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= ARK URS La produccién del lenguaje 1. INTRODUCCION El sujeto que produce el lenguaje (hablado/escrito) es, a la vez, el receptor de su propia emisién/produc- 10, lo que tiene consecuencias sobre el procesamiento en tiempo real (supervision, filtrado y verificacion). ‘Supuesta una intencién de comunicar, el hablante/es- critor ha de seleccionar exactamente qué es lo que de- sea comunicar, y si quiere utilizar una forma lingits- tica, debe construir una estructura aceptable dentro del idioma que, junto con las palabras seleccionadas, sea capaz de transmitir lo que quiere. Finalmente ha de ar- ticular/escribir las palabras de la oracién u oraciones ajustandose a las reglas fonolégicas y prosédicas 0a las reglas ortogréficas adecuadas y al orden especifi- cado por la estructura. Pueden establecerse varios pro- esos componentes en la produccién del lenguaje (el lector comprobard que en esta descripei6n inicial nos ‘vamos a centrar en los procesos implicados en la pro- duccién del habla; algunos de estos pracesos son co- munes a las dos modalidades de Ja produccién —oral yy escrita—; trataremos la escritura de palabras en un apartado separado, al final del tema): 1. Conceptualizacién. En la fase de concep- tualizacién el sujeto debe establecer el con- tenido del mensaje que quiere transmitir Ademés de la determinacién del contenido, gue supone acceder a distintas fuentes de co- nocimiento (conocimiento del mundo, mo- delo del discurso, nuestra teor‘a de la mente: la habilidad de interpretar el comportamien- © Ediciones Pride R. LOPEZ-HIGES {o intencional como causado por creencias, deseos, esperanzas, etc., que atribuimos a los agentes que nos rodean; véanse Premack y Woodruff, 1978, o Wimmer y Perner, 1983), el sujeto debe prestar atencién a ciertos as- Pectos de carfcter pragmético que determi- nan la forma lingifstica final de la expresi6n. Las intenciones del hablante y el nivel de co- nocimientos del oyente, asf como el contex- to lingufstico previo y la situacién en la que tiene lugat la interacci6n, son algunos de los determinantes de la forma final. La forma fi- nal del mensaje (mensaje preverbal) es una estructura conceptual que incluye conceptos Iéxicos (conceptos para los que existen pala- bras en una lengua determinida). Codificacién gramatical. Los conceptos 1é- xxicos del mensaje activan los lemmas (repre~ sentaciones Jéxicas que contienen informacién categorial y sintéctica de las palabras) en el I~ xico intemio, Su seleccién hace disponible los esquemas sintécticos que corresponden a las funciones semanticas y argumentos del men- saje. Esta informaci6n permite construir la es- tructura superficial de los enunciados de for- ma incremental (de izquierda a derecha). Codificacién morfofonol6gica. Tan pronto como se selecciona un Jemma, se produce a activacién de su c6digo morfofonolégico (le- xema). Este material permite generar incre- mentalmente estructuras fonoprosddicas (si- labas) ajustadas al contexto sintéetico, ——— 124 | Psicologia del lenguaje 4, Codificacién fonética y articulacién, Cada ‘una de las sflabas del eédigo fonolégico dispa- :a:un gesto articulatorio que finalmente es eje- cutado por Ia laringe y los elementos suprala- ringeos que producen ¢! habla manifiesta 5, Monitorizacién, Cuando hablamos, monito- rizamos nuestra propia produccién —mani- fiesta ¢ interna—, lo que supone la implica- cign del sistema de comprensién del habla que ya hemos deserito en los temas anteriores. No es necesario que el hablante planifique de forma completa el contenido a transmitir, que a con- tinuacién determine Ia forma sintictica ¥ que slo entonces empiece a articular los sonidos en un orden dado. Si esto fuera asf, las personas estarfan 1a ma- yor parte del tiempo en silencio, alteriindose consi- derablemente la fluidez del habla. Lo que se supo- ne es que cada uno de estos procesos pueden darse en paralelo y de forma contingente. Asi, 10 tinico que necesitaria un médulo inferior para empezar a funcionar serfa disponer de alguna paste o fragmento del nivel superior (Bock, 1987a y bj Levelt, 1999). 2, FUENTES DE DATOS EN EL ESTUDIO DE LA PRODUCCION. LOS ERRORES ESPONTANEOS DEL HABLA La metodologfa observacional ha predominado tradicionalmente en el érea de Ia investigacién sobre Ja produceién. Los datos observacionales proceden de tres fuentes: 1) los patrones temporales del habla (pausas, vacilaciones, «tenerlo en Ta punta de Ia len~ guan); 2) los exrores espontineos del habla, y 3) las alteraciones patol6gicas del habla (por ejemplo, 1a anomia), sobre todo en las afasias. Los datos de es tas fuentes se han empleado para la construccién y validacién de los modelos de la produccién del len- guaje, destacando tradicionalmente el estudio de los errores esponténeos del habla, cuya importancia es ahora menor por la apatricién de numerosos estudios que emplean nuevos métodos y técnicas on-line (que permiten estudiar el curso temporal del procesa- miento), como el estudio de los potenciales evoca- dos, por ejemplo, Se considera un error espontdnes del habla una emisién en la que se produce, de forma completa mente involuntaria, alguna desviaciGn respecto ala emisiGn pretendida por el hablante, En espaiiol exis- te un corpus de errores (Del Viso, 1990) cuya clasi- ficacién viene dada por dos criterios: el ripo de ele- mento afectado por el error y la naturaleca de éste En relacién con el primer criterio se distinguen tes clases generales de unidades: subléxicas (fonemas grupos de fonemas que no constituyen una unidad morfolégica). IGxicas (morfemas ligados —raices. afijos— o palabras completas) y supraléxicas (uni- dades mayores que la palabra hasta un sintagma completo). La mayor proporcién de errores aparece enos fonemas aislados y en las palabras. Respecio al segundo criterio, 1a naturaleza del ‘error, se establece una primera distincién general entre etrores contextuales 0 de miovintiento (que su ponen una modificacisn en ef orden de los elemen- tos de la expresi6n hablada) y errores no contextta~ les (que no tienen su origen en el contexto lingtifstico inmediato). Dentro de los errores de movimiento. que constituyen aproximadamente el 60 por 100 del total del corpus, existirfan cuatro clases principales de errores: anticipaciones, perseveraciones, inter- cambios y desplazamientos. {Las ainticipaciones (Lleva las manos en lay ma- nosiLleva las Ilaves en las manos) y las persevera~ ciones (Si abres la boca y metes la bocalSi abres a boca y metes la pata) suclen considerarse errores de copiado, porque el elemento error se repite, apare- ciendo también en su posicién origen (en las pri- tmeras el error aparece antes del origen, yen las se- gnndas después). En los intereambios se produce ‘an doble movimiento y una doble sustitucién sin re- peticién (Con samor a jabén/Con sabor a jaméu), Los desplazamientos se caracterizan por un cambio de lugar del elemento targer que deja vacia la posi cin origen (Fijesen bie_/Fijese bien) Los errores no contextuales se agrupan en euatro ceategorias: sustituciones, fusiones, amisiones ¥ auli- ciones. Los errores de sustitucién (Me dueten tos ri ones (rifiones)] son aquellos en que se produce el re emplazamiento del elemento targer por el elemento esror. Las fusiones también implican una cierta susti~ tucidn de elementos pero solo parcial; resultan de ta a RBA AD A RA AD AL GY GE GR BR GR AE AE GR AR BR Bk oe mezcla entre dos posibles elementos targer [Hay un buen rrocho (tr0z0/trecho)}. Las omisiones se refieren ala simplé desaparicién de un elemento targer [A la vez que pueden servir como respue_ta (respuesta)}, mientras que las adiciones suponen Ia intromisi6n de un elemento no pretendido en la expresién hablada (Le daré todos los datos a ése cuando vienga (venga)} Aunque esta clasificacién puede acomodar un tanto por ciento bastante elevado de casos, hay otros errores que son susceptibles de ser clasificados eit varias categorfas. Esto constituye, por un lado, una limitacién de la elasificacién y, por otro, proporcio- na una nueva fuente de datos para la investigaci6n La produecién del lenguaje | 125 3. MARCO CONCEPTUAL En este apartado esbozamos un modelo que in~ corpora los componentes bésicos de} sistema de procesamiento implicado en la produccién (Levelt, 1999), La figura 4.1 representa un esquema de este modelo. E] modelo que aparece esbozado en la figura re- tine una serie de caracteristicas: 1. Existe una separacién entre los mecanismos de procesamiento y las bases de conoci- miento. Sistema sintgetico ‘ samudntico-retdrico Generacién de mensajes Conceptualizacion LL} Monitor Mensaje preverbal | | | én meavforonal6gica 7 [owas me otonliin Lemmas L&xico interno Cédigos morfo- fonol6gicos Conocimiento det ‘mundo, teoria de la ‘mente, modelo del discurso, ete Habla analizada Sistema de ccomprettion del habla [ig orateien Costificacién fonética |__| __ Codigo articulatorio 4 (Cremer —__| | Sistema fonoldgico-fonético |__»- Habla manifiesta —___»| — Silabario { | Codigo de gestos Cadena fonética articulatorios Audicion Figura 4.1—Modelo de produecién del habla (adaptado de Levelt, 1999), © Bulsione Pcs 126 / Psicologia det lenguaje 2. A diferencia del modelo anterior de Levelt (1989), en el que la codificacién gramatical y la fonolégica se agrupaban como compo- rentes del formulador (una propuesta ade~ cuada desde un punto de vista lingtfstico), en este modelo se establecen dos sistemas de procesamiento, el sintéctico-seméntico-ret6- rico (simb6lico) y el sistema fonol6gico-fo- nético (formal), lo que resulta més adecvado desde el punto de vista evolutivo y procesual, 3. En el Iéxico interno se establece la distin- cién entre dos tipos de unidades que hacen referencia a las propiedades seméntico-sin- (Gcticas (lemmas) y morfofonolégicas (en Levelt, 1989, denominadas lexemas). 4. Se reconoce el papel del sistema de com- rensiOn del lenguaje en el proceso de pro- duccién, En los siguientes apartados se desarrolla el mo- delo en mayor detalle, separando los procesos com- Ponentes que adelantabamos en la introduccién. 3.1. Preparacién conceptual en el contexto. Conceptualizacién EL mensaje del hablante debe ser entendido en té- minos del estado actual de la accién coordinada que supone el uso del lenguaje en una situacién de inte- raccién (Clark, 1996): los participantes ejercitan sus «teorias de la mente» para monitorizar el estado de la informacién mutuamente compartida. Los dos proce- 508 centrales en la generacién conceptual del mensaje son la macroplanificacién y la microplanificacién, Macroplanificacién Este serfa el proceso por el que el hablante deci- de qué decir a continuacién, de manera que el con- cepto clave aqui serfa el de foco del discurso. Dada la intenci6n comunicativa, el hablante centra su atenci6n en algo especitico que debe ser expresado (serfa el foco actual). Para desplazarse al siguiente foco, entrarfa en juego la teorfa de la mente del ha- blante. Normalmente, e hablante trata de guiar el cambio de foco también en el interlocutor. El cam- bio de foco implica la gestién atencional: el hablante debe monitorizar/verificar 1) si lo que debe ser di- cho para satisfacer Ia intencién comunicativa se dirs de hecho, y 2) si el interlocutor esta siguiendo el acto del habla (véase la tabla 4.1, en Ia que aparece una breve explicacién relativa a los actos del habla). TABLA 4.1 Definicién de acto de habla y componentes de los actos de habla ‘eto de habla: acéi6n espeeifica que realizan Jos hablantes feuindo profieren un enunciado (Austin, 1962) Componentes ‘eioleautio [Ae locuvo | Actoperoatvo Acto de decir algo | Acto de hacer Efecto o flgosl decir | consecuencias de alguna cosa o por | haber dicho algo elbecho de decir algo (por ejemplo, | | prometer) i La gestién atencional puede representarse me~ diante la combinacién de un «Arbol de desplaza- miento del foco» y una «pila» o almacén temporal (McCoy y Cheng, 1991). como puede verse en el ejemplo siguiente (el orden en la descripci6n del es timulo serfa: cuadrado, paréntesis, més, paréntesis, almohadilla y estrella): Eximlo pia srl 9 (Sarai ob weet | 5 | ae] [mas i Y (ainanna | dione Price WH WW AS BW BS BR BR EH Hay una serie de principios que gufan el proce- de cambio de foco que dependen en buena medi- da del tipo de discurso (véase, por ejemplo, Hovy, 1994). En el ejemplo simple que hemos presentado hay tres principios que regulan el cambio de foco. El primero es la conectividad, que establece que la atencién se desplazard a un nuevo elemento que esté conectado con el elemento focalizado actualmente. Un segundo principio establece que en ausencia de un elemento conectado con el que corstituye el foco actual, debe acudirse al elemento que constituye el punto ms alto de la «pila» (elemento de anciaje). Por tiltimo, si es necesatio tomar una decisién, debe prestarse atencién preferente al elemento més sim- ple. En la realidad encontramos con frecuencia que los interlocutores se interrumpen pidiendo una acla- raci6n, redireccionan la atencién hacia otras partes det ‘rbol o invitan al desarrollo de nuevas deriva- ciones, Microplanifica: n La preparacién conceptual es algo més que la toma de una decisién sobre qué decir y en qué or- den decirlo; cada pieza de informacién necesita to- mar forma para ser formulada. Si hemos considera- do que el mensaje es un tipo de estructura conceptual, los conceptos lexicalizables son sus elementos ter. minales. Estos incorporan las clases de relaciones seminticas que son expresables a través del lengua je. Sin embargo, muchas estructuras conceptuales no tienen esas propiedades, de forma que si quere- ‘mos expresarlas tenemos que hacerlo pot medio de una proposicién (por ejemplo, una relacisn espacial entre dos objetos). Esto implica, por ejemplo, que tendremos que adoptar una perspectivaen virtud de factores pragmaticos de distinta indole y seleccio- nar los conceptos lexicalizables adecuados, La informacién que contiene un mensaje serfa esencialmente de uno de estos tipos: 1) el mensaje puede especificar los referentes y ligarlos/enlazar- Jos con el estado de los hechos en el modelo del dis- curso; 2) puede establecer un predicado sobre esos referentes, Jo que supone Ja existencia de una es- tructufa de argumento: su vez, Jos argumentos mantienen una serie de relaciones con el predica- 1 Edicionss Pirie La produccién det lenguaje | 127 do que serfan los roles temiéticos (agente, pacien- te, etc.); 3) también puede haber especificaciones 0 ‘modificaciones en el mensaje, y por tiltimo, 4) cada mensaje tiene un modo que puede ser declarativo, imperativo o interrogativo, Es necesario seftalar, por tiltimo, que existen di- ferencias en el proceso de conceptualizacién entre hablantes de distintas lenguas, ya que las lenguas difieren en cuanto a la cantidad de conceptos que son lexicalizables y también en la informacién con- ceptual que es obligatoriamente expresada por sus hablantes, 3.2. La codificacién gramatical La planificaci6n, gramatical o fonolégica, abar- ca unidades més amplias que la palabra 0 el fonema. La existencia de errores «contextuales» o de movi- miento, como los ya citados de anticipacién, perse- veraci6n, intercambio y desplazamiento, proporcio- ha una prueba de que esto es asf. Estos errores indican que para que una palabra (0 fonema) apa- rezea erréneamente en una posicién.distinta de la que debe ocupar en el enunciado, es preciso que haya sido seleccionada con anterioridad al momen- to de su articulacién y de forma simulténea a la pa- Jabra o fonema que es objeto del error. Si la planifi- cacién del habla tuviera lugar palabra a palabra (0 fonema a fonema), estos errores no Se" producirfan nunca (Igoa y Garefa-Albea, 1999). Los candidatos més adecuados como unidades de planificacién a este nivel son la cldusula finita (oracién completa con un verbo conjugado) y la eldusula bésica (son oraciones cuyo predicado pue~ de ser cualquier forma verbal, conjugada 0 no, 0 in- cluso otra categoria gramatical que asigna roles te- miticos a otros constituyentes: La narracién de su aventura en a selva) (Holmes, 1988). Este wltimo tipo de cléusulas expresan una proposicién sin res- ticcién gramatical alguna. Sin embargo, una cléu- sula finita puede expresar una 0 més proposicione. con la restriccién gramatical de tener como predi cado una forma verbal conjugada, Estas considera- ciones llevan a la conclusi6n de que si a unidad em- pleada es la cléusula basica, la planificaci6n estar 128 | Psicologia del lenguaje determinada conceptualmente, mientras que si 12 planificacién se basa en eldusulas finitas, se defini- ré.en términos gramaticales. ‘A medida que descendemos de los provesos de codificacién linguistica hacia los niveles de codifi- ceaci6n fonolégica, las unidades van siendo cada vez més pequefias. Ast lo indica la distancia que separa 1 los elementos implicados en los errores de movi- ‘miento (goa y Garcia-Albea, 1999). El émbito en el aque se producen los errores que afectan a unidades de orden superior como las palabras suele taspasar [as fronteras del sintagma, pero node lacléusula (En al futuro no tengo ningiin ayuntamiento). Sin em- bargo, los errores que afectan a unidades menores como los fonemas suelen mantenerse dentro del do- inio del sintagma o incluso de