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Criminología

Unidad I Marco teórico de la criminología

1.1 Antecedentes en el derecho penal, escuelas penales.

La lucha contra el delito y el estudio de los delincuentes y del castigo data de la antigüedad.
Filósofos como Sócrates, Platón o Aristóteles ya hablaron sobre este tema, atribuyendo los
delitos a deficiencias físicas o mentales e incluso a la herencia.
A mediados del siglo XIII, Tomás de Aquino intentó también sentar las bases de la filosofía
del derecho penal en su obra Escolástica, y en la Edad Media se realizaron algunos estudios
médicos para investigar crímenes aislados.

1.1.1. Escuela clásica

Tiene un desarrollo basado en la filosofía de la Ilustración, que considera a todos los hombres
y mujeres como seres libres, iguales y racionales, por lo cual podían actuar responsablemente
como individuos. Por tanto, no considera diferencias entre el individuo que viola la ley y quien
la respeta. El interés del estudio no recae sobre el actor, sino en el acto delictivo o criminal.
Concibe al delito como una creación jurídica y la violación de la norma como un rompimiento
del pacto social.
Postulados de la Escuela Clásica:

 Parte del libre albedrío de los individuos.


 Todo individuo puede tener un comportamiento desviado.
 El centro de la reflexión gira alrededor del acto delictivo.
 Es reactiva ya que no busca investigar las causas de la desviación.
Propone que la proporción de los castigos debe guardar relación directa al perjuicio social del
hecho; esta Escuela estaba en contra de la crueldad de los castigos y, de la arbitrariedad de la
justicia aplicada por los jueces.
Sus postulados, respecto a las penas y el delito, constituyen las bases para el Derecho penal
moderno, derivando los siguientes principios:

 Legalidad: solo las leyes pueden decretar las penas de los delitos, es tarea del legislador
definirlas en representación de la sociedad unida por el pacto social.
 Jurisdiccional: un tercero (juez) debe juzgar la verdad de los hechos, sin tener que
interpretar las leyes, por lo cual, la ley debe ser clara y conocida por todos.
 Proporcionalidad: debe existir proporción directa entre la pena y el delito cometido, y
relacionado al daño realizado.
 Prontitud: para que la pena sea útil, debe imponerse lo más cercana posible al tiempo de
la comisión del delito, por lo que el proceso debe ser breve.
 Necesidad: No es la crueldad de las penas la que impide la comisión de delitos, el freno
más grande del delito es la inexorabilidad e infalibilidad de la pena.

Si bien hoy sabemos que la criminología es un campo de saber


polifacético y complejo no debemos perder de vista que esto no
fue siempre así. En sus inicios, la criminología fue el campo de
estudio de todas aquellas cuestiones relativas al delincuente y al
delito, con su correlato, la pena. Parece ser que las cuestiones
relativas al análisis del por qué el hombre delinque y que debe
entenderse por delito, fueron dos grandes temas o, mejor dicho,
problemas que sirvieron de objeto de estudio a este saber
criminológico. En el presente trabajo se pretende hacer un
análisis de la imagen del delincuente desde el punto de vista de la
criminología tradicional, de la escuela clásica. El motivo de la
elección del tema referente al análisis del delincuente, está dado
por la importancia que el mismo ha tenido dentro del saber
criminológico a lo largo de su desarrollo y por la importancia que
sigue teniendo en la actualidad. Aún en nuestros días se sigue
debatiendo acerca de si el delincuente es o no un sujeto diferente
de aquel que no comete actos delictivos, como así también, se
debate que tratamiento debe darse al mismo para impedir o evitar
la comisión de nuevos actos dañosos para la sociedad. Mas allá
de que la escuela mencionada no ha tratado solamente al
delincuente, sino también al delito, las penas, sus finalidades,
entre otros.
Hacia fines del siglo XVIII, previo a la Revolución francesa,
comienza a desarrollarse en el mundo europeo un proceso que se
dio a conocer con el nombre de ilustración. Este término fue
creado por sus propios escritores, convencidos de que emergían
de siglos de oscuridad e ignorancia a una nueva edad iluminada
por la razón, la ciencia y el respeto a la humanidad. El movimiento
del iluminismo y su filosofía sirvió de origen a la escuela clásica
cuyo postulado fundamental era que los derechos del hombre
tenían que ser protegidos contra la corrupción y los excesos de
las instituciones existentes. Esta escuela para ciertos autores no
era tal en el sentido en el que el vocablo puede ser empleado, es
decir, como conjunto de principios y doctrinas que agrupan a un
conjunto de autores con un mismo pensamiento.

1.1.1.1 Orígenes de su denominación


1. Se opina que la escuela clásica, en realidad, nunca existió como tal. Su
denominación fue impuesta por el positivista Enrico Ferri, llevando el
concepto de clásica una carga despectiva porque su significado tenía que
ver con algo pasado de moda o superado que no estaba a la altura de los
tiempos que corrían. El principal interés de la escuela clásica estuvo
centrado en el estudio del delito. Si bien, también se encarga de analizar al
delincuente (tema central del presente trabajo), los clásicos dan prioridad al
hecho sobre el autor, es decir, priorizan al delito en sí por sobre la persona
del que lo comete. En términos generales, el delito no es considerado un
fenómeno social ni individual, sino un ente jurídico. El delito es una forma,
porque es delito lo que la ley dice que es tal. Este ente jurídico está marcado
por el tiempo y por el espacio, cambiando acorde se cambie de ámbito
temporal o espacial.
2. Otro tema de preocupación de la escuela clásica fue el tratamiento de las
penas aplicables a los delincuentes. Se buscaron diferentes justificaciones y
finalidades a las penas. Por un lado, primó la idea de que la pena era
retribución, un mal a aplicar a quien ha alterado el orden externo de la
sociedad, cuyo fin primario era el restablecimiento de ese orden violado. Por
otro lado, y fundamentalmente con Beccaria, se sostuvo que el fin de la pena
era disuadir al individuo de cometer hechos delictivos. Para él, “...el fin de
las penas no es atormentar y afligir a un ente sensible, ni deshacer un delito
ya cometido (...). El fin, pues, no es otro que impedir al reo causar nuevos
daños a sus ciudadanos y retraer a los demás de la comisión
La Escuela Clásica parte de la concepción del hombre como un ser libre y
racional que es capaz de reflexionar, tomar decisiones y actuar en
consecuencia. En sus decisiones, básicamente realiza un cálculo racional de
las ventajas e inconvenientes que le va a proporcionar su acción, y actúa o
no según prevalezcan unas u otras; en su terminología, “el placer y el dolor”
son los motores de la conducta humana. Cuando alguien se enfrenta a la
posibilidad de cometer un delito, efectúa un cálculo racional de los
beneficios esperados (placer) y los confronta con los perjuicios (dolor) que
cree van a derivarse de la comisión del mismo; si los beneficios son
superiores a los perjuicios tenderá a cometer la conducta delictiva. Esta es
una idea básica del utilitarismo, de acuerdo con la cual, las acciones deben
juzgarse según aumenten o disminuyan la felicidad de los sujetos y más en
general, según contribuyan a la mayor felicidad del mayor número de
personas.

