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La lucha contra el delito y el estudio de los delincuentes y del castigo data de la antigüedad.
Filósofos como Sócrates, Platón o Aristóteles ya hablaron sobre este tema, atribuyendo los
delitos a deficiencias físicas o mentales e incluso a la herencia.
A mediados del siglo XIII, Tomás de Aquino intentó también sentar las bases de la filosofía
del derecho penal en su obra Escolástica, y en la Edad Media se realizaron algunos estudios
médicos para investigar crímenes aislados.
Tiene un desarrollo basado en la filosofía de la Ilustración, que considera a todos los hombres
y mujeres como seres libres, iguales y racionales, por lo cual podían actuar responsablemente
como individuos. Por tanto, no considera diferencias entre el individuo que viola la ley y quien
la respeta. El interés del estudio no recae sobre el actor, sino en el acto delictivo o criminal.
Concibe al delito como una creación jurídica y la violación de la norma como un rompimiento
del pacto social.
Postulados de la Escuela Clásica:
Legalidad: solo las leyes pueden decretar las penas de los delitos, es tarea del legislador
definirlas en representación de la sociedad unida por el pacto social.
Jurisdiccional: un tercero (juez) debe juzgar la verdad de los hechos, sin tener que
interpretar las leyes, por lo cual, la ley debe ser clara y conocida por todos.
Proporcionalidad: debe existir proporción directa entre la pena y el delito cometido, y
relacionado al daño realizado.
Prontitud: para que la pena sea útil, debe imponerse lo más cercana posible al tiempo de
la comisión del delito, por lo que el proceso debe ser breve.
Necesidad: No es la crueldad de las penas la que impide la comisión de delitos, el freno
más grande del delito es la inexorabilidad e infalibilidad de la pena.
Es una denominación impropia, creada por Enrique Ferri. En su discurso "Nuevos Horizontes del
Derecho y Procedimiento Penal" (Bolonia 1880). Para encerrar dentro de ella a todos los juristas
anteriores a la Escuela Positiva, y quien califica de fundador de esta E.;- cuela Clásica, al Marqués
César de Beccaria.
Entonces, ¿cómo podemos hablar de la existencia de esta escuela? Ramos responde a este
interrogante, cuando nos dice, en su "Curso de Derecho Penal", que son ellos los que están
encontrando de programa de esta escuela. Que no lo hizo, a través del estudio de sus
tratadistas, y porque todos ellos parten de un concepto central. El "de alcanzar de una manera
jurídica, perfecta la justicia en la represión".
Luego, a pesar de todas las polémicas, a pesar de la falta de unidad y de sus sucesivas
modificaciones a través del tiempo, basados en este principio: "alcanzar de una manera
jurídica perfecta la justicia en la represión", podemos hablar de una escuela clásica y estudiar
una escuela· clásica criminal Y. también, debido a este principio y al programa que se le ha
trazado es que la Escuela Clásica es susceptible de ser dividida en tres fases, división que
apunta Ramos, pero tomada de Enrique Ferri.
1.- Filosófica, que nace con Bee caria y que llega hasta Romagnosi y Carmignani. Faz que
estudia principalmente la Filosofía del Derecho Penal.
2.- Matemática. Que va desde Romagnosi y Carmignani hasta Carrara y Pessina, o sean los
máximos exponentes de la Escuela Clásica. Se tiende. Durante este período, a establecer una
estrecha relación entre delito y pena.
3.- Jurídica, que tiene su expresión moderna en Lucchini. Que dirige la ''Revista Pénale",
siendo su obra capital el Código Italiano de 1889, obra que representa la expresión más alta
de los postulados de esta Escuela.
Considero en número de ocho los postulados esenciales de la Escuda Clásica Criminal, y ellos
son los siguientes:
El Derecho Penal es tutela jurídico ejercida por la sociedad en contra de los enemigos del
orden social y moral. ·
El hombre es un ser libre, consciente e inteligente, por lo tanto responsable de sus actos.
Luego el hombre es sujeto de la ley penal.
El delito es violación de derechos; pero, para que un acto pueda ser considerado como tal
debe estar penado por la ley: "Nulla poena sine lege".
La pena tiene el carácter retributivo. Es castigo y dolor, según expresión de Carnavale. Pero. a
la vez, es medida preventiva para los demás.