la palabra (En la ‘pejor mareja). Cuando el error de movimiento afec- ta a una unidad de tipo intermedio, como la ratz de Ja palabra, el alcance de este movimiento se limita también al sintagma o, en todo caso, abatca dos sin- tagmas adyacentes (Garcfa-lbea et al., 1989: -Nos fumamos un medio a negras?). De las observaciones anteriores se podria concluir que la planificacidn del lenguaje debe tener lugar simulténeamente en todos Jos niveles de procesamiento y con unidades de di- ferente naturaleza en cada uno de ellos. Sin embar- 0, la investigacién sobre los errores del habla pa- rece indicar que la planificacién de estas unidades no se produce estrictamente en paralelo, sino que si- gue un procedimiento en «cascada» (antes hemos empleado e! término «incremental» con este senti- do) (Levelt, 1989). La codificacién gramatical se Inicia cldusula por cliustila; una vez planificada una cldusula, otros procesos se acupan de la codifica- ci6n de los sintagmas componentes; a medida que cada sintagma es codificado, es remitido a su vez a ‘otros procesos que se encargan de Ia codificacién fo- nol6gica palabra por palabra. De esta forma, el pro- ccesamiento es incremental y jerdrquico en cascada. Hay dos fenémenos que indican la naturaleza jerarquica de la codificacién gramatical (Garrett, 1991; Igoa, 1996): 1) el «anclajeo, en el que los morfemas flexivos ligados (desinencias verbales, morfema de plural) se separan de Jas rafces cuan- do se procluce un error de movimiento, y permane= cen anclados a la posicién que ocupan en le of cién (Nos fumamos un medio a negras?); indica- ria que la insercion de estas particulas se produce de forma independiente a la de las raices de las pa~ labras; 2) la «acomodaciény. que consiste en el ajuste de ciertas curacteristicas morfoldgicas 0 fo- nolégicas de las palabras cuando éstas son objeto de un error de sustitucién o trasposicién (Las chi- cas de la cara guapalLa cara de las chicas guapas; ¢Cudndo vais a hacer las campartas?/,Cuando vais a hacer Jas pancartas?). Este tiltimo fendmeno se interpreta como una consecuencia de un proce so de revisign y ajuste morfolégico (0 fonético) que sigue a los procesos fallidos de insercisn Iéxi- ca (0 fonolgica). Como puede verse en Ia figura 4.1, la codifica- cin gramatical toma como entrada el mensaje pre~ verbal y produce como salida una estructura super- ficial. El proceso de generaci6n de esta estructura superficial estd en gran parte guiado por la infor: macién léxica. Esto significa que en la codificacin gramatical una de las operaciones principales su- pone que los conceptos (lexicalizables) presentes ‘en el mensaje activan los lemmas correspondientes en el léxico interno (seleccién léxica); de esta for- ma las propiedades sintécticas de cada lemma (esquema de argumentos. roles teméticos; véase la figura 4.2) estan disponibles para que pueda reali- zarse la construccién sintactica de la oracién. La codificacién gramatical consistirfa en conectar cada uno de estos lemmas para formar una estructura sin tiictica ajustada al mensaje preverbal que sirve como entrada. 3 SN is SN Figura 4,2.—Propiedades sintécticas correspondientes. al Temma del verbo matar © Bsicnnes Panis de TS RA AD AW BS BL BSR BR BR BER DD La modelizacién del proceso de seleccién de los lemmas debe evitar el problema que plantea la hi- peronimia (cuando se establecen condiciones se- ménticas para seleccionar un lemma determinado, por ejemplo, el correspondiente a vaca, también cumplen las condiciones sus hiperénimos, como mamffero 0 animal). La propuesta que presentaios a continuacién no plantea este problema (Roelofs, 1997a y b; Levelt, Roelofs y Meyer, 1999), Puede establecerse una distincién entre tres niveles/estra- tos dentro de! léxico: 1) el estrato conceptual, que puede caracterizarse en términos de tna red que in- cluirfa para cada concepto lexicalizable un conjun- {0 etiquetado de relaciones con otros conceptos (le- xicalizables 0 no) y una serie de terminales libres que corresponden a los roles tematicos que deben rellenarse en el curso del procesamiento; 2) los con- ceptos lexicalizables estarfan conectados con el es- trato de los lemmas, donde cada lemma mantiene una serie de conexiones con distintos rodos que re- presentan sus propiedades sintdcticas (si es un ver- bo transitivo 0 si tiene dos o més argumentos) y posee un conjunto variable de rasgos (persona, nti- mero, tiempo, aspecio) que deben fijarse durante la codificacién gramatical; el 3) estrato de la forma, donde se activan los rasgos morfofonolégicos co- rrespondientes a cada lemma (dejamos pendiente una descripoién més detallada de las operaciones implicadas en este estrato hasta el apartado corres- pondiente a la codificacién morfofonolégica) La seleccién de un lemma tendrfa lugar de la si- guiente forma, En la red conceptual, el voncepto es- pecffico se encuentra en un estado de activacién. Esta activacién se difunde a todos los conceptos re- laciénados. Cada concepto activado difunde también parte de su activacién hacia su lemma, en el estrato de los lemmas. La seleccién de un lemma determi- nado es, por tanto, un proceso de naturaleza proba- Dilistica: 1a probabilidad de seleccionar el lemma diana/objetivo es igual a su grado de activacién di- vidido por Ja activaci6n total de todos los lemmas activos del estrato (regia de Luce) Tan pronto como los lemmas estén disponibles, se inicia el proceso de composicién sintéctica, que consiste esencialmente en acoplar/unic los frag- mentos sintécticos que se recuperan en el proceso 1 EaieionesPirgmide La produccién del lenguaje | 129 de seleccién de los lemmas (como el de la figura 4.2). este proceso se le denomina unificacién (véan- se Kempen, 1999, y Levelt, 1999). La estructura superficial resultante estarfa deter- minada en buena medida por el orden en el que los. conceptos Iéxicos estén disponibles. Entre los fac- tores que determinan la eleccién de una estructura sintéctica para expresqr un mensaje podemos dis- tinguir tres tipos: conceptuales, léxicos y sintdcti- cos. Entre los factores conceptuales que tienen un efecto sobre la forma sintictica de la oracién desta- ca el principio de orden natural, segtin el cual los contenidos del mensaje se suelen expresar de acuer- do con el orden espacio-temporal de los aconteci- mientos en el mundo real. Oto principio importan- te serfa el de carga minima, que establece que la ordenacién de sucesos 0 entidades expresadas en el discurso debe requerit ¢] mfnimo esfuerzo de me- ‘moria posible al oyente. Otros principios serian el de saliencia, de acuerdo con el cual las entidades que tienen mayor importancia perceptiva o conceptual se mencionan antes que las de menor saliencia; el de animacidad, que supone la mencién inicial de en- tidades animadas frente a las inanimadas; el de agentividad, que induce la mencién inicial del agen- te sobre otros roles teméticos; o el de tipicidad, de acuerdo con el cual las entidades prototipicas de una categorfa tienden a mencionarse antes que las menos prototipicas (Prat-Sala et al., 1996). Estas principios sugieren que ciertas caracterfsticas pragméticas del ‘mensaje constrifien las opciones estructurales dis- ponibles para el hablante en la produccién de ora- ciones. ‘Ademés de las variables pragmético-conceptua- les, existen otras estrictamente lingiifsticas, Aun cuando los lemmas de un enunciado puedan acti- vvarse simulténeamente a partit de los conceptos 1é- xicos del mensaje preverbal, algunas palabras esta- rfan més activadas que otras en virtud de factores conceptuales como los mencionados anteriormente, y esta activacién determina la eleccién de un deter- ‘minado marco sintéctico. Por otro lado, se ha com- probado que las estructuras sintdcticas se activan de forma automatica a causa de su repeticién a lo lar- go del discurso o por un efecto de priming sintécti- co (Bock y Kroch, 1989). 