Вы находитесь на странице: 1из 1

ELECCIÓN PROFESIONAL DOCENTE

En el siguiente texto daré a conocer en qué momento comenzó mi decisión por ser docente, es cierto
que en cada etapa de mi vida modificaba mis pensamientos en cuanto a la profesión que deseaba
tener debido a la influencia de las personas que me rodeaban y las cuales creían saber que podía ser
lo mejor para mí. ¿Pero alguien podrá saber qué es lo mejor para ti?, ¿alguien podrá decirte que es
bueno o no?, Me lo pregunté algunas pero siempre he considerado que nada tiene que ver el que
seas bueno realizando algo si eso no te apasiona, si no quieres vivir dedicado a ello, esperando ser lo
que los demás esperan de ti. Al recordar qué es lo que me ha traído aquí, me hace retroceder a los
primeros años de mi vida.

Mi elección por ser docente inicio desde que entré al Kínder, ya que cuando iba a la mitad del curso
me enferme y tuvieron que sacarme de la escuela para atender mi enfermedad. Fue entonces cuando
comencé a extrañar ir a clases. Recuerdo que le pedía a mi mamá que jugáramos a la escuelita y que
me pusiera tarea, en ese momento mi mamá se dio cuenta de mi interés y en lugar de solo ponerme
a hacer algo o tomarlo como un juego, comenzó a enseñarme las letras y los números, desde
entonces comenzó a llamar mi atención la forma en la que mi mamá me explicaba. Me emocionaba
cada que sabía algo nuevo.

Cuando mi papá llegaba de su trabajo le contaba lo que había aprendido, él me pedía que le
enseñara porque fingía no saberlo. Entonces yo me sentaba a su lado y trataba de explicarle tal y
como lo hacía mi mamá. Poco después entré al kínder, al inicio me dio un poco de miedo puesto que
pensé que no entendería lo que les enseñaban a mis compañeros, pero no fue así, entendía lo que
enseñaban, incluso algunas cosas ya las sabía.

Entré a la primaria y me di cuenta de que siempre iba más adelantada, cuando la maestra
comenzaba a enseñarme a leer y a escribir, yo ya lo sabía y eso me permitía enseñarle a mis
compañeros. Me sentía muy bien cuando me entendían y me agradecían por enseñarles.

Cuando pase a la secundaria, el maestro se dio cuenta de que se me facilitaban algunas cosas, por lo
que cuando terminaba mi actividad, me calificaba y me pedía ayuda para calificar a mis compañeros.
Me daba cuenta de que eso era algo que me gustaba hacer ya que no solo les calificaba, sino que les
decía en qué estaban mal y les enseñaba hacerlo de la forma en la que a mí se me facilitaba.
Estando en la secundaria, mi tía entró como maestra de computación. Era una de las clases que más
disfrutaba porque siempre me gustó como nos enseñaba. Incluso en ocasiones le daba ideas para
que trabajara con nosotros ya que yo conocía a mi grupo y podía saber qué era lo que les llamaría la
atención. Y así, algunas veces las dos preparábamos la clase.

Después ingresé a la preparatoria, que al ser una escuela con carrera técnica, me pidieron realizar un
servicio, el cual decidí hacerlo en una supervisión escolar que se encontraba dentro de una primaria,
que nada tenía que ver con mi carrera técnica a la cual pensaba darle un seguimiento puesto que mis
profesores de la carrera me decían que sería muy buena y que estaban seguros de que me iría muy
bien en la universidad. Sin embargo no estaba segura de querer dedicarme a ello toda la vida. Pero el
estar en la escuela primaria, me permitió tener conversaciones con diferentes maestros, los cuales
me decían que el ser docente es una profesión hermosa y que a una mujer le da muchas
oportunidades para cumplir con un rol familiar. Lo que más disfruté de mi estancia ahí, era cuando me
mandaban a los grupos y fue justo en ese momento que decidí hacer mi examen para la Escuela
Normal de Cuautitlán Izcalli y así llegar a ser la maestra que he querido ser desde pequeña.

Вам также может понравиться