CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO

Al hablar de derecho administrativo, en un primer momento nos viene a la cabeza el concepto

de administración pública, pues de manera general, el derecho administrativo es eso, un
derecho propio y particular de éstas. Otra forma de describir lo que es el derecho
administrativo es la propugnada por ZANOBINI: «el Derecho administrativo es aquella parte del
Derecho público que tiene por objeto la organización, los medios y las formas de la actividad
de las administraciones públicas y las consiguientes relaciones jurídicas entre aquéllas y otros
sujetos»

Las normas administrativas tienen como destinatario a una Administración Pública lo que no
supone que dentro de las administraciones públicas no se usen normas no administrativas. Hay
normas, destinadas a los sujetos jurídicos en general y otras a unos determinados sujetos y
esto es lo que le pasa al Derecho administrativo como Derecho de las Administraciones
Públicas, porque las normas de unos y otros presuponen que en la clase de relaciones que
regulan intervendrán necesariamente esas categorías de sujetos. En este sentido, el Derecho
administrativo es un Derecho estatutario, el Derecho de las administraciones públicas, como lo
ha denominado GARCÍA DE ENTERRÍA.

Según la forma en que una norma administrativa tiene como destinatario una Administración
Pública admite diversas variedades:

 La norma tiene como destinatario único y preferente a la Administración Pública, como

son las normas que regulan la organización administrativa, cuya efectividad y aplicación
no necesita la presencia de otro sujeto.

 Las normas destinadas a ser cumplidas por la Administración, pero su aplicación y

efectividad precisa la presencia de los administrados o ciudadanos; ejemplos de esto lo
vemos en las normas que regulan los contratos administrativos o la expropiación
forzosa, los impuestos o los servicios públicos. Estas normas presuponen siempre una
Administración Pública de por medio, pero también un particular

 Normas en las cuales los destinatarios más directos son los particulares o
administrados, pero que necesitan de la Administración para garantizar su efectividad,
asignándole el papel del juez. A este grupo pertenecen por ejemplo las normas de
regulación de precios o de la libre competencia.

La peculiaridad del derecho administrativo deriva de la naturaleza institucional de la

Administración ya que es un poder público cuya finalidad es servir a los intereses generales
que vienen definidos en un contexto democrático por los valores de la Constitución y son
expresados mediante leyes y su ejecución por los gobiernos al desarrollarlas y ejecutarlas.

Para que los intereses generales puedan ser gestionados, las leyes le dan a la
administración una serie de poderes para que ésta pueda adoptar decisiones unilaterales
vinculantes, pero eso sí, siempre dentro de la ley y de una forma controlada. Tenemos que
tener en cuenta que la administración para garantizar los intereses de los ciudadanos, ha
 de tramitar expedientes donde se “escucharán” a las partes que defiendan determinados
bienes o intereses sociales y económicos.

El derecho administrativo pues, regula un conjunto de garantías y controles sobre sus

propias funciones. Unos controles son internos y otros son externos pero todos son
orientados al interés general.

CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS DE LA ADMINISTRACIÓN

PÚBLICA
La administración pública se trata de una organización muy extensa y complicada dotada
con personalidad jurídica por lo que se trata de un sujeto de derecho y como sujeto de
derecho, puede intervenir en relaciones jurídicas de muy diversa índole, por lo que sería
más sensato hablar de administraciones públicas en plural y no en singular.

La administración es pues una organización pública que forma parte de los poderes
públicos . Según la teoría de la clásica división de poderes, la administración formaría
parte del poder ejecutivo y según dice la Constitución, en sus artículos 97.1 y 103.1 tiene,
al igual que el derecho administrativo, la misión de servir a los intereses generales, y lo
hace aprobando reglamentos, resolviendo conflictos entre particulares mediando o
arbitrando.

Pero la Administración pública también provee a las necesidades cotidianas y generales al

supervisar, controlar y autorizar las actividades privadas y prestando servicios a los
ciudadanos mediante la gestión de infraestructuras públicas, el apoyo a particulares y
empresas para su desarrollo socioeconómico, así como otros fines de interés general.

Muchas veces es la Administración pública la que aporta a entidades privadas, recursos

públicos para la contratación de personal, y de determinados servicios en un ejercicio de
delegación como se pude observar con los servicios sanitarios o la cooperación
internacional por lo que la Administración Pública la vemos también en el campo privado