La pena debe ser impuesta según el grado de imputabilidad o responsabilidad del delincuente.
Ella no debe ser inhumana y por lo tanto deben abolirse la pena de muerte, el tormento, etc.
La imputabilidad y la responsabilidad penales deben basarse en los conceptos de dolo y
culpa.
2. La Tutela Jurídica como Finalidad del derecho Criminal. Este es un orden compulsivo que tiende
a reforzar la ley moral que no tiene en sí la fuerza de su propio cumplimiento. Existe un orden en
el universo físico, pues “nada hay que no esté regulado en el mundo” (p. 91) y “Dios sometió todo
lo creado a perpetua armonía” (p. 13). Las leyes físicas se cumplen de manera inexorable, no así
las leyes morales que necesitan refuerzo, ya que el hombre tiende a perturbarlas impulsado por
las pasiones. El derecho criminal, que es un orden compulsivo tiene por misión la tutela del
derecho, la defensa de el, y ésta viene indicada por la ley natural: “El derecho de amenazar al
hombre con un mal si ofende injustificadamente a sus semejantes, a fin de disuadir o de ofender, y
el derecho de infringirle este mal cuando haya causado la ofensa, con el objeto de que la amenaza
no se convierta en palabra vana, no es, pues, tampoco un invento del hombre. Se encuentra, por
el contrario, en la ley natural, y la sociedad y la autoridad civil son, en cambio, los medios que la
ley eterna misma preestablece como indispensable para su ordenado ejercicio” (P. 91).
3. El Delito como Ente Jurídico. El delito es la relación de contradicción entre el hecho del hombre
y la Ley que lo prohíbe: “su noción no se deduce ni del hecho material ni de la prohibición de la Ley
, aisladamente considerados, sino del conflicto entre aquél y ésta” (Pág. 50) debe ser estudiado
como fenómeno jurídico y no como ente de hecho: Las causas del delito, la manera de prevenirlo,
el estudio del delincuente, son objetos de estudio de otras disciplinas, pero no son el objeto
propio del derecho penal.-
4. El método Lógico-Deductivo Aplicable al Estudio del Delito. En esta escuela había una gran dosis
de racionalismo reflejado en su manera de proceder: Se establecían principios a priori, axiomas
que no se demostraban, a partir de los cuales se sacaban por vía deductivas con secuencias que se
tenían como verdades independientes del arbitrio humano. Como principios a priori, de los cuales
parte el autor en su obra, podemos mencionar el del delito como ente jurídico y el del libre
albedrío a los cuales nos referiremos más adelante.
6. La Pena como Restablecimiento del Derecho Dañado. La pena es un mal que se aplica al reo
como medida tendiente al restablecimiento del derecho dañado con el delito, no se trata, en
concepto de Carrara, de un mal con fines de expiación vindictiva, como se pregonaba con
frecuencia; tampoco tiene una finalidad de expiación o talional; tampoco tiene una finalidad de
corrección o enmienda del reo, aunque esto pueda venir como efecto colateral: “El fin de la pena
no consiste en que se haga justicia, ni en que el ofendido sea vengado, ni en que sea resarcido el
daño padecido por él, ni en que se atemoricen los ciudadanos, ni en que el delincuente purgue su
delito, ni en que se obtenga su enmienda. Todas estas pueden ser consecuencias necesarias de la
pena, y algunas de ellas pueden ser deseables, pero la pena continuaría siendo un acto
inobjetable, aún cuando faltaran todos estos resultados. El fin primario de la pena es el
restablecimiento del orden externo en la sociedad” (p.68). “Rechazadas las falsas teorías de la
expiación, del terror de la venganza, no puede encontrarse fundamento racional para el derecho
punitivo sino buscándolo en la defensa del derecho, impuesta por la Suprema Ley del orden. El
hecho con el que el hombre procede tranquilamente a despojar a otro hombre de sus derechos,
privándolo de sus haberes o de su libertad, representa la lesión material de un derecho y no puede
conciliarse con la justicia, sino se le deduce de una necesidad impuesta por el derecho, esto es, de
la necesidad que tienen los derechos humanos de que san defendidos contra las pasiones
perversas, de que no pueden dejarse indefensos, so pena de perenne perturbación del orden, y de
que no pueden defenderse sin la amenaza y la irrogación de una pena a los violadores del
Derecho” (p.155).
