo no explicó en detalle el significado de la expresión “el
fundamento sólido de Dios”. Sin embargo, sus palabras sin duda fortalecieron la fe y confianza de Timoteo en
que Jehová siempre actúa de la mejor manera.
¿Qué razones tenían los judíos del siglo primero para estar “en expectación”, pendientes de la llegada
del Mesías?
▪ En los días de Juan el Bautista, “el pueblo [estaba] en expectación, y todos [estaban] razonando en sus
corazones acerca de Juan: ‘¿Acaso será él el Cristo?’” (Luc. 3:15). ¿Qué razones había para que los judíos
esperaran que el Mesías se presentara por aquellas fechas? Veamos algunas.
Después de que Jesús nació, el ángel de Jehová se apareció a unos pastores que cuidaban sus rebaños
en los campos cercanos a Belén. El ángel proclamó: “Les ha nacido hoy un Salvador, que es Cristo el Señor,
en la ciudad de David” (Luc. 2:8-11). A continuación se le unió “una multitud del ejército celestial, alabando a
Dios y diciendo: ‘Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad’” (Luc.
2:13, 14).
Ese anuncio tuvo un profundo efecto en aquellos humildes pastores. Inmediatamente fueron a Belén y,
cuando hallaron a José y María con el bebé, “dieron a conocer el dicho que se les había hablado respecto a
este niñito”. Como resultado, “cuantos oyeron se maravillaron de las cosas que les dijeron los pastores” (Luc.
2:17, 18). La expresión “cuantos oyeron” implica que no solo les hablaron a José y María, sino también a
otras personas. Luego, al volver a casa, los pastores siguieron “glorificando y alabando a Dios por todas las
cosas que habían oído y visto, así como estas se les habían dicho” (Luc. 2:20). Está claro que no guardaron
en secreto las buenas noticias que habían oído sobre Cristo, sino todo lo contrario.
Cuando María llevó a su primogénito a Jerusalén para presentarlo a Jehová tal como exigía la Ley
mosaica, la profetisa Ana “empezó a dar gracias a Dios y a hablar acerca del niño a todos los que esperaban
la liberación de Jerusalén” (Luc. 2:36-38; Éx. 13:12). De ese modo, las noticias en cuanto a la llegada del
futuro Mesías siguieron difundiéndose.
Posteriormente, “astrólogos de las partes orientales vinieron a Jerusalén, diciendo: ‘¿Dónde está el que
nació rey de los judíos? Porque vimos su estrella cuando estábamos en el Oriente, y hemos venido a rendirle
homenaje’” (Mat. 2:1, 2). Al oír esto, “el rey Herodes se agitó, y toda Jerusalén junto con él; y, habiendo
reunido a todos los sacerdotes principales y a los escribas del pueblo, se puso a inquirir de ellos dónde había
de nacer el Cristo” (Mat. 2:3, 4). Así que muchísima gente se enteró de la noticia: ¡el futuro Mesías había
llegado!
Lucas 3:15, citado antes, indica que algunos judíos pensaron que Juan el Bautista podía ser el Cristo.
Pero el propio Juan refutó por completo esa idea al decir: “El que viene después de mí es más fuerte que yo,
y no soy digno de quitarle las sandalias. Ese los bautizará con espíritu santo y con fuego” (Mat. 3:11).
Su modesto comentario sin duda avivó aún más las expectativas en torno al Mesías.
¿Es posible que los judíos del siglo primero calcularan el momento de la llegada del Mesías basándose en
la profecía de las 70 semanas registrada en Daniel 9:24-27? Aunque esa posibilidad no se puede descartar,
tampoco se puede confirmar. Lo cierto es que en los días de Jesús había muchas interpretaciones distintas
de la profecía de las 70 semanas, y ninguna de ellas se parecía a la explicación que ahora tenemos.
Los esenios, que según muchos fueron una secta monástica judía, enseñaron que hacia el final de un
período de cuatrocientos noventa años aparecerían dos Mesías, pero no podemos asegurar que sus cálculos
se basaran en la profecía de Daniel. Aun si ese fue el caso, cuesta imaginar que los judíos en general
llegaran a conocer los cálculos cronológicos de un grupo que llevaba una vida tan recluida.
En el siglo segundo de nuestra era, ciertos judíos creyeron que las 70 semanas habían abarcado el
período comprendido entre la destrucción del primer templo, en el año 607 antes de nuestra era, y la
destrucción del segundo templo, en el 70 de nuestra era. Otros judíos relacionaban el cumplimiento de la
profecía con sucesos del período macabeo, que comenzó en torno al año 170 antes de nuestra era. Así pues,
no había un consenso en cuanto a cómo contar las 70 semanas.
Si en el siglo primero se hubiera sabido calcular cuándo debía cumplirse esa profecía, lo más seguro es
que los apóstoles y otros cristianos de aquel entonces la habrían utilizado para demostrar que Jesucristo era
el Mesías prometido, pues había aparecido justo en el momento predicho. Pero no hay pruebas de que los
primeros cristianos hicieran eso.
Hay otro factor que cabe destacar. Con frecuencia, los evangelistas se refirieron a determinadas profecías
de las Escrituras Hebreas que se cumplieron en Jesucristo (Mat. 1:22, 23; 2:13-15; 4:13-16). Curiosamente,
ni uno de ellos conecta la llegada de Jesús a la Tierra con la profecía de las 70 semanas.
En resumen, no podemos confirmar que los contemporáneos de Jesús entendieran correctamente la
profecía de las 70 semanas; pero, como hemos visto, los Evangelios aportan razones sólidas que explican
por qué estaban “en expectación”, pendientes de la llegada del Mesías.
[Notas]
La Biblia no dice que los ángeles cantaran cuando Jesús nació.
¿Cómo es que los astrólogos asociaron la aparición de la “estrella” en el oriente con el nacimiento del “rey de
los judíos”? ¿Podría ser que oyeran las noticias sobre el nacimiento de Jesús mientras viajaban a través
de Israel siguiendo la “estrella”?
Para saber cómo entendemos ahora la profecía de las 70 semanas, consulte el libro Prestemos atención a las
profecías de Daniel, capítulo 11.
