LA CAJA NEGRA – EL RESCATE DE LA CONFIANZA EN EL VOTO
La democracia se basa en la confianza y sin confianza ninguna democracia
puede sobrevivir. La confianza no se decreta, se construye, se trabaja, se brega con acciones honestas, coherentes, continuadas y auténticas. En las actuales circunstancias extraordinarias y de graves turbulencias que vive el ciudadano, se centra la mirada en una confluencia de procesos y acciones que pueden conllevar, más tarde o más temprano, a un proceso electoral para designar al presidente que dirija la nación luego de la etapa de transición. Pero, el ciudadano común no está convencido de la idoneidad y pulcritud de nuestro sistema electoral vigente, y no deja de expresar sus profundas dudas acerca de la imparcialidad del organismo rector, así como de la inicua estructura legal y material con la cual opera, amén de la competencia moral de muchos de los actores activos en dichos procesos. Se hace imperioso analizar todas esas aberraciones para poder tomar las medidas necesarias y suficientes con el fin de Rescatar la Confianza en el Voto como el medio ideal para dirimir las esenciales controversias que se generan dentro de toda comunidad en un sistema democrático. Creemos que se vive el momento de la Sociedad Civil, sin ser alérgicos a los Partidos Políticos necesarios en toda democracia. Entendemos la figura de Sociedad Civil como la integración de individuos o agrupaciones de personas que buscan en su accionar el bien común, sin pretensiones de poder y mediante un espíritu de servicio. Pensamos en los Gremios, Sindicatos, Universidades, Academia, Asociaciones de Vecinos, Asociación de Profesores, Centros de Estudiantes, ONG´s, etc. A la Sociedad Civil le toca liderar el Rescate de la Confianza en el Voto erigiéndose como la vía más idónea para lograr esta difícil tarea. A este cuerpo le incumbe asumir todas las gestiones y acciones para lograr a) la identificación de ciudadanos idóneos a ser propuestos para ocupar los cargos principales del Organismo Electoral, quienes serán posteriormente designados y juramentados, para asumir esas responsabilidades, por la Asamblea Nacional; de esta manera se logrará el reconocimiento de un CNE íntegramente imparcial, y b) la aprobación por parte de la Asamblea Nacional de los ajustes o enmiendas al cuerpo legal propuestos por la misma Sociedad Civil. Veamos las principales situaciones o elementos que han mermado la confianza del elector en el actual sistema electoral. La finalidad de este análisis es la de señalar los vicios, acciones o instrumentos que lo han transformado y mutado en una CAJA NEGRA, que oculta o que no permite que se manifieste la verdadera voluntad del elector, aunada a la violación continuada de leyes y reglamentos. Este preocupante parecer o impresión de la gran mayoría de los electores, lo han detectado encuestas de distintas índoles y orígenes, en las cuales más del 50% declara no confiar en el CNE. Además, la violación continuada de leyes y reglamentos hacen la caja más negra: 1. La actual composición del Directorio del CNE viola en forma flagrante la CRBV. Son inaceptables relaciones equilibradas o fórmulas similares (soluciones cosméticas). 2. El sistema automatizado tuvo irregularidades en su nacimiento. El 14 de febrero 2004 se formó el consorcio Smartmatic/Bizta/Cantv. En pocas horas el comité de licitación parcializado leyó miles de páginas de las ofertas de empresas internacionales y propuso otorgarle la Buena Pro a este consorcio nacional, a pesar de no tener ninguna experiencia previa en estos asuntos electorales, decisión que se materializó con el voto favorable de los tres rectores oficialistas contra los dos votos de los rectores opositores. El gobierno venezolano era el principal accionista de Bizta que preparó el software, mientras que Smartmatic contrató con Olivetti máquinas utilizadas en loterías, las cuales deberían estar disponibles en pocos meses. 