La aparición del positivismo fue consecuencia del auge alcanzado por las ciencias naturales
en los estudios filosóficos del siglo XIX, y se hizo sentir en todas las disciplinas incluyendo
al derecho, la psiquiatría, la criminología y la psicología.
El positivismo es una postura filosófica que tuvo un impacto y por tanto una influencia
enorme en el campo de lo científico y por supuesto la búsqueda del conocimiento
comprobable y válido también hizo eco, como se señaló anteriormente, en la criminología,
el derecho penal y la política criminal; así lo indica Elbert (2001:50):
El positivismo está estrechamente ligado a la búsqueda metódica sustentada en lo
experimental, rechazando nociones religiosas, morales, apriorísticas o conceptos abstractos,
universales o absolutos, Lo que no fuese demostrable materialmente, por vía de
experimentación reproducible, no podía ser científico. El positivismo se expandió
exitosamente, como un pensamiento progresista, revolucionario, capaz de sacar al mundo
del atraso y del oscurantismo religioso o supersticioso de los siglos precedentes. El hombre
y la ciencia serían artífices de todas las explicaciones y los descubrimientos, capaces de
superar todas las enfermedades, los obstáculos sociales y hasta la propia naturaleza.
1.1.2.1 Orígenes de su denominación
ORÍGENES
La Escuela Positiva tuvo una existencia real, como "un grupo de hombres (médicos,
juristas, sociólogos), que se agrupan en un haz compacto frente a los demás, a otros
intelectuales y a otras ideas. Intelectuales que hacen de Lombroso un jefe y de sus
conocimientos e intuiciones una doctrina". Para Enrico Ferri, "la Escuela Positiva consiste
en lo siguiente: estudiar el delito, primero en su génesis natural, y después en sus efectos
jurídicos, para adaptar jurídicamente a las varias causas que lo producen los diversos
remedios, que por consiguiente serán más eficaces".
En otra parte, el genial italiano agrega: "La Escuela Criminal Positiva no consiste
únicamente, como todavía parecía cómodo creer a muchos críticos, en el estudio
antropológico del criminal, pues constituye una renovación completa, un cambio radical de
método científico en el estudio de la patología social criminal, y de lo que hay de más
eficaz entre los remedios sociales y jurídicos que nos ofrece. La ciencia de los delitos y de
las penas era una exposición doctrinal de silogismos, dados a luz por la fuerza exclusiva de
la fantasía lógica; nuestra escuela ha hecho de ello una ciencia de observación positiva, que,
fundándose en la Antropología, la Psicología y la Estadística Criminal, así como sobre el
Derecho Penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la ciencia sintética que yo mismo la
llamo Sociología Criminal, y así esta ciencia, aplicando el método positivo al estudio del
delito, del delincuente y del medio, no hace otra cosa que llevar a la Ciencia Criminal
Clásica, el soplo vivificador de las últimas e irrefragables conquistas hechas por la ciencia
del hombre y de la sociedad, renovada por las doctrinas evolucionistas."
La Escuela Positiva tuvo como principal medio de difusión en sus orígenes, a la Revista
"Archivi di psichiatria, scienze penali e antropología crimínale", (1880), y el número de
publicaciones de sus seguidores es enorme.
La Escuela Positiva nace como una reacción a los excesos jurídicos de la Escuela Clásica, a
sus excesos formalistas, al abuso de la dogmática, al olvido del hombre delincuente y a su
creencia de haber agotado la problemática jurídico-penal.
La Escuela Positiva ha tenido una vida fecunda y agitada, llena de aciertos y también de
errores (reconocidos muchos por los propios positivistas); con multitudes de partidarios y
también de enemigos, su combatividad ha sido ampliamente reconocida.
REPRESENTANTES DE LA ESCUELA POSITIVA
Por razones de espacio, sólo es posible mencionar a los tres evangelistas del positivismo
criminológico: LOMBROSO, FERRI y GARÓFALO, sin querer esto decir que ahí se agote
la escuela, por el contrario, ellos sólo marcarían el inicio de una corriente que llega con
fuerza
hasta nuestros días.
☺ RAFAEL GARÓFALO (1851-1934), Jurista napolitano, representa la tendencia jurídica
frente al biologismo antropológico lombrosiano y al Sociologismo ferriano, logrando con
esto el equilibrio de la Escuela Positiva.
