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ÁMBITOS DE VIOLENCIA A LOS NIÑOS Y NIÑAS

1.- LOS PADRES DE FAMILIA

Las palabras tienen poderes. No me acuerdo bien de quién o cuando escuché


esta afirmación, pero lo que sé es que con el tiempo me fui dando cuenta de que
eso es cierto. Hay palabras que hieren, que lastiman, especialmente si son dichas
muchas veces por los padres o profesores. Los gritos y las explosiones que usan
muchos padres para conseguir disciplina, pueden causar heridas profundas en la
autoestima de los niños.

¿Por qué no se debe insultar a los hijos?

1. Los insultos hacen con que todo lo que quieras decir a tu hijo pierda efecto. Los
niños no te obedecerán si notan que estás enojado.

2. Si insultas con frecuencia a tus hijos, ellos aprenderán que insultar a alguien es
normal. No controlarán su ira y posiblemente te gritarán como gritas a ellos.

3. Cada vez que lanzas un insulto a tus hijos, estarás generando miedo e
inseguridad en ellos.

4. Los gritos e insultos que transmites a tus hijos solo crearán un gran vacío en la
comunicación entre vosotros. ¿Quién desea convivir con alguien que solo grita e
transmite ira?

5. Los insultos, así como los gritos, son un arma de destrucción masiva en la
autoestima de tus hijos. Su autoestima irá menguando con el tiempo y puede que
se convierta en alguien autoritario y agresivo, o bien que se hunda y se encierre
bajo el caparazón del miedo y se convierta en un adulto asustadizo y lleno de
complejos.

2.- EN LAS UNIDADES EDUCATIVAS

La violencia en las unidades educativas es sin lugar a dudas una de las


problemáticas más fundamentales del sistema educativo, cada día existen
denuncias y ser observadores de un variado tipo de hechos en el aula, en la escuela,
como ser: la violencia del maltrato físico, maltrato psicológico, maltrato mixto y en
algunos casos el maltrato sexual.

El problema de la violencia en las unidades educativas suele pasar inadvertido, por


gran parte de la sociedad boliviana, sabemos muy bien que la violencia escolar no
solo se refiere a un grupo de alumnos(as) que se pasan agrediendo a otros, se trata
de violencia entre alumnos, entre profesores, de profesores a alumnos, de alumnos
hacia profesores, de personal administrativo hacia profesores, padres y alumnos y
viceversa, es decir que la violencia tiene un sinfín de redes relaciónales y diferentes
formas de expresión. Esta situación nos debe llamar a un análisis, reflexión y a la
toma de conciencia para un cambio y transformación de nuestro sistema escolar,
porque la conciencia es el motor del ser humano.

En este sentido debemos prevenir y disminuir la violencia en las unidades


educativas del país a través de los siguientes aspectos y objetivos.

• Orientar a mejorar las interrelaciones entre los miembros de la comunidad


educativa.

• Todos estamos llamados a sensibilizar la presencia de la violencia en las unidades


educativas.

• Debemos prevenir las consecuencias nefastas provocadas por la violencia.

• Realizar cursos, seminarios, talleres sobre relaciones humanas a estudiantes,


padres de familia, a maestros y maestras, a toda la comunidad educativa.

• Mejorar las relaciones interpersonales en la familia a través del diálogo y la


comunicación.

• Mi visión es de que todos y todas debemos, practicar y aplicar los valores socio
comunitario y las leyes respectivas del Estado Plurinacional, para vivir bien. Ser
respetuosos, amables y solidarios con nuestro prójimo.
Finalmente quiero manifestar que debemos eliminar la exclusión y discriminación,
buscando siempre el acceso a la equidad e igualdad de oportunidades en el sistema
educativo, y en el mundo en que vivimos.

3.- EN EL ÁMBITO LABORAL

El Convenio 138 ha sido ratificado por 169 países del mundo, incluso por naciones
tan pobres como Liberia, Congo, Zimbawe, Haití o Sierra Leona que han mantenido
la edad mínima en el rango de 14 a 16 años. Respetando este compromiso mundial,
ningún país conocido del mundo, excepto Bolivia, se ha atrevido a bajarlo hasta los
10 años.

El argumento del Gobierno al tomar esta decisión, fue que el trabajo infantil es una
realidad en Bolivia y no podemos ir en su contra, lo que, por analogía, legitimaría
por ejemplo la decisión de flexibilizar y hacer más permisivas las normas que,
sancionan la corrupción o la violencia contra la mujer, ya que estos males están
generalizados y no se los puede erradicar ni disminuir.

Esa vulneración de derechos de los niños, niñas y adolescentes no ha registrado


cambios desde 2012, refleja el informe de más de 160 páginas. Las denuncias
admitidas por la Defensoría del Pueblo por estos casos suman 841, la mitad de ellas
(481) fueron realizadas en el departamento de La Paz.

La mayoría son por vulneración de derechos de la niñez y la adolescencia (279),


seguidas por la vulneración al derecho a la educación (188) y a la integridad
personal (95). Contra los gobiernos municipales son 254 y contra las direcciones
departamentales de educación 243.

La actividad laboral que principalmente tuvo intervención de la Defensoría es la


zafra de caña de azúcar en Bermejo y Riberalta, donde informa que se realizaron
gestiones y actividades para evitar la explotación laboral y el trabajo forzado de
menores. Por ejemplo, se trabajó para que los empleadores garanticen “respeto a
los derechos de adolescentes trabajadores a partir de iniciar procesos jurídicos con
inspectores laborales frente al incumplimiento de pago de salarios” y se generó un
mutuo acuerdo de los empleadores (barraqueros) y los trabajadores (zafreros) para
aprobar un contrato de trabajo en Riberalta.

La violencia hacia niños, niñas y adolescentes existe en todos los espacios y


ámbitos en los que desarrollan sus actividades, especialmente como violencia física
que incluso pone en peligro la continuidad de sus vidas. En esa misma línea es
“significativa” la afectación a los derechos de los jóvenes, plantea el informe, que se
están “convirtiendo en un grupo de alta vulnerabilidad, sobre todo en sus derechos
al trabajo, a la seguridad, a la integridad, ya que muchos de ellos son sometidos a
permanentes y diversas formas de hostigamiento por su forma de vestir y sus
hábitos”.

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