[ CITATION Gom01 \l 10250 ] como premisas fundamentales, desde el punto de vista bacteriológico, las siguientes: 1. Es preciso asociar varios fármacos para prevenir la aparición de resistencias. Toda monoterapia real o encubierta llevará ineludiblemente al fracaso y a la selección de resistencias 2. El tratamiento tiene que ser prolongado para evitar la recidiva, en base a las distintas velocidades de crecimiento de las poblaciones bacilares coexistentes. 3. La mala cumplimentación o el abandono del tratamiento favorece la aparición de resistencias. Los fármacos para el tratamiento de la tuberculosis La pauta de tratamiento recomendada en nuestro país para casos iniciales de TBC pulmonar consiste en la asociación de isoniazida durante los dos primeros meses hasta completar seis meses de tratamiento Esta pauta de tratamiento de seis meses tiene alto poder bactericida y esterilizante Es recomendable el uso de preparados que combinan dosis fijas de H, R y Z y dosis fijas de H y R porque mejoran el cumplimiento terapéutico y evitan la monoterapia. En grupos de población con una alta incidencia de incumplidores (indigentes, alcohólicos, drogo de pendientes, presos) o situaciones con abandonos previos del tratamiento, es recomendable el tratamiento directamente observado. [ CITATION Jua05 \l 10250 ]Tratamiento de la tuberculosis en situaciones especiales El hígado y el riñón, además de sufrir la toxicidad específica del fármaco, pueden potenciarla por deficiencia en su metabolismo o eliminación. En los pacientes con insuficiencia hepática o renal es aconsejable conocer el grado de alteración inicial, que, aunque no se relaciona con el grado de deterioro por el tratamiento, orienta al clínico sobre la reserva funcional del órgano.
CONTROL DEL TRATAMIENTO
El objetivo del seguimiento del tratamiento es controlar el cumplimiento de éste, evaluar su eficacia y detectar lo antes posible los efectos adversos. Estos controles deben incluir:
1. Clínica. Se realizará una anamnesis de la mejoría clínica y de
los potenciales efectos adversos.
2. Orina. Se advertirá a las mujeres fértiles de la interacción de la
rifampicina con los anticonceptivos orales.
3. Analítica. Debe incluir hemograma, recuento y fórmula de
leucocitos, tiempo de tromboplastina parcial, perfil hepático, renal y ácido úrico.
TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN TUBERCULOSA
El tratamiento de la infección ha de realizarse una vez que se haya descartado enfermedad tuberculosa (clínica, radiografía, nunca pendiente de cultivos si se han recogido). Asimismo, el estudio de infección ha de hacerse con vistas a la posibilidad de iniciar tratamiento en los casos en que mejor se ha demostrado su efectividad14. Las personas infectadas que más se beneficiarán del tratamiento de la infección son: a) las que presentan infección reciente (así se consideran los contactos infectados y quienes han presentado una conversión tuberculina en los 2 últimos años); b ) los pacientes con infección por el VIH, y c) las personas con lesiones residuales en la radiografía de tórax que no han recibido tratamiento previo. Adherencia al tratamiento El hecho de que la TB precise todavía de un tratamiento que dura tantos meses favorece que determinados individuos lo abandonen. Este fenómeno, que ya se observó cuando se introdujeron los modernos fármacos antituberculosos, propició que a partir de 1950 se sentaran las bases de los tratamientos directamente observados (TDO). “Cumplimiento del tratamiento” significa que el paciente sigue las prescripciones médicas, mientras que “adherencia” comporta la cooperación activa del paciente, aunque en España ambos términos se equiparan. El objetivo de un programa de control en nuestro medio debería ser alcanzar una adherencia al tratamiento superior al 90%. Para ello es menester, en primer lugar, que el clínico motive al paciente explicándole la importancia de seguir el tratamiento y las recomendaciones habituales41. Se han identificado diversas estrategias para conseguir buenas adherencias que, según el grado de complejidad, son: tratamiento auto administrado con control mensual.
MEDIDAS DE AISLAMIENTO Y PREVENCION
[ CITATION Cag \l 10250 ](1935) Medidas en pacientes tuberculosos El carácter de enfermedad fundamentalmente respiratoria hace que, en el momento actual, la principal medida que permite cortar la cadena epidemiólogo´ g de la enfermedad es el diagnóstico temprano de los pacientes con TB pulmonar o laringe y el aislamiento de los mismos hasta que dejen de ser contagiosos. En este último sentido cobra especial importancia el seguimiento de las medidas de aislamiento respiratorio recomendadas. Estas medidas se basan fundamentalmente en la permanencia de los pacientes en habitaciones individuales de aislamiento, tanto en el hospital como en el domicilio, y el empleo de sistemas de protección individual (mascarillas, respiradores de seguridad Biológica) que eviten la llegada de las micro bacterias en suspensión Procedentes de las secreciones respiratorias del paciente, al Aparato respiratorio de las personas expuestas. BIBLIOGRAFÍA
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