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INTEGRANTES:
Marian Lara
Diana Agreda
Oriana castro
Angélica Veliz
Luzmar Núñez
Michele Coppola
Los rayos X:
Los rayos x, son energía electromagnética que no se ve o que nuestros ojos no
pueden observar, y se utilizan como una manera para tomar imágenes internas de
los huesos, tejidos y órganos de nuestro cuerpo, también para ver los órganos y
tejidos. Esta radiación tiene la propiedad de penetrar los cuerpos opacos, los rayos
x son invisibles a nuestros ojos, pero tienen la propiedad de producir imágenes
visibles cuando usamos placas fotográficas o detectores especiales para ello. Es
por medio de esta energía electromagnética, que un doctor determina si los huesos
de una persona están rotos o dañados. Así mismo, los doctores se pueden enterar
de lesiones en los órganos. También se utilizan para ver si las personas tienen algún
tumor o abscesos en el cuerpo.
Descubrimiento
La historia de los rayos X comienza con los experimentos del científico
británico William Crookes, que investigó en el siglo XIX los efectos de ciertos gases
al aplicarles descargas de energía. Estos experimentos se desarrollaban en un tubo
vacío, y electrodos para generar corrientes de alto voltaje. Él lo llamó tubo de
Crookes. Este tubo, al estar cerca de placas fotográficas, generaba en las mismas
algunas imágenes borrosas. Pese al descubrimiento, Nikola Tesla, en 1887,
comenzó a estudiar este efecto creado por medio de los tubos de Crookes. Una de
las consecuencias de su investigación fue advertir a la comunidad científica el
peligro para los organismos biológicos que supone la exposición a estas
radiaciones.
El físico Wilhelm Conrad Röntgen descubrió los rayos X en 1895, mientras
experimentaba con los tubos de Hittorff-Crookes y la bobina de Ruhmkorff para
investigar la fluorescencia violeta que producían los rayos catódicos. Tras cubrir el
tubo con un cartón negro para eliminar la luz visible, observó un débil resplandor
amarillo-verdoso proveniente de una pantalla con una capa de platino-cianuro de
bario, que desaparecía al apagar el tubo. Determinó que los rayos creaban
una radiación muy penetrante, pero invisible, que atravesaba grandes espesores de
papel e incluso metales poco densos. Usó placas fotográficas, para demostrar que
los objetos eran más o menos transparentes a los rayos X dependiendo de su
espesor y realizó la primera radiografía humana, usando la mano de su mujer. Los
llamó "rayos incógnita", o "rayos X" porque no sabía qué eran, solo que eran
generados por los rayos catódicos al chocar contra ciertos materiales. Pese a los
descubrimientos posteriores sobre la naturaleza del fenómeno, se decidió que
conservaran ese nombre.1 En Europa Central y Europa del Este, los rayos se
llaman rayos Röntgen (en alemán: Röntgenstrahlen).
La noticia del descubrimiento de los rayos X se divulgó con mucha rapidez en el
mundo. Röntgen fue objeto de múltiples reconocimientos: el emperador Guillermo II
de Alemania le concedió la Orden de la Corona y fue premiado con la medalla
Rumford de la Real Sociedad de Londres en 1896, con la medalla Barnard de la
Universidad de Columbia y con el premio Nobel de Física en 1901.
Producción de rayos X:
Los rayos X se pueden observar cuando un haz de electrones muy energéticos (del
orden de 1 keV) se desacelera al chocar con un blanco metálico. Según la mecánica
clásica, una carga acelerada emite radiación electromagnética, de este modo, el
choque produce un espectro continuo de rayos X a partir de cierta longitud de onda
mínima dependiente de la energía de los electrones. Este tipo de radiación se
denomina Bremsstrahlung, o ‘radiación de frenado’. Además, los átomos del
material metálico emiten también rayos X monocromáticos, lo que se conoce
como línea de emisión característica del material. Otra fuente de rayos X es
la radiación sincrotrón emitida en aceleradores de partículas. Para la producción de
rayos X en laboratorios, hospitales, etc. se usan los tubos de rayos X, que pueden
ser de dos clases: tubos con filamento o tubos con gas.
El tubo con filamento es un tubo de vidrio al vacío en el cual se encuentran dos
electrodos en sus extremos. El cátodo es un filamento de tungsteno y el ánodo es
un bloque de metal con una línea característica de emisión de la energía deseada.
Los electrones generados en el cátodo son enfocados hacia un punto en el blanco
(que por lo general posee una inclinación de 45°) y los rayos X son generados como
producto de la colisión. El total de la radiación que se consigue equivale al 1% de la
energía emitida; el resto son electrones y energía térmica, por lo cual el ánodo debe
estar refrigerado para evitar el sobrecalentamiento de la estructura. A veces, el
ánodo se monta sobre un motor rotatorio; al girar continuamente el calentamiento
se reparte por toda la superficie del ánodo y se puede operar a mayor potencia. En
este caso el dispositivo se conoce como «ánodo rotatorio». Finalmente, el tubo de
rayos X posee una ventana transparente a los rayos X, elaborada en berilio,
aluminio o mica. El tubo con gas se encuentra a una presión de aproximadamente
0.01 mmHg y es controlada mediante una válvula; posee un cátodo de aluminio
cóncavo, el cual permite enfocar los electrones y un ánodo. Las partículas ionizadas
de nitrógeno y oxígeno, presentes en el tubo, son atraídas hacia el cátodo y ánodo.
Los iones positivos son atraídos hacia el cátodo e inyectan electrones a este.
Posteriormente los electrones son acelerados hacia el ánodo (que contiene al
blanco) a altas energías para luego producir rayos X. El mecanismo de refrigeración
y la ventana son los mismos que se encuentran en el tubo con filamento.
Espectros
Espectro continúo:
El tubo de rayos X está conformado por dos electrodos (cátodo y ánodo), una fuente
de electrones (cátodo caliente) y un blanco. Los electrones se aceleran mediante
una diferencia de potencial entre el cátodo y el ánodo. La radiación es producida
justo en la zona de impacto de los electrones y se emite en todas direcciones.
La energía adquirida por los electrones va a estar determinada por el voltaje
aplicado entre los dos electrodos. Como la velocidad del electrón puede alcanzar
velocidades de hasta debemos considerar efectos relativistas, de tal manera
que,
Los diferentes electrones no chocan con el blanco de igual manera, así que este
puede ceder su energía en una o en varias colisiones, produciendo un espectro
continuo.
La energía del fotón emitido, por conservación de la energía y tomando los
postulados de Planck es: