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Ser humano y hacerse humano en un

mundo de relaciones interpersonales


Cuando Ernesto escuchó hablar de tejido humano, en su clase de Biología, intentó
recordar otro contexto en el que se habló de esa expresión. Quizá porque la palabra fue
más evocadora de lo que hubiera deseado, lo llevó al recuerdo de una serie de sucesos
ocurridos en otra clase.

Había sucedido en la clase de Ética, del grupo B del tercer semestre, en el Bachillerato.
Hubo una discusión sobre la relación con otras personas que tuvo como punto de partida
las palabras libertad y autonomía. El profesor en esa ocasión expresó que tal vez haría
falta una palabra más: heteronomía.

Ernesto había preguntado, dirigiéndose al grupo y al profesor: “Si la libertad y la


autonomía no son algo natural en el ser humano, si no nacemos con ellas, al menos eso
creo, sino que es algo que se logra, ¿puede ser que ambas se conviertan en una forma de
justificar el abuso hacia otras personas? Trataré de explicar: si soy libre y nadie manda
en mí, porque soy autónomo, entonces puedo ser violento con quien no me agrade, sea
la persona que sea”. Una inquietud había empujado a Ernesto a plantear su pregunta: fue
testigo del abuso de Fulgencio, un compañero de su mismo grupo, hacia un estudiante
de primer semestre. Cuando Ernesto intervino, gritando que estaba violentando a su
compañero, esta fue la respuesta que recibió de Fulgencio: “…soy libre y nadie manda
en mí, puedo hacer lo que se me antoje. Y si te metes, también para ti hay”.

La premisa, la pregunta y la consecuencia que se desprendían de lo que había dicho


Ernesto, detonaron la polémica. Fueron levantándose las manos para pedir la palabra, el
profesor organizó el orden de participación.

Para Aleida la libertad es un concepto difícil de manejar, que no puede reducirse al


simple hecho de que alguien diga que es libre, porque para ella ser libre depende de lo
que uno entienda por libertad. Además agregó, hay que tomar en cuenta el lugar donde
se pretende actuar con libertad. Tras esto preguntó: “¿Qué cosas indican que una
persona es libre?, ¿cuál de esas cosas garantizan que nuestra libertad no violente a los
demás? Además, ¿con qué criterios se determina que una persona es autónoma?, ¿y cuál
de esos criterios garantizan que nuestra autonomía no violente a los demás?”.

“Son varias preguntas”, acotó el profesor. E inmediatamente se escucharon otras:

Marcela: “¿Es lo mismo libertad y autonomía?”

Inti: “¿Qué es la libertad? ¿Y qué es la autonomía?”

Zoraida: “¿Y qué es la heteronomía?”

Carmen: “¿Es posible aplicar la palabra libertad a la relación entre individuos y la


palabra autonomía a la relación entre países o entre grupos humanos?”.
Profesor: “Son muchas preguntas. Quizá no podamos responder a todas. Tal vez se
requiera investigar para dar buenas respuestas ya que se trata de cuestiones
interesantes”.

Hilda: “Para usted son preguntas interesantes, para nosotros son preguntas que nos
afectan en nuestra vida. Sólo imagine si Ernesto responde a la violencia de Fulgencio.
Dado que es libre de responder como se le antoje, entonces la violencia hubiera
generado más violencia; pero bueno, parece que Ernesto cree que la libertad es algo más
que solo hacer lo primero que nos dé la gana. Y dado que tenemos varias preguntas y
cada quien tiene posibles respuestas, entonces buscar respuestas en grupo nos hace una
comunidad de investigación. ¿No lo cree, profesor?”.

El profesor se dio cuenta que de no poner orden, la clase se convertiría en una serie de
preguntas que terminarían por dejar de tener relación con la inquietud de Ernesto. Así
que se dirigió a él y le preguntó: “¿Qué razones puedes darnos de que los conceptos
libertad y autonomía pueden servir como medio de justificación de la violencia hacia
otros?”