*** w13 15/7 pág. 5 párr. 8 ¿Cuándo serán estas cosas? ***
8
¿Qué sucederá tras la primera fase de la gran tribulación? Las palabras de Jesús indican que pasará
algún tiempo antes del inicio del Armagedón. Pero ¿qué ocurrirá en ese intervalo? Hallamos la respuesta en
Ezequiel 38:14-16 y Mateo 24:29-31 (léalo). Después vendrá el Armagedón, que se corresponde con la
destrucción de Jerusalén en el año 70 (Mal. 4:1). Alcanzando su punto culminante en la batalla del
Armagedón, la gran tribulación será una experiencia única, “como la cual no ha sucedido una desde el
principio del mundo” (Mat. 24:21). Y cuando haya pasado, comenzará el Reinado de Mil Años de Cristo.
*** w13 15/7 págs. 13-14 párrs. 16-17 “Estoy con ustedes todos los días” ***
16
Quinto: los justos resplandecerían brillantemente. Jesús concluyó su profecía diciendo: “En aquel
tiempo los justos resplandecerán tan brillantemente como el sol en el reino de su Padre” (Mat. 13:43).
¿Cuándo y dónde será esto? Lo que Jesús predijo aún está por venir. Se cumplirá en el futuro y en el cielo,
no ahora en la Tierra. ¿Cómo llegamos a esta conclusión? Veamos dos razones.
17
En primer lugar, analicemos cuándo se cumplirían las palabras de Jesús. Él dijo: “En aquel tiempo los
justos resplandecerán”. La expresión “en aquel tiempo” obviamente se refiere al suceso que Jesús acababa
de mencionar, a saber, que se arrojaría la mala hierba en el horno de fuego. Esto sucederá en la parte final
de la gran tribulación. Por lo tanto, también será en ese tiempo futuro cuando los ungidos “resplandecerán
brillantemente”. En segundo lugar, veamos dónde ocurrirá. Jesús especificó que los justos
“resplandecerán [...] en el reino”. ¿Qué quiere decir esto? Que todos los ungidos fieles que aún queden en la
Tierra después de que haya pasado la primera fase de la gran tribulación ya habrán recibido su sello final.
Entonces, como indicó Jesús en su profecía sobre la gran tribulación, serán reunidos en el cielo (Mat. 24:31).
Allí es donde resplandecerán “en el reino de su Padre” y donde, poco después de la batalla de Armagedón,
formarán parte de la gozosa novia de Jesús en “las bodas del Cordero” (Rev. 19:6-9).
*** w13 15/7 pág. 14 “Estoy con ustedes todos los días” ***
NOTAS FINALES: (Deben leerse como notas a pie de página en los párrafos correspondientes.)
[Notas]
Párrafo 2: Para repasar las otras partes de la parábola, le animamos a leer el artículo “Los justos
resplandecerán tan brillantemente como el sol”, de La Atalaya del 15 de marzo de 2010, páginas 19 a 21,
párrafos 1 a 9.
Párrafo 3: Puesto que los apóstoles de Jesús habían muerto y los ungidos que quedaban en la Tierra
no estaban representados por los esclavos, sino por el trigo, es obvio que los esclavos representan a los
ángeles. Jesús indicó posteriormente en la ilustración que quienes juntan la mala hierba son ángeles (Mat.
13:39).
Párrafo 6: Este es un cambio en nuestro modo de entender este punto. Antes pensábamos que la inspección
de Jesús había tenido lugar en 1918.
Párrafo 7: Desde 1910 hasta 1914, los Estudiantes de la Biblia distribuyeron casi cuatro millones de libros y
más de doscientos millones de tratados y folletos.
Párrafo 14: Este es un cambio en nuestro modo de entender Mateo 13:42. En el pasado, nuestras
publicaciones han explicado que los cristianos falsos llevan décadas llorando y haciendo crujir sus dientes,
lamentándose porque “los hijos del reino” los desenmascaran como “hijos del inicuo” (Mat. 13:38). Sin
embargo, hay que tener en cuenta que la idea de “crujir los dientes” se relaciona con destrucción (Sal.
112:10).
Párrafo 16: Daniel 12:3 declara: “Los que tengan perspicacia [los cristianos ungidos] brillarán como el
resplandor de la expansión”. Mientras aún están en la Tierra, “brillan” al participar en la predicación. Sin
embargo, Mateo 13:43 señala al momento en que resplandecerán brillantemente en el Reino celestial.
Antes pensábamos que ambos pasajes se referían a la misma actividad: la predicación.
Párrafo 18: Vea el libro Acerquémonos a Jehová, páginas 288 y 289.
*** w13 15/7 págs. 20-25 ¿Quién es “el esclavo fiel y discreto”? ***
¿Quién es “el esclavo fiel y discreto”?
“¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus
domésticos [...]?” (MAT. 24:45)
EL LIBRO de Génesis explica en su primer capítulo que Jehová pasó seis “días” —es decir, seis largos
períodos de tiempo— acondicionando la Tierra para la llegada del ser humano. Después de la descripción de
cada uno de estos días aparecen estas palabras: “Llegó a haber tarde y llegó a haber mañana” (Gén. 1:5, 8,
13, 19, 23, 31). Pero no ocurre lo mismo con el séptimo. Al llegar a este punto, se indica que “Dios procedió a
bendecir el día séptimo y a hacerlo sagrado, porque en él ha estado descansando de toda su obra que Dios
ha creado” (Gén. 2:3).
2 Estas palabras las escribió Moisés en el año 1513 antes de nuestra era. Por lo tanto, la expresión “ha
estado descansando” nos permite deducir que, al menos hasta ese momento, no había concluido el séptimo
día, el día de descanso de Jehová. ¿Y en la actualidad? ¿Nos hallamos aún en ese día? ¿Podemos entrar en
el descanso divino, es decir, tomar parte en él? Ambas cuestiones son muy importantes para cada uno de
nosotros.
¿Sigue hoy Jehová “descansando”?
3 Hay dos razones que nos permiten afirmar que, en el siglo primero, el séptimo día aún seguía en curso.
La primera se desprende de la respuesta que Jesús les dio a quienes lo acusaron de no respetar el sábado.
