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RESUMEN DE LA ARGENTINA

Argentina indígena
La población del actual territorio argentino a la llegada de los españoles a principios del siglo XVI
sumaba unas 330.000 personas agrupadas en una veintena de grupos étnicos. Los habitantes
del Noroeste, de las Sierras Centrales y de la Mesopotamia practicaban la agricultura, mientras
que el resto del territorio estaba ocupado por grupos de cazadores-recolectores. Las culturas
más extendidas fueron los diaguitas al Noroeste, los guaraníes, los tupíes, los tobas y los
guaycurúes en el Noreste, los pampas en el centro y los tehuelches, mapuches y onas en el Sur.
Conquista y colonia (1492-1776)
En 1536 Don Pedro de Mendoza fundó Santa María de los Buenos Ayres, la primera ciudad
argentina. La miseria y el hambre doblegaron a Mendoza y su gente y Buenos Aires quedó
despoblada hasta su segunda fundación por Juan de Garay en 1580. Las ciudades argentinas
fueron fundadas por conquistadores que provenían de distintas zonas de América. La corriente
pobladora del este, llegada desde España, tomó como base de operaciones la ciudad de
Asunción y fundó las ciudades litorales. La que vino desde el Perú ocupó el Tucumán, como se
llamaba entonces a todo el Noroeste argentino. Las ciudades cuyanas fueron fundadas por la
corriente proveniente de Chile.
Virreinato (1776-1810)
Lo que hoy es la Argentina perteneció al virreinato del Perú hasta que en 1776 el rey Carlos III
creó el Virreinato del Río de la Plata, cuyo primer virrey fue Pedro de Ceballos. La capital, Buenos
Aires, se convirtió en un gran puerto comercial y se incrementó notablemente la exportación de
cueros, tasajo y de la plata proveniente de las minas del Potosí. El sistema de monopolio
impuesto por España prohibía comerciar con otro país que no fuera la propia España. Esto
encarecía notablemente los productos y complicaba la exportación al tiempo que fomentaba el
contrabando a gran escala. En 1806 y 1807 se produjeron dos invasiones inglesas, que fueron
rechazadas por el pueblo de Buenos Aires, alistado en milicias de criollos y españoles. En cada
milicia, los jefes y oficiales fueron elegidos democráticamente por sus integrantes. Las milicias
se transformaron en centros de discusión política.
Independencia (1810-1820)
Las invasiones inglesas demostraron que España estaba seriamente debilitada y que no podía ni
abastecer correctamente ni defender a sus colonias. La ocupación francesa de España por
Napoleón, la captura de del Rey Carlos IV y su hijo Fernando VII y la caída de la Junta Central de
Sevilla decidieron a los criollos a actuar. El 25 de mayo de 1810 se formó la Primera Junta de
gobierno presidida por Cornelio Saavedra, que puso fin al período virreinal. Mariano Moreno,
secretario de la Junta, llevó adelante una política revolucionaria tendiente a fomentar el libre
comercio y a sentar las bases para una futura independencia.
Entre 1810 y 1820 se vive un clima de gran inestabilidad política. Se suceden los gobiernos
(Primera Junta (1810), Junta Grande (1811), Triunviratos (1811-1814) y el Directorio (1814-1820)
que no pueden consolidar su poder y deben hacer frente a la guerra contra España. En esta lucha
se destacaron Manuel Belgrano, José de San Martín, llegado al país en 1812, y Martín Miguel de
Güemes. Las campañas sanmartinianas terminaron, tras liberar a Chile, con el centro del poder
español de Lima. El 9 de julio de 1816 un congreso de diputados de las Provincias Unidas
proclamó la independencia y en 1819 dictó una constitución centralista que despertó el enojo
de las provincias, celosas de su autonomía.