Aunque Ernestoesperaba la pregunta, ya sabía que en esta clase las preguntas no se


responden sino con otras preguntas. Por ello dudó en dar una respuesta de inmediato. Y
su respuesta pareció explorar el terreno que abría la pregunta del profesor. “No sé si un
hecho sea una razón, pero puedo decir que del hecho de que Fulgencio me respondiera
usando la palabra libertad, me pareció que la usaba para justificar su acción violenta
hacia el compañero de primer semestre”.

Inti:“Por lo que dice Ernesto, el problema con la libertad y la autonomía no es


únicamente conceptual. Lo que quiero decir es que no basta con saber la definición de
estas palabras para creer que actuamos de modo libre y autónomo”.

Zoraida:“Lo mismo ocurre con la palabra heteronomía. Entonces Hilda tiene razón. Las
preguntas sobre lo que afecta nuestra vida no solo son preguntas sobre lo que significan
las palabras, también tienen que ver con nuestras acciones, con lo que hacemos
asumiendo que somos libres”.

Marcela:“Es posible que así sea, pero cuando pregunté por los conceptos pensé que
conocer algo de ellos nos permitiría tener mejores relaciones con las otras personas. Por
ejemplo, en este diccionario se dice que la libertad consiste en elegir responsablemente.
¿Y qué es elegir responsablemente? Quiere decir que alguien sabe que lo que haga
tendrá consecuencias, y de ellas deberá hacerse responsable y, además, prevé estas
consecuencias. Dada esta definición, ¿Fulgencio es libre? Y en el caso de autonomía, el
mismo diccionario dice que consiste en que uno mismo se da la ley y debe obedecerla
porque uno se la ha dado. Pero, ¿alguien puede darse como ley ser violento con otras
personas? No lo creo. Entonces me pregunto: ¿Fulgencio es autónomo?”.

Fidel:“Quizá no sea libre, quizá no sea autónomo, porque ante Ernesto sólo justificó la
violencia hecha contra otro estudiante de bachillerato. A Fulgencio le falta que alguien
se imponga sobre él, algo como la ley que evitaría que se comportara así. Le falta
heteronomía, y este diccionario dice que la heteronomía consiste en aceptar leyes
impuestas por la sociedad, que son las que nos guían para actuar. Por lo visto, la
heteronomía evitaría los Fulgencio que hay acá y allá”.
Octavio:“Eso no es cierto porque la sociedad impone las mismas leyes a diferentes
grupos, que viven una diversidad de circunstancias, que hasta parece que no pertenecen
a la misma sociedad. Si esto es verdad, entonces es posible que alguno de esos grupos
se sientan violentados por esas leyes”.

Hilda:“Octavio, ¿sugieres que Fulgencio ha vivido leyes sociales que lo han violentado
y por eso es violento? ¿Eso no es igual a pensar que las circunstancias deciden nuestro
destino y que nosotros no podemos cambiar las circunstancias para hacer un destino
mejor?”.

“Me parece…”, dijo Alberto con la mano en alto y buscando la aprobación del
profesor,“…que la forma en que vivo, que se compone por el lugar donde nací, y donde
ahora vivo, los libros que leo, los programas de televisión que veo, las redes sociales en
internet donde participo, la escuela a la que asisto, los alimentos que consumo, los
amigos y la familia que tengo, todo ello son mis circunstancias. ¿Cómo cambiar todo
esto? ¿No es éste mi destino en tanto aquí vivo?”.

Inti:“Además, aquí es donde está la fuente de nuestros sentimientos y acciones, porque


es el lugar donde más intimidad y cercanía tenemos con quienes viven con nosotros,
estamos más implicados y de ese modo desarrollamos sentimientos y actuamos con
ellos. Creo que ese es el fin de las relaciones humanas: nos permiten desarrollar
sentimientos y acciones que se fundan en esos sentimientos. Entonces, ¿no hemos
tenido buenas relaciones humanas, buenas relaciones con otras personas y por eso
nuestras relaciones se dan a través de la violencia?, ¿es ésta una razón o una
justificación de las personas violentas, como Fulgencio?”.

Desde la perspectiva del profesor con los comentarios se empezaba a formar un círculo,
donde lo que se inició, que era la inquietud de Ernesto, empezaba a repetirse. Además el
tiempo de la clase estaba por terminar. Así que dirigiéndose a Ernesto, el profesor dijo:
“¿Podrías hacer un resumen, una conclusión, enlazando todo lo que se ha discutido en
esta sesión?”.

Ernesto:“Varios elementos aparecieron en las preguntas hechas por todos. Palabras


como conceptos, leyes sociales, implicación, sentimientos. Escenarios, esto es, las
circunstancias donde actuamos. Y hechos, como nuestras acciones, todas aparecen
relacionadas unas con otras”.

“Como si fuera un tejido de relaciones conceptuales, escenarios y hechos”, dijo el


profesor.

“Sí, como si fuera eso”, dijo Ernesto y continuó. “Si usted tiene razón profesor,
entonces alguien da una buena razón de sus acciones cuando amarra en un tejido de
explicaciones relaciones conceptuales, escenarios y hechos; se trata de una persona que
conoce los conceptos que usa. Los usa para resolver problemas en contextos pertinentes,
además es sensible al contexto y actúa en consecuencia, y lo hace bien. Y alguien, como
Fulgencio, sólo hace una justificación de sus acciones cuando ofrece como elemento
explicativo de su acción uno, y sólo uno, de estos elementos. Este tipo de justificaciones
están hechas con un tipo de razonamiento falaz. Lo más importante es que los conceptos
de la ética adquieren sentido cuando nos dicen algo a nosotros, guían nuestra acción y
nos ofrecen claridad sobre las circunstancias donde actuamos. Además, nos permiten
saber que esa es la mejor acción de un conjunto de acciones posibles”.

Fidel expresó una duda: “Fulgencio está en esta clase, pero decidió abandonar la sesión,
¿eso puede revelar carencia en el manejo de sus emociones? Por su actitud se nota que
no sabe cómo manejar las consecuencias de sus acciones y las evade. Eso es malo, y hay
que recordar que le dijo a Ernesto “también para ti hay”. Eso debe preocuparnos”.

Justo en ese momento sonó el timbre indicando que la clase daba fin. Los estudiantes
miraron consternados al profesor, como sugiriendo el deseo de continuar. El profesor
sólo dijo que la sesión siguiente tomaría como punto de partida la conclusión de Ernesto
y la duda de Fidel.

Pablo Flores del Rosario


Ser humano y hacerse humano en un
mundo de relaciones interpersonales
Ejercicio

Llena la siguiente tabla. El primer cuadro describe acciones y decisiones que están
basadas en la forma como nos relacionamos con la libertad, la autonomía y la
heteronomía. El segundo cuadro contiene tres ítems para clasificar las acciones y
decisiones; si caen en la libertad, si corresponden a la autonomía o bien a la
heteronomía. El tercer cuadro es para que escribas las razones por las que clasificaste
así.

II. Calificación: libertad, III. Razones por las que


I. Acciones
autonomía, heteronomía asignaste esa calificación
1. Soy homosexual, por lo
que debo elegir una pareja
homosexual, tomando en
cuenta el tipo de leyes
civiles que nos rigen
2. Si robo y me sorprenden,
seguro iré a la cárcel
3. Tengo ya una carrera y
puedo mantenerme, por lo
que debo buscar dónde vivir,
la pareja que quiero tener, el
horario que decida para
llegar a donde viva, etc.
4. Para demostrar el amor a
mi pareja le seré fiel
5. Aunque estudie el
bachillerato tecnológico no
seré ingeniero sino poeta
6. Cuando tenga mi auto,
pagaré refrendo y lo
verificaré cada seis meses
7. He venido a decirte que
me gustas
8. Hasta por consumir
comida chatarra pagaré
impuesto
9. Me gustaría no entrar a
esta clase, pero me pueden
reprobar
10. No haré exámenes
parciales, sólo haré el final o
el extraordinario

Discute las siguientes preguntas y elabora criterios que te permitan un buen uso de la
libertad y la autonomía.

