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El libro de Números se deriva del hecho de que los hijos de Israel fueron contados dos veces. El capítulo diez es la continuación del relato de la peregrinación de los israelitas desde Egipto hasta Canaán, la cual se interrumpió en Éxodo 19. En su peregrinación desde el monte Sinaí, los israelitas habían planeado viajar hacia el norte y entrar en Canaán por los límites del sur. Pero se asustaron por el informe de los espías quienes hablaron del gran tamaño de los habitantes de la tierra. Como r
El libro de Números se deriva del hecho de que los hijos de Israel fueron contados dos veces. El capítulo diez es la continuación del relato de la peregrinación de los israelitas desde Egipto hasta Canaán, la cual se interrumpió en Éxodo 19. En su peregrinación desde el monte Sinaí, los israelitas habían planeado viajar hacia el norte y entrar en Canaán por los límites del sur. Pero se asustaron por el informe de los espías quienes hablaron del gran tamaño de los habitantes de la tierra. Como r
El libro de Números se deriva del hecho de que los hijos de Israel fueron contados dos veces. El capítulo diez es la continuación del relato de la peregrinación de los israelitas desde Egipto hasta Canaán, la cual se interrumpió en Éxodo 19. En su peregrinación desde el monte Sinaí, los israelitas habían planeado viajar hacia el norte y entrar en Canaán por los límites del sur. Pero se asustaron por el informe de los espías quienes hablaron del gran tamaño de los habitantes de la tierra. Como r
Nombre: Derivado del censo de Israel. Lección Central: La incredulidad impide la entrada a la vida abundante. El título El nombre español del cuarto libro del Pentateuco procede del latino Liber numerorum ("libro de los números"), tomado a su vez del griego Arithmo (LXX), que significa "números". Es obvio que este título responde a la presencia en el texto de dos censos del pueblo de Israel (cap. 1 y 26), al reparto del botín de guerra tras la victoria de los israelitas sobre los madianitas (31) y a ciertas precisiones de orden cuantitativo relacionadas con los sacrificios y las ofrendas (7; 15; 28–29). En hebreo, el título del libro es Bemidbar (lit. "en el desierto"), referencia expresa a la región sinaítica en la que se desarrollan los acontecimientos objeto de la narración. Contenido del libro En Números (=Nm) se pone de relieve la personalidad y la obra de Moisés, el gran libertador y legislador del pueblo de Israel. A esta misión, asumida por él desde el principio, añade ahora la de organizar a los israelitas y guiarlos durante los años de su peregrinación en busca de la Tierra prometida. En el cumplimiento de este cometido, Moisés, que siempre actuó con total fidelidad a Dios y motivado por el amor a su pueblo (14.13–19), se sintió a veces abrumado por la pesada carga moral de su responsabilidad (11.10–15) y la incomprensión de la gente que lo rodeaba. Hasta sus mismos hermanos, Aarón y María, lo criticaron y murmuraron contra él, que era persona mansa, «más que todos los hombres que había sobre la tierra» (12.3). Con todo, Moisés no cejó ni un instante en su empeño y hasta el fin de sus días siguió velando por Israel. Cuando vio ya acercarse el momento de su muerte, tomó las precauciones necesarias para que su sucesor, Josué, pudiera llevar a buen fin la encomienda de arribar a la Tierra prometida y tomar posesión de ella (27.15–23). En contraste con la figura señera de Moisés, la conducta de los israelitas se describe en Números con rasgos bastante negativos. Ciertamente de Egipto había salido una «gran multitud de toda clase de gentes» (Ex 12.38), las cuales comenzaron a constituir en el desierto una colectividad alentada por los mismos intereses y un destino común. Pero con los agobios del penoso caminar hacia una meta todavía desconocida y que debía parecerles siempre lejana, aquellos liberados de la amarga cautividad egipcia protestaban y se rebelaban una y otra vez. En sus quejas, incluso añoraban como mejores tiempos los pasados en esclavitud. Con todo ello no cesaron de provocar la ira de Dios, y atrajeron mayores desventuras sobre Israel (cf., p.e., cap. 14). Sin embargo, pese a tan constantes faltas de fidelidad, el Señor no dejó de manifestárseles compasivo y perdonador: así Jehová, hablando con Moisés «cara a cara... y no con enigmas» (12.8), lo escucha cuando intercede a favor del pueblo, cuando le ruega que perdone a los culpables (11.2; 12.13; 14.13–19; 21.7). Composición El relato, manteniéndose en la misma línea histórica del Éxodo, informa de los movimientos de Israel posteriores a su permanencia en el Sinaí y hasta la llegada al Jordán: los preparativos para reanudar el camino (cap. 1–8), la celebración de la Pascua (cap. 9), la marcha del Sinaí a Moab (cap. 10.11–21.35), la permanencia en Moab (cap. 22–32) y las instrucciones que Moisés da al pueblo junto al Jordán (cap. 33–36).. MÉTODO CRÍTICO 1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL LIBRO? Moisés 2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? 1406 a siglo XIII a.C. 3) ¿A QUIÉN FUE ESCRITO? A Israel y a nosotros 4) ¿DE DÓNDE FUE ESCRITO? Desierto del Sinaí MÉTODO HISTÓRICO ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO? El libro de Números se deriva del hecho de que los hijos de Israel fueron contados dos veces. El capítulo diez es la continuación del relato de la peregrinación de los israelitas desde Egipto hasta Canaán, la cual se interrumpió en Éxodo 19. En su peregrinación desde el monte Sinaí, los israelitas habían planeado viajar hacia el norte y entrar en Canaán por los límites del sur. Pero se asustaron por el informe de los espías quienes hablaron del gran tamaño de los habitantes de la tierra. Como resultado de eso, anduvieron vagando por el desierto durante 40 años y finalmente entraron en Canaán por el este, cruzando el río Jordán. Las experiencias de esos años en que vagaron por el desierto están registradas en este libro.
Este libro toma su nombre de la Septuaginta porque se trata de una
enumeración de los censos del pueblo de Israel, aunque su contenido principal es la peregrinación de los israelitas desde el monte Sinaí, donde se promulga la Ley, hasta la tierra prometida, Canaán. El relato está llenos de vicisitudes. En la exploración a la tierra prometida, la cobardía y el desaliento plasman el informe de los espìas al hablar del gran tamaño de sus habitantes; luego describe las experiencias de los 40 años del pueblo en el desierto. Números también describe la santidad y la soberanía de Dios al presentarlo como un Ser celoso y misericordioso que exige obediencia y fidelidad de parte de su pueblo. MÉTODO PANORÁMICO 1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? Un llamado a la obediencia y santificación, el no murmurar y el funcionar bajo autoridad. 2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Relatar la historia de cómo Israel se preparó para entrar en la tierra prometida, cómo pecaron y fueron castigados, y cómo se prepararon para intentarlo de nuevo. TEMAS: FIDELIDAD DE DIOS, REBELDÍA HUMANA, PEREGRINACIÓN EN EL DESIERTO, CENSO DEL PUEBLO. COBERTURA HISTÓRICA: Cuarenta años, un período dentro del que murió la generación que salió de Egipto. TÍtulo: “Causa y efecto de dos generaciones” Versículo Clave 14:30,31 “Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juréque os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun. Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis”. Contexto Histórico de Números La mayoría de los acontecimientos del libro se llevan a cabo "en el desierto". La palabra "desierto" es usada cuarenta y ocho veces en Números. Este término se refiere a la tierra que contiene poca vegetación o árboles, y debido a una escasez de lluvia, no puede ser cultivada. Esta tierra es mejor usada para alimentar a rebaños de animales. En el 1:1-10:10, Israel acampó en "el desierto en Sinaí". Fue en Sinaí en donde el Señor había entrado en el pacto mosáico con ellos (Ex 19- 24). Del 10:11-12:16, Israel viajó desde Sinaí a Cades. En el 13:1-20:12, los acontecimientos se llevaron a cabo en y alrededor de Cades, el cual estaba localizado en "el desierto de Parán" (12:16; 13:3, 26), "el desierto de Zin" (13:21; 20:1). Del 20:14 al 22:1, Israel viajó de Cades a las "llanuras de Moab". Todos los acontecimientos del 22:2-36:13 ocurrieron mientras Israel estaba acampando en la planicie al N de Moab. Esta planicie era un terreno de tierra llano y fértil en medio del desierto (21:20; 23:28; 24:1). Retos de Interpretación Cuatro retos de interpretación enfrenta el lector de Números. 