Es una denominación impropia, creada por Enrique Ferri. En su discurso "Nuevos Horizontes del
Derecho y Procedimiento Penal" (Bolonia 1880). Para encerrar dentro de ella a todos los juristas
anteriores a la Escuela Positiva, y quien califica de fundador de esta E.;- cuela Clásica, al Marqués
César de Beccaria.
Entonces, ¿cómo podemos hablar de la existencia de esta escuela? Ramos responde a este
interrogante, cuando nos dice, en su "Curso de Derecho Penal", que son ellos los que están
encontrando de programa de esta escuela. Que no lo hizo, a través del estudio de sus
tratadistas, y porque todos ellos parten de un concepto central. El "de alcanzar de una manera
jurídica, perfecta la justicia en la represión".

Luego, a pesar de todas las polémicas, a pesar de la falta de unidad y de sus sucesivas
modificaciones a través del tiempo, basados en este principio: "alcanzar de una manera
jurídica perfecta la justicia en la represión", podemos hablar de una escuela clásica y estudiar
una escuela· clásica criminal Y. también, debido a este principio y al programa que se le ha
trazado es que la Escuela Clásica es susceptible de ser dividida en tres fases, división que
apunta Ramos, pero tomada de Enrique Ferri.

Fases de la Escuela Clásica Criminal.

Son las siguientes:

1.- Filosófica, que nace con Bee caria y que llega hasta Romagnosi y Carmignani. Faz que
estudia principalmente la Filosofía del Derecho Penal.

2.- Matemática. Que va desde Romagnosi y Carmignani hasta Carrara y Pessina, o sean los
máximos exponentes de la Escuela Clásica. Se tiende. Durante este período, a establecer una
estrecha relación entre delito y pena.

3.- Jurídica, que tiene su expresión moderna en Lucchini. Que dirige la ''Revista Pénale",
siendo su obra capital el Código Italiano de 1889, obra que representa la expresión más alta
de los postulados de esta Escuela.

Postulados esenciales de la Escuela Clásica.

Considero en número de ocho los postulados esenciales de la Escuda Clásica Criminal, y ellos
son los siguientes:

El Derecho Penal es tutela jurídico ejercida por la sociedad en contra de los enemigos del
orden social y moral. ·

El hombre es un ser libre, consciente e inteligente, por lo tanto responsable de sus actos.
Luego el hombre es sujeto de la ley penal.

El delito es un ente jurídico.

El delito es violación de derechos; pero, para que un acto pueda ser considerado como tal
debe estar penado por la ley: "Nulla poena sine lege".

Todos los individuos son iguales ante la ley.

La pena tiene el carácter retributivo. Es castigo y dolor, según expresión de Carnavale. Pero. a
la vez, es medida preventiva para los demás.

La pena debe ser impuesta según el grado de imputabilidad o responsabilidad del delincuente.
Ella no debe ser inhumana y por lo tanto deben abolirse la pena de muerte, el tormento, etc.
La imputabilidad y la responsabilidad penales deben basarse en los conceptos de dolo y
culpa.

1.1.1.2 Etapas doctrinales

Se divide en tres periodos:


1. Periodo Filosófico: En este periodo se estudia el ius puniendi del estado, el
concepto y finalidad de la pena, el fundamento de los delitos, el principio de
legalidad, en este periodo se destacan Cesare Beccaria, Juan Domingo
Romagnosi y Giovanni Carmignani.
2. Periodo Matemático: La pena debe ser proporcional al delito, el daño de la
pena debe ser matemáticamente igual al tipo de delito, sus mayores exponentes
fueron Juan Domingo Romagnosi, Francisco Carrara y Frank Enrique Pessina.
3. Periodo Jurídico: Los principios doctrinales son trasladados a la legislación
positiva, su mayor exponente es Luis Luchinni.

1.1.1.3 Principios fundamentales

1. La Existencia de un Derecho Natural. Los clásicos sostienen un dualismo normativo, a saber, un


orden ideal justo, Universal e intemporalmente válido. Es el orden del derecho natural según el
cual el hombre tiene derechos desde antes de la existencia del legislador; también existe un
derecho positivo que debe respetar el orden ideal: “Del derecho nació la sociedad civil, y no esta
del derecho; del derecho surgieron los legisladores, quienes lo reconocieron y lo proveyeron de
sanciones efectivas, pero de los legisladores no nació el derecho” (p.75). “El derecho debe tener
vida y criterios pre-existentes a los pareceres de los legisladores humanos, criterios infalibles,
constantes e independientes de los caprichos de esos legisladores y de las utilidades ávidamente
codiciadas por ellos” (p.5)

2. La Tutela Jurídica como Finalidad del derecho Criminal. Este es un orden compulsivo que tiende
a reforzar la ley moral que no tiene en sí la fuerza de su propio cumplimiento. Existe un orden en
el universo físico, pues “nada hay que no esté regulado en el mundo” (p. 91) y “Dios sometió todo
lo creado a perpetua armonía” (p. 13). Las leyes físicas se cumplen de manera inexorable, no así
las leyes morales que necesitan refuerzo, ya que el hombre tiende a perturbarlas impulsado por
las pasiones. El derecho criminal, que es un orden compulsivo tiene por misión la tutela del
derecho, la defensa de el, y ésta viene indicada por la ley natural: “El derecho de amenazar al
hombre con un mal si ofende injustificadamente a sus semejantes, a fin de disuadir o de ofender, y
el derecho de infringirle este mal cuando haya causado la ofensa, con el objeto de que la amenaza
no se convierta en palabra vana, no es, pues, tampoco un invento del hombre. Se encuentra, por
el contrario, en la ley natural, y la sociedad y la autoridad civil son, en cambio, los medios que la
ley eterna misma preestablece como indispensable para su ordenado ejercicio” (P. 91).
3. El Delito como Ente Jurídico. El delito es la relación de contradicción entre el hecho del hombre
y la Ley que lo prohíbe: “su noción no se deduce ni del hecho material ni de la prohibición de la Ley
, aisladamente considerados, sino del conflicto entre aquél y ésta” (Pág. 50) debe ser estudiado
como fenómeno jurídico y no como ente de hecho: Las causas del delito, la manera de prevenirlo,
el estudio del delincuente, son objetos de estudio de otras disciplinas, pero no son el objeto
propio del derecho penal.-

4. El método Lógico-Deductivo Aplicable al Estudio del Delito. En esta escuela había una gran dosis
de racionalismo reflejado en su manera de proceder: Se establecían principios a priori, axiomas
que no se demostraban, a partir de los cuales se sacaban por vía deductivas con secuencias que se
tenían como verdades independientes del arbitrio humano. Como principios a priori, de los cuales
parte el autor en su obra, podemos mencionar el del delito como ente jurídico y el del libre
albedrío a los cuales nos referiremos más adelante.