Preguntas Criterios
1. ¿En qué circunstancias podemos decir
que somos libres?
2. ¿Por qué en estas circunstancias
podemos decir que somos libres?
3. Si la sociedad nos exige cumplir con las
leyes ¿esto quiere decir que no somos
libres?
4. ¿Por qué, si somos libres, no podemos
hacer lo que se nos antoje?
5. Si la autonomía consiste en darnos
nuestras propias leyes, ¿cómo podemos
saber que son las mejores leyes para
relacionarnos con las otras personas?
6. ¿En qué circunstancias podemos decir
que somos heterónomos?
7. ¿Por qué en estas circunstancias
podemos decir que somos heterónomos?
8. ¿Cuándo y por qué serían necesarias la
libertad, la autonomía y la heteronomía?
9. ¿En qué circunstancias podemosdecir
que somos autónomos?
10. ¿Por qué en estas circunstancias
podemos decir que somos autónomos?

III. Conocimiento de las fuentes de sentimientos y acciones

Muchas son las fuentes de nuestros sentimientos y acciones, pero aquí seguimos la
propuesta de A. Heller. Para esta autora, “sentir significa estar implicado en algo”
(Heller, 1989: 15). Como la misma autora lo plantea, la afirmación parece una
tautología, al menos mientras no sepamos el sentido de “estar implicado en algo”. De
muchos modos sabemos que estamos implicados en algo, como cuando observo el
avance de las nubes en el cielo azul, puedo hacerlo porque pongo atención en ello, me
implico. Lo mismo pasa cuando sólo subrepticiamente veo esas nubes pasar. En el
primer caso la implicación es activa, en el segundo es más bien indirecta. Así que de
muchos modos se da la implicación: positiva, negativa, activa, reactiva, directa,
indirecta. Sea el modo que sea, estar implicado es estar de cuerpo entero o en parte, y
sentir algo, tener sentimientos que nos recorren y nos hacen estar de cuerpo presente o
poner al menos un poco de atención. En este sentido, la fuente de nuestros sentimientos
y acciones está ligado al tipo de relación o implicación que tenemos con otras personas.

Esto es lo que permite a Inti decir: “además aquí es donde está la fuente de nuestros
sentimientos y acciones, porque es el lugar donde más intimidad y cercanía tenemos con
quienes viven con nosotros, estamos más implicados y de ese modo desarrollamos
sentimientos y actuamos con ellos”.

Discute las siguientes preguntas.

1. ¿Para querer a alguien necesitas conocerlo, saber algo de esa persona?


2. ¿Se quiere a las personas porque estamos implicados con ellas o hay que
implicarse para quererlas?
3. ¿Puedes querer a una persona porque no la conoces y tienes ninguna implicación
con ella?
4. ¿Tus amigos lo son porque los conoces o porque los necesitas?
5. ¿Quieres a tu novia(o) porque te has implicado con ella o te has implicado con
ella para llegar a quererla?

Llena la siguiente tabla. En el primer cuadro se enlistan personas, lugares y cosas con
las que tenemos mucha o poca implicación. En el segundo se pide escribas el grado de
implicación con las personas, lugares o cosas. En el tercer cuadro debes escribir el tipo
de sentimientos que generan tales implicaciones y por qué esos sentimientos y no otros.

Grado de implicación
Personas, lugares y cosas Sentimientos que se generan
(mucha, poca, ninguna).
1. Padres
2. Profesores
3. Hermanos
4. Amigos del grupo
5. Amigos desde la infancia
6. Visitantes de Japón
7. Visitantes de una
preparatoria de la UNAM
8. Mi computadora y mi
celular
9. La tarde que vi llover
10. El mar, cuando lo vi por
primera vez