Era de Rivadavia (1820-1829)
A partir de 1819 en el país se fueron definiendo claramente dos tendencias políticas: los
federales, partidarios de las autonomías provinciales, y los unitarios, partidarios del poder
central de Buenos Aires. Estas disputas políticas desembocaron en una larga guerra civil cuyo
primer episodio fue la batalla de Cepeda en febrero de 1820, cuando los caudillos federales de
Santa Fe, Estanislao López, y de Entre Ríos, Francisco Ramírez, derrocaron al directorio. A partir
de entonces, cada provincia se gobernó por su cuenta. La principal beneficiada por la situación
fue Buenos Aires, la provincia más rica, que retuvo para sí las rentas de la Aduana y los negocios
del puerto.
Época de Rosas (1829-1852)
En 1829 uno de los estancieros más poderosos de la provincia, Juan Manuel de Rosas, asumió la
gobernación de Buenos Aires y ejerció una enorme influencia sobre todo el país. A partir de
entonces y hasta su caída en 1852, retuvo el poder en forma autoritaria, persiguiendo
duramente a sus opositores y censurando a la prensa, aunque contando con el apoyo de amplios
sectores del pueblo y de las clases altas porteñas. Durante el rosismo creció enormemente la
actividad ganadera bonaerense, las exportaciones y algunas industrias del interior que fueron
protegidas gracias a la Ley de Aduanas. Rosas se opuso a la organización nacional y a la sanción
de una constitución, porque ello hubiera significado el reparto de las rentas aduaneras al resto
del país y la pérdida de la hegemonía porteña.
Buenos Aires y la Confederación (1852-1862)
Justo José de Urquiza era gobernador de Entre Ríos, una provincia productora de ganado como
Buenos Aires que se veía seriamente perjudicada por la política de Rosas, que no permitía la
libre navegación de los ríos y frenaba el comercio y el desarrollo provinciales. En 1851, Urquiza
se pronunció contra Rosas y formó, con ayuda brasileña, el Ejercito Grande con el que derrotó
definitivamente a Rosas en Caseros el 3 de febrero de 1852. Urquiza convocó a un Congreso
Constituyente en Santa Fe que en mayo de 1853 sancionó la Constitución Nacional. Pero aunque
ya no estaba Rosas, los intereses de la clase alta porteña seguían siendo los mismos y Bartolomé
Mitre y Adolfo Alsina dieron un golpe de estado, conocido como la “Revolución del 11 de
Septiembre de 1852”. A partir de entonces, el país quedó por casi diez años dividido en dos: el
Estado de Buenos Aires y la Confederación (el resto de las provincias con capital en Paraná). La
separación duró casi diez años, hasta que en septiembre de 1861, el líder porteño Bartolomé
Mitre derrotó a Urquiza en Pavón y unificó al país bajo la tutela porteña.
Organización nacional (1862-1880)
Luego de la batalla de Pavón se sucedieron los gobiernos de Bartolomé Mitre (1862-68),
Domingo F. Sarmiento (1868-1874) y Nicolás Avellaneda (1874-1880), quienes concretaron la
derrota de las oposiciones del interior, la ocupación del todo el territorio nacional y la
organización institucional del país fomentando la educación, la agricultura, las comunicaciones,
los transportes, la inmigración y la incorporación de la Argentina al mercado mundial como
proveedora de materias primas y compradora de manufacturas.
República liberal (1880-1916)
En 1880 llegó al poder el general Julio A. Roca, quien consolidó el modelo económico
agroexportador y el modelo político conservador basado en el fraude electoral y la exclusión de
la mayoría de la población de la vida política. Se incrementaron notablemente las inversiones
inglesas en bancos, frigoríficos y ferrocarriles y creció nuestra deuda externa. En 1890 se produjo
una grave crisis financiera en la que se cristalizaron distintas oposiciones al régimen gobernante.
Por el lado político, la Unión Cívica Radical luchaba por la limpieza electoral y contra la
corrupción, mientras que, por el lado social, el movimiento obrero peleaba por la dignidad de
los trabajadores desde los gremios socialistas y anarquistas.