5. La Libertad como Fundamento de la Responsabilidad Penal. La responsabilidad se asienta en el


libre albedrío, el hombre es libre y por serlo es responsable penalmente de sus actos y en la
medida en que lo sea. Si para la configuración del delito es necesario que exista un hecho dañoso,
ya que con el solo pensamiento no se puede dañar el derecho ajeno, es cierto también que ese
mero daño no legitima la punición: El elemento material del delito, siendo necesario, no es
suficiente, pues se necesita que, además, exista una fuerza síquica, una voluntad que obre y esa
voluntad debe ser libre: El grado de libertad con que se actúe determina la medida de la
responsabilidad. Ella puede verse excluida por la edad, por la enfermedad, por la locura, por el
error, por la ignorancia, por la coacción, en fin, por múltiples causas; o puede verse disminuida,
por ejemplo, por las pasiones o las emociones. Y todos estos factores van a influir sobre la
responsabilidad. “suprimida del todo la libertad, no hay lugar a pena. Si el grado de libertad
disminuye, proporcionalmente disminuirá la pena “(p.34). La famosa frase de Carrara de que el
Juez solo puede imputarle responsabilidad a un ciudadano cuando le puede decir tú cometiste el
hecho, la Ley lo prohíbe como delito y tú obraste con voluntad inteligente y libre, permite hablar
de la imputación material o física, de la imputación legal y de la imputación moral y, más aún, nos
permite concluir que los sujetos que no tienen esa libertad, los que no tienen capacidad de
entender y/o determinarse , llamados inimputables no son pasibles de responsabilidad penal, no
son pasibles de pena.

6. La Pena como Restablecimiento del Derecho Dañado. La pena es un mal que se aplica al reo
como medida tendiente al restablecimiento del derecho dañado con el delito, no se trata, en
concepto de Carrara, de un mal con fines de expiación vindictiva, como se pregonaba con
frecuencia; tampoco tiene una finalidad de expiación o talional; tampoco tiene una finalidad de
corrección o enmienda del reo, aunque esto pueda venir como efecto colateral: “El fin de la pena
no consiste en que se haga justicia, ni en que el ofendido sea vengado, ni en que sea resarcido el
daño padecido por él, ni en que se atemoricen los ciudadanos, ni en que el delincuente purgue su
delito, ni en que se obtenga su enmienda. Todas estas pueden ser consecuencias necesarias de la
pena, y algunas de ellas pueden ser deseables, pero la pena continuaría siendo un acto
inobjetable, aún cuando faltaran todos estos resultados. El fin primario de la pena es el
restablecimiento del orden externo en la sociedad” (p.68). “Rechazadas las falsas teorías de la
expiación, del terror de la venganza, no puede encontrarse fundamento racional para el derecho
punitivo sino buscándolo en la defensa del derecho, impuesta por la Suprema Ley del orden. El
hecho con el que el hombre procede tranquilamente a despojar a otro hombre de sus derechos,
privándolo de sus haberes o de su libertad, representa la lesión material de un derecho y no puede
conciliarse con la justicia, sino se le deduce de una necesidad impuesta por el derecho, esto es, de
la necesidad que tienen los derechos humanos de que san defendidos contra las pasiones
perversas, de que no pueden dejarse indefensos, so pena de perenne perturbación del orden, y de
que no pueden defenderse sin la amenaza y la irrogación de una pena a los violadores del
Derecho” (p.155).

7. Valoración y Defensa del Individuo Frente al Estado. La Escuela Clásica es hereditaria de la


ilustración que se caracteriza por su lucha contra la pena de muerte, contra la tortura y por la
humanización de las penas; por su afán de hacer respetar al individuo frente al poderío del Estado
y de controlar el ejercicio de su función punitiva. Por ello, políticamente, la Escuela Clásica se
caracteriza por la defensa del individuo frente al poder del Estado y el afán garantista de sus
postulados.

1.1.2 Escuela positiva.

La aparición del positivismo fue consecuencia del auge alcanzado por las ciencias naturales
en los estudios filosóficos del siglo XIX, y se hizo sentir en todas las disciplinas incluyendo
al derecho, la psiquiatría, la criminología y la psicología.
El positivismo es una postura filosófica que tuvo un impacto y por tanto una influencia
enorme en el campo de lo científico y por supuesto la búsqueda del conocimiento
comprobable y válido también hizo eco, como se señaló anteriormente, en la criminología,
el derecho penal y la política criminal; así lo indica Elbert (2001:50):
El positivismo está estrechamente ligado a la búsqueda metódica sustentada en lo
experimental, rechazando nociones religiosas, morales, apriorísticas o conceptos abstractos,
universales o absolutos, Lo que no fuese demostrable materialmente, por vía de
experimentación reproducible, no podía ser científico. El positivismo se expandió
exitosamente, como un pensamiento progresista, revolucionario, capaz de sacar al mundo
del atraso y del oscurantismo religioso o supersticioso de los siglos precedentes. El hombre
y la ciencia serían artífices de todas las explicaciones y los descubrimientos, capaces de
superar todas las enfermedades, los obstáculos sociales y hasta la propia naturaleza.
1.1.2.1 Orígenes de su denominación