3. El proceso del Referendo Revocatorio del 15 de agosto 2004 está envuelto en un manto de muchas irregularidades. a. Las auditorías en caliente y en frío de los votos han tenido mucha reprobación y no han podido avalar los resultados oficiales. b. Se han publicado trabajos científicos arbitrados que alegan un cúmulo indiciario de manipulación de resultados y que por cierto han conllevado al nacimiento de una técnica de análisis electoral que se está utilizando internacionalmente y que se denomina Electoral Forensics (Ver los artículos en la revista arbitrada Statistical Science: https://projecteuclid.org/euclid.ss/1330437930): i. Como el CNE ha invertido la carga de la prueba, al exigir que el que alega un fraude tiene que probarlo por sus propios medios y sin tener a mano los documentos electorales oficiales como las urnas electorales con los comprobantes de votación, el software o los cuadernos electorales, la única manera de demostrar que los resultados oficiales eran fraudulentos ha sido por medio de la matemática estadística. El CNE había hecho públicos una serie de datos que ya no podía ocultar y que podían ser muy útiles a la hora de analizar la veracidad de los resultados. De esos datos, y gracias a los esfuerzos de algunos científicos, se conformó un grupo de artículos que concurren y comprueban, en su conjunto, que los resultados que reportaron las máquinas de votación eran fraudulentos; producto de un fraude electrónico masivo. ii. Entre éstos mencionamos artículos publicados por revistas internacionales arbitradas: • Distintos comportamientos de los resultados en centros con máquinas vs. centros manuales del mismo vecindario electoral. En este trabajo de Guillermo Salas y Gustavo Delfino, Rodrigo Medina presenta el Coeficiente de Correlación que comprueba dicha hipótesis. • La Ley de Newcomb-Benford señala resultados no explicables demostrados en trabajos de varios científicos. • Discrepancias entre Dos Exit Polls y los Resultados Oficiales elaborado por Raquel Prado y Bruno Sansó. • A Statistical Approach to Assess Referendum Results: the Venezuelan Recall Referendum 2004, por Maria M. Febres Cordero y Bernardo Márquez. • Los Logs de transmisión demuestran la bidireccionalidad del sistema entre máquinas y servidor durante gran parte de la duración del proceso de votación y disparidad entre las magnitudes de los bytes salientes y entrantes en un trabajo elaborado por Isbelia Martín. c. Estas experiencias han debido permitir en posteriores eventos electorales la presencia de una auténtica Observación Electoral, nacional e internacional, capacitada para evaluar con el tiempo suficiente y en profundidad los aspectos tecnológicos de unas Infoelecciones, procesos distintos a los tradicionales, en los cuales la observación se limita a constatar la libertad de votar y el grado de la presencia o ausencia de la arbitrariedad del poder. 4. Auditorías incompletas, ya que no son más que visitas guiadas. En el Art. 445 del Reglamento de la LOPRE se precisa que para cada proceso electoral el CNE “establecerá el procedimiento para la certificación de los procesos del sistema electoral automatizado en cada una de sus fases, garantizando la observación de las o los representantes de las organizaciones postulantes”. Es decir, lo que se permite es observar, actitud pasiva. En toda verdadera auditoría es el auditor y no el auditado quien pone los procedimientos, hecho este último que anula el sentido de una auditoría como en el caso que nos ocupa. 5. El Código Fuente de las máquinas es propietario (o, privativo), por lo tanto, no es abierto y no puede ser auditado. La verificación del hash solo indica que no ha sido alterado. 6. El innecesario Laptop a la entrada del Centro Votación (ver Art. 312, numerales 1 y 4 del Reglamento) dotado de antenitas, le permite al CNE obtener: a. Información en tiempo real del flujo de votantes. Comparación con distintas bases de datos para olfatear la posible composición de los electores. Constancia de electores que no han acudido a determinada hora al centro. Operación Remolque, entre otras irregularidades b. En la Auditoría del Sistema de Información al Elector (SIE) del 5 de septiembre de 2012, está inserta una inexplicable solicitud de un representante de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de recibir el análisis del comportamiento y perfil del elector venezolano, pero posteriormente al proceso electoral, cuando el oficialismo lo obtiene en tiempo real, y además, cuando sabemos que tan solo con la C.I. dicha información está mucho más detallada. 