180 / Psicologia de! enguaje En el modelo de Bock y Levelt (1994) (véase fi- gura 4,3) existirian dos niveles de procesamiento en lacodificacién gramatical: el nivel funcional y el ni- vel posicional. El nivel funcional serfa el nivel de procesamiento en el que se acoplan las representa- ciones conceptuales del mensaje con las representa- ciones gramaticales y léxicas mas abstractas del enunciado. Los conceptos léxicos activan los lem- ‘mas (representaciones Iéxicas que contienen infor- ‘macién categoral y sintctica de las palabras), lo que Constituye el proceso de selecciéa léxica. Al mismo tiempo, entrarfan en funcionamiento operaciones de construccién del marco sintéctico del enunciado, Esta representaci6n incluye las funciones sintdcticas (sujeto, objeto directo, ete.) que se asignan a los to les tematicos del mensaje (agente, tema, etc.) EI nivel posicional incluye dos tipos de opera- iones: 1) la recuperacién de las formas léxicas (Ie- xemas) a partir de ios lemmas seleccionados y la construeci6n de Ja estructura de constituyentes, que specifica el orden en que se disponen las unidades de planificacién sintéctica y las relaciones de de- Pendencia existentes entre esas unidades, y 2) los. rocesos de asignacién de sufijos y partfculas gra- maticales que marcan las propiedades morfolégicas de las palabras (nimero, género, persona, etc:). El Tesultado de los procesos que tienen lugar a este ni- veles un marcador sintagmético acupado por repre. Sentaciones léxicas sobre el que operan, en una eta a posterior 1s procesos de codificacién fonolégica, Los procesos de asignacién de flexiones grama~ ticales a las palabras constituyen el estrato inferior de las operaciones de codificaciéa gramatical. Su co. metido es insertar los morfemas flexivos 0 gramati- cales («ligados») en las piezas léxicas del enuncia. do. La seleccién de estos morfema: i , junto con las Palabras funcionales 0 de clase cerrada (articulos, auxiliares, preposiciones, etc.), se especifica duran- te el proceso de asignacién de funciones (nivel fun. Cional), y su asignacién al marco sintéctico, duran. te el ensamblaje de constituyentes (nivel posicional). 3.3. Codificacién mortotonolégica Enel sistema de produccién del habla el marcador articulatorio (la salida del SFR: sistema fonolégico- Mensaje Nivel funcional — | Seleccisn de lemmas Nivel posisional Recuperacién de lexemas ‘igura 4.3.—Niveles de procesamiento y representaciGn es Fawr oaiieaidn rate Bock y Lave 1993), fonético; véase figura 4.1) es generado en dos fuses. En la primera, el hablante utiliza los cddigos dis- cretos de memoria para generar un marcador fono- 6gico, en términos de segmentos y rasgos, en el que Ja sflaba es la unidad basiea y que posee una es- tructura jerérquica simple (palabras fonoldgicas y sintagmas). En la segunda se recuperan de! Silaba- rio los gestos articulatorios correspondientes a las © aitones Pde ~~ Aas SOE! = AS AD BS KAS ES KS silabas para dar a éstas una forma ajustada al con- texto en el que aparecen. En el momento en que un lemma ha sido selec- cionado y posicionado en ta estructura superficial emergenie, su c6digo morfofonolégico comienza a estar disponible para el sistema fonolégico-fonético (SEF) (los lemmas difunden su activacion a sus cO- digos morfofonol6gicos). Si la palabra es polimor- fémica, todos sus morfemas componentes estarfan activados y conectados a una estructura morfolégi- ca tinica (véase el ejemplo siguiente, mas abajo). Ea el caso de una palabra monomorfémica, el e6digo estaria compuesto por un solo morfema. El efecto de la frecuencia léxica, el fenémeno de «/enerlo en la punta de la lengua» y la anomia aparecerian en este nivel de procesamiento (en el acceso a la forma de las palabras) y serfan manifestaciones de la se- paracién entre el contenido (significado-sintaxis) y Ia forma de las palabras (Jescheniak y Levelt, 1994; Levelt, 1999). ESTRATODELOS LEMMAS _cortar ESTRATO DE LA FORMA. Palabra Raz Afijo Ejemplo. Cédigo morfofonolégico correspon- diente a la palabra «cortado». Tras el acceso al c6digo morfofonolégico, se es- tablece el cédigo segmental (por ejemplo: casa > Iki fal Is/ lal) ¥ métrico (nimero de Sflabas y posi- cién de la sflaba acentuada; en el ejemplo: a’ 6) de cada palabra. El cédigo métrico se supone que est silabificado, es decir, habria terminales libres para el encendido, el miicleo y la coda de cada sflaba (Levelt, 1989), El argumento que apoyarfa esta su- posiciGn serfa la restriccién sildbica posicional (véa~ se su descripcién en este mismo apartado) que se observa en los errores de movimiento. Finalmente, Jos seginentos se agrupan de forma incremental en sflabas que se conectan con la informacién métrica de la palabra fonol6gica (que puede ser mayor o me- 1 BéiiouesPirimi*e La produccién del lenguaje / 134 nor que una palabra; por ejemplo: voy a -* /voa/). ‘Tomando de nuevo el ejemplo de casa, el curso de esta operacién serfa el siguiente (donde a es el nodo raiz de la palabra fonoldgica): Me Qo Be @o o oo oo o ie Existen una serie de restricciones generales (de carécter probabilistico) que operan sobre los proce- sos de codificacién fonolégica (Igoa y Garcfa- Albea, 1999): 1. Restriccién fonotdctica: los errores que afectan a unidades fonémicas originan cO- tminmente secuencias permitidas por las re- glas fonotécticas de la lengua. 2. Restriccién de las unidades: las unidades que interacttian en errores fonol6gicos (ras~ gos, fonemas, grupos de fonemas 0 sflabes) son siempre del mismo tipo. a 3. Restriccién de la semejanza: las unidades fonéticas que intervienen en los errores aa nen una elevada probabilidad de compart? rasgos fonéticos distintivos., 4: 4. Restriccién de acomodaciénzlos semen que participan en un error como los Cone tos fonémicos que los acogen ajustan £0° propiedades articulatorias a Ja nuev@ cuencia resultante del error. cones de Ca Pog o1ro lado existen otras restricciones récter espectfico: La sflaba jcional en as: €D 1. Larestriecién sildbica posicional. impone una severa restriccién posi los errores de movimiento de fonemar 97 por 100 de los errores fonéticos 4°) CY tellano los fonemas que son objeto 4° Mn mjento son trasladados a la misma POS de la sflaba que ocupaban originalmen™ ara palo greso! Es para pelo gras? 182 / Pslcologte de lenauale ‘caso en el nticleo). En los errores de fusién, dos elementos Iéxicos (generalmente sind- nimos) se funden en uno solo, originando normalmente una pseudopalabra, Estos da- tos indicarfan que la estructura de la sflaba es un marco de planificacién fonol6gica que se computa de manera previa e indepen- diente a la selecci6n e insercién de segmen- tos fonéticos y guia estos procesos. 2. El efecto del fonema repetido es vin efecto contextual que condiciona la probabilidad de que se produzcan errores fonéticos. La pro- babilidad de error aumenta cuando el con- texto proximo al fonema o fonemas que son objeto de error es similar en la palabra en la ue ocurre el error y en ta palabra que lo ori- gina (Dell, 1988) (Una rebeca roca). Una posible explicacidn se basa en la difusién de Ja activaci6n que se genera entre los niveles de lexemas y sflabas, por una parte, y el ni- vel de los fonemas, por otra. A consecuen- cia de esto ciertos fonemas pueden quedar sobreactivados, lo que aumenta la probabi- lidad de que sustituyan a otros que se en- cuentran en un contexto similar 3, El efecto de lexicalidad también es un efece to contextual que tiene su locus en un inter cambio de activacién (bidireccional) entre los niveles de lexemas y fonemas, El efecto consiste en la mayor probabilidad de que un error fonético dé como resultado una pala- bra, en lugar de una pseudopalabra (Esta rus bia me esta empezandc bee lo a aburrir / Esta llu- 3.4. Generacién de la prosodi del enunciado ca La estructura pros6dica re cuprasegmentales del enunci ropiedades Como las pausss y la duracin de alg tos vocslicos. L; nos segmen 8. La planifica Tnidades 4 este nivel no se halla tnieamerne pues control de Ia estructura sintéctica del enunciado (are SGnstiuye el iNPUECAFACErstCo parse geneva ton fleja las propiedades lado y especifica otras de la prosodia), sino que depende crucialmente de factores de orden pragmitico (ejemplo: No sabia que fueras tan listo (literal versus irénical), Cualquier enunciado es una concatenacién de unidudes métricas que se denominan sintagmas fo- nolégicos. El primer sintagma de este tipo empieza al comienzo del enunciado y termina justo después del primer niicleo Iéxico (los pronombres anaféri cos no son elementos Iéxicos) de un SN (sintagma nominal), un SV (sintagma verbal) o de un SAdy (sintagma adverbial). El siguiente sintagma fonol6- gico comienza en ese punto y termina después del siguiente niicleo léxico, y asf recursivamente. Cualquier elemento situado después del diltimo nd- cleo Iéxico encontrado en el enunciado se afiade al sintagma fonol6gico final Una propiedad caracteristics de este tipo de uni- dades es el acento nuclear; la palabra que constitu- ye el micleo de un sintagma fonolégico posee un ‘acento de intensidad mayor que cualquiera de las ‘otras que lo componen, Jo que tiene un evidente va- lor informativo para la interpretacién del enuncia~ do. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que Ia im- portancia del acento nuclear puede ser minima si existe un acento focal. Ademis, Jos sintagmas fo- nol6gicos establecen Ifmites/fronteras opcionales, que pueden variar dependiendo de la intencién co- municativa de} hablante. Un sintagma entonativo (SE) es una unidad de sentido que contiene uno o mas sintagmas fonold- ‘os y a menudo se extiende a lo largo del enun- ciado completo. Un sintagma de este tipo se carac- teriza por su contomno. El significado prosédico de un SE depehde en gran medida del rono nuclear: el nticleo de un SE es la sflaba que recibe el acento més prominente; éste es el comienzo del tono nu- clear. El tono finaliza en la tittima sflaba del SE con un (ono denominado rono Imire (que también pu de aparecer en una posicién no final, expresando asf que el enunciado no ha terminado, como ocurre cuando estamos haciendo una lista de cosas que comprar: Quiero que compres una barra de pan, me- dio kilo de filetes y una botella de vino). El tono nu- clear constituye un mecanismo que permite focali- zar la atenci6n del oyente en una palabra del SE; ademés, expresa fuerza ilocucional (por ejemplo, © Baetones Pride WZ A AL LS AS BS BS BR OPO oposicién, reafirmacién, etc.). El tono limite tiene otro tipo de funcién ilocucional, o sefiala no finali- zaci6n o indica que el enunciado esté completo. 3.8. Codificacion fonética y articulacién La salida del proceso de codificacién fonolégi- ca es un mareador fonolégico, que puede conside- rarse una secuencia incremental de sflabas, agru- padas métricamente y distribuidas segtin un patrén de acentos. Este marcador necesita ser realizado fonéticamente. El objetivo del sistema fonolégi- co/fonético es preparar tna secuencia de gestos ar- ticulatorios; en esencia, serfan patrones de gestos correspondientes a las sflabas que tienen sus raf- ces en el Silabario La activacién de un gesto en el Silabario co- mienza durante Ja segmentacién fonol6gica. Cada segmento activa todas las sflabas que contienen el segmento. La seleccién de la sflaba diana/objetivo debe esperar hasta que se haya creado la sflaba fo- nol6gica en el proceso incremental de silabificacién. El marcador gestual que corresponde a una sflaba es todavia una entidad abstracta. Es necesario estable- cer parémetros, como la amplitud, que dependen de las propiedades métricas y entonativas del sintagma ola cldusula en que se insertan, Pero también deben establecerse otros pardmetros globales, como la cla- ve y el registro. La clave es el rango de movimien- to en un sintagma fonol6gico, que esta bajo el con- trol emocional del hablante. El registo es el nivel base de la entonacién (por ejemplo, un registro alto expresa vulnerabilidad, deferencia especial o inde- fensi6n). La etapa final de la produccién de palabras es el movimiento del tracto vocal para producir sonidos linglifsticos apropiados. Las estructuras involucra- das en la produccién del habla son los pulmones y Jos misculos que los mueven, la tréquea, la laringe, Ja faringe, la cavidad nasal, el paladar, la lengua, la mandfbula y los labios. Las partes que se encuen- tran por debajo de la glotis proporcionan el aire y la energia para el movimiento. La laringe acttia como una caja de resonancia en la que las cuerdas voca- les vibran de 100 a 200 veces por segundo durante © Déleiones Pirie La produccién del tenguaje / 133 el habla de un adulto, lo que determina la frecven- cia fundamental del sonido producido. El aire pasa a través de la faringe y de la cavidad oral, donde sus resonancias cambian en funcién de la forma de es- tas cavidades y de la posicién de las estructuras que contiene la boca. La cavidad nasal proporciona una fuente de resonancia adicional. Las resonancias del tracto vocal, que se Haman «formantes», estén rela~ cionadas sisteméticamente con las posiciones de los articuladores y con Ta energia que proviene de los pulmones y los miisculos que los rodean. Los articuladores son un grupo inusual de es- tructuras desde el punto de vista de un sistema mo- tor. El niimero de estructuras cuyos movimientos han de ser coordinados, y la rapidez y precisién de tal coordinacién, sobrepasan las de cualquier otro movimiento humano. Existen varias caracteristicas estructurales del sistema que le hacen especialmen= te indicado para esta tarea (metabotismo de 128 bras musculares, multiples fuentes de inervaci6n de los elementos clave, equilibrio entre partes fijas ¥ movibles). Pero también hay caracteristicas de los procesos de control motor que tienien un efecto en & funcionamiento del sistema (Kess, 1992). Bl siste ma, como todo, tiene dos caracteristicas importa” tes: 1) tiene tna capacidad de movimiento tal ave as transiciones entre los puntos finales de 108 be tos articulatorios no estén absolutamente delim das (coarticulacién, integracién de Ia informact Iéxica y fonol6gica en un tinico gesta articulate” y 2) es capaz de autoajustarse para prodiucir SOM * lingiifsticamente relevantes utilizando gesto' alos ccularorios diferentes (acomodacién del siste™2 9 cambios end6genos y exdgenos). La descrip os detalles concretos del proceso que sup one én de los gestos articulatorios abstractos a 1a &j¢°! ede el de los sistemas laringeos y supralaringeos °° ce objetivo de este apartado, pero pueden €O°571 949) algunas revisiones sobre este tema en Levelt yen Kent, Adams y Tamer (1996), 3.6. Monitorizacion gure 4-15 Lo dos sistemas que aparecen en la fig “.," el seris4ntico/sintéctico y el fonolégico/fone™ as 134 / Psicologia de lenguaie én sujetos a monitorizaci6n, pero probablemente de formas diferentes. El hablante puede monitorizar directamente los ‘mensajes que prepara y puede rechazarlos antes 0 después de que su formulacién haya comenzado (Levelt, 1989). Por otro lado, los sistemas respon- ables de la generacion sintdctica (produccién) y del, anélisis sintdctico (comprensién) podrfan coincidir ‘a partir del niveV/estrato correspondiente a los lem- ‘mas, como sugieren Levelt y colaboradores (1999) o Kempen (1999) Es evidente que el sistema neuromotor respon- sable del habla y el sistema neuroactistico que per- mite ¢] anélisis de la sefial auditiva no son idénticos, pero sf existen importantes conexiones entre ellos. como ha sefialado Liberman (1996). El hablante puede darse cuenta de wn error que ha cometido a través de su habla manifiesta o de alguna represe taci6n interna a la que est atendiendo («habla tena»). Levelt (1983) denominé a este mecanismo de feedback el «bucle perceptivo» (véase también McGuire, Silbersweig y Frith, 1996), Este bucleten- drfa una via extema (habla manifiesta) y otra inter na (habla interna). Sin embargo, la nocién de habla {interna resulta imprecisa. La representacién moni- torizada por el bucle interno podria ser el c6digo segmental, el marcador fonolégico o el marcador ar- ticulatorio. Wheeldon y Levelt (1995) emplearon un ingenioso procedimiento experimental que permitia explorar 1a monitorizacién bajo dos condiciones. con tarea secundaria (contar en vor alta) y sin tarea secundaria (presentaban un segmento/cadena [pot ejemplo, fi] un sujetoalemén, seguido de una pa. Jabra en inglés cuya traduccién era conocida poral ‘mismo; la tarea coasistfa en que el sujto veriicara si la palabra correspondiente en aleman contenta el segmento previamente presentado), Y los resultados cobtenidos permitieron concluir que los sujetos mo nitorizan una representacién silabificada (mareador fonolégico). Levelt (1999) sugiere que el sistema de produccién no sélo utiliza este bucle para detectat problemas en a forma dela palabras, sno que tam- bién podria contribuir a la monitorizs eapemanticn litorizacin sintécti- 4, ESCRITURA DE PALABRAS ‘Aunque existen reglas ortogréficas bien defini- das en castellano, nuestra lengua presenta una cle- vada arbitrariedad en lo que se refiere a la escritura (algunos fonemas pueden representarse a través de di- ferentes grafemas, por ejemplo: /k/ — ¢, K, qu; ful > hu, u;no hay ninguna regla que justifique por qué olla se escribe sin hache y hola con hache). Esto hace que algunas palabras slo puedan ser escritas correct mente si poseemios una representacién ortogrifica de ellas, Como en el caso de la lectura, también exis- ten dos nutas que hacen posible la escritura de todas Jas palabras y que compiten entre sf, resultando una otra mas eficaz en funcién del tipo de palabra que vaa ser escrita (véanse, por ejemplo, Cuetos, 1998, y Ellis y Young, 1992). ‘La ruta Iéxica/ortogréfica implica el uso de re~ presentaciones y, por tanto, permitirfa escribir las palabras de ortografia arbitraria y, en general, las palabras conocidas, familiares o frecuentes. La ha- bilidad que poseemos para escribir palabras que no hemos visto nunca (palabras desconocidas, pseudo- palabras) indicarfa que existe otra via/ruta, la fono- I6gica, que compite