¿QUÉ QUEREMOS DECIR CUANDO DECIMOS “DIGNIDAD HUMANA”?

Selección de artículos1 y comentario: Humberto Correa

La palabra dignidad se emplea para señalar enfáticamente el respeto y

consideración que merece y debe reconocérsele a todo ser humano sin
excepción, simplemente por el hecho de ser integrante de nuestra especie. En
este caso, el concepto de “dignidad Humana” – sustantivo – se une
íntimamente a los derechos humanos fundamentales. Otro uso es el que aplica
para calificar con base en la moral de las personas y sus acciones. En este
caso, es un adjetivo que merecen aquellos que realizan acciones nobles para
los demás y para sí mismos (“persona digna”) y que se niega a quienes
realizan acciones detrimentales para los otros o para sí (“persona indigna”).
También tiene otros usos como cuando se aplica a alguien que ha sido
designado para ocupar un alto cargo, social, político, educativo, religioso, en
cuyo caso la dignidad la confiere la posición obtenida o sea le pertenece al
cargo.

Nos detendremos específicamente en el primer significado, lo cual reconoce en

este boletín –dedicado a la Medicina y su educación- una razón fundamental, y
es que para el médico todas las personas que necesitan asistencia son, en
primer lugar, seres humanos, en quienes, independientemente de sus
cualidades morales y de su jerarquías, debe reconocerse esa cualidad con
todos los derechos fundamentales por serlo, lo que puede sintetizarse en
“dignidad humana”.

1
El libro al que pertenecen estos dos capítulos es coordinado por María Casado, titular de la
Cátedra de Bioética de UNESCO en Barcelona, directora de “Bioética, Dret y Societat” y
profesora de Filosofía del Derecho. Se trata de “un trabajo colectivo -en el que colaboraron
profesores de Derecho, filósofos del Derecho, médicos, investigadores científicos, antropólogos
y miembros de otras disciplinas- dedicado a analizar la Declaración Universal sobre Bioética y
Derechos Humanos adoptada por UNESCO en 2005 dedicada al impacto de la biotecnología y
la biomedicina en los seres humanos y en el entorno y que viene a completar la Declaración de
Derechos Humanos de 1948”. El trabajo de UNESCO hace especial énfasis en el concepto de
Dignidad Humana en relación con la Bioética. “Su relevancia para quienes se ocupan de la
nueva disciplina es inmensa, así como lo es para todos los ciudadanos”.
Consideramos que los artículos2 que hemos seleccionado fruto de la pluma de
Gracia Manrique 3 y Cela Conde 4 constituyen magníficas elaboraciones que
esclarecen el sentido de dignidad humana como derecho fundamental. De ellos
tomamos la esencia de las ideas que desarrollamos. No se aborda aquí el uso
de “dignidad” como calificación de comportamientos o como jerarquía otorgada
por cargos o funciones.

Los capítulos escritos por García Manriqu5 y Cela Conde6 -que recomendamos
especialmente- nos ayudan a esclarecer la idea fundamental de “dignidad
humana” componente imprescindible del capital conceptual de quienes
estudian, enseñan y desean practicar una postura humanista en Medicina y en
la vida.

Dignidad es un concepto que ha sido sumamente debatido en cuanto a su

origen, contenido y significación. Estos trabajos mencionan dos posturas
respecto al significado de la dignidad esencial del ser humano: una basada en
la creencia trascendente que considera que la dignidad de los humanos es
externa a ellos y ha sido concedida por Dios, de él depende y esta es la causa
del obligado respeto que se le debe. Otra que sostiene que no es externa al ser
humano sino propia e intrínseca de él y de sus características y tiene un origen
naturalista y racional. Esta última es la que adopta el simposio en que
participan (aunque también estudia la otra, llamada heterónoma) dado que la

2
Agradezco a la Dra. Mariela Mautone el contacto con este material.
3
García Manrique, Ricardo, “La Dignidad y sus menciones en la Declaración Universal sobre
Bioética y Derechos humanos” en Casado, María (Coordinadora), Sobre la Dignidad y los
Principios. Análisis de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la
UNESCO, Observatori de Bioética y Dret, Cátedra Unesco de Bioética de la Universidad de
Barcelona, Ed. Thomson Reuters ( Legal) Limited, 2009, Barcelona, págs. 43-64.
4
Cela Conde, Camilo J., “Naturaleza y Dignidad Humana”, en Casado, María (Coordinadora),
Sobre la Dignidad y los Principios. Análisis de la Declaración Universal sobre Bioética y
Derechos Humanos de la UNESCO, Observatori de Bioética y Dret. Cátedra Unesco de
Bioética de la Universidad de Barcelona, Ed. Thomson Reuters (Legal) Limited), 2009,
Barcelona, págs.113-129.
5
Ricardo García Mánrique es profesor titular de Filosofía del Derecho y es miembro del Grup
de Recerca Consolidat “Bioética, Dret y Societat” de la Generalitat de Catalunya y del
Observatori de Bioética y Dret. Barcelona.
6
Camilo J Cela Conde es catedrático de Filosofía del Derecho y director del Laboratorio de
Sistemática Humana en Illes Baleares.
Declaración Universal, que es su objeto de estudio y punto de partida, abarca a
todos los seres humanos, aquellos que tienen creencia y quienes no la tienen y
buscan una base inicial que abarque a todos los hombres y permita el
razonamiento ético y una base justa para todos.

De acuerdo con los autores en que nos basamos la dignidad del ser humano es
un valor específico del mismo (uno de los más altos y universales) un término
que representa o es sinónimo del valor esencial, propio y único del hombre.
Valor que ostentan genéricamente todos los integrantes de la humanidad y que
los separa de los animales.

Algunos consideran que “dignidad del ser humano” es un concepto “mayor”

que engloba otros conceptos fundamentales como son la autonomía, el
respeto, la capacidad de darse sus propias reglas morales y la forma de
evaluar su cumplimiento. En este sentido sería un “supra concepto”.

Podríamos decir que el hombre por ser hombre es digno o tiene dignidad y que
esto significa que es autónomo (capaz de racionalidad y decisiones), merece
respeto en su esencia (por su unicidad y diferenciación en la naturaleza) y
es capaz de establecer que es bueno y que es malo para él y su
comunidad (moral sense, “sentido moral” o “capacidad moral”). Seguramente
hay otros elementos que hacen a su ontología (al “ser” del hombre) pero esos
tres son tomados como básicos, diferenciales y deben ser promovidos,
respetados, sostenidos y acrecentados como un deber intrínseco dirigido a la
buena supervivencia del hombre en el mundo. A ese conjunto finalmente los
autores de estos capítulos llaman “dignidad”. Dignidad podría sustituirse por
“categoría de humano” compuesta por los elementos esenciales que lo hacen
tal.

García Manrique y Cela Conde se basan en Kant, Darwin y otras numerosas

referencias eruditas y mencionan también a Fukuyama. Es esencial y
esclarecedora su conceptualización del ser humano como fruto de la herencia
genética y la cultura y como ente intrínsecamente social.

El hombre es a la vez individuo autónomo, pero formado por el intercambio y

la interacción social. Depende de ella para ser quien es y para sobrevivir. Su
capacidad de moral sense es una combinación de la herencia genética que fue
modelando la selección y de las influencias y adaptaciones que produce la
convivencia en su polis.

El ser humano a través de su diferenciación de otros primates y por acción de

la selección evolutiva ha ido desarrollando tendencias que se han incorporado
a su estructura hereditaria, pero que se desarrollan y llegan a su expresión
madura mediante la interacción social, la empatía y el desarrollo de la
capacidad de la propia comprensión y de la de mente de los otros.

Este desarrollo le ha permitido darse a sí mismo las normas de

comportamiento (costumbres arraigadas, moral) , la capacidad de juzgar sobre
los actos que están a favor en contra de ellas, la noción del respeto profundo
que debe a todos los que comparten su esencia , la necesidad de adaptar
funcionalmente su comportamiento al grupo social y la posibilidad de
solidaridad. Según los autores esto sería la esencia del humano -biológica,
evolutiva y naturalista- que compone su categoría de hombre, es decir, su
dignidad.