Según ellos, hacer curaciones milagrosas equivalía a trabajar, algo que la Ley mosaica prohibía hacer ese
día. Notemos cómo les contestó el Señor: “Mi Padre ha seguido trabajando hasta ahora, y yo sigo trabajando”
(Juan 5:16, 17). Al afirmar: “Mi Padre ha seguido trabajando”, se defendió de su acusación. Es como si
hubiera dicho: “Mi Padre y yo estamos realizando el mismo tipo de trabajo. Él está trabajando durante su
sábado, que ya ha durado miles de años, así que no tiene nada de malo que yo también trabaje en sábado”.
Por consiguiente, Jesús dio a entender que, en lo que respecta a la Tierra, en aquel entonces seguía en
curso el gran día sabático de Dios, o sea, su día de descanso.
4 La segunda razón la encontramos en un argumento que Pablo utilizó por inspiración divina. Hablando
sobre el descanso de Dios y justo antes de citar de Génesis 2:2, el apóstol escribió: “Nosotros los que hemos
ejercido fe sí entramos en el descanso” (Heb. 4:3, 4, 6, 9). Estas palabras dejan claro que, en aquella época,
el séptimo día no había terminado. Ahora bien, ¿hasta cuándo duraría el día de descanso?
5 Para saber cuándo termina el séptimo día, debemos tener claro el motivo por el que Dios lo estableció.
Génesis 2:3 lo revela al indicar que el Creador “procedió a bendecir el día séptimo y a hacerlo sagrado”.
Jehová hizo santo ese día al separarlo para un fin especial: llevar a cabo su propósito para la Tierra. ¿Y cuál
es ese propósito? Llenar el planeta de seres humanos obedientes que cuiden de él y de todos los seres vivos
(Gén. 1:28). Ese es el objetivo con el que han “seguido trabajando hasta ahora” tanto Jehová como
Jesucristo, a quien la Biblia llama “Señor del sábado” (Mat. 12:8). Así pues, el gran día de descanso
continuará hasta que el propósito de Dios para la Tierra quede cumplido por completo. ¿Cuándo sucederá
esto? Al final del Reinado de Mil Años de Cristo.
*** w10 15/7 págs. 20-23 “El espíritu escudriña [...] las cosas profundas de Dios” ***
“El espíritu escudriña [...] las cosas profundas de Dios”
“El espíritu escudriña todas las cosas, hasta las cosas profundas de Dios.” (1 COR. 2:10)
¡CUÁNTO agradecemos las muchas funciones que desempeña el espíritu santo de Jehová! Las Escrituras
dicen que es un ayudante y una dádiva de Dios, e indican que da testimonio y aboga por nosotros (Juan
14:16; Hech. 2:38; Rom. 8:16, 26, 27). Pero el apóstol Pablo señaló otra de sus importantísimas funciones:
“El espíritu escudriña todas las cosas [o “investiga todo a fondo”], hasta las cosas profundas de Dios” (1 Cor.
2:10; Nueva Traducción Viviente). Jehová usa su fuerza activa para sacar a la luz verdades espirituales
profundas. Después de todo, ¿hasta qué punto comprenderíamos los propósitos divinos si no contáramos con
esa ayuda? (Léase 1 Corintios 2:9-12.) Ahora bien, ¿cuál es la forma en que “el espíritu escudriña [...] las
cosas profundas de Dios”? ¿A quiénes usó Jehová en el siglo primero para revelar sus verdades? ¿Cómo
investiga hoy día el espíritu estas cosas profundas, y a quiénes emplea para sacarlas a la luz?
2 Jesús habló de dos formas en las que actuaría la fuerza activa de Dios. Poco antes de morir, les aseguró
a sus apóstoles: “El ayudante, el espíritu santo, que el Padre enviará en mi nombre, ese les enseñará todas
las cosas y les hará recordar todas las cosas que les he dicho” (Juan 14:26). Primero, el espíritu serviría
como maestro para los cristianos, pues les permitiría comprender verdades que antes no entendían, y
segundo, les ayudaría a recordar y aplicar correctamente las enseñanzas recibidas.
En el siglo primero
3 Aunque Cristo les enseñó a sus discípulos muchas verdades que eran nuevas para ellos, aún les
quedaba mucho por aprender. De hecho, les comentó: “Tengo muchas cosas que decirles todavía, pero
no las pueden soportar ahora. Sin embargo, cuando llegue aquel, el espíritu de la verdad, él los guiará a toda
la verdad” (Juan 16:12, 13). Como indican las palabras de Jesús, el espíritu santo sería el medio por el cual
se revelarían gradualmente las cosas profundas de Dios.
4 “El espíritu de la verdad” llegó en el Pentecostés del año 33, al ser derramado sobre unos ciento veinte
cristianos reunidos en Jerusalén. Aquel suceso vino acompañado de pruebas que se podían ver y oír (Hech.
1:4, 5, 15; 2:1-4). Los discípulos empezaron entonces a hablar en diversos idiomas “acerca de las cosas
magníficas de Dios” (Hech. 2:5-11). Había llegado el momento de que se hiciera una nueva revelación. En el
pasado, Joel había predicho que Jehová derramaría su fuerza activa (Joel 2:28-32). Y ahora la gente estaba
observando cómo se cumplía esa profecía de una forma que nadie se había imaginado. Entonces, el apóstol
Pedro, sirviendo de portavoz, aclaró el significado de lo ocurrido (léase Hechos 2:14-18). ¿Cómo logró dar
esa explicación? Gracias al espíritu santo, el cual actuó como maestro y le permitió comprender que aquel
suceso estaba cumpliendo las palabras de Joel. Además, el espíritu le ayudó a recordar, pues Pedro no solo
pudo citar de esa profecía, sino también de dos salmos de David (Sal. 16:8-11; 110:1; Hech. 2:25-28, 34, 35).
Lo que vieron y oyeron aquellas personas realmente formaba parte de las cosas profundas de Dios.
5 Sin embargo, había muchos asuntos que los cristianos del siglo primero aún tenían que comprender
mejor. Por ejemplo, no estaba claro qué implicaciones tendría el nuevo pacto que entró en vigor en
Pentecostés. ¿Se permitiría que solo fueran parte de él judíos y prosélitos? ¿O se incluiría también a gente
de otras naciones y se les ungiría con espíritu? (Hech. 10:45.) En el caso de los varones gentiles, ¿tendrían
primero que circuncidarse y cumplir la Ley de Moisés? (Hech. 15:1, 5.) Sin duda, se trataba de preguntas
importantísimas. Había que investigar estas cosas profundas de Dios y para ello se requería espíritu santo.
