Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
La ocupación de los andes centrales por los españoles dio inicio a un proceso de
fundación de ciudades. En América la ciudad se convirtió en elemento
fundamental para la explotación del territorio, el manejo de su economía
(manufactura, comercio, control gubernamental) y la marcha del programa
de cristianización masiva de las poblaciones aborígenes bajo la idea de
unificación política por la autoridad de la corona española.[2] El desarrollo de
esta arquitectura fue marcada principalmente por la actividad religiosa que dio
origen a catedrales, parroquias y conventos urbanos y rurales. Esta arquitectura
tuvo desde un inicio un estilo Renacentista, Mudéjar y Herreriario alrededor del
siglo XVI, más tuvo un estilo Barroco en el siglo XVII y por último un estilo Rococó
y Neoclásico en el siglo XIX.[3] Para esto, se trabajaron técnicas y materiales
indígenas, lo que hizo de este arte un arte andino. Ya que se utilizó el adobe y
la quincha.
Para la arquitectura del siglo XVI, tan sólo se construyeron casas y patios en
Lima y Cusco, e iglesias en otros departamentos que son la única muestra de
arquitectura de aquella época. Entre ellas destacan: La Casa de Jerónimo de
Aliaga (Lima), La Merced (Ayacucho), Iglesia de San Jerónimo (Cuzco) y la
Asunción (Puno). La mayoría de las iglesias de los fines del siglo XVI poseían
planta gótica-isabelina con nave alargada y separada por el presbiterio o la
capilla mayor por un gran arco denominado “arco triunfal”.[4]
La vivienda colonial fue en las ciudades y tuvo una fuerte influencia peninsular,
esencialmente andaluzca.[6] Eran casas de máximo de dos pavimentos y tenía
un atrio que permitía la entrada. Comúnmente, este zaguán permanecía
accesible siempre para el arribo de las visitas o vendedores ambulantes. De ahí,
seguía un bello patio que dominaba el ingreso rodeado de las habitaciones
principales y dormitorios. En el primer piso se hallaba el salón que usualmente
conectaba a otro patio (traspatio) y finalmente se llegaba a la cocina.[7]
En el siglo XVI y XVII, las casas tenían comúnmente un balcón cerrado por donde
se lograba mirar la calle, estos miradores tenían celosías, y a fines del siglo
XVIII y a inicios del siglo XIX se edificaron bajo los cánones del estilo imperio y
el neoclasicismo, atribuyéndose el uso de ventanas de guillotina.[8] Los
miradores le otorgaron a Lima un distintivo propio, ya que no había ciudad
americana que tuviese tantos balcones como en la capital del virreinato
peruano.
[1] Curatola petrochi, Marco (1994) Historia y cultura del Perú. Departamento
de impresiones de la Universidad de Lima, Lima. Pág 96
[2] Curatola petrochi, Marco (1994) Historia y cultura del Perú. Departamento
de impresiones de la Universidad de Lima, Lima. Pág 98
[3] Curatola petrochi, Marco (1994) Historia y cultura del Perú. Departamento
de impresiones de la Universidad de Lima, Lima. Pág 100-101
[4] Curatola petrochi, Marco (1994) Historia y cultura del Perú. Departamento
de impresiones de la Universidad de Lima, Lima. Pág 100-101
[5] Curatola petrochi, Marco (1994) Historia y cultura del Perú. Departamento
de impresiones de la Universidad de Lima, Lima. Pág 102
[6] Curatola petrochi, Marco (1994) Historia y cultura del Perú. Departamento
de impresiones de la Universidad de Lima, Lima. Pág 102
"La fundación de Lima fue el más importante acto creativo de los conquistadores en la costa
pacífica de Suramérica" (Wilhelmy/Borsdorf 1985: 75), las siguientes explicaciones se refieren
cuando no se indique lo contrario a la misma fuente, así como a los contenidos del Plano de
Lima de P V. jouanny, 1872; véase también Wilhelmy, 1952:134-156). La decisión de Pizarro de
abandonar Cuzco y trasladar el centro de poder español a la costa, constituyó la base para el
nacimiento de la ciudad de Lima, cuyo nombre alude a la denominación de tina antigua población
india.
El crecimiento de Lima sobre la orilla norte, es decir la derecha del río Rímac comenzó hacia
1740. La parte nueve de la ciudad se llamó barrio de San Lázaro, por el hospital de los incurables
edificado allí (véase núm. 9: iglesia de San Lázaro en el plano de 1872). El puente de madera
original, que unía la parte nueva de la ciudad con el casco más antiguo, se sustituyó en 1610 por
una sólida construcción de piedra; este Puente viejo pertenece hoy día a los testimonios más
importantes de la época colonial.
En 1635, es decir sólo 100 años después de su fundación, Lima había alcanzado la extensión
que presentan tanto el plano de la ciudad de M. Frézier del año 1713 como en líneas generales
también el Plano de Lima de P. V. Jouanny de 1872. Además, Lima no se extendió demasiado
en su superficie edificada hasta finales del siglo XIX, en cambio, hizo más que cuadruplicar el
número de sus habitantes (alrededor de 25.000 según el primer censo del año 1614, en 1791:
56.168 ciudadanos, sin contar los esclavos y los indios; en 1875 se alcanzó la frontera de los
100.000).
27. Plano de Lima por P.V. Jouanny 1872. Comisionados:
E. Niemeyer & Inghirami, Lima. Litogrfía: C. Adler,
Hamburgo (Escala original: 1:12.000), reducido
Los dos planos de la ciudad de 1713 y 1872 indican que Lima estaba rodeada en el lado sur del
río Rímac por una muralla, fortificada con 34 bastiones. La muralla de adobe crudo, edificada en
1683, de tina altura original de 7 metros y con siete puertas, así corno la instalación de un foso,
se habían hecho necesarios por las incursiones de piratas que habían asaltado la costa pacífica
en el transcurso del siglo XVII Es importante señalar que la muralla de la ciudad de Lima era la
única que rodeaba a una capital en toda la antigua Suramérica española. No se derribó en su
totalidad sino hasta 1873, es decir un año después de la publicación del plano de la ciudad de P.