1). En primer lugar: ¿Acaso el libro de Números es un libro separado, o es parte de un todo literario más grande: el Pentateuco? Los libros bíblicos de Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio forman la Torá. El resto de las Escrituras siempre ven a estos cinco libros como una unidad. El significado definitivo de Números no puede ser separado de su contexto en el Pentateuco. El primer versículo del libro habla del Señor, Moisés, el tabernáculo y el éxodo de Egipto. Esto da por sentado que el lector está familiarizado con los tres libros que preceden a Números. Aún así, todo manuscrito hebreo disponible divide el Pentateuco exactamente de la misma manera como lo hace este texto. En ellos el libro de Números es una unidad bien definida, con una integridad estructural propia. El libro tiene su propio principio, mitad y fin, aunque operando como parte de un todo. De esta manera, el libro de Números también debe ser visto con una identidad singular. 2). La segunda pregunta de interpretación es las siguiente: ¿Hay un sentido de coherencia en el libro de Números? Es claramente evidente que Números contiene una amplia variedad de materiales y formas literarias. En este libros se encuentran listados de genealogías, leyes, narraciones históricas, poesía, profecía y de viajes. No obstante, todos están mezclados para contar la historia del viaje de Israel del Monte Sinaí a las llanuras de Moab. 3). Un tercer asunto tiene que ver con las grandes cifras para las tribus de Israel en el 1:46 y el 26:51. Estas dos listas de los hombres de guerra de Israel, tomadas a treinta y nueve años de tiempo, presentan una cifra de más de 600.000. Estas cifras demandan una población total para Israel en el desierto de alrededor de 2.5 millones de personas. Desde una perspectiva natural, este total parece demasiado elevado para el sustento de un número de personas tan grande en el desierto. No obstante, debe reconocerse que el Señor cuidó de Israel sobrenaturalmente durante cuarenta años (Dt. 8:1-5). Por lo tanto, las grandes cifras deben ser aceptadas literalmente. 4). El cuarto reto de interpretación principal tiene que ver con el profeta pagano Balaam, cuya historia está registrada en el 22:2-24:25. Aunque Balaam decía conocer al Señor (22:18), las Escrituras coherentemente se refieren a él como un falso profeta (2 P. 2:15, 16; Jud. 11). El Señor usó a Balaam como su vocero para hablar las verdaderas palabras que Él colocó en su boca. Temas históricos y teológicos Números relata las experiencias de dos generaciones de la nación de Israel. La primera generación participó en el éxodo de Egipto. Su historia comienza en Éxodo 2:23 y continúa a lo largo de Levítico y llega hasta los primeros 14 capítulos de Números. Esta generación fue censada para la guerra de conquista de Canaán (1:1-46). No obstante, cuando el pueblo llegó a la orilla sur de Canaán, se rehusó a entrar a la tierra (14:1-10). Debido a su rebelión en contra del Señor, todos los adultos de 20 años y mayores (a excepción de Caleb y Josué) fueron sentenciados a morir en el desierto (14:26-38). En los capítulos 15-25, la primera y segunda generación empalman; la primera murió conforme la segunda llegó a la edad adulta. Un segundo censo del pueblo comenzó la historia de esta segunda generación (26:1-56). Estos israelitas fueron a la guerra (26:2) y heredaron la tierra (26:52-56). La historia de esta segunda generación, comenzando en Números 26:1, continúa a los largo de los libros de Deuteronomio y Josué. Tres temas teológicos sobresalen en Números. En primer lugar, el Señor mismo se comunicó con Israel a través de Moisés (1:1; 7:89; 12:6-8), por lo tanto las palabras de Moisés tenían autoridad divina. La respuesta de Israel a Moisés reflejaba su obediencia o desobediencia al Señor. Números contiene tres divisiones