 ORÍGENES
La Escuela Positiva tuvo una existencia real, como "un grupo de hombres (médicos,
juristas, sociólogos), que se agrupan en un haz compacto frente a los demás, a otros
intelectuales y a otras ideas. Intelectuales que hacen de Lombroso un jefe y de sus
conocimientos e intuiciones una doctrina". Para Enrico Ferri, "la Escuela Positiva consiste
en lo siguiente: estudiar el delito, primero en su génesis natural, y después en sus efectos
jurídicos, para adaptar jurídicamente a las varias causas que lo producen los diversos
remedios, que por consiguiente serán más eficaces".
En otra parte, el genial italiano agrega: "La Escuela Criminal Positiva no consiste
únicamente, como todavía parecía cómodo creer a muchos críticos, en el estudio
antropológico del criminal, pues constituye una renovación completa, un cambio radical de
método científico en el estudio de la patología social criminal, y de lo que hay de más
eficaz entre los remedios sociales y jurídicos que nos ofrece. La ciencia de los delitos y de
las penas era una exposición doctrinal de silogismos, dados a luz por la fuerza exclusiva de
la fantasía lógica; nuestra escuela ha hecho de ello una ciencia de observación positiva, que,
fundándose en la Antropología, la Psicología y la Estadística Criminal, así como sobre el
Derecho Penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la ciencia sintética que yo mismo la
llamo Sociología Criminal, y así esta ciencia, aplicando el método positivo al estudio del
delito, del delincuente y del medio, no hace otra cosa que llevar a la Ciencia Criminal
Clásica, el soplo vivificador de las últimas e irrefragables conquistas hechas por la ciencia
del hombre y de la sociedad, renovada por las doctrinas evolucionistas."

La Escuela Positiva tuvo como principal medio de difusión en sus orígenes, a la Revista
"Archivi di psichiatria, scienze penali e antropología crimínale", (1880), y el número de
publicaciones de sus seguidores es enorme.
La Escuela Positiva nace como una reacción a los excesos jurídicos de la Escuela Clásica, a
sus excesos formalistas, al abuso de la dogmática, al olvido del hombre delincuente y a su
creencia de haber agotado la problemática jurídico-penal.
La Escuela Positiva ha tenido una vida fecunda y agitada, llena de aciertos y también de
errores (reconocidos muchos por los propios positivistas); con multitudes de partidarios y
también de enemigos, su combatividad ha sido ampliamente reconocida.
 REPRESENTANTES DE LA ESCUELA POSITIVA
Por razones de espacio, sólo es posible mencionar a los tres evangelistas del positivismo
criminológico: LOMBROSO, FERRI y GARÓFALO, sin querer esto decir que ahí se agote
la escuela, por el contrario, ellos sólo marcarían el inicio de una corriente que llega con
fuerza
hasta nuestros días.
☺ RAFAEL GARÓFALO (1851-1934), Jurista napolitano, representa la tendencia jurídica
frente al biologismo antropológico lombrosiano y al Sociologismo ferriano, logrando con
esto el equilibrio de la Escuela Positiva.
Su vida compartió los aspectos académico y judicial: desde 1887 ocupó la cátedra de
Derecho Penal en la Universidad de Ñapóles, y en la magistratura escaló rápidamente las
jerarquías hasta llegar a Presidente del Tribunal de Casación.
Sin la participación de Garófalo, la Escuela Positiva no hubiera llegado a ser una verdadera
escuela jurídico-penal, ya que en un principio (tanto en Lombroso como en Ferri) faltó la
elaboración jurídica, que aportaría el maestro de Nápoles desde los orígenes de la escuela,
pues en 1877 publica su "Della mitigazione delle penenci reati di sangue", en que enuncia
algunos principios que serían pilares del positivismo, como: a) Prevención especial además
de prevención general; b) Prevalencia de la especial frente a la general; c) La peligrosidad
del reo como criterio y medida de la represión.
Su obra es abundante, resaltando su "Criminología", denominación que corrió con fortuna,
y en la que explica su teoría.
Además de sus conceptos de peligrosidad y adaptación, resalta el de "delito natural",
exponiendo que: "el elemento de inmoralidad necesaria para que un acto perjudicial se
considere criminal por la opinión pública, es la lesión de aquella parte de sentido moral que
consiste en los sentimientos altruistas fundamentales: la piedad y la probidad. Además, la
lesión ha de ser no en la parte superior y más delicada de estos sentimientos, sino en la
medida media en que son poseídos por una comunidad y que es indispensable para la
adaptación del individuo a la sociedad. Esto es lo que llamaremos crimen o delito natural"

1.1.2.2 Etapas doctrinales

"La escuela criminal positiva no consiste únicamente, en el estudio antropológico del


criminal, pues constituye una renovación completa, un cambio radical de método científico
en el estudio de la patología social criminal, y de los que hay de más eficaz entre los
remedios sociales y jurídico que nos ofrece. la ciencia de los delitos y de las penas era una
exposición doctrinal de silogismos, dados a luz por la fuerza exclusiva de la fantasía lógica;
nuestra escuela ha hecho de ello una ciencia de observación positiva, que, fundándose en la
antropología, la psicología y la estadística criminal, y así de como el derecho penal y los
estudios penitenciarios, llega ha ser la ciencia sintética que yo mismo la llamo sociología
criminal, y así esta ciencia, aplicando el método positivo al estudio del delito, del
delincuente y del medio, no hace otra cosa que llevar a la ciencia criminal clásica el soplo
vivificador de las ultimas e irrefragables conquistas hechas por la ciencia del hombre y de
la sociedad, renovada por las doctrinas evolucionistas ".

Método Lógico-Abstracto (Propio de las Ciencias Culturales). Método Inductivo (Propio de las
Ciencias Naturales).

Imputabilidad, que debe basarse en el libre albedrío y la culpabilidad moral. Responsabilidad


social, que es en sí la negación del libre albedrío y basa la responsabilidad en hechos objetivos.

Delito, que debe verse como un ente jurídico no como una entelequia de hecho; es una injusticia
que sólo el derecho puede y debe castigar. El delito es un fenómeno natural y social que produce
el hombre y como consecuencia debe ser un fenómeno natural y social.
La pena, es un mal; se debe actuar como un medio de tutela jurídica y debe ser proporcional al
delito, debiendo estar señalada tal pena. La pena, no debe ser un castigo, sino un medio de
defensa social.

El positivismo está caracterizado por estos principios enteramente


opuestos a los que distinguían a los clásicos:

• método experimental: si el delincuente es un hombre y a él hay que


atender, y el delito un producto de factores, para su estudio y para el
hallazgo de remedios puede y debe utilizarse ese método y no el
lógico-abstracto.

• responsabilidad social, derivada del determinismo y temibilidad del


delincuente. Ferri dedicó su tesis doctoral a l anegación del libre
albedrío, y como determinista tuvo que basar la responsabilidad en
un hecho meramente objetivo: vivir en sociedad. Antes, por Garófalo
y luego por positivistas disidentes, se ha intentado fundar la
responsabilidad enel estado peligroso del delincuente.

• el delito, para los positivistas, es un fenómeno natural y social


producido por el hombre.