7. El REP, su evolución – crecimiento no orgánico en tiempos en los que votar ya no es obligatorio. a. En la auditoría que CAPEL intentó realizar en el año 2005, el CNE no pudo documentar satisfactoriamente la presencia en él de más del 56% de los electores sorteados. – Se puede leer en Wikileaks que el director de CAPEL, Ricardo Valverde, declaró ese año que el REP no está en capacidad de sustentar elecciones confiables. b. El CNE nunca cumplió con el Parágrafo Único del Art. 95 de la LOSPP que facultaba a los partidos políticos o grupos de electores de pedir “la residencia del elector con todos los detalles de su ubicación exacta, …”. Ante una solicitud de acción de habeas data introducida por un grupo de ciudadanos de la Red de Veedores de la UCAB en agosto de 2000, el TSJ, en ponencia de Jesús Cabrera, dictaminó que para solicitar alguna información específica del CNE el solicitante debe estar facultado para ello por alguna norma legal. Los veedores no la tenían, sin embargo, los partidos políticos sí la tenían, pero, durante 9 años, nunca la ejercieron pudiendo fundamentarse en esta decisión (Exp. N0 00- 2378 del 23 de agosto 2000). El régimen cerró esta puerta al redefinir el contenido de los datos de cada elector en el nuevo Art. 30 de la LOPE del 12 de agosto 2009 precisando que la dirección del elector será indicada solo por la entidad federal, municipio, parroquia o comuna. Pero, esta norma agregó el requisito de incluir la huella dactilar, la cual según la auditoría del 24 de septiembre de 2012 no la tenían 1.513.164 electores. c. Consecuencias: i. La distorsión demográfica es una de los efectos negativos y que incide en la elaboración de la muestra que es utilizada en los trabajos de campo por los encuestadores. Ésta no puede ser representativa al basarse en un universo poblacional falseado. ii. El problema de las migraciones arbitrarias y la destrucción de los vecindarios electorales naturales, donde todas las mesas de un mismo centro deberían mostrar un comportamiento similar. Eso puede afectar la representatividad de las mesas sorteadas a someterse a la verificación ciudadana, por cuanto su resultado no es parecido al de las otras mesas del centro. iii. Temas: duplicidad, electores virtuales, fallecidos, extranjeros que no califican por no estar ni siquiera residenciados en el país. d. No se presentan los documentos que soportan las inscripciones, migraciones y depuraciones del REP. No se permite el acceso a los archivos físicos de la ONIDEX y ahora del SAIME para hacer verificaciones selectivas. 8. La Verificación Ciudadana a. El Voto que debe reflejar la real voluntad del elector no es el Papelito que emite la máquina. Resulta que el Papelito es un simple comprobante que luego es colocado en una “caja de resguardo” y no en una “urna”: Art 313, numeral 8 del Reglamento de la LOPRE. En el aberrante sistema vigente el Voto está en un chip dentro de la máquina que fue colocado en él mediante una pantalla táctil a escogencia del elector. La urna es la misma máquina. b. El Acto de Escrutinio es literalmente Público según el Art. 140 de la LOPRE, pero, al mismo tiempo es Automatizado, Art. 141, es decir, la máquina cuenta los votos y los acumula a cada opción. El público presente observa solamente el cascarón de una máquina electrónica y debe entender que se hizo el escrutinio al salir impresa de la máquina un acta, denominada Acta de Escrutinio. c. Internacionalmente se solicita que en estos procesos electrónicos se produzca una traza de papel (Paper Trail), para poder verificar, cuando así se estime necesario, la concordancia de los votos impresos en la traza con los votos totalizados por la máquina. d. En cambio, para la LOPRE (Art.162 de la Ley y Art. 441 del Reglamento) la Verificación Ciudadana es un procedimiento