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Los virus son pequeños pedazos de material genético (ya sea ADN o ARN) que infectan
una célula hospedera; la mayoría se aloja en bacterias. Muchos virus están encapsulados
en una envoltura de proteínas llamada cápside; otros protegen su material genético con
una membrana o envoltura derivada de la célula infectada; algunos más utilizan ambas
cosas, es decir, una cápside envuelta en una membrana celular.
Debido a que carecen de la maquinaria necesaria para hacerlo por sí mismos, los virus
han evolucionado para replicarse dentro de las células que infectan.
Por lo general, los virus de ADN utilizan partes de la información contenida en el material
genético de las células que infectan y parte de la maquinaria de dicha célula. El problema
con esta estrategia es que las células maduras del hospedero (en su mayoría) no se replican
activamente, pues se encuentran reposando para ahorrar energía. Por lo tanto, estos virus
necesitan encontrar la manera de activar el motor celular, por lo que los virus “secuestran”
la fábrica de la célula para producir virus en lugar de nuevas células sanas.
Por el contrario, los virus de ARN traen consigo sus propias máquinas de copiado de
información genética –como la enzima ARN-polimerasa– o poseen genes que producen
los “condimentos” (sintetizan proteínas) necesarios para ensamblar máquinas de copiado
dentro de la célula infectada; por lo tanto, son capaces de replicarse en células que no
están activas. (Alarcon, 2018)
HISTORIA
Los virus se encuentran en todos lados, “¡Donde hay vida, hay virus!”. Hay evidencia de
la existencia de estos microorganismos desde el año 3000 a. C, en un tallado egipcio, en
la cual se muestra una estela funeral representando a un sacerdote afectado por polio.
El virus como arma mortal ha existido desde hace mucho tiempo, como se hace referencia
los historiadores cuando los españoles llegaron a México, donde se transmitió la viruela
a los indígenas volviéndose una epidemia y matando a más de la tercera parte de la
población, como se muestra en una representación.
El término virus fue dado por el médico del siglo I, Celsu, en un libro escrito por él
llamado De medicina, como el responsable del agente infeccioso de la rabia, aunque no
significaba lo mismo para nosotros ahora.
A finales del siglo XIX, científicos que buscaban la causa de la enfermedad llamada
mosaico del tabaco (el cual detiene crecimiento y daños en las hojas a las plantas),
descubrieron que la enfermedad podía transmitirse de planta a planta si se frotaban las
hojas sanas con las nuevas.
En 1898, Martinus Beijerinck obtuvo pruebas que el agente infeccioso que causaba el
mosaico del tabaco tenía características de un ser vivo por lo que planteó la hipótesis de
que dicho agente se reproducía dentro de una célula viva por lo que la llamó virus, que
proviene de la palabra latina “veneno”.
Esta teoría nos dice que los virus pudieron surgir como fragmentos del ADN o el ARN
de antiguas células, que se “independizaron” accidentalmente de las células de las que
formaban parte. Hay ADN en las células que suele moverse de unas partes a otras del
genoma celular, así que es posible que partes de ese ADN saliesen al exterior cubiertos
con proteínas, y de manera accidental en vez de desaparecer, consiguieron seguir
existiendo al meterse en otras células, y evolucionar hasta alcanzar formas estables que
funcionan así.
Teoría de la coevolucion:
- Los virus podrían haber coevolucionado de complejas moléculas de proteínas y
ácido nucleico, al mismo tiempo que aparecieron las primeras células en la Tierra,
y habrían sido dependientes de la vida celular durante muchos millones de años.
- Sobre el propio origen de la vida se considera que esta surgió a partir de
macromoléculas orgánicas que podían replicarse (por varios posibles métodos que
ahora no entraré a explicar), y que acabaron envueltas en bicapas lipídicas,
conformando las primeras células. Los virus podrían provenir de moléculas que
nunca llegaron a ser células, pero que con capacidades similares a las de las
primeras células lograron mantenerse existiendo y replicándose al asociarse a esas
células primigenias y coevolucionando con ellas. (Flores, 2017)
Bibliografía
Alarcon, D. &. (2018). Virus: pequeños gigantes que dominan el planeta. Ciencia, 64-65.
México. Obtenido de
https://www.amc.edu.mx/revistaciencia/images/revista/69_2/PDF/Virus.pdf
Fuentes, K., & Oliva, M. &. (03 de Agosto de 2013). Origen de los virus . Obtenido de
Microbiología General UVG:
https://microbiologiageneraluvg.wordpress.com/2013/08/03/origen-de-los-virus/