Enero 2012 | 5 € 04

ROJO OSCURO
CASI NEGRO
20 años de fútbol post soviético

Istanbul BB: eco en el estadio

Las bodas de plata de Berlusconi
Liam Gallagher: "Balotelli es un rock'n'roller"
SE ACABARON LOS CAMPOS DIFÍCILES:
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4 Andrea de Pauli
Fe de erratas
El texto del #03 sobre el libro Messi, de Leo
Faccio, fue editado por César Sánchez.
04
Panenka Edita
El fútbol que se lee Belgrado 76 S.L.
C/ Pelai 44, 3º. 08001. Barcelona.
redaccion@panenka.org
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César Sánchez Alberto Estévez
© Belgrado 76 S.L.
Panenka no se hace responsable de las
Dirección de arte y maquetación Fotografía de portada
opiniones vertidas, derramadas o evacuadas
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por los colaboradores en sus artículos.
Francesco Cusumano
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Roger Xuriach
dio y en cualquier soporte sin la autorización
Jorge Nazar
de Belgrado 76 S.L. Aunque nuestra ruina no
Javier Giraldo
dependerá de un par de fotocopias.
Francisco Ávila
Toni Padilla Cuando los miembros de Panenka termina-
Àxel Torres mos de editar este #04 el 21 de diciembre
Sid Lowe
Vicent Chilet
de 2011, ya nos sabíamos de memoria Isles,
un temazo de Little Comets. Su videoclip
condensa en menos de cuatro minutos una
Chema Erre decadencia brittish muy seductora. Como la
que encierra, en versión soviética, la pose de
Valeri Shmarov en nuestra portada. Shmarov
jugó en aquel Karlsruhe que masacraría al
Valencia en 1993 (7-0).
Belgrado 76 S.L. es propiedad de los
trabajadores de Panenka. No recibimos
ningún tipo de subvención pública.
Los cómplices del #04
Escritor inglés en Moscú Cineasta alemán en Donetsk Reportero brasileño en Dagestán
Se fue para unos meses y lleva 15 años En 2009 siguió con sus cámaras al Vive en Suecia, habla portuñol y ha
en Rusia. Su libro Football Dynamo es Shaktar campeón de la UEFA. Su estado en la remota Majachkalá,
la biblia del fútbol post-soviético. documental ha ganado varios premios. desmontando al Anzhi.
 Editorial

EL PENALTI
DE GORBACHOV

A
pesar de actuar como central en el modesto Naftan No-
vopolotsk, Mikhail Gorbachov ha firmado seis goles en
esta campaña de la primera división bielorrusa que acaba
de finalizar. Cuando Mikhail vio la luz hace 28 años, el
mundo que le recibió aún estaba en orden. Mantenía la
misma lógica binaria que había regido el planeta desde el final de la
Segunda Guerra Mundial. Da igual dónde estuvieras: el enemigo siempre
quedaba en la otra orilla del Telón de Acero. Era 1983, y todavía faltaban
algunos años para que otro Gorbachov fallara el penalti de su vida.

Hay hombres que pasan a la historia por sus aciertos. Otros,

en cambio, trascienden por sus errores. Es el caso de un seductor
abogado de provincias, que fue trepando por la inextricable escalera de
caracol de la política soviética. Como buen canterano, aceptó destinos
poco apetecibles hasta que llegó donde siempre había soñado verse:
en el Kremlin. Tenía 44 años cuando en 1985 fue nombrado secretario
general del Partido Comunista, lo que equivalía a dirigir el país más
grande del planeta.

Después de padecer la gerontocracia de gobernantes como

Leonidas Breznhev y los fugaces Andropov y Chernenko, los ciuda-
danos soviéticos vieron en 'Gorby' la versión caucasiana de John F.
Kennedy: no daba la sensación de morirse en el primer catarro y encima
pronunciaba palabras nuevas, como perestroika (reestructuración) o 5
glasnost (apertura). Aquella sociedad se asomó entonces con vértigo a
unas libertades desconocidas en siete décadas de régimen comunista
(y varios siglos de monarquía zarista).

Pero la URSS ya era un equipo roto al que ninguna estrella

podría haber salvado. Con un gasto militar estratosférico y un retraso
tecnológico evidente con respecto a Occidente, 'Gorby' fue fallando un
penalti detrás de otro hasta que marró el definitivo. Al otro lado de los
once metros, apostado en la meta, un borrachín autoritario le detuvo el
último lanzamiento. El 25 de diciembre de 1991, Gorbachov colgó las
botas mientras Boris Yeltsin ordenaba arriar la bandera roja del Kremlin.
La decrepitud soviética había muerto; nacía el caos post-soviético.

Con la elegancia de Blokhin pero la efectividad de Beschast-

nykh, Gorbachov fracasó en su intento de reformar un sistema que
había frustrado las ilusiones generadas durante su alumbramiento. Su
fallido plan para salvar el comunismo supuso el hundimiento de las
dictaduras de Europa Oriental, el derrumbe del Muro de Berlín y el fin
de la proliferación nuclear. Grandes noticias, salvo para los guionistas
de las películas de James Bond, que se quedaron sin argumentos.

En estas fechas tan entrañables, a Panenka le llena de orgullo

y satisfacción dedicar este número a las consecuencias deportivas y
sociales del penalti de Gorbachov. ¡Felices fiestas, urdangarines! t

Ilustración de Ricardo Cavolo

 Sumario

Contenidos

08 Marea Azul Las fotos de hinchada, aquellas que exudan pasión,

casi siempre son de multitudes pero a veces basta
un simple brazo para tocar la fibra.

11 A Bote Pronto Del rosa de César al neonazismo en Sajonia en tres

pases. Gentile, Merkel, Baltazar y los jugadores del
Paris Foot Gay se suman a la triangulación.

24 Dossier post soviético: Las cuatro siglas de la CCCP marcaron el fútbol

La gran transición durante décadas, hasta que en 1991 el país

6
implosionó. Rusia es su heredera.

32 Dossier post soviético: Nos damos el lujo de juntar a dos estrellas del
Entrevista a Dasaev y Zavarov último fútbol 'rojo'. Ellos no dudan en que la
"URSS hoy llegaría a la final de la Eurocopa".

36 Dossier post soviético: Gracias a 1.500 millones de euros, los ucranianos

Shaktar, mucho más que un club dan pelea en Europa. El documental The Other
Chelsea es una excelente manera de entenderlo.

38 Dossier post soviético: Hay sueños en el lugar más peligroso del mundo,
Construyendo el Anzhi Daguestán, donde quieren levantar un equipo
campeón... cueste lo que cueste.

48 Entrevista a Velasco Carballo Dejó la Ingeniería para dedicarse exclusivamente

al arbitraje. Lo agradeció su familia, que sigue
sufriendo la cara amarga de la profesión.

54 La espontaneidad de lo Emery lo definió como el mejor técnico español en

estratégico temas estratégicos. Miguel Álvarez nos cuenta por
qué "el fútbol es de los jugadores".

56 Puerto Rico busca su duende Desde Sevilla llegaron David Caballero y Jesús
Franco a revolucionar el fútbol boricua. Paso a
paso, en eso están.

60 Sin fiebre en las gradas Mientras el fútbol turco es salpicado por

la corrupción, en Estambul el equipo del
Ayuntamiento sobrevive casi sin aficionados.
 Sumario

64 Loca globalización En Hong Kong existe una mezcla fascinante de

tradición y modernidad. Las postales de Jordi
Tarrés, interior del Kitchee SC, dan fe de ello.

66 Fútbol, ¿espectáculo o Axel Torres firma una defensa acérrima de los

grandes sueños de los equipos pequeños.En ellos
democracia? se encuentra la democracia del fútbol.

70 Rojo y negro, Silvio gana Esa mezcla de lubricidad y envidia que genera
Il Cavaliere tiene mil historias en sus 25 años al

7
mando del AC Milan, su romance más fiel.

76 10 piezas que nunca serán Estrenamos sección y lo hacemos como mejor nos
gusta hacer las cosas: generando vergüenza. 10
exhibidas objetos de museo para no sentirse nada orgulloso.

78 Cuando suda el alma Si el deporte se definiera por cuánto se transpira,

ésta sería la mayor de los disciplinas. Pero las
saunas no sólo albergan cuerpos relajados...

84 Entrevista a Shep Messing Neoyorquino, del Bronx, jugó con Pelé, estuvo en
Múnich '72, conoció a la hermana de Mark Spitz y
se sacó unas fotos panorámicas. Imperdible.

88 Las bombarderas de Los Andes Mientras los hombres –esposos, padres e

hijos- se quedan casa, ellas juegan al fútbol. En
Churubamba, estrella es sustantivo femenino.

94 El DeLorean ¿Qué hubiera pasado si, tras lesionarse, Javier

Clemente hubiera comenzado su carrera de técnico
en Inglaterra de la mano de Brian Clough?

97 Cajón de Sócrates Con el 'Doctor' en la memoria, hay un Balón de

Oro cansado de tanto viaje, un deslenguado Liam
Gallagher y un Heleno que revive en el celuloide.
8
Foto de Mario Ruiz / EFE

Una marea azul sin fisuras

Miles de voces que no se escondieron y un brazo al viento
llevaron a la 'U', a la Universidad de Chile, a estrenar su palmarés
internacional, la Copa Sudamericana. Primera final, primera Copa.
9
publicidad@panenka.org
 nto
A Bote Pro

o, ¿eh?)
(es un símil futbolístic
tr ar en calor
ues para en
Cuatro toq

va n g e l i z a dor
El e del galtoazalr B

Pág. 20
Por Javier
Giraldo

11

U n s í n toma
s u n l u j o poder preocupante
“ E jo”
El primerSir tener traba Neonazism
o

paso del
ez
César Sánch

Firs Park Pág. 22

Pág.13 Por Roger
Suso

Pág. 15
Por José Sa
nchís
Por Roger
Xuriach
 ABP
Feedback

homenajeando Finalmente recibí el #00 en la Argenti- Gracias a Pancho y a todos por aguan-
na. Tardó pero valió la pena. Consulta: la tar demoras larguísimas. Tenéis más
a AntonIn #01 y la #02 están disponibles todavía? paciencia que nuestras madres.
En http://www.flickr.com/photos/
proyectopanenka/
iremos almacenando todas
vuestras 'obras'. Pancho Jáuregui

Ojalá todo vaya bien en los quioscos de Panenka se ha estrenado en quioscos en

Barcelona. Sería un lujo que extrapola- Barcelona pero, si sobrevive, la intención
seis la prueba al resto de España. es que pronto llegue a todo el país.

Eliosmr
@ro_poulain

Gracias, que habilitarais las suscripcio- Hemos tardado porque buscábamos un

nes es algo que llevaba esperando desde proceso lo más eficaz posible. Gracias a
que leí el #00 de la revista. todos los 'padrinos 'de Antonin.

12 @picudisimos
John McCornicor

Saludos a los bigotudos de Panenka. ¿A romper? ¡Con lo fans que éramos

¡Gracias por el 'repor' aunque yo lance de Zuhaitz Gurrutxaga y de su banda
los penaltis a romper! Vanpopel! Vaya disgusto nos ha dado...

Zuhaitzgurru
@danillenas

Enganchadísimo a Panenka. Me he Cuidado Iñaki a ver si te va a dar un

leído los cuatro números disponibles 'chungo' y nosotros no tenemos todavía
en dos días. contratado ningún seguro.

@elhumanisto Inakiurreta

A partir del próximo mes podrás recibir Pues si al bueno de Aitor le sobra tiempo
Panenka con mayor antelación, Karanka a nosotros nos haría un favor. ¡Y no le
te la llevará directamente a tu casa. obligaríamos a salir en rueda de prensa!

@charlesthomas Roberlusconi
 ABP
/
Antientrevista /
César Sánchez
''¿El rosa? Jesulín también toreó de amarillo''
Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriach

Ser portero de Primera con 40 años es un récord pero, ¿el privilegio es no estar en el paro a esa edad? Hago lo que más
deseo, pero tal como está la economía de este país sí que es un lujo poder tener trabajo.
Compites contra veinteañeros que te doblan la edad. ¿Se aprende algo de ellos?
Y tanto. De Diego Mariño ahora o de Guaita en el Valencia, cada día. Por favor. La búsqueda
de la mejora consiste en tener ganas de aprender de los demás.
¿Qué piensas cuando ves a Molina entrenando al Villarreal B?
Que soy un privilegiado. A veces me dice: ''aguanta todo lo
que puedas''. Él es de mi generación y tiene razón. Yo siempre
digo lo mismo: se puede ser mayor con 18 y joven con 40.
Pusiste el rosa de moda en las porterías. ¿Provocación? Cuestión de
personalidad. El fútbol está muy asociado a la masculinidad y el rosa se
entendía como un color impropio. Pero Jesulín también se vistió de amarillo
en una plaza de toros. Me gusta ir en contra de los estereotipos, el fútbol no debe ser tan estricto.
Tu palmarés es blanco. ¿Por qué no tiene más títulos con otros equipos? Los tengo, pero no se pueden tocar. Salvarse con el Valladolid,
clasificarse para la UEFA con el Zaragoza, eso también son títulos. Aún tengo recorrido, ¿por qué no una Copa del Rey con el Villarreal?
¿No te cansas de la exigencia del fútbol? Con 28 años a lo mejor me apetecía más jugar al golf, con mis bombachos y el cuello de pico, que
entrenar. Ahora, con 40, sólo me gusta entrenar. Disfruto tanto que ni noto el cansancio.
¿Te duele que en la Champions 2002 sólo se te nombre como el portero al que sustituyó Casillas? Nunca me he movido por objetivos
personales. El fútbol, como la vida, es una colección de momentos que tienen sentido con el paso del tiempo y que forjan tu personalidad. Lo
que Steve Jobs definió como la unión de puntos. Aquel título fue inolvidable y tuvo muchos protagonistas: Zidane, Geremi, McManaman...
13
¿Surtido ibérico o Fish and Chips? Embutido, aunque lo anhele desde tiempos inmemoriales porque la dieta del futbolista no lo recomienda.t

l //
El área de Berna
 ABP
11 BITS //
Fútbol
bizarro
de casete Audiogenic, 1988

Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriach

'Cara conocida+juego=éxito'. Esta ecuación
fue la causante, a finales de los ‘80, de un
boom que estalló en pleno dominio de las
computadoras domésticas (Spectrum, Atari
ST, Commodore, Amstrad CPC), ordenadores
con entrada de casete y/o disquete, teclado
para machacar teclas y, en algunos casos,
joystick y monitor incorporado.
El fenómeno, como no podía ser de otra
forma, nació en Inglaterra. Ahí estaba el adic-
tivo Gary Lineker's Superstar Soccer (1987) con
su scroll lateral, gráficos más que convincentes
y una respetable velocidad de movimientos.
Todo muy arcade. Los desarrolladores, Gremlin
Interactive, lanzaron un par de juegos más: el
Dinamics, 1989
fanáticos podrían guardarlo más de una se-
mana en sus estanterías.
Previamente, en 1988, Audiogenic
también se había tirado a la piscina con el
Emlyn Hughes International Soccer, un juego Gremlin, 1987-88-89
que llegó a competir de tu a tu con los dos
grandes referentes de la época, el Match Day
(I y II) y el Kick off.
Pero la cosa no acabó allí: en España
la batalla por reinar en el sector se dirimió
entre las poderosas compañías Topo Soft y
Dinamics, que publicaron el Emilio Butrague-
ño Fútbol (1988) y el Míchel Fútbol Master Empire, 1989
(1989), respectivamente. El primero fue
récord de ventas en nuestro

14
Super Skills (1988), donde se ofrecían opcio-
nes de entrenar a la estrella inglesa a través
de ejercicios como levantamiento de pesas,
flexiones o sentadillas y el Hot Shots (1989),
un juego con vista cenital y poco intuitivo.
Pero el hat trick más comercial de Gary
despertó el hambre de gloria de otras compa-
ñías. Empire, en 1989, lanzaría el Gazza's Super
Soccer, que, respiren hondo, en Alemania se
publicó con el nombre de Bodo Illgner's Super
Soccer y en los países escandinavos con el
de Anders Limpar's Proffs Fotboll. El jugador
franquicia fue lo de menos, porque este juego
fue vilipendiado por los críticos por su falta
de calidad (la apuesta por combinar cámara
lateral y frontal según la posición del balón
era muy confusa) y se concluyó que sólo los
país y gráficamente superior
-aunque pobre en opciones-,
pero el segundo fue mucho
más jugable y completo,
incorporando una imperdible
sesión de regates de conos y
toques con el balón.
Vincular al crack de turno
con un videojuego deportivo
sigue siendo un recurso renta-
ble en el sector.
Otra cosa es
que el di-
seño de las
portadas y
el contenido interior sea mucho más atractivo Topo Soft, 1988
y menos bizarro que hace un cuarto de siglo. t

D El Shanghai Shenhua de China ha fichado a Anelka, el jugador que más

dinero ha generado en traspasos de toda la historia. En España son los chinos
los que más dinero generan en traspasos. Pero de bares. D Que un campeón
del mundo como Iniesta pueda viajar tan tranquilo en el metro de Tokio nos
aproxima a la gran estafa de la globalización: no les importamos. D
 ABP
Estadio Firs Park,
Lo que fue la primera parada de un Sir
Texto de José Sanchís / #mitosanchis

"Yo nunca había tenido miedo de nadie, pero
él fue un bastardo aterrador desde el princi-
pio. Nos tenía acojonados". Bobby McCulley
era el delantero del East Stirlingshire en 1974,
y así recuerda los cuatro meses en los que le
entrenó Alex Ferguson. McCulley cobraba cinco
libras a la semana, pero le hacían correr como
si cobrase cincuenta.
Ferguson aún no era Sir Alex, acababa de
dejar el fútbol y tenía 32 años. Dirigió al Shire,
como le llaman cariñosamente los hinchas du-
rante 117 días. Con el campeonato en marcha
firmó por el St. Mirren, cerrando así un prólogo
casi anecdótico en su prestigiosa carrera pos-
terior. Todo lo contrario ocurrió con Firs Park.
El fugaz estreno como entrenador de aquel ex
jugador del Rangers dota de singularidad a un
estadio al que el lujo le cogió eternamente con
el paso cambiado.
La primera división escocesa tuvo la ocu-
rrencia de asomarse a Firs Park una vez, en
1932. No regresó. Aquel campito del centro
de Falkirk, pequeño y despistado, no sabía
de noches de pompa y smoking de alquiler.
Su arquitectura desgarbada le delataba: a
un estadio con un sólo acceso, que obligaba
a los jugadores a cruzar el césped para alcanzar
los vestuarios, la pajarita sólo podía quedarle
torcida.
Tercera y cuarta categoría. Ahí sí. Barro,
codos y kick&rush en un escenario que acabó
siendo excesivamente rústico hasta para el
fútbol semiprofesional escocés. La Federación
prohibió la disputa de partidos en Firs Park en
el verano de 2008 y, ante la incapacidad del
club para asumir la remodelación necesaria,
el Shire decidió compartir piso. Ahora convive
con el Stenhousemuir, el rival local, mientras
la maleza maquilla el cartel de “For sale” en

15
la que fue su casa desde 1921.
Una segadora tirita sobre lo que era el cés-
ped, ironizando con la altura de la mala hierba
que la sepulta. A pocos metros, el vestuario
en el que se empezó a modelar la leyenda de
Ferguson con cuatro gritos iracundos a un
grupo de amateurs. Visitarlo es fácil, no hay
pérdida. Sólo hay una puerta. t

olvido //
Arqueología del
El récord de asistencia en el Firs Park fue de 12.000 espectadores para una tercera ronda de la Copa Escocesa,
ante el Partick Thistle un 21 de febrero de 1921.

D El jugador Cvitanich y su novia, la periodista Chechu Bonelli, emularon el

beso de Casillas y Carbonero tras la victoria de Boca en el Apertura. Si esta
moda llega al terreno político Curry Valenzuela se va a quedar sin invitados.
D Hablar de amaño en el Zagreb-Lyon es absurdo e indigno. ¡Como si un
jugador de la talla de Gomis no pudiera marcar cuatro goles por sí solo! D
 ABP
//
La playlist de ... perinho Twitter bronca
//
nasi Traper
o / @Tra gerxuriach
Texto de Ig er Xuriach / @ro
Texto de Rog

Evra Patrice Evra

Claudio Gentile
Claudio Gentile se hizo famoso en España'82, pero no por
su técnica depurada, su visión de juego, o ni tan siquiera
por un gol afortunado que pasase a los anales de la historia.
Aunque 'anales' quizás podría ser una buena definición para
los terribles marcajes que les hizo a Maradona y a Zico en
Sarrià. Aquella selección azzurra de Enzo Bearzot -infectada
de catenaccio- acabó siendo campeona, con Paolo Rossi o
el portero Dino Zoff como grandes estrellas. Pero segura-
mente sin las patadas de Gentile, nunca habría levantado
la Copa del Mundo. Y por mucho que ahora diga que él
Me da vergüenza jugar la Europa League. Y eso que
después del papel de Francia en el último Mundial pensé
que no volvería a sentirla...
Nasri Samir Nasri
@Evra Hay que ser fuertes. Yo también me acuerdo de
Sudáfrica pero piensa que después de aquello yo tuve que
jugar un año más en el Arsenal.
AlexanderFrei Alexander Frei
¡Días felices en Basilea! Le mando un #FF a @Rooney, yo
ya le he votado para el Premio Puskas 2011. Se merece
nuestro consuelo, ¿no?

sería capaz de parar a Messi, Gentile es uno de aquellos

futbolistas de los que nunca habría tenido un póster en
la habitación, sonase lo que sonase en su Ipod-ficción...
X E FIGLIE ‘E ‘NTROCCHIA Maradona È Meglio 'E Pelé
(‘Maradona È Meglio ‘E Pelé’)
16 X ARAKATUBA: Zico (‘Brasilian Explosion’)
X HASHISH: Esqueletos Tomando Mis Tobillos
(‘Hashish’)
Rooney Wayne Rooney
@AlexanderFrei: ¿#FF significa 'Fucking Frei'? No os
hagáis mucho daño con el Bayern. Ah, y por cierto: ¡Feliz
Eurocopa! ;)
VanPersie Robin Van Persie
¡Mucho compañero hundido en Twitter! Como @Nasri,
ese #Pechofrío. Siempre quedará el gran @Bendtner. Sus
remates fallidos me hacían mejor.

X FUJIYA & MIYAGI Ankle Injuries CarlitosTevez Carlos Tévez

(‘Transparent Things’)
Amigos, dejo Manchester. Echaré de menos el sol, la
X EDDIE PENNINGTON Pig Ankle Rag comida espectacular y el aprendizaje continuo con
(‘Walks The Strings And Even Sings’) Ferguson y @Mancini JAJAJA #NO

X ADRIANO CELENTANO Azzurro EnriqueCerezo Enrique Cerezo

(‘Azzurro / Una Carezza In Un Pugno’)
X MINA Ho Paura (Di Te) (‘Il Cielo In Una Stanza’)
X VIOLADORES DEL VERSO Modestia Aparte
(‘Vicios Y Virtudes’)
X SKARAMANZIA Impero Modesto ('La Lucha Sigue’)
X MODEST MOUSE History Sticks To Your Feet
(‘No One’s First, And You’re Next’)
Agüero y De Gea, dos grandes embajadores de nuestro
club. Renunciaron a la gloria de la UCL para honrar 'nuestra'
Europa League. #Eternos
Giggs Ryan Giggs
Tengo 38 años, 12 ligas y dos Champions en el currículum...
¡Pues a mí me hace ilusión la Europa League, cojones!
#Amargados #UEFAFalti cc/ @Evra

D Que 'Tarzán' Puyol sea la imagen de una campaña mundial para proteger
orangutanes abre una vía peligrosa: Pandiani apadrinando la Asociación Na-
cional del Rifle o Aimar asesorando al 'payaso' Emilio Aragón sería terrible. D
Todo lo que sube baja. Antes Ronaldinho creaba regates como la 'espaldinha'.
Hoy por una nueva versión de la 'cola de vaca' le llaman 'Pajerinho'. D
 ABP
Angela Merkel
La canciller alemana se ha erigido casi con exclusividad en el rostro duro
de la crisis económica europea, con lo simpático y antipático que esto
puede significar. Hija de un pastor luterano y de una profesora de inglés y
latín, esta doctorada en física cuántica se ha ganado con facilidad el trono
que dejó la ‘Dama de Hierro’, Margaret Thatcher.

Cornelius Dieckmann Ulrich Lepsch

1
El récord en solucionar el cubo de Rubik Merkel nació en Hamburgo
es del australiano Felik Zemdegs, con pero creció en la RDA. De allí su
5.66 segundos. El pasado 11 de diciembre, afición por el Energie Cottbus,
Cornelius Dieckmann, de 16 años, rompió hoy en la 2.Bundesliga. Incluso,
la marca alemana, dejándola en 7.15 cuando se supo cuáles eran
segundos. Hay 43 trillones
los colores deportivos
de permutaciones con
de la canciller, Ulrich
el cubo, algunas más
que las soluciones Lepsch -presidente
que se buscan para del club- anunció su
salir de la crisis investidura como
bajo el liderazgo de miembro de honor
Merkel. 2 de la institución.
6

Erno Rubik
Rondo // Leonardo Bittencourt
rge Nazar
Texto de Jo
Chico Buarque
rg en az ar Hoy, la perla del
es un creador @jo
Energie Cottbus
multifacético, lo
que se refleja en
3 es este volante
de 18 años recién
17
sus ocho novelas. cumplidos. Por
La principal de 5 tres millones de
ellas es Budapest
euros, el Borussia
(2005), que escribió
sin conocer la ciudad Dortmund ya lo ha
pero fascinado por la atado para julio de 2012.
selección magiar de 1954. La Uno de los más contentos
capital de Hungría acunó también 4 es su padre, un delantero
a Erno Rubik, que en 1974 ideó el carioca que hizo vida en el fútbol
famosos juego de cubo. alemán y que trabaja como
ojeador del Cottbus..

Chico Buarque
Bittencourt padre nació en Río de Janeiro y jugó –poco, pero algo- en
el Fluminense. El hincha más famoso del ‘Flu’ es Chico Buarque, hijo
predilecto de la bossa nova, símbolo para muchos de la resistencia a la
dictadura brasileña y artista de excepción.

D Robert Prosinecki, técnico del Estrella Roja, pone en venta a 11 jugadores para recuperar la
dignidad del equipo. Los conductores de Renault Kangoo no pudieron hacer lo mismo con sus
vehículos cuando vieron al croata anunciarlo en TV. D El medio mexicano Yasser Corona
se enteró de que su equipo le había despedido a través de Twitter. En época de recortes y
ahorros, ¿quién da más? D
 ABP
b r e h é ro e s y t u mbas //
So la
Toni_Padil
ni Padilla @
Texto de To
nto //
Clubes con enca
Texto de Ja
@javiergira
vier Giraldo
ldo Giuseppe Meazza,
el orgullo de ser milanés

Sin miedo
a salir del armario
Le echaron valor para fundar un club que pelea más contra la
homofobia que contra los rivales. Deportivamente, no pasa
de ser un puñado de futbolistas anónimos a las afueras de la
capital francesa, una mezcla de homosexuales y heterosexua-
les en una liga de extrarradio, pero el Paris Foot Gay, nacido
en 2003, representa mucho más. "En el mundo del fútbol,
puedes ser blanco, negro, judío o árabe, pero nadie te perdona
que seas gay. Por eso decidimos poner en marcha el club.
Estábamos hartos de escuchar comentarios homófobos",
explica su presidente, Pascal Brèthes. El club, que juega sus
partidos ante un puñado de valientes aficionados en el Stade
18 Louis Lumière, no pasará a la historia por sus conquistas fut-
bolísticas, pero su relevancia social les convierte en pioneros:
han logrado que la campaña ‘Carton rouge à l'homophobie’
(Tarjeta roja a la homofobia) llegue a todos los estadios de
Francia, que la Liga dedique una jornada del campeonato a
la lucha contra la discriminación y han puesto en marcha el
programa ‘b.yourself’, con un triangular junto a Paris Saint
Germain y Montpellier en el Parque de Los Príncipes. Han
tenido sus problemas, como cuando un equipo formado por
musulmanes, el Cretéil Bebel, se negó a jugar contra ellos, pero
perseveran en cumplir la misión que reflejan sus estatutos.
"Reunir a homosexuales y ‘heteros’ en lo que debería ser
un fútbol sin discriminación". Y otra cosa más: "animar a
los futbolistas gays a salir del armario".
Estadio: Stade Louis Lumière
Web: http://parisfootgay.free.fr/
En la tumba de Stendhal se puede leer: "Milanés. Escribió,
amó, vivió". Lástima que el escritor era francés y no un milanés
de pura cepa como Giuseppe Meazza, quien vivió, amó...y es-
cribieron de él. Campeón mundial en 1934 y 1938, mito de Inter
y rompecorazones, no podía ser enterrado en otro sitio que no
fuera el cementerio Monumental, donde reposan las grandes
dinastías milanesas. Nacido en el barrio de Porta Vittoria, se
forjó en las calles del centro y debutó con Inter cuándo aún
jugaba en la Arena Civica, recinto cercano al Cementerio donde
reposa el hombre que pese a que jugó en el Milan y la Juve,
sólo se identifica con el club que amó: la beneamata Inter.
Héroe: Giuseppe Meazza.
Tumba: Un nicho sencillo en el Famedio, la zona porticada
donde se entierran los difuntos ilustres. En la lápida de mármol
sólo se lee el nombre y las fechas de nacimiento y defunción.
Muy cerca, también encontramos la tumba del gran periodista
deportivo Candido Cannavó y la del boxeador Duilio Loi.
Cementerio: Cementerio Monumental de Milán.
¿Cómo llegar? Está al norte del barrio de Brera. Se llega
en metro (estación Porta Garibaldi) o en tranvía (Bramante
Monumentale). La entrada principal da acceso al Famedio.
Meazza está en el Famedio Inferior, Cripta 1, tumba número 7.

D El primer ministro búlgaro, de 52 años y jugador ocasional en tercera, ha

sido elegido mejor futbolista del año en Bulgaria. Nadie había dañado tanto
la moral de Berbatov desde que Ferguson le dijo que sería importante en el
United. D De los creadores de '¿Quién sucederá a Cannavaro en el 'Balón de
Oro'?' llega '¿Quién sucederá a Altintop en el 'Premio Puskas'?'. D
 ABP
La ilusión es la misma, tengas 20, 30 o 40 años. El título de la Eurocopa ha sido realidad para unos
//
Curvas de nivel
pocos, algunos de 'veintipocos' y otros de 'veintimuchos', pero los que tuvieron su momento de
gloria lo atesoran como un recuerdo único. Si los soviéticos Givi Chokheli (23 años) y el mítico Lev
ar
@jorgenaz
rge Nazar /
Yashin (30 años) fueron los campeones más noveles y veteranos en la Euro 1960, ya veremos qué
Texto de Jo nos deparará la de Polonia y Ucrania 2012. Mientras, aquí va una selección de los 5 campeones
más novatos y maduros de cada torneo…
5 campeones más jóvenes 5 campeones más viejos

EURO 1972 EURO 1980 EURO 2008

Uli Höness (RFA) Lothar Matthäus (RFA) Cesc Fabregas (ESP)
20 años (05.01.52) 21 años (04.05.87)
al estrellato

19 años (21.03.61)
2 partidos. Ganó 1 Mundial, 1 partido jugado. Luego, 6 partidos, 1 gol a Rusia
De allí

3 Ligas de Campeones, 1 estuvo en 5 y el penal ante Italia. Dos

Intercontinental. Hoy es mundiales, y ganó Italia años después, campeón del
el presidente del Bayern ’90, y el Balón de oro de ese mundo. Y le queda mucho.
Munich. año. Un crack… no como DT.

EURO 1996
Andreas Köpke (ALE)
34 años (12.03.62)
Premio a la

EURO 2004
trayectoria

EURO 1976 6 partidos. Jugó 3 Antonios Nikopolidis 33

Ivo Viktor (CHE) mundiales (‘90, ‘94 años (14.01.71)
34 años (21.05.42) y ‘98). Los 3 goles 6 partidos. Mito de
2 partidos. El mejor arquero de croatas no fueron una pelo cano, pecador al
Checoslovaquia en su historia. linda despedida. jugar por Olimpiakos y
Debutó en el Maracaná y Pelé le Panathinaikos.
hizo dos goles.