Su vida compartió los aspectos académico y judicial: desde 1887 ocupó la cátedra de
Derecho Penal en la Universidad de Ñapóles, y en la magistratura escaló rápidamente las
jerarquías hasta llegar a Presidente del Tribunal de Casación.
Sin la participación de Garófalo, la Escuela Positiva no hubiera llegado a ser una verdadera
escuela jurídico-penal, ya que en un principio (tanto en Lombroso como en Ferri) faltó la
elaboración jurídica, que aportaría el maestro de Nápoles desde los orígenes de la escuela,
pues en 1877 publica su "Della mitigazione delle penenci reati di sangue", en que enuncia
algunos principios que serían pilares del positivismo, como: a) Prevención especial además
de prevención general; b) Prevalencia de la especial frente a la general; c) La peligrosidad
del reo como criterio y medida de la represión.
Su obra es abundante, resaltando su "Criminología", denominación que corrió con fortuna,
y en la que explica su teoría.
Además de sus conceptos de peligrosidad y adaptación, resalta el de "delito natural",
exponiendo que: "el elemento de inmoralidad necesaria para que un acto perjudicial se
considere criminal por la opinión pública, es la lesión de aquella parte de sentido moral que
consiste en los sentimientos altruistas fundamentales: la piedad y la probidad. Además, la
lesión ha de ser no en la parte superior y más delicada de estos sentimientos, sino en la
medida media en que son poseídos por una comunidad y que es indispensable para la
adaptación del individuo a la sociedad. Esto es lo que llamaremos crimen o delito natural"
Método Lógico-Abstracto (Propio de las Ciencias Culturales). Método Inductivo (Propio de las
Ciencias Naturales).
Delito, que debe verse como un ente jurídico no como una entelequia de hecho; es una injusticia
que sólo el derecho puede y debe castigar. El delito es un fenómeno natural y social que produce
el hombre y como consecuencia debe ser un fenómeno natural y social.
La pena, es un mal; se debe actuar como un medio de tutela jurídica y debe ser proporcional al
delito, debiendo estar señalada tal pena. La pena, no debe ser un castigo, sino un medio de
defensa social.
Nos interesa sobre todo, señalar que la denominada responsabilidad social fue el
más grande error de Ferri, y que la impuso sobre las concepciones garofalianas. En
la “temibilidad” de Garófalo, que ahora se denomina “estado peligroso” o
“peligrosidad” del delincuente, hubieran encontrado los positivistas base más sólida
para la responsabilidad que, ligando el acto con un proceso psquico-físico, no
hubiese dejado caer la responsabilidad criminal en una concepción meramente
objetiva, tan injusta como difícil de plasmar en las leyes.
1) El Derecho Penal no es autónomo, sino una rama de la Sociología Penal y con este
criterio es que Ferri hace el Código Penal Italiano de 1921.
7) Las penas consideradas como represión del delito son estériles en la lucha contra éste,
no es castigo sino una terapéutica social para regenerar y readaptar al delincuente, y
plantea el reemplazo de las penas con sanciones. Considera esta escuela que la pena es
un medio de defensa social con la cual el grupo reacciona frente a los ataques criminales
de que es objeto. La pena puede ser preventiva aplicada antes que se cometa el delito
ateniéndose al estado de peligrosidad, y éste es el origen de las medidas de seguridad,
una de las grandes creaciones de esta escuela.
http://derecho911.blogspot.com/2013/04/cuales-fueron-las-escuelas-penales.html
Así pues, con la obra de DORADO MONTERO se produce una fusión de la filosofía positivista y
correccionalista, que va inspirar el Derecho tutelar en nuestro país. En este sentido, MONTERO
RIOS, entonces Ministro de Gracia y Justicia, ha sido considerado “el padre del correccionalismo
español”, sin olvidar, no obstante, la importante función que también desempeño Concepción
Arenal.
Premisa general del sistema penal de los correccionalistas era, como advirtió DORADO MONTERO,
su manera de concebir el Derecho, “el cual, no tiene su base, como ordinariamente se piensa, en
el poder, la facultad y la fuerza, sino en la necesidad”. Los principios del correccionalismo
perseguían el siguiente aforismo: “Más vale prevenir que remediar”, y para buscar medios
preventivos se empieza por estudiar las causas del delito, a saber: Una de tipo personal y otras de
tipo social, que generalmente actúan, sobre el individuo desde la infancia, predisponiéndole el
delito. Y como medio preventivo se propugna, en primer lugar, la reeducación del delincuente,
especialmente, cuando por su edad y escaso arraigo de los hábitos criminales es posible aún la
readaptación.