La lucha radical, expresada en las revoluciones de 1893 y 1905, y el creciente descontento social,
expresado por innumerables huelgas, llevaron a un sector de la clase dominante a impulsar una
reforma electoral para calmar los ánimos y trasladar la discusión política de las calles al
parlamento. En 1912, el presidente Roque Sáenz Peña logró la sanción de la ley que lleva su
nombre y que estableció el voto secreto y obligatorio.
Primeros gobiernos radicales (1916-1930)
La aplicación de la Ley Sáenz Peña hizo posible la llegada del radicalismo al gobierno. Los
radicales gobernaron el país entre 1916 y 1930 bajo las presidencias de Hipólito Yrigoyen (1916-
1922) (1928-1930) y Marcelo T. de Alvear (1922-1928), e impulsaron importantes cambios
tendientes a la ampliación de la participación ciudadana, la democratización de la sociedad, la
nacionalización del petróleo y la difusión de la enseñanza universitaria. El período no estuvo
exento de conflictos sociales derivados de las graves condiciones de vida de los trabajadores.
Algunas de sus protestas, como la de la Semana Trágica y la de la Patagonia, fueron duramente
reprimidas con miles de trabajadores detenidos y centenares de muertos.
Década infame (1930-1943)
El 6 de septiembre de 1930 los generales José Félix Uriburu y Agustín P. Justo encabezaron un
golpe de estado, apoyado por grupos políticos conservadores, y expulsaron del gobierno a
Yrigoyen, inaugurando un período en el que volvió el fraude electoral y la exclusión política de
las mayorías. En 1933 se firmó el Pacto Roca-Runciman con Inglaterra, que aumentó
enormemente la dependencia Argentina con ese país. Se sucedieron los gobiernos
conservadores (el general Uriburu, entre 1930 y 1932; el general Justo, entre 1932 y 38; Roberto
Ortiz, entre 1938 y 1942, y Ramón Castillo, entre 1942 y 1943), que se desentendieron de los
padecimientos de los sectores populares y beneficiaron con sus políticas a los grupos y familias
más poderosas del país.
Ascenso y auge del peronismo (1943-1955)
En 1943 un grupo de militares nacionalistas dio un golpe de estado y derrocó al presidente
Castillo. Dentro de este grupo se destacó el coronel Juan Domingo Perón, quien, desde la
secretaría de Trabajo y Previsión, llevó adelante un política tendiente a mejorar la legislación
laboral y social (vacaciones pagas, jubilaciones, tribunales de trabajo). El apoyo popular a Perón
lo condujo al gobierno en las elecciones de 1946. Durante sus dos presidencias (1946-1952 y
1952-1955) Perón, que ejerció el poder limitando el accionar de la oposición y censurando a la
prensa, impulsó una política que combinaba el impulso de la industria, el empleo, las
comunicaciones y los transportes, con la acción social desarrollada por Eva Perón a través de la
construcción de hospitales, escuelas, hogares para niños y ancianos, y ayuda económica para los
más pobres.
“Revolución libertadora” (1955-1958)
En 1955 un golpe militar con amplio apoyo político y social derrocó a Perón, quien marchó al
exilio. Tras el breve interregno de Lonardi, militar de corte nacionalista y católico, un nuevo
golpe de comando puso al Ejército, representado por Pedro Eugenio Aramburu, y a la Marina,
representada por Isaac Rojas, a la cabeza de un gobierno, cuyo objetivo medular era eliminar al
peronismo de la vida nacional, apuntando fundamentalmente al movimiento obrero. El decreto
4161 y los fusilamientos de junio de 1956, máxima expresión de la reacción, se combinaron con
la reforma de la constitución (1957) y la implementación de un proyecto económico liberal
ideado por Raúl Prebisch, que buscaba desmontar el modelo peronista y lograr la
“estabilización” económica con el respaldo del FMI. En este marco de violenta persecución,
comenzó la denominada “resistencia peronista”, que se extendió también a numerosos sectores
populares no peronistas. No sin oposición interna, el régimen militar concedió una apertura
electoral que creyó controlar y que dio paso al período de las democracias condicionadas
encabezadas por gobiernos radicales.
