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ALUMNA: TAIPE SANCHEZ JACKELYN NATHALIE

AULA: A2-301

“HACÍA UNA ECONOMÍA VERDE”


Continuando con su labor de preparación para Rio+20, el Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (PNUMA) lanzó un nuevo informe, «Hacia una economía verde: Guía para el
desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza» el cual tiene como meta demostrar que los
objetivos para enverdecer la economía y crear crecimiento económico no son conflictivos entre sí.
PNUMA define economía verde como «aquella que resulta en la mejora del bienestar del ser humano
y la equidad social, al mismo tiempo que reduce significativamente los riesgos ambientales y las
escaseces ecológicas».

El informe argumenta que, si se invierte 2% del PIB mundial anualmente, desde ahora hasta 2050,
en el reverdecimiento de diez sectores claves, el resultado será no solo una economía baja en
carbono y con uso más eficiente de recursos, sino también crecimiento económico en los sectores
como la agricultura, la construcción, la energía, la pesca, la silvicultura, la industria, el turismo, el
transporte, el agua y la gestión de residuos. De acuerdo con simulaciones realizadas para el informe,
dicho crecimiento estaría a la par o más elevado que el previsto con los modelos actuales basados
en una economía marrón. Adicionalmente, el informe demuestra que una economía verde mejora la
taza de empleo y reduce los riesgos relacionados con el cambio climático, la escasez de agua y la
perdida de ecosistemas.

Los diez sectores que el informe identificó como claves para enverdecer la economía mundial son:
agricultura, edificios/construcción, suministro energético, pesca, silvicultura, industria (incluida la
eficiencia energética), turismo, transporte, gestión de residuos y agua.

El informe hace hincapié a que el reverdecimiento de la economía debe ser una prioridad para los
países desarrollados, y aún más para los subdesarrollados dado que tiene el potencial de erradicar
la pobreza, particularmente en los países donde gran parte del PIB depende del capital natural. Para
sustentar su caso, el informe da ejemplos de varios países que han generado grandes sumas de
capital con programas verdes, como Brasil, donde el sector del reciclaje genera dos mil millones de
dólares anuales y evita diez millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero.

El informe también muestra desacuerdo con las subvenciones que patrocinan el uso insostenible de
recursos naturales tales como los que son dirigidos a los combustibles fósiles, los plaguicidas, el
agua y la pesca.

Pavan Sukhdev, el Director de la iniciativa de economía verde del PNUMA, sostuvo en el comunicado
de prensa que «una economía verde no consiste en suprimir el crecimiento y la prosperidad, sino en
vincularlos de nuevo a la riqueza real, en reinvertir en el capital natural en lugar de agotarlo, y en
favorecer a la mayoría en lugar de a una minoría. Se trata de una economía mundial que también
reconoce la responsabilidad intergeneracional de las naciones, que han de entregar a los jóvenes y
a los que aún no han nacido un planeta sano, vivo y productivo.»

Las conclusiones del informe fueron:

 Según las simulaciones realizadas, enverdecer sectores específicos de la economía


generaran, en un plazo de 5-10 años, un nivel de crecimiento del PIB y del PIB per cápita
más elevado que manteniendo el modelo actual;
 Si las inversiones verdes se destinan al capital natural: silvicultura, agricultura, agua dulce y
pesca, el valor añadido en el sector forestal será un 20% superior en 2050 que siguiendo el
modelo actual;
 Invertir en una economía verde ayuda a aliviar la pobreza porque enriquece el capital natural
del cual dependen los más desfavorecidos, especialmente en los países menos
desarrollados;
 Las transiciones a una economía verde generaran nuevos trabajos, particularmente en los
sectores de la agricultura, construcción, energía, silvicultura y transporte. Admisiblemente,
también conllevará a pérdidas de trabajos a corto y mediano plazo en los sectores de empleo
asociados con la economía marrón, pero capacitación y re-educación de la fuerza de trabajo
posiblemente disminuirá dichas perdidas;
 Los subsidios a los sectores de energía, agua, pesca y agricultura desalientan la transición
a programas verdes y son, a largo plazo, más perjudiciales para las economías nacionales
y el bienestar social.
El informe reconoce que hacer la transición hacia una economía verde no será fácil, pero como lo
manifestó Achim Steiner, el Director Ejecutivo del PNUMA y Secretario General Adjunto de las
Naciones Unidas en el preámbulo del informe, es menos disruptivo que vivir en un mundo «en el que
empiezan a escasear el agua potable y las tierras fértiles, con el telón de fondo caracterizado por el
cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos y una creciente carestía de recursos
naturales». Por consecuente, la colaboración de líderes mundiales tanto en el sector público como
en el privado y la sociedad civil es imperativa.

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