Aunque para DORADO MONTERO, desde una posición desde luego bien intencionada, la nueva
tendencia correccional o tutelar constituía una arrolladora corriente de aire purificador,
señalando, ingenuamente, que “el Derecho penal ha desaparecido con respecto a los niños y a los
jóvenes delincuentes, y se ha convertido en una obra benéfica y humanitaria, en un capítulo, si
quiere de pedagogía, de la psiquiatría y del arte de buen gobierno, juntamente”, lo cierto es que
estos valores, aparentemente impregnados de una base educativa – terapéutica, en realidad, van
a reflejar una respuesta de carácter represivo que, en ocasiones, llegará hacer incluso más grave
que la dispensada a los adultos, al ser, entre otras cosas, las medidas aplicadas de duración
indeterminada.
Como colofón, podemos concluir que la principal aportación del correccionalismo ha sido su
filantropía, mientras que su defecto, principalmente en DORADO MONTERO, ha sido su tendencia
hacia la utopía. Y ello por atender exclusivamente a la prevención especial llegando a olvidarse,
por completo, de la importante cuestión de las garantías procesales, a las que también tiene
derecho el menor, y que tanta atención dedicó, sin embargo, la Escuela Clásica, para DORADO
MONTERO, basta afirmar que al ser la pena un bien para el delincuente no son necesarias las
garantías frente a ella. Como ha señalado al respecto Antón Oneca, “lo que es un bien para el
pensador que vive en la nube de sus abstracciones, es un mal para el reo que lo sufre”.
La terza scuola.
Fue Carnevale quien, en 1891, sentó las bases de esta nueva dirección.
Su doctrina es desenvuelta en el “Diritto criminale”.
Rasgos fundamentales:
Para la Terza Escuela había que realizar una separación clara entre aquellas disciplinas que se
dedicaban a lo empírico de aquellas que se dedicaban a lo jurídico. El delito era considerado
como algo complejo que se componía de dos tipos de factores, los factores internos y los
factores externos. El delincuente se dividía en tres tipos: el delincuente habitual, el
delincuente ocasional y el delincuente anormal.
La Terza Escuela rechazaba por completo todas aquellas clasificaciones realizadas por los
positivistas y el libre albedrío que defendían en la Escuela Clásica. Por ello, para la Terza
Escuela hay que atender al carácter psicológico de los delincuentes para poder estudiar bien la
disciplina de la criminología.
Se dice que los italianos inventaron cuatro veces el Derecho Penal: la primera con el imperio de
Roma, al realizar la gran obra Jurídica; la segunda con Beccaría, al decir al hombre "ve cumple el
derecho"; la tercera con Lombroso, Ferri y Garofalo, al decir al Derecho: "ve y estudia al hombre"; y
la cuarta al tratar de reunior y conciliar los conceptos anteriores para fundar la "Tercera Escuela"
de Derecho Penal. Llamada también "Positivismo crítico"; reúne representantes tan significativos
como Alimena, Carnevale, Vaccaro, Maggi, Puglia, Impallomeni, entre otros.
Emmanuele Carnevale: " una Terza Escuela di Diritto penale en Italia" (1891). Basa la
responsabilidad en la salud, pero para el inimputable es necesario tomar medidas de seguridad.
Considera el delito desde el punto de vista jurídico, pero tomando en cuenta desde luego sus
aportes sociológico y antropológico.
prescinde del libre albedrío pero acepta la responsabilidad moral. Afirma la autonomía del Derecho
Criminal frente al antropo-socialogismo criminológico al exceso tecnicismo jurídico.
Bernandino Alimena, en sus " Note Filosofiche di un criminalista" (1911), busca coordinar los
aciertos de positivistas y clásicos.
Funda la imputabilidad sobre la dirigibilidad; basta que acción sea querida por el sujeto. La
naturaleza de la pena debe la coacción psicológica acompañada del sentimiento de reprobación
moral causada por el delito. Denomina su posición " positivismo crítico, admite la investigación
filosófica en el derecho penal, y niega la posibilidad de que este llegue hacer absorbido por la
sociología.