Frondizi e Illia (1958-1966)
En 1958 el líder de la Unión Cívica Radical Intransigente, Arturo Frondizi, llegó al gobierno tras
sellar una alianza con Perón. Sin embargo, su política desarrollista, llevada a cabo mediante la
contratación de empresas extranjeras para la extracción de petróleo y la gestión de un crédito
del FMI, condicionado a la implementación de medidas liberales, no tardaron en granjearle la
hostilidad del peronismo. Para hacer frente a las manifestaciones de descontento, el gobierno
puso en marcha el “plan Conintes”, que otorgó al Ejército la facultad de arrestar, detener e
interrogar a gremialistas y opositores. Su política exterior y el triunfo del peronismo en las
elecciones de 1962 precipitaron un nuevo golpe de estado. Procurando salvar la
institucionalidad, asumió el presidente del Senado, el radical José María Guido, cuyo gobierno
estuvo tutelado desde las filas castrenses. Las elecciones presidenciales de 1963, con
proscripción del peronismo, llevaron a la presidencia a Arturo Illia, de la Unión Cívica Radical del
Pueblo. La anulación de los contratos petroleros, la Ley de Medicamentos y un aumento en la
inversión en salud y educación cosecharon hostilidad en el empresariado. El peronismo,
especialmente su base sindical, y la prensa llevaron adelante una fuerte campaña contra el líder
radical, dejando el terreno libre para que, una vez más las Fuerzas Armadas, asestaran un nuevo
golpe a la democracia. El 28 de junio de 1966, Juan Carlos Onganía asumió de facto el mando
del país. Contaba, una vez más, con amplio apoyo político y social.
La “Revolución argentina” (1966-1973)
El general Juan Carlos Onganía aplicó, con apoyo del FMI, un fuerte programa liberal orientado
a satisfacer los intereses de los grandes grupos económicos, al tiempo que, bajo los auspicios de
la Doctrina de la Seguridad Nacional impulsada por Estados Unidos, convirtió la persecución del
peronismo en la del comunismo y de las guerrillas. Implantó una rígida censura, que alcanzó a
toda la prensa y a todas las manifestaciones culturales, incluyendo la intervención de las
universidades y la expulsión de profesores opositores, que derivó en lo que se conoce como la
“fuga de cerebros”. Sin embargo, las movilizaciones estudiantiles, las insurrecciones populares
(como el Cordobazo) y la organización guerrillera debilitaron al gobierno provocando un golpe
interno. En junio de 1970 asumiría Roberto Levingston, de corte nacionalista, que no lograría
contener las protestas populares y la actividad guerrillera. Una segunda manifestación popular
en Córdoba, conocida como el “Viborazo”, dio por tierra con este nuevo gobierno. En marzo de
1971, asumió Alejandro Agustín Lanusse, quien propugnó una política conciliatoria, a través del
GAN (Gran Acuerdo Nacional), permitiendo el regreso de Juan Domingo Perón y convocando a
elecciones nacionales sin proscripciones para el peronismo. En marzo de 1973, el triunfo sería
para los candidatos de esa fuerza, Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima.
Vuelta de Perón (1973-1976)
Entre 1973 y 1976 gobernó nuevamente el peronismo con cuatro presidentes (Cámpora, 1973;
Lastiri, 1973; Perón, 1973-1974; e Isabel Perón 1974-1976), quienes intentaron retomar algunas
de las medidas sociales del primer peronismo, como el impulso de la industria y la acción social,
el mejoramiento de los sueldos y el control de precios. Pero los conflictos internos del
movimiento peronista y la guerrilla, sumados a la crisis económica mundial de 1973,
complicaron la situación, que se agravó aún más con la muerte de Perón en 1974 y la incapacidad
de su sucesora, Isabel Perón, de conducir el país. Esta crisis fue aprovechada para terminar con
el gobierno democrático y dar un nuevo golpe militar, que contó una vez más con un amplio
respaldo civil.
Dictadura (1976-1983)
La dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983 contó con el decisivo respaldo de los
grandes grupos económicos nacionales y el financiamiento permanente de los grandes bancos
internacionales y los organismos internacionales de crédito, como el Banco Mundial y el FMI. El
saldo de su gestión fue el de miles de muertos y desaparecidos, centenares de miles de exiliados,
la derrota del Ejército argentino en Malvinas, la multiplicación de la deuda externa por cinco, la
destrucción de gran parte del aparato productivo nacional y la quiebra y el vaciamiento de la
totalidad de las empresas públicas a causa de la corrupción de sus directivos y de la
implementación de una política económica que beneficiaba a los grupos económicos locales y
extranjeros.
Raúl Alfonsín (1983-1989)
El 10 de diciembre de 1983, después de casi veinte años, el radicalismo volvía al gobierno tras el
triunfo de Raúl Alfonsín. Empujado por la fuerza de los organismos de derechos humanos que
nacían tras la feroz represión militar, el líder radical abrió las puertas a las denuncias y a una
primera investigación sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura,
que se reflejó en el informe de la CONADEP y que permitió que fueran juzgadas las cúpulas
militares en el Juicio a las Juntas. Aunque insuficiente para algunos organismos, la política de
derechos humanos de Alfonsín fue severamente atacada por amplios sectores militares, que
produjeron el movimiento carapintada, los retrocesos hacia las Leyes de Obediencia Debida y
Punto Final, y el último intento guerrillero que culminó en la masacre de La Tablada. Pero lo que
había cambiado sustancialmente eran las bases económicas. Con el creciente poderío de los
grupos financieros y un mecanismo de endeudamiento externo incontrolable, Alfonsín cedió
ante las recetas liberales y no logró reencauzar una economía desindustrializada y anémica. Con
escaso apoyo social, frente a un peronismo conspirativo y con los grupos económicos en contra,
la hiperinflación obligó a Alfonsín a renunciar antes de tiempo. Vendría el tiempo del
“menemato”.
Carlos Menem (1989-1999)
La caída del Muro de Berlín y el fin de la era del mundo bipolar se combinaron con el avance de
Estados Unidos hacia la región latinoamericana, cuya formulación más emblemática en materia
económica fue el Consenso de Washington, una serie de medidas que establecían la aplicación
en América Latina de un proyecto de corte neoliberal. Carlos Menem, el candidato peronista
que accedió a la presidencia en 1989, procedió paradójicamente a implementar este programa,
que se encontraba en las antípodas de su prédica electoral y de los postulados históricos del
peronismo. La privatización de empresas estatales, como YPF, Aerolíneas Argentinas, Entel, Gas
del Estado, entre otras, fue acompañada por una apertura indiscriminada del mercado a los
productos y capitales extranjeros y por una política de “relaciones carnales” con los Estados
Unidos. El proyecto se completó con el Plan de Convertibilidad monetaria impulsado por
Domingo Cavallo y las renegociaciones de la deuda externa, que provocaron una mayor
dependencia y endeudamiento. El modelo suscitó el apoyo de los sectores medios, que
inicialmente se vieron beneficiados por la política monetaria y de importación. Pero pronto
comenzaron a hacerse visibles los efectos devastadores en términos sociales y culturales, con
una explosión de la desocupación y de la pobreza, y con la visibilidad e impunidad de la
corrupción a gran escala. A ello se sumaba una política de “reconciliación” plasmada con los
indultos a las cúpulas militares que implementaron el Terrorismo de Estado y también a las
guerrilleras. El descontento social no se hizo esperar y algunos estallidos populares
(Santiagueñazo y piqueteros en CutralCó y General Mosconi) fueron acompañados por la
convergencia política de amplios sectores en lo que terminaría conformando el crítico y
progresista espacio del FREPASO y la posterior moderada Alianza en 1997, que con Fernando de
la Rúa a la cabeza, pondría fin al gobierno menemista en 1999, pero no al modelo neoliberal
implementado.