claras basadas en la respuesta de Israel a la palabra del Señor: Obediencia (caps. 1-10), desobediencia (caps. 11-25) y obediencia renovada (caps. 26-36). El segundo tema es que el Señor es el Dios de juicio. A lo largo de Números , la "ira" del Señor fue provocada en respuesta al pecado de Israel (11:1, 10, 33; 12:9; 14:18; 25:3, 4; 32:10, 13, 14). En tercer lugar , la fidelidad del Señor por guardar su promesa de dar a a simiente de Abraham la tierra de Canaán es recalcada (15:2; 26:52-56; 27:12; 33:50-56; 34:1-29). El libro de Números comienza cuando los hijos de Israel se encontraban en condiciones muy favorables. Ellos reciben instrucciones especiales del Señor mientras todavía están en el monte Sinaí (1:1–10:10). Luego marchan a Cades- barnea (10:11–12:16) desde donde enviaron los espías a explorar la tierra que Dios les había prometido (13:1–24). Cuando se dieron cuenta que la tierra estaba ocupada, fallaron en confiar en Dios (13:25–33). El éxito se terminó a causa de su falta de fe; por eso tuvieron que peregrinar en el desierto durante el curso de la vida de esa generación (15:1–21:35). Cades-barnea siempre sería un símbolo de derrota por la falta de fe en Dios. En cada época, el pueblo de Dios primero debe discernir la voluntad de Dios, luego ir hacia adelante en fe. Al juzgar la rebeldía de Israel, Dios les envió una invasión de “serpientes abrasadoras”, cuya venenosa mordedura era mortal (21:6, 7). Pero Dios proveyó sanidad milagrosa por medio de una serpiente de bronce, que Dios instruyó a Moisés que levantara. Se dijo a quienes fueran mordidos que mirarán tal serpiente y sanarían (21:8, 9). Jesús se refirió a este incidente como ilustración del poder que su muerte tiene para salvar a cualquiera que escoja creer en Él (Jn 3:14, 15). Así como Dios fue fiel en preparar una generación para que entrara a la tierra prometida a pesar de todas sus debilidades, también Jesucristo será fiel en completar la obra de edificar su iglesia (Mt 16:18). Referencias Proféticas La demanda de Dios por santidad a Su pueblo, está total y finalmente satisfecha en Jesucristo, quien vino a cumplir la ley por nosotros (Mateo 5:17). El concepto del Mesías prometido se extiende por todo el libro. La ordenanza en el capítulo 19 sobre el sacrificio de la vaca alazana “perfecta, en la cual no había falta” prefigura a Cristo, el Cordero de Dios sin mancha o culpa, quien fue sacrificado por nuestros pecados. La imagen de la serpiente de bronce levantada sobre una asta para otorgar la curación física (capítulo 21) también prefigura a Cristo siendo levantado, ya sea en la cruz o en el ministerio de la Palabra, para que cualquiera que lo mire por la fe, puede obtener la salud espiritual.
En el capítulo 24, el cuarto oráculo de Balaam, habla de la estrella y del
cetro que se levantará de Jacob. Aquí está una profecía de Cristo quien es llamado “la estrella de la mañana” en Apocalipsis 22:16 por Su gloria, brillantez y resplandor, y por la luz que de Él procede. Él también puede ser llamado un cetro, esto es, el portador del cetro, por su realeza. Él no solo tiene el nombre de rey, sino que tiene un reino, y gobierna con un cetro de gracia, misericordia y justicia. Importancia en la Biblia Números presenta el concepto de la ira correctiva de Dios aplicada a su pueblo desobediente. Con sus rebeliones, los hebreos habían quebrantado el pacto. Ni siquiera Moisés se libró de la ira de Dios cuando fue desobediente. Pero Dios no se dio por vencido con su pueblo. Aunque de momento los castigó, seguía determinado a bendecirlos y a conducirlos a la tierra que les había prometido. Hasta el falso profeta Balaam reconoció esta verdad en cuanto al propósito soberano de Dios (23.19). En Números se destacan la soberanía de Dios, su santidad y su demanda de obediencia, pero también su misericordia y su fidelidad a la alianza. También se ve un significado tipológico en varios sucesos, personas y leyes (1 Co 10.5ss; Heb 3.7ss; 9.13).El Nuevo Testamento se refiere en varias ocasiones a diversos pasajes de Números. Compárense 21.8ss con Jn 3.14ss; 28.9ss con Mt 12.5; 16.5 con 2 Ti 2.19; 22.21ss con 2 P 2.15ss y Ap 2.14.