Afirma la necesidad de Sociología, Estadística, Antropología y psicología para complementar la
dogmática, que por si sola no basta para el examen del fenómeno criminal.
Se vera ahora algunos presupuestos comúnmente aceptados por la Escuela Ecléctica
Italiana:
3- Rechazan las clasificaciones positivistas del delincuente, pero aceptan que existen delincuentes
ocasionales, habituales y anormales. No aceptan el "tipo" criminal.
6- No aceptan ni el determinismo absoluto ni el libre albedrío total. Para ellos deben prescindirse
del fundamento del libre albedrío pero manteniendo la tradicional responsabilidad moral.
9- La naturaleza de la pena radica de la coacción psicológica, por lo tanto imputables son aquellos
con capacidad para sentir la amenaza la pena.
Otro autor que destacó en esta escuela, fue Marc Ancel quien escribió la obra “La nueva defensa
social - un movimiento de política criminal humanística”, cuyo contenido ideológico puede
resumirse en tres puntos:
- Es una nueva actitud ante el delincuente, ya que contempla al delincuente como un miembro
más de la sociedad, y su conducta debe ser analizada y comprendida.
- Había que darle a la política criminal una orientación más humanística. Hay que neutralizar al
delincuente de forma más humana.
Otro autor que destacó dentro de esta escuela, fue Gabriel Tarde (sociólogo, criminólogo y
psicólogo social francés), el cual se mostró contrario a las tesis lombrosianas (corrientes
antropológicas). Según G. Tarde es la sociedad con su propio ejemplo, ya sea bueno o malo, la
responsable de la delincuencia, ya que el individuo imita. Su teoría de la pena, partía de una base
psicológica y sostenía que un comité de expertos debería decidir la responsabilidad y la pena
adecuada.
3- La Defensa Social :
Nace con el fin de salvaguardar la dignidad y la personalidad del delincuente. Se llegó a rehusar la
noción de la pena, hablando de antisocialidad (Gramática), aunque sin dejar de mantener el
principio de responsabilidad. Posteriormente el movimiento de Defensa social, se convirtió en
movimiento de política criminal, que necesariamente incorpora la criminología y la penología.
Actualmente se considera la defensa social como " el conjunto armónico de acciones destinadas a
alcanzar la justicia social" (Otto Marín Gómez)
Actualmente la defensa social se ocupa por un problema más amplio de política criminológica. No
puede reusarse a enfrentar un problema político, pues entonces solo se atenuarían algunas cosas
sin poder emprender reformas profundas. " El sistema solamente acepta, mejoras, modificaciones
si se le dejan sus estructuras internas".
El concepto de Defensa Social" no es nuevo, y fue manejado por los positivistas principalmente
Ferri, que la entendía como la salvaguardia social frente a los actos que son contrarios a las
condiciones de la existencia individual y colectiva.
Aún puede considerarse como precursores a Romagnosi, Bentham Feuerbach, pero es indudable
que su desarrollo como escuela propiamente dicha se debe de a Filippo Gramática y Marc Ancel.
1- La pena no tiene nicamente carácter expiatorio, sino que se interesa también de la protección de
la sociedad.
3- La justicia penal debe tener siempre presente la persona humana, además de las simples
exigencias de la técnica procesal, con el fin de que le tratamiento penal sea siempre humano.
Esta Escuela nace inspirada en la doctrina de los Enciclopedistas del siglo XVIII con Beccaria y tiene su
pontífice en Francisco Carrara. Además se puede contar en sus filas a Romagnosi, Rossi y Pessina. El nombre
se lo debe a Enrico Ferri que lo usa peyorativamente para significar lo caduco y viejo. En esta Escuela hay
varias tendencias, aunque pese a sus diferencias, tienen las siguientes tipicidades.
PRINCIPIOS
1) El delito no es un hecho, sino un ente jurídico, el Derecho crea el tipo y fija la pena. Su esencia consiste en
la infracción de la ley y no sólo en la acción humana.
2) Esta Escuela convierte al delincuente en una enti¬dad abstracta. El libre albedrío es el fundamento de la
res-ponsabilidad, genera la responsabilidad moral, por lo que la persona se halla ligada a las consecuencias de
su acción. El error es que ignora al delincuente como realidad. El delincuente es un hombre normal y solo es
responsable cuando se prueba su libertad de conciencia.