Pero ¿mediante qué personas actuaría?
6 Sería mediante los cristianos encargados de dirigir la obra. En efecto, fueron ellos quienes plantearon
estas cuestiones. Por ejemplo, Pablo, Bernabé y Pedro estuvieron presentes en una reunión especial del
Cuerpo Gobernante y mostraron con ejemplos que Jehová estaba dirigiendo su atención a los gentiles
incircuncisos (Hech. 15:7-12). Con la ayuda del espíritu santo, los miembros de aquel consejo evaluaron las
pruebas a la luz de las Escrituras Hebreas, llegaron a una decisión y la comunicaron por escrito a las
congregaciones (léanse Hechos 15:25-30 y 16:4, 5; Efe. 3:5, 6).
7Más adelante se fueron aclarando muchos otros asuntos mediante los escritos inspirados de Juan,
Pedro, Santiago y Pablo. Posteriormente, cuando ya habían quedado completas las Escrituras Cristianas,
desaparecieron los dones de profetizar y las revelaciones milagrosas (1 Cor. 13:8). ¿Seguiría el espíritu
enseñando a los cristianos y ayudándoles a recordar? ¿Continuaría iluminándolos en su estudio de las cosas
profundas de Dios? Las profecías señalan que sí.
Durante el tiempo del fin
8 Un ángel predijo lo que sucedería en el tiempo del fin: “Los que tengan perspicacia brillarán como el
resplandor de la expansión; y los que traigan a los muchos a la justicia, como las estrellas hasta tiempo
indefinido, aun para siempre [...], y el verdadero conocimiento se hará abundante” (Dan. 12:3, 4). ¿Quiénes
son estos que tendrían esa perspicacia, o comprensión espiritual, y brillarían con tanta intensidad? Jesús dio
una clave en su parábola del trigo y la mala hierba. Hablando de la “conclusión de un sistema de cosas”,
señaló: “En aquel tiempo los justos resplandecerán tan brillantemente como el sol en el reino de su Padre”
(Mat. 13:39, 43). Al explicar la ilustración, Jesús dijo que “los justos” eran “los hijos del reino”, los cristianos
ungidos (Mat. 13:38).
9 ¿Brillarían todos los ungidos? En cierto sentido sí, pues todos ellos tendrían que predicar, hacer
discípulos y fortalecerse mutuamente en las reuniones, dando así el ejemplo para los demás cristianos (Zac.
8:23). Pero en el tiempo del fin ocurriría algo más: se revelarían cosas profundas de Dios. Por ejemplo, se
aclararían las profecías de Daniel, que hasta entonces estarían selladas (Dan. 12:9). Pero ¿de qué manera
investiga hoy día el espíritu estas cosas profundas, y a quiénes emplea para sacarlas a la luz?
10 En la actualidad, cuando llega el momento de aclarar verdades profundas que hasta la fecha no se
comprendían plenamente, el espíritu santo concede discernimiento a los hermanos responsables de la sede
mundial que actúan como representantes del “esclavo fiel y discreto” (Mat. 24:45; 1 Cor. 2:13). El Cuerpo
Gobernante en pleno examina cualquier posible modificación (Hech. 15:6). Y, para beneficio de todos, publica
las conclusiones a las que llega (Mat. 10:27). Si en ocasiones es necesario hacer aclaraciones posteriores, se
exponen con total honestidad (véase el recuadro “El espíritu revela el significado del templo espiritual”).
*** w08 15/2 págs. 23-24 párrs. 8-15 ¿Qué significa para usted la presencia de Cristo? ***
cuándo vendría el Reino, Jesús contestó que no vendría de modo que fuera “llamativamente observable”
para ellos (Luc. 17:20, 21). Así es: los incrédulos no entenderían. ¿Cómo iban a entender, si ni siquiera
reconocieron a Jesús como su futuro Rey? Entonces, ¿quiénes reconocerían la señal de la presencia de
Cristo y, además, comprenderían su significado?
9 Jesús pasó a decir que sus discípulos verían la señal tan claramente como si vieran un “relámpago [...]
[que] resplandece desde una parte debajo del cielo hasta otra parte debajo del cielo” (léase Lucas 17:24-29).
Es interesante observar que Mateo 24:23-27 establece una relación directa entre esta misma comparación y
la señal de la presencia de Cristo.
La generación que vería la señal
10 Hace algunos años, esta revista explicó que la expresión “esta generación” de Mateo 24:34 se refería,
en lo que respecta al siglo primero, a “la generación contemporánea de judíos incrédulos”. Esta explicación
parecía razonable debido a que el término generación tenía una connotación negativa en todos los demás
pasajes en que Jesús lo utilizó. De hecho, en la mayoría de los casos, Jesús tachó a la generación de “inicua”
o la calificó con otros términos negativos (Mat. 12:39; 17:17; Mar. 8:38). Por eso se creyó que, en el
cumplimiento moderno, Jesús se estaba refiriendo a la “generación” inicua de incrédulos que verían tanto los
aspectos que caracterizarían “la conclusión [syntéleia] del sistema de cosas” como el fin (télos) de dicho
sistema.
11Es verdad que Jesús empleó la palabra generación con un sentido negativo cuando se dirigía a las
personas malvadas de su día o cuando hablaba de ellas. Pero ¿se refirió necesariamente a tales personas
cuando pronunció las palabras que leemos en Mateo 24:34? Recuerde que los cuatro apóstoles conversaron
con él “privadamente” (Mat. 24:3). Puesto que Jesús no empleó términos negativos cuando les habló de “esta
generación”, seguramente los apóstoles entendieron que ellos y los demás discípulos formaban parte de la
“generación” que no pasaría “hasta que suced[ieran] todas estas cosas”.
12 ¿Cómo llegamos a esa conclusión? Examinando detenidamente el contexto. Según Mateo 24:32, 33,
Jesús dijo: “Aprendan de la higuera como ilustración este punto: Luego que su rama nueva se pone tierna y
brota hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Así mismo también, ustedes, cuando vean todas estas
cosas, sepan que él está cerca, a las puertas” (compárese con Marcos 13:28-30; Lucas 21:30-32). Entonces,
en Mateo 24:34, leemos: “En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan
todas estas cosas”.
