Verónica Chinea #7

3° año “A”
30/10/17

Situación mundial antes de la Independencia de Venezuela.

En la historia de nuestro país muchas veces se ha oído la palabra Independencia. Este

proceso no fue sencillo, se dice que se dio gracias a la intervención de Simón Bolívar, sin
embargo, a la vez influyeron varios movimientos intelectuales e históricos que se dieron a
nivel mundial. Estos movimientos fueron de gran importancia no sólo en Venezuela, sino
en la mayoría de las colonias americanas que estaban bajo el control de las coronas
francesas, portuguesas, españolas e inglesas.

Según los historiadores, la Independencia de Venezuela fue influenciada por las ideas de la
Ilustración, que surgieron durante el siglo XVIII, en Francia. Estas ideas que propusieron
los filósofos y enciclopedistas europeos pusieron en evidencia la intolerancia y la
desmedida actuación de los monarcas absolutistas. Filósofos como Locke, Rousseau y
Montesquieu criticaban los sistemas de gobierno existentes en Europa. Estas ideas de
igualdad, libertad, seguridad y fraternidad ejercieron un papel fundamental en los
movimientos independentistas que se dieron tanto en Europa como en América.

Entre 1756 y 1763, Francia, España e Inglaterra combaten por los territorios de América
del Norte. La llamada Guerra de los Siete Años deja a los británicos como vencedores, y el
Rey de Inglaterra George III, conquista parte del actual Canadá y las tierras del oeste; los
colonos recién llegados fundan nuevas ciudades y pueblos. Tiempo después, los territorios
se liberan y se llenan de fincas y haciendas que le proveen diversos productos a Gran
Bretaña. La sociedad no tenía una división aristocrática por nacimiento, todos los colonos
comerciaban con igualdad, aunque se caracterizara por ser una sociedad esclavista.

Después de la guerra, económicamente Gran Bretaña había quedado endeudada por los
gastos militares, además de esto, al estar al inicio de la Revolución Industrial, necesitaba de
las colonias para el aporte de materias primas. Es por esto que la Corona inglesa decide
imponerle a las colonias americanas la doctrina mercantilista, y asimismo cargarlos con
altos impuestos. A partir de allí, los americanos al poseer los conocimientos ilustrados y
estar inconformes con estas injustas medidas económicas, comienzan su movimiento de
independencia que se materializó en julio del año 1776.

Por otro lado, a finales del siglo XVIII, el sistema político que dominaba a Francia era la de
una monarquía absolutista, y reinaba para entonces Luis XVI, que estaba casado con María
Antonieta de Austria. La sociedad estaba divida en tres estados: el primer estado lo
conformaba la iglesia, el segundo estado era compuesto por la nobleza, estos dos formaban
el 3% de la población; el tercer estado comprendía el 97% restante, y estaba conformada
por la burguesía y el campesinado. Francia estaba bajo una situación económica muy
precaria, los gastos militares y las malas cosechas generaron una grave situación social. El
pueblo pasaba hambre y los lujos de la nobleza se mantenían como si nada, endeudando
aún más las arcas del estado. La mentalidad ilustrada más el descontento social, provocaron
el estallido de la Revolución Francesa con la toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789,
representando el hundimiento del poder absolutista de la monarquía francesa y
constituyendo uno de los sucesos más importantes de la historia.

Mientras tanto, los conceptos de igualdad, libertad y fraternidad resuenan en Saint

Domingue (Haití), una pequeña colonia francesa basada en un sistema racista y esclavista
explotado por los blancos de origen Europeo. El 1º de enero de 1804, Haití proclamó su
independencia logrando ser el primer país latinoamericano libre del coloniaje europeo. Este
acontecimiento fue de gran importancia en el continente, tuvo mucha influencia en el resto
de América y sobre todo en Venezuela, porque contribuyó a sus levantamientos y revueltas.

