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Reseña

Javier Graterol

Carrera Damas, Germán. 1980: Los estudios históricos en Venezuela en Metodología


y estudio de la historia. Caracas: Monte Ávila Editores.

Este artículo fue escrito por Carrera Damas a finales de los años sesenta y como tal

refleja la realidad de los estudios históricos de esa época; si bien muchos de sus

señalamientos mantienen su vigencia indudablemente mucho ha cambiado desde esa

época en los estudios históricos de Venezuela.

Preguntándose si ¿existe una historia de Venezuela? Carrera Damas quería iniciar la

discusión planteando una problemática que suponía fundamental: la relación entre la

historia entendida como "conjunto de hechos históricos", es decir la realidad objetiva

del pasado, y la historia entendida como "conocimiento de hechos". Ésto, algo que

no plantea el viejo historiador venezolano, nos lleva a la discusión muy en boga en

relación con la posibilidad de conocer el objeto que estudiamos. En este caso: los

llamados hechos históricos que el historiador construye son realmente la realidad de

aquel pasado. Creo que para Carrera Damas no hay discusión de que ese conjunto

de hechos constituye esa realidad.

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Luego, propone algunos puntos importantes que develaban los problemas de la

historiografía venezolana. El primero, la temática, existía un tratamiento desigual en

los "aspectos, períodos y puntos" estudiados por los historiadores. La periodificación,

esta basada en "denominaciones circunstanciales", es decir no corresponden a un

análisis estructural que muestre sus rasgos esenciales. Las fuentes, en la tradición de

los estudios históricos venezolanos el uso de fuentes documentales no se le ha dado

la importancia que merecía, lo cual generó vicios que aún hoy son difíciles de erradicar,

Carrera Damas llama la atención sobre ésto y propone el "desarrollo de las fuentes

documentales" lo cual significa para él la clasificación crítica, la depuración metódica y

la preparación de instrumental técnico que permita el manejo de la mayor cantidad de

archivos documentales, así como el uso eficiente de éstos; sin embargo, ya sabemos

que en los últimos años esta situación ha cambiado, aunque no radicalmente. Los

criterios y métodos en los estudios históricos venezolanos se sustituyeron por

"patriotismo" y "narración" lo cual ha generado la llamada "historia patria" que tiene

su razón de ser en una nación que recientemente alcanzó su independencia y posee

una escasa historia nacional; de esta manera, la "historia patria" sirve para justificar ese

proceso, lo cual se ha reflejado en la manera de escribir la historia, fundamentalmente

narrativa y épica, por tanto era necesario en la época que escribe este articulo Carrera

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Damas, así como hoy también el desarrollo de una metodología en los estudios

históricos, que supere la historia patriótica, demasiado subjetiva, apologética o

encerrada en el ditirambo en contra de los "malos" en la historia, etc. Los estudios

regionales han recibido un fuerte apoyo e impulso de los historiadores

contemporáneos, así de cierta forma se ha suavizado lo que Carrera Damas llamó el

"fomento desigual y discontinuo de las provincias históricas" en pro de un centralismo,

concentrado en la historia Caraqueña que no del todo se ha superado.

¿Cómo se ha escrito la historia de Venezuela? pregunta Carrera Damas, algo que sin

lugar ha dudas no ha respondido completamente los historiadores venezolanos.

Nuestro autor, sin embargo, asoma algunos puntos importantes. El primero, muestra

que la historia de Venezuela se ha escrito siempre vinculada a la política y a la búsqueda

de exaltación de los dirigentes de este joven país. En este sentido, la historia se

escrito sobre para exaltar y justificar las acciones de los llamados próceres de la

independencia y luego de los jefes liberales de la Guerra Federal. Esto ha creado una

tradición (explicable por el hecho de que la mayoría de los dirigentes del país, así como

los primeros historiadores estuvieron vinculados a las clases dominantes) en la cual la

participación del pueblo ha sido sistemáticamente olvidada o sencillamente no

considerada; es decir la idea de que la historia la hace los "grandes hombres". El

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"sentimiento antiespañol" nacido de la independencia, como justificación de ese

proceso ha desarrollado una tradición en la cual todo lo que se opone a los "héroes"

es sistemáticamente puesto a un lado y no se considera en los estudios a menos que

sea para atacar. Por otra parte la estrecha relación entre el historiador con el poder

público, ha resultado en la creación de "historia oficial", muy vinculada a lo que se llama

historia patria; esto ha limitado el desarrollo de las investigaciones históricas ya que,

además, el Estado fue durante el siglo XIX casi el único editor de obras históricas y

compilaciones documentales. Esto se institucionalizará con la creación de la

Academia Nacional de la Historia en 1888.

En contrapartida a lo anterior Carrera Damas evalúa como se escribía la historia de

Venezuela a finales de la década del sesenta, totalizando saldos favorables. Señala el

desarrollo de estudios históricos Universitarios y Privados lo cual hacia contrapeso a la

llamada "historia oficial". Para él, el aporte más significativo de estos nuevos centros

de estudios históricos era "la sistematización de los estudios y la formación profesional

del docente en historia". El trabajo de esta nueva corriente se centra en la "revisión

crítica" la cual sólo podía lograrse, dice Carrera Damas, "gracias a la depuración

metodológica y al enriquecimiento filosófico de la labor historiográfica"...

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El problema de la periodificación en la historia de Venezuela es evaluado por Carrera

Damas, ya que aspiraba a favorecer "una mejor comprensión de las observaciones

críticas precedentes, así como de algunos de los problemas estructurales de esa

disciplina en fase incipiente de formación que es la historia de la historiografía"... la cual

realmente el fundará en Venezuela.

Es decir aquí se muestra la preocupación de este insigne historiador por el estudio de

la historiografía, la cual, para él, es fundamental para la evolución de los estudios

históricos (sobre esto se extiende más Alí López en su artículo que también

reseñaremos).

Por último, el autor nos ofrece las "nuevas tareas y nuevas orientaciones" que debe

cumplir el historiador. Esto puede resumirse en una idea: "no llenar lagunas sino

reestructurar" el conocimiento histórico que debemos producir. Esto implica por

supuesto la conciencia clara de la importancia de la historiografía y su estudio. Esto

quiere decir, por una parte la comprensión y evaluación crítica de lo que se ha hecho

hasta ahora, asimismo proponer el camino nuevo que el historiador debe seguir,

basado en una sólida formación metodológica y crítica (es decir científica) que llevaría

a los estudios históricos a una renovación que indudablemente, con ciertas

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limitaciones, hemos visto en los últimos años.

Para terminar, quiero citar a Carrera Damas para con apuntar el camino que el

vislumbró para los estudios históricos, el cual, creo, todavía alumbra el trecho que nos

toca recorrer:

"la nueva historiografía venezolana se enfrenta a un complejo de tareas

de orden propiamente científico, en cuya realización se ve solicitada por

orientaciones que, pese a todo, admiten una reducción aunque sea

parcial a una plataforma común contentiva del mínimo de requerimientos

científicos que saquen la pugna de las diversas concepciones del plano

del enfrentamiento de prejuicios y apriorismos" (p. 202).

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