• la pena no debe ser un castigo, sino un medio de defensa social.

Nos interesa sobre todo, señalar que la denominada responsabilidad social fue el
más grande error de Ferri, y que la impuso sobre las concepciones garofalianas. En
la “temibilidad” de Garófalo, que ahora se denomina “estado peligroso” o
“peligrosidad” del delincuente, hubieran encontrado los positivistas base más sólida
para la responsabilidad que, ligando el acto con un proceso psquico-físico, no
hubiese dejado caer la responsabilidad criminal en una concepción meramente
objetiva, tan injusta como difícil de plasmar en las leyes.

1.1.2.3 Principios fundamentales

Los principios fundamentales de la Escuela Positiva son:

1) El Derecho Penal no es autónomo, sino una rama de la Sociología Penal y con este
criterio es que Ferri hace el Código Penal Italiano de 1921.

2) El delito es un fenómeno natural y social producido por causas de orden biológico,


físico y social y existe independientemente de las normas, pues se caracteriza por ser una
realidad del hombre y no una creación de la ley, vulnera la seguridad social, su gravedad
deriva de la peligrosidad que representa, se lo combate y suprime no por razón de justicia
sino mas bien por la necesidad de la preservación social.
3) El delincuente es una realidad concreta, es todo hombre que lesiona el derecho ajeno y
representa un peligro social.

4) La creencia en el libre albedrío, de la libertad humana, es una ilusión. La voluntad


humana está determinada por influjos de orden físico, psíquico y social.

5) Como concepción determinista, funda la responsabilidad penal sobre la responsabilidad


social y no sobre la imputabilidad moral; el hombre es responsable por el hecho de vivir
en sociedad, que junto a la peligrosidad", funda la responsabilidad penal.

6) En el campo de la técnica penal rechaza la proporcionalidad de la Escuela Clásica y se


atiene a la personalidad del delincuente y a su grado de peligrosidad. La técnica se funda
en defender a la sociedad de un individuo socialmente peligroso.

7) Las penas consideradas como represión del delito son estériles en la lucha contra éste,
no es castigo sino una terapéutica social para regenerar y readaptar al delincuente, y
plantea el reemplazo de las penas con sanciones. Considera esta escuela que la pena es
un medio de defensa social con la cual el grupo reacciona frente a los ataques criminales
de que es objeto. La pena puede ser preventiva aplicada antes que se cometa el delito
ateniéndose al estado de peligrosidad, y éste es el origen de las medidas de seguridad,
una de las grandes creaciones de esta escuela.

8) Clasifica a los delincuentes en cinco clases: natos, locos, habituales, pasionales y


ocasionales.

http://derecho911.blogspot.com/2013/04/cuales-fueron-las-escuelas-penales.html

1.1.3 ESCUELAS INTERMEDIAS

Como decíamos anteriormente en la antigüedad se pensaba que el delito, se le atribuían a los


defectos físicos y mentales y que era l producto de los rasgos hereditarios. Pero no hay de que
preocuparse puesto que tales afirmaciones hoy en día no son tomadas como positivas sino más
bien son rechazadas. Llegada a esta conclusión por que el delito se aprende y no se
hereda. Las explicaciones sociológicas son las que se oponen a la creencia del delito
hereditario.
La criminología es una ciencia muy nueva y de la cual podemos ver que se basa en dos áreas de
búsquedas, que son distintas pero están relacionadas entre si, la primera esta el estudio de
la naturaleza del delito dentro de la sociedad y la segunda es el estudio de los delincuentes
desde un punto de vista psicológico. Ambas de estas teorías son más descriptivas que
analíticas.
Los eruditos de la materia estudian el comportamiento humano desde una perspectiva clínica y
sino desde una perspectiva legalistica por esa razón es una ciencia que no es exacta.
La ley utilizando estas perspectiva llegan a la conclusiones que conductas son criminales y
cuales no, de allí es que los científicos tratan de formular sus razones de porque ciertas
personas violan la ley.
Se ha llegado ha comparar el estudio de un delito con el de la moda o hasta con algo mucho
mas siniestro como por ejemplo el poder económico. Pero hay que tener en cuenta que
dependiendo de los diferentes comportamientos, así serán las diferentes causas del delito.
En Hispanoamérica, podemos mencionar como un gran criminólogo a JOSE INGENIEROS,
puesto que fue el primero en Hispanoamérica.
Para una mejor comprensión de la criminología entraremos al estudio de las escuelas jurídico
penales, puesto que los conceptos puramente jurídicos van entrelazados con los criminologicos
y de allí se parte del análisis de los problemas normativos.
El rápido desarrollo de las escuelas jurídico penales en el siglo XX, se debió a las continuas
confrontaciones, algunas de violencia, de las diversas escuelas jurídico penales.

1.1.3.1 LA ESCUELA CORRECCIONALISTA

Teoría Correccionalista y la Escuela Española.

Sus precursores fueron Krause, Roeder y Montero. Su posición es similar


a la del positivismo, por lo cual no puede ser situada entre las llamadas
escuelas intermedias.

Su base es la sociología, dirigiendo su atención al delincuente y la pena.


El delito es una concepción artificial que responde a los intereses
perseguidos por el ordenador del Derecho. Como consecuencia de esto,
el delincuente es considerado como aquel al cual no le fueron enseñadas
las nociones convencionales que crean el delito, y por esto demuestran
ser incapaces para regir racionalmente su conducta, por lo que necesita
ser sacado del estado de inferioridad en que se encuentran frente a los
demás componentes del grupo en que viven. Por esto los
correccionalistas afirman que el delincuente tiene derecho a la apena
que constituye un tratamiento destinado a enseñarle aquello que no
sabe y es la causa de su incapacidad de conducta. No es castigo lo que
el delincuente se merece sino cuidados y remedios. El Derecho penal es
el derecho protector de los criminales.

Destaca ALAMILLO que la escuela correccionalista de Roeder y la positiva italiana se funden en El


derecho protector de los criminales de DORADO MONTERO. En esta misma línea, señala
LANDROVE DIAZ que el correccionalismo de DORADO MONTERO es ecléctico, en el sentido de que
en él se percibe una influencia positivista, adquirida en su periodo de formación en Italia, pero de
marcado signo crítico. Pero ha sido el propio DORADO MONTERO quien mejor ha declarado esa
unión de principios correccionales y positivistas, al considerar que el Derecho penal ha de ser
resuelto de la fusión del espíritu de la escuela correccionalista con la observación experimental
que aporta la escuela positiva.