IV. Circunstancias

De modo ciertamente impreciso podemos definir la palabra circunstancia como el lugar


donde nos tocó vivir. En términos de definición, circunstancia es todo los que nos rodea
en tanto nosotros estamos parados. Por esta razón, Alberto puede decir “Me
parece…que la forma en que vivo, que se compone por el lugar donde nací, y donde
vivo ahora, los libros que leo, los programas de televisión que veo, las redes sociales en
internet donde participo, la escuela a la que asisto, los alimentos que consumo, los
amigos y la familia que tengo, todo ello son mis circunstancias…”. El problema con
nuestras circunstancias es saber si deciden nuestra historia o nosotros podemos
delimitarlas para hacer nuestra historia. Para aclarar este problema debemos reparar en
lo que ya había dicho Ortega y Gasset “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a
ella no me salvo yo” (Ortega y Gasset, 2010: 77), y el modo de salvarme es “…buscar
el sentido de lo que nos rodea” (Ortega y Gasset, 2010: 78). En la medida en que se vive
con sentido lo que nos rodea, en esa medida tendemos a cambiarlo. De lo contrario lo
que nos rodea, la circunstancia, termina por hacerse algo natural impidiendo nuestra
salvación y la salvación o cambio de la misma circunstancia. Vivir una vida plena es
vivirla con sentido.

Llena la siguiente tabla. En la columna uno se enuncia varias circunstancias que en


alguna forma vivimos. En el cuadro dos se te pide escribas el sentido que tiene para ti,
lo que te dice, lo que te hace pensar. En el tercer cuadro escribe si puedes cambiar esa
circunstancia y las razones para esto.

¿Cuál es el sentido que


Circunstancia Cambia/no cambia
tiene para mí?
1. Horario de clase
2. El profesor de
matemáticas
3. La violencia en la escuela
4. Mi novia
5. La política en México hoy
6. Mis estudios en el
bachillerato
7. Mis compañeros de clase
8. La clase de ética.
9. Los problema ambientales
de mi entorno
10. Mi futuro

Discute las siguientes preguntas.

1. ¿Qué circunstancias crees que te han favorecido para seguir tus estudios en el
bachillerato?
2. Imagina y responde: ¿qué tipo de circunstancias te favorecerían para seguir tus
estudios?
3. Suponiendo que haya mucha basura en la comunidad donde vives, ¿cómo
cambiarías esa situación?
4. Existe un río en tu comunidad pero está siendo contaminado, ¿qué harías para
cambiar esto?
5. En tu bachillerato hay un grupo de estudiantes muy pesados con sus bromas,
¿cómo cambiarías esta situación?

V. Manejo de las emociones

Suele definirse a las emociones como aquello que nos impulsa hacia algo. Como
impulso puede convertirse en una acción de la que no podemos dar buenas razones.
Fidel hace una observación que muestra un mal manejo de ellas: “Fulgencio está en esta
clase, pero decidió abandonar la sesión, ¿eso puede revelar carencia en el manejo de sus
emociones? Por su actitud se nota que no sabe cómo manejar las consecuencias de sus
acciones y las evade. Eso es malo, y hay que recordar que le dijo a Ernesto “también
para ti hay”. Eso debe preocuparnos”. Un problema que hace que persista el mal manejo
de nuestras emociones, consiste en nuestra negativa a dar razones de las acciones que
claramente se guían por ellas. En su lugar ofrecemos justificaciones. Cuando seguimos
este proceso hacemos un mal manejo de nuestras emociones. Por el contrario, si
pensamos que debemos dar razones de nuestros actos, entonces no los haríamos con el
puro impulso emocional, tendríamos que pensar antes de actuar, tendríamos que prever
consecuencias, y esto implicaría pasar a la razonabilidad de las emociones. Esto es
hacer un buen manejo de ellas.

Discute las siguientes preguntas

1. Si bailas y lo haces porque te gusta, ¿deberás dar razones de ello?


2. Si le pides a alguien que sea tu novia(o) y le haces ver que el mundo será
maravilloso para ambos si acepta, ¿deberás dar razones de ello?
3. Si en la clase de LEOyE te piden el análisis de una obra, ¿das razones o
justificaciones?
4. Si te asaltan y puedes huir y luego te preguntan por qué huiste, ¿ofrecerás
razones o justificaciones?
5. Si repruebas en la clase ética, ¿ofrecerás razones o justificaciones?
Llena la siguiente tabla. En el primer cuadro se habla de acciones o actos de la vida
diaria. El segundo cuadro pide que hagas la elección, si se hace buen o mal manejo de
las emociones. El tercer cuadro pide que des las razones por las que hiciste la elección.