LA PALABRA DE JEHOVÁ ES VIVA
PUNTOS SOBRESALIENTES DEL LIBRO DE NÚMEROS TRAS su éxodo de Egipto, los israelitas fueron organizados en una nación. Habrían podido entrar en la Tierra Prometida poco después, pero no fue así. Por el contrario, tuvieron que vagar durante unas cuatro décadas por un “desierto grande e inspirador de temor” (Deuteronomio 8:15). ¿Por qué? El relato histórico de Números narra lo que ocurrió. Este libro bíblico debería grabar en nosotros la necesidad de obedecer a Jehová Dios y de respetar a sus representantes. El libro de Números, escrito por Moisés en el desierto y en las llanuras de Moab, abarca un período de treinta y ocho años y nueve meses, que transcurre desde 1512 a.E.C. hasta 1473 a.E.C. (Números 1:1; Deuteronomio 1:3). Su nombre hace referencia a los dos censos de israelitas que se realizaron con treinta y ocho años de diferencia (capítulos 1-4, 26). La narración se divide en tres secciones. La primera cuenta los hechos que acontecieron en el monte Sinaí. La segunda abarca lo ocurrido durante el tiempo en que Israel vagó por el desierto. Y la última habla de los sucesos que tuvieron lugar en las llanuras de Moab. Mientras lee este relato, tal vez quiera preguntarse: “¿Qué me enseñan estos episodios? ¿Contiene este libro algunos principios que me beneficien hoy?”. EN EL MONTE SINAÍ (Números 1:1–10:10) El primero de los dos censos se lleva a cabo mientras los israelitas todavía se encuentran al pie del monte Sinaí. Este recuento, efectuado obviamente con fines militares, arroja un resultado de 603.550 varones de 20 años de edad o más, sin contar a los levitas. El número total de integrantes del campamento, incluidos mujeres, niños y los levitas, quizás supere los tres millones de personas. Una vez censados, los israelitas reciben instrucciones sobre el orden de marcha, las tareas de los levitas y el servicio del tabernáculo, los mandatos que regulaban la cuarentena, y las leyes aplicables a los casos de celos y a los votos contraídos por los nazareos. El capítulo 7 contiene información acerca de las ofrendas realizadas por los principales de las tribus con motivo de la inauguración del altar, y el capítulo 9 trata de la observancia de la Pascua. También se indica a la asamblea cómo montar y levantar el campamento. Respuestas a preguntas bíblicas: 2:1, 2. ¿Qué eran “las señales” en torno a las cuales acampaban en el desierto las divisiones de tres tribus? La Biblia no nos explica en qué consistían estas señales. Sin embargo, no se las consideraba símbolos sagrados ni se les atribuía ningún significado religioso. Su función era eminentemente práctica: ayudar a toda persona a encontrar su lugar en el campamento. 5:27. ¿Qué significa el hecho de que ‘decayera el muslo’ de una esposa culpable de adulterio? Aquí el término “muslo” alude a los órganos reproductores (Génesis 46:26). Que estos órganos ‘decayeran’ indica que degenerarían hasta el punto de imposibilitarse la concepción. Lecciones para nosotros: 6:1-7. Ser nazareo exigía abnegación, pues había que abstenerse del fruto de la vid y de toda bebida embriagante. Al igual que las mujeres se dejaban el pelo largo en muestra de sujeción a sus esposos o padres, los nazareos lo hacían como señal de sumisión a Jehová. Dado que debían mantenerse limpios, no podían acercarse a ningún cadáver, ni siquiera al de un pariente próximo. En la actualidad, los siervos de tiempo completo manifiestan tal espíritu de sacrificio al ser abnegados y sumisos a Jehová y su organización. Algunas asignaciones tal vez requieran mudarse a un país distante, lo que pudiera dificultarles o impedirles su regreso a casa para asistir al funeral de un familiar cercano. 