Así pues, con la obra de DORADO MONTERO se produce una fusión de la filosofía positivista y
correccionalista, que va inspirar el Derecho tutelar en nuestro país. En este sentido, MONTERO
RIOS, entonces Ministro de Gracia y Justicia, ha sido considerado “el padre del correccionalismo
español”, sin olvidar, no obstante, la importante función que también desempeño Concepción
Arenal.

En definitiva, desde el pensamiento correccionalista de DORADO MONTERO, los menores de edad


eran considerados sujetos inferiores o débiles necesitados de protección. Especialmente
interesantes para entender la filosofía subyacente en la concepción correccionalista son las
conclusiones del citado penalista cuando afirma que “el delincuente, por simple hecho de ser tal,
denuncia un estado moral débil y miserable. Da prueba segura de su incapacidad para gobernarse
normalmente, honradamente; de manera análoga como también la dan, por su parte, los locos,
los menores de edad, los pródigos, todos los cuales, a efecto de su incapacidad o anormalidad,
reclaman con imperio de los normales u honrados, el género de protección y al cual tienen
perfecto derecho. La delincuencia, en el pensamiento de los correccionalistas, es una causa
limitadora de la capacidad real y, por lo tanto, de la capacidad jurídica de los individuos, igual que
sucede con la edad, la prodigalidad, la enfermedad mental, etc.; causa que, mientras no
desaparezca, mantiene al sujeto de quien se trate en posición de inferioridad, y necesitando, en
beneficio propio suyo y en interés social al mismo tiempo, de un género de protección tutelar
(tratamiento penal) acomodado a su situación anómala y de desamparo”. Paradigmáticas son
también al efecto sus frases cuando afirma que “la función llamada administración de justicia
penal es una verdadera cura de almas (...) tendiente a rescatar y poner en aptitud de
aprovechamiento social el mayor número de éstas”.

Premisa general del sistema penal de los correccionalistas era, como advirtió DORADO MONTERO,
su manera de concebir el Derecho, “el cual, no tiene su base, como ordinariamente se piensa, en
el poder, la facultad y la fuerza, sino en la necesidad”. Los principios del correccionalismo
perseguían el siguiente aforismo: “Más vale prevenir que remediar”, y para buscar medios
preventivos se empieza por estudiar las causas del delito, a saber: Una de tipo personal y otras de
tipo social, que generalmente actúan, sobre el individuo desde la infancia, predisponiéndole el
delito. Y como medio preventivo se propugna, en primer lugar, la reeducación del delincuente,
especialmente, cuando por su edad y escaso arraigo de los hábitos criminales es posible aún la
readaptación.

Aunque para DORADO MONTERO, desde una posición desde luego bien intencionada, la nueva
tendencia correccional o tutelar constituía una arrolladora corriente de aire purificador,
señalando, ingenuamente, que “el Derecho penal ha desaparecido con respecto a los niños y a los
jóvenes delincuentes, y se ha convertido en una obra benéfica y humanitaria, en un capítulo, si
quiere de pedagogía, de la psiquiatría y del arte de buen gobierno, juntamente”, lo cierto es que
estos valores, aparentemente impregnados de una base educativa – terapéutica, en realidad, van
a reflejar una respuesta de carácter represivo que, en ocasiones, llegará hacer incluso más grave
que la dispensada a los adultos, al ser, entre otras cosas, las medidas aplicadas de duración
indeterminada.
Como colofón, podemos concluir que la principal aportación del correccionalismo ha sido su
filantropía, mientras que su defecto, principalmente en DORADO MONTERO, ha sido su tendencia
hacia la utopía. Y ello por atender exclusivamente a la prevención especial llegando a olvidarse,
por completo, de la importante cuestión de las garantías procesales, a las que también tiene
derecho el menor, y que tanta atención dedicó, sin embargo, la Escuela Clásica, para DORADO
MONTERO, basta afirmar que al ser la pena un bien para el delincuente no son necesarias las
garantías frente a ella. Como ha señalado al respecto Antón Oneca, “lo que es un bien para el
pensador que vive en la nube de sus abstracciones, es un mal para el reo que lo sufre”.

1.1.3.2 TERZA SCUOLA

La terza scuola.

Sus características son las siguientes:

• afirmación de la personalidad del Derecho penal contra el criterio de


dependencia que propugnaba Ferri en sus primeros tiempos

• exclusión del tipo criminal

• reforma social como deber del Estado

La variedad cristiana del Neopositivismo fue designada de esta forma,


puesto que la primera era la clásica y la segunda la positiva. Sus más
conocidos representantes fueron Carnevale y Alimena.

Fue Carnevale quien, en 1891, sentó las bases de esta nueva dirección.
Su doctrina es desenvuelta en el “Diritto criminale”.

Rasgos fundamentales:

• niega el libre arbitrio, toma la concepción del delito como un fenómeno


individual y social.

• rechaza la absorción del Derecho penal por la sociología criminal.

• de la Escuela Clásica toma el principio de la responsabilidad moral,


distinguiendo entre imputables e inimputables, según que sean
capaces o no de sentir la eficacia intimidatoria de la pena, pero no
considera al delito como un ente jurídico, ni como un acto de un ser
dotado de libertad.

• la imputabilidad emana de la voluntad y solo son imputables los que


sean capaces de sentir la amenaza de la pena.
• rechaza la doctrina de la semi-responsabilidad: las penas y las
medidas de seguridad tienen un mismo fin: la defensa social.

Para la Terza Escuela había que realizar una separación clara entre aquellas disciplinas que se
dedicaban a lo empírico de aquellas que se dedicaban a lo jurídico. El delito era considerado
como algo complejo que se componía de dos tipos de factores, los factores internos y los
factores externos. El delincuente se dividía en tres tipos: el delincuente habitual, el
delincuente ocasional y el delincuente anormal.

La Terza Escuela rechazaba por completo todas aquellas clasificaciones realizadas por los
positivistas y el libre albedrío que defendían en la Escuela Clásica. Por ello, para la Terza
Escuela hay que atender al carácter psicológico de los delincuentes para poder estudiar bien la
disciplina de la criminología.