Buen manejo de las


Acciones, actos emociones o mal manejo de Razones de tu elección
ellas
1. Tuve ganas de ofenderte
2. Sólo me salí del salón
3. No quise discutir porque
él se enoja cuando pierde la
discusión
4. Le dije que fuera mi novia
y, como no quiso, la besé
5. Hablábamos pero me hizo
enojar y lo golpeé
6. Me molestó que la clase
no discutió lo que propuse
7. Los amigos que no
quieren seguir tomando son
malos amigos
8. Porque somos amigos
deberás seguirme a donde
vaya
9. Si la clase me aburre, me
salgo aunque repruebe
10. No me interesa discutir
con ustedes las cosas que
hago

Sugerencias de lectura

 Heller, Agnes. (1989). Teoría de los sentimientos, Barcelona, Fontamara.


 Ortega y Gasset, Josè. (2010). Meditaciones del Quijote, Madrid, Cátedra.
 Aristóteles. (1997). Política, Madrid, Centro de Estudios Políticos y
Constitucionales.
 Hobbes, Thomas. (1980). Leviatán. O la materia, forma y poder de una
república eclesiástica y civil, México, FCE.
 Kant, Emmanuel. (2003). Fundamentación de la metafísica de las costumbres,
Madrid, Ediciones Encuentro.
 Hegel, G. F. (1975). Filosofía del derecho, México, UNAM.
Ser humano y hacerse humano en un
mundo de relaciones interpersonales
Guía para facilitar el diálogo y la reflexión a partir del texto “Ser humano y
hacerse humano en un mundo de relaciones interpersonales”.

Ideas principales

I. Finalidades de las interacciones humanas

II. Libertad, heteronomía y autonomía

III. Conocimiento de las fuentes de sentimientos y acciones

IV. Circunstancias

V. Manejo de las emociones

I. Finalidades de las interacciones humanas

Las interacciones humanas tienen varios fines. Por ejemplo, Inti afirma que las
interacciones humanas “nos permiten desarrollar sentimientos y acciones que se fundan
en esos sentimientos”, idea que forma parte de alguna perspectiva de la filosofía
política. Desde la misma Política de Aristóteles ya se definía al ser humano como un ser
comunitario. Por lo tanto, su naturaleza interna solo puede realizarse en este marco,
pues en él se generan intersubjetivamente virtudes que permiten que la naturaleza
humana logre pleno desarrollo. De este modo, las interacciones humanas forman parte
del modo en que se construye el tejido social en ese contexto, es la forma en que la
naturaleza humana lograba su desarrollo, dada su definición como ser de comunidad.

Pero con el desarrollo de novedosas formas de comercio, que exigían nuevos modos de
producción, sobre todo en el Renacimiento, apertura de principados y ciudades
comerciales, aquella concepción de ser humano como ser de comunidad empezó a
perder valor. Dadas estas nuevas formas de comercio y producción, la naturaleza
humana comenzó a pensarse como fundada en el egoísmo. De Maquiavelo a Hobbes la
consideración sobre esta nueva naturaleza humana solo se distinguirá porque para el
último tal naturaleza adquiere el rango de hipótesis científica. En Hobbes no se trata del
simple egoísmo, se trata de la naturaleza humana, donde las relaciones sociales asumen
la característica de una guerra de todos contra todos. Para evitar esta situación propone
su Leviatán, que es el monstruoso estado moderno. A partir de aquí, en el estado
moderno, las interacciones humanas solo reflejan el tipo de leyes que las gobiernan.
Ésta es su función y es lo que permite a Kant introducir el concepto de heteronomía.

Con Hegel creemos que no se puede partir del sujeto aislado, para explicar las
interacciones humanas, sino de lazos éticos, donde ya siempre se mueve el sujeto. De
nuevo aquí las interacciones humanas sirven para construir tejidos de relaciones, aquí
hablamos de un tejido social, lugar donde se asientan los lazos éticos.
Imagina que estás en otro país y se habla una lengua que no es el Español. Ahora trata
de pedir la comida del día. A partir de esto discute:

1. ¿Qué hiciste para que te entendieran?