13Según Mateo 24:33, Jesús dijo que sus discípulos, que pronto iban a ser ungidos con espíritu santo,
serían quienes podrían llegar a ciertas conclusiones cuando vieran ocurrir “todas estas cosas”. De modo que
Jesús debió de haberse referido a sus discípulos cuando declaró: “De ningún modo pasará esta generación
hasta que sucedan todas estas cosas”.
14 A diferencia de los incrédulos, los discípulos de Jesús no solo verían la señal, sino que también
comprenderían su importancia. ‘Aprenderían’ al contemplar los distintos aspectos de esa señal y, por tanto,
‘sabrían’ su verdadero significado. No tendrían ninguna duda de que “él está cerca, a las puertas”. Es verdad
que tanto los judíos incrédulos como los fieles cristianos ungidos del siglo primero vieron un cumplimiento
limitado de las palabras de Jesús. No obstante, solo sus discípulos ungidos ‘aprendieron’ de aquellos
sucesos, es decir, comprendieron su verdadero significado.
15 En nuestros días, las personas que no comprenden los asuntos espirituales consideran que la señal de
la presencia de Jesús no se ha visto de una manera “llamativamente observable”. Les parece que todo
continúa igual que siempre (2 Ped. 3:4). Por otro lado, los fieles hermanos ungidos de Cristo, la clase Juan de
nuestros días, han reconocido la señal como si de un relámpago se tratara y han comprendido lo que
realmente significa. Como grupo, estos ungidos componen en tiempos modernos la “generación” de
contemporáneos que no pasará “hasta que sucedan todas estas cosas”. Esto parece indicar que algunos
hermanos ungidos de Cristo aún estarán vivos en la Tierra cuando comience la predicha gran tribulación.
*** w95 15/5 págs. 21-22 Destellos de luz: grandes y pequeños (parte 2) ***
Destellos de luz: grandes y pequeños (parte 2)
EL LIBRO bíblico de Revelación ha intrigado a los cristianos desde los primeros tiempos del cristianismo.
Es un buen ejemplo de cómo la luz de la verdad sigue haciéndose cada vez más clara. En 1917, el pueblo de
Jehová publicó una explicación de Revelación en el libro The Finished Mystery (El misterio terminado). Este
desenmascaró sin temor a los líderes religiosos y políticos de la cristiandad, pero muchos de sus comentarios
se tomaron de diversas fuentes. Sin embargo, este libro puso a prueba la lealtad de los Estudiantes de la
Biblia al conducto visible que utilizaba Jehová.
2 Se recibió un notable destello de luz respecto al libro de Revelación en el artículo “Nacimiento de la
nación”, que apareció en The Watch Tower del 1 de marzo de 1925. Antes se creía que el capítulo 12 de
Revelación se refería a una guerra entre la Roma pagana y la papal, y que el hijo varón representaba al
papado. Sin embargo, el artículo mostró que las palabras de Revelación 11:15-18 están relacionadas con el
significado del capítulo 12, lo que indica que tiene que ver con el nacimiento del Reino de Dios.
3 Toda esta información desembocó en un entendimiento mucho más claro de Revelación que se publicó
en la obra de dos tomos titulada Luz (en inglés, 1930; en español, 1932). Se refinaron aún más las
explicaciones en los libros “¡Babilonia la Grande ha caído!” ¡El reino de Dios domina! (en inglés, 1963; en
español, 1972) y “Entonces queda terminado el misterio de Dios” (en inglés, 1969; en español, 1971).
No obstante, aún había más que aprender acerca del libro profético de Revelación. En 1988 se arrojó una luz
más brillante por medio de la publicación Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación! Pudiera decirse
que la clave de esta iluminación progresiva radica en el hecho de que la profecía de Revelación tiene su
aplicación en “el día del Señor”, que empezó en 1914. (Revelación 1:10.) Por ello, el libro de Revelación se
comprendería mejor a medida que transcurriera ese día.
Aclaración sobre “las potestades superiores”
4 Se recibió un brillante destello de luz en 1962 con respecto a Romanos 13:1, que dice: “Sométase toda
persona a las potestades superiores [“autoridades superiores”, Traducción del Nuevo Mundo]”. (Versión
Moderna.) Los primeros Estudiantes de la Biblia entendían que “las potestades superiores” mencionadas aquí
eran las autoridades mundanas. Pensaban que, en conformidad con este versículo, si el cristiano era
reclutado en tiempo de guerra, estaba obligado a ponerse el uniforme, llevar un arma e ir al frente, a las
trincheras. Se pensaba que, como el cristiano no puede matar a su prójimo, en el peor de los casos tendría
que disparar al aire.
5 Los números de La Atalaya del 15 de mayo y del 1 de junio de 1963 (en inglés, 15 de noviembre y 1 de
diciembre de 1962) arrojaron luz clara sobre este asunto al analizar las palabras de Jesús recogidas en
Mateo 22:21: “Paguen a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios”. Relacionado con esa
postura está lo que los apóstoles dijeron en Hechos 5:29: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante
más bien que a los hombres”. Los cristianos estamos en sujeción a César —“las potestades superiores”—
siempre que no nos exija desobedecer la ley de Dios. Se entendió que la sujeción a Cesar era relativa,
no absoluta. Los cristianos pagamos a César únicamente lo que no está en conflicto con los requisitos de
Dios. Fue una gran satisfacción entender con claridad ese asunto.
Destellos de luz sobre asuntos de organización
6 También surgió la cuestión de quiénes debían ser ancianos y diáconos de la congregación. Para evitar la
estructura jerárquica común en la cristiandad, se llegó a la conclusión de que los miembros de cada
congregación debían elegirlos democráticamente por votación. No obstante, la nueva luz que apareció en The
Watchtower del 1 de septiembre y 15 de octubre de 1932 (en español se publicó una porción de dicha
información en el número de enero de 1933) señaló que no había base bíblica para elegir a los ancianos por
votación. De modo que estos fueron sustituidos por un comité de servicio, y la Sociedad nombró un director
de servicio.
