Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
ANÁLISIS EXTERNO
1.1. MACROAMBIENTE
• Cambios socio-culturales:
Vinos de alta gama: Poco a poco el vino ha ido calando más en el gusto del consumidor peruano.
Si bien el que ha alcanzado el grueso en ventas es el vino dulce, ligado a un menor precio, el
paladar del peruano está migrando poco a poco hacia lo “premium”.
Si bien la preferencia del peruano es por los vinos regionales, liderado por los de procedencia
argentina (son el 38% de la venta de vinos importados), seguido de los chilenos, el consumo de los
vinos europeos y estadounidenses (del Valle de Napa en California) empiezan a adentrarse poco a
poco en su gusto. Pero una porción del mercado, ligada al NSE A opta por el consumo de vinos de
alta gama europeos y de un ticket mucho más alto. Antonio Castro agregó que todo este cambio
hacia un vino premium tiene su inicio desde el repunte de la gastronomía peruana, de ahí ya
empieza a ingresar los vinos de mayor valor. Es que los vinos premium, o llamados de alta gama
(cuyo precio se ubica por encima a US$ 15 o US$ 20) están ganando mayor mercado, dice Antonio
Castro, organizador del evento Alta Gama WineFest.
La tendencia a experimentar con nuevas cepas: Marianella Ávila, sommelier de Tabernero; Dora
Dallos, sommelier y docente en Le Cordon Bleu, así como Nuria Fernández, sommelier del grupo El
Hornero, coinciden en señalar que el mercado de los vinos dirigidos al público femenino ha
cambiado. "La tendencia del consumo de vinos por parte de las mujeres está en crecimiento
exponencial. Ya es común verlas tomándolo en los restaurantes, y lo interesante es que se animan
a probar ya no solo los dulces", señala Ávila.
"En el caso específico del Perú, esto se observa en los últimos cuatro años. El público femenino
representa un mercado importante y las bodegas ya se están enfocando en ellas. Anteriormente
se hablaba de que era un género masculino, pero eso ya no es así", refiere la sommelier de Le
Cordon Bleu.
El consumo de licores en el mercado peruano se caracteriza en primer lugar por el elevado peso
del producto informal (esto es, producido al margen de la normativa fiscal y sanitaria), tanto de
fermentados como de destilados; según algunas estimaciones, podría alcanzar el 30% del
mercado. El consumo per cápita de cerveza es de algo más de 42 litros al año (nivel que casi
duplica el reportado hace 10 años) mientras que el de vino es de aproximadamente 1.3 litros.
Aunque el mercado vinícola apunta una tendencia creciente (en 2007 se alcanzó por primera vez
el litro consumido por persona y año), sigue siendo pequeño, con un potencial de crecimiento
notable. Cabe destacar que en general el consumo de bebidas alcohólicas está aumentando
aunque con diversa dinámica dentro de cada segmento socioeconómico. La creciente presencia de
marcas de precio reducido y los nuevos canales de venta impulsan el consumo en los grupos de
poder adquisitivo medio-bajo, desplazando paulatinamente a la oferta informal.
Consumo de vinos en Perú: Es conocido por todos que en Perú no hay una gran tradición
vitivinícola. El gusto peruano está adaptado a bebidas de otro tipo, como la chicha o los refrescos,
o entre las bebidas alcohólicas, la cerveza y el pisco. A pesar de esto, en los últimos 20 años ha
duplicado su consumo de vino. Perú en las últimas décadas se ha ido posicionando como un polo
gastronómico con identidad propia dentro de Latinoamérica y aún más ya traspasa las barreras al
mundo este hecho no ha sido acompañado de un cambio cultural en cuanto al consumo de vino.
Así parece quedar demostrado en cuanto a la preferencia en cuanto a los vinos. El peruano
prefiere el vino dulce. Por eso son los vinos más demandados.
Las estadísticas arrojan que provincias como Chiclayo, Trujillo, Arequipa, Huancayo e Ica son las
que consumen mayor cantidad de vinos. Y no Lima como uno esperaría en donde se concentra el
35% de la población total. De los 31 millones de peruanos, 9 millones habitan en Lima.
Respecto al punto de venta, los peruanos adquieren los vinos de gama baja en “bodegas” en su
acepción de “tiendas de barrio”, mientras que los vinos de categoría superior se venden
habitualmente en tiendas especializadas y sobre todo supermercados donde adquiere gran
importancia el asistente de compras habitual en las secciones de bebidas alcohólicas.
La nueva situación hacia la que se orienta la producción vitivinícola exige un mejor conocimiento
de un nicho de mercado cada vez más grande, que da respuesta a las inquietudes eco-sostenibles
de un consumidor que busca productos más saludables y respetuosos con el medio ambiente,
pero que valora también la calidad del producto y su imagen en el mercado. A todo ello ha dado
respuesta Tomás Camarero, consultor especializado en sostenibilidad, para quien existe una gran
oportunidad de crecimiento del mercado de vinos ecológicos. Unos vinos que define como “la
expresión máxima de la personalidad propia y única del terroir”, y por los que consumidores de
nuevo perfil están dispuestos a pagar más si se sabe comunicar su valor diferencial. “El auge de la
revolución verde va a ser una realidad a pesar de las resistencias”, ha asegurado en base a los
datos sobre la evolución que está teniendo la venta en grandes superficies de los productos bio.
• Incremento de la venta de vino 'bio': Los franceses consumen casi un 2% menos de vino cada
año (excluyendo champán y vino espumoso), según este instituto que presentó el viernes en París
sus conclusiones. Entre el 2012 y 2022 se ha registrado una caída de entre 17% y 18%, estima
IWSR.
La venta de vinos franceses elaborados con uvas cultivadas orgánicamente se duplicará de aquí al
2022, en medio de una caída del consumo de vino convencional, informó un instituto de
referencia que sigue la evolución del mercado de esta bebida emblema de Francia.
Mientras que el consumo de vino convencional retrocede desde hace varios años en Francia, la del
vino 'bio' aumenta, confirmó el instituto británico IWSR.
Es esencialmente un tema generacional", explicó José Luis Hermoso, director de investigación del
ISWR. Los "milenial" beben menos a menudo que las generaciones anteriores y beben un vino de
mejor calidad, agregó.
Según el ISWR, para el 2022, se espera que el consumo de vino 'bio' en Francia casi se duplique a
17.2 millones de cajas de 9 litros, frente a 9.5 millones en el 2017 y 4.58 millones en el 2012. Esto
aumentaría la parte de vino ecológico en el total de vino consumido en Francia a hasta el 7.38%,
frente al 3.72% actual.
• El vino natural busca su lugar en la alta gastronomía: El vino natural va más allá de las
características del biológico o biodinámico, se trata solo de zumo de uva fermentado, sin o con
apenas sulfitos, cuyos productores persiguen que el resultado final sea un fiel reflejo de las
condiciones climáticas y del terruño en que crecieron las vides.
Muchos defienden que más que un producto, se trata de una filosofía. El vino natural "está muy
cerca de la conciencia ecológica, con una mínima intervención y transparencia", explica Josep
Roca, sumiller del restaurante "El Celler de Can Roca", el segundo mejor del mundo según la lista
"50 Best".
Raisin identifica un puñado de restaurantes de 1 o 2 estrellas Michelin cuyas cartas dan amplia
cabida a los vinos naturales y cita chefs franceses populares, como Jean-François Piège, Marc
Veyrat y Alain Passard, que sí promueven este producto.