V. jouanny, pues se había convertido en un obstáculo para el desarrollo de la ciudad. En el
terreno de las antiguas fortificaciones se crearon paseos anchos, las más antiguas avenidas de
que dispone Lima.
Esta nueva infraestructura de tráfico da una idea de la destacada aura centralista que
caracterizaba a Lima alrededor de 1872. Las instituciones centrales laicas y eclesiásticas
indicadas en el plano de la ciudad (véase también en la leyenda: Yclesias y Edificios) se
remontan a la antigua época colonial española, que duró casi 300 años, y en la que su influencia
de epicentro rebasó con mucho el ámbito del Estado de Perú (proclamado independiente en
1821).
Lima fue la capital del Virreinato de Perú, creado en 1542/43. En 1542 se convirtió en sede de
un tribunal superior (véase el palacio de justicia núm. 90: Palacio de Justicia en el plano de 1872)
con un gran ámbito de influencia; fue sede obispal desde 1541, Y poco después (1545) residencia
del arzobispo. El palacio arzobispal y la catedral (edificada en 1551 en el terrenos de una iglesia
antigua y reconstruida según planos antiguos después del terremoto de 1746) recibieron sus
solares respectivos en el costado oriental de la Plaza Mayor (núm. 58: Palacio Arzobispal, núm.
60: Catedral en el plano de 1872). En 1872 existían en la ciudad de Lima más de 60 iglesias,
capillas y conventos, que, aunque destruidos en gran parte por los fuertes terremotos de 1687 y
1746, se volvieron a edificar _al igual que las casas de los nobles y la burguesía- sobre los
antiguos cimientos.
Entre las demás instituciones centrales provenientes sobre todo de la época colonial, así estén
indicadas en el plano de la ciudad de 1872, se encuentra la universidad, fundada por decreto
real en 1551 (siguiendo el modelo de la de Salamanca en España), que convirtió a Lima en la
primera ciudad universitaria de Suramérica y que ejerció una influencia notable sobre la vida
intelectual de las colonias españolas (véase núm. 79: Universidad de San Marcos). Además,
existían otros seis colegios (véanse núm. 32, 34, 75, 92, 97, 116), así como otras diversas
instituciones culturales notables: cuatro teatros (véanse núm. 44, 71, 106, 125), -entre ellos, el
que se había edificado en 1563, siendo el más antiguo de Suramérica-, una biblioteca (núm. 74),
un palacio de exhibiciones con museo yo jardín zoológico (núm. 72) y un jardín botánico (núm.
123). En la ciudad de Lima existían además, en el año 1872, entre otras, las siguientes
instituciones públicas: junto al ya mencionado Palacio de Gobierno, la Cámara de
Senadores(núm. 87) y la Cámara de Diputados y Congreso (núm. 98), trece hospitales y siete
cuarteles militares. Como instituciones comerciales el plano de 1872 indica siete molinos, un
matadero, así como otros diez lugares de producción (entre ellos, tres talleres de fundición y una
fábrica de pólvora).
La buena dotación de instituciones públicas y comerciales de Lima (1872) se debía en gran parte
al hecho de que la ciudad se había convertido en los siglos xvi y xvIi en una de las más ricas del
mundo, debido a su importancia coleo centro administrativo y eclesiástico, y como ciudad del
comercio y sede de la moneda. "El bienestar general favoreció el desarrollo de un comercio
floreciente y una industria notable para su tiempo. [... ] En Lima se formó un lujo, como el que no
se podían permitir en España ni los más ricos" (Wilhelmy/Borsdorf, 1985: 78). Pero Lima no pudo
"medio siglo antes del fin de la era colonial [...] mantener su posición dominante y frenar el
progreso de centros competidores como Caracas, Santiago y Buenos Aires. Además, la ciudad
sufrió graves enfrentamientos parecidos a una guerra civil tras la independencia. Es sabido que
Lima perdió entre 1750 y 1850 en importancia y habitantes" (Kroß, 1992: 112). Para el nuevo
crecimiento y sobre todo para el desarrollo de la infraestructura había sido decisiva la
estabilización del sistema político en Perú bajo la presidencia de Ramón Castilla (1842-1846);
en este tiempo los ingresos del monopolio del guano y el comercio creciente habían favorecido
la modernización y el embellecimiento de la capital, así conio gracias a la construcción del
ferrocarril (véase antes) se había conseguido un mejor acceso a la zona interior (véase Kroß
1992:112 y sigs.).
A pesar del enorme crecimiento de la población, ocurrido sobre todo en los últimos 50 años, y la
expansión urbana de Lima, que hace mucho que se ha unido con el puerto de El Callao (número
total de habitantes en 1990: 6.5 millones), el antiguo trazado -como se documenta en el plano de
1872- se ha mantenido hasta el presente en su mayor parte. "Aunque las calles estrechas del
centro apenas pueden dar cabida al tráfico moderno, hasta ahora ni se han ensanchado ni se ha
tratado de descongestionarlas mediante la creación de aperturas diagonales. La City creció en
dirección vertical, la ciudad exterior en dirección horizontal. En el centro se han edificado después
de la Segunda Guerra Mundial muchos rascacielos, que se erigen arbitrariamente junto a los
antiguos edificios de uno o dos pisos de la era colonial" (Wilhelmy/Borsdorf,1985: 81).