EURO 1968
19
en su álbum
La gran foto

Pietro Anastasi (ITA) EURO 1988

20 años (07.04.48)
2 partidos, 1 gol en la final
ante Yugoslavia. También
anotó en Mundial 1974.
Hoy trabaja en la TV.
Una golondrina
no hace verano
Arnold Mühren (HOL)
37 años (02.06.51)
5 partidos. 4 trofeos
continentales con Ajax
y una UEFA con Ipswich Town. El
único no arquero de estos 5.
EURO 2000
Nicolas Anelka (FRA)
21 años (14.03.79)

5 partidos. 1 Champions
League con el Madrid,
EURO 2000 9 clubes en su carrera y
Bernard Lama (FRA) ahora tiene cuento chino.
37 años (07.04.63)
1 partido. En la sombra de Barthez, ya había sido campeón
del mundo en 1998. Alguna vez fue DT de Kenia.
2000

2005
1980

2010
1990
1985
1965

1995
1970

1975

D Por 15 euros, los socios del Atlético podrán poner una fotografía suya en el
dorsal del futbolista que quieran. El problema es, justamente, que sólo pue-
den elegir entre los futbolistas del Atlético. D Richards y Balotelli, a puñeta-
zos en un entrenamiento. Con lo tiernos y sensibles que se les vio en la fiesta
de Navidad del City disfrazados de militar y bandido respectivamente... D
 ABP
//
El último cromo
Baltazar,
el Pichichi
efímero
Texto de Javier Giraldo / @javiergiraldo

La sombra de otras figuras con más fama o

mejor prensa le persiguió durante casi toda su
carrera. Llegó al Celta amparado por el anoni-
mato en 1985, pero le costó darse a conocer:
seis goles y descenso a Segunda, como quien
necesita un Erasmus futbolístico para curtirse.
Explotó en Segunda con la camiseta celeste:
a orillas del Atlántico marcó 34 goles y dio el
salto a aquel convulso Atlético de los ochenta
20 en 1988. Fue su gran temporada: 35 goles en
Primera División y Pichichi. Y de postre, la Copa
América con la selección de Brasil. Conviene
recordar que en aquella época, un tal Hugo
Sánchez ganaba los Pichichis con la misma
facilidad con la que daba volteretas. El audaz
Baltazar se incrustó en el reinado goleador del
mexicano, pero la corona no le duró demasiado.
Con su proverbial delicadeza, Jesús Gil le des-
preció como sólo él podía hacerlo ("por mí, el
curilla este puede irse a vender Biblias a su
país") cuando a Baltazar le tocó irse del Atlético
por la salida de emergencia: acababan de llegar
Schuster y Rodax a orillas del Manzanares y no
había sitio para más extranjeros. Tampoco es
que Javier Clemente hiciera mucho por salvar
al brasileño, que se exilió en el Oporto antes portero del equipo local, Gallardo. Parecía una amistosos que oficiales. Como tantos otros,
de fichar por el Rennes como epílogo de su jugada como cualquier otra, pero el golpe se finiquitó su relación con el gol en Japón, en
trayectoria en Europa. Baltazar se lo tomó con quedó escondido en una de las arterias del el Kyoto Purple, antes de volver a su ciudad,
resignación cristiana: fue uno de los primeros arquero y le atacó de manera cruel en forma de Goiania, para ganarse la vida. Pero no tan
brasileños de la Liga en abrazar la fe de los derrame cerebral 17 días después, dejándole en lejos del césped, porque ejerció de comen-
Atletas de Cristo. coma. Falleció una semana más tarde. tarista deportivo en su tierra. Su palmarés,
La religión le ayudó a superar algunos Nunca lo tuvo fácil Baltazar con la camise- más bien tristón, no refleja su categoría como
momentos especialmente delicados, aunque ta amarilla de Brasil: siempre eclipsado por el rematador: le tocó el papel de actor de reparto
ninguno como el que vivió en un Celta-Málaga embrujo de dos gigantes, Romario y Bebeto, y lo interpretó sin alzar la voz y poniendo la
de 1986: en un balón dividido, chocó con el tuvo que conformarse con jugar más partidos otra mejilla, como mandan las escrituras. t
 Palabra de futbo
lista //
ABP
turgalocha
alocha / @ar
Por Artur G

21

palabradefutbolista.blogspot.com
 ABP
La lupa //
Neonazismo en el fútbol alemán
Sajonia
como
síntoma
Texto de Roger Suso / @eurosuso
22
Banderas noruegas se han visto en estadios de Sajonia, en
"honor" al autor de la matanza de Oslo.
El suicidio de dos miembros de Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU),
el pasado 4 de noviembre, puso de relevancia la existencia de ese desco-
nocido grupo neonazi, responsable de una docena de asesinatos racistas
y atentados con bombas cometidos en diferentes ciudades alemanas
durante los últimos 13 años. Además de las sospechas de pasividad e
inoperancia de la policía, Alemania ha descubierto con desagrado que
el NSU -más allá de enlaces con el principal partido neonazi alemán, el
NPD-, tenía confidentes en las agencias de espionaje estatal. El caso
ha puesto de manifiesto que la ausencia de una desnazificación total
en los ámbitos de la policía y la inteligencia después del Tercer Reich,
en aras de la lucha anticomunista, ha contribuido a una continuidad
institucional que perdura hasta hoy.
Desde que el pasado noviembre se conociera la existencia de la
banda en Zwickau (Sajonia, al este del país), también el neonazismo en
el fútbol ha vuelto a ser noticia en los medios germanos. Días después
del desmantelamiento de la NSU, en el derbi sajón de Regional entre el
Zwickau y el Erzgebirge Aue B, una parte de la afición local, exhibiendo
banderas de Noruega -como homenaje a Anders Breivik, el autor de la
matanza de Oslo contra las juventudes socialdemócratas- coreó gritos
en favor de los terroristas. La Federación está estudiando el caso,
porque un futbolista llegó a gritar 'Sieg Heil', el clásico saludo hitleriano.
Para el periodista Ronny Blaschke, el flirteo de los aficionados al
fútbol con el nacionalsocialismo y la violencia no es nuevo, y menos
en Sajonia. En el 2009, unos 50 neonazis -muchos seguidores del
Lokomotive Leipzig- saltaron al campo del FSV 1921 Brandis y atacaron,
sin que la policía hiciera nada, a los jugadores del Estrella Roja de Leipzig
por 'rojos'. Durante años, los ultras del Chemnitzer FC dedicaron insultos
racistas cada vez que su jugador, el nigeriano Yakubu Adamu, tocaba
el balón. Lo mismo hacían los del VFC Plauen, cuando el equipo turco
Türkiyemspor Berlín visitaba su estadio. Y si la violencia en los estadios
ahuyenta a buena parte de la afición, los hooligans ultraderechistas
y antisemitas del Dynamo Dresden, el equipo de la capital sajona que
juega en 2ª División, son archiconocidos en todo el país por causarla.
Como constata Blaschke, los neonazis vienen utilizando el fútbol
-especialmente el no profesional- para conseguir votos y nuevos miem-
bros desde hace tiempo. La estrategia política es simple: abrazar causas
futbolísticas y del día a día deportivo de los clubes. En Leipzig, el NPD
trata de erigirse como defensor de los valores tradicionales e históricos
del Lokomotive frente el 'capitalismo destructor' que representa el Red
Bull Leipzig, un club fundado en 2009 después de un intento fallido de
Dietrich Mateschitz -el dueño de la marca de bebidas energéticas- de
comprar el Sachsen Leipzig, ya desaparecido. Mateschitz pretende que
el Red Bull, que juega en una categoría superior al Lokomotive, ascienda
a medio plazo a la Bundesliga. El NPD hace campaña electoral y obtiene
votos así. No les hace falta hablar de su programa real.
Con la anexión y desmantelamiento industrial de Alemania del
Este después de la Reunificación de 1990, el NPD -al que, tras el caso
del NSU, se intenta prohibir- encontró en el calor de los estadios un
hábitat propicio para incubar el nuevo nazismo. Dos décadas después,
parece que el huevo de la serpiente ha vuelto a eclosionar. t
 ABP

publicidad@panenka.org

23
Texto de Marc Bennetts
Ilustraciones de Pep Boatella / @pepboatella

LA GRAN TRANSICION RUSA

Esta es la historia de una potencia mundial que se desmoronó en unos
meses, en medio de una abismal crisis económica, social e ideológica.
Rusia, la república matriz de la URSS, ha tardado dos décadas
en recuperarse de un salto entre opuestos: del comunismo al
capitalismo. También su fútbol. De la mano de una nueva elite
heredera de la nomenklatura soviética, su liga atrae a estrellas
globales.Y, en el horizonte, ya se dibuja el Mundial'18.
 Dossier: 20 años de fútbol post-soviético
El Spartak fichó a
las estrellas post-
soviéticas "cuando la
mitad de la población
26 se moría de hambre",
según su gerente
* Sergey Minaev, autor de una de las
novelas de mayor éxito en la literatura
post-soviética (Sin alma), ha colaborado
en este reportaje aportando textos
que amplían el reportaje de Marc
Bennetts. Es un fanático del Spartak de
Moscú -el club más popular en toda
Europa Oriental- y un amante de la
noche moscovita.
L
a inesperada desinte-
gración de la Unión de
Repúblicas Socialistas
Soviéticas en 1991 su-
puso algo más que el fin
del primer estado comunista; significó
la descomposición del fútbol soviético.
A pesar de no haber levantado nunca
una Copa del Mundo, su selección se
había granjeado el respeto del planeta
gracias a figuras como Lev Yashin, Oleg
Blokhin o Igor Belanov. De la noche a
la mañana, los jugadores de la URSS se
encontraron sin el sistema estatalista
en que se habían formado, obligados a
reinventarse en un mundo nuevo, tan
excitante como en ocasiones peligroso.
El hundimiento del comunismo
implicó además el adiós del campeonato
soviético: una liga multiétnica (15 re-
públicas formaban parte del país más
extenso del planeta),
tal vez la competi-
ción nacional más
diversa que existía.
Un complejo abanico
de estilos balompédi-
cos, desde el correoso
y físico fútbol báltico
hasta la preciosista
escuela rusa, pasan-
do por los regateadores del Cáucaso o el
juego crudo practicado en las estepas de
Asia Central. Toda esa heterodoxia, rica
en rivalidades, desapareció abrupta y
prematuramente en el momento en que
cada nuevo estado creó su federación.
En 1992, la de Rusia organizó
su primera liga. Sin el Dinamo de Kiev,
el de Tblisi y el de Minsk, la nueva
competición desprendía un cierto aire
provinciano. Así comenzó un periodo
traumático para el fútbol ruso, dis-
putado en estadios herrumbrosos y
con un severo problema de imagen. La
asistencia a los estadios se hundió y el
dinero desapareció. No en vano, todo
el país se encontraba en mitad de una
transformación cataclísmica: la gran
superpotencia se desmoronaba social
y políticamente, en medio de una co-
rrupción rampante y una brutal guerra
civil en Chechenia. El raramente sobrio
Boris Yeltsin ocupaba el Kremlin mien-
tras el vacío ideológico causado por el
derrumbe del comunismo aún había de
ser llenado por la abundancia que la
democracia y el capitalismo anuncia-
ban. Los rusos tuvieron que aprender
a luchar por la supervivencia. Y, obvia-
mente, dejaron de pensar en el fútbol.
"Recuerdo acudir a partidos en
los años inmediatamente posteriores
al colapso de la URSS", me comenta
Dmitri Dudenkov, un aficionado del Di-
namo moscovita. "A pesar de los bajos
precios de las entradas, la asistencia
era tan escasa que los clubes abrían
las puertas de los estadios en el des-
canso. Pero ni siquiera así entraba la
gente: tenían otras cosas por las que
preocuparse”.
DE LA ANARQUÍA A LA OLIGARQUÍA
El equipo puntero en aquellos
años confusos fue el Spartak de Moscú,
dirigido por el siberiano, alcohólico y
nicotínico Oleg Romantsev. El Spartak
dominó el fútbol ruso durante una dé-
cada, proclamándose campeón de todas
las ligas -salvo una- entre 1992 y 2002.
"Spartak, campeón", solían cantar sus
aficionados... y durante un tiempo pare-
ció el mero reflejo de un hecho objetivo
más que un grito de ánimo.
En realidad, el de Romantsev fue
el único equipo ruso que conoció el éxito
en los 90. El fútbol no crece en el vacío,
y la crisis económica y social que barrió
el país tras el descalabro soviético tuvo
consecuencias terribles para el deporte.
Muchos de los mejores jugadores acep-
taron propuestas de clubes extranjeros:
una fuga de cerebros balompédicos secó
el talento ruso.
"Fue un periodo catastrófico
para Rusia", evoca el ex director general
del Spartak, Sergei Shavlo. "Los jugado-
res que se fueron veían a Occidente
como su salvación, pero se llevaron su
experiencia con ellos y como conse-
cuencia no pudieron transmitírsela
a la siguiente generación". Se había
roto la cadena del frío.
Entonces, ¿cómo dribló el Spar-
tak esa realidad tan dura? ¿Cómo pudo
atraer a buenos jugadores, y en algunos

casos aferrarse a ellos? "Era el equipo
más rico de Rusia porque era el mejor",
confiesa Shavlo. Estaba en el centro de
un círculo virtuoso: jugar la Champions
League suponía dinero, y este implicaba
fichajes que a la larga ayudaban a ganar
títulos y volver a Europa. "Fichamos a
los mejores ucranianos, georgianos,
uzbecos... Les ofrecíamos seguridad
económica en un momento en el que
la mitad de la población se moría de
hambre", revela.
De cualquier forma, los 90 no
depararon sólo buenas noticias para
el Spartak. En el verano de 1997, su
gerente, Larissa Nechayeva, apareció
tiroteado en su casa de campo. El caso
aún espera resolución, lo cual ha dado
pie a teorías conspiranoicas en la pren-
sa e Internet vinculando a ex directivos
del Spartak o a autoridades del ayunta-
miento moscovita en el asesinato. "En el
momento del asesinato de Nechayeva",
comenta Ruslan Dubov en el periódico
Novaya Gazeta, "el Spartak recibía pe-
tróleo sin refinar de su patrocinador,
LUKoil, en lugar de dinero. Nechayeva
era el encargado de gestionar la venta
de ese petróleo: su homicidio estuvo
relacionado con el mercado negro".
El comienzo del siglo XXI dejó
dos acontecimientos cambiantes: el
precio del barril de petróleo continuó
La gran transición rusa
trepando por encima de los 100 dólares, La 'CCCP' se despidió con el subcampeonato
mientras un antiguo oficial de la KGB de la Euro'88 y un decepcionante Mundial'90,
hacía lo mismo hasta heredar el Kremlin ya con el país en descomposición.
de manos de Yeltsin. Como consecuen-
cia, Rusia comenzó a alejarse del abismo
y trató de reafirmarse globalmente. En
paralelo, su fútbol esbozó un renaci-
miento cuando los oligarcas, esa casta
de multimillonarios que rapiñaron los
27
recursos nacionales en pleno caos post-
soviético, lo escogieron como su nuevo
divertimento.
¿Resultado? A pesar del acuerdo
con la petrolera LUKoil, el Spartak ya
no es el equipo más rico de Rusia. No
hace falta decir que también ha dejado
de ser el más exitoso: su último trofeo
data de 2001.
Roman Abramovich, el emblema
de los oligarcas, patrocinó hasta 2005 al
CSKA de Moscú a través de Sibneft, su
Fútbol o Víctor Hugo*
Existe un mito persistente en Rusia: que antes, en los tiempos de la URSS, se leía más
que ahora. Somos un país de mitologías.Todo el mundo olvida que entonces, cuando
yo era un adolescente, no teníamos demasiadas otras opciones de ocio. O jugábamos
al fútbol o leíamos a Víctor Hugo, porque no había canales de TV las 24 horas del día,
ni ordenadores. Recuerdo perfectamente los apartamentos de los años 80, cuando un
libro era el mejor regalo que te podían hacer. Solíamos tener las estanterías a rebosar:
pero la gente ni los abría, solo los utilizaba como decoración. Así que, efectivamente,
es un mito eso de que antes se leía más.
 Dossier: 20 años de fútbol post-soviético
Oleg Romantsev fue al fútbol lo que Boris
28 Yeltsin a la política: un tótem al que se agarró
un país que había dejado de ser potencia.
empresa energética. El club ganó tres
veces la liga y una la Copa de la UEFA,
hasta el momento el único título euro-
peo con el que se ha podido fotografiar
Abramovich.
Al otro lado de la capital, el Di-
namo ha recibido ingentes cantidades
de dinero procedentes de Alexei Fedo-
richev, el multimillonario propietario
de Fedcom. En 2005, Fedorichev fichó
a nueve jugadores portugueses, la ma-
yoría internacionales como Maniche
o Costinha. El experimento le salió
mal y el Dinamo no llegó si quiera a
clasificarse para la UEFA antes de que
los portugueses regresaran.
El Zenit de San Petersburgo
cuenta con el apoyo de Gazprom, un
gigante gasístico con fondos inaca-
bables que han servido para llevar el
título de liga y la Copa de la UEFA a
orillas del Báltico. Y, en el último y
paradigmático ejemplo de millonario
ruso encaprichado de un club de fútbol,
Suleiman Kerimov ha sido capaz, sólo
con la ayuda de su dinero, de llevarse
a Eto'o y Roberto Carlos a una de las
ciudades más inseguras del Cáucaso.
LA CARA OSCURA
Esa explosión de dinero en
el fútbol ruso cuenta con una cara
oscura. La década de los 90 marcó
el comienzo de una ola de crimen y
corrupción que aún hoy continúa
torpedeando cualquier intento de mo-
dernización. El balompié, obviamente,
no ha permanecido ajeno. Desde que
los petro-rublos comenzaron a fluir
por los equipos, el fútbol ruso se ha
visto manchado por un escándalo tras
otro por partidos amañados, árbitros
comprados o conspiraciones en los
despachos.
Sin patrocinadores
La caída de la URSS sacudió los paradigmas de la gente. En el fútbol, las tradicionales
fuentes de ingresos -el Estado o sus organismos asociados- dejaron de sostener a los
clubes. Pero en las directivas nadie sabía como atraer a las marcas, y en las empresas
no había experiencia en el patrocinio deportivo. Así se produjo una situación de
estrangulamiento financiero, de la que solo se ha escapado con la llegada de los oligarcas.
En junio de 2009, después de
que el Terek Grozny derrotara al Krylia
Sovetov en un partido ampliamente
concebido como amañado en favor de
los chechenos, el presidente de la Fe-
deración se manifestó "avergonzado".
"El carácter del partido ha sido muy
extraño", afirmó Vitaly Mutko antes
de pedir un análisis a "especialistas".
Como es habitual en Rusia, la comisión
investigadora no concluyó nada.
Cierto es que en el ranking de
partidos "extraños" aquel Terek-Krylia
figura en las posiciones de cabeza, pero
hay muchos más.Y no sólo en la Premier
League. Preguntado por el porcentaje de
equipos implicados en partidos amaña-
do en categorías inferiores, el defensa
del remoto SKA-Energiya Andrei Panfe-
rov respondió:"Créeme, un montón. No
es cosa de un club o dos. Si tú tienes
dinero y yo no, y me das una cierta
cantidad, querrás algo a cambio", ex-
plica con espíritu didáctico Panferov.
"Yo cogeré el dinero y haré lo que tú
quieras. Así es como funcionan las
cosas en Rusia, y no sólo en el fútbol".
El pasado mes de julio, Sergei
Stepashin, presidente de la Cámara de
Cuentas rusa, alertó al primer ministro,
Vladimir Putin, de que la compra de
partidos se había convertido en "un pro-
blema característico del fútbol ruso".
Añadió que esa práctica "desacredita
la liga rusa en el extranjero" y urgió a
abrir una investigación a gran escala,
tal y como las autoridades turcas ha-
bían hecho unas semanas antes.
Pero hay otros factores más allá
del dinero que también intervienen en
el amaño de resultados. En 2004, el Te-
rek levantó la Copa rusa -irónicamente,
también ante el Krylia Sovetov- tras una
final llena de rumores que apuntaban
hacia el Kremlin. La victoria del equi-

po checheno se utilizó para demostrar
que la vida en aquella devastada región
retornaba a la normalidad tras una dé-
cada de conflictos separatistas.
"El Terek monopolizó las noti-
cias los días anteriores y posteriores a
la final", recuerda el periodista Ruslan
Dubov. "Chechenia y fútbol suena me-
jor que Chechenia y guerra, ¿verdad?",
apunta. Nada se ha podido probar, sin
embargo, y ambos equipos han negado
cualquier acusación de manipulación.
Incluso el triunfo del Zenit de
San Petersburgo en la Copa de la UEFA
de 2008 estuvo rodeado de sospechas:
no faltaron quienes vieron a 'jefes de la
mafia' comprando las semifinales ante
el Bayern de Múnich, o la final ante el
Glasgow Rangers. Es altamente impro-
bable que alemanes o escoceses llega-
sen a plantearse aceptar un soborno,
pero esas alegaciones sirvieron como
indicador de lo bajo que había caído
la reputación del fútbol ruso.
Los tres títulos del CSKA en la
primera década de este siglo también
se vieron manchados por las dudas. Los
aficionados rivales comenzaron a apo-
darle 'GVK', acrónimo de 'Giner, lo com-
pra todo', en referencia a Yevgeniy Giner,
su presidente -permanentemente oculto
bajo una gorra de beisbol y un puro- y
La gran transición rusa
su supuesta práctica de comprar victo-
rias. Como siempre, nada se ha podido
(o querido) probar, pero en cualquier
caso la actual sequía de títulos en el
CSKA sugiere que,
o bien las acusa-
ciones eran falsas, "Si me das dinero yo
o bien a Giner se
le ha acabado el hago lo que quieras.
dinero. Rusia funciona así, y
L a fa l s i - no sólo en el fútbol",
ficación de los
resultados existe. admite un jugador de
Las causas son la segunda división
extremadamente
prosaicas, rozando una extraña lógica
incluso, tal y como me confiesa el es-
critor Vasily Utkin. "Funciona así: los
dos equipos llegan a un acuerdo. Por
ejemplo, deciden compartir los pun-
tos. Así, ambos equipos se garantizan
ganar su enfrentamiento como loca-
les, lo cual es muy beneficioso para
cuadros implicados en la lucha contra
el descenso".
Esta mentalidad procede indu-
dablemente de los tiempos soviéticos,
cuando existía un sistema de cuotas de
producción en factorías y granjas colec-
tivizadas. Los objetivos quinquenales Las heridas de la guerra de Chechenia
29
siempre se declaraban cumplidos, y cicatrizan en el estadio, para mayor gloria de
muchas veces multiplicados, cuando en Putin y su títere local, Ramzan Kadirov.
Rusia
34 12 9 Spartak
31 Moscú

Ucrania
16 55
14 13 Dinamo
Kiev

LIT LET EST

Kaliningrado
Georgia San Petersburgo
2 74 Zenit
5 13 Dinamo
Tbilisi
O. Blohkin (1975) BIE (2008)

I. Belanov (1986)
Armenia A. Shevchenko (2004)

1
1 46
MOL 2 Dinamo
CSKA
(2005)
13 Pyunik
Ereván Kiev ('75, '86)
3 Moscú
UCR L. Yashin
Shaktar
Bielorrusia (2009) (1963)
Nizhny Novgorod
1 65 Krasnodar
1 8 BATE
Borisov Rostov Saransk

Volgogrado Kazán
Sochi
Azerbaiyán
0 46 6
3 Neftchi
Baku Samara
GEO Dinamo
Lituania Tbilisi ('81)

1
0 94 8 FBK ARM
Kaunas
AZE
Kazajistán
0
1 138 5 Irtysh
KAZ
Uzbekistán
0
TUR UZB
1 76 8 Paxtakor
Tashkent

Moldavia
KIR
1
0 135 10 Sheriff
Tiraspol
TAY

Letonia
0 68
1 14 Skonto
Riga

Tayikistán
0 139
1 7 Regar

El
Tursun-Zade

Estonia
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1 Flora
Tallin

Turkmenistán
0 147
0 6 Köpetdag
Asgabat
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Kirguistán Máximo accionista Máximo accionista Propietario del Chel- Ex propietario del
0 188
del Arsenal/17 mil del Mónaco/9,5 mil sea/13,4 mil millones Portsmouth/300 mi-
0 7 Dordoi
Bishkek
millones de dólares millones de dólares de dólares llones de dólares
 Sin hoz ni martillo
El hundimiento de la URSS disgregó una selección promete-
dora, vigente subcampeona de Europa, y una liga que durante
la década precedente había ocupado el segundo lugar del
RUS ranking UEFA. El fútbol soviético, muy dominado por rusos
y ucranianos, dejó de existir en 1991. La década posterior
alumbraría hegemonías muy marcadas en cada nueva repúbli-
Ekaterimburgo ca: el Spartak, el Dinamo Kiev o el de Minsk replicaron en los
estadios la vocación autoritaria de sus nuevas democracias.

LEYENDA

Clubes en la Coeficiente FIFA Recopas Sedes del

Soviet Top Liga de la selección ganadas Mundial 2018

Títulos de la Clubes con más Copas de la Balones

Soviet Top Liga ligas (desde 1991) UEFA ganadas de Oro

once de los oligarcas

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Dueño del Hearts Billonario propie- Vicepresidente de Propietario del Anzhi Intentó comprar la Propietario del Spar- Jefe de la República
of Midlothian/189 tario del club suizo Gazprom, sponsor de / 7,8 mil millones de Roma / 18 mil millo- tak/7,1 mil millones de Chechenia y due-
millones de dólares Neuchatel Xamax Zenit y Schalke dólares nes de dólares de dólares ño del Terek Grozny
 Dossier: 20 años de fútbol post-soviético
30
Roman Abramovich, estandarte de las nuevas
estrellas del fútbol ruso: los oligarcas.
realidad nunca se alcanzaban. Lo más
importante era aparentar éxito, fingir
que se lograban las metas; los méto-
dos para ello -y por supuesto, la cruda
realidad- constituían detalles irrele-
vantes. En muchos casos, las fábricas
más próximas se prestaban mercancías
entre sí para superar las inspecciones
de cuotas. Así, los comisionados veían
varias veces la misma producción en
los distintos centros.
Hay poca diferencia entre dejar-
se una tonelada de carbón y repartirse
los puntos. El principio es el mismo.
La URSS tal vez haya muerto pero sus
costumbres le han sobrevivido.
UNA NUEVA LACRA: EL RACISMO
El ocaso de la Unión Soviética
significó un amanecer del nacionalismo
ruso. Las palizas a personas de aspecto
no eslavo se convirtieron en moneda
común en ciudades como Moscú o San
Petersburgo.Y los futbolistas negros se
transformaron en el centro de la diana
para los racistas. La situación alcanzó
tal grado de odio -con varios ataques
a jugadores de color, especialmente en
la capital- que algunos clubes tuvieron
que contratar guardaespaldas para pro-
tegerlos... de sus propios aficionados.
Andrei Bikey, ex defensa del
Lokomotiv, guarda recuerdos espe-
cialmente malos de su paso por Rusia.
"En ese país tienen una mentalidad
diferente", recuerda el internacional
camerunés. "Para un africano es muy
complicado vivir allí: notaba el racis-
mo en todas partes, pero sobre todo
cuando jugaba contra el Spartak. Sin
embargo, la policía no nos protegía.
Una vez me siguieron tres tipos. Por
suerte, me las arreglé para escapar,
pero en ese momento entendí que
para estar tranquilo necesitaría una
pistola", resume.
La situación mereció la atención
de los medios este año, cuando un aficio-
nado del Zenit lanzó un plátano inflable
a Roberto Carlos antes de un encuentro
en San Petersburgo. Apenas unos meses
después, otra banana de plástico alcan-
zó al defensa brasileño en Samara, en el
partido ante el Krylia. Roberto Carlos
amenazó con dejar Rusia si volvía a
ocurrir de nuevo.
No sorprende que el lateral escu-
chara su primer insulto en ruso justo en
San Petersburgo. El Zenit, actual líder
del torneo, es el único equipo que de la
Premier League que nunca ha fichado a
un jugador de color. "En un equipo en el
que los aficionados tienen una ideolo-
gía de extrema derecha, no es realista
plantear incorporaciones africanas",
ha argumentado su portero, Vyachelsav
Malafeyev.
El entonces entrenador del
equipo, Dick Advocaat, admitió justo
antes de ganar la Copa de la UEFA en
2008 que se había sentido incapaz de
contratar a jugadores negros, porque
los hinchas no los hubieran aceptado.
"No entiendo cómo pueden darle tanta
importancua al color de la piel", excla-
mó Advocaat. La llegada, en 2010, del
defensa portugués Bruno Alves desató
un intenso debate entre los aficionados
sobre si el jugador era negro o, 'algo más
aceptable', sólo se trataba de un mulato.
El racismo de los seguidores
rusos casi le cuesta al país la organi-
zación de la Copa del Mundo en 2018,
cuando los medios internacionales
expusieron la situación. Pero en lugar
 La gran transición rusa

de reconocer el problema que padece

Rusia, su Federación prefirió defender
su candidatura a cualquier precio.
Incluso a riesgo de sonar ridícula. En
aquellos días, los aficionados del Loko-
motiv mostraron una pancarta en la que
se leía, bajo el dibujo de un plátano,
'Gracias, West Brom', después de que
el equipo londinense fichara al inter-
nacional nigeriano Peter Odemwingie.
Preguntado por el asunto, el director
de la candidatura rusa, Alexei Sorokin,
alegó no haber visto "nada racista en
la pancarta". El plátano, según él, hacía
alusión a una expresión soviética sobre
los suspensos escolares. Aquella paté-
tica excusa le costó la burla de todos
los rusos que la escucharon. "Es cierto
que la expresión existía en tiempos de
la URSS, pero ahora prácticamente ha
desaparecido del lenguaje cotidiano",
explica la líder del Movimiento contra
el Racismo, Galina Kozhevnikova.
A pesar del racismo, la intermi-
nable afluencia de dinero está consi-
guiendo atraer a estrellas de todo origen
y condición, a cambio de salarios con los
que ya no pueden competir los clubes
ingleses o españoles. Samuel Eto'o, un
jugador que ya tuvo problemas con las Del pariente pobre del balompié Yeltsin, feliz tras dinamitar el liderazgo de
31
actitudes xenófobas de algunas gradas europeo al actual show de la abundan- Gorbachov, luce el primer anorak de tactel que
se vio en Moscú.
en Europa Occidental, no ha visto en el cia, el fútbol ruso ha cubierto un largo
racismo ruso un inconveniente lo sufi- trayecto desde el final de la Unión Sovié-
cientemente grande como para no fichar tica. De hecho, su presente forma casi ha
por el Anzhi. El ariete camerunés cree, hecho irreconocible las trazas del viejo
además, que no tardarán demasiado en sistema comunista, estatalizado y mul-
unírsele otras estrellas, negras o no, tiétnico, que rigió el deporte hasta 1991.
en la Premier League rusa."Jugadores Utkin, el escritor y periodista deportivo,
muy importantes me preguntan casi concluye: "Comparar el fútbol soviético
a diario sobre las oportunidades aquí. con el ruso es como comparar una no-
La verdad es que el futuro del fútbol vela de Dostoyevsky con un bestseller
está en Rusia", ha proclamado Eto'o. de ventas masivas". t

Calidad importada
El aluvión de futbolistas extranjeros ha tenido efectos benificiosos y perjudiciales
para nuestro deporte. Los partidos son más vistosos, pero dedidamente tanto fichaje
foráneo supone un daño para nuestras canteras. Aunque mejor dotadas que hace 20
años, las categorías inferiores están subdesarrolladas.Tal vez constituya la peor noticia
futbolística de estas dos décadas: se ha dejado de trabajar con la cantera como se
hacía antes, hemos perdido las escuelas estatales y los clubes apenas creen en sus
víveros. Sin embargo, y mientras no se mejore la formación del deportista local, los
equipos seguirán prefiriendo importar la calidad que pulirla en casa.
 Texto de Alexey Pavlyuchenko
Fotos de agencia

"LA URSS, HOY,

SERIA UN EQUIPAZO"
Uno era portero y ruso; el otro delantero y ucraniano. Rinat Dasaev
y Aleksandr Zavarov compartieron cuatro siglas sobre la camiseta
de su selección hasta 1991. Los dos estaban jugando en el
extranjero cuando la URSS se vino abajo. Dos décadas
después, rememoran su tiempo en común y analizan la

E
evolución futbolística y social de dos países que hasta
hace veinte años eran uno solo.

n 1991 ustedes se encon- me he vuelto nostálgico: echo mu-

traban jugando fuera de
la URSS. ¿Cómo siguie-
ron desde el extranjero
la desaparición de la
URSS? ¿Con temor o con ilusión?
RD: En esto no puedo ser definitivo.
Estaba muy centrado en mi carre-
ra en el Sevilla, y lo que sucedía
en casa sólo lo seguía a través de
mis amigos y familiares. No pude
hacerme una opinión de primera
mano, así que me limité a esperar
los acontecimientos.
AZ: Yo entoncés jugaba en el Nancy
francés. Al principio no entendía lo
que pasaba, y me costó aceptar que
la Unión Soviética pudiera desmem-
brarse. Recuerdo ver las imágenes
en televisión de los tanques durante
el golpe de Estado de agosto de 1991
[cuando el ala más inmovilista del
Partido Comunista trató de anu-
lar la perestroika
aperturista de
Gorbachov].
Entonces
sentí mucho
miedo, lo
reconozco.
Con el paso
del tiempo,
cho de menos los enfrentamientos
de los equipos ucranianos con los
moscovitas, el Zenit, el Dinamo de
Tiblisi o el Ararat armenio.
La selección soviética, que incubaba
una gran generación, fue una de las
víctimas de aquel cambio. ¿Por qué
no llegó a levantar ningún trofeo en
los '80?
RD: Nos faltó suerte en la final
contra Holanda, en la Euro'88. En
la fase de grupos les derrotamos,
con la fortuna de nuestro lado. Pero
nos dio la espalda en el partido de-
cisivo. Belanov falló un penalti... y
luego llegó aquel gol increíble de
Van Basten, sin ángulo. Todo el
mundo sabe que aquella pelota
entró de puro milagro.
¿Se le culpabilizó de aquel tanto?
RD: Algunas personas que no sa-
bían nada de fútbol sugirieron algo
en ese sentido. Pero la realidad fue
que la pelota dibujó una trayectoria
tan fantástica que ningún portero
del mundo podría haberla detenido.
Dos años antes habían caído en oc-
tavos de final del Mundial de México
frente a Bélgica.
AZ: Eso fue aún más doloroso.
Fue un golpe duro. No estábamos
preparados para esa derrota. De
hecho, ya hacíamos cábalas sobre
 nuestro siguiente rival.Y no sólo los
jugadores, también la afición. Como
el partido fue de madrugada en Mos-
cú, la televisión soviética lo dio en
diferido la tarde siguiente: la gente
se negaba a creer que hubiéramos
caído, pensaban que era una broma
o un error. Subestimamos a los 'dia-
blos rojos'... y luego el árbitro sueco,
Fredriksson, hizo el resto. Tengo la
sensación de que nuestra selección
no estaba bien vista por la elite
del fútbol mundial. En los torneos
importantes siempre topamos con
arbitrajes desastrosos.
RD: Pasamos como primeros en la
fase de grupos. Derrotamos a Hun-
gría (6-0) y Canadá (2-0), y empata-
mos con la Francia de Platini (1-1),
vigente campeona de Europa. Nos
encontrábamos en plena forma. De
no ser por el colegiado, habríamos
llegado a semifinales. Le dio dos
goles a los belgas en fuera de juego,
y los malos arbitrajes se repitieron
después en la Euro'88. Incluso los
holandeses admitieron que había-
mos sido la mejor selección.
20 años después, Rusia eliminó a la
'Oranje' en la Eurocopa de Suiza y
Austria. ¿Se sintió redimido, Rinat?
RD: En absoluto. Son equipos muy
diferentes a los de hace dos décadas.
Me alegré como aficionado de mi
selección, pero no sentí satisfecha
ninguna revancha.
¿Cómo era el ambiente en una selec-
ción tan multicultural como la sovié-
tica? ¿Había rivalidades?
AZ: ¡En absoluto! No le dábamos
ninguna importancia al origen
de cada uno. Además, la mayoría
éramos ucranianos [risas]. Las
relaciones con los demás eran fan-
tásticas. Por eso mantengo amigos
como Rinat.
RD: Los futbolistas nos comporta-
mos como profesionales y entrená-
bamos a tope. Cuando Konstantin
Beskov ejerció como seleccionador,
los internacionales ucranianos
tuvieron que adaptarse al estilo de
juego ruso. Y lo hicieron sin trau-
mas, igual que nosotros, los rusos,
nos amoldamos cuando llegó Valeri
Lobanovsky. Nunca hubo malenten-
didos, porque todos compartíamos
una misma causa común.
¿Tampoco había roces por la militancia
en equipos opuestos?
RD: Es cierto que la competitividad
era muy fuerte en la liga, pero dentro
de la selección nos olvidábamos. En
la década de los '80 se nos consi-
deraba el combinado más fuerte
de Europa, y con razón. Casi todos
teníamos experiencias internacio-
nales con nuestros clubes y nos
sentíamos muy orgullosos de esa
mezcla de nacionalidades y escuelas
futbolísticas. Creo que precisamen-
te por eso éramos tan temidos.
 Dossier: 20 años de fútbol post-soviético
¿Cómo valoran sus respectivas expe-
riencias en el extranjero, justo en un
momento en el que todavía era muy
difícil salir de la Unión Soviética?
RD: A mí me encantó. Aún
guardo amistades de aque-
"Al fichar por lla época, con los que hablo
a menudo. Además, mi se-
la Juventus, los gunda esposa es española,
funcionarios así que tengo vínculos muy
soviéticos me personales con España. Y
en lo referente a la Liga,
obligaron a pagar supone una de las compe-
las cuotas de ticiones más poderosas del
las Juventudes mundo. Cuando yo jugué en
el Sevilla no lo era tanto,
Comunistas" pero ya se intuían las bases
A. ZAVAROV de un gran campeonato, con
partidos muy coloridos y
tensos. Desde luego, poder medirme
con el Real Madrid o el Barça fue
todo un privilegio que recordaré
siempre.
AZ: Lo mío fue un poco más compli-
cado, ¿sabe? Cuando la Juventus de
Turín se interesó por mis servicios,
los funcionarios soviéticos pusieron
una condición: que pagase todas mis
34 cuotas del Komsomol [las Juventu-
des del Partido Comunista] y del
sindicato de futbolistas. Pero los
directivos de la Juve pusieron el gri-
to en el cielo y me amenarazon con
vetarme si aportaba algún dinero
al Comité Estatal del Deporte de la
URSS. En fin, supongo que pagué el
peaje de ser el primer soviético que
actuó en el calcio.
Rinat
Dasaev
13.07.1957
(Astracán, Rusia, URSS)
Jugó en elVolga Astracán (1976-77), Spartak
de Moscú (1977-88) y Sevilla (1988-91)
Ganó dos ligas y una copa soviéticas
Vistió 91 veces la camiseta de la URSS
Finalista de la Euro'88
¿Cómo valoran la evolución del fútbol
en ambos países, Rusia y Ucrania?
RD: El derrumbe de la URSS nos
hizo muchísimo daño. Repensar un
sistema tan complejo como el que
se vino abajo nos ha llevado dos
décadas, porque además el fútbol
no es un deporte estático sino que
evoluciona permanentemente. Por
ejemplo, yo defiendo las cuotas
de extranjeros para proteger a los
futbolistas nacionales. Con tanto
jugador foráneo, es prácticamente
imposible que los jóvenes rusos
puedan consolidarse en los clubes
importantes. Además, sólo tres o
cuatro incorporaciones de cada diez
mejoran realmente el nivel; el resto
son bastante mediocres. Antes los
aficionados se identificaban con sus
futbolistas. Ahora apenas conocen
sus apellidos, y eso aleja el fútbol
de los seguidores.
AZ: Tras colgar las botas, comencé
entrenando en Francia y Suiza an-
tes de regresar a Ucrania. Cuando
lo hice, en 2005, me topé con un
montón de directivos que no te-
nían ni idea de fútbol. Por ejemplo,
el presidente de mi último club [el
Arsenal Kiev], Vadim Rabinovich, ha
echado toneladas de mierda sobre
mi figura, hasta que elevé una queja
al Tribunal de Arbitraje Deportivo en
Lausana. De momento le han retira-
do del cargo y le han condenado a
pagarme un millón de dólares como
indemnización.
Algunas voces han propuesto la unifi-
cación de los campeonatos ucraniano
y ruso. ¿Utopía?
RD: Eso es absolutamente imposible
en la vida real. Entiendo las emo-
ciones más nostálgicas de quienes
proponen algo así, pero necesitamos
ser realistas. Y un campeonato uni-
ficado se me antoja directamente
impensable.
AZ:Yo estuve presente en una
conversación entre los líderes de
nuestras federaciones y el presi-
dente de la UEFA, Michel Platini.
Él lo veía como un proyecto muy

interesante, pero también peligro-
so, porque sentaría un precedente.
Durante un tiempo también se qui-
so crear un campeonato unificado
entre equipos belgas, holandeses
y luxemburgueses. Y alguien ha
propuesto una idea parecida con
los clubes de la antigua Yugoslavia.
Pero intuyo que a la UEFA no le hace
demasiada gracia estos malabares
político-fubolísticos, así que dudo
que se lleven a cabo. Las esquirlas
de una taza rota no hacen una nueva:
el auténtico problema fue separar
los campeonatos hace 20 años.
En el ámbito que mejor conoces, Rinat,
¿consideras que en estas dos décadas
se ha malbaratado la gran tradición de
porteros rusos?
RD: Absolutamente. Aún hemos de
trabajar mucho para igualar los
niveles de excelencia alcanzados
en tiempos de la URSS. Todos los
equipos de la Supreme Liga, la máxi-
ma categoría del fútbol soviético,
contaba con al menos un porterazo
en sus filas. Eso ahora no pasa. Y,
lo que es peor, no hay ni un solo
guardameta ruso en niguna de las
cinco grandes ligas europeas. De
una cosa estoy seguro: el portero
ha de proceder de la cantera del
propio club.
Los medios occidentales se cuestionan
la madurez de Ucrania para albergar
una Eurocopa. Como asesor del gobier-
no en esta materia, Aleksandr, ¿qué
se está haciendo para luchar contra
los estereotipos?
AZ: Puedo proclamar a los cuatro
vientos que el país está preparado
para organizar el torneo. Y lo digo
con conocimiento de causa y respon-
sabilidad. En los últimos tiempos,
gracias a la entrada del nuevo go-
bierno [del pro-ruso Viktor Yanuko-
vich], se ha podido reconstruir en
plazo récord el estadio Olímpico de
Kiev. En cuanto llegaron al poder
se dieron cuenta de que la Euro'12
constituye una cuestión de prestigio
nacional. En 18 meses le han puesto
Dos amigos, cara a cara
Aleksandr
Zavarov
20.04.1961
(Lugansk, Ucrania, URSS
Jugó en el Zorya Lugansk (1977-79),
Rostov (1980-81), Dinamo Kiev (1983-
88), Juventus (1988-90), Nancy (1990-
95) y Saint-Dizier (1995-98)
Ganó dos ligas, tres copas soviéticas y
una Recopa con el Dinamo, y una Coppa
Italia y una UEFA con la Juventus
Vistió 41 veces la camiseta de la URSS
Finalista de la Euro'88
Mejor futbolista soviético de 1986
las pilas al proyecto, como demos-
tró la reinauguración del estadio
de Kiev. Ahora se están asfaltando
las carreteras del país, y ampliando
los aeropuertos. ¡Todo estará termi-
nado a tiempo, lo aseguro! Espero
que eso sirva para eliminar los es-
tereotipos que se tiene de Ucrania,
y en general de la Europa del Este,
fuera de nuestras fronteras.Y, como
patriota ucraniano y de la antigua
35
URSS, me encantaría que la final fue-
se entre Rusia y Ucrania... aunque
me temo que España y Alemania lo
impedirán.
Para terminar, practique-
mos un poco de historia- "La escuela de
ficción. ¿Cómo rendiría
una hipotética selección porteros soviética se
soviética si existiera hoy ha perdido. No hay ni
en día? un solo arquero ruso
RD: Definitivamente,
creo que le podríamos en las grandes ligas"
complicar mucho la vida RINAT DASAEV
a la selección española
en la próxima Eurocopa [risas].
AZ: ¡Menuda pregunta me haces!
Desde luego, llegaríamos a la final;
eso seguro. Ahora Oleg Blokhin ha
de escoger sólo entre los futbolistas
ucranianos, pero si pudiera selec-
cionar a futbolistas de las restantes
repúblicas... ¡tendríamos un equi-
pazo! t
 Texto de Jakob Preuss
Ilustración de Francesco Cusumano / @FCusumano

EL Shaktar, mucho
mAs que un club
En un país dividido entre pro-occidentales y pro-rusos, entre aperturistas
y nostálgicos, entre una mayoría empobrecida y una elite ubérrima,
la relevancia del fútbol trasciende las fronteras de lo deportivo.
Los poderes políticos y financieros, confusamente mezclados,
abrazan a los clubes como símbolo de pujanza y prestigio
local. El cineasta Jakob Preuss se ha fijado en el Shaktar
Donetsk para relatar el auge de un equipo, una región
y una ideología.

36

De izquierda a derecha, Viktor Yanukovich, Rinat

Akhmetov, Fernandinho, Jakob Preuss y Shasha.

E
l día del atentado, Shasha
estaba en el campo.
Como todos los días que
el Shaktar juega en casa,
por otro lado. Haga frío o
calor, nieve o granice, de día o de noche,
en el comunismo o en el capitalismo,
desde hace décadas este minero no se
pierde un encuentro de su equipo de
fútbol, ese que en el nombre ya procla-
ma el orgullo del pico y la pala: shaktar
significa, precisamente, minero.
Pero de aquel partido en 1995
apenas se acuerda nadie. No era una fi-
nal ni un encuentro trascendental.Y sin
embargo cambió el rumbo del Shaktar.
Una bomba explotó en el palco VIP que
ocupaba su dueño, Oleksandr Bragin,
dejando huérfana a la entidad. Los
'90 fueron años horrorosos en toda la
extinta Unión Soviética, pero especial-
mente en las zonas industriales como
Donbass, una región minera y siderúr-
gica a caballo entre Ucrania y Rusia.
En pleno naufragio de la URSS, Bragin
nadó con decisión y buenos contactos
con la vieja nomenklatura para hacerse
a precio de saldo con algunas factorías
y un club de fútbol, muy popular en la
zona, pero ruinoso.
Rinat Akhmetov, mano derecha
de Bragin, se salvó milagrosamente
de morir junto a su mentor al quedar
atrapado en un atasco de tráfico. Es
un detalle que no ha dejado de generar
comentarios maldicientes en la ciudad.
Él, un tártaro musulmán sin carrera
universitaria y con ciertos problemas
de expresión oral, transformaría un
equipo querido en otro temido. Desde
entonces ha invertido 1.500 millones de
euros en su 'juguete', al que ha conver-
tido en fuerza hegemónica en Ucrania y
potencia emergente en Europa.
Yo no pensaba rodar un docu-
mental sobre fútbol. Pero viajé a Donetsk
como observador de las elecciones de
2004 y reparé en la importancia de un
club como el Shaktar. Me interesaba
contar la comunión de intereses entre
la oligarquía económica y la política
cuando descubrí que había un elemento
que las aunaba: el balón. Luego conocí
a Shasha, un minero que las ha visto
Ucrania se mueve hacia el Este
de todos los colores, en el tajo y en el
estadio. Y a Kolya, un ambicioso joven
del Partido de las Regiones, el mismo
del actual presidente ucraniano, Viktor
Yanukovich, y en el que también milita,
como diputado, Akhmetov.
Las dualidades de Ucrania al-
canzan la paleta de colores. Aquellas
presidenciales de 2004 propiciaron
la revolución naranja, que identifica
ese color con los pro-occidentales. En
cambio, el azul de Yanukovich cosecha
resultados de hasta el 95% de los sufra-
gios en la mitad este del país, de lengua
rusa y repoblada durante el siglo XX
por ciudadanos del resto de la URSS. El
hecho de que la camiseta del Shaktar
sea naranja y la del Dinamo Kiev incluya
franjas azules no constituye sino una
perfecta y engañosa paradoja.
Pero al conocer a Kolya entendí
que no sería necesario entrevistar a
Akhmetov para el documental. Preferí
presentarlo como una especie de padri-
no, controlándolo todo sin que se le vea:
un personaje que busca la protección de
los cristales opacos, ya sea en el palco
o en la limusina, lo cual aumenta las
leyendas que circulan a su alrededor.
Por su parte, en Kolya divisé a un tipo
37
tan hambriento de poder como ligera-
mente naif. Sabía que él me contaría
muchas más cosas que Akhmetov. Y así
fue. Declaraciones como "las victorias
del Shaktar benefician al Partido de
las Regiones" o "Yo no soy un admira-
dor de Stalin" (cuando
un retrato del dictador
dominaba su despa- Rinat Akhmetov
cho en la asamblea
municipal) hubieran ha invertido 1.500
sido imposibles de millones de euros en 15
obtener de boca de años para convertir al
Akhmetov.
The other Shaktar en un equipo
Chelsea sigue las evo- temido en Europa
luciones del Shaktar
durante la Copa de la UEFA de 2009,
que finalmente consiguiría ganar. Sé
que Akhmetov ha visto el documental.
Y que le gusta, lo cual no sé si habla
bien o mal de su inteligencia. El caso es
que hace poco recibí una camiseta del
Shaktar con mi apellido a la espalda. t
Texto de Rafael Maranhao (para Panenka y Offside) / @maranhaorafael
Fotos de Ilyas Hajji

CONSTRUYENDO EL ANZHI
Durante mucho tiempo, el fútbol floreció allí donde había afición: grandes capitales,
regiones industriales, incluso 'ciudades en Feria'. Ahora no hace falta. Cualquier
multimillonario puede pintar una pléyade de estrellas en el jardín de su casa.
El 118º hombre más rico del planeta, Suleiman Kerimov, se ha propuesto
levantar un gigante futbolístico en una de las zonas más peligrosas del
Cáucaso. Y lo va a conseguir. Su proyecto prefigura una posible deriva
de los clubes en meras franquicias de potentados.
 E
Dossier: 20 años de fútbol post-soviético
ncontrar el interruptor
de la luz no constituye
una tarea demasiado
compleja. A no ser que
te encuentres en la habi-
tación número seis del Hotel Petrovsk
de Majachkalá. Entonces, si no hablas
ruso, necesitarás un intérprete que te
traduzca las escuetas indicaciones de
una recepcionista entrada en años:
"Alargue el brazo detrás del arma-
rio". Pero no, en esa extraña ubicación
tampoco está el dichoso interruptor, así
que recurro a la lámpara de la mesilla.
No puedo cambiar de habitación por-
que mi guía, Danilo, ya lo ha intentado
en vano tras comprobar que su baño
no incluye lavabo: sólo váter y ducha.
Cuando estoy a punto de preguntar por
qué no nos dan otros cuartos si el hotel
parece fantasmagóricamente vacío, en-
tra él: mediana edad, calvo, barrigón. Es
Nurullar Kurbanov, el dueño del hotel,
rodeado por 20 hombres en chándal.
"Estos son los jugadores del
Krylia Sovetov, de Samara. Se alojarán
antes del partido de mañana frente al
Anzhi. De hecho, todos los equipos que
40 vienen a la ciudad se instalan aquí",
pregona orgulloso. El Hotel Petrovsk
no es el único, pero casi, que el viajero
encuentra cuando se plantea la muy
improbable tarea de visitar Majachkalá,
la capital de Daguestán, una repúbli-
ca rusa del Cáucaso. Este edificio con
aspecto de almacén industrial, situado
enfrente de una gasolinera que bordea
la carretera, es "el mejor hotel de la
zona", según Kurbanov. "Tengo algo que
enseñarte", me susurra.
Después de recorrer varios
pasillos tenebrosos, abre una puerta
y enciende la luz, por obra y milagro
de un interruptor colocado justo donde
esperarías encontrártelo. Sillas, un pro-
yector y una pizarra con 11 imanes rojos
y otros 11 azules se iluminan: la sala
de conferencias del Hotel Petrovsk de
Majachkalá está pensada para albergar
las charlas técnicas previas a los parti-
dos. De una de las paredes cuelga la joya
del establecimiento, una colección de
camisetas de fútbol. "Son de los equipos
que han pasado por aquí", aclara por
si quedaba alguna duda. "Esa es de
Arshavin, cuando estaba en el Zenit.
Y esa otra de Vagner Love, del CSKA.
Todas autografiadas, ¿eh?", apostilla.
El Anzhi también solía hospe-
darse en el Petrovsk. Pero las cosas cam-
biaron en enero de 2010, cuando el club
fue adquirido por Suleiman Kerimov, un
oligarca local al que 7.800 millones de
dólares convierten en el 118º millona-
rio del mundo, según Forbes (que es la
revista encargada de medir estas indis-
creciones). Desde entonces, Kerimov ha
conseguido atraer hasta esta apartada
orilla del mar Caspio a Roberto Carlos
y ha mullido con 20,5 millones de euros
anuales el trono de Samuel Eto’o como
futbolista mejor pagado del mundo. Dos
estrellas mundiales que han fichado por
el Anzhi pero no por Majachkalá, una de
las ciudades más inseguras de Rusia:
el equipo vive y entrena en Moscú, a
2.000 kilómetros, y vuela una vez cada
dos semanas para disputar sus partidos
como local. Eto’o nunca ha pisado el
Petrovsk, pero Kurbanov tiene su cami-
seta; en cambio, le falta la de Roberto
Carlos. "Mañana me la dará, me lo ha
prometido", confía.
MANERAS DE NUEVO RICO
Hasta hace un año, el Anzhi-
Krylia Sovetov hubiera sido un partido
entre dos equipos de los que la mayor
parte de la humanidad no habría oído
hablar, probablemente en pugna por
evitar el descenso. Ahora el Anzhi es uno
de los clubes más ricos del planeta que
aspira a transformarse en un grande de
Europa. Que las figuras que han puesto
la ciudad en el mapamundi no quieran
vivir en ella es sólo una anécdota. Todo
hace indicar que el Anzhi, antes o des-
pués, acabará ganando títulos y jugan-
do la Champions. Me pregunto si Messi,
Cristiano Ronaldo o Rooney también
tendrán problemas para encontrar el
interruptor de la luz cuando duerman
en el Petrovsk.
Un partido en Colombia, en fe-
brero del año pasado, marcó un giro de
guión simultáneo en dos de las carreras
más admiradas de los últimos tiempos.
 Anzhi: el sueño del último oligarca

La eliminación del Corinthians a ma-

nos del Tolima dejó fuera de la fase de
grupos de la Libertadores a un equipo
brasileño por primera vez en la historia.
A pesar de ser el conjunto más popular
de Sao Paulo, el Corinthians es el único
de los 'cuatro grandes' paulistas que no
ha ganado la Champions sudamericana.
La decepción de los aficionados, nueva-
mente humillados por los del Palmeiras,
Santos y Sao Paulo, colocó en el centro
de la diana a las dos estrellas mejor
pagadas. Ronaldo colgaba las botas dos
semanas después, harto de luchar con-
tra la báscula. Roberto Carlos, por su
parte, escuchó con atención la oferta de
un desconocido club ruso que le ofrecía
ocho millones de euros anuales a cam-
bio de un plan ambicioso. Las amenazas
telefónicas que recibió esos días de los
ultras del 'Timao' terminaron de decirle.
Así fue como Roberto Carlos cambió su
retiro dorado en Brasil por una última
aventura en una parte del mundo a la
que los casi todos los Gobiernos des-
aconsejan viajar.
Dagestán significa tierra de
montañas. Es la república más grande
y poblada del Cáucaso, con casi tres
millones de habitantes desperdigados
41
por sus aldeas. Constituye una de las empujan cada año a miles de jóvenes a 20,5 millones de euros al año... pero nada
regiones más pobres de la Federación la emigración. Casi todos acabarán en como una buena manta zamorana para luchar
contra el frío del Cáucaso.
rusa y la más diversa étnicamente, pues los suburbios de Moscú.
se hablan más de 30 lenguas. Lo cual Daguestán y Chechenia no sólo
le convierte en un avispero inestable: comparten cercanía física y étnica
la BBC la declaró hace un mes como y conflictos religiosos. También les
el lugar más peligroso de Europa. La une cierto estilo de
violencia procede de la organización maridar fútbol y
islamista Shariat Jamaat y de las política. El dueño Daguestán y
fuerzas del orden que tratan de com- del Anzhi es senador Chechenia no sólo
batirla, en ocasiones sin ningún reparo del partido Rusia comparten frontera y
constitucional. Los terroristas ansían Unida, que acaba de
una Daguestán independiente en la ganar las elecciones conflictos. También el
que rija la Sharia -la ley musulmana, y con el que Vladimir maridaje entre fútbol
de acuerdo con la religión predominante Putin, actual primer y política
en la zona- y se les puede considerar ministro, aspira a
herederos directos de las guerras en regresar a la presidencia. Vínculos
la vecina Chechenia. Muchos de sus similares existen entre el Kremlin y
líderes lucharon allí a finales de los Ramzan Kadyrov, un viejo guerrillero
90. La policía, por su parte, agrava la checheno devenido en gobernador local
situación con detenciones ilegales, pa- a las órdenes de Moscú y presidente
lizas y asesinatos. La represión estatal, del Terek Grozny. Hace ocho meses,
las elevadísimas cifras de desempleo, la Kadyrov invitó a Maradona, Baresi,
corrupción generalizada y el nepotismo Figo y Robbie Fowler a viajar hasta
 Dossier: 20 años de fútbol post-soviético
Brazalete compartido: Roberto Carlos y
Samuel Eto'o se erigen en los líderes de este
nuevo capricho de millonario llamado Anzhi.
42
la capital chechena para inaugurar su
moderno estadio. Las 'dietas' de entre
200.000 y un millón de euros, además
de un reloj de diamantes valorado en
20.000 euros, lograron que las estrellas
obviaran la larga lista de abusos contra
los derechos humanos que se atribuye
al anfitrión de aquel acto.
TIERRA OLVIDADA ENTRE MONTAÑAS
Pero en donde Grozny ha fallado
-la creación de un gran equipo- Maja-
chkalá quiere triunfar. Kadyrov no ha lo-
grado establecer al Terek en la elite rusa,
ni siquiera importando entrenadores
como Víctor Muñoz o Ruud Gullit. La es-
trategia del Anzhi difiere de la del Terek,
porque aunque lo parezca Daguestán
no es Chechenia. Las dos ocupan una
posición estratégica en los futuros
gaseoductos y oleoductos que planea
Moscú, pero los daguestaníes no acaban
de salir de dos guerras (alguno podría
pensarlo al recorrer sus calles). Se trata
de una región olvidada y empobrecida
cuyos habitantes necesitan una razón
para sentirse más conectados a Rusia.
"El fútbol puede cambiar la
apariencia de Daguestán y mejorar
el orgullo de sus habitantes", afirmó
el vicepresidente del Anzhi, German
Chistyakov, el pasado octubre. Es la
voz del club, pues Kerimov no habla
con la prensa. Su perfil calca el retrato
robot de oligarca futbolero al uso. No
se sabe cómo forjó su fortuna de entre
los rescoldos de la URSS y lo que poco
ha trascendido difícilmente puede ser
comprobado. Negocios inmobiliarios,
financieros, mineros y petrolíferos se
barajan en su cartera de inversiones.
En sólo unos meses de 2008 perdió unos
14.000 millones por efecto de la crisis,
pero parece que ya se ha recuperado.
Uno de los pocas personas que
tiene contacto con Kerimov es Roberto
Carlos. En septiembre subrayó a Pa-
nenka que las aspiraciones de su jefe
fueron más importantes que los millo-
nes para decidirse a cambiar el verano
brasileño por el invierno ruso. "Tiene
un proyecto de futuro, para fortalecer
el equipo y modernizar la ciudad. In-
cluso ha cambiado los colores del club
al verde y amarillo para hacerlo más
brasileño", me confesaría en Moscú. Allí
el Anzhi entrena en la ciudad deportiva
del Saturn, un conjunto capitalino des-
aparecido en 2010. La vieja metrópolis
soviética se ha transformado en una
de las ciudades más caras y lujosas
del planeta. Los coches saturan las
inmensas avenidas estalinistas, hasta
el punto que recorrer los 40 kilómetros
que separan Moscú del centro de entre-
namiento exige tres horas de atascos.
Uno de los ofrecimientos de Kerimov
para facilitarle la vida a Eto'o fue un
helicóptero con el que evitar el tráfico.
El camerunés lo rechazó.
"Es sólo una solución temporal.
Te acostumbras a entrenar en Moscú
mientras se construyen las instalacio-
nes en Majachkalá", apuntaba Roberto
Carlos. ¿No tiene nada que ver con la
inseguridad de Daguestán?, pregunté.
"Bueno, hasta hace poco era una zona
un poquito violenta, es cierto, pero
ahora las cosas están mejorando y la
gente se muestra más feliz gracias al
Anzhi". Esa misma noche, tres coches
bomba explotarían en Majachkalá ma-
tando a seis personas.
El brasileño ejerció como gancho
para convencer a 'Samuca' Eto'o, como
él le llama desde que coincidieran en
el Real Madrid ("siempre le digo que
fui yo quien le enseñó a jugar al fút-
bol"). "Van a llegar más estrellas en el
futuro", adelantaba horas antes de un
duelo copero con el Dinamo. Anelka, Van
Persie, Hulk, Tévez... Con los rumores
de los últimos meses se podría confec-
cionar una selección mundial. Roberto
Carlos sólo admitía haber hablado con
dos figuras en ciernes, Ganso y Neymar:
"Les he llamado y explicado el proyec-
to, pero son muy jóvenes. Entiendo que
Neymar piense en recalar antes en el
Madrid o el Barça".
El relevante papel que Roberto
Carlos desempeña en el Anzhi salta a
la vista, por mucho que él desmienta su
apodo de 'el boss'. El presidente le con-
sulta posibles incorporaciones y desde
septiembre ejerce como entrenador-ju-
gador. Ya no corre la banda como antes

(casi no juega, y cuando lo hace actúa
como pivote defensivo) pero ahora mue-
ve los hilos. Kerimov en lo financiero y
Roberto Carlos en lo futbolístico son
los dos vectores que dibujan el futuro
del equipo daguestaní.
ODIO CONTRA EL CÁUCASO
17 horas más tarde me encon-
traba en el Arena Khimki, donde el
Dinamo recibía al Anzhi. La policía
había vallado la zona y cortado las ca-
lles adyacentes. Los perros del equipo
de artificieros husmeaban nerviosos el
ambiente mientras un comandante de
los OMON -las unidades especiales de
la policía rusa- gritaba a sus hombres.
La atmósfera era cualquier cosa menos
relajada, dada la violencia con la que los
nacionalistos rusos emplean contra los
ciudadanos del Cáucaso. En diciembre
de 2010, miles de ultras del Spartak se
manifestaron junto a la extrema dere-
cha para protestar por el asesinato de
uno de sus miembros a manos de un
caucasiano. Este 4 de noviembre, día
de la Unidad Nacional, 5.000 hooli-
gans y neonazis volvieron a levantar
la bandera de la xenofobia entre gritos
de "Rusia para los rusos" y pancartas
de 'No queremos alimentar al Cáucaso'.
Algunos fans del Anzhi trataban
de pasar desapercibidos, tapándose la
camiseta. Shamil y Arshad habían con-
ducido siete horas para ver el partido.
Mohammed tuvo más suerte: llegó en un
chárter fletado por el club. Si el Anzhi
no va a Daguestán un millonario puede
hacer que Daguestán siga al equipo. O
cumpla con la fe: el pasado mayo, Keri-
mov pagó de su bolsillo la peregrinación
a La Meca de 3.000 fieles.
Al finalizar el partido -con de-
rrota del Anzhi-, Mohammed me dio un
codazo: "Mira, es Kerimov". Un fugaz
cortejo de diez gorilas rodeaba a una
figura canija con la mano izquierda ven-
dada. No había duda, era él: la herida
constituye una secuela del accidente
que sufrió en 2006 cerca del aeropuerto
de Niza, cuando su Ferrari Enzo negro
quedó reducido a un carísimo amasijo
de metal carbonizado. Eto'o salió del
Anzhi: el sueño del último oligarca
estadio unos minutos después, igual No hay demasiadas cosas que hacer en
de rápido y también acordonado por Majachkalá aparte de ir a ver al Anzhi con un
tambor y una bolsa de basura.
cuatro figuras esculpidas en piedra. El
último en dejar el vestuario fue Roberto
Carlos, deteniéndose cada poco para
firmar autógrafos y hacerse fotos con
los aficionados. Parecía exhausto: "Ya
no soy joven. El día después de cada
partido es horroroso. Sólo espero que
mañana no tenga que subir escaleras".
43
Los OMON ya se habían retirado.
VIAJE AL PASADO EN UN TUPOLEV
Dos meses después, en noviem-
bre, me enfrento a una experiencia
aterradora: volar desde Moscú hasta
Majachkalá en un
Tupolev de Dagues-
tan Airlines. Estos
aparatos ostentan "Kerimov tiene un
un récord negativo proyecto de futuro
de accidentes que para el equipo y para
prefiero no repa-
sar. El interior en- la ciudad", pregona
cierra una cápsula Roberto Carlos
del tiempo que te
devuelve a la URSS. El papel pintado
amarillea y una de las dos puertas de
emergencia se ha eliminado para co-
locar más asientos. La primera media
hora del vuelo me entretengo con un
pasatiempo: trato de abrocharme el he-
rrumbroso cinturón. Luego descubriré
 Dossier: 20 años de fútbol post-soviético
44
Fiebre amarilla y verde en la tierra
del oro negro: petróleo y caviar.
que reclinar el asiento no está en mi
mano (puede ocurrir o no, siempre en
contra de mi voluntad) o que el menor
de los incovenientes del servicio es que
alguien ha fumado dentro. A mitad de
vuelo comienza a sonar el tipo de pitido
que no deseas oir en un avión; busco
otras caras de horror y descubro que,
a mi lado, una venerable abuelita sigue
leyendo su revista. Eso me tranquiliza.
Como mi compañera de viaje ya
intuía, una hora y media después ate-
rrizamos sin problemas. Al descender
del avión, un chico detecta mi acento
extranjero. Se llama Murad y habla es-
pañol porque vivió ocho años en Getafe.
Me pregunta en qué hotel me hospedo.
"Petrovsk", respondo yo, ante lo cual él
realiza una mueca extraña. "No es un
cinco estrellas precisamente, ¿no?", le
inquiero. "Como mucho dos y media",
bromea.
El aeropuerto está a media hora
de la ciudad. Durante la primera mitad
del trayecto sólo diviso humildes casas
diseminadas bajo una luz crepuscular.
Pero poco a poco detecto la proximidad
a Majachkalá por la proliferación de
carteles publicitarios con la efigie de
Roberto Carlos y Eto'o, primero en las
cunetas y luego incluso en las medianas.
Después de haber oído tanto acerca de la
criminalidad de la región, me sorprende
ver mucha menos policía por las calles
de la que esperaba.
Majachkalá es una ciudad a me-
dio hacer. De los solares polvorientos
brotan grúas, promesas de edificios
que contrastan con los khrushchoba,
los modestos bloques levantados bajo
el periodo de Kruschov y hoy en plena
decadencia. Hasta en eso se nota la
influencia del Anzhi: un constructor
corrió el bulo de que Roberto Carlos
se había comprado un piso en uno de
sus inmuebles y en una semana vendió
el resto de los apartamentos.
DESAYUNO CON CAVIAR
La misma combinación de rico
y pobre, nuevo y viejo, se percibe en
los atascos de tráfico. Un Rolls-Royce
nupcial motea de lujo un océano de
Ladas Sedan, el emblema motorizado
de la clase media soviética. Otoño es
la época de las bodas en el Cáucaso.
Seguimos a la comitiva hasta una plaza
cuadrada, el mejor escenario de las fotos
de recién casados por su vista abierta
al mar Caspio, antaño fuente de un
producto asociado al lujo y la riqueza.
"Cuando era pequeño desa-
yunaba tostadas con mantequilla y
caviar. Era tan abundante que cual-
quiera se lo podía permitir. Hoy casi ha
desaparecido y tienes que buscarlo en
el mercado negro", me cuenta Ilyas, el
fotógrafo que me acompaña. El Beluga
era el tipo de caviar más caro hasta que
en 2006 se aprobó una prohibición in-
ternacional para salvar al esturión de
la extinción.
De repente, una ráfaga de dis-
paros interrumpe nuestra digresión
culinario-ambientalista. Algunos de los
invitados a la boda han sacado armas de
los coches y las descargan hacia el cielo.
Magomed, nuestro chófer, me explica
que supone una forma de honrar a los
novios y sonríe, dejando entrever una
fila de dientes de oro. En las tiendas de
la ciudad pueden adquirirse pistolas
por unos siete euros. Por supuesto, él
lleva una en la furgoneta. "Es sólo por
seguridad, nunca la uso", recalca Ma-

gomed, antes de retomar su inagotable
retahíla de chistes relacionados con el
consumo de vodka.
Algunas de las grúas que com-
ponen el perfil de la ciudad sirven para
reconstruir el estadio Khazar, al que el
Anzhi quiere mudarse en cuanto haya
concluido su modernización y la cons-
trucción de dos campos anexos para los
filiales. El club no tiene fama de trabajar
bien la cantera, así que ha de mejorar
sus infraestructuras en una región en la
que el fútbol pierde por goleada ante la
lucha, verdadero deporte nacional. En
Daguestán se han pulido los músculos
de 41 campeones mundiales y 11 olím-
picos en esa disciplina. "Sé que aquí no
tendré muchas oportunidades. Espero
que los ojeadores del Lokomotiv, la
mejor cantera de Rusia, se fijen en
mí", lamenta Shirvani, de 16 años, en
el campo de la Politécnica de Daguestán.
Hasta que se terminen las obras
en el Khazar, el estadio del Dinamo Ma-
jachkalá -club histórico de la ciudad,
ahora amateur- alberga las localías de
los Eto'o, Roberto Carlos y compañía.
Fundado apenas en 1991, en pleno des-
calabro de la URSS, el Anzhi casi celebró
su primera década de vida debutando en
la Copa de la UEFA sobre el césped del
rival ciudadano. El bombo le emparejó,
como subcampeón de copa ruso, con el
Glasgow Rangers. Sin embargo, en ple-
na guerra en la cercana Chechenia, los
escoceses se negaron a viajar al Dinamo
Stadium. "Tendríamos que llevarnos
sábanas, almohadas, jabón, toallas y
papel de váter porque allí no hay nada
en los hoteles", enumeraba el recurso
del Rangers ante la UEFA. Finalmente,
Lennart Johansson determinó un parti-
do único en Polonia, que aquel Anzhi sin
estrellas perdió por 1-0. Fue el primer, y
de momento único, duelo internacional
de la entidad.
Diez años, tres barreras poli-
ciales y un arco detector de metales
después, 15.000 personas abarrotamos
el vetusto Dinamo para contemplar el
Anzhi-Krylia Sovetov que cierra la fase
regular de la liga. Rusia se encuentra en
una temporada de transición, del calen-
dario natural (de primavera a otoño) al
Anzhi: el sueño del último oligarca
clásico en Europa Occidental (de otoño a
primavera). De ahí el invento para alar-
gar la temporada: una segunda fase con
ocho equipos pugnando por el título y
otros ocho por evitar el descenso. El
Anzhi se encuentra entre los primeros,
no demasiado lejos de clasificarse para
algún torneo continental. "Si lo logra-
mos, tendremos el estadio y la ciudad
preparados para estar a la altura. No se
repetirá lo de 2001", asegura Alexander
Udaltsov, director de comunicación.
Antes de que salten a calentar,
charlo con Joao Carlos, el primer brasi-
leño que desembarcó en Daguestán. Lo
que vio cuando llegó, hace un año, casi le
empuja a la deserción: "No me gusta ni
recordarlo. Sinceramente, me deprimí.
Me quería marchar. En el terreno de
juego apenas crecían malas hierbas y
los jugadores no teníamos ropa de en-
trenamiento. Cada uno venía de casa
con pantalones y camisetas de distinto
color, como si fuéramos aficionados en
un parque", evoca. Antes de que siga
preguntándole, él me contragolpea: "Por
cierto, ¿en qué hotel duermes?". "Ho-
tel Petrovsk, ¿lo conoces?", me defiendo Una de las escasas fotos de Kerimov, el
esperanzado. "Bueno... Supongo que es
un sitio divertido", remata con ironía.
hacedor del milagro daguestaní, junto a
Roberto Carlos, su hombre de confianza. 45
Dos toques y gol.
DOS DÉCADAS DE HISTORIA
Los equipos saltan al terreno de
juego mientas en los marcadores se pro-
yecta un vídeo retrospectivo de los 20
años del Anzhi. Co-
mienza con imágenes
de escasa calidad, Como en todo el país,
tanto audiovisual la afición del Anzhi
como futbolísitica,
para concluir con las corea el himno ruso
filigranas de Eto'o. antes de cada partido:
El público aplaude, un triunfo político
pero los decibelios
se disparan cuando para Kerimov
aparece en escena
una imagen de Suleiman Kerimov. El
magnate lo vigila todo desde su palco
VIP con cristales tintados. Ve sin ser
visto, al contrario que los muchos ve-
cinos congregados en los balcones de
los edificios circundantes.
 Dossier: 20 años de fútbol post-soviético
46
La mejor habitación del Hotel Petrovsk:
la de la colección de camisetas de Nurullar.
Como en todos los partidos en
Rusia, antes del pitido inicial se inter-
preta el himno nacional; los aficionados
del Anzhi lo corean con orgullo, lo cual
ya supone toda una victoria para los in-
tereses políticos vinculados al club. Ro-
berto Carlos sigue los acontecimientos
desde la banda, más como un suplente
hiperactivo en tránsito hacia el retiro
que como el entrenador que aún no es.
El Anzhi firma una pésima primera
parte y comienza la segunda encajando
un tanto. Entonces, Eto'o reacciona y
ejerce de estrella: marca un gol, y luego
otro. Media docena de cameruneses se
vuelven locos a mi lado. Llegaron dos
años antes que su compatriota más
famoso, becados por un extraño pro-
grama universitario."Suena imposible,
pero ahora es como un hermano para
nosotros. Nos ayuda y se interesa si
tenemos algún problema", apunta uno
de ellos, aferrado a una bandera de su
país.
La fiesta se completa con el 3-1,
obra del héroe local Shamil Lakhiyalov,
nacido en Majachkalá y formado en las
inferiores del Dinamo. Al término del
encuentro me dirijo a la zona mixta,
justo a la vuelta de una pequeña sala
de oración construida en dirección a La
Meca. Como en septiembre, Eto'o aban-
dona el estadio sin atender a los medios
ni los aficionados, salvo una chica en
silla de ruedas. Como en septiembre,
Roberto Carlos es el último en salir del
vestuario para tapar los huecos que su
compañero ha descuidado. De alguna
manera, el africano y el brasileño se
reparten el peso del equipo; el primero
dentro del terreno de juego y el segundo
fuera. Pero el defensa, a punto de cum-
plir 39 años, niega verse como un ex
futbolista. "Quiero jugar. No estoy para
salir en todos los partidos, pero quiero
ayudar. Lo que pasa es que además
tengo otras áreas de responsabilidad
más urgentes", se excusa.
"Fíjate en la felicidad de la gen-
te. Esto me encanta de Makhachkala.
Lo que a mí me parece poco, a ellos se
les antoja un mundo. Como ha dicho
Kerimov, estamos empezando. Este
club tiene un gran futuro", proclama.
Cuando vuelvo al Hotel Petrovsk,
el Krylia Sovetov ya se ha marchado.
Nurullar, el dueño, me saluda excitado.
Me quiere enseñar algo. Me guía hasta la
sala de conferencias, abre la puerta y me
señala la pared: '3 P. Kaproc'. Mientras
le felicito por la camiseta, caigo en la
cuenta: si todo sale como esperan en
Majachkalá, el éxito del Anzhi signi-
ficará el fracaso del establecimiento.
Cuando el equipo llegue a la Champions,
la ciudad tendrá que prepararse para
acoger conjuntos repletos de estrellas,
decenas de periodistas y centenares
de seguidores. Hace tres años, Kaká
no quiso ir al Manchester City y ahora
Mancini difícilmente le cogería el telé-
fono: las cosas cambian rápido en este
nuevo fútbol inflado por el dinero de
jeques y oligarcas. ¿Acaso alguien puede
asegurar que el Anzhi no lo conseguirá?
Le pregunto a Nurullar si está
preocupado por el futuro de su negocio.
"Se especula mucho sobre nuevos ho-
teles, pero al final los equipos siempre
se alojan aquí. Saben que podemos
ofrecerles lo que nadie tiene", procla-
ma enigmático.Vuelvo a mi habitación y
enciendo mi móvil para aclararme en la
oscuridad. Después de dos días, sigo sin
encontrar el interruptor tras el armario.
Enciendo la lámpara de la mesilla. Y se
funde la bombilla. t
publicidad@panenka.org
“Arbitrar
es como domar
un caballo''
Acercarse a un árbitro internacional de
Primera desde el respeto hacia su profesión
ha sido relativamente sencillo. Que sus
palabras interesen desde un punto de vista
didáctico ya es más complicado. Pero lograr
que la gente deje de denigrar por inercia
a este gremio es, directamente, una tarea
imposible. Afortunadamente, no era este
nuestro objetivo cuando nos sentamos con
Carlos Velasco Carballo. Del colegiado
madrileño nos interesaban sus horas fuera
del césped, las de antes y después de un
partido, en casa, en familia, en el gimnasio;
lugares comunes donde el silbato y las
tarjetas no sirven para regular el día a día.

Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriach

Fotos de agencias / Carlos Velasco Carballo

¿Cuándo empezó esta aventura?
Cuando un amigo mío, Rubinos Pé-
rez, compañero de instituto de mi
hermano y ex árbitro profesional,
me 'engañó' para adentrarme en
el gremio. Yo le dije que ni hablar,
que ese mundo de gente enfadada
y semblante serio no me motivaba.
Además yo jugaba al fútbol, en edad
de juvenil. Pero probé, me encontré
con unas personas que no eran tan
raras como creía y, sin quererlo, em-
pecé a dedicarme a esto. Después de
24 años ya no entendería otra vida.
Vocación ninguna...
Conozco a árbitros cuyos padres y
abuelos también fueron colegiados,
imagino que eso influye. Pero en mi
casa nadie tenía nada que ver con
el arbitraje. Lo mío digamos que ha
sido una pasión adquirida.
¿La pasión por el fútbol venía de serie?
Por supuesto. Yo soy un enamorado
de este deporte. Me 'trago' lo que
me pongas, desde un partido de
regional a uno de la liga portuguesa.
Cuando no arbitras, ¿puedes disfrutar
del fútbol como cualquier aficionado?
No. Y es una pena. Disfruto, me
encanta, pero yo me fijo en otros
aspectos del juego, en el árbitro…
me falta la pasión, me importa lo
mismo que gane uno u otro. Qui-
tando cuando juega España... y
tampoco excesivamente. Si le sacas
esa ilusión del resultado puede que
la experiencia sea algo sosa pero a
mí me sirve. Otra cosa es que ver un
partido conmigo sea aburridísimo.
Compaginando tus inicios en el mundo
del arbitraje con los estudios de Inge-
niería no te aburrirías tanto.
Los estudios eran algo fundamental
en mi familia y el fútbol era el hobby.
Hubo un poco de chantaje emocional
en casa porque, de hecho, ni siquiera
yo pensaba que iba a vivir del fútbol.
Pero hasta hace muy poco has simul-
taneado ambos trabajos, ¿verdad?
Hasta el 2008, que es cuando me
convertí en árbitro internacional.
Este salto implicó un mayor núme-
ro de partidos, viajes, sumado a los
choques nacionales, pruebas físi-
cas… Me entristece pensarlo pero
tuve que renunciar a la Ingeniería.
¿Te compensaba más el arbitraje?
Tuve que elegir porque se comple-
mentaban perfectamente. Como
director de Ingeniería de la segunda
empresa ingeniera más importante
del mundo, Fluor, aprendí muchas
Velasco Carballo, el acierto no importa
cosas que he aplicado al arbitraje:
capacidad de negociación, planifi-
cación, el idioma, porque siempre
he trabajado en empresas america-
nas… Pero también ha sido al revés:
la templanza, la capacidad psicoló-
gica o el autocontrol que necesitas
durante los partidos me ha servido
en mi trabajo como ingeniero.
49
Dos trabajos muy exigentes.
Totalmente. Ese fue el motivo por
el cual dejé la primera actividad.
No tenía vacaciones, las consumía
para los compromisos arbitrales y
como no me llegaban debía pedir 30
días adicionales de vacaciones sin
sueldo. Mi familia lo asumía pero mi
mujer se iba a la playa con mis hijos,
no podía acudir a las tutorías del
colegio, no tenía tiempo para jugar
con los chavales. Es algo muy triste.
Ellos tienen ocho y seis años, pero
los primeros cuatro casi me los he
perdido. Llegaba destrozado a casa.
Me planteé si esta era la vida que
quería. Me alegro de haberlo dejado
a tiempo porque hoy en día las dos
actividades requieren el 120%.
¿Tus hijos conocen tu trabajo?
Sí. Ellos están muy orgullosos, están
viviendo los años más dulces. Te ven
más por la televisión, te leen en los
 Velasco Carballo, el acierto no importa
Intento educarles ante la crítica pero me
duele, es lo que más me duele. Que mis hijos
se pregunten ''¿Por qué insultan a mi papá?''
periódicos. Se han encontrado en
una etapa en la que hablan bien de
mí.Y se aferran a lo bueno que ven de
su padre. Son conscientes en un 60%,
yo diría, de lo que es mi profesión.
Algún día descubrirán el lado malo...
Esa es la pena. Se va notando, mes
50 a mes. Cuando hay un partido que
sale algo torcido, los veo venir: ''Hoy
ha habido uno en el 'cole' que dice
que ayer lo hiciste muy mal, que te
equivocaste en dos penaltis''. Ellos
no entienden que se metan con su
padre. Intento educarles para que
no se lo tomen a mal, que entiendan
que nuestra labor está sujeta a la
crítica. Pero me duele, es lo que más
me duele. Que se empiecen a pregun-
tar, ''¿Por qué insultan a mi papá?''.
El fútbol es una pasión y la pasión no
siempre conduce a cosas buenas.
Sí pero depende del contexto, del
país. La realidad del fútbol en Es-
paña es que el ocio y el deporte se
han convertido en una necesidad.
Las empresas fomentan el deporte a
sus trabajadores, el atletismo popu-
lar mueve masas. La sociedad le da
más importancia y el fútbol invade
esa pasión. Pero te diré que noto más
respeto que antaño. Yo recuerdo ir
al colegio de árbitros hace tiempo y
ver a compañeros agredidos denun-
ciando sus casos; eso era semanal.
Afortunadamente ver agresiones a
árbitros hoy en día es muy raro. Ha
aumentado la pasión pero el nivel
de respeto es mayor.
¿El árbitro cuándo gana? ¿O no tiene
nunca esa sensación?
Sí la tiene. Cuando tienes esa cer-
teza interior de que las decisiones
que has tomado son las correctas el
árbitro lo sabe. Cuando has entendi-
do bien el choque y has conducido
el partido por el camino menos
accidentado, lo notas. Arbitrar es
como domar un caballo, debes in-
tentar tranquilizarlo, estabilizarlo
y finalmente galopar encima de él.
Cuando el caballo ha ido por donde
tú le has dicho, acaba el partido y
piensas: ''hoy me siento ganador''.
¿Cuán difícil es trasladar esta victoria
personal de un árbitro a futbolistas,
periodistas y aficionados?
Hay que distinguir. La prensa y la
afición te ignoran si aciertas. Ojo, a
mí me han aplaudido en Segunda
División B, todo un estadio a la vez…
Es algo excepcional, obviamente, y
seguro que se equivocarían. Si lo
haces mal, apaleamiento. Pero para
jugadores y técnicos es diferente,
con ellos sí tengo la certeza de que
valoran mi trabajo. Se dan cuenta
y lo expresan. Si ven que das la
barba por ellos -imagina un equi-
po visitante, por ejemplo, en campo
hostil- te miran como pensando ''Si
yo fuera árbitro, tela para aguantar
los carros ahora mismo, este tío está
dando la cara por mí''.
El reconocimiento se queda dentro del
terreno de juego, entonces.
Sí porque pocos jugadores y técnicos
lo expresan. No es normal que digan
cosas buenas del árbitro en la zona
mixta. Las conversaciones íntimas
se quedan en el terreno de juego. Hay
veces que algún jugador viene y me
dice: ''Paisano, gracias'' ¿Por qué?
Porque le has entendido, le has visto
fuera de sí y le has aguantado. ''No
te líes, dedícate a jugar hombre''. Es
de agradecer que lo valoren.
¿Y por qué no trasladar esta visión
particular del árbitro al acabar el
partido, a través de la prensa?
En el mundo ideal sería positivo,
pero desgraciadamente no vivimos
en el mundo ideal y menos en Es-
paña. Yo el año pasado arbitré una
semifinal de Champions, y no me
llamó ningún medio. Cuando digo
nadie digo 'cero'. Luego arbitré una

final de la Europa League, que hacía
muchos años que ningún árbitro
español la pitaba. Nadie me bus-
có. Sólo cuando acabó la final hice
una charla para la agencia EFE. Yo
concedo a todo el mundo entrevistas
pero no interesa. ¿Por qué? Porque
lo único que interesa de un árbitro
es que reconozca que se ha equi-
vocado. Si salgo explicando cómo
he preparado el partido, cómo he
interpretado el juego me quedaría
solo. ¿Como árbitro yo voy a salir
a juzgar una jugada que ha visto
todo el mundo? ¿Qué voy a decir?
¿Que no la he visto? Quedas como un
estúpido. ¿Por qué no salen los ju-
gadores reconociendo sus errores?
Preguntadle a un crack no por los
goles, si no por los pases errados, a
ver dónde os manda. Creo que ten-
dría mucha labor didáctica, pero en
España todo se malinterpreta. Y la
gente no lo entiende.
¿Y no te quedas a veces con la nece-
sidad de contarle todas estas cosas a
la gente, descargar esta frustración?
No creo que ningún árbitro tenga
esa necesidad. Además, yo siempre
reconozco mis errores, pero delante
de los futbolistas y los técnicos. Mi
relación con los jugadores es fluida,
cuando me protestan al acabar el
partido les digo: ''No te preocupes
que cuando nos volvamos a ver
analizaremos de nuevo la jugada''.
Y así es, muchas veces en el túnel de
vestuarios te acercas al futbolista
en cuestión y le das la razón: ''Sí,
me comí dos penaltis''. Aunque la
mayoría de las veces es al revés y les
Velasco Carballo, el acierto no importa
meto caña: ''Anda que… ¡menudo
sinvergüenza estás hecho! Y me la
querías meter con ese piscinazo…''.
Con total naturalidad.
¿Esa complicidad con los futbolistas
te condiciona a la hora de arbitrar?
Lo que condiciona es conocer cómo
juega cada futbolista. Piensa que
un árbitro se fija en cuatro o cinco
jugadores solamente a lo largo de
un partido. Hay jugadores que sabes
que no protestan, que no se tiran,
que no buscarán engañarte. Hay que
marcar de cerca a los que te puedan
traer más problemas. También es
importante la relación acumulada
durante los años con los capitanes.
Por lo que cuentas, eres de los que
revisa los partidos que arbitras.
Sí pero me espero tres o cuatro días
porque si es reciente tengo excu-
sas para todo y me autoprotejo, me
cuesta más reconocer mis errores.
Lo hago para descontaminarme.
Me apunto las situaciones, tarjetas,
todas mis anotaciones, acciones
de mala colocación y luego paso el
partido al ordenador y hago clips de
51
vídeo que vemos antes del siguiente
partido con mis compañeros.
El repaso final antes de un examen...
Más o menos. Además tengo un
fichero Excel, con recordatorios,
donde anoto cuatro o cinco aparta-
dos que necesito mejorar: gesto más
erguido, movimientos durante las
jugadas… Lo último que hago antes
de salir al terreno de juego es leerme
esta hoja con lo que he detectado
que debo mejorar o afianzar.
Hablas de la gesticulación como apar-
tado de mejora. ¿Es tan importante?
Forma parte también de la prepa-
ración. Recuerdo una vez que tras
pitar una falta donde varios juga-
dores se habían embarullado me
dirigí al infractor con un rostro de
lo más duro. Ningún asistente se
atrevió a decirme nada por el pin-
ganillo así que tuve que aguantar
 Velasco Carballo, el acierto no importa

el gesto. Al acabar la jugada les dije
a los asistentes que por qué no me
habían ayudado en aquella falta. Me
dijeron que mi rostro les impedía
contradecirme. Tapándome la boca
tuve que confesarles que no sabía
qué narices había pitado, que lo
había hecho por intuición.
Imprescindible aquí el buen rollo en-
tre compañeros, imagino.
Personalmente soy de los que cree
que la relación humana trasciende
al terreno de juego, y es función
del árbitro principal fomentar esa
complicidad. Gestionar el error, sin
señalar a veces, asumir la culpa, pe-
dir perdón. Cómo expresar las cosas,
cómo hablarnos al final del partido,
que aún estamos calientes. Cultivar
estas relaciones humanas es funda-
mental para nuestro trabajo.
con mis padres o mi mujer? Hay días
que mi madre manda a la vecina a
comprar el pan. Porque el panadero
le hará alguna burla. Yo estoy pre-
parado para soportarlo pero mi fa-
milia no. Al final mis padres saltan,
contestan, se enojan. Todo el mundo
te recuerda que ayer la cagaste. Eso
sí: si fue un día bueno nadie vio el
partido... Qué casualidad.
Algún momento para el gozo personal
habrá ¿no?
Por supuesto. Hay veces que cuando
suena el himno de la Champions
miro al cielo y me digo: ''Carlos,
no dejes escapar este momento y
disfruta de este encuentro, de esta
competición''. También disfruto de
un control de balón, de los cánticos,
de un jugador en concreto, de una
apertura de juego, del ambiente.
También me ha pasado llegar a casa
y decirle a alguien: ''qué partidazo,
qué bonito lo que he visto''.
¿Los árbitros sois muy de seguir sor-
teos, calendarios y eliminatorias?
No sólo eso. Si tengo partido in-
ternacional hago mis quinielas
sobre qué partido puede tocarme,
dejo volar mis propias ilusiones.
En los sorteos de Champions estoy
enganchado al televisor para ver
qué enfrentamientos puedo tener
la oportunidad de arbitrar: ''Creo
que me tocará arbitrar al Inter. Vaya,
San Siro…''. Y respiras hondo.

¿Qué me dices de los estados de áni-

mo? ¿Se notan mucho en tu trabajo?
El árbitro lo nota, claro. Hay días en
los que se te escapa el silbato… Pi-
llas rachas, como los equipos o los
52 goleadores. La verdad, no creo que
haya muchos árbitros que duerman
bien después de un partido.Yo pue-
do dormir una o dos horas como
mucho. Aunque el choque haya ido
bien o mal. Por mi nivel de activa-
ción. Pero ya si el partido ha salido
torcido, yo estoy tres días jodido,
pero jodido de verdad. Mal humor,
tu mujer te dice que no te aguanta,
que lo dejes ya… A la gente a lo
mejor se le ha olvidado pero yo sigo
fastidiado.

¡Con la de veces que hemos oído lo de

''el árbitro dormirá hoy tranquilo''!
La gente piensa que tu error es
intencionado. Cosa que no ocurre
en ningún otro ámbito de la vida.
Es como si un jugador tirara un
penalti y la gente pensara que lo
ha fallado a propósito. ¿Cómo va
hacer alguien algo que le perjudica?
Yo sufro porque me he equivocado y
por mi propia autoexigencia, no por
nada más. Pero claro, ¿qué ocurre

¿Hay muchas envidias en el gremio?
No me gusta hablar de envidias, pre-
fiero llamarles aspiraciones. Somos
un gremio muy unido. Con el sistema
de los seis árbitros, ahora viajamos
más personas a los encuentros. Se
amplían nuevos vínculos persona-
les y profesionales. Compartimos
información, consejos, ayudas…
Luchamos por objetivos comunes,
nos unen más lazos. Dicho lo cual
también es un gremio competitivo.
El Real Madrid compite contra Bar-
celona, Levante, Valencia… Los ár-
bitros compiten contra los árbitros.
Y dos colegiados no pueden pitar
un mismo partido y todos queremos
pitar la final de la Copa del mundo.
Es curioso pero los árbitros estáis más
cerca de la gente normal y corriente
que los futbolistas y sin embargo vivís
el deporte de elite.
El árbitro es una persona corriente
que en una etapa madura pasa a
vivir el deporte profesional. El fut-
bolista es joven y entra en el deporte
de elite muy temprano, sin apenas
haber desarrollado una vinculación
con la vida real. El árbitro con 33
años puede ingresar en la elite pero
ya ha hecho su carrera universita-
ria o lleva 15 años trabajando. Ha
sido una persona corriente, con sus
Hago mis quinielas, miro los
sorteos, dejo volar mis ilusiones.
''Creo que arbitraré al Inter. Vaya,
San Siro...''. Y respiras hondo
necesidades fuera de los focos. En
ese sentido, somos muy diferentes
a ellos. Hoy en día un chaval con
17 años ya tiene que estar despun-
tando, si subes con 24 años ya te
miran raro… Nosotros accedemos
al mismo punto en otra etapa vital.
Y en el terreno físico, ¿sois tan dis-
tintos a ellos?
El árbitro es un deportista de elite.
Y yo personalmente me entreno más
horas que la media que entrena un
futbolista. Hay que matizarlo: el
grado de exigencia es distinto, yo
acabo el partido y he corrido más
que ellos, pero a mí no me golpean,
yo no impacto, no salto. Puede que
esté cansado al día siguiente y tenga
sobrecargas. A esos efectos, somos
como ellos, de hecho es un tema
recurrente cuando hablamos en los
terrenos de juego. Vivimos la misma
vida: el de las lesiones, los viajes, las
infiltraciones… Nos unen más cosas
de las que la gente pueda imaginar.
Los árbitros no realizan controles
antidoping. ¿Por qué?
No competimos contra otros depor-
tistas, esa es la definición oficial.
Pero la verdad, no sé si tendría
algún sentido. Nuestra mejor arma
es la psicología, tener la mente des-
Velasco Carballo, el acierto no importa
pejada. El que pueda pensar más
rápido a veces es mejor que el que
más corre.
Para rematar la entrevista en clave
más técnica: ¿el pinganillo ayuda o
perturba la concentración?
Con el pinganillo el fútbol es otro
deporte. Las señas de antaño se han
convertido en palabras y eso siem-
53
pre ayuda. ''Carlos, tensa la cuerda.
Ojo con estos dos que están pica-
dos''. Ahora hay mayor vigilancia,
pero hay que minimizar las conver-
saciones con palabras sueltas para
no volverse loco.
¿En la Liga se arbitra de forma más se-
vera y en las competiciones europeas
hay menos intervencionismo?
Depende de los países pero la ten-
dencia actual dice que no es así. El
rigor disciplinario y el sancionador
en competiciones europeas si lo
comparamos con España está cada
vez más próximo. En cambio los
árbitros ingleses son más estrictos
y rigurosos en Europa que en su
propio país. Pero los futbolistas
tampoco se comportan igual cuando
juegan en Europa que en España. La
UEFA tiene más disciplina, puntua-
lidad extrema, puede que imponga
más respeto en los jugadores.t
 La espontaneidad
de lo estratégico
Texto de Miguel Álvarez *
Ilustración de Miguel Montaner

54

* Entrenador de fútbol. Ha dirigido al Leganés, L'Hospitalet, Lorca, Terrassa y Ciudad de Murcia, entre otros.

Desde el pasado mes de marzo, cuando Unai Emery declaró
en una entrevista en El País que yo era el mejor entrenador
en España trabajando la estrategia, se me asocia con este
apartado del juego. No creo que sea para tanto, hay muchos
técnicos que la trabajan muy bien hoy en día. Yo sólo pue-
do admitir que siempre le he dado mucha importancia. La
estrategia requiere de un esfuerzo muy especial, inocuo en
muchos casos, pero cualquier técnico sabe de su valor porque,
tanto a nivel ofensivo como defensivo, te permite cambiar
el significado de un encuentro. No creo que nadie lo haya
estudiado nunca, pero apostaría que un gran porcentaje de
los partidos se acaban decidiendo en una acción de estra-
tegia. Una salida de balón, un dos contra uno en banda, un
repliegue organizado, una presión en un punto concreto... La
estrategia, aunque no sea fácilmente reconocible, puede ser
clave en cualquier instante, no sólo a balón parado.
La anécdota de Emery ayuda a definir al personaje y
por qué es de los mejores en el país trabajando en este apar-
tado. De estrategia puedes aprender en todas las categorías,
hasta en los partidos de fútbol base. De hecho, cuando más
baja es la división, más importancia cuentan las acciones
de estrategia a la hora de definir los choques. En la elite, el
gran despliegue audiovisual reduce la capacidad de sorpresa.
Todos los técnicos trabajan con informes y vídeos de lo más
detallados. Eso no pasa en las categorías amateur y que
Emery se fijara en nosotros en la época explica el valor que
puede llegar a tener para un entrenador del máximo nivel
encontrar nuevas vías de marcar la diferencia mediante un
movimiento estratégico.
En mi caso, llevo 11 años primando el trabajo au-
diovisual, con una persona de mi equipo que se encarga
de grabar y preparar los informes de todos los rivales que
enfrentamos. Tenemos diferentes estrategias ofensivas y
defensivas preparadas y decidimos por cuál optar en fun-
ción de cómo se desempeñe el equipo contrario a la hora de
marcar en fase defensiva y de atacar en fase ofensiva. Todas
las semanas preparo nuestros movimientos, aunque muchas
veces no surjan efecto.
En este sentido, el método de Guardiola ha ayudado
mucho a dar visibilidad a estos aspectos y ha abierto el debate
a la opinión pública.Personalmente, creo que Pep ha sido
el técnico más innovador a nivel estratégico en los últimos
años con sus córneres cortos, buscando el dos contra uno
o el tres contra dos, generando la superioridad numérica,
indagando siempre la debilidad del contrario. De hecho, ha
sido el propio técnico azulgrana el que ha derrumbado el mito
de que la estrategia es sólo recurso de equipos pequeños.
Trabajarla o no depende de la creencia del entrenador, no de
la categoría del club. Es más, en un grande, con la calidad del
Me encanta que los planes salgan bien
golpeo de sus jugadores, el nivel de eficiencia puede ser aún
mayor y no hace falta ensayar tanto o recurrir a maniobras
de distracción o a bloqueos.
El fútbol es de los jugadores y la estrategia no es
una excepción. En todos los equipos en los que he trabaja-
do, siempre he enfocado el apartado estratégico de manera
diferente en función de los futbolistas que han estado a mi
cargo. ¿Es mejor defender las acciones a balón parado con
marcaje individual, en zona o mixto? Depende de tu plantilla.
En el Hospitalet, por ejemplo, dejábamos tres hombres arriba
porque éramos tan pequeños que era el único modo de alejar
a los centrales contrarios del área. Pero en otros clubes he
defendido con los 11 dentro de mi área.
Y es que, al final, no dejamos de ser gestores de
grupos humanos y la estrategia, más allá de los réditos
deportivos que te aporte, tiene otro gran valor: el refuerzo
que proporciona al entrenador ante su grupo. Cuando una
acción de estrategia surge efecto, tu posición se reafirma
y la plantilla cree aún más en el camino que has elegido.
De por sí, el jugador es reticente a entrenarla porque están
mucho tiempo parados, son dinámicas lentas, con muchas
repeticiones y, al final, todo el grupo está trabajando para
uno o dos futbolistas. Además, se suele entrenar el sábado
y están más pendientes de ver cómo repartes los petos que
del trabajo específico. Pero cuando sale, al jugador le resulta
55
más sencillo creer en este tipo de trabajo y no te hace falta
insistir tanto y estar tan encima de ellos. El propio futbolista
sistematiza la acción y todo fluye mucho más.
Es ahí cuando una acción de estrategia puede con-
vertirse en un arma muy útil, cuando todo el equipo llega a
interiorizar todos los movimientos en cadena. De hecho, mi
preferencia es repetir una acción que dominas, aunque el rival
la conozca, antes que intentar improvisar con demasiadas
variantes que quizá no controles tanto. A medida que avanza
un partido, el jugador se descentra y, si vuelves a jugar tu
mejor baza, las posibilidades de éxito aumentan.
En el proceso de toma de decisiones vuelve a surgir
la figura del jugador. Hay que darle libertad para que escoja,
no puede estar todo robotizado. En una acción de estrategia,
cada jugador tiene una responsabilidad y acaba decidiendo
el que ejecuta el golpeo. Ese jugador debe sentir tu confian-
za y la de sus compañeros. Koeman con Cruyff, Tino Costa
con Emery, Salazar con Floro, Pantic con Antic, todos esos
jugadores tenían esa jerarquía en el grupo. Del Bosque ha
sabido crear ese clima con Xavi y, en las semifinales de un
Mundial, con el rival agotado, el de Terrassa decidió clonar
una acción ensayada del Barcelona con Puyol y España se
coló en la final con un gol de córner ante Alemania. ¿Merece
la pena o no trabajar la estrategia? t
 BUSCA SU DUENDE

Texto de Rafa Pulido / @superphul

Ilustración de Francesco Cusumano / @FCusumano
Fotos de agencias
A inicios del siglo XV, decenas de miles de andaluces cambiaron Sevilla por el Caribe.
Su destino fue Puerto Rico, un enclave donde, 500 años más tarde, David Caballero
y Jesús Franco emulan a sus ancestros. Dueños del banquillo del Bayamón, han
ganado la última liga boricua, pero el verdadero triunfo que persiguen es desarrollar
el fútbol por encima de una influencia yanqui que, tanto en la sociedad como en el
deporte, fagocita cualquier impulso alternativo.
E l ritmo frenético de
Daddy Yankee, el mago
del desamor del reggae-
ton, aceleraba la fiesta en
el vestuario del Bayamón
Fútbol Club, que celebró la Liga Nacio-
nal de Puerto Rico a primeros de diciem-
bre. Desde el banquillo, los artífices de
este logro han sido David Caballero y
Jesús Franco, pioneros andaluces que
explotan su oportunidad en un país en el
que el fútbol presenta demasiadas par-
ticularidades y no termina de germinar
por culpa de múltiples depredadores.
El béisbol, el baloncesto y el boxeo
devoran la actualidad informativa de
una hermosa isla, que fue una de las
tres últimas lágrimas derramadas por
el Imperio español en 1898, junto a Cuba
y Filipinas.
Tras más de 400 años como co-
lonia española, en Puerto Rico quedan
como recuerdo la arquitectura señorial,
ciertas costumbres y un idioma bañado
de suaves melodías, heredadas precisa-
mente de aquello primeros andaluces
que entre los siglos XV y XVII poblaron
este enclave caribeño. Se calcula que
fueron hasta 800.000 los colonos que
abandonaron el sur de España en busca
de las promesas susurradas desde el
Nuevo Mundo, por lo que el 90% de los
actuales puertorriqueños son descen-
dientes de andaluces. Aunque seguro
que también el 90% de ellos lo ignora,
porque hace tiempo que esos orígenes
hispanos han sido engullidos por el to-
dopoderoso imán que ejerce el Tío Sam.
Desde 1952, Puerto Rico constituye un
estado libre asociado de los Estados
Unidos.
Los boricuas miran siempre
hacia el norte; ya sea con admiración,
o con recelo. Pero si se habla de deporte,
no hay discusión: la mitomanía por lo
norteamericano salta a la vista en las
calles de San Juan, Bayamón o Ponce.
Los niños visten las camisetas de los
mejores bateadores de los Red Sox de
Boston, los Yankees de Nueva York o los
Giants de San Francisco; los adoles-
centes sueñan con emular a José Juan
Barea, el menudito base que guió a los
Dallas Mavericks a lucir su primer ani-
llo de la NBA. No es de extrañar. Cuatro
millones y medio habitan Puerto Rico
por los cinco millones de boricuas que
están repartidos en las grandes urbes
57
norteamericanas.
PELEANDO POR LA NOTORIEDAD
La noche que el Bayamón se
proclamó campeón tuvo que variar su
horario por la coincidencia con la pelea
por el título mundial de peso superwel-
ter del boricua Cotto ante el mexicano
Margarito en el Madison Square Garden
de Manhattan. Además, el club abonó
la emisión de pago y retransmitió la
velada en las pantallas del estadio
Bayamón Soccer Complex para que
no hubiera rezagados entre los 4.000
hinchas habituales que presencian los
choques de los Vaqueros. Y eso que la
entrada al recinto es gratuita porque
las instalaciones son municipales. En
otros estadios, el precio del papel oscila
entre los 10 y los 15 dólares, práctica-
mente lo mismo que cuesta un menú
de los archifamosos establecimientos
de comida rápida que pueblan la isla.
 No me llames soccer, llámame fútbol
El concepto de fan en Puerto Rico bebe de la
cultura yanqui. No, nadie le puso una multa.
Tampoco es una novedad que el
58 club tenga que improvisar sus planes. El
seguimiento mediático es escaso. Puerto
Rico TV marcó un hito con la emisión en
directo del duelo final del Bayamón en
la conquista de su tercera liga.
En parte, este largo letargo
futbolístico nace de la idiosincrasia
de la sociedad boricua, gente con alma
caribeña, sin prisas, pura vida. Por eso,
no hace tanto que el Bayamón Fútbol
Club decidió desligarse de la Puerto
Rico Soccer League, uno de los frustra-
dos laboratorios del fútbol profesional
en la isla, por la incompetencia de sus
dirigentes, incapaces de reconducir
la caótica organización que estaba
lastrando el vuelo de un deporte cuyo
reducido grupo de adeptos se sacia con
lo que ocurre en los estadios de la Vieja
Europa.
El Bayamón culminó su gesta
liguera tras llevar inactivo desde mayo
de 2010, la friolera de un año, margen
impensable para un jugador profesio-
nal. La isla solía desmembrarse hasta
en tres ligas independientes y con reglas
La noche que el
Bayamón se proclamó
campeón tuvo que
variar el horario de
su partido por una
pelea de boxeo
draconianas.Y de los árbitros casi mejor
no hablar, ya que hasta hace bien poco
aprendían el reglamento de gente con
escasas nociones.
Ahora el panorama es algo más
estable. El futuro pasa por invertir en
cantera para que el balompié arraigue
de una vez. Y de cultivar los primeros
brotes verdes se encargan en Bayamón
David Caballero y Jesús Franco. Llega-
ron a Puerto Rico bajo los auspicios del
Sevilla FC, que revitalizará en 2012 el
acuerdo de colaboración que ya firmó
en junio de 2008 con un club local. De
hecho, esta recién concluida temporada
el subcampeón de liga ha sido el 'filial'
que los hispalenses tienen en la ciudad
de Juncos.
Caballero es el entrenador.
Formaba parte del selecto elenco de
ojeadores de Monchi tras un periplo en
equipos modestos de regional y en los
escalafones inferiores del Sevilla. Preci-
samente su participación en un campus
en Bayamón, como parte del protocolo
de colaboración con el club de Nervión,
le dio a conocer en la ciudad. Le acom-
Caballero y Franco también han encontrado en
Puerto Rico su particular El Dorado.
paña ahora Jesús Franco, preparador
físico y miembro activo de la Academia
de Bayamón, que coordinan entre ambos
para fomentar una actividad paralela a
la propia de la cantera. Son dos viaduc-
tos diferentes para un fin común. Con
su llegada, el Bayamón es el único club
deportivo de Puerto Rico que tiene en
su organigrama todas las categorías,
desde equipos con niños de cuatro años
hasta los profesionales, además de las
secciones femeninas.
DE LA MACARENA AL CARIBE
El mentor de David y Jesús fue
Alberto Santiago, el presidente del Ba-
yamón, que con seis años emigró a Sevi-
lla, al populoso barrio de La Macarena.
En los inicios de los años 80 se embelesó
del fútbol de Pintinho, Francisco, des-
pués con Polster y, pasado el tiempo, se
empecinó en calcar el exitoso modelo
del Sevilla a su regreso a Puerto Rico.
"El Bayamón es el club más organizado
con diferencia. Las instalaciones son
magníficas, tenemos todo el material

Franco estima que, en necesario y hasta una residencia para
siete años, la cantera los jugadores que vienen de fuera.
Aquí es donde suele concentrarse la
que están sembrando selección", relata Jesús Franco, que ya
en Bayamón será el planifican la participación del equipo en
pasaporte a un futuro la Caribbean Football Union, la Cham-
pions del Caribe.
más esplendoroso "Las lluvias son torrenciales,
imprevisibles a cualquier hora del
día, pero a continuación sale el sol
y hace calor. Tenemos la ventaja de
contar con terrenos de juego de césped
artificial, porque muchas veces vamos
a campos impracticables que obligan a
suspender los partidos. Y no digamos
lo que ocurre en épocas de huracanes",
señala el preparador físico del campeón
puertorriqueño.
Durante estos primeros pasos,
los jóvenes boricuas compaginan el fút-
bol con otros deportes, como voleibol,
baloncesto o béisbol. "En ocasiones
coinciden entrenamientos nuestros
y partidos de otras disciplinas y hay
que rogar para que jueguen al fútbol",
advierte Jesús Franco, que apunta otras
trampas en el camino. Narra que en el
primer equipo cuentan con jugadores
extranjeros -tres colombianos- que
llegaron a Puerto Rico con becas de
estudio. "Con lo rigurosos que son en
la Universidad se pierden partidos con
nosotros para cumplir con las exigen-
cias de sus equipos estudiantiles. Si
no juegan con la Universidad, no hay
visa", lamenta.
MECENAZGO DE ULTRAMAR
Es evidente que el nivel económi-
co no es muy boyante en el fútbol puer-
torriqueño, de modo que los intrépidos
emprendedores del balón se aferran a
cualquier ayuda, aunque algunas expe-
riencias sean calamitosas. Hace unos
meses, River Plate de Buenos Aires, que
también tenía un acuerdo de colabo-
ración con Ponce, llenó ese equipo de
argentinos y de deudas antes de una sú-
bita fuga; Huracán, otro club argentino a
escala más modesta, sí sigue su tarea en
la isla, y el Milan, aunque mira de reojo
a Puerto Rico, de momento dedica sus
esfuerzos a su escuela de Miami.
No me llames soccer, llámame fútbol
En éstas anda el Sevilla FC, que
hace proselitismo en Puerto Rico, donde
augura un mercado de futuro. Hasta que
dé frutos, patrocina eventos puntuales,
manda entrenadores para formar a téc-
nicos locales y acoge a promesas en la
ciudad deportiva de la Carretera de
Utrera. Es el caso de Andrés Cabrero,
novel internacional, que hará prácticas
desde enero en el Sevilla C, que compite
en Tercera División. Si cuaja, engrosará
el feraz semillero sevillista.
Cabrero, quien ha anotado ya
tres goles, es una de las esperanzas de
la selección caribeña, que hace 40 años
tuvo como entrenador a otro español
emigrante, José María López. El com-
binado boricua, sin embargo, ya ha sido
descabalgado de ese laberinto que es la
clasificación de los países de la CON-
CAFAF para el Mundial de Brasil 2014.
Aún está verde para empresas mayores.
Los más acérrimos -algunos
hay- recuerdan todavía a Chris Armas,
un chico del Bronx neoyorkino, que
aterrizó en Bayamón en los albores de
los años 90 y disputó cinco partidos
con la selección en la Copa Caribe. La
FIFA no los consideró oficiales y Chris
pudo hacer carrera con el combinado de
59
las barras y estrellas. Con 66 interna-
cionalidades, es el jugador de Estados
Unidos que más citas ha acumulado sin
disputar un Mundial. A Francia '98 no
llegó porque aún no había explotado y
justo antes de Japón y Corea 2002 se
lesionó de gravedad.
"Queda un largo camino por
recorrer. En Puerto Rico ni siquiera
tienen la picardía de cualquier equi-
po en Europa o Suramérica. Son muy
inocentes", reflexiona Jesús Franco, que
estima que en siete años la cantera que
están sembrando en Bayamón será el
pasaporte a un futuro más esplendoro-
so. Ojalá la labor de Franco y Caballero
sea un calco de lo que ocurrió en el
ámbito literario con el onubense Juan
Ramón Jiménez, quien recibió el Premio
Nobel en San Juan en 1956. Sus últimos
años en Puerto Rico avivaron el interés
local por la literatura. Si floreciera del
mismo modo el fútbol, supondría casi
como ganar un Mundial. t
 ¿Qué hace un equipo
como tú en un
campo como éste?

60

Algo se mueve en Estambul. Con los tres grandes cuestionados

por su asociación a una red que amañaba partidos, la ciudad
más poblada de Turquía se sorprende con el éxito del equipo
con, posiblemente, menos aficionados de las primeras divisiones
europeas: el Istanbul Büyüksehir Belediye.

Texto de Toni Padilla / @toni_padilla

Fotos de agencias

L
a escena es de un bizarrismo
máximo. Un grupo de unos 30
jóvenes se han colocado en las
vacías gradas del estadio Atatürk
de Estambul formando un rec-
tángulo alrededor de unas escaleras de
acceso a las localidades. En el interior
del rectángulo otros jóvenes imitan la
forma de una pelota y con guasa, re-
crean el típico videojuego de los años
80 de ping-pong: los chicos en forma
de pelota se mueven arriba y abajo,
y otros imitan la pala, que golpea la
pelota. Desde la grada superior, la es-
cena es grabada y acaba en el Youtube.
Bienvenidos al submundo del Istanbul
Büyüksehir Belediye, el club con menos
hinchas de Europa.Y los pocos hinchas
que tiene son así de raros.
Estambul, ciudad que palpita
como pocas con el balón, vive días extra-
ños. La liga turca empezó con semanas
de retraso por la investigación judicial
que ha llevado a la fiscalía a pedir cárcel
para más de 100 futbolistas, directivos y
agentes profesionales. El presidente del
Fenerbahçe ha visto como le piden 51
años de prisión. El único club profesio-
nal de Estambul con estadio en la parte
asiática de la ciudad, se ha encontrado
sin jugar la Champions League pese a
ser campeón de Liga por culpa de este
caso, después de un verano de locos en
que el Besiktas devolvió la Copa ganada
al ver su nombre en la investigación.
También el tercer grande, Galatasaray,
se encuentra en los informes de un caso
que se cerrará quizás el próximo verano
con el posible descenso del Fenerbahçe.
TIERRA DE GIGANTES
"El fútbol es más rápido que las
palabras", suele decir el premio Nobel
Orhan Pamuk, hincha como tantas fami-
lias de clase media del Fenerbahçe. En
los últimos tiempos las palabras siem-
pre llegan tarde para entender qué pasa
en los estadios de la ciudad. Con los
tres grandes cuestionados, Estambul
vive el declive de históricos que en su
momento llegaron a jugar en primera y
ahora malviven en categorías inferiores
por culpa de la crisis y la enorme som-
bra que proyectan los tres gigantes. En
una ciudad dónde cada barrio tuvo su
equipo, esta tríada encontró la forma
de convertirse en potencias mundiales.
Los tres han quitado el aire a los Ze-
ytinburnuspor, Sariyer o Kartalspor. Y
la crisis los está rematando.
Pero en tiempos extraños de de-
nuncias, falta de dinero e intrigas en los
despachos, suelen salir nuevos poderes.
Dos clubes piden paso en la ciudad, pero
con más apoyo en los palacios que en las
gradas. En 2007 Estambul vio como dos
intrusos llegaban a la primera división.
Sin fiebre en las gradas
Uno de ellos es el Kasimpasa SK, club
del barrio con el mismo nombre, en la
parte europea de la ciudad. Hoy se ha
convertido en un equipo ascensor. De
hecho, lucha actualmente por el que se-
ría su tercer ascenso. Todas las miradas
para entender el éxito de este club con
poca masa social se dirigieron a la pre-
sidencia de la nación. En las calles del
distrito de Kasimpasa nació Recep Ta-
61
yyip Erdogan, el primer ministro turco.
La influencia del líder político es clave
en este equipo que suele llevar unos
2.000 hinchas al campo. El club tiene su
casa en un pequeño recinto deportivo en
Beyoglu, que ya se ha bautizado con el
nombre de Erdogan. ¿La razón? Él fue
futbolista entre 1969 y 1982, jugando
muchos años en este club.
Aunque Erdogan se declare hin-
cha de Fenerbahçe, su mano se nota en
el éxito de un club que se permitió el
lujo de ganar 0-1 al Galatasaray en su
primera temporada entre los grandes.
"Para muchos turcos y la gente de
su barrio natal, Erdogan aún es ese
jugador del Kasimpasa. Es la prueba
viviente de que las historias de éxi-
to existen en Turquía", afirma Henri
Barkey, experto en política turca del
Fondo Carnegie para la Paz Mundial de
Washington. En los bares de este barrio
de gente humilde llegada del interior
de Anatolia para ganarse el pan, aún
 Sin fiebre en las gradas

se pueden ver fotos de Erdogan en su
época de futbolista. El Kasimpasa está
controlado por gente afín a Erdogan
y en un barrio antaño de izquierdas.
Ahora nadie duda del primer ministro
islamista moderado. ¿Cómo no fiarse
del chaval que vendía limonada por la
calle y se partía la espalda persiguiendo
la pelota con el club local en divisiones
regionales? Consciente de la importan-
cia de esta imagen, Erdogan siempre
tiene detalles con los suyos. Y el club de
fútbol salió beneficiado de ello.
EL ASESINO DE ESTAMBUL
Erdogan fue alcalde de Estam-
bul ente 1994 y 1998, convirtiéndose en
el primer edil islamista de la ciudad.
Tanto él como su sucesor, Ali Müfit Gur-
tuna, entendieron el poder del deporte
como herramienta mediática e impulsa-
ron el proyecto de la candidatura para
que Estambul fuera sede de los Juegos
Olímpicos de 2008. Aunque fracasaron,
esa iniciativa dotó a la ciudad de algu-
nas mejoras, como una incipiente red
de metro y el colosal estadio Olímpico
Atatürk.
Este estadio es un lugar extra-
ño. Para empezar, es llamado Olímpico
aunque no fue Olímpico. Construido
en 2002, este mastodóntico recinto
deportivo ha sufrido la suerte de los
estadios inmensos a los que se les ha
de buscar una funcionalidad. El Ata-
türk sólo ha vivido días de gloria con
la famosa final de la Champions League
Liverpool-Milan y con los partidos que
Galatasaray jugó durante los meses en
que se acabó de construir su nuevo feu-
do, el TurkTelekom Stadium. El resto,
silencio y situaciones extrañas, como
el vídeo de los chavales que juegan a
ser un videojuego.
Porque en el Atatürk se juegan
partidos de liga. Desde 2007 es casa
del Istanbul Büyüksehir Belediye, el
otro equipo de la ciudad que llegó a
primera ese año. En cuatro tempora-
das, el también conocido como BB, se
ha convertido en un actor principal del
fútbol turco, y en 2011 llegó a la final de
Copa que perdería en los penaltis con el
Besiktas. Conocido como el 'asesino de
Estambul', pues cada temporada consi-
gue ganar a alguno de los tres grandes,
el BB es propiedad del Ayuntamiento.
De hecho, en turco Istanbul Büyüksehir
Belediye no quiere decir otra cosa que
'Ayuntamiento de Estambul'. Con un
propietario tan ilustre, muchos hinchas
de la ciudad se lamentan de pagar sus
tasas municipales para ver como "con
ellas pagan el sueldo a jugadores que
luego ganan a mi equipo", reclama un
taxista de la ciudad.
Desde hace años existe la aso-
ciación deportiva Istanbul Büyüksehir
Belediye, que nació para que los traba-
jadores municipales pudieran practicar
deportes y acabó sobresaliendo en al-

62
En turco, Istanbul Büyüksehir Belediye no
quiere decir otra cosa que 'Ayuntamiento
de Estambul'

La batalla en el campo siempre tendrá la misma pasión, aunque las gradas de fondo se vean vacías con el Istanbul Büyüksehir Belediye en cancha.
Eso sí, poco a poco el BB empieza a encontrar aficionados.

gunas disciplinas como el voleibol, el
judo o la natación. Pero la sección de
fútbol no nació hasta 1990, cuando se
fusionaron los equipos de la compañía
municipal de transportes, del cuerpo de
bomberos y de la compañía de aguas.
Este último ascendió a tercera, y el
alcalde, el entonces socialista Nuretin
Sözen, decidió crear una sección de
fútbol fuerte de la BB.
SOLOS EN LAS GRADAS
En 2004 el equipo recibió un
nuevo impulso de la mano del alcalde
Kadir Topbas y en 2007 llegó un ascenso
a primera división que nadie esperaba.
Ese día, el club ganó 0-2 al Istanbuls-
port, equipo del barrio de Bahçelievler,
cerca del aeropuerto, históricamente el
cuarto equipo de la ciudad. Apenas 100
hinchas arroparon a sus jugadores, la
mayor parte familiares de los futbo-
listas.
Hasta esa fecha, el BB jugaba sus
partidos en Maltepe, en la parte asiáti-
ca de la ciudad. Pero con el ascenso, el
Ayuntamiento decidió que jugaría en el
Atatürk. El estreno en primera fue con-
tra Fenerbahçe. Más de 45.000 hinchas
de este equipo llenaron el campo teó-
ricamente como visitantes; aficionados
locales, sólo había un centenar. Pero el
BB ganó por 2-0.
Sin fiebre en las gradas
En el otro equipo
'especial' de
Estambul, el
Kasimpasa, jugó
Erdogan, actual
primer ministro
Desde 2007, el club se ha asen- en el banquillo con un juego atractivo.
tado con firmeza en primera. Y jugando Y aunque parezca extraño, finalmente
siempre en un campo donde hay más el BB tiene sus hinchas. Desde 2010, un
hinchas visitantes que locales. Cuando grupo de jóvenes se puso en contacto
en 2008 el Hacettepe SK visitó al BB, se por Internet y, lo que empezó como
batió un nuevo récord: menos de 100 una broma, acabó en la creación de la
hinchas en un partido de primera. El primera peña del equipo sin hinchas:
Hacettepe tampoco tiene hinchas pues los Boz Baykuslar (búhos grises), tan
es el filial del Gençlerbirligi de Ankara,
al que se le permite jugar en primera y
atípicos como el club.
En un país con un endémico
63
hasta ganar a su equipo madre. problema de violencia en las gradas,
En Estambul el impacto del BB estos tipos decidieron que quieren ir
no gustó. El equipo solía ser silbado, al campo a gozar. Su primera pancar-
pero con el paso del tiempo la gente se ta ya era irónica: 'Estamos aquí sólo
acostumbró a su presencia en el centro porque nos contaron que se juega un
de la tabla, hasta luchando por Euro- partido'. Poco después, sacaron otra
pa. El Ayuntamiento no ha dejado de donde se leía: 'Nosotros siempre ju-
apoyar a un club que también ha visto gamos fuera de casa', en referencia a
como algunos de sus jugadores acaban que en el Atatürk la hinchada visitante
implicados en la red de corrupción. La siempre es más numerosa. Después de
presencia del hijo del alcalde en la Fe- una serie de malos arbitrajes, los Boz
deración turca y su relación con repre- Baykuslar sacaron una con la frase 'el
sentantes de algunos jugadores del club árbitro siempre es un caballero'. Y en el
ha provocado importantes sospechas. campo del Fenerbahçe o el Galatasaray,
Pero mientras en los despachos se unían a los cánticos de los hinchas
se viven intrigas propias de los libros de locales. Su ironía, rechazo a la violencia
Pamuk sobre el periodo Otomano, el BB y ocurrencia le ha permitido al IBB ya
se asienta. En la orilla del Bósforo cada no ser tan odiado. Aunque en el estadio
noche centenares de chicos levantan el no suelen pasar de 1.000 aficionados, es
fútbol base de un equipo que trabaja un grupo muy activo en Internet, con
bien este aspecto, con los primeros más de 55.000 personas en Facebook.
títulos locales en esas categorías. Arif Ahora sólo los miran como a los bichos
Erdem, ese jugador del Galatasaray que raros de una ciudad donde últimamente
no triunfó en la Real Sociedad, manda pasan cosas extrañas. t
 Fútbol,
¿espectáculo o
democracia?
Las actuales sorpresas de la Champions League han
dado motivo a defensores y detractores del sistema de
competición. Pero hay cosas que no se pueden olvidar,
como que este juego nace a partir del momento en el
66 que unos amigos del barrio crearon un club para jugar al
fútbol… Yo no sería de mi equipo si no supiera que mi
abuelo sufrió por esos colores.