GOBIERNOS CONTITUCIONALES DESDE 1853
JUSTO JOSÉ DE URQUIZA (1854 – 1860)
Justo José de Urquiza Nace en Talar de Arroyo Largo, Entre Ríos el 18 de octubre de 1801. Es
asesinado en el Palacio San José, Entre Ríos, el 11 de abril de 1870.
Casado con Dolores Costa.
Presidente de la Confederación Argentina.
Vicepresidente: SALVADOR MARIA DEL CARRIL.
Mandato: 5 de marzo de 1854 al 5 de marzo de 1860.
OBRA DE GOBIERNO:
 Nacionalización de la Universidad de Córdoba y del Colegio Monserrat
 Fundación del Colegio de Concepción del Uruguay.
 Organización de la Justicia Federal.
 Promoción de la Colonización y el Desarrollo Agrícola a través del Fomento a la
Inmigración.
 Establecimiento de la Administración General de Correos Nacionales.
 Establecimiento de aduanas exteriores en Bahía Blanca, Rosario y Paraná.
 Reconocimiento de la Independencia por parte de España.
 Inicio de relaciones con la Santa Sede.
 Firma del Pacto de San José de Flores.
 Creación del Banco Nacional de la Confederación.

SANTIAGO DERQUI (1860 – 1861)


Santiago Rafael Luis Manuel José María Derqui Rodríguez Nace en Córdoba, el 21 de junio de
1809. Fallece en Corrientes, el 5 de septiembre de 1867.
Casado con Modesta García de Cossio.
Presidente de la Confederación Argentina.
Vicepresidente: JUAN ESTEBAN PEDERNERA.
Mandato: 5 de marzo de 1860 al 5 de noviembre de 1861 (renuncia).
OBRA DE GOBIERNO:
 Creación de la Inspección General de Postas y Caminos.
 Convocatoria a Convención Nacional, para aprobar las reformas
constitucionales a la Ley Suprema sancionada en 1853, propiciadas por Buenos
Aires, que no había participado en su redacción. El 1 de octubre de 1860 la
Constitución reformada fue promulgada, y el 21 de octubre jurada por Buenos
Aires.
 Aval para la creación de sucursales del Banco de la Provincia de Buenos Aires en
el interior.
 Cambio del nombre del país, que pasó de "Confederación Argentina" a
"Nación Argentina", aunque en la práctica –dado que se oficializó también ese
nombre– se utilizó el término "República Argentina".

BARTOLOMÉ MITRE (1862 – 1868)


Bartolomé Mitre Martínez Nace en Buenos Aires, el 26 de junio de 1821. Fallece en Buenos
Aires, el 19 de enero de 1906. Casado con Delfina Vedia.
Presidente de la Nación Argentina.
Vicepresidente: MARCOS PAZ.
Mandato: 12 de octubre de 1862 al 12 de octubre de 1868 (Con licencia entre marzo de 1865 y
enero de 1868, con motivo de comandar la Guerra del Paraguay).
OBRA DE GOBIERNO:
 Reforma de la Constitución Nacional en 1866. Sanción de la Ley de Compromiso, fijando
la residencia de las autoridades nacionales en Buenos Aires.
 Nacionalización de la Aduana de Buenos Aires.
 Extensión y unificación de la Enseñanza Secundaria, con la fundación de
colegios nacionales en varias provincias.
 Implementación del Código de Procedimientos en lo Civil y Comercial.
 Inicio de la construcción del Ferrocarril Centra Argentino (de Rosario a Córdoba) y del
Sur.