Se dice que los italianos inventaron cuatro veces el Derecho Penal: la primera con el imperio de
Roma, al realizar la gran obra Jurídica; la segunda con Beccaría, al decir al hombre "ve cumple el
derecho"; la tercera con Lombroso, Ferri y Garofalo, al decir al Derecho: "ve y estudia al hombre"; y
la cuarta al tratar de reunior y conciliar los conceptos anteriores para fundar la "Tercera Escuela"
de Derecho Penal. Llamada también "Positivismo crítico"; reúne representantes tan significativos
como Alimena, Carnevale, Vaccaro, Maggi, Puglia, Impallomeni, entre otros.
Emmanuele Carnevale: " una Terza Escuela di Diritto penale en Italia" (1891). Basa la
responsabilidad en la salud, pero para el inimputable es necesario tomar medidas de seguridad.
Considera el delito desde el punto de vista jurídico, pero tomando en cuenta desde luego sus
aportes sociológico y antropológico.
prescinde del libre albedrío pero acepta la responsabilidad moral. Afirma la autonomía del Derecho
Criminal frente al antropo-socialogismo criminológico al exceso tecnicismo jurídico.
Bernandino Alimena, en sus " Note Filosofiche di un criminalista" (1911), busca coordinar los
aciertos de positivistas y clásicos.
Funda la imputabilidad sobre la dirigibilidad; basta que acción sea querida por el sujeto. La
naturaleza de la pena debe la coacción psicológica acompañada del sentimiento de reprobación
moral causada por el delito. Denomina su posición " positivismo crítico, admite la investigación
filosófica en el derecho penal, y niega la posibilidad de que este llegue hacer absorbido por la
sociología.
Afirma la necesidad de Sociología, Estadística, Antropología y psicología para complementar la
dogmática, que por si sola no basta para el examen del fenómeno criminal.
Se vera ahora algunos presupuestos comúnmente aceptados por la Escuela Ecléctica
Italiana:

1- Distingue Derecho penal de criminología ( y demás ciencias Afines), en cuanto al Método, el


primero debe ser lógico-abstracto, mientras que la segunda debe ser casual-explicativo .
Los positivista habían insistido mucho en el que el método fuera experimental; pero al aplicarlo al
Derecho se llegaba a las conclusiones de dudosa utilidad.

2- Se considera delito como fenómeno completo, producto de factores endógenos y exógenos. Se


debe observar el delito como un fenómeno social naturalmente causado.

3- Rechazan las clasificaciones positivistas del delincuente, pero aceptan que existen delincuentes
ocasionales, habituales y anormales. No aceptan el "tipo" criminal.

4- Deben existir tanto penas como medidas de seguridad.

5- Se conserva el concepto de responsabilidad moral aceptando al mismo tiempo el de


peligrosidad o temibilidad.

6- No aceptan ni el determinismo absoluto ni el libre albedrío total. Para ellos deben prescindirse
del fundamento del libre albedrío pero manteniendo la tradicional responsabilidad moral.

7- La finalidad de la pena no es tan solo el castigo, la retribución, sino también correctiva y


educativa. Debe ser pena-readaptación.

8- En el delito priva la casualidad, no la fatalidad. La imputabilidad esta basada en la dirigibilidad de


los actos del hombre.

9- La naturaleza de la pena radica de la coacción psicológica, por lo tanto imputables son aquellos
con capacidad para sentir la amenaza la pena.

1.1.3.3 Escuela de la defensa social

Se trata de un movimiento enfocado en la política criminal, al que le importa fundamentalmente la


efectiva defensa de la sociedad ante las conductas delictivas, coordinando la criminología y las
políticas criminales, con el derecho penal.
Uno de sus autores fue Filippo Gramatica, que fue el fundador del Centro Internacional de
Estudios de Defensa Social, y cuyas ideas sostenían que el sistema jurídico debía ser sustituido,
para así poder conseguir la defensa de la sociedad. Este autor mantiene que lo que procede no es
castigar, sino socializar al delincuente, manteniendo que ante el delito se deben imponer medidas
de defensa social, tanto educativas como curativas.

Otro autor que destacó en esta escuela, fue Marc Ancel quien escribió la obra “La nueva defensa
social - un movimiento de política criminal humanística”, cuyo contenido ideológico puede
resumirse en tres puntos:

- Promueve la desjudicialización de ciertos conceptos de derecho penal. El Derecho Penal es el


medio para acabar con el crimen, pero no es el fin.

- Es una nueva actitud ante el delincuente, ya que contempla al delincuente como un miembro
más de la sociedad, y su conducta debe ser analizada y comprendida.

- Había que darle a la política criminal una orientación más humanística. Hay que neutralizar al
delincuente de forma más humana.

Otro autor que destacó dentro de esta escuela, fue Gabriel Tarde (sociólogo, criminólogo y
psicólogo social francés), el cual se mostró contrario a las tesis lombrosianas (corrientes
antropológicas). Según G. Tarde es la sociedad con su propio ejemplo, ya sea bueno o malo, la
responsable de la delincuencia, ya que el individuo imita. Su teoría de la pena, partía de una base
psicológica y sostenía que un comité de expertos debería decidir la responsabilidad y la pena
adecuada.

3- La Defensa Social :

Nace con el fin de salvaguardar la dignidad y la personalidad del delincuente. Se llegó a rehusar la
noción de la pena, hablando de antisocialidad (Gramática), aunque sin dejar de mantener el
principio de responsabilidad. Posteriormente el movimiento de Defensa social, se convirtió en
movimiento de política criminal, que necesariamente incorpora la criminología y la penología.
Actualmente se considera la defensa social como " el conjunto armónico de acciones destinadas a
alcanzar la justicia social" (Otto Marín Gómez)

Actualmente la defensa social se ocupa por un problema más amplio de política criminológica. No
puede reusarse a enfrentar un problema político, pues entonces solo se atenuarían algunas cosas
sin poder emprender reformas profundas. " El sistema solamente acepta, mejoras, modificaciones
si se le dejan sus estructuras internas".

El concepto de Defensa Social" no es nuevo, y fue manejado por los positivistas principalmente
Ferri, que la entendía como la salvaguardia social frente a los actos que son contrarios a las
condiciones de la existencia individual y colectiva.
Aún puede considerarse como precursores a Romagnosi, Bentham Feuerbach, pero es indudable
que su desarrollo como escuela propiamente dicha se debe de a Filippo Gramática y Marc Ancel.

La defensa social se ha organizado como sociedad internacional, es un órgano consultivo de


Naciones Unidas y ha sido prescindida por Ancel y Gramática, con miembros tan señalados como
Cornil, Nuvolone, Sellin, Chasal, entre otros.

Los postulados de la Defensa Social son los siguientes:

1- La pena no tiene nicamente carácter expiatorio, sino que se interesa también de la protección de
la sociedad.

2- La pena además de ser ejemplar y retributiva, tiene el propósito de mejoramiento y aun de


reducción del delincuente.

3- La justicia penal debe tener siempre presente la persona humana, además de las simples
exigencias de la técnica procesal, con el fin de que le tratamiento penal sea siempre humano.