7 Los números de La Torre del Vigía de noviembre y diciembre de 1938 (en inglés, 1 y 15 de junio)
contenían destellos de luz que mostraban que los siervos de congregación no debían ser elegidos, sino
nombrados, es decir, nombrados teocráticamente. En 1971, otro destello de luz mostró que la congregación
no debía ser dirigida únicamente por un siervo de congregación, sino por un cuerpo de ancianos, o
superintendentes, a quienes nombraría el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová. Por tanto, gracias a
este aumento de luz producido durante un período de unos cuarenta años, quedó claro que los ancianos y los
diáconos, conocidos hoy como siervos ministeriales, debían ser nombrados por “el esclavo fiel y discreto” a
través de su Cuerpo Gobernante. (Mateo 24:45-47.) Tal procedimiento estaba en armonía con lo que se hacía
en tiempos apostólicos. El cuerpo gobernante del siglo primero nombró superintendentes a hombres como
Timoteo y Tito. (1 Timoteo 3:1-7; 5:22; Tito 1:5-9.) Todo esto cumplió de manera notable las palabras de
Isaías 60:17: “En vez del cobre traeré oro, y en vez del hierro traeré plata, y en vez de la madera, cobre, y en
vez de las piedras, hierro; y ciertamente nombraré la paz como tus superintendentes, y la justicia como los
que te asignan tus tareas”.
8 Otra cuestión era el funcionamiento de la Sociedad Watch Tower. Durante muchos años se identificaba
al Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová con la junta de directores de la Watch Tower Bible and Tract
Society of Pennsylvania, y muchos asuntos se dejaban en manos del presidente. El Anuario de los testigos de
Jehová para 1977 (páginas 258, 259) indica que en 1976 se formaron seis comités del Cuerpo Gobernante,
cada uno de los cuales atiende ciertos aspectos de la obra mundial. El Comité de Personal se encarga de
todo lo relacionado con el personal, que incluye los intereses de todos los miembros de la familia mundial de
Betel. El Comité de Publicación se ocupa de todos los asuntos seculares y legales, como los relacionados
con propiedades e imprentas. El Comité de Servicio se encarga de la obra de predicar y supervisa a los
superintendentes viajantes, los precursores y la actividad de los publicadores de congregación. El Comité de
Enseñanza es responsable de las reuniones de congregación, los días especiales de asamblea, las
asambleas de circuito, de distrito y las internacionales, así como de las diversas escuelas para la educación
espiritual del pueblo de Dios. El Comité de Redacción supervisa la preparación y traducción de todas las
publicaciones, y se asegura de que toda la información esté en conformidad con las Escrituras. El Comité del
Presidente atiende emergencias y otros asuntos urgentes. Desde los años setenta, las sucursales de la
Sociedad Watch Tower han estado bajo la dirección de un comité y no de un superintendente.
*** w95 15/5 págs. 24-26 Destellos de luz: grandes y pequeños (parte 2) ***
Más refinación
12 También hubo más luz respecto a la cantidad de llaves simbólicas que Jesús entregó a Pedro. Los
Estudiantes de la Biblia sostenían que Pedro había recibido dos llaves para abrir el camino a las personas
que heredarían el Reino: había utilizado una en el Pentecostés de 33 E.C. para los judíos, y la otra, en el año
36 E.C. para los gentiles, cuando predicó a Cornelio. (Hechos 2:14-41; 10:34-48.) Con el tiempo fue evidente
que había un tercer grupo: los samaritanos. Pedro usó la segunda llave cuando les abrió a ellos la
oportunidad de entrar en el Reino. (Hechos 8:14-17.) De modo que utilizó la tercera llave cuando predicó a
Cornelio. (La Atalaya del 15 de marzo de 1980, páginas 16-23, 25, 26; en inglés, 1 de octubre de 1979.)
13 Otro rayo de luz mostró que Jesús habló de tres apriscos de ovejas, no de dos únicamente. (Capítulo 10
de Juan.) Estos eran: 1) el aprisco judío, del que Juan el Bautizante era el portero, 2) el aprisco de los
herederos ungidos del Reino y 3) el aprisco de las “otras ovejas”, que abrigan la esperanza terrestre. (Juan
10:2, 3, 15, 16; La Atalaya del 15 de septiembre [en inglés, 15 de febrero] de 1984, páginas 21-31.)
14También se aclaró el entendimiento sobre el Jubileo antitípico. Bajo la Ley, cada año quincuagésimo se
celebraba el gran Jubileo, en el que se devolvía a los propietarios originales sus pertenencias. (Levítico
25:10.) Por mucho tiempo se entendió que este Jubileo prefiguraba al Reinado de Mil Años de Cristo. Sin
embargo, últimamente se ha visto que el Jubileo antitípico empezó en realidad en el Pentecostés de 33 E.C.,
cuando se libertó de la esclavitud al pacto de la Ley de Moisés a los que recibieron el espíritu santo que se
derramó aquel día. (La Atalaya del 1 de enero de 1987, páginas 18-28.)
Más luz sobre la terminología
15 “El congregador procuró hallar las palabras deleitables y la escritura de palabras correctas de verdad.”
(Eclesiastés 12:10.) Estas palabras bien pudieran aplicarse al tema que estamos examinando, pues no solo
se ha arrojado luz sobre asuntos importantes de doctrina y conducta, sino también sobre la terminología
cristiana y su significado exacto. Por ejemplo, una de las publicaciones más queridas de los Estudiantes de la
Biblia era el tomo 1 de Estudios de las Escrituras, titulado: El Plan Divino de las Edades. Sin embargo, con el
tiempo se observó que la Palabra de Dios indica que los seres humanos son los únicos que hacen planes.
(Proverbios 19:21.) Las Escrituras nunca dicen que Jehová los haga. Él no tiene que planear nada. Todo lo
que se propone hacer se cumple de seguro porque es infinito en sabiduría y poder, como se indica en Efesios
1:9, 10: “Es según su beneplácito que él se propuso en sí mismo para una administración al límite cabal de
los tiempos señalados”. Con el tiempo, se vio que el término “propósito” era más apropiado cuando se hacía
referencia a Jehová.