Texto de de Axel Torres / @axeltorres


L
a presente edición de la Champions
League, justo la única en la última dé-
cada que ha eliminado en la primera
ronda a dos de sus grandes candida-
tos al título, ha generado multitud
de comentarios críticos con el formato actual de
competición. Varias voces, tras presenciar como el
Barcelona y el Real Madrid apabullaban a cuadros
modestos incapaces de ofrecer una resistencia
digna, han reclamado un límite y una frontera:
una exigencia mínima para participar.
La ausencia de competitividad de esos
equipos ha llenado de argumentos a aquellos
que, desde hace algún tiempo, solicitan la crea-
ción de una Superliga Europea sólo reservada a
los clubes de más potencial del continente. Una
sociedad de élite exclusiva que garantizaría un
espectáculo continuo, una retahíla masiva de par-
tidazos semana tras semana. Una utopía quizá
deseable para el observador externo sin afinidades
emocionales, el que busca en el juego un placer
más sensitivo que emocional. Una gozada infinita,
un carrusel de sensaciones para el hincha de los
grandes clubes: siempre batallas que elevarían
las pulsaciones y los índices de adrenalina, casi
una ruleta perpetua que constantemente generaría
esos saltos de corazón cuando la bola baila entre
el rojo y el negro y juega con la incertidumbre
del apostante. Y más ideal aún: conllevaría una
permanencia eterna al grupo de los elegidos, una
condición vitalicia, jamás en riesgo de ser perdida.
Evitaría la presencia molesta de clubes como el
APOEL o el Basilea en las últimas rondas, clubes
que no tienen nada que aportar ni ofrecer al más
sibarita de los degustadores del juego.
Y bien. ¿Es la consecución última de la
máxima expresión del espectáculo el único prin-
cipio por el que deben luchar los organismos
que rigen el fútbol? ¿No deben pensar en aque-
llos hinchas que viven, lloran, sufren y ríen por
y gracias a clubes más pequeños –aquellos que
forman parte del todo que es el fútbol universal,
los que son imprescindibles para el desarrollo
del juego, para que siga existiendo una vía para
desarrollar el talento de los niños que empiezan
a divertirse en las canchas cercanas a sus casas-?
¿No es la democracia futbolística un valor que
debe ser tenido en cuenta, tanto o más que el del
espectáculo?
Le hemos llamado democracia para sim-
plificarlo, para resumir en una palabra conceptos
como la igualdad de oportunidades y de trato,
como el derecho de todos a seguir existiendo en
condiciones dignas. Los que apostamos por ella
Soñar no tiene presupuesto
no pretendemos que se efectúe una discrimina-
ción positiva, que se faciliten las sorpresas en
los grandes torneos. No, simplemente que no se
generen reglamentos que hagan imposible que
algunos clubes tengan la oportunidad de soñar
con alcanzar las últimas rondas. Y, obviamente,
que se abandone la idea de una Superliga cerrada
que supondría la reducción de muchos clubes a
pequeñas entidades capaces de atraer sólo a pú-
blicos extremadamente minoritarios.
Creo que hay un principio fundamental que
en el juego debe ser respetado: cualquier club del
planeta debe saber que si en los próximos diez
años gana todos sus partidos será campeón de
su continente y del mundo. Aunque estemos ha-
blando de un diminuto equipo de barrio de Tercera
Regional española. Cualquier sistema de competi-
ción que impida que esa construcción gramatical
condicional se convierta en realidad cumpliéndose
la hipótesis, es un sistema de competición que
perjudica claramente la salud global del juego.
Lo peor es que caminamos hacia ese pano-
rama en términos mediáticos. Este verano, en una
memorable noche de fiesta en Transilvania, subí a
un taxi en la bonita ciudad de Brasov. El conductor
se emocionó al saber que yo llegaba de Barcelona,
y empezó a contarme que era muy aficionado del
club azulgrana, que veía todos los partidos, que
lo vivía con pasión. Al poco rato, le inquirí sobre
el equipo de su ciudad, que compite en la máxi-
67
ma categoría del fútbol rumano. Hizo como una
mueca y lo despreció. Creo que no conocía ni a sus
jugadores. El asunto me preocupó, porque si a la
gente de Brasov le deja de interesar el FC Brasov,
es evidente que el FC Brasov está condenado a
desaparecer o a convertirse en algo residual. Y eso
sería preocupante, porque el fútbol debe mantener
siempre el concepto de cercanía. Es decir: se puede
admirar, por supuesto, al mejor equipo del mundo.
Se puede sentir afinidad afectiva hacia él. No hay
ningún problema con eso. Pero no se puede olvidar
que este juego nace a partir del momento en el
que una gente de un barrio, de una comunidad,
de una universidad, de una escuela, etc., crea un
equipo para jugar a fútbol: el equipo va creciendo,
los vecinos, primos, tíos y otros cercanos de los
jugadores empiezan a acudir a ver sus partidos, y
poco a poco la gente de alrededor se va interesando,
y poco a poco los resultados del equipo, los gola-
zos del delantero, los errores del central lento, se
convierten en asunto de conversación en el café del
pueblo, en la peluquería mientras se espera turno,
en la charcutería mientras te sirven la carne. Es
el papel social que tiene el fútbol, un papel social
 Soñar no tiene presupuesto
que nace de la relación natural de cercanía entre
la creación de un club y su gente cercana, y que
se transmite de generación en generación. Yo no
sería de mi equipo si no supiera que mi abuelo
sufrió por esos colores. Si convertimos el juego en
un espectáculo mundial focalizado en 20 puntos
fuertes del globo terráqueo, ¿dónde quedará la
identificación?, ¿dónde quedará el saber que el tío
que metió el pase nació cuatro calles más abajo y
es primo de la hermana de la novia del amigo al
que le ganaste ayer la partida de póquer?
Hablamos del factor social, pero hay un
punto aún más importante: el formativo. Nece-
sitamos clubes fuertes en todas partes, con una
estructura que permita enseñar el juego a los niños
de la zona y que les permita empezar a competir
en campeonatos de cierto nivel. Necesitamos que
esos niños tengan el estímulo de intentar llegar
al primer equipo de su club, de esos colores que
tienen tan cerca, de ese estadio cuyas torres
de iluminación observan con ilusión
al abrir la ventana de su casa cada
mañana cuando se levantan. Si
eso deja de ser un objetivo, si
los niños de medio mundo
sueñan sólo con llegar a
jugar en el Manchester Uni-
ted… tendremos poquísimas
68 recompensas y mucho sueño
frustrado, y mucho proyecto
de buen jugador que se quedará
en el camino y en el olvido. El año
pasado vi una película en el Festival
de Cine Asiático de Barcelona sobre un
niño llamado Kawai que tenía un póster de Da-
vid Beckham en la pared de su habitación y quería
ser como él. Andaba solo por la calle, jugaba con
un balón, pero obviamente en su pueblo perdido
de Japón no había ningún ojeador red devil.
Todo esto lo digo yo, que supongo que he
jugado un papel más o menos importante como
impulsor del fútbol internacional en los medios
de comunicación en España. ¿No se contradice mi
discurso con mi labor? Yo pienso que no. A mí el
fútbol de todos esos lugares lejanos me interesa
precisamente porque sé que hay gente que sueña
con colores que aquí nos parecen rarísimos y aje-
nos, impropios de causarnos cualquier sentimien-
to. A mí me interesa el fútbol internacional porque
peleo por un mapa del mundo en el que sigan
sonando clubes de Viena y en el que hasta Europa
Occidental se aprenda el nombre del campeón de
Vietnam: querrá decir que habremos avanzado en
esa pelea por hacer fuertes los clubes locales y de
este modo hemos mejorado el panorama global. A
mí me interesa el fútbol internacional como ob-
servador externo porque quiero saber qué está
pasando en el mundo, pero nunca mi corazón late
tan fuerte como con el Sabadell en la Nova Creu
Alta. Nunca los resultados del club de mi gente
han dejado de ser los más importantes del fin de
semana. Supongo que es un caso parecido al de
aquel político local con un tremendo interés por
la sociedad que quiere conocer al detalle qué ha
ocurrido en Egipto, pero que se desvive por sacar
adelante los proyectos de su partido para mejorar
el transporte público en su barrio.
Entonces, ¿entre la democracia y el espec-
táculo, debemos apostar por la democracia? Los
defensores de la democratización también somos
grandes amantes del juego de alto nivel, y hemos
aceptado que una Copa de Europa como la de antes
de los años noventa, sólo con un representante por
país, es difícil de asumir en un contexto
como el actual. Supongo que somos
como aquellos comunistas que
han aceptado la socialdemocra-
cia como mal menor –o como
situación más cercana a la
utopía entre todas las reali-
zables-. Aplaudimos el nuevo
modelo de Champions por-
que, como han demostrado el
Basilea y el APOEL, permite
aún sorpresas y consigue que
la gente de estos clubes pueda
pensar que aún sigue valiendo la
pena apoyarlos, que no pierde tiempo
ni ilusiones gritando sus goles. Reivindicamos,
como hizo Sergio Farías tras perder en semifinales
del Mundial de Clubes del 2009 con su Pohang Ste-
elers ante Estudiantes de la Plata, una competición
global en la que todos los participantes partan
desde la misma ronda, y que el campeón de Asia,
que ya de por sí es peor, no tenga que medirse al
de Sudamérica tras el tremendo esfuerzo de 90
minutos altamente competitivos tres días antes.
Lo pedimos, también, para parar el golpe
y contrarrestar a aquellos que siguen reclamando
el regreso a la Copa Intercontinental clásica, ese
torneo que impedía que los millones de hinchas
que tiene Al Ahly de El Cairo, por poner un ejemplo
masivo, pudieran soñar con enfrentarse al Real
Madrid o tener una pequeña opción de sentirse
los mejores del mundo. Hemos asumido que, entre
el espectáculo y la democracia, debe primar el
equilibrio. Pero que jamás, jamás, debemos dejar
de lado a la democracia. t
publicidad@panenka.org
 Texto de Lucas Duvernet-Coppola y
Stéphane Régy (So Foot) / @OfficialSofoot
Fotos de agencias

Un hombre de negocios de humildes orígenes y oscuras artes se
hace con el control del AC Milan, un club depresivo y ahogado
por las deudas, tras una sospechosa maniobra. Los 25 años
que siguen a este acontecimiento constituyen el relato de
un dirigente ingenioso y peculiar que usó el éxito deportivo
rossonero para sublimar un brillante y grotesco triángulo con
el fútbol, los medios de comunicación y la política en cada una
de las esquinas. Del ejecutivo imparable al burdo tramposo.
Del seductor infalible al abuelo sórdido. Del amo de un país al
presidente guillotinado. Silvio Berlusconi.
A
hora que lo ha perdido
casi todo, ¿qué queda de
Silvio Berlusconi? Quizá
que se ha pasado por la
piedra a casi todas me-
nos a una. Ruby cayó. Noemí cayó. Nicole
cayó. Patrizia cayó. Todas las otras tam-
bién cayeron. Pero no Belén Rodríguez.
Y no es precisamente que no hubiera
estado tentado. El propietario del Milan
jamás ha ocultado que admira la belleza
de la top model argentina, pero siempre
se contuvo a la hora de amarla. "Durmió
en mi casa una noche, pero no hicimos
el amor porque descubrí que salía con
uno de mis jugadores", confesó a un
amigo en 2009. El futbolista en cuestión
era el delantero Marco Borriello. Un su-
plente, un tipo no demasiado decisivo,
pero un jugador del AC Milan a pesar
de todo. A Silvio se le pueden achacar
todos los pecados del mundo menos
uno, el magnate lombardo no practica
el incesto.
A Berlusconi, la crisis y los
escándalos lo han apartado del sillón
presidencial italiano, pero él ya ha
avisado que no descarta regresar a
la presidencia de los 'Rossoneri'. Una
muy buena noticia para sus seguidores
y una muy mala para el resto de clubs.
'Il Cavaliere' es el Milan en cifras: 28
trofeos, de entre los que destacan ocho
Scudetti, cinco Copas de Europa, tres
'Il vero amore' de Berlusconi
Copas Intercontinentales... ¡Y siete Ba-
lones de Oro! Algo incomparable para
cualquier presidente de fútbol, opinión
que comparte su ex pupilo Zvonimir
Boban: “El club quizá sea centenario,
pero en verdad es como si lo hubiera
fundado Berlusconi”. Fue hace 25 años,
casi nada.
“¿PERO QUIÉN ES ESTE LOCO?”
71
Oficialmente, el 1 de marzo de
1986 Silvio Berlusconi, con unos cuantos
liftings menos y unos cuantos cabellos
más, se hizo con el control del AC Milan,
pero su gran premier tuvo lugar unos
meses después. El 18 de julio, decide
presentar a su equipo en pleno centro
de Milán. Ante 6.000 espectadores, los
jugadores bajan de tres helicópteros al
ritmo de la Cabalgata de las Valquirias
de Wagner. "Aquel día me dije: ¿pero
quién es este loco?", recuerda el por
aquel entonces joven defensor Alessan-
dro Costacurta. En una Italia amoldada
a las hechuras de los Agnelli, dueños de
la FIAT, sobrios y trabajadores, el circo
da comienzo.
Berlusconi encaja en el papel
protagonista de la fábula del pequeño
emprendedor del milagro económico del
norte de Italia. Una historia repetida
ante miles de micrófonos a lo largo
de los años. El hijo de un empleado de
 'Il vero amore' de Berlusconi
Las cámaras, quizás el efecto público más
visible del poder, son una razón de vida para Il
Cavaliere... Muchas veces amigas, pero otras
enemigas.
72
banco y de una ama de casa, que crece
durmiendo en el sofá de casa, usa la
ropa de su padre, gana sus primeras
liras revendiendo material diverso entre
sus compañeros de clase y que acaba
montando su empresa para conventirse
en millonario. Promoción inmobiliaria
y televisión son las dos ubres de la mi-
tología berlusconiana. Durante los '60,
Berlusconi gana la primera parte de su
fortuna construyendo barrios enteros
en el extrarradio de Milán (los bautiza
como Milán 2 y Milán 3). Después, di-
versifica el negocio creando un pequeño
canal de televisión por cable, Telemila-
no, que hará crecer hasta transformarlo
en un imperio mediático.
BANQUETES, PSICOLOGÍA Y KARATE
Cuando compra el Milan, Silvio
ya no tiene nada de pequeño emprende-
dor. Es el principal hombre de negocios
del país al frente de Fininvest, un grupo
que toca desde los grandes medios has-
ta la edición pasando por la publicidad
y los seguros. "Cuando se presentó para
comprar el club, ni le pedí garantías
bancarias", evoca Giuseppe Farina, su
predecesor como testaferro rossonero.
Showman delante de las cáma-
ras, Berlusconi no llegó a San Siro para
exhibirse, más bien todo lo contrario.
'Billy' Costacurta rememora su primer
encuentro con su nuevo presidente.
"Cuando nos dimos la mano, salía de
la ducha y no estaba seco. Su prime-
ra frase fue: ¿prefieres ser titular en
cualquier otro equipo o jugar unos
pocos partidos menos y formar par-
te del que será el mejor equipo del
mundo?". La fanfarronada rozaba la
locura. El Milan apenas se recuperaba
del descenso a la Serie B por el escán-
dalo del 'Totonero' y pasaba un período,
diciéndolo de modo amable, un tanto
gris. Además, la caja era un solar y la
deuda se elevaba a 10.000 millones de
liras (seis millones de euros). La crisis
era tal que Milanello se alquilaba de
tanto en tanto para bodas y los novios
podían fotografiarse con los jugadores.
Ante tal panorama, Berlusconi
puso en marcha su plan: gestionar el
Milan no como un equipo de fútbol
sino como una más de las empresas de
su conglomerado. A los jugadores que
cumplan los reconvertirá profesional-
mente tras su carrera dentro de Finivest.
"Todo el mundo tiene que sentir que

“Desde que se forma parte de un grupo", sostiene. Esa
convirtió en político, regla se refuerza con su vínculo de con-
fianza: Adriano Galliani, antiguo socio
es como si hubiera en Canale 5, y los ex jugadores Ariedo
conocido otra mujer. Y Bradia y Fabio Capello. A este último le
cuando conoces a una encarga una misión: ir a Madrid para
hacer un informe sobre la organización
nueva, piensas menos del Real Madrid, el club de referencia
en la de antes” del mandamás milanista. Con el dossier
ZVONIMIR BOBAN de Fabio en la mano, Silvio anuncia que
modernizará Milanello. Contrata a un
médico, a un dietista, a un psicólogo y
a un antiguo campeón de karate, Bru-
no de Michelis, que acabará creando
el Milan Lab.
“¿SACCHI? ÉSE ES MI HOMBRE”
Al rigor del industrial, Berlusconi
añade la imaginación del emprendedor.
A pesar de todos los cambios, rápida-
mente comprende que su proyecto tiene
que apoyarse en caras nuevas. "Cuando
llegó me dijo que yo sería su hombre
franquicia. Dos meses más tarde me
vendió", confirma Paolo Rossi. "Fue
un gesto de inteligencia, mi carrera
estaba en plena decadencia", admite el
Balón de Oro del '82. Con el puesto de
entrenador, el protocolo se repite. Tiene
a tiro a Trapattoni, que acaba de poner
Gullit, Rijkaard y Van Basten, los tulipanes,
rodean a su presidente en medio de la euforia fin a una década gloriosa en la Juventus,
por la Champions League '88-'89, la primera pero Silvio ya ha puesto sus ojos en un
de la era Berlusconi. desconocido. El 31 de agosto del '86,
'Il vero amore' de Berlusconi
el Parma, recién ascendido a Serie B,
derrota a los 'Rossoneri' en Coppa Italia
con un juego revolucionario a base de
presión y despliegue ofensivo. En fe-
brero del '87, en un nuevo cruce entre
ambos equipos, la historia se repite. Un
par de meses más tarde, Sacchi recibe
la llama de Ettore Rognoni, periodista
de Mediaset: "Arrigo, llámame. Es ur-
gente, Berlusconi te quiere ver". La
cita tiene lugar en Arcore, la villa de
Silvio. Tras cinco horas discutiendo y
proyectando esquemas de juego, Sacchi
se excusa para ir al baño. Berlusconi se
gira hacia Rognoni: "Es mi hombre".
'Il Cavaliere' defenderá su de-
cisión contra viento y marea. Los pri-
meros meses serán complicados, sin
resultados y con jugadores escépticos
con el discurso del nuevo chamán, pero
la elección del presidente es inamovible.
"Me escogió, me ayudó y me defendió",
recuerda Arrigo Sacchi. La continuación
es uno de los mejores equipos de la his-
toria de este deporte.
El genio de Silvio está por to-
das partes. Controla el vestuario, las
concentraciones y hasta las tijeras.
"Cuando debuté llevaba el pelo largo.
El presidente insistía en que me lo
73
cortará, pero yo me resistía. Un día me
cogió de la mano, me metió en un coche
y él mismo me cortó la melena", evoca
Francesco Coco. Su mano perfila sobre
todo la confección de las plantillas. Una
noche que la Sampdoria está aplastando
al Milan (3-0), se planta en Amsterdam y
se trae a Gullit y a Van Basten. Además,
apuesta decididamente por los Baresi,
Costacurta, Albertini, Maldini y Galli,
todos nacidos en Lombardía, porque
asegura que representan “la iniciativa,
la seriedad y la imaginación” que carac-
terizan a la ciudad. En un país adicto
a la crisis, Berlusconi ha creado una
marca que jamás tropieza: 'la Grande
Milan'. Su figura es sinónimo de infa-
libilidad. "En 1991, tras un empate y
una derrota, leí una entrevista donde
Berlusconi decía que Sacchi sería un
gran seleccionador. Automáticamente
comprendí que mi etapa había aca-
bado", demuestra Azeglio Vicini, ex
seleccionador italiano que, obviamen-
 'Il vero amore' de Berlusconi
En diciembre de 2009, mientras firmaba te, se vio forzado a ceder su puesto a
autógrafos, un insano le lanzó una miniatura Sacchi tan sólo unas semanas después
de la Catedral de Milán a su rostro. Una de aquellas declaraciones.
pequeña fractura en la nariz fue el efecto
mayor.
SOSPECHAS, SOSPECHAS Y MÁS SOSPECHAS
¿Y las historias sombrías? Pa-
ciencia, ya llegan. Se trata de Berlusconi.
74 Desde el primer Scudetto del
Milan de Silvio, en 1988, lo que se festeja
desmesuradamente en Lombardía deja
un regusto amargo en el resto de Italia.
Aquel campeonato, dominado de cabo a
rabo por los 'Partenopei', da un vuelco
sospechoso en las últimas jornadas. Con
tres fechas restantes en el calendario,
el conjunto de Maradona se inclina en
casa ante el Milan (2-3) para encadenar
dos derrotas seguidas más donde, el en-
trenador Bianchi forma con dos onces
repletos de no habituales. Los rumores
son incontrolables: 'Il Cavaliere' se ha-
“Se ha hablado del bía mostrado muy persuasivo a todos
los niveles para que su Milan ganase
Milan de Sacchi, del aquel campeonato.
de Capello, del de Este es sólo el primero de múl-
Ancelotti, pero todo el tiples escándalos. El de Berlusconi no
es un perfil transparente, pero Silvio
mundo sabe que yo he encontrará siempre un comodín perfec-
estado detrás de todo to: "esta historia la han inventado los
éxito. Se tendría que jueces para anularme políticamente".
Pagos en negro, contabilidad 'flexible',
hablar del Milan de financiación de oscura procedencia...
Berlusconi” Acusaciones que siempre han sobre-
volado sobre un Berlusconi protegido
por las más altas esferas. No en vano,
el patrón rossonero es el miembro 1816
de P2, una logia franco-masona de gran
influencia en las altas esferas italianas.
"Tenía ofertas más interesantes, pero
me hicieron comprender qué decisión
debía tomar. Berlusconi no me com-
pró el club, me lo arrebató", denuncia
Giuseppe Farina.
De todos modos, el concepto ile-
galidad no preocupará demasiado al AC
Milan. Los lombardos representan, de
largo, el éxito y todos los futbolistas
quieren firmar por los 'Rossoneri'. Gian-
luigi Lentini, piamontés y esperanza del
fútbol italiano, estaba llamado a no
salir nunca del Torino. "El club tenía
necesidad de dinero, pero yo quería
quedarme. Me llamó Berlusconi y me
dijo que quería hablarme cara a cara.
Me envió un helicóptero a mi casa.
Llegué a su casa para comer y en una
hora me había convencido", explica
'Gigi'. Su poder de persuasión ayuda y
la profundidad de su chequera también.
Por Lentini pagó la cifra récord de 40
millones de euros, aunque los detalles
no sólo los guardaba para sus 'con-
quistas'. Cuando Tassotti lesionó de
gravedad a Davide Zannoni, Berlusconi
le compró un Fiat Uno. "Un simple gesto
de simpatía", declaró.
THE SHOW MUST GO ON
Es el tipo de detalle del que
Berlusconi siempre ha buscado sacar
rédito. Si compró el Milan fue para
impulsar su negocio televisivo y ganar
popularidad entre sus compatriotas. En
realidad, fútbol, cámaras y gloria han
formado un triángulo del que el magnate
lombardo jamás ha querido salir. "Para
él no existen fronteras entre los tres
vértices", apunta el politólogo italiano
Ilvo Diamanti. Uno: Berlusconi usó el
Milan en beneficio de sus televisiones.
Dos: Berlusconi usó sus televisiones
para vender la gloria de su Milan. Tres:
Berlusconi usó el Milan y sus televisio-
nes para su propio beneficio. Durante
diez años, cada victoria televisada de
su Milan ha sido una piedra más en el

“Cuando llegó me monumento autoerigido en gloria pro-
dijo que yo sería su pia. Porque a Silvio, si algo no le gusta
es compartir escena. "Se ha hablado del
hombre franquicia. Milan de Sacchi, del de Capello, del
Dos meses más tarde de Ancelotti, pero todo el mundo sabe
me vendió […] Fue un que he sido yo el que ha estado detrás
de tanto éxito. Se tendría que hablar
gesto de inteligencia, del Milan de Berlusconi". Un ego y una
mi carrera estaba en autoestima sin fronteras. En visita al
plena decadencia” papa Juan Pablo II, 'Il Cavaliere' le soltó
semejante lindeza: "Déjeme decirle que
PAOLO ROSSI se parece a mi Milan. Como nosotros,
usted viaja por el mundo represen-
tando una idea victoriosa, la idea
de Dios". Era diciembre de86 y Silvio
apenas llevaba unos meses en el cargo.
Desde el inicio de su carrera al
frente de la entidad lombarda, Berlus-
coni ha utilizado al Milan como púlpito
desde el que preconizar su discurso po-
lítico. Los aficionados no han sido su
público, sino "su partido". En 1988, tras
el primer Scudetto, un tifoso se cruzó en
su camino: "Si quieres te damos todos
nuestros votos para cualquier tipo de
partido que quieras montar. Y si po-
demos votar por ti, mejor que mejor".
Los números de Berlusconi en el AC Milan
En 1994, la profecia se hizo rea-
impresionan: 28 trofeos, de entre los que
destacan ocho Scudetti, cinco Copas de
Europa, tres Copas Intercontinentales... ¡Y
lidad. La operación 'Mani pulite' había
arrasado con la clase política italiana
siete Balones de Oro! y a Silvio se le abrió una avenida. "Nos
'Il vero amore' de Berlusconi
reunió a todos y nos dijo que estaba
preocupado porque Italia podía caer
en manos de los comunistas. Debía ha-
cer algo por el bien común", rememora
Costacurta. No se ahorró ningún símil
futbolístico, por si la analogía con su
éxito deportivo se le escapaba a alguien.
Llamó a su partido Forza Italia y a sus
miembros los 'Azzurri'. Coincidiendo
con la exhibición del Milan en Atenas
ante el Barça de Cruyff, 'Il Cavaliere'
arrasa en las urnas. Desde entonces, Sil-
vio jamás olvidará el valor de un tifoso
contento. En 2007, de vuelta a Atenas
para jugar la final de la Liga de Campeo-
nes ante el Liverpool, Berlusconi pedirá
a sus chicos un triunfo para convencer
a miles de 'Rossoneri' a apoyarle en la
campaña electoral.
NI CONTIGO NI SIN TI
"Desde que se convirtió en
político, es como si hubiera conocido
otra mujer. Y cuando conoces a una
nueva, piensas menos en la de antes".
La frase es de Boban y define como, a
medida que la política alejó a Berlusconi
de Milanello la infalibilidad de su Milan
fue decreciendo. ¿El romance rossonero
75
se rompió por culpa del Estado? Es po-
sible. Pero la reflexión se entiende igual
a la inversa. Cuanto más lejos de San
Siro, más bajo ha caído la imagen de 'Il
Cavaliere'. Ahogado por la presión de
los mercados, su querencia a rodearse
de bellas adolescentes y su constante
revuelto entre los intereses públicos y
privados, el Berlusconi triunfante ha
hincado la rodilla.
Tras su dimisión el 12 de no-
viembre, una de sus escasas apariciones
tuvo lugar en el último Milan-Barça de
Liga de Campeones. Un aficionado se
le acercó para pedirle que bajara los
impuestos y Silvio reaccionó con un
lánguido: "Ya no soy nadie". Eso sí, la
cara se le iluminó al volver a hablar de
fútbol y de las bondades del estilo de los
de Guardiola. En su sonrisa se le leía el
deseo. A pesar de todo, Berlusconi sólo
tiene 75 años y ha demostrado de sobras
que la edad no es un impedimento que
pueda frenarle. t
 10
piezas que
nunca serán exhibidas
Los clubes y federaciones de fútbol suelen tener museos donde se
exhiben trofeos, gestas, documentos y reliquias con el objetivo de
reforzar el orgullo histórico de la entidad. Pero si de lo que se trata es
de avergonzar al visitante, aquí os presentamos diez objetos míticos
que difícilmente tendrán cabida detrás de una vitrina.

Texto de Nico Rodríguez / @nicorp11


1 6
Cuarenta grados a la sombra que pro-
yecta Delle Alpi. Argentina se cruza en
octavos de final del Mundial del 90 con
Brasil. El partido se juega con intensi-
dad y los jugadores tienen que reponer
líquidos constantemente. En un parón, Branco le
pide bebida a los argentinos, que ceden solícitos
el agua… con somníferos. Suponemos que cual-
quier prueba del delito quedó destruida en el
propio estadio.
2
Fue uno de los goles del año 2009. Darren
Bent, Pepe Reina y un balón de playa,
los elementos que construyeron la his-
toria. El Sunderland acabó ganando al
Liverpool con un gol de chiste, y el ar-
tículo playero, que se vendía en la webstore del
club de Anfield, pasó a ser un bien de primera
necesidad para los hinchas de sus rivales histó-
ricos. Ya no está en stock, y por supuesto, tampo-
co en el museo 'red'.
3
Si te hablan de Mwepu Ilunga, lo normal
es que no sepas quién es. Pero si en
Youtube buscas 'Brasil Zaire 1974' no
te va a quedar ninguna duda de quién
se trata. Es sencillo encontrar una ré-
plica de la camiseta de aquella selección de
Zaire, pero será mucho más difícil ver la de Ilun-
ga expuesta en una vitrina en Kinsasa.
4 9
El visitante del Tour del Bernabéu pue-
de disfrutar de los trofeos que se amon-
tonan en distintas estancias, junto a
fotos y camisetas históricas, y algún que
otro recuerdo curioso. Lo que no podrá
encontrarse será aquel auricular que el técnico
brasileño Wanderlei Luxemburgo hizo colocar a
Raúl en un Trofeo Bernabéu para que le ayudara
a comprender mejor la teoría y práctica del 'cua-
drado mágico'.
5 10
5 de julio de 1999. Colombia y Argenti-
na juegan por el liderato del grupo C de
la Copa América. Martín Palermo es el
encargado de lanzar los penaltis del
combinado de Bielsa, y falla uno. Y otro.
Y luego otro más. Una pelota que pudo acabar en
la galería de balones históricos de la AFA, y que
quedaría olvidado en algún pasillo del Feliciano
Cáceres de Luque, Paraguay.
Con diez se juega mejor
El FC Barcelona tiene cuatro trofeos
Teresa Herrera, uno de los torneos con
más solera del fútbol español. De esos
cuatro, no se puede saber a ciencia
cierta si uno de ellos está entero y visi-
ble para las visitas. Fue esa Torre de Hércules en
miniatura la que Diego Armando Maradona es-
trelló contra el suelo por una discusión con el
presidente Núñez, que retenía su pasaporte.
7
El planeta fútbol mirando al símbolo
vivo del Chelsea, que camina cruzando
el estadio Luzhniki, ajustándose el bra-
zalete mientras, detrás de él, Cristiano
Ronaldo no sabe a dónde mirar. En las
botas de John Terry está la posibilidad de darle
al club de Londres su primera Copa de Europa,
esas mismas botas que no encontrarás en ningu-
na sala de Stamford Bridge.
8
García Valdés, centrocampista del Spor-
ting de Gijón en la época dorada de los
70, jugó durante 15 años en el equipo
asturiano. En uno de esos encuentros,
la grada de El Molinón notaba que el
aspecto de 'La Maquinona' estaba algo cambiado.
En un córner rematado por Valdés, perdió el pe-
luquín que disimulaba su incipiente calvicie. Tras 77
la carcajada general en tribunas, suponemos que
Valdés se desharía del bisoñé.
"Tengo cincuenta años de cancha, se-
ñorita. No tiene bebida alcohólica,
tiene Gatorade". Después de hacer una
broma y llevar una botella de champán
al banquillo del Monumental, Carlos
Bilardo tuvo que pedir que la famosa botella
fuese lacrada por si la policía le pedía explica-
ciones, y es que está prohibido beber en los es-
tadios argentinos. ¿Guardará Estudiantes de la
Plata aún la botella?
Una de las imágenes más impactantes
del año 2010 fue la de Andrés Iniesta…
en bañador. Suponemos que el bueno
del futbolista manchego guardará la
prenda para usarla en sus viajes a la
playa. Esperemos que por el bien de la estética,
se quede en sus cajones y no se le ocurra donar-
la a alguien que pueda exponer dicho atentado
contra el estilo. t
El Mundial de sauna de 2010 acabó en tragedia y dio
argumentos a quienes se resistían a catalogar como
deporte un habitáculo de madera a 110º. En el norte
de Europa, estas cabañas de vapor y sudor constituyen
un estilo de vida que no sólo purifica cuerpo y mente;
también permite flirtear con la resistencia, el riesgo y
la capacidad de superación.