con la anterior. Asi, las perso- nas que, por una lesién, no pueden hacer uso de ruta ortogréfica (como ocurte en la disgrafia super- ficial) cometen numerosos etrores al escribir pala- bras de ortograffa arbitraria, puesto que emplean para ello la pronunciacién correspondiente a ellas, aunque pueden escribir pseudopalabras 0 palabras desconocidas. El uso prioritario de la ruta ortogré- fica (por lesién en la ruta fonoldgica; como ocurre en la disgraffa fonol6gica) supondrfa, sin embargo, tna gran dificultad para escribir pscudopalabras o palabras desconocidas, mientras que estari preser- vada la capacidad para escribir palabras conocidas (de ortografia arbitraria o no arbitraria). Existen tres formas de eseritura de palabras: la escritura esponténea (generalmente sugerida por un estimulo, por ejemplo. por un dibujo o por una de- finicién), el dictado y la copia, En la escritura de palabras sugerida por un esti- mulo, el significado (sistema semiintico) de este tilti- © Buisiones Picimisie 1 ‘ AS AS BS AS SSCL SS YA LS mo serfa el punto de inicio para Ia escritura, Cuando ja escritura es una habilidad consolidada, en la ma- yorfa de los casos recuperariamos la representacién ortogréfica correspondiente al estimulo (Iéxico orto- grafico de salida), que, a su vez, activarfa los grafe- mas que componen la palabra (registro grafémico), y esto nos permitirfa escribirla finalmente. En este caso estarfamos empleando la ruta léxica/ortogréfica (mar- cada como A en la figura 4.4). Cuando no dispone- mos de una representacién ortogréfica completa de una palabra o cuando las representaciones ortogréti- cas no estan suficientemente consolidadas (como ocurre con los nifios que empiezan a escribir), pode- mos emplear una via/ruta alternativa que supone (par- tiendo también del significado) la activacién de una representacién fonolégica [pronunciacién] de la pa- Iabra (mediaci6n fonolégica, acceso al Iéxico fono- légico de salida), la descomposicién de esa repre- sentacién en fonemas y la conversién de los fonemas en grafemas para llegar a Ja escritura (marcada como Ben la figura 4.4), La produccién del tenguaje | 135 En el dictado la via ms frecuente para llegar a 14 escritura desde In palabra hablada es la que supone el paso por el sistema semintico desde el léxico fo- nol6gico auditivo (o de entrada), la activaci6n d& Ja forma ortogrifica de la palabra en el léxico ortogr- fico de salida y la recuperacién de los grafemas QU corresponden a la palabra en el registro grafémice (véase figura 4.5). A veces, no es necesario el Pas? Dor el sistema seméntico (recuperar el significado), por lo que pasamos directamente del léxico auditv al léxico ortogréfico de salida (escribimos al dict do sin entender las palabras), Las dos vias que here mencionado hasta ahora se emplearfan cuando Palabras son frecuentes 0 conocidas. Si enem0s 4 escribir al dictado una palabra desconocida © \, pseudopalabra, empleamos una via indirect Oe fonolégica), que supone, tras el andlisis peroere Jos la conversién actistico-fonética y la conversion fonemas en grafemas. supone La copia es otra forma de escritura QU° See en- pasar del andlisis visual al léxico ortogrific? Sistema seméntico Léxico fonolégico Léxico ortogréfico Registro fonémico |-——» Conversién fonema-grafema [> | Registro grafémico Escritura Figura 4.4.—Vias/rutas de escritura esponténea (sugerida por un estimulo) de palabras, ‘5 Pasones Piranie 136 / Psicologia del lenguaie trada y de aqui al sistema seméntico (véase también sible. Esta nueva via supone la identificacién de los figura 4.5).A partir del significado se recuperarfa la__grafemas, la conversi6n de grafemas en fonemas (el forma ortogréfica de la palabra (Iéxico ortogréfico uso de las reglas CGF: de conversin grafema-fo- de salida) y los grafemas correspondientes a la pa- nema) y Ja conversién de fonemas en grafemas. labra (registro grafémico). Como antes, también En cualquiera de las formas de escritura que he- ‘existe la posibilidad de no acceder al sistema se- mos descrito se producirfa la seleccién de los gra- méntico; de esta forma podemos reproducir lo es-_femas y su almacenamiento temporal (a corto pla- crito sin entender lo que copiamos (del léxico orto- 20) en el registro grafémico. el acceso awn almacén grafico de entrada al Iéxico ortogréfico de salida 0 alogrifico (que contiene los aldgrafos o las varian- del Iéxico ortogréfico de entrada al Iéxico fonolégi- tes de las letras [maytiscula, mintscula, cur: co de salida y de éste al Iéxico ortogrdfico de sa- va, etc.)) y, finalmente, la recuperacién de los pro- lida). gramas motores en los que se especifica la ‘Nuestra habilidad para copiar palabras descono- _secuencia, direccién y amplitud de los movimientos cidas y pseudopalabras indica que existe otra viapo- a realizar para dibujar los alégrafos. > Estilo hablado Ewtimulo escrito Anilisis acistico {Analisis visual, } comprension | —[Léxico fonolégico} [Lexico onografice i [ y qd Comersign | = y Léxieo fonol6gico PRODUCCION Y repwvotnions [of] 1 Habla ~ Comersion | oemargrafema | ——» | Regisuo gtemico | Eseritura Figura 4.5—Modelo global de procesamiento de palabras (comprensién y produccién). Los dos Iéxicos situados por encima del sistema semantico serfan de entrada, y los dos que estin debajo, de salida. © iio Prise RMB AW RL UR UW RD AD LA RR BA LR EE DE DE BR BR BR Bk BY 5. LA CONVERSACION: UN EJEMPLO. DE COORDINACION Y RECIPROCIDAD La conversacidn es inherenternente interactiva y compleja; por ello, y a pesar de: creciente interés por su estudio, representa el uso del lenguaje en su forma menos controlada (experimentalmente ha- blando) o més esponténea. Por ello, se han disefia- do situaciones en las que existe un cierto grado de control sobre el t6pico de la conversacién y, en al- gunos casos, sobre los elementos léxicos que apa- Feceran con mayor probabilidad. Algunos paradig- mas experimentales emplean secuencias de formas abstractas o figuras sin sentido (Krauss y Weinhei- mer, 1964); otros, figuras del Tan-Gram (Clark y Wilkes-Gibbs, 1986); también se han empleado ma- pas de una isla imaginaria (Brown, Anderson, Shillcock y Yule, 1984) y laberintos (Anderson y Garrod, 1987). ‘La conversaci6n se organiza en torno al estable- cimiento de consenso, lo que, a su vez, impone res- tricciones de coordinacién a los participantes (Garrod, 1999). La estructura de la conversacién pone de manifiesto que los enunciados forman pa- res (adyacentes) (Garrod y Doherty, 1995). Un enunciado como «Buenos dias, ,que tal ests?» pro- duce Ia aparicin de otro como «Bien, gracias». Ast, en el nivel més bésico de planificacién la conversa- ci6n fuerza a los participantes a coordina su proce- samiento pata producir enunciados coherentes. La evitacion de la ambigiiedad requiere también coor- dinacién entre los participantes; el hablante trata de generar enunciados que se corresponden seménti camente con los enunciados que ha tenido que com- prender recientemente. También los participantes de una conversacién tratan de establecer una concep- cién coordinada de su tépico. Los primeros estudios sobre Ja conversucién semi-esponténea entre interlocutores que tratan de describirse mutuamente figuras sin sentido (Krauss y Bricker, 1966) permitieron observar una reduccién en la longitud de las descripciones a medida que progresaba la tarea, lo que parecfa estar relaciona- do con el feedback obtenido por el oyente. Esta re- ducci6n se producia tambign si el feedback se de- moraba o se interrumpfa, lo que sugiere que el © Etisiones Pdi 4a produccién del lenguaje | 137 proceso referencial depende de la coordinacién en- tre comunicantes Otros estudios posteriores, que emplearon. va- riantes de la tarea de Krauss y Weinheimer (también Krauss y Bricker), analizaron cémo cambian las deseripciones sucesivas como resultado de la inte- raccién. Clark y Wilkes-Gibbs (1986) propusieron una explicaci6n alternativa del principio de econo- mfa cognitiva basada en lo que ellos denominaron ‘esfuerzo colaborativo. De acuerdo con este princi- pio, los comunicantes actiian de forma que mainimi- zan el esfuuerzo global y no comienzan necesaria~ mente con una descripcién inicial éptima, Existen distintas razones (restricciones) que justifican esta, forma de actuar: 1) existe presién temporal durante la conversacién; 2) una descripeién puede ser de- masiado compleja para ser dada en un solo turno, y 3) el hablante puede no conocer suficientemente la visién o el punto de vista que tiene el oyente sobre la situacién/contexto. Lo que pone de manifiesto el Principio mencionado es que los patticipantes con- vienen la cantidad justa de informacién (conjunta) para establecer lo que constituye su intencién. Mas alld de la coordinaci6n local entre los distintos cam- bios conversacionales (por ejemplo, pregunta-res- puesta, declaracién-confirmacién), parece haber un proceso global que supone establecer una compren- sién coordinada de lo que los participantes estén in- tentando decir. ‘Empleando como elemento elicitador de 1a con- versacién un tipo especial de laberintos, autores como Anderson y Garrod (1987; Garrod y Anderson, 1987) han intentado caracterizar la conversacién como un proceso de coordinacién entre la salida y Ja entrada. Inicialmente, observaron que los participantes Co- menzaban empleando descripciones que reflejaban un ‘modelo espacial concreto del laberinto (una serie de caminos que enlazan nodos 0 un conjunto de patro- nes visuales o figuras). Sin embargo, cuando dos par- ticipantes en el juego habfan jugado ya alguna parti- da juntos, adoptaban el mismo esquema, ahora més abstracto, 0 incluso estaban coordinados en una va riante particular de éste (por ejemplo, tratar el labe~ rinto como si fuera una matriz, como hacemos en él juego de los barcos). Esto pondrfa de manifiesto que los participantes en una conversacién colaboran para 138 / Psicologia del lenguaje desarvollar un «lenguaje de descripcién» y un Iéxico ajustados al contexto que permiten sostener Ja comu- nicacién sobre un t6pico particular (tendencia mucho mas acusada si consideramos personas que pertene- ‘cen a una comunidad lingiifstica especializada); todo ello nos lleva a considerar la existencia de un intenso trabajo inferencial en esta clase de coordinaci6n. Sobre Ja base de estas observaciones, Garrod y Anderson (1987) argumentaron que la coordinacién conceptual y semntica se deriva de una restricci6n bésica que denominaron principio de coordinacién de salida/entrada. Este principio establece que cuando el emisor produce un enuinciado (salida) to- mardi —donde sea posible— las mismas decisiones (hard tas mismas elecciones) a nivel léxico. sintéic- fico, seméntico y pragmético que fueron requeridas para interpretar el enunciado relevante més recien- te de su interlocutor (entrada). La forma en que la coordinacién de salida/entrada opera efectiva y au- ‘ométicamente en la conversacién (repeticién de ele- mentos, reduecién de esfuerzos en la precision de las descripciones, reduccién drstica de 1a ambi- giledad) sugiere que los procesos de produccién y de comprensién acceden a un conjunto comtin de fepresentaciones asociadas con Ja conversacién ac- tual (Garrod y Doherty, 1994), Los estudios que han empleado mapas imagina- ios como medio de elicitar el intercambio conversa cional (Anderson y Boyle, 1994; Anderson, Bard, Sotillo. Newlands y Doherty-Sneddon, 1997) han con- tribuido especialmente a nuestra comprensi6n de la ‘comunicaci6n referencial. Tras analizar numerosas conversaciones, observaron que los hablantes no uti- lizaban con mayor probabilidad una descripcin in- Gefinida que una definida cuando presentaban por pri- ‘mera vez una localizacién especifica del mapa. Lo que aparecfa claramente es que los participantes tenfan en cuenta su conocimiento mutuo/compartido. Ast, los comunicantes con mayor éxito ponfan a prueba ¢! co- Hocimiento de su interlocutor a través de preguntas explicitas sobre las localizaciones en las que aparecfan ‘con mayor probabilidad descripciones indefinidas. __ Por otro lado, cuando se comparan las conversa~ ciones de personas que pueden verse con otras en las que los participantes no pueden verse, hay wna clara reducci6n de la inteligibilidad y de la cantidad de pa- Jabras en Ja primera condici6n respecto a la segunda, Es decir, el hecho de poder mirar a tt interlocutor per~ mite evaluar el estado de inteligibilidad mutua en un momento determinado y aumenta el grado de inteli- gibilidad global del imtercambio. aun cuando es una condicién que elicita un habla més répida y menos inteligible. Este resultado es compatible con otros que muestran que los hablantes controlan la inteligibili- dad de Jas palabras que producen en funcién de Jo predecibles que pueden ser por referencia al contex- to (Fowler y Housum, 1987; Bard y Anderson. 1994). pero también pone de manifiesto Ja importancia de Jas oportunidades de feedback que tiene el interlocu- tor y cémo éstas estiin relacionadas con la disponibi- lidad de diferentes canales de comunicacién, La idea que hemos manejado en este apartado es, la de coordinacién de informacién (Garrod y Doherty, 195), en vez de la clisica de transferen- cia de informacién (Cherry, 1956), que se basa en la teorfa de Shanon y Weaver (1949). De acuerdo con esta idea, los interlocutores tratan siempre de coor- dinar sus acciones y estaclos (emociones, creencias, planes. intenciones) respectivos. Asf, el procesa- miento del lenguaje desde esta dptica es un intento de coordinar interpretaciones que tienen lugar a dis- tintos niveles. La coordinacién puede fallar, por ta to, en cualquiera de ellos, en el nivel més superficial, el del enunciado (como en el ejemplo del maestro que dice «la motivacién de logro» y lo que entien- de el nifio de primaria «la motivacién del ogto»), en, el léxico (las personas identificamos aproximada- mente e] 60 por 100 de las palabras dentro de una conversacién; Bard y Anderson. 1983). en el nivel sintéctico (ambigitedad estructural) o. finalmente, ene nivel de Ta intencidn (0, si se prefiere, en el re conocimiento de la intencién comunicativa), La caracterizacién de la conversacién en térmi- nos de la nocién de coordinacién serfa insuficiente siconsideramos en profundidad las conclusiones de los trabajos que hemios presentado: por ello se ha propuesto otro rasgo inherente a ta misma, la reci- procidad (Krauss y Fussel, 1996). La conversacisn es considerada un proceso en el que existe coordi- nacién de estados de informacién y desarrollo/eje- cucién a través de ucciones reciprocas de los parti- cipantes (Garrod, 1999) © Eakins sine MB WA AW WS UD AD AL UR AR DR GL EE EE EE BE BR ER BR Be La producién del fenguaje | 139 RESUMEN Pueden establecerse una serie de procesos que for- marian parte del sistema de produecién del lenguaje (conceptualizacién, codificacién gramatical, codifica- cién morfofonolégica, codificacién fonética, articula- cin y monitorizaci6n). Por otra parte, se asume que cada uno de estos procesos pueden darse en paralelo y de forma contingente. Asf, lo tinico que necesitaria wn médulo inferior para empezar a funcionar seria dis- poner de alguna parte 0 fragmento del nivel superior. La metodologia observacional ha predominado tradicionaimente en el érea de la investigaci6n sobre la produccién, aunque actualmente se emplean con mayor profusién métodos y técnicas que permiten estudiar el curso temporal del procesamiento. El es- tydio de los errores esponténeos del habla ha pro- porcionado datos que han permitido el desarrollo de Jos modelos que tratan de explicar los procesos im- plicados en la produccién del lenguaje. Por esta ra- z6n, se describe al principio del tema una clasifica- cién de los errores espontneos en espaiiol que se basa en dos criterios: el tipo de elemento afectado por el error (unidades subléxicas, léxicas y supra- Iéxicas) y su naturaleza. Respecto al segundo crite- rio, Ja naturaleza del error, se establece una prime- ra distinci6n general entre errores contextuales 0 de movimiento (que suponen una modificacién en el orden de los elementos de Ia expresién hablada) y exrores no contextuales (que no tienen su origen et el contexto lingtifstico inmediato) ‘También se ha presentado al comienzo del tema tun modelo que incorpora los componentes bésicos del sistema de procesamiento implicado en la pro- duccién (Levelt, 1999) y que consiituye el marco de referencia para todos los apartados posteriores. A diferencia del modelo anterior de Levelt (1989), enel que la codificaci6n gramatical y la fonoldgica se agrupaban como componentes del formulador (una propuesta adecuada desde un punto de vista lin- glifstico), en este modelo se establecen dos sistemas de procesamiento, el sintéctico-seméntico-ret6rico (simb6lico) y el sistema fonoldgico-fonético (for- mal), lo que resulta més adecuado desde el punto de vista evolutivo y procesual © isones Prime En la conceptualizaci6n, el mensaje del hablante debe ser entendido en términos del estado actual de Ja accién coordinada que supone el uso del lenguaje ‘en una situaci6n de interaccién. De esta forma, asu- mimos que los patticipantes ejercitan sus «teorfas de Ja mente» para monitorizar el estado de la informa- ci6n mutuamente compartida. Dada la intencién co- municativa, el hablante centra su atencién