Y los puntos principales según los autores son los siguientes:


 No una pena para cada delito, si no una pena para cada persona.
 Derecho del delincuente a ser "socializado"
 Predominio de la prevención especial
 Tratamiento desprovisto por completo del sentido represivo
 Se considera ante todo un movimiento de Política Criminal
 En alguno autores, imposición del llamado " derecho penal de autor"
 Sustitución de la pena por un sistema de medidas de prevención especial impuestas de
acuerdo a la personalidad del delincuente
 El hecho antisocial considerado como simple síntoma de peligrosidad antisocial
 Humanización del Derecho Penal
 Bases científicas
ESCUELA CLASICA

Esta Escuela nace inspirada en la doctrina de los Enciclopedistas del siglo XVIII con Beccaria y tiene su
pontífice en Francisco Carrara. Además se puede contar en sus filas a Romagnosi, Rossi y Pessina. El nombre
se lo debe a Enrico Ferri que lo usa peyorativamente para significar lo caduco y viejo. En esta Escuela hay
varias tendencias, aunque pese a sus diferencias, tienen las siguientes tipicidades.

PRINCIPIOS

1) El delito no es un hecho, sino un ente jurídico, el Derecho crea el tipo y fija la pena. Su esencia consiste en
la infracción de la ley y no sólo en la acción humana.

2) Esta Escuela convierte al delincuente en una enti¬dad abstracta. El libre albedrío es el fundamento de la
res-ponsabilidad, genera la responsabilidad moral, por lo que la persona se halla ligada a las consecuencias de
su acción. El error es que ignora al delincuente como realidad. El delincuente es un hombre normal y solo es
responsable cuando se prueba su libertad de conciencia.

3) Método lógico-abstracto que parte de los principios generales para aplicarlos a los casos concretos.

4) Imputabilidad basada en el libre albedrío, si se suprime el libre albedrío no hay responsabilidad penal y si
se lo limita habrá atenuación.

5) La pena es un mal y un medio de tutela jurídica, es un medio para proteger el ordenamiento jurídico.Tiene
por fin restablecer el orden jurídico. La pena también es concebida como una entidad abstracta, y es un mal
que deriva de la comisión de otro mal.

6) El Derecho Penal ya no es puramente represivo. La tutela no está dirigida contra todos sino contra los
enemigos del orden moral y social. Por esto el Derecho Penal es autónomo.

7) La técnica penal se reduce a la teoría de la proporcionalidad, a la relación perfecta entre delito y pena. De
esto surge las diferencias en¬tre autor, cómplice, encubridor, etc. entre circunstancias agravantes y
atenuantes.

PERIODOS

1) Filosófico.- El período filosófico se inicia con Beccaria, termina con Romagnosi. En él se estudia el
derecho de castigar que se atribuye al Estado. Su principio es el de la legalidad de los delitos y las penas.

2) Matemático.- El período matemático se extiende desde Romagnosi hasta Francisco Carrara, se concibe la
pena que debe corresponder matemáticamente, si es posible, a la gravedad o levedad del delito. Su
característica es la proporcionalidad penal y la retribución jurídica.

3) Jurídico.- El principal representante del período jurídico es Luchini. Aquí se presenta la traslación de los
principios doctrinales al campo de la legislación positiva.

VENTAJAS

a) Consagra la autonomía e independencia del Derecho Penal.

b) Crea un principio jurídico-penal la concepción de la legalidad: "No hay delito, no hay pena, sin ley previa".
Con ello elimina la arbitrariedad.

c) Humaniza el Derecho Penal al crear la necesidad de la tipificación de los delitos y las penas suavizándolos
y aplicándoles la proporcionalidad.
DESVENTAJAS

a) Extrema el derecho del individuo frente a la sociedad.

b) Utiliza demasiado el método abstracto, el delito no puede entenderse como una noción abstracta, sino como
el resultado de una conducta en la que influyen varias condiciones psicológicas y sociales.

c) La pena no restablece la seguridad, ni menos la tranquilidad de los ciudadanos.

ESCUELA POSITIVA

Comprende y en consecuencia ordena la vida jurídica de acuerdo a las leyes naturales, biológicas y
sociológicas del individuo y de la sociedad. La característica propia y que distingue a la dirección positivista
de la clásica es que considera primero la perso¬na y luego el hecho delictivo.

FUNDADORES

La Escuela Penal Positiva surge como una reacción al excesivo individualismo, tiene sus bases filosóficas en
el positivismo de Augusto Comte. Podemos decir que nace con Lombroso, Garófalo y Enrique Ferri.

1) Lombroso explica que el delincuente no es un hombre normal, sino un ser que por sus anormalidades
psí¬quicas y físicas representa entre nosotros a los primitivos.

2) Rafael Garófalo, juez, señala que los sentimientos pueden ser fundamentales como el de piedad y el de
probidad y secundarios como ser el patriotismo, la religión, el honor, etc. Cuando ataca la vida o la integridad
corporal, viola el sentimiento de piedad, y cuando desconoce la propiedad, el de probidad.

3) Enrique Ferri, abogado, aplica la Sociología al estudio del Delincuente y del Delito. Explica el delito por
medio del influjo de los factores individuales, físicos y sociales, niega la existencia del libre albedrío.

PRINCIPALES FUNDAMENTOS

1) El Derecho Penal no es autónomo, sino una rama de la Sociología Penal.

2) El delito es un fenómeno natural y social producido por causas de orden biológico, físico y social y se
losuprime no por razón de justicia sino mas bien por la necesidad de la preservación social.

3) El delincuente es todo hombre que lesiona el derecho ajeno y representa un peligro social.

4) La creencia en el libre albedrío, es una ilusión. La voluntad humana está determinada por influjos de orden
físico, psíquico y social.

5) En el campo de la técnica penal rechaza la proporcionalidad de la Escuela Clásica y se atiene a la


personalidad del delincuente y a su grado de peligrosidad.

6) Crea las medidas de seguridad

7) Clasifica a los delincuentes en cinco clases: natos, locos, habituales, pasionales y ocasionales.

VENTAJAS
1) Amplía el campo de acción del Derecho Penal, crea la Criminología, las medidas de seguridad.

2) Centra la atención del jurista y del legislador en el estudio del delincuente.

3) Lucha por el establecimiento de manicomios crimi¬nales.

4) La defensa del resarcimiento del daño causado por el delito como acción pública

DESVENTAJAS

1) La clasificación de los delincuentes es aventurada, sin base real.

2) La negación absoluta del libre albedrío conduce a desconocer la voluntad humana

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