 Organización de la Suprema Corte de Justicia.
 Reorganización del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
 Encargo a Dalmacio Vélez Sarsfield de la redacción del Código Civil.
 Guerra contra el Paraguay. Creación del Colegio Nacional de Buenos Aires.
 Conexión telegráfica con Rosario y Montevideo.
 Sanción de la Ley de Acefalía.

DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO (1868 – 1874)


Faustino Valentín Quiroga Sarmiento Nace en San Juan, el 15 de febrero de 1811. Fallece en
Asunción, Paraguay, el 11 de septiembre de 1888.
Casado con Benita Martínez Pastoriza. Tras divorciarse, forma pareja con Aurelia Vélez Sarsfield.
Presidente de la Nación Argentina.
Vicepresidente: ADOLFO ALSINA.
Mandato: 12 de octubre de 1868 al 12 de octubre de 1874.
OBRA DE GOBIERNO:
 Remodelación del antiguo Fuerte como Casa de Gobierno.
 Primer Censo Nacional de Población.
 Promulgación de la Ley de Subvenciones, garantizando fondos para crear nuevas
escuelas y comprar materiales de estudio y libros.
 Fomento de la Educación Primaria, incrementándose la población escolar de 30.000
a 110.000 alumnos.
 Presupuesto para continuar la Guerra contra el Paraguay, que finalizará en 1870.
 Fundación de las escuelas normales de Paraná y Tucumán. Creación de la Comisión
Protectora de Bibliotecas Populares.
 Fundación de numerosas colonias y escuelas agrícolas en varias provincias.
 Creación del primer Observatorio Astronómico, de la Oficina Meteorológica y la
Academia Nacional de Ciencias en Córdoba.
 Habilitación del Cementerio de la Chacarita, al desatarse la epidemia de fiebre amarilla.
 Implementación del Código Civil.
 Creación del Boletín Oficial.
 Sanción de la Ley de Ciudadanía.
 Inicio de la construcciones del Ferrocarril Trasandino y ramales en el Litoral.
 Construcción de los puertos de Zárate y San Pedro.
 Fundación del Colegio Militar de la Nación y la Escuela Naval Militar.
 Tratado de límites con el Paraguay.
 Creación del Parque 3 de febrero y los jardines Zoológico y Botánico.
 Aplicación del Sistema Métrico Decimal en las aduanas nacionales.
 Conexión telegráfica de todo el país, Chile y Europa.
 Construcción de la Casa de Correos y Telégrafos.

NICOLÁS AVELLANEDA (1874 – 1880)


Nicolás Remigio Aurelio Avellaneda Nace en Tucumán, el 3 de octubre de 1837. Fallece en alta
mar, el 25 de noviembre de 1885. Casado con Carmen Nóbrega Miguens.
Presidente de la Nación Argentina.
Vicepresidente: MARIANO ACOSTA.
Mandato: 12 de octubre de 1874 al 12 de octubre de 1880.
OBRA DE GOBIERNO:
 Sanción de la Ley de Inmigración y Colonización.
 Creación de la Casa de la Moneda.
 Ley de Aduanas, aumentando el 40% los derechos de importación de los
productos industriales.
 Importante crecimiento de la red ferroviaria.
 Fuerte reducción del gasto público, despidiendo empleados y bajando sus salarios.
 Primera exportación a Europa de cereales y reses ovinas conservadas a 0 grado.
 Fundación del Instituto Geográfico Militar.
 Ley para la ocupación del territorio indígena hasta los ríos Negro y Neuquén, dando
inicio a la llamada Campaña del Desierto.
 Creación de la Gobernación de la Patagonia.
 Sanción de la Ley de Capitalización de la Ciudad de Buenos Aires.
 Inauguración de la Casa de Correos y Telégrafos, comenzada durante el mandato
de Sarmiento; primer edificio público con iluminación a gas.

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