2. ¿Habría otra forma de hacerte entender?
3. ¿Es necesario esforzarse para ser entendido?
4. ¿Crees que la otra persona se esforzó para lograr entenderte?
5. ¿Siempre nos esforzamos para que nos entiendan, incluso cuando hablamos el
mismo idioma?
6. ¿Sólo puedes entenderte con otras personas a través del lenguaje, oral o escrito?
7. ¿Puedes relacionarte con otra persona sin la necesidad de que te entienda?
8. ¿Qué sientes cuando logras ser entendido?
9. ¿Qué sientes cuando no logras que te entiendan?
10. ¿Por qué es necesario que se nos entienda?

Llena la siguiente tabla. Recuerda que hay dos finalidades de las interacciones humanas.
1) Para no atropellarnos entre nosotros, 2) Para construir un tejido social fundado en la
comunidad.

Elige el tipo que te parece adecuado. En el último cuadro ofrece razones de tu elección.

Interacciones humanas Tipo Razones para ubicarlas así


1. Matrimonio
2. Amistad
3. Vecinos
4. Ciudadanos
5. Trabajadores
6. Estudiantes y profesores
7. La escuela
8. Mi comunidad
9. La clase de ética
10. La clase de
matemáticas

Discute las siguientes preguntas. Recuerda que interactuar no es solo relacionarse con
personas o cosas; es hacer acciones que nos permiten relacionarnos con ellas.

1. ¿Solo los seres humanos interactúan?

2. ¿Habría alguna diferencia entre la manera de interactuar de otros seres vivos y la


manera de interactuar de los humanos?

3. ¿Hay diferentes formas de interactuar entre los seres humanos?


4. ¿Puedes interactuar con personas que no conoces?

5. ¿Puedes interactuar con personas que piensan diferente que tú?

6. Diario pasas y observas una enorme roca sobre la calle, ¿interactúas con ella?,
¿cómo?

7. Cuando tenemos buenas interacciones con otras personas, ¿interactuamos mejor con
otros seres vivos?

8. Cuando tenemos buenas interacciones con otros seres vivos, ¿interactuamos mejor
con otra personas?

9. ¿Qué tomarías en cuenta para decir que hay una “buena interacción” entre las
personas?

10. ¿Qué tomarías en cuenta para decir que hay una “buena interacción” entre las
personas y otros seres vivos?

II. Libertad, autonomía, heteronomía

Una de las propuestas que guían este apartado consiste en sostener la tesis de que es
más importante la forma en que los sujetos usan los conceptos que la definición que
saben de él. Aunque Marcela afirme “…que la libertad consiste en elegir
responsablemente, esto quiere decir, cuando se sabe que lo que se haga tendrá
consecuencias de las que deberá hacerse responsable y además prevé estas
consecuencias”, hay que reconocer que parte de su afirmación la saca del diccionario y
la otra parte está en estrecha relación con la forma en que Marcela usa el concepto de
libertad.

La misma Marcela comenta acerca de la autonomía: “en el caso de la autonomía…es


cuando uno mismo se da la ley y debe obedecerla porque uno se la ha dado. Pero,
¿alguien puede darse como ley ser violento con otras personas? No lo creo…”. Esto es
cierto porque nos damos leyes para alcanzar el equilibrio en nuestras relaciones con
otras personas. Nos damos esas leyes, que nos hacen autónomos, para cuidar de los
demás que es un modo de cuidar de uno mismo.

Fidel parte de un ejemplo para ilustrar cómo usa el concepto de heteronomía: “a


Fulgencio le falta que alguien se imponga sobre él, algo como la ley que evitaría que se
comportara así, le falta heteronomía, y este diccionario dice que la heteronomía consiste
en aceptar leyes impuestas por la sociedad, que son las que nos guían para actuar. Por lo
visto, la heteronomía evitaría los Fulgencio que hay acá y allá”. Se supone que las leyes
nos dan el marco para interactuar del mejor modo posible, pero cuando surgen leyes que
regulan a leyes que ya existen, algo está fallando. Cuando tenemos que hablar de leyes
sobre derechos humanos, derechos de la mujer, etc., lo que falla es que ya no nos vemos
como sujetos de comunidad.

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