16 También era necesario entender mejor Lucas 2:14. Según la versión Reina-Valera, 1909, este texto
dice: “Gloria en las alturas a Dios. Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”. Se observó que
esta traducción del versículo no comunica la idea correcta, pues Dios no expresa su buena voluntad para con
los inicuos. Los Testigos entendían que el texto se refería a la paz que reciben los hombres de buena
voluntad para con Dios. De modo que siguieron refiriéndose a los interesados en la Biblia como personas de
buena voluntad. No obstante, luego comprendieron que lo que estaba implicado no era la buena voluntad de
parte de los hombres, sino de parte de Dios. Por ello, la nota de Lucas 2:14 en la Traducción del Nuevo
Mundo dice: “Hombres a quienes él [Dios] aprueba”. Todos los cristianos que viven en conformidad con su
voto de dedicación gozan de la buena voluntad de Dios.
17 Durante mucho tiempo los Testigos hablaron de la vindicación del nombre de Jehová. Ahora bien,
¿había puesto Satanás en tela de juicio el nombre de Jehová? ¿Lo había hecho alguno de sus agentes, como
si a Jehová no le correspondiera ese nombre? De ninguna manera. No fue el nombre de Jehová lo que se
desafió y lo que necesitaba ser vindicado. Por eso, las publicaciones actuales de la Sociedad Watch Tower
no mencionan la vindicación del nombre de Jehová, sino la vindicación de la soberanía de Jehová y la
santificación de su nombre. Tal proceder está en conformidad con lo que Jesús nos dijo que pidiéramos en
oración: “Santificado sea tu nombre”. (Mateo 6:9.) Jehová dijo en muchas ocasiones que santificaría su
nombre, el cual los israelitas habían profanado, no desafiado. (Ezequiel 20:9, 14, 22; 36:23.)
18 Cabe señalar que en 1971 (en español, 1973), el libro “Las naciones sabrán que yo soy Jehová”...
¿cómo? hizo esta distinción: “Jesucristo [...] combate [...] por la vindicación de la Soberanía universal de
Jehová y por la glorificación del nombre de Jehová” (páginas 364, 365). En 1973 (en español, 1975), el libro
El reino de mil años de Dios se ha acercado comentó: “La venidera ‘grande tribulación’ es la ocasión en la
cual el Dios Todopoderoso Jehová vindicará su soberanía universal y santificará su digno nombre” (página
410). Luego, en 1975, ¡El hombre al umbral de ser salvo de la angustia mundial! comentó: “El mayor
acontecimiento de la historia universal habrá sido consumado entonces, la vindicación de la soberanía
universal de Jehová y la santificación de su nombre sagrado” (página 279).
19 ¡Qué bendición tiene el pueblo de Jehová de disfrutar de toda esta luz espiritual! Hay una gran
diferencia con la oscuridad espiritual en que se encuentran los líderes de la cristiandad, como lo demuestra el
siguiente comentario de un clérigo: “¿Por qué existe el pecado? ¿Por qué hay sufrimiento? ¿Por qué existe el
Diablo? Quiero hacerle estas preguntas al Señor cuando vaya al cielo”. Los testigos de Jehová pueden
decirle por qué: es por la cuestión que se planteó sobre la legitimidad de la soberanía de Jehová y la cuestión
de la integridad de los seres humanos a pesar de la oposición del Diablo.
20 Con el paso de los años ha habido destellos de luz, tanto grandes como pequeños, que han alumbrado
la senda de los siervos dedicados de Jehová. De esta forma se han cumplido textos bíblicos como Salmo
97:11 y Proverbios 4:18. Nunca olvidemos que el andar en la luz implica apreciar la luz cada vez más clara
que recibimos y vivir en conformidad con ella. Como hemos visto, dicha luz tiene que ver tanto con nuestra
conducta como con nuestra comisión de predicar.
*** w94 15/2 págs. 19-20 “Dinos: ¿cuándo serán estas cosas?” ***
¿Qué tribulación ocurrirá antes de los fenómenos celestes?
14 El cumplimiento de la profecía de Joel, en armonía con otras profecías que emplean expresiones
semejantes, nos ayuda a comprender el significado de Mateo 24:29. Evidentemente, lo que Jesús dijo
concerniente a ‘la oscuridad del sol y la luna y la caída de las estrellas’ no se refiere a sucesos que ocurrirían
durante las muchas décadas de la conclusión del presente sistema, tales como lanzamientos espaciales,
alunizajes, etc. No; él aludió a sucesos relacionados con “el día de Jehová, grande e inspirador de temor”, es
decir, la destrucción que ha de venir.
15 Esto nos permite entender mejor cómo es que los fenómenos celestes ocurrirían “inmediatamente
después de la tribulación”. Jesús no se estaba refiriendo a la tribulación que culminó en 70 E.C. Más bien,
aludía al comienzo de la gran tribulación que le sobrevendrá al sistema mundial en el futuro, con la cual
finalizará su prometida “presencia”. (Mateo 24:3.) Dicha tribulación no ha llegado aún.
16 ¿Qué puede decirse de las palabras de Marcos 13:24: “Pero en aquellos días, después de aquella
tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su luz”? Las palabras “aquellos” y “aquella” son formas del
pronombre demostrativo griego e·keí·nos, que indica algo distante en el tiempo. Puede usarse para señalar
un suceso que pertenece al pasado distante (o mencionado anteriormente), o algo que sucederá en el futuro
lejano. (Mateo 3:1; 7:22; 10:19; 24:38; Marcos 13:11, 17, 32; 14:25; Lucas 10:12; 2 Tesalonicenses 1:10.) Así,
cuando Marcos 13:24 habla de “aquella tribulación”, no se refiere a la que trajeron los romanos, sino a la
acción poderosa de Jehová que marcará el fin del presente sistema.
17 Los capítulos 17 a 19 de Revelación armonizan con Mateo 24:29-31, Marcos 13:24-27 y Lucas 21:25-
28, y confirman la explicación actualizada de estos últimos. ¿De qué manera? Los Evangelios muestran que
esta tribulación no comenzará y terminará de una vez. Después del inicio de la tribulación, todavía habrá
humanos desobedientes vivos que verán “la señal del Hijo del hombre”, se lamentarán y, como dice Lucas
21:26, ‘desmayarán por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada’. Se
sobrecogerán de terror al ver “la señal” que presagia su inminente destrucción.
18 Según la Revelación, el ataque de los “cuernos” militarizados de la “bestia salvaje” internacional contra
“la gran ramera”, Babilonia la Grande, marcará el comienzo de la venidera gran tribulación. (Revelación 17:1,
10-16.) No obstante, quedarán con vida muchas personas, pues los reyes, los comerciantes y los capitanes
de barco, entre otros, lamentarán el fin de la religión falsa. Sin duda, muchos se percatarán de que su juicio
se ha acercado. (Revelación 18:9-19.)
*** kr cap. 9 págs. 90-91 Resultados de la predicación: “Los campos [...] están blancos para la siega”
***
Parábolas que predijeron los resultados de la cosecha
10
En sus parábolas del Reino, Jesús predijo de manera muy gráfica los resultados de la cosecha.
Examinemos la del grano de mostaza y la de la levadura. Nos centraremos específicamente en el
cumplimiento que han tenido durante el tiempo del fin.
11
La parábola del grano de mostaza. Cierto hombre siembra un grano de mostaza. Este crece y llega a
ser un árbol en el que se cobijan las aves (lea Mateo 13:31, 32). ¿Qué aspectos del crecimiento de la semilla
se destacan en esta parábola? 1) La magnitud del crecimiento es asombrosa. “La más pequeña de todas las
semillas” se convierte en un árbol con “grandes ramas” (Mar. 4:31, 32). 2) El crecimiento está garantizado.
“Cuando [la semilla] se ha sembrado, sale.” Jesús no dice que tal vez salga; él dice que “sale”. Nadie puede
impedir que crezca. 3) El árbol que brota de la semilla ofrece albergue. “Vienen las aves del cielo” y hallan
“albergue bajo su sombra”. ¿Cómo se cumplen estos tres aspectos en la cosecha espiritual de hoy día?
12
1) La magnitud del crecimiento: La parábola destaca la difusión del mensaje del Reino y el
crecimiento de la congregación cristiana. A partir de 1919 fueron entrando cosechadores entusiastas en la
congregación cristiana purificada. Al principio eran pocos, pero la cantidad aumentó rápidamente. De hecho,
su crecimiento desde principios de la década de 1900 hasta el día de hoy ha sido espectacular (Is. 60:22).
2) El crecimiento está garantizado: Nadie ha podido impedir que la congregación cristiana crezca. A pesar
de la gran oposición que los enemigos de Dios han ejercido contra la minúscula semilla, esta ha ido
superando los obstáculos y ha seguido creciendo (Is. 54:17). 3) El árbol ofrece albergue: “Las aves del
cielo” que hallan albergue en el árbol representan a los millones de personas sinceras de unos 240 países y
territorios que han respondido al mensaje del Reino y han llegado a ser miembros de la congregación
cristiana (Ezeq. 17:23). En ella encuentran alimento, descanso y protección espirituales (Is. 32:1, 2; 54:13).
13
La parábola de la levadura. Una mujer agrega un poco de levadura a un montón de harina, y toda la
masa fermenta (lea Mateo 13:33). ¿Qué aspectos del crecimiento se destacan en esta parábola? Analicemos
dos. 1) El crecimiento ocasiona una transformación. La levadura creció “hasta que toda la masa quedó
fermentada”. 2) El crecimiento se extiende por toda la masa. La levadura fermenta las “tres grandes medidas
de harina”, es decir, toda la masa. ¿Qué cumplimiento tienen estos dos aspectos en la cosecha espiritual de
nuestros tiempos?
14
1) Transformación: La levadura representa el mensaje del Reino, y la masa de harina representa a la
humanidad. Tal como la harina se transforma cuando se le añade levadura, el mensaje del Reino hace que el
corazón de quienes lo aceptan se transforme (Rom. 12:2). 2) Propagación: El proceso de fermentación
simboliza la difusión del mensaje del Reino. Tal como la levadura tiene un efecto sobre toda la masa, el
mensaje del Reino se ha difundido “hasta la parte más distante de la tierra” (Hech. 1:8). Este aspecto de la
parábola nos ayuda a ver que el mensaje del Reino se difundirá incluso en países en los que nuestra obra
está prohibida y tiene que efectuarse con mucha discreción.
15
Unos ochocientos años antes de que Jesús narrara esas parábolas, Jehová utilizó a su profeta Isaías
para predecir de manera memorable el alcance de la cosecha espiritual de nuestros días y la alegría que esta
produciría. Jehová indica que muchas personas acuden “desde lejos” a su organización. Y dirigiéndose a una
“mujer”, que hoy día está representada por los cristianos ungidos que aún viven en la Tierra, añade: “Verás, y
ciertamente te pondrás radiante, y realmente se estremecerá tu corazón y se ensanchará, porque a ti se
dirigirá la riqueza del mar; los recursos mismos de las naciones vendrán a ti” (Is. 60:1, 4, 5, 9). ¡Qué ciertas
son esas palabras! Hoy día, cristianos con muchos años de servicio a sus espaldas están radiantes de alegría
al ver que el número de publicadores del Reino en sus respectivos países ha aumentado de un simple
puñado a muchos miles.
*** ia cap. 16 pág. 142 Actuó con sabiduría, valor y altruismo ***
[Recuadro de la página 142]
Una profecía cumplida
Al proteger al pueblo de Dios, Ester y Mardoqueo cumplieron una antigua profecía de la Biblia. Más de
mil doscientos años antes, Jehová había inspirado al patriarca Jacob para que profetizara sobre uno de sus
hijos: “Benjamín seguirá desgarrando como lobo. Por la mañana se comerá el animal prendido, y al atardecer
dividirá el despojo” (Gén. 49:27). En la “mañana”, o comienzo, de la historia de los reyes de Israel hubo
valientes guerreros —como el rey Saúl y otros— que eran descendientes de Benjamín y defendieron al
pueblo de Dios. Y durante el “atardecer” de la nación de Israel, cuando ya no había reyes sobre el trono, otros
dos descendientes de la tribu de Benjamín —Ester y Mardoqueo— vencieron a los enemigos de Jehová.
Puede decirse que se repartieron el despojo porque recibieron las riquezas que pertenecían a Hamán.