en algo especifico que debe ser expresado, que seria el foco etual (macroplanificacién). Para desplazarse al si- guiente foco, entrarfa en juego la teorfa de la mente del hablante. Por otro lado, el hablante trata también de guiar el cambio de foco en el interlocutor. La pre~ paracién conceptual es algo més que la toma de una Gecisién sobre qué decir y en qué orden decitlo; cada pieza de informaci6n necesita tomar forma para ser formulada (microplanificacién), En la codificacién gramatical las unidades de planificacién posibles serfan la cldusula finita (pr6- xima a la estructura gramatical) y 1a cldusula basi- ca (préxima a Ia estructura conceptual). La codifi- cacién gramatical se inicia cléusula por cléusula; una vez planificada una cléusula; otros procesos se ocupan de la codificacién de los sintagmas com- ponentes; a medida que cada sintagma es codifica- do, es remitido a su vez a otros procesos que se en- cargan de la codificaci6n fonol6giga palabra por palabra. De esta forma, el procesamiento es incre- mental y jerérquico en cascada. El proceso de ge~ neracién de esta estructura superficial esté en gran parte guiado por la informacién Iéxica: los concep- tos (lexicalizables) presentes en el mensaje activan los lemmas (y sus propiedades sintécticas) corres- pondientes en el léxico interno. La codificacién gra- ‘matical consistirfa en conectar cada uno de estos lemmas para formar una estructura sintictica ajus- tada al mensaje preverbal (composici6n sintéctica). Por otro Jado, existen distintos factores (conceptua~ les, léxicos y sintécticos) que determinan Ia elecci6n de una estructura sintéctica para expresar un men- saje. En el modelo de Bock y Levelt (1994) se es- tablecen dos niveles de procesamiento en la co- dificacién gramatical: el nivel funcional y el nivel 440 / Psicologta de! lenguaje posicional. El nivel funcional seria el nivel de pro cesamiento en e) que se acoplan las representacio- nes Conceptuales de] mensaje con las representa- ciones gramaticales y léxicas més abstractas del enunciado. El nivel posicional incluirfa la recupe- raci6n de las formas léxicas (lexemas) a partir de los Jemmas seleccionados, la construccién de la estruc- wwra de constituyentes y Ia asignacién de sufijos y particulas gramaticales que marcan las propiedades morfolégicas de las palabras, En el sistema de produccién del habla el marca- dor articulatorio (a salida del SFF: sistema fonolé- gico-fonético) es generado en dos fases. En la pri- mera, el hablante genera un marcador fonol6gico, en términos de segmentos y rasgos (cédigo seg- mental y métrico), en el que la stlaba es la unidad pasica y que posee una estructura jerdrquica simple (palabras fonolégicas y sintagmas), a partir del c6- digo morfofonoldgico, En Ia segunda se recuperan del Silabario los gestos articulatotios correspon- dientes a las sflabas para dar a éstas una forma ajus- sada al contexto en el que aparecen. En los procesos de codificacién fonolégica existen una serie de res. sricciones de carécter 6 eas general y también algunas es- iagmatico, El marcador morfofonol “ LS giec it - 0d fonéticamente. El obje Poaceae |etivo del sistema fonolé- gico/fonético es preparar una secuencia de gestos articulatorios; en esencia, serfan patrones de gestos correspondientes a las sflabas que tienen sus raices en el silabario. Sin embargo, estos gestos son toda- via entidades abstractas que necesitan mayor espe- cificacién, a través de un proceso que consiste en la asignacién de valores a una serie de parsimetros. La etapa final de la produccién de patabras es el movi miento del tracto vocal para producir sonidos Tin- gilisticos apropiados. Este esboz0 del proceso de produccién seria in- completo si no consideréramos la monitorizacién que afecta a los sistemas seméntico/sintictico y fo- nolégico/fonético, puesto que existe evidencia de que los hablantes pueden monitorizar directamente los mensajes que preparan y pueden rechazarlos an- tes o después de que su formulacién haya comen- zado. En relacién con la escritura de palabras, se han descrito dos vias/rutas que hacen posible la escritu- ra de todas las palabras: la ruta léxica/ortogratica, que implica el uso de representaciones y, por tanto, petmitiria escribir las palabras de ortogeafia arbi. traria y, en general, las palabras conocidas, familia. res o frecuentes. La habilidad que poseemos para escribir palabras que no hemos visto nunca indica. ria que existe otra via/tuta, la fonolégica, que com. pite con la anterior. También se han explicado los procesos implicados en la escritura espontanea (ge neralmente. sugerida por un estimulo), el dictado y la copia. ° Finalmente, se ha tratado la problematica del es- tudio de la conversacién, que representa ef uso del Ienguaje en su forma menos controlada. La caracte- rizaci6n de la conversaci6n en términos de la nosién de coordinacién parece insuficiente, si considers, mos en profundidad las conclusiones de los trabajos que se han revisado; por ello se ha propuesto otto rasgo inherente a la misma, la reciprocidad. De esta forma, la conversacién se considera un proceso en el que existe coordinacién de estados de informa, cidn y desarrollo/ejecucién a través de acciones te. iprocas de los participantes. © BeicionesPirimids La produccién dt languajo | 144 PREGUNTAS DE AUTOEVALUACION 1, Explique las diferencias existentes entre los errores de movimiento y Jos emrores n0 Con- textuales. {Qué clase de errores han servido para de- mostrar que la planificacién en la codifica- cin gramatical no se hace palabra a pala- bra o fonema a fonema? 3. (Bin qué consisten los errores de amticipacién? 4. Recuerde algiin error de fusién que haya cometido o que haya ofdo. 5. Deseriba brevemente los procesos de ma- croplanificacién y de microplenificacién en Ta conceptualizacion. 6. {Cudles son las diferencias eatze las cldu- Sulas finitas y las cléusulas basicas? 7. {Por qué decimos que el procesamiento en Ta codificacién grammatical es incremental y Jerérquico en cascada? 8. {Qué pondrfa de manifiesto un fendmeno como el «tenerlo en la punta de la lengua»? 9. Explique la diferencia que existe entre un Jemma y un lexema. 10. Describa brevemente el proceso de selec- cidn de los lemmas. p 11. {Qué operaciones tienen lugar en Jos nive- Ies funcional y posicional en el modelo de Bock y Levelt (1994)? 12, Indique cul serfa el cédigo métrico y seg- mental de las palabras «mesa» y «raténn. 13. {Quées la restriccién sitébica posicional y qué implicaciones tiene? 14, {Qué caracteristica presenta el micleo de tun sintagma fonolégico? 15. 4C6mo escribimos palabras de ortografia arbitvaria? 16, Si la via ortogréfica no es funcional, gqué exrores se cometerfan en la escritura de pa- labras de ortografta arbitraria? 17. Por otro lado, si una lesin afecta a la via fonol6gica, {qué consecuencias tendrfa esta lesi6n? 18, Deseriba los procesos y las vias posibles gue permiten la escritura al dictado. 19, {Qué limitaciones tienen los estudios sobre la conversaci6n? 20. Explique brevemente el principio de coor- dinacién de salida/entrada que hemos ‘mencionado al tratar la conversaci6n. LECTURAS RECOMENDADAS Belinch6i, M., Riviére, A. e Igoa, J. M. (1992). La produccién del discurso y la conversacién. En M. Belinchén, A. Rivigre y J. M. Igoa (Bds.), Psicologia del lenguaje: Investigacién y Teor Madrid: Trotta, pp. 629-693. Bock, K. y Huitema, J. (1999). Language production. Ea S. Garrod y M. Pickering (Eds.), Language proces- sing. Hove: Psychology Press, pp. 365-388. Bock, K. y Levelt, W. J. M, (1994), Language production: Grammatical encoding. En M. A. Gernsbacher (Ed), Handbook of Psycholinguistics. London: Academic Press, pp. 945-984. Fromkin, V. A. y Bemstein, N. (1999). Produecién det len- guaje. En JBerko y N. Bemstein (Eds ), Pscolingitica. Madrid: McGraw-FBll, pp. 329-368. (© Baicrones Pirie goa, J. M. y Garefa-Albea, J.B, (1999). Unidades de plani- ficacin y niveles de procesamiento en Ia produccién del lenguaje. En M. de Vega y F. Cuetos (Eds.), Psicolingis- tica del espariol, Madtid: Trott, pp. 375-468. Garefa Vidal, J.y Gonzflez Manjén, D. (2000). Difcultades de aprendizaje e intervencién psicopedagdgica. Lectura ‘yescritura, Voll. Madrid: EOS, pp. 87-111 Garrod, S. (1999). The challenge of dialogue for theories of language processing. En S, Garrod y M. Pickering (Bds.), Language processing. Hove: Psychology Press, pp. 389-416. Levelt, W. J. M. (1999). Producing spoken language: @ ‘blueprint ofthe speaker. En C. M. Brown y P, Hagoort (Bds.), The Neurocognition of Language. Oxford Oxford University Press, pp. 83-122.

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