Texto de Isaac Lluch / @isaac_lluch

Fotos de agencias
 La vida a más de 100 grados
M
ichaela Butz lleva
sudando desde los
cinco años para
ser campeona del
mundo. Aunque,
en realidad, éste nunca había sido su
propósito. Nunca había sudado para
ganar hasta hace dos años. Nunca antes
se había motivado con alzar una copa.
Nunca antes había creído que una sana
tradición familiar se podría convertir en
un autollamado deporte de riesgo. Pero
hoy, a punto de entrar en la cuarentena,
esta rolliza alemana da las gracias por
que su madre no se cansó de llevarla al
lugar que ahora da sentido a su mundo:
la sauna.
Butz saca lo mejor de sí mis-
ma cuando su día se sumerge en una
agradable neblina. Humean y gotean
todos los rincones de esa cueva de luz
80
tenue que es su lugar de entreno entre
dos y tres veces por semana. Allí, en su
club -Die Saunaritter, literalmente 'Los
Caballeros de la Sauna'- de Rödermark-
Urberach, a escasos 25 kilómetros de
Fráncfort, Butz vive los minutos más
largos de su rutina pero también los que
más le gustan. "Para mí, irme a la sauna
es tan natural como comer o dormir",
asegura risueña. Se ha acostumbrado a
disfrutar de su sudor, pero también a
competir con y contra él.
Apenas levantaba cinco palmos
del suelo cuando Butz ya tenía las ideas
claras: su madre le había llevado alguna
vez a esa especie de olla a presión de
madera porque estaba convencida de
que era muy saludable y la pequeña
Michaela siempre quería más: "A ve-
ces me decía que no me llevaría tan a
menudo, pero yo le insistía en repetir
y al final accedía. La sauna forma parte
del paisaje de mi infancia".
RELAJACIÓN Y ADRENALINA
Un paisaje que se disfruta justo
cuando se cierra la puerta: cuerpos que
reciben el calor con un escalofrío; pie-
les que se tersan seducidas por la alta
temperatura; sudores que descargan
toxinas, ajetreo y estrés; personas que
se arrullan por la complacencia de un
vapor soñoliento. Ahí dentro se combate
el frío y los resfriados y la fatiga por
conseguir un aire escasa se balancea
con una respiración que fluye especial-
mente libre. Uno se convence de que la
sauna es un lugar sano: las venas se
dilatan, los músculos se relajan, el sis-
tema inmunológico se refuerza, la piel
se depura, la presión sanguínea baja y
el cuerpo derrama endorfinas.
Hormonas de la felicidad, las
llaman. A Michaela Butz, sin embargo,
la sauna también le puede disparar la
adrenalina, esa hormona secretada en
situaciones de alerta. Allá donde la ma-
yoría va a relajarse, ella va a luchar por
''Empiezas
compitiendo con los
demás por diversión,
pero acabas luchando
contigo misma'',
asegura la campeona
Michaela Butz
mejorar su rendimiento. La campeona
alemana asegura que nunca ha pasa-
do miedo en un habitáculo de madera
rondando los 100 grados centígrados,
pero sí que ha llevado su cuerpo y su
mente al límite solo por comprobar ante
rivales de Rusia y Escandinavia -donde
la sauna es una religión- quién puede
aguantar más el calor en situaciones
extremas. "Empiezas compitiendo con
los demás por diversión, pero acabas
luchando contigo misma. Exploras
dónde está tu capacidad de resisten-
cia", matiza.
Butz sabe que cuando está
llegando al límite, su cuerpo le lanza
señales inequívocas. Son momentos en
que puede oír fuertemente el latido de
su corazón y en que le abrasan los pies.
Es momento de abrir la puerta antes de
que sea demasiado tarde.
A VER QUIÉN SE ABRASA MEJOR
Desgraciadamente, este tipo de
señles son las que ignoraron el ruso
Vladimir Ladyshenksi y el finlandés
Timo Kaukonen, finalistas en catego-
ría masculina del Mundial de sauna de
2010, que se disputó precisamente el
día más caluroso de agosto en Heinola.
Fue la misma edición en que la novata
Butz dio la sorpresa en la competición
femenina al imponerse a escandinavas
y europeas del este. Ladichenksi, de 60
años, murió poco después de ser eva-
cuado. Kaukonen, 20 años menor, acabó
gravemente herido, pero se recuperó
después de estar en coma y ser curado
de severas quemaduras.
 La vida a más de 100 grados

Kaukonen es un buen amigo de

Butz. De hecho, el finlandés estuvo en
diciembre visitando Die Saunaritter.
En enero de 2011, seis meses después
del 'accidente', Kaukonen quiso entrar
de nuevo en una sauna pero lo de com-
petir por 'ver-quién-se-abrasa-mejor'
lo ha aparcado definitivamente. "Fui
demasiado lejos", confiesa Kaukonen.
"La verdad es que nos habla poco de
esto. No recuerda lo que pasó durante
la final del Mundial", reconoce Butz.
A pesar de la tragedia de 2010
que llevó a los organizadores del Mun-
dial a suspenderlo indefinidamente,
en la región alemana del Rin y del
Meno siguen yendo a la búsqueda de
experiencias nuevas. Quizá se podría
bautizar como 'sauna-hardcore' el tipo
de entrenamientos que llevan a cabo
Butz y sus amigos de Die Saunaritter. La Michaela Butz, campeona del Mundial de sauna 2010, lo tiene claro: ''sudar juntos, une''.

temperatura no baja de los 100 grados
centígrados y suele rondar los 110, la
misma que se utilizó en el Mundial de
Finlandia. En el club, formado por una
veintena de adictos al sudor, se suele
entrenar entre tres y cuatro veces por
semana la resistencia de la piel y la
correcta técnica de respiración, com-
binando nariz y boca. "Dedico entre
20 y 30 horas por semana a la sauna",
precisa Butz.
CUERPO, CABEZA, ESPÍRITU Y ALMA
En esencia, la sauna es más
atractiva como punto de encuentro so-
cial que como guarida de competiciones
deportivas. Incluso toda una campeona
mundial como Butz valora mucho más
el hecho de que todas sus amistades las
ha trabado en el interior de una sauna
–"sudar juntos, une", bromea- que la
satisfacción de ganar una medalla. "En
origen esto no es ningún deporte, pero
desde siempre en saunas públicas se
ha jugado a saber quién aguantaba
más el calor. Y, como en otros depor-
tes, es muy importante ejercitar la
mente", asegura quien ya en su niñez
ensayaba ante su madre una obstina-
ción saunística que se ha convertido en
fuerza de voluntad.
Para mejorar la actitud mental
y luchar contra la claustrofobia y el
agobio también se necesita sudar la
gota gorda. Butz utiliza, por ejemplo,
la táctica de activar pensamientos re-
81
frescantes mientras su cuerpo se asa de-
lante de piedras incandescentes. Parece
infantil, pero resulta una estratagema
muy resolutiva para la campeona ale-
mana: "Me imagino paseando por el
polo norte. Intento desconectar del
entorno real y respirar tranquila. Si
caes en la autocompasión es cuando
viene el pánico".
Como ya no se celebran los Mun-
diales, en Die Saunaritter han puesto
toda la carne en el asador para organizar
campeonatos nacionales con wildcard
para colegas belgas o finlandeses. A las
puertas del invierno, en este club han
ideado distintas pruebas: vertiendo un
litro de agua sobre el carbón incandes-
cente cada minuto; regando las brasas
 La vida a más de 100 grados
Ladyshenksi (izq.) y Kaukonen durante el Mundial de sauna 2010 donde el primero perdió la vida.
con medio litro cada 30 segundos –como
se hacía en el Mundial-; humidificando
82
continuamente el habitáculo; usando
un péndulo para agitar y recalentar el
aire; incomodando a los participantes
rociando las piedras con aroma de
mentol; o, la llamada 'del montañista',
derramando el agua de dos regaderas
sobre el carbón e instando acto seguido
a los concursantes a trepar al banco
más elevado de la sauna. Por efecto
de la evaporación, cuanto más arriba,
más sensación de calor. El premio que
ganaba el concursante más resistente
de cada ronda bien merecía un esfuerzo:
una bebida gratis.
Beber una cerveza o un refresco
entre sesión y sesión de calor y vapor
es lo más común en este tipo de clubes.
Forma parte de la sociología de la sauna.
"Hay quien se socializa yendo a tomar
algo a un bar o un pub; nosotros lo
hacemos en una sauna", apunta Butz,
tan apasionada de este mundo que,
como gerente de una agencia de viajes
en Rödermark-Urberach, ofrece tours de
sosiego y terapia en saunas finlandesas.
"Es una práctica que va muy bien para
el cuerpo, la cabeza, el espíritu y el
alma".
UNA SAUNA POR HABITANTE Y MEDIO
Precisamente en Finlandia,
madre adoptiva de esta práctica, con-
firman los beneficios de esta tradición
secular. "Es un ejercicio siberiano que
un pueblo nómada trajo a Finlandia
hace varios miles de años. No es, por
tanto, una invención finlandesa", ex-
pone Risto Elomma, presidente de la
Sociedad Internacional de Sauna (ISS).
Hace muchas décadas que
existen saunas públicas en Helsinki:
durante la Segunda Guerra Mundial la
población las usaba para asearse. La
importancia social de estos espacios es
incontestable. Sigue siendo típico que
las familias vayan una vez por semana a
estas cuevas de relajación, aún cuando
una gran mayoría tiene su propio baño
de vapor en sus viviendas. "En Finlan-
dia somos 5,4 millones de personas;
tenemos 3,3 millones de saunas", con-
tabiliza Elomma. "Es nuestra forma de
socializar. Los jóvenes incluso realizan
saunasparty", asegura el Blatter de las
saunas mundiales.
"La gente acude después del
trabajo. En silencio y desnudos somos
todos iguales", coincide Jussi Pullinen,
periodista del Helsingin Sanomat. "La
sauna es para los finlandeses algo así
como la calle o el bar para las culturas
mediterráneas.", reivindica el redactor.
"Los finlandeses decimos que en una
sauna hay que comportarse como en
una iglesia. En la sauna se medita, se
reflexiona. Se habla poco y bajito. Uno
suda sus propios pensamientos, y se
purifica física y mentalmente", añade
el presidente de la ISS.
COMPETIR HASTA LA MUERTE
La neblina del vapor de las sau-
nas tiene para muchos una dimensión
íntima y sagrada que nunca se debería
profanar, aunque, a juicio de Elomma y
Pullinen, en parte ya se ha hecho. Y en
la propia Finlandia. "Los Mundiales de
Heinola se veían como algo innecesa-
 La vida a más de 100 grados

La importancia
social de las saunas
es incontestable. En
Finlandia las familias
van una vez por
semana a relajarse
riamente arriesgado, una boutade fri-
ki", evalúa el periodista. "La sauna no es
un deporte: es relajación. El espíritu
competitivo no tiene nada que ver con
el de las saunas. Creo que la gente que
participaba en el mundial no entendía
el riesgo a que se exponían", censura
el mandatario de la ISS, organismo que
ya se posicionó en contra de los mal
llamados Mundiales antes del accidente
mortal de 2010. "Nos preocupaban las
condiciones y las veíamos como una
calor; se frotaba los brazos y supe que
se estaba quemando la piel", rememora.
Aún más agónica fue la final
masculina. En la última ronda, y tras
siete minutos, ya sólo quedaban en la
cabina Ladichenski y el pentacampeón
finlandés Kaukonen. Como se puede ver
aún en un trágico vídeo de internet,
los organizadores del evento fueron
preguntando continuamente a los
finalistas por su estado. Dedo pulgar
arriba de los dos. "Kaukonen tiene un
carácter demasiado ganador y no podía
tolerar cederle el título a un ruso",
explica Butz. "Las condiciones debían
ser horrorosas. Con una elevadísima
humedad ambiental y a 117 grados,
yo no hubiera aguantado más de 20
segundos dentro, y eso que tengo 66
años y voy a la sauna desde que tenía
dos meses", apostilla Elomma.
Los minutos pasaban, el com-
petidor finlandés empezó a sentir ca-
lambres y cayó del banco justo antes
de ser sacado del infierno por los asis-
tentes del evento. Ipso facto también
fue evacuado el ruso Ladichenski, que
se resistía a dejar la cabina pese a las
dramáticas evidencias. Posiblemente
estaba ya fuera de su juicio. "La au-
topsia posterior confirmó que se había
dopado con pastillas y una pomada
anestesiante", afirma Butz.
Kaukonen siente que hizo una
tontería compitiendo, pero se alegró
como nadie cuando un amigo, en vez de
regalarle flores deseándole una pronta
recuperación en el hospital, le obsequió
con una retama para utilizar de nuevo
en su regreso a una sauna. Michaela
Butz sonríe. Ella también es más feliz
a puerta cerrada. t

83
locura que dañaba la imagen de las
saunas ante el mundo". ''En silencio y desnudos, somos todos iguales'', sostiene el periodista finlandés Jussi Pullinen.
"Fue un accidente", modera Mi-
chaela Butz. Pero no va a ser ella quien
quite prestigio al Mundial, si bien todos
los participantes, en las antípodas del
profesionalismo, tuvieron que pagar 50
euros para competir. 135 'deportistas'
procedentes de 16 países diferentes.
Butz, recién llegada a la alta competi-
ción, fue la sensación ante su veterana
rival rusa, Tatyana Arhipenko. Aguan-
tó dentro de la cabina, a 110 grados
centígrados, 3:55 minutos, un segundo
más que su adversaria más resistente.
"Ganar es una sensación indescripti-
ble. Cuando nos quedamos solas vi que
Arhipenko se movía mucho, cosa que
no está permitido porque sacude el
Texto de Aitor Lagunas y Adrián Mediavilla /
@aitorlagunas / @adrimedia
Fotografías de agencias / Panenka

La década de los 70 dio para mucho en la vida del neoyorquino

Shep Messing. Sufrió junto a Mark Spitz el ataque terrorista
a la delegación israelí durante los Juegos Olímpicos de 1972,
defendió la portería del Cosmos de Pelé y la de la selección
norteamericana, y por 10.000 dólares inmortalizó en una revista
de 'moda' su atributo menos conocido.

''Múnich '72
fue el peor ejemplo de
la mezcla entre política
y deporte''

Has formado parte del club de fútbol
más internacional de los Estados
Unidos, el Cosmos. ¿Te sientes espe-
cialmente orgulloso por haber nacido
en Nueva York?
Si hiciera un guión para una pelícu-
la no podría ser mejor. Fuimos los
galácticos mucho antes del Real
Madrid.Trajimos a los mejores juga-
dores del mundo y yo era un tipo del
Bronx, de la calle. Crecí rodeado de
baloncesto, béisbol y fútbol ameri-
cano.Y la verdad, mi sueño era jugar
al béisbol en el Yankee Stadium.
Entre los 16 y los 25 años jugar en un
equipo de fútbol de Nueva York era
un sueño y entonces te levantas un
día y tus compañeros son Pelé, Bec-
kenbauer, Carlos Alberto, Chinaglia…
Yo estaba muy orgulloso de repre-
sentar a los americanos y a la gente
de Nueva York. Lo bonito de nuestro
deporte es que a nadie le importa de
dónde eres: queremos ver grandes
jugadores, grandes equipos. Franz
Beckenbauer dijo que había ganado
muchos títulos con el Bayern y la se-
lección alemana. Que ya lo había he-
cho todo. Pero en el Cosmos éramos
catorce nacionalidades diferentes:
Yugoslavia, Brasil, Perú… y eso es
lo que hacía especial a ese equipo.
Siempre sentí que llevaba el Cosmos
en la camiseta y NY en las mangas,
era la parte neoyorquina del equipo.
¿Cómo era el fútbol bajo el mandato
de Steve Ross? ¿Pasaban más tiempo
entrenando o socializando?
[Ríe] Steve Ross habría sido un gran
dueño en muchos deportes. Mucho
se hablado de Studio 54, las fiestas
y las estrellas de cine, pero también
teníamos que ganar. Steve Ross lo
dejó siempre muy claro. Si perdía-
mos un partido, venía al entrena-
miento al día siguiente, aterrizaba
con su helicóptero sobre el campo, y
sabíamos que nos iba a gritar. Y ahí
estaban nada más y nada menos que
Giorgio, Pelé, Franz… Steve Ross era
un tipo salvaje. Nos trataba como
reyes, pero nos pagaba para ganar,
Del Bronx a la villa del horror
nos gritaba, nos quería, nunca olvi-
daba los cumpleaños… éramos sus
hijos. Cualquier club sería mejor con
un dueño como Steve Ross.
¿Cree que se le va a echar de menos
en el nuevo Cosmos?
No lo sé. Paul Kelmsley tiene los mis-
mos rasgos que él: es un renegado,
un visionario, un inconformista,
hace las cosas a su manera… Steve
Ross era así: no le importaba lo que
pensaran los demás. Pienso que los
equipos se benefician de dueños que
los quieran, y no de compañías que
los posean. Muchas veces los spon-
sors son más importantes que el
amor por el equipo, así que cuando
tienes un dueño que ama el equipo,
los aficionados lo valoran de otra
manera.
Hemos oído que el Cosmos te fichó
después de pararle un penalti a Pelé.
¿Es eso cierto?
¡Por supuesto! Eso no es ninguna
leyenda.Yo jugaba en el Cosmos y en
la temporada 1975-76 me mandaron
al Boston Minutemen. Allí era el me-
jor portero el año que Pelé fichó por
85
el Cosmos. Él tenía una cláusula en
el contrato por la que podía elegir
los miembros del equipo. Uno de
sus primeros partidos fue contra mi
equipo, y acabó en empate. Entonces
se desempataba con una tanda de
penaltis, y en el último de ellos Pelé
y yo nos vimos las caras. Había visto
vídeos suyos y sabía dónde apunta-
ría: me tiré a la izquierda, desvié el
balónpor encima del larguero, y al
día siguiente me llevaron de vuelta
al Cosmos. Un poco de suerte, sí,
pero había que estar en el momento
preciso en el lugar adecuado... ''Pelé tenía una
cláusula en el
Eres judío. Hablemos de Mark Spitz, contrato por la que
con el que coincidiste en los Juegos
Macabeos de Jerusalén en 1969 y de podía elegir los
nuevo en los Juegos Olímpicos de miembros del equipo.
Múnich en 1972. ¿Cómo le recuerdas? Con el Boston le paré
Le recuerdo muy bien. De hecho,
asocio su nombre con su hermana, un penalti y me trajo
con la que estuve saliendo. Mark de vuelta al Cosmos''
 Del Bronx a la villa del horror
A Messing le hizo mucha ilusión recordar
la portada de la revista en la que
posó desnudo en 1975. Cuando el
presidente del Cosmos vio aquel
'derroche' de naturalidad lo mandó
a Boston. Un año después le
pararía un penalti a Pelé, lo que
bastó para abrirle de nuevo las
puertas del club neoyorquino.
86
tenía una hermana que estaba muy
buena, nada que ver con él. Ella era
tenista y por eso estaba en los Jue-
gos Macabeos. A través suyo conocí
a Mark. Él era un tipo encerrado
en sí mismo, un tipo que creció en
una piscina, no muy sociable. Tenía
problemas para mantener una con-
versación. Después se convirtió en
un buen tipo, pero cuando le conocí
estaba obsesionado con meterse en
la piscina y ganar medallas, lo que
se le dio muy bien. Era un atleta
extraordinario que coincidió en un
momento extraordinario, y ha vivido
su vida en base a aquellos éxitos.
En los Juegos de Múnich su equipo
perdió 7-0 contra la Alemania de Uli
Hoeness y Ottmar Hitfeld, ¿cómo evoca
aquella experiencia?
Supuso mi despertar en el mundo
del fútbol. Fue la primera vez que
aceptaron a jugadores profesio-
nales en los Juegos Olímpicos, y
nosotros éramos universitarios
norteamericanos que básicamente
descubrieron una semana antes
que iban a jugar contra el Bayern
de Múnich. Aquel partido lo jugamos
delante de 70.000 personas y fui-
mos masacrados. Creo que todavía
mantengo dos récords olímpicos:
el primero de ellos es el de mayor
número de paradas en un partido,
63; y el otro es el de mayor número
de goles encajados. Uli Hoeness me
rompió la nariz de un pelotazo en
el tercer minuto de partido, aunque
me alegró de que me diera a mí en
lugar de acabar en gol.
Aquellos Juegos se recuerdan sobre
todo por el ataque terrorista a la de-
lagación israelí. ¿Cómo lo vivió usted?
Cuando eres un niño tu sueño es
representar a tu país en los Juegos
Olímpicos. Para mí fueron unos Jue-
gos trágicos: yo soy judío. Mi ven-
tana en la villa olímpica daba justo
enfrente del edificio israelí. Nunca
olvidaré cuando soldados alemanes
con metralletas me despertaron a
las cuatro de la mañana llamando
''Creo que aún
conservo dos récords
olímpicos: el de
mayor número de
paradas, 63, y el de
mayor número de
goles encajados en un
mismo partido''
a la puerta: venían a proteger a los
atletas judíos de la delegación nor-
teamericana, como Mark Spitz y yo.
¿Qué hicisteis?
En aquellos momentos no se sabía si
el ataque se limitaba a la delegación
israelí o era algo en contra todos
los judíos en la villa olímpica. Nos
pusieron bajo protección durante 48
horas, con soldados, y cuando nos
soltaron vimos el horror mientras
los terroristas estaban allí con sus
rifles. Es estúpido pensar que la po-
lítica no se mezcla con el deporte y
ése fue el peor ejemplo. No existe el
evento deportivo puro.
30 años después de la derrota contra
Alemania en los Juegos, usted fue co-
mentarista de TV en el Mundial 2002,
donde Alemania sólo ganó por 1-0 a los
EE.UU. ¿Cómo ve la evolución del fút-
bol norteamericano en este período?
Creo que es un proceso lento. Si mi-
ras a los jugadores norteamericanos,
han evolucionado por posiciones: la

primera ola de buenos jugadores
fueron porteros, después defensas.
Lo más difícil es tener jugadores
creativos en la medular y el ataque,
aunque tuvimos a Tab Ramos. Creo
que ha estado bien, pero yo aspiro a
más, y estoy decepcionado con los
últimos diez años. El equipo de 2002
era joven y con talento, con jóvenes
como Landon Donovan o Beasley, y
creo que hemos pasado un bache
en 2006 y 2010. El último sólo tenía
a estos dos jugadores para marcar
la diferencia. Nadie más podía
regatear . Ni siquiera tuvimos un
delantero como Brian McBride.
¿Qué falta entonces?
Tenemos buenos futbolistas en los
EE. UU. pero no tenemos la cantidad
de jugadores que hay en las canteras
de Brasil, España o Italia. Los me-
jores 14 jugadores norteamericanos
son bastante buenos, pero nos falta
el resto. Eso es un desafío para un
país con 300 millones de personas.
Tenemos que ser mejores.
Cuando Donovan marcó contra Arge-
lia en Sudáfrica, vimos a la afición en
EE. UU. celebrar por fin como en otros
países. ¿Cree que el renacimiento del
Cosmos puede ayudar a crear más afi-
ción por el fútbol en EE.UU.?
Lo vimos con el Mundial 2010 y con
el Mundial femenino este verano,
donde llegamos a la final. La afición
está esperando a que suceda algo
grande, y por eso el momento de la
vuelta del Cosmos es el mejor posi-
ble. Nada ha resonado tan fuerte: ni
la MSL, ni los Galaxy, ni Beckham...
¿Y la rivalidad con los Red Bull? Mu-
chos neoyorquinos les tachan de ser
un equipo de Nueva Jersey…
Si Catar puede organizar un Mun-
dial, Nueva York puede tener dos
equipos de fútbol. El Cosmos es lo
mejor que le puede pasar a la MLS
y a los NY Red Bull. Eso subiría el
nivel de los aficionados, de la pa-
sión. Un rival en la misma ciudad
es necesario: tenemos a los Yankees
y a los Mets, los Jets y los Giants...
Del Bronx a la villa del horror
Para terminar: ¿Por qué ese desnudo?
[Ríe] Sabe, me gusta esta entrevista.
Estaba jugando en el NY Cosmos, y
un amigo que era atleta profesional
en Nueva York me preguntó si que-
ría posar para una revista. Como no
veía ningún problema, le pregunté
que cuánto pagaban: algo así como
10.000 dólares. Un montón de dinero
para unas fotografías de moda. En-
tonces me dijo que no eran de moda,
sino que tenía que posar desnudo.
Así posé desnudo, obviamente sin
mucha timidez. Cuando salió la
revista, el presidente del Cosmos
se puso hecho un basilisco y me
mandó a Boston. Me dijo que había
una cláusula moral en el contrato.
Yo también monté en cólera y le dije
que tenía que ser una broma, pues le
había dado al club más visibilidad
de la que él había conseguido con
su equipo de relaciones públicas.
Tuvimos mucha publicidad cuando
Pelé vino al equipo, pero ésta fue la
primera campaña de comunicación
real que tuvo el Cosmos. t
87
 Texto de Marco Avilés / @En_Waterloo
Fotos de Daniel Silva
Esta historia forma parte del proyecto 'PIRÚ. Wild Stories for Travelers' que editorial Cometa lanzará en marzo de 2012 en Perú
 Estrella, sustantivo femenino
90
Churubamba es una aldea escondida a
4.000 metros de altura, en los Andes del
Perú, donde no hay un hospital, ni una
estación de policía, mucho menos una
iglesia, pero sí dos arcos de madera en
la plaza del pueblo. El campo de fútbol
que los campesinos han construido es
la evidencia de una verdad universal:
el balón ha llegado allí mucho antes
que otros productos de la cultura oc-
cidental. Tampoco hay televisión, ni
teléfonos celulares y las personas no
usan zapatos. Son fanáticos del fútbol,
y juegan descalzos o en las sandalias
que han usado desde tiempos antiguos.
Esto no es una sorpresa en un país lleno
de aldeas recónditas, como el Perú. Lo
extraordinario es que los hombres de
Churubamba no son los que se llevan
los aplausos, como ocurre en el resto del
mundo, donde el fútbol es un deporte
para ellos. Las madres, esposas e hijas
son las estrellas absolutas del pueblo.
Sus maridos, padres e hijos se quedan
en casas mientras ellas se entrenan o
juegan los campeonatos que organizan
las autoridades del Cusco, al que Churu-
bamba pertenece. En esas disputas, el
equipo de hombres se ha consagrado
como un perdedor habitual. Las muje-
res, por el contrario, tienen una racha
similar a la de la selección de Brasil en
los Mundiales: son las pentacampeonas
de la región.
 Estrella, sustantivo femenino

Entre las mujeres de Churubamba no

hay distinción de edad, el fútbol es
una terapia intergeneracional.

Las madres, esposas e hijas son las estrellas

absolutas de Churubamba. Sus maridos,
padres e hijos se quedan en casa mientras
ellas se entrenan o juegan

No conocen botas o equipaciones, sus

91
polleras y sandalias encajan mejor
con un fútbol tan arcaico como puro.
 Estrella, sustantivo femenino

En las comunidades andinas, el

liderazgo es asumido por la mujer.
En Churubamba, el fútbol ha
reafirmado aún más este matriarcado.

92 Churubamba significa en quechua

'planicie chamuscada', un refugio
para el fútbol entre tanta montaña.
 Estrella, sustantivo femenino

93

En un entorno anacrónico de
extrema pobreza y responsabilidades
familiares, las mujeres
churubambinas usan el balón como
catalizador de su orgullo andino.
 Texto de Francisco Ávila / @pacoavila
Ilustración de Àlex Santaló / @alexsantalo

94

L
os detalles pequeños son los que de-
latan a los personajes. En su estreno,
con 19 años, ya lucía el número diez en
la camiseta del Athletic y la primera
vez que entró en el vestuario de San
Mamés, aún como juvenil, se sentó
en la banqueta del capitán. De ahí no
pensaba moverse.
Él era 'El rubio', el 'Bobby Charlton' del Botxo. Ex-
quisito y ambicioso en la misma proporción, un futbolista
sin grises, una 'vedette' en potencia.
'Piru' Gainza le invitó a entrenarse con el primer equi-
po y al año siguiente ya estaba allí compartiendo vestuario
con Fidel Uriarte, Arieta II o Txetxu Rojo. En cuanto Ronnie
Allen se convirtió en el nuevo entrenador del equipo, Javier
Clemente pensó que su cuota de suerte no tenía fin, siendo
como era un ferviente admirador del fútbol inglés.
Pero todo se torció aquella tarde de finales de no-
viembre. Su buena suerte se esfumó y tuvo que reinventarse
cuando se encontró con aquel tipo bien parecido y con buena
planta que se había codeado con los más grandes en el campo,
pero se defendía mucho mejor fuera de él.
Había jugado en el Atlético de Madrid y durante tres
cortas etapas en el Barça. Presumía de ser íntimo amigo de
Kubala. Era, a pequeña escala, uno de los representantes del
mundo del fútbol en 'Tuset street', lugar de reunión de la
'gauche divine' barcelonesa. Se codeaba con Oriol Regàs y con
Antoni de Senillosa, con Ricard Bofill y con Leopoldo Pomés.
Dicen que aquellas amistades de 'boite' le cerraron
las puertas del Barça y como Sabadell estaba tan cerca,
encontró la manera perfecta de quedarse sin estar.
Los veinte kilómetros que separan la parte alta de
Barcelona de la Creu Alta son un suspiro conduciendo un
Mini y más si la compañía es grata. Era la envidia de sus
compañeros, cuando a la salida de los entrenamientos, ciga-
rrillo en mano, le esperaba alguna de sus despampanantes
amigas para desandar el camino que les retornaría de vuelta
al 'Bocaccio'.
Todos le habían visto en algunas fotos con Emma
Cohen, Teresa Gimpera o Mónica Randall, las musas del mo-
mento. Bien parecido, apuesto, Ramón de Pablo Marañón,
31 años, era un tipo duro, un galán con porte de futbolista
y un interior con ínfulas de extra de Hollywood.
Marañón cobraba por partido, 20.000 pesetas por
una sesión de 90 minutos. Jugaba tanto (45 encuentros el
primer año) y se lesionaba tan poco, que el presidente Ricardo
Rossón intentó rebajarle el sueldo en la segunda temporada,
porque el Sabadell, un club de posibles, no podía permitirse
lujos como aquel.
Fue imposible. Era el puntal del equipo, en el terreno
de juego y fuera, un recomendado de Pasieguito, el entrenador,
y además los resultados acompañaban. Se sentía Marañón
fuerte, sobre todo en los partidos de casa, donde habían
caído los grandes en la última temporada.
El DeLorean: fútbol-ficción
Por eso cuando aquel chaval, aquel rubito insolente
caracoleó junto a la banda en los minutos finales y con 1-2
en el marcador, a 'El Marañas' se le cruzaron los cables.
Fidel Uriarte lo vio a lo lejos y se desgañitó para
llamar la atención de Clemente, pero Javi, recreándose en la
jugada, siguió a la suyo. El terreno blando, la protección de
ladrillos justo cuando acababa el césped y la contundencia
de la entrada de Marañón resumen el desastre.
En el minuto 85 se acabó el fútbol para Clemente. 47
partidos, siete goles, una rotura de tibia y peroné y de los
ligamentos del tobillo. Punto y final.
Dos operaciones en tres meses, dos más un año des-
pués. Javi, la promesa, seguía sin jugar. Ronnie Allen, que
había visto el nacimiento de la estrella, le llevó de la mano
a un reputado cirujano inglés.
El diagnóstico era correcto, pero el problema era que
la tibia estaba astillada, el hueso no soldaba bien y se rompía
una y otra vez. Un diabólico bucle.
Javi se recuperó, pero ya nunca fue lo mismo. Llegó
incluso a jugar, intermitente, durante una temporada de-
fendiendo los colores del Sestao. Con 23 años, Clemente se
había acabado como futbolista, necesitaba dinero y volvió
a llamar a la puerta de Allen.
Wallsal era tan gris y casi tan industriosa como
Bilbao. Allí se iba a sentir bien y pensó que era un buen
sitio para estrenar su flamante título de entrenador del
que se sentía especialmente orgulloso. Pocos a su edad lo
tenían y menos aún podían presumir de ser los primeros
de su promoción.
Le gustaba la estética de Fellows Parks, el típico
95
estadio inglés, coquetón y con cuatro gradas metálicas cu-
biertas. Le encantaba el escudo rojo del equipo, con aquella
elegante golondrina negra como fondo, y desde el primer
día se preguntó qué narices significaba: 'Saddlers'. Da igual,
le sonaba tan bien como 'Third Division'.
Mr. Clemente le debe tanto a Allen como a Marañón.
Se truncó una prometedora carrera futbolista, pero se le
abrió el cielo inglés. Haavi se convirtió en el alumno más
aventajado de los banquillos. Doug Fraser, técnico de los
'Saddlers', no tuvo inconveniente en reconocer que Haavi
fue fundamental en los planteamientos tácticos que llevaron
al Wallsal a clasificarse hasta la quinta ronda de la FA Cup
de 1975.
Por el camino habían quedado el Ashford Town y el
Newport County, pero sobre todo el Manchester United y
el Newcastle, triunfos que no pasaron inadvertidos para
los expertos.
Aún hoy se sorprende por cómo fue todo, el teléfono
que sonó en la sala de 'managers' del Fellows Park y la cara
de sorpresa de Fraser cuando le pasó el auricular. Clemente
no entendía nada. Al otro del hilo, Brian Clough y una oferta
irrechazable: convertirse en su ayudante en el Forest. El
fútbol le tenía reservado un lugar en su historia. Nottingham
era sólo la primera estación. t
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 En la carretera

Belfast, Irlanda del Norte

Los murales
No nos meteremos en honduras, ni buscaremos justificar
o no su existencia. Pero si vais a Belfast, la capital de
Irlanda del Norte, las peace lines son paradas obligadas:
muros de hormigón y alambre que separan los barrios
protestantes de los católicos para evitar disturbios. Pin-
tados por una y otra cara son de gran interés artístico y
sociocultural. La valoración queda en cada cual, pero una
buena manera de admirarlos es contratar un Black Taxi
Tours, donde el chofer os mostrará los más atrayentes
mientras relata algunos de los episodios del conflicto.

98
República de Daguestán
La Montaña Mágica
Daguestán significa 'país de montañas'. De ese dato a la relación
cultural que encontramos en Panenka hay un largo trecho. Aquí va:
la zona aparece en La Montaña Mágica de Thomas Mann, el clásico
publicado en 1924 y traducido a 27 idiomas. En la novela, Clawdia
Chauchat constituye el principal personaje femenino y atracción
erótica de Hans Castorp, el protagonista. Ambos se encuentran en
el Sanatorio en Davos. Ella -una rusa de 28 años- está casada con
un funcionario destinado al Daguestán. Sí, ya os advertimos que
esta recomendación se aguantaba con alfileres.

Bronx, Nueva York

The Bronx is Burning
Nos gusta cuando cultura, deporte y política aparecen entrelazados en un
relato. Como en Ladies and Gentlemen, The Bronx Is Burning de Jona-
than Mahler, publicado en 2005 y base de la película de ESPN. Durante
la Serie Mundial de Béisbol en 1977, el Bronx fue un estallido social y el
Yankee Stadium, escenario de la épica de los New York Yankees frente a
los Dodgers. El título del libro es figurado y literal: estaba por iniciarse
el segundo juego, el 12 de octubre, cuando comenzó un gran incendio
en una escuela abandonada cerca del estadio. Y con esa frase, Howard
Cosell, el hombre de ABC, dio partida a la retransmisión de TV.