que se “limita a una revisión de los comprobantes de votación con relación a los datos contenidos exclusivamente en el acta del acto de votación elaborada por los miembros de mesa” (No menciona el término Acta de Escrutinio). Esta revisión no se refiere a los Votos, sino al Comprobante y no se considera escrutinio, ni forma parte de ese acto (Art. 437 del Reglamento). e. La consecuencia de esta disposición es que en caso de una discrepancia numérica el valor impreso por la máquina prevalece por sobre la verificación visual de los comprobantes. El efecto de este novísimo “Acta mata Votos”, institucionalizado, fue anunciado en rueda de prensa por Tibisay Lucena y sustentado por decisión del TSJ en Sala Electoral del 16 de mayo 2006 (Exp. N0 AA70-E-2005-000101). f. A pesar de estar prevista a ser realizada en aprox. 54% de las mesas escogidas por Sorteo, cifra absurda que esconde el nulo valor, la Verificación Ciudadana trata de aparentar seguridad y confianza en el resultado. Pero, en el fondo es una burla al elector. Y la pregunta es válida del porqué deben guardarse los comprobantes, que no tienen ningún valor probatorio, en una caja de resguardo, después de haber constatado la cantidad de electores que votaron según el cuaderno de votación, en los casos en los que se cumplió de esta manera con el Art. 338 del Reglamento de la LOPRE. Si no tienen ningún valor probatorio del Voto verdadero, ¿por qué castigar al elector que destruye dicho papelito? 9. El captahuella representa un elemento intimidante, y adicionalmente, se ha comprobado que no garantiza el principio de Un Elector Un Voto. Además, que implica un acto de fe del votante para aceptar la pretendida separación del número de la cédula, el voto y la huella en el chip. El SAI constituye en el fondo un cuaderno de votación electrónico, por cierto, información ésta que nunca ha sido auditada. No se verifican las huellas de los cuadernos de votación, ni las incidencias cuando no hubo coincidencia de las huellas al votar. 10. No se auditan: a. los cuadernos físicos de votación, antes y después de cada elección; b. los registros o logs de transmisión de las máquinas de votación; c. las memorias internas y los pendrives que constituyen una evidencia para determinar la cantidad de los votos múltiples. 11. La Infraestructura Electoral – Necesaria reducción de Centros de una y dos mesas en las zonas urbanas. Realidad de ello es la escasa supervisión de la oposición por hacerse más compleja la logística del control. Como ejemplo se menciona la parroquia 23 DE ENERO que de sus 57 centros el 55% son de una o dos mesas, distribuidos en un área de 3,2 km2 donde muchos de estos centros están a menos de 100 m de otros más grandes. 12. La Falacia de los Quick Counts. Se toman actas de escrutinio de las máquinas según un esquema que trata de ser representativo, pero no aporta la necesaria verificación, solo adelanta los resultados oficiales. 13. La totalización no es inmediata y los resultados se presentan con incomprensible tardanza y hasta incompletos (Ver proceso del Referendo Constitucional del 2 de diciembre 2007). 14. No mencionamos otros elementos que disminuyen la confianza en el proceso: a. El abuso del poder: utilizando los medios de comunicación, los activos del estado. b. Plan República en actividad dentro de los centros. c. Figura del Coordinador del Centro no prevista en la ley. d. Designación del Operador del Sistema Integrado por el CNE cuya función es la de operar la máquina electrónica de votación. e. Carnet de la Patria: mecanismo de control y chantaje electoral. f. El voto asistido. g. Puntos Rojos. h. Promesas de Pagos y Bolsas CLAP. i. Negación de la observación nacional e internacional independiente. Solo acompañamiento. j. Aspectos normativos de las leyes y reglamentos, cuyo incumplimiento hacen la caja más negra. k. Centros abiertos en tiempos en los cuales no hay electores en cola y después de la hora de cierre estipulada. l. Selección de los miembros de mesa. Crear Delitos Electorales la no comparecencia de los miembros escogidos por sorteo con la debida antelación.