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Consulta en el texto Historia de la Psicología en la República Dominicana de Carlos

Hernández básico de la asignatura, recursos colgados en plataforma y otras fuentes


bibliográficas.

Se recomienda:
1. Realizar un resumen de los siguientes temas:
a. Salud mental de los aborígenes
b. Manicomio de Santo Domingo
c. Primeras escuelas de psicología en el país
Manicomio de Santo Domingo
Este Centro de Rehabilitación está localizado en el antiguo
Hospital Psiquiátrico Padre Billini. Cuenta con una infraestructura
moderna y acogedora, simulando ser viviendas con habitaciones
para dos personas con baños y galería.

Los equipos y mobiliarios confortables y modernos. Las


habitaciones tienen climatización permanente, paredes, pisos y
techos remozados con terminaciones de primera, puertas de larga
duración y ventanas que garantizan la seguridad de los usuarios.
Cada habitación cuenta de dos camas y baño interior.

La puesta en funcionamiento de este Centro de Rehabilitación se


realiza con la intervención coordinada del Ministerio de Salud,
Ministerio de Deportes, Ministerio de Obras Públicas, Ministerio
de Medio Ambiente, Seguro Nacional de Salud (SeNaSa), Plan
Social de la Presidencia y la Oficina de Ingenieros y Supervisores
de Obras del Estado (OISOE).

Asimismo, la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, Organización


Panamericana de la Salud (OPS), Servicio Nacional de Salud (SNS),
Servicio Metropolitano de Salud, Fundación Cruz Jiminián y el
Patronato de Salud Mental Padre Billini.
El costo total de la obra e inmuebles asciende a RD$106 millones
157 mil 949 con 83 centavos, que incluyen un monto contratado
de RD$87 millones 401 mil 693 con 76 centavos para la obra física.
Mientras, la inversión en mobiliarios y equipamiento es de RD$18
millones 756 mil 256 con 07 centavos. A la fecha se han pagado
cubicaciones por RD$66 millones 388 mil 968 con 72 centavos.
Primeras escuelas de psicología en el país
El primer intento por describir psicológicamente al hombre dominicano
está contenido en el ensayo "La Alimentación y las Razas" del periodista,
cuentista y sociólogo intuitivo dominicano, José Ramón López (1866-1922),
publicado por primera vez en Santiago de Cuba en 1896 (véase López,
1991). La tesis de López se puede resumir en que la pobre salud física del
dominicano, su atrofia intelectual y su incapacidad para ascender a las
formas más elevadas de la vida civilizada, tienen su origen en la mala
alimentación; ésta debilitó al hombre dominicano, le empobreció la fuerza
cerebral y lo hizo perezoso e indolente. Tres son los rasgos principales que,
en opinión de López, la degeneración causada por la deficiente
alimentación ha impreso en el carácter de los campesinos dominicanos: La
imprevisión, la violencia y la doblez. La imprevisión, porque la previsión es
una sucesión de esfuerzos mentales bien dirigidos, de los cuales no es capaz
un espíritu desprovisto de vigor y conocimiento. Sólo quien tiene
conocimiento de causa puede ser previsor, pues a fuerza de razonamiento,
puede ir de lo conocido a lo porvenir. Los degenerados, los escasos de
entendimiento apenas pueden columbrar el presente.

En cuanto a la violencia, ésta es la consecuencia natural de un


entendimiento perezoso e ignorante, para el cual razonar es trabajo recio y
a veces imposible; por ello, en toda contradicción preferirá siempre
aniquilar al contrario antes que desarrollar una complicada argumentación
para convencerle. Finalmente, la doblez como rasgo del carácter del
campesino dominicano, responde, según López, a la inferioridad en que
coloca la degeneración intelectual al que la sufre, respecto a los que gozan
de un entendimiento despejado. Según López, es un homenaje a la
superioridad ajena, un temor constante de salir mal librado en todas sus
relaciones.
Los tres rasgos del carácter señalado generan vicios secundarios. Por
ejemplo, la perezosa imprevisión hace al campesino jugador empedernido,
la violencia le convierte pronto en homicida, y la doblez le cierra el camino
a la prosperidad honrada (López, 1991, pp. 33-38).
Al enfocar la situación del hombre de la ciudad, López señala que la
degeneración en las ciudades, sobre todo en lo psicológico, ha ocurrido a
saltos, a diferencia de la forma gradual en que ha ocurrido en los campos.
En este sentido, agrega:

La gimnasia mental continua de la vida urbana mantiene el cerebro de


manera que es lo último que sucumbe en la ruina del organismo. El cuerpo
se va extenuando de generación en generación y todavía próximo a
inutilizarse derrama en él la inteligencia sus postreros fulgores como los de
la lámpara al quemar las últimas gotas de aceite. La catástrofe sobreviene
de sorpresa. Súbitamente aparecen los desórdenes nerviosos, y los hijos de
hombres de buen juicio, últimos retoños de una raza debilitada, nacen
neuróticos, afligidos de extrañas manías, con propensión tenaz a la locura,
que se desarrolla en el tránsito difícil de la puerilidad a la adolescencia, o
en cuanto violentas emociones conmueven su ánimo. Se podrían citar ya
familias enteras cuyos miembros adolecen de trastornos mentales; y otras
con el sistema nervioso tan quebrantado que carecen de muchas de las
condiciones necesarias para alcanzar o mantener el bienestar, perdidas ya
la iniciativa y la constancia, y tupida la comprensión de manera que no les
permite el entendimiento completo y el dominio de los asuntos que les
interesan. (López, op. cit., p. 39).

Como vía de regeneración, López propone el retorno a una alimentación


abundante, sana, nutritiva, y consumida a intervalos regulares. Según
López, "La raza es buena, tenaz y conserva todavía en embrión las
excelentes condiciones que extingue durante el crecimiento la mala
alimentación. Obsérvese con cuidado a nuestros niños. Tienen inteligencia
sutilísima; son vivaces, fuertes, ágiles. Pero a medida que van
desarrollándose en un medio desfavorable por la escasez de nutrición, esas
bellas cualidades se atenúan o se borran en vez de aquilatarse, y sucede
muchas veces que quien fuera un lince a los ocho años, a los veinte es casi
un topo. ¡Qué espirituales, qué hermosas, qué fuertes serán las
generaciones futuras si se las cría de hoy en adelante con educación griega,
dotándolas de cuerpo vigoroso y bello, para que el alma tenga instrumento
hábil con qué manifestarse en todas formas” (López, 1991, p. 41)!

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