En América, durante trescientos años España llegó a poseer y controlar la mayor parte del
territorio. La forma política que adoptaron las colonias españolas fue la del virreinato, esto
consistía en que el rey nombraba a una serie de representantes para que gobernara en su
nombre cada colonia, llamados Virrey. Hubo cuatro virreinatos en América: el virreinato de
la Nueva España, el virreinato de Nueva Granada, el virreinato de Perú y el virreinato de
Río de la Plata.

La situación en la que vivían los virreinatos era similar. La sociedad estaba dividida en
marcados grupos sociales: los peninsulares, los criollos, los mestizos, los indígenas, los
esclavos, los zambos y los mulatos. Esta división social ocasionaba desigualdad e injusticia.

La economía de las colonias españolas se basaba en el desarrollo de la plantación, una

explotación agraria muy característica durante esos tiempos. Se estableció un comercio de
productos y personas, el cual funcionaba de la siguiente manera: la materia prima obtenida
de las plantaciones en América se enviaba a Europa, así parte se vendía y otra era
convertida en productos manufacturados que se enviaban al continente africano, donde se
cambiaba por esclavos, y estos eran enviados a América donde se vendían a cambio de
productos, dando como resultado el llamado comercio triangular.

Aunque la Corona Española pensaba que tenía el control absoluto de las actividades
comerciales que se realizaban en América, las colonias ya habían iniciado un comercio
entre ellas. Debido a esto, la Corona decide imponer un control, promulgando las reformas
borbónicas, que tenían como objetivo restarle poder económico. Esto provocó un gran
descontento que fortaleció aún más las ideas independentistas que ya dominaban en el
continente americano.

Así mismo, en 1.807 las guerras napoleónicas estaban en marcha en toda Europa, causando
profundas transformaciones en las estructuras políticas, económicas y sociales. Napoleón
Bonaparte había triunfado sucesivamente sobre Austria, Rusia y Prusia, e impuso un
bloqueo continental contra Inglaterra y luego se lanzó, en 1808, a la conquista de la
península Ibérica, obligando a abdicar al Rey Carlos IV y a su hijo Fernando VII, mientras
que el Rey de Portugal huía a Brasil para escapar de él. Las colonias que antes poseía
España quedaron en manos de los Bonaparte, quedando como encargado del territorio
conquistado su hermano José Bonaparte I.

Inmediatamente, en Venezuela se crearon organizaciones de apoyo a la corona española

como la “Junta Suprema conservadora de los derechos de Fernando VII” y, mientras que en
España se buscaba el restablecimiento del control, en el país comenzaron a surgir, cada vez
más, grupos de personas que querían independizarse.

Finalmente, los sucesos culminaron cuando, el 19 de abril de 1810, el Capitán General de

Venezuela, enviado por Bonaparte (Vicente Emparan), renuncia a su cargo y los criollos
toman el poder; declarándose la Independencia de Venezuela. Pero no se independizaron de
España, sino de Francia; que era quien en realidad tenía el poder del país. Posteriormente
cuando se restablece el control del Rey en España, ya es muy tarde y Venezuela es libre. El
2 de marzo de 1811 se instala el primer Congreso de Venezuela en Caracas, y el 5 de julio
se vota a favor de la Independencia de Venezuela, emitiéndose y firmándose el Acta de
Independencia.

Se puede concluir que, la Independencia de Venezuela es resultado de un proceso evolutivo

que se venía gestando durante los trescientos años de dominación española en América, que
se desarrolló desde el siglo XVIII hasta principios del siglo XIX, aunado a una serie de
sucesos externos que influyeron en la Independencia de nuestro país, y por ende de las
colonias americanas. Es importante resaltar que, la separación entre Venezuela y España
estuvo íntimamente relacionada con Napoleón Bonaparte, porque de no ser por su invasión
a España, los hechos no se hubieran producido de la forma como se llevaron a cabo.
Además, se puede decir que en realidad, los criollos buscaron la separación de Venezuela
para impedir que los planteamientos de “libertad, igualdad y fraternidad” llegaran al país y
le quitaran la superioridad que tenían frente a las otras clases sociales.