3) Método lógico-abstracto que parte de los principios generales para aplicarlos a los casos concretos.
4) Imputabilidad basada en el libre albedrío, si se suprime el libre albedrío no hay responsabilidad penal y si
se lo limita habrá atenuación.
5) La pena es un mal y un medio de tutela jurídica, es un medio para proteger el ordenamiento jurídico.Tiene
por fin restablecer el orden jurídico. La pena también es concebida como una entidad abstracta, y es un mal
que deriva de la comisión de otro mal.
6) El Derecho Penal ya no es puramente represivo. La tutela no está dirigida contra todos sino contra los
enemigos del orden moral y social. Por esto el Derecho Penal es autónomo.
7) La técnica penal se reduce a la teoría de la proporcionalidad, a la relación perfecta entre delito y pena. De
esto surge las diferencias en¬tre autor, cómplice, encubridor, etc. entre circunstancias agravantes y
atenuantes.
PERIODOS
1) Filosófico.- El período filosófico se inicia con Beccaria, termina con Romagnosi. En él se estudia el
derecho de castigar que se atribuye al Estado. Su principio es el de la legalidad de los delitos y las penas.
2) Matemático.- El período matemático se extiende desde Romagnosi hasta Francisco Carrara, se concibe la
pena que debe corresponder matemáticamente, si es posible, a la gravedad o levedad del delito. Su
característica es la proporcionalidad penal y la retribución jurídica.
3) Jurídico.- El principal representante del período jurídico es Luchini. Aquí se presenta la traslación de los
principios doctrinales al campo de la legislación positiva.
VENTAJAS
b) Crea un principio jurídico-penal la concepción de la legalidad: "No hay delito, no hay pena, sin ley previa".
Con ello elimina la arbitrariedad.
c) Humaniza el Derecho Penal al crear la necesidad de la tipificación de los delitos y las penas suavizándolos
y aplicándoles la proporcionalidad.
DESVENTAJAS
b) Utiliza demasiado el método abstracto, el delito no puede entenderse como una noción abstracta, sino como
el resultado de una conducta en la que influyen varias condiciones psicológicas y sociales.
ESCUELA POSITIVA
Comprende y en consecuencia ordena la vida jurídica de acuerdo a las leyes naturales, biológicas y
sociológicas del individuo y de la sociedad. La característica propia y que distingue a la dirección positivista
de la clásica es que considera primero la perso¬na y luego el hecho delictivo.
FUNDADORES
La Escuela Penal Positiva surge como una reacción al excesivo individualismo, tiene sus bases filosóficas en
el positivismo de Augusto Comte. Podemos decir que nace con Lombroso, Garófalo y Enrique Ferri.
1) Lombroso explica que el delincuente no es un hombre normal, sino un ser que por sus anormalidades
psí¬quicas y físicas representa entre nosotros a los primitivos.
2) Rafael Garófalo, juez, señala que los sentimientos pueden ser fundamentales como el de piedad y el de
probidad y secundarios como ser el patriotismo, la religión, el honor, etc. Cuando ataca la vida o la integridad
corporal, viola el sentimiento de piedad, y cuando desconoce la propiedad, el de probidad.
3) Enrique Ferri, abogado, aplica la Sociología al estudio del Delincuente y del Delito. Explica el delito por
medio del influjo de los factores individuales, físicos y sociales, niega la existencia del libre albedrío.
PRINCIPALES FUNDAMENTOS
2) El delito es un fenómeno natural y social producido por causas de orden biológico, físico y social y se
losuprime no por razón de justicia sino mas bien por la necesidad de la preservación social.
3) El delincuente es todo hombre que lesiona el derecho ajeno y representa un peligro social.
4) La creencia en el libre albedrío, es una ilusión. La voluntad humana está determinada por influjos de orden
físico, psíquico y social.
7) Clasifica a los delincuentes en cinco clases: natos, locos, habituales, pasionales y ocasionales.
VENTAJAS
1) Amplía el campo de acción del Derecho Penal, crea la Criminología, las medidas de seguridad.
4) La defensa del resarcimiento del daño causado por el delito como acción pública
DESVENTAJAS