8:25, 26. Para distribuir de manera conveniente los puestos de servicio de los levitas y por consideración a la edad, a los hombres mayores se les apartaba del servicio obligatorio. Sin embargo, podían ofrecerse para ayudar a otros levitas. Aunque en nuestros días no se jubila a nadie de su labor como proclamador del Reino, el principio implícito en esta ley nos enseña una valiosa lección. Aquel cristiano cuya edad avanzada le impida desempeñar ciertas obligaciones puede participar en otros aspectos del servicio que estén a su alcance. DE UN LUGAR A OTRO EN EL DESIERTO (Números 10:11–21:35) Cuando por fin se alza la nube de encima del tabernáculo, los israelitas emprenden una marcha que los llevará a las llanuras desérticas de Moab treinta y ocho años y uno o dos meses después. En el desierto de Parán, camino de Qadés, se producen al menos tres episodios de quejas. Jehová pone fin al primero enviando un fuego que consume a algunos miembros del pueblo. Más adelante, los israelitas claman por carne y Jehová les suministra codornices. Por último, las quejas de Míriam y Aarón contra Moisés tienen como consecuencia que a ella se la castigue temporalmente con lepra. Ya acampados en Qadés, Moisés envía a espiar la Tierra Prometida a doce hombres, que regresan al cabo de cuarenta días. El pueblo, creyendo el informe desfavorable de diez de los espías, quiere apedrear a Moisés, Aarón y los fieles espías Josué y Caleb. Jehová se propone herir a los israelitas con peste, pero porque Moisés intercede, los condena a vagar por el desierto durante cuarenta años, hasta que mueran todos los que han sido censados. Jehová dicta más disposiciones. Coré y otros israelitas rebeldes se alzan contra Moisés y Aarón, pero mueren consumidos por el fuego o tragados por la tierra. Al día siguiente, toda la asamblea murmura de Moisés y Aarón, por lo que perecen 14.700 israelitas a causa de un azote divino. Dios hace florecer la vara de Aarón a fin de que se sepa a quién ha escogido como sumo sacerdote. Luego pasa a dar más leyes relacionadas con las responsabilidades de los levitas y la limpieza del pueblo. El empleo de las cenizas de una vaca roja prefigura la limpieza que se obtiene mediante el sacrificio de Jesús (Hebreos 9:13, 14). Los hijos de Israel retornan a Qadés, donde Míriam muere. La asamblea prorrumpe de nuevo en quejas contra Moisés y Aarón, esta vez debido a la falta de agua. Por no santificar el nombre divino cuando Jehová milagrosamente les proporciona agua, Moisés y Aarón pierden la oportunidad de entrar en la Tierra Prometida. Israel deja atrás Qadés, y Aarón muere en el monte Hor. Mientras rodean Edom, los israelitas se cansan y hablan en contra de Dios y Moisés. Jehová los castiga enviándoles serpientes venenosas. Una vez más, Moisés intercede, y Dios le ordena que haga una serpiente de cobre y la fije en un poste para que quienes hayan sido mordidos la miren y se curen. La serpiente prefigura el hecho de que se fijara a Jesucristo en un madero para nuestro beneficio eterno (Juan 3:14, 15). Israel derrota a los reyes amorreos Sehón y Og, y se apropia de sus tierras. Respuestas a preguntas bíblicas: 12:1. ¿Por qué se quejaron Míriam y Aarón respecto a Moisés? Aparentemente, el verdadero motivo fue que Míriam deseaba más poder. Al reencontrarse Moisés con su esposa Ziporá en el desierto, es posible que Míriam temiese perder su posición como la mujer de más autoridad en el campamento (Éxodo 18:1-5). 12:9-11. ¿Por qué se castigó solo a Míriam con lepra? Es muy probable que fuera ella quien suscitó las quejas y quien convenció a Aarón para que se le uniera. Este último manifestó una buena actitud al reconocer su error. 21:14, 15. ¿A qué libro se alude en este pasaje? En las Escrituras se mencionan diversos libros que los escritores bíblicos emplearon como fuente de información (Josué 10:12, 13; 1 Reyes 11:41; 14:19, 29). Uno de ellos fue “el libro de las Guerras de Jehová”, que comprendía un relato histórico de las guerras del pueblo de Jehová. Lecciones para nosotros: 11:27-29. Moisés nos puso un magnífico ejemplo del modo como debemos reaccionar cuando otros reciben privilegios en el servicio de Jehová. En vez de ponerse celoso y tratar de ensalzarse a sí mismo, Moisés se alegró cuando Eldad y Medad empezaron a actuar como profetas. 12:2, 9, 10; 16:1-3, 12-14, 31-35, 41, 46-50. Jehová espera que sus siervos respeten la autoridad que él concede. 14:24. A fin de resistir la presión del mundo para que hagamos lo que está mal, es fundamental cultivar “un espíritu diferente”, esto es, una actitud mental distinta a la del mundo. 