Kiev, Ucrania
Pirogov
A sólo 12 kilómetros de la capital
ucraniana aparece el pueblo de
Pirogov, un verdadero museo al aire
libre que muestra la arquitectura
popular de este país en los siglos
XVII y XVIII. Se trata de una inte-
resante colección de edificaciones
de diversos tipos (casas, molinos,
iglesias), rodeadas de bellos jardi-
nes y acondicionadas en su interior
de acuerdo a la época, además
de las imprescidibles tiendas de
recuerdos y restau-
rantes. La Ucrania
profunda, vamos.
Recorrido cultural por el #04
San Juan,
Puerto Rico
Capilla del Cristo
El Viejo San Juan es
una zona no muy
grande en la que
-entre otros lugares-
destaca la Capilla
del Cristo. No sólo
por su arco y su
campana construida
en piedra y estilo
barroco, sino por
la leyenda que habla de su construc-
ción en un barranco junto al mar. Al
parecer, el origen está en una carrera
de caballos de 1750. Un jinete no pudo
detenerse y cayó por el precipicio.
Después siguen dos versiones: que el
99
joven sobrevivió y en agradecimiento
a Dios se construyó esta capilla o que
murió y que se edificó para evitar
nuevas caídas. ¿Cuál prefieres?
Estambul,Turquía
Los heladeros
La gastronomía turca es
reconocida en el mundo,
pero pocos reparan en sus
helados. Muchos de los que
han estado un verano en
Estambul habrán saboreado
alguno en esos pequeños puestos callejeros, aten-
didos por unos heladeros cuyo servicio va más allá
del simple producto. Son verdaderos humoristas,
que entre malabares y chistes preparan el postre
congelado, no sólo para satisfacer los paladares
sino también para entregar un momento entreteni-
do. Son auténticos showmen de la frigoría.
 Uno-equis-dos
Texto de Jordi Domínguez
@dominguezjordi

Félix Álvarez
‘Felisuco’

Foto de Bruno Moreno

Edad: 45 años
Profesión: Actor y humorista
Localidad: Santander

1. Estás en el teatro con ‘La Cena de los

idiotas’, a la que invitarías a… Alí Syed
Llevaría a Pernía y también a Revilla, ex presid – Al que lo trajo a Santander
ente de Cantabria, para el que Alí era “rico,
pero sobre todo sabio”.
2. Eres capaz de reírte de cualquier cosa
excepto… del Racing – de cómo está
De lo único que no me reiría es de lo que el país.
provoca dolor ajeno, como el terrorismo.

3. Tras ‘Marcelino, UEFA y vino’… ‘Alí,

bye bye con los 40 ladrones’ – ‘Piterman,
Y los ladrones serían Alí Syed, Francisco del Zar Dinero al ucranio empobrecido’
Pernía, Revilla y sus consejeros Agudo y
Marcano.
4. ¿A qué te sonó Honka Espoo, el prime
0255875960

r rival del Racing en la UEFA? Cosmético

Me sonó a gloria. Además, fui a Finlandia anticaspa – Suboficial de Star Trek.
para ver el partido en directo.

5. ¿Qué fue más pelotazo? Cómo te camb

ió la vida tras ‘El Informal’ – Ver al Racin
100 Pero todavía tengo una cicatriz por lo que

6. Uno de tus sueños era jugar en el Racin

pasó en París.
g en el Parque de los Príncipes.

g. Te hubiera gustado ser… Quique Setié

No hubo nadie como Setién. Fue mi refere n – Pedro Munitis.
nte de niño. Munitis debería haberlo dejad
o ya.
7. También soñaste con ser alcalde de
Santander… ¿Zurdo – Diestro?
Por el centro y escorado a la izquierda.

8. Antes que artista, fuiste informático

. Lo del Racing se soluciona… pasando
Hay que formatear completamente el disco el antivirus – formateando.
duro.

9. ¿Qué te ponía los ojos como platos?

Los rodaballos de tu Barrio Pesquero
Además, Ceballos es un gran tipo. – Los paradones de Ceballos.

10. Cuando ves a la Vaca Tula piensas…

es una mascota de la leche – qué leche
La Vaca Tula es el grandísimo legado que s hace ahí.
nos dejó José Campos, el de la Bordiú. Tiene
cojones.
11. Cuando entras en el programa de
Walter García en esRadio te pueden los
Intento ser objetivo, aunque a veces me sale colores – intentas que no se note.
el ramalazo racinguista.

12. En tus columnas en El Mundo… entra

s fuerte como Torrejón – eres directo
En eso soy como los centrales al uso, como como los disparos de Kennedy.
los de cuando yo era niño.

13. El fútbol actual es… El Club de la

comedia – Una pareja de miedo, como
Barça y Real Madrid están a años luz del Josema Yuste y tú.
resto. Esa pareja da pavor.

14. ¿Qué descenso te haría más feliz?

El de tres equipos que no sean el Racin
El paro es una cosa que a todos nos toca. g – el del paro.

15. ¿Quién no faltaría nunca en tu equip

o? Miki Nadal – Florentino Fernández
‘Flo’ de portero para tapar toda la portería. .
Y Miki de delantero. Con la cabeza que tiene
sería demoledor.

El Balón
de Oro
Texto de Guillermo Ortiz
@guilleortiz_77
Yo tenía 39 años. Llámenme conservador si quieren, pero
es una edad a la que uno se empieza a plantear un poco de
estabilidad y los cambios le cuestan; sobre todo si llevas
toda la vida de un lado a otro del continente. Ya creía que lo
había visto todo, como buen francés, cuando resulta que me
mandan a Liberia. “¿Dónde demonios está Liberia?”, pensé.
Lo habría buscado en Google pero por entonces ni siquiera
existía Google. Imaginen el desconcierto. Hasta ese momento,
si había que hacer algún viaje excéntrico a la Unión Soviética,
se hacía, además me trataban bien, no lo voy a negar, pero
eso era lo más lejos que había llegado.
Yo creo que hay un antes y un después de Liberia. No
busquen aquí ideologías, busquen pereza. Nada más destetar-
me me mandaron a Inglaterra con un tal Matthews, un señor
que tenía nombre de lord del siglo XVI. Yo no sabía muy bien
qué hacer así que me limitaba a dejarme acurrucar, mimar,
posar... Todos los niños se manejan bien en la adulación y
aunque echaba de menos algo más tradicional: una familia,
unos padres fijos, algo más que vagar de casa en casa, de país
en país, tampoco puedo decir que me aburriera.
A los 10 años, ya había conocido a Di Stefano, a
Eusebio, a Yashin, a Charlton, a Kopa, a Suárez… En plena
pubertad pasé una temporada con George Best. No deberían
haber dejado a un niño de 12 años en manos de un hombre
así. Una mañana me despertaba en la suite de un hotel, al
día siguiente en la parte de atrás de un taxi... Las noches
llenas de alcohol y vómitos, las tardes cogiendo polvo y
recibiendo insultos.
Desde entonces pusieron más cuidado con mi edu-
cación. Gente seria y disciplinada: Beckenbauer, Müller,
Rivera… Con 19 años pasé un año entero con Cruyff, luego
repetiríamos. Lo pasamos bien, él me liaba mis primeros pi-
tillos y yo le contaba secretos con las mujeres. Para aprender
inglés, me mandaron con Kevin Keegan; para perfeccionar
el alemán, con Rumenigge...
Ya a los 27 pude descansar un poco en casa. Mi querida
Francia. Mis queridos Platini y Giresse. ¡Ah, qué madurez más
tranquila, qué ganas de no salir nunca más del hexágono!
Añoro aquellos años como los mejores de mi vida, antes
de que llegara de nuevo la fiebre holandesa y tuviera que
Biografías inéditas
EFE / Alessandro Della Bella
pasarme ahí cuatro años casi seguidos, tanto Van Basten
y tanto Gullit. Si quieren les cuento alguna de Gullit. Las
noches de Gullit... No, mejor lo dejamos.
En definitiva, que fueron pasando los años y país
arriba, país abajo, yo ya conocía todo el continente y hablaba
en la intimidad casi todos los idiomas. Venía de pasar un año
en Bulgaria con Hristo Stoichkov, un tipo peculiar pero en
general bastante divertido, cuando me dicen “A Liberia”. Yo
pensé que Liberia era alguna república balcánica escindida,
quizás un pequeño país ex soviético donde había aparecido
alguna joven promesa como por arte de magia… pero no,
Liberia estaba en África. ¡En África!
Insisto, no quiero parecer xenófobo ni racista. Yo,
como Luis Aragonés, tengo muchos amigos negros. Lo que
quiero que se entienda es que con esa edad uno ya no puede
101
andar viajando a Brasil cada dos años. No hay quien dé para
tanto. A veces me miro en el espejo y veo todas las cosas que
los demás dicen no ver: los surcos en la cara, las bolsas de
cansancio, el brillo cada vez más pálido.
¿Qué esperan ahora de mí? Llevo dos años en Argen-
tina. De vez en cuando viene mi padre adoptivo, que podría
ser ya mi hijo y se me queda mirando sin decir nada. Nun-
ca dice nada. Dos años juntos y aún no hemos tenido una
conversación interesante. Cannavaro al menos me llevaba
de plató en plató, pero este tipo… ¿de dónde demonios ha
salido este tipo? Cumplo 56 en unos días. Como se han dado
cuenta del cansancio y las quejas –no soportan las quejas- han
decidido incluso cambiarme el nombre y me han amenazado
con dejarme un año más en manos del niño argentino si no
me callo la boca.
Pero no, no me callo. Antes un taxi con olor a whisky
en Irlanda del Norte que este tedio constante de Rosario.
Rosario. ¿De verdad hacía falta llevarme tan lejos? A veces
echo de menos a mi hermana Bota, tan contenta en Madrid
con ese tipo tan rico, tan guapo y que juega tan bien. En
fin, melancolías de hombre al borde de la jubilación. No me
hagan demasiado caso: si miro hacia atrás supongo que tengo
motivos para pensar que he sido feliz. Es sólo esa sensación
de vacío: la alegría de los demás cuando me ganaban y la
certidumbre de que yo jamás podría ganarme a mí mismo. t
 Este soy yo... ahora

102

William John Paul "Liam" Gallagher

(Manchester, 21 de septiembre de
1972) no sólo es uno de los principales
frontman de la historia. Es una mezcla
extraña, tan odiosa como admirable.
Tan bocazas como seductor. Fanático
de The Beatles, dicen que siempre
está la posibilidad de topárselo en
Covent Garden dándole algún pound

Liam
a un artista callejero, y muchos darían
el dinero que tuvieran con tal de haber
estado en aquella mítica pelea entre él
y Paul Gascoigne... si es que sucedió.

Gallagher
Nos cuesta catalogarlo como un
Panenka, pero el fútbol y su devoción
por el City es parte fundacional de su
vida. Y ya con eso nos da motivos.

Texto de Benjamin Kuhlhof & Ron Ulrich (11Freunde)

 Me importa una mierda si a la gente del jodido extranjero le gusta la llegada de los jeques al City o no. Se
necesita dinero para traer a buenos futbolistas. Claro que hay tíos que dicen: "la pasta ha arruinado la Premier League".
A esos les digo yo: "enteraos, así es como se funciona hoy en día".

Lo de Glazer y el otro equipo de la ciudad es algo totalmente distinto. Glazer llegó de Estados Unidos y descargó
sus deudas en el United. Pero los jeques no tienen deudas. Aún no he visto a uno de ellos con problemas financieros.
¿Vosotros?

Me puse cachondo cuando echamos al United de la Copa la temporada pasada. Pero este año ganamos todos
los partidos y el puto United no tiene ninguna opción. A pesar de que ese club de idiotas haya ganado unas 19 ligas o así.
Pero cuando mis críos tengan mi edad la sala de trofeos del City estará a reventar. Lo prometo.

La victoria en la FA Cup fue el mejor momento desde que soy fan de este club. Me quedé hasta el final en el estadio
de Wembley con mis colegas, y cuando quisimos salir habían cerrado las puertas con llave. Menuda mierda llevábamos.

Sin embargo, también tuvimos que digerir un auténtico shock. Tras el pitido final nos dejaron entrar en el
vestuario del City. Estaba toda la tropa celebrándolo: Tévez, Touré, Milner... Muchos estaban desnudos y bailaban: en
cuanto comencé a ver rabos me di cuenta de que esa no era mi fiesta.

Definitivamente, Mario Balotelli es el jugador del City que más condiciones reúne para ser un rock'n'roller.
El chaval tiene carácter, no como el resto de jugadores profesionales... son todos como Gary Neville, con el carisma de
un agente inmobiliario. Los jugadores de hoy en día son demasiado profesionales, demasiado del estilito Coldplay. Y
siempre se agradecen tipos locos que pongan algo de marcha. Claro que Balotelli está tarado pero es joven y en un par
de años será el mejor.

Dicen que Tévez estaba dando la brasa en las concentraciones de la selección argentina con las canciones de
103
Oasis, y que Messi las quería tocar con la guitarra. Sería extraño que Messi y yo compartiésemos escenario, ¿no? Tévez
es un tío enrollado, a pesar de que no hable ni una palabra de inglés. Sólo dice “I like”, pero con eso basta.

A Rooney también le mola Oasis. Incluso gente como Beckham viene a nuestros conciertos. Pero seamos hones-
tos: la mayoría de los jugadores no tienen gusto, ni escogiendo música ni seleccionando ropa. Visten ridículamente
y escuchan a los Black Eyed Peas. El 90% de los futbolistas, como mínimo, son absolutos idiotas.

No soy un tío patriótico. Si Inglaterra llegase a ganar algo simplemente me alegraría,

pero como eso no pasará jamás... Y menos con ese italiano en el banquillo. Que se pire. Es
una selección inglesa, joder, tiene que haber alguien que hable inglés. No puedes ir
a la banda y decir 'Scusi, scusi'; necesitas a alguien que grite “You fucking
cunt, what are you doing here?”.

No se puede comparar a futbolistas y músicos. Ellos tratan

de ganar partidos y nosotros de disfrutar durante los conciertos.
Pero en lo que coincidimos es en la fidelidad de los fans y en
que la banda -o el equipo- es lo más importante. Cuando
hay uno que no se adapta, que se vaya. ¡Fuera! Es como con
Oasis, cuando se fue Noel. Nadie es irreemplazable, nadie
es más grande que la banda o el equipo.

Noel sólo era un defensa. Yo soy un extremo

que ataca hacia dentro, veloz como una flecha, con el
gol entre ceja y ceja. Como Arjen Robben. Solo que
yo no disparo el balón: entro con él hasta la red. t
 Videoton FC

Textos de Jorge Nazar

@jorgenazar

“Heleno”
De José Henrique Fonseca
No muchos lo conocen a este lado del charco, pero su leyenda
daría casi como para dedicarle una revista a su nombre.
Heleno de Freitas fue un delantero brasileño, ídolo máximo
de Botafogo hasta la aparición de Garrincha, con unas cifras
impresionantes en la cancha… y también fuera de ella.
Un tipo de alta sociedad en el Brasil de los 40, el
'Rodolfo Valentino del fútbol', que atrajo a las mujeres a
fue una temporada a Boca Juniors para después volver a
Brasil, pero a Vasco da Gama, con el que ganó el Campeonato
Carioca. En 1950 fichó por Atlético Junior de Barranquilla, en
aquellos años piratas del fútbol colombiano, aunque regresó
rápido para jugar un solo partido en el América de Río. Allí
fue expulsado a los 35' por golpear a un rival, algo que fue
una tónica en su carrera. Su temperamento no respetaba ni
adversarios ni compañeros. La retirada se le hizo realidad.
Eso sí, también con huella en la selección brasileña: 15 goles
en 18 partidos y finales de las Copa América de 1945 y 1946.
Bachiller en Derecho, Heleno provenía de una familia
acomodada. Su padre era un hacendado del café que fabri-
caba paraguas y sombreros para la alta sociedad carioca.
Tenía estilo, era un galán que provocaba la admiración de
propios y propias, pero también las sornas de sus rivales,
que lo llamaban burlescamente 'Gilda', por el personaje de
Rita Hayworth. Algunos llegan a afirmar que después de
cada cabezazo -su arma letal en cancha- Heleno sacaba un
peine entre sus medias para devolver el flequillo a su sitio.
En Argentina, algunos cuentan que tuvo un romance

104
los estadios, jugó en Colombia y Argentina, y que a los 39
años murió en desgracia, con sífilis cerebral y enloquecido,
cuando ya Pelé comenzaba a opacar a cualquier otro mito.
El cineasta José Henrique Fonseca decidió llevar la
historia al cine, con el apoyo del Gobierno brasileño, y con
Rodrigo Santoro (Lost, I Love you Phillip Morris, Che) como
este playboy que pese a no campeonar con Botafogo, anotó
209 goles en 235 partidos entre 1937 y 1948. Tras ello, se
con Eva Perón. Nunca comprobado, ayudó a acrecentar su
mito, tanto como aquel Cadillac que se mandó traer de Es-
tados Unidos o su afición a varios tipos de drogas. Puede ser
que su tren de vida le hiciera enfermar de sífilis. Lo internaron
en un sanatorio de Barbacena en 1953. Seis años después
murió en la locura. Era el 8 de noviembre de 1959. Había
pasado poco más de una década de su apogeo… Y ya Edson
Arantes do Nascimento empezaba a hacer olvidar a muchos.

“A Barefoot Dream” “Will” “Played”

Película surcorea- Estamos caídos a No, no es aquella
na con la historia la lágrima en Vi- con Vinnie Jo -
de un ex futbolista deotón, pero ésta nes… Ya está en
que fracasado se es imperdible. producción esta
marcha a Timor ¿Elementos? Final película sobre la
Oriental a probar de la Champions vida de un agente
suerte. Allí se pone League 2005, un de futbolistas.
a entrenar a un orfanato, un niño Parece que va a lo
grupo de chicos. que se escapa y grande porque la
Fútbol, niños, un tipo perdedor y una cruza Europa para llegar a Turquía, protagonizará Danny Dyer, aunque se
realidad social y política impactante. actores como Daniel Lewis y Bob Hos- destacó en la prensa porque Ashley Cole
Un drama deportivo quizás predecible, kins, la dirección de Ellen Perry y –bue- ya firmó su participación para hacer de
pero bien plasmado. Cine asiático al- no- todo lo que significa el Liverpool. él mismo. Si alguien tiene crudeza para
tamente recomendable. www.youtube. Imposible caminar solo. www.youtube. tratar estos temas, son los ingleses. Con
com/watch?v=BCed1vkmkhU com/watch?v=hJJKuUcyrKY cameos de Sam Allardyce y Joe Cole.
Lago Kierskie
Eurozona

Polonia
Gdansk
Varsovia
Poznan
Wroclaw Kiev Kharkiv

Poznan, espíritu rebelde Lviv

Donetsk

Históricamente dividida entre Alemania y Polonia (casi ha vivido más años con Ucrania
gobernadores germanos, de 1793 a 1919), Poznan es una pequeña joya, una ciudad
con un centro precioso, parques, lagos y una población enferma de fútbol, con
el Lech entrenado por José Mari Bakero por bandera. Urbe orgullosa de corazón
joven y rebelde, aquí se vivieron levantamientos populares en 1806, 1848 y1919,
además de las primera revueltas contra el comunismo (1956). Poznan presume de
sus ferias, de su universidad, de sus conciertos y de ser de las pocas zonas donde
aún quedan vestigios de la otrora numerosa presencia alemana en la región. La
mayor parte huyó en 1945. Es, quizás, la sede más atractiva para visitar.
Texto de Toni Padilla / @Toni_Padilla
Infografía de Noemí Iniesta / @esnoeminiesta

Stare Miasto Estadio Klub Sportowy Warta La Bamberka

La 'ciudad vieja' es el centro de la ciu-
dad. Un barrio coqueto lleno de buenos
restaurantes y preciosos edificios: el
Ayuntamiento, palacios, muchas fuen-
tes. Aquí estará la fan zone de la Euro.
Sołacz
Un barrio tranquilo, hermoso, lleno de
actividades culturales. Era la zona don-
de residían las autoridades y militares
alemanas cuando la ciudad pertenecía
al Reich. Luego fue el sitio ideal para
los profesores de una población muy
universitaria.
Lago Kierskie
En la zona de Poznan hay más de 100
pequeños lagos y diferentes ríos. El más
grande es el Kierskie, al oeste de la ciu-
dad. El más céntrico es el lago Malta, al
este, que fue sede de unos mundiales de
remo. Se puede alquilar barcas o nadar.
El histórico Warta, club al que el Lech
robó el goleador Maciej Zurawski, juega
en el mismo estadio pero dispone de
otro para desplegar sus disciplinas de-
portivas. Entidad centenaria, el Warta
ha dado decenas de atletas olímpicos.
La Fortaleza
Su posición estratégica hizo construir
un sistema de fortificaciones en
la era prusiana, uno de las más
grandes del mundo. Hoy son museos
de la Segunda Guerra Mundial y el
nazismo.
En la vieja plaza del mercado encon-
tramos una estatua y un restaurante
con este nombre. Rinde tributo a los
'Bambrzy', alemanes de Bamberg que se
asentaron en la ciudad en el siglo XVIII
y mantienen viva su cocina y tradición,
con elegantes vestidos femeninos lla-
mados 'Bamberka'.
105
Sołacz
Stare Miasto

Estadio Miejski La Bamberka

La estructura del estadio de 1980 se
remodeló para convertir la casa del
La Fortaleza
Lech Poznan en un recinto moderno y
cálido. Está al sur de la ciudad y se Estadio Miejski
llega en tranvía o autobús urbano. El
Lech es una potencia del fútbol polaco
Estadio Klub
y su hinchada, pasional. Sportowy Warta
 Retroportada
ENERO
de 1985
Texto de Roger Xuriach / @rogerxuriach
Ilustración de Santos Henarejos / @santsserif
E
l desfalco monetario en las dietas
pactadas no dejaba lugar a la duda,
y nada más llegar de tierras italianas
tuvieron que confesar: "¡No sabéis el
frío que hace en Verona! Como mínimo la birra
nos mantenía en calor… Puede que abusáramos,
sí, pero tenemos material de sobra para varias
106 historias. Es de lo que se trataba, ¿no?".
El redactor jefe escrutó a los dos envia-
dos especiales con desprecio, con las dos manos
apoyadas en la mesa, al tiempo que sus gafas se
deslizaban por una nariz asimétrica y gruesa. Mal
asunto. "¡Pues como no traigáis la exclusiva de
que Romeo y Julieta eran del Inter, no sé cómo
le van a sentar estos gastos al director!".
Templados los ánimos -aquello no dejaba
de ser un paripé tantas y tantas veces repetido-,
los temas fluyeron con naturalidad. "Tenemos una
entrevista con el goleador danés Elkjaer Larsen,
que marcó un golazo a la Juventus tras perder
la bota derecha en plena carrera y golpear a
puerta sólo con el calcetín. ¿Os acordáis? Pues
el tío está convencido de que este año levantan
el Scudetto".
Para eso habían sido enviados dos semanas ahí.
Para comprobar si el Hellas Verona, que lideraba
entonces la Serie A, aspiraba realmente al título.
No fue necesario tirar del completo análisis táctico
y técnico que habían elaborado, pero para mini-
mizar el enfado inicial, se guardaron dos 'perlas'
para el final: "Platini dice que deja la Juventus
después del Mundial de México, que se va a Ingla-
terra o al Cosmos.Tendrá valor… También hemos
charlado con Sócrates; estaba contentísimo con
la elección de Tancredo Neves como Presidente
de Brasil. 20 minutos de grabación, vale la pena.
¿Le damos dos páginas?".
Aún había una última sorpresa. El Milan
jugaba en casa ante Udinese el 20 de enero y desde
hacía unos días se apuntaba a que el hijo de Cesare
Maldini, Paolo, de 16 años, debutaría con el primer
equipo. Cogieron un tren, se plantaron en Milán y
se trajeron crónica, declaraciones del padre, que
no se lo quiso perder, y una fotografía del chaval.
"No fue un buen partido pero hemos hablado con
compañeros de la prensa italiana y dicen que
este jugador tiene madera". "No se hable más:
le damos la portada. El chico es guapete y eso
vende. Tanto si es un bluf como si se convierte
en el nuevo crack de Italia, nos lo recordarán.
Ya sabéis, chicos, mejor que hablen mal de ti a
que no hablen", remachó el 'dire'. Dicho y hecho.
Aquella temporada no volvió a jugar más…
No nos olvidamos del fútbol patrio a la hora de
completar el número, así que abordamos los pri-
meros indicios de la guerra Sarabia-Clemente y la
renuncia de Julio Alberto a la selección española.
También nos acordamos del laureado Dalmacio
Langarica, cuatro veces campeón del Tour como
director de equipo, entre ellos el que llevó a Fe-
derico Martín Bahamontes a la gloria en 1959.
Falleció a poco de cerrar la edición. t
107
 El (des)cuento
EL FANTASMA
DE BOOTHFERRY
Por Miguel Simón
Ilustración de Bea Crespo / @beacrespo1
108 La última vez que nos vimos los tres, decidí sacarnos una foto.
Iba a pedir a alguno de los chicos que lo hiciera, con una vieja
Olympus que siempre llevaba a los partidos, pero John, que
era un hombre extraño, me detuvo y me dijo que era mejor
idea fotografiar nuestros asientos vacíos en la grada. Será
más evocador, dijo. Él mismo tomó la foto. Unos años antes
mi padre había tenido la ocurrencia de poner unas placas
con nuestros nombres a los viejos asientos de madera que
ocupamos durante años. He encontrado esa foto en un cajón,
durante una de esas noches de insomnio que últimamente
me persiguen. Estaba en un sobre, junto a un par de billetes
de tren del trayecto Paragon-Boothferry. Ese tren nos llevaba
a mi padre y a mí desde el centro de Hull hasta la estación
que servía al estadio del Hull City, y accedíamos a la grada
directamente, por medio de unos tornos.
Juntos vimos jugar a nuestro equipo desde los tiempos
de Bly hasta los de Wagstaff. Él incluso llegó a ver a Horatio
Carter. Ahora, desde que el equipo juega en el nuevo estadio,
el viejo campo de Boothferry Park es un muladar donde crecen
la maleza y la basura. La parada donde nos bajábamos y
subíamos al tren ya fue cancelada. Por la noche, los trenes
pasan por delante de ella sin detenerse, iluminándola fu-
gazmente con su luz, y yo la observo con la nariz pegada al
cristal, intentando distinguir algo entre las sombras.
Cuando empiezo a hablar de fútbol, no soporto que
alguien haga un gesto de hastío, como si mi conversación
fuese insustancial, ni que me miren como si fuese un anal-
fabeto. He terminado alguna relación con una mujer por esa
razón. Pero debo admitir que si me lo tomo como una ofensa
personal es por el recuerdo de mi padre. Lo cierto es que
mi padre y yo no hablábamos mucho. Cuando tienes unos
15 años, algo te sucede que te hace discutir cualquier cosa
que diga tu padre. Política, estudios, la manera de ganarse
la vida. Llega un momento en que te parece mejor no hablar
y puedes sentarte a la mesa frente a él, un día tras otro, sin
cruzar apenas palabra.
Sin embargo, y aquí es dónde quiero llegar, mi pa-
dre y yo hablábamos de fútbol. Íbamos en tren al estadio y
nos sentábamos en nuestra localidad, sin parar de hablar
del partido que nos esperaba, del equipo rival, del árbitro.
Además de hablar de fútbol, en las gradas de Boothferry
me armé de valor y, en el descanso de un partido contra
el Huddersfield, aún lo recuerdo, le dije que iba a dejar los
estudios y aceptar un empleo en Kilmarnock.
Se podría decir que el fútbol nos salvó de la inco-
municación absoluta. En casa, era como si habláramos
lenguajes distintos. En cambio, Boothferry era como un
territorio mágico en el que, prodigiosamente, hablábamos
el mismo idioma. Los vecinos de localidad eran amigos a los
que sólo tratábamos en el fútbol, por ejemplo, John. Era un
tipo peculiar. Llegaba siempre a los cinco minutos de partido.
El aparcamiento está cada vez peor, decía, y se marchaba
siempre cinco minutos antes de acabar, sin importarle que el
resultado fuese incierto. Jamás lo vimos en otro lugar que no
fuera el estadio. Decía que era bibliotecario en la Universidad
de Hull. El día que quise sacar aquella foto me pareció muy
raro que él se escabullera y prefiriese fotografiar nuestros
asientos vacíos. Se lo dije a mi padre que, echándome el
humo de su cigarro en la cara, se rió y dijo que quizá fuera
un fantasma y no saliera en las fotografías.
Cuando mi padre murió, en el verano del ‘83, dejé
de ir al fútbol. No es que dejara de gustarme, obviamente,
pero no me hacía a la idea de ir sin él. Luego he pensado
que quizá otra razón fuese que, una vez que él había muerto,
había desaparecido mi principal motivo para ir al fútbol:
hablar con mi padre.
Al dejar de ir a Boothferry, no volví a saber de John.
Supongo que se extrañaría de no encontrarnos al comenzar
la nueva temporada. O puede que no, ya he dicho que era
un tipo extraño. Lo cierto es que no pensé demasiado en
él durante un par de años, hasta que un día, a principios
109
de diciembre, tuve noticias suyas. Una gran fotografía de
John aparecía en la portada del periódico y, debajo de ella,
su obituario. Resulta que no se llamaba John en realidad,
sino Philip, y era poeta. Pero poeta de los buenos, de los que
escriben libros y todo. En lo que no nos había mentido es en
lo de que era bibliotecario en la universidad, eso era cierto.
Lo enterraban ese día en Cottingham y pensé en acercarme
al funeral. Había tanta gente en la iglesia que le presenté
mis respetos desde la acera, a cierta distancia.
Todo esto me ha hecho pensar en la muerte, quiero
decir en la mía. No creo en otra vida pero a veces pienso
que, al final del viaje, mi tren se detendrá en Boothferry.
Creo que mi padre me espera allí, y que cada día de mi vida
adulta me ha observado fugazmente, oculto en la oscuridad,
mientras pasaba a toda velocidad por delante de la estación
abandonada. Últimamente me habrá visto con la nariz pegada
al cristal y le habrá parecido que le miraba. Ese día, después
de años luz, mi padre verá a su hijo bajarse del tren con tanto
miedo que se habrá convertido otra vez en un niño. Me cogerá
de la mano y juntos volveremos a Boothferry, ocuparemos
nuestra localidad, y seguiremos nuestra conversación.
Apuesto a que John aparece a los cinco minutos de
partido. t
 Tomas falsas

Las intrahistorias del Panenka continúan en el blog

Los apuntes de Antonin (www.panenka.org)

1 Fama en la lejanía
David Caballero y Jesús Franco, nues-
tros protagonistas andaluces en Puerto
Rico, no son lo que se dice dos personas

2
conocidas. Mandaron sus fotos a la re-

110
dacción de Panenka pero, ¿cuál de los
dos es el entrenador y cuál el preparador
físico? Hubo que enviar algún que otro
correo aclaratorio para determinar la
identidad de ambos, porque ni siquiera
el socorrido Google Images deshacía el
entuerto. En Puerto Rico los paran por
la calle, pero en España…
El bigote más grande
Sin GPS
Carlos Velasco Carballo recibió a Panenka en
la Ciudad del Fútbol de Federación Española,
en la localidad madrileña de Las Rozas. Aun-
que en realidad, dada la escasa capacidad de
orientación del redactor, el colegiado acabó
recogiéndolo en una rotonda cercana con un
espectacular Jaguar. Lamentable primera

3
Sede de Umbro, en Manchester. Adrián impresión la que se llevó el trencilla, quien
Mediavilla y Aitor Lagunas preparan finalizada la entrevista se prestó a acercar a
la entrevista con Shep Messing. Por si nuestro hombre a la estación de Pinar, donde
acaso, para evitar molestarle, relegan acabó colándose en el tren sin recibir una
a la última pregunta la famosa foto de merecida tarjeta amarilla.
su desnudo. Pero Messing responde
con una sonora carcajada primero, y
un indisimulado orgullo después. El
problema llega luego: los directivos
de Umbro desean mostrarle un vídeo a
Carlos Alberto, campeón del mundo en
México'70. Y al coger prestado nuestro
ordenador, lo primero que ven es un tipo
con un gran... bigote.
 RIPCIÓ
SU SC N
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RIPCIÓN

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USC

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SUSCRIPCIÓN ~

Apadrina a Antonin
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