15:37-41. Los peculiares flecos de la indumentaria de los israelitas tenían el propósito de recordarles que eran un pueblo separado para adorar a Dios y obedecer sus mandamientos. ¿No deberíamos nosotros también vivir en conformidad con las normas divinas y sobresalir por ser diferentes del mundo? EN LAS LLANURAS DE MOAB (Números 22:1–36:13) Cuando los hijos de Israel acampan en las llanuras desérticas de Moab, los habitantes de esta nación sienten verdadero pavor. Su rey, Balac, contrata a Balaam para que maldiga a los israelitas, pero este, forzado por Jehová, los bendice. Entonces se utiliza a mujeres moabitas y madianitas para que los varones israelitas caigan en la inmoralidad y la idolatría. Como consecuencia, Jehová destruye a 24.000 transgresores. El azote concluye cuando Finehás demuestra que no tolera ninguna rivalidad hacia Jehová. El segundo censo pone de manifiesto que, salvo Josué y Caleb, no queda vivo ninguno de los hombres registrados en el primero. Moisés designa a Josué como su sucesor. El pueblo de Israel recibe instrucciones sobre los procedimientos de diversas ofrendas y sobre los votos hechos a Jehová. Además, los israelitas se vengan de los madianitas. Rubén, Gad y media tribu de Manasés se asientan al este del Jordán, y se ordena a Israel que cruce el río y ocupe la tierra. Se establecen con detalle los límites de la tierra, y se reparten las heredades por sorteo. A los levitas se les conceden 48 ciudades, seis de las cuales sirven de ciudades de refugio. Respuestas a preguntas bíblicas: 22:20-22. ¿Por qué se encendió la cólera de Jehová contra Balaam? Jehová le había dicho al profeta Balaam que no debía maldecir a los israelitas (Números 22:12). Sin embargo, el profeta acompañó a los hombres de Balac con el firme propósito de desobedecer aquel mandato, pues quería complacer al rey moabita para que este lo recompensara (2 Pedro 2:15, 16; Judas 11). Pese a que contra su voluntad había tenido que bendecir a Israel en lugar de maldecirlo, todavía trató de ganarse el favor del rey proponiéndole que empleara adoradoras de Baal para seducir a los varones israelitas (Números 31:15, 16). Así pues, la cólera de Dios contra Balaam fue provocada por la codicia sin escrúpulos de aquel profeta. 30:6-8. ¿Puede el varón cristiano invalidar los votos de su esposa? En nuestros días, Jehová considera que un voto es algo que sus siervos hacen a nivel individual. La dedicación a Jehová, por ejemplo, es un voto personal (Gálatas 6:5). El esposo no tiene autoridad para anularlo. Sin embargo, la esposa evitará hacer un voto que esté en conflicto con la Palabra de Dios o con sus deberes hacia su esposo. Lecciones para nosotros: 25:11. ¡Qué ejemplo de celo por la adoración de Jehová nos puso Finehás! ¿No debería el deseo de mantener la pureza de la congregación impulsarnos a informar a los ancianos cristianos de cualquier caso de inmoralidad grave que conozcamos? 35:9-29. El hecho de que un homicida involuntario tuviera que abandonar su hogar, huir a la ciudad de refugio y quedarse en ella durante un período de tiempo nos enseña que la vida es sagrada y debemos respetarla. 35:33. Lo único que puede expiar el asesinato de personas inocentes, cuya sangre contamina la tierra, es la sangre de quienes la han derramado. ¡Qué apropiado será que Jehová destruya a los inicuos antes de transformar la Tierra en un paraíso! (Proverbios 2:21, 22; Daniel 2:44.) La Palabra de Dios ejerce poder Debemos respetar a Jehová y a quienes él nombra para ocupar puestos de responsabilidad entre sus siervos. El libro de Números subraya este hecho. ¡Qué importante lección para mantener la paz y la unidad en la congregación hoy día! Los sucesos que se narran en Números muestran lo fácilmente que pueden caer en pecados como la murmuración, la inmoralidad y la idolatría quienes descuidan su espiritualidad. [Ilustración de las páginas 24 y 25] Jehová indicaba cuándo montar y levantar el campamento israelita mediante una nube milagrosa suspendida sobre el tabernáculo [Ilustraciones de la página 26] Jehová merece